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EDUARDO GALEANO (Noviembre de 1996) Cuando en 1971 se publicé Las venas abiertas de Amé- rica Latina, el Nobel aleman Heinrich Boll dijo: “Lei pocas cosas que me hayan conmovido tanto”. Hoy va por la sexa- gésima sexta edicién. Lo habia escrito Eduardo Galeano, un periodista uruguayo. Galeano habia elegido contar la historia partiendo de la realidad de la vida cotidiana. Un reporte, un ensayo, una pintura mural que merecidamente se colocaba en el rico panorama de la literatura latinoa- mericana en esa €poca que fue la de Manuel Scorza o la de Garcia Marquez. A Las venas abiertas de América Latina le siguio la trilogia Memoria del fuego, sobre la historia de todas las Américas, escrita en el exilio, en Espana, la que lo confirmé como ensayista de fama mundial. Galeano es uno de aquellos intelectuales que no retrocede, no se nie- ga, una conciencia critica que no descuida —lo evidencian El libro de los abrazos y Las palabras andantes— la poesia, la utopia, la fantasia. Pero Galeano, periodista y escritor precoz, no ha olvi- dado ni siquiera el futbol, cultura y tradicion de su pais, el Uruguay, primer campeén mundial en la historia del fit- bol. El fitbol a sol y sombra es una lectura desencantada a través de episodios y figuras emblematicas. Después seguira Patas arriba, la escuela del mundo del revés. Su primer ensayo, Guatemala pais ocupado, es de 1964, y desde entonces, cuando era joven redactor de Marcha y después enviado del diario Epoca, nunca dejé de lado el ir a ver personalmente la historia y siguiéd contandola desde el punto de vista del pueblo y no desde el de los dominan- tes. Durante el verano de 1996 estaba con Danielle Mitterrand, y otros muchos intelectuales del mundo, en Chiapas, en La Realidad, el ultimo poblado antes de la selva Lacandona que divide a México de Guatemala, y don- 63 de los descendientes de los mayas y el subcomandante Mar. cos habian Wlamado a reunirse, er nombre de Zapata, muchas personas de buena voluntad para discutir acer, de una logica de mercado que los condena, aun hoy, qui nientos anos después de la Conquista, a una inexorable miseria. GIANNI MINA: Eduardo Galeano, una vez usted me dijo, “Yo no puedo creer que la codicia y el egoismo represenien el tinico destino posible de esta tierra. No sé aceptar e| hecho de que todo hombre esté condenado a ser, por las teorias econdémicas vencedoras, el enemigo de otro hom- bre, porque se confunde el ser con el tener y porque quien mds posee tiene mds valor”. cEs por esa conviccién que escribié Las venas abiertas de América Latina, reeditado hace poco en Italia? EDUARDO GALEANO: Si, y también por otras convic- ciones, partiendo de la certeza de que la relacién con el otro puede no ser una relacién de competencia, y de que es posi- ble no ver al préjimo como una amenaza. Yo escribi todo lo que escribi, y escribo lo que escribo, y digo lo que digo por que estoy seguro de que el otro, mi projimo, mi préjima, son una promesa, no una amenaza. G. M.: é¥ por qué, en cambio, a las teorias econémicas del neoliberalismo Se las considera teorias morales, previ- stones cast inexorables? éPor qué se define como “exceden- te de poblacion” a todos esos seres humanos que no logran ganarse la vida? éCémo se puede justificar todo eso? ¢Por pragmatismo? éCinismo? éO por el fracaso del comunism0? E. G.: Probablemente es el resultado del fracaso de otras experiencias: el hecho es que hoy hay una especie de unan” midad, 0 casi unanimidad, sobre ciertas cosas que yo © cambio siento que son profundamente falsas. En primer!” gar, la identificacién de la libertad humana con la libert®” que otorga el dinero. Al contrario, la experiencia histo! : demuestra que la libertad del dinero es por lo general a miga de la libertad de la gente. Cuanto mas libre es ¢! 4!" To, tanto mas oprimida esta la gente. La segunda gran mentira, para mi, es toda es ead? 64 que casi obliga a la privatizacion del Estado, mientras rio: el Estado no debe ser privatizado, sino mas bien “dan privatizado”. Esto es, hay que transformar al Estado en lo que el Estado tendria que ser: la expresion del interes pable co, y no un instrumento utilizado por gente que transforma los derechos de los ciudadanos en favores del poder. G. M.: éNo se siente un poco superado por la historia al decir estas cosas? E. G.: No. Pienso que hay, cémo decirlo, una horrible tendencia, en el mundo de este fin de siglo, a confundir el tiempo presente con el destino, y a creer que “majfiana” es otro nombre del “hoy”. Yo no creo que la historia tenga nece- sariamente que repetirse: se repite cuando nosotros lo per- mitimos. Pero yo considero que es posible imaginar el futu- ro, antes que aceptarlo, y por eso soy uno de los que reivin- dican el derecho a la utopia. En uno de mis libros, Las pala- bras andantes, hay una cita de un amigo mio que vive aqui, en Italia, en Roma, Fernando Birri... G. M.: Gran cineasta argentino, patriarca