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Dedicado a la Memoria de Irving B.

Rouse (1913–2006)

ANTROPOLOGANDO
Revista Venezolana de Antropología Crítica

Depósito Legal: Pp200502 CS1790 Año 5 - Nº 15


ISSN: 1856-1535 Enero - Junio 2006

Aproximaciones al Pasado Indígena


Revista Venezolana de Antropología Crítica

ANTROPOLOGANDO
Año 5, Nº 15 Enero-Junio 2006

Director General
Benjamín Martínez

Equipo Editorial Antropologando: Es una revista que se soporta


Eduardo Herrera Malatesta ideológicamente con el verbo de acción antropologar, creado
Luisa Franca por el antropólogo Darcy Ribeiro. Creemos que la ciencia no es
una actividad desligada de las coyunturas sociales por las que
Equipo Asesor atravesamos, sino que es una herramienta para hacer posible
Daniel Mato cada vez más una comunidad del saber, del dialogo, de las
Enrique Alí González Ordosgoitti acciones políticas transformativas legitimadas dentro del marco
Esteban Emilio Mosonyi de las sociedades democráticas.
Samuel Hurtado Salazar

Traducción
Audrey Colmenares

Imagen y Mercadeo Revista Semestral Arbitrada


Ana María Martínez

Editor de este número


Eduardo Herrera Malatesta

Portada Grupo de discusión en Internet


Copa cerámica. Estilo Muisca clásico-tardío (1250-1600 d.C.), La http://groups.msn.com/antropologando/
Pradera, Subachoque, Colombia. Foto: Harry Marriner
Correo electrónico
antropologando@msngroups.com
Antropologando agradece a los árbitros de esta edición
EDITORIAL
Eduardo Herrera Malatesta 5

ARTÍCULOS
El Esqueleto de La Pradera. Un Posible Caso de Muerte por
Trauma
Harry Marriner y Carolina Mallol 13

Tipología y Análisis de Rasgos Mediante “Cluster Analysis” en


los Pictogramas Ornitomorfos del Arte Rupestre Cubano
Divaldo Gutiérrez Calvache 35

Del Barro a la Olla: Empleo de Variables Morfo-métricas para


el Análisis de Forma y Función en la Cerámica del Orinoco
Medio.
Mairim Gil, Luramys Díaz, Kay Tarble 59
Aproximaciones al Pasado Indígena
Aportes al estudio macro-regional de las sociedades
prehispánicas de los llanos occidentales venezolanos:
Configuración regional de El Cedral
Juan Carlos Rey G. 103

Between the Mainland and the Islands: The Amerindian


Cultural Geography of Trinidad
Arie Boomert 149
Antropologando Año 5, Nº 15
Enero-Junio 2006 Los enterramientos como formas de interpretar el pasado: un
estudio comparativo de dos patrones funerarios de la Región
Sicarigua-Los Arangues
Claudia Tommasino Suárez 181

Construcción del pasado indígena a través de textos de la


historia oficial
Sigrid R. Curtis Guzmán 213

CONMEMORACIÓN
Irving Rouse y la Arqueología del Caribe
Erika Wagner 237

ABSTRACTS 244

NORMAS DE PUBLICACIÓN 248


Antropologando Enero-Junio 2006 Antropologando 5 (15) Enero-Junio 2006 6
Año 5, Nº 15: 5-12
(1972), entre otros. Desde los modelos evolucionistas-ecológicos de
EDITORIAL Steward (1948, 1955) hasta la ecología cultural de Meggers (1971,
1973). Desde procesualismo de Binford (1962, 1988) a la
Eduardo Herrera Malatesta
Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas arqueología conductual de Schiffer (1990, 1991a, 1991b). Desde el
materialismo histórico de Gordon Childe (1981 [1936]) a la
Generalmente, los artículos y libros sobre arqueología en sus Arqueología Social Latinoamericana (Lumbreras 1974; Bate 1977;
primeros párrafos buscan definir qué es. Sin embargo, no todos Sanoja 1983; Vargas 1984). Desde el postprocesualismo originario
inician diciendo que no es. La arqueología, actualmente no es una de Hodder (1988, 1991, 1999) hasta las arqueologías postprocesuales
especialidad homogénea, con límites claramente definidos con las radicales (Shanks y Tilley 1987; Shanks y Hodder 1995; Knapp
disciplinas afines. La arqueología no es un conocimiento acabado 1996; Ashmoore y Knapp 1999). Esto es sólo un vistazo general para
como el pasado. No es un discurso unilineal y monótono. En esta destacar que en los últimos setenta años la arqueología ha pasado por
presentación, mi interés, no busca definiciones o delimitaciones; en una diversidad de tendencias teóricas que han marcado la
cambio, está en observar cómo la arqueología ha “evolucionado” heterogeneidad de las investigaciones contemporáneas.
hasta la amplia gama de producción intelectual que se produce hoy Además de la teoría los arqueólogos han diversificado las formas de
en día. No es necesario hacer un recuento extenso de las teorías y clasificar y analizar desde los tradicionales estudios cerámicos.
métodos, pues ya se han hecho muy buenas compilaciones al Existiendo una amplia variedad de análisis químicos, físicos,
respecto (Daniel 1987; Trigger 1992; Renfrew y Bahn 1998). En matemáticos, estadísticos, geográficos, ecológicos, cartográficos,
estas páginas preliminares, trataré de destacar la producción de semióticos, económicos, entre otros. Esta diversidad se desarrolla y
conocimiento arqueológico actual, sus representaciones e enriquece aún más con las posturas personales en su
interpretaciones, y la diversidad discursiva sobre el pasado. operacionalización. Ejemplo de esto lo han dado los estudios de
Es notorio, actualmente, como se han diversificado las maneras de género, los cuales han complejizado considerablemente las
hacer arqueología, desde las técnicas hasta las teorías. La representaciones sobre el pasado. La arqueología feminista (Gero y
arqueología se ha multiplicado desde sus inicios teóricos en la Conkey 1991; Spector 1993), la Queer Theory (Dowson 2000), y
historia cultural. Desde las definiciones originarias de Kidder (1924) otras tendencias de estudios de género han abierto una importante
hasta los refinamientos teóricos de Phillips y Willey (1953) y Rouse ventana para las interpretaciones arqueológicas. Se puede incluir
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aquí, además, el creciente interés por reconocer que la arqueología, diversidad y reconocimiento de la interconexión entre las prácticas,
al menos en América, no se refiere exclusivamente a grupos los métodos y las representaciones del pasado.
indígenas, sino también a comunidades negras (Orser 1990; Orser y El artículo de Marriner y Mallol es un reporte técnico sobre un
Funari 2001; Rivas 2002), y grupos europeos con la llamada enterramiento humano hallado en La Pradera, Subachoque,
arqueología histórica y la arqueología del capitalismo (Orser 1996; Colombia. Este tipo de reportes son sumamente importantes y, sin
Leone 1999; Jhonson 1996). embargo, se ha perdido la costumbre de presentarlos. Hoy en día se
En conclusión, mi interés al mencionar toda esta amplia gama de considera que un artículo debe ser más que un reporte de hallazgo;
investigaciones es el de recalcar la importancia de la multiplicidad no obstante, el artículo de Marriner y Mallol es un buen ejemplo de
que actualmente se ha generado en la arqueología como resultado de un trabajo que informa sobre evidencias materiales inéditas y que
sus antecedentes históricos. Esta pluralidad de perspectivas, aunque busca, en función de los conocimientos arqueológicos, iniciar el
para algunos genere confusión, es la representación máxima de que proceso comparativo e interpretativo.
la arqueología es una aproximación multivocal al pasado. Cada Gutiérrez Calvache presenta un interesante aporte al arte rupestre
aporte implica un fragmento de información en la búsqueda de cubano; y un ejemplo de la aplicación de métodos matemático-
reconstruir un pasado acabado e inalcanzable. De aquí que muchos estadísticos en arqueología. Siguiendo una clasificación tipológica,
opinen que la investigación arqueológica es un proceso continuo y aplica el método de Cluster Análisis con el fin de clasificar los
dialógico para adquirir conocimiento más que un estudio motivos ornitomorfos y obtener tipos a partir de los cuales poder
concluyente y definitivo de sociedades pasadas. Es bajo esta realizar comparaciones. Gil, Díaz y Tarble muestran otra manera de
perspectiva que surgió la motivación de organizar un número en aplicar métodos estadísticos en arqueología. Las autoras presentan
Antropologando que se dedicara a las aproximaciones arqueológicas, los resultados que obtuvieron al aplicar la técnica de Análisis de
que expresara la diversidad de estudios de casos y las distintas Componentes Principales (ACP) sobre una muestra cerámica
maneras de abordarlos. Esta edición dedicada principalmente a las proveniente del Orinoco Medio, perteneciente a los periodos colonial
investigaciones de casos particulares, es un pequeño reflejo de esta y Republicano. Este artículo va a un paso más allá que el anterior,
diversidad. A lo largo de esta edición se podrá percibir con los realizando interpretaciones sobre los resultados obtenidos. Por su
artículos las diferencias teórico-metodológicas para aproximarse al parte, Rey a través de un análisis procesual macro-regional, compara
pasado. El orden de los artículos sigue una lógica basada en la las características de sitios con rangos jerárquicos diferentes con el
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objetivo de conocer la configuración regional que existió en los justificar la creación de un estado-nación independiente de la
Llanos de Barinas, Venezuela. Con este trabajo, el autor construye monarquía española y la Gran Colombia.
hipótesis sobre los procesos de producción, distribución y consumo Por último, se presenta una conmemoración a Irving B. Rouse escrita
de excedentes agrícolas, parte fundamental de la economía política por Erika Wagner. La autora en su texto realiza una breve biografía
de esa sociedad prehispánica. de la vida de este personaje tan significativo en la arqueología del
Boomert, por su parte, discute a partir del vínculo de datos Caribe y Venezuela, y comparte su visión personal sobre este
fisiográficos y geográficos con datos arqueológicos e históricos los investigador. Esta edición esta dedicada a la memoria de Irving B.
desarrollos culturales indígenas de Trinidad durante el periodo Rouse, quien además de ser una de las principales figuras de la
prehispánico e histórico. Su énfasis está en la descripción e arqueología Histórico-Cultural, realizó aportes invaluables a la
interpretación de los patrones de interacción, intercambio y arqueología del Caribe y de Venezuela. La figura de Rouse está
transmisión cultural que existieron entre el Bajo Orinoco y el Caribe. presente en cualquier trabajo que se realice en las áreas en las que
Este artículo muestra la integración de datos de diferentes áreas y su trabajó, tanto por sus clasificaciones como por sus propuestas. Es
representación en modelos de interacción e intercambio. En su con esta multiplicidad de artículos que se le puede rendir homenaje a
artículo, Tommasino Suárez, presenta un análisis postprocesual de un investigador que mantuvo una unidad de pensamiento durante su
una muestra de enterramientos enfocado hacia las nociones del larga trayectoria, y sin embargo, desde sus ideas para aproximarse al
contexto y el simbolismo aplicadas a las prácticas funerarias. En este pasado han surgido una variedad de visiones.
artículo se expone como una muestra reducida no es impedimento
para realizar interpretaciones, siempre y cuando se utilicen las REFERENCIAS CITADAS
teorías, métodos y técnicas adecuados para realizar análisis con Bate, Luís F. 1977. Arqueología y Materialismo Histórico. Ediciones de
Cultura Popular, México.
intensiones interpretativas. El artículo de Curtis Guzmán, es un Binford, Lewis R. 1962. Archaeology as Anthropology. En: American
Antiquity. Vol. 28 - No 2. pp. 217 - 225.
intento de alcanzar algo más que la interpretación del indígena Binford, Lewis R. 1988. En Busca del Pasado. Descifrando el registro
prehispánico. Su interés está en analizar, a través de cuatro textos arqueológico. Editorial Crítica, Barcelona.
Daniel, Glyn. 1987. Un Siglo y Medio de Arqueología. Fondo de Cultura
fundamentales de la historia de Venezuela, la representación del Económica. México.
Dowson, Thomas A. 2000. Homosexuality, queer theory and archaeology.
indígena en la historia oficial, y como, a través de ésta se trató de
En: Interpretative Archaeology. A Reader. Julian Thomas (editor).
Leicester University Press, London. pp. 283-289
Antropologando 5 (15) Enero-Junio 2006 11 Antropologando 5 (15) Enero-Junio 2006 12

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Antropologando Enero-Junio 2006 Antropologando 5 (15) Enero-Junio 2006 14
Año 5, Nº 15: 13-34
pozo de aproximadamente 0.5 metros de profundidad que se abría a

EL ESQUELETO DE LA PRADERA una tumba de 150 x 100 x 70 cm.. La tumba contenía un esqueleto
UN POSIBLE CASO DE MUERTE POR TRAUMA extendido sobre su espalda y entre los pies de este, como único ajuar
Harry Marriner1 funerario, un recipiente cerámico de estilo copa ceremonial muisca
GIPRI Colombia policroma con pedestal (14.2 cm. de diámetro x 14.2 cm. de altura).
Dra. Carolina Mallol2
Harvard University Los pies del esqueleto se hallaban orientados a 66 grados (norte real)
indicando la dirección de la salida del sol en fecha de solsticio del
RESUMEN
Se estudió un entierro de La Pradera, Subachoque, Colombia para dar la verano (21 de junio). El cráneo se hallaba orientada a 246 grados
única información a la fecha sobre las costumbres funerarias muiscas de (norte real) indicando la dirección de la puesta de sol en fecha de
esta zona de la Sabana de Bogota. La longitud, condición y forma de los
huesos del entierro junto con el diseño de una copa cerámica estilo solsticio de invierno (21 de diciembre).
ceremonial muisca, indican que entre 1250-1600 d.C. posiblemente murió
un hombre indígena muisca con una edad aproximada a los 35-39 años. El Edgar Morales es el dueño del terreno. Aunque los agricultores
hombre, aproximadamente de 1.5 metros de estatura, posiblemente murió a fueron los responsables de la extracción de los huesos y el recipiente
causa de un golpe en la parte posterior de su cabeza. La orientación del
esqueleto indica un posible interés especial en la dirección del nacimiento cerámico, lo cual conllevo a la perdida de algunos huesos y dientes
del sol en la fecha del solsticio de verano y/o la dirección del ocaso del sol
en la fecha del solsticio de invierno. del esqueleto, afortunadamente éste se salvó en su mayor parte
Palabras Claves: Colombia, muisca, arqueología, arqueoastronomía. gracias al trabajo de Jorge Ruge Camargo. Pablo E. Poveda fue

INTRODUCCIÓN testigo del hallazgo.


El 3 de Junio de 1991 en el potrero de Yerbabuena, ubicado en el
piedemonte oriental de un cerro llamado Choque, en la vereda de
Quemado Grande, Inspección de Policía de La Pradera, Municipio
de Subachoque, departamento de Cundinamarca, Colombia, unos
agricultores encontraron una laja de piedra corrida a poca distancia
de su lugar original. Al remover la piedra, cuya forma era ovalada y
con unas medidas de 5 x 36 x 54 cm., Juan Camargo descubrió un

1
Investigador de GIPRI Colombia, harrymarriner@unete.com
2
Departamento de Antropología, Harvard University, Fig. 1. Esqueleto al lado de la tumba
carolina.mallol@gmail.com
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ANTECEDENTES
El sitio se encuentra cerca de un antiguo asentamiento y cementerio
Mapa 1. Ubicación del entierro aproximadamente de los indígenas de Subachoque (Marriner 1993: 28), en la parte
30 kilómetros al norte de Bogota, Colombia
norte del Valle de Subachoque (antes Valle de Chinga), área de La
Pradera (antes Pueblo Viejo), a una latitud norte de 5 grados 0
minutos, y longitud de 74 grados 7 minutos al oeste de Greenwich.
La secuencia cultural precerámica para la Sabana de Bogota se sitúa
entre 11000 y 5000 A.P. Hay evidencias de cazadores, recolectores y
plantadores en la altiplanicie de la Cordillera Oriental entre los años
5025 y 2725 antes del presente (Correal 1990: 255). Una cultura
denominada “muisca” dominó la zona de la Sabana de Bogota y el
valle de Subachoque entre 600-1600 d.C. La tribu Subachoque
estaba bajo el dominio del Zipa (cacique) muisca. Esta tribu
Subachoque desapareció de la zona de La Pradera (antes Pueblo
Viejo) hacia 1603 d.C.
El entierro de este estudio se encuentra a 30 kms. al norte de Bogota
a una altura 2.680 metros de altitud, a aproximadamente 80 metros
sobre el nivel de un lago ínter montano que cubría la sabana de
Bogota hace 30.000-40.000 años. Los grupos de indígenas de
Subachoque eran súbditos del Zipa o jefe de la zona muisca del sur.
La más densa población del valle de Subachoque posiblemente se
encontraba hacia el norte del actual Subachoque entre las veredas
Quemado Grande y Rincón Santo. El nombre indígena del actual
pueblo de Subachoque era Amicacancia (Martinez J. en Gomez
1980: 16). El nombre indígena “Subachoque” pertenece a la zona
general. Vestigios del asentamiento indígena mas cercano al entierro,
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se encuentra a 750 metros de la tumba, a 160 grados este (norte real) CONTEXTO CULTURAL
y a una altitud de 2.600 metros cerca del Río Subachoque, entre las En 1538, durante la época de la conquista española, los indígenas del
quebradas de Hierbabuena y El Salitre. tribu Subachoque ocupaban el extremo norte del Valle de
En 1895 Rafael Forero U. (Forero 1895:1) reclamó el hallazgo de Subachoque y los indígenas Chinga ocupaban la zona sur del Valle
asentamiento y cementerio de los indígenas de Subachoque. A su de Subachoque (Velandia 1980: 2148). Juan de Güemes fue el
vez, reclamó derechos de minería sobre todos los artefactos hallados primer encomendero de los indios de Subachoque a mediados del
en el área circundante a las chimeneas de la Ferreria de La Pradera. 1500. Al morir éste, su esposa Juana Florez heredó la encomienda y
Las fronteras específicas de dicha área, que más o menos bordean el en 1575 se convirtió en la propietaria. En 1594 el oidor Miguel de
antiguo asentamiento, fueron descritas por Forero (ver abajo) tal que Ibarra le dio al jefe de Subachoque, Don Pedro, tierra de reserva, la
éstas rodeaban el sitio llamado Pueblo Viejo perteneciente a la cual consistía de una estancia de (1 cabuya=100 pasos de 68,07-70,5
jurisdicción de Subachoque: centímetros cada uno=68,07-70,5 metros) de ancho, a lo largo del río
Chacha (río Subachoque) a ambos lados del camino real que iba “de
“Empezando por la Ferreira de La Pradera, subiendo por la Tabio hasta los panches.” Se midieron otras 12 cabuyas desde el
quebrada hasta donde termina un campo llamado sitio de Sichuata, donde terminaba el territorio indígena, siguiendo el
Hierbabuena y hay una pequeña casa y dos árboles en el
lado oeste del río y desde esta casa y árboles en línea recta valle hasta el sitio de Chitatoque. Los capitanes Don Alonso y Don
hasta la cima mas alta del cerro llamado ‘El Choque’ y Juan también recibieron 6 cabuyas de tierra cada uno en la misma
desde esa cima hasta donde indica la ley, tomando el lado
norte de la laguna de El Salitre (el nombre indígena de la área. Todos los indios de Subachoque recibieron 30 cabuyas de
quebrada El Salitre era Usanica). En el lado este, desde el tierra común medida a lo largo del río Chacha y subiendo hasta el
río hasta las casas de la hacienda de la antes mencionada
Ferreira y de estas casa hacia el sur, por el centro del sitio llamado Sichuata, pasando por la quebrada Chuchista.
campo El Salvial (hoy la casa de Gabriel Salamanca en la En 1603 el oidor licenciado Diego Gómez de Mena obligó a los
área del Tobal) y después en línea recta a través de un
campo perteneciente a Miguel Hernández (debajo de Las indios de Subachoque a trasladarse a un sitio cerca de Tabio, visitado
Juntas) y de ahí, en línea recta hasta la quebrada llamada por el oidor. Para llegar al sitio, el oidor se fue de Tabio y llegó a un
Matatigre (hoy El Vergel) y de ahí subiendo por la quebrada
hasta donde indica la ley y en el lado oeste, todos los cerros cerro al que los indios llamaban Choque. Desde el cerro diviso un
hasta donde permite la ley”.3 sitio y tierra plana al parecer buena y fértil a la cual los indios de
Tabio llamaban Guantoque. Estaba localizada cerca, pero afuera, de

3
Tabio hacia el camino de Chia. Los indígenas la consideraron
Los comentarios en paréntesis son de los autores.
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aceptable si incluía el terreno bajo el camino que iba de Tunja a 066 grados (orientación de la cabeza) es 246 grados donde pone el
Mariquita así como el terreno que bordeada las estancias de sol en el día del solsticio de invierno.
Cristóbal Gómez. El oidor notó que los indios de Tabio trabajaban
en dos o tres áreas de la zona señalada, pero que de resto estaba
deshabitada.
El traslado forzado jamás ocurrió debido a que la encomendera
Francisca Arias llevó a los 180 indios de Subachoque a su
encomienda de Macheta, Boyacá antes de que el dictamen de
diciembre de 1603 se hiciera efectivo. La vida cotidiana de los
nativos de la tribu Subachoque se vio severamente afectadas por el
traslado y solo unos cuantos indígenas regresaron al Valle de
Subachoque durante los años siguientes para ser empleados por los
terratenientes españoles o para esconderse en las montañas. No
quedan vestigios visibles de los habitantes pre-conquista, excepto
unas pictografías en rojo sobre unas rocas en el valle (Marriner
2003:1).

DESCRIPCIÓN DEL ESQUELETO


Se encontró el esqueleto boca arriba, brazos extendidos a lado del
cuerpo, y piernas extendidas hacia el noreste (azimut 066 grados
real) con una vasija cerámica entre los pies. La dirección y
Se hizo registro, documentación, y análisis de los huesos del
orientación de los pies es significativa porque 066 grados real es el
esqueleto según el método y terminología de Sweedlund (1971).
azimut del nacimiento del sol para Subachoque para el día del
solsticio de verano (21 de junio). El sol jugó un papel importante en
Determinación del Sexo
las leyendas y vida cotidiana de los muiscas. La dirección opuesto de
Aunque faltaban muchos huesos y otros se encontraban rotos o
erosionados, aun se conserva un buen número de indicadores
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sexuales, lo cual nos permitió identificar el esqueleto como Todd para fase VII (Bass 1971: Plate 5), con un cambio importante
masculino. de aspecto en superficie y en la cara ventral de una textura granulada
a) La mandíbula es cuadrada angulosa, un rasgo típicamente a otra granulada más fina o hueso denso y con una forma claramente
masculino, en lugar de tener un punto en la línea media y ovalada. Esto indica un cohorte de edad entre de 35 y 39 años.
una forma más curva, como se observa en las mujeres. J. V. Rodríguez (en Cárdenas 1990: 137 Tabla 1) determinó que 14,2
b) El pubis es corto con un ángulo subpúbico estrecho. Al % de los hombres muiscas enterados en el cementerio de Soacha
colocar el dedo índice perpendicular a la sínfisis púbica éste quedan en el cohorte 35-40 años en la fecha de muerte y 61,8%
solo se puede mover ligeramente lo cual indica sexo murieron entre 40-55 años. Solamente 23.8% de los hombres
masculino (pelvis masculina). enterados en Soacha murieron mas joven que el hombre de este
c) Se calculó un índice isquio-púbico de 83.9 cm.. a partir del estudio.
largo del pubis, (7.3 cm..) y del isquion (8.7 cm..). El
resultado indica sexo masculino. Determinación de La Estatura
d) Las arcadas supro-orbitales y la protuberancia occipital son Con base a las medidas del fémur (36.8 cm.), la tibia (30.0 cm.), el
poco prominentes. húmero (27.4 cm.) y el peroné (29.2 cm.), y considerando que el
e) El proceso mastoideo parece ser lo suficientemente grande esqueleto es masculino, se estimó una estatura de 149.8 cm. a partir
para ser considerado hombre. de las tablas de Genovés (1967:73 Tabla 12) de calculo de las
f) La hendidura ciática es bastante estrecha indicando sexo estatura, las cuales se basan en las medidas de los huesos largos de
masculino, al igual que el ángulo acetábulo-femoral. indígenas masculinos de procedentes de México Central. Cabe
señalar que la medida promedio del fémur para el sitio de
Determinación de la Edad Aguazuque, fechado en 5.025-2.725 antes del presente (Correal
La epífisis estaban totalmente unidas al resto del hueso indicando 1990), procedente de la antigua sabana de Bogotá, es 41.452 cm., un
que se trata de una persona adulta. Se estudió la sínfisis púbica para fémur mucho mas largo que el espécimen de La Pradera.
determinar la edad aproximada con base a que su superficie sufre Se ha de tener en cuenta que la estatura estimada es tan solo una
una metamorfosis regular a partir de la pubertad. La observación aproximación ya que no hay medidas disponibles de otros esqueletos
presento cierta dificultad debido al deterioro parcial de la sínfisis, procedentes de Subachoque. Esta información debe ser comparada
pero en general la superficie parece encajar dentro del modelo de con esqueletos adicionales con tal de obtener resultados
Antropologando 5 (15) Enero-Junio 2006 23 Antropologando 5 (15) Enero-Junio 2006 24

significativos dado que las tablas de Genovés se calcularon a partir Craneometría


de una población indígena de México Central, probablemente con En general el cráneo presenta un buen estado de conservación a
características distintas a los grupos indígenas de Subachoque. excepción de la erosión parcial de las protuberancias prominentes
habiéndose podido obtener siguientes medidas craneométricas:
Enfermedades a) Un índice nasal de 56.8 cm. indicativo de platirrinia
La osteomalacia, un problema que surge por la deficiencia de (apertura nasal ancha).
vitamina D en el cuerpo, no se muestra en el pelvis del esqueleto de b) Un índice orbital de 97.7 cm. indicativo de
La Pradera, pero fue una enfermedad común in la población hipsiconchia (órbitas estrechas).
arqueológica muisca en Soacha (Rodríguez en Cárdenas 1990:130). c) Un índice craneal de 84.2 cm. indicativo de
El desarrollo del hueso en la parte occipital del cráneo siguiendo la braquicrania (cabeza redonda).
sutura sagital es anormal siendo muy alto el caballete. También, d) Un índice vértico-longitudinal de 81.8 cm.
parece que había presión por un tiempo en la región encima de los indicativo de hipsicrania (cráneo alto).
ojos. Las orbitas muestran señales de infección que erosionó el hueso e) Un índice vértico-trasversal de 97.1 cm. indicativo
de senos entre los ojos. Hay indicaciones de artritis y erosión de las de matriocrania (cráneo medio).
vértebras (Therrien 1995). f) Un modulo craneal de 146 mm.., el cual da lugar a
un valor numérico aproximado del tamaño del
cráneo.
g) Un índice palatal de 94.2 cm. indicativo de un
paladar ancho.
h) Un índice facial superior de 52.5 cm. indicativo de
una cara mediana.
i) Un índice facial total de 81.48 cm. indicativo de una
cara ancha (en conflicto con las indicaciones del
índice facial superior)
Fig. 2. Cráneo. Lado derecho.
Antropologando 5 (15) Enero-Junio 2006 25 Antropologando 5 (15) Enero-Junio 2006 26

La presencia de materia ósea hasta 7.5 mm.. hacia el


interior del cráneo indica un posible trauma poco
antes de morir. El golpe no parece haber sido
causado post mortem, por medio de alguna
herramienta agrícola u objeto semejante, ya que el
esqueleto se encontró boca arriba. Además, una serie
de raspaduras no curadas alrededor del orificio
indican que la herida pudo haber ocurrido en el
momento de morir. Existe en una colección privada
una hacha de piedra de estilo muisca perteneciente
Fig. 3. Cráneo. Desde arriba y atrás. al área de La Cuesta del Valle de Subachoque que
mide 13.5 x 5 x 2.8 cm. de grueso. Un golpe con
una herramienta de este tipo podría causar una
abertura craneal similar a la encontrada en el cráneo
de La Pradera.
k) Análisis dental. La mayoría de los dientes del
maxilar se perdieron post mortem, aparentemente
por los trabajadores que encontraron el
enterramiento. La presencia de hueso cicatrizado en
el lugar de los dos primeros molares derechos
indican que dichas piezas dentales se cayeron o
Fig. 4. Cráneo. Desde atrás con hacha muisca. fueron extraídas en vida. El tercer molar mandibular
izquierdo estaba ausente y aparentemente nunca
j) En la parte occipital del cráneo sobre la
erupcionó; el otro muestra señales de poca atrición
protuberancia occipital externa y bordeando la
comparado con la condición general de la mayoría
sutura lamboideas se halla una apertura de 2 x 3 cm..
de los dientes. El incisivo mesial izquierdo se
Antropologando 5 (15) Enero-Junio 2006 27 Antropologando 5 (15) Enero-Junio 2006 28

perdió post mortem. La superficie labial de los No. 1-Perdido post mortem.
incisivos en la región coronal presenta un gran No. 2-10% de desgaste en la superficie labial.
desgaste y pulimento. No. 3-10% leve desgaste plano en la superficie oclusal.
No. 4-Lo mismo que el no. 3.
No. 5-Lo mismo que el no. 3.
No. 6. Parcialmente roto y con una hendidura profunda
en la Superficie oclusal.
No. 7-Lo mismo que el no. 6.
No. 8-Ausente. No erupcionó. Sin evidencia de
reabsorción alveolar.

Lado derecho del plano medio sagital-


No. 1-Superficie labial parcialmente erosionada y
pulida.
No. 2-20% de la corona erosionada.
No. 3-15% de la corona rota y erosionada.
No. 4-20% de la corona alisada en la superficie oclusal.
No. 5-Superficie oclusal de la corona ligeramente
erosionada.
No. 6-20% de la superficie oclusal de la corona
erosionada.
No. 7-50% de la superficie oclusal de la corona
Figuras 5 y 6. Mandíbula vistas desde arriba y frente. erosionada.

Al observar las superficies oclusales de los dientes de la mandíbula, No. 8-Poco desgaste. Este molar presenta un patrón de

se observó lo siguiente: fisura +4.

Lado izquierdo del plano medio sagital-


Antropologando 5 (15) Enero-Junio 2006 29 Antropologando 5 (15) Enero-Junio 2006 30

Se identificaron patrones de desgaste anormales en los incisivos de


la mandíbula indicando su posible uso continuo en alguna labor
ocupacional o artesanal no identificada. Los dientes pudieron haber
sido utilizados para limpiar pieles de animales pequeños o para
fabricar cuerdas de fique, pero también ser debe considerar la
atrición causada por la masticación de huesos, carne semi-cruda y
frutos duros o raíces, o actividades comunes similares.

OSTEOMETRIA
Esqueleto post-craneal
Figura 8 Cráneo desde atrás.
Fémur-36.8 cm.
Tibia-30.0 cm. CRANEO
Húmero-27.4 cm.
Cúbito-29.2 cm. Longitud máxima del cráneo-165 mm.
Peroné-29.2 cm. Anchura máxima del cráneo-139 mm.
Longitud del pubis-23 mm.
Longitud del isquion-87 cm. Altura facial total-110 mm. aprox.
Altura máxima de la pelvis-175 mm. est. Altura facial superior-71 mm.
Ancho máximo de la pelvis-100 mm. est.
Altura nasal-44 mm.
Anchura nasal-25 mm.
Altura orbital-43 mm.
Anchura orbital-45 mm.
Anchura bicondilar-130 mm.
Anchura bigonial-98 mm.
Altura de la sínfisis-35 mm.
Altura máxima del cráneo-135 mm.
Porion/bregma-100 mm.
Porion/apice-(altura auricular)-100 mm.
Figura 7 Cráneo desde arriba Gnation/gonion-80 mm.
Antropologando 5 (15) Enero-Junio 2006 31 Antropologando 5 (15) Enero-Junio 2006 32

Altura de la rama ascendente-58 mm.


Anchura bicigomatica-135 mm.
Anchura máxima palatal-33 mm.
Longitud máxima palatal-35 mm.
Anchura maxilo-alveolar-56 mm.

HUESOS NO HALLADOS.
Las siguientes partes del esqueleto no pudieron ser localizadas y
posiblemente fueron perdidas por los trabajadores que sacaron el
esqueleto de la tumba: ambas manos, el cóccix y parte del sacro,
Fig. 10. Detalle Copa muisca
ambos omoplatos y una rótula. Los pies estaban incompletos. Otros
Esta vasija cerámica es una copa ceremonial estilo muisca clásico (época
huesos tales como el cúbito y radio de ambos brazos, el húmero
tardía 1250-1600 d.C.) policroma con pedestal, con pintura roja oscura-
derecho y la pelvis se encuentran parcialmente erosionados. Las
castaño sobre blanco, y presenta un diseño tipo muisca de dos culebras
costillas son los huesos mas erosionados del conjunto.
opuestas y posible una estilización de micos y culebras sobre el borde por
dentro. El diámetro es de 14.2 cm. y la altura 14.2 cm.

SUMARIO Y CONCLUSIONES
El esqueleto de La Pradera parece ser el de un hombre que pudo
haber muerto a causa de un golpe violento en la parte posterior de la
cabeza a una edad de entre 35-39 años. Dicho individuo medía
aproximadamente 149.8 cm. y tenia una cabeza ancha, nariz ancha y
ojos estrechos.
La forma de la tumba, la orientación hacia el noreste del esqueleto y
el diseño y la forma del recipiente cerámico del enterramiento de La
Figura 9. Copa muisca de la tumba. Pradera indican que se trata de un entierro muisca, y posiblemente de
un miembro de la mencionada tribu de Subachoque que fue traslada
Antropologando 5 (15) Enero-Junio 2006 33 Antropologando 5 (15) Enero-Junio 2006 34

poco antes de diciembre de 1603. Análisis del estilo y la decoración Marriner, Harry A. 2003. Selección de Sitios del Arte Rupestre en el Valle
de Subachoque. www.gipri.org (Zona de Publicaciones; Procesos
de la copa asociada con el entierro sugiere una fecha del entierro Metodológicos; Pictografía CuSubAIP: 008). Bogotá.
entre 1250-1600 d.C. Sweedlund, Alan. et all. 1971. Laboratory Methods In Physical
Anthropology. Prescott College Press, Arizona.
Orientación de los pies a 066 grados real y la cabeza a 246 grados Therrien, Monika. (1995) Observaciones y comentarios personales. 3 de
diciembre de 1995. El Rosal, Cundinamarca.
real indica que la cultura muisca posiblemente tuvo una interés Velandia, Roberto (1980) Enciclopedia Histórica de Cundinamarca. Vol.
especial en el nacimiento del sol en el día del solsticio de verano y/o IV. Biblioteca de Autores Cundinamarqueses. Bogota. 2149-2156.

el ocaso en el día del solsticio del invierno. Los autores desean dar especial reconocimiento al señor Jorge Ruge
Siendo este el único esqueleto indígena conocido y estudiado del Camargo (QEPD 2003) quien conservó el sitio, el esqueleto y asistió
área de Subachoque, sería necesario compararlo con hallazgos este estudio.
futuros con el fin de ampliar la evidencia que respalda el modelo
cultural del esqueleto.

BIBLIOGRAFÍA
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Archaeological Society, University of Missouri, Columbia.
Cárdenas Arroyo, Felipe. 1990. Mitos y Verdades sobre la Desnutrición
Entre los Muiscas: Una Visión Critica. Revista de Antropología y
Arqueología, Vol. VI, No.1. Departamento de Antropología,
Universidad de Los Andes. Bogota.
Correal Urrego, Gonzalo. 1990. Aguazuque: Evidencias de cazadores,
recolectores y plantadores en la altiplanicie de la Cordillera
Oriental. Fundación de Investigaciones Arqueológicas Nacionales.
Banco de La Republica, Bogota. 156-162.
Forero U., Rafael. 1895. Carta al gobernador de Cundinamarca. Gaceta de
Cundinamarca. No. 714. 12 Noviembre: 69.
Genoves, Santiago. 1967. Proportionality of the Long Bones and Their
Relation to Stature among Mesoamericans. American Journal of
Physical Anthropology. 26: 67-78.
Gomez R., Juan Evangelista. 1980. Reminiscencias y Crónicas de
Subachoque (Cundinamarca) 1774-1980. Sin publicar
(anotaciones hechas por Carlos Martínez J. 15).
Marriner, Harry A. 1993. El Rosal: La Historia de Un Pueblo de Los Andes
Colombianos. Aséimpre. Bogota.
Antropologando Enero-Junio 2006 Antropologando 5 (15) Enero-Junio 2006 36
Año 5, Nº 15: 35-57

TIPOLOGÍA Y ANÁLISIS DE RASGOS MEDIANTE “Cluster


Analysis” EN LOS PICTOGRAMAS ORNITOMORFOS DEL
ARTE RUPESTRE CUBANO.

