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MARZO DE 2.010
“DIGNITAS ET UNITAS”
UNITAS”
“ DIGNIDAD Y UNIDAD “
www.vigias.org.es
“DIGNITAS ET UNITAS” Marzo de 2.010
Carta A LOS VIGILANTES DE SEGURIDAD
Las decisiones son las que marcan nuestro devenir. Son aquellas que obligan nuestro
presente e hipotecan nuestro futuro. La más mínima de ellas puede hacer girar todo lo que
tenemos a nuestro alrededor. No nos paramos a pensar que esa pequeñez, esa minúscula
decisión, es la que nos moverá durante el resto de nuestra vida. La vida son eso
decisiones, a veces acertadas otras no tanto.
S
Entre estas decisiones estuvo la de unirme a esta Asociación, VigíaS. Una decisión que
hipoteca el futuro, de buen grado eso sí. Ganas de trabajar, colaboración, compañeros
implicados, y solidaridad, mucha y buena solidaridad. Eso es lo que me he encontrado en
VigíaS.
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Encontraras un grupo de personas que trabajan para ti y para los demás. Sin buscar
protagonismos y sin pedir nada a cambio. Pero para ello necesitamos que te decidas, que
nos ayudes. Solos, no podemos y con cada mano que se nos une conseguimos que
nuestra meta sea más y más alta. En VigíaS trabajamos con el corazón.
Juntamos corazones con las mismas ideas y nos hacemos fuertes, unificando esfuerzos y
consiguiendo logros que nadie antes había imaginado.
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VigíaS es tú decisión.
Luis Miguel
Socio Numerario de VigíaS – Vigilantes AsociadoS
ambas partes el día 3 de Marzo para la celebración del acto de conciliación y juicio
pertinente. (Cuando recibáis este Boletín ya sabremos algo)
“El resultado que se alcanzara (Sentencia Día 3/3/10 A. N.), no afectaría de forma
directa e incondicionada a las demandas, sino a lo sumo vendría a conferir el derecho
de los empresarios a recalcular lo abocado por ellos conforme a los parámetros
económicos del Convenio 2005 – 2008” cuya no aplicación ahora pretenden,
VI
las sentencias del SUPREMO. Y la Reconvención no se puede llevar a cabo sin haber
pagado a los trabajadores la diferencia de las horas extras, y sin salir la sentencia de la
Audiencia Nacional.
G Í A
Novedades - Sentencias:
Sentencias:
TRIBUNAL SUPERIOR DE JUSTICIA / SALA DE LO SOCIAL (Albacete) – id
Cendoj: 02003340012009100289 - RECURSO 243/2008 – Resolución: 665/2009
PERMISO RETRIBUIDO de dos días POR PARTO (Parientes de hasta segundo
grado por consaguinidad).
RESUMEN: “Derecho del actor a que computen los dos días como permiso
retribuido por hospitalización acreditada de pariente hasta el segundo grado,
sin obligación de recuperar las horas no trabajadas."
“De acuerdo con el informe del Ministerio Fiscal es que la decisión adoptada en la
instancia no es recurrible en suplicación por razón de su cuantía, por lo que
debemos anular la sentencia recurrida y declarar la firmeza de la sentencia del
Juzgado de lo Social.
años anteriores al 30 de junio de 2004 por una cuantía mensual de 129 euros para
los años 2005, 2006 y 2007 y del importe resultante de su actualización según el
IPC real del año 2007 para el año 2008.
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En el caso de que realizaran el servicio con arma, el importe del plus funcional de
peligrosidad devengado según el art. 69 de este Convenio, queda absorbido total
o parcialmente por dicha cuantía.
Estos aparatos pueden ser sumamente útiles en servicios en los que se producen
S
que los Vigilantes de Seguridad somos, por norma general, los primeros en tener
G Í A
nuestras funciones.
eléctrica y mecánicamente.
retomar su ritmo eléctrico normal u otro eficaz. La fibrilación ventricular es la causa más
donde la parada cardiaca presencial es más probable que ocurra, con una probabilidad de
por lo menos una vez cada dos años, como en aeropuertos, instalaciones deportivas,
2º) Los previsibles rescatadores, que no son sanitarios, deben estar entrenados en soporte
3º) El lugar debe estar comunicado con el sistema de emergencias médicas local.
4º) Se debe realizar una auditoría de forma continuada para la mejora de la calidad.
instalación que previamente han sido instruidos en el uso correcto de los mismos. Por eso
es cada vez más frecuente que los Vigilantes de Seguridad seamos requeridos por las
Los sindicatos STS, SPV y USO junto a un centenar de compañeros se concentraron en Sevilla en
la Plaza de España en conmemoración del terrible asesinato cometido en otra planta fotovoltaica.
Ya son tres ataques terribles cometidos contra estos servicios donde están involucradas las mafias
rumanas, y que por todos los medios intentan conseguir las bobinas de cobre de un alto coste o
cualquier otro utensilio o maquinaria para revender.
han de cubrir en parejas con dos vigilantes armados. Son ya dos secuestros, un asesinato y un
intento de asesinato los que van en dichos centros repartidos por todo el estado español.
Los 100 compañeros allí concentrados quisieron recordar a CEFERINO con el encendido de 600
velas en forma de cruz. Esta muerte ni ninguna otra así como el incremento de agresiones que
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venimos padeciendo los Vigilantes de Seguridad debe pasar desapercibida ni ante la sociedad ni
ante las administraciones.
Nuestro agradecimiento a los sindicatos convocantes, STS, SPV y USO; a todos los
asistentes que estuvieron en dicho acto y a todos los que no pudieron ir, pero han
demostrado con sus mensajes de pésame, que aun, queda humanidad y compañerismo en
este sector.
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También trasladar desde nuestra Asociación VigíaS, nuestro homenaje póstumo a dos
seres queridos y compañeros nuestros, fallecidos en el mes de Febrero de 2.010.
¡CONSULTA DE VIGÍAS AL
MINISTERIO DEL INTERIOR!
RECUPERACIÓN DEL CARÁCTER DE
AGENTE DE LA AUTORIDAD
Nos planteábamos RESUMIR la Consulta en este BOLETÍN por su gran extensión (20
páginas) pero hemos creído CONVENIENTE e INTERESANTE ofrecerla de MANERA
INTEGRA para su lectura a todos los VIGILANTES DE SEGURIDAD, ya que su CONTENIDO
deja al Ministerio del Interior pocas posibilidades o puertas abiertas….DISFRUTAR)
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VIGÍAS EXPONE
Que sobre estos puntos creemos conveniente aportar una serie de propuestas adaptadas a la
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legislación vigente, que pensamos que es muy interesante que esta Secretaría General Técnica
entre a valorar, ya que tienen relación de suma importancia para el sector de la seguridad privada y
solicitar consulta sobre la posibilidad de recuperar el “carácter” de Agentes de Autoridad o en
su defecto la “consideración” de Autoridad a efectos judiciales como cobertura jurídica
mínima reconocida por este Ministerio, para el desarrollo de nuestras funciones y en los
casos que se menoscabe nuestra integridad física, psíquica o profesional en el desempeño
de las mismas.
