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Se aprecia una notable concentración geográfica de la industria provincial.

Así, a
partir de la información municipalizada sobre inversiones en el Registro
Industrial, se puede constatar que se produce una gran diferencia en el
volumen de inversiones registradas entre la mitad occidental y la oriental del
territorio provincial en favor de la primera.

C) PRODUCCIÓN Y PRODUCTIVIDAD

En un proceso de paulatino decrecimiento de su protagonismo en la producción


provincial, tal y como ha ocurrido en España y Andalucía, a consecuencia de la
mayor terciarización de la actividad económica, el VAB industrial se ha situado en
torno al 17 por 100 del total provincial, durante el último decenio, habiendo
contribuido con mayor intensidad a la generación de renta y riqueza que en el
conjunto de la Comunidad Autónoma Andaluza.

En términos de su importancia relativa respecto de la producción provincial, las


actividades manufactureras ocupan el cuarto puesto en el ranking andaluz, con una
contribución del 15,7 por 100 al VAB jiennense. Tan solo la superan tres provincias,
como son Huelva (21,8 por 100), Cádiz (19,4 por 100) —ambas de gran tradición
industrial— y Córdoba (16,1 por 100).

Las manufacturas jiennenses han mostrado una competitividad apreciable,


como lo revela el incremento de su participación en la producción industrial tanto
nacional como autonómica. Superada la situación recesiva de los primeros noventa
y a la vista de los hechos que se están produciendo en los últimos años, tales como
la construcción del gasoducto, el buen comportamiento de la inversión industrial, el
dinamismo de algunos sectores como el de madera y el de plástico, la localización
en la provincia de industrias procedentes de otros ámbitos geográficos, la
resolución de conflictos en empresas del sector o la recuperación de Santana Motor
y Molina, entre otros, las perspectivas de futuro del sector son ciertamente
optimistas.

A lo largo de los veinte últimos años el crecimiento de la producción


manufacturera se ha basado en el incremento de la productividad del trabajo. El
aumento del rendimiento medio por trabajador se ha producido no solamente como
fruto de una mayor capitalización de las instalaciones y la cualificación de los
trabajadores, sino que es consecuencia igualmente de un cambio en la
especialización sectorial de la industria y de las mejoras implementadas en la
calidad y utilidad de los productos.

La distribución de la producción industrial por ramas de actividad revela que la


de “alimentos, bebidas y tabaco” (40,66 por 100) es la más importante en la
provincia de Jaén seguida, de lejos, por las de “productos metálicos” (14,47 por
100), “material de transporte” (12,62), “minerales y productos no metálicos”
(10,28) y “textil, cuero y calzado” (8,23 por 100). Se puede comprobar, en
consecuencia, que existe casi una total correspondencia entre las actividades con
mayor peso relativo en el empleo y en el producto industrial agregados, si bien las
diferencias en dicha importancia vienen explicadas por la distinta productividad del
trabajo.

A pesar de los avances logrados en los últimos decenios, tanto en materia de


VAB como de empleo industrial y, por ende, de productividad aparente del factor
trabajo, es preciso señalar que aún estamos algo alejados de la productividad
media del sector industrial en Andalucía (la jiennense se sitúa en el 87 por 100 de
la media andaluza) y España (sólo un 66 por 100). De hecho, aunque la
productividad de la industria en Jaén ha aumentado en este decenio un 82,89 por
100, en pesetas corrientes, en Andalucía y España lo ha hecho en 106,6 y 134,54
por 100, respectivamente. Ello lo que revela, en última instancia, es la diferente
estructura industrial en los tres ámbitos referidos, de forma que en aquéllos que
más ha crecido la citada variable son en los que más peso relativo tienen las
actividades manufactureras de mayor elasticidad-renta de la demanda y de
contenido tecnológico alto.

Clasificacion geografica
Los modelos de desarrollo industrial que se implantan en un determinado
territorio dependen, en gran medida, de las características intrínsecas del mismo
(por ejemplo, recursos naturales y ordenación territorial) y de la existencia de una
buena dotación de infraestructuras de apoyo. De esta forma, hasta ahora, en la
provincia se han desarrollado básicamente dos modelos industriales:

a) El polo de crecimiento, creado por la localización de una gran empresa que se


suele asentar en zonas bien comunicadas y el desarrollo posterior de un sistema de
pequeñas industrias a su servicio.

b) Los sistemas de pequeñas empresas que han surgido espontáneamente gracias


a la utilización, principalmente, de recursos endógenos.