Divaldo Gutiérrez Calvache1


Grupo Espeleológico Pedro A. Borrás

RESUMEN
Se presenta un método de correlación tipológica en arte rupestre por
medio del análisis de rasgos en un modelo matemático de “Cluster
Analysis”. Se utilizan para tal fin los diseños ornitomorfos del arte
rupestre cubano distribuidos en ocho localidades pictográficas, para
un total de quince dibujos que quedan clasificados en tipos bien
definidos según los agrupamientos obtenidos en los “Cluster”,
partiendo de matrices confeccionadas a tal efecto con variables
cualitativas de rasgos típicos en la morfología de este tipo de diseños.
Palabras Claves: Pictografías, Cluster Análisis, Tipología

INTRODUCCIÓN
“Las Aves son las figuras zoomorfas más repetidas en las
cuevas de América” (Núñez Jiménez s/a). Sin embargo, en
Cuba estos diseños no son tan numerosos pues de las 190
estaciones reportadas hasta hoy, su presencia está reducida a
sólo las ocho localidades siguientes: Cueva de los Dibujos,
Punta Judas, Sancti Spíritus; Cueva de los Generales, Sierra de
Cubitas, Camagüey; Cueva del Cura, Sierra de los Órganos,
Pinar del Río; Cueva del Chino y Cueva Intermedia, Cayo
Lucas, Sancti Spíritus; Cueva de García Robiou y Cueva

1
Coordinador del Proyecto Cuba: Dibujos Rupestres, Grupo Mapa Nº 1. Distribución de las localidades del arte rupestre cubano
Espeleológico Pedro A. Borrás, Sociedad Espeleológica de Cuba. con representación de aves (Dibujos Ornitomorfos).
Ave. 31 No. 5827 e/ 58 A y 60, Apto 1, Playa, Ciudad de la Habana,
Cuba. Telf. (537) 202 9491 (537) 860 8560 divaldo2004@yahoo.es
Antropologando 5 (15) Enero-Junio 2006 37 Antropologando 5 (15) Enero-Junio 2006 38

Pequeña de Diago, Provincia Habana y la estación de Martica,


también en Cayo Lucas, Sancti Spítirus (mapa Nº 1), lo que
representa algo más del 4 % del total de sitios rupestres
cubanos.
La revisión de la bibliografía referente al conocimiento del arte
rupestre de estas localidades, así como los trabajos de campo,
nos llevaron a la conclusión de que los diseños ornitomorfos
debían ser vistos en dos grandes grupos; la misma apreciación
hizo el Dr. Antonio Núñez Jiménez (s/a: 37) al decir “Algunas
de estas formas ó aves están dibujadas con bastante realismo y
otras son muy esquemáticas”. Partiendo de estos antecedentes,
nuestro primer paso fue seleccionar los diseños de indiscutible
relación ornitomorfa, quedando así desechados algunos
pictogramas que son considerados por otros autores como
ornitomorfos.
Si se observa detenidamente la Figura Nº 2 donde se Figura Nº 2. Diseños ornitomorfos del arte rupestres cubanos
(Según Núñez Jiménez (op. citi 121-159)
reproducen los diseños ornitomorfos del arte rupestre cubano
según Núñez Jiménez (s/a: 121-159) y donde los dibujos
1 Cueva de los Dibujos, Punta Judas, Sancti
señalados con los números 10, 11 y 15 son los desechados por
Spiritus, Cuba
nosotros como diseños ornitomorfos a partir únicamente de la
2 Cueva de los Generales, Sierra de Cubitas,
apreciación visual como criterio excluyente para tales dibujos.
Camagüey, Cuba
Pero como se verá más adelante los parámetros cualitativos
3,4,5,6,7 Cueva del Cura, Sierra de los Órganos, Pinar del
trabajados con valores de peso informativo 0 – 1 (presencia o
Río, Cuba
ausencia) seguidos como línea de investigación en esta
8 Martica, Cayo Lucas, Sancti Spiritus, Cuba
monografía así lo demuestran.
9,11 Cueva del Chino, Cayo Lucas, Sancti Spiritus,
Cuba
Antropologando 5 (15) Enero-Junio 2006 39 Antropologando 5 (15) Enero-Junio 2006 40

10 Cueva Intermedia, Cayo Lucas, Sancti Spíritus. individuos ó entes comparados y las columnas a las variables
12 Cueva de García Robiou, Habana. que son “medidas” a esos individuos (Rives 1989: 4).
13,14, 15 Cueva Pequeña de Diago, La Habana, Cuba Si consideramos cada pictograma ornitomorfo como uno de
estos individuos y los caracteres morfográficos de un típico
FUNDAMENTACIÓN TEORICO-METODOLOGICA dibujo ornitomorfo como las variables, el modelo matemático
Hasta el presente los estudios sobre el arte rupestre cubano que aislaría las relaciones de semejanzas y diferencias que hay entre
han sido publicados han centrado su atención en la descripción los pictogramas que han sido escogidos para el estudio, dando
morfológica y morfotecnológica (Gutiérrez 1994); así como, como resultado “Conjuntos Representativos de las Relaciones
comparaciones entre localidades. Hace algunos años fue Significativas” (Rives 1989: 4).
publicado un trabajo donde se buscaban relaciones a partir de la Es bueno señalar que en el procesamiento de las matrices se
aplicación de modelos de “Cluster Analysis” en el arte rupestre utilizó una sola de las variables que permite utilizar el
cubano (Izquierdo y Rives 1991) pero las relaciones buscadas y Coeficiente de Similitud de Gower (1971: 859), la cualitativa,
obtenidas no tienen carácter tipológico, por lo que nosotros en con una relación matemática de presencia-ausencia (0 – 1) en
este trabajo intentamos por primera vez el uso de técnicas de cada individuo.
análisis matemático en programas de microprocesadores para Esto parte del uso para este trabajo de rasgos morfográficos ó
tratar de lograr un avance en la búsqueda de patrones morfológicos únicamente y no de los morfométricos ó
tipológicos, estilísticos y de rasgos en el arte rupestre cubano, morfotecnológicos, los que lógicamente enriquecerían la
los que permitan en el futuro una caracterización diagnóstica investigación. Sin embargo, preferimos obtener resultados
que aporte nuevos elementos de información social sobre sus iniciales con variables cualitativas de forma que nos permita
ejecutores y su superestructura. eliminar en el futuro las incongruencias que surjan en el
La característica más popular y utilizada en los métodos desarrollo de la aplicación y generalización del método.
matemáticos de reconocimiento es, precisamente, su capacidad Siguiendo los trabajos de Alexis Rives Pantoja (Rives 1989)
de establecer clasificaciones jerárquicas de grupos (Rodríguez para elementos infraestructurales, y por tratarse de una muestra
1982: 32) Estos métodos trabajan con agrupaciones de datos en de pocos individuos, el procesamiento de los datos de cada
filas y columnas (matrices); las filas representan a los pictograma se realizó primero a mano y luego fueron
rectificados en un microprocesador Pentium 3 Inter ® Celaron
® CPU. 180GHz. 504 MB de RAM en un programa preparado
Antropologando 5 (15) Enero-Junio 2006 41 Antropologando 5 (15) Enero-Junio 2006 42

por el Lic. Raúl Coyula de la Facultad de Biología, Universidad combinadas, como son los casos de los diseños 8 y 12 de la
de la Habana. figura Nº 2; los dibujos realizados a tinta llena, como los
El análisis de los datos se llevó a cabo mediante la relación de diseños 2, 3, 4 y 5 de la figura Nº 2, y finalmente los dibujos
los pictogramas ornitomorfos propuestos por Antonio Núñez mixtos, como el diseño 1 también de la figura Nº 2.
Jiménez, (Núñez s/a: 121-159), según el Coeficiente de Finalmente se procesó una matriz multivariable con los
Similitud de Gower, el que se puede expresar de la forma resultados del procesamiento anterior.
siguiente: La selección de datos, métodos, conceptos y definiciones son
analizados y propuestos por el autor como una aproximación a
n n lo que podría ser un modelo ideal en el análisis automatizado de
S = ∑ Sijk ∑ Wijk los datos extraídos de nuestras estaciones pictográficas, pues
K=l K=l cuando de arte rupestre se trata, es sumamente difícil no caer en
inferencias interpretativas ó reconstructivas del ámbito socio-
Utilizando para la valoración del coeficiente el método de cultural que rodea a estas manifestaciones superestructurales.
agrupamiento de Promedio Simple, de acuerdo a 10 matrices De haberlas hecho escapan de nuestro objetivo en este trabajo,
de observación morfológica ó morfográficas: pues no pretendemos el reinicio de la valoración interpretativa
del arte rupestre cubano, y sí el perfeccionamiento cualitativo
1.- Tipo de Dibujo 6.- Tipo de Ojos en el agrupamiento y clasificación tipológica de estas
2.- Tipo Morfocorporal 7.- Presencia de las Patas manifestaciones, al menos dentro de nuestro grupo de trabajo,
3.- Lateralidad 8.- Presencia de los Dedos partiendo de la posibilidad de estos métodos como herramienta
4.- Presencia de las Alas 9.- Presencia de la Cola de investigación.
5.- Presencia de los Ojos 10.-Presencia del Pico
RESULTADOS
En el caso de las variables 1, 2 y 6 los atributos o criterio En los diferentes dendogramas aportados por el “Cluster”
utilizados para clasificar han sido elaborados a partir de su pueden apreciarse los resultados del procesamiento de los datos
expresión morfológica, para ejemplificar estos criterios veamos correspondientes a cada pictograma estudiado:
la variable Tipo de Dibujo donde se han considerado tres tipos,
los dibujos realizados mediante el uso de líneas simples o
Antropologando 5 (15) Enero-Junio 2006 43 Antropologando 5 (15) Enero-Junio 2006 44

1 1
2 1 3 7
3 2
5 9
4 3
5 6 13
4
6 5 8 14
7 6 12
9 7 14 2
13 9
3
14 13 2
15 14
4
4
8 5
7
8 6
10 9
12 15
11 13
10
12 11
1 10 8
15
11 10
15 11
Fig. Nº 3.- Tipo de Dibujo: Fig. Nº 4.- Tipo Morfocorporal: 12
(2,3,4,5,6,7,9,13,14,15); (1,2,3,4,5); (6,7,9,13,14); (8,12); Fig. Nº 5.- Lateralidad Fig. N° 6. - Presencia de Alas:
(8,10,11,12); (1) (10,11,15) (1,3,5,6,8,12,14); (2,4,7,9,13); (1,7,9,13,14); (2,3,4,5,6,15);
(10,11,15) (8,10,11,12)
Antropologando 5 (15) Enero-Junio 2006 45 Antropologando 5 (15) Enero-Junio 2006 46

1 1 1
3 2
5 3 5
1
7 4
5 2
8 8 3
12 4
8
12 6
10
2 7
11
4 8
12
6 9
9 10
6
10 3 11
7
12
11 9
5 13
13 13 14
14 14 15
15 7 15

Fig. Nº 9.- Presencia de las Patas: Fig. Nº 10.- Presencia de los Dedos:
Fig. Nº 7.- Presencia de los Ojos: (1,3,5,7,8,12); Fig. Nº 8.- Tipo de Ojos:
(1,2,3,4,5); 6,7,9,13,14,15) (8,10,11,12) ((1,5); (2,3,4,6,7,8,9,10,11,12,13,14,
(2,4,6,9,10,11,13,14,15) (3,5,7); (1,8,12)
15)
Antropologando 5 (15) Enero-Junio 2006 47 Antropologando 5 (15) Enero-Junio 2006 48

1 1 mismo sucede si analizamos la figura Nº 5 de Lateralidad. Sin


2 2 embargo, si analizamos las figuras Nº 6, 9, 11 y 12 que
3 3
4 4 representan las variables Alas, Patas, Cola y Pico,
5 5 respectivamente, nos daremos cuenta que existe una fuerte
6
relación entre los agrupamientos obtenidos del procesamiento
8 7
10 8 de estas variables, los que se comportan de la forma siguiente:
11 9 Fig. Nº 6: (1,7,9,13,14); (2,3,4,5,6,15); (8,10,11,12)
12 12
13 Fig. Nº 9: (1,2,3,4,5,); (6,7,9,13,14,15); (8,10,11,12)
5 14 Fig. Nº 11: (1,2,3,4,5); (6,7,9,13,14,15); (8,10,11,12)
7
Fig. Nº 12: (1,2,3,4,5,6,7,8,9,12,13,14); (11,15); (10)
9 11
13
14 15 Se notan algunas diferencias significativas en la variable
15 Presencia de Pico (Fig. Nº 12), pues aquí entra a jugar un papel
10
importante otras variables que aunque no de un fuerte carácter
Fig. Nº 11.- Presencia de la Cola: Fig. Nº 12.- Presencia de Pico: diagnóstico, si son el resultado de la combinación ó no de
(1,2,3,4,5); (6,7,9,13,14,15); (8,10,11,12) (1,2,3,4,5,6,7,8,9,12,13,14);
diferentes caracteres; nos referimos al tipo morfocorporal, pues
(11,15); (10)
donde este tipo es de rasgos como en los diseños 8 y 12, (Fig.
Como es evidente en casi todos los casos, el modelo
Nº 4) las variables alas, patas y colas no han estado presentes,
matemático ha arrojado agrupamientos aparentemente
sin embargo la variable pico juega un papel diagnóstico
incongruentes unos con otros; esto se debe a que no todas las
resolutivo.
variables utilizadas son ó forman caracteres diagnósticos para
De todo lo anterior se puede obtener una conclusión parcial. De
agrupar morfológicamente los pictogramas procesados, ó lo que
todas las variables consideradas en los “Cluster”, la Presencia
es igual, no tienen suficiente peso informativo en el problema
de Alas, la Presencia de Patas, la Presencia de Cola y la
planteado. Pongamos un ejemplo de lo anterior: En la figura Nº
Presencia de Pico pueden considerarse como verdaderos
8, donde se representa la similitud según el tipo de ojos, el
caracteres diagnósticos en el agrupamiento de diseños
modelo ha realizado un agrupamiento que no se corresponde
pictográficos ornitomorfos. Otras variables como: Tipo
con el obtenido en el procesamiento de otras variables, lo
Morfocorporal, Presencia de los Ojos y Tipo de Ojo pueden
Antropologando 5 (15) Enero-Junio 2006 49 Antropologando 5 (15) Enero-Junio 2006 50

considerarse accesorias, pero las variables Lateralidad, Tipo de zoomorfos, antromorfos, geométricos u otro tipo de dibujo
Dibujo, etc., las cuales pueden ser de importancia en estudios ornitomorfo.
estilísticos, carecen absolutamente de peso informativo para el
procesamiento tipológico propuesto en este trabajo y así lo
demuestran los resultados obtenidos en la aplicación del
modelo.
Un ejemplo indiscutible de lo anterior se aprecia en la
pictografía identificada con el número 10 la que no posee
ningún carácter diagnóstico ni siquiera accesorio ó secundario
para ser considerado como un diseño ornitomorfo.
Sin embargo, los resultados del modelo no culminan con lo
expuesto. Lo más importante en el proceso de investigación es
la posibilidad de diferenciar y definir las variables con
verdadero peso informativo en los agrupamientos y
confeccionar una matriz multivariable (ver Figura Nº 13) que al
ser procesada nos ofrece el siguiente agrupamiento: (1,2,3,4,5); Fig. Nº 14. Pictografías de la Cueva del Cura, Pinar del Río, Cuba.
(6,7,9,13,14); (8,12); (10,11,15). Tales agrupamientos pueden Donde se observa el dibujo ornitomorfo que en este trabajo ha sido
ser utilizados como tipos, partiendo de cierta flexibilidad en los identificado con el número 3 y que puede ser considerado como el
criterios tipológicos. Nos quedarían así los siguientes tipos: modelo holotípico del Tipo Ornitomorfo A-1

Tipo Ornitomorfo A-1 (1, 2, 3, 4, 5)


Dibujos ornitomorfos bien definidos donde la representación
corporal del ave ha sido realizada de forma bastante “realista” y
completa, con buena definición de rasgos como el pico, las
patas y la cola, pueden tener ó no representadas las alas y en
ocasiones bien representados los ojos, así como los dedos de las
patas. Estos dibujos pueden estar asociados a otros diseños
Antropologando 5 (15) Enero-Junio 2006 51 Antropologando 5 (15) Enero-Junio 2006 52

2 las colas y las patas. Ocasionalmente pueden tener bien


representados los ojos, en algunas ocasiones presentan líneas y
4
trazos que los tratan de limitar, según el criterio de dibujos
3 limitados propuesto por José Manuel Guarch (Guarch 1987: 69)
y Divaldo Gutiérrez (Gutiérrez 1992: 2), complicando el
5
1 diseño; dichos trazos son de difícil interpretación por su variada
distribución. Estos dibujos aparecen asociados a cualquier otro
7
tipo de dibujos, pero sobre todo han aparecido formando
14 conjuntos con figuras antropomorfas (Núñez, s/a: 37).
6

13

12

10

11
15

Figura Nº -13. Matriz Multivariable


(1,2,3,4,5); (6,7,9,13,14); (8,12); (10,11,15).

Tipo Ornitomorfo A-2 (6, 7, 8, 9, 13,14)


Dibujos ornitomorfos muy esquematizados, generalmente en Fig. Nº 15. Pictografías de la Cueva del Chino, Cayo Lucas, Sancti Spiritus,
forma de cruz dando lugar a una representación corporal Cuba. Donde se observa el dibujo ornitomorfo que en este trabajo ha sido
identificado con el Nº 9 y que puede ser considerado como el modelo
parcial, donde las alas y los picos están bien definidos, no así holotípico del Tipo Ornitomorfo A-2
Antropologando 5 (15) Enero-Junio 2006 53 Antropologando 5 (15) Enero-Junio 2006 54

Tipo Ornitomorfo A-3 (8, 12) El agrupamiento que continuaría según la figura Nº 13
Este tipo de dibujo agrupa a aquellos que poseen rasgos que se (10,11,15) es interpretado como dibujos que no tienen relación
definen como cabezas de aves, donde la presencia de trazos que alguna con rasgos típicos de los diseños ornitomórficos y así lo
representan el pico es significativa. Los casos analizados en demuestra el aislamiento obtenido según el modelo matemático
este trabajo presentan siempre un rasgo interpretable como empleado, lo cual puede ser apreciado a simple vista en la
“ojos”. Estos dibujos pueden encontrarse acompañados a otros expresión gráfica de los mismos y son en fin los dibujos a los
tipos, tanto zoomorfos, antropomorfos, como geométricos. que nos hemos referido al introducir este trabajo como dibujos
“desechados”.

DISCUSIÓN
Los resultados obtenidos nos permiten asegurar que estos
métodos pueden clasificar con éxito las diferentes formas o
tipos utilizados por el hombre precolombino de Cuba para
representar un mismo problema pictórico. Uno de los
problemas a los que nos enfrentamos es la imposibilidad de
correlacionar tipos obtenidos con grupos culturales y/o
cronología. Esta imposibilidad está dada sobre todo por el uso
únicamente en este trabajo de variables morfológicas ó
morfográficas, pero aún introduciendo en los “Cluster”
variables con más opciones cronoculturales, dudamos de tales
resultados, al menos para los diseños ornitomorfos, pues la
información sobre evidencias artefactuales o de otro tipo
encontradas en estas localidades es escasa y a veces ninguna,
por otra parte, la presencia en una misma localidad de uno u
Fig. Nº 16. Pictografías de la Cueva de García Robiou, La Habana, Cuba. otro tipo e inclusive formando conjuntos pictográficos,
Donde se observa el dibujo ornitomorfo que en este trabajo ha sido
identificado con el Nº 12 y que puede ser considerado como el modelo introduce un esquema de difícil organización cronocultural
holotípico del Tipo Ornitomorfo A-3
partiendo de la concepción tipológica. Pudieran encontrarse
Antropologando 5 (15) Enero-Junio 2006 55 Antropologando 5 (15) Enero-Junio 2006 56

numerosas fórmulas para intentar resolver este problema, por de variables cuantitativas como: datos morfométricos, presencia
ejemplo: Es conocido que “las aves han jugado un papel entre e intra localidades, resistencia y tipo de sustrato,
notable en la cosmogonía y mitología de los pueblos distribución espacial, categorías, materiales de ejecución, etc.
americanos” (Núñez s/a: 38). De lo anterior se podría inferir Las variables mencionadas, usadas o no en este trabajo,
que cada tipo pudiera responder a la representación de un mito utilizadas después de ser seleccionadas según el objetivo y
diferente, asociado a aves de características diversas, entre las posibilidades de cada investigación, traerían como resultado
que podrían incidir las épocas de migración, hábitos aéreos, una ventajosa abertura y ampliación del espectro metodológico
plumaje, etc. Por lo que habría que entender que las aves de la investigación arqueológica en arte rupestre.
representaron para las poblaciones aborígenes de Cuba
alimentos, obtención de plumas para adornos corporales, CONCLUSIONES
anuncio de las estaciones climáticas, por lo que su importancia, Como quiera que en el estudio del arte rupestre cubano se
mágica y mitológica quedo representada en numerosas piezas impone la necesidad de incrementar la búsqueda de métodos y
del arte utilitario de nuestras comunidades precolombinas (ver procedimientos que aumenten el rendimiento informativo de
figura Nº 17). Pero tales especulaciones escapan de los estas grafías dentro del conocimiento arqueológico de nuestro
objetivos que nos hemos propuesto en este trabajo. país, pensamos que el método presentado demuestra el valor de
estos modelos matemáticos en la interpretación y correlación
tipológica en arte rupestre, pero sobre todo abre una nueva
opción metodológica para el investigador, en la difícil tarea de
desentrañar nuestro pasado aborigen.
Por otra parte el modelo ha logrado clasificar con éxito y
demostrar al menos morfológicamente la presencia de tres tipos
bien definidos y diferenciados de diseños ornitomorfos en el
Fig. Nº 17. Colgante fabricado por aborígenes mesolíticos representativo de arte rupestre cubano; además de lograr aislar y desechar a partir
un ave. Encontrado en el centro sur de Cuba, Trinidad, Sancti Spiritus
del análisis de rasgos algunos diseños históricamente descritos

Un aspecto interesante que debe ser abordado en futuras en la literatura como diseños ornitomorfos, los cuales no

investigaciones y en nuevas aplicaciones del método son el uso resistieron el intercambio matemático de valores de rasgos
aplicados en esta investigación. De todo lo anterior se puede
Antropologando 5 (15) Enero-Junio 2006 57

concluir que el análisis de rasgos mediante “Cluster Analysis”


en arte rupestre es un método sencillo y rápido que puede
convertirse en una opción más para el arqueólogo pues “...una
característica importante de la Arqueología es el tener opciones
que no son mutuamente excluyentes” (Litvak King 1976: 17).

REFERENCIAS
Gower, T. 1971. A general coefficient of similarity and some of its
properties. Biometric Journal, Biometr. Soc. (45): 857-874.
Guarch, J. M.(1987) Los pictogramas cubanos como un posible
sistema ideográfico. En Arqueología de Cuba. Métodos y
Sistemas. Ed. Cien. Soc. 68 - 100.
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presencia de trances alucinógenos en la concepción y ejecución
de pictogramas cubanos. Lib. Res. II Cong. Espeleo. de América
Latina y el Caribe. La Habana.
Gutiérrez Calvache, D.(1994) Sobre los estilos pictográficos en el arte
rupestre cubano. Reflexiones Metodológicas, Bol. Casimba (6),
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Izquierdo, G & Rives, A. (1991): Tendencias de desarrollo del arte
rupestre cubano. Estudios Arqueológicos 1990, Ed. Academia. 28
– 45
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arqueología. Anales de Antropología. Inst. Invs. Antropológicas,
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Rodríguez Lezcano, O.(1982): El análisis factorial de datos en
Arqueología. Actas del Décimo Congreso. Unión Internacional
de Ciencias Prehistóricas, México DF.
Antropologando Enero-Junio 2006 Antropologando 5 (15) Enero-Junio 2006 60
Año 5, Nº 15: 59-102
evidencia requiere una sistematización adecuada que permite acceder
DEL BARRO A LA OLLA: EMPLEO DE VARIABLES a información de origen, producción, uso, cronología y deposición
MORFO-MÉTRICAS PARA EL ANÁLISIS DE FORMA Y
de la pieza (Binford 1988; Schiffer 1991). La sistematización del
FUNCIÓN EN LA CERÁMICA DEL ORINOCO MEDIO.
material arqueológico tuvo un significativo cambio con el
Mairim Gil 1
surgimiento de la Arqueología Procesual en la década de los 60,
Luramys Díaz 2
Universidad Central de Venezuela cuando se introdujo la informática en los estudios arqueológicos, con
Kay Tarble 3
Universidad Central de Venezuela la finalidad de manejar grandes bases de datos de una manera más
University of Chicago eficiente (Doran y Hodson 1975). Para lograrlo era necesario
acercarse a otras disciplinas, entre ellas las matemáticas, y
RESUMEN
Se presentan los resultados obtenidos en la aplicación de la técnica del particularmente la estadística, considerando que la evidencia de una
Análisis de Componentes Principales (ACP), sobre fragmentos de bordes
cerámicos encontrados en 10 yacimientos del Orinoco Medio, actividad cultural pasada puede expresarse en términos de
correspondientes a los periodos Coloniales y Republicanos. El objetivo es ordenaciones de objetos. Los patrones detectados permiten,
registrar la variabilidad tecnológica en las formas de las piezas cerámicas de
manufactura indígena y su posible función, después de la llegada de los entonces, estudiar semejanzas y diferencias en la cultura material, y
europeos a la región. Las variables morfométricas utilizadas fueron
diámetro, grosor y ángulo. Se logró determinar una correlación entre el la regularidad, permanencia y cambio en las sociedades pretéritas
diámetro y grosor de las vasijas, la cual se hace más evidente en los sitios (Binford 1988).
tardíos de la secuencia, particularmente en los del periodo Republicano,
donde predominan los budares de gran diámetro y anchura, fabricados con La cerámica es uno de los elementos del registro arqueológico más
una pasta desengrasada con abundantes fragmentos de caraipé.
estudiados, tanto por su abundancia, como por su durabilidad y
INTRODUCCIÓN variabilidad. Dado el gran volumen de datos provenientes de una
Los arqueólogos tienen como reto analizar los procesos históricos colección cerámica, los métodos automatizados de análisis son
por medio de la evidencia artefactual. Los restos de cultura material particularmente útiles. No sólo permiten realizar una descripción
son clave en cualquier investigación arqueológica; sin embargo, la cuantitativa de diferentes variables formales, tecnológicas y
decorativas, sino que facilitan el análisis de las relaciones entre estas
1
Universidad Central de Venezuela. Proyecto arqueológico Suapure Parguaza.
mairimasletgil@gmail.com variables y su cambio en el tiempo y espacio (Tarble 1982;
2
Universidad Central de Venezuela. Proyecto arqueológico Suapure Parguaza.
symarul@gmail.com Fernández 2002; Romero 2004).
3
Escuela de Antropología, Universidad Central de Venezuela. Proyecto
arqueológico Suapure Parguaza. University of Chicago, Illinois, U.S.A.
kfscarame@cantv.net
Antropologando 5 (15) Enero-Junio 2006 61 Antropologando 5 (15) Enero-Junio 2006 62

Siguiendo esta línea, en este artículo se presentan los resultados en cuanto a materia prima (arcillas y desgrasantes), procedimiento
obtenidos en la realización de un análisis factorial, con la aplicación de elaboración (manual, con molde o torno), y condiciones de
de la técnica del Análisis de Componentes Principales (ACP), sobre cocción. Según estudios etnoarqueológicos recientes (Miller 1985;
fragmentos de bordes cerámicos de manufactura local encontrados Dietler and Herbich 1989; Gosselain 1992), las tradiciones
en 10 yacimientos del Orinoco Medio, correspondientes a los tecnológicas pueden reflejar identidades sociales mejor que los
periodos Colonial y Republicano (Tarble 2005). Este trabajo forma estilos decorativos (Chilton 1998:133). Por lo tanto, los estilos
parte del Proyecto Arqueológico Suapure-Parguaza (P.A.S.P.) tecnológicos ofrecen una herramienta para la determinación de la
dirigido por Franz Scaramelli y Kay Tarble, orientado a conocer la composición de la sociedad colonial.
variabilidad y complejidad que caracterizó al proceso de contacto La variedad estilística, en el Orinoco Medio, definida a partir de
colonial en la región a raíz de la llegada de los europeos. aspectos tecnológicos (pasta, cocción, técnicas de manufactura),
El análisis de la cerámica y su variabilidad puede emitir información formales y decorativos, sugiere la presencia de diversas
sobre identidad y contacto cultural, (Wobst 1977; DeBoer 1990; comunidades alfareras en la zona. Es posible que esta variabilidad
Sackett 1990; Weissner 1990; DeBoer 1991) cambios demográficos estilística corresponda, de alguna manera, con la diversidad étnica
(Dunnell 1991), y transformaciones en la producción y consumo que hallada en la zona de estudio a la llegada de los europeos. Si bien no
surgieron en el contexto colonial (García Arévalo 1977; Burley se puede asumir una relación directa entre estilo cerámico y grupo
1989; Farnsworth 1992; Deagan 1996; Lightfoot, Martínez et al. étnico, fue muy comentado por los cronistas el uso de la cultura
1998; Ewen 2000; Hauser and DeCorse 2003; Rodríguez-Alegría material como distintivo étnico en la zona.
2005). En este sentido, las vasijas pueden estudiarse desde la Nosotros solos hacemos, replican de nuevo los
Güipunaves, nosotros solos hacemos platos
perspectiva de su tecnología de manufactura, de sus aspectos
bonitamente pintados, nosotros solos rallos para
formales y decorativos, y de su posible función o funciones dentro hacer pan de la yuca. Así dicen los Güipunaves, y
así las otras naciones orinoquenses se hacen un
de la sociedad que las utilizaron. Cada uno de estos análisis
punto de honor de las cosas que conocen, y que en
proveerá información de diferente índole sobre el proceso colonial. la infancia les enseñaron. (Gilij 1987, Vol. 2: 148)
Los cacharros de cocina, bueno o malos, los hacen
El estudio del aspecto tecnológico, por ejemplo, permite acercarnos
por sí mismas. Son muy alabados los de las
a las decisiones que se tomaron a la hora de la manufactura de la tamanacas, y en sus casas se hallan de varias
clases…. Las ollas de los Otomacos, que sirven para
pieza, decisiones que informan acerca de las preferencias culturales
cocer aceite de tortuga, no son hermosas, pero
Antropologando 5 (15) Enero-Junio 2006 63 Antropologando 5 (15) Enero-Junio 2006 64

aunque planas por debajo y negras por todas partes, material cerámico. Se propone que las prácticas de comensalidad
son tan adecuadas para la necesidad, que no puede
debieron verse influenciadas por el orden cultural impuesto por los
ser más….Las chirguas de las mujeres guamas, esto
es un cacharro redondo con dos picos, que sirve misioneros, por la introducción de nuevas formas de preparar los
para refrescar el agua, tampoco las saben imitar las
alimentos, y la reducción de comidas comunales y festejos. Esto
otras mujeres…. En suma, parece que toda nación
orinoquense en este punto tenga algo privativo. pudo afectar el tamaño de las vasijas utilizadas, con una reducción
(Gilij, 1987, Vol. 2: 257)
en el tamaño de las piezas de servicio y la desaparición de las
Con el establecimiento de misiones jesuitas en la región, muchos de grandes vasijas destinadas a la fermentación de bebidas. La
los grupos étnicos fueron desplazados y reubicados en las introducción del cultivo de granos tales como el arroz y los frijoles,
Reducciones. En estos contextos, proponemos que la presencia de y otros alimentos que requerían largo tiempo de cocción pudo haber
diferentes estilos cerámicos, tanto locales como importados, puede traído como consecuencia la elaboración de nuevas formas de
informar sobre la composición étnica de los habitantes de las vasijas (García Arévalo 1977).
Reducciones (Hernández 1994; Tarble 2005). La disminución La adopción de la cerámica de manufactura indígena por parte de
drástica de la población indígena debido a la introducción de los europeos también pudo incidir en la producción de nuevas
enfermedades, tales como el sarampión y la viruela, es otro formas. Existen referencias con respecto al encargo de ciertas
elemento que posiblemente contribuyó en la simplificación o formas de vasija por parte de los europeos. “Del chamacu no es muy
inclusive la desaparición de algunos estilos cerámicos. distinta una tinaja que, a petición de los españoles, hacen para tener
Por otra parte, bajo el régimen misional, se dio un proceso de en ella el agua” (Gilij, 1987, Vol. 2: 257). Igualmente, la sustitución
adoctrinamiento religioso que pudo haber afectado la manufactura de cerámica local por loza importada quizás llevó a la simplificación
cerámica (González 2005). En este sentido, se podría pensar en la o pérdida de la producción de algunas formas de vasija en el
prohibición de motivos decorativos considerados como “diabólicos” repertorio local. En el caso del sitio de Pueblo Viejo del período
o la restricción en cuanto a la manufactura de vasijas o instrumentos Colonial Tardío y de los sitios ubicados en el período Republicano,
utilizados en rituales o ceremonias censuradas. se ha demostrado la sustitución de platos de manufactura local por
Además de las enseñanzas religiosas, los Padres impusieron nuevas platos decorados importados, a la vez de la virtual pérdida de
modalidades de asentamiento, de matrimonio, de división de trabajo, decoración en las vasijas locales (Falconi 2003; Díaz 2005). Falconi
y de producción agrícola, que pudieron influir en la producción del demostró una predominancia de formas utilitarias en la cerámica
Antropologando 5 (15) Enero-Junio 2006 65 Antropologando 5 (15) Enero-Junio 2006 66

local para el Periodo Republicano, las cuales eran destinados a la • Las variables grosor, diámetro y ángulo
cocción y servicio de alimentos (boles), el almacenamiento y • La forma de la vasija y el tamaño de los bordes
• El desengrasante y la forma de la pieza
transporte de líquidos (tinajas), y particularmente, a la preparación • La forma y la función inferida
de casabe (budares). • La forma y la ubicación temporal
Si bien estas transformaciones han sido documentadas en otras
DESCRIPCIÓN DEL CONTEXTO DE LA MUESTRA
partes de América (Deetz 1965; Deagan 1983; Rogers 1990;
Los materiales arqueológicos obtenidos por el Proyecto
Lightfoot, Martínez et al. 1998; Ewen 2000; Deagan 2004), han
Arqueológico Parguaza Suapure provienen de prospecciones
recibido poca atención en el contexto venezolano. Nos hemos
sistemáticas realizados en 18 yacimientos, entre los que se
propuesto, por lo tanto, examinar el caso del Orinoco Medio a fin de
encuentran sitios de misión, fortalezas, asentamientos indígenas y
comprender mejor el proceso particular que se dio en esta región a
pueblos seculares4. (Scaramelli 2005) (Figura 1). Además de la
raíz de la intervención europea. Hasta el momento se han realizado
cerámica de manufactura local, la cual es el material mayoritario en
varias investigaciones que enfocan sobre la cerámica encontrado en
todos los sitios (Tabla 1), se recuperó cerámica importada, vidrio,
sitios específicos o perteneciente a periodos aislados dentro de la
objetos de metal, cuentas de vidrio y monedas, que han servido
secuencia ocupacional post-contacto de la zona (Hernández 1994;
como elementos diagnósticos para establecer una secuencia
Falconi 2003; Romero 2004; Díaz 2005; González 2005). Con la
ocupacional para la zona. Se han definido cinco períodos:
presente investigación pretendemos dar una visión diacrónica de la
Prehispánico Tardío (1400-1530), Contacto (1531-1679), Colonial
secuencia completa, con énfasis en ciertas características morfo-
Temprano (1680-1767), Colonial Tardío (1768-1830) y Republicano
tecnológicas susceptibles a un análisis multivariable.
(1831-1920), los cuales concuerdan con eventos clave del proceso
de interacción entre indígenas y colonizadores. El Período
OBJETIVO
Prehispánico Tardío establece la línea base, a partir de la cual se
El objetivo de la presente investigación es el análisis de la
pueden medir los cambios introducidos por la acción de la conquista
transformación de ciertos elementos tecnológicos y formales en la
cerámica de manufactura local durante la época post contacto. Para 4
En el caso de los pueblos seculares hacemos referencia a los pueblos no
su logro se plantearon como objetivos específicos buscar la relación misionales fundados con colonos europeos, mestizos, negros e indígenas.
Estos pueblos formaron parte de una política concertada por la Corona a
entre: raíz de las Reformas Borbónicas a finales del siglo XVIII e implementados
como parte de las actividades de la Expedición de Límites.
Antropologando 5 (15) Enero-Junio 2006 67 Antropologando 5 (15) Enero-Junio 2006 68

y colonización. A pesar de no haber localizado yacimientos


correspondientes al Período de Contacto, lo hemos establecido con
la esperanza de llenar este vacío en investigaciones futuras. El
período Colonial Temprano coincide con la presencia jesuita en la
zona, mientras que el Colonial Tardío corresponde al momento del
esfuerzo por incrementar la colonización secular luego de la
expulsión de los jesuitas en 1767. Éste se ve troncado por la Guerra
de la Independencia, por lo que el último período se designa como el
Periodo Republicano.

