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TIEMPO v Ly Glsd Gealge ae. “Ss gpa INDICE 1. Tiempo pasado 2 Critica del estimonio: sujeto y experiencia 3. Laretirica testimonial 4. Experienciay argumentacia 5. Posmemoria, rconstrueciones 6. Mis lide la experiencia Agradec miento 2 59 95 125 159 167 1. Tiempo pasado Elpasndo es siempre conflictivo, A él se refieren, en compe tenca, la memoria y la historia, porque la historia no siem- .y la memoria descontia de pre puede creerle ala me tu reconstruccn que no ponga en su centr los derechos del recuerdo (derechos de vida, de justia, de subjetividad) Pensar que podria darse un entendimiento fil entve ests perspectvas sobre el pasado es un deseo o un lugar comin. Mas alla de toda decisn pibica 6 peivada, més ali de Iajusticiay de la responsabilidad, hay algo intratable en el psado, Pueden reprimirlo sé la pacologia psicologica, i telectual o moral; pero sigue alli, lejano y proximo, ace- chando el presente como el recuerdo que irrumpe en et momento menos pensudo, © come la nube insidiosa que rodea el hecho que no se quiere 0 no se puede record Del pasudo no se prescinde por el ejercicio de la decisién nid la imeligencia; tampoco se lo convoca simplemente por un acto de ka voluntad, El regeeso del pasido no es sicipre un momento liberador del recuerdo, sino un adve hiasento, a captara del presente Proponerse no recordar es como proponerse no percibir tun olor, porque el recuerdo, come el olor, asta, incluso cuando no es convocado, Legado de no ve sie doude, 1c que se Yo desplace: Pe inca ests completo. Ere tubte (en todos los sentidos de ess palabra). pasado, Pa dec de algin modo, hae presente Yel recuerdo neces det presente porque, como fo seal Deere a propasto de esde- | erpon, el emp fropio del recuerdo 8 Dre «a vecordar y, también, cir, eb nico tiempo aprpiad Serpe del cul el recuerdo x apoden, haciendo Prefs ‘el pasado puede no hablar. Una fais wn esa, up | Bicino pueden sosener ta prin eso sole de modo mina, excepto ques elimi- evindoto (exe fue et enloguer pari de los proximativo 0 igurado se 10 En condiciones subj presente, Esa obstinada invasion de un Ge 1a Nietasche, quel de contra uma "ie impuo “a } teat pre cl pasido, La diatriba niewscheana c elcontexto de enemigos contempor sualerta, sto” repican el duelo 0 n embargo, tambign fueron las déea tag del pasado-espect iste neohisoricismo deja diconformes a ls historiado- esa los ideGlogos, como la historia narra wetoriana de Jj aconforme alos evolucionistas darwin. ie vi embargo, que ls operaciones con In storia entraron ven at mereado simbolico del eapitaismo tardio con tanta reaia como cuando fueron objeto privilege de Las ny nbiaron tiuuciones escotares desde fines del siglo XIX tos objetos de la historia, de la académica y de la de circle i tidos idénticos. De cin masiva, aunque no siempre en 5 sn tao, la historia social y cultural desplazo st estudio i ‘Gals ndrgenes de las sociedades moderns, mowicando ta mocin de rojeto y la erarquia de los hechos, destacan- do to pormenores cotidianos artculados en una poésca de la histo del deualle y de lo concrete. Del oto, una tia para el mercado yano se Bimita solamente al narracin ide una gesta que los historiadoreshabrian ocutade 0 pase to por ato, sino que ambien adopta un foco proximo 2 tos actoresyeree descubrir una verdad en Ia reeonswe cin de sus vids. Tos cambios de perspeetiva no podrian haber suced losin via vaiacién en las fuentes: e aga espectacular de ia historia ona es reconocido por la csciplina academics aque, desde hace varias dca, conser completamente ves a fuentes testimonials ores (, POF MOMEHEOS dda ta impresion de que as jumga ms "reveladoras): Por st pate, historias de psd ns reciente, sotenin ct sivamente en operaciones de ba memoria, alcanzan Uni iculavion exteadiseph iplinaria que se extiende ula esfera pi blica comtnicacional, la pol aoa a politica y, a veces, reciben el in lio del estado, Vistas de pasado Las"Vistas de pasado” (seg la Formula de Benveniste) son comssucciones. Precisarn iamente porque el tempo del pasido cs ineliminable, un perseguidor que esclaviza 0 libera, su ripcigin en el presente es comprensible en Ia medida en goete bo opsce mean n precedinentes de nde eimespeabe de enpo Delpundoe tala sin spender pre mecha ts persis acl raps ue pueden cerrado circu hermenéutico une la yeconstrucci6n de los 4 pretacin de ss semsidos y gaan fertewmbiciin de loa. con inter ais gee ar eect de gio DK fon a cnc i MOT? eee poses a wees nese POF neh concepialmenteertneat, Si como sje hase 70 consideran gene feuarenta afios HansRobert ass M5 gemeral de ona iterate, come fe PAS s deh XIX, ls historias cri a hit sew de os gos Hoiador re sens, gi aun psc forma or ne ea presopanen sempre me ei Fae el metodo de a cpio bi tenes) supervza os mao® ca inclu das ws achas de poder ac see purucign del pasado, 0; por To menos: cons gue exe es un ideal episterorogice q¥e SEES vain de gus productos. La discsion de las en ee Co stint de ry ee pce gt err ae vane empacineen pr de modo abuso w AgNieSe pees det metodo, sno que cemeste ie SS cia poveanes prcsamete pong pertizen baer Ut historia mejor : Ta de cies msi, en cami, es er a cananins con que presente mule faneionsl eas to del pasado y conser que €¥& Iegitime sompletaente le ponerto en evidencis. Sino encuentra respuesta en a esl yea actual, ha fracasudo y carece completamente de interés La modalidadl no académica (aunque sea un histo: riadorde formaciGn aeacémica quien la practique) esc cha los sentidos comunes del presente, atiende Iss creen cas desu piblico y se orienta en funcidin de ella. Eso no Ia swuelve lisa y lanaimentefals, sino conectada con el imag nario social contemporineo, cuyas presiones recibe y acep- ta miscomo ventaja que come limite Esa historia masiva de impacto pablico recurve a una. misma formula explicativa, un principio teleol6gico que segura origen y causalidad, aplieable a todos los fragmen- tos de pasado, incependientemente de la pertinencia que demuestre para cata uno de los fragmentos en concreto ‘Un principio organizador simple ejerce su soberanta sobre acontevinientos que la historia académica considera infu dos por principios miiiples. Esta reducci6n del campo de las hipotesis sonticne el interés piblico y produce una nit dee argumentativa y narrativa de la que carece ls historia académica. No silo recurre al reluto sino que no puede prescindir dle €1 (a diferencia del abandon frecuente y de Tiberad del reato en fa historia acaémica); por lo tant impone unidad sobre hs dscontinuidades, ofveciendo uns linea de timp" cosolidada en ss nuda y deseulaces, Sus grandes esuennas explicatives son relaivaente i Aependien ee la materia del pasado sobre ls que impo net uns nea superior de signilicadas. La potencia ong sora de ence cavers zen del “eildo com remy que cone, A cte modo tanbien responder) sor ora ncionles de isin escolar un pane o€ aie naan eee vert amaarie que conduc sac presente, 12 que ide ta legiimidad de fas instituctones es nuevas perapectivas Y NUEVOS colores en algunos paises, yh incorporacion de rice emotes afecaron min as “soins MOO tes" de estilo tradicional ae tcutiades no scadémicas de esrtura eneaan @ Je modo menos regulade por el oicio Y silo det pasado 6 resentes, intelec “ método, en funcién de necesidades Pi rates, afetvs, morales point, Muclo Je 1 #50 27 saa es aeeadas de 1900 y 1970 en ta Argentina (7 DIE? ae os pes de Anica Lana, especiabas 5908 orcnes basadas en fuentes teximonises, PrEEREES 4 acre Son versiones que ese et ser PAB rane las preguntas so ca porque patezen responder ple rey pasado. Aseguan un semis pr x0 Puen OO a muelo sstener I aci6n Sus pricipios SPSS rehplcan moda de percepeon de oscil yO ANCA ‘Coniradicesones com el sentido comin di ven en lA diferencia de La be fe ss Hector, sino {que lo sostienen ye sostien Seeger ooo caus neat a peri odon de a historia response 14m evra que cas ps en amend un ue, sabe - pio explicativo fuerte y con capacidad incluyente. Es cero {ue las modaldades come : les (porque estes 1 crcul cin en las sociedades mediatizadas) despiertan la descon- fionea, la eitiea y if mbign fa envidia ren rencorosa de aquellos profesional que fundan su prietiea solamente en laut ‘nc del método, Come la dimension simbolica de ls socie- dudes en que vivimos esti organizada por el mercado; los cetterios son el éxitay a puesta en linea con el sentido ¢o tovin de los consumidores, En esa competenia, la historia académiea pierde por rizones de método, pero tambien por sus propias estricciones formales ¢ institucional, que fayuelien axis preocupada por reglas internas que por la Dinqueda de le fimaciones exteriores que, sn son aleanca ds por un historiador seadémico, pueden incluso originar tn descoufianza de sus pares. Las historias de eircwlacién, rmasiva, eu eamibio, reconacen en la repercusin pibliea de mercado at legitimidad. H giro subjetivo Hace yeas a iad de muchos historiadores y ciem tticos sociales inspirados por lo eto sitio se despa Is cia bs brujeria, 1a Focura, a est : literatura populas el Inpesinsudo las estrategias de lo cotidiano, buscando el cetille exeepcional, el nastro de aquello quee se opone a kt rormaliziion, y las subjetivdades que se distinguen por “ so, eh erminal, a is, a poses, 1a bri ‘una anonnala (15 Jin porque present una efutaion ls inpoiiones uo jjetos “normals”, cuando reconocid que torso seyutan iineraios sociales uazados sino que PFO} transgresiones y vriantes En 0 1 Michel ero tamibign se acentud eli terés por 10884 onizaban negociaciones, no de imaginativa etnogeatia social adas por los obre- tomando attieulo pion de Certeau presents Tas estrategas invent oxen ta fibriea para actuar en provecho PrOPIOs mas oportunidades de innovacién ni poh asa las herramients i ‘venta dem ani ideolbgica sino cultural usar en & tet pan 0 ears oct na pequeia parte del prot 1 rebelign cotidians, las “retas del dZbil oe e ura los letrados ‘ecribe de Certeas, habian sido invisbles pt ston la vista en Tos grandes movmientos colecti¥08, ye i aeode tes, sin deseubrir, en los plie- cuando