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En el pasado se esconden recuerdos que no son para nada gratos de recordar, siempre se
quiere dejar esa parte atrs, as sin ms, como esconder algo debajo de la cama, donde uno sabe
que no va a volver a ver. Sucedi hace ya 20 aos, un pueblo al sur del departamento del
Guaviare, no muy reconocido a nivel nacional, es ms tildado de ser base de asentamientos de
grupos al margen de la ley y por ende cuna de narcotrfico. Aquel da de agosto de 1994, cuando
un hecho cambio radicalmente las vidas de una poblacin entera, bueno, en su gran mayora.
Dorman, era de madrugada, cuando de repente los estallidos irrumpieron el sueo de ese pueblo,
esa tranquilidad que solo produce ese estado, pero la violencia atac directamente esto, la
poblacin se vio sumida en el desespero de buscar refugio de los ataques perpetrados, las balas
caan como lluvia, de parte y parte, ejercito contra guerrilla.
He aqu donde la violencia desestabiliza ese bienestar de los seres humanos, esa felicidad
la cual se est acostumbra, como Freud (1927-31) lo pregunta: Qu es lo que los seres
humanos mismos dejan discernir, por su conducta, como fin y propsito de su vida? Qu es lo
que exigen de ella, lo que en ella quieren alcanzar?. (p.76). La respuesta a esto est dada
prcticamente en lo que perturbaron en aquel ataque dicho con anterioridad, esa tranquilidad, esa
felicidad que posean la gente mientras disfrutaban del placer de dormir, esto tambin, Freud
Aunque existe una anomala la cual vara este sufrimiento interno en el cuerpo causando
en vez de este, felicidad y placer aunque no le estemos brindando bienestar al mismo organismo,
ya que lo estamos daando causndole dolor le alteramos la sensacin, como fachada esta la
alucinacin causada por estos txicos, denominado as por Freud (1927-31):
El mtodo ms tosco, pero tambin el ms eficaz, para obtener ese influjo es el qumico:
la intoxicacin. No creo que nadie haya penetrado su mecanismo, pero el hecho es que existen
sustancias extraas al cuerpo cuya presencia en la sangre y los tejidos nos procura sensaciones
directamente placenteras, pero a la vez alteran de tal modo las condiciones de nuestra vida
sensitiva que nos vuelven incapaces de recibir mociones de displacer. (p. 78);
REFERENCIAS