Tabla Nº 1. Frecuencia y porcentaje de los diferentes tipos de materiales


recuperados en la prospección de los sitios arqueológicos del Proyecto
Arqueológico Parguaza-Suapure.

Tipo de Material Frecuencia Porcentaje

Vidrio 1543 7.1


Cuentas 348 1.6
Metal 948 4.4
Cerámica Importada 1830 8.5
Cerámica Local 15829 73.2
Lítica 1130 5.2
Total 21628 100.0

Mapa Nº 1. Ubicación geográfica de los sitios arqueológicos


en el área de estudio del P.A.S.P.
Antropologando 5 (15) Enero-Junio 2006 69 Antropologando 5 (15) Enero-Junio 2006 70

Los sitios referidos en este estudio son yacimientos superficiales de


Tabla Nº 2. Distribución de la muestra cerámica, según su contexto
sabana sin depósitos estratigráficos. En su mayoría, a excepción del temporal y espacial.
Fortín del Parguaza, son sitios de habitación con pisos compactados Períodos Yacimientos Cant. frag.
cerámicos
y/o bases de construcciones de bahareque, adobe o de piedra. Han
Pueblo de Españoles (BO-119) 135
sido poco intervenidos por la actividad agropecuaria e industrial que Colonial
El Fortín del Parguaza (BO-31-E) 68
San Isidro (BO-111) 224
se realiza actualmente en la zona; sin embargo, las superficies de los Temprano
Componente temprana de Piedra 418
objetos están erosionadas por la acción de las lluvias y por las Rajada (BO-112-1)
Pueblo Viejo (BO-100) 502
quemas frecuentes en la época de verano (Lamina Nº 1). Colonial Tardío
La Pica (BO-120) 1
La Achagüera (BO-113) 10
Palomo (BO-114) 7
Republicano
Caripito (BO-106-B) 41
Corocito de Caripito (BO-108) 49
Total 1455

CLASIFICACIÓN Y DEFINICIÓN DE ESTILOS CERÁMICOS


En trabajos anteriores se ha realizado la descripción, clasificación y
definición de estilos en la cerámica correspondiente a la época de
post-contacto en el Orinoco Medio (Falconi 2003; Díaz 2005;
González 2005; Tarble 2005), utilizando un sistema clasificatorio
Lamina Nº 1. Sitio: Pueblo de los Españoles BO-119 flexible, estructurado en diferentes niveles de observación, con
dimensiones definidas por conjuntos de elementos alternativos,
DESCRIPCIÓN DE LA MUESTRA
mutuamente excluyentes (Dunnell 1971) [Figura Nº 2]. La
La muestra cerámica que se ha seleccionado para la realización del
flexibilidad se da por la posibilidad de definir clases a diferentes
Análisis Factorial corresponde a 1455 fragmentos de bordes,
niveles y a diferentes escalas, según los propósitos que se plantean.
encontrados en diez yacimientos superficiales del Orinoco Medio
Por lo tanto, se permiten análisis a escala de modos, de conjuntos de
(Tabla Nº 2).
modos (tipos) y de estilos. La distinción entre alfarería, tipo y
variedad, por su parte, permite la creación de clases distinguidos por
Antropologando 5 (15) Enero-Junio 2006 71 Antropologando 5 (15) Enero-Junio 2006 72

elementos tecnológicos (alfarería), por la combinación de éstos con colección, no ha sido posible asociar las formas de las vasijas a las
elementos formales (tipos formales), y, finalmente, por la adición de formas de base, con sólo algunas excepciones.
los elementos decorativos (variedades).
Figura Nº 3. Formas de vasijas reconstruidas

Figura Nº 2. Unidades clasificatorias utilizadas (según Dunnell, 1971)

PRESENCIA DE LOS ESTILOS DE CERÁMICA LOCAL EN LOS


SITIOS ARQUEOLÓGICOS
Las formas de vasijas fueron reconstruidas tomando en cuenta los
elementos de forma de borde, terminal de labio, inclinación de la
pared de la vasija, presencia o ausencia de inflexiones o carenación,
diámetro (cm.), y grosor de la pared (mm.). Se establecieron modos
de forma para toda la colección que se definen a continuación
(Figura Nº 3). Las formas se indican con un número, mientras que
las variantes se designan con un decimal (En el análisis ACP se
utilizan números romanos para las formas; no se toman en
consideración las variantes). Dado el estado fragmentario de la
Antropologando 5 (15) Enero-Junio 2006 73 Antropologando 5 (15) Enero-Junio 2006 74

de constructos hipotéticos, los cuales resumen dimensiones latentes


en el conjunto de datos originales (Noguera 2005a). Estas
dimensiones se denominan factores o ejes, en cuyas coordenadas se
ubica y proyecta información susceptible de explicar la variabilidad
observada en el fenómeno en estudio, su interpretación se hace a
partir de su correlación (Abascal y Grande 1989; Kerlinger y Lee
2002).
Al material cerámico en estudio se le aplicó la técnica de Análisis de
Componentes Principales (ACP), la cual permite describir las
múltiples relaciones que existen entre un conjunto de variables
continuas en una matriz conformada por variables e individuos
(Noguera 2005b).
Con el ACP se extrae de la matriz de datos el máximo de
variabilidad, conforme se calcula cada factor. El primer factor atrae
la mayor cantidad de varianza y está constituido por los pesos o
coeficientes que maximizan las correlaciones cuadradas entre las
variables y el factor. En esta técnica, la extracción de factores cesa
cuando la varianza se torna insignificante.
En la representación gráfica, las variables que son altas y
positivamente correlacionadas deben estar cercanas entre sí y lejos

ANÁLISIS FACTORIAL de las variables con las que no se correlacionan. Entonces debe

El análisis factorial es un método estadístico multivariante que haber conjuntos de puntos en el espacio donde se insertan ejes que

examina y calcula las correlaciones entre las variables, para explican la mayor varianza de las variables para cada dimensión

encontrar un orden entre ellas (Kerlinger y Lee 2002). Está diseñado (Abascal y Grande 1989; Kerlinger y Lee 2002; Noguera 2005b).

para agrupar y combinar las variables iniciales, mediante la creación


Antropologando 5 (15) Enero-Junio 2006 75 Antropologando 5 (15) Enero-Junio 2006 76

VARIABLES 4. Forma inferida de la pieza constituida por 11


Las variables métricas seleccionadas para la aplicación del Análisis modalidades.
de Componentes Principales (ACP), fueron 5. Forma de borde definida por 15 formas (Figura
1. Grosor máximo de la pieza en milímetros Nº 4).
(denotado como ancho en los gráficos). 6. Desengrasante definido por las inclusiones en la
2. Diámetro, medido en centímetros. Esta medida se pasta. Las modalidades de esta dimensión se
aplicó a los bordes cuando era posible medirlo con identificaron como: cauixí (espícula de esponja de
cierta seguridad, en su defecto, se consideraba agua dulce), caraipé (ceniza de corteza de árbol),
como cero. arena o roca molida, y tiesto molido o fragmentos
3. Ángulo, grados de la circunferencia del fragmento. arcillosos, cauixi y tiesto molido. En el caso de no
Permitió una evaluación de la precisión de la tener seguridad en la identificación del
medida del diámetro, en el sentido que mientras desengrasante se denominaba como
mayor grado de circunferencia, más confiable será indeterminado.
la medida de diámetro. 7. Sitio donde fue encontrado el material, compuesta por 10
Se escogieron estas características por ser las únicas variables modalidades.
continuas disponibles para la muestra de bordes. Debido al estado 8. Período, definido por cuatro periodos históricos.
fragmentario de la colección cerámica, fue imposible incluir otras
variables tales como altura, diámetro de la base, diámetro máximo de Tabla Nº 3. Variables ilustrativas y las modalidades que las constituyen
la vasija, etc. Variables Modalidades
ilustrativas
Las variables ilustrativas nominales son definidas como aquellas
Forma inferida de Bol
cuya ubicación en el plano factorial aportan información para ayudar la pieza Botella
a la interpretación realizada con las variables activas (Fernández Budare
Olla para cocinar
2002). Por tanto, en este caso se utilizaron características morfo- Indeterminado
Jarra
tecnológicas de los fragmentos de bordes cerámicos y el contexto
Jarra sin cuello
temporal correspondiente (Tabla Nº 3): Olla
Otro
Antropologando 5 (15) Enero-Junio 2006 77 Antropologando 5 (15) Enero-Junio 2006 78

Plato ANÁLISIS DE LOS DATOS


Vasija para almacenar
Los datos se procesaron con el paquete estadístico SPADN (Sistema
Forma del borde Indefinida Portable para el Análisis de Datos), versión 5.0. Se aplicó el Análisis
I
II de Componentes Principales (ACP), el cual proporciona una imagen
III
gráfica que permite ver las relaciones entre los bordes y sus
IV
VIII características.
IX
XI
XIII
Estudio de la correlación
XVI
XX En general, se observó que entre las variables activas las
XXII
XXVI correlaciones son bajas. Esto indica que hay una correlación más
XXVII significativa entre el diámetro de la vasija y el grosor de la pared,
XXIX
Sitio Pueblo de los Españoles mientras que hay muy poca relación entre el tamaño de la
Fortín del Parguaza
San Isidro circunferencia del fragmento (Ángulo) y la medida del diámetro.
Piedra Rajada Asimismo, hay aún menor correspondencia entre el grosor de la
Pueblo Viejo
La Pica pared y el ángulo de la circunferencia.
Corocito de Caripito
Caripito
La Achagüera Tabla Nº 4. Matriz de correlaciones
Palomo
Desengrasante Arena Variables Diámetro Grosor Angulo
Caraipé activas
Cauixi con tiesto molido
Espicula de esponja Diámetro 1
Tiesto molido Grosor 0.35 1
Indeterminado
Periodo Colonial temprano Angulo 0.07 0.03 1
Colonial tardío
Republicano
Multicomponente(mixto) Inercia asociada a los factores
Se trabajó con tres variables activas (diámetro, grosor y ángulo) y
cinco variables ilustrativas (forma de la pieza, forma de fragmento,
Antropologando 5 (15) Enero-Junio 2006 79 Antropologando 5 (15) Enero-Junio 2006 80

desengrasante, sitio y periodo temporal) constituidas por 51 Tabla Nº 5. Coordenadas, contribuciones absoluta y relativa de las variables
activas, sobre los tres ejes
modalidades.
La inercia global de la masa de variables activas es 3, la cual se Variables Coordenadas Contribución Contribución

encuentra distribuida sobre 3 ejes factoriales que presentan valores activas absoluta relativa

propios de: 1.366 para el primer eje, y recoge el 45.56% de la F1 F2 F3 F1 F2 F3 F1 F2 F3


Diámetro - - 0.57 - - 0.57 - - 0.71
inercia; 0.988 para el segundo eje, que concentra el 32.95 %, y 0.644
0.82 0.08 0.82 0.08 0.70 0.08
para el tercer eje, con 21. 50 de la inercia.
Grosor - - - - - - - - -
0.81 0.18 0.56 0.81 0.18 0.56 0.69 0.18 0.70
Análisis de los ejes de los ejes factoriales (dimensiones que
Angulo - 0.97 - - 0.97 - - 0.98 -
resumen las variables iniciales)
0.22 0.06 0.22 0.06 0.19 0.07

Primer eje
Las variables activas que presentan la mayor correlación con este eje Asimismo, se observa que todas las variables están ubicadas en un
son diámetro (r: -0.82) y grosor (r: -0.81) del borde, siendo las que mismo lado del eje (Gráfico N° 1). Esto se debe a que poseen una
contribuyen con su formación por presentar los puntos de correlación negativa con la primera componente, en consecuencia,
coordenadas más altos (Tabla N° 5). Por tanto, el primer factor está los individuos están clasificados sobre el plano factorial en orden
relacionado con las medidas vinculadas directamente al tamaño de la decreciente de los valores. Los bordes cerámicos de diámetro y
pieza. grosor mayores estarán ubicados del lado izquierdo del eje.
Al mismo tiempo, todas las variables tienen una correlación positiva
entre si, es decir, si para un borde una variable toma un valor alto,
también serán altos los valores de las otras características.
Este sería lo que se conoce como un “factor talla”, el cual opone
todos los individuos que toman valores altos en todas las variables
correlacionadas positivamente con él, a los que toman valores bajos
(Abascal y Grande 1989).
Antropologando 5 (15) Enero-Junio 2006 81 Antropologando 5 (15) Enero-Junio 2006 82

Para completar el análisis se proyecta sobre el primer eje las


Tabla Nº 6. Variables ilustrativas y las modalidades que las constituyen,
variables ilustrativas, las cuales ayudan en la explicación sobre de las con sus coordenadas
asociaciones resultantes (Tabla N° 6).
Se considera en primer lugar la variable forma de la pieza, cuyas
Variables Modalidades Coordenadas
altas coordenadas sobre este eje ubican a las modalidades budare (- ilustrativas F1 F2 F3
2.27), otros (-1.36) y vasija para almacenar (-0.80), en el segundo Forma inferida Bol 0.26 0.06 -
de la pieza Botella 0.91 1.48 0.03
cuadrante. Sus valores negativos indican que sus medidas de Budare - - -
Olla para cocinar 2.27 0.66 0.79
diámetro y ángulo son altas, estando en oposición a formas como
Indeterminado 0.32 - -
botellas (0.91), jarra (0.83) y jarra sin cuello (0.50), con medidas de Jarra 0.12 0.62 1.00
Jarra sin cuello 0.83 0.01 0.42
diámetro y grosor bajas, situadas en el primer cuadrante. Olla 0.50 0.19 0.14
Otro 0.00 2.94 -
En relación a la forma del fragmento, se observa que las coordenadas
Plato - - 0.03
más altas las presenta la forma XI (-2.03), seguida de la forma XX (- Vasija para 1.36 0.01 -
almacenar 0.29 - 2.08
0.95) de bordes con diámetros y grosor grandes. En oposición a la - 0.57 -
forma II (0.98), la forma XXVI (1.22), la forma XXVII (1.05), la 0.80 0.45 0.07
0.84 -
forma XXIX (1.02) de diámetros y grosor pequeños. 0.45
0.38
-
1.40
Antropologando 5 (15) Enero-Junio 2006 83 Antropologando 5 (15) Enero-Junio 2006 84

Forma del Indefinida 0.14 0.03 - Desengrasante Arena 0.82 - 0.07


borde I 0.40 0.02 0.04 Caraipé - 0.13 -
II 0.98 0.36 0.00 Cauixi con tiesto 0.49 - 0.52
III - - - molido - 0.10 -
IV 0.09 0.01 0.36 Espícula de 0.18 - 0.16
IX 0.14 - 0.25 esponja - 0.04 0.20
VIII 0.07 0.15 - Tiesto molido 0.04 0.07 -
XI 0.47 0.03 0.06 Indeterminado 0.27 - 0.27
XIII - 0.00 0.27 0.44 0.43 -
XVI 2.03 - 0.38 0.59 0.37
XX - 0.78 - Periodo Colonial temprano 0.16 0.04 0.16
XXII 0.22 0.24 0.86 Colonial tardío 0.07 0.05 -
XXVI - 0.50 - Republicano - - 0.09
XXVII 0.26 1.47 0.03 Multicomponente 0.92 0.25 -
XXIX - 0.73 - (mixto) - - 0.68
0.95 0.00 0.37 0.33 0.18 0.02
0.40 2.28 -
1.22 0.43 1.47 En cuanto a la representación de la variable ilustrativa sitio, los
1.05 -
1.02 0.10 valores mas altos los tiene La Achagüera (-3.52), Corocito de
-
0.28 Caripito (-0.90) y Palomo (-0.72). Se encuentran situadas en
1.03 oposición a La Pica (0.83). El resto de las modalidades presentan
-
0.54 coordenadas bajas. Esto indica que los bordes son grandes y por
Sitio Pueblo de los 0.44 0.03 0.18
ende las vasijas grandes se ubican en la Achagüera, Corocito de
Españoles 0.36 0.13 0.16
Fortín del 0.14 - 0.19 Caripito y Palomo.
Parguaza - 0.11 0.10
San Isidro 0.13 0.03 - En relación a la representación de la variable desengrasante se
Piedra Rajada 0.07 0.05 0.09 observa que la modalidad arena es la que tiene las coordenadas altas
Pueblo Viejo 0.83 - -
La Pica - 0.31 0.15 positivas seguida por el desengrasante indeterminado (0.44) y tiesto
Corocito de 0.90 - -
Caripito - 0.49 0.43 molido (0.27), las cuales parecen estar relacionadas con vasijas de
Caripito 0.34 0.22 - tamaño pequeño. En contraste, el caraipé (-0.99), cauixí con tiesto
La Achagüera - - 0.67
Palomo 3.52 1.08 - molido (-0.18) y cauixí (-0.04) parecen estar relacionadas con vasijas
- - 2.27
0.72 0.16 - de mayor tamaño.
0.21
Antropologando 5 (15) Enero-Junio 2006 85 Antropologando 5 (15) Enero-Junio 2006 86

Por último, con la proyección de la variable tiempo se puede Segundo eje


observar que el periodo Republicano es la coordenada mejor ubicada La variable que presenta mayor correlación con el segundo eje
(-0.92) en oposición al resto, las cuales tienen coordenadas positivas (Tabla N° 5) es el ángulo (r: 0.97), en oposición al grosor y
bajas o cercanas al punto de origen. Esto sugiere que en los sitios del diámetro, las cuales tienen una correlación baja y negativa (-0.18 y -
periodo Republicano el ajuar cerámico está constituido por piezas 0.087 respectivamente), poco significante en la formación de este
que tienden a ser de mayor tamaño, en relación al material eje.
encontrado en sitios tempranos. El factor ordena de manera creciente la distribución de los bordes a
lo largo de éste según los valores del diámetro (Gráfico N° 2).
Gráfico Nº 1. Representación de las variables activas e ilustrativas en el En cuanto al comportamiento de las variables ilustrativas en este eje
primer eje.
se observa que, en el caso de la variable forma de la pieza las
modalidades botella (1.48), jarra sin cuello (2.94) y vasija para
almacenar (0.84) tienen las coordenadas positivas más altas (Tabla
N° 7). Es decir, representan los bordes con mayores grados de
Coroc Caripito
circunferencia, en oposición a la modalidad budare (-0.66), olla para
caripito S. jar arena
II
Diametr Botell

-4
La Achaguera

-3
Bud XI

-2
Otras
Republican
XX

-1
Ancho Angulo

0
N. jug
XXIX

1
XXVII

2
cocinar (-0.62) y otros (-0.57). El resto de las modalidades se
Caraipe

encuentran ubicadas muy cercas del punto de origen.


En cuanto a la forma del fragmento, se aprecia que la forma XXVII
Leyenda
Variable Morfométrica es la que presenta la coordenada más alta (2.28), seguido por la
Formas Generales de Borde forma XX con 1.47 en oposición a la forma XI cuyas coordenadas lo
Formas Inferidas de Vasija
Desengrasante ubican (-0.78) del lado izquierdo. En general esta variable ilustrativa
Periodo de Tiempo
Sitio
presenta entre sus modalidades mucha uniformidad y poca
diversidad a lo largo del segundo eje.
En el caso de la variable sitio, los valores altos negativos los presenta
la modalidad La Achagüera (-1.08). Del lado positivo las
coordenadas más altas las tiene Caripito (0.22), lo que indica que en
Antropologando 5 (15) Enero-Junio 2006 87 Antropologando 5 (15) Enero-Junio 2006 88

este sitio se encuentran los fragmentos con menor ángulo. En general Tercer eje
es poca la diferencia que existe entre las modalidades de esta Las variables más correlacionadas con el tercer eje (Tabla Nº 6) son
variable. diámetro (r: 0.57) y grosor (r: -0.57) con coordenadas que las sitúan
En cuanto al desengrasante en general se observan valores bajos, en lados opuestos del eje (Gráfico Nº 3).
cercanos al punto de origen, a excepción de la modalidad En cuanto a las variables ilustrativas, en el comportamiento de la
indeterminado (0.59). forma de la pieza en este eje, se observa que las coordenadas más
En relación al comportamiento de la variable tiempo en este eje, se altas y negativas (Tabla Nº 7) las presentan las modalidades jarra sin
aprecia que la coordenadas son bajas. Sin embargo, se distingue una cuello (-2.08), vasija para almacenar (-1.40) y budare (-1.00), con el
polarización entre los valores de las coordenadas de los periodos, diámetro y grosor grande. Solamente muestran coordenadas
donde Colonial Temprano y Colonial Tardío están correlacionados positivas las modalidades olla para cocinar (0.42), plato (0.38) e
entre sí e incorrelacionados con el Republicano y Multicomponente. indeterminado (0.14).
El resto de las modalidades que constituyen esta variable presentan
Gráfico Nº 2. Representación de las variables activas e ilustrativas
en el segundo eje coordenadas bajas negativas, semejantes entre sí.
En lo que respecta a la variable forma del fragmento, las
coordenadas más altas son las de las modalidades con forma XX (-
1.47), seguida por la forma XI (-0.86) y la forma XXIX (-0.54). En
particular tienen valores positivos la forma XXVII (1.03), la forma
VIII (0.38), la forma IX (0.27) y la forma III (0.25). El resto de las
Ot ras

La Achaguera XI
C. pot
Bud
Diamet ro
La Pica
Col t ardio y
t emprano
XX
XXIX Indet XXII Angulo Bot ella
XXVII N. jug modalidades presentan valores bajos.
Coroc caripito Ancho Republicano St . jar
-1.5 -1 -0.5
Tiest o molido 0 0.5 1 1.5 2 2.5 3 3.5
En la variable sitio se capta una polarización entre las modalidades;
Leyenda
por un lado, Pueblo de Españoles, Fortín del Parguaza, San Isidro y
Variable Morfometrica
Formas Generales de Borde Piedra Rajada, correlacionadas entre sí con coordenadas positivas, e
Formas Inferida de Vasija incorrelacionadas, por otro lado, con el resto de las modalidades, las
Desengrasante
Periodo de Tiempo cuales presentan valores negativos.
Sitio
Antropologando 5 (15) Enero-Junio 2006 89 Antropologando 5 (15) Enero-Junio 2006 90

Las coordenadas de las modalidades que constituyen la variable mayormente contribuyen a la formación de los ejes, se alcanza a
desengrasante en general presentan coordenadas bajas y negativas identificar tres grupos principales:
siendo la más alta el caraipé (-0.52). Sólo arena y cauixí tienen • El primer grupo de características, ubicadas en el
valores mayores a 0. tercer cuadrante, correlacionadas negativamente
Con relación a la variable ilustrativa tiempo, la modalidad que entre sí y con ambos factores. Está integrado por
contribuye más en la constitución de este eje es el periodo las variables activas diámetro y grosor; y las
Republicano, con -0.68; mientras, por el contrario, Colonial modalidades de las variables ilustrativas: periodo
Temprano y Multicomponente, presentan valores positivos. Republicano y Multicomponente, sitios Corocito
de Caripito y Palomo, desengrasante caraipé,
Gráfico Nº 3. Representación de las variables activas e ilustrativas en el forma de borde general XI, y formas budare y
tercer eje
otras.
Esto indica que en los sitios de periodos tardíos el
uso de caraipé como desengrasante, está
relacionado con piezas de mayor tamaño, como
por ejemplo la forma de budare.

La Achaguera N. jug St. jar


Caripito
Caraipe
Republicano Ancho Angulo Diametro
XXVII
• El segundo grupo de características situadas en el
XX Bud XI
C
-2.5 -2 -1.5 -1 Botella -0.5 Cor caripito 0 0.5 1 1.5
primer y cuarto cuadrante, constituido por las

Leyenda modalidades periodo Colonial Temprano y

Variable Morfometrica Colonial Tardío, los sitios Pueblo de Españoles,


Formas Generales de Borde Fortín del Parguaza y La Pica, los
Formas Inferidas de Vasija
Desengrasante desengrasantes arena, tiesto molido e
Periodo de Tiempo
Sitio indeterminado, las formas de bordes II, XXI,
XXVI y XXIX, y las formas jarra, botella y olla
Al realizar la representación gráfica sobre los dos primeros factores para cocinar.
I- II (Gráfico N° 4) de las variables con las coordenadas que
Antropologando 5 (15) Enero-Junio 2006 91 Antropologando 5 (15) Enero-Junio 2006 92

Esto muestra que, en contraste con el grupo Gráfico Nº 4. Representación de las variables activas e ilustrativas en el
plano factorial I- II.
anterior, el ajuar cerámico encontrado en
yacimientos coloniales, utilizando desengrasantes
como arena, tiesto molido e indeterminado, está
marcado por la realización de piezas de bordes
pequeños.
• El tercer grupo de características situadas en el
segundo cuadrante, manifestadas por el segundo
factor, está ligado al ángulo de los fragmentos.
Esto parece indicar que la vasija forma XVI y
forma jarra para almacenar (“storage jar” en el
gráfico) presentan fragmentos con mayor ángulo
de circunferencia. Al igual que en el plano factorial anterior, en la representación

En general, se observa que las características que integran cada gráfica de las variables en el plano factorial I-III, se observan los

grupo están muy próximas entre sí y, a la vez, las distancias entre los mismos grupos de características (Gráfico N° 5). La particularidad

grupos son muy pocas, lo que indica que hay bastante homogeneidad está en la distancia entre las variables diámetro y grosor, debido a

dentro del material con respecto a las variables analizadas. La que sus coordenadas en el tercer eje presentan valores positivos para

excepción la presentan las modalidades La Achagüera y jarra sin una y negativos para la otra, respectivamente.

cuello, las cuales por su baja frecuencia, tienen la mayor distancia En este sentido, el grupo integrado por las modalidades de las

con el resto y menor representación. variables ilustrativas: periodo Republicano y Multicomponente, sitios
Corocito de Caripito y Palomo, desengrasante caraipé, forma de
borde general XI, y formas budare y otras, presentan una relación
negativa con las variables activas grosor y ángulo. En otras palabras,
aun cuando la vasija presenta un grosor mayor, las medidas de
ángulo no son muy grandes.
Antropologando 5 (15) Enero-Junio 2006 93 Antropologando 5 (15) Enero-Junio 2006 94

En el otro grupo, ubicado en el primer y cuarto cuadrante, las • El segundo grupo, ubicado entre el primer y cuarto
variables concentradas corresponden a fragmentos de poco diámetro cuadrante, sugiere que las medidas del ángulo y
y poco grosor. grosor del fragmento contribuyen (más que el
diámetro) en la definición de las formas de borde
Gráfico N° 5. Representación de las variables activas XXIX, XVI y XXII.
e ilustrativas en el plano I-III
• El tercer grupo, ubicado en el cuarto cuadrante,
está constituido por la variable forma inferida de la
I pieza, en sus modalidades botella, jarra sin cuello

y vasija para almacenar, y la forma de borde XX,


lo cual es una asociación lógica considerando que
las tres formas de vasija son semejantes y están
destinadas al uso como contenedores de líquidos.
• El cuarto grupo ubicado en el segundo cuadrante
muestra que la forma de vasija olla para cocinar
(denominado como C. pot en el gráfico) está más
ligada a la medida del diámetro.

Con la unión de los dos últimos factores (II- III), (Gráfico N° 6) se


observa una distribución de las variables y sus modalidades que
permite distinguir cuatro grupos:
• El primer grupo, ubicado en el tercer cuadrante,
indica que los fragmentos más frecuentes en la
cerámica del periodo Republicano están ligados a
unas formas de borde gruesos, cuya pasta tiene
como desengrasante caraipé.
Antropologando 5 (15) Enero-Junio 2006 95 Antropologando 5 (15) Enero-Junio 2006 96

Gráfico Nº 6. Representación de las variables activas e ilustrativas en el budares, botellas, y vasijas para almacenamiento tienden a tener una
plano factorial II- III
relación marcada entre el grosor y diámetro, mientras que en las
formas más usuales y multiuso, el grosor y diámetro son
I
relativamente estándar.
La frecuencia más alta de fragmentos fue encontrada en los sitios de
Pueblo de Españoles, Fortín del Parguaza, San Isidro, Piedra
Rajada y Pueblo Viejo, correspondientes a los periodos coloniales.
Estos fragmentos presentan coordenadas en los ejes factoriales que
los ubican muy cercanos y correlacionados entre si, demostrando que
en cuanto a sus características morfométricas (diámetro, grosor y
ángulo) no presentan diferencias estadísticamente significativas.
Estas medidas indican que la mayoría de los bordes corresponden a
II cerámicas de tamaño mediano, sin extremos notorios.
piezas
Asimismo, en este grupo se sitúan las modalidades de desengrasante
cauixí con tiesto molido y cauixí, las cuales son usadas
indiferentemente en la pasta destinada a realizar varias formas de
SÍNTESIS
vasijas. Esto apoya la inclusión de los materiales con estos
En general se puede observar que la variable grosor es la más
desgrasantes en una misma serie o tradición cerámica
relacionada a las diferencias de tamaño y forma de las vasijas; se
(Arauquinoide). Si bien existen diferencias en cuanto a la
aprecia una tendencia, a través del tiempo, a aumentar el grosor de la
popularidad de formas entre los bordes de estas dos clases, es
pared en las vasijas más grandes. Esto puede atribuirse a factores
evidente que se mantiene una tradición en relación a las formas. Es
tecnológicos relacionados con la formación y quema de las vasijas, y
notorio que los bordes con caraipé, arena, y no identificado están
a la mayor resistencia a romperse. Por un lado, resulta muy difícil
excluidos de este grupo, lo cual sugiere que la variable
construir una vasija de grandes dimensiones con paredes muy
desengrasante puede ser interpretada como una expresión de
delgadas, y por el otro, una vasija con estas cualidades sería más
identidad de los grupos alfareros. Esta conclusión está apoyada por
frágil. La definición de formas con usos específicos, tales como
Antropologando 5 (15) Enero-Junio 2006 97 Antropologando 5 (15) Enero-Junio 2006 98

el hecho que existen variantes decorativas y formales que se asocian CONCLUSIÓN


con cada clase de desengrasante, lo cual sirve de base para la A través del estudio de las variables morfométricas de los bordes, se
definición de estilos. ha podido determinar una correlación entre el diámetro y grosor de
Los fragmentos de bordes encontrados en los sitios del periodo las vasijas. Esta correlación se hace más evidente en los sitios tardíos
colonial, están vinculados especialmente a las vasijas más comunes: de la secuencia, particularmente en los sitios del periodo
bol, olla y las formas indeterminadas, destinadas a usos múltiples. Republicano, donde predominan los budares de gran diámetro y
Por su parte, los fragmentos de bordes encontrados en sitios anchura, fabricados con una pasta desengrasada con abundantes
correspondientes a los periodos Republicano y Multicomponente fragmentos de caraipé. Esto demuestra una tendencia notoria de
(que incluye Colonial y Republicano), indican que el ajuar cerámico simplificación en la producción cerámica a raíz del contacto
estaba constituido principalmente por vasijas con formas dispuestas europeo, donde se presenta una marcada disminución en la cantidad
a usos más restringidos y en su manufactura se utilizaba casi de formas, en la variedad de desengrasantes, y una mayor tosquedad
exclusivamente el desengrasante de caraipé. Esto tiene sentido al en la manufactura. En este sentido, se aprecia una sustitución de las
considerar que durante el periodo Republicano la fabricación de la vasijas más refinadas (platos, boles y botellas) por utensilios
cerámica local se enfocó primordialmente en realizar budares, importados, y la relegación de la producción cerámica a vasijas
utilizados en la cocción de las tortas de casabe, el cual era un utilitarias.
importante producto para la comercialización. Además, para este Por su parte, el comportamiento de la variable de ángulo permite
periodo hubo una sustitución de gran parte de las formas populares destacar que los fragmentos de menor diámetro, tales como las
en el material cerámico tradicional (boles y platos) por artefactos botellas y vasijas para el almacenamiento, ofrecen mayor
importadas de vidrio, cerámica y peltre, que cumplían las mismas confiabilidad a la hora de la reconstrucción de la forma, ya que
funciones. Esto es particularmente evidente en el ajuar utilizado en el conservan una mayor porción del borde original. El alto grado de
servicio de los alimentos, donde los platos de cerámica importada fragmentación de la mayor parte de las vasijas es un factor que debe
(pearl ware y white ware) son muy frecuentes (Falconi 2003). ser contemplado al ampliar los análisis en el futuro. Es
particularmente importante tomarlo en cuenta para la comparación
de frecuencias de tipos de vasijas. Las vasijas con mayor diámetro
producirían más fragmentos que las de diámetro pequeño, sesgando
Antropologando 5 (15) Enero-Junio 2006 99 Antropologando 5 (15) Enero-Junio 2006 100

el conteo a favor de las vasijas grandes. Se han desarrollado algunos Deagan, K. 2004. Reconsidering Taíno Social Dynamics after Spanish
Conquest: Gender and Class in Culture Contact Studies. American
métodos para determinar el Número Mínimo de Vasijas para Antiquity 69(4): 597-626.
compensar por este factor (cf. Chilton 1998). DeBoer, W. R. 1990. Interaction, imitation, and communication as
expressed in style: the Ucayali experience. The Uses of Style in
Queremos finalizar señalando que este tipo de análisis, en Archaeology. M. Conkey and C. Hastorf. Cambridge, Cambridge
University Press: 82-104.
combinación con otros manejos de estadística descriptiva, aumentan DeBoer, W. 1991. The Decorative Burden: Design, Medium, and Change.
considerablemente nuestra capacidad de tomar en cuenta múltiples Ceramic Ethnoarchaeology. W. A. Longacre. Tucson, The
University of Arizona Press: 144-161.
factores que contribuyen a la variación en la cerámica y su Deetz, J. 1965. The dynamics of stylistic change in Arikara ceramics.
Urbana, University of Illinois Press.
transformación en el tiempo. Díaz, L. 2005. Pueblo Viejo: Un ejemplo de la occidentalización del
espacio en el Orinoco Medio, Período Colonial Tardío (1767-
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AGRADECIMIENTOS Universidad Central de Venezuela.
Dietler, M. and I. Herbich 1989. Tich Matek: the technology of Luo pottery
Parte del análisis del material cerámico fue financiado por el
production and the definition of ceramic style. World Archaeology
Proyecto Individual No. PI-05-16-4941-2002 del CDCH de la UCV, 21(1): 148-164.
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Antropologando Enero-Junio 2006 Antropologando 5 (15) Enero-Junio 2006 104
Año 5, Nº 15: 103-148
INTRODUCCIÓN
Las investigaciones arqueológicas que han sido realizadas en los
APORTES AL ESTUDIO MACRO-REGIONAL DE LAS llanos altos del estado Barinas (Venezuela) han permitido que en la
SOCIEDADES PREHISPÁNICAS DE LOS LLANOS
OCCIDENTALES VENEZOLANOS: CONFIGURACIÓN actualidad se describa a las sociedades prehispánicas que habitaron
REGIONAL DE EL CEDRAL1
en esta zona entre los años 550 y 1.200 d.C. como cacicazgos,
2
Juan Carlos Rey G. jerárquicos y políticamente inestables. En un intento por considerar
Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas
las trayectorias evolutivas de estas sociedades a una escala
RESUMEN macroregional, Redmond, Gassón y Spencer (1999) compararon las
En este estudio procedemos a la medición y registro de la red de calzadas
asociadas al sitio El Cedral, ubicado en los Llanos Altos del Estado Barinas
características específicas de dos cacicazgos prehispánicos de la
(Venezuela), e incluimos, por primera vez en el análisis, las características región (las sociedades organizadas en torno a los sitios arqueológicos
del sitio El Cerrito; todo ello con el fin de ampliar nuestra comprensión de
la posible configuración regional que existió en el área ocupada por la de Gaván y El Cedral) (mapa 1). A partir de esta comparación fueron
unidad política prehispánica que se organizó en torno a dichos sitios. A
señaladas una serie de diferencias y se sugirió que, aunque
partir de esta nueva información evaluamos las consecuencias desde el
punto de vista de un análisis regional y formulamos algunas hipótesis sobre seguramente ambos cacicazgos estaban organizados de manera
los procesos de producción, distribución y consumo de excedentes
agrícolas, que fueron una parte fundamental de la economía política de esta similar, podrían haber presentado estrategias políticas diferentes.
sociedad. Finalmente, proyectamos estas hipótesis a un nivel macroregional
Así, se ha indicado que la estructura política de El Cedral pudo haber
al comparar nuestros datos con los que han sido obtenidos por otros autores
en una región contigua (Gaván) donde se desarrolló una unidad política sido menos rígida que la estructura propuesta por Spencer y
prehispánica de características similares.
Palabras clave: arqueología regional, patrones de asentamiento, calzadas, Redmond para la región de Gaván. Además, a partir de una serie de
llanos venezolanos. fechados radiocarbónicos, se sugirió que, aunque ambas unidades
políticas deben haber sido contemporáneas en cierto período, es
probable que Gaván surgiera como un centro principal antes que El
Cedral (Gassón, 2000a; Redmond, et al, 1999).
1
El artículo que aquí se presenta es una versión reducida de mi tesis de grado,
Pese a estas diferencias estructurales, también se describieron una
presentada ante la Escuela de Antropología de la Universidad Central de Venezuela; serie de características comunes entre las dos regiones. En ambas se
esta investigación formaba parte del proyecto “Ecología histórica y economía
política de los sistemas de cultivo prehispánicos de los Llanos Altos de Barinas”, observa un patrón de asentamiento jerárquico de tres niveles,
dirigido por el Dr. Rafael Gassón en el Centro de Antropología del Instituto
Venezolano de Investigaciones Científicas. caracterizado por la distribución de asentamientos de menor
2
Centro de Antropología, Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas.
juancrey@cantv.net jerarquía en torno a un centro principal. Estos centros principales se
Antropologando 5 (15) Enero-Junio 2006 105 Antropologando 5 (15) Enero-Junio 2006 106

bienes considerados como posibles símbolos de prestigio (Redmond


et al, 1999).
El análisis macro-regional también permitió el señalamiento de
importantes diferencias entre las dos regiones estudiadas. Aunque
ambas presentan un patrón de asentamiento jerárquico de tres
niveles, en El Cedral los asentamientos de primer y segundo orden
son mucho mayores que los de Gaván; así, mientras que en Gaván el
asentamiento principal tiene una extensión de 33 hectáreas, en El
Cedral éste abarca un área de al menos 135 hectáreas; en cambio, los
Mapa 1. Ubicación de los sitios Arqueológicos Gaván y El Cedral sitios de tercer orden en El Cedral son menores y menos numerosos
que en Gaván (indicando posiblemente una mayor concentración en
encuentran vinculados directamente, por medio de calzadas, a los
los centros principales). Además, aunque su configuración y
centros de segundo orden, así como también a una serie de campos
distribución es similar, la escala de las obras de arquitectura pública
agrícolas de cultivo intensivo; siendo interpretadas dichas estructuras
en El Cedral es mayor que en Gaván. Así mismo, la red de calzadas
como posibles legitimadores del dominio y control del centro
asociada a El Cedral es aparentemente más extensa que la de Gaván,
principal (Redmond y Spencer, 1995; Redmond et al, 1999; Spencer
lo que pudiera indicar una mayor extensión del área geográfica
y Redmond, 1998).
controlada por esta sociedad (Redmond et al, 1999).
Igualmente, en ambas regiones se observaron evidencias de
La distribución de las estructuras asociadas a la producción de
intensificación en la producción agrícola a partir de una tecnología
excedentes agrícolas también presenta diferencias significativas
similar, basada en el aprovechamiento y la modificación intencional
entre las dos regiones. Mientras que en Gaván éstas se encuentran
de las unidades topográficas del Llano (bancos, bajíos y esteros).
asociadas a los sitios de segundo y tercer orden en la jerarquía de
Además, la presencia de bienes exóticos3 ha sido interpretada, en
asentamientos, en El Cedral se asocian directamente al centro
ambos casos, como un posible indicador de una dinámica
principal.
competitiva que implicaba cierto acceso diferencial a una serie de
A partir de estas evidencias se ha sugerido que en el caso de Gaván