no s6lo en ss dit gues cultures de toda pei, fe la identi, invisible desde Ia 6 : ‘en un circulo vieioso de metodo, No el principio de afirmacion pica que definia una Dalterissy, por tame, podia observa Lis hipoteis de Michel de Certeau se han fruit de ws hgtorias le “huevos ste tal mod cout fs idea de yt dei aia 1. at tos" que se lo menciona poco como uno de susinnovadores Ae6rieos (hoy se pesean ms cit en el torrente de Homi UMhabha que en ha historia francesa o el materialism bri nico). Los nuewursuijetos del nuew pasado son evos “eazado- res furtivos’, que pueden haver de la necesidad viewd, que modifican sin espectacul lady con astucia sus condlicio- nes de vida, euyas prcticas son mis independientes que Io aque creyeron las tcorias de a ideologia, de la hegemonia y de Ins condiciones materiales, inspiradas en los diferentes Pp rebeliia y principios de conservacidn de la identdad, dos narxismos. En el campo de es0s sujetos hi acipios de rasgos que las “politias de la identidad” valoran como au- tocorstituyentes, Lis “historias de la vida cotidiana” producidas, en gene ral, de modo colectivo y monogrilico en el espacio acadé- rico, a veces extienden su piblico mas alli de ese ambito precisumente por el interés “novelistico” de sus objetos El paasaco vuelve com euadro de costumbres donde se valo- roo ls detalles, las originalidades, a excepeidn la norma fas curiosidades que ya no se encuestran ew el presente Como se trata de vd cotilians, tas mujeres (espectalstan cen est dimeusidn de to privat y lo piblico) oeupan una orci selevante del ewido, Estos sujetos marginale que habia sido seltivaaente fgnorulos en tras meaos de arrow del pasido, plantean nutes exigent he mite e nel bx excusha sistetniien de los “Aiscunses de ‘li avin, cart, conacjo, acon, ne weondenanjentosdeokgicoy onecpisl del PS jac temitica y ‘personajes coincide com 1 ag de la cultura y los estudios metodotdxiea que 18 s0ci01O5i4 cee rent Ti i . wrt, la vida domésti- racy el iro pionero de Richard Hox 1a obreray popula a rac dt ss em coines dea nee i denones fares eben ws pres $e : loa los estudios cub setoncs murat que tcsn no lo 31% Tras sino también 91a reconsryeciones 3} pasado. ple ese progran nT957; antes re geno de innova teres En UM antes de que s© 10 Hloggart cu esente como EF : ns tos aiios eincuenta del siglo XX, PO never eonider fa las ciencias sociales, ida ser considerado sospechoso Ps Hogg a cop ans recuerdos i expericncion de tunel yadotescenca, sin consierarse obligado 2 funda rrovicamente la introduceiGn de esa dimension subjedts tn el prologo de a edicim frances, Jan-Chavde Paseron fea una form ban fhe lea los lectores que se €n60 vrrom de abordar un objeto que todavia no habia tern hod enabler au egitnidad. Bia 1970, Passeron wt se ents obtiga a ecb: "Bs verdad queen experiene vernobiogrifea no consttye por si sata un prowacdle vHeabyervacion metddia . Pero obra de Hoggan Hee preciuoone a caacteriia, aunque ba vaca de vreripein disiule a woces mi organizacton subpuecntes ‘de ondenare wey un plan de observacion que tee He saenwo exsavo : ribrica y los conceptos operativos del inventario etnogesf cco" En una palabras Passeron reconduce & Hoggart a los marcos disciplinarios, pecisamente porque el recurso a [a primera persona y ala experiencia propia podian enton- ces, 2 quel Iejan debiitaba Laidea de emtenider el pasado desde su Logica (uns wto- Jo 1970, dar la impresion de que los pia que ha movido a la historia) se enreda con la certeza de que ello, en primer lugar, es completamente posible, 1o ceualaplana la complejdad de lo que se quiere reconsteuit; yen segundo lugar, de que se lo aleanza colocindose en kh spectiva de un sujet y reconociendo a la subjetv dal un lugar, presentado con recursos que en nuichos & sos avovienen de lo que, desde mediados del siglo XIX, la Tteratura experiments como primera persona del relato y iscurso indirecto libre: modos de subjetivaci6n de lo max rrado, Tomatlas estas inniovaciones en conjunto, la actual tenencia académica y del mercado de Bienes simbélicos {que se propone reconstruir la wextura de a vida y Ia ver~ dc albergadas en la rememoracion de Ta experiencia, la revlonuci6n de la primera persona como punto de vista, ta teivindicacion de una dimension subjetiva, que hoy s cexpunle sobre los estudios de pasado y Tos estudios elt de om Cate Psa: Reha! Haga a a 2 weendentes, Son pasos rales del presente, no resultan sorprend P ito, porque hay condi- dun programa que hace explo, poraue ha con ogieas que lo sostienest. Contemp ciones ideo! ctenta y ochenta el “giro Hing aque se Ham en los aos 5 dfeot, o acompaiséndolo muchas veces como si sombr’y $6 tna impuesto el gir sujetivo. - Enc reordenamiento itealogico y conceptual de la sori se concentra sobre dad del pasado y sus personajes, que {la verdad de la subjetvidad, sostiene gran i sructiva de las décadas del se- parte de fa empresa reconst senta y setenta, Coincide 0 Jel cultura y los estudios culturales, donde ugar ques ta saciologia d . In identidad de los sujetos ha vuelto a tomar el xdo por lis estructura. Se nace décadas, me- fen los aos sesenta, fue ocupa parestaurad la rin del sujet, que fae, “alsa conciencia”, es decir, diseurso que spulsos o mandatos que el Ia his ra “ideologia” © ‘encubria eve depOsito oscuro de ih Sujeto necesariamente ignoraba, En comsecueriy toria oral el testimonio han devuelto la confiam primera persona que nara vida (prvada, pals fee svar el recuerdo 0 para reparar tiva, politica), para conser ‘una identidad lastimada fea “Axtuc, AT expcio nognificn demas ale la subge | Recordar y entender Este libro se ocupa del pasado y la memoria de las dkimas| Acta. Reseciona no frente aloe uso juriicos y morales dl testimonio, ino frente asus otros uso pablicos. Anali- | wilatransformacién del testimonio en un icono de la Ver dad on el recurso més importante part la reconstruccién ‘del rasudo;discute la primera persona como forma privle- lads frente a discursos de los que Ia primera persona esti ausente 0 desplazada, La confianza en la inmediater de la vor ydel cuerpo favorece al testimonio, Lo que ae propon- {0 esexaminar las razones de esa confianza, Durante la dictadura militar algunas euestiones no po- dian ser pensadas a fondo, se las revs con cautela 0 se las soslayaba a la espera de que eaibiaran las condicio- nes p iticas. EI mundo se diviia elaramente en amigo y | enemigo y, bajo una dietadura, es preciso mantener la conviecin de que la separacién es tajante, La eritica de la lucha armada, por ejemplo, parecta trigicamente para dgjica cuando los militantes eran asesinados, De todos mods, durante los afios de Ia dictadura, en la Argentina ¥en el exilio,s¢rellexioné precisumente sobre ese teina, pero la discusign abierts, sin chantajey morales, sélo em eds, y con muchas dificultades, con ks transiciin detno ia, Han pagado veinte alos yes, por la tanto, absurd nneyanse a pensar sobre evalquier cosa, con ls consecuen- as que pu a tener su examen, El espacio de libertad 4 intelectual se defiende incliso frente a las mejores in- La memoria ha sido el deber de la Argentina posterior a Ja dictadura military foes en Ia mayoria de los pales de ‘América Latina El testimonio hizo posible la condena del terrorismo de estado; la idea del “nunca mas" se sostiene n que sabenios a qué nos reerimos cuando deseamos que ‘es no ve repita, Como instrument juridico y como modo de reconstruccién del pasado, allt doride owas fuentes fue: jos actos de memoria ron destruidas por los responsables, fueron una picea central dela tansicién demoeritica, so%- tenidos a veces por el estado y de forma permanente por organizaciones de la sociedad. Ninguna condena hubiera sido posible st esos actos de memoria, manifestados en los telatos de testigos y victims, no hubieran exist, Como es evidente el campo de la memoria es un campo de confictos que tienen lugar entre quienes mantienen el recuerdo de los crimenes de estado y quienes proponen par sara otra etapa, cerrando el caso mis monstruoso de nes: tna historia, Pero también es up campo de conflicts entre los que sostenemos que el terrorismo de estado es un ca pitulo que debe quedsr juridicamente abierto, y que to sucedido durante la dietadura militar debe ser enseitato, difundido, diseatido, comencando por i escuela. Es un campo de conflictos también para quienes sostenemos que el Sunes mas” no es un cierre que deja ates el pasado si- no una decinin de evita las epetiiones, recordindoto, Dese a que esto quedara claro para que los aryumsentos ‘QUE Suen puledan ser leidos ew lo que realmente atan de phisteat: Voimos una época de fuerte subjetividad y, en ese sent do, rerrogativas del testimonio se apoyan en la vsbili- dad que “o person: hha adquirido como lugar no simple mente de intimidad sino de manitestacin pablica. Esto sucede no silo entre quienes fueron victims, sino tambien y fundamentalmente en ese tertitorio de hegemonia sme Dt que son los medios audiovisual. Si hace es 0 cus two déeadas el yo desperaba sospeciias, hoy se le econocen, privilegios que seria interesante iar Oe ese indent, ung plateel prema deromeger de meni esponde, mis que al borranicata eerie de algo que deberia ser recordico, a un “em igo a tudo, na cult” que cen pases donde hobo wolenca, guerra o ditaduras ail res, se entrelaza con la politica ‘La euestion del pasado puede ser pensida de muchas sanerasy la simple contraposicin de memoria completa y ‘vido no es la nica posible. Me parece necesario avanzat ‘crticamente misallé de ela, desoyendo la amenaza de que, Sse examinan los acruales procesos de memoria, se estaria fortaleciendo la posibilidad de un olvido indeseable, Esto ‘Soman Sontag escribiée "Quiz se Te asigna demasiado Jalora la memoria y un valor insuficiente al pensamiento” La rate pide precaucion frente a una historia en ls que el cexceso de memoria (cita.alosserbios a Tos rlandeses) pue= lie conducir, nuevamente, ala guerts. Este ibro no explors fen fa direccin de esas miemorias nacionales guerreras s ntaugibilidad de cestosdiscutsos sobre el psu, vido por a conc de Sona ms importante entender que recordat‘aunque para entender sea precio, tambien, recordar 2. Critica del testimonio: sujeto y experiencia ‘A lew combates por i historia tambign se los lama ahora ‘combates por la identidad. En esta permutacion del voc uli se rellej la primacia de lo subjetivo y el rol que se Ieatribuye en a eslera pba Sujeto y experiencia han vucko y, por consiguiente, deben examinarse sus aributos Y su pretensiones uns vez mis, En la insesipeién de la ex periencia se reconace una verdad (goriginada en el sje to?) ams fielidad a lo sucedido (zostenidla por un nuevo realsmo?), Al respeeto, algunas pregunta Quérelato de la experiencia est en condiciones de eve dir b contradiccin entre la fijeade la puesta en diseurso y a maviidad de lo vvido? -Gusda la narracion de ka expe rieraia algo de la intensidad de lo vivido, de la Ekbni? 