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Roberto Blum
27 de junio de 2015
Osama bin Laden y Abu Bakr al Baghdadi representan dos estrategias
diferentes para llevar a cabo la islamizacin del planeta. El Islam, al
igual que las dems religiones monotestas, intenta convertir a su fe a
todos los vivientes. Su xito religioso reside en su extrema sencillez. El
primer pilar de los cinco es la profesin de fe: no hay ms dios que Al
y Mahoma es su profeta.
Bin Laden fue muerto en mayo del 2011, pero su estrategia terrorista
perdura en distintas regiones del Medio Oriente, Asia y frica. Al
Baghdadi vive y su estrategia territorial parece estar teniendo ms
xito. Su Estado Islmico (EI) y su califato controlan un gran territorio,
numerosas poblaciones y enormes recursos en Siria e Irak.
En noviembre de 2001, apenas dos meses despus del ataque a las
Torres Gemelas, James Buchan, periodista experto en asuntos del
mundo musulmn y novelista, public un artculo en el que imagina a
Osama bin Laden entrando a la Gran Mezquita de la Meca y con ello
iniciar un levantamiento que lograra derrocar a la corrupta monarqua
saudita. Es obvio que las cosas no sucedieron as en la realidad. Bin
Laden fue muerto en un operativo militar estadounidense y sus
sucesores parecen hoy cada vez ms irrelevantes. En cambio, el califa
Abu Bakr al Baghdadi y el Estado Islmico (EI), mantienen la atencin
fascinada y temerosa tanto del mundo occidental como de los poderes
establecidos en el mundo rabe.
Al Baghdadi ha decidido crear un Estado territorial y con ello poseer y
controlar enormes recursos, pero al mismo tiempo el califato se ha
convertido en un blanco inmvil, un blanco fcil de ataque para sus
enemigos. Irn, los Estados Unidos, las milicias kurdas y chiitas, en una
alianza informal han estado atacando y debilitando al Estado Islmico.
Bin Laden nunca quiso establecer un blanco inmvil, su visin
estratgica consista en una larga lucha asimtrica para debilitar
lentamente a sus enemigos y forzarlos a retirarse y/o rendirse. Esa sigue
siendo hasta hoy la estrategia de Al Qaeda. Ambas estrategias buscan
primero liberar el corazn territorial del Islam, Arabia, expulsando a los
cruzados, para luego atacarlos y derrotarlos en sus propios centros
Roma, Paris, Londres y Nueva York.
Mientras tanto, de acuerdo al libro El Estado Islmico: el califato digital
de Abdel Bari Atwan, el Estado Islmico (EI) ha sido sumamente exitoso