3
la producción de excedentes tuvo lugar en los centros y sitios de
Caracterizada principalmente por objetos elaborados en piedra, cuyo principal
origen ha sido identificado en la Cordillera Andina.
Antropologando 5 (15) Enero-Junio 2006 107 Antropologando 5 (15) Enero-Junio 2006 108

menor jerarquía, mientras que, en el caso de El Cedral la mayor parte


de la producción tenía lugar directamente en el centro principal4
(Gassón, 1998; Redmond et al, 1999).
Esta última característica ha sido interpretada como un indicador de
posibles diferencias entre las estructuras de la economía política de
ambas sociedades5, que se ven reflejadas a partir del un modelo que
sugiere que en Gaván la producción de excedentes agrícolas pudo
haber tenido lugar en los sitios de menor jerarquía, y que los mismos
eran movilizados hacia la capital regional, donde eran acumulados y
posteriormente redistribuidos, bajo el control de las élites. En
cambio, en El Cedral la producción de excedentes pudo haber estado
controlada directamente por las élites, ya que debe haber tenido lugar Esquema 1. Comparación de estructuras de producción y distribución de excedentes

en la capital regional, desde donde estos excedentes eran agrícolas en Gaván y El Cedral

redistribuidos hacia los sitios de menor jerarquía, posiblemente a


partir de la realización de festejos ceremoniales (esquema 1). Ahora bien, pese a lo interesante de esta afirmación, en el caso de los

Este modelo conlleva una serie de implicaciones bastante cacicazgos barineses, y desde el punto de vista empírico,

significativas, ya que, si bien los instrumentos y las técnicas consideramos que el planteamiento formulado en torno a la posible

agrícolas en ambas sociedades presentan características semejantes, variabilidad entre estas sociedades (Gaván y El Cedral) necesita una

las relaciones en marcos institucionales que modelan el proceso mayor sustentación, ya que los indicadores que fueron presentados

económico podrían presentar algunas diferencias fundamentales. por Redmond, Gassón y Spencer (1999) para cada una de las
unidades políticas pertenecen a escalas de análisis diferentes.
Mientras que en Gaván existe un estudio bastante completo a nivel
4
Sitio en el cual, además, ha sido identificada la posible realización de festejos regional, en El Cedral únicamente ha sido estudiado el sitio C1 y el
ceremoniales, asociados al consumo de estos excedentes.
5
En este caso, la economía política define el circuito comprendido por la área adyacente a éste, además del análisis preliminar de una serie de
producción, la distribución y el consumo de bienes materiales, establecido por
encima del nivel de la unidad doméstica, y que supone una injerencia o intervención sitios aislados. Por esto, consideramos necesario contrastar estas
en el uso, la propiedad, los derechos y la explotación de los recursos (Johnson y
Earle, 2000) hipótesis en la misma escala de análisis, es decir, a nivel regional.
Antropologando 5 (15) Enero-Junio 2006 109 Antropologando 5 (15) Enero-Junio 2006 110

Con el fin de contribuir a resolver este problema -y de acuerdo con la de cada sitio, resultan una estrategia metodológica más adecuada.
suposición de que los patrones de asentamiento pueden reflejar, entre Por esto, los datos obtenidos a partir de cada nivel de análisis o
otras cosas, las características de la estructura económica de las escala sólo pueden ser comparados adecuadamente con los datos
sociedades- en esta investigación registramos, describimos y obtenidos a partir del mismo nivel (Kowalewski, 1990).
analizamos el número, tamaño y distribución de los sitios Con el fin de ampliar la discusión en torno al concepto de cacicazgo,
habitacionales y campos para el cultivo intensivo, así como su aportando datos que nos permitan observar el grado de variabilidad
asociación a nivel regional a partir del sistema de calzadas conectado que pudiera existir a nivel regional entre las sociedades de Gaván y
a El Cedral, comparándolo con el patrón de asentamiento de Gaván. El Cedral, planteamos la necesidad de ampliar la información que se
poseía en torno a los patrones de asentamiento regionales en El
PERSPECTIVAS TEÓRICO-METODOLÓGICAS Cedral para, posteriormente, comparar estos datos con la
La arqueología supone el estudio de las culturas del pasado, desde información regional de Gaván que había sido publicada.
una perspectiva antropológica, a partir del análisis de restos Ahora bien, la resolución de nuestro análisis es bastante baja y no
materiales. Por esta razón, dentro de los planteamientos pretende más que crear un esbozo general. Por eso, utilizaremos una
metodológicos deben ser consideradas diferentes escalas de análisis, concepción clásica en torno a los sitios arqueológicos como variables
apropiadas al tamaño físico y propiedades de los restos materiales en nuestra investigación, refiriéndonos a rasgos arqueológicos
estudiados (artefactos, casas, poblados, etc.) (Kowalewski, 1990). generales caracterizados por determinados "elementos". Entre estos
Cada una de dichas escalas corresponde a un nivel de análisis rasgos hemos definido tres tipos: sitios habitacionales, campos de
independiente a partir del cual se pueden aplicar una serie de cultivo y calzadas.
estrategias metodológicas específicas y concretas. Es decir, mientras Los sitios habitacionales fueron definidos principalmente por la
que el estudio de una casa corresponde al nivel de la unidad presencia de restos cerámicos correspondientes a artefactos
doméstica, el estudio de una unidad política corresponde al nivel asociados tanto a actividades domésticas como a actividades
regional; por otra parte en el nivel de la unidad doméstica, los ceremoniales, y que podrían indicar la ocupación y utilización
levantamientos planimétricos, las recolecciones superficiales de cotidiana de un área en particular. Además de los restos cerámicos,
material y las excavaciones, son algunas de las estrategias algunos de estos sitios han sido definidos por la presencia de
metodológicas mas utilizadas. A un nivel regional, las pequeños montículos que son identificados tentativamente como los
prospecciones, donde son registradas las principales características
Antropologando 5 (15) Enero-Junio 2006 111 Antropologando 5 (15) Enero-Junio 2006 112

restos de antiguas viviendas. El tamaño de estos sitios fue calzadas como una serie de rasgos arqueológicos regionales
determinado a partir de la dispersión de los restos cerámicos y, en culturalmente significativos, los cuales reflejan relaciones de
algunos casos, a partir de la presencia de estructuras de tierra interacción a nivel regional.
delimitadoras. Dado el bajo nivel de resolución de los análisis temporales que han
De acuerdo a sus características particulares, los sitios habitacionales sido realizados en El Cedral, una de las características más
han sido clasificados siguiendo el mismo modelo jerárquico utilizado importantes de las calzadas es que éstas nos permiten observar cierta
por Redmond y Spencer (1990) para Gaván. El sitio de mayor escala, contemporaneidad entre los lugares conectados (Garson, 1981).
con asociación a un mayor número de obras de infraestructura Además, esta red se presenta como un elemento de importancia
monumental y delimitado por algún tipo de estructura de tierra, es fundamental en nuestro trabajo, ya que pudiera reflejar datos de la
catalogado como centro primario o capital regional. Los sitios composición interna de la región, del sistema de valores (a raíz de la
medianos y con presencia de arquitectura pública en menor escala escogencia de conectar ciertos puntos y no otros), y del modo de
(generalmente no más de un montículo superior a 5 metros de altura) adaptación al ambiente, constituyendo una evidencia tangible de la
son catalogados como centros de segundo orden. Finalmente, organización estructural en el espacio.
aquellos sitios de áreas reducidas y que no presentan ningún tipo de
arquitectura pública ocupan el tercer nivel en la jerarquía regional. LA REGIÓN DE EL CEDRAL Y SUS PATRONES DE
ASENTAMIENTO
Los campos de cultivo han sido definidos por la presencia de una
Dentro del área de estudio han sido identificados 11 sitios
serie de modificaciones en el terreno, antrópicas e intencionales.
habitacionales (C1, C2, C3, C4, C5, C6, C7, C8, C9, C10 y C11),
Entre estas modificaciones principalmente puede ser observada la
dos sistemas de campos para el cultivo intensivo y 14 calzadas (C1-
presencia de camellones o calzadas que funcionan como diques,
A, C1-B, C1-C, C1-D.1, C1-D.2, C1-E, C1-F, C1-G, C1-H, C1-I.1,
controlando la acumulación del agua y conduciendo su flujo por el
C1-I.2, C1-J, C1-K y C1-L). (mapa 2).
terreno; además, en algunos casos, es posible observar la presencia
de una capa de grava muy fina o de material cerámico muy
fraccionado, la cual pudo haber permitido que la tierra adquiriera una
mejor absorción del agua (Gassón, 2000b).
Además de estos dos tipos de lugares, consideramos a las redes de
Antropologando 5 (15) Enero-Junio 2006 113 Antropologando 5 (15) Enero-Junio 2006 114

y sin ningún tipo de obras públicas. Gassón identificó 17 sitios


habitacionales en la región, sin embargo, solo 11 de éstos se
encuentran en el área de estudio que ha sido definida en esta
investigación. En esta área han sido identificados: un sitio
habitacional definido como centro primario regional (C1); dos sitios,
definidos como centros secundarios (C10 y C11); y ocho sitios de
tercer nivel (C2, C3, C4, C5, C6, C7, C8 y C9).

Centro Primario Regional


C1: El sitio C1 (El Cedral) fue descrito originalmente por Gassón en
1998. Este sitio se encuentra ubicado en las coordenadas 8°09'23''n,
70°27'15'' w (Gassón, 1998: 82), ocupando un área de 135 ha, y está
delimitado en tres de sus flancos por un "recinto de calzadas" de
Mapa 2. Principales Características Arqueológicas del Área de Estudio patrón rectangular (Gassón, 1998: 62). Además, presentaba su cuarto
lado abierto hacia una serie de campos de cultivo, estando separado
Sitios habitacionales de éstos únicamente por un caño, el cual pudiera haber servido como
Los sitios habitacionales en la región de El Cedral fueron foso (Gassón, 1998). Sin embargo, la deforestación de una nueva
clasificados originalmente por Gassón, siguiendo las líneas generales área del sitio permitió localizar posteriormente un nuevo segmento
planteadas en el modelo de patrones jerárquicos propuesto por de la calzada que lo delimita (mapa 3). A partir de este nuevo
Spencer y Redmond para la región de Gaván. Como ya segmento, se observa un recinto que encierra totalmente al sitio con
mencionamos, el primer lugar de la jerarquía de asentamientos está un patrón oval y, hemos recalculado la extensión del sitio en al
ocupado por el sitio habitacional más grande, con mayor número de menos 150 hectáreas.
estructuras monumentales y obras públicas asociadas a áreas cívico- En el sitio se encuentran 139 montículos de tierra, los cuales varían
ceremoniales; el segundo lugar está ocupado por sitios de menor en forma y tamaño: una gran cantidad de ellos son muy bajos y casi
tamaño, con obras públicas y áreas cívico-ceremoniales de menor imperceptibles (éstos fueron asumidos como los restos de las bases
envergadura; y el tercer nivel lo ocupan los sitios de áreas reducidas
Antropologando 5 (15) Enero-Junio 2006 115 Antropologando 5 (15) Enero-Junio 2006 116

de casas), sin embargo, los tres montículos principales presentan corresponden a un mínimo de 139 unidades domésticas,
alturas superiores a los nueve metros (foto1). determinadas a partir del número de montículos presentes en el sitio;
y, una media de 549 unidades y un máximo de 818 unidades,
determinadas a partir del tamaño total del área del sitio) (Gassón,
1998).
Sin embargo, posteriormente se ha sugerido que las cifras totales de
población en este sitio pudieran ser mucho más similares al cálculo
mínimo que al máximo, ya que, además del número y distribución de
los montículos asumidos como unidades domésticas, la dispersión de
materiales y las características físico-químicas de los suelos del sitio
indican que éste no estuvo ocupado en toda su extensión, sino en un
área mucho menor; además, a partir de estas mismas características,
también se ha sugerido la posible existencia de jardines domésticos
en las áreas del sitio contiguas a las unidades habitacionales (Gassón,
2000a).
Según Gassón, las necesidades alimenticias de cada una de las
unidades domésticas pueden estimarse en 1.100 Kg. de maíz anuales
Mapa 3. Sitio C1 (Reconstrucción a partir de Gassón, 1998; y nuestros (Gassón, 1998:75). A partir de los cálculos poblacionales que han
datos de campo)
sido realizados, podemos estimar que la totalidad de la población del
A partir de la datación de dos muestras de carbón, correspondientes a sitio C1 pudo haber necesitado la producción de un mínimo de
niveles estratigráficos sucesivos de una unidad de excavación, se 152.900 Kg. de maíz anuales (asumiendo una población compuesta
obtuvieron fechas absolutas para este sitio de 680±50 d.C. y 690±50 por 139 unidades domésticas), pasando por una media de 603.900
d.C. (Redmond et al, 1999). Se ha estimado que la población de este Kg. (asumiendo una población media de 549 unidades domésticas), a
sitio pudo oscilar entre un mínimo de 695 personas, una media de un máximo de 899.800 Kg. de maíz anuales (asumiendo una
2.741 personas y un máximo de 4090 personas (estas cifras población de 818 unidades domésticas).
Antropologando 5 (15) Enero-Junio 2006 117 Antropologando 5 (15) Enero-Junio 2006 118

Centros Secundarios nuestra temporada de campo fue posible constatar la presencia de, al
C10 (El Cerrito) y C11 (Las Lomitas) son los sitios arqueológicos menos, 22 montículos.
asociados directamente a C1 a partir de la red de calzadas. Ya que el número de montículos registrado no parece responder a las
C11: El sitio C11 (Las Lomitas) ocupa un área de 47 hectáreas, se características reales del tamaño del sitio y a la dispersión de
encuentra ubicado en las coordenadas 8°06'26''n 70°22'32''w; a una material arqueológico, no podemos realizar un estimado de
distancia de 10 Km. del sitio C1, y está rodeado, al igual que éste, población confiable a partir de esa característica. Por esta razón,
por una calzada de tierra. Presenta varios montículos de tamaños siguiendo las cifras de densidad poblacional propuestas por Spencer
variables, el mayor de estos, de 17 metros, es el más alto descrito en y Redmond para los sitios habitacionales en Gaván (Spencer y
la región (mapa 4 y foto 2). Redmond, 1992)6, hemos estimado una población media de 955
personas (191 unidades domésticas) y una máxima de 1.425
personas (285 unidades domésticas). A partir de estas cifras, y
siguiendo los mismos pasos que en el caso de C1, podemos estimar
que la población del sitio C11 pudo haber necesitado una producción
anual de maíz de desde una media de 210.100 Kg. hasta un máximo
de 313.500 Kg.
Aunque el sitio no presenta en sus áreas adyacentes ningún tipo de
estructura que haya sido relacionada con la intensificación agrícola,
desde el mismo parece surgir una segunda red de calzadas que
pudiera conectarlo con alguno de los sistemas de campos más
distantes, o con otra serie de sitios habitacionales además de C1; sin
embargo, como esta segunda red aún no ha sido registrada, resulta
imposible formular algún tipo de afirmación concreta.
Mapa 4. Sitio C11.
Este sitio ocupa un área significativamente más reducida que el área
ocupada por el sitio C1; sin embargo, a partir de algunas de sus
A partir del reconocimiento inicial del sitio únicamente fueron
ubicados 19 montículos (Gassón, 2000a), sin embargo, durante
6
Una densidad media de 20.3 habitantes por hectárea y una máxima de 30.3.
Antropologando 5 (15) Enero-Junio 2006 119 Antropologando 5 (15) Enero-Junio 2006 120

características (tales como: la presencia de una estructura Este sitio tiene un tamaño de 25 hectáreas (determinado a partir de la
delimitadora, la gran escala de sus obras públicas y su posible dispersión del material cerámico). Siguiendo los mismos cálculos
conexión con otros sitios habitacionales a través de una segunda red poblacionales que realizamos en el caso de C11, es posible
de calzadas) se ha sugerido que este sitio debería ser considerado determinar que su población pudo oscilar entre una media de 508
como un posible centro primario regional de una unidad política personas (102 unidades domésticas), hasta un máximo de 758 (152
diferente a El Cedral7. Estas unidades pudieran haberse fusionado unidades domésticas).
posteriormente en una sola unidad, como lo sugieren los análisis
cerámicos y el hecho de que estén conectadas por la misma red de
calzadas, tal y como lo corroboramos en el campo (Gassón, 2000a).
C10: C10, es un sitio mediano con siete montículos claramente
visibles, está ubicado en las coordenadas 8°12'57''n 70°31'50''w; a 10
Km. de C1, y aparentemente sin estructuras asociadas que sugieran
la presencia de campos de cultivo intensivo. De los sitios que fueron
estudiados, éste es el que ha sido objeto de una mayor intervención
contemporánea. Esta intervención es fácilmente apreciable, ya que el
área de dispersión de materiales en el sitio se encuentra dividida por
la carretera Mijaguas-Merecure, cuya construcción ha sido el
principal factor modificador. Uno de los tres montículos principales
del sitio ha sido rebajado con maquinarias y el material extraído fue
utilizado en el relleno de la carretera; además, la necesidad de una Mapa 5. Sitio C10

mayor cantidad de material de relleno generó la excavación de un


préstamo de más de dos metros de profundidad dentro del área del Además, bajo los mismos estimados alimenticios, suponemos que
sitio (mapa 5) (foto 3). fue necesaria la producción anual de entre una media de 112.200 Kg.

7
de maíz y un máximo de 167.200 Kg. de maíz.
Es importante recordar que a pesar de que el sitio C11 presenta un área
significativamente inferior a la de C1 (47 ha, frente a 150 ha), ésta es bastante A diferencia del sitio C11, las características registradas en este sitio
superior al área calculada por Spencer y Redmond para B12 (33 ha) como el centro
principal de la región de Gaván. sí corresponden totalmente con las de los centros secundarios
Antropologando 5 (15) Enero-Junio 2006 121 Antropologando 5 (15) Enero-Junio 2006 122

señaladas en el modelo de patrones de asentamiento jerárquico humedad (Gassón, 1998).


planteado por Spencer y Redmond. Esto nos lleva a afirmar que el
sitio C10 pudiera ser el único centro secundario asociado
directamente al sitio C1 por medio de la red de calzadas.

Sitios de Tercer Orden


Dentro del área de estudio se encuentran ocho sitios descritos por
Gassón como pertenecientes al tercer orden en la jerarquía regional
de asentamientos (mapa 3). Estos sitios no poseen montículos,
consisten en pequeñas acumulaciones de tiestos que tienen un
tamaño de entre 1 y 1/2 hectárea, y se estima que pudieron albergar
poblaciones de entre 10 y 15 personas (Gassón, 1998).

Campos de cultivo
Sistema de Campos I
El primero de los sistemas de campos fue definido como el principal
sistema de campo de la región. Éste se encuentra compuesto por una
serie de campos abiertos, demarcados y divididos por una serie de
calzadas y varios caños que recolectan y conducen el agua entre y
alrededor de ellos, aún en la actualidad (Gassón, 1998) (mapa 6).
A partir de una serie de sondeos en este sistema de campos, se
observó la presencia de un estrato conformado por un tipo de grava
fina, la cual, por ser un elemento exógeno a la región, fue
interpretada como una posible modificación antrópica e intencional Mapa 6. Sistema de Campos I
del suelo, para conferirle una mayor capacidad de absorción de la
Antropologando 5 (15) Enero-Junio 2006 123 Antropologando 5 (15) Enero-Junio 2006 124

Aunque se ha señalado la existencia de al menos 16 calzadas o La definición de estas estructuras como campos para el cultivo
diques fácilmente visibles en estos campos (Gassón, 1998: 88), a intensivo se basa principalmente en que presentan una morfología
partir del recorrido que efectuamos en el área, solo pudimos localizar similar a la descrita anteriormente por autores como Denevan y
cuatro de las estructuras descritas, ya que, según nos informaron los Zucchi para campos en la región (Denevan y Zucchi, 1978),
pobladores de la zona, muchas de las otras estructuras actualmente además, otro dato que apoya esta definición es que (según los
no eran observables, pues habían sido reducidas a causa de la habitantes de la zona) es el único terreno del área donde actualmente
intensificación en el uso de la tierra para la ganadería y el continuo el maíz puede ser cultivado sin necesidad del uso de fertilizantes.
arado de ésta, específicamente en las zonas dedicadas al cultivo. A partir del mismo índice de producción definido por Kirkby (1973),
El área estimada para este sistema de campos fue de 416 hectáreas, ya utilizado en el cálculo de la productividad del sistema de campos
aunque se ha sugerido que pudiera ser mucho mayor, ya que I, es posible estimar una capacidad de producción para este segundo
solamente en ésta era evidente la modificación intencional del sistema de 45.360 Kg. de maíz anuales
paisaje (Gassón, 1998).
A partir de un índice de producción estimado por Kirkby (1973) para
el Valle de Oaxaca, el cual define una capacidad de producción de
maíz de 1.134 Kg. por hectárea de terreno cultivada, se calculó la
productividad máxima de estos campos en 943.488 kg de maíz
anuales (Gassón, 1998: 79)9.

Sistema de Campos II
El segundo sistema de campos no había sido descrito anteriormente.
Fue localizado a partir del recorrido sistemático de las calzadas
realizado en nuestra temporada de campo. Este sistema está formado
por cuatro camellones paralelos que ocupan un área total de 20 Mapa 7. Sistema de Campos II

hectáreas y se encuentran interconectados entre si por la sección sur-


oeste de la calzada que delimita al sitio C1 (mapa 7).
Antropologando 5 (15) Enero-Junio 2006 125 Antropologando 5 (15) Enero-Junio 2006 126

Red de Calzadas analizadas, a diferencia de lo descrito en trabajos anteriores,


En los Llanos Occidentales han sido definidas como calzadas todas observamos una morfología bastante variable (tabla 1).
aquellas acumulaciones artificiales de tierra que presentan una forma
Recorrido Volumen Superficie Altura % %
alargada. El trabajo de verificación en el campo permitió registrar 14 Calzada(mts.) apx. promedio Promedio Terreno Conducción Conexión
(mts3) (mts.) (mts.) Inundable de Agua
estructuras que fueron definidas inicialmente como calzadas. Para apx. apx.
fines metodológicos, a cada una de éstas le fue asignado un código, C1-B 9.760 315.723 3,36 3,7 33% 10% C 10

conformado por el código del sitio principal que conectan y una C1-C 6.210 42.031 2,78 0,9 0% 10% Río
Anaro
letra. Sin embargo, de éstas 14, solamente ocho estructuras fueron C1-G 2.160 14.850 2,1 1,1 75% 25% Sabana
consideradas en nuestro análisis, ya que, las características C1-H 9.860 212.121 2,42 2,46 30% 30% C 11
morfológicas de las seis restantes, sugieren que no conectaron a C1 C1-I.1 10.160 83.316 3,36 1,05 30% 10% C 11
con otros sitios. Por ejemplo, encontramos que C1-A delimita el C1-J 1.170 4.161 2 0,56 0% 0% Campos
mayor sitio arqueológico de la región (C1). Las calzadas C1-D1, C1- C1-K 3.250 114.008 2,73 3,57 10% 10% Campos
D2, C1-E y C1-F, han sido interpretadas como un sistema de campos C1-L 3.090 38.225 2,1 1,28 0% 30% Campos
de cultivo, dada su morfología y la capacidad productiva actual del
terreno que ocupan; y, así mismo, la calzada C1-I.2 ha sido Tabla 1. Principales Características de las calzadas de la zona de estudio
identificada como un dique que delimita el sistema principal de
campos de cultivo de C1. A nivel macromorfológico observamos desde un recorrido de 1.170

Por esto la red que converge en el sitio C1 se encuentra conformada mts (C1-J) hasta un recorrido de 10.160 mts (C1-I.1) y volúmenes de

por ocho calzadas que presentan un carácter conector (mapa 8) (foto tierra desde 4.161 m3 (C1-J) hasta 315.723 m3 (C1-B). A nivel

4). micromorfológico registramos alturas puntuales desde 50 cm hasta 7


mts y anchos de superficie desde 1,2 mts hasta 4,5 mts, con una

Características Generales variación similar en sus medidas promedio. Igualmente, encontramos

A diferencia de la red descrita por Spencer y Redmond en Gaván, la diferencias con respecto a los tipos de sitios que conectan con C1.

cual tiene una extensión de 22.4 km aprox., esta red tiene una C1-B lo conecta con el sitio arqueológico C-10 (El Cerrito); C1-C

extensión mucho mayor (45.7 km). Además, entre las ocho calzadas con las bocas donde nace el río Anaro, C1-H y C1-I.1 con el sitio
arqueológico C11 (Las Lomitas); C1-J, C1-K y C1-L con el Sistema
Antropologando 5 (15) Enero-Junio 2006 127 Antropologando 5 (15) Enero-Junio 2006 128

de Campos I y; C1-G aparentemente se pierde en la sabana, llegando sido "cortadas" con maquinaria pesada.
a un punto sin características resaltantes. Aún más, como es posible Estos cortes (seis en total) han permitido la observación de la
apreciar a partir de los perfiles representativos que han sido estratigrafía de las calzadas, la cual se encuentra compuesta en todos
expuestos para cada una de las calzadas, algunas de éstas presentan los casos por una capa de tierra homogénea y sin presencia de
variaciones significativas entre sus características morfológicas de materiales arqueológicos, lo cual sugeriría una única etapa de
un punto a otro en su recorrido. construcción para cada calzada, por lo menos en un plano vertical.
Es importante señalar que, a diferencia de las calzadas analizadas, la
estructura oval que delimita el sitio C1 (C1-A) presenta una serie de
rasgos distintivos que la diferencian definitivamente de las demás
calzadas. Como ya hemos mencionado anteriormente, esta estructura
únicamente delimita el área ocupada por el sitio C1, sin conectarlo
con otros lugares, pero además, a partir de dos cortes registrados en
esta estructura, ha sido posible observar una estratigrafía bastante
más compleja que la descrita para las demás calzadas. Ésta está
compuesta por un estrato inferior de tierra (color 2.5Y 6/2, light
brownish gray, en la Munsell Soil Color Chart), un estrato
intermedio de materiales culturales, y un estrato superior de tierra
(color 2.5Y 5/2, grayish brown, en la Munsell Soil Color Chart).
Mapa 8. Calzadas identificadas en el área de estudio Aunque el recorrido efectuado por las calzadas no permitió apreciar
ningún tipo de material arqueológico superficial ni estratigráfico,
Las calzadas de esta zona se encuentran actualmente en un proceso aparte del localizado específicamente en los sitios C1, C10 y C11, el
franco y acelerado de deterioro y destrucción, ya que, además de la análisis del material estratigráfico recogido en los cortes de la
continua erosión de la que son objeto a causa de la deforestación y la estructura que delimita el sitio C1 nos permite sugerir la
ganadería, en aquellos sitios en que representan algún tipo de construcción de estas estructuras durante la fase la Betania descrita
ventajas para el transporte han sido reutilizadas como caminos; y, por Zucchi (1967), coincidiendo así con las fechas radiocarbónicas
donde se presentan como barreras al paso de vehículos o ganado, han
Antropologando 5 (15) Enero-Junio 2006 129 Antropologando 5 (15) Enero-Junio 2006 130

obtenidas para el sitio C1.