Antes de argumentar cada exposición, nos gustaría nombrar cada articulado, texto Legislativo,
sentencias de los Tribunales Superiores y cualquier escrito con potestad en el tema que ya han
sido emitidos o publicados, en los cuales tenemos una serie de cuestiones y propuestas que nos
gustaría que ustedes nos ayudasen a resolver, entrasen a valorar y en los que hemos añadido
unas modificaciones que creemos son importantes para actualizarse a los tiempos modernos y a la
problemática del sector.
Ante todo somos conocedores del desarrollo actual del sector y consideramos que una parte
VI
ARGUMENTOS:
Para comenzar tendríamos que hacer una vista retrospectiva en el tiempo y saber los motivos por
los que perdimos dicho carácter de Agentes de Autoridad, ya que en su día era inherente al cargo
de Vigilante Jurado de Seguridad reflejado en el Real Decreto 629/1978.
ARTICULO CUARTO.- Expedido el título y una vez tomada posesión de su cargo en la empresa, el
Vigilante Jurado, durante un periodo de quince días, DEBERA SER INSTRUIDO DE SUS
DERECHOS, DEBERES Y RESPONSABILIDADES, EN SU CUALIDAD DE AGENTE DE LA
AUTORIDAD.
ciertas atribuciones y se ampliaron otras funciones que estaban demasiado limitadas o ambiguas
en la práctica.
Somos conscientes del momento político en que se redactó el RD 629/1978, en pleno proceso
preconstitucional, pero no es menos importante señalar que durante el tiempo de su vigencia, hasta
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la regulación del sector por el desarrollo de la Ley 23/1992 mediante el Real Decreto 2364/1994, las
funciones que se atribuían en el artículo 81 eran difícilmente encajables en el ordenamiento
jurídico, puesto que un Real Decreto no puede, en ningún momento, reservar atribuciones públicas
a un sector privado. Esta es, sin duda alguna, la causa primigenia de la cual adolece la normativa
reguladora de la seguridad privada, puesto que, si se está actuando sobre derechos
constitucionales del ciudadano, éstas actuaciones deberían estar soportadas en la base que está
específicamente reservada para estos fines, esto es, una Ley Orgánica.
Por otro lado somos conocedores que la disposición derogatoria única de la citada Ley de
Seguridad Privada, expone claramente:
Es aquí donde nos planteamos nuestras cuestiones, ya que si las funciones, requisitos y
obligaciones de los antiguos Vigilantes Jurados de Seguridad se conservaron en el tiempo y en lo
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Esta petición ha sido llevada con insistencia ante el Ministerio del Interior en innumerables
ocasiones durante los últimos 17 años, recordándoles que la privación de la condición de agentes
de la autoridad ha supuesto, para quienes ejercemos funciones en seguridad privada, la
desposesión y pérdida de una serie de derechos con respecto a la protección de nuestro…>
Pasamos a otro punto de relación con el tema, la diferencia entre Agente de Autoridad y Autoridad
propiamente dicha, ya que tiene mucha vinculación al tema que estamos tratando.
Concepto de AUTORIDAD
Y para encontrar una definición del concepto legal de Autoridad hemos de acudir, como así ha
señalado la doctrina jurisprudencial del Tribunal Supremo, recogida entre otras, en la sentencia de
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fecha 9 de mayo de 1978, al párrafo 1º del artículo 24 del Código Penal. Este precepto literalmente
afirma:
“A los efectos penales se reputará autoridad al que por sí solo o como miembro de alguna
corporación, tribunal u órgano colegiado tenga mando o ejerza jurisdicción propia. En todo caso,
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tendrán la consideración de autoridad los miembros del Congreso de los Diputados, del Senado, de
las Asambleas Legislativas de las Comunidades Autónomas y del Parlamento Europeo. Se reputará
también autoridad a los funcionarios del Ministerio Fiscal”.
Sin duda, puede resultar paradójico que para definir un concepto tan “administrativo” como el de
autoridad tengamos que acudir al Derecho Penal y, en concreto, a un texto positivo como es el
Código Penal.
Una vez aceptada como válida la definición de Autoridad, tendríamos que entrar en el concepto de
“mando” y “jurisdicción propia” para englobar el alcance de su completo valor. Entendiendo y
reconociendo que concepto de mando ha sido establecido por la jurisprudencia del Tribunal
VI
Supremo, siendo en este sentido muy relevante la Sentencia de este Alto Tribunal de fecha 20 de
noviembre de 1963, la cual en su segundo considerando establece:
“La función de autoridad implica una voluntad de mando o imperio, que se concreta en el ejercicio
“erga subditus” de un derecho de supremacía, esto es, de un derecho que constituye la
manifestación de un poder jurídicamente superior al de los ciudadanos”. Es por esta razón, por la
que los ciudadanos están obligados a la Autoridad cuando esta
se halla en el ejercicio de su cargo y funciones.”
Entendiendo a su vez la jurisdicción propia como el concepto que engloba dos ideas, una la
jurisdicción como actividad que declara y ejecuta el derecho y otra como la titularidad de quien la
realiza, no siendo aplicable a aquellas funciones y competencias que se otorgan por delegación.
“Figura intermedia entre la autoridad y los funcionarios públicos. Se encargan de hacer cumplir las
órdenes y disposiciones que emanan de la autoridad. Actúan por delegación o en nombre de la
Autoridad.”
Sobre la definición legal de los Agentes de Autoridad no existe actualmente texto legal al respecto,
tendríamos que alejarnos al Código penal de 1928 donde si se afirmaba, en el artículo 213, párrafo
tercero:
S
“Se considerarán agentes de la autoridad no solo los funcionarios que con tal carácter dependan
del Estado, de la Provincia o del Municipio, sino los de otras entidades que realicen o coadyuven a
fines de aquellos y los que tengan a su cargo alguna misión general o determinada y en disposición
reglamentaria o nombramiento expedido por Autoridad Competente o delegado de ésta, se expresa
el carácter de tal agente”.
G Í A
Ante la ausencia actual de una definición concreta y reconocida de tal condición tendremos que
remitirnos a la jurisprudencia sentada por el Tribunal Supremo mediante la sentencia del 28 de
Enero de 1982, siguiendo el criterio de otra del 27 de Mayo de 1978 donde se aclaraba que:
“ Serán Agentes de Autoridad quienes por razón del cargo están obligados a auxiliar a la Autoridad
en el ejercicio de sus funciones, ejecutar y llevar a efecto sus mandatos, órdenes, acuerdos y
providencias”.
No vamos a entrar en la adquisición del carácter de Agentes de Autoridad por funcionarios públicos,
ya que somos conocedores de los requisitos para tales nombramientos, pero sí entraremos en
otras valoraciones para dicha adquisición que está regulada convenientemente y que podría ser
aplicable a nuestro sector. Estamos refiriéndonos a la Ley Orgánica 2/86, del 13 de Marzo donde
se redacta que será una atribución mediante nombramiento “especifico” o nominal realizado por la
Autoridad competente.
