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Programa de Formación Pertinente

Por : Alida Ploneda Barreto


Alumna del “6º G “, Generación 2000 - 2003

En esto días que comenzaré a hacer trámites para la licenciatura me da tristeza


dejar mi bachillerato, sin embargo sé que me llevo muchísimas experiencias para
la vida gracias al Programa de Formación Pertinente.

Aunque el plan de estudios en Pertinente es igual, la diferencia radica en la forma


de aprender y utilizar lo que aprendiste; el maestro es el guía y ya no impone el
conocimiento, en cambio te motiva para que lo busques y seas ingenioso para
encontrarle aplicabilidad.

En las evaluaciones no sólo se le da importancia al examen teórico, sino también


a tu desempeño en los recorridos y las clases en lo individual como en equipo, y
es aquí donde quiero hacer énfasis, pues muchos no sabíamos como colaborar o
lo hacíamos pero sin dejar aún lado nuestra individualidad; a partir de que
entramos al programa se vieron avances significativos, para lograr finalmente en la
gran mayoría iniciativa para sacar adelante el trabajo, todos luchando en un
mismo sentido, logrando gran participación tanto en ejercicios en binas como para
coordinarse todo el grupo y obtener primeros lugares en concursos.

De la misma manera se fomentó en cada uno de nosotros el liderazgo; esto no


sólo con las conferencias muy de moda en nuestros días, sino con la constante
motivación para participar con la organización del grupo de trabajo, dar nuestra
opinión en los proyectos de visitas, e incluso al proponer una idea diferente o
interesante de llevar la clase.

También se nos enseño a ser alumnos que deseen y exijan cada vez más de sí,
que no se conformen y no tengan miedo de hacer críticas, así como de recibirlas.
Como el nombre del programa, se busca que el alumno sea “pertinente”, a las
exigencias de la sociedad, y sepa adaptarse a los cambios que estén por venir.

Algo que distinguió este programa fue el apoyo y la realización constante de


viajes, en promedio se llevaron 2 por semestre.

Si bien los padres de familia en un principio tenían reservas por la idea de que los
viajes académicos siempre se salen de control, esto se supero demostrando
desde el primer viaje que en Formación Pertinente la disciplina sería la pauta,
ganando de esta manera la confianza, y una gran responsabilidad para no
defraudarla.

En las visitas aprendimos muchísimo no sólo acerca de la gente, las costumbres y


la historia de lugar, sino también la forma de ser de cada uno de nosotros en las
situaciones diferentes a las que estamos acostumbrados. El aprendizaje obtenido
en las viajes no terminaba cuando te bajabas del camión, pues después
continuaba la parte de la retroalimentación , donde compartías tus vivencias
personales con compañeros, maestros y padres de familia.

Al igual que yo, muchos de mis compañeros estamos muy agradecidos por las
tutorías, pues permiten resolver problemas personales y académicos o
simplemente hacer de los maestros tus amigos.

No me debe faltar mencionar que por las circunstancias que nos hace pasar el
programa es más fácil fortalecer los lazos de amistad y compañerismo, existiendo
por ello anécdotas muy peculiares donde se demuestra que hemos aprendido no
sólo a ayudarnos a nosotros mismos, sino a defender a otros, a ser solidarios y
apoyar a quien lo necesita, es por eso que estoy segura que lo que más vamos a
extrañar de Pertinente es la convivencia que nos permitió formar verdaderos
amigos que serán inolvidables.
Todos los detalles o errores que ha tenido este Programa se han corregido, pues
tiene esa particularidad de que el Rector, directivos, maestros, padres de familia y
alumnos estemos pendientes de lo que va ocurriendo; pero existe un detalle que
no se ha podido subsanar y es la falta de respaldo económico de la Federación,
por lo cual la Universidad de Colima, ya no puede continuar con dicho programa,
que desde mi punto de vista tiene todo para transformar la percepción del
bachillerato de un peldaño obligado a verlo como la base importantísima para
acceder al nivel superior.

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