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XXIII INTERNATIONAL CONGRESS.


LATIN AMERICAN STUDIES ASSOCIATION
SEPTEMBER 6-8, 2001
MTI08

CUBANOS EN KEY WEST, DOS


SIGLOS:
DE TABAQUEROS A PESCADORES

DRA. M. MIRIAM RODRIGUEZ


CENTRO DE ESTUDIOS MIGRACIONES INTERNACIONALES
UNIVERSIDAD DE LA HABANA
2

XXIII INTERNATIONAL CONGRESS.


LATIN AMERICAN STUDIES ASSOCIATION
SEPTEMBER 6-8, 2001
MTI08

CUBANOS EN KEY WEST, DOS SIGLOS:


DE TABAQUEROS A PESCADORES

Mucho se ha hablado de los vínculos históricos entre Cuba y Key West, remontarnos a
las raíces de estas relaciones y a los orígenes de la presencia cubana en el Cayo nos
permite comprender las particularidades existentes en los contactos insulares entre una
Isla grande y un islote pequeño.

Pero para entender este contexto estamos obligados a comenzar a indagar en la


historia que acompaña a esa pequeña porción de tierra.

Antes de la llegada de los exploradores españoles, se dice que el Cayo había sido
poblado por los indios calusas, pero en realidad esto no se ha confirmado, dado que
estos islotes carecían de agua potable, aspecto que determina que no tuviera una
población nativa que como tal estuviera asentada, aunque era visitada en ocasiones por
pobladores cercanos que en búsqueda de alimentos se acercaban a sus costas y
territorios donde era posible encontrar abundantes peces, moluscos y quelonios.

La historia cuenta que los españoles le llamaron Cayo Hueso, debido a que cuando la
exploraban se encontraron grandes cantidades de huesos humanos diseminados en las
arenas, pero esto podría ser parte de la leyenda que rodea a este cayo, que cuenta que
estos huesos pertenecían a indígenas que perseguidos por adversarios en su trayecto
hacia el sur y al abandonar la península, encontraron su muerte en los islotes de la
cayería.
3

Para la mitad de la década de 1760 es que se puede conocer que varias familias
españolas junto a familias indígenas comenzaron a vivir en el Cayo, pero en 1763
cuando el control de la Florida por los ingleses, gran parte de estas familias se
trasladaron a residir en Cuba, aunque posteriormente finalizada la ocupación volvieron
hacia la zona. Ya para entonces es que era conocida por los españoles como Cayo
Hueso.

En 1821, la corona española traspasó la propiedad del Cayo a Juan Pablo Salas,
quien a su vez la vendió por $2 000 a un negociante norteamericano nombrado John
W. Simonthon, en una transacción ocurrida en La Habana, comenzando así la historia
del Cayo como reducto norteamericano. La ciudad de Cayo Hueso como tal, fue
fundada en 1822 y se le conoció entonces también como Key West (Llave del Oeste.
En 1848 se erigió el Fuerte Taylor, fortaleza levantada para la defensa del puerto del
cayo.1 Por mucho tiempo el Fuerte Taylor tuvo la finalidad de limpiar la zona de
piratas y contrabandistas que constantemente inundaban la zona y hacian difícil el
normal intercambio comercial, al hacer peligroso los contactos entre pobladores de la
Isla grande y las cayerías vecinas.

Ha sido reconocido que tal importancia naval fue la que atrajo mayor población, junto
al desarrollo de las diversas pescas, de esponjas, peces, quelonios, mariscos, así como
también debido a los productivos salvamentos de naufragios. Es por ello que se
priorizó el establecimiento de puestos y luego se determinó la construcción de
fortificaciones por el litoral Sur. De ahí que se reconozca a Cayo Hueso como centro
estratégico para la vigilancia de la navegación que por la zona cursaba. 2

En el estudio que se hizo de los terrenos, los oficiales de marina y militares, siempre
destacaron las ventajas que representaba el Cayo como tal. Por lo que a pesar de

