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1. TRADICION Y VANGUARDIA EN LA POESIA DE MIGUEL HERNANDEZ. 1.1 El aprendiz de poeta (1910-1931) 1.2 Per ef camino de la modernidad y la vanguardia (1932) 1.3 PERITO EN LUNAS (1933) 2, EL DESCUBRIMIENTO DEL AMOR: EL RAYO QUE NO CESA (1936). 3. EL COMPROMISO SOCIAL Y POLITICO 3.1 HIENTO DEL PUEBLO (1937) 3.2, EL HOMBRE ACECHA (1939) 4. LA VIDA Y LA MUERTE EN LA POESIA DE M.H. ‘ERO DE AUSENCIAS (1938-1941). 4.1 CANCIONERO Y ROMA. 5. S(MBOLOS E IMAGENES EN LA POESIA DE M.H 6. MIGUEL HERNANDEZ Y LA NATURALEZA 1. TRADICION Y VANGUARDIA EN LA POESIA DE MIGUEL HERNANDEZ. A lahora de llevar a cabo un analisis de la trayectoria poética de Miguel Hemandez, hemos de considerar que sus inicios de escritor se corresponden con los de un aprendiz de poeta que, como lo calificé Démaso Alonso, se convittié en un “genial epigono” de fos grandes autores clisicos hasta que Hleg6 a descubrir su propia voz. poética 1.1 El aprendiz de poeta (1910-1934) ‘Una primera etapa vendria marcada por los balbucientes escarceos de! poeta oriolano, observador agudo y perspicaz de cuanto existe @ su alrededor- en especial los elementos de la naturaleza y ¢] paisaje fevantinos- y admirador de poetas como Virgilio, San Juan de ta Cruz, Lope de Vega, Garcilaso, Géngora, Juan Ramén Jiménez, Rubén Dario, Antonio Machado, y de forma muy particular sw paisano Gabriel Mivo Ademés de Miré, otra persona que marcé poderosamente af joven Hernandez fue su amigo José Marin (Ram6n Sijé), a quien conocié en 1929, y le contagié el amor por los clasicos. También es importante durante su etapa de formacién la influencia del candnigo de la catedral de Orihueladon Luis Almarcha, Ambos contribuyeron 4 forjar su inicial militancia catélica, En sus primeras creaciones, elaboradas en toro a los dieciséis afios, Miguel escribe versos de gran sonoridad, con ritmos y extension variados-octosilabo, endecasitabo, dodecasilabo, hexadecasflabo y también verso libre- imitando a escritores como Bécquer, Miré, Rubén Dario 0 ef murciano Vicente Medina. Hay escasa originalidad y pocas referencias autobiograficas. Hay abundantes escenas mitolégicas, ambientes orientales, como resultado de su gusto por el Romenticismo y el Modernismo, 1.2 Por el camino de la modernidad y fa vanguardia (1932) El 30 de noviembre de 1931, Miguel Hemdndez emprende su primer viaje a Madtid con la ilusidn y la esperanza de ver reconocida fa incipiente creacién de “ese pastor un poquito poeta”, como é! mismo se autodefine en la carta que él mismo dirige a Juan Raméa Jiménez pidigndole que lo reciba en su casa y lea los poemas que {leva escritos. Pero lo cierto es que, a pesar de las recomendaciones favorables de algunas personas, no obtiene los frutos apetecidos y se ve obligado a regresar a Orihuela, el 15 de mayo de 1932. No obstante, 1a dura experiencia ha merecido la pena, y decide acercarse a los movimientos vanguardistas y renovar su lenguaje, su técnica y su estilo, de modo que le permitan expresar de modo mucho mas adecuade y actual, especialmente gracias a Ja metafora, todo aquello que constituye su bagaje cultural y humano En este acercamiento a la poesia vanguardista, hay un acontecimiento que resulté de capital importancia: la conmemoracién de! tricentenario de la muerte de Géngora en 1927.'A partir de entonces entra en contacto con la poesia de Alberti (Cal y canto,1927), Gerardo Diego (Fabula de Equis y Zeda, 1929) y Jorge Guillén(Céntico, (928).Gran influjo de la poesia pura, de Jorge Guillén, asi como de Juan Ramén Jiménez y Paul Valéry, como ‘ando comience a demuestra Ja cita del poeta francés que encabeza el libro, Sera entonces cultivar el endecasilabo , las octavas reales, las décimas y el gusto por la metafora elaborada, que darin como resultado su libro “Perito en lunas”, 1.3_PERITO EN LUNAS TITULO. El titulo de “Perito en lunas” (inicialmente se iba a llamar “Poliedros”) parece aludir a dos claves distintas, pero complementarias’ El término nuclear (perito) es un identificador que el YO se atribuye, queriendo desta , entonces, st condicién de experimentado en algo. -La complementaci6n (en lunas) delimita luego el campo de “conocimiento”, pues tal astro es por excelencia el simbolo de los ritmos de la vida, instrumento de medida césmica, regidor de ciclos de la naturaleza. imbolo del conocimiento indirecto (su luz es un reflejo) y Pero, a la vez, la luna es metaféricamente evoca la belleza, lo ideal y lo magico Esa cualidad de “experimentad@que el propio poeta se atribuye esta orientada en un doble sentido: conoce los secretos de la naturaleza, de sus fuerzas y ritmos y alude también a su funcién creadora de crear con la palabra un universo de belleza. TEMATICA, El tema central se relaciona con la luna, aunque muchas veces se enlaza internamente con otras realidades. El hervidero de vida de la huerta orcelitana, su paisaje sensual, rico de colorido y encanto, sacude poderosamente la sensibilidad del joven Miguel Hernandez y fe lanza a la aventura lirica. La naturaleza feraz. y embriagadora le sugiere sus primeros versos y, convertida en material lirico vivo, le offece los temas de su primera obra. Sia embargo, su espiritu necesitaba maestros que de la mano le Ilevaran por los caminos de la poesia y en “Perito en Junas” estos guias son: Géngora y algunos poetas del 27 como Alberti, Gerardo Diego y Guillén. Miguei Heméndez en su libro nos da tna visidn luminosa, una recreacién artistica de irrelevantes se nos oftecen a lentas pinceladss y,en Jo ristico, vulgar y diario. Los objetos m: la plenitud de su halago sensorial, quedan ituminados estéticamente con una intensa carga emotiva. Se produce un culto a lo material y a lo humilde: toro, palmera, noria. Pero ni siquiera en este libro, el mas mimético y elaborado, el menos suyo, queda eclipsada por completo la voz.auténtica del poeta, Es cierto, como ha dicho Francisco Umbral, que “toda la gran poesia de Miguel Heméndez es un viaje de vuelta a su pueblo” y que “Perito en lunas ' marca precisamente el momento de mayor alejamiento de la naturaleza, de mayor desgarrén entre el hombre y su paisaje”. Pero tamibién es cierto que atin en este libro se verciben Jazos irrompibles con Ia naturaleza levantina y con lo popular. El poeta no busca temas de mitologias a la moda, sino de su terrufio vivido, sentido y entratable. La hina, ef astro mitico, presidird todo este mundo cruzado de iresistibles fuerzas magicas que le prestan su misterio y encanto. Tal es su entreza al ambiente, al lugar, al momento, que ni aun en este libro, y a pesar de sus maestros, logra ser intemporal. Motivos contempordneos prestan ura honda vibracién humana e histérica y demuestran que ef poeta es plenamente sensible a su epoca ESTRUCTURA Y FORMA. El libro esté constituido por 42 octavas reales —como * El Polifemo” de Géngora; a “Egloga II” de Garcilaso, y otros poemas de largo aliento de nuestra lirica éurea- de bien contados endecasilabos. La rima de las estrofas presenta tres variantes: ABABABCC (21 octavas), ABBAABCC (27 octavas) y ABABBABB (4 octavas). LENGUAJE Y ESTILO. “Perito en lunas” se centra en tres ejes fundamentals: a) Influencia de un peculiar gongorismo @ través del esquema cerrado de la octava, formulas sintécticas complejas, hipérbaton, el gusto por un Iéxico cultista, b) Hay una clara hueila vanguardista, resultado de su descubrimiento con las diversas oleadas de ismos que se sucedieron. Se ve en el tratamiento de las imagenes. ©) Finalmente, el poema, regido por un hermetismo intenso y lidico, se convierte en lo que Gerardo Diego llamé “acertijo postico”, adivinanza lirica que juega “con el deleite de la agudeza, de la sorpresa y de la emocién”. -Metiforas. El encadenamiento de metaforas o series de imagenes 0 conceptos tiene el objetivo de huir de la realidad cotidiana para instalamos en el universo idealizado de la poesta. Son complejas metaforas, dificiles de interpretar, de estilo barroco gongorino y Jas vanguardias: ultraista, Son asociaciones connotativas que una palabra ha de sugerimos en nuestro interior, asociaciones mentales del mundo que cada lector conoce, son “acertijos posticas” -Abundan las alusiones perifrasticas, evitando nombrar los objetos directamente. -Uso de anaforas y metéforas con una finalidad descriptiva de gran belleza: “oro espigo” es trigo. -Ciertos apuaites de las greguerias, cuyo maestro fue Rarén Gomez, de la Sema. -Uso de sinestesias. Recurso metaférico rico en sugerencias. Las sensaciones traspuestas solo ‘que luna es de mejor sabor”, “agrios huertos”, se perciben por la vista y el gusto: -Léxico agreste frente al culto, El léxico acusa una lucha entre lo culto 0 superculto y to sencillo: el vocabulario agreste y campesino: “pita”,"palma”, “granado” se enfrenta con palabras de alquitarado cufto: “opimos”, “ancoro”, “pirea’” -Hipérbaton. A veces la alteracién del orden gramatical es elegante y clara, @ pesar de cierta dificultad aparente: “Por el arco, contra los picadores, del cuerno, flecha, a dispararme parto”, En ottos casos, el hipérbaton y la elipsis se extreman en un alarde de maestria y virtuosismo técnico, -Cromatismo, Dentro de una variada policromia se acusa el predominio de ciertas tintas: el blanco (28 octavas) y el color lunar (en ocho), el oro y el dorado (en diez), el rojo (en siete), el azul (en seis), el negro (en cinco). Este répido recuento nos permite confirmar que la policromia del libro se corresponde exactamente con su temética: predomina la