0 sinh rte las ianumerables veces que ha sido puesta en. dliscurso ha gests toda posibilidd de significacion? cla cexporiucia se disuelve se conserva ea el relate? 2s pos ble wcordar una experiencia o lo que se recuerds essa previantente puesto en discus, y asi slo hay una sues de relatos que no tienen la posbilidul de reeupe rar ada de be que pretenden como objet? ZF rela, ew togar de revive ln experienca, 3 a forma de ana ferzindola a responder a una convencion? éTiene alg ivir ta experiencia o e1 dnico sentido esti en sentido re peluso contra ella? ‘omprenderla lejos de una revivencis in San grant I primera persona para apts nt a "Debe prevalecer Ia historia sobre el individal eave la Soe teens? sana yon age goed anyon zone ice de memoraae ets partum ser 0 pa? ee pte eas prunes 10 pote: Ea sree ee Uruguay ye 1578 Aegis 1a eg pole dead enue Ls renee ue se esablecen reaizan actos : esi) que consi pos de concentracion, desaparicion, se novedosos, en la historia politica de estos derainosinéditos, pales, Dest antes de a ransictones democrats, Pero rrenluadamnente partir de ellas fa reconstruccién de eo+ jlencia estatal por vietimastestigos es wa dimen scia, Pero, adem actos de vi sion juridica indispensable a la democrs dae que fie ba bave prouoria de ui condenas al er fn. haciendo pos cl wetimonio se ha convertido en un relate lo en ln Angentina (y 10 be en Chiter, ite yan impacto fuera deb excena julia, AME donde ope ra cultural ¢ ideoldgicamente, se movers las tentative respuesta as preguntas del comienz0, Lauri Be TesTMIOMo SUETO VENFERIENCLS » Narracién de la experiencia La narvacion de la experiencia esti unida al cuerpo ya la vor, uns presencia real del sujeto en la escena del paste do, No hay testimionio sin experiencia, pero tampoco hay ‘experiencia sin narraciGn: el lenguaje libera lo mudo de 1a experiencia, a redime de su inmediatez o de su olvido yyla convierte en to comunicable, es decir, lo comin. La na rraciin inscribe la experiencia en una temporaldad que no es la de su acontecer (amenazado desde su mismo co- rmienzo por el paso del tiempo y lo irrepetible), sino la de su recuerdo, La narracién también funda una temporal dad, que en cada repeticin y en cada variante volveria actualzarse, aug del texionio es, en si mismo, ana refutacién de to que, nt as primeras décadas del siglo XX, algunos consi deraron su cierre definitivo, Walter Benjamin, frente a las cis de tamu de rehito a caus del agotamiento de La experien la primera guerra mundial, expaso el ago- cia que le daba origen. De las rincherasy los renee bata lade fa guerra, afr, los hombres vovievon emnnuecios Como es imegable, Benjamin se equivocaba en lo reativo ss biesciaee de testimonios, precisunes we porque “a queers de 1914-1918 marca el comienzo del testinonio de mass” " Aness Wi, ea Pa Pl, Np 2 # sex sanbo fclew te6rico del ‘San embargo, ¢4inkeresunte anatizar el ie argeunento benjaiiane: shock habia liquidado la experienc va experiencia en sf mista To que s€ v8 sransmisible y como shock era dem © Los hombres mudos no habrian <1 ‘delo que bsbian vvido,y €l seta fuerte para “el minssculo y gil ‘evexpo human" trado wna forma patel reo rea solo conserva del pasado fas nubes pana de Ua gu as nubes", porque s0BFe Menjin seiaa com preciso eee eto habia olado el acin de vt cambio, PFE veep snd Ts primerascoimnas de oldados ee" ve outa lox campos des primes baal En de ‘La mow mégicay de La marcha de Redtshy son vatacio: ve sobre la legada de algo que no se esperaba a SPE ve de maligna potencia de redencion jnverst que tering on lo anterios, destruyendolo radialnuente, sin posi se incorporaran 4 ningan porvenit : satro donde -Entonces, los hombres que fueron Tevados a ves erza desplegésu novedad perdicron la posbildad de 1s, porque ela es fue completamen reconocer su experie te ajenay su eanictr inesperado (para e408 ois ve vvanzavon en wire de gata baci el burro de fs it jemtarse con os tut her, para est caballo que Hs nutes ug de fo ve aka i 170 pF caine, ng resnMoMo, swero YENPEIUENGS st ‘ques despucs de los desfiles de despedida donde la victoria preci aseyurada para todo ef mundo, para todos los €on- tendientes enemigos) provocd que lo nuevo no pudiera ser Vivide sino fisicamente, en los mutlados, los enfermos, tos hhambientosy los millones de muertos. "Lo que, diez aiios despus, se vertid en el eaudal de los libros de guerra, era tuna cosa muy dstina de la experiencia que pasa boea a bo- ca", ecribié Benjani, En clsieo ensayo sobre el narrador, Benjamin expre: 16 no slo una perspectiva pesimisa, sino n nedlica, por {que lo que se ha ausentado no es simplemente el relate de levi sino la experiencia misma como suceso compres sible: lo que sucedi6 en la gran guerra probaria la relacidn inseparable de experi ncia y relat, por una parte y ame bien que tlamsimos experiencia a lo que puede ser puesto cen Feito, alo vvide que no sélo se padtece sino que se transite, Exste experiencia euando la vitima se convier- te en testigo. Hija y producto de la modernidad téenica, ta primera guevra hizo que los cuerpos ya no pudieran com prencer, ai urientarse en ef mundo donde se movian. La gern anf experiencia. Lone melanciico del urgumento benjausiniano se ex tiene cia at Aunque ka guerra led wn earscte def hitvoal cicrte del clo de narraciones sostenids por ka ex periencia, varios siglos antes, en la ennengencia de la todernidad capes, el narrator del gestay la yur, come Odinou 0 hn esangetista, comenai a perder danni sobre su historia, EI Quijotees, desde el romantiismo hasta los Formalistas russ, wn textodnsigaia, porque bs novela Mo- vhesna: nace baj el signa irénico del desencanto, AUnAME who cx meneionado, Lukes da la clave inverpretativa de 18 vrovela en trminos de dexgarransiento de un mundo don: viel desimeligencta entre lo vtido ls comprension de lo hido escinde el acto de su narracin. Debiitadas las rite vies uasvendlentes que estaban detrs de la experiencia y¢t eehato, toda experiencia se waelve problematica (es deci, vro encuentra u significado) y todo rlato ests perseguido por un momento autoreferencal mtanarraio, ei re inmediato. La experiencia se ba desconcertado y ttt bién su puesta en dneurso: “Ab, za quiém pedir ayuda? No fal angel alos homes, Hs astos animales ya se Bat dado evena de que no confiamos ni nos sentimos €n CAs cnet mundo de los significados"® Benjamin se refiere un ccmmudecinento", a partir de que el relato de una &xpe viene signiatva se ecips6, mucho antes del stack de 1 cry del sick cnc de ta moderna, con el HB vrjento de bs novel, que tomé el Ingar de hs “Tormas arte venates” de eransmisin, ex deci, auellas araigadas en 1 snmediauez de lvoe, nun mundo donde el peligro rode (he wai 20) exinca ps TesTIMONO, SUIETO YENPHAIENCLA s pba la zxperiencia (la hacta posible), en lugar de habitar fen su centro, En el momento en que riesgo de la expe: riencia se intetioriza en la subjetividad moderna, el reat de la experiencia se vuelve tan problema ico camo la post bilidad misma de construe su sentido. Yexo, silos antes de Flaubert y La ecacin sentimental ‘Cuando la narracion se separa del cuerpo, la experien ‘Gia se epara de su yentida, Hay una buells utopica retror pectivaen esta ideas benjaminianas, porque depeniten de fa creencia en una época de plenitud de sentido, cuando el harrador sabe exactamente lo que dice, y quienes lo exc chan lo entienden con asomnbro pero sin distancia, fascine dos peo nunca desconfiados 0 ironicos. En ese momento Uwopico To que se vive es fo que se relat, To que s© rela ces lo que se vive, Naturalmente, no corvesponde a ese mo mente legendario la nostalgia, sino la melancoia que te¢o- nove su absoluta imposibitidad. Sise sigue a Benjamin, resulta contradictorio en term hos tebricus y equivocado en términos eriticos afirmar bs posibidad del relato dela experiencia en la odernidad ‘especialmente en ls épocas poseriones al sak de Is rss ura ata desgaré a rama de expetienciay discus, qué dey Jentos no prexhujo et Holocausto y, despues fos crinenes masivos del siglo XX, ef Gulag, las guerras de Tinypicea racial el wrvorisino de estado? Trabajansde ais bien al costado de hs hipstesis wre expe enc y Feit, Hej abr ot nea de reflex ‘a ftosofia de la historia es na revindicaci6n de lt memo- is como instancia reeonstructva del pasado, Los Uamados hechos” de la historia son un “mito epistemalogico”, QUE reificayanula sa posible verdad encadensindolos enn ree to dirgido por alguna tcleologia. En [a esela de Nicwsche, Benjamin denuncia el causalismo; en t ete de engson, ‘eualidad psiquica y temporal de Jos hechos de reivindc neniorin, EL historiador, seguida esta afirmaci6n en todas vias consecuenieias, no reconstruye Tos hechos del pasado (eso equivaldrfa a someterse a una filosolia de fa historia reilicante y positvista), sino que Jos “recuerda", dndoles asi su cavdeter de pasado presente, respecto del cual hay siempre una deuda impaga. ‘Benjamin, entonces, hace dos inovimientos que se entre- tazan en una contradiceién desgarrada, Por un lado, vial 1a disolucin de la experiencia y del retato que ha perdido ta verdad presencial antes anclada en cuerpo y la vor Por ‘uo lado, critica el postvismo histrico que reiicaia aque Ho que eel pasido fe experiencia yal convertisto