1
Florida Cuban Heritage Trail. Florida Department of State. A Florida Heritage Publication 1995
2
Castellanos, Gerardo. Motivos de Cayo Hueso. Contribución a la historia de la emigración cubana en
Estados Unidos. Publicado Dic/1935
4

contar con una población reducida, las fuerzas militares organizaron la estación naval
y crearon una guarnición militar mucho antes de que se conformara una real estructura
civil. Fueron las visitas de marinos, el anuncio del estudio de los terrenos y el
constante trasiego de personas, lo que atrajo la codicia de otras personas, los que
comenzaron a llegar motivados no ya por la posición naval como tal, sino por las
múltiples ventajas a explorar, tales como la pesca de peces, quelonios, esponjas, la
fabricación de sal y el fomento de una escuadrilla para salvamento de naufragios. Así
transcurrió la actividad del Cayo en las primeras décadas del siglo XIX.

Por el año 1828, la población del Cayo no excedía a los 600 vecinos de ellos no
llegaban a 400 blancos, aunque la mayoría procedian de distintos lugares, algunos de
Bahamas, y otros muchos floridanos de ascendencia española.

Uno de los primeros contactos de los cubanos con el Cayo fue en la década del 50,
cuando Narciso López tiene que refugiarse junto con su expedición anexionista en
Cayo Hueso y recibió el apoyo de los pobladores, pero ya antes por los años de 1840
era reconocida la presencia cubana. Para 1860 esta presencia se hizo en extremo
significativa. El auge de los cubanos en Cayo Hueso comenzó con la llegada de los
tabaqueros cubanos, en especial en 1869, debido al traslado de fuerza de trabajo,
técnica y capital. La situación político económica existente en Cuba en esos años y
en especial el inicio de la guerra de los Diez Años, conllevó a que algunos miles de
cubanos emigraran hacia Estados Unidos, algunos de los cuales se asentaron en Cayo
Hueso, dentro de los que se destacaba una fuerte representación de trabajadores.

Generalmente los emigrados cubanos que llegaban a Cayo Hueso eran personas
pobres y muy modestas, y como decíamos regularmente eran obreros, algunos de los
cuales eran además refugiados por problemas con las autoridades españolas en relación
con la situación política del momento. Cayo Hueso no tenía vida para mucha
población, ya que como se mencionaba anteriormente, sus naturales industrias
estuvieron relacionadas hasta entonces con la pesca de peces, quelonios y esponjas, las
5

que no llegaban a ser muy prósperas, además que la dedicación al salvamento de


naufragios requería mucha pericia, la que era sólo alcanzada con mucha práctica. Es
por ello que ninguna de estas tareas eran desempeñadas por los cubanos. Desde los
primeros momentos los emigrados cubanos se dedicaron a la actividad relacionada con
el tabaco, industria que recién comenzaba. Generalmente la situación económica de
los cubanos no era holgada y se vivía con escasos recursos. Se mantenía una familia
con un reducido presupuesto. Los alquileres de casa eran baratos, los alimentos se
compraban a bajos precios y el combustible para cocinar tenía precios irrisorios. Esa
era la vida de los cubanos, después del trabajo a la casa, dada la cercanía no se
necesitaba desarrollar mucha movilidad. En estas condiciones los cubanos vivían de
manera muy sencilla.

Para 1868 se plantea que había en el Cayo cerca de 3000 trabajadores vinculados a la
industria tabaquera, diez años después la cifra llegó a elevarse a 18 000, donde la
mayoría eran cubanos. Varios capitalistas tabacaleros encabezados por Vicente
Martínez Ibor comenzaron a fundar fábricas de tabaco. Martínez Ibor comenzó a
elaborar los habanos en Key West de su importante marca “Príncipe de Gales”. A él le
siguieron otros fabricantes, casi todos de origen español. Hidalgo Gato, Teodoro Pérez,
Villamil, Benito Alonso, Cayetano Soria, Aurelio Castillo, la de Ellinger, Folk and
Mayer, O Hallorans y Polansky entre otras, sin excluir a La Rosa Española, que a
pesar del anticubanismo de sus dueños, tenía entre sus obreros a un gran número de
patriotas cubanos.