blancura, porque el tema central gira en torno a la luna; sigue el dorado, porque las penas estén lejanas y brilla la juventud; el rojo y el negro aparecen con menos intensidad, porque el poeta no se ha enfrentado atin con la pasién ni con la tragedia. -Simbologia. Los simbolos «tilizados son los que rodean la vida cotidiana del poeta en su Orihuela natal: las palmeras, sandia, ovejas, el oro como ditiles, el tema religioso...La luna es el “dominante”, el elemento unificador o el cordén de enlace de todas las octavas reales. En unas ocasiones la luna sera jinete; en otras, era, hogaza, narciso, etc. La luna simboliza la muerte entre los griegos. Sin embargo, como esta fase de Ia luna es temporal, también es es trénsito hacia la inmortalidad, por eso la Jana con sus fases tiene temporal la muerte, que io le la vida: nacer, vivir, morir y renacer. vida propia y cambia como las cuatro fases d -El toro en la poesia de Miguel Hernandez. Por la tradiciéa taurina de la Vega Baja (Alicante), ta vida de pastor y los deseos de triunfar, no nas ha de exteafiar que Miguel, en sus primeros afios se sintiera incorporado humanamente al simbolo del toro, quizas, més que otros poetas. Ante su anunciada tragedia personal, presiente su vida unida a la tragica vital dei toro bravo. Veremos enigmaticas metaforas y gongorinas presentaciones de! toro por e! arco, contra fos picadores» en ia octava real (III, TORO] de Perito en junas, 0 como «insula de/ bravura, /dorada/ por exceso de oscuridad..» en Versos Cortos, @ Miguel metamorfoseado con el toro en la pradera «un toro solo en fa ribera lore» (soneto 26, v.13, E/ rayo que no cesa), sera toro de lidia en «Como el toro he nacido paca el tuto /y el dofor..» (soneto 23, wv-1-2, El rayo que no esa), su Sangre como el vino consagrado «el cotidiano cdliz de’ la muerte> (soneto 17, & raya que no cesa), y apareceré el toro en sus obras de teatro por la tradicién espaficla de los encierros. Sin embargo, es algo mas que la fuerza bruta, que el poderio de una’ isla negra en movimiento, «Insula de/ bravura», e5 ‘a cepresentacién del amor y de la muerte, donde el poeta toma al toro animal burlado en la plaza por el capote, al igual que el enamorado butlado por el amor de una 0 varies mujeres. Ademds, como al de! toro de lidia, encerrada su libertad, acosado, humillado y torturado es un simbolos tragico de su propia tragedia. E| toro representa ademas en Miguel el poder desmesurado, el toro que sabe que va a Morir, y que con su sangre sagrada, vertida en un caliz de acero, en una espada o en un estoque. Ei tore unido a la fuerza poética natural de Miguel alcanza una simbios desmesurada, de energia, potente, Unica, jamas poeta alguno lo elevé tan alto en la jirica. No hay poeta en la lengua castellana que haya alcanzado tan altas cotas de lirismo, energia y fuerza evocando al tore como herramienta de expresién artistica. También podria parecer que el toro es el anuncio de una guerra civil coma escenario telirico de una tragedia Ei toro, junto con el cuchillo, representan los dos simbolos, mas empleados por M. Herndndez para representar el destino tragico del amor y, en general, de su existencia 2, EL DESCUBRIMIENTO DEL AMOR: EL RAYO QUE NO CESA (1936) Es sorprendente la evolucin de su poesia desde sus modestos principios (1930) haste la vigorosa expresién de este libro, En sblo seis aites recore etapas de modo acelerado: renovacién poctica de las Vanguardias, intensifieacién de las dificultades del Neogongorismo, Purismo y Neopopularismo. Su obra recorre todas las cortientes estéticas que van desde la poesia pura, deshumanizada, a la del compromiso, poesia hurvanizada. En Jos altos en Jos que lo escribe esta atravesando una crisis existencial e ideologica que expresa en unos poemas desgattados en los que se percibe la tensién que sufte. En 1934. animado por los logros obtenidos, regresa a Madrid y se produce un cambio en su ideologia a causa de los acontecimientos politicos y sociales: del catolicismo inicial(incluso escribié un auto sacramental Quién te ha visto v quién fe ve y sombra de lo que eras(1935) al comunismo, al que se adhiere al llegar la Guerra Civil; sus nuevas amistades serdn Pablo Neruda, Vicente Aleixandre, Alberti...La obra refleja muy bien esta crisis por la que atraviesa el poeta, pues ha Sijé/Neruda, roto con todo to que suponia el mundo de su juventud(Orihuela/Madri Aleixandre; catolicismo/comunismo; literatura deshumanizada/ poesia de compromiso). La naturaleza idealizada de sus poemas anteriores se convierte en una materia humilde y primitiva, el barro, pero ahora relacionada con la lucha y la violencia: un amoroso cataclismo serd el resultado de la fuerza de la pasién que lucha por conseguir su propésite. E{ Lenguaje es ya ms directo, alejado del barroquisme formal de Géngora, cercano ahora al amor metafisico de Quevedo. Con este libro, quiz uno de los poemarios mds significatives de la literatura del S.XX, alcanza su plenitud poética. Su titulo primitivo fue El Silbo_ vu Inerado, despugs de algunos cairibios fo titulé Imagen de tu huella, y por tltimo, El rayo que no cesa. En los sucesivos cambios del libro se advierte una evolucién hacia el molde del soneto, un aire desgarrado y existencial y una pena mis terrestre. A partir de ahora su poesia siempre ira unida a su experiencia humana El tema de la fatalidad, del destino trégico, preside toda la obra ¢ impregna a los demas temas: ‘© La vida: hay una vision existencialista y trégica de su vida, continuamente amenazada porel dofor y la muerte. Otro aspecto de este tema es su identificacién con lo humilde, lo primitivo y el deseo de ascender, de elevarse, desde la materia primitiva. © La muerte, en forma de continuas presagios que se clavan incesantemente en su corazéit como un rayo, El contraste dominante se establece entre vitalismo y tragedia * El amor atormentado, tema fundamental, un amor vitalisls que se estrella comtsa las barreras sociales; es una fuerza creadosa que se opone a 1a destrucciGn y a la muerte, un anhelo insatisfecho, una pasién atormentada, que determina ya una pasién tragic: Este tema s¢ aborda desde dus perspectivas complementatias: el amor como dolor y amor como destino tragico. Este libro representa un choque entre st: primera creencis: en un amor gozoso y realizado y st educacién catélica (pudor, mentalidad autoinculpatoria) con ia experiencia real de un amor dolorido por la falta de realizacién debida a la presién social. El amor se presenta como una pasidn impetuosa, elemental, ligada a las fuerzas tekivicas, con una dimensién césmica y trascendente. Es un amor catnal, “nunca contemplacién espiritual, sino éxtasis del alma a través del espasmo de los cuerpos” Las alusiones sexuales son constantes y muy directas en toda su obra. Se observa una verdadera obsesién por hablar de las distintas partes del cuerpo, asi como de los Srganos sexuales. Eso no s6lo ocurre en los poemas erdticos; cualquier objeto o elemento de Ia naturaleza puede aparecer asociado al sexo, como esos “higos"con “genitales” de los que nos habla en cierta ocasién. En los poemas de “EI rayo que no cesa”, late el deseo de Ia enteega plena, inico consuelo posible para las zozobras del poeta, que se ve retardado por la tenaz castidad de la amada, celosa guardiana de su honra, Posteriormente, cuando alcanza la ansiada posesién la amada-esposa pasa a ser considerada no sélo en si misma sino también en su condicién de madre. El vientre femenino, primero y diltimo rincén, es un resumen de la pasién y la fertilidad. Manvel Ruiz-Funes dice que el libro es un largo poema de mas de quinientos versos con un sola y tinico tema: la pena, pena producida por un amor no consumado. Fsta se convierte en un “huracén de lava”, en un “tayo”, en un “avispero”, o en un “camivoro cuchillo”. Y todo ello porque a redaccién final del libro se fragua durante un period de muptura en su relacién con Josefina Manresa. En el verano de 1935 Miguel se encuentra entusiasmado con la vida que lleva en Madrid y no muestra demasiado interés en aparecer por Orihuela. En alguna ocasién fa inspiradora de la misma es ott mujer, como es el vaso de la poeta unionense Maria Cegarra, hacia la cual sintié un amor més bien idilico, al que pronto renunci6, como podemos ver en el poema titulado “Yo sé que ver y oir a un triste enfada”. Les motives principales que relacionan el erotismo, la tristeza y el sentimiento amoroso idealizado son: el toro, que representa al poeta, acorralado y triste, y al impulso sexual frustrado 0 a la virilidad; el mar, por un lado asociado ai naufiagio y a Ia inseguridad vital, y por otro, asociado 2 motives como Ia playa, la arena, Ia isla, la ola, con un significado amoroso positivo(la amada acogedora); frutos, hay que sefialar a propésito de esto la importancia que tiene el tema de Ja naturaleza en la obra de Miguel Heméndez; provienen de [a litica tradi ional(naranja, limén) y de un ambito culto y personal(granada); proporcionan sensorialidad a Ja imagen poética y sugieren la fecundidad de la tierra, inalcanzable para el poeta; objetos puntiagudos (cuchillo, rayo, espada, martillo, oposicién clasica rosa-espina) simbolizan la pena, el sexo y el dolor; la sangre, simbolo de la vida y el cuerpo, aparece en la oposicién entre impulso natural / freno; la amapofa, menos frecuente que ptocede de la influencia de Neruda y se emplea por su color y como simbolo de la tierra madre, lo espontéineo y la fuerza germinadora ESTRUCTURA Y METRICA: Consta de un