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Werner Meyer
Inicialmente habr que hacer la distincin entre los apstoles constituidos directamente
por Jess en su ministerio terrenal y los apstoles que fueron llamados despus de su
ascensin al cielo.
En San Juan 1:36 Juan El Bautista reconoce a Jess como El Cordero de Dios, quien
posteriormente a ser bautizado escoge a sus 12 discpulos, a los que llama apstoles.
Lucas 6:12. Es decir, que estos iban a ser conocidos como los apstoles del Cordero.
Apocalipsis 21:14 Y el muro de la ciudad tena doce cimientos, y sobre ellos los doce
nombres de los doce apstoles del Cordero.
!
!!
!
En el libro de los Hechos (9:17) se relata cmo El Espritu Santo confirma a Saulo,
habilitndolo para una tarea: llegar a ser un apstol y perito arquitecto de Su iglesia.
Esta sera una nueva generacin apostlica conocida como los apstoles del Espritu.
Apstoles
Espritu
del
Apstoles
del
Cordero
Jacobo
10
12
13
Juan
Felipe
Tadeo llamado
Judas
Bartolom
Andrs
Mateo
Eran hermanos
Jacobo hijo de
Alfeo
11
Toms (el
ddimo)
Eran hermanos
Simn el cananita
(el zelote)
Matas
14
16
Bernab
Andrnico
17
Junias
18
Tito
19
15
Pablo
Silvano
20
Timoteo
21
Santiago
22
Epafrodito
23
Apolos
24
Judas
La funcin apostlica delegada por Cristo cuando ascendi por encima de todo, tal como lo indica Efesios 4:12-16 va dirigida a lograr varios aspectos dentro de la iglesia, uno de ellos es perfeccionar a los santos para la obra del ministerio; otra sera propender a la unidad de la fe y del conocimiento
hasta que se alcance la estatura del varn perfecto. Y una ms sera mantener firme la doctrina que lleva a la madurez y as no ser naufragar en este mar de confusin que empieza a levantarse contra la iglesia de Cristo. Es por dems notorio que la iglesia an necesitar ser perfeccionada,
capacitada y dirigida por ministerios apostlicos genuinos, que no comprometan la doctrina y que puedan cumplir el cometido para la edificacin del cuerpo de Cristo hasta su pronto e inminente retorno. Una iglesia sin apstoles es como un barco a la deriva. Que pareciera estar navegando con
seguridad, pero que el rumbo es incierto. Es tan imperiosa esta necesidad, que Dios ha dejado formas explicitas en su Santa Palabra para probar a aquellos que se dicen ser apstoles y recibirlos o desecharlos segn sea sus resultados. Apocalipsis 2:2