Era una vez un granjero sabio y bueno que gustaba de cuidar a las
aves, subir a la montaa y contemplar el vuelo de las guilas.
Una maana, al salir el sol, naci un lindo aguilucho con todas las
facultades para volar alto, dominar las alturas, los vientos y las
tormentas.
-Es que est confundido porque naci entre seres que slo
pierden el tiempo, haciendo cosas sin importancia. An no
comprende que no es igual a ellos, que l es un guila y que naci
para volar, volar muy alto y amar.
-Por qu no vuelas?
Y el aguilucho contest:
-No vuelo porque est prohibido, slo uso mis alas a escondidas,
vuelo a lo alto del corral en donde duermen las aves jefes, pero
cuando se dan cuenta, me atacan y tengo que regresar a dormir en
el suelo.
-No deben saberlo, pero tambin vuelo hasta el techo del corral en
las noches tranquilas, para contemplar y gozar las estrellas y la
luna.
Esa noche comprendi que no era igual a las otras aves del corral.
l quera pensar, jugar, soar en ser grande, vivir alegre y volar
hasta el otro lado de la montaa,
Esa noche, el aguilucho subi al techo del corral. Cerr sus ojos y
se vio volando, encima de las montaas, fue como si se
encontrara dentro de un gran sueo.
-Ves esa otra montaa que est a lo lejos, ms alta que esta
donde estamos?
En la madrugada se preguntaba:
El aguilucho contest:
El nio pregunt:
-No sabr qu tan alto puede volar hasta que use sus alas. En sus
ojos veo que ya entendi, que slo su valor y sus alas lo llevarn
hasta la cima de la montaa. Y que cuando aprenda a gozar de su
vuelo, y entrenar sus alas, tendr la fuerza para luchar contra los
vientos y las corrientes en lo alto de las montaas.