En 1870 había 29 fábricas de tabacos que producía algunas decenas de millones de


tabacos al año. En 1875 la producción de habanos llegó a 25 millones Para 1880 en
Cayo Hueso había unas 44 fábricas las que empleaban un promedio de casi 1400
tabaqueros.3 En 1890 la producción de tabacos en la Florida para el mercado

3
Poyo, Gerald E. “Con todos y para el bien de todos”. Editorial Ciencias Sociales, La Habana 1998.
Pag 86-88.
6

norteamericano alcanzó la cifra de 100 millones, los que eran producidos en unas 130
tabaquerías. Posteriormente a esa fecha la producción comenzó a descender, de Cayo
Hueso partieron dueños de tabaquerías y obreros hacia Tampa, donde también fue
destacada la población emigrada cubana que se asentó en esa ciudad, los que
mantuvieron características similares a la existente en el Cayo

La llegada de muchos de estos dueños de tabaquerías se debió en gran medida a las


propias leyes restrictivas promovidas por los norteamericanos en torno al tabaco, las
que obligaron a varios de los fabricantes de la Isla a buscar otros lugares más
favorables, y por consiguiente los obreros también estuvieron precisados a seguir a los
empleadores, como se decía, los obreros “ siguen a los talleres”. Llegó el momento que
había más trabajadores que empleos disponibles. Pero en general los trabajadores del
tabaco fueron durante esos años mayoritariamente cubanos, los había torcedores, las
mujeres y los hijos eran los despalilladores, así como también se empleaban en otros
oficios menos remunerados. También se caracterizaban por ser los cubanos los que
desempeñaban labores de escogedores, envasadores, rezagadores y oficiales de oficina.
Era claro ver la presencia cubana en todo lo que giraba alrededor de los talleres. De
igual modo, era posible observar que algunos trabajadores cubanos que no conocían el
oficio del tabaco se dedicaran a otras actividades entre los que se encontraban los
vendedores de café, los que trabajaban en las bodegas, vendían viandas, los
lavanderos, entre otras tareas y oficios.

Pero ese cubano que estaba lejos seguía manteniendo su forma de vida, vivían en
hogares típicos, las costumbres eran las mismas, muchas calles, parques y edificios de
la ciudad comenzaron a nombrarse con nombres propios cubanos, la presencia del
cubano se observaba a todo alrededor. El idioma español desplazó al inglés. Los
colegios cubanos fundados enseñaban el español. Para pasear, para comprar, para
hacer gestiones en las diferentes oficinas públicas, bastaba con el español. Y se pudo
constatar que los propios nativos también aprendieron nuestro idioma. En las tiendas
se preocupaban de vender lo que les gustaban a los cubanos. E incluso en los días de
7

fiesta, por cada cien banderas cubanas que flotaban sólo se observaba una
norteamericana. La inserción de los cubanos en el Cayo fue total, pero a la vez, lo
cubano se impuso en toda la vida de Cayo Hueso.

Un aspecto importante a destacar entre los pobladores cubanos de Cayo Hueso, era su
identificación con la causa de la independencia cubana, importantes Clubes
Revolucionarios se constituyeron en Cayo Hueso, de ahí provenía una considerable
fuente de recursos económicos para apoyar el desarrollo de la guerra contra España,
los que aportaban un porcentaje de sus modestos ingresos. Generalmente los
miembros de estos Clubes eran los obreros tabaqueros, pero también había capataces,
escogedores y hasta dueños de fábricas. Muchos de estos Clubes se presentaban como
asociaciones culturales, pero el matiz política prevalecía entre sus miembros.

Según se afirma en el libro “Motivos del Cayo”, escrito por Gerardo Castellanos, el
primer Club patriótico cubano, se denominó “Asociación Patriótica de Cayo Hueso” y
fue fundado en 1869 por José Dolores Poyo, quien en ese entonces era lector de la
fábrica de tabacos propiedad de Martínez Ibor. Se conformó con obreros de esa
fábrica y los fines del Club eran esencialmente revolucionarios. Su Junta directiva
estuvo integrada por José D. Poyo, como Presidente; Juan María Reyes, como
Secretario y Antonio Madruga, era el Tesorero.