del cine ar- gentino. E. G.: ...patriarca del cine latinoamericano: él es a nues- tro cine como son a la cancion Violeta Parra, Atahualpa Yupanqui... Una vez estabamos juntos en Cartagena, Colom- bia, en la universidad, y un estudiante le pregunto a Fernan- do para qué servia la utopia. Fernando se qued6 un poco asf, rascandose la barba, y después dijo una cosa que me parecié espléndida. Dijo: “éPara qué sirve? Yo también me pregunto muchas veces para qué sirve la utopia. Porque es como el horizonte, si yo me acerco tres pasos, el horizonte se aleja tres pasos: Si yo doy diez pasos, el horizonte se corre diez pasos mas alla. Por mucho que yo camine, nunca, nunca Ia aleanzar' __ "La utopia esta en el horizonte, y yo nunca la aleanzaré. ¢Para qué sirve? Justamente para eso: para caminar”. G. M.: Pero quienes defienden el mercado, incluso el salvaje, dicen: “Son mérito del mercado todas las inven- clones que hicieron mas facil la vida del hombre”. 65 iza entienden El hecho es que quizde Tt 1a vida de unos pane? mn pares o ' tos hicieron mas facil solam PCOS hoy bres. E. G.: Yo diria que hasta un cierto punto es verdad, ¢, crearon instrumentos que podrian a muy utiles para i vida humana, pero al mismo tiempo sele impuso una Cone sion a la vida humana que nos obliga a volvernos instrumen, stros instrumentos. = ieee el televisor me mira. E] supermercado m, compra. E] auto me maneja. La computadora me Programa, La culpa del delito nunca es del cuchillo: Saar Injusto decir que lo que hoy sucede en el mundo es de la television, No, no es de la television. Ni del auto, ni del supermercado, ni de la computadora. Pero es de una concesion a las Cosas que hace que los fines sean usurpados por los medios, y que por eso nos hagan rehenes de los instrumentos de nuestra libertad, que terminan haciéndonos prisioneros. _ Y enfonces yo considero que es perfectamente imagine ble un mundo en el que el mercado ocupe un lugar, pero él lugar no puede ser el centro de la vida, porque me niego a creer que las personas y los paises tengan que transformar- se en mercancias. G. M.: Hace poco tiempo estuvimos juntos en Chiapas, donde también usted, Galeano, fue uno de los intelectua- les acusados de haber hecho un tour en busca de las uto- pias de los anos setenta, mientras que el subcomandante Marcos y los indios mayas luchan por rescatar su vida de la miseria. éQué mundo es ese que, no logrando resolver los problemas de la pobreza, como usted escribid, les hace la guerra a los pobres? E. G.: Un mundo que es incapaz de combatir la pobre Za, y por eso combate contita los pobres. Es un mundo dot de la seguridad esta ocupando el lugar de la justicia. ; Esto tiene mucho que ver con los resultados de una Ss“ rie de votaciones, sobre todo elecciones locales, en varie paises, en ciudades donde la gente se siente rodeada “ mucha violencia, y por lo tanto sacrifica la justicia en ar del orden y la seguridad. Es un mundo especial, éste, h ien no duet me por hambre, porque hay qui ': re © no duerme por miedo; pero quien no MU" 66 mbre, muere de indigestion, o de aburrimiento, y éste a importante, pero a este hambre se le agrega otra Sibre, del que se habla poco, el hambre de abrazos, Por. nembre, Tyundo de fin de siglo es un mundo en el que cera ae cada vez mas solos, en el que se estan rompiendo los mse de solidaridad que habian sido tejidos, con gran dif leitad, a lo largo de toda la historia humana, y donde, ade- mas, se estan cerrando los espacios de encuentro, que ha- tan posibles algunas experiencias de vida comunitaria. Por eso es que me parece muy interesante lo que esta sucediendo en Chiapas. porque se trata de la afirmacién de lacomunidad como modelo de vida posible, proyectado ha- cia el mundo en un lenguaje que el mundo puede entender y hacer propio; en gran medida también gracias al hecho de que Marcos habla con un gran sentido del humor. Y bienve- nido sea el sentido del humor, sobre todo para aquellos que, como yo, han padecido desde siempre el lenguaje solemne dela derecha y de la izquierda. iEstamos seriamente enfermos de solemnidad! de ha es un tem: G. M.: Marcos es un personaje muy discutido. Ultima- mente lei articulos en los que incluso esta capacidad suya se transforma en una culpa, una culpa porque desde hace tres afios en Chiapas no se dispara ni un tiro. Es como si el mundo quisiera sangre, para poder decir “son terroristas”. También se acusa a Marcos de hacer una revolucion “vir- tual”. éPor qué todo esto? éQué tipo de malestar crea Mar- cos en quienes habrian querido que esa revolucién fuera distinta? E. G.: Si la guerrilla zapatista fuera una guerrilla del tipo tradicional, donde en muchos casos la lucha armada, que comienza como un medio, termina por ser un fin; si ésta fuera solamente una guerrilla mas, no le preocuparia a na- die. Atacan a Marcos, atacan a los zapatistas, porque propo- on una alternativa nueva, distinta, porque proponen poner tenn tmtento los mtisculos secretos