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Se añade, asimismo, el hecho de que para la existencia del “cargo” debe haber un “encargo”; es
difícil de asumir que tan sólo pueden acogerse a la especial protección que asiste al vigilante en el
desempeño de sus funciones si se actúa “por delegación” como auxiliar de las FFCCSS. ¿¿Por qué
dicho “encargo” no se extiende a situaciones en que esta función de auxiliar no está implícita??
¿¿Es que es menos importante la seguridad en los ámbitos privados que en los públicos??
¿¿Presupone esto la existencia de servicios “de primera” y “de segunda”, dependiendo de si hay
presente un agente de la autoridad?? No olvidemos que los establecimientos privados, donde
también prestan servicio los vigilantes de seguridad, son objetivo terrorista, y no tan sólo los
edificios públicos, tal y como constatan los atentados de la banda terrorista E.T.A. (ejemplos claros
son Hipercor Barcelona en 1987 y el más reciente ataque al parking de la Terminal 4 de Barajas en
2006), al igual que los trágicos sucesos de Madrid el 11 de marzo de 2004 perpetrados por el
terrorismo internacional, y que en muchas ocasiones la actuación de los vigilantes de seguridad
han evitado delitos contra la salud pública en intervenciones que, posteriormente, han
incrementado los resultados de eficiencia de las FFCCSS.
Por todo lo anteriormente descrito entramos en debate y aclaración, ya que si está regulado
convenientemente que los Agentes de Autoridad son los que hacen cumplir las normas, lo
estipulado legislativamente, los mandatos y órdenes de la Autoridad competente y si está…>
¿¿Por qué los Vigilantes de Seguridad no podemos tener esa misma cobertura jurídica y se nos
discrimina ante otros sectores profesionales en los cuales las funciones de seguridad pública y
privada se solapan??
¿¿No es el Ministerio del Interior la máxima Autoridad en materia de seguridad ya sea pública o
privada??
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Entonces estamos dentro de todo parámetro y regulación ya que los Vigilantes, ya sea
acompañando en el desarrollo de nuestro trabajo a un Agente de Autoridad al lado como ocurre en
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¿¿No estamos desarrollando y aplicando la normativa y Decretos emitidos por las máximas
Autoridades del territorio español en materia de seguridad privada al igual que hacen otros sectores
de carácter similar o igual al nuestro??
Por otra parte no debemos olvidar que hacemos funciones públicas que en años atrás eran
impensables, desde las escoltas de personas públicas hasta la defensa del territorio nacional en
barcos que pesca fuera de nuestras fronteras, por no decir que en la mayor parte de los servicios
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que realizamos prestamos una labor de ayuda y servicio al ciudadano, de apoyo y colaboración a
los cuerpos policiales del Estado, sin embargo jurídicamente se nos considera igual que un
ciudadano normal y estamos penalizados de igual forma, sin importar nuestra condición de
profesionales de la seguridad, que en aplicación de la norma somos agredidos y tiene la misma
valoración judicial que si de un ciudadano normal se tratase. En esta delegación de funciones
hacemos especial hincapié a la figura de la “encomienda de gestión”, sumando a ésta la “huída del
Derecho administrativo”, por encomendar a particulares funciones propias del funcionariado.
Tenemos reconocida esa consideración a efectos judiciales por las sentencias de los Altos
Tribunales, en nuestra obligación de auxiliar a los Cuerpos y fuerzas de Seguridad del Estado, pero
siempre reconocida gracias a la petición o exigencia en los recursos del abogado particular, fiscal o
Magistrado que ha visto claramente nuestra condición profesional. ¿¿Por qué el Ministerio de
Interior intenta obviar los que los tribunales reconocen?? No entendemos esta desprotección
jurídica de quien debería velar por nuestros derechos e intereses de la misma forma que vela por
nuestras obligaciones.
Como referencia de lo que hablamos es preciso hacer mención a las sentencias de la Audiencia
Provincial de La Rioja 87/2009 del 10 de septiembre y la sentencia 90/2005 del Juzgado número
11 de instrucción de Málaga del 15 de febrero; también somos conocedores de otra sentencias…>
También tenemos a nuestro favor, a tenor de lo dispuesto en el artº 21.4º de la Ley Orgánica
2/1986 de 13 de Marzo de Fuerzas y Cuerpos de Seguridad y el artº 1º. 4 de la Ley 23/92 de
Seguridad Privada, que dice: “el personal de seguridad privada puede actuar por obligación
especial en auxiliar y colaborar con las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad”, y según respuesta de la
consulta efectuada a la Fiscalía General del Estado, nº 3/1993 de 20 de Octubre de 1993 que dice:
“los vigilantes que en cumplimiento de sus obligaciones o participen en el ejercicio de determinadas
funciones públicas están protegidos penalmente como los agentes de la autoridad y funcionarios
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públicos.”
El Vigilante de Seguridad actúa como si fuera un agente de la autoridad (lo que en Derecho se
denomina el "funcionario aparente") cuando sigue las instrucciones de alguien que sí lo es (siempre
y cuando sean legales las órdenes), o cuando en caso de emergencia actúa para proteger la
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seguridad física y jurídica. Todo ello también protege al simple ciudadano, y así se demuestra en el
artículo 555 del Código Penal. Pero por sí mismo el Vigilante de Seguridad no es considerado
agente de la autoridad. De paso se puede leer la Exposición de Motivos de la Ley 23/1992, por
ejemplo el segundo párrafo del punto 5 del apartado 3, donde claramente indica la insuficiencia de
la regulación de ese momento, o el siguiente punto 6, donde critica que toda la regulación sea
Reales Decretos y Órdenes Ministeriales, pero en ningún momento se cubrió esa necesidad
legislativa, sino que se cumplimentaron unos trámites funcionales y operativos redactados en
nuestra actual Ley y ampliados en el Reglamento. La STS de 12/12/1993 negaba el carácter de
agente de autoridad de Vigilante de Seguridad por los principios de reserva de ley, carácter privado
de sus funciones y su consideración de auxiliares de las FCSE; no entramos en la contradicción
jurídica de la sentencia, pero sí en la ambigüedad de la misma ya que para las funcionalidades
somos privados y para las obligaciones públicos. Otra de 8/10/1993 declaraba que la Ley
23/1992 aclaraba la negativa en base a la entonces reciente Ley de Seguridad Privada. Y otra de
15/10/1996 condenaba a un Vigilante de Seguridad por detención ilegal por actuar como un agente
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Entramos en la segunda parte de nuestras exposiciones y vamos a tocar el tema de las funciones
públicas. Consideramos que la función pública no es única y exclusiva de los funcionarios públicos,
sino a toda persona que trabaje “al servicio de la Administración”, creando una ambigüedad
funcional y operativa del termino que para nada tiene relación con el texto legal descriptivo. Varios
son los modos con que la Administración puede utilizar las aptitudes y actividades individuales:
obligando, unas veces, a los particulares a ejercer determinadas funciones o a realizar ciertas
prestaciones (formar parte de las mesas electorales, jurados, vigilantes de seguridad, escoltas,
etcétera); permitiendo, otras, a los particulares colaborar voluntariamente en el ejercicio de
funciones y servicios públicos (detención del sorprendido en flagrante delito, contratistas y
concesionarios de obras y servicios públicos); en ocasiones, contrata con los particulares una
prestación de servicios, al igual que otro particular cualquiera (contrato de trabajo, de
arrendamiento de servicios); y, finalmente, adscribe, mediante actos especiales, a los puestos
públicos a determinadas personas, con el consentimiento de las mismas.
