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Estrategias para no perder la atención

¡Concéntrate!

Por Rafael Robledo / El Universal

La concentración es el secreto de todo logro humano”, mencionó en alguna ocasión el


escritor austriaco Stefan Zweig. Esta capacidad de la mente humana consiste en eliminar
la distracción y enfocarse sobre una sola cosa. Sin embargo, aunque suene fácil, mantener
la atención es más complicado de lo que parece, menciona el sitio studygs.net.

La concentración puede perderse por causas naturales como la edad o algunas


enfermedades como el hipertiroidismo y fallas vasculares cerebrales que inhiben el
desarrollo de las funciones mentales, lo más común; sin embargo, es que el mismo
cerebro de las personas sea quien haga difícil mantener la atención.

De acuerdo con un estudio llevado a cabo por las universidades de Harvard y Dartmouth
College, en Estados Unidos, y Aberdeen, en Escocia, el cerebro humano tiene una
tendencia natural a la distracción y a la imaginación pero, a pesar de ello, es posible
lograr la concentración en una actividad.

El sitio de salud Prevention publicó una serie de estrategias que sirven para mejorar la
concentración en diferentes aspectos de la vida cotidiana como el trabajo, al conducir, al
leer y al tratar de resolver problemas personales.

En el trabajo

Es una de las actividades en las que la concentración se pierde con más facilidad, debido
a que hay ocasiones en las que se cae en el tedio o la repetición. De acuerdo con
Prevention, el 30% del tiempo en horario laboral se pasa distraído, incluso cuando se está
realizando alguna actividad importante. Para evitar esta pérdida de atención las
estrategias son:

Organización. Si se tienen dos o más actividades que realizar, se debe elegir el orden en
el que se van a realizar. Lo recomendable es que las tareas que se postergan se eliminen
de la vista. Por ejemplo, cerrar todas las ventanas en la computadora que recuerden que
hay otra actividad esperando para realizarse.

Quitar las fotografías de seres queridos de la vista. Es importante, ya que el hecho de ver
a la persona recuerda que es alguien por quien hay que preocuparse, lo que distrae la
atención de las actividades que se están realizando.
Participación. El profesor Jonathan Schooler de la Universidad de California, en Santa
Bárbara, menciona que las reuniones y juntas son un espacio para perder la concentración
con facilidad. Para evitarlo, lo mejor es tener una participación propositiva. Si se
participa en la discusión, se manifiestan ideas para solucionar los problemas y se
preguntan cosas que no queden claras es más fácil recuperar la atención.

Cambiar el escenario. Cuando se pierde la atención, lo mejor es alejarse del escritorio y


salir a caminar fuera de la oficina o en los espacios comunes del inmueble. Lo anterior, le
da un respiro a la mente. De esta manera, el cerebro asociará el lugar de trabajo
solamente con actividades laborales y no con distracciones.

Al conducir

Es mucho más fácil perder la atención cuando se realizan actividades mecánicas como
manejar, pero divagar en esta actividad tan riesgosa es de gran peligro ya que se puede
tener un accidente.

Una señal en el auto. Es común divagar en los pendientes o en las cosas que se harán
cuando se llegue al destino. Para no acostumbrarse a ello, una calcomanía en el parabrisas
o algún pequeño objeto en el tablero o retrovisor que mantengan la atención en la
conducción, evita esta pérdida de atención.

Jugar. Pasatiempos como identificar el modelo de los autos o el lugar de las placas ayuda
a mantener la atención en las cosas que suceden en el camino.

Leer con atención

Uno de los motivos por los que el hábito de la lectura no está plenamente adquirido en la
población se debe a que la mayoría de las personas no comprenden lo que leen. Las
estadísticas indican que en México el promedio de lectura es de 3.5 libros al año. Otro
dato asegura que, del total del tiempo dedicado a la lectura, el 20% se pasa disperso.

Tomar un tiempo. Después de un período de lectura o de concluido un capítulo, es bueno


darse un tiempo para repasar lo que se ha leído, intentar ponerse en el lugar del
protagonista y buscar nuevas soluciones a los problemas de la trama.

Releer. En un inicio es una tarea cansada, pero que ayuda a obligarse a mantener la
atención; regresar algunos párrafos para reforzar las ideas y agruparlas en cúmulos más
pequeños beneficia la capacidad de concentración.

En problemas personales

Cuando se atraviesa por una situación difícil, la mente pasa mucho tiempo imaginando
una posible solución que en ocasiones no funciona y se pierde la concentración en otros
aspectos.
Sacarlo fuera de sí. Hablar o escribir un conflicto permite liberar gran parte de la
necesidad de pensar todo el tiempo en él y de esta manera ocupar la atención en otras
actividades.

Meditar. Dedicar al menos 30 minutos al día para relajarse y concentrarse en la


respiración, permite que las personas logren desviar su distracción.

Robledo, Rafael. “Estrategias para no perder la atención”. El nuevo día. 20 Jan. 2010.
Web. 20 Jan. 2010. <http://www.elnuevodia.com/
estrategiasparanoperderlaatencion-660733.html>

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