En ambos modelos de desarrollo es necesario mejorar la dotación de


infraestructuras para mantener y aumentar el atractivo de la provincia de Jaén
como localización empresarial, lo cual repercute en el incremento del nivel de
empleo, gracias a la mejora de la competitividad. No hay que olvidar que los
territorios peor equipados tienden a infrautilizar su potencial de desarrollo
endógeno.

Las características del terreno suelen constituir, en numerosas ocasiones, un


factor determinante del tipo de actividades que se implantan en una región. De
hecho, el clima y las características de los suelos y rocas han resultado decisivos
para posibilitar el desarrollo del olivar como principal actividad económica de
nuestra provincia. Además, si se compara con las áreas limítrofes, el medio físico
de Jaén es especialmente rico en materias primas con posibilidades de uso
industrial. De este modo, geológicamente pueden distinguirse tres zonas
geográficas con características diferenciadas:

a) El área norte de la provincia, formada por materiales del Macizo Ibérico con
amplios afloramientos de rocas ígneas y metamórficas tales como granitos, pizarras
y cuarcitas.

b) La franja central, ocupada por materiales arcillosos y arenosos de la Depresión


del Guadalquivir.

c) El sector sur, constituido de forma mayoritaria por rocas sedimentarias (calizas,


margas y arcillas) de las zonas externas de la Cordillera Bética.

Esta riqueza en recursos naturales con claras posibilidades de uso económico


está claramente infrautilizada en la actualidad, ya que sólo los yacimientos de
arcillas de la Depresión del Guadalquivir del área de Bailén han propiciado la
formación de un núcleo industrial significativo relacionado con las materias primas
de la provincia. Por el contrario, las amplias posibilidades que ofrecen los
materiales locales para impulsar una amplia variedad de industrias relacionadas con
el mercado de la piedra natural, los áridos y el cemento han sido, hasta la
actualidad, escasamente desarrolladas.

Por otra parte, el suelo juega un papel relevante, conjuntamente con otros
factores de localización industrial, en la toma de decisiones empresariales en la fase
de preinversión, ante los requerimientos cada vez más exigentes que se tienen en
cuenta en el proceso de planificación empresarial: flexibilidad de la oferta de suelo,
seguridad, servicios comunes, calidad ambiental, imagen corporativa, etc. La
disponibilidad de suelo industrial, aunque por sí sola no es una condición suficiente
para la localización de empresas, por cuanto deben valorarse otros muchos factores
—recursos humanos, otras infraestructuras, entorno institucional, proximidad de
proveedores y clientes, etc.—, sí que es una condición necesaria cuya influencia
puede determinar la decisión final. Por este motivo ha pasado en los últimos años a
ocupar un papel de cierta relevancia en la agenda de los responsables de
promoción económica de ayuntamientos, diputaciones y comunidades autónomas.
En cualquier caso, el factor suelo, como determinante en la localización
empresarial, queda cada vez más unido a un enfoque moderno en el que los
polígonos industriales no sólo constituyen un mero escenario físico en el que se
asientan las empresas y desarrollan sus actividades de producción y almacenaje,
sino que además puedan aportar valor añadido a la actividad empresarial a través
de aspectos como la imagen y diseño del polígono, la dotación de infraestructuras
avanzadas, la prestación de servicios especializados —diseño, formación,
tecnologías de la información etc.—, la posibilidad de aprovechar ciertas economías
de aglomeración —transportes, flujo informal de información, medidas
promocionales, cooperación—, imagen corporativa, calidad ambiental, seguridad,
etc.