Posteriormente en 1870 se creó el Club Patriótico Cubano de Key West, bajo la


Presidencia de Miguel de Cárdenas y Zayas; Luis Caballero era el Secretario y José D.
Poyo, como Contador. Esta institución tenía la finalidad de recaudar fondos para
ayudar a las familias de los patriotas que estaban luchando en la Isla o que habían
fallecido en la lucha, entre los que se encontraban los hijos de Perucho Figueredo. En
1871 además se fundó el Instituto San Carlos, construido gracias a la ayuda y el aporte
de los patriotas del 68, el cual desempeñó un importante papel tanto en la vida política
de los cubanos, como en la vida educacional, cultural y social en general. El nombre
se lo pusieron en honor de Padre de la Patria Carlos Manuel de Céspedes. Además de
8

servir de reuniones de los revolucionarios y de desarrollar actividades culturales, en el


Club San Carlos se fundó la primera escuela bilingüe que existió en el Cayo.4

Otro importante club que vio la luz el 17 de noviembre de 1871 resultó la Asociación
Patriótica del Sur, que surgió (a instancias de la Agencia Central de la República de
Cuba, de Nueva York) por la necesidad de unir a todos los cubanos residentes en
Estados Unidos y tratar de coordinar un plan común que ayudara a la independencia.

Entre otras Asociaciones que fueron surgiendo al calor de la lucha se encontraban:


"Discípulos de Martí", "Yaguaramas Intransigentes", "Mercedes de Varona # 2,
"Hospitalarias Cubanas", "27 de Noviembre", "Patria y Libertad", "La Convención
Cubana", "Luz de Yara", y otros muchas más.

La proliferación de clubes en Cayo Hueso en los últimos 30 años del Siglo XIX fue
considerable. El periódico Patria, del 17 de agosto de 1895, afirma que en ese año
existían 72 asociaciones reconocidas oficialmente en Key West, que contaron en sus
filas con la casi totalidad de la población cubana que allí residía, se calculaba que por
el año de 1896, esta alcanzó la cifra de aproximadamente a doce mil cubanos

El propio Instituto San Carlos o la “Casa Cuba, como también fue conocida, sufrió
cambios significativos a lo largo de los años, tanto en el siglo XIX como en el propio
XX. La primera sede del Instituto se asentó en una pequeña casa de madera, después
se trasladó para otra instalación en 1874, pero la misma fue destruida en el gran fuego
ocurrido en Key West en 1886. Posteriormente fue reconstruida y de nuevo en 1919
fue demolida después del huracán que azotó las costas ese año. Su construcción actual
data de 1924, en 1920, la República de Cuba hizo una donación de 120 mil dólares
para su reconstrucción y se elaboró un documento donde se le daba la propiedad del

4
López Blanch Hedelberto. Testimonio. Patriotas del Cayo, Artículo Revista Bohemia Año 89 No. 13,
20-6-97, pag 12-15.
9

Instituto a la República de Cuba, queda claro que en las instalaciones del Club
funcionaría una oficina del Cónsul cubano.5

Otro elemento importante a considerar como particularidad entre los obreros


tabaqueros cubanos era su cultura, la que, aunque algo superficial, era a su vez extensa
y con un fuerte contenido crítico. El tabaquero cubano recibía el conocimiento a través
de las lecturas que se hacían a lo largo de la jornada laboral, mientras todos trabajaban,
se escogía a una persona, la cual era la encargada de leer, diferentes libros, periódicos
y artículos, tanto de historia, arte como de cultura general, por periodos en la mañana
se leía la prensa, tanto la nacional como la extranjera y la tarde la dedicaban a temas
históricos, de sociología, así como a narrar importantes novelas, de los autores más
famosos en el mundo. El lector de la tabaquería era considerado la persona más
instruida y por ende era muy respetado por todos. Dentro de Cayo Hueso era posible
identificar a buenos patriotas dentro de los lectores.

Después de terminada la Guerra de los 10 años, los cubanos continuaron e


intensificaron su participación en la lucha por la independencia de Cuba, la presencia
de los cubanos de Cayo Hueso en la preparación de la nueva guerra fue decisiva.
Cayo Hueso atendió expediciones, los revolucionarios sufragaron todos los gastos de
los patriotas que pasaban por allí, se apoyaba económicamente a las familias de los que
estaban en la manigua. Pero también fue destacada la participación de los cubanos de
6
Cayo Hueso en las actividades cívicas y culturales.

