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“Desendeudamiento y Desarrollo”

Lic. Bruno Abriata (Economista)


Equipo de Asesores – Dip. Nac. Agustín Rossi

¿CÓMO CONTRIBUYE EL DESENDEUDAMIENTO AL


DESARROLLO?
A través de la mejora en la confianza en el sistema
financiero

El desarrollo social de un país puede ser entendido como la mejora en la calidad de vida de
todos los individuos. Naturalmente, este proceso requiere una base material que no se
desvanezca en el largo plazo, y eso hace del desarrollo económico una condición
indispensable.

Brevemente, podemos referirnos al desarrollo económico como un proceso de cambio en la


estructura productiva que conduzca a mayor producción por habitante, mayor valor
agregado por producto, pleno empleo y la sustentabilidad de esas tres metas mediante la
mejora en la competitividad a lo largo del tiempo.

Sin dudas, el pilar fundamental de todo esto es la inversión. La inversión incrementa la


capacidad de producción, hace más eficientes a las máquinas y a los trabajadores, abre
nuevos mercados y genera empleo genuino y nuevos productos.
“Desendeudamiento y Desarrollo”
Lic. Bruno Abriata (Economista)
Equipo de Asesores – Dip. Nac. Agustín Rossi

Obviamente, la decisión de invertir sólo se llevará a cabo si la expectativa de ganancia de la


misma es mayor al costo de oportunidad del capital. Dicho de otra manera, hace falta que la
tasa de ganancia sea mayor a la tasa de interés que se debe pagar para obtener el crédito
para invertir. A igual tasa de ganancia, entonces, tasas de interés más bajas permitirán más
inversiones.

La tasa de interés es el precio del crédito (y su insumo, que es el ahorro). Al igual que ocurre
con cualquier otro bien (los tomates, el petróleo, etc.), mientras más escaso es el crédito,
más caro es. Aumentar la inversión requerirá tasas de interés más bajas, lo cual se logra
con crédito más abundante.

Crédito abundante requiere que también su ‘materia prima’, el ahorro, sea abundante, pues
son esos mismos ahorros los que se canalizan en forma de préstamos a la inversión.
Ahorrar no es lo mismo que atesorar. Se ahorra cuando se pone plata en el banco, se presta
a alguien o se compra un título, bono o acción. En cambio, cuando se ponen los pesos (o
dólares) bajo el colchón, eso es atesoramiento. La diferencia fundamental está en que el
atesoramiento no genera crédito porque no se presta.

Para que haya más ahorro en lugar de más atesoramiento, hace falta confianza en el
sistema financiero (bancos y entidades financieras); confianza en que los ahorristas pueden
recuperar sus depósitos y cobrar sus acreencias sin pérdidas sustanciales de valor.

El Estado puede jugar un papel fundamental en este esquema, dañando o ayudando. Para
ayudarlo, debe contribuir a generar confianza interna y externa.

La interna se consigue protegiendo los ahorros de las crisis de liquidez bancarias y los
estallidos hiperinflacionarios. Con tipo de cambio flexible no hay peligro de crisis de liquidez,
y como la hiperinflación está ligada a las corridas devaluatorias contra el peso, entonces la
protección de los ahorros de los trabajadores se consigue manteniendo un nivel saludable
de reservas de divisas que despeje cualquier temor de mega devaluación.
“Desendeudamiento y Desarrollo”
Lic. Bruno Abriata (Economista)
Equipo de Asesores – Dip. Nac. Agustín Rossi

El logro y mantenimiento del nivel saludable de reservas se logra mediante un tipo de


cambio flexible (que desaliente las corridas contra el peso), competitivo (que ayude a cuidar
el equilibrio externo).

Actuando tanto en el frente interno como externo, se erige el cumplimiento de los


compromisos de deuda. Cumplir en tiempo y forma con los pagos de los servicios de la
deuda y emitir de antemano señales fuertes de compromiso de pago (como la creación de
cuentas especiales destinadas a esos pagos, el pago anticipado de cupones, etc.) va
generando paulatinamente confianza en el acreedor. Recordemos que si el acreedor tiene
confianza, entonces presta/ahorra más, hay más crédito disponible y a tasa más baja. Esta
baja de tasa no sólo beneficia al Estado, sino también a los privados porque, al haber más
crédito ofrecido, una vez que el Estado satisfizo sus necesidades de financiamiento se
liberan fondos dispuestos a financiar proyectos privados más riesgosos. La mejor forma de
cumplir con los compromisos mediante el superávit primario, consecuencia de un manejo
fiscal responsable.

El otro pilar de la confianza al exterior del país es la reducción de la deuda externa pública,
ya que ello es señal de que el país no depende del crédito externo; corta la sangría de
divisas por pago de intereses al exterior y además otorga mayor autonomía a la política
monetaria al estar nominada la deuda en moneda nacional. En definitiva, disminuye las
probabilidades de incumplir en el futuro. Si mejora la imagen del Estado en el exterior,
también lo hace la de los privados argentinos, que entonces pueden acceder en mejores
condiciones al crédito.

Para reducir esta deuda deben lograrse superávits gemelos, lo cual significa que al cuidado
de la hacienda pública se le agreguen medidas de incentivo a las exportaciones (tipo de
cambio competitivo) y de protección de la industria nacional en momentos de crisis
(aranceles).

A través de todo este razonamiento fue posible apreciar cómo, una vez que ya se ha
sobrepasado un nivel de reservas que garantice la estabilidad financiera, las políticas
dirigidas a reducir el endeudamiento externo, garantizar el cumplimiento de los servicios de
deuda y emitir señales hacia los mercados de crédito mejorará las condiciones de
financiamiento para la inversión, impulsando el desarrollo económico que proveerá los
recursos necesarios para el desarrollo social.

Rosario, 19 de enero de 2010

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