El ejercicio de funciones de autoridad tampoco lo es; pues hay funcionarios públicos que no las
ejercían hasta hace poco, como los maestros, los médicos de asistencia, auxiliares de clínica de
servicios de urgencias y, en general, los técnicos. Se han modificado ciertas atribuciones para
darles cobertura especial, debido al riesgo inherente de su trabajo y a las agresiones de las que
eran victimas desempeñando su labor social.
S
Tampoco la retribución es un elemento esencial, pues existen funcionarios honoríficos que prestan
servicio gratuitamente (concejales, vocales de diversos consejos). El servicio gratuito es prestado
por espíritu cívico o por ventajas simplemente morales y de orden honorífico. Por eso sólo pueden
ser gratuitos los puestos de gran dignidad. De aquí la calificación de funcionarios honoríficos a
quienes los desempeñan. Los puestos retribuidos pueden ser temporales o permanentes; en este
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último caso, los que los asumen hacen de la función pública su profesión, o sea, la actividad
principal de su vida y, las más de las veces, también la fuente principal de sus ingresos.
Se modificó el reglamento de seguridad privada en relación a los escoltas privados para que
pudiesen proteger las vidas de las Autoridades Públicas que ocupaban un cargo político o pudiesen
ser electos en el mismo, debido a los actos terroristas y a la insuficiencia de funcionarios policiales.
Se modificó recientemente el mismo Real Decreto para autorizarnos el uso de armas militares en
defensa del pabellón nacional en barcos comerciales, debido a los ataques de piratería en el
Océano Indico y a la imposibilidad de enviar tropas militares a las zonas de conflicto. También se
VI
modifico el Reglamento de armas a tales efectos. En el dictamen emitido por el Consejo de Estado
con número de expediente 1809/2009 se incluye, como voto particular, la consideración de una
posible vulneración de las resoluciones del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, lo que no
ha sido óbice para la aprobación, por el procedimiento de urgencia, de la reforma citada
anteriormente, pero que en ningún caso garantiza la cobertura jurídica, tanto nacional como
internacional, en caso de enfrentamiento en defensa de intereses españoles en aguas del Índico.
Se nos reconoce en aeropuertos y juzgados, así como en todos los centros Oficiales donde haya
presencia policial, y se nos reconoce cuando estemos acompañados de una Autoridad
Administrativa tales como los interventores de RENFE-ADIF para la aplicación de las sanciones y
normas que estos funcionarios tienen otorgadas en su labor sancionadora, pero sin embargo no se
nos reconoce en las zonas aisladas y en todos aquellos servicios donde prestamos a titulo
individual nuestra labor, aunque sea en contacto directo con el ciudadano.
Entrando en otros campos y sectores no podemos olvidar esa modificación reciente que se ha
efectuado al Poder Judicial ante la amenaza de huelga indefinida de juzgados debido a las
insuficiencias de medios técnicos y humanos que sufren en la actualidad y su repercusión
inmediata en la prestación de la justicia a los ciudadanos. Observamos que el Estado solamente…>
Nuestra cuestión radica en que si este Ministerio no valora igualmente el detener a un presunto
delincuente en un centro comercial, identificarlo, preservar las pruebas de los delitos y ponerlo a
disposición de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad como un “auxilio y cooperación directa” con
estos Cuerpos Estatales como si estuviesen “presenciales” en el mismo suceso, al igual que sí lo
considera cuando estamos acompañados de ellos.
Tampoco se valora a un vigilante que patrulla en un polígono aislado, en un edificio, una central de
distribución de alimentos, en un hotel, en un hospital, en una factoría industrial y por un casual,
tiene que detener a alguien y ponerlo a disposición policial. ¿¿No es recíproca esta colaboración de
S
del médico o a título individual cuando hace cumplir las normas del centro sanitario?? ¿¿Se le
otorga a un interventor de RENFE para sancionar a quien incumple el pago de las tasas de
transporte y, sin embargo, no se le da al vigilante de seguridad reclamado por dichos interventores,
cuando se escudan en la protección de vigilante para hacer efectiva esa tasa o invitar a bajarse del
tren al pasajero?? Pues no entendemos estas diferencias cuando la funcionalidad y la obligación
que se nos impone es la misma, independientemente del servicio que sea, y que no haya una
cobertura jurídica acorde a nuestras funciones, sobremanera cuando ello conlleva un
enfrentamiento o ser víctimas de una agresión por terceras personas. Podríamos enumerar
múltiples casos similares de agresiones a los vigilantes, y que, por mucho que intenten
convencernos de lo contrario, no son casos puntuales o extraordinarios.
Se observa que este Ministerio es reticente a dotarnos de una cobertura Jurídica necesaria ya que
Interior no ha dudado en modificar el Reglamento de seguridad Privada a su conveniencia cuando
lo ha necesitado, ya sea poniendo parches escritos con resoluciones de la Secretaria General
Técnica, Informes de Justicia e Interior y Boletines Oficiales del Estado en el menor tiempo posible
y a la vista de la premura de las situaciones. Sin embargo no han entrado nunca a valorar la
devolución de este carácter o consideración en ningún tramo temporal de estos casi 20 años desde
la entrada en vigor de la Ley 23/1992.
Entraremos ahora en las obligaciones laborales, a la vista de la reciente huelga convocada por los
Sindicatos Profesionales y la “imposición” de servicios mínimos por parte del Secretario de Estado
D. Antonio Camacho. Y decimos imposición porque para colaborar con los Cuerpos y Fuerzas de
Seguridad del Estado estamos obligados a cubrir servicios mínimos esenciales en un 100% en
determinados servicios y un 75% en otros también, como si fuésemos Agentes Policiales. Se
“impuso” por Real Decreto 525/2002 y de paso se asesinaba nuestro derecho a la huelga de forma
flagrante, incluso cuando en este comunicado de servicios mínimos se nos considera parte
fundamental para el mantenimiento de la seguridad pública y garantía de salvaguardar los…>
Informamos a esta Secretaría general Técnica, de que según el Art. 76.2 del Reglamento de
Seguridad Privada, R.D. 2364/1994, que desarrolla esa Ley 23/92, está claramente legislado que
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“cuando observasen la comisión de delitos con relación a los bienes o personas objeto de su
protección, o cuando concurran indicios racionales de tal comisión deberán poner a disposición de
los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado, a los presuntos delincuentes, así como las
pruebas, efectos e instrumentos de los supuestos delitos”.
