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En 1970 se lo llev Pel. Su ltimo partido fue contra San Lorenzo. Lo fui a ver. Llev
conmigo a mi querido sobrino David Feinmann, que todava era un pibe. A Cejas le t
oca el arco que tiene detrs a la hinchada de San Lorenzo. Mientras se va acercand
o, la hinchada azulgrana empieza a cantar: A-gus-tn! A-gus-tn! A-gus-tn! , tal como le
ntaba la hinchada racinguista, y que era un reconocimiento doble, ya que relacio
naba el A-gus-tn! con el A-ma-deo! que los de River le dedicaban a su gran arquero-do
Escuch le digo a mi sobrino . Son los de San Lorenzo los que lo reciben como si fuer
a uno de ellos. Al lado mo, un seor azulgrana me dice: Sabe qu? No solamente es un gra
n jugador, es una gran persona .
Podra escribir ms sobre este hombre que encarn con tanta dignidad, elegancia y sabi
dura el puesto que es, no tengo dudas, el ms complejo, difcil, solitario, glorioso
y trgico del ftbol, que se debate hoy entre el arte y el negocio. Y, a veces, por
medio de la violencia que ha ido creciendo, entre la vida y la muerte. Pero quie
ro sealar algo: las redes sociales han reaccionado poderosamente ante la muerte d
e Agustn Mario Cejas. Se ve, en l, al grande, al dolo, de una poca que muri. Lo salud
an hinchas de todos los equipos. De San Lorenzo, de Boca, de Rver, de Estudiantes
. Hoy, que entre las hinchadas hay violencia, hay muerte, y no reconocimiento, t
odos reconocen a un grande. Un tipo que no despert odios. Que limpiamente jug al ft
bol, defendi su valla, y lo hizo con brillantez y con humildad. Acaso el gran nom
bre de Agustn Mario Cejas pueda ser el punto de convergencia en que se encuentren
las pasiones sin agredirse, sin violencia, apenas, nada menos, para defender al
bello deporte del ftbol de los turbios negocios, de los ejrcitos de matones, para
defenderlo como l, Agustn Mario, tantas veces y tan hermosamente bien, defendi su
valla.