poema en cuartetas, a modo de epilogo y escrito posiblemente después del resto, que expresa el dolor que produce el amor al poeta; veintisiete sonetos, divididos en dos bloques por una silva que es el centro del libro y la elegia en tercetos encadenados a Ramén Siié Los das bloques de sonetos, aunque tienen por nicleo tematico la pena y la fatalidad, Jo reflejan con distinta intensidad, ya que en la segunda secuencia de sonetos predomina el sentimiento de la pena sobre el de la muerte. La estructura del libro desarrofla una estructura ascendente del sentimiento amoroso que va de lo nostilgico a la pasién volednica. Los dos momentos fundamentales de esa evolucién son la silva “Me llamo barro aunque Miguel me llame”” que carece del tono pasional de los sonetos y sintetiza, de forma casi surrealista, las claves fundamentales de la poesia de M.Herndndez, porque en é! se produce la maxima identificacién del poeta con la materia elemental y humilde (barro), en medio de una amenaza presentida de manchar a la amada; y la Elegia a Ramén Sijé. A partir de 1935 M. Herndndez se desvincula de Orihuela, de Sijé, de Josefina, Emprende vuelos més altos y considera un lastre su amistad con sus viejos amigos oriolanos. Dias antes de fa muerte de José Martin- verdadero nombre de R. Sijé-los viejos amigos iban a reencontrarse en Madrid, pero la muerte de éste lo impidid. En el poema se muestra el arrepentimiento pues no tuvo tiempo de reconciliarse con su amigo de la infancia, Este poema se incluyé en el libro cuando ya estaba terminado y, aunque parezca ajeno al resto de los poemas det tibro, entronca con el fatalismo y la idea de la muerte que aparece en el primer verso ce un carnfvoro cuchillo y con el gran tema de toda su poesia: el amor-fuerza de vida, la pena de amor-fuerza de muerte, LENGUA ¥ ESTILO: Predomina el soneto, que destaca por le gran perfeccién formal, y responde més a la verdad auténtica sentida que al mevo retoricismo que marca la tendencia a la vuelta a la métrica clasica (terceto ercadenado, silva), propia de la época. La innovacién se da en los contenidos y en algunas imagenes sureatistas. E] sentimiento no adulterado y el esfuerzo por proyectarlo en su méxima intensidad es su mayor preocupacion en esta etapa: ef poema ser proyeccién total de la existencia, no sdlo de los aspectos mas luminosos. Ese sincero sentimiento se encauza en un tono apasionado y de fuerte expresividad, debido a la potencia significativa de las insigenes expresadas en un lenguaje de gran sencillez formal. El pastor-poeta enamorado se tiene que deshacer del complicado y artificioso Lenguaje neogongorino para cantar con ds intensidad su drama intimo Son abundantes y significativos los recursos de repeticién (anafora, paralelismo, concatenacién) y Jas metéforas, en una poesia sensuel, en que importa transmitir Ia imagen de un munde en el que destacan lo primitivo y la fuerza natural(los motivos de la naturaleza, el mundo rural). Vocabulario sencillo en el que se repiten verbos como: picotear, herir, mugir, cortar, gritar, golpear, que se convierten en motives fundamentales, junio a los simbolos mas repetidos, y que recuerdan un mundo primitivo: mar, barro, tierra, toro Las fuerzas elementales y primeras de la vida y de la tierra chocan con las secundarias ¢ impuestas fuerzas sociales en uno de los libros mas interesantes de la poesia contemporanea. El libro es una reflexién sobre si mismo, sobre su pasion amorosa, inspirada por su amor a Josefina(su relacién se vio dificultada por varias causas), y, en lo literaria, por su deseo de apertura a otras tendencias de la poesia clasica espafiola(Géngora, en la forma; Garcilaso, en la retérica amorosa; Quevedo, en el soneto amoroso, casi metafisico) y coetineos(V. Aleixandre, en su concepcién autodestructiva de la fuerza amorosa; P. Neruda, en su concepcién panteista de las fuerzas naturales. La vision sobre si mismo est planteada a través del barro esencial y las penas, que van conformando un sentido de crisis existencial, en el que aparece la muerte amenazante contra Ia que surge [a salvacién, el amor, que es el gran descubrimiento de esta segunda etapa de su poesia, 3. EL COMPROMISO SOCIAL Y POLITICO ado apasionadamente”, y esa pasion se voled no sélo en Miguel Hernandez es un “poeta arr la esfera de lo intimo, sino también en la solidaridad con el hombre, hacia el otro con quien se sintié ex comunién entrafiable. Su poesia es més social que politica. La protesta es relevante por su sinceridad. Es muy consciente del compromiso que sus origenes humildes conllevan “Si yo sali de la tierra, / si yo he nacido de un vientre / desdichado y con pobreza, /no fue sino para hacerme / ruisefior de las desdichas...” Los “vientos del pueblo” lo arrasiran a la accién solidatia y se siente llamada a atzar fa vor contra la injusticia y la explotacién de la miseria, sintetizadas en ese nifio yuntero que se le ha clavado én ef alma “como una grandiosa espina”. Su dedicacién al teatro sigue una trayectoria paralela.iLa revuelta de Jos mineros de Asturias en octubre de 1934 engendra inmediatamente un drama de denuncia: Los hijos de Ja piedro, Hasta el momento en que estalla la guerra no es propiamente un poeta revolucionrio, pero eseiacontecimiento conmueve su sensibilidad y hace de su poesia un arma de combate. desde el “Altavoz del frente” o en las lecturas piblicas y en las paginas de las revistas. Su poesia da un giro radical hasta llegar a convertirse en esa especie de paradigata, casi de mito, para quienes vieron en él al poeta comunista, luchador y marti por la causa de la libertad, al tiempo que se olvidaban de aquel otro Miguel Hernandez otrora cultivador de la poesia clisica y aferrado a un ferviente catolicismo. Su produccién béliea se puede resumir en dos Jibros de poesia. Viento del pueblo (1937) y El hombre acecha (1939). Al principio sus versos tienen un brio épico. Identificado con la colectividad, encuentra en el romance-estrofa popular por excelencia-el vehiculo mas adecuado para exhortar a la lucha, Considera que la misién del poeta es levantar el animo de los soldades: de att la euforia triunfalista, fa jubilosa combatividad de algunos versos. Luego, a medida que va transcurtiendo el tiempo, los horcores de la guerra hacen mella en su énimo: nos offece una visién mas descarnada de la realidad, en la que el dolor adquiere dimensiones césmicas, universales. El romance y otras formas tradicionales van dejando paso a metros mas solemnes. con una mayor elaboracién estética, Los gritos de combate son enes de muertos, heridos y hambrientos. Aun en medio de sustituidas por las pateéticas im esa desolgcidn, no falta el arranque impetuoso: “Para la libertad sangro. Incko, perviva la Uamada apremiante @ los poetas para que se despojen de “la palabra con toza” 5 escriban ober west 2 fa altura de los tiempos, que hable “del trabajo. del anor ie “ei muse, fa biblioteca, el aula. sin emocidn” en busca de una expresivida 31 VIENTO DEL PUEBLO (1937) ; Miguel Hernandez se siente arrebatado por e! viento que sacude al pueblo de Espaita y, “sangrido por ttincheras y hospitales", se descubre a si mismo de cuerpo entero: sus mids se le iluminan y, por primera vez, el poeta y el hombre conquistan fa alegria: hondas eteat “Me alegté seriamente, lo mismo que ef olive...” ¥ conquistan, ademds, fa primera madurez, En 1937 se edita “Viento del pueblo”, que, més que libro, es esto: viento, alud de versos Epicos, atengas, gritos, dentelladas, célera, explosi6n, ternura, llanto. Todo lo que temblaba o bullia a Borbotones en el alma del pueblo, Todas aquellas profundas raices se hacen fruto, uz y estallido en estos poemas que, mas que suyos, son de su pueblo en armas. En ellos, Hernandez llora a los muertos anénimos, a Federico Garcia Lorca; canta al nifio yuntero, a fa juventud, a los campesinos, a los hombres de la aceituna; canta al sudor de todos los trabajos Son poesias de guerra y han sicio escritas en las trincheras y en el campo. Recitandolas de viva voz, el poeta ha hecho vibrar a la gente labradora, ha exaltado el énimo de los combatientes, ha consolado alos heridos. Hernndez siente en sangre y espiritu la tragedia de Espafia, el sactificio del pueblo y la misién de la juventud. Y a todos sirve como poeta y como soldado. Su alma, encendida, se vierte generosamente en ambas misiones. DEDICATORIA Miguel Hemndez dedicé su libro a Vicente Aleixandre, y en la nota que lo hacia constar declaraba: “...Nuestro cimiento sera siempre el mismo: la tierra. Nuestro destino es parar en las manos del pueblo, Sélo las honradas manos pueden contener lo que la sangre honrada def poeta derrama vibrante...Los potas somos viento del pueblo. Nacemos para las cumbres pasar soplados a través de sus poros _y conducir sus ojos y sus sentimientos hac més herthosas.” He aqui la nueva fe pottica de Hernandez, clara y decidida. Representa un cambio de rumbo en su creacién. O mejor, una nueva profesién de fe; la de que el poeta viene de la tierra y pasa a través del pueblo para elevar sus ojos y su corazon, INFLUENCIAS A través de “Viento del pueblo”, Hernndez se encuentra a si mismo. Olvida resonancias clasicas y escribe una poesia directa que busca el corazon de todos los hombres y no su inteligencia. Si flotara algin eco todavia en estos poemas, tendriamos que recordar el “Romangero” por la dignidad de su tono; a Jorge Manrique, por su serenidad ante la muerte; a Quevedo, por su atrevimiento y, a veces, por su dureza y desgarro; a Calderin, por su aire, a veces, sentencioso y metélico. Pero la voz de Miguel Hemdndez se destaca por si sola, alta y rotunda, vigorosa y viril, noble y heroica, con redoble fiinebre. 