de la energia civil con- cand em la sociedad, lo que ellos llaman la “sociedad civil” zagiontt,{@ enorme cantidad de organizaciones y “desorgant- taclones” que la gente logré mantener vivas 0 hacer nacer en Mundo en el que vincularse es cada vez mas condenado, Prohibido, La verdad es que la gente se pone en movimiento, en 67 todas partes del mundo. para darle una respuesta a gg, acion”. y asi nace una, pecie de sistema de “desvinculacion’. y a cantidad de formas de asociacion algunas nuevas, Otras yj, jas. Desde las viejas formas sindicales. que hoy han cay," do mucho, hasta todas esas organizaciones comunitar, incluyendo los numerosos grupos que expresan la afin. cién de la dignidad de las minorias. Y bien, los zapatis., apuestan al desarrollo de esta nueva energia. Dory, am G. M.: ¥ tienen el mérito de haberle dado un golp, mortal al régimen de Carlos Salinas de Gortari, presiden, de México que termind de un modo mediocre, deshonest, su mandato, con una gran crisis econémica. Por eso msm, ellos tienen un gran meérito también en la sociedad civi mexicana, éno le parece? E. G.: Seguro. Cualquier cosa que pueda suceder con ellos, de todos modos ya lograron movilizar a una sociedai civil totalmente dispersa, y lograron organizarla, coordinar la. Y lo que yo llamo los “musculos dormidos”. Lograroi despertar los mtsculos dormidos. Y lograron cambiar radi calmente el panorama politico de México. Y no slo el pane rama de Mexico. Lograron desafiar a las estructuras del po- der en México y en el mundo. Con seguridad que no gracias a la eficacia de sus fusiles, que en muchos casos son de madera, sino gracias a la eficacia de su mensaje, un mensaje que el mundo recibio... La palabra zapatista tiene una forti- sima capacidad de contagio. G. M.: Voluamos a su juventud. Escribir fue una voca ci6n, pero usted no fue un buen estudiante. E. G.: No, sobre todo en historia me iba muy mal, por que me ensefiaban una historia que era parecida a una visi" ta a un museo de cera, y a mi no me gustaba para nada. Para decir la verdad, soy un pésimo visitante de museos, dé museos de cera como de todos los demas museos. G. M.: Usted sonaba con ser futbolista, éverdad? E. G.: Si, claro, como todo joven nacido en Urugtls oe ser futbolista. Es casi una sefial de identidad, est e tras huellas digitales: todo nifio uruguayo suciia °° 68 = futbolista un dia. Y yo Jugaba muy bien, era un ido: olverse Mr) uruguayo, tal vez la gloria mas excelsa jamae Jo del Ma’ estadios de mi pais... pero solamente de noche vista em {Pr nia. De dia era un tronco, un inepto irremedia. cuando dortre total. Pero mas alla de querer ser futbolista, ble, un Gemeria ser Un santo. Porque tuve una infancia muy tambien iy catolica, y por eso separaba mis fanatismos mist, canchas, en las que era un desastre, y los cielos, entre 1a8 (onces comulgaba, ¥ mucho, con un Dios en el que donde em pios que, confiaba, creia en mi. Para decir la ver- creja. Mesos primeros afios estaba muy de acuerdo con él, G. M.: éY después? E. G.: Y después lo perdi. Un dia Dios se me cayé de un agujero del bolsillo... lo perdi. Y empecé a buscarlo en los demas, creo. No perdi nunca esa necesidad de lo trascen- dente... G. M.: éAntes, usted era marxista? E. G.: No, antes yo era muy catdlico, muy mistico, du- rante toda mi infancia. Después tuve una adolescencia un poco anarquica, y después algunos afios de marxismo... Lei El capital y sobrevivi. G. M.: Es uno de los pocos. E. G.: Si, sobrevivi, decia, y todavia estoy aqui. vivo. Soy uno de los pocos que ley6 de verdad El capital, porque de El capital muchos hablan y pocos lo leyeron; aunque hay mu- chos que, a través de El capital de Marx aprendieron la plusvalia. Yo dirfa que todo esto me ha marcado. Mire, durante la infancia aprendi a no confundir el cristianismo con la Inqui- SI i i Scion. y durante la adolescencia aprendi a no confundir el ‘ocialismo con el estalinismo. G. M.: intel Eduardo Galeano, usted es uno de los grandes ectuales latinoamericanos. més mee parte de ustedes tiene una actitud mucho izquierd, aica, frente a Cuba, con respecto también a la @ europea. éPor qué Galeano, como Garcia 69 Marquez, como Soriano, como Carlos Fuentes, actitud magnanima en relacion con esta pequen, jeto de tantas discusiones? tiene ung @ isla, op, E. G.: No es una cuestion de magnanimidad: yo Sigo sie do solidario con Cuba, con una solidaridad que no exchiys la contradiccion y la critica, sino que, antes bien, la implica, Siempre recuerdo el caso de Sim6n Bolivar, cuando y, lo atacaban muchos, y estaba en el final de sus dias. Hablay, do de un representante suyo en Europa dijo: “Me sabe elo. giar, pero no me sabe defender”. Y yo pienso que con Cuba generalmente pasa exactamente lo mismo: aquellos que sa. ben elogiarla no la saben defender, porque confunden la uni- dad con la unanimidad. Y yo pienso que Cuba puede ser muy bien defendida como simbolo de dignidad, de obstina- da dignidad, aun con todas las discrepancias