en “he “cho”, anularia su relcion con Ia subjetividad, Sin embargo, Wise acepta Ia divolucion de la experiencia ante el shock, ese “hecho” reilfeado no podefa ser sino lo que ex un resto oe timo de wenyporalad y subjetividad inertes, Benjani 364 bela fete a esto, a eaés del movimiento ron hice de ta redencion del pasade por Ht memorisy ve ‘Jevuvevia al pasado Ta subjetiniad: a storia come weno rind Ia noni, es deci, como diensién temporal sib iva, Como sc sla memoria de bs historia posibiitaria una restauracién moral de la experiencia pasida, subsite el pro blema de construir experiencia en una época, la modernt dad, que ha erosionado su posbilidad y que al hacerlo, tan ‘ign ha ywueko tries las Foerzas del relat. ‘Eau uporia no se resueie, porque las condiciones de re- denciin de la experiencia pasida estin en ruinas. El pens rmienwo de Benjainin se mueve entre un extrem y 54 opues to, resonociendo, por un lado, las imposbiidadesy, por et tro, et mandato de wn aeto mesiinico de vedencion. Por dria decirse que las aporias de la relaci6n entre historia rmemnaria se esbozan ya isi completamente en estos textos, Hasta qu Benjani Muerte y restrreccién del sujeto Lo que hacia famiar al mundo ha desapareeido, El pase do y la experiencia de los viejo ya no sirven como rele rencia para orientarse en el mundo moderne e iluminar cl fimuro de as jovenes generaciones. S huicad de la experiencia."t JeanPierre Le Gotf localiza ‘esta ruptua en fos alos sesenta del siglo XX y ba expica conargumentos de innorcion teenolqica, clara Y me Jeanine Le all Ma 6, ita es 02 [18 p EssseeeHeeeaeeeee eee aeeeReSEEees eee eeaeeeeEesa seacoast iauidad ral, Lo que describe como destruccin de ls con wciones no proviene de ta “naturaleza” de lt centre gene ‘experiencia, sino de ba aceleracién del tiempo; no provie- ne del shock que dejé enmudecidos a los saldados de la primera quetra, sino de experiencias que ys no se entien= iden y son miutuamente inconmensurables Tos jovenes per= tenecen a una dimensién del presente donde los saberesy lus ereencias de ss padres se revelan initiles, Al donde: Henjamin sefal6 la imposbitidad del relato, Le Goff (y antes Margaret Mead) seial6 su caricterintransferible en- tte generaciones diferentes. ‘Benjamin capts algo propio de la modernidad capitals: lla habia afectado as sub- Jetividaces hase enmudecerlas; en ella, slo el movimiento tan su sentido mas expect de xedencién mesidniea podria abrir el horizonte utopico de una restauracion del tiempo histrico por la memoria ‘que quebraria a corteza reificada de Tos hechos. Quienes sostienen, porsu parte, la hipétesis de un cambio en la con- ‘inuidad de las generaciones, sefalan un tipo de inconini- cabilidad de la experiencia de caricter diferente. Se trata de la crisis, tambien moderna, de la autordad del pasado sobre el presente. Lo nueve se impone sobre lo viejo por st Inuinseca cual liberadora. Todo esto ¢s bien conocido desde lis vanguardias estéticas de comienzos del siglo XX: Jo que ellas sostuvieron para el arte desbord sob a vid en las décadas siguientes. Fn este corte entre lo nuevo y lo viejo no esta ht subj tivdat en juego, por lo menos en primer lugar La crisis de la dea de subjetivida proviene de otros proceses y po de gran expansividad ands alls del eampo flos6t co pair de los aihos sesenta, El estructuralismo triun- fante conquiste territories desde la antropologia hasta ta ingistica, la weorta literati y las ciencias sociales, Ese cx pituly esti escrito y eva por titulo “la muerte del suje- to" Cuando ese giro del pensamniento contemporinco patecia completamente establecide, hace dos décadas, se prodijo en ef campo de ls estudios de memoria ye me- imorin colectiva un movimiento de restauracion de la pric acin de e308 sujetos expulsados durante los iios ante riores, Se abrid un nuevo capitulo, que podria Hamarse “el aueto resuciado” Pero anes de celebrar a este sueto que Mis vuelto lev da, conviene repasar los argumentos que decretacon st rnuerte, cuando si experiencia y su representacibn fueron rites ydeclaradas imposible. Fi 1979, Paul de Man publicé un arsiculo que, sin men ciowat la moda de fos extudios suobingrticos que dominae tise baa teria, ert una etea radical la poste Tide iss ee etablecer evalquier sistem de equivalents sastaiciaes entre el yo de ut rebito,st autary bs espesieneit * esate iva (uiingulo semiologico en el que se apoyaba la eorts ide la awtobiogralia de Philippe Lejeune, que lo presenta ‘como un "pacto de lectura”).# Brente a a idea de que existe tun énero este, sostenido por el contrato entre oF ¥ rector, de Man nega la idea misma de género autobiogr ic co, Lo que las lamadas “autobiografia® producen es a ito sidn de una vida como referencia” y, en consecuenci Lt itusién de que existe algo asi como un sujeto uniticado en el tiempo. No hay sujeto exterior al texto que pueda sostener cesta vin de wnidad experiencia y temporal ‘Las lamadas autobiografias serian indistinguibles le ka ‘eci6n en primera persona, una vez que se acepte que es imposible establecer un pacto referencial que no sea it sorio (es decit: Ios letores pueden creerlo, incluso eles ctor puede eseribir bajo esa fusion, pero nada de 0 ga rntiza que ella remita a una relacion verfieable entre un yo textual y un yo de La experiencia vivida). Como en 1a Ficeijn en primera persons, todo lo que una “autobiogr fia" puede mostrar es la estructura especular en ls que ale uien, que dice Hamarse yo, se toma por objeto. Es decir {que ese yo textwal pone en escena a un yo ausente, y lve ss sosteo con esa mfarara, De este modo, de Ma dete Iteuinbne de NTE Hw de Phlge ej. eps atop a ln, Ma Saba, Meu syn, WH] ‘unc DE. TeSTIMONIO.SUIETO YENIRRIENGLA ” ne La sutbiogratia (Ia autorveterencia del yo) con la Higue rade la prosopopeya, ex decis, el rope que otorga la pala bra aun muerto, un ausente, un objeto inaninnado, un animal, un avatar de la naturaleza, Nada queda de ta at temticdad de un experiencia puesta en relat, ya que la prosopopeya es un artfclo retérico,inscripwo en el orden de los procedimientos y de las formas del diseurso, donde la vor enmascarada puede desempefiar cualquier rol: ga rante,consejero, fiscal, jet, vengador (enumera de Man), Layor de la autobiografia es la de un topo que hace las veces sujeto de lo que narra. Pero no podria garantizar identidad entre sujeto y topo. Ein aus estudios sobre Rousseau (agrupados en Alegorias de la ctura), de Mat afirma, que ls conciencia de si no es luna representacidn sino la “forma de una representacion” Ta figura que indica que una mascara esti hablando. Habla ‘el pessonaje (perma, mascara del teatro clisico), que m0 ued: ser medido en relacibn con la referencia que su mis imo discurso propone; ni puede ser juzgado (como no se juaga al actor) por st sinceridad, sino por su presentacién de an estat de "“Sinceridal”, En consecuenca, esa mises ra noes iguda por ninginn pacto refereucis; no ly pare ido ue pueda jangarse esencial su disc urve ni probarse tra de 6, Lo sevisivo es la ateibucion de vor que seh tea mas de ba bowa de I siseara: no hay vera sino wnat niseara que dice decir st yevaad (de misearas de ven do, de vet, seluctor, de sete) La critica de Paul de Man a bs autobiogratia ex posible: mente el punto mis alto del deconstruecionismo Hteraro, {gue todavia hoy es una line heyeméniea, No puede pasa ndicacién del testi> se por alto, en la medida en que la rei rmonio y de la verdad de Ia vor se hace in vomar en event qe si se quiere avanzar en ese camino, es necesaria una respuesta esta critica radical, Es mis, casi podria decinse ‘que muchas veces, en los mismos espacios en que se dfn den las tesis de De Man, seafieman ls verdes de la subje- Aivdad y de sus testimonios autobiogriicos, Poco después, en 1984, Derrida presents algunas refle siones sobre autobiografia que tienen fuertes afinidades, el texto de Pa ‘de Man? En su evtica, las bases filo- sofieas de un testimonio autobiogrifico son imposibles Derrida niega que se pueda construir un saber sobre fa experiencia, porque no sabemos qué eslaexpertencia. No hay velato que pueda darle unidad al yo y valor de verdad 41 lo empitico (que queda siempre fuera), No sabemos tampoco por dénde pasa la Fines movil que separs lo ese cial de los hechios empiricos entre s,y un hecho empirico de algo que Ho lo es, Lo que en fa autobiograffa se mani fiesta como identidad de stujeto con sus enunciads loestdsostenido por ha firma, “Un autor, que es una firma agri signed de Ns to Th a of he Oe, Nace Yar, Shen Books, 1 pig di om pn ee | ‘edi os testsiosto sigero veNrrasencls a que ibn excribe Nora Catelli* leclara como narradorsujeto de su propia narra: Por lo nto, el interés cle Ia autobiogralia (Dertida ests leyento Ecce hom dle Nietsche) reside en tos elementos que presenta como ciniente de una primera persona cuyo tne co fandamento es, en realidad, el mismo texto, Nietsche ‘escribe: “Vivo demi propio crédito. ¥ quiza sea un simple prejuicio, que yo viva" El yo s6lo existe porque hay un con: rato secreto, una cuenta de exédito que se pagar’ con Is muerte, En la frase de Niewsche, De clave lejos del acuerdo por el que los lectoresadjudiea- rian an crédito de verdad al texto, éste solo puede aspirar 4a la existencia si el crédito de su propio autor lo sostiene, No tay fundamento exterior al eieeulo firmatesto y mats cen ent dupla esti en condiciones de aseverar que se dice sa verdad. ‘Como de Man, Derrida hace Ia evita de la subjetvidad ‘ya critica de la fepresentacion, y sefala ef modo en que cualquier retato autobiogrilico se despliega buscando per sud Fer homo lo dea wer desde ss printers nea: ain tcrveucidn autobiogriica es pr damo sua, por eso la nece- sidad de su exainen ret6rien, No es necesario suseribir un episemologia nist para terest posciones a wna dis ‘ein con las eoncepeiones simples de la yerad en elt sn apr eabignjin (Bnclos, Lamen, 1), Cae ee timonio autobiogeiico o con las ideas de que un relato de posmemoria (como se veri mis adelante) es vicario. Para de Man y Derrida ser vieario no significa nada, que antes de ese veario no hubo un sujeto