En la provincia se ha producido en esta década un importante crecimiento en el


número de polígonos industriales (63 en servicio y 11 en construcción), así como en la
superficie total disponible (más de 10 millones de m2), merced al esfuerzo realizado por
diferentes entidades públicas y privadas, en especial los ayuntamientos. Sin embargo,
aunque la mayoría cuenta con un nivel de infraestructuras y equipamientos básicos
aceptables —viario asfaltado, agua, alcantarillado, red telefónica, suministro eléctrico,
recogida de basuras, etc.—, exigible en todo caso a cualquier suelo urbano, carecen, por
lo general, de otro tipo de equipamientos y servicios: aparcamiento, transporte público,
vigilancia, servicios de hostelería y restauración, etc. Además, no responden en su
mayoría a la concepción estratégica que de los factores productivos, en general, y de la
microlocalización, en particular, tienen las empresas más innovadoras que valoran, cada
vez más, la existencia de servicios especializados, imagen corporativa, estrategias de
cooperación, etc., en los polígonos industriales. En líneas generales, la distribución de
los mismos no responde a la demanda, lo que determina un desigual grado de
ocupación. De hecho, el 27 por 100 de los polígonos actualmente en servicio presentan
un grado de ocupación reducido (por debajo del 30 por 100) y un 28,6 por 100 medio
(entre el 30 y el 60 por 100).

ECONOMIA

La estructura productiva provincial presenta algunas características específicas:

* Un sector agrario dependiente del monocultivo del olivar, con insuficiente


generación de valor añadido, principalmente por la fase de comercialización
* Un sector de la construcción muy ligado a los ciclos agrícolas.
* Un sector industrial en el que predomina la empresa de reducida dimensión y
poco tecnificada:

- En Linares, Martos y La Carolina, predomina la industria metalúrgica y, en


particular, la del automóvil, y en torno a ésta una amplia red de empresas
auxiliares.

- En Jaén, Andujar, Alcaudete y Linares sobresale la industria de la alimentación,


aunque en estas dos últimas con fuerte estacionalidad (dulces de Navidad y
azúcar).

- En Vilches y Bailén puede destacarse la industria de la cerámica, ladrillera y de


tejares, con un empleo estacional estas últimas (abril a noviembre) y basado
fundamentalmente en empleos de baja cualificación (empaquetado y manipulado
del producto).

- La industria textil y de la confección se localiza en La Carolina, Andújar y su


comarca y en Sierra Mágina, aunque en estas últimas con apreciables bolsas de
"empleo sumergido".

- En Mancha Real, Huelma, Lopera, Marmolejo, Arjona y Andújar, se sitúa la


industria del mueble de madera.

* Un sector servicios en crecimiento, por subdesarrollo del industrial, y que


ocupa uno de cada dos empleos existentes. Se concentra básicamente en el que
generan las diferentes administraciones, el comercio y una incipiente industria
hostelera que busca un espacio en el mundo del turismo de interior.
* Una fuerte reestructuración sectorial, activada por los cambios en el sector
agrícola, con un notable trasvase de mano de obra, que ha buscado salida a través
de la construcción y de los servicios.

Clasificacion geografica

Jaén, mirar hacia cualquier lado y ver su principal fuente de riqueza, los olivos.
Mundialmente conocida por su aceite, Jaén tiene mucho más, como por ejemplo, su
patrimonio artístico, en el que destacamos la Catedral, el Castillo de Santa Catalina
y los Palacios como el de los Vélez y el de los Nicuesa. El Parque Natural
Periurbano, es otra visita obligada.

Los primeros pobladores de estas tierras se remontan a la Época Paleolítica.


Posteriormente pasaron las civilizaciones íbera, cartaginesa y romana. Con estos
últimos, se fortifica la Ciudad.

Tras la conquista musulmana, pasa a formar parte del reino de Al-Andalus. Su


riqueza agrícola la convierte en una de las zonas predilectas del reino y causa de
luchas por su dominación.

En el siglo XIII es conquistada por Fernando III. Las tropas cristianas se concentran
en Jaén para realizar incursiones en los territorios musulmanes y terminar de
conquistar todo el sur. Tras la caída del reino de Granada, deja de tener esa
importancia militar.

Durante el siglo XIX las guerras y epidemias empobrecen la zona. Poco a poco, con
mucho trabajo, los olivos y toda la industria derivada comienzan a dar su fruto. En
el siglo XX ya se considera una zona con un gran desarrollo industrial. El aceite de
Jaén, conocido en todo el mundo y el turismo, pasan a ser su principal fuente de
ingresos.

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