que se pueden tener. Discrepancias que yo marqué desde siempre. Nunca crei en la omnipotencia del Estado: yo considero que la om- nipotencia del Estado no representa la respuesta a la omni- potencia del mercado, porque la omnipotencia del Estado lleva a la impotencia de la sociedad, es decir que termina por castrar la energia social. Pero en mi relacién con Cuba no puedo fingir nada frente al infame espectaculo de la hipo- cresia universal. Recuerdo que en 1992, leyendo el Informe de Amnesty International, de mis amigos de Amnesty Internacional, lei con estupor una serie de ntimeros: tres, treinta y tres, se- senta y seis. En 1992 hubo tres fusilamientos en Cuba, que. literalmente, habian desatado un escandalo universal: las primeras paginas de todos los diarios, la television, la radio... G. M.: ...cel caso Ochoa? E. G.. No, fue antes del caso Ochoa. Tres habian sido los fusilados, a causa de un desembarco de armas... no me acuerdo exactamente. Pero eran tres, ese afio. Y eso, com? dije, desencadeno océanos de lagrimas, una inundacion del planeta. Tres. Treinta y tres fueron los ajusticiados en 10s Estados Unidos, ila mayor parte de ellos quemados en 1a silla eléctrica! Pero nadie reaccion6. Sesenta y seis, finar mente. los condenados y ajusticiados en Arabi, Saudita. ¢ gran aliado de Occidente, que era entonces on 1900, ¥ sid!” 70 giendo hoy el pais que mAs vicla los de Pero Arabia Saudita también es e] Principal industria de las armas estadounidense. y, por jg ie dela je dedica ni siquiera la milésima parte de la pero no 8° Se ue es continuamente sometida Cuba por parte eno" 2 la ia observan con lupa para ver lo que no logran vee toes parte. Cuba sufre una especie de incesante persecucién. ‘tote mninimo descuido que se produzca en Cuba es proponn® inmediatamente como una catastrofe mundial ey? Yo pienso que a Cuba no se le perdona el delito de | dignidad: con todos los defectos que puede tener, ya ea de las muchas sombras que se pueden detectar en st soci, dad. Hubo quien confundio a Cuba con el paraiso. Muchos de los mismos que confundieron a Cuba con el paraiso hoy la confunden con el infierno. Yo siempre crei que la de Cubs era una aventura terrestre, sucia de barro humano, y toda. via creo que esta sucia, sucia de barro humano, Techos humanos. G. M.; Lo que tuvo que sufrir Cuba no lo tuvo que sufrir China comunista, que fusila a la oposicién politica, que persigue al Dalai Lama, pero que es un mercado de mil doscientos millones de personas, y por eso ningtin gobier- no democratico occidental quiere, en serio, atacarla. E. G.: Es la moral del mercado: lo que se vende es bue- no, y. por lo tanto, quienes compran son buenos. G. M.: éPor qué resistié Cuba al final del comunismo? E. G.: Yo pienso que, en el caso de Cuba, se trata de un proceso que se desarrollé fundamentalmente desde abajo y desde adentro: no fue una revolucién impuesta desde arri- ba, ni desde afuera. Y esto explica el hecho de que, en el interior de Cuba, haya sobrevivido, a pesar de todas las on cultades, esa especie de energia creativa que de algun modo todavia esta viva, pese a los dos aislamientos: el ae del exterior, el que castiga a Cuba por el pecado de a ae rania —Ia colonia que se hace patria— y el aislamient0 fit no, que es el bloqueo debido a las estructuras burocralls del poder, G. M: El Che Guevara vuelve a ser parte de eG ee dad. Los valores que él representaba habian 71 action, pero ahora se Proponen una ve, mds, aunque haya intentos, como a de Regis Debray, 92 poner en discusion su ejemplo moral. después de haberig pe nerado durante anos. Es un espectaculo bastante triste, momento de declin E. G.: Yo creo que es inevitable una supervivencia dq) Che, que se ha vuelto, y con mucha justicia. un mito univer. sal. Un mito bueno, un mito positivo, un fecundo mito un}. versal, a pesar de todo el uso mercantilista que se hace de un mito. Pero lo que hay que rescatar del Che es una cosa que a mi me parece muy elemental, pero muy verdadera, ‘Tan elemental que puede parecer estupida: es la rarisima identidad entre la palabra y la accion. Yo creo que la explica. cion, la clave fundamental de la proyeccién del Che Guevara como mito universal deriva exactamente de eso: esa extrafa identidad entre la palabra y la accion. El Che fue un hombre que hizo lo que dijo. y dijo lo que pensaba. Unié la palabra a la accion, y el pensamiento a la palabra; y, en la realidad latinoamericana, pienso que también en la realidad univer- sal, el pensamiento, la palabra y la accion no se encuentran casi nunca. Y si, por casualidad, se encuentran, no se salu- dan, porque no se reconocen. G. M.: En su vida usted ha conocido el terror, porque ha estado exiliado durante trece afos. éCémo llega a la vida de un hombre el miedo? E. G.: Si, tuve algunos problemas. Tuve que dejar el Uruguay en visperas de la dictadura militar, porque no me hubiera gustado estar en la carcel: y después tuve que dejar la Argentina porque no me hubiera gustado estar muerto: son dos situaciones muy incémodas. No me gusta estar en cana, no me gusta estar muerto. Pero, para decir la verdad, no me paso nada particularmente grave en relacién con lo que les paso a tantos amigos, torturados 0 asesinados por el delito de pensar las cosas distinto, por el delito de disentir. G. M.: éQué sentiste cuando, con el libro El vuelo, de Horacio Verbitsky, periodista argentino, se supo cudl ha bia sido el final de los desaparecidos? Después de la ber dicion de un cura, se los hacta subir a un avion del que serian tirados como alimento a los tiburones, en alta mah una vez alejados de las costas argentinas. 72 EB. Gs A deotr verdad, exaa denunetas se hab hecho pero el lextimontio de Horne 0 Verbitaky em muy interesante, porque da eucnta de ta eoutest6n de un prota gonista, el capitan Sc Hingo, quien eontiesa lo que hizo: fue Ano de los muchos niliares que arrojaron gente al mar. Esto se sabia, ¥ LubIen se sabia de canon que me toearon muy de cerca, como el de un eseritor, Un gran amigo mio, Haroldo Conti, que sutrio ese fn: le abrieron el vientre eon un cuchi- lo y Jo arrojaron al mar desde un avion para que lo comie- ran los tiburones, mucho antes G. Me Las venas ablertas de América Latina es un libro que nace a partir de los heehos colidianos. éPor qué esa tecnica de contar a traves de los hechos cotidianos tam- bien la Historia, la grande? éPor qué partir de lo parti- cular? E. G.: Mas que en las Venas ablertas, es en la Memoria del fuego que esta esa intencion, presente en todo lo que he escrito, de develar, de deseubrir la grandeza en las peque- fas cosas y de denunctar la mezquindad de lo que es gran- de. Lo cual me parece muy necesario, en un mundo que con- funde la grandeza con el gran tamano, asi como confunde la naturaleza con el paisaje. G. M.: Usted escrib(6: “Me gusta mirar la realidad por el ojo de la cerradura: de hecho, la realidad es una senora muy poética y muy loca cuyo Lenguaje es rico en simbolos. Yo intento contar en clave metaforica la que es su esencia més profunda”. E. G.: Claro, la realidad tene un lenguaje de metaforas incesantes, y es la mejor poeta de si misma, Yo quiero ser su cronista, su humilde cronista, Es una sefora loca, loca de atar, que me cuenta en un oido horrores y maravillas... y yo querria ser capaz de traducirlos. En un cierto sentido, ti- rando botellas al mar. Hace poco tiempo ful ala Argentina, a Bahia Blanca, una ciudad del sur de la provinela de Buenos Aires, donde me contaron una hermosa historia, que de al- gtin modo resume lo que estoy tratando de decir. Es la histo- ria de un hombre que, en un puerto del Sur, una mafiana, habia recibido unas noticias horribles: se habia quedado sin 73 trabajo en la fabrica petroquimica en la que se desem,,. ba. Después de veintipico de aiios habian decidido prot™® dir de sus servicios, y, al mismo tiempo, la misma maj. habia recibido una carta de su hijo. el unico pariente que quedaba, que se habia embarcado y le anunciaba: “No qu ro volver nunca mas”. . El mismo dia habia perdido el trabajo y a su famitig Ese hombre estaba justamente en el fondo. y habia empeza. do a caminar a lo largo de la costa con una msica fea en a animo, sintiéndose la persona mas sola entre todas en este mundo de soledad. Caminando a lo largo de la costa, con la cabeza baja, sombra de si mismo, habia visto una botella que brillaba entre los juncos de la costa. Se habia acercado a la botella, se habia agachado, la habia agarrado y habia visto que adentro de la botella no habia vino, sino papeles, Entonces habia roto el cuello de la botella contra una esco. Nera descubriendo unos dibujos, dibujos hechos evidente- mente por la mano de un chico, dibujos muy magicos, muy fantasticos: soles que vuelan, gaviotas que iluminan. Y habia descubierto también que junto a los dibujos habia una car- ta. Una carta que decia: “Me llamo Marco. Tengo ocho aiios. Me gustan los fioquis y el color verde. Me gusta pintar, y busco un amigo por las calles del agua”. Pienso que, cuando se escribe, se hace como hizo ese nifio, se busca a un amigo por las calles del agua. G. M.: Eduardo, yo, aqui, tengo tres pesados voltime- nes, que son, ademas, tres voltimenes llenos de vida: in- cluso en los momentos mds tragicos, dentro de ellos hay ironia, diria casi alegria. Memoria del fuego: creo que es la mas grande obra que usted ha escrito. Gan6 el American Book Award en 1989. Pero éstos son tres vollimenes subversivos: écémo es que lo premiaron en los Estados Unidos? E, G.: En los Estados Unidos el libro anduvo muy bien, y es usado en varias universidades como material de estudio. Mire, en los Estados Unidos hay muchos paises dentro del pais, y no hay que confundir el pais con el poder. Es otra cosa, una cosa distinta: tienen mucha energia, hay realida- des muy interesante: 74 G. M.: Pero Cd ee tres tomos entiende que el papel de los Estados Unidos es muy controvertido: son ta patria de la democracia, pero en los tiltimos anos lo que Mmerica Latina tuvo que sufrir por parte de los Estados Unidos no lo habia sufrido ni siquiera durante la coloniza- cion. E. G.: Si, pero yo recuerdo siempre una frase que dijo Juan Bosch, cuando fue derrocado del poder por un golpe de Estado militar alentado por los Estados Unidos en la Re- plblica Dominicana. Ese pais fue invadido por cuarenta y Fos mil marines y hubo un bafio de sangre. Y entonces un periodista le pregunto a Juan Bosch: Usted por qué es antiyankee, por qué es antinorteamericano?” Y él contest6: “No, no, cuidado: yo soy antiimperialista, pero no antinor- teamericano: nadie que haya leido a Mark Twain puede ser antinorteamericano”. Y esa frase siempre me parecio muy correcta. Una cosa son las estructuras del poder, y otra cosa es la gente. No hay que confundir a la gente con el poder, aunque la gente, en muchos casos, esta muy enferma de po- der. Nadie es mejor que la sociedad que lo genera, pero po- demos tener la esperanza de cambiarla. Yo soy uno de los que piensan que, aunque la condicion humana es de un gran sufrimiento, todavia no esta dicha la ultima palabra. G. M.: En 1980 hubo un genocidio en Guatemala, para expulsar, o para hacer transferir, a un millon quinientos mil indigenas que vivian en una tierra en donde habia mi- nerales importantes ambicionados por catorce familias, que, todavia ahora, a pocos arios del ano 2000, tienen en sus manos el ochenta y tres por ciento de la economia na- cional. Se la llamé la operacion “Tierra arrasada": doscien- fos mil muertos, treinta mil desaparecidos, doscientos mil emigrados a México y seiscientas veintisiete matanzas com- Probadas, mas de tres mil cementerios clandestinos. oe de esta increible tragedia, de una familia ex- None aaa. nacié la flor de Rigoberta Menchu Tum (Premio proces’ {4 Paz 1992). Muchas de estas realidades estan be pales todavia en América Latina, pero, ya que se dice ‘4 vuelto la democracia, como se vota, de esto no sé habla mae > + mas. éNo es todo esto inmoral? E. G.: Si. A decir verdad, en el caso de Guatemala se 75 algunos cambios importantes. Estuve alt 5, y se estan abriendo algunas vias hacia ung ace esperemos que se pueda concretay icho futuro una democracta que no esr -rreno sOlido de la justicia. Y una deme. a priori a la amnesia, obligada a olviday una democracia capaz de ofrecer just! so de Guatemala es ejemplar en ese sentido, pop. en los ultimos afios, hubo por lo menos cien mi tos. G. M.: En los tiltimos quince afos, si... de los cuales la inmensa mayoria eran indige- nas. Todo esto. en el mundo racista en el que vivimos, ha 10 impunemente. Los indigenas de Guatemala fue- castigados por un doble delito, imperdonable en esta senso unanime sobre la ley de mercado: el de , la comunidad (y, de hecho, es gente que toda- -s posible vivir con solidaridad, que no estamos a la ambicion y al egoismo), y el delito de creer te. Guatemala es un pais de mayoria indi- indigena de todos los paises de América La- ‘so es el que mantiene con vida todavia ahora unas tradiciones muy bellas, que deberian tener una pro- ersal. Como, por ejemplo, la tradicién que ense- fia ja cornumién del ser humano con la naturaleza, una co- munién destrozada en 1492, el doce de octubre de 1492, cusrido la adoracion de la naturaleza fue condenada como una idoiatria... La enorme cantidad de indigenas extermina- dos, 9 torturados, por el delito de creer en la naturaleza, es una tragedia espantosa. Estuve hace poco en Guatemal: c Higoberta Menchii, y ella me contaba que hab oe donde habia sido su casa. su comun no se salvé casi nadie. Esa tierra, la co; ahora es una tierra que sufre, psig la gente y la tierra, No sdlg Hee existe esa identidad también la naturaleza se dejo arroyos. fre Algunos Arboles, los que Ri goron solos. arboles que habian ene ereteria, se desarrai- nes para los fusilamientos, o en cuya, sados como paredo- ‘S Tamas habjan sido 76 dos los ahoreados... Fue como una especie de confir- esa identidad entre la gente y la naturaleza: la gente que ha padecido, y también la naturaleza. Asi como Suando sufre la naturaleza sufrimos también nosotros, que somos parte de ella. iOjala el mundo pudiera recuperar los Sotnres que ha perdido! Fuimos criados durante siglos « vendo que la naturaleza era una bestia salvaje a la que habia due domar. Y el lema era: “Dominar la naturaleza". Ahora cambio la consigna: todos somos verdes. Es verde el Fondo Monetario Internacional, el Banco Mundial, las grandes cor- poraciones internacionales de la industria quimica, de las futomotrices... son todos verdes. Y hoy la consigna es: “La naturaleza debe ser protegida”. Antes tenia que ser domina- da, hoy tiene que ser protegida. Pero en ambos casos, noso- tros somos algo distinto a la naturaleza: si la naturaleza tie- ne que ser dominada, o protegida, es porque ella constituye el paisaje. Ojalé el mundo fuera capaz de recuperar esa tra- dicién, todavia viva en Guatemala, por la cual los indigenas fueron castigados a lo largo de los siglos, y con safia en estos uiltimos aos, que nos ensefia cémo cada delito cometido contra la naturaleza es un suicidio, porque somos herma- nos de quienes tienen piernas, pero también de quienes lie- nen patas, alas, raices... cols macion de G. M.: Lo escucho fascinado, y algunas cosas refuer- zan esta emocién actual mia; Galeano dice: “Para mi, an- tes que nada esta la imagen, después la palabra. Creo que el hecho de no tener talento para la pintura me llev6 a pin- tar con las palabras”. Es un poco como decir: “Si la mujer que amas te ignora, cdsate con la prima”. E. G.: Sf, eso es lo que me sucedié. Como le habia dicho antes, yo queria ser un futbolista, y un santo. También que- ria ser un pintor, un dibujante. Pero siempre senti una dis- aaa enorme entre lo que queria decir y lo que era capaz © decir con el dibujo y la pintura; y entonces intenté con la aes Pero la brecha se abre siempre: hay siempre una dectr de tone divide el deseo del mundo: lo que se quiere Dalal’ bo que se consigue decir. Algunas veces, en este tra- a ag eee escrita, se puede llegar a sentir que lo que clr, y se 4 ecir se parece tanto, tanto, a lo que uno logré de- grade uone la sensacién. la bellisima sensacion, de haber omunicarse con Jos demas. 77 Pero esto pasa solamente si antes pude representa lo que quiero expresar. Ni siquiera ahora puedo eseribi antes, cerrando los ojos, no logro ver lo que quiero —- Primero lo veo, después lo escribo. at G. M.: éLa formula de El libro de los abrazos y de I palabras andantes nace de esa exigencia? E. G.: Si. Es un intento de recuperar la magia de la rea. lidad. La magia que la realidad esconde, y que nosotros no vemos porque tenemos los ojos sucios por las muchas tela- rafias. Somos ciegos para las imagenes que vale la pena ver, y somos sordos para los sonidos que vale la pena oir. Y en- tonces uno escribe, buscando rescatar esas imagenes, y esos sonidos que estan alli, pero que no vemos y no escuchamos, Es un poco como le pasé a James Baldwin, un escritor norteamericano, el dia que aprendio a mirar. Estaba con un amigo, en 1948 —1947 0 1948— en una calle de Manhattan, y, cuando llegan a una esquina, su amigo, pintor, le dice: “iMira!” Y entonces Baldwin, que tenia mas o menos dieci- siete o dieciocho anos, miré y no vio nada. Su amigo le esta- ba sefialando el pavimento, el cordén de la vereda, y lo tni- co que habia era un charco de agua sucia, no habia nada. Y el amigo insistia: “iMira, mira, mird!”. Volvié a mirar, nuevo no vio nada. Pero el ami, hasta que al final James Bal charco de agua sucia tenia ad y de igo insistia, y otra vez, y otra, dwin mir6, y vio: vio que ese lentro algunas manchas de acei- te, y que las manchas de aceite reflejaban el arco iris, y tam- bién reflejaban a toda la gente que pasaba por ahi. Todos log néufragos. y los locos maravillosos que pasaban por ahi ce , ‘arco en el que brillaba iris. Y James Baldwin contaba después que ésa habia Bieta primera vez que ae eke el mundo de verdad. Yo pienso do el arte es auténticam, : Sue cuan lente arte, ayud: que yuda a mirar, a G. M.: éDénde encontré a ese m, ar José Francisco Borges, que cola as Een illoso dibujante. andantes? a en Las palabras E.G edio: hicimos el libro j mae ubro que es el resulta on Borges hice 11 n tr: tintos 19 Conjunto de tres anos do de uy Palabras andan- " trabajo de los dos. El 78 te: no ilustro un libro mio, porque sao implicaria una relacién ve servidumbre de la imagen respecto de la palabra. Yo ten- go una gran admiracion por el trabajo de ese hombre un eeusta popular, lo que los intelectuales Haman con de aren “artesano”, confesando de algtin modo esa especie de cacismo 0 elitismo que nos lleva a creer que hay religiones y “Supersticiones”, que hay lenguas y “dialectos", que hay ar- tes y ‘artesanados”, que existen culturas y “folklore”. El es tn artesano, por lo tanto, un artista totalmente ignorado por la cultura oficial. Siempre admiré mucho su trabajo. y le propuse que trabajaramos juntos en ese libro: él es el ulti- Mo heredero de una maravillosa tradicién que todavia so- previve en el Nordeste brasileno, Ja tradicion del cordel, esos pequerios folletines. mal impresos, en talleres que hacen re- Pordar a Gutenberg, con ilustraciones grabadas en madera ue cuentan las novedades de la costa y del mundo. Desgra- ciadamente la television esta matando a esa fuente de prodi- gios, de maravillas, que constituyen los folletines ilustrados con el cordel. Y de todos los dibujantes del cordel, el que mas me gusta es Borges. Con él tuve la fortuna de poder compartir esa aventura que engendro el libro. G. M.: Galeano, en Las palabras andantes, puso en la primera pagina una frase de Caetano Veloso, el gran can- tautor brasileno de Bahia: “Visto de cerca, nadie es nor- mal", Ahora bien, tampoco Galeano es normal. Su ultimo libro es El futbol a sol y sombra, que salio en Italia con el titulo Splendori e miserie del gioco del calcio, donde esta, creo, la mas bella pagina sobre el bien y el mal, escrita sobre Diego Armando Maradona. Por qué? éQué tipo de estimulo te provoca un futbolista tan controvertido, tan Masaniello, tan rebelde, tan criticable? E. G.: Yo creo que es un jugador que me provoca tantas ganas de escribir, de... G. M.: ...épelear? E. G.: Pelear, si. Tal vez porque se trata de uno de esos » De per: . ‘4 fana”. (N. ty to ninguém 6 normal, frase incluida en el tema “Vaca pro- 79 raros casos, en el fittbol como en cualquier otra actiy que demuestra que la fantasia puede ser efic te, hablo del Maradona de las canchas, anos dorados del Napoli, 0 de la Seleccién argentina... j fonees, cuando veia jugar a Maradona, recibia una de eg.” demostraciones, tan poco frecuentes, del hecho ce que is fantasia puede ser eficaz, tanto mas en un mundo que con. dena la fantasia, porque la fantasia es un esfuerzo inttil, no es redituable. En el ftitbol, como en todos los demas aspectos de la realidad, el nico pecado que el mundo no perdona es la derrota, éCémo se juega al ftitbol, hoy? Se juega para ganar, y perder esta prohibido. Para mi Maradona siempre fue apa- sionante, justamente porque es un hombre que ha demos- trado que se puede tener imaginacion en la cancha, que se puede tener locura, que se puede ofrecerles a los demas be- lleza, que todo esto también puede ser eficaz, es decir, se puede traducir en goles y en victorias. Esto le garantiza mi gratitud de fanatico del fiitbol. Desde otro punto de vista, Maradona me conmueve, porque lo considero un hombre que carga sobre sus espaldas una cruz pesada, y esa cruz que Maradona lleva en sus espaldas se llama Maradona. Es muy dificil trabajar de Dios en los estadios: es muy dificil ser el idolo de las multitudes, el responsable de la alegria 0 dolor de tantos millones de personas. Pienso que para él fue un gran peso, desde el comienzo: el cuerpo también es una metafora. De hecho, desde el comienzo, Diego tuvo problemas en la columna vertebral, en la espalda; y yo pienso que se debia al peso de su propio personaje. Pienso que ésa es la razon primera, el motivo principal de la droga, no la ansiedad de jugar mejor. Diego Maradona fue un gran jugador a pesar de la cocaina, y no por la cocaina. Brill6 en las oe bol del mundo a pesar de la dro, canchas de fut ga. Y No gracias a la droga. Pienso que se dedicé a la droga para olyi olvi . dado. Antes que un drogadicto, él es un ‘eer y para ser olvi se suya. terrible, cuando dice, durante uno cto Esa fra “Necesito que los demas me necesiten,.." Renee sus ee Be ecir, no puede vivir con la fama. que lo destroza vivir sin la fama. * Pero tampoco consigue ida ; eficaz. Obviamen: el Maradona de lo E. G.: Su caso, ademas, va mas allé, es muy complica go, porque él habla mucho, habla demasiado. A veces dic » Pe correctisimas, a veces dice tonterias, y hace mucho cosy que se estd escapando, es un fugitivo. Huye de su tiempo simbra, y yo tengo la sensacién, a veces, de que es aaa un gato, se trepa al tronco de un rbol, hasta la prime- ra rama, la segunda, la tercera, la cuarta... y, Hegado a un cierto punto, esta tan alto que ya no consigue bajarse, y en- tonces grita. Pienso que en todo lo que pasa con Maradona ya desde hace tiempo, hay muchos gritos, los gritos de al- guien que pide ayuda, alguien que esta pasando por un periodo pésimo, y al que es muy facil agarrar a patadas, aho- ra que esta en el piso, que se cay6. La necesidad de fabri- car dioses es directamente proporcional al placer de des- truirlos. G. M.: Concluyo esta entrevista con una de las reflexio- nes de Eduardo Galeano que mds me impresiono: el dis- curso ante el Tribunal de los Pueblos, en Padua, para los quinientos afos del descubrimiento, 0 de la Conquista, de América, Hay un pasaje que dice: “Qué mundo extrano, este en el que estamos viviendo, donde tenemos dos opcio- nes: capitalismo y capitalismo. Pero se pueden tener sue- fos de gloria. Sin embargo, el capitalismo se los permite solamente al veinte por ciento de la humanidad. Al restan- te ochenta por ciento sélo se le concede tener suenos de consumo, mirando la television, que nunca alcanzara”. éCambié algo, en estos anos? E. G.: No. Creo que es la gran contradiccién del mundo de fin de siglo: da la orden de consumir, pero al mismo tiem- Po impide hacerlo. La orden de consumir le fue dada a toda la humanidad, pero el consumo sigue siendo el privilegio de una minoria. Yo estoy entre aquellos que creen que no se vive para consumir. La vida que verdaderamente vale la pena de ser vivida creo que es la que se vive para crear. Pero pien- So que no es posible crear si no se consume lo minimo, lo necesario para que la vida pueda multiplicarse en todos sus Spectos. Y pienso que también esto es la triste marca del mundo de fin de siglo: que, pobres o ricos, parecemos todos Condenados a vivir para trabajar, en vez de trabajar para vivir. 81

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