que estusiera en condicio- nes de pretender ser sujto verdadero de su verdadero tela to. El syjto que habla es una mascara o una fm. “Quive darle al lector Ja materia prima de la indignacion” La frase ex de Primo Levi, Sela, como es habitual en Levi, 1 nicleo del problema sin necesidad de grandes gests teo- ricos, Su testimonio sobre Auschwitz e una materia a partir de I eval puede emerger un sensimiento de indole moral Las condiciones que hacen posible su testinonio sou extre nas, y por eso mismo lis reglas que lo regutan deben limi Lar todas las posbilidades de la exageracidn. Nunca, dice Lei, un testimonio verdadero debe abrir kx posiilidad de ‘que un testinonio exagerado tome su lugar La materia pri- ta de la indignacidn debe ser restringida, Siete es un hom re es un testimoni pa 0 yen vistas ala proliferaciin de hhortores que toma por objeto, breve A Lexi no pueden phanteirsle los nies problemas de 1a primes persona del modo en que éta queda sometia sospecha eur se eritca ht com sida del sujeto. Por et ontraia, Levi habla por dos ones, Lat primera ext caine ve tesrioste Suro VexreBuENClA 6 tual, pcologica,éteay compartia con cis todos los ques Jen de Layer: simplemente es imposible no hablar La segu da tiene que ver con ef objeto del testimonio: la verdad det campo de concentracion es la muerte masivs, sitemstiea, y de ela slo hablan los que paedieron exapars xe destino; el sujet que habla nose elige a sf mistno, sino que ha sido ete sido por condiciones también extratextuales. Los que no Lue ton ssesnados no pueden hablar plenamente del campo de uci; hablan entonces porque otros has mucrto y cen se lugar, No conocieron Ja funcion ditima del campo y por tanto sobre ellos no oper6 su ligiea por completo. No hay pureca en la victim que esti en condiciones de decir No hay plenitud de ese sujet, Era tipico del Lager volverse culpable en alguns medi- tu cto da, yo, por ejemplo, acepté trabajar en un Laboratorio de 1GFarben.” La “rey era ceder” porque (except en fas se bieviciones,cuya eusldad inevitable era suicida) et Lager ho es un espacio de resistencia Todos, prsioneros y nas perdian parte de si humsnidad y el sujeto del vestimonio del campo no esti convencido de ser sujeto pleno de lo que vat ewuneiat: Pore catrato, es un sujeto heride, no por aque pretend ocupar vearamente ef gar de bos mers, sinus porque sibe de anterano que ese lugar no Te corres: pode. Halon entonces tasmitience wis “wateria prt tha’, purge el que debevia haber so el sjto en primera ha dl teatnonio est ansente, «8 wnt muerte que representa vical. Lax “condos” yao pe 4 sre santo ‘den hablar y ex ilencio impuesto por el ase incompleto et testimonio de los *salvados". Agamben lee 10 mele acl problemitica de un sujeto ausente, una primera pei ona que, cuando surge en el testimonio, siempre esti en reemplazo de otra, pero no porque pueda ser su vcata, st representante, sino porque no ha muerto en lugar del que hha muerto. De modo radical, no puede representar a los auscntes en esta imposibilidad se alimenta a paradoja del testigor el que sobrevive a un campo de concentacion s0- Lbrevive pata testificar y oma la primera persona de los que’ serian los verdaderostextigos, los muertos.” Un caso limite, terrible, de prosopopeys Eltestimonio de los salads esl ‘materia prima” de sus leetores escuchas que deben hacer algo con eso que se les ‘comunica y que es, precisamente porque logré ser comuni- «audo, solo una versin incompleta. Los que se slvaron “no pueden sino recordar” (scribe Agamben) y sin embargo, no pueden recordar lo decisivo, no pueden testficar sobre elcampo en la medida en que no han sido vietimas totals, coma lo fue el “musuln” que se entrega yd de huchar, se separ de aquellos restos desigregatos de sociedad qu ‘quedabsan en el campo, Levi los lama “no vivos", es decir hho sujetos que han perdide la nocién de cualquies limite fica y, pura coment, hn perdido ta palabra e vida, equ he, aks, Pretest, 200 (198). cexinea pe Tso: SUTO YEXETRIENGLA 45 Como Levi lo comprobé en quienes Io escucliaban y to letan,en especial durante los alos inmedistamente poste- rioresa 1945, todo en el campo resulta increible. No s6lo la ‘orgarizacion sistemntica de la muerte; también ta disole cb de las relaciones y de Ja idea social del tiempo. Por ‘40, cel campo de concentracion tampoco se puede repre- sent el aburrimiento de la vida que transcurve, La memo- fia tende a rescatar los “episodios singulares,clamorosos 0 terres ian en un tejido torah mente deshecho, que habia perdido casi por completo sus peto estos episodios suc cuafitades sociales V, en el otro extremo, también es ire presentable la intensidad de la experiencia en el campo, “el periodo mis {que en muchos aspectos fue uns aventi interesante de mi vida", dice Levi. Una amiga suya, que fue « Ravenbruck a los diecisiete avios,afirmaba después aque és haba sido su universidad, Levi eseribié: “Greet en “Auschwitz”, Esta intessidal de la experiencia viva, inerei- bie para quien no haya vvido esa experiencia, es también lo que el testimonio noes capaz de representa Ea suma: no puede represcntar tod lo que la experien- «ia fae para el sujeto, porque se wata de uns “materia pr tna” donde el sujeto testiga es menos importante que los locos morales de su discurso, No esel sijelo el. que see, Fost, Hal, 1, p28 UE ein 88 6 earn santo ‘aura a si asso en el testimonio del campo, sino wa di mension coleetiva que, por opesicin y por imperative ral, se desprende de lo que el testimonio transmit sta perspectiva sobre el testionio es dubitatvay ae mente escéptica en cuanto a su poder de restauracién del Sajetotestigo,y podria explicar el destino suieida de algu- hos “escapados, como Primo Levi, Jean Améry, Bruno Bewelhei potenciasanadora de la memoria, su propio testimonio es “Aunque Lev sea ctado por quienes creen en It autelosamente acompaiiado por un esceptcismo que im ‘como principio de cica- pide toda teodicea de la memor trizacin de las heridas, Para Levi, su testimonio no repre senta una epifania del conocimiento ni tiene un poder de sanacidn de Ia identidad. Bs, simplemente, inevitable por tazanes prcologieas y morales, La preacupacién de Levi por to menos durante los primeros afios de a posguer ts 8 fa de ser eseuchado y cseido, Mientras estaba en los can pos, suuehos prisioneros ya desconflaban de la forma en {que a relat (s xe relato se olvia posible) seria tomado. sta difcultad es bien evidente cuando se piensa en tér aninos de serdad, Rica, al referitse a ls testimontos ori ximados en la Shoah, dice que establecen un caso limite, porque es dificil incorporarlos al archivo y suscitan una. verdadera “crisis del concepto de testimonio’ It Son una ‘ence 4 1STINOMIO-SLJETO VENHRRIENCLA « cexcepesn sobre ls cual es complicado (quizss itopropio) igercerel método historiogrfico, porque se trata de expe- riencias extraordinarias, que no pueden mensurarse con ‘otras experiencias. Pero si Ricerur esti en lo cierto, sts yertenda sobre los testimonies del Holocausto como aso limite permitira también pensar hacia adentro de fos Kimi tes. El testimonio del Holocaust se In convertido en mo: Den sus raxgos a casos no Kimite, ineluso delo testimoni ido que uu caso Limite transfiere condiciones de tes monio completamente banales.!¥ No s6lo en el caso del Holocaust el testionio reclama que sus lectores 0 eset ‘has contemporineos acepten su veracidad referencial, po nniendo en primer plano argumentos morales sosteniddos ‘en ef tespeto al sujeto que ha soportado los hechos sobre fos cuales habla, Todo testimonio quiere ser erefdo si ‘embargo, no leva en si mistuo Ins prucbas por las cuales puede eomprobarse a veracidad, sino que ella deben ve pir dee ufuera ‘a condiciones jdicales, por ejemplo en el juicio ls tres juntas de comandantes de la dictadura argentina, los fiscakes ve vieron obligados « eleyi, entre cientos, a fos tex tigos sya palabra fciltas el ejerccio de as relay de ba ean ea anv quem cede cof pai rma pr Hg Wee en Haus y pent Bu Ae St eee a egret proc, En condiciones no judicial, el veainonio pide via conaideracion donde se mezetan los argumentos de st nd, sus legitinias pretensiones dé credibilidad, ys nie idiad sostenida en la unicidad del sujeto que To enuncia on au propia voe, poniéndose como garanta presente de qo que dice, incluso cuando no se trate de un sujet que soportade sitoaciones fimite Si como afirma Ricaour en Temps eri, el testimonio ‘esti en el origen del diseurso hist6rien la idea de que sobre tun tipo de testimonio sea dificl, cuando no imposible, eer ‘eer el métudo critico de la historia, pone una restricciGn. ales pero a sus upos historiogeifieos. si es admisible que wn acon que no concierne ass funciones sociales 0 judi ecimiento de cardeter excepctonal como el Holocausto re ‘lame para si una cuaidad inabordabe, es posible pensar Jos testimonios contempordineas que no surgen de stcesos ‘comparables con aquellos que volverianincocables fos ea monis de! Hlolocausto, La ertica del sujeto ys verdad bt ‘ritica de la verdad de ta vor y de su conexi6n com wna ver dul de la experiencia que afloraria en el testimonio, incl so cuando no se sigan las conchisiones radicales de De Mian } Dersida, es eceniria excepto que se decida ajatiea testimonig un valor referencial general del que se deseo fig ewanalo otros discursos fo reivindican para st, La penple jac de Riewur Henke a fos testnonios del Hotocssto, {qve escapes vg de a cit, iene suficientes 240% py pene ellis no son sficiemes para otras canes, FL est ‘ews ts eSigHo:SUpev0 VENPERUNELS ” monio, por su autorrepresentacién como verdad de un si. {eto que relats su experiencia, pide no someterse a las re- {las que se aplican a otros discursos de inteneién referen ‘il aleganido ta verdad de la experiencia, ewamdo no la del sulfriniento, que es ka que precisamente necesita ser exami nad, Aci hay un problema Frente a problema, el recurso al optimismo teérico La a:tualidad es optimist y ha aceptado la consteuccidn de 1a experiencia como relato en primera persona, aun cuan- do desconfie de que todos los demas relatos puedan remitir