G Í A
Según la lectura del Art. 81.1 de la Constitución Española la vigente Ley 23/92 de la Seguridad
Privada al no tener un rango de Ley Orgánica, ¿¿sería nula de pleno derecho?? Nuestra cuestión
es que si la Ley 23/1992 debería ser una Ley Orgánica o por el contrario perdería su condición por
causa de no tener este rango y sería nula de pleno derecho. No somos legisladores, ni juristas, solo
somos simples Vigilantes de Seguridad que se cuestionan todo aquello que afecta al desempeño
de su trabajo y se preguntan por qué nadie de esta Administración de Interior les aclara de forma lo
suficientemente entendible y sin rodeos todas las ambigüedades legislativas y reglamentarias que
merman nuestras condiciones de trabajo y confunden nuestras funcionalidades operativas, creando
una falta de homogeneidad flagrante en nuestra labor diaria y sometiéndonos a una serie de
obligaciones que en muchas ocasiones se contradicen entre ellas mismas.
VI
Unos detienen administrativamente, otros lo hacen judicialmente, y otros lo hacen en ambos casos.
Pero queda claro que el Vigilante de Seguridad detiene administrativamente con todas sus
consecuencias (incluidas en éstas los hechos de impedir la libertad de ambulatoria y conducir al
detenido al lugar en el que menos se perjudique su integridad moral y física, y si fuera preciso
S
utilizará los grilletes, que dispondrá para su uso el Jefe de Seguridad). Volvemos a retomar que se
está cercenando un derecho constitucional de un ciudadano, aunque sea un presunto delincuente,
al detener “administrativamente”. Para ello sólo hay que leer lo concerniente al artículo 81.1 de la
Constitución Española donde se estipula claramente sobre Leyes Orgánicas y actuaciones que
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Evidentemente tendría que ser otra Ley distinta a la actual, reclamada dicha reforma desde
hace años por sindicatos, Asociaciones y Organismos profesionales implicados, ya que no
se pueden hacer orgánicas sin más. Pero es que vamos mas allá, no hace falta que sea
orgánica. La "detención administrativa", admitida por la doctrina penal y la jurisprudencia, es una
situación fáctica temporal que no necesita la estricta regulación prevista para las Leyes Orgánicas.
Otro ejemplo: si vemos, como particulares, a alguien agrediendo a una mujer y nos interponemos,
incluso con fuerza sobre el agresor, si estamos capacitados podemos hacerlo. En sentido contrario
si nos quedáramos expectantes sin hacer nada, incluso podríamos incurrir en un delito de omisión
de socorro. El Vigilante de Seguridad tiene habilitación legal para actuar ante delitos flagrantes,
incluso está especialmente obligado a colaborar y auxiliar a las FCSE. En esa detención
administrativa o detención, ante delitos flagrantes, no se conculcan derechos fundamentales, salvo
que se le detenga más de lo necesario, donde entraríamos en la detención ilegal porque, y esto es
lo importante, se pretende salvaguardar los derechos de un tercero al que se le está
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A este respecto cabe recordar la pregunta que presentó por escrito al Gobierno la diputada del
Partido Popular, Dª Alicia Sánchez Camacho, sobre la previsión que, a futuro, se reformase la Ley
23/1992 “para otorgar la condición de agente de la autoridad, durante el ejercicio de sus funciones,
al Jefe de Seguridad, Director de Seguridad y al Vigilante de Seguridad”, así como las razones que
justificasen la respuesta. En contestación escrita, el Gobierno responde textualmente “Esta
modificación no está prevista en este momento”. En este mismo sentido, se informa a esa
Secretaría General Técnica de que, en entrevista mantenida el 26 de septiembre de 2007 por quien
suscribe, José Manuel Pan Álvarez, con el Director del Gabinete del Ministro del Interior, Excmo.
Sr. D. Gregorio Martínez Garrido, la respuesta a esta cuestión fue similar a la anteriormente citada;
igualmente recordamos que, un año después de este encuentro, se presentó en el Registro…>
social o político oportuno para abordar la preceptiva reforma que contemplase esta eterna
reivindicación del sector, que, si bien no “de iure” sí que es reconocida “de facto” en distintas
sentencias que, por contemplar casos puntuales, aún no han creado jurisprudencia. Llevamos, así,
diecisiete años, desde la entrada en vigor de la Ley 23/1992, de estudios y valoraciones por parte
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reglamentos que sólo hacen recordarnos una y otra vez que somos subordinados y auxiliares, pero
que nos limitan nuestros derechos laborales y nos judicializan como comunes civiles??
En este punto del debate no podemos dejar de nombrar la STS del 10 de diciembre de 1.983 donde
se apuntaba al Código penal y se refiere a los agentes de la autoridad por no ofrecer una
definición legal de ellos. En principio, para conocer quienes tienen tal condición hemos de recurrir a
la Ley Orgánica 2/1986 de 13 de marzo, de Fuerzas y Cuerpos de Seguridad que señala en su art.
7.1 que los miembros de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad en el ejercicio de sus funciones
tendrán a todos los efectos legales el carácter de Agentes de la Autoridad.
No obstante, el artículo 7.1 de la LOFCS no agota todos los posibles sujetos que en nuestro
Ordenamiento Jurídico tienen la consideración de agentes de la autoridad puesto que en la
legislación administrativa se pueden encontrar otras disposiciones que atribuyen tal carácter a
distintas personas.
Una breve mención merece la condición de los vigilantes de seguridad privada, dada la
proximidad de las funciones que desempeñan con las atribuidas a los miembros de los
distintos cuerpos policiales. En este sentido cabe preguntarse, ¿son agentes de la autoridad
los vigilantes jurados?
S
La respuesta ha de ser negativa dado que la legislación vigente no les reconoce expresamente tal
carácter. Así la LOFCS en su art. 7.1 declara la condición de Agentes de la Autoridad sólo de los
miembros de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado; mientras que la Ley 23/1992 de 30
de julio de seguridad privada no se pronuncia expresamente sobre el particular. No obstante, la
duda sobre el carácter de agentes de la autoridad de los vigilantes de seguridad pudiera surgir de
G Í A
Esa línea jurisprudencial cesa a partir de las SSTS de 25 de octubre de 1991 (Art. 7382) y 18 de
noviembre de 1992 (Art. 9605) en las que se estima que la consideración de los vigilantes de
seguridad como agentes de la autoridad, realizada en virtud del art. 18 del Decreto de 10 de marzo
de 1978, supone una norma penal en blanco, que extiende el concepto de agente de la autoridad
del art. 119 ACP ampliando el ámbito de lo punible al margen del principio de legalidad consagrado
en el art. 25.1 de la Constitución.