12 TEMATICA El contenido del libro se polariza en cuatro categorias, aunque el poeta no establece ninguna clasificacién: A) Elegias, B) Odas, C) Cantos épicos, D) Poemas imprecatorios. A) Blegias. En la “Elegia Primera”, Herndndez Hora a Garcia Lorea, Bebe y sufre su muerte en la garganta, la vive en la memoria diariamente, pasea con su sombra por una tierra sombria. Su “Elegia Segunda” esta dedicade a Pablo de la Torriente, comisario politico cubano, caido en detensa de la Repiblica espaiola. B) Odas. Tal es {a conciencia trigica de Miguel Hernandez que ninguno de los poemas de su libro deja de estar traspasado por un semtimiento doloroso y elegiaco. ‘Ni aun estos poemas exaltadores que cantan, loan y magnifican, “El nifio yuntero” es el poema més sencillo y tierno de toda la obra. Eserito en cuartetas octosilabicas, el poeta nos hace sentir su honda emocién al evocar al nifio nacido entre estiércal y, con él, a todos los nifios trabajadores y hambrientos. Pero es una ternura grave y triste la suya, que, al dolerse, aspira a conmover a los hombres para que salven a esa eriatura. “Aceituneros”, también en cuartetos, es una oda de tipo social en gue e! poeta exalta los olivos en frente de los aceituneros de Jaén; sobre ellos pesan siglos de nas {.2 manos” es un canto en que Miguel Heméndez enfrenta dos clases de manos: las que son mensajes del alma, puras, endurecidas por el sudor, laboriosas, “sonoras manos oscuras y lucientes”, y las que no cantan y “blandas y de ocio vagan"; mas estas se veran cortadas algun dia. “EL sudor” es una oda de exaltaciéa mistica de esa agua transparente que ilumina la vida, de esa “blusa silenciosa y dorada” que viste a los trabajadores: el sudor se hace algo bello, delicadisimo. “La cancién del esposo soldado” la compuso el poeta cuando esperaba a su primer hijo: el hombre Miguel Hernandez ~soldado del pueblo- se identifica con todos los soldados esposos como él y en trance, como él, de ser padres: su circunstancia individual se tascendentaliza en lo colectivo y hace que la poesia nazca de la vida misma como una floracién natural irreprimible: el poeta exalta el acto de la posesién amorosa no como una culminacién del placer sino como un rito de la naturaleza, religioso, inevitable: la guerra nada puede contra la siembra de! hijo, contra ese amor puro y hondo. 4 oda “Pasionaria” comienza con una esttofa en que Hernandez presiente su. destino, cumplido fatal y puntualmente: “Morixé como el péjaro. Cantando...” “Pasignaria”, en el poema se vuelve simbolo y came de ta patria entutad: “encina, piedra, hierbs noble... Clama conita la injusticia y la miseria. 2 Cantes épicos. Como ya hemos indicado, los poemas de “Viento del pueblo” denotaa todos, @ pesar de un carieter espectfico individualizado, un rasgo comin: el estar impregnados de dramatismo bélico, de amor y odio en desgarradora contienda, de célera y ternura en duelo apasionado, E} pueblo muere, si, pero le cabe Ja esperanza de un futuo de paz y libertad... Los cantos épicos estan salpicados, pues,de imprecaciones, pero siempre sobreflota la poesfa, la hermosura intacta de una sobrerrealidad. “Sentado sobre los muertos” es un romance mitad elegia y mitad canto y, en él, el poeta se hace clamor de su pueblo, “ruisefior de las desdichas” que canta con voz enlutada sus muertes y sus desventuras. “Viento del pueblo”-poema que da titulo af libro- es otro romance épico en que el poeta justifica su misién y su canto, “Rosario dinamitera”-escrito en décimas- exalta la valentia de la mujer espafiola, “Campesino de Espafia” es el grito-en romance- del poeta para desperter al hombre cuya tierra de labor amenaza el extranjero. D) Poemas imprecatorios. Encontramos en ellos palabras que restallan, que echan chispas; hay gritos, palabras mafdicientes y malsonantes. Los poemas brotan del alma en lamas, de los labios coléricos. Si la poesia es vida, no otra podia ser en la guerra, “Los jomaleros” es un poema que habria que situar entre las odas, pero la denostacién del final es tan intensa que el poema se vuelve imprecatorio, ESTRUCTURA Y FORMA METRICA EI fibro est concebido como una unidad total, sin parcelaciones temiticas que rompan la tensién interna y externa, El “Viento del pueblo” lo contiene todo y lo arrastra todo sin detenerse a clasificar. De ahi que la obra muestre una estructura compacta y fluida al mismo tiempo, ni entrecortada ni balbucida y persistente como el viento de la guetra. Los 25 poemas que integran el libro se ordenan, més bien, dentro de la intensidad, pues si nos detenemos a observar en qué orden aparecen o en qué gtado de emocién se sitdan, notaremos: que lu elegia a Garcia Lorca abre el libro, dolor del poeta por otro gran poeta muerto; que una esperanzada exaltacién de la defensa de Madrid lo cierra; y que el resto de poemas se eslabonan con alternancias de tonio elegiaco, exaltador e imprecatorio. 14 Herndndez usé dos tipos de formas: uno, tradicional; el otro, moderno. ‘A) Formas tradicionales: romances-“Sentado sobre los muertos”, “Vientos del pueblo me llevan", “Campesino de Espafia”-; dos poemas en cuartetas octosilébicas aconsonantadas (abab) ~“El nifio yuntero” y “Aceituneros”; un poema en décimas — “Rosario dinamitera”.. B) Formas moderas: tres poemas escritos en estrofas de cuatro versos, tres alejandrinos y un heptasilabo (ABAb) ~“Las manos”, “El sudor” y “Cancién del esposo soldado”-; un poema constituide por estrofas de cuatro versos, tres endecasilabos y un tetrasilabo a manera de pie quebrado —“Jornaleros"-; composiciones polimétricas, en alejandrinos, endecasilabos y _heptasilabos agrupados en estrofas de variada extensién —“Elegia primera”, “Elegia segunda”, “Pasionaria”. Bl elegante endecasilabo italiano se ha unido al tradicional octosilabo ara expresar la tragedia del pueblo: lo popular y lo culto se unifican en este libro nacido en plena guerra civil. LENGUAJE Y ESTILO EI poeta va a descubrir un nuevo mundo de visiones en contacto con las terribles experiencias de la guerra. Destacan: -Comparaciones. -Deshumanizacién. En la guerra despiertan en el hombre los bajos instintos y, el que no 5 héroe regresa a un estado animal o, en el caso de los cobardes, apenas se merece ser una cosa inerte: “clueca”, “telarafia”, “hiena”, En cambio,el pueblo en armas, al luchar por su libertad, merece nombres de animales nobles, simbolos de heroismo y bravura: “leones”, “aguilas”, “toros”. -Sinestesias. La conmoci6n de la guerra crea, en Ja sensibilidad poética, asociaciones sensoriales que establecen insospechados matices entre los elementos del cosmos, entre la realidad objetiva y la interna: “relémpagos de azules vibraciones”, ngrante sonido”. -Cromatismo. En este libro de violencia, de luto y de Lagrimas, predominan las tintas sangrientas. La clatidad-la luz- s6lo recae sobre los muertos gloriosos, Jos sombrias y héroes, el trabajo o Ia heroica Espafla, -Metaforas tradicionales. Abundan en el libro pues el poeta desea llegar a la sensibilidad de pueblo répidamente, Muchas veces habla su mismo lenguaje, directo, duro, realista, En otras, su instinto poético retoca esas metéforas lexicalizadas por el uso, sélo con un leve retoque original: “Varios tragos es la vida/ y un solo trago es la muerte”, La guerra trastorna, enciende, arrebata, destruye. Despierta a imaginacién hasta un punto tal de incandescencia, que inmensas y terribles visiones surgen de un modo natural y coatinve, -Adverbios que dan énfasis a la imprecacién, subrayan lo heroics. intensifican el dolor © el duelo* y empufié rabiessmente/ la mano del corazén” -Anéforas. No utilizada como simple recurso retérico, sino-al igual que el adverbio- como intensificador del tanto y la tragedia originados por la guerra. -Epanalepsis: “Herido voy, herido y mal herido”. -Léxico. Ei poeta de la tierra sigue usando su léxico rural y su imagenes agrestes pero con un nuevo sentido. Asi,por ejemplo, ef sol ya no es fuente de vida, sino fuerza destructora, corrosiva,que engendra muerte. La “grama” cubre el “oyo” en que yace Gareia Lorca. El paraiso de la naturaleza en ahora un “paraiso de ataiides”. -La metifora de rayo se muestra muchas veces, pero nada tiene que ver ahora con la pagién amorosa: se impregna de la célera y del Ianto colectivo, es heroismo. -Concisién y sencillez en e] lenguaje que muestran un descarnado realismo como en el poema “El nifto yuntero”. -ApOstrofe lirica, Presenta, segiin los poemas, distintos matices, de la exhortacién a la arenga, de la convocatoria al gesto de evidencia o el insulto. -Distintos tipos de “ti lirico”. Aparecen un “ti de la lamentacién elegiaca” (Garcia Lorea), un “ti de la exhortacién” (jornaleros), un “vosotros confidente” (hermanos del mundo y de la nada). 3.2, EL HOMBRE ACECHA (1939). EnELhombre acecha, el fuego y el ardor juveniles se van serenando ante la realidad brutal del curso de Ja guerra, La voz también se apaga progresivamente, el lenguaje es més sobrio © intimo; hay menos tetérica y menos despliegue de colorido. La desesperacién es el tema de este libro , nacido también en la guerra, pero que se prolonga més allé de ella, la rebasa y termina en las prisiones. La tragedia humana no es en el libro algo personal, sino que se vuelve inexorable destino:detodos los hombres: tragedia del mundo, Un tono severo y grave traspasa estos versos desnudos, Aunque aparecen algunos poemas entusiastas y encendidos, prevalecen los que restallan furor o slo se duelen de tanta muerte, TEMATICA Y FORMA METRICA. Se abre el poematio con la “Cancién primera” que patentiza el proceso de regresién en el hombre, Resurge el animal con gatras, el hombre con sus inagotables yacimientos de odio que 16 desborda y todo lo salpica; hasta “el campo” se retira humanizado ante los humanos. Esti escrita en heptasilabos sueltos, agrupados en estrofas desiguales. Carta” es un romance(ctosilabo con rima eo) transido de amor. Un aire de copla popular cruza el poema y pone en él su contrapunto tragico: la presencia de la guerra. “Las céreeles”conjunto de estrofas formadas por tres alejandrinos mAs un heptasilabo con rima consonante (ABAb), se vivifican en este poema a ellas dedicado, En éstas se encuentra el dolor, las ausencias de libertad, pero Miguel Hernndez concluye con la idea de que jamés se podré encadenar el alma, “Bl tren de los heridos” es un poema en cuartetos endecasilabicos cuyo tltimo verso Heva la asonancia (eo), y al cual sirve de pie quebrado un tristlabo como redoble fiinebre. Es una impresionante vision de la guerra: trata de suftimientos, de muerte, de amargura que avanza y avanza en “silencio”. En “Cancién tltima”, romance en heptasilabos(aa) 1a desgracia y el luto, la rina y el abandono se tiflen de esperanza, tras la ventana del odio. Aunque todo falte al hombre puede gritar suplicante. “Dejadme la esperanza”. LENGUAJE Y ESTILO, En este poemario se simplifica la técnica metaférica, pues la expresi6n tiende a estar cada vez més cefiida a un contenido humano-poético. Se contintia un proceso de interiorizacién y desnude expresiva. Por una parte, conserva los rasgos de su manierismo metafirico, pero lo pone al servicio de una poesia entraflable y humana que brota del coraz6n; por otra, busca una sencillez y sustantividad expresiva-el adjetivo casi no existe- y el sustantivo adquiere, junto al verbo,la maxima expresividad. Las comparaciones son menos frecuentes y, en algunos poemas, no existen; sin embargo, ‘el campo se retira”, “las cobra un gran significado la humanizacién de los objetos poéticos: céroeles avanzan, buscan al hombre: le cazan”, “el cielo siente jubilo”, “las cartas s2 estremecen y agonizan”, “el papel de las cartas participa de su emocién”, “los metales sollozan y penan”, “el tien que transporta heridos sufte”...Por el contrario, y debido a la guerra, el hombre se deshumaniza, regresa a la fiera: “he regresado al tigre”. El cromatismo es otto rasgo de estilo que debemos destacar. Los dos tinicos colores que hallamos en Bl hombre aceeha son el rojo y el negro. E! rojo-la sangre- impregna toda la obra, Sélo en un poema el rojo simboliza el amor y la pasién y se trasfunde a la negra tinta con que escribe el poeta a su esposa: “los negros tinteros frios/se ponen rojos y trémulos. EL negro vive en la carcel, en la memotia del prisionero(“Las carceles”). Por tltimo, el color pierde su cromatismo fisico y se reviste de una calidad moral y humana(“Cancién iltima El léxico agreste aparece ocasionalmente pero esté tefido de sentido tgico y fa metéfora hernandiana del rayo aparece una sola vez en “Jas cécceles”. a setvir Otros rasgos estilisticas sor: la andfora, que pierde todo propésito musical csencialmente a la verdad human que expresa el poemiario; ia sinestesia cas! ha desaparecid: de ta obra, ya que, en ese mundo de dolor, los sentidos acitian escasamenie. 4. LA VIDA Y LA MUERTE EN LA POESIA DE M.H. Casi la totalidad de los especialistas en la obra de Miguel Herndndez, han observado ta estrecha relacién que existe entre la biografia y la oreacién lirica del poeta. Su obra es como una vida, con sus balbuceos iniciales, sus momentos de empuje juvenil, sus alardes de autoafirmacién personal y sus convicciones de que no queda més remedio que aceptar la realidad como una pena, como una sucesién de heridas. La vida no es mas que una maquinaria de destruecién 0, como dice Heidegger, “el hombre es un ser para la muerte”. Pues bien: parece que toda la produccién del poeta es une constatacién de la terrible definicién del filésofo existencialista. En la poesia de Miguel Hemdniez se da perfectamente un discurrir dramatico que comienza con ia vida més elemental y balbuceante, una vida casi festiva, inconsciente y de ficeién, que poco a poco-conforme se va configurando el suftimiento y se va desarrollando la historia personal del eseritor-acaba por deslizarse por la pendiente de la tragedia. La vida y la ‘obra de M.H, son inseparables, porque el hombre vive para la poesta, al tiempo que la poesia es el termémetro constante de las embestidas de su humanidad desbordante, de su pasién, de su reciedumbre, de su vida, de su obsesiGn poética. Sobrecoge el proceso vital que recorre 1a obra de Miguel Hemméndez. La mayor parte de los primeros poemas-fundamentalmente hasta los que integran El ravo que no cesa-, contienen| un soporte de cierta despreocupacién consciente, de vitalismo despreocupado y hasta, en ciertas ocasiones, de optimismo natural: en esta ¢poca su vida va por un camino (suefia con poder vivir pare poder dedicarse a la poesia) y su obra por otro (contempla el mundo desde la perspectiva de sus poetas Jefdos y admirados), El primer espacio poético hernandiano estaria contagiado por la idea del primer Jorge Guillén, el de Ceintico, el de le armonia esencial, el que proclamaba que el mundo estaba bier hecho. Son muchos los poemas en fos que se rinde homenaje a la naturaleza con un juibilo casi exultante: las plantas, las piedras, los bichos. .., todo lo vivo es bello, todo lo vivo inspira una gracia contagiosa y sin aristas. Lo natural es fuente de experiencia, en la que se presenta un rico caudal de imagenes y una especie de fundamento de vida dedicada a vivir, de vida dedicada a leer y a esctibir. Se nos presenta a un Miguel alborozado que busca en las huertas 18 de Orihuela el refugio apetecible de los clésicos para cantar los desdenes de la amada, Ia esperanza de una respuesta amorosa, los silbos del ruiseitor, los quebrantos de las t6rtolas, 1a flor del trigo, 0 senciJlamente, fa armonia de la naturaleza. Pero mas alla de la vida que confiere a las cosas, el vitalismo de Miguel Hernandez percibe las cosas como si estuvieran vivas: la piedra amenaza, la luna se diluye en las venas, la breva es una madrastra, (a palmera Je pone tirabuzones a la luna. Aqui no hay muerte; si acaso, una muerte anunciada por la Hegada de los atardeceres, esos que sorprenden al poeta leyendo junto al ciprés, mientras se encienden las estrellas y se apaga a luz. Sobrecoge el carifio arrebatador con que ef poeta contempla la naturaleza, esa exaltacivia de (0 insignificante, con que canta la belleza del vivir por el vivir: “lagarto, mosca, grillo, reptil, sapo, asquerosos/seres, para mi alma sois hermosos. /” La naturaleza es uno de los grandes t6picos de su obra, porque forma parte de su vida, de sus origenes, de sus lecturas, En sus poemas descubrimos una naturaleza sentida como lector de la poesia del Siglo de Oro, un aire de égloga se escucha entre los versos, sobr¢fodo, de sus primeras creaciones. Nos encontramos con pastores enamorados, ninfas y sdtiros que expresan sus sentimientos er unt entorno que evoca el’ locus amoenus” Hay una vida contemplada. Ajena, vida palpitante en sus primeros poemas. Hasta que no sufré la muerte de personas cercanas o las de la guerra, la muerte es un sentimiento mas literario que real Tras la exaltacién de ia naturaleza, llega la melancolia, que no es mas que una interiorizacién de la vida circundante: hay un toque de muerte que inunda de tristeza e] paisaje iciana en. y que unge de tristeza al poeta. Sigue habiendo mucho de campo y de vida pro Perito_en tanas, macerados en un gongorismo hermético y de construccién sintéctica compleja. Cada poema leva cosido un jirén de vida y de muerte. Por eso, cuando se lee un poema se rememora su existencia, es decir, una aventura dolorida y un desenlace atroz. “Llevo al cuello un vendaval sonoro” afirma en el poema “Como el toro” aludiendo a los mugidos del toro, del poeta. Ese “vendaval sonoro” viene a ser una de Jas figuras que mejor representan la coherencia del poeta: grito, mugido, rabia indisimulada, feacaso amoroso anunciado, rebeldia disonante y ronca, presagio de destruccién, La vida siempre se presenta amenazada por fuerzas incontrolables. Todo es un sino sangriento, un anuncio fatalista, una energia que encierra, a veces, el germen de la destruecién, Miguel Heméndez llen6 de vida-también de muerte- el centro de su poesia. Y la vida y la muerte configuraron la indisoluble asociacién de una biografia y de una produceién literaria, Todo lo que nace del corazén esta condenado a vivir. Todo lo que nace del vivir esta condenado a movie, La poesfa de Miguel Hernéndez est Ilena de un vitalismo trégico en el que todo queda envuelto por un presentimiento funesto, por un fetalismo sobrecogedor, Lo vido y la muerte viene a ser una discordia que escinde su “yo”. La plenitud vital del toro. por ejemplo, esté marcade por un destino trigico, por encima de esa masculinidad agresiva con ue muge y se desangra, Su propia experiencia amorosa-sirva también como ejemplo este tema recurrente — contiene una palpitacién destructiva muy cercana a la experiencia de la inuerte, Porque, en definitiva, la muerte no es sino una fuerza interior indomable, que, en muchas ocasiones, viene reclamada por el suftimiento y la desesperacién inevitables, En El rayo que no cesa consigue “ trégico del hombre”.El amor es muerte, al tiempo que supone un impulso irresistible que ina maduracién intima del concepto del amor como destino busca la procreacién, la biisqueda del vientre de esa criatura carnal que es {a amada. No queda lejos de ese destino la sangre, t6pico que Mega a constituir uno de los soportes fundamentales de la propia biografia, ademas de una fuerza que convierte a los poetas en camino y viento.”Mi sangre es un camino”. También viene a representar una fuerza descontrolada que destruye...La sangre es vida porque sale del corazén. Pero, por encima de todo esto, la sangre es un complemento de la tierra, porque es vehiculo de vida. La sangre pura materia sagrada. inénimo det dolor. “Ay la vida: En ocasiones el poeta canta la hermosura de Ja vida, qué hermoso penar tan moribundo”. La pena es consecuencia de mil heridas cobradas en el campo de batalla del vivir. De todo ese vivir quedan heridas profundas “seré una dilatada heridaa”, ccasionadas por huracanes, tormentos, cuchillos, espadas, rayos e incertidumbres. Llegard ta muerte cuando al poeta se le niegue el amor, cuando se le resista la plenitud gozosa de amar. Sin embargo, esa sensacién de desaliento no dard la cara hasta que el poeta conozea le noticia de Ia muerte de Ramén Sijé. Ahi si que sus versos se Henardn de rabia, de dolor, de hachazos, de heridas, de “rastrojos de difuntos”, de piedras, rayos y hachas, de dentelladas... Vivir es penar y motir. La muerte-asunto poético recurrente como Io fuera en Quevedo- es una tragedia para Miguel Hernandez, mientras que para el poeta barroco es una tragicomedia, Como declara en “Llegé con tres heridas”, poema perteneciente a Cancionero y romancero de ausencias, estas tres heridas configuran el ambito tematico de la poesia hemandiana. Su hijo muerto serd objeto de una constante pena. Cuchillo, rayo, espadas, cornadas, cuernos, puilales, turbio acero, hierro infernal, pétalos de lumbre...adquieren una expresividad dramética, agénica y desesperanzada en la clegia dedicada a Ramén Sijé, También podriamos mencionar las situaciones que originan las 20 ena, nauftagio, noche heridas mas espirituales. Situaciones descritas con hermosas imagene: oscura, Hlanto, triste instrumento del camino, amoroso cataclismo En la cércel compone una especie de diario de desolacién, en poemario cercano a la desnudez de la verdad més dura y més terrible, “Cancionero y romancero de ausencias”. Ha muerto su primer hijo ( “Rapas con su olor”,"Negros ojos negros”, “El cementerio esta cerca”), ha sido condenado a muerte, conoce ta vida de la earcel, azotado por una enfermedad mal tratada y vive en la més absoluta soledad... Pero por encima de todas las calamidades quedan el amor y Ia libertad. Y también la tristeza de las guerras y de las armas. En medio de tanta negrura y de tanta sangre la voz del poeta se reviste de nostalgia. Los iiltimos poemas son tal vez los m: s fiemos y melancélicos de toda su obra. Se cierra el ciclo volviendo al amor, porque no hay salvacién ni redencién posible si no se ama: “s6lo quien ama vuela”. La poesia de Miguel Hernandez es agénica y fuerte; parece como si estuviera escrita sedi de lava”. Sus versos por un toro que levantara versos de la tierra con la fuerza de un “hu se van dibujando a gritos, porque jams se zesigné al trato que le proporcioné la vida: “No me conformo, no: me desespero” Finalmente se han cumplido los presentimientos de muerte que sobrevuelan el destino tragico del poeta, Muchos de los acontecimientos que marcan draméticamente su biografia penetran en la obra y definen a un ser que casi desde siempre convive con Ia idea de la muerte. 4.1 CANCIONERO Y ROMANCERO DE _AUSENCIAS (1938- 1941) Acabada la Guerra Civil el poeta comienza su peregrinaje por las cérceles espafiolas y s6lo acabard con su muerte, Condenado a la maxima pena, después le es conmutada por treinta aiios de prisién debido a las presiones desde dentro y fuera de Espaita. Pasa hambre, miseria, frio y enfermedad. Este libro, que comienza a fraguarse en libertad, es un verdadero diario intimo: las confesiones de un alma en soledad, Son poenvas breves, escritos en pocas palabras, sinceras, Jo la imagen y la metafora y no hay rastro de retérica. las, enjutas, Et dolor ha sec: Ademas también se libera de toda influencia. Ni un solo eco o emanacién de la poesia aleixandrina 0 nerudiana, Desaparece la anterior sonoridad y el poeta canta y llora en baja y entrecortada voz, delgada y brevemente desde la hondura del sentimiento. Sus canciones y romances transparentan sangre y abandono. La tinica verdad que quedaré de tanta tragedia serd la fuente de fa vida: “menos tu vientre, todo es confuso”... Tormento prolongado, larga cércel y larga muerte, sf pero ain queda la esperanza: el hijo, pueria del porvenit, fin ditimo det hombre. Cuatro son fos temas esenciales: esposa, hijo muerto, guerra y cércel, A\ final del libro amiada € los custo temas se mezclan y entrecruzan: recuerda a ia mujer distante (la 274 ‘dealizada se ve como tristeza vestida de negro), al hijo muerto y enterrado; su sino marcado, su desesperacion de muerto vivo de desgracias diarias. Hasta la pasién sexual, tan definida y clara en el poeta se ha atenuado. La guerra, tos dofores, las cargeles le han hecho ver mas claro y definir mejor las esencias de la vida: ha descubjerto el hombre por dentro, su fondo ‘itimo de animalidad, En su desventura, e! poeta ha dejado de sofar en ser libre, pero ain le queda un refugio: el amor y la posibilidad del hijo en la mujer amada, RECURSOS ESTILISTICOS Algunas de las canciones son de extensién minima: tres versos. Los romances aleanzan mayor longitud: hasta 74 versos. En suma ,vatiedad de extensién y metros de arte menor, y ima asonantada usada con libertad. EL tono intimo, de confesién, que caracteriza al Cancionero, no sélo implica una simplificacién idiomética sino una reduccién de sus recursos metaféricos. Prevalece fo que podriamos Hamar wn sustantivismo realista y suprarrealista, Hay sencillas comparaciones que refuerzan la emocién. En algunos casos la vegetalizacién de lo humano: “no salieron jamas / del vergel del abrazo, ante ¢! rojo rosa! de los besos rodaron”; la amada es “higuera joven y vieja”. Los elementos césmicos intervienen en la vida de los hombres: “;Qué quiere el viento de enero?/ Derribarnos, arrastrarnos.../Separarnos”; “Huracanes quisieron / con rencor separarlos La nota cromatica predominante es el negro, en justa corespondencia con el tono tragico del Cancionero. EI color negro se asocia siempre a la amada, a causa de su destino trégico y culmina en el romance final: “Tu pelo donde lo negro / ha suftido las edades / de Ja negrura, / y “/ tu secular pelo negro / recorro hasta remontarme / a la negrura primera/ de tus ojos y tus padres...” Después del negro siguen los tonos sombrios. Sin embargo, existen otros colores, lo dorado es simbolo de lo eternamente belto, e! rojo simboliza el odio, y a través de frutas y colores el poeta evoca al hijo desaparecido, Hay escasez, de sinestesias y su finalidad es realzar, por medio de ios sentidos, la tragedia de la cérvel o famentar la muerte del hijo. Se emples, veces, un léxico agreste, como un recuerdo ée Jo rural vivido por el poeta en sus affos de infancia y juventud, que se adapta a lo humano y deja de tener un valor paisajistico 0 campesino La interrogacién apat preguntas que no tienen respuesta, sobre la muerte, el destino, el pasado, el porveni en muchos de estos poemas acuciadoramente. El poeta hace En estos poemas sobra el adjetivo, sobra el adomo lirico, cuando la tragedia es total y sin apelacién. La poesia se vierte en el verso directa, sencilla, intensa y delgadamente, casi sin palabras, El sustantivo, por si solo, sugiere y el verso se reduce y se descarna. Sino es el sustantivo to que actita esencialmente en el verso, es el verbo-la accién pura y dura la que lo sustituye o le acompafia en vez del adjetivo, La andfora se desprende en el Cancionero de todo valor retético y sirve para acentuar el balbuceo y la sinceridad de estos romances y canciones musitados 0 gritados. El paralelismo, de larga tradicién popular, 1a cual se remonta a los Cancioneros y que también fue cultivado por Gil Vicente y Lope de Vega, es utllizado en sus tragicas cancioneillas de dolor y de muerte. Los poemas iitimos-inéditos a su muerte-extreman su patética desnudez y consuman la certeza ~Ia tinica certeza para el poeta preso-de que “solo quien ama vuela”. Destacamos fas “Nanas de la cebolla”, sin duda las més patéticas y, a la vez, tiemisimas canciones de cuna de toda Ia poesia espafiola, (12 estrofas de 7 versos; rima asonante no uniforme, combinaciones de heptasilabos y pentasilabos).. En cuanto a la estructura y a la forma, estos iltimos poemas son més bien extensos, y predominan los serventesios alejandrinos, manejados con sefiorio y sobria autenticidad. Hay ademas dos sonetos en alejandrinos, otros tantos serventesios endecasilabos, cuartetas octosilabicas asonantadas (Cantar)... La esposa madre es identificada 0 asociada con la luna frecuentemente: “Rie, porque eres madre con Iuna”,"en tu dolor lunar”. EI hijo fallecido es “sol muerto, anochecido, sepultado, eclipsado”, “Tierno sol”. En definitiva, Miguel Hernandez ha empleado una voz totalmente propia y personal, lejos de mimetismos y omamentos expresivos, con un lenguaje que fiuctia entre las celebraciones césmicas vertidas en metro de verso fargo y solemne empaque y el breve, del octosilabo intimo y recogido poemilla que no suele expandirse més alla La gesticulacién literaria se ha reducido al maximo, buscando una diccién directa y ‘ransparente. Pero un andlisis detenido revela a un poeta en pleno dominio de la forma, con paralelismos y correlaciones que cinchan sutil y musicalmente las composiciones en linea de la poesia popular. 5, SEMBOLOS E IMAGENES EN LA POESIA DE MH 108 de aprendizaje (1924-1931) los poemas de Miguel Hernandez preseatan En sui sree imagenes rontadas directarente Je su entorno de Orihuela: el Haoners, 2! pore, ta higuera, ios pitas o e! patio. (Bj., en el poema “Insornio”) A partir de 1934 el verso de Miguel Hemindez se carga de un fuerte contenido simbélicg que lo hace mas denso y desgarrado, Ya conocemos Ja presencia del vientre femenino, simbolo trascendente al que se ligan ef amor y la vida. Y también el toro, con su carga de tragedia y violencia, es una pieza esencial en el universo poético hernandiano. El poeta identifica su sino tragico con el del animal destinado al sacrificio, “como el toro he nacido para el luto / y el dolor, como el toro estoy marcado / por uit Aierro infernal - en el costado... También comparte con é! Ia virilidad, puesto que representa el impetu genital en su ids alto grado. El toro se convierte en simbolo tragico de si mismo, de su doliente “corazén desmesurado” y de la muerte presentida, al tiempo que adquiere un valor genesiaco, como poderosa fuerza natural engendradora de vida. (cfr. El apartado de fa simbologia de! toro - Perito en Lunas). Tambi ademés de imagenes y simbolos muy de su tiempo como cuando califica a las veletas la palmera, elemento paisajistico mediterréneo es comparada con un chotto, mas viudas” en alusién a la bailarina “danzarinas en vértices cristianos/injertada:baker mbolos referidos al sexo masculing, Josefina Baker, también negra y viuda. Abundan los mas confusa piea”, “ndtufraga higuera fue de higos en pelo”, “remo exigente”. in los poemas de MH. menudean los simbolos de naturaleza trégica, como pueden ser cuchillos, navajas, puiiales-que tanto recuerdan a Garcia Lorea-, empezando por ese “camivoro cuchillo/ de ala dulce y homicida” con que se abre “EI rayo que no cesa”. Este simbolo se va cargando con los sentimientos mas intimos y las ideas esenciales de su mundo dn directa del tragicismo poético (amor, amenaza, muerte). El cuchillo es la encarna hemandiano. EL rayo es fuego y quemaz6n, representa el deseo (enlazando en la tradicién literaria con’ Llama de amor viva'de San Juan de la Cruz). La sangre es ef deseo sexual; la camisa ef sexo masculino y el limén el pecho femenino (Me tiraste un limén, y tan amargo). M. Hernéndez at iza de foima reiterada los simbolos animales para expresar la a luerra y sus secuelas han degradado al hombre hasta la congoja que le produce ver cémo! condicién de fiera: “Por hambre vuelve el hombre sobre los laberintos Donde la vida habita siniestramente sola. 24 Reaparece la fiera, recobra sus instintos, us patas erizadas, sus rencores, su cola.” El poeta asume con orgullo la naturalsza animal, pero quiere ser un animal humano, También se sirve con frecuencia de la metéfora para expresar con més intensidad sus estados de dnimo. “Tu coraz6n, una naranja helada (...] / Mi coraz6n, una febril granada / de agrupado rubor y abierta cera...”. Es muy frecuente el uso de metiforas que giran en tomo a un motivo sexual, Algin critico sefiala la existencia de fa (famada metéfora mistica, que el poeta utiliza para referirse al éxtasis amoroso de la unién de los cuerpos. Va mas allé de la metéfora para entrar en el terreno més difusamente sugerente de la imagen. De la brillante y hermética metéfora gongorina de sus primeros afios, Heméndez sigue, ain dentro de los moldes clésicos, un proceso simplificador. Luego se abre a una expresién més libre en que las imagenes se tifien de irrealidad y avanzan hacia lo visionario, dentro de la 6rbita del influjo surrealista a través de Neruda y Aleixandre. (Las odas dedicadas a uno y otro son buen ejemplo de ello. A partir de 1936, a impulsos de unas vivencias criticas que actéan como elemento depurador, en aras de una expresividad mas desnuda y esponténea, la poesia hernandiana tenderé a reducir la carga metaférica como arma de Viento del pueblo (1937) ejemplifica fo que poesia de guerra, poe: lucha. As{ pues, viento es voz del pueblo encamada en el poeta.”Vientos del pueblo me llevan, (vientos del pueblo me arrastran, / me esparcen el coraz6n/ y me aventan la garganta” Al pueblo cobarde y resignado, que no lucha, se le identifica con el buey. El le6n, en cambio, es la imagen de la rebeldia y el inconformismo. La contraposicién entre ricos y pobres se da en “las manos”, poema en el que estén simbotizadas las dos Espaiias. En “EI hombre acecha” colmillos y garras; garras como simbolos de fiera; fiera y sus equivalentes tigre, lobo, chacal, bestia, Las barrigas satisfechas son el simbolo de la burguesia, del capitalismo. La sangre es ahora el dolor, y la muerte viene simbolizada por un tren que no se detiene mas que en los hospitales, centros del dolor humano. imagenes intangibles que evocan a En el Caycionero y romancero de ausencias hay Manuel [Ramén, primer hijo fallecido det escritor: “Ropas con su olor, /pafios con su aroma”: lecho sin calor, /sabana de sombra”. Con su nuevo hijo queda simbolizada la pervivencia del poeta: “Tu risa me hace libre, /me pone alas, /Soledades me quita, /cdrcel me arranca”, En las cérceles el poeta afiora a su amada, y la muerte, simbolizada por el mar, empiezaia ser la tnica certeza del poeta: “Esposa, sobre tu esposo/suenan los pasos del mar”. 25 6. MIGUEL HERNANDEZ Y LA NATURALEZA Desde siempre ha estado muy ligado Miguel Hernéndez a le naturaleza, como posta y como persona. Ya sus inicios biogréficos se enmarcan dentro del marco natural de una ‘tio en plena comarca de a Vega Baja dei poblacién rural, Orihuela, municipio alicantino rio Segura, tierra fErtil y productiva de cosechas hortofruticolas. La localizacién de su casa a espaldas de la oriolana sierra de la Muela, en el llamado Reviano Blanco, facilitaré el contacto directo dei joven aspirante a escritor con la primigenia naturaleza. El entorno agricola y ganadero de casa, 2 lo que hay que afiadir el oficio patemo como tratinte de ganado, se dejard sentir en la poesia de Hernandez. Desde sus cuatro afios Miguel entra en contacto directo con una naturaleza viva y ella serd quien le conceda el primer conocimiento sobre la vida, En ella aprender el suceder de las estaciones anuales, ¢] nombre de plantas y animales, sus olores, costumbres, ritos, ciclos como rl nacimiento y la muerte de los setes vivos, asiste af parir de las bestias, a su amamantamiento, en definitiva, al despertar de la vida, Su labor como cabrero, asignada por el padre, de semblante adusto y talante severo, le llevard a aprender a silbar, a uquear al rebafio, a ordefiar, a limpiar el establo, a recolectar fruta, repartir leche etc.... Migue! abanidona pronto la instruccién en la escuela y seguiré su tarea autodidacta leyendo a los grandes clasicos ~Garcilaso, Gongora, Virgilio, etc.- en la cueva “Canto Forat”, cerca de casa, en la misma sierra de la Muela, La naturaleza es temética casi perpetua en a trayectoria hemandiana, Hasta en el uso del papel de estraza donde comenzé eseribiendo hay huella de esa naturaleza consustancial a 41, Sera en 1926 cuando recoja sus composiciones poéticas en un cuaderno pautado con lineas horizontales. Seguin declaraciones de quien fuera su viuda, Josefina Manresa, “el poeta nunca en el campo o en la sierra”, Era pastor, “el oficio de los escribia en casa, siempre lo ha dioses paganos y los héroes biblicos”, tal como le escribiria en una carta a Juan Ramén. Jiménez. Llegé a escribir también a lomos de una cabra tal como él mismo confirma verbalmente en su “Carta a todos los oriolanos” donde dice: “Alma de mis oriolanos / jdigo!, ariolanos|de mi alma, / A vosotros me dirijo / desde esta carta “arrimada”, / que escribo, ieniendo por / mesa el Jomo de una cabra, / en ia milagrosa huerta, / Mientras cuido la manada Go En los primeros escritos que marcan sus inicios como poeta se advierte ye la estrecha vinculacién entre su oficio poético y su cotidianidad en versos como “en cuclillas, ordefio / Miguel nunca oculté esta inseparable dualidad, més bien muestra sus tuna cabrilla y un suefio’ sentimientos mas exaltados en poemas como “Canto exaltado dz amor a la naturaleza”. Miguel empieza cantando sus propias vivencias, aunando poesia y vida. Toda su poesfa esté envuelta en un sentimentalismo nato, Jas escenas huertanas, las de pastoreo y los cultivos son todavia tipicos de una poesia regional que carece de universalidad, al menos tematica, Su naturaleza es ahora, en estas publicaciones primerizas un paisaje colorista, perfumado, levantino y auténtico, é! mismo lo dice al afirmar que “el limonero de mi hnuexto influye mas en mi que todos los poetas juntos” En esta primera etapa es cuando escribe con mayor intensidad sobre esta tematica y lo demuestran poemas como “Pastoril”, “El alma de la huerta", “La bendita tierra”, “Lluvia", “Atardecer”, “La palmera levantina” auténtica vegetaciin de Orihuela donde es conocido el palmeral, “Plenitud’”, “Flor de alniendro”, “Naranjo” u “Olores”, un tributo, en definitiva, al paisaje visto y sentido. En este iiltimo poema citado dice asi: “Para oler unos claveles / este muchacho de hinojos. / Tiros de grana. El olor pone sus extremos rojos. Para olet unos azahares / este muchacho con zancos /. Espuma en luz. El olor / pone sus extremos blancos Para oler unas raices / tendido el muchacho este. / Uftas de tierra. El olor / lo pone todo celeste.” Un auténtico panegirico al olor y al sentido del olfato que lo inunda todo, no en vano, Miguel conoce el fuerte olor a tierra himeda y a estiércol. Los espacios cantados son aquellos donde el poeta desasvalla su andadura vital, en estrecho contacto con ellos. Asi la ciudad de Orihuela es pasto continuo de sus muses, clogiada y enaltecida, descrita con detalles de minuciosidad realista, Su huerto no le pasa desapercibido a su pluma. Hay también mezcla de sexo y erotismo que se expresa a través de simbolos, asi en “Oda a la higuera” canta la virginidad de Maria. Las naranjas, los racimos, los vergeles y los rosales albergan también connotaciones ersticas. El limén, que tal como ya hemos sefialado, es primero un elemento de inspiracién, luego, en El_ravo que no cesa, evoluciona a pena de amor, recordemos que ese limén imaginado que la amada le tira, abre en su pecho la herida de “una picuda y deslumbrante pena”. Més tarde, aparece su primer libro de poemas, Perito en unas, donde sigue embelleciendo lo natural a través del empleo de numerosos recursos literarios. Ya en el mismo titulo aparece el astro lunar, simbolo de fecundidad. Evoca la belleza mediante la_flora: azucenas, nardos, lirios, alhelies, claveles y rosas. Pero no s6lo la flora, también la fauna forma parte del corpus de sti naturaleza, asi la oveja a la que asemeja con Ia mujer, el toro con quien él mismo se identifica, “como el toro he nacido para el luto” o la abeja, el ruisefior, el gallo son algunos de los animales utilizados poéticamente para expresar la pasion amorosa. El 27 agua,.un heterénimo que agrupa al rio, al mar y a la Hluvia como constituyentes natuales. Canta al tfo Segura que cruzu fa ciudad oreslitana, al Manzanares, a su paso por Madrid. donde eventan coetinees suyos, com los poetas Pablo Neruda y Vicente Aleixandce, los 56 ea [a ciudad madriiefia, Y bois del orioiano en sus aguas durante el periodo estival que ps ai mar Mediterréneo, que en palabras de otro poeta, Leopoldo de Luis, “refieja el ievantinismo hernandiano” igual que la palmera a la gue le dedica varias composiviones como “EL paimero”, “Palmeras”, “La palmera levantina” y “Canto a Valencia”, En Silbo de afirmacién de aldea, e\ propio poeta se siente identificado con este dtbol al decir: “alto soy de mirar a las patmeras”. En Perito en Jungs se produce un alejamiento de la naturaleza, lo que la eritica ha dado en llamar “un desgartén entre el hombre y su paisaje”, si bien la relacién con aquel terrufto vivido y sentido no se rompe definitivamente. Por esta raz6n aparecen elementos todavia imbricados con Jo natural, por ejemplo el gallo o el mar y el rio, la granada, aunque cada vez mas Miguel no busca ia vertiente esteticista sino profundizar en el trasfondo humano y social En este poemario la cosmologia natural va cambiando. Ningin elemento mas significativo como Ia higuera de la que ya hemos hablado, Ahora es un simbolo de lo masculino y viril. Su connolacién erética se manifiesta y la planta que estuvo consagrada a Dionisio es simbolo de la conjuncién hombre y mujer cuando habla de “cociente higuera” y simbolo falico al hablar del acto de la violacién en los siguientes términos: “su mas confusa piema, por asalto, nduftaga higuera fue de higos en pelo sobre nacar host, remo exigente”. La Iluvia, en ocasiones, se muestra vinculada a la sangre, “Hueve como una sangre transparente, hechizada...”, otras veces, aparece acompafiada de truenos, rayos y tormentas. El término rayo lo emplea Miguel Hernindez para titular uno de sus libros, Z? rayo que no cesa, simbolizando en e{ rayo el destino tragico del amor, como si hubiera presagiado la premonicién de sus propias circunstancias amorosas. La tormentas se dejan ofr en versos estruendpsos como e! embfemitico de la “Elegia” a Ramén Sijé, “en mis manos levanto una tormenta de piedras, / rayos y hachas estridentes”. EI trueno lo emplea en la “Elegia primera” para definir a Federico Garcia Lorca como “trueno de panales”, Otro fenémeno atmosférico relevante en la poesia de Hernéndez es el viento, fuerza natural en quien deposita los valores de la paz y la libertad: “Vientos def pueblo me llevan, / vientos del pueblo me arrastran”, La tierra es otro de los componentes trascendentes a su poesta. “me llamo barro, aunque Miguel me llamo”, asi escribe el poeta al mezclar agua y tierra, porque concibe Ia tierra como madre, esa que le ha visto nacer y que Jo acogeré tras su muerte, por ello es motivo de 28 Ingpiracién podtica. Tal era su unidad con la naturaleza. Esta es una de las razones que impulsa a numerosos criticos a referirse a Heméndez més como “el poeta de la tierra” que como “el poeta-pastor”, Este elemento es en el conjunto artistico de Hernéndez un motivo primigenio, de principio a fin la cruza Durante el periodo bélico el poeta tampoco abandoné Ia naturaleza y buena muestra de ello la encontramos en el poema “Espafia en ausencias” Vicente Ramos habla en Miguel Hernandez de hilozoismo (del griego “hyle”, materia y “708”, vida, considera que toda la realidad incluso la inerte est dotada de sensibilidad. Fue la doctrina de la Escuela Jonica griega perteneciente al grupo de fildsafos presocraticos), concepto heredado de la cultura griega, mediante el cual el poeta es identificado con la tierra levantina y sus particularidades, y permite relacionar a este poeta con otros escritores alicantinos como Azorin o Gabriel Mird, a quienes cita varias veces en sus versos, extraemos a modo de ejemplo el poema “La palmera levantina” donde dice: “vedla presa, en {a retina / de Azorin. / Contempladla entre los ojos / rojos de betleza, rojos / de crepiisculo y pena de Miré”. El éxico de su etapa inicial como escritor aparece repleto de palabras agrestes, a veces, insincero, pero siempre en pos de la biisqueda de la belleza. En varias ocasiones tesalta un regionalismo ramplén y va utilizando palabras del habla panocha, salpicada de vulgarismos, aragonesismos y voces especificas de la zona del sureste espafiol: la Vega Baja del rio Segura y Murcia a la que desde siempre ha estado muy apegada la vega. Basta con leer la composicién poética “jEn mi barraquita!” para comprobar el inicial uso de dialectalismos léxivos. Asimismo, el empleo de de términos hondamente huertanos, hoy casi en desuso, hace <20t0 de presencia en los versos: “bancal” y “anegar” Otro aspecto es la aparicién de voces creadas por invencién propia tales como: aziileo, anforieas, idedlica, opimo. Este uso, ¢ incluso abuso, de fs abundancia de neologismos, cultismos y, en definitiva, rebuscamientos léxicos tenian como propésito la voluntad individual de Heméndez de alejarse de su innata rusticidad. £1 era plenamente consciente de su rudeza. Cuando eseribe a Juan le dice textualmente: “Por fuerza he tenido Ramén Jiménez, a quien llama “Venerado poeta que cantar, Inculto, tosco, sé que escribientdo poesia profano el divino arte”. En suma, una poesia de juventud que para ser literaria debfa ennoblecerla y el primer paso es mediante las formas y los recursos estilisticos, El predominio de metéfores eg notorio pero, quizd, o més relevante es el empleo de. imdgenes expresaias mediante el circunloquio, bastante freeuente y que abona el terreno para a estilo m zacion de imagenes el cultivd de smo, es perceptible Ia uti gengr:ino, Asin _atéligas, producto de su entomo y de ia cultura religiosa oriotana que he sido desde siempre «ua identificativo del municipio. Este conjunto de imagenes se coastituye como una sefial que despunta de fo comin de los poemas. En el conocido poema “Nanas de la cebolla”, la mencién al bulbo es metaférica, y, @ Ja vez, es Ja desoripeién de una realidad, fa que fe cuenta su esposa por carta sobre el hambre que padece con su hijo, “la cebolla es escarcha cerrada y pobre, escarcha de tus dias y de mis noches, hambre y cebolla, hielo negro y escarcha grande y redonda”, En este mismo poema canta la delicadeza de la infancia, “ser de vuelo tan alto tan extendido / ‘que tu came parece cielo cemnido”. Otra metéfora es la imagen del sol, motor de vida, que es la encargada de dar cuenta del evento de la reproduccién: “la gran hora det parto, 1a mas rotunda hora: / estallan los relojes sintiendo tu alarido / se abren las puertas del mundo, de la aurora / y el sol nace en tu vientre donde encontré su nido”. En el “Nifio yuntero”, de Vientos del pueblo, donde hace referencia al horror de la niftez trabajadora cuando metaforicamente dice: “empieza a vivir y empieza / a morir de punta a punta / levantando la corteza / de su madre con la yunta / Cada nuevo dia es / mas ‘menos criatura.” Tres palabras, las destacadas, alusivas a la naturaleza, ‘Aun en Vientos del pueblo ta naturaleza sigue teniendo voz propia. La ardua labor de arar la tierra sigue patente y metaforizada junto a ese elemento tan reiterado en la poesia herandiana, los bueyes: “Lo veo arar los rastrojos y devorar un mendrugo y declarar con los ojos que por qué es came de yugo”, o “vientos del pueblo me llevan”, “los bueyes doblan la frente / imponentemente mansa”. Las espigas aparecen en la portada del libro Viento del ‘pueblo como una reivindicacién del trabajo de los agricultores en una Espafia agricola,

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