dle modo ms ‘6 menos pleno a su referente. Proliferan las loads “no fiecionales” (tanto en el periodic tno como en by etnogria social y la Hteratura) testimonios, historias de vids, entrevista, autobiograias, recuerdos y me- ‘latos idemitarios. La dimensin intensamente stljetva (un verdadero rensacimiento del sueto que se re Waa: Leoni, Alps igi yh (com, prime de pe ore nse ey pc na som cnc ani sin oo nenuzsanto 6 muerte en Tonailos sesentay etenta) caracteiza el pre tente, Lo mismo sucede en el diveutso cinematogratico y plistico que en el Fiteario y en ef medistieo, Todos los gé- heros testimoniales parecen eapaces de hacer sentido de Lt ‘experiencia, Un movimiento de devolucién de la palabra, ‘de conquista de la palabra y de derecho a la palabra se ex pande reduplcad por una ideologia de I “sanacion” iden- titaria a wavés de la memoria social o personal. El tono ta desconfianca 0 subjetivo mare6 la postmodernidad, con ta pévdida de la experiencia marcé los tiimos capitulos de ta modernidad cultural. Los derechos de la primera perso: sna se presentary, por tina parte, como derechos reprimidos aque deben liberarse; y como instrumentos de verdad, por ta otra. $ifueran To segundo, es claro por qué, desde los hi ges de autoridad, se desconfiarta de ellos Seyin Benjamin, aquello que fue posible hasta un m0- tneito determinado de la historia se volvié imposible, a causa del earicter irreversible de Ia intervencion capitalist ‘naderna sobre la subjetvidad; pero hoy, incluso citando a Benjamin, a restauracién de un relat significativo de bs experiencia se consider posible, pasando por alto preci mente aguello que, para Benjamin, volvia ergs la situa cote Hartmann, ice Rea repel ne pane os Won tp 1D cxguca ua resto, SUETO YEXPERIENCIA a iin contemporinea, En electo, la confianza en un heating idemttario producido por la palabra se sustrae dela dimen: sioe problematica en que la subjetvidad fue focalizada des. de finals del siglo XIX y abandon te, no slo la perspectiva desde la que se deseubre la herd | por decirlorpidamen- cultural capitalist, sino todas las epistemologias de la sos pedha, de Nietsche a Freud, El syeto no s6lo dene expe- iicarlas, consteuie su sentido riencias sino que puede com ya hacerlo airmarse como sujeto, La memoria y los rela tose memoria sean una “cura” de I alienaci6n y ls cose fieacidn. Si ya no es posible sostener una Verdad, florecen cen cambio unas verdades subjetivas que aseguran saber aguello que, hasta hace tes décadas, se consideraba aculto pot a ideotogia o sumergido en procesos poco accesible Ia introspeceidin simple, No hay Verdad, pero los sujetos, pad6jicament, se han vuelto coguoscbles ‘veces resulta sorprendente encontrar en este campo de ideas la conviveneia de un deconstrucciontsmo fitosotico blando” junto con wn optimiano identitaio que, si bien no esau la primacia de Aquel Sujeto anterior al siglo XX, ‘eonsruye Sijetus Maples, habiles como Ulises en bis esc ramus para mintener Ho que son y cambistl; recuperate paso yadecuunto al presente; cept fo extant come, fun nxisearaa he que, en el momento mismo de aceprata sellers transforma o parodia; somtener las contrac enes liberindose, i sn tiempo, del binarisaw simple fet Siguiende al ands brilante de estos te6ricos, Homi Gees eece asec eece seer seer oe seeH ene eeH ene seeH tence seeL eases Cece Bhabha, se relee no silo exrtos incompatible con estos prinipios (como wucede con Tos wos posclonintes de ‘Gramsci, sino que se lo presenta enmarcados en 88 sparse lo ilosific de efeeto deconsirucivo que, de ser coherent, tho admits ninguna posividad en el dscurso identiario, ‘Como sea, las contradicciones tedricas que admiten al ‘wismo tempo la indecibildad de uns Verdad y la verdad jdentitaria de los discursos de experiencia planteas proble: nas no s6lo a la filosofa sino a la historia, Yes0 e510 que jemoria yl primera vnc eres ahora: gq guamiza 12 we sn com eapaion de seni de experienc? Pp de haber sid sometida 3 cari resin pet de la expeviencia como memoria es una cestion vee debe examina, Laiensa sued de "tem vert ponmaderno marca abi ete cmp de vetion Cuan nadie es dispueo a acepiar a verdad de varia lo que Benjamin denorin6 los heh” rei rence) tvs parcemos mis pesos aT crenci ns verdad cde ua isto en pra (lpr es inexin seat que ha ganado a sala caters, lo cua aera, pro tanbién se propone como sco Yr putin a eualquier euestion conflict). ‘ta abl, The aatin of Cte Lois Roa (2 50 an ans Acs Manas 2002; y "Disease a eng fhe oer natn” nm Bi ‘excn oetestnosto super VENrRIUENCAS s La imaginacién sale de visita Apoyuda sobre la hipotética continuidad entre experiencia y reluto, se reivindica esta proximidad como sustento de tuna representacion verdadera, Sin embargo, un linea de cisivache La etétca dl siglo XX sosuve la necesidad de wns ruptura reflexiva con la inmediater de las percepeiones y de la experiencia para que éstas puedan ser representadss ertole Brecht y los formalistas eusos pensaron que el arte esti en condiciones de iuminar lo que nos rodea de modo Inds inmediato a condicién de que produzca un corte por jento, que desve la pereepein de su habito y la desaraigue del suelo tradicional det sentido coun, La ppuesaa en euestion de lo acostumbrado es Is condlicién de tun conociniento de ls objetos mis proximos, a los que ig roramos precisamente porque permianecen culos por la fami iavidad que los vela, Esto vige también para et pasado. -Rensar con wna mente abierta’ scribe Hannah Arendt, ‘Sigvitica entrenar a La imaginaein para que slg de vista La imagen alte a una externidad de la imayinscion res pects de st relat, Quien cuenta uns historia se enfrenta, {etodo, can una materia quc, incluso en el ease de ba ex pericneia propia, se ha vuelto, por st famiiaridad, incon preasible © banal, Odilio Alves Agua, examinando esta dimension del pensamnento arendtiane, alien que, 8 a seria dle ta iaginacin, “ls experiencia pire su decid daly se pivrle en el corbelling de is ventas y he hs hi bios repels Es posible dar sentido a este torbelline, pero solo a condicin de que a imapinactonctmpla su ta bajo de extenalzaién y de distancia. Se wata no s6l0 de ‘una cualidad del historiador sino tambien de que ha: a imayjinacin “sale desta” cuando rompe con age to que la constioye en proximidad y se ala para explora rencta, La condicion dialOgiea es est abandonando el propio teflesivamente la die blecda por una imaginacion ques territorio, explora posiciones desconocidas donde es post be que surja un sentido de experiencias desordenadas contradictoriasj, en especial, resstentes a rendirse ate a idea demasiado simple de que se las conace porque se bs tha soportade. Con fa frunqueza severa que su conkcin de vctima vol sé audible, Primo Levi sostuvo que el campo de concent: cn no ennoblece a sus wetimas; podria agregar que am poco el horror padecido les permite conocerlo igor Part conocer, la imaginacin necesita exe recorrido que ft Hews fuera de si misma, y la weve rellesvas en su via, aprende aque la histor nunca por contase db todo y nunca te tid un cierve, porque todas ls posiciones no pueden st ‘eorridasytatpoco su aeunulycin resulta en una total 1 prineip de un ise sobre bi istoria desea el (se vrecn hua en Pte 78 abi de 200 aire, vec resTiMoM suero yPxeERuENCLA reconocimniente de su carcterincompleto (que, por supues to, noes un lata en la representacin de lox detalles ni de Ibs “casos, sino una admis de lacualidad rnkiple de los proceso), De este modo, la narracién asi pensada no po- a de legitimidad a una prietica. No cumple fanciones de for: sostener wna identidad ni una tadicién, tampoco dotar tulecimiento identitario ni de fundacin de leyendas nacior tales. Permite ver, precisament, lo excluido de las narra cionesidentitasias cevindicadss por un grupo, una minoria, tn sector dominante 0 una macin. Lt éptica de esta histo tia no es lejna sino desplazada de lo failia: como lo sw flere Benjamin, es la éptica de quien soporta el desplaz aiento del vsjero, que abandona el pais de origen. ‘Alas narraciones de memori os testimonios ys esr: tos de fuerte inflexién aurobiogré ica los acecha el peligro de una fnaginacn que se establezca demasiado fimemen ‘e Yen casa, y lo revindique como wna de las conquistas de In cimpresa de memoria: reeuperar aquello perdido por la violencia del poder, deseo enya entera legitimidad moral y colli no es sulicente para fundar una lei in simente indiseutible, Entonees, silo que ka me maria busca es reeuperar un lug perdido o un dempe ps silo, sevfa ajeua a $0 movimiento la deviva que la slejaria de ewe cout andpico, sto es lo que yuele al memoria, ee alin modo, te fable: el valor de verdad del testinonin pretend soste nerse soe a inmediatez de ln experiencia; y su capaci ide contibuir a ha veparacin det dao sudo (una repara ‘cidn judicial indispensable en el caso de las dictaduras) la localiza en aquella dimensi6n redentora del pasado que enjamin rectamabsa como deber mesiinico de una historia uiposivisa sudo dela historia (ss que pese a todas las herds, yeseri- ‘© por ella justamente, queremos tener una histor bo la palabra en singular para eviar que el wibuto a un fe- tichissio gramatical de los plurales cierve el problema de J multplicidad de perspectivas), el derecho de veto recla- ‘pedo por la memoria plantea un desafo, i ls ina Aceadas la historia se acere6 ala memoria y aprendi a in sy de bas mi ‘ervogarla; la expansiGn de las “historias or crobistoras es suficiente para probar que ese tipo de testi- ionios ha obtenida una escucha tanto académica como ‘meiitica. Et “dcber de memoria” que impone el Holocaus- to at historia europea fue acompaiiado por la atencién moras de los sobrevsientes y las huellas prestada a la 9 djadas por ls i Sin embargo, hay que problematizar la extension de ests hhegemonia moral, sostenida por un deber de resareimie to, sobre tod hecho dle memoria: “La legitima lucha por tno obvi el geunciio de ls judioserigié un suntuari de 1 memoria y feo na “neva veligion civics, segin la ex resin de Georges Bensoussan, Extendide por el uso ident ‘o1tos alles hintricos, el “Weber