AGRICULTURA INTENSIVA Y ORGANIZACIÓN REGIONAL


A partir de la revisión de las fotografías aéreas y ortofotomapas de la
zona fueron identificados, al menos, seis posibles sistemas de
campos de cultivo. Sin embargo, dentro del área de estudio
únicamente han sido localizados dos de estos sistemas (descritos
anteriormente). Estos dos se encuentran dentro del área de captación
de C1 y están asociados directamente con este sitio por la red de
calzadas; en cambio, los demás campos se encentran a distancias
considerables de los tres sitios principalmente estudiados y fuera de
sus áreas de captación (mapa 9); por lo tanto, no han podido ser
asociados directamente a ninguno de los sitios del área de estudio.
Tradicionalmente se había sostenido que el surgimiento de la
intensificación de la agricultura en los Llanos pudo ser una respuesta
a las necesidades básicas de una población creciente en un ambiente Mapa 9. Campos de Cultivo identificados a partir de Fotografías aéreas
de "alto riesgo" (Zucchi y Denevan, 1979). Sin embargo, según
Spencer, Redmond y Rinaldi, la intensificación agrícola en la región capacidad productiva de la tierra dentro de las áreas de captación de
no surgió, en todos los casos, como una respuesta al crecimiento cada uno de éstos. La productividad de cada una de las áreas de
demográfico ni a ningún tipo de presión poblacional, sino que pudo captación fue calculada a partir de la medición de la extensión de
haber surgido también como una estrategia productiva terrenos cultivables y la proyección en éstos del índice de
correspondiente a una serie de necesidades económicas específicas productividad estimado por Kirkby (1973). En los tres casos (C1,
en el desarrollo de la jerarquización social (Spencer et al, 1994). C10 y C11) la productividad de las áreas de captación supera
Con el fin de examinar estos planteamientos, comparamos las ampliamente las necesidades máximas de cada uno de los sitios
necesidades alimenticias de cada uno de los sitios habitacionales de (tabla 2 y gráfico 1). Esto sugiere que los campos de cultivo
primer y segundo orden ubicados en el área de estudio con la intensivo no deben haber surgido como una respuesta directa al
Antropologando 5 (15) Enero-Junio 2006 131 Antropologando 5 (15) Enero-Junio 2006 132

crecimiento poblacional. maíz anuales (tabla 3). Al ponderar la productividad anual de los
campos de cultivo, con los estimados de las necesidades alimenticias
Necesidades Productividad dentro del área de calculadas en base a la población del sitio C1, es posible observar
máximas captación como la productividad sobrepasa las necesidades anuales (gráfico 2).
(Kg. de maíz) (Kg. de maíz) Si, además de esto, consideramos las altas posibilidades de que el
área de los campos haya sido subcalculada, por no mencionar la
C1 899.800 5.572.000
posible existencia de técnicas de cultivo alternas a éstos, tales como
C10 167.200 4.636.000
jardines domésticos, cultivo en vegas, etc., es posible suponer la
C11 313.500 2.887.000 producción de un significativo número de excedentes alimenticios
Tabla 2. Correlación entre necesidades alimenticias y productividad por parte del sitio C1.
para C1, C10 y C11

Productividad (1.134 kg/ha)


Sistema de Campos I 943.488 kg
6000000
Sistema de Campos II 45.360 kg
5000000 Total 988.848 kg
Kg de maíz

4000000 Tabla 3. Capacidad productiva de los Sistemas de Campos


Productividad
3000000
Nececidades
2000000
1000000 Las posibilidades de producción de excedentes directamente en los
0 campos de cultivo asociados al sitio C1, unidas a la inexistencia de
C1 C10 C11
estructuras para el cultivo intensivo que sugieran la intensificación
Gráfico 1. Correlación entre necesidades alimenticias máximas y productividad de la producción en los otros sitios arqueológicos de menor jerarquía
para C1, C10 y C11
(C10 y C11), sugieren que en el caso de esta unidad política, a
Al llevar nuestro foco de atención específicamente a los campos de diferencia de el caso de Gaván, se generó un mayor esfuerzo en la
cultivo que se encuentran en el área, podemos observar que los dos producción directa de excedentes por parte de la capital regional.
sistemas de campos de cultivo identificados dentro del área de Sin embargo, ya que el proceso productivo no solo depende de las
estudio se encuentran directamente asociados al sitio C1 y la capacidades físicas del ambiente, sino también de la capacidad de
productividad conjunta de éstos podría ser de hasta 988.848 kg de trabajo que puede ser generada, es necesario ampliar estas
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Población
A partir de estas cifras, para cualquiera de los estimados de
1.200.000
Índice Kirkby población, resulta que la mano de obra implementada en el cultivo
Población
1.000.000 Máxima de los campos pudiera haber sido cubierta directamente por la
800.000 población del sitio C1. Pero, para proponer un esbozo general de la
fuerza de trabajo concentrada en torno al sitio C1, se debe
600.000
considerar, además de la mano de obra organizada para la
400.000
producción agrícola, la empleada en la construcción y
Población
Minima mantenimiento de las obras monumentales, pues, una de las
200.000
características más resaltantes de las calzadas, así como de las demás
0 estructuras de tierra, es la gran fuerza de trabajo que debe haber sido
Necesidades Alimenticias Productividad empleada en su construcción y mantenimiento.
Con base en el volumen de tierra de cada una de las estructuras, es
Gráfico 2. Correlación entre las necesidades alimenticias de la población de C1
y la productividad de los campos posible estimar, a grosso modo, la fuerza de trabajo necesaria para el
levantamiento de dichas estructuras.
afirmaciones a partir del cálculo de la fuerza de trabajo que pudo ser Con este fin fueron seguidos los cálculos de Erickson para los
empleada en el cultivo de los campos. Con el fin de realizar estos terraplenes en los Llanos de Mojos, quien a partir de la construcción
cálculos, ha sido señalada la participación en el cultivo de uno a dos experimental de camellones de cultivo, sugiere una cifra de 0.5
individuos por unidad doméstica y la capacidad de que cada uno de metros cúbicos de tierra movida por una persona en una hora, y un
éstos cultivara un máximo de dos hectáreas de terreno (Spencer et al, trabajo de cinco horas por persona al día (Erickson, 2000:34). Estos
1994). Esto supone que sería necesaria la participación de, al menos, cálculos nos permiten estimar la necesidad de que al menos
218 individuos dedicados exclusivamente al cultivo de las 436 1.648.868,77 horas/hombre o 329.773,754 días/hombre hayan sido
hectáreas de campos (416 ha + 20 ha). Estas cifras, implican además, destinados en la construcción de las calzadas. Esta cifra aumenta
la necesidad de que al menos 218 unidades domésticas (asumiendo 1 hasta 1.854.575,72 horas/hombre o 370.915.174 días/hombre, si en
trabajador por unidad) o 109 unidades (asumiendo 2 trabajadores) el cálculo de construcción son incluidos los campos de cultivo y la
estuvieran directamente implicadas en el trabajo y cultivo en estos estructura que delimita C1, además de las calzadas.
campos.
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Si, a la mano de obra implementada en el cultivo de los campos, de observar más detalladamente la distribución de la fuerza de
sumamos la mano de obra que debió haber sido utilizada en el trabajo empleada en las obras de infraestructura monumental deben
levantamiento y construcción de las calzadas; y a esto, agregamos la ser analizadas, no la cantidad de obras, sino las proporciones de
construcción de otras estructuras, tales como montículos y canales, fuerza de trabajo estimadas para la construcción de cada una de
las cuales no han sido incluidas en nuestros cálculos, además del estas. A partir de esta perspectiva, podemos observar que el 100% de
trabajo que implica la conservación y mantenimiento de éstas debido la fuerza de trabajo empleada en las calzadas está asociada
a la erosión, podemos suponer la concentración de una fuerza de directamente a C1. De este 100%, solo un 27% se encuentra
trabajo bastante alta en torno a C1. Esto nos lleva a inferir que, o asociado exclusivamente con el sitio C1, ya que corresponde a las
bien la población total del sitio C1 superaba significativamente las calzadas que lo conectan con el Sistema de Campos I, el río Anaro y
cifras mínimas estimadas, o los sitios de menor jerarquía asociados a un punto "vacío" en la sabana; mientras que un 73% de la fuerza de
C1 suministraban la fuerza de trabajo adicional, necesaria para cubrir trabajo se encuentra asociado también a los sitios C10 y C11, pues
el déficit dejado por una "baja" densidad de población en la capital corresponde a las calzadas que lo conectan con éstos (gráfico 3).
regional.
Con el fin de poder determinar un verdadero déficit en la fuerza de
Montículos
trabajo que pudo ser suministrada directamente por la población del Calzadas Campos de Estructuras
(superiores a 5
Área Asociadas Cultivo Delimitadoras
mts)
sitio C1 sería necesaria una investigación detallada que permitiera Sitio
determinar un margen más preciso en los estimados de población, el C1 150 4 8 438 ha 1
ha
grado e intensidad en que fueron sembrados los campos, la C10 25 ha 1 1 0 ha 0
simultaneidad del trabajo en el cultivo y, la construcción y C11 47 ha 1 2 0 ha 1
mantenimiento de obras de infraestructura monumental. Sin
embargo, existen una serie de indicadores que sugieren que los sitios Tabla 4. Obras de infraestructura monumental y campos de cultivo asociados a cada
sitio del área de estudio
de menor jerarquía pudieron suministrar una fuerza de trabajo
adicional a C1.
Es interesante observar que aunque el número de calzadas que
La tabla 4 ilustra la distribución de obras monumentales y campos de
conectan a C10 y C11 con C1 es diferente (una calzada al primero de
cultivo, en torno a los sitios habitacionales. Sin embargo, con el fin
estos sitios y dos al segundo), del 73% que representan estas tres
Antropologando 5 (15) Enero-Junio 2006 137 Antropologando 5 (15) Enero-Junio 2006 138

calzadas, 38% corresponde a la calzada que conecta con C10, públicas (Gassón, 1997). Así, es lógico pensar que, como estos dos
mientras que el 35% restante corresponde a las dos que conectan con sitios se encuentran a una distancia similar del centro principal (10
C11 (gráfico 4). Km. aprox.), pueden haber proporcionado un tributo similar en la
construcción de las calzadas.

Exclusiva
27% exclusiva
27%
Sabana
Río Anaro
2%
6%

No
Exclusiva Campos
19% C10
73% 38%
no exclusiva
73%

Gráfico 3. % del trabajo empleado en las calzadas según el carácter de su


asociación al sitio C1

Por esta razón, aunque la cantidad de calzadas pareciera sugerir un C11


35%

mayor esfuerzo en el trabajo y mano de obra para conectar C1 con el


sitio C11 (sitio mas grande y, por lo que hemos mencionado, Gráfico 4. % del trabajo empleado en las calzadas asociadas a C1
según su conexión secundaria
aparentemente con un rango superior a C10), la similitud entre estos
porcentajes, aunada la distancia de 10 Km. aprox., a las que se En resumen, a partir de nuestros datos, hemos determinado la

encuentran ambos sitios del centro principal, parecería indicar asociación efectiva, por medio de la red de calzadas, de los sitios C1,

esfuerzos similares en la construcción. Estos datos coincidirían con C10 y C11, y hemos aportado datos que apoyan la posibilidad de que

una de las presuposiciones básicas del modelo de Steponaitis (1978), en algún momento de su desarrollo estos tres centros estuvieran

a partir de la cual se sugiere que, como los costos de movimiento se asociados en una unidad política jerárquica e independiente.

incrementan con la distancia, los sitios más cercanos al centro Igualmente, hemos observado que no parece haber existido ningún

principal deberían proporcionar un tributo más alto, el cual pudiera tipo de presión poblacional causante del surgimiento de la

verse reflejado como diferencias en el número y tamaño de obras intensificación agrícola y, apoyamos la sugerencia de que un alto
Antropologando 5 (15) Enero-Junio 2006 139 Antropologando 5 (15) Enero-Junio 2006 140

número de excedentes alimenticios fueran producidos directamente c) Se observa una mayor extensión en los campos de cultivo
en el sitio C1 (Gassón, 1998). de El Cedral que en los de Gaván. Además, mientras en El Cedral los
Por último, se ha sugerido que los sitios de menor jerarquía campos se encuentran directamente asociados al centro principal, en
asociados en la unidad política pudieron suministrar una fuerza de Gaván los campos se encuentran asociados a los sitios de tercer
trabajo adicional importante, y posiblemente necesaria, a la del sitio orden.
C1. d) A partir de los datos que poseemos actualmente, no
estamos seguros de la extensión de la unidad política de El Cedral.

ANÁLISIS COMPARATIVO: PATRONES REGIONALES DE EL


Pues, es posible plantear dos alternativas: pudiera ser que la unidad
CEDRAL Y GAVÁN política únicamente estuviera conformada por C1 como capital
Una vez obtenidos estos datos y esbozadas las principales regional y C10 como centro secundario, mientras que C11
características de El Cedral a nivel regional, es posible compararlas a perteneciera a otra unidad política (162 Km2); o, la unidad política
la misma escala con las características presentadas por Spencer y pudiera estar conformada por C1 como capital regional y C10, C11 y
Redmond para la región de Gaván. Así, a partir del mapa regional de todos los demás sitios descritos por Gassón (1998) (C12, C13, C14,
Gaván publicado por Spencer y Redmond (1992) y del mapa C15, C16 y C17) como centros de segundo orden (450 Km2). Sin
regional que hemos elaborado, con el fin de comparar los patrones embargo, bajo cualquiera de estos dos modelos, las unidades
entre las dos unidades políticas, fue elaborada una figura que políticas de El Cedral y Gaván presentan tamaños significativamente
representa ambas regiones bajo los mismos parámetros y a una diferentes, ya que la unidad política de Gaván (B) tiene un tamaño
escala correspondiente (figura 1). aproximado de 281 Km2.
La comparación de los patrones en ambas regiones nos permite Suponiendo que las en diferencias en el patrón de asentamiento a
observar claramente al menos cuatro características nivel regional indican estrategias políticas diferentes, toda esta serie
fundamentalmente diferentes:
a) La red de calzadas asociada a El Cedral es más grande que
la red asociada a Gaván.
b) En El Cedral los asentamientos de primer y segundo
orden son mucho mayores a los de Gaván, mientras que los de tercer
orden parecen ser menores y menos numerosos.
Antropologando 5 (15) Enero-Junio 2006 141 Antropologando 5 (15) Enero-Junio 2006 142

espacial observados a un nivel regional.


Siguiendo los intentos previos (Redmond et al, 1999) por considerar
las trayectorias del desarrollo las principales sociedades descritas en
la zona (Gaván y El Cedral) en una escala macroregional, hemos
intentado complementar los datos que sustentan los planteamientos
que sugieren que las sociedades de Gaván y El Cedral, aunque
similares, podrían haber presentado estrategias políticas diferentes.
Los nuevos datos que hemos aportado en torno a los patrones de
distribución regional que presenta El Cedral, nos han permitido
confirmar toda una serie de diferencias con respecto a la distribución
Figura 1. Comparación de patrones regionales entre El Cedral y Gaván
regional en Gaván. Estas diferencias, basadas en la presencia de una
red de calzadas mucho mayor, sitios habitacionales de primer y
de indicadores sugiere la posibilidad de que las estrategias El Cedral
segundo orden de mayor tamaño, la posible presencia de un menor
y Gaván, fueron diferentes. Estas diferencias pudieran responder,
número de sitios habitacionales de tercer orden, una mayor extensión
como ya se ha dicho anteriormente, a que, mientras que los líderes
de campos de cultivo y la asociación directa de éstos al centro
de El Cedral deben haber dedicado un mayor esfuerzo a la
principal; aunados a las características de la red de calzadas, las
producción directa de excedentes y a su redistribución, en Gaván la
cuales sugieren que, en el caso de El Cedral, existió cierto énfasis
coerción política y la movilización de excedentes desde los centros y
específico en el control de los campos de cultivo por parte de la
sitios de menor jerarquía hacia la capital regional debe haber jugado
capital regional; nos han permitido confirmar que la producción y
un papel fundamental (Gassón, 1998; 2000a; Redmond et al., 1999).
distribución de excedentes agrícolas, como parte de la economía

CONCLUSIONES política, pudiera corresponder a lógicas organizacionales

En este trabajo se han inferido toda una serie de rasgos de la significativamente diferentes en cada una de las dos sociedades que

organización social y la economía política de las sociedades comparamos. Estas diferencias organizacionales pudieran ser

prehispánicas que habitaron los Llanos Altos de Barinas a partir de ilustradas a partir de los modelos redistributivos planteados por Earle

datos obtenidos de las características de los patrones de distribución


Antropologando 5 (15) Enero-Junio 2006 143 Antropologando 5 (15) Enero-Junio 2006 144

(1977)8 (esquema 2). excedentes eran trasladados hacia la capital regional en forma de
tributo (b), donde éstos se acumulaban y posteriormente eran
redistribuidos hacia los sitios de menor jerarquía (c); encajando en el
modelo propuesto por Earle de redistribución en forma de
mobilization. A diferencia de éste, en El Cedral pueden ser
propuestos dos modelos diferentes (A y B). El Modelo A supone
que, si bien la capital regional controlaba directamente los campos
de cultivo, detentando toda una serie de derechos sobre éstos (a), los
sitios de menor jerarquía pudieron proporcionar y controlar una gran
Esquema 2. Modelos de producción y distribución de excedentes agrícolas
en Gaván y El Cedral parte de la fuerza de trabajo participante en la producción agrícola
(b), lo cual pudo ocasionar que, aunque la mayor parte de la
En el caso de Gaván, los centros de segundo y tercer orden
producción fuera controlada y acumulada por la capital regional (c),
posiblemente controlaron directamente los campos de cultivo
desde ésta los excedentes fueran repartidos hacia los sitios de menor
intensivo y la producción de excedentes agrícolas (a), estos
jerarquía (d), posiblemente a partir de festejos ceremoniales. Este
primer modelo correspondería a un caso de share-out, e implicaría,
8
La redistribución describiría una amplia gama de actividades, ya que, como lo ha
mencionado Earle (1977), muchos sistemas económicos pueden implicar la como ya ha sido planteado anteriormente (Gassón, 2000b; Redmond,
concentración y dispersión de bienes, de una u otra manera. En tal sentido, con el fin
de refinar esta definición, ha sido planteada una topología de formas
et al, 1999), que la estructura política de El Cedral haya sido menos
organizacionales redistributivas. Esta topología estaría compuesta, en primer lugar, rígida que la de Gaván. Sin embargo, es importante señalar que
por una serie de "mecanismos niveladores", entre los cuales se encontraría cualquier
institución cultural cuyo efecto fuera evitar la concentración de riqueza por parte de también podríamos proponer un segundo modelo (B) que supone que
individuos o grupos (tal sería el caso de las obligaciones ceremoniales como el
potlach). En contraposición a estos mecanismos se han definidos tres tipos de la estructura política de El Cedral no haya sido menos rígida que la
"mecanismos institucionales" los cuales, aunque corresponden a instituciones
sociales caracterizadas por la presencia de un liderazgo centralizado que controla la de Gaván, sino tan coercitiva o más que ésta. En este caso el flujo de
producción y distribución de bienes dentro del grupo presentan principios
organizativos diferentes: Householding, el cual define la distribución y el consumo tributos desde los sitios de menor jerarquía hacia la capital regional,
general de los bienes producidos en asociación, bajo la división de trabajo
característica de la unidad doméstica; Share-Out, el cual define la distribución de
en vez de ser en forma de excedentes agrícolas, pudo haber sido en
bienes producidos a partir de trabajos cooperativos, entre los participantes y los forma de mano de obra o fuerza de trabajo (a), la cual, habría sido
dueños de los medios de producción; y Mobilization, el cual designa la recaudación
de bienes y servicios para el beneficio de un grupo no correspondiente a los controlada y "utilizada", directamente por las élites de la capital
individuos o grupos participantes en la producción de bienes y servicios (Earle,
1977).
Antropologando 5 (15) Enero-Junio 2006 145 Antropologando 5 (15) Enero-Junio 2006 146

regional, en las labores de producción en los campos de cultivo Gassón, R. 2000b. Cultivation Systems of a Prehispanic Chiefdom of
Barinas, Western Llanos of Venezuela. A Preliminary Report.
intensivo controlados por éstas (b) y posteriormente desde la capital Ponencia presentada en el 65 th Annual Meeting of the Society for
se deben haber distribuido parte de los excedentes entre los sitios de American Archaeology (SAA), Philidelphia, Pennsilvania.
Johnson, A. y T. Earle. 2000. The Evolution of Human Societies: From
menor jerarquía (c). Este último modelo correspondería, al igual que Foraging Group to Agrarian State. Stanford University Press,
Stanford.
Gaván, a un caso de mobilization. Kirkby, A. 1973. The Use of Land and Water Resourses in the Past and
Lo anterior sugiere que uno de los principales resultados de este Present in the Valley of Oaxaca. Memoirs no. 5. Museum of
Anthropology, University of Michigan, Ann Arbor, Michigan.
trabajo, más allá de la solución a un problema específico, ha sido el Kowalewski, S. 1990. Scale and Complexity. Issues in the archaeology of
the valley of Oaxaca. En: Debating Oaxaca Archaeology. J. Marcus
planteamiento de nuevos problemas, hacia los cuales la investigación (ed.), pp. 207-270. University of Michigan, Ann Arbor, Michigan.
pudiera ser orientada en un futuro. Esto se debe principalmente al Redmond E. y C. Spencer. 1990. Investigaciones Arqueológicas en el
Piedemonte y los Llanos Altos de Barinas, Venezuela. Boletín de la
nuevo cúmulo de datos que hemos recogido. Asociación Venezolana de Arqueología 5: 4-24.
Redmond E. y C. Spencer. 1995. Las Calzadas Prehispánicas de Barinas en
su Contexto Regional. Acta Científica Venezolana 46: 253-262.
FUENTES Redmond E., R. Gassón y C. Spencer. 1999. A Macroregional View of
Cycling Chiefdoms in the Western Venezuelan Llanos. En:
Denevan, W. y A. Zucchi. 1978. Ridged field excavations in the Central Complex Polities in the Ancient Tropical World. Bacus E. y L.
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D. L. Browman (ed.), pp. 235-246. Mouton, The Hague. Anthropological Association vol. 9, Arlington, Virginia.
Earle, T. 1977. A Reappraisal of Redistribution: Complex Hawaiian Spencer, C. y E. Redmond. 1992. Prehispanic Chiefdoms of the Western
Chiefdoms. En: Exchange Systems in Prehistory. T. Earle y J. Venezuelan Llanos. World Archarelogy 24 (1): 134-157.
Ericson (eds.), pp. 213-229. Academic Press, New York. Spencer, C. y E. Redmond. 1998. Prehispanic Causeways and Regional
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Antropologando 5 (15) Enero-Junio 2006 147 Antropologando 5 (15) Enero-Junio 2006 148

Foto 1. Vista de la zona central del sitio C1


Foto 2. Montículo principal del sitio C11.

1 2

Foto 3. Vista del sitio C10 desde la carretera Mijaguas – Merecure.

Foto 4. Calzada en la Región de El Cedral


Antropologando Enero-Junio 2006 Antropologando 5 (15) Enero-Junio 2006 150
Año 5, Nº 15: 149-179
and diffusion of culture that developed in the region encompassing
BETWEEN THE MAINLAND AND THE ISLANDS:† the Orinoco Valley, the Gulf of Paria, the Guiana coastal zone and
THE AMERINDIAN CULTURAL GEOGRAPHY OF TRINIDAD1 the southern islands of the Lesser Antilles during Ceramic times
Dr. Arie Boomert2 (Fig. 1). Trinidad’s position of in-betweenness is reflected by its
Leiden University prehistoric cultural sequence and the island’s Amerindian cultural

RESUMEN geography which can be reconstructed from the pertinent


Este artículo discute las características fisiográficas, los desarrollos documentary evidence dating back to the contact period. This paper
culturales prehistóricos y la etnohistórica de Trinidad. Se concluye que
tanto la secuencia cultural de la isla y como su sociografía del periodo de investigates the physical and sociocultural position of Trinidad
contacto están estrechamente vinculados con aquellos del Valle del Orinoco
Bajo y el Delta, mostrando que Trinidad puede ser vista como una between the mainland and the West Indies, discussing the patterns of
continuación física y cultural del continente Sur Americano. También es pre-Columbian interaction to and from the island as well as the
analizado el papel esencial que Trinidad tuvo en los patrones de interacción,
intercambio y transmisión cultural desde la tierra firme hasta las Indias del similarities and differences between Trinidad’s prehistoric cultural
Oeste y viceversa. Finalmente, se contrasta la naturaleza fragmentada, del
periodo de contacto, de la población amerindia en Trinidad en términos de sequence and that of the Lower Orinoco Valley. In addition, the
etnicidad, filiación lingüística y organización sociopolítica, con la island’s fragmented character in terms of early historic Amerindian
uniformidad mostrada por la tradición arqueológica de manufactura de
cerámica indígena que caracteriza la isla hasta un periodo tardío como ethnicity, linguistics, and sociopolitical configuration is compared
mediados del siglo XVIII.
Palabras claves: Trinidad, interacción, secuencia cultural prehistórica, with the similarly disunited make-up of the Lower Orinoco and the
etnohistórica. coastal zone of the mainland during the same period.

INTRODUCTION
PHYSIOGRAPHY AND MARITIME INTERACTION ROUTES
Trinidad is a continental island which due to its geographical
Situated on the northern edge of the South American continental
position directly offshore the South American mainland formed a
shelf, Trinidad represents the southernmost island of the West Indies.
central hub in the system of Amerindian exchange, communication
It was severed from the mainland due to the post-Pleistocene sea
1 level rise resulting in the emergence of the Columbus Channel and
Paper presented at the symposium ‘Caribbean Archaeological Research at
the Peabody Museum of Natural History, Yale University: In Memory of the Gulf of Paria, which separate Trinidad from the Orinoco Delta
Irving Rouse’, Seventy-first Annual Meeting of the Society for American
Archaeology, San Juan, Puerto Rico, April 2006 and the east coast of Venezuela. Accordingly, the island is closely
2
Faculty of Archaeology, Leiden University. The Netherlands.
associated both biotically and abiotically with the South American
aboomert@hotmail.com
Antropologando 5 (15) Enero-Junio 2006 151 Antropologando 5 (15) Enero-Junio 2006 152

Southern Lowlands, and the Southern Range. The Northern Range


rises steeply from both the north coast and the Northern Basin,
which forms the drainage-area of the Caroni, Trinidad’s largest river
system. Reaching a maximum altitude of 940 m, the Northern Range
effectively isolates the northern seashore from the rest of the island.
Originally most of Trinidad was covered by various types of
Tropical Rain Forest, alternating with stretches of dry savanna,
savanna woodland and freshwater swamps or marshes. Extensive
mangrove stands are to be found along the island’s littoral,
intersected by sand beaches and rocky shores. Living coral reefs are
restricted to Trinidad’s northeastern offshore zone.
Formerly travel to and from Trinidad was largely determined by the
main ocean current which affects the island, namely the South
Equatorial or Guiana Current, and the prevailing northeastern trade
winds (Agard and Gobin, 2000). Coming from the southeast, this
current deflects the silt-laden outflow of the Orinoco River to the
northwest and bisects on reaching Trinidad, continuing to flow partly
along the island’s east coast and partly along its southern littoral.
Floating objects are carried by the Guiana Current to Trinidad’s
south coast from as far as the Amazon mouth and the Guiana coastal
Figure 1. Geographical situation of Trinidad. Legend: (1) swamps and marshes; (2)
edge of continental shelf (200 m below MSL); (3) 1000-m contourline. zone. Due to the annual outpouring of the Orinoco River the
condition of the surface water in the Gulf of Paria approaches that of
continent. It exhibits a varied physiographic makeup, consisting of
freshwater throughout the wet season. The huge mainland effluent
three chains of progressively less elevated mountains aligned on an
colours the Trinidad waters a coffee-and-milk brown, also
east-west axis and two intervening lowlands, from north to south: the
facilitating the drifting of animals with low salt tolerance from the
Northern Range, the Northern Basin, the Central Range, the
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Delta to the island’s southern shore. Trinidad’s four coastlines are leads from the Rio Grande, the easternmost Orinoco branch, to as far
quite different from each other. The sea is rough all along the east as the Moruka and Pomeroon Rivers in coastal Guyana. From here
coast due to the trade winds and here the beaches are constantly one only has to travel a short distance on the open sea to reach the
pounded by the Atlantic rollers. The rocky north coast which mouth of the Essequibo, whose basin forms the largest river system
harbours only a few sandy beaches is the least accessible. In contrast, of the three Guianas.
the south coast is characterized by slight points, various sheltered Due to the adverse current in the Galleons’ Passage between
bays and rocky shores. The west coast, finally, is shoaly with mud Trinidad and Tobago the crossing by canoe to the latter island
flats and lined with bays forming safe natural harbors along its entire required quite some effort and navigation. If all went well, it took a
length. day and a night to accomplish. Communication between the two
Interaction with the east coast of Venezuela across the Gulf of Paria, islands was facilitated by the fact that Northeast Trinidad is almost
indeed a tranquil and almost landlocked basin, is easy. The Paria always in view from South and Central Tobago and vice versa.
Peninsula can be sighted continuously from Trinidad’s west coast Profiting from the current, Grenada, the southernmost of the
while the Delta of the Orinoco is visible from the southwestern Windward Islands, can be reached easily by canoe especially from
littoral of the island. Communication between Trinidad and the Tobago. Grenada and Trinidad are separated by the greatest expanse
Orinoco Valley was formerly kept up mainly by using the four of open ocean encountered anywhere among islands in the
westernmost outlets of the Delta. The Manamó and Pedernales were Caribbean, some 140 km. Although Trinidad and Tobago are
preferred for traveling from Trinidad to the Lower Orinoco. As the equidistant from Grenada, the latter island may have been used as a
crossing of the Serpent’s Mouth, which connects the Columbus halfway station when traveling to the Windwards. Grenada can be
Channel with the Gulf of Paria, is difficult due to the contrary spotted from high ground on Tobago’s west coast on exceptionally
current, aboriginal dugouts and sailing craft formerly often used two clear days in the wet season, but normally the Lesser Antillean
other Orinoco Delta outlets, the Capure and Macareo, for the return islands can be recognized at sea from distances of at most 50
voyage. The current similarly hampers the direct crossing from nautical miles. Benefiting from the current, the coastal zone of Paria
Trinidad to the Guiana coastal zone. As a result, Amerindian travel and the islands of Margarita, Cubagua and Coche offshore
in this direction generally took place via the Lower Orinoco, where Venezuela could be reached with little effort by dugout from North
an inland waterway of dendritically interwoven creeks and rivers Trinidad although passing the Dragon’s Mouths, which separate the
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Paria Peninsula from Trinidad, remained a treacherous enterprise. Caribbean (Watters and Rouse, 1989), the island mass thus formed a
The return trip was difficult and travel between Margarita and barrier reducing intra-island interaction.
Grenada appeared to have been much easier due to the prevailing
wind and current conditions. Besides, the Testigos may have formed THE AMERINDIAN CULTURAL SEQUENCE
a halfway pull-up. Trinidad’s prehistoric and protohistoric cultural development closely
Trinidad’s situation at the crossroads of waterways between the reflects the sea-oriented view of its former Amerindian population.
South American mainland and the Caribbean archipelago made the The first relative chronology and pre-Columbian cultural
island the natural gateway for communication and exchange of classification of the island was devised by the late Irving B. Rouse,
goods and ideas in the region. Transportation and interaction along who conducted archaeological excavations at in all nine sites in
waterways is also typical of the former and present Amerindian Trinidad in July/August 1946 and, together with John M. Goggin, in
communities of the South American tropical lowlands where the August/September 1953. Rouse’s research took place in cooperation
widespread river systems of the Orinoco, the Rio de la Plata and the with John A. Bullbrook, a local avocational archaeologist who was
Amazon formed the main channels of communication. attached to the Royal Victoria Institute Museum (the present
Consequently, the dense web of sea channels, rivers and estuaries, Trinidad and Tobago National Museum), Port-of-Spain, as a curator
together constituting the interaction sphere of which Trinidad forms from 1953 to 1962. The archaeological materials Rouse excavated,
the focal point, should be conceived of as a body of land united now kept in the Peabody Museum of Natural History, Yale
rather than divided or bounded by water (Boomert, 2000; Figueredo University, facilitated him to distinguish a series of subsequent
& Glazier, 1982). This maritime orientation of the island’s former preceramic and ceramic complexes in Trinidad (Rouse, 1947, 1953).
Amerindian occupation is illustrated, for instance, by the fact that in Besides, he was able to correlate the Trinidad sequence with those he
aboriginal times interaction between the Amerindians of the East had developed for the mainland of South America, more specifically
Venezuelan coast and those living across the Gulf of Paria in West the Lower Orinoco Valley, and the West Indies. Rouse’s framework
Trinidad was much more intensive than that between the latter and has stood the test of time and still forms the backbone of Trinidad’s
the inhabitants of Trinidad’s north and east coasts. Communication prehistoric chronology and cultural classification. Subsequent work
primarily took place along the island’s littoral; overland routes were by Harris (1976, 1978, 1991) and Boomert (1985, 2000) has
evidently used to a much lesser extent. As elsewhere in the elaborated and modified Rouse’s sequence without significantly
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altering it. Accordingly, a number of successive Lithic, Archaic and the Ortoiroid Indians of Archaic times. Small groups of Warao
Ceramic cultural units can be distinguished in Trinidad’s pre- inhabited parts of South and West Trinidad well into the eighteenth
Columbian past, most of which have been named after sites century while regular visits to the island were made by Warao from
excavated by Rouse. the Orinoco Delta until as late as the 1940s.
Nomadic bands of Lithic hunters/foragers, whose material culture Trinidad was settled by small groups of pottery-making
can be classified as to belong to the Joboid series, already frequented horticulturalists from the South American mainland by about 300 cal
Trinidad as early as about 8000 cal BC, thus prior to its separation BC. These probably Arawakan-speaking Indians, who added the
from the mainland. However, the first major occupation took place cultivation of bitter cassava and other root crops to the indigenous
subsequent to Trinidad becoming an island. Archaic (Meso-Indian) subsistence economy, may have reached Trinidad from the eastern
hunters, fishers and food collectors first occupied Trinidad between littoral of Venezuela, the Orinoco Delta or the coast of Guyana.
about 6000 and 4000 cal BC, when the Gulf of Paria and the Their cultural tradition is known as the Saladoid series as their
Columbus Channel gradually attained their present level and ancestors inhabited the Saladero site on the Lower Orinoco after
configuration. Seafaring and navigating using large dugouts formed having descended this river from its middle reaches (Gassón, 2002).
an integral part of the Meso-Indian cultural heritage and the first By about 800 cal BC the Indians of the Saladoid series were
movement of Amerindians into the Lesser Antilles took place by dislodged from the Lower Orinoco Valley by groups of new arrivals,
Archaic Indians of the Ortoiroid series from Trinidad and the East known as the peoples of the Barrancoid series. The Saladoid
Venezuelan littoral by about 5000 to 4000 cal BC. Trinidad’s Meso- settlement in Trinidad marked the onset of the island’s Ceramic Age
Indian communities kept up contacts with the Indians of the Paria and is characterized by two successive pottery complexes, i.e.
Peninsula, the west coast of the Gulf of Paria, Tobago and the Cedros and Palo Seco, both of which are considered to belong to the
Windward Islands until the end of Archaic times (Harris, 1976). Cedrosan Saladoid subseries. Whereas sites of the Cedros complex
Consequently, the patterns of extra-insular interaction shown by are restricted to Trinidad’s southwestern coastal zone, those of the
Trinidad’s Ceramic peoples already existed in the Meso-Indian Palo Seco complex are to be found all over the island. Many of these
episode. The present Warao Indians of the Orinoco Delta and sites consist of configurations of large shell midden deposits.
Northwest Guyana, who formerly subsisted exclusively on hunting, Simultaneously with their occupation of Trinidad, the Saladoid
fishing and food collecting, may represent the direct descendants of peoples rapidly colonized the West Indian archipelago and by the
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first centuries AD they had established themselves from the South found on low hills close to perennial streams. Saladoid subsistence
American mainland to as far north as Puerto Rico. The Cedrosan was based on root-crop horticulture, hunting for small game,
peoples may have learned the art of navigating and the building of inshore/estuarine fishing and food collecting, notably the gathering
sea-worthy dugouts from the Archaic populations they encountered of shellfish and edible wild plants, palm nuts, etc. Throughout the
along the shores of northern South America. Their way of living was period of colonization Saladoid communication and exchange across
typically that of egalitarian village societies in which status the West Indian archipelago remained intensive, as is suggested by
differences fluctuated (Boomert, 2001). the widespread occurrence of exotic trade objects, notably ornaments
The pottery typifying the earliest Saladoid communities is made of semi-precious rock materials.
remarkably uniform throughout the Caribbean. Well-finished, small Meanwhile, the pottery of the Barrancoid series culminated in what
to medium-sized bowls and jars exhibiting quite a variety of vessel is known as the Los Barrancos complex of the Lower Orinoco.
shapes are diagnostic, notably inverted bell-shaped bowls, keeled Heavy, thick-walled vessels, predominantly bowls with flanged rims,
jars and large cassava-beer brewing containers. Small ‘nostril’ bowls jars and double-spout-and-bridge bottles, showing red- or black-
showing tube-like extensions were apparently used by shamans for painted designs and elaborately modelled-incised adornos with
pouring tobacco or pepper juice into the nose so as to induce an strong shamanic connotations, are typical. From about the time of
ecstatic-visionary trance. The Saladoid vessels are decorated with Christ some form of cultural influence started to radiate from the
predominantly white-on-red painted or zoned-incised-crosshatched Barrancoid centre on the Lower Orinoco towards the Saladoid
designs next to modelled-incised biomorphic head lugs (adornos). communities of the eastern littoral of Venezuela, the Orinoco Delta,
The latter adequately reflect the profoundly animistic nature of Trinidad, and the Middle Orinoco Valley. It is reflected in the
Saladoid religion. Small threepointed artifacts made of stone, bone gradual adoption of Barrancoid ceramic modes by the local Saladoid
or shell, which were probably used for vegetative magic, may potters, suggesting frequent contacts formalized by ceremonial
represent the prototypes of the elaborately sculptured examples exchanges in a localized interaction sphere (Boomert, 2000; Rouse,
encountered in late-prehistoric times in the Greater Antilles. The 1983). In Trinidad the onset of these Barrancoid stylistic influences
Saladoid villages are typically located on high and well-drained land is noticeable on the island’s south coast in the early manifestations of
just behind the seashore, often close to the estuaries of small rivers, the Palo Seco complex. They become even more noticeable after the
although inland sites are known as well, most of which are to be establishment of the Barrancoid series in this same area of the island
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by about cal AD 300. Their ceramic assemblage, the Erin complex, coastal Venezuela, the Mount Irvine complex of Tobago, and the
appears to have flourished simultaneously with the later part of Palo Insular to Modified Saladoid pottery of the Windward Islands. It is
Seco. Besides, it is encountered exclusively at Saladoid sites, illustrative of the isolated situation of the island’s northern seashore
suggesting that the Barrancoid immigrants went to live in existing with respect to the portion of Trinidad south of the Northern Range.
Saladoid communities, intermarrying with the Trinidadian villagers. The latter mountains clearly formed a major barrier in terms of
Beyond Southwest Trinidad the Barrancoid influence is shown only Trinidad’s prehistoric intra-island interaction.
by trade pottery at Saladoid settlement sites. Such Barrancoid A third major ceramic tradition, the Arauquinoid series, crystallized
exchange wares showing strong shamanic associations have been in the Middle Orinoco region by about cal AD 500. After a short
found as far north as Tobago. episode of influencing the Barrancoid earthenware of the Lower
As the Barrancoid peoples apparently formed the dominant partners Orinoco, Indians producing Arauquinoid pottery moved
in the Saladoid-Barrancoid exchange relationship, it must be downstream, establishing their own villages here as well as
assumed that they were primarily responsible for carrying out the incorporating formerly Barrancoid ones. Subsequently they moved
trade expeditions radiating from the Lower Orinoco Valley, to the Venezuelan coastal zone, Trinidad and the Guianas (Boomert,
cementing the interaction sphere. The growing intensification of 1985, 2003). The onset of Arauquinoid influence in Trinidad was
local interaction in the region is also reflected by the presence of restricted to the south coast of the island, resulting in the
numerous stone artifacts, especially axe heads, at the Saladoid sites development of a mixed Barrancoid/Arauquinoid local ceramic
of Trinidad which appear to have been imported from Tobago, the tradition, the St. Catherine’s complex. It resembles the pottery which
Windward Islands and/or the Paria Peninsula. While apparently simultaneously developed under Arauquinoid stimulus out of the
Central and South Trinidad interacted most intensely with the Barrancoid cultural heritage in the Orinoco Delta and the coastal
adjacent portions of the South American mainland, the island’s north zone of Guyana, the Apostaderan (Late Mabaruma) subseries
coast was oriented more closely towards the Venezuelan littoral and (Williams, 1996). The succeeding fully Arauquinoid pottery
offshore islands, Tobago and the southern islands of the Lesser assemblage of Trinidad, known as the Bontour complex, is
Antilles. This is exemplified by similarities shown by fine-line sufficiently alike that of the eastern littoral of Venezuela that both
incised decorative motifs on the ceramics of the Palo Seco can be considered to belong to the same ceramic subseries,
communities of Trinidad’s north coast, the Río Guapo complex of Guayabitan. Simple jars with inflected contours, showing punctated
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appliqué fillets at the neck bases, and open bowls are typical. probably used for body painting. In the Lower and Middle Orinoco
Decorated pottery is reduced to a minimum. This resembles the Valley such ceramic roller stamps formed highly regarded items of
situation which characterized the Lower Orinoco area from the onset ceremonial exchange among the local Arauquinoid communities.
of Arauquinoid times and may indicate that ceramics were less Finally, Bontour pottery, which is characteristically tempered with
imbued by ceremonialism than during Saladoid/Barrancoid times. crushed shells, has been encountered as a ‘trade’ ware at
Perhaps shamanic eschatological expression now manifested itself contemporaneous sites in the Lower Orinoco Valley and on Tobago,
on artifacts made of perishable materials. the Testigos and Carriacou (Grenadines).
Settlement sites of the Bontour complex are to be found mainly in The final Amerindian ceramic tradition of Trinidad, the Mayoid
South Trinidad, but this is probably due to insufficient research series, is characteristic of the Amerindian-European contact period
elsewhere in the island. Most of these former villages consist of (Boomert, 1985). It emerged perhaps a few centuries before the time
extended shell midden deposits, similar to those of the predecessing of Trinidad’s European discovery (1498). At some sites sparse
Ceramic populations in the island. Moreover, many Saladoid and amounts of Mayoid pottery have been found associated with Bontour
Saladoid/Barrancoid sites continued to be inhabited during ceramics, suggesting a certain period of overlap between Mayoid
Arauquinoid times. The subsistence economy of the Bontour peoples and Guayabitan. Mayoid pottery is exclusively tempered with
appears to have been quite similar to that of Saladoid/Barrancoid caraipé, the burned bark of a small savanna tree which formerly
times although it is possible that by now maize had been added to the grew in the island. Caraipé is typically used by the present
local menu. Interaction with the Lower Orinoco, the eastern littoral Amerindians of the Guianas to temper their pottery clay and the
of Venezuela and Tobago remained intensive. Trade items from the suggestion has been made that the origin of the Mayoid series should
Lower Orinoco encountered in Bontour context in Trinidad include, be sought in the Guiana coastal zone. Vessel forms include open
for instance, pottery, especially cassava griddles, characterized by bowls, necked cooking jars and large cassava-brewing containers.
the use of freshwater sponge spicules (cauixí) as tempering material. Decoration is limited to small nicked pellets or narrow, black-
Cauixí-tempered earthenware is typical of the Arauquinoid painted zones along vessel rims. The pottery of the Mayoid series
communities throughout the Orinoco basin and beyond. Cauixí- shows faint resemblances with that of the Koriaban subseries, the
tempered roller stamps, found on Trinidad’s south coast, represent prehistoric precursor of modern Kalina (Carib) pottery of the
exchange objects, equally deriving from the mainland. They were Guianas, and its derivative, the Cayo complex, which can be taken to
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represent the ceramics of the historic Island Caribs of the Windward zone to date. The resemblances between Mayoid and the
Islands. Mayoid ceramics have been encountered in association with Koriabo/Cayo continuum are insufficient to conclude that, just as
Spanish majolica at St. Joseph, Trinidad’s first Spanish capital Cayo, the Mayoid series represents an offshoot of Koriabo (Boomert,
(1592), which remained the major centre of Spanish occupation in 1986). However, its absence from the Orinoco Valley may be taken
the island until well into the eighteenth century. Besides, Mayoid to represent circumstantial evidence supporting this derivation. Be
pottery is known from the Capuchin mission sites which were this as it may, the prehistoric sequence of Trinidad from Archaic to
founded by the Spanish among Trinidad’s Amerindians from 1687 Ceramic times shows that culturally the island should not be
onwards. While some of these missions survived until 1849, Mayoid conceived of as part of the Lesser Antilles, but as an extension of the
pottery may have ceased to be made by the mid-eighteenth century. mainland of South America – which in a physical sense indeed it
Its manufacturers may have introduced the Cariban language to once was.
Trinidad.
The cultural sequence which characterizes Trinidad during Archaic CONTACT-PERIOD SOCIOCULTURAL SITUATION
and Ceramic times, showing the succession of the Ortoiroid, At the time of the European-Amerindian encounter Trinidad formed
Saladoid, Barrancoid, Arauquinoid, and Mayoid series, largely a complex multi-ethnic and multi-lingual conglomerate of
concords with that encountered in the Lower Orinoco Valley and Amerindian groups of possibly varying sociopolitical complexity
Delta as well as the East Venezuelan coastal zone (Gassón, 2002). (Boomert, 2000). Intra-island interaction was limited. This is
This suggests that there was a continuous flow of information exemplified by the case of John ‘of Trinidad’, a Cariban-speaking
between the Amerindians of these areas throughout most of the Indian from Southwest Trinidad, probably a Yaio, who stayed in
Archaic and Ceramic ages. Trinidad and the adjacent parts of the England for some time and functioned as an interpreter during
South American mainland must have formed one extensive Ralegh’s 1595 Orinoco expedition. In the following year he
interaction sphere, tightly knit by ties of kinship, language, accompanied Keymis on the latter’s voyage along the Guiana
exchange, war, and culture. Apparently, developments taking place littoral. During this expedition John ‘was altogether unwilling’ to
on the continent were quickly felt in Trinidad and vice versa. The comply with Keymis’ request to contact the Amerindians of the
Mayoid series is the exception to the rule as it has not been Toco region in Northeast Trinidad, as ‘he knewe no part of that side
encountered in the Orinoco Valley or the East Venezuelan coastal of the island’ (Keymis, 1904; Ralegh, 1848). In fact, as late as the
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1880s, thus well in the colonial period, the inhabitants of Port-of-


Spain still considered the Mayaro region in the southeast of the
island as a strange country. Communication typically took place by
boat, skirting round the island, and this was a pattern which
dominated transport from prehistoric times until the early twentieth
century. Clearly, the Northern Range formed the major obstacle to
interaction across Trinidad’s landmass. As we have seen, it
effectively isolated the north coast from the rest of the island.
In all, six Amerindian ethnic groups are known to have inhabited
Trinidad during the contact period, i.e. the Carinepagoto (Kalina,
Caribs), Chaguanes (Warao), Yaio, Shebaio, Arawak (Lokono), and
Nepoio (Boomert, 1984; Harris & Elie, 2005). It has been estimated
that at the time of the European discovery the island had some
35,000 inhabitants (Newson, 1976). The Carinepagoto originally
inhabited Northwest Trinidad, especially the region where the
Spanish settled in 1592, after which these Indians moved elsewhere,
probably the north coast and Tobago. The central part of Trinidad’s
west coast was occupied by Chaguanes while Yaio lived in the
southwest of the island. Shebaio and Arawak were to be found along
the south coast adjoining the Nepoio who occupied the central
portion of Trinidad as well as part of the east coast (Fig. 2). It is
noteworthy that due to Spanish pressure in the early seventeenth
Figure 2. Amerindian ethnic groups in Trinidad, ca. 1600. Legend: (1) 100-m
century numerous Amerindians fled from the island to the coastal contourline; (2) swamps and marshes.

zone of the Guianas, as a result of which the Yaio and Shebaio


Amerindians were reportedly still living in Trinidad. The Nepoio and
disappeared from the record. By the 1630s only some 4000
Arawak are mentioned in the documentary sources throughout the
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seventeenth and eighteenth centuries as inhabiting the encomiendas until well into the twentieth century. All other Indians of Trinidad
and, from 1687 onwards, the missions which the Spanish established practised root-crop horticulture next to hunting, fishing and
in several parts of Trinidad (Newson, 1976). In the eighteenth gathering. Finally, it is likely that sociopolitically most Amerindian
century Kalinago (Island Caribs) from the Windward Islands and groups in the island formed tribal entities, that is principally
Chaima from Venezuela’s eastern littoral settled along Trinidad’s egalitarian societies consisting of at most several thousand people
north coast. Warao, finally, were to be found sparsely inhabiting living in a series of semi-independent villages, not unlike those of
South Trinidad well into the nineteenth century. New arrivals of the present Arawak (Lokono) and Kalina (Caribs) of the Guianas and
Island Caribs from the Windwards intermingling with the Nepoio in Orinoco Valley. In these societies division of labour was principally
the late eighteenth and early nineteenth centuries ultimately led to based on sex and age while leadership was exercised by successful
the adoption of the name Carib by all people of Amerindian descent warchiefs, so-called ‘big men’, whose position was not hereditary.
in the island. The Chaguanes, finally, may have been organized as bands, each
Linguistically, the Amerindian population of Trinidad was quite consisting of a series of extended families, similar to the present
heterogeneous, including Cariban-, Arawakan-, and Waraoan- Warao.
speaking peoples next to groups probably characterized by gender- The name Arawak became a generic term for many of the Trinidad
related bilinguality comparable to that of the Island Caribs of the Amerindians, including Nepoio, Yaio, Shebaio, and Arawaks
Lesser Antilles. Unfortunately, few reliable records are known on the (Lokono), in the European records towards the mid-sixteenth
linguistic affiliations of the Trinidad Amerindians except for some century. At that time these Indians were favourably disposed towards
word lists written down by English and Dutch sailors as well as the Spanish, exchanging cassava bread for iron implements and
Spanish chroniclers at the end of the sixteenth century. As a result, it weapons with the colonists of the pearl islands, Cubagua and
is difficult to draw any definite conclusions on this subject. With Margarita (Boomert, 1984). Still a century afterwards the name
regard to subsistence modes, the Waraoan-speaking Chaguanes must Alouagues, recorded by the French missionary Breton, was similarly
have been distinct from the other Amerindian peoples of the island, used by the Island Caribs in order to identify collectively their
as these Indians can be taken to have been non-horticultural, favourite enemies and trade partners. Indeed, a number of early
subsisting exclusively on hunting, fishing and food collecting, just as documentary sources do not distinguish between the Nepoio and
the present Warao of the Orinoco Delta and Northwest Guyana did Arawaks while, instead, in the mid-eighteenth century the Arawaks
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of Berbice knew the Nepoio as a separate ethnic unity. All of the settlement patterns and house forms of both areas. Early sixteenth-
Amerindian ethnic groups which can be identified in Trinidad also century descriptions suggest that the Trinidad Indians lived in large,
resided on the mainland, notably in the Lower Orinoco Valley and entirely closed, bell-shaped houses showing double roofs of palm
Delta as well as the westernmost part of the coastal zone of the leaves. Apparently, these multifamily dwellings were capable of
Guianas (Glazier, 1980; Heinen, 1992; Heinen & García-Castro, sheltering up to 100 people. A village could be composed of several
2000). Apart from Trinidad, the Nepoio are known exclusively from of these communal houses and consist of up to 400-500 inhabitants.
the Lower Orinoco Valley, while the Chaguanes (Warao) were Settlements are invariably called ‘large’ in the ethnohistoric sources
originally confined to the Orinoco Delta and the adjacent portion of on Trinidad as well as the Orinoco Valley. Although the available
Northwest Guyana. The Yaio and Shebaio are recorded to have been descriptions are undoubtedly liable to some measure of exaggeration,
living scattered throughout the entire coastal zone of the Guianas, they leave a strong impression that especially the Lower Orinoco
but this may be due partially to their exodus from Trinidad which region was densely settled. The possibility exists that some
started in the 1590s. Finally, Arawaks (Lokono) and Kalina (Caribs) Amerindian groups in the latter area were sociopolitically somewhat
still inhabit large parts of the Guianas and Orinoco Valley. The latter more advanced than the inhabitants of Trinidad in the contact period.
occupy the East Venezuelan Llanos as well. All of this indicates that At any rate, there is documentary evidence suggesting that some of
the ethnic, linguistic and sociopolitical fragmentation typical of the villages of the Arawak and Guaiana Indians on the Lower
Amerindian Trinidad echoes the situation on the mainland (Heinen Orinoco were organized as minimal chiefdoms, thus characterized by
& García-Castro, 2000; Perera, 2000), confirming the conclusion hereditary chiefly positions. However, by no means did their society
drawn from the island’s prehistoric to protohistoric sequence that resemble the elaborate chiefdoms of, for instance, the Taíno of the
culturally Trinidad can be considered as an extension of the South Greater Antilles. Descent seems to have been predominantly
American continent. matrilineal in Trinidad as well as on the mainland.
According to the documentary sources, strong resemblances existed Both war and exchange represented social institutions which were
between the lifeways of the contact-period Amerindians of Trinidad essential to the functioning of the contact-period Amerindian
and those of the Lower Orinoco Valley and Delta (Boomert, 2000). societies of the region. Small-scale warfare and trade or ceremonial
Apart from shared subsistence practices and methods of food exchange actually formed inseparable aspects of the same process of
processing, there are especially close correspondences between the social interaction between neighbouring peoples or conglomerates of
Antropologando 5 (15) Enero-Junio 2006 173 Antropologando 5 (15) Enero-Junio 2006 174

ethnic groups such as the Kalina and Arawak (Lokono) and their known as guanín, and enormous necklaces consisting of hundreds of
allies. Traditionally they included raids on each other’s villages and small shell beads, on the mainland known as quiripá. During the
naval battles between fleets of canoes. In the 1530s Baucunar, a ‘big eighteenth century the latter even developed into a kind of
man’ of the Carinepagoto, successfully forged a possibly multi- ‘commodity money’, both in Trinidad and on the mainland.
ethnic military alliance encompassing a number of village chiefs of Remarkably, the linguistic and ethnic differentiation noted for
Trinidad and the Paria Peninsula to oppose a Spanish expeditionary Trinidad and the Lower Orinoco Valley during the contact period is
force which, aided by Arawak from Trinidad’s south coast, was not reflected in the archaeological record to date. Partly, this may be
attempting to settle in the northwestern portion of the island. In spite attributed to the still insufficient level of archaeological investigation
of the lasting hostilities among Trinidad’s Amerindian peoples, the on the mainland. However, this does not apply to Trinidad which is
exchange of highly valued ceremonial objects next to that of so much better known. Indeed, throughout historic times the island
common trade wares continued uninterruptedly. These exchange exhibits a remarkably uniform Amerindian ceramic tradition, the
items were highly valued due to their exotic origins and often strong Mayoid series, characterizing not only the mission sites the Spanish
symbolic associations. Trinidad can be characterized as an established in the island, but also the kitchen ware they used in their
intermediary in the complicated system of exchange between the own major settlement, St. Joseph. Trinidad remained a poor outpost
South American mainland and the Antilles, actually functioning as a of the Spanish empire until late in the eighteenth century and only its
kind of hub between both areas. Due to the settlement of the Spanish northwestern portion could be controlled effectively by the Spanish.
in the pearl islands, the traditional communication networks were The rest of the island was inhabited exclusively by Amerindians and
rapidly reorientated towards the European settlements as the iron it was not until the 1770s that the indigenous population became
tools which could be obtained there were very much in demand smaller that that of the Spanish and mestizo settlers next to black
among the Amerindians. Nevertheless, throughout contact times slaves. Because of this ‘frontier’ situation, in the 1680s the Spanish
three major categories of ‘primitive valuables’ found their way from decided to establish missions so as to christianize the Indians,
the Orinoco Valley and the coastal zone of the mainland towards the acculturate them to the Spanish way of life and in this way pacify
Antilles, i.e. frog-shaped amulets/accoutrements, made of greenish them. The historic sources suggest that both the few existing
rock materials, often nephrite, reputedly made by the mythological encomiendas as well as the missions were inhabited predominantly
females-without-men, male breast ornaments of a gold-copper alloy by Nepoio and Arawak Indians and clearly the Mayoid earthenware
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is characteristic of the pottery repertoire of these peoples. In students of prehistoric interaction patterns as it confirms
addition, it is evidently typical also of those parts of the island which Broodbank’s (2000) conclusion that the unitary island is by no
were not inhabited by either of these groups, notably the Toco area means the ideal spatial unit for archaeological reconstruction.
of the northeast. Consequently, it would appear that the different Another methodological lesson can be drawn from the apparent
ethnic and linguistic groups inhabiting Trinidad at the time of the uniformity shown by the protohistoric pottery tradition dominating
European discovery shared one and the same tradition of pottery Amerindian Trinidad notwithstanding the ethnic and linguistic
making. fragmentation of the island in contact times, attested by the
contemporaneous documentary sources. A similar pattern can be
CONCLUSIONS taken to be characteristic of the South American mainland. No doubt
The available archaeological and ethnohistorical evidence suggests this situation underlines the anthropological truism, which is
that Trinidad formed part of a wide-reaching network of interaction, nevertheless often ignored, that archaeologically established cultural
communication, war and exchange encompassing parts of the South traditions, which are generally based on distinctive styles of pottery
American continent, Tobago and the southern portion of the manufacture, need not to be identical with ethnic and/or linguistic
Windward Islands. The island was a major node in this system as it units.
apparently acted as the intermediary between the islands and the
mainland. Interaction typically took place by watercraft, skirting ACKNOWLEDGEMENTS
Trinidad’s littoral. Clearly, intra-island interaction was obstructed by This paper forms the outcome of research conducted at the Peabody
the Northern Range, as a result of which the north coast formed a Museum of Natural History, Yale University, New Haven, Conn.,
sphere of interaction, to a certain extent different from Central and and funded by the Department of Anthropology of this same
South Trinidad. The latter region was clearly focused on the Orinoco university, in April 2005. The author is indebted to Professor Irving
Valley and Delta, the west coast of the Gulf of Paria and the Guiana B. Rouse, Professor Frank Hole, Professor Richard L. Burger, Dr.
coastal area. In contrast, the northern littoral of the island Roger H. Colten, Mrs. Birgit Faber Morse, and Miss Maureen P.
concentrated on interaction with the coastal zone of Paria, Tobago DaRos, all of the Peabody Museum, for facilitating and assisting his
and the Lesser Antilles. Trinidad’s system of regional study of the archaeological collections from Trinidad curated at this
communication and exchange is of methodological interest to museum. Thanks are due also to Alistair J. Bright, Peter O’Brien
Antropologando 5 (15) Enero-Junio 2006 177 Antropologando 5 (15) Enero-Junio 2006 178

Harris, and Alice V.M. Samson who critically read the first draft of Symposium on Archaeology, Santurce 1973: 33-65. San Juan:
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This paper is dedicated to the late Irving Benjamin Rouse, in life
Charles J. MacCurdy Professor of Anthropology and Curator at the
Peabody Museum of Natural History, Yale University, New Haven,
Conn., who established the first relative chronology and prehistoric
cultural classification of Trinidad following archaeological
excavations on the island in 1946 and 1953. The archaeological finds
from Trinidad curated in the Peabody Museum as the result of
Rouse’s investigations in the island form the most complete and
varied collection of pre-Columbian remains from Trinidad anywhere
in the world. They are a lasting legacy of by far the most important
scholar of Caribbean archaeology of the twentieth century.
Antropologando Enero-Junio 2006 Antropologando 5 (15) Enero-Junio 2006 182
Año 5, Nº 15: 181-211
LOS PATRONES FUNERARIOS EN EL NOROCCIDENTE
VENEZOLANO Y LAS ANTILLAS HOLANDESAS
LOS ENTERRAMIENTOS COMO FORMAS DE INTERPRETAR
EL PASADO: UN ESTUDIO COMPARATIVO DE DOS PATRONES Los estudios de enterramientos en el Estado Lara datan
FUNERARIOS DE LA REGIÓN SICARIGUA-LOS ARANGUES.1 prácticamente desde los comienzos de los trabajos arqueológicos en
Claudia Tommasino Suárez la región. Pero desafortunadamente, las investigaciones llevadas a
Universidad Central de Venezuela cabo hasta el momento dan cuenta mayormente de prácticas

RESUMEN funerarias tempranas, dejando una gran brecha para el conocimiento


Los estudios de enterramientos en la arqueología se han orientado casi de las sociedades más tardías de la región, como la Macrotradición
exclusivamente a la idea de la lectura del rol o la persona social a partir del
tratamiento mortuorio. El noroccidente venezolano no ha sido una Dabajuroide. Tanto en el Estado Lara como en el resto del
excepción, lo que aunado a otros problemas de orden científico, ha
producido una subordinación de estas prácticas como formas de aprehender noroccidente venezolano y las Antillas Holandesas (Falcón, Trujillo,
las dinámicas socioculturales de los grupos pasados. En este sentido, una Zulia, Aruba y Curaçao), los patrones funerarios tardíos reportados
muestra pequeña perteneciente a dos sitios de la región Sicarigua – Los
Arangues (estado Lara), que no cumple los requisitos de un estudio hasta ahora son enterramientos mucho más sencillos que los
procesual, nos empujó a buscar respuestas en las teorías postprocesuales.
Aplicamos así un marco conceptual y metodológico enfocado hacia las tempranos. En su mayoría son entierros secundarios indirectos en
nociones del contexto y el simbolismo aplicadas a las prácticas funerarias, urnas funerarias de cerámica, ubicados en sitios de habitación, con
que permitieron analizar y comparar los datos arqueológicos, antropofísicos
y analógicos de los enterramientos de cada sitio, interpretando aspectos poca presencia de elementos asociados votivos muy elaborados. Se
socioculturales de los grupos pertenecientes a la Macrotradición
Dabajuroide, y proponiendo un panorama reconstructivo, tanto diacrónico
diferencian así de los enterramientos tempranos (como Cementerio
como sincrónico, de los habitantes de la región entre el 1.000 y el 1.500 Cerro Manzano, Cementerio Camay y el Cementerio del Boulevard
d.C.
Palabras claves: noroccidente venezolano, patrones funerarios, contexto, de Quibor, entre otros), mayoritariamente primarios, directos,
arqueología interpretativa.
situados en cementerios con objetos votivos muy opulentos (Kidder
II 1944; Nomland 1935; Osgood y Howard 1943; Cruxent y Rouse
1958; Sanoja y Vargas 1967 y Oliver 1989).

1
Este trabajo es una síntesis del trabajo final para obtener el título de OBJETIVO DEL ESTUDIO ENMARCADO DENTRO DE UN
Antropólogo realizado por el autor en la Escuela de Antropología de la PROYECTO REGIONAL
UCV, denominado “Las Prácticas Funerarias: Aproximación contextual,
interpretativa y simbólica al estudio de los enterramientos humanos de los La región Sicarigua – Los Arangues (mapa 2), zona de transición
sitios La Sabana y Hato Viejo, Región Sicarigua-Los Arangues, Edo. Lara, entre el pie de monte andino, las llanuras orientales de la
Venezuela”. klau17@gmail.com
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acentúa en Los Arangues y se atenúa ligeramente en Sicarigua (Vila


1966).
Desde hace dos décadas, en la zona se lleva a cabo el Proyecto de
Investigación Arqueológica Sicarigua – Los Aragues que procura el
establecimiento de la secuencia ocupacional de la región que de
cuenta de la existencia de sociedades cacicales en la zona. A partir
de una serie de investigaciones adscritas al proyecto, se ha propuesto
una cronología tentativa para el área que comprende: del 200 a.C. al
200 d.C., estilos cerámicos tempranos, relacionados con Betijoque y
La Pitía; del 200 d.C. al 1000 d.C., estilo San Pablo y Fase
Boulevard; y del 1000 d.C. al 1500 d.C., estilos cerámicos tardíos,
relacionados con la Fase Mirinday y la Macrotradición Dabajuroide.
Como consecuencia de diversas excavaciones, en la región fueron
encontrados enterramientos que datan del 1000 d.C. al 1500 d.C.,
asociados con sitios de habitación o a posibles construcciones
artificiales de probable uso agrícola, entre los cuales están los
entierros de La Sabana en Sicarigua y Hato Viejo en Los Arangues
(Molina 2002).
Mapa 1: Mapa de ubicación de la región Sicarigua – Los Arangues.
Inscritos entonces dentro de este proyecto regional, realizamos un
estudio comparativo de los enterramientos hallados en La Sabana y
Depresión de Maracaibo y la cordillera de la costa, presenta Hato Viejo con la finalidad de interpretar las diferencias y
condiciones climáticas y geográficas sumamente alternantes, similitudes que se observan entre estas dos prácticas funerarias
demostrándose diferencias bruscas de vegetación y clima incluso halladas en sitios aparentemente contemporáneos y cercanos.
entre zonas distantes a poco menos de 10 km. (mapa 1). En la
actualidad se aprecia una escasez de recursos naturales
(especialmente de vegetación) en ambas haciendas, escasez que se
Antropologando 5 (15) Enero-Junio 2006 185 Antropologando 5 (15) Enero-Junio 2006 186

orientados hacia el materialismo histórico, con bases en los


lineamientos marxistas del funcionamiento de la sociedad.
Llevando a cabo un análisis detallado de los estudios precedentes de
enterramientos en el noroccidente venezolano y las Antilla
Holandesas que emplean este marco teórico, detectamos una serie de
problemas, tanto metodológicos como investigativos y teóricos.
Entre algunas de estas faltas tenemos: la separación entre
Arqueología y Antropología Física, la constante
Los Arangues descontextualización de los datos, la subordinación del potencial de
Sicarigua
los enterramientos, el desconocimiento y la omisión de los logros de
trabajos anteriores y la dominación de visiones arqueológicas
conservadoras. Teniendo en cuenta estos asuntos, deseamos realizar
un análisis que aportase datos descriptivos e interpretativos a escala
particular, local y regional, que tomase en cuentan estudios
anteriores y que diera cuenta de datos antes subordinados.
Además del deseo de intentar solventar los asuntos antes
Mapa 2: Mapa de ubicación de la región Sicarigua – Los Arangues.
mencionados, otro punto discordante de nuestro estudio con la visión
NUEVAS VISIONES TEÓRICO-ARQUEOLÓGICAS DE LOS materialista-histórica se orientaba hacia problema de la muestra. El
PATRONES FUNERARIOS
empleo de ese marco conceptual exige, el estudio de una muestra
Para el estudio de los enterramientos en el Estado Lara, la teoría más
numerosa que permita de forma clara apreciar diferencias entre
empleada es la que se refiere al tratamiento diferenciado de los
individuos. Por lo tanto, teniendo en cuenta los problemas de los
muertos, suponiendo la existencia de diferencias sociales y de
estudios precedentes y nuestra muestra compuesta únicamente por
jerarquías adscritas a ciertos individuos. Se plantea así la
11 individuos, comprendimos que no era acertado emplear teorías
importancia del estudio de cementerios para conocer las estructuras
que se basasen en los enterramientos como forma de aprehender la
sociales de los pueblos en cuestión, aplicando planteamientos
diferenciación social. En cambio, nuestro trabajo presentaba un gran
Antropologando 5 (15) Enero-Junio 2006 187 Antropologando 5 (15) Enero-Junio 2006 188

potencial para la interpretación de la función de las prácticas valiéndose del recurso de la interpretación (del arqueólogo, del autor
funerarias como rituales simbólicos, como maneras de hacer las y hasta del lector) para producir nuevos acercamientos al estudio de
cosas, como parte de la estrategia social de los individuos que las sociedades pretéritas, criticando la justificación de la
conforman un grupo. Ante esto, comenzaron a emerger inquietudes interpretación únicamente en el plano de lo individual, la extensión
por el empleo de las variables antropofísicas en la investigación del sujeto a otras sociedades, y la construcción del entendimiento de
como factor importante para alcanzar un entendimiento holístico de lo social desde lo individual (Criado Boado 2001). Influenciadas en
las diferencias y similitudes, por el apoyo de datos etnohistóricos que gran medida por la Antropología Simbólica, la Interpretativa, la
dieran cuenta del contexto histórico que vivían los grupos pretéritos, Estructural, la Marxista, la Sociología, e incluso las nuevas visiones
por un análisis metodológico que lograse incorporar todos los datos, de etnografía (Earle y Preucel 1987; Carman 1998), estas
y por un cuerpo teórico que nos permitiese obtener el mayor arqueologías afirman que nuestra disciplina es un ejercicio
provecho posible de todas estas variables. interpretativo, siempre intervenido por llamado background del
Se plantea, entonces, llevar a cabo una investigación de tipo autor, dentro de la cual el concepto de agency o el papel del
contextual (lo que está íntimamente relacionado con la naturaleza individuo con potestad para tomar dediciones que afectan el orden
comparativa del trabajo), que implicaba englobar varias visiones social, debe ser tan importante como la misma estructura (Shanks y
teóricas, reunidas bajo una mirada unificadora, empleando para ello Hodder 1998). Este hecho implica inevitablemente la necesidad de la
los datos obtenidos a partir de diversos análisis (arqueológicos, inclusión del componente simbólico en la interpretación del pasado,
etnohistóricos, botánicos y etnográficos). donde todas las acciones individuales, así como las estructuras, están
Con este objetivo tan particular, el esquema del trabajo se inclinó integradas por elementos de orden inmaterial, requiriéndose entonces
hacia las nuevas tendencias arqueológicas que se basan en la la unificación de lo ideacional y lo material, de la Historia, la
interdisciplinariedad, la interpretación y el contexto. Comenzamos a Antropología y la Arqueología (Shanks y Hodder 1998).
buscar apoyo en las nuevas propuestas arqueológicas derivadas del Teniendo en cuenta todo lo expuesto anteriormente es importante
llamado “postprocesualismo”. Entre ellas está, o están, las resaltar que con esta gran diversidad de tendencias se hace
Arqueologías Interpretativas, las cuales con diversas visiones del imperativo al momento de estudiar los patrones funerarios o
mundo, procuran tomar en cuenta aspectos más orientados hacia el cualquier otro aspecto de la dinámica sociocultural, aclarar los
individuo y las particularidades de cada sociedad o cultura, modelos explicativos que van a emplearse para la interpretación y el
Antropologando 5 (15) Enero-Junio 2006 189 Antropologando 5 (15) Enero-Junio 2006 190

por qué de su escogencia; asirse de toda la información sobre el estudios estilísticos, identitarios, ideológicos, reproductivos,
grupo que se pueda obtener, buscando establecer relaciones entre las territoriales y simbólicos, descartados por las visiones arqueológicas
esferas sociales, culturales y simbólicas; y justificar la aplicación de sistémicas (Hodder 1982; Charles 1995).
analogías. Todo esto debe realizarse para evitar la interpretación En este sentido, una de las nuevas formas de interpretar las prácticas
subjetiva y arbitraria, así como la radicalización de los enfoques funerarias es la idea de que son estilos. Empleamos este término
teóricos (Hodder 1987b; 1994; Wylie 1985). conscientes de los problemas teórico-metodológicos que lo han
Uno de los aspectos que puede adscribirse a los nuevos enfoques circundado desde los inicios de su uso en la Arqueología. La
interpretativos es el de los estudios de las formas de enterramiento. mayoría de los arqueólogos interpretativos se han visto influenciados
En este sentido, estas investigaciones están íntimamente sobretodo por las ideas de Wobst y el estilo como comunicación no
influenciadas por las teorías e hipótesis planteadas por Saxe, Tainter, verbal de límites identitarios (Conkey 1990), por el debate
Binford y Brown, entre otros, las cuales suponen que la establecido por Sackett y Wiessner sobre la dicotomía entre rol
diferenciación social sigue un patrón, y sus características están pasivo y/o activo del estilo (Conkey 1990; Wiessner 1990; Sackett
ligadas a otros aspectos del sistema sociocultural; que la disparidad 1990), y por el llamado a la inclusión de la noción de habitus de
en el tratamiento mortuorio de un individuo es consistente con su Bourdieu en la definición de estilo (Shennan 1989). Están a favor,
posición social en vida; y que la complejidad de las diferencias en entonces, de llegar a análisis que mantengan como complementarias
los sistemas mortuorios, aumentará con la complejización de la las visiones de los estilos como entes activos y pasivos en la
sociedad (O’Shea 1984). Las arqueologías interpretativas no sociedad, como parte de la estructura y de la agency (Hodder 1987ª;
descartan estos supuestos, sino que plantean una ampliación de los Jones 1998), abogando por la necesidad de comprender que estilo es
aspectos socio-culturales aprehensibles mediante el estudio de las un fenómeno que cubre todos los aspectos de la vida del hombre, y
formas de enterramientos. Estas tendencias claman por nuevos toda la variación de la cultura material en general (Sackett 1990;
enfoques que incluyan factores como las ideas sobre la muerte Hodder 1985, 1990).
dentro del grupo, la ideología, las relaciones de poder, los sistemas Es por esta posición que nos sentimos confiados al apoyar la idea de
de creencias, la maleabilidad de las estructuras sociales, el ritual y el la relación entre estilo e identidad grupal. En este sentido, Navarrete
contexto en los análisis, sin arrojarse directamente a una explicación (1990) delinea una diferencia entre etnicidad e identidad, donde a
por medio del rol o la complejidad social. Integran, así, enfoques de nivel étnico se asumen de forma no reflexiva las diferencias entre
Antropologando 5 (15) Enero-Junio 2006 191 Antropologando 5 (15) Enero-Junio 2006 192

ciertos grupos y otros, las formas de hacer las cosas y la dinámica similitudes y diferencias que surjan (Hodder 1994). Si las
social, mientras que la identidad implica un proceso reflexivo, donde semejanzas y discrepancias se articulan fácilmente con la teoría y
los individuos conscientemente emplean elementos con carga con los datos de otras índoles (p. ej. datos etnohistóricos), la
identitaria para poder establecer diferencias entre el nosotros/otros. interpretación tendrá, por lo tanto, una base firme.
Haciendo uso de tal diferenciación, encontramos que la función Esta idea del análisis contextual se relaciona estrechamente con el
identitaria del estilo puede residir tanto en el plano consciente como estudio de los enterramientos desde la perspectiva de O’Shea (1984),
en el inconsciente, siendo la identidad social una cualidad que los quien asegura que toda investigación sobre los estilos (o formas) de
individuos utilizan de manera flexible para establecer, eliminar, enterramiento se debe llevar mediante a cabo mediante el
recortar o ampliar límites sociales, valiéndose en muchas ocasiones establecimiento de patrones. Identificándose entonces que los
de la cultura material para lograrlo (Goodby 1998, Wiessner 1989; enterramientos son contextos donde se presentan similitudes y
Hodder 1978). diferencias (es decir, patrones), se enlaza a su estudio las ideas
Ya en un plano menos teórico, las visiones interpretativas de las que básicas de la noción de contexto según Hodder (1994): la necesidad
nos valemos han sido criticadas principalmente por su falta de de tomar en cuenta los significados y los símbolos, la importancia de
metodología confiable, que dé fuerza y objetividad a las reconocer la influencia del contexto del intérprete en las
interpretaciones del autor. En este sentido, Hodder (1987b; 1994) interpretaciones arqueológicas, la eliminación de las dicotomías
busca solucionar el problema planteando la Arqueología contextual, estructura-agency, el estudio de patrones a través de análisis
influenciada ampliamente por la Arqueología Espacial de Clarke comparativos, el establecimiento de la relación entre el modelo
(1971). Hodder (1994) afirma que un enfoque contextual será aquel físico y el textual, la determinación de la cultura material como
que trate de relacionar todos los factores que influyen en el registro activa en la formación del registro arqueológico, y la comprensión
arqueológico, tanto los físicos (incluyendo los procesos post- holística de los fenómenos del pasado mediante los análisis de los
deposicionales), como los simbólicos. Este esfuerzo tiene como contextos arqueológicos, históricos y etnográficos, a través del uso
finalidad la posibilidad de interpretar los tres significados incluidos de las analogías.
en la cultura material: el estructural, el de la agency y el simbólico Sin embargo, los enterramientos no son solo patrones, son rituales
(Hodder 1987b). El arqueólogo hará uso de su teoría o de su modelo llenos de simbolismos y significados, cuyo valor incrementa pues
explicativo para establecer relaciones entre contextos, analizando las abarca lo identitario, lo simbólico, lo social, lo individual y lo
Antropologando 5 (15) Enero-Junio 2006 193 Antropologando 5 (15) Enero-Junio 2006 194

cultural (Augé 1996). Según Augé (1996), su estudio parte de la estructura y agency: la adjudicación de un significado, la creación de
observación del estilo y de las singularidades de cada práctica ritual un símbolo y su interpretación es un acto social, acto que puede tener
(igual a como se hace de una práctica secular) pero siempre con la repercusiones importantes en las estructuras (Hodder 1985; 1989).
finalidad de aprehender su trasfondo, sin perder de vista que siempre Así, los enterramientos forman parte de la tradición, de la costumbre
desemboca en la pertenencia a un grupo o subgrupo. Una teoría de cada grupo, pero al mismo tiempo son llevados a cabo
antropológica que le da un carácter primordial a los estudios sobre el reflexivamente, acto en el cual los símbolos pueden ser
simbolismo en el establecimiento de identidades, sobre todo en racionalizados, conscientemente mantenidos o conscientemente
situaciones de cambio social como la aculturación, es la de la transformados (Thomas 1983).
competición simbólica de Schwimmer (1972). Según este supuesto
el mantenimiento de la identidad y el rechazo a la aculturación, DATOS CONTEXTUALES DE LOS PATRONES FUNERARIOS DE
LA SABANA Y HATO VIEJO
especialmente en aquellos casos donde no existe una distribución
Con este marco conceptual en mente, llevamos a cabo los análisis
equitativa de las ganancias, se da a través de la oposición o
antropofísicos, arqueológicos y etnohistóricos de la muestra, así
competición simbólica o ritual (Schwimmer 1972). En este sentido,
como otros de menor envergadura (como el estudio paleobotánico y
la idea de habitus se entrelaza con el de la competición simbólica. En
el etnográfico), que permitieron obtener una serie de datos que al ser
principio la oposición es una decisión de los individuos por mantener
integrados contextualmente, dieron paso a una interpretación de las
sus fronteras mediante lo simbólico, sea cambiándolo o
prácticas funerarias de ambos sitios, local y regionalmente.
conservándolo. Esta decisión entra luego en el plano de las
estructuras, para conformarse como una práctica o un significado Desde el punto de vista antropofísico, los enterramientos fueron

plenamente identificatorio y distintivo. Es importante destacar, sin analizados mediante diversas metodologías, dependiendo de la
embargo, que la competición simbólica no excluye la posibilidad de información que se deseaba obtener. Principalmente nos centramos
la creación de puentes entre ambos grupos, específicamente en en el establecimiento de la edad, el sexo y la causa de la muerte de
aquellos aspectos donde el intercambio sea favorable para ambos los individuos en los cuales fuese posible realizar el estudio con

(Schwimmer 1972). cierto grado de certeza.

El papel desempeñado por la cultura material en estos procesos Para La Sabana fueron analizados 6 enterramientos: el primero es un
simbólicos es recíproca, de la misma manera como lo es la de enterramiento primario, directo, de un infante de sexo
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indeterminado, asociado con un brazalete votivo y un fogón


funerario (foto 1). 4 de los 6 enterramientos eran secundarios,
indirectos, colocados en urnas funerarias de cerámica de uso
cotidiano, de individuos adulto-jóvenes o infantes, masculinos (en
los casos en que fue posible realizar la determinación del sexo) sin
objetos asociados votivos y con rastros de carbón y pigmento rojo
sobre las osamentas (foto 2). El último enterramiento se trataba de
uno secundario parcial del cráneo de un individuo adulto, en una
urna decorada ritual con rastros de pigmento rojo y evidencias de
muerte brusca (foto 3).
En Los Arangues, fueron estudiados 5 enterramientos. Tres de ellos
correspondían a enterramientos primarios directos delimitados por
estructuras de piedras, de individuos adultos o adulto-jóvenes, entre
los cuales se encuentra un individuo de sexo femenino, único que no
presentó objetos asociados votivos (foto 4). Los dos enterramientos
restantes eran secundarios directos, de individuos infantes o Foto 1: Enterramiento primario LT32-E1 hallado en el sitio La Sabana.
neonatos, uno de los cuales presentó objetos asociados votivos. Cabe idénticas a los de nuestra región. Por este motivo decimos que ambos
destacar que el individuo femenino primario conformaba un sitios presentan prácticas con elementos híbridos de diversos
enterramiento múltiple con el individuo neonato secundario directo patrones de enterramiento: en La Sabana las relaciones se orientan
(foto 5). hacia el cementerio temprano de Camay (Estado Lara) y los
El análisis comparativo de estos enterramientos con las prácticas enterramientos tardíos de Hato Viejo y El Mamón (de Falcón),
funerarias tempranas del Estado Lara y las tardías para el Bellavista (de Zulia) y Tanki Flip (en Aruba); en Hato Viejo, en
noroccidente de Venezuela y las Antillas Holandesas, permitió cambio, las similitudes se inclinan hacia el cementerio de Las Locas
establecer ciertas similitudes y diferencias, pero sin la posibilidad de (del Estado Lara), los enterramientos de Mirinday (Estado Trujillo) y
confirmar la presencia de patrones funerarios con características
Antropologando 5 (15) Enero-Junio 2006 197 Antropologando 5 (15) Enero-Junio 2006 198

las prácticas funerarias halladas en los sitios De Savaan y San


Hironimo (de Curaçao).

Foto 2: Enterramiento secundario LT32-E2 hallado en el sitio La Sabana.


Foto 3: Enterramiento parcial secundario LT32-E7 hallado
La cerámica funeraria (votiva o no) y de pozos, asociada a los en el sitio La Sabana.
contextos funerarios, fue descrita a escala de conjunto de atributos y
mirindayan, lo que no las hacía exactamente iguales. En este sentido,
a escala de elementos, motivos y diseños (en el caso de la
el material de La Sabana mostró mayores semejanzas con el
decoración) para ser analizada con la finalidad de determinar la
complejo Urumaco de Falcón y las Antillas Holandesas, ubicado
ubicación temporal, aunque fuese relativa, de ambos sitios. Para esto
temporalmente entre 1100/1200 y el 1400/1440 d.C. (dibujo 1). Para
se trató de adscribir las colecciones a los estilos ya establecidos para
Hato Viejo, la relación se orientó más hacia los estilos Dabajuro y
la región, permitiéndonos proponer o refutar la contemporaneidad de
Bachaquero de Falcón y Zulia respectivamente, lo cual lo colocaría
los sitios. Este análisis, asociado tanto directa como indirectamente
temporalmente entre 1100/1200 – 1400/1440 d.C. (por el complejo
con los enterramientos de ambos sitios, arrojó una interesante
Dabajuran) y 1300 – 1600 d.C. (por el complejo Bachaqueoran)
combinación de estilos, claramente pertenecientes a la
(dibujo 2). Estas fechas demuestran una relativa contemporaneidad,
Macrotradición dabajuroide establecida por Oliver (1989). En este
la cual se ve reiterada en la relación que ambos mantienen con el
sentido, ambas muestras cerámicas eran heterogéneas, con elementos
complejo Mirindayan ubicado temporalmente entre 1100 – 1550 d.C.
de las sub-tradiciones dabajuran, bachaqueroan, tierran y
Antropologando 5 (15) Enero-Junio 2006 199 Antropologando 5 (15) Enero-Junio 2006 200

Foto 5: Enterramiento secundario LT5-E2 hallado en el sitio Hato Viejo.

afiladores, perforadores, percutores, pulidores, hachas, puntas,


Foto 4: Enterramiento primario LT5-E1 hallado en el sitio Hato Viejo.
raspadores, metates, manos de moler y manos de mortero. La
Estas relaciones permiten insertar la cerámica de los sitios La Sabana presencia de estos artefactos fue interpretada como representativa de
y Hato Viejo con aquella asociada a la esfera de interacción del un sitio de habitación. Para Los Arangues, aun cuando las piezas
noroccidente venezolano, esfera dentro de la cual interaccionaban las líticas halladas no pudieron ser analizadas directamente debido a su
sociedades que se hallaban hacia la cordillera de Los Andes, en la pérdida, pudo reconocerse la presencia de artefactos de uso
cordillera de la Costa y en las Antillas Holandesas. cotidiano, a partir de las descripciones del material realizadas por los
El análisis lítico tuvo como finalidad clasificar los artefactos según arqueólogos al momento de las excavaciones.
su posible función, partiendo de su análisis morfológico y Como se sustentó teóricamente con anterioridad, los datos
dividiéndolos en artefactos de desgaste, corte-percusión, corte- etnohistóricos fueron empleados como un dato más para la
desgaste y desgaste-percusión. El material lítico hallado, permitió la interpretación de nuestros patrones funerarios. En este sentido se
identificación de 47 artefactos, entre los que se encontraban: emplearon datos de fuentes primarias, principalmente el diario de
Antropologando 5 (15) Enero-Junio 2006 201 Antropologando 5 (15) Enero-Junio 2006 202

competencia era fuerte, esto no impidió (quizás incluso hasta


aceleró) el establecimiento y mantenimiento de relaciones
comerciales con grupos cercanos, así se tratase de sus enemigos. Las
circunstancias se vieron agravadas más aun con el desplazamiento
hacia el territorio de Barquisimeto y Yaracuy de los grupos caquetíos
desde los llanos, lo que produjo mayor competencia por los recursos
y la necesidad de afianzar los lazos comerciales o las enemistades.

Dibujo 1: Fragmentos de vasija encontrada en el sitio La Sabana

Nikolaus Federmann (1988), y las reconstrucciones y modelos de


poblamiento para la región propuestos por Oliver (1989) y Arvelo
(1995, s/f). La revisión de los datos etnohistóricos existentes para la
región, permitieron interpretar que los habitantes de la zona para el
momento de la llegada de los españoles no eran caquetíos arribados a
Dibujo 2: Vasija encontrada en el sitio Hato Viejo
la zona desde los llanos cerca del 1000 d.C., sino que por el contrario
eran aquellos habitantes originarios de la región, quienes se vieron METODOLOGÍA DEL ANÁLISIS CONTEXTUAL E
INTERPRETACIONES INTRASITIOS
afectados por la llegada de este nuevo grupo. En este sentido, aun
Para realizar el análisis contextual de los enterramientos se
cuando no podemos afirmar con seguridad de qué grupos se trataba,
estableció una metodología que, influenciada por los trabajos de
en la zona se encontraban jirajaras, ayamanes, gayones y xaguas,
Klaulicke (1997) y teóricamente relacionada con la arqueología
grupos éstos que se encontraban enemistados entre ellos mismos, en
contextual de Hodder (1985), propone el establecimiento de varios
menor o mayor grado. Esta situación se debía en parte a la escasez
niveles de análisis: uno micro, relacionado estrictamente con los
de recursos naturales en la región (Oliver 1989), y aun cuando la
Antropologando 5 (15) Enero-Junio 2006 203 Antropologando 5 (15) Enero-Junio 2006 204

individuos y sus objetos votivos, es decir los enterramientos; uno cual se enterraba secundariamente en viviendas, algunos
semi-micro, relacionado con los pozos, los contextos funerarios más conformando enterramientos múltiples, posiblemente con sus
amplios e incluso la reconstrucción del sitio, donde se determinan los familiares.
llamados patrones de enterramiento; y uno macro, perteneciente a un La determinación de estos patrones permitieron interpretar que, en
nivel comparativo en el cual se establecen diferencias y similitudes La Sabana no parece existir una relación directa entre patrón de
entre las prácticas de ambos sitios, estableciéndose lo que hemos enterramiento y edad, sino que la escogencia de la forma de
definido como patrones funerarios. enterramiento individual podría estar relacionada más bien con la
Partiendo de estas premisas logramos establecer dos patrones de causa de la muerte. Para Hato Viejo, en cambio, sí se puede notar
enterramiento para cada sitio. En La Sabana tenemos un patrón una relación clara entre tipo de enterramiento y edad del individuo,
caracterizado por la realización de un enterramiento primario, con mientras que la presencia de objetos votivos parece vinculada con el
fogón funerario, objetos asociados votivos y delimitación de tumbas, sexo del individuo y su capacidad laboral dependiendo de la edad.
seguido por la exhumación colectiva de los individuos, los cuales El análisis micro y semi-micro de los enterramientos y patrones de
eran untados con pintura, acompañados por una quema ritual, enterramiento de los sitios La Sabana y Hato Viejo, permitió
finalizando en el entierro secundario en una urna de uso cotidiano. El interpretar la práctica de enterramientos en sitios de habitación, fuese
segundo patrón de enterramiento definido fue aquel que luego del de manera colectiva (en el caso del primer sitio) o familiar
enterramiento primario, el individuo era exhumado, su cráneo era (observado en el segundo sitio). Esta relación enterramiento-sitio de
separado y enterrado secundariamente en una vasija ritual luego de habitación sugiere una relación armónica entre lo secular y lo ritual,
ser untado con pintura. Este enterramiento secundario parcial se insinuando una función específica de las prácticas funerarias dentro
ubicaba retirado de los otros enterramientos. de la dinámica socio-cultural de los grupos que las emplearon.
Para Hato Viejo el primero es un patrón de enterramiento primario Además de esta relación secular-ritual, se notó la falta de distinción
de adultos en tumbas delimitadas ubicadas en viviendas, con objetos marcada entre individuos, donde las diferencias en los estilos
votivos asociados (en el caso de los individuos masculinos) y funerarios se deben a variables como la edad y la capacidad laboral,
relacionados a fogones funerarios. El segundo patrón corresponde a más que a la persona o el rol social. De esta forma, a pesar de la
un primer enterramiento de un infante o neonato (del cual no importancia de la individualización, el grupo se encuentra
poseemos información), seguido por la exhumación del cuerpo, el representado con fuerza en las prácticas funerarias, interpretándose
Antropologando 5 (15) Enero-Junio 2006 205 Antropologando 5 (15) Enero-Junio 2006 206

con esto una relativa flexibilidad de las prácticas funerarias, donde • los cambios observados entre los enterramientos tempranos
tanto los individuos como las estructuras sociales, intervienen en las y los tardíos de la región noroccidental de Venezuela y las
decisiones grupales sobre las formas de enterrar a sus muertos. Antillas Holandesas;
• la existencia de una red de intercambio cultural o esfera de
PANORAMA RECONSTRUCTIVO E INTERPRETACIONES interacción que abarcaba todo el noroccidente venezolano
INTERSITIOS
(Arvelo y Wagner 1984); y
Gracias a las interpretaciones realizadas anteriormente, pudimos
• los datos tomados de investigaciones anteriores sobre
establecer un panorama reconstructivo sobre la situación regional
patrones funerarios o grupos caquetíos del noroccidente
que se presentaba en la región entre el 1000 y el 1500 d.C. Entre las
venezolano.
características más importantes tomadas en cuenta para esta
reconstrucción encontramos:
Tomando en cuenta todos estas características y situaciones,
• las estas características socio-culturales de los grupos de La pudimos interpretar que los grupos que habitaron La Sabana y Hato
Sabana y Hato Viejo interpretadas a partir de los patrones Viejo en el período comprendido entre el 1000 y el 1500 d.C.
funerarios, a nivel micro, semi-micro y macro; pertenecieron a la esfera de interacción de la Macrotradición
• las evidencias etnohistóricas y las reconstrucciones de dabajuroide, pero manteniendo cierto grado de independencia.
modelos de poblamiento de la región Sicarigua - Los Nuestro panorama reconstructivo permitió así el planteamiento de
Arangues y el noroccidente venezolano; una situación de cambio y arraigo simultáneamente. Los grupos que
• la presencia de cerámica y patrones funerarios heterogéneos estudiamos pertenecieron a la esfera de interacción de la
e independientes donde se reflejan similitudes y diferencias Macrotradición tocuyanoide, empleando prácticas funerarias
con elementos de estilos cerámicos y formas de complejas en cementerios donde se reflejaba una alta diferenciación
enterramiento de Zulia, Trujillo, Falcón y Las Antillas social. Alrededor del 850 – 1000 d.C. los caquetíos arriban a la zona
Holandesas; desde los Llanos, produciéndose encuentros bélicos entre estos
• la presencia de bienes exóticos no locales empleados como nuevos grupos y aquellos originarios de la región.
objetos votivos en los enterramientos; Estos enfrentamientos y enemistades que cumplían la función de
defensa territorial, obtención de los recursos naturales y continuidad
Antropologando 5 (15) Enero-Junio 2006 207 Antropologando 5 (15) Enero-Junio 2006 208

social, implicaron el establecimiento de una competición simbólica de solventar empleando la mayor cantidad de datos posibles y
entre los grupos recién llegados y originarios como forma de asiéndonos de un cuerpo teórico holístico pero coherente. Sin
afianzar la pertenencia al grupo. Consecuentemente, las prácticas embargo, a pesar de estos problemas, creemos nuestra investigación
funerarias, por su alto valor simbólico, se convirtieron en una permite demostrar la importancia de los estudios de enterramientos
herramienta fundamental en esta lucha simbólico-grupal, resultando tardíos de la región, del trabajo conjunto entre Arqueología,
en prácticas que otorgaban mayor importancia al grupo que al Antropología Física, Etnohistoria y Etnografía, a través de visiones
individuo. contextuales, y de la necesidad de romper con las visiones
Esto, sin embargo, no impidió su adscripción al nuevo modelo socio- conservadoras que han dominado los estudios de las prácticas
económico y a la esfera de interacción Macrodabajuroide, pero funerarias en Venezuela.
siempre manteniendo la independencia grupal (reflejada en la
heterogeneidad y unicidad de la cerámica), estableciendo así una BIBLIOGRAFÍA
delimitación clara entre nosotros y otros. Arvelo, Lilian. 1995. The Evolution of Prehispanic Complex Social Systems
in the Quíbor Valley, Northwestern Venezuela. Trabajo para la
Con todo esto, interpretamos que las variaciones sincrónicas y obtención del titulo de Doctor in Philosophy, Universidad de
Pittsburg, Pittsburg.
diacrónicas de estilos cerámicos y prácticas funerarias se emplearon Arvelo, Lilian. (s/f) ¿Cacicazgos o Tribus? Sistemas socio-políticos
activamente (difícilmente se podría establecer si fueron decisiones regionales en el Noroccidente de Venezuela (1000 – 1530 d.C.):
Evidencia arqueológica y etnohistórica. Manuscrito sin publicar.
conscientes o inconscientes) por los individuos y por la colectividad Arvelo, Lilian y Wagner, Erika (1984) Relaciones Estilísticas Cerámicas
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para adecuarse a situaciones de cambio regional y amenazas externas
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Antropologando Enero-Junio 2006 Antropologando 5 (15) Enero-Junio 2006 214
Año 5, Nº 15: 213-235
una revuelta popular tan temida por la oligarquía criolla, debido a la

CONSTRUCCIÓN DEL PASADO INDÍGENA A TRAVÉS DE posibilidad de que se exacerbasen los conflictos sociales latentes
TEXTOS DE HISTORIA OFICIAL desde la sociedad colonial producto de los diferentes intereses de los
Sigrid R. Curtis Guzmán1 grupos que la integraban: los mantuanos a un mayor poder y
Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas jerarquía social, los esclavos su libertad y los pardos y negros libres

RESUMEN la igualdad con respecto a los negros criollos.


Al disolverse la Gran Colombia, Venezuela se encontraba en un periodo El temor a una guerra de castas que haría que el país se levantase en
crítico desde el punto de vista económico y social. Más grave aún, la elite
criolla temía el estallido de una revuelta popular al no ver, la gente, armas, después del turbulento periodo de guerras para obtener la
satisfechas sus aspiraciones sociales. Por tal razón, fue necesaria la
construcción de una historia oficial que creara un ideal de estado-nación independencia de España al no ver satisfechas las aspiraciones de
unificado a través de un pasado que no se vinculara con la Monarquía igualdad y libertad por los sectores populares, se constituyó como el
Española y, que justificase la ruptura con la Gran Colombia. En este sentido
el pasado indígena venezolano se presentaba sin la influencia de los eventos como el perfecto pretexto para promover el cambio de actitud hacia
anteriormente señalados. Este artículo explora los motivos que impulsaron
la necesidad de la construcción de una historia oficial y, cómo fue
Páez, que fue exonerado del juicio que se tenía en su contra para que
representado el indígena en ésta en diferentes periodos temporales. Para garantizara la paz social.
lograr esto se tratarán los textos de Rafael María Baralt y Ramón Díaz
(1983 [1841]) y José Gil Fortoul (1953-1954 [1909]) para la segunda mitad Así, Páez y la oligarquía criolla se enfrentaron con la tarea de
del siglo XIX; y Guillermo Morón (1971) y José Luís Salcedo Bastardo
reorganizar la República desde el punto de vista institucional y
(1970) en la primera mitad del siglo XX.
Palabras clave: Gran Colombia, historia oficial, indígenas, construcción económico. Sin embargo, más allá de estos dos factores lo que nutria
ideológica.
esta motivación era la creación del sentimiento nacional en un país
INTRODUCCION con un pasado colonial que contrastaba fuertemente con el ideal
En 1830, se produce la disgregación de lo que hoy republicano y un presente de incertidumbres y conflictos, en el que
conocemos como Venezuela de la Gran Colombia. Esto fue producto la única alternativa era el de mirar al pasado aborigen cuyas
del descontento del mantuanaje, ya que este no se sentía bien costumbres no se encontraran contaminadas por el contacto europeo
representado por el gobierno de Bogotá, que poseía una mala (Vargas Arenas, 1998: 79).
administración que perjudicaba a Venezuela en el aspecto Paradójicamente, en el gobierno de Páez se promulga un decreto de
económico y social. Tal situación conduciría irremediablemente a reparto de las tierras comunales que los indígenas tienen asignadas

1
bajo la figura de resguardos lo que significaba su exclusión
Aspirante al título de Master en Antropología. Centro de Antropología.
Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas. scurtis@ivic.ve geográfica.
Antropologando 5 (15) Enero-Junio 2006 215 Antropologando 5 (15) Enero-Junio 2006 216

Situados en este contexto social y temporal es donde comenzaremos Para alcanzar esta visión crítica, se utilizarán las ideas desarrolladas
a deslindar nuestro objeto de investigación, que se refiere a la por la Escuela de Annales (Braudel, Le Goff, Duby), que abogaban
construcción del pasado indígena a través de los textos de historia por el estudio y la observación de la sociedad en profundidad,
oficial. Esto en primer lugar justificado en el hecho de que la primera abordando los temas abandonados por la historia de los grandes
historiografía oficial de Venezuela surge en éste periodo de 1830 y acontecimientos, incluyendo también a los grupos que no
se pensó que este era el momento propicio para buscar una causa que pertenecían al ámbito de las elites gubernamentales y, así lograr, de
justificara el rompimiento con la Monarquía Española, y el pasado esta manera, “una concepción multidimensional de la realidad
indígena es un factor utilizado ideológicamente para este propósito a social” (Burquière, 1990: 43).
través de los textos oficiales. Por tal razón, nos vemos en la necesidad de analizar los cambios
Para la localización de estas construcciones ideológicas nos sociales en el siglo XX retornando a las sociedades pretéritas para
remitiremos a dos autores de la segunda mitad del siglo XIX, que allí buscar las raíces de los fenómenos actuales. En este punto la
son Rafael María Baralt y Ramón Díaz (1983 [1841]) y José Gil antropología se nos vislumbra como fundamental en este nuevo
Fortoul (1953-1954 [1909]) y dos de la primera mitad del siglo XX; enfoque, ya que “... el antropólogo [que estudia] tanto sociedades
Guillermo Morón (1971) y Salcedo Bastardo (1970). Esta selección contemporáneas como del pasado, esta orientado principalmente a
esta se justifica en el hecho de ser Baralt el primer productor de definir los niveles estructurales que sustentan la vida cotidiana de los
historia oficial, Gil Fortuol el precursor de la historia positivista, individuos de un grupo social especifico, identificar las formas de
Salcedo Bastardo en busca de un nuevo abordaje historiográfico y reproducción de la vida social y rastrear los flujos de producción
Morón como representante de la historiografía contemporánea. cultural y su utilización diferenciada en sociedades estratificadas”.
Es así, como es posible realizar una “antropología histórica” para la
PERSPECTIVA TEORICA búsqueda de los datos, así como modelos explicativos para la
Este estudio, perteneciente al ámbito historiográfico, es analizado a interpretación de los mismos, surgidos en el estudio de las
la luz de nuevas perspectivas teórico-metodológicas generadas a sociedades en el presente (Amodio, 1998: 5).
partir de la actual revisión de quehacer historiográfico, que no oculta Para explicar esta metodología que conjuga la antropología con la
los hechos, sino que intenta mostrarlos liberados de manejos historia es necesario conocer bajo que condiciones surge. El hombre
ideológicos del pasado, ya que es desde el presente donde el pasado esta ávido de reconstruir los eventos pasados para justificarse en el
se crea, se construye y se interpreta. presente, pero este pasado nunca ha estado exento de manejos, las
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ideologías dominantes necesitan de alguna forma justificarse en el permite inferir acerca de las motivaciones de los contenidos que
poder, y esto se da a través de 1) personajes históricos creados con el estos portan y de la “primacía” del texto escrito sobre la historia oral.
fin de que sus cualidades sean emuladas por la sociedad, y 2) de la Según Jean Chesnaux el discurso del historiador esta fundado sobre
religión que deba dar respuesta del destino del hombre y de su la base de falsas evidencias (hecho histórico, fuentes y trabajos,
condición humana, además de justificar la presencia del paso de una diacronia-sincronia, periodificación, cuantificación), que pueden
dinastía a otra y a través de la creación de genealogías. Cuando estos definir ciertos caracteres inherentes al discurso del historiador
dos elementos se conjugan la historia se trastoca, ya que lo que no se perteneciente a la ideología capitalista, cuyo referido discurso es su
posee se inventa, es un intento desesperado de legitimación ante las reflejo y sostén (Chesnaux 1977: 80). Lo anteriormente descrito se
masas. ejemplifica en un circulo de historiadores que producen un
Es desde esta mirada de la antropología histórica, que se orientará la instrumento de adoctrinamiento para las masas, que ostentan el papel
atención más hacia las practicas repetidas y actitudes compartidas de historiadores que crean un saber desligado de las luchas populares
que hacia a los grandes acontecimientos que marcan el cambio, y a su vez, un saber circunscrito a su circulo intelectual, todo esto
donde nos acercaremos a la realidad que unifica y distingue a una solapado tras una pretensión científica que obvia la dinámica interna
sociedad de otra. del discurso histórico.
En cuanto a su supuesta primacía deriva del hecho de la supuesta
PERSPECTIVA METODOLOGICA debilidad de las fuentes orales y la obsesión de los historiadores por
En el caso de las investigaciones en el campo de la antropología los documentos. Gwyn Prins, defensor de la historia oral señala las
histórica, ya que no se trabaja con informantes, se debe trabajar con tres cualidades que no posee la información oral: 1) la precisión
el documento escrito que recrea tanto el contexto histórico-social, formal, 2) el contenido de los documentos ofrece una precisión
como el testimonio de lo que se desea investigar. En este punto es cronológica, y 3) que los contenidos escritos por sus características
necesario realizar un alto, ya que se debe tomar en cuenta también el de perdurabilidad se apoyan mutuamente. Aunque no es nuestro
contexto histórico-social del productor del documento y su interés objetivo trabajar con la historia oral se vera posteriormente su
por el asunto en cuestión. importancia en la construcción de la historia oficial (Prins, 1993:36).
En el caso que nos ocupa utilizaremos textos historiográficos Partiendo esto podremos realizar un abordaje con una visión más
oficiales para la realización de nuestro trabajo. En cuanto a los objetiva que nos permita desentrañar las motivaciones de los
productores y producción de textos existe todo un análisis que nos historiadores oficiales como hombres insertos en una temporalidad y
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una ideología específica, así como del manejo de los contenidos y su político para situarse es una escala de nuevos valores y
posterior utilización. sensibilidades (Diccionario de Historia de Venezuela, 1997: 710).
Baralt y Díaz (1983 [1841]) tenían la misión de “elaborar una
REVISIÓN CRÍTICA DE TEXTOS historia de Venezuela en la que se justificara la ruptura de los
Nuestros datos etnográficos procedentes de una revisión crítica de vínculos con la Monarquía Española y por otra parte la de justificar
los textos antes mencionados poseen como característica principal el la ruptura de la Gran Colombia” (Harwich Vallenilla, 1994: 57).
hecho de ser producciones de la elite historiadora oficial, creadas por Con respecto al primer punto, objeto de nuestra investigación, la
diferentes motivaciones en momentos históricos determinados para historia según este autor comienza con el recuento de todas las
servir de apoyo a la ideología dominante. Como mencionamos en la diligencias de Colón para poder emprender su empresa de
parte introductoria de nuestro análisis la historiografía oficial en exploración hacia otras latitudes y de los peligros que corrió entre su
Venezuela comienza con la realización del Resumen de la Historia tripulación y a las condiciones climáticas a las que tuvo que
de Venezuela (1983 [1841]) de Rafael María Baralt y Ramón Díaz, enfrentarse para llevar su viaje a buen termino.
luego de que la obra de Don Feliciano Montenegro y Colon fuera Luego, estos viajeros que poseían “gran valentía” y “coraje” tienen
rechazada por varios de los próceres que habían participado en la el primer encuentro con los indígenas que entre festines y regalos
Guerra de Independencia. Páez, según Luís Correa “aportó los reciben a los visitantes. Los indígenas son descritos como distintos a
documentos de historia antigua hasta los comienzos de la cualquier raza en el mundo, se contrastó al aborigen con el europeo
Independencia; Baralt y Díaz (1983 [1841]) redactó la obra en cuanto a su modo de vida, hábitos alimenticios, costumbres,
valiéndose para su trabajo de los documentos publicados que les vestimenta, tecnología y modos de subsistencia, descripción que se
facilitaron los generales Briceño Méndez, Urdaneta y Soublette...” ve matizada por un carácter evolucionista. Para Baralt y Díaz (1983
(Correa, 1961: 150). [1841]) la libertad y la igualdad en que vivían los indígenas hacía
La obra de Baralt y Díaz (1983 [1841]) se encuentra enmarcada en lo innecesarias las instituciones, hasta del tipo religioso, esto traerá,
que hoy en día pudiéramos señalar como historia romántica, la cual según Baralt y Díaz (1983 [1841]) como consecuencia, la existencia
esta influida por el romanticismo y las bellas letras, pero también se de una sociedad imperfecta para el desarrollo de los individuos, que
encontraba marcadamente influida por la formulación del proyecto los haría esclavos de sus deseos y pasiones.
nacional Venezolano que se venía gestando desde 1810, en el que se “...Este era el caso de las gentes descubiertas; las
exaltaba un concepto de nación que sobrepasaba lo jurídico y cuales, así como los bárbaros en todos tiempos y
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países, penetradas del sentimiento de la como diría Harwich Vallenilla (1994) la leyenda negra y la opresión
independencia individual, que excluye toda idea de
de los españoles, esta historia creaba lagunas y generaba dudas.
sujeción y orden. Vida errante, llena de peligros, de
imprevisión, de libertad; precisión de un movimiento Las criticas hacia el régimen colonial, en resumen a pesar de ser
constante para compensar en cierto modo la quietud
adversas muestran una cierta conciliación, en el sentido de que las
del pensamiento, la pobreza de ideas, la ociosidad
hija de la ignorancia; tal era el carácter general de leyes emanadas por parte de la Corona Española quisieron conjugar
aquella asociación...”[…]“...mezcla confusa de
un gobierno imparcial y equitativo con la necesidad de un poder
brutalidad y egoísmo, tristeza y orgullo del estado
salvaje.” (Baralt y Díaz, 1983 [1841]: 20-23). enérgico hacia las colonias para protegerlas de las ambiciones de los
subalternos y en donde las leyes emanadas para la protección de los
Sin embargo, la idea de mansedumbre que se crearon estos
pueblos se vieron ignoradas, pero también en ciertos pasajes muestra
conquistadores se desvaneció después que los indígenas defendieron
con indagación los abusos del despotismo que representa España
con valentía su libertad en terribles luchas para luego sucumbir
(Mijares, 1961: 318).
vencidos por la fuerza, pero no sin gloria.
A finales de siglo XIX y comienzos del XX comienza la entrada del
Luego de la descripción de los primeros contactos de Colón con los
movimiento positivista en la Universidad de Caracas marcado por la
indígenas el autor comienza a describir la fundación de las ciudades
entrada al pensamiento del estudiantado venezolano por los
en todas las regiones, a la par de la descripción de batallas con un
postulados de Taine y sus discípulos, que hasta esa fecha eran
marcado acento épico en donde destaca la valentía de los caciques
desconocidos. Para Luís Correa “hay pasión por los hechos;
como Paramaconi, Guaicaipuro, Naiguatá, Terepaima y la reducción
entusiasmo por la fisiología y la historia natural y su aplicación a la
de estos pueblos al régimen de encomiendas y misiones, en donde
interpretación psicológica de los acontecimientos (Correa 1961:
destaca la incapacidad y la crueldad hacia los indígenas por parte del
151). El contexto de surgimiento de esta historiografía puede
español, por un proceso de conquista y colonización que le llevo casi
ubicarse relacionarse con el momento de coyuntura política que se
un siglo para llegar a su culminación. Lo que más nos llama a
viven Venezuela al salir Guzmán Blanco de la Presidencia. Así,
reflexión es la marcada preferencia de este autor por la creación de
Venezuela se transforma en objeto de reflexión desde el punto de
relatos de corte militar, hecho que se ve justificado al ser Baralt
vista de las ciencias sociales para derribar el esquema de la historia
(1983 [1841]) un militar de carrera.
romanticista y entrar a esta nueva orientación (Diccionario de la
Este libro al momento de su publicación no respondió al objetivo
Fundación Polar, 1997: 711).
para el que fue creado, ya que no reflejaba de forma convincente,
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A diferencia de Baralt y Díaz (1983 [1841]) que señalan que “los Capitulación otorgada a los Welser en donde se les autoriza a
trabajos de la paz no dan materia a la historia; cesa el interés que esta esclavizar a los indios rebeldes, fundar ciudades, describiendo
inspira cuando no puede inferir grandes crímenes, sangrientas también las guerras de los conquistadores con los caciques a quienes
batallas o calamitosos sucesos” (Harwich Vallenilla, 1994: 119). Gil califica de valerosos.
Fortuol (1953-1954 [1909]) se diferenciará en la búsqueda de otras La historia que nos presenta Gil Fortuol (1953-1954 [1909]) de la
fuentes y en los trabajos de la paz. conquista y colonización, a nuestro modo de percibirla es menos
Muestra de la nueva propuesta histórica de Gil Fortuol (1953-1954 cargada de preferencias hacia uno u otro bando, aunque se denota
[1909]) es la de considerar la igualdad de las capacidades de que en su texto se menciona el trato hacia los “belicosos” indígenas
Paramaconi con Garcí-González, ya que ambos posen las mismas de bárbaro e inhumano (hasta en el caso de las misiones) (1953-1954
capacidades orgánicas, sus métodos de defensa, así como prácticas [1909]), librándose de tal calificativo el Padre de Las Casas. Su obra
curativas, ni moralmente era uno mejor que el otro. De esta manera, se encuentra exenta, sino toda, en gran parte de la construcción
recomienda estudios más profundos sobre el pasado indígena debido mítica de Baralt y Díaz (1983 [1841]) y de denominaciones
a lo escaso de las fuentes, ya que, lo escrito acerca de la población peyorativas hacia los indígenas.
indígena fue destruido por los españoles o fue realizado es en base a La renovadora tendencia de la corriente científica no seria suficiente
fantasía de los cronistas. También afirmó la imposibilidad de realizar para modificar la corriente romántica de nuestra historia. En un país
una historia precolombina, ya que, los indígenas han evolucionado y saturado de luchas políticas “era inevitable que al margen de las
no poseen las mismas características que poseían anteriormente. Con corrientes científicas, siguiese proliferando una pseudohistoria
respecto al periodo de conquista y colonización acusó también un henchida de panegíricos y diatribas” (Díaz Sánchez, 1961: 171). Al
gran vacío de documentos lo que ocasionó, según Gil Fortuol (1953- culto exagerado de los guerreros y la utilización hiperbólica de las
1954 [1909]) una historia con matices militares para los dos bandos: batallas se unió una serie de relatos politizados que sumieron al país
Españoles y Americanos (1953-1954 [1909]). en un severo atraso. En este mismo periodo histórico se crea la
En lo escrito acerca de la conquista, específicamente en lo referido a Academia Nacional de la Historia fundada por el Dr. Rojas Paúl en
los indígenas se ven grandes saltos, ya que comienza con una 1888, con el fin de fomentar los estudios políticos a través de toda
referencia de Fray Bartolomé de las Casas acerca de las impresiones una serie de actividades y la publicación de libros que fueran
de Colon hacia los aborígenes que poblaban América y el mito del costeados por el tesoro nacional para ser adoptados por los mismos
Dorado (1953-1954 [1909]), para luego realizar un salto a la para aclarar puntos difíciles o dudosos en la historia de América.
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Este último punto nos hace pensar acerca de la motivación del aporte de las ciencias sociales en donde se estudiaría la historiografía
Estado en la creación de un organismo filtro encargado del control en función de un proceso y no de una anécdota (Salcedo Bastardo
de la historia que va dirigida al “consumo” de la población. 1955: 4-8).
En el siglo XX un nuevo grupo de historiadores abogaría por un Salcedo Bastardo con su Historia Fundamental de Venezuela
nuevo método para el quehacer historiográfico, en el que se (1970) introduce -como lo propone en su nueva revisión
encuentran, según Ramón Díaz Sánchez, José Luís Salcedo Bastardo historiografía- el consenso de las Ciencias Sociales para la
y Guillermo Morón, que serían participantes -entre otros- del reestructuración de la historia, pues a estas les “incumbe la tarea de
surgimiento de lo que el denomina la nueva historiografía (Díaz ayudar a la historia en la recuperación del pretérito para el
Sánchez, 1961: 172). venezolano. Provechoso ha de ser, además, acudir por vía
Salcedo Bastardo en su obra Criticas a la Historiografía antropológica al estudio de los llamados “contemporáneos
tradicional (1955), señalaba que la división que se ha dado entre la primitivos”, valiosa fuente de información y documentación
historia positivista y romántica, no era tal, ya que se consiguió una cultural” (Salcedo Bastardo, 1970: 29).
unidad de criterio Quién consiguió esta unidad de criterio? en estas A pesar de que Salcedo Bastardo señala que la historia debe dar un
dos escuelas como telón de fondo. A su vez, éstas fueron vuelco de la escrita por Baralt y Díaz (1983 [1841]) todavía existe en
conformadas por lo mas notable de este genero, así como también su obra un tipo de narrativa en la que critica, más no analiza, ni
los productores de obras didácticas en la conformación del concepto coloca a los participantes de la historia en su dimensión histórico-
de nación. social particular. Un ejemplo de esto se puede apreciar en una de sus
Las características de la nueva historiografía serían la periodización afirmaciones, “para tranquilidad de su conciencia formalista,
de la historia y el interés desigual tanto en la historia romántica sensibilizada por los principios y las teorías, muy dentro del estilo
como en la positivista, y la tendencia extrema hacia los temas bélicos hispano de la época, los conquistadores denominan “justa” la guerra
que conduce a la heroicidad. Estos factores han llegado a viciar los de exterminio que han desencadenado” (Salcedo Bastardo, 1970: 54
manuales de educación que se han convertido para Salcedo Bastardo -55).
en manuales anecdotarios que superan con ventaja a cualquier novela Si Salcedo Bastardo le realiza una crítica a Baralt (1983) y al resto
de género literario. La nueva historia seria en contraposición, librada de los historiadores por la exaltación de los héroes, el no hace menos
de toda periodicidad para ser estudiada en un solo periodo histórico y con los indígenas y los caciques:
el culto a los héroes “verdaderos”, una ciencia histórica enfocada al
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“El indio opone su heroísmo defensivo al heroísmo emplea los datos históricos de una forma que no concuerdan con la
agresivo del conquistador. A quien viene poseído de
nueva forma de hacer historia. Según Angelina Lemmo “Morón no
un ideal de fama y grandeza, y no con pequeñas
ambiciones materiales, el aborigen enfrenta con un es propiamente un historiador. Buscamos un calificativo apropiado
sentimiento de patriotismo inconsciente y la
para su “Historia”; pero no para la totalidad de la misma, sino para
preservación de su albedrío. La inferioridad
numérica del español en esta confrontación se aquellas paginas y líneas –pocas en verdad- donde el autor pretende
equilibra con su superioridad cultural y sobre todo
reflexionar o llegar a conclusiones. Creemos que el calificativo mas
con la fuerza mayor de sus armas” […] “El indio no
se rinde nunca, nunca se rindió. Combatió al apropiado es el de “Historia gallimática”, es decir, incomprensible
conquistador cuando la palabra de este perdió toda
por la confusión de las ideas” (Lemmo 1973: 15). Además de esto es
su importancia, cuando la sed de riqueza a breve
plazo borró escrúpulos empujándolo a la falsía y al una historia carente de metodología y de coherencia entre sus partes.
crimen (Salcedo Bastardo, 1970: 60-65).
Morón con respecto al tratamiento del pasado indígena realiza una
exposición acerca de los orígenes de los indígenas en Venezuela
Asimismo, emplea teorías acerca del origen del indígena para
basado en la tesis de los cronistas y estudiosos que no tienen la
justificar la personalidad de este: “aludiendo al origen mongólico,
suficiente potestad para hablar del tema.
autores de alta jerarquía como Guillermo Freyre, hablan de un indio
Acerca de la población actual indígena se refiere de la siguiente
añorante de los glaciares de Asia, un ser nostálgico y no enteramente
forma “Estos últimos tienen moradas en comunidades cercanas e
adaptado al trópico” (Salcedo Bastardo, 1970: 84). También hace
incluso rodeadas por la población criolla, esto es, por la gente que
alusiones hacia el carácter de los negros señalando que estos son mas
forma normalmente la nacionalidad venezolana” (Morón, 1971: 3).
adaptados al trópico y más evolucionados culturalmente que los
Utiliza un comentario de Walter Dupouy para justificar la
indígenas (Salcedo Bastardo, 1970:89). Todo lo anterior nos permite
inferioridad del indígena, “...un ejemplo podrá darnos la idea de la
señalar que si bien se libera de temas de carácter bélico y de la
situación alcanzada por los indios venezolanos, en el mejor de los
periodización en la historia, no lo hace con otros temas como la
casos, o sea cuando han logrado en parte mestizarse e incorporarse a
justificación de la inferioridad indígena, lo que hace perteneciente a
cierto nivel de desarrollo...” (Morón, 1971: 3).
la misma corriente que Salcedo Bastardo.
Para Morón la existencia actual del indígena es un problema “hasta
En cuanto a su libro Historia de Venezuela (1971) podemos decir
que los cubra la cultura general del país” (Morón, 1971: 4). Este
que Morón, a pesar de lo que se aseveró anteriormente acerca de la
autor argumenta que “...seria insostenible considerar que la cultura
utilización de otras ciencias para la construcción de su historia,
venezolana en el rango de civilización histórica se basa en la cultura
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aborigen. Nuestro pueblo tiene elevado rango de cultura intelectual, INTERPRETACIÓN ANTROPOLÓGICA
gracias a que los moldes son europeos, hispanos propiamente” Partiendo de lo mencionado acerca de los cuatro autores nos
(Morón, 1971: 4). Según Morón, la experiencia ha demostrado que remitirnos al pensador Renan, que en el año de 1882 define la nación
no es posible mantener a la cultura aborigen en contacto con las como una voluntad construida sobre tres pilares fundamentales:
criollas, sino que las primeras deben estar incorporando a las pasado, presente, futuro. “Este pasado es la posesión común de un
segundas, esto en razón del progreso humano, “no se les puede rico legado de glorias compartidas, articuladas sobre recuerdos y
llamar civilizados a los grupos inaccesibles que aun hacen vida olvidos” (Quijada, 1996: 243). En efecto la construcción de una
primitiva” (Morón, 1971: 5). nación implicaba la construcción de una memoria compartida que es
Continuar realizando observaciones acerca del parecer indígena seria a la vez el fundamento y destino de los que la conforman. En este
interminable ya que las 30 páginas aproximadas que les dedica a los caso la memoria será selectiva recordando lo que vale la pena y
indígenas están cargadas de etnocentrismo y juicios de valor desechando lo que no.
cargados de subjetividad e ignorancia acerca del tema. Para concluir Las nacientes naciones americanas se abocaron a la reconstrucción
tomamos las frases de este autor: de su pasado, pero se les presentaba un inconveniente, “al
“Se deben conservar las comunidades indígenas? reconocimiento de la Conquista como hecho fundacional y, por
Esto no lo puede desear nadie. Las comunidades tanto, la búsqueda de un “grupo primigenio” en el tronco hispánico,
habrán de desaparecer poco a poco, pero
apresurando el hecho mediante una acción política por lo que hubo un rechazo tanto físico como simbólico de aquel
combinada y bien establecida, que es la que parece vinculo por el acto de la Independencia, como de la visión critica de
abrirse camino hoy. Hay que tener la esperanza de
que en un futuro próximo –cuando se haya la época, que negaba a la cultura hispánica a la cabeza en el proceso
conquistado la selva y se hayan llenado todas las de civilización” (Renan en Quijada, 1996:246).
tierras de pueblos y ciudades- no quede ni un solo
grupo que hable caribe ni otra lengua aborigen. El Esto conllevaba que aunque se tratara de buscar los orígenes de la
problema del indio será puramente etnológico. nación antes de la Conquista para justificar la causa Independentista,
Pretender lo contrario es predicar un retorno, en el
proceso de la cultura, a estadios ya superados por el se iba en contra de los parámetros de la ciencia que se sustentaba en
país” (Morón, 1971: 5). una clasificación basada en la diversidad y en la jerarquía, que tenia
un interés de trasfondo en destacar la superioridad de unos y la
inferioridad de los otros. Así, nuestros historiadores encargados por
el gobierno de turno emprenden la tarea de forjar un pasado glorioso:
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en el caso de Baralt (1983), en el que los caciques y los indígenas En cuanto a la memoria de los vencedores y vencidos los principales
fueran héroes hasta el final; Gil Fortuol utilizó al pensamiento actores se pueden convertir en símbolos futuros para la creación de
científico para sustentar la igualdad de las capacidades orgánicas una ideología nacional sustentada en base a la reunión de todos los
tanto de los españoles como la de los indígenas, Salcedo Bastardo símbolos políticos que intervienen en la construcción de la historia
emulara a Gil Fortuol en la actitud heroica de los indígenas y Morón nacional. “Con la lucha en contra del colonialismo -en nuestro caso
utilizara este mismo criterio científico para utilizar la situación el colonialismo español-, y la lucha por la Independencia, la
pasada del indígena para justificar su eliminación progresiva del edificación de un Estado moderno para gobernar a una nación
futuro. unificada exigía la construcción de símbolos comunes” (Valensi,
En la explicación de las construcciones ideológicas nos tropezamos 1998: 63). Cada gobierno luego de la independencia desvía la
aun con otro nivel, el de la fabricación del relato. El esquema que historia en la dirección que mejor sirve a sus valores y a su posición
ofrece Lucette Valensi (1988) con respecto al enfrentamiento del en el juego político. Aunque se puede decir que existe una
ejército portugués con el marroquí nos parece adecuado para concordancia entre todos para darle importancia a un mismo
identificar los procesos que contribuyen a la construcción y a la acontecimiento, de esta forma desde mediados del siglo XIX hasta
transmisión del episodio para que llegue a ser memorable. Recibe un mediados del XX se produce la imagen del indígena que lucho hasta
nombre reconocible y memorizable, que se transmite de generación el final y la crueldad del español y que sucumbió ante su tecnología
en generación en forma de santo y seña, y que actúe en forma de bélica.
contenedor de un cierto pasado que se va haciendo lejano. Según los Otro factor que entra en juego en la construcción del pasado indígena
países involucrados se crean dos o más versiones diferentes de un son los conceptos de verdad y verosimilitud. En el campo de la
mismo hecho, basado en los sucesos más significativos, mientras que construcción del pasado estos dos conceptos deben ser aclarados. La
a los países que no estaban involucrados les llega directamente el verdad se da en el campo ideológico, mientras que la verosimilitud
suceso mediante la correspondencia, relatos en forma de manuscrito se da en el ámbito del proyecto científico. La construcción de pasado
que fueron reelaborados en forma de obras literarias que se se daría en el contexto de la verdad, mientras que en el ámbito de la
renovaban en forma de obras de teatro o novelas. Lo más resaltante verosimilitud los hechos se construyen del presente hacia el pasado
para Valensi es el hecho de que estos acontecimientos no perduran por una comunidad científica (historiadores oficiales), que produce
mucho tiempo en los países que no están involucrados, sino que se diferentes versiones del pasado para justificar la existencia mediante
restringen al conocimiento de los historiadores (Valensi, 1998: 59). un modelo teórico.
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Para que ocurra el efecto de verosimilitud se debe poseer un texto cada grupo produce una noción individual de este, pero en el
legible, agradable estéticamente, la relación que se genere entre la contexto sociocultural prevalece el concepto de pasado producido
forma y el contenido será lo que produzca este efecto, es decir, la por la ideología dominante. Nos parece que investigaciones
posibilidad de convencer al otro de que lo que se dice es verdadero, posteriores deberían ir orientadas al papel de la historia oral en
pero avisándole que es una trampa para que se ponga en crisis la sociedades estratificadas en que la alfabetización es escasa como fue
lectura. Este relato es transparente, para su sostenimiento es y es el caso de Venezuela, además del estudio ideológico de los
necesaria la creación de documentos que sustente su contenido, que monumentos creados en la exaltación del culto a los héroes en el
eliminen las contradicciones. Se produce la falsificación del marco del proyecto de la creación de una nación.
documento por elisión para que en el futuro no se ponga en duda la También la investigación realizada nos debe llamar a la reflexión de
recreación del pasado, esto es realizado mayormente por los grupos adoptar otro tipo de esquemas de interpretación historiográfica, más
de poder. Así, para verificar la existencia del texto se procede a acorde con las realidades propias, en las que se abandonen los
cuestionar su contenido acudiendo a otros textos para la esquemas antiguos y se cree una nueva forma de hacer historia que
confirmación de su existencia. permita la reelaboración de los textos escolares, cuyas matrices
Según lo anteriormente señalado, las obras realizadas por Baralt, Gil principales de información han sido generadas a través de los textos
Fortuol, Salcedo Bastardo y Morón se encuentran respaldadas por lo anteriormente señalados y que han creado una imagen distorsionada
escrito en los textos de cronistas a los que recurren como fuentes que del pasado indígena que hoy en día repercute en el presente.
afirman de alguna forma el efecto de verdad que desean producir
reafirmando los hechos. BIBLIOGRAFIA
No podemos confiar en el pasado oficial, sino realizar una sumatoria Amodio, Emanuele, (Comunicación personal).
Baralt, R. y DÍAZ, R. 1983 [1841] Resumen de la historia de Venezuela. 7ª
de pasados de los grupos que conformaban un determinado horizonte edición, Ediciones de la Presidencia de la República, 3 v. Caracas
Chesneaux, Jean. 1977. ¿Hacemos tabla rasa del pasado? A propósito de la
sociocultural. Si el pasado es homogéneo surge la sospecha de que es historia y los historiadores. Siglo XXI, España.
un pasado que se ha impuesto sobre otro. Correa, Luís. 1939. Los estudios históricos en Venezuela. En: Germán
Carrera Damas (ed.), Historia de la Historiografía Venezolana,
(1961), Ediciones Universidad Central de Venezuela.
CONCLUSION Díaz Sánchez, Ramón. 1956. Evolución de la historiografía venezolana. En:
Germán Carrera Damas (ed.), Historia de la Historiografía
De todo lo anterior podemos concluir que en el caso de las Venezolana, (1961), Ediciones Universidad Central de Venezuela
Fundación Polar. 1997. Diccionario de historia de la Polar. Caracas.
sociedades estratificadas que producen del concepto de pasado, y
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Antropologando Enero-Junio 2006 Antropologando 5 (15) Enero-Junio 2006 238
Año 5, Nº 15: 237-243
sofisticada, en especial por el sistema de nomenclatura binominal
IRVING ROUSE Y LA ARQUEOLOGÍA DEL CARIBE creada por el famoso botánico sueco Carl von Linné, que en
antropología (donde era caótica para ese entonces). Además de la
Erika Wagner1
Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas influencia de Osgood (1906-1985), quien entre muchas otras
contribuciones destacó, por primera vez en el mundo académico la
Irving Benjamín o “Ben” Rouse nació en Rochester (New York, importancia de la cerámica de Barrancas del Orinoco, y el primero
E.E.U.U.) el 29 de agosto de 1913, y falleció a comienzos de febrero en vislumbrar sus relaciones con la cerámica Antillana y Guayanesa
de 2006 en su residencia de North Haven (Connecticut, E.E.U.U.). (Rouse 1987); Rouse tuvo entre sus maestros a los distinguidos
Obtuvo si doctorado (Ph.D.) en la Universidad de Yale en 1938, lingüistas Edward Sapir, S. F. Voegelin y Morris Swadesh (padre de
donde también realizó sus estudios de pregrado y desarrolló toda su la glotocronología); así como a George P. Murdock, Weston de
distinguida carrera académica. Originalmente quiso ser ingeniero Barre, Leslie Spier y Clark Wissler en Antropología Socio-Cultural.
forestal. Como sus padres carecían de medios económicos se vio Osgood invitó a Rouse a participar en el Programa de Arqueología
obligado a trabajar durante sus estudios. Consiguió un empleo en el del Caribe de Yale (Gassón y Wagner 1992, 1994 y 1998), un área
Museo Peabody de Yale con Cornelius Osgood, recientemente de poco interés en la época, ya que los arqueólogos preferían excavar
llegado con un doctorado de la Universidad de Chicago. A Rouse le en Mesoamérica o Perú, áreas de desarrollos más vistosos y
asignaron como tarea catalogar colecciones arqueológicas y Osgood monumentales. Además del Caribe (Haití, Puerto Rico, Cuba,
estimó que le convenía tomar un curso en el Departamento de Trinidad y Antigua), Rouse excavó en el Estado de Nueva York,
Antropología para familiarizarse con este trabajo. Esto despertó su Florida y en las tierras bajas de norte de Sudamérica, (i.e.
interés, e ingreso en Antropología bajo la supervisión de Osgood, Venezuela) y acompañó en trabajos de campo a Cruxent su colega
quien llegaría a ser su tutor de doctorado. De sus estudios forestales más cercano en 1946, 1950, 1955-57, 1961-62. De esta colaboración
previos le quedó una fuerte inclinación por ‘clasificar’, que le venía tan frictífera nos han quedado una serie de publicaciones b+asicas,
de la taxonomía botánica, y en cierto modo marcó su carrera (Siegel sobre todo la clásica obra “Arqueología Cronológica de Venezuela”
1996). En botánica, la actividad clasificatoria era mucho más y “Arqueología Venezolana” ambas publicadas en inglés y
castellano (1958-59, 1961; 1963 y 1966). En 1974 acompañó con
1 Cruxent a Anna Roosevelt a parmana en el Orinoco Medio
Investigador Emérito. Centro de Antropología, Instituto Venezolano de
Investigaciones Científicas
Antropologando 5 (15) Enero-Junio 2006 239 Antropologando 5 (15) Enero-Junio 2006 240

(Roosevelt, 1980). Su última visita a Venezuela ocurrió en 1984,


cuando fue invitado por la Asociación Venezolana para el Avance de
la Ciencia (AsoVAC) para participar en el simposio en homenaje al
prematuramente fallecido lingüista Marshall Durbin con una
ponencia sobre “La esfera de interacción del Orinoco” tema que
siempre le atrajo.
Como persona Rouse se caracterizó por su honestidad a toda prueba,
su tacto, su amabilidad, estabilidad y generosidad. Como docente fue
supermetódico, nunca tuvo el don histriónico (era más bien tímido y
modesto), pero fué claro, paciente, exacto en sus apreciaciones; si no
sabía algo decía “no se” y fué tutor excepcional. Siempre tuvo
tiempo, a pesar de sus múltiples actividades académicas y
administrativas, para sus estudiantes, de lo cual pude disfrutar
durante mis estudios de doctorado. Ben ha sido tutor y colega muy
querido por sus pares y discípulos, tanto en Estados Unidos como en
Sudamérica y siempre trató a los colegas latinoamericanos y
caribeños como sus pares intelectuales y sociales.
Los dos volúmenes de “Arqueología Cronológica de Venezolana”, la
obra clásica surgida en la década de los 50 del siglo XX ha sido y
sigue siendo un pilar de la disciplina. Abarca de la época Paleo India
hasta la Colonia. En esta obra la cronología relativa existente en
Venezuela fue enriquecida con fechados radiocarbónicos,
correlaciones lingüísticas, geológicas e históricas. Fue ilustrada en
Irving Rouse. 6 de mayo de 1994, en ocación de la jubilación de forma abundante y clara. La dicotomía clásica entre oriente y
Michael D. Coe, Yale University. occidente del país en tiempos prehispánicos llevó a Rouse y Cruxent
Antropologando 5 (15) Enero-Junio 2006 241 Antropologando 5 (15) Enero-Junio 2006 242

a opfrecer una serie de hipótesis sobre la historia cultural del norte Sin duda, Rouse ha sido la figura más prominente de la arqueología
de Sudamérica que se relacionaban con las proposiciones caribeña. El hecho de haber sido discípula de Cruxent, Rouse y
etnográficas de Kirchhoff y Acosta Saignes, y los postulados Osgood me enorgullece y en algún momento debo escribir una
etnobotánicos de Carl Sauer, quien originalmente destacó la semblanza más personal.
dicotomía yuca (oriente) y maíz (occidente) (Wagner, 2001).
La tesis doctoral de Rouse “Prehistory in Haití: A Study in Meted”, REFERENCIAS
publicada en 1939 por la prestigiosa serie Yale University Arroyo, Miguel, Lourdes Blanco y Erika Wagner (Eds.). 1999. El Arte
Prehispánico de Venezuela, 547 págs. Ed. Arte, Caracas.
Publications in Antrhopology, ofreció innovaciones importantes Cruxent, José M. e Irving Rouse. 1958-59. An Archaeological Chronology
of Venezuela. Pan Amaerican Union Social Science Monographs 6,
sobre método, definiciones, conceptos, procedimientos y teoría; su (2 vols.), Washington, D.C: (Versión castellana 1961, re-edición
participación en el Handbook of South American Indians fue versión castellana 1982).
Dunnell, Robert C. y Edwin S. Hall, Jr (Eds.). 1978. Archaeological Essays
igualmente notable. in Honor of Irving B. Rouse. Mouton Publishers, The Hague.
Gassón, Rafael y Erika Wagner 1992. “Los Otros Vestigios de la Atlántida”
Rouse ocupó muchos cargos académicos, administrativos, y fue un
o el “Surgimiento de la Arqueología Moderna en Venezuela y sus
editor excelente. Su vida fue un ejemplo de dedicación, honestidad y Consecuencias”. En: Tiempos de Cambio la Ciencia en Venezuela
1936-1948 (comp.). Freites, Yhajaira y Yolanda Texera Arnal.
amor por la profesión. Fue un honor y placer haber sido su discípula Caracas, pp. 215-240.
Gassón, Rafael y Erika Wagner 1994. Venezuela: Doctors, Dictators and
y amiga. Cuando cumplió 60 años, colegas, alumnos y amigos le
Dependecy (1932-1948). En: History of Latin American
dedicamos el libro “Archaelogical Essays in Honor of Irving Rouse” Archaeology. Oyuela-Caycedo, Augusto (Ed). Aldershot,
Brookfield. Pp. 124-136.
en 1978, y entre quienes participamos por Venezuela se encuentran Gassón, Rafael y Erika Wagner 1998. El Programa de arqueología del
Cruxent, Vaz y Wagner. Con motivo de la exposición sobre arte Caribe y su impacto en la Arqueología Venezolana Antecedentes y
Consecuencias. En: Historias de la Antropología en Venezuela.
precolombino en la Galería de Arte Nacional (GAN) le dedicamos a Amodio, Emanuele (Ed.). Ediciones de la Dirección de Cultura,
Universidad del Zulia, Maracaibo, pp. 323-344.
Cruxent y Rouse en 1999 el libro “El Arte Prehispánico de Griffin, James B. 1978. An Appreciation of Irving Benjamin Rouse. En:
Venezuela” editado por Miguel Arroyo, Lourdes Banco y Erika Archaeological Essays in Honor of Irving B. Rouse. Dunell,
Robert C. y Edwin S. Hall, Jr. (Eds.). Mouton Publishers, The
Wagner. Hague. Pp. 1-9.
Roosevelt, Anna. 1989. Parmana Prehistoric Maize and Manioc
Rouse publicó más de 1000 trabajos entre libros, artículos, Subsistence along the Amazon and Orinoco. Academic Press, New
bibliografías, reportes de sitios, prospecciones regionales y York, 320 págs.
Rouse, Irving. 1939. Prehistory in Haiti: a Study in Method. Yale
revisiones críticas. University Publications in Anthropology, N° 21, New Haven, pp.
203 (re-edición 1964).
Antropologando 5 (15) Enero-Junio 2006 243 Antropologando 5 (15) Enero-Junio 2006 244

Rouse, Irving. 1952. Porto Rican Prehistory. The York Academy of ABSTRACTS
Sciences Scientific Survey of Puerto Rico and the Virgin Islands,
Vol. 18, Parts 3-4.
Rouse, Irving. 1972. Introduction to Prehistory. A Systematic Approach. THE SKELETON OF LA PRADERA. A POSSIBLE CASE OF
McGraw-Hill Inc., New York, (Versión castellana por Editorial DEATH FOR TRAUMA
Bellaterra S.A., Barcelona, 1973). Harry Marriner y Carolina Mallol
Rouse, Irving. 1986. Migrations in Prehistory Inferring Populations
Movement from Cultural Remains. Yale University Press, New
Haven. Pp. 202. A tomb burial from La Pradera, Subachoque, Colombia was studied
Rouse, Irving. 1992. The Taínos Rise and Fall of the People who Greeted in detail to provide the only known Muisca culture burial practice
Columbus. Yale University Press, new Haven and London. information from this area of the Bogotá Savanna. Length, condition,
Rouse, Irving y José M. Cruxent 1963. Venezuelan Archaeology. Caribbean shape of bones, and design of an associated ceramic Muisca
Series 6, Yale University Press, New haven. (Traducción al ceremonial cup, indicate that a 35-39 year old male Muisca Indian
castellano por Erika Wagner, 1996). approximately 1.5 meters tall, may have died from a blow to the
Siegel, Peter E. 1996. An Interview with Irving Rouse. En: Current back of his head between 1250-1600 A.D. Skeletal orientation
Anthropology 37 (4): 671-689. indicates the Muisca culture may have had a special interest in
Wagner, Erika 2001. Cuarenta años es nada ¿o es mucho?. Memorias y sunrise at the summer solstice and/or sunset at the winter solstice.
reflexiones acerca del pasado para el futuro. En: La Arqueología
Key Words: Colombia, Muisca, Archaeology, Archaeoastronomy.
Venezolana en el Nuevo Milenio. Lino Meneses y Gladys
Gordones (Eds.), pág. 51-68, Consejo Nacional de la Cultura,
Museo Arqueológico U.L.A., CIET-GRIAL, Universidad de los
Andes, Mérida. TYPOLOGY AND ANALYSIS OF FEATURES BY MEANS OF
“CLUSTER ANALYSIS” IN THE ORNITOMORPHS
PICTOGRAMS OF THE CUBAN ROCK ART
Divaldo Gutiérrez Calvache

A method for typological correlation of rock art is presented, based


on the Cluster Analysis of fifteen ornitomorphic designs found at
seven pictograph sites in Cuba. Matrixes were elaborated based on
qualitative variables defined for the motifs. The motifs were
classified into well-defined types based on the clusters derived from
these matrixes.
Key words: Pictography, Cluster Analysis, Typology
Antropologando 5 (15) Enero-Junio 2006 245 Antropologando 5 (15) Enero-Junio 2006 246

FROM THE CLAY TO THE POT: USE OF MORFO-METRIC this society. Finally, we project these hypotheses at a macroregional
VARIABLES FOR THE ANALYSIS OF FORM AND FUNCTION IN level comparing our data with those obtained by other authors in a
THE CERAMIC OF THE MIDDLE ORINOCO. contiguous region (Gaván) where there was developed a similar pre-
Mairim Gil, Luramys Díaz y Kay Tarble Hispanic political unit.
Key words: regional archaeology, settlement patterns, causeways,
There are presented the results obtained in the application of the Venezuelan llanos.
technique of the Analysis of Main Components (AMC), on
fragments of ceramic rims found in 10 deposits of the Orinoco
Medio, corresponding to the Colonial and Republican periods. The BETWEEN THE MAINLAND AND THE ISLANDS: THE
aim is to register the technological variability in the forms of the AMERINDIAN CULTURAL GEOGRAPHY OF TRINIDAD
ceramic pieces of indigenous manufacture and its possible function, Arie Boomert
after the arrival of the Europeans to the region. The morphometric
variables used were diameter, thickness and angle. t was possible to This paper discusses the physiographical characteristics, prehistoric
determine a correlation between the diameter and thickness of the cultural development and ethnohistory of Trinidad. It is concluded
vessels, which becomes more evident in the late sites of the that both the island’s cultural sequence and its contact-period
sequence, particularly in those of the Republican period, where sociography closely resemble those of the Lower Orinoco Valley and
prevail the budares of great diameter and width, manufactured with a Delta, showing that Trinidad can be seen both as a physical and
pasta degreased with abundant caraipé fragments. cultural continuation of the South American continent. The pivotal
Key words: ceramics, form-function analyses, Middle Orinoco, role Trinidad played in the patterns of interaction, exchange and
colonial and republican period. transmittance of culture from the mainland to the West Indies and
vice versa is also analysed. Finally, the fragmented nature of
Trinidad’s contact-period Amerindian population in terms of
CONTRIBUTIONS TO THE MACRO-REGIONAL STUDY OF THE ethnicity, linguistic affiliation and sociopolitical organization is
PREHISPANIC SOCIETIES OF THE VENEZUELAN WESTERN contrasted with the uniformity shown by the archaeologically
PLAINS: REGIONAL CONFIGURATION OF EL CEDRAL reconstructable tradition of indigenous pottery manufacture
Juan Carlos Rey G. characterizing the island until as late as the mid-eighteenth century.
Key words: Trinidad - interaction - prehistoric cultural sequence –
In this study we proceed to the search and measurement of the ethnohistory.
causeways network associated with El Cedral site, located in the
high llanos of the Barinas State (Venezuela); and we include, for
first time in the analysis, the characteristics of the site El Cerrito. THE BURIALS AS WAYS OF INTERPRETING THE PAST: A
Our purpose is to enlarge our understanding of the possible regional COMPARATIVE STUDY OF TWO FUNERAL PATTERNS OF THE
configuration that existed in this area occupied by a pre-hispanic REGION SICARIGUA-LOS ARANGUES
political unit that was organized around these sites. Starting from the Claudia Tommasino Suárez
new information we evaluate the consequences from the point of
view of a regional analysis and formulate some hypotheses about the The burial studies in archaeology have been oriented, almost
production, distribution and consumption processes of farming exclusively, towards the idea of role or social person through the
surpluses which were a fundamental part of the political economy of analysis of the mortuary treatment. The Venezuelan northwestern
Antropologando 5 (15) Enero-Junio 2006 247 Antropologando 5 (15) Enero-Junio 2006 248

land has not been an exception to the rule, and the existence of other NORMAS DE PUBLICACIÓN
scientific problems has led to the subordination of the mortuary
practices as ways to know the sociocultural dynamics of the past
groups. It was used a conceptual and methodological frame focused 1. Se aceptarán trabajos en español, ingles, portugués y francés,
on the notions of context and symbolism applied on the mortuary que cumplan con los siguientes requisitos:
practices, which would allow the analysis and comparison of the
archaeological, antropophysical and analogical data of each site, • Temática referente a diversos campos de las ciencias
interpreting sociocultural aspects of the groups that belonged to the humanas y sociales, con una extensión mínima de 10
Dabajuroid Macrotradition, and proposing a reconstructive y máxima de 30 cuartillas.
panorama, diachronic and synchronic, of the inhabitants of the • Debe estar incluido un breve resumen en el idioma
region between the years 1.000 and 1.500 a.C. principal y otro en ingles (abstract), así como 4
Key words: Northwestern Venezuela, funeral patterns, context, palabras claves.
interpretive archaeology. • Reseñas bibliográficas comentadas, con una
extensión máxima de 5 cuartillas.
• Todo trabajo debe incluir: Nombre, apellido,
THE CONSTRUCTION OF THE INDIGENOUS PAST TO
institución de procedencia y dirección electrónica.
TOWARD THE TEXTS OF OFFICIAL HISTORY
Sigrid R. Curtis Guzmán
2. Los trabajos aceptados para su publicación serán sometidos
When being dissolved the Great Colombia, Venezuela was in a al arbitraje de especialistas en el tema y cualquier sugerencia
critical period from the economic and social point of view. More será remitida al autor por parte del Comité Editorial.
serious, the Creole elite feared the explosion of a popular revolt
when not seeing, the people, satisfied its social aspirations. For such 3. Los autores de los artículos publicados recibirán 2
a reason, it was necessary the construction of an official history that ejemplares del número en que aparecen.
created a unified state-nation ideal, through a past that was not
linked with the Spanish Monarchy and that justifies the rupture with 4. El texto debe ser escrito en formato Word para Windows, en
the Great Colombia. In this sense the Venezuelan indigenous past letra Times New Roman 12, a espacio 1,5. Títulos en negrita
was presented without the influence of the previously signal events. sin subrayado.
This article explores the reasons that impelled the necessity of the
construction of an official history and, how the native was 5. El formato de las citas y la bibliografía debe ser el siguiente:
represented in this in different temporal periods. To achieve this I
will treat the texts of Rafael María Baralt and Ramón Díaz (1983 • citas dentro del texto: nombre y años (sin coma entre
[1841]) and José Gil Fortoul (1953-1954 [1909]) for the second half estos), si hay página se colocan dos punto y el
of the XIX century; and Guillermo Morón (1971) and Salcedo número.
Bastardo (1970) for the first half of the XX century.
Key words: Great Colombia, official history, indigenous, (Lévi-Strauss 1970: 34)
ideological construction.
Antropologando 5 (15) Enero-Junio 2006 249

• bibliografía libros: apellido (s) en mayúscula,


nombre en minúscula. Fecha entre paréntesis. Titulo
de la obra en cursiva, editorial y ciudad.

LÉVI-STRAUSS, Claude. 1970. Tristes Trópicos. EUDEBA-


Editorial Universitaria de Buenos Aires, Buenos aires.

• bibliografía revistas: apellido (s) en mayúscula,


nombre en minúscula. Fecha entre paréntesis. Titulo
del texto normal, luego nombre de la revista en
cursiva, volumen de la revista sin negrita ni cursiva,
número de la revista entre paréntesis, luego dos
puntos y el número de páginas.

TILLEY, Christopher. 1988. Excavation as theatre. Antiquity. 63


(239): 275-280.

6. Los trabajos deberán ser enviados en disquete, en formato


Word para Windows, o a las direcciones electrónicas abajo
indicadas, no se aceptarán manuscritos. En el caso de
gráficos, imágenes o tablas, indicar el programa que fue
utilizado.

7. Antropologando se reserva el derecho de publicación.

8. Antropologando, el Comité Editorial o el editor invitado no


se hacen responsables por las opiniones expresadas por los
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Atentamente,
Comité Editorial

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