Tampoco pueden integrarse en el genérico concepto de funcionario público del art. 24 del CP
puesto que las funciones que desempeñan como propias, que son las atribuidas en el artículo 11
de la Ley 23/1992, no son públicas, como se afirma en la Consulta nº 3 de 20-10-1993 de la
Fiscalía General del Estado (Boletín de Información del Ministerio de Justicia de 5-2-1994, nº 1697,
suplemento). No obstante, como afirma esa misma Consulta los vigilantes seguridad gozan de la
tutela que proporciona el tipo de acometimiento a los particulares que acuden en auxilio de la
autoridad o sus agentes, del art. 236 del ACP, que cuya pena es idéntica a la que correspondía a
los atentados contra agentes y funcionarios, de modo que "los vigilantes que en el cumplimiento
de sus obligaciones colaboren o participen en el ejercicio de determinadas funciones
públicas están protegidos penalmente como los agentes de la autoridad y funcionarios
públicos". Esta afirmación hoy ha de ser matizada puesto que en el CP vigente el art. 555 que
castiga el acometimiento de quienes auxilien a la autoridad, funcionarios o agentes, dispone una
pena inferior que la del atentado, en consonancia con el menor contenido de injusto que esta
infracción representa para el bien jurídico protegido por los delitos de ese capítulo. Sería precisa la
reforma del Código Penal en dicho artículo 555, de forma que se elevara el reproche penal al que
atentare contra el vigilante de seguridad o le impidiere el desarrollo de sus funciones.
Por supuesto, siguiendo el art. 81 Constitución Española, para que los Vigilantes de Seguridad
actuales fueran agentes de la autoridad, no habría más remedio que hacer una Ley Orgánica. Pero
nos parece imposible que ello fuera así, por lo dicho antes: la seguridad es materia reservada
G Í A
constitucionalmente a las FOP, y no podría dotarse de esa atribución a un privado sin contradecir la
propia CE. Al profesor y al médico se les ha hecho agentes de la autoridad, pero obsérvese que la
CE no indica que la enseñanza sea materia exclusiva de la Administración Pública, por lo que no
existe colisión constitucional al proporcionar aquel concepto.
Sobre la aplicación de determinados artículos del Código Penal, nos gustaría hacer un par de
incisos:
1.- Según los Artículos 1 y 4 de la Ley de Seguridad Privada, el Personal de Seguridad, todo el
Personal de Seguridad está en todo momento colaborando y prestando auxilio a los Fuerzas y
Cuerpos de Seguridad y serán tenidos en cuenta como complementarios y subordinados de los
mismos. Esta subordinación y colaboración es efectiva en todo momento estén acompañados de
los Agentes de Autoridad o no, ya que el acto presencial y obligatorio de CCFFSS en las vías
públicas es continuado y la actividad de los Vigilantes en los recintos privados ante la comisión y
evitación de los delitos también, por lo que cuando los vigilantes reclaman la presencia policial para
VI
poner a su disposición a los presuntos delincuentes y los efectos y pruebas de los delitos, los
agentes policiales no acuden por iniciativa propia, sino por el reclamo de los vigilantes y su
disposición a auxiliarles y colaborar con ellos según esta estipulado en la obligación efectiva a tales
actos.
2.- Según los Artículos 71.2, 73, 76.1, y 76.2 del Reglamento de Seguridad Privada, el Personal de
Seguridad, está obligado a realizar una serie de funciones y actuaciones, de manera subordinada y
complementaria a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, para evitar y prevenir la comisión de
delitos, colaborar en el restablecimiento de la Seguridad Ciudadana, y deberán hacerlo con
diligencia y sin que quepa la posibilidad de pasividad ó inhibición en la realización de esas
funciones, para proteger la seguridad de las personas y los bienes que le hayan sido
encomendados.
Si observamos ahora el Art. 555 del Código Penal, nos daremos cuenta de lo siguiente:
El Personal de Seguridad, tal y cómo hemos extraído de la lectura de la legislación vigente…>
Porque una cosa sí que nos queda clara, no somos particulares que se ponen un uniforme por
iniciativa propia y se van a prestar servicio a donde les apetece para manejar a su antojo derechos
fundamentales de los ciudadanos, datos protegidos por Ley, aplicar normativa de Código Penal y
Ley de Enjuiciamiento Criminal, e intervenir en derechos de usuarios y consumidores legalmente
reconocidos: somos Profesionales de la Seguridad reconocidos por este Ministerio del Interior, que
S
aparte de sus funciones encomendadas por sus Clientes y Jefes, tienen otras atribuidas y
encomendadas por Ley, y que tenemos obligación de realizar, sin que quepa pasividad o inhibición
alguna en las mismas.
Sobre unas puntualizaciones referentes a sentencias de aplicación a los profesionales que nos
G Í A
regíamos bajo el RD 629 decir que no hubo doctrina acordada por los jueces que significase la
pérdida de esa consideración, más bien fue una motivación política que, encubierta bajo decreto
legislativo, nos quitó del tirón esa condición.
Aparte no hay, ni hubo, RD, Ley o resolución ministerial que especificase claramente la
pérdida de tal condición, si es verdad que la Ley 92 dice en su disposición final que quedan
derogadas todas las normas de inferior o igual rango, pero en materia reglamentaria o
articulada, nunca dice claramente que queda derogada una condición; es más, de hecho se
sigue reconociendo la funcionalidad y operatividad de los vigilantes, clarificando los
términos de habilitación y pasando a ser un trámite administrativo que modificó la jura del
cargo por las pruebas de acreditación, por lo tanto si solo fue un cambio funcional
deberíamos tener esa misma condición.
En cuanto a que un RD marca doctrina para quitar u otorgar una condición, es bastante ambigua,
ya que como ejemplo tenemos las diversas policías locales, que han sufrido múltiples cambios
VI
Otro claro ejemplo son los vigilantes aduaneros, también con ese carácter y sin embargo se podría
considerar semipúblicos o privados, algo así como unos guardas de campo con competencias en
litorales y aduanas, que también han sufrido modificaciones reglamentarias bajo "decretazo" y nuca
ha sido modificada su condición de agentes de autoridad, por lo que podríamos definir un agravio
comparativo a nuestra profesión que es permitido por el propio Ministerio del Interior y secundado
por las diversas policías del Estado: nos remitimos nuevamente al interés político y no al servicio al
ciudadano.
Otra cuestión es el articulo de la CE donde dice que serán competencias exclusivas de los
CCFFSS la seguridad publica, pero no son excluyentes; es más, mirando cualquier legislación de
seguridad privada estamos dotados de competencias en seguridad ciudadana y a su
restablecimiento (servicios mínimos en huelgas generales o sectoriales que afecten al propio sector
de la seguridad privada y establecidos por Real Decreto, vulnerando el derecho constitucional a …>
Y ya mirando el C. Penal o la LEcrim hay sentencias que no han creado jurisprudencia al respecto
donde se nos dota de una cobertura judicial cuando estemos bajo las indicaciones de los agentes
de autoridad, pero sin embargo se nos desprotege cuando no estamos representados bajo esas
indicaciones; en los aeropuertos está contemplada la situación de dotar de seguridad privada y de
medidas de seguridad a los filtros y aduanas desde la cuarta década del siglo XX bajo los acuerdos
de Chicago, de Tokio y La Haya sobre seguridad aeroportuaria, y desarrollados en nuestro país por
el Reglamento Marco y el Plan Nacional de Seguridad Aeroportuaria, que luego se llevaron a
aplicar en Puertos marítimos y servicios de similar índole fronteriza, por lo que no podemos decir
S
que haya sido competencia exclusiva de los CCFFSS en el transcurso de los años y éstos hayan
tenido que echar mano de los vigilantes para poder suplir sus insuficiencias humanas de esos
cuerpos para realizar su función pública en la calle de forma mas efectiva al ciudadano.
Por otra parte se les esta otorgando a médicos, auxiliares de clínica, profesores en caso de ser
G Í A
Se les otorga a revisores e interventores de metros, tranvías y trenes como mero trámite
administrativo para poder aplicar sanciones administrativas y no tener que demostrar la presunción
de veracidad.
¿¿Y nosotros?? Que trabajamos con delitos, faltas, datos, leyes de consumo, derechos laborales,
vulneraciones múltiples que afectan a derechos y libertades públicas y encima se nos equipara a
los CCFFSS en nuestras obligaciones, creemos que es bastante injusto y desproporcionado, ya
que encima se nos rige bajo ese principio “proporcionalidad”, el Estado debería aplicárselo y darse
cuenta de que no somos cualquier sector donde si te equivocas a la hora de pesar una mercancía
no pasa nada, o donde si un vehículo pesado da una velocidad excesiva en el tacógrafo queda en
una sanción económica: somos seguridad privada, pero seguridad en el fondo de la cuestión,
entonces sólo nos queda que el Estado nos quite las obligaciones y por supuesto las atribuciones,
pero que resumiendo no nos implique en responsabilidades de ningún tipo relacionadas con la
VI
seguridad pública, porque entonces el Estado, a través de su intervención, nos está haciendo el
mas público de los sectores privados.
Evidentemente tiene que haber representación e implicación política, y de las FCSE en los grupos
de trabajo de la reforma de la Ley. Pero también tiene que haber representación de los
S
Porque si hay alguna cosa que es absolutamente cierta, es que todos los problemas que tienen
G Í A
tanto la Ley como el Reglamento están claramente identificados, y lo único que falta es decidir
cuáles son las medidas a tomar para paliar esos defectos.
Crisis significa entre otras cosas "Mutación importante en el desarrollo de otros procesos, ya de
orden físico, ya históricos o espirituales", y también "Momento decisivo de un negocio grave y de
consecuencias importantes".
Y es por lo tanto ahora cuando hay que romper con el modelo anterior, y crear uno nuevo que
corrija todas las disfunciones que tiene el antiguo.
Los Vigilantes de Seguridad, por norma general, prestan servicio en lugares en los que no hay que
ejercer la Autoridad en el sentido estricto del término (Autoridad indiscutible y de obligado
cumplimiento).
VI
Los Vigilantes de Seguridad prestan servicio en lugares en los que tienen que velar por el respeto
de una serie de normativas (Estatales, Autonómicas, Municipales), para que las actividades que se
desarrollan en esos lugares se puedan llevar a cabo con total normalidad.
¿Qué pasa cuando alguien no acata esas normativas? Pues fácil: se le prohíbe el uso de la
instalación por esos incumplimientos y se le remite a la autoridad que dictó esas normas, para que
pueda ejercer sus derechos.
¿Y si se resiste a deponer su actitud?. Pues es aquí donde llegamos al fondo de la cuestión que
nos ocupa. Se supone que el Vigilante de Seguridad, que está Habilitado por el MIR, el cual ha
contrastado su capacidad para ejercer la Profesión, es el que ha de hacer cumplir esa normativa. Y
para eso es imprescindible y perentorio, que esté respaldado jurídica y penalmente.
Por eso es importante que a los Vigilantes de Seguridad se nos reconozca esa protección que el
Código Penal ofrece a los que auxiliamos a las FCSE y a la Autoridad, siempre y en todo lugar
donde prestemos servicio.
Que este Ministerio del Interior reconozca y apruebe la introducción del siguiente texto en las
denuncias de los Vigilantes de Seguridad Privada que sean agredidos físicamente en el ejercicio de
su trabajo a efectos judiciales y sean cursadas ante cualquier funcionario policial o judicial.
“El Vigilante de Seguridad D. ****** con número de Tarjeta Profesional ******** ha sido
agredido en el ejercicio de sus funciones como profesional habilitado y reconocido
por el Ministerio del Interior, en aplicación de la normativa de seguridad privada, Ley
23/1992 y Real Decreto 2364/1994, aprobados y redactados por las máximas
Autoridades en materia de seguridad privada, que es el Congreso de los Diputados y
reguladas por el Ministerio del Interior, por lo que, en aplicación del artículo 555 del
Código Penal, se le reconoce por parte de este Ministerio de Interior, a efectos
S
Que siendo conocedores de que esta Secretaría General Técnica es parte implicada y muy
interesada y que, como Órgano competente del Ministerio del Interior, tengan por presentado este
escrito para responder, informar y asesorar a esta parte interesada y por otro lado rogamos le den
trámite para valorar e informar positivamente de la aportación de nuestra propuesta a la Comisión
Mixta Central de Coordinación de Seguridad Privada, que es el foro adecuado para debatir e
introducir, si procediese a la reforma de la normativa.
Que se nos aclare de forma definitiva y coherente la motivación (política, sindical, etc.) que provocó
que el antiguo Vigilante Jurado y hoy Vigilante de Seguridad fuera desposeído de la condición de
agente de la autoridad; si ésta fue la eficiencia en resultados (detenciones, prevención de delitos)
que minusvaloraba los aportados por las FFCCSS. al estar los vigilantes de seguridad respaldados
VI
por tal condición a la hora de representar a la autoridad en el desempeño de sus funciones; cuál o
cuáles son los obstáculos que, dada la evolución de la sociedad actual, motivan que el vigilante de
seguridad pueda actuar sobre el ciudadano en relación a sus derechos fundamentales, pero se le
sigue negando la mínima protección jurídica considerándole un mero particular a efectos legales y,
sin embargo, se le exige por ley un principio “de proporcionalidad” que no le permite, de facto, en
muchas ocasiones tomar decisiones por las repercusiones legales y penales que le puedan
suponer.
Que tengan por hecha tal petición y agradecemos el interés de esta Secretaría General Técnica por
aceptar cualquier propuesta que vaya en aras de mejorar y profesionalizar el sector de la seguridad
privada.
Que consideren nuestras propuestas cuyo único fin es mejorar la calidad profesional de los
vigilantes y sus especialidades y nos remitan contestación, respuesta o rectificación, con el debido
respeto y como consideren oportuno y le sea notificado a D. José Manuel Pan Álvarez,
Vicepresidente de VigíaS como parte interesada, la resolución que resulte de los
procedimientos.
OBJETIVOS – “RESUMEN”:
Promocionar la contratación indefinida en el acceso al mercado de trabajo, la transformación de
contratos temporales en contratos fijos, el mantenimiento del empleo y la igualdad de oportunidades.
S
Fomentar el uso adecuado de las modalidades contractuales de forma tal que las necesidades
permanentes de la empresa se atiendan con contratos indefinidos y las necesidades coyunturales, cuando
existan, puedan atenderse con contratos temporales causales, directamente o a través de ETT, no
debiendo la negociación colectiva introducir redacciones o pactos que desnaturalicen las causas previstas
en el ET.
Adoptar fórmulas que eviten el encadenamiento injustificado de sucesivos contratos temporales.
G Í A
Analizar en el ámbito del convenio, y en función de sus características, la posibilidad y conveniencia, o no,
de determinar el volumen global de contrataciones temporales.
Fomentar la contratación de los jóvenes, impulsando los contratos formativos, como vía de su
inserción laboral y cualificación favoreciendo la posible incorporación definitiva en la empresa de estos
trabajadores, una vez finalizado el contrato formativo.
En las actividades discontinuas o estacionales, potenciar los contratos fijos discontinuos.
Igualmente, la modalidad del contrato a tiempo parcial indefinido puede ser una alternativa a la
contratación temporal o a la realización de horas extraordinarias en determinados supuestos.
La jubilación parcial y el contrato de relevo deben seguir siendo un instrumento adecuado para el
mantenimiento del empleo y el rejuvenecimiento de plantillas.
Condiciones para la subcontratación y la externalización productiva y subrogación de actividades,
empleo y condiciones de trabajo.
La mejora de la calidad de las acciones formativas.
La movilidad funcional, como instrumento de adaptación interna, vinculada a la clasificación profesional
y los procesos formativos correspondientes.
Las modificaciones en la organización del trabajo derivadas de procesos de innovación y de
cambios tecnológicos.
La gestión del tiempo de trabajo; la duración y redistribución de la jornada, su cómputo anual y su
distribución flexible; la limitación de las horas extraordinarias que no sean estrictamente necesarias;
VI
como mejor proceda le gustaría hacer consulta sobre ciertos aspectos de la legislación de
seguridad privada en materia de habilitaciones y tarjetas profesionales e introducción de propuesta
a dichas consultas, en relación a cuestiones que nos han efectuado distintos profesionales a través
de nuestra Asociación.
G Í A
EXPONE:
Antes de argumentar nos gustaría recordar lo regulado hasta la fecha sobre materia de
habilitaciones y tarjetas profesionales, ya sea por Ley, Real Decreto u Orden Ministerial.
Es mediante esos mismos preceptos legislativos, Ley y Reglamento de Seguridad Privada, donde
se establecen distintas categorías de habilitaciones de personal, siendo éstas los Vigilantes de
Seguridad con sus especialidades (Vigilante de Explosivos y Escolta Privado), los Guardas
Particulares del Campo (con sus especialidades de Guardas de Caza y Guardapescas Marítimos),
VI
Está claro que tanto la Ley de Seguridad Privada y su Reglamento permiten la obtención de
habilitaciones múltiples, aunque disponiendo las distintas incompatibilidades entre ellas.
Seguridad Privada en este extremo en concreto hace que el profesional tenga dudas sobre si
la caducidad alcanza a todas las categorías, formando un todo global y unitario, o tan sólo a
las especialidades de una misma categoría entre ellas.
G Í A
Necesitamos que esta Secretaría General Técnica nos aclare fehacientemente y de forma concisa
qué habilitaciones se perderían en caso de no ejercer como tales o, en su defecto, si la cuestión
planteada es como nuestra Asociación lo entiende y ha expuesto en la redacción anterior.
VI
permitido.
Somos conscientes de la repercusión económica que en las arcas públicas tiene nuestra propuesta,
pero la implantación de un nuevo modelo sería paulatino, siéndoles expedidas tarjetas de identidad
profesional con las características mencionadas a personal de nueva habilitación (o que obtengan
G Í A
habilitación de especialidades), y que el modelo antiguo fuera cambiado a medida que las tarjetas
en vigor fueran perdiendo caducidad. Sería conveniente que el personal con varias habilitaciones
canjease todas las tarjetas que acreditasen su condición en la renovación de la primera de ellas.
También somos conocedores del ahorro a dichas arcas públicas, que supondría imprimir una sola
tarjeta profesional, en maquinaria, papel oficial y costas de impresión.
teniendo como premisa fundamental los valores principales que definen a nuestra Asociación, como
son la profesionalización y dignificación del sector, y que tuvieron cumplida respuesta por parte de
esa Secretaría General Técnica con Registro de Salida con fecha 6 de febrero de 2009.
Que de ser observada la viabilidad de las modificaciones citadas se proceda a elevar nuestra
propuesta a la Comisaría General de Seguridad Ciudadana, en cuanto la Unidad Central de
Seguridad Privada, encuadrada en la misma, órgano específicamente competente por razón de la
materia y encargado de hacer llegar esta propuesta a la Comisión Mixta Central de Coordinación de
la Seguridad Privada.
Que tenga por hecha esta petición de consulta, solicitando respuesta y rectificación o aclaración a
S
la misma, con el debido respeto y como ustedes consideren oportuno, teniendo por parte
interesada a la Asociación VigíaS representada por Dª Carmen "Yuri_07" y le sean
trasladadas a esta parte las resoluciones que resulten del procedimiento.
G Í A
POR FIN,
FIN, se REUNIÓ la
COMISIÓN MIXTA CENTRAL
DE SEGURIDAD PRIVADA
S
Una sesión esperada con inquietud y deseada por todos que comenzó con las palabras del director
general de la Policía y de la Guardia Civil, Francisco Javier Velázquez, donde insistió en imperiosa
necesidad de adaptar la Seguridad Privada a las nuevas realidades que nos depara el futuro con
las nuevas tecnologías y los nuevos retos como el terrorismo interno que vive España y el
G Í A
Un Objetivo primordial será un plan específico para tratar de conseguir “cubrir las necesidades
reales de seguridad existentes y posibilitar la participación de la Seguridad Privada en ámbitos
hasta ahora asignados a la Seguridad Pública,
11:00 h. Esto comienza a moverse poco a poco, de metro en metro pero somos demasiados para
tan poco espacio. Y el paseo de la Castellana vacío…. De momento.
G Í A
VI
11:30 h. Por fin, al llegar a la esquina de la calle Villanueva, antes de llegar a la Biblioteca Nacional,
muchos compañeros cansados de ir casi enlatados por la vía de servicio, irrumpen en la vía principal,
la Castellana, dirección a Colon, cortando el tráfico. La policía se pone nerviosa pensando que vamos
dirección a la calle Genova donde esta uno de los principales partidos políticos, de este país…….
12:00 h. Casi estamos en nuestro destino final… la Plaza de Colon…. Nos quedan unos metros.
VI
12:15 h. Los trabajadores hemos vuelto a cumplir; rompiendo con las expectativas de los
sindicatos y patronales… Y nos preguntamos ¿Servirá de revulsivo a los sindicatos?
George Clooney,
Ewan McGregor,
Kevin Spacey,
Jeff Bridges,
Robert Patrick,
Rebecca Mader,
Stephen Lang,
Stephen Root,
Nick Offerman,
VI
www.vigias.org.es