he memoria reluciou alectivs, moral, con el pasado, poco compatible xtra o4t-resrOMo, SE YESERRUNCA a on la puesta en distancia y la bisqueda de inteligibilidad que son el oficio de histoviador, Esta actitud de deferencia, de vespeto congelado frente algunos episodios dolorosos del pasalo puede hacer menos comprensible, en la est: Prblica, la investigaciin que se autre de nuevas pregune las hipotesis Det lado de Ia memoria, me parece desc brir li atsencia de la posibilidad de diseusidn y de eoution- lacién ete, rags que definiria Ia tendencia a imponer tuna vision del pasado”.7 En medio sigh, el que va entre el fin de la segunda guerra y el present, la memoria ha gana do un estat ivefutable Es ci to que la memoria puede ser un impulso nioral de la historia y también una de sus fuentes, pero estos dos Fasgos nosoportan el reclamo de wna verdad ms indict ble que las verdades que es posible construir con y desde ‘otros diseursos. Sobre la memoria Ho hay que fonda una pistemologia ingenua cuyas pretensiones serian rechiaeir das en culquier oto caso.!8 No hay equivalencia entre el derecho recordar y ts afrmacion de una verdad de ‘cuerdo; tampoco el delier de memoria obi st acepuar est ‘quivalencis Mis bien, grandes lines del pensamiento del siglo XX se han permitido descontiar frente a un diseurso Pid, tm ey cari santo dela memoria ejercido como construccin de verdad del sujet, Yel arte, cuando no busca mimetizarse con los di cursos sobre memoria que se elaboran en la seademia, co tno sucede con algunas de ls estétieasd 1a monumental: zavion y contramonwmentalizacion del Holocausto,!? ha demostrado que la exploracion no esti encerrada s6lo den: ‘uo de los limites de la memoria, sine que otras operacio- nes, de distaciamiento o de ecuperacion estética de la di ‘mens biogrfca, son posibes. Piao ee dics mimi etre ica de rey nonumentas ¥ conamnsinenin, Vet, por eetiplir Jen Young, At Mews ig dng in Cota AY At, Nueva Wok La sh Side Unierty Pens 00, Por letras, aio de Aves ‘Cynic ears el a soe au (Eb eats od eeu de 3. La retérica testimonial ‘Ala salida de tas dictaduras del sur de América Latina, ve cerdar fue una actividad de restauracin de lzos sociales y ‘cemunitarios perdidos en el exilio © destrudos por I io fencia de estado, Tomaron la palabra las wietinasy 38 re presentantes (es decir, sus narradores: desde ol comiento, ve tosis sesenta, los antropdlogos 0 kledlogos que Fe presentaron storas como las de Rigoberta Meneli 0 e oma ns tarde ls periods). ‘Desde mediads de la década de 1980, en fa escena eur ta alemana, se comenzé a escribir un pea, especialmen nuevo capitulo, decisvo, sobre el Hotocausto, Por una par te el debate de los historiadores alemanes sobre 1a sol ‘Gan finaly el papel activo def estado alemsin en ls polit fas de separation y be monumentaizacion del Holocaustos por tot a gran difusin de tos eseritos aminosos de Pritno Levi, donde seria dill hallar ninguna affemcion de} suber del sujeto en ef Lager, mis tarde, Is lectus de ‘orgio Agamben, donde tampoce es posible encontrar sn pits opine fl Sow de Cle Lane tian que propuso un eratursento ene del gain fren al miso Gempo, hina de bos eames de concentraci6n, privindose, pér un lado, de iconograa y forano, por el oxo, el dscusso de los sobrevivientes, La mencion de acontecimientos podria seguir.! Todos acompaiavon procesos no siempre sorprendentes desde el punto de vista intelectual pero de gran repercusion en 1a eafer paiblicas el tema se colocé en un Ingar muy visi- Die y, en bt prictca, produjo una nue esfera de debate, En una de esis casuaidades que potencian sucesos signiti= cativosy no pueden ser pasadas por alto, las wansiciones democriieas del sur de América coincdieron con un nite vo impulso de la produceién intelectual y la discusiéa ideoligiea europea Amibos debates se intersectaron de "Msc a tvent inportnca del Hace como acoatec ois date por deacon, Durie var dead, ee a pyar: 4 controntaci pir de Segunda Guero atesinao anv de lon tei cr atid come alo mis psionic it pars devi de sgn modo, Hoy ios ded or perspec Ah EI Molo pa 3 ocupare enie de a oar, ye a converte aontecimiento mica Hepat det sila XX. Tene tos zones pre dda de que xa porapectia se corespandiers con tis perpen hike is eontemporaves” (Da Dine, "Re ers 30a de 208, 9.48) soxlo inevitable, ce camo modelo de otros crimenes y eso es aveptado por quienes estin mis preacupados por denunciar fa enor dad del terroriamna de estado que por definir sus rasgos en especial porque el Holocausto se ofte nacionales especificos, Los crimenes de las dictaduras fueron exhibidos en wn Aorecimiento de discursos testimoniales, en primer lugar pore los juicios alos responsables (como em el caso agers tino) demandaron que muchas victimas dieran su testimo= rio como prueba de lo que hablan padecidoy de lo que st bian que otros pdecieron hasta mori. En sede judicial yen tos medios de cosnunicacin, la indispensable narracion de les hechos no fue recibida con sospectas sobre ls posi lidades de reconstruir el pasado, salvo por los eriminales y sus representantes, que atacaron el valor probatorio de is nnarrciones testimonies, cuando no las acusaron de se Fal say eneubrir los erimenes de la guerrilla. Sie excliye alos calpubles, nadie (fuera de ka sede judicial) pens6 en someter a escrutinio metdigico el testimonio en primera persons de bas vietimas. Sin dda, hubieratenido algo de monstruos0 plata esos discuss los prineipios de duda metodologica ‘que ve expusieron nus artiba: bs vesinas hablaion por ri cea vez Ho que decfan no s6lo les concernfa ella sino debs indigoacién yen quese converta en “materia pi bign en impulo de las transciones demucritcas, que en ht Angina se hizo bajo el signe del Nata mi 1 shuck de la violencia de estado nunca pared un obs- e earnaz sto culo para construr y escuchar la narracién de la expe> 4a padecida. La novedad de esa experien como a novedad de los sicevos de la peinera guerra a que se referia Benjamin, no impidié la proiferaciin de dis cursos, Las dictaduras representaron, en el sentido mis fuerte, un quiebre epocal (como la gran guerra); sin em ‘argo, las transiciones democriticas no enmudecieron por la enormidad de esa rupsura: Por el contrario, en cuanto despuntaron ls condiciones de la transicibn, los discursos ‘comenzaron a circular y demostraron Ser indispensable pa ralla restauracin de una esera pibliea de derechos. La memoria es ua bien comin, un deber (como se dijo en el caso europeo) y una necesidad juridies, moral y pai: tica, Sobre la aceptacin de estos rasgos es ien dificil esta blecer una perspectiva que se proponga examinar critica ‘mente la narracin de las vietimas. Siel mileo de su verdad io debe tiene que quedir fuera de duds, ambién su dis ria protegerse del escepticismo y de la erftca. La confianza en los testimonios de las vets es necesara para ka stir lacién de rygimenes democrticos y el arraigo de un prince pio de reparacion y justia, Ahora bien, e505 diseursostest- Iioniales, como sea, son discursos y no deberfan queda ‘encerrades en ana crstalizacign inabordable. Sobre toda pique, en paralelo y construyendo sentidos con los test oni sine Tos erimenes de Tas ditaduras,emsergen 01s hitos de narraciones que no estin protegidas por la mins inangibilidad ni por el derecho de los que han padecd. Lamevonca aSTIMONINL 6 Dicho de otvo modo: durante un tiempo (no sabemos hoy cuinto) el discusso sobre los erimenes, porque denun- el horros, tiene prerrogathas precisamente por el vineulo ‘ence horror y humanidad que comporta, Ours narracio- nes, iteluso pronunciadas por las vicimas 0 sus represen lantes, que se insriben en un tempo anterior sl de los cr nnenes (los tardios afios sesenta y los primeros setenta del siglo XX para el caso argentino), que suelen aparecer en relazadss, ya porque provengan del mismo narrador, ya porque se sucedan unas a otras, no tenen las misma pre ‘rogatvas y, en la tarea de reconstruir la €poca elausurada por ls dctaduras, pueden ser sometidas a critica ‘Ademss, si las narraciones testimoniales son la fuente principal de suber sobre los rimenes de ls ditaduras, tos testimonios de los militantes, intelecuales, politicos, reli iosos 0 sindicales de ls décadas anteriores no son la Gnica fuente de conocimiento; solo una fetichizacion de la ver dal testimonial podria otorgarles un peso superior al de fos documentos, includes los testimonios contempors: nts, Slo una nneos a los hecios de los ais sesentay confiusea ingenua en be primera persona y en el recuerdo de to vivid pretendesiaestablecer un orden preside por Jo tational. ¥ slo uns esracterizacin ingentta de bt eX ur ella ana weve ns ale No es petievin reclamaria nets positivist (en el sentido en «ue ws Benjamin est pala para earacteriae fos heels") be nti dle la experiencia vivid e Le narra testo que Lt dle un relate hecho a partir de ous fu sos tas las narraciones sobre lo ras al exerutinio ideologico, no hay razdn moral para pasar por ako este examen cuando se trata de las narraciones so- bre los aitos que las precedieron 0 sobre hechos ajenos a los de la represin, que es fueron contemporineos. Una topia: no olvidar nada Pl Riccur se pregunta, ene estudio que dedi ls Fecencia ya cies ete historia dics, en QUE pre seme nar, en qué presen a ecuerday cl xl pr Salo que se recuper, El presente dela enuncncin ee “emp de base del dscars”, porque e presente e o> mento de poneise a naar y ese momento queda inerpio la maracon Bo implica al narrador ens historia ya inscribe en una reread la persuasion (el curso prt nece al modo pests, dice Rcru) Los restos tein: 30" en este sentido porque tienen como ccondicion un narrador implicado en los heches, que no persige una verdad exterior al momento en que ella se ‘couueia, Es inevitable la marca del presente sobre el acto ide narrar el pasado, precisimente porque, en el discarso, el presente tiene una hegemonta reconocida come inevits ble y las tiempos verbales del pasid no quedan libres de tuna “experiencia Henumenoligica" del tiempo presente Lvntiouc TESOL 6 de ly enunciacin “EI presente dirige el pasado come un sribié Halo