En 1892, José Martí fundó el Partido Revolucionario Cubano en el histórico Instituto


San Carlos, donde hizo un llamado a la unidad de todos los cubanos.

5
López Blanch Hedelberto, idem 4...
6
Casasus, Juan José: “La emigración cubana y la independencia de la Patria”. Editorial LEX, La
Habana. 1953. Pag. 355
10

El apoyo de los revolucionarios cubanos de Cayo Hueso y de Tampa a la lucha por la


independencia de Cuba contra España ha constituido un importante hecho histórico,
de lo que se han enorgullecido los descendientes de cubanos que viven o vivieron en
ambas ciudades

Precisamente dado el vínculo permanente que existía entre los cubanos del Cayo y los
que vivían y luchaban en la Isla, cuando los norteamericanos se vieron precisados
declarar la Independencia de Cuba, muchos cubanos regresaron al país de manera
rápida.

Algunas de las organizaciones e instituciones creadas se mantuvieron a lo largo de


estos años. El mismo Instituto San Carlos siempre mantuvo una doble
estructuración de cultura y arte, y de acción revolucionaria. Lo mismo ocurrió con el
Ateneo Democrático Cubano, las diversas cooperativas y gremios.

Después de finalizada la guerra, poco a poco el panorama de Cayo Hueso fue


cambiando en algún sentido, el escritor Gerardo Castellanos analizando las etapas por
las que ha transcurrido Key West, indica que desde 1899 hasta 1935, se fue
observando un indeclinable y lamentable descenso en torno a la vida en el Cayo, este
cambio se percibió tanto en lo económico como en lo social. Se evalúa que los
factores de cambio se relacionaban también con el que se producía con la industria del
tabaco allí y por consiguiente la correspondiente disminución de la presencia cubana.
El conjunto de causales que vinculan ese declive requiere ser estudiado con una
mayor profundidad, ya que fueron muchos los factores que influyeron. Por sólo
mencionar algunos factores, debemos evaluar en que medida afectaron: las
consecuencias del fin de la guerra y el empobrecimiento de los obreros tabaqueros, la
propia desilusión de ver frustrada las esperanzas de una Patria realmente libre, los
intereses económicos de trasladar la industria del tabaco hacia otras ciudades, entre
otros muchos elementos.
11

Si se pudo constatar por esos años, que cubanos que anteriormente se desempeñaban
como trabajadores del tabaco, empezaron a dedicarse al comercio, al detalle o
ambulante, en un mercado en gran parte asimilado por hebreos que “giran unidos en
torno a su sinagoga”, con gran proporción de negros respecto a los cuales el blanco
permanecía invariable en su “alejamiento y desprecio”. 7

En 1900 la población de Key West era de 17 100 habitantes, ya se había comenzado a


sufrir el traslado de parte importante de la industria tabaquera a Tampa, que comienza
a reemplazarla. El cayohuesano Browne escribe por su parte que en 1912 la población
de Key West comprendía a un 40 % de bahameses blancos, un 30 % de cubanos, un
20 % de negros y 10 % procedente de otras partes. La población en ese entonces se
calculaba en una 20 mil personas, pero a partir de 1934, después de la Gran Depresión,
ésta comenzó de nuevo a decrecer. En ese año el calculo poblacional era de 11 656, de
los cuales 9 450 eran blancos y 2206 negros, con un 80 % de ellos dependientes de
ayuda gubernamental.

En 1929 se establece el servicio aéreo entre Key West y La Habana, aspecto este que
continuó marcando los vínculos existentes

A la división cronológica y por etapa antes señalada, puede añadirse un último


período, que comenzó precisamente en 1934 con la gestión de fomento iniciada por el
FERA (Florida Emergency Relief Administration) en el marco de la política
económica auspiciada por el Presidente Franklyn D. Roosevelt y, producto de ella, el
crecimiento de Key West como importante enclave turístico en los Estados Unidos y
en especial de la Florida.

A pesar de los beneficios aportados por el FERA, en los años subsiguientes no hubo
cambio significativo en cuanto a la población, pues para 1968 se reportaron solo

7
Castellanos Gerardo, Motivos de Cayo Hueso....
12

12 750 habitantes; aunque sí para las décadas posteriores la cifra era


aproximadamente de 30 000 personas, siempre con la característica de encontrar
presencia de cubanos, pero indiscutiblemente en mucha menor proporción que antaño.

En la actualidad el antiguo Cayo Hueso continúa siendo un polo turístico, con deportes
relacionados con el mar y otras actividades que llevan a sus acogedores hoteles, calles,
negocios y playas a algunos millones de personas al año. Su población se dedica a la
actividad de los servicios, vinculados a la atención turística y también a la pesca.

Es conocido que a lo largo de las primeras 5 décadas del siglo XX, siempre se
mantuvo en Cayo Hueso presencia cubana, pero esta no era mayoritaria.
Posteriormente al producirse el triunfo de la Revolución en Cuba, en enero de 1959,
algunos cubanos regresaron a Cuba, pero a la vez comenzaron a llegar otros,
pertenecientes a las primeras nuevas oleadas de inmigrantes, algunos vinculados al
gobierno de Batista, otros relacionados con el capital norteamericano que
consideraban que la Revolución los había afectado, otros aliados a la burguesía
nacional cubana que de igual modo le dieron la espalda al nuevo proceso que se
iniciaba. Los que llegaron fueron principalmente a asentarse en Miami, pero hubo
también algunos que vieron en Cayo Hueso un lugar para comenzar una vida, uno de
los puntos más cercanos a Cuba.

¿ Cuándo y cómo comenzó a destacarse las actividades relacionadas con la pesca como
una de las principales dentro de la vida de Key West ?. ¿Qué papel han jugado los
cubanos en el desarrollo de esta actividad?. Este es uno de los aspectos que
intentaremos analizar a continuación.

Aun y cuando desde 1800 se conocía que parte de la población del Cayo se dedicaba a
la pesca, siempre se mencionaba que en estas actividades era difícil que se encontrara
la presencia cubana.
13

La presencia cubana en la actividad de pesca comienza a verse de manera mayoritaria


en la década de los 60 del Siglo XX, aunque por el año de 1941 ya se conocía de
algunos cubanos que dedicaban a estas actividades. Unos pocos de estos pescadores
habían tenido una experiencia previa como tal durante sus años en Cuba, pero si se
consideraba que la mayoría se había dirigido ya en Estados Unidos a desarrollar tal
oficio, por no haber encontrado otras opciones de empleo.

Una de las actividades de pesca dentro de las cuales a los cubanos le fue difícil
acceder, fue la dedicada a la pesca de la langosta. Esta actividad requería mucha
pericia y no siempre eran bien mirados los cubanos que la desarrollaban, tampoco eran
fácilmente aceptados en las organizaciones propias que existían de los pescadores de
langosta en el Cayo.8

Los propios norteamericanos refiriéndose a los cubanos que se dedicaban a estas


actividades señalaban que habían muchas barreras culturales entre los cubanos y los
norteamericanos, que no le permitían que fácilmente fueran aceptados como tal.
Durante estos años de los 60 y los 70 se distinguían sentimientos de rivalidad entre
pescadores cubanos y norteamericanos. Otro de los argumentos en los cuales se
basaban sus apreciaciones era que los cubanos no hablaban inglés y por eso, era muy
difícil comunicarse con ellos.

A partir de 1975 se observó la presencia de un nuevo influjo de cubanos dedicados a la


actividad de pesca, llegaron cubanos que venían con determinada experiencia
desarrollada en Miami y en Bahamas y tuvieron que ser aceptados por los demás ya
que los argumentos de falta de experiencia se habían desmoronados.

La actividad de pesca de los cubanos, así como la de los restantes pescadores tanto los
norteamericanos como los provenientes de otras nacionalidades, no siempre la

8
Cruz Torres María L. The Cuban Fishermen of Key West. Tesis Master of arts. New Brunswick, New
Jersey. May 1987.
14

desarrollaban alrededor de Key West, sino que también tenían determinadas bases en
otros cayos aledaños, entre los que se encontraba Stock Island, una pequeña isla al
lado del Cayo.

A partir de 1980, con la llegada de la oleada de cubanos conocidos como “Marielitos”,


se incrementó mucho más la presencia de cubanos dedicados a las actividades
pesqueras y de igual modo fue más destacado la conformación de determinadas
agrupaciones de pescadores. En un primer momento se observó un importante
rechazo a estos Marielitos, debido a las historias que se contaba de ellos, las conductas
delincuenciales asumidas por algunos y a las propias experiencias vividas por los
pobladores del Cayo cuando estos llegaban en bote desde Cuba, ( los cubanos que
llegaron a través del Puerto de Mariel, lo hacían por Key West y es allí donde se les
procesaba en la propia Estación Naval del Cayo). Pero poco a poco, al irse alejando
de la zona y de las actividades pesqueras aquellos Marielitos que presentaban
conductas antisociales, se empezó a observar entre los pescadores cubanos
sentimientos de solidaridad y colaboración. Es a partir de esa fecha donde también se
comienzan a encontrar patrones de barcos o administradores de origen cubano.

Los cubanos pescadores se dividen en varios grupos, casi siempre a partir del propio
proceso de migración por la que atravesaron tanto ellos como su familia. Por un lado
podemos encontrar los viejos residentes, mucho de los cuales nacieron en Estados
Unidos y forman parte de la 2da y 3era. generación de cubanos, a veces nacidos de las
uniones intermatrimoniales de cubanos y norteamericanos, a éstos se les llamó
también “Conch”, por supuesto hablan inglés y la mayoría siempre han vivido en Key
West, los que además continúan mostrando presencia de la cultura cubana, en términos
de tipos de comida y costumbres, también en ocasiones se les conoce como “Viejos
Cubanos”. 9

9
Cruz Torres María L. Tesis Master of Arts. Idem
15

Es posible también distinguir como un segundo grupo a los que llegaron formando
parte de las oleadas de las décadas del 60 y el 70, a estos se les llama los
cubanoamericanos. Es necesario recordar que estos cubanos recibieron un trato
preferencial a su llegada a Cuba y muchos de ellos poseen propiedades en Key West,
algunos negocios, restaurantes, hoteles y otras instalaciones de servicio.

Entre los miembros del primer y del segundo grupo es que se pueden encontrar con
más frecuencia los dueños de centros de pescas, barcos, así como también los
propietarios de algunas de las principales áreas de servicios vinculadas unas con las
esferas turísticas, hoteles, centros de recreación, restaurantes, cafeterías, etc.

El tercer grupo lo conforman los ya mencionados Marielitos, o sea aquellos que


arribaron en los primeros años de la década del 80, fundamentalmente a través de
puente Mariel-Key West. Las características de este grupo, ya la habíamos
mencionado anteriormente, así como también habíamos indicado las dificultades
iniciales que tuvieron para alcanzar un nivel de integración con el resto de las
comunidades pesqueras existentes en el cayo. Los Marielitos forman parte de la
llamada fuerza de trabajo como tal, o sea que es difícil encontrar entre ellos a
propietarios de instalaciones.

Siempre se ha observado un mejor nivel de integración entre los viejos cubanos y los
cubanoamericanos, o sea entre los que conforman el primer y el segundo grupo. Los
miembros de ambos grupos, por si mismo, fueron parte del principal obstáculo que
tuvieron los Marielitos para lograr una adecuada inserción Sin embargo, en un
determinado momento, se observó una diferencia entre los que se llamaban “buenos
Marielitos” de los considerados “malos Marielitos”. Los primeros eran los que se les
atribuía que poseían familiares en Estados Unidos y que a su vez siempre habían
tenido intención de emigrar. Los segundos eran los conflictivos, los que poseían
antecedentes penales y se les evaluaba como personas de clase baja, sin educación;
estos han sido siempre los más rechazados.
16

En general los Marielitos no tuvieron las mismas posibilidades de adaptación que el


resto de los inmigrantes que arribaron antes del 80. No contaron con facilidades
económicas que le permitieran acceder a mejores empleos y condiciones de vida. Es
por esto una de las razones que nos permiten diferenciarlos con los primeros grupos.
Si los que llegaron en esos años no contaron con ayuda provenientes de amigos y
familiares, sus posibilidades de asentamiento fueron muy escasas.

El cuarto grupo está conformado por los llamados “balseros”, o sea aquellos que
arribaron, algunos de manera ilegal en la década del 90. Dentro de ellos es posible
encontrar personas que anteriormente se desempeñaban en actividades relacionadas
con la esfera de la pesca. Los que tuvieron dificultades para acceder a empleos y
contaban con determinada experiencia en el arte de la pesca, prefirieron quedarse a
vivir en los Cayos, incrementándose por esta vía el número de empleados y pescadores
tanto en Key West como en Stock Island. Es posible reconocer ya una pequeña
comunidad con residentes de estas características. Este grupo también ha confrontado
dificultades para su asentamiento, ya que al igual que los Marielitos no contaron con
ayudas económicas para acceder a otros empleos y otras posibilidades, de ahí que
muchos decidieron quedarse a desempeñar determinados oficios relacionados con la
pesca. De igual modo los niveles culturales de algunos miembros de estos grupos de
nuevos arribantes no son lo suficientemente alto que le permita desempeñar otras
tareas.

Muchos de los cubanos que viven en Key West, primero se asentaron en Miami, pero
después se trasladaron a residir en el Cayo por considerarlo más cercano a Cuba.
Siempre se ha observado una fuerte relación entre Key West y Miami. Generalmente
muchos de los cubanos en Key West tienen familias y amigos en Miami, los que
visitan con frecuencia. Incluso se ha mencionado por algunos que ven a Miami como
la ciudad y a Cayo Hueso como el campo.
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En Cayo Hueso se ha mantenido la tradición de celebrar en determinadas fechas,


fiestas a nivel popular propias de cubanos. En ellas se hacen actividades
participativas, bailes y demás. Muchas de estas actividades se realizan de manera
muy coordinada con el Instituto “San Carlos”.

La vida latina en los últimos años en Cayo Hueso ha estado también matizada por el
arribo de otras poblaciones hispanas, en especial conformada por haitianos,
dominicanos y algunos centroamericanos, estas nuevas condicionantes le ha ido
imprimiendo como tal al Cayo un sello particular.

De igual modo es importante indicar otros factores por los que ha atravesado la
población del Cayo durante de las décadas del 60 y 70. Durante esos años arribaron a
Key West un fuerte contingente de hippies, que encontraron un lugar y un espacio
donde coexistir. Por esta razón y al calor de las características de los nuevos
pobladores, muchos de los antiguos residentes decidieron irse. Otra razón que estuvo
vinculado a la salida de algunos residentes fueron las posibilidades de ventas de
inmuebles, ya que por el auge del turismo se aumentaron considerablemente las rentas,
siendo entonces muy beneficioso el considerar la venta de terrenos y de inmuebles.
Tómese en cuenta que muchos de los antiguos residentes eran personas mayores,
retirados, que vivían de rentas. De ahí que las ventas resultaran muy beneficiosas
para ellos. Estas situaciones, unidas a lo anteriormente indicado, lo referido al arribo
de nuevos latinos, la existencia de una comunidad hippie, el incremento de la actividad
turística, etc., constituyeron factores de cambios que han ido modelando en algún
sentido el ambiente de Key West y le comenzaron a impregnar un nuevo estilo.

Durante algunos años se han mantenido algunas contradicciones entre los cubanos
residentes en Cayo Hueso, en especial entre los que mantienen simpatías por el
proceso revolucionario cubano y aquellos que muestran posiciones contrarias. Las
dificultades mayores se centraron por momentos alrededor del Instituto “San Carlos”,
ambos grupos solicitaban mantener la dirección del centro, pero por diferentes
18

coyunturas lograron acceder al control del Instituto precisamente los cubanos que
asumen una posición contraria a Cuba, por lo que se utilizó por años esta instalación
para la realización de actividades no tendientes a la normalización de las relaciones
entre cubanos.

En estos momentos se observa por parte de algunos viejos residentes de Cayo Hueso
el interés de rescatar la historia de este Cayo y en especial tratar de potenciar los
vínculos históricos entre Cuba y Cayo Hueso, vínculos que datan ya de 3 Siglos, pero
que tuvo una impronta muy importante y destacada a partir de la presencia de los
tabaqueros cubanos.
19

Bibliografía.

1. Alvarez Estevez, Rolando. La Emigración cubana en Estados Unidos. Editorial


Ciencias Sociales. La Habana 1986.

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