Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
SHEMA R
CLINIQUE
BIBLIOGRAPHIE
LAS PSICOSIS
Nuestro libro de referencia : El seminario III : “Las psicosis “de J. Lacan - Años 1955-1956.
No nos vamos a seguir leyendo capitulo por capitulo el Seminario, me ha parecido más interesante de
tratar este tema con soporte de los esquemas lacanianos por etapa cronológica desde el inicio de la
psicosis. En lo mismo, para un estudio completo he incluido las investigaciones que hicieron los
autores más influentes alrededor de la psicosis.
De este modo tendremos una síntesis más completa por la clinica.
Me referiré de Gisela Pankow, Serge Leclaire, Jacques Alain Miller y Eric Laurent, Ginette Michaud,
Hervé Castanet y varios estudiós de grupos psicoanaliticos francès lacaniano.
El concepto de psicosis incluye dos grandes grupos de enfermeras mentales :
las esquizofrenias y los delirios crónicos.
Sin embargo al principio necesita, como siempre lo hizo Lacan, recordarse a Freud (faire un retour).
Cuatro textos de Freud se refieren a la psicosis :
• El Caso Schreber ;
• Para introducir el narcisismo ;
• La perdida de la realidad en las neurosis y las psicosis in (Neurosis, psicosis y
perversión) ;
• El texto de “l´Hombre de los lobos” sobre la alucinación.
La obra mas influente de Freud con nuestro tema de la psicosis es : “El caso Schreberg”. Freud
clasificó dos tipos de psicosis : las esquizofrenias (que llamó parafrenia) y ante todo la paranoia con
este caso. El presidente Schreberg tuvó una decompensacion psicótica cuando al edad de 51 años fue
nombrado Presidente de la Corte de Apelaciones en la ciudad de Leipzig. El da un relato, de su delirio
en un libro escrito en los últimos meses de su internación. Freud ha hecho un desciframiento
champollionesco de ese libro como se descifran los jeroglíficos y ha dicho “debe leer Schreber antes de
leer me”. Hay allí un encuentro excepcional entre el genio de Freud y un libro único. (texto en el
seminario).
Pero en relacione con Freud no se puede hablar realmente de tratamiento porque Freud nunca habló de
ello. (Una vida por supuesto no fue suficiente por todo su descubrimiento).
Por la comprensión de la psicosis, somos los herederos de Freud en referencia de sus trabajos como : el
apunto de la ley donde se apoyo nuestra civilización : el interdicción de incesto (Ver Totem y Tabou,
Moïse y el monotheisme). “De los sueños como prueba de la existencia del inconsciente”.
El interdicción del incesto, fundamento de la ley o la metáfora paterna como “encrucijada estructural”
de la subjetividad según Lacan, y introduciendo el complejo edipico (Freud).
(El proceso de la metáfora paterna o la justificación más acabada del inconsciente estructurado como
un lenguaje). Con Lacan, en particular, el falo va a ser instituido como el significante primordial del
deseo en la triangulación edipica. El complejo de Edipo se representará entonces alrededor de la
localización respectiva del lugar del falo en el deseo de la madre, del hijo y del padre, en el transcurso
de una dialéctica que se pondrá de manifiesto en la modalidad del “ser” y del “tener”. Ese registro
participa no solo del campo de la captura de lo imaginario sino también de un punto de anclaje en el
que esta captura imaginaria se liga con la dimensión de lo simbolico.
El complejo de Edipo, que es donde la teoría analítica concretiza la relación intersubjetiva, tiene valor
de mito. Por el contrario, como el Edipo lleva a esa relación intersubjetiva a encontrar un punto de
asunción en el registro de lo simbólico es un proceso estructurante para el sujeto. Dor p 82.
Empezamos por un corto recuerdo del Estado del espero (Joel Dor p 90).
Lacan localiza el initio del complejo de Edipo al nivel de un umbral (seuil) especifico del proceso de
maduración del niño que muestra un momento particular de su vivencia psíquica. Este momento es
contemporáneo del estadio del espejo, en el que se esboza (ébauche), para el niño, un cierto tipo de
identificación basado en una relación especifica con la madre, una relación de alienación.
El estadio del espejo se ordena esencialmente sobre una experiencia de identificación fundamental en
cuyo transcurso el niño realiza la conquista de la imagen de su proprio cuerpo. La identificación
primordial del niño con esta imagen va a promover la estructuración del yo (je) poniendo término a esa
vivencia psíquica singular que Lacan denomina : fantasía del cuerpo fragmentado.
La experiencia del niño durante la fase del espejo se organizada en base a tres tiempos fundamentales
que marcan la conquista progresiva de la imagen de su cuerpo.
1er tiempo del espejo: Hay una confusión primera entre uno mismo y el otro (entre soi et l
´autre) ; 6mois et 2 ans ½, transitivisme, (golpea) bat et dit avoir été battu.
2eme tiempo del espejo: proceso identificario. El otro del espero no es un ser real sino una imagen.
3eme tiempo del espejo dialectiza las dos etapas precedentes, adquiere la convicción de que solo es
una imagen que es la suya. La imagen del cuerpo es, entonces, estructurante para la identidad del sujeto
que realiza en ella su identificación primordial.
P 134 Lacan dice : Consideramos la relación del narcisismo como la relación imaginaria central para la
relación interhumana y también es la base de la tensión agresiva. A partir del momento en que la
noción de narcisismo entró en la teoría analítica, la nota de la agresividad ocupó cada vez más el centro
de las preocupaciones técnicas. Para eso exactamente sirve el estadio del espejo. Videncia la
naturaleza de esta relación agresiva y lo que significa. Si la relación agresiva interviene en esa
formación que se llama el yo, es porque le es constituyente, porque el yo es desde el inicio por si
mismo otro, porque se instaura en una dualidad interna al sujeto. El yo es ese amo que el sujeto
encuentra en el otro.
Con el primer momento del Edipo, seguimos con el Esquema L, llamado esquema de la
comunicación.
Ver p18/19/21 de Dor – Fig 1 el niño esta identificando con el falo de la madre et fig 2 El niño se
identificara con el objeto de lo que falta en el otro por eso aparece el objeto de la falta : el falo.
Al salir de la fase identificatoria del estadio del espejo, el niño que se perfilo como sujeto sigue
manteniendo una relación de indiferenciación cercana a la fusión con su madre, al tratar (cherchant) de
identificarse con lo que el supone que es el objeto de su deseo ; hacerse objeto de satisfacer la falta del
otro, el falo. “to be or not to be” para gustarle a la madre, es necesario y suficiente ser el falo.
El surgimiento de tal oscilación anuncia el segundo momento del complejo Edipo en el que niño es
introducido en el registro de la castración por la intrusión de la dimensión paterna. Fig 3 Si el niño no
es todo para la madre –la prueba de ello es su interés por el padre- no podría entonces ser el objeto que
colma su falta.
(Aquí puede estar un punto de anclaje, ser o no ser el falo, a las identificaciones perversas) p 94 et 103
tome 1 en francais et p 23 pour le schéma R. Es el padre “que hace la ley a la madre” como incursión
del registro simbolico que precipita al niño hacia un lugar diferente en donde su deseo será puesto a
prueba al enfrentarse con un nuevo reto : la dialéctica del tener. Fig 4 p 23. En el lugar primitivo donde
el niño había situado a la madre se constituirá una representación imaginaria del objeto fundamental del
deseo (la madre), o sea la imagen especular “i”. El segundo momento del Edipo es la condición
indispensable que debe cumplir el niño para acceder a la simbolización de la ley que marca su
declinación, se va enfrentar al problema de la castración. El padre real que aparece como
“representante de la ley” se va así elevado a la dignidad de padre simbólico.
Tercer momento es el de la “declinación del complejo de Edipo” marcado por la simbolización de la
ley, con la localización exacta del deseo de la madre, pasaje del registro del ser al del tener, somos en la
represión originaria (le refoulement originaire).
El complejo de Edipo significa que la relación imaginaria conflictual, incestuosa en si misma, está
prometida al conflicto y a la ruina. >(Seminario 3)
En el plano imaginario el sujeto humano está constituido. La ambiguëdad, la hiancia (béance) de la
relación imaginario exige algo que mantenga relación, función y distancia. Es el sentido mismo del
complejo de Edipo. El complejo de Edipo significa que la relación imaginaria conflictual, incestuosa en
si misma, está prometida al conflicto y a la ruina. Para que el ser humano pueda establecer una relación
natural, es necesario que intervenga un tercero: Hace falta una ley, una cadena, un orden simbólico, la
intervención del orden de la palabra, es decir del padre. No del padre natural, sino de lo que se llama el
padre.
Fig 5 En el otro polo, correspondiente a la nueva posición del niño, se esboza, en cambio, algo del
sujeto que debe ser bajo la instancia del Ideal del Yo “I” que solo puede advenir en relación con la
incidencia simbólica del padre.
La organización del esquema se modifica en consecuencia. De ahí en adelante, el triangulo imaginario
y el triangulo simbólico se distribuyen respectivamente de una y otra parte de la banda de la realidad,
definida por Lacan bajo la denominación de lo real.
En otros términos, la traslación del espacio imaginario al espacio simbolico traduce la circulación del
objeto fálico sin la cual, el niño no podrá situar el lugar exacto del objeto del deseo de la madre que le
permite pasar del estado de asujeto al de sujeto.
Al final de esa estructuración subjetiva subsiste, empero(néanmoins), el predominio de lo imaginario
que encarnan los lugares i y m, es decir “los dos términos imaginarios de la relación narcisista, o sea el
yo (le moi) y la imagen especular. En consecuencia, podemos transcribir en el esquema la expresión
resultante de todas las representaciones imaginarias del otro, que encentran su su sustraro culminante
en la figura primordial imaginaria de la madre en m.
El vector iM metaforiza todas esas diferentes figuras del otro imaginario bajo la expresión general de la
imagen especular i (a). Y eso da la oportunidad de inscribir al otro a en el lugar de M.
En el lado opuesto, se inscribirán en el vector mI todas las identificaciones imaginarias formadoras del
yo sujetas a la identificación paterna del ideal des yo. Por lo tanto, resulta legítimo situar en el lugar I,
el símbolo a´, correlativo de a en la relación imaginaria del sujeto con sus objetos.
Por otra parte, P sólo simboliza el Nombre del Padre en relación con una operación significante
inaugural que es, hablando con propiedad, metáfora. Un significante tal sólo puede situarse, entonces.
En el lugar del Otro donde el niño encuentra el significante de un padre para el. Como consecuencia, el
símbolo A encuentra su lugar lógico en el lugar P.
De esta manera, se integra en la estructura del esquema R la des esquema L de la dialéctica
intersubjetiva, trayéndonos de nuevo al orden de la alienación del sujeto en el Yo como consecuencia
directa del acceso a lo simbólico por la metáfora paterna. P 28.
La banda de lo real “MimI” que separa al triángulo imaginario al triángulo imaginario del triángulo
simbólico, también los enlaza, llamada la banda de Möbius que permite comprender cómo los
simbólico y lo imaginario están ligados por lo Real de manera que se pueda pasar de uno al otro y del
segundo al primero de un modo continuo. De hecho, apenas advenido a lo Simbólico, el sujeto se aliena
en lo Imaginario dividiéndose.
Cuando el significante Nombre del Padre que inaugura la cadena significante para un sujeto hablante
no logra sustituir al significante del deseo de la madre, no logra inscribirse en el lugar del Otro.
Ademas del defecto esencial en el acceso a lo simbolico que resulta de esa ausencia de inscripción, ella
da cuenta de la imposibilidad del niño para situarse con relación al falo imaginario phi. En tales
condiciones, no hay otra salida que permanecer cautivo de una relación de inmediatez con la madre.
Línea m ---- M, que se instituye entre el yo y la madre.
El sujeto S jamás podrá advenir con S (/) , sea como sujeto tachado por el significante de la castración
(grand phi).
El sujeto neurótico habla con su yo.
El sujeto psicótico habla de él, el sujeto, el S.
ALREDEDOR DE LA CLINICA
Que sucede en el delirio es una especie de invasión progresiva del significante en el sentido de que el
significante se liberaría poco a poco del significado.
El sujeto psicótico habla con de él, y es como si un tercero, su doble, hablase y comentase su actividad.
Esta totalmente identificado a su yo.
La cuestión del ego es de modo manifiesto primordial en las psicosis, ya que el ego, en su función de
relación con el mundo exterior, está en ellas puesto en jaque. (mis en echec)
El yo nunca esta solo. Cuenta siempre con un extraño mellizo, el yo ideal. No hay pues ego sin ese
mellizo.
Antes de hacer el diagnóstico de psicosis debemos exigir la presencia de trastornos del orden del
lenguaje y por eso el texto de Freud sobre el presidente Schreber procura la vía del enigma. Toda la
explicación que da del delirio confluye, en efecto, en la noción de narcisismo (que no es para Freud
algo elucido en la época en que escribe sobre Schreber). Antes de dirigirse hacia los objetos externos,
hay una etapa donde el sujeto toma su proprio cuerpo como objeto.
Voir dans Joel Dor p 100Con los alienados estamos en el discurso simbólico y el material es el proprio
cuerpo con su relación irreductible del imaginario, es clásico decir que en la psicosis, el inconsciente
está en la superficie, es un lenguaje consciente pero el sujeto psicótico ignora la lengua que habla.
El orden simbólico debe ser concebido como algo superpuesto, y sin lo cual no habría vida animal
posible para el sujeto estrambótico que es el hombre. Para captar en su fenomenología estructural lo
que presenta el presidente Schreber, deben primero tener este esquema, que entraña que el orden
simbólico subsiste en cuanto tal fuera del sujeto, diferente a su existencia, y determinándolo. Con
Schreber asistimos a una verdadera invasión imaginaria de la subjectividad, una impresionante
disolución del otro en tanto que identidad. Que el otro es estructuralmente desdoblable, desplegable,
está claramente manifestado en el delirio.
El YO
Lo que caracteriza el mundo de Schreber es que ese él está perdido, y que sólo subsiste el tú.
La noción del sujeto es correlativa a la existencia de alguien de quien pienso ; El fue quien hizo esto.
No el, a quien veo ahí y que, por supuesto, pone cara de yo no fui, sino el, el que no está aquí. Ese él es
el que responde de mi ser, sin ese él mi ser ni siquiera podría ser un yo (je).
Por eso el titulo de los cuatros primeros capítulos del Seminario III, es “Introducción a la cuestión de
las psicosis” (cuestión, no tratamiento).
La poesía es creación de un sujeto que asume un nuevo orden de relación simbólica con el mundo. No
hay nada de parecido en las Memorias de Schreber.
Autores citados
Freud …– Jacques Lacan Seminaire III – Les Ecrits – Séminaire le Synthome … JA. Miller
_____________________________________
E. Porge - Les Noms du père Chez Lacan, Toulouse, érès, coll. « Point Hors Ligne », 1997.
Catherine Verney . - ”Le modelage dans le processus de psychotherapie des psychoses” – Thèse de
psychopathologie 17 septembre 2003 Université Paris VII. No publicada.