Svev0. Y direcoy de orquest asus misicos" comp obser vaba Halbwachs, el pasado se distorsiona para inucducirle coherencias -Extendiendo las nociones de Ricezur, puede decirve que ta hegemonia del prevente sobre el pasado en discus es del orden de la experiencia y est sostenda, en el eas0 del testimonio, por la memoria y la subjeividad, La yememore ‘ida del pasado (que Benjamin proponia como ls Gaiea perspectiva de una bistoria que no reificara su objeto) no cesuna eleccion sino una condieién para el discurso, que 00 cscapa de la memoria ni puede librarse de las premisas que baqualidad pone a la enunciacion, ¥, mas que una libera- tf te Pti Sel, 98 See deen de baile, Hs si Fo, 19 Tien nora, Mico, igo XN, 19851 Se sabe [ojucaas por EBeynenney H. Weir, precupindose expe ree yr onsdear la cupid dl reach desdblane dos te ordi adel ment de conta tad emp de atid cx it conta su inensin rte niga que eMail pone ns expeiei ita det empo, pr una te; POR visu eerie Genpact qe se wis expen "toe Haltwoch, Cu Cl Mery edit y aid pt ews one), hye y one, The Unset of Chie Res, 12 septic ena eaa a pi e ey buen eb yen de pacts pi rosa ain yen sad” (ed i p19) « ecru sao cin de los “*heclios”cosificados, como deseaba Ben) cs una atadura, probablemente inevitable, del pasado a la subjetvdad que rememora en el presente Las narraciones de la memoria eambién insindan otros problemas, Ricaeur sefala que es errado confiar en que li ‘natracin pueda colmar la laguna de la explicacion/com- prensi6n: "Se ha creado un alteriatva ffs que hace dea narratvidad tanto un obsticulo como un sustituto de fa ex eligiblidal ka narration y la plicacisn’.® Hay dos pos de cexplcaiva (causal), La primera esti sostenida por un fec: ode “cohesiin", que proviene de la cohesion atribuids a una vida yal sujeto que ln enuncia como saya. Vezzeti ha seiialado que la memoria recurre preponderantemente 0 siempre a formas narrativas, cuyasrepresentaciones “que ddan necesariamente estlizadas y simplificadas"¢ Natural ‘mente, la estiizacién unica y taza una linea angumental tverte, pero también insta el relato en un horizonte don- ‘de radia a ilusion de eviar la dispersion del sentido, Desde la perspectva de la disciphina histrica, en came bio, a nose pretende reconducir los acontecimientos a un origen; al renumciar a una teleologia simple, la historia ce nusicis, al misino iempo, un igico principio de inte biti fuerte y, sobre todo, apropiado para la intervencion cenkesfora pablica, donde ls viejs discursos de una hsm sea, iin, Fl i pp 070 "andy po pe ria con argumento nitide prevalecen sobre las perspectivas monpgeilicas de la historia acadénica, Precisamente el dis course de Ua memoria y bs na jes en primers persona se mmicven por ef impulso de cerra los sentidos que se es ‘capa; no solo se articulan contra et ohio, también Iuchan, por un significado que unifique la intexpretacién, Ey ef Kimite est la utopia de Felito “completo”, del cual no quede nada afuera. La inclinacin por el delle y la acumulacin de precisiones erea Ia ilusion de que lo con- crete de ki experiencia pasada quedé capcurado en e dis ‘ews. Mucho mas que la historia, el discurso es coneretoy pormenorizado, a causa de su anclaje en la experiencia re ‘cuperada desde lo singular. El testinonio es inseparable de I sukodesigmicin del sujeto que testimonia porque esto alli donde los hechos (le) sucedieron. Fs indivisible de su presencia eu cl lugar del hecho y tiene la opacidad de una. histria personal “hundida en otras historias"? Por eso es sada sible fa soxpectas pero al mismuo tempo el testimonio una instiueion de hi sociedad, que tiene que ver con lo juice y con un zo social de conan, come la serial Aretult, Bye vo, cand el testimonio narra ka muerte okt vejacibn extrema, establece también ua escena para el duct fiance asi comunidad af donde fue destruia™ | i diseurso de la memoria, convestido en testimonio, e+ nie fa ambicidn de la autadefenss; quiere persuadir al inter- locutor presente y asegurarse una posicion en el futuro; precisamente por eso también se le aribuye un efecto reps radar dela subjetvidad, Este aspecto es el que subrayan has apologias del testimonio como “sanacion” de identidades, cen peligro. En efecto, tanto la adjudicacion de un sentido nico fa historia, como la acumulacion de detalles, pro- dducen un modo realist-roméntico, en el cul e sujeto que narra atribuye sentdos a todo detale por el hecho miso de que él lo ha incluido en sw relate; yen cambio, no se ‘ice obligado a atvibuiesentidos ni a explicar la ausencias, como sucede en el caso de la historia, EI primado del det Ie es un modo realista-romintied de fortaecimiento de la ‘redibiliad de marradory de la veracidad de su nar Por el contro, la dsciplina hisrica se ubica lejos de la ‘opi de que su narracién puede incluso todo, Opera con clpsis, por razones metodoldgias y expositivs, Sobre ext ‘evestin, Ricoeur estbleci6 una diferencia entre “individual” ecu ded un principio quo extinoni "es ambi a ‘hel cc yu vee en edie que a asin vemlac te gis putea can a gic del deo” (La cansrsion eft ts Conse a Ned y Reon", wine, Dep ‘te yy "espeifico” (que reeuerda la definicién ukacsiana de tie) “Paul Veyne desarvolla la aparente paradoja de que la histor ria no tiene como objeto el individuo sing lo especitico. La nnocién de intriga nos aleja de toda defers de la historia co- ‘mo una ciencia de lo conereto. Incl un elemento en uns intra implica enunciar algo ineligible y en consecuencia, ‘especifico: “Todo lo que puede enunciarse de un individuo pote un eso que puede componer la intriga, no como simple detalle suerte de generalidad"? Lo especifico histrico ‘eros sino como rasgo signilicativo; noes una expansion desciptiva de la inriga sino un elemento constzaio some- tido as lia. El principio de la elipss,enfrentado con la idea ing ‘expecitico porque, como sucede en a literatura, la elipss es i de que todo lo narrable es importante, sige lo una de las lgicas de sentido de un relat. El modo realistaromintico Cité a Susan Sontag en el comienzo. Su advertencia de que freme a los rests le a historia hay que confiar menos en la Iemoria y my en ls operaciones intelectual, compret der tanto o nvés que recordar, se corresponide con la de 9 aut Ric, Yes i igo ig tai 306 (Timon: Canin dl ap eel i > Seo, So XX 163 be ” eri LO Annette Wieviorka, cuando afirma que vivimos "una €Po- ccten la que, de manera global, el relato individual y la opi nin personal ocupan muchas veces el lugar del ani." ‘Siéste ese tono de la Epoca, importa subrayar la poten calidad explicaiva de la intriga que, para dar alguna intei- sibilidad no importa eusn problemstica alos hechos re- consruidos, debe mantener un control sobre l detale. Bs cierto que la verdad esti en el dete. Sin embargo, ino se lo somete a eriic, el detlle afecta la intriga por su ab laante pero no necesarie dancin realist, es deci, veros rence verdadera, La proliferacién del detalle individual cierra ilusoriamente las griets de la ineriga,y a presenta como si ésta pudiera 0 debiera representat un todo, algo completo y consstente porque el detalle lo cevtiiea nner que mostrar su necesidad. EI dete, adem, fortaece ‘eltono de verdad fim del relate: el narrador que tec dade ese modo exhaustivo no podria pasar por alto To in portante ni forza, ya que eso que narra ha formado un pliegue personal dle su vida, y son hechos que lia visto com sas pupios oo En un testimonio los detalles no deben nut rad depende de ca parecer ful, porque el efecto de cellos, incluso de su ammontonamiento y repeticion. 1 Aten hy dels enw rt tan isi versie nb um ft ons xine de Mel Buse: Eee aon en Ate, Pet, HAT: Dune de sehen pig Muchos relatos teatimoniales son excesivamente detall- dos, icluso profiferantes y ajenos a todo principio compo- stv esto es bien evidente en el caso de los desaparecidos argentinos,chilenos, uruguayos, de sus familiares. Sin em. bbargo, hay algunos textos en los que el detalle esti contro- lado por i idea de una representacién resuingida dela si- tac carcelatia y, en consecuencia, bastante mis atenida ‘asus condiciones. Plenso en he Jt Schoo de la argentina Alicia Parenoy. No casualmente, The Lie School empiena con el relato de la captura de Partnoy contado en tercera persona, de modo que la identifcacin esté mediada por tun Frincipio de distancia, Yeasi en la mitad del libro, oo texto en tereera persona vale eomo una especie de corte en. el movimiento de identifieacin wutobiogrifica; la cercera persona es un compromiso con lo especilico de la sitwacién, Y no simplemente con lo que ella tiene de individual. La primera frase es “Aquel mediodia ella tenia puestas ls chareletas de su marido”. Ese mundo fatiliar eoncreto se quiedra con los golpes en la puerta legan los secwestrado- res, Buel primer capitulo, l presi desapavecida reign tas tad Mani Cv y Blah Angie CB 19 n este samo ladda 3 piden ver, reconace una mancha seul y gota de sangre: son Jos pantalones de su marido, Nada mis, excepto la resol cescuelita®, por debajo de las wendas que Te cin de regisiarlo todo (mirando de través, tacia el piso, por la ranura del trapo que le tapa los ojos) Por a repeti- cin de lo insignifcante, los detalles en The Lite School se niegan a crear un pleno de representacion. Partnoy los oF dena sabiendo que son demasiado pocos y demasiado po- bres, porque pertenecen a una experiencia mutilada por la ‘nmovilidad permanente yla oclsion de lo visible, El deta- Ile insignificance y repetido ve adecua mejor que la prolife raci6n alo que ela relat. ‘Cualquier suma de detalles no puede evitar el encierro de una istoria en los interrogantes que le dieron origen. Lox hijos ele desaparecidos lo dicen de diversas maneras: sienten aque el relato queda sempre incompleto y que deben seguir ‘onstruyéndolo. Fto tiene wna dimension dramstica y jut dica que habla de la minucioss destruccion de Tos rast re tizada por los responsabes de las desspariciones. En otros casos, cuando la historia que se quiere recon tur no es slo Is de wn padre 6 madre asesinads, cuando to que se busca comprender no es tanto el Lugar 0 ls er Abia Pato, