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Este libro analiza por qué el uso del automóvil deteriora la calidad urbana; por qué los edificios residenciales altos son inconvenientes; qué hace que una calle sea atractiva para caminar, por qué en una ciudad sana los espacios públicos, y no los centros comerciales, son el lugar de encuentro; cuántos bancos debe haber en un espacio público y cómo se deben situar. El autor se adentra en temas tan fascinantes como el de los bordes, y por qué preferimos estar en el borde de una plaza y no en medio de ella.
Este libro analiza por qué el uso del automóvil deteriora la calidad urbana; por qué los edificios residenciales altos son inconvenientes; qué hace que una calle sea atractiva para caminar, por qué en una ciudad sana los espacios públicos, y no los centros comerciales, son el lugar de encuentro; cuántos bancos debe haber en un espacio público y cómo se deben situar. El autor se adentra en temas tan fascinantes como el de los bordes, y por qué preferimos estar en el borde de una plaza y no en medio de ella.
Este libro analiza por qué el uso del automóvil deteriora la calidad urbana; por qué los edificios residenciales altos son inconvenientes; qué hace que una calle sea atractiva para caminar, por qué en una ciudad sana los espacios públicos, y no los centros comerciales, son el lugar de encuentro; cuántos bancos debe haber en un espacio público y cómo se deben situar. El autor se adentra en temas tan fascinantes como el de los bordes, y por qué preferimos estar en el borde de una plaza y no en medio de ella.
La humanizacin del espacio urbano La vida social entre los edificios. Este libro analiza por qu el uso del automvil deteriora la calidad urbana; por qu los edificios residenciales altos son inconvenientes; qu hace que una calle sea atractiva para caminar, por qu en una ciudad sana los espacios pblicos, y no los centros comerciales, son el lugar de encuentro; cuntos bancos debe haber en un espacio pblico y cmo se deben situar. El autor se adentra en temas tan fascinantes como el de los bordes, y por qu preferimos estar en el borde de una plaza y no en medio de ella. El trabajo del autor es profundamente humano; explora las necesidades que tenemos los seres humanos ms all de la supervivencia. Qu necesitamos los seres humanos para nuestra realizacin ms plena?. Necesitamos, por ejemplo, caminar, ver gente, estar con gente. Y la ciudad debe tener caractersticas que propicien ese contacto con otros. Una ciudad es slo un medio para una manera de vivir; lo que propone este libro es una mejor manera de vivir, una manera ms feliz de vivir. Este libro es un mensaje para los arquitectos y les recuerda que su propsito no es ganar premios, sino enaltecer lo humano. Aunque sea hermoso -y debe serlo- lo que disean es para ser vivido, no para ser evaluado por los crticos de arte. En la ciudad bien diseada, la estrella es el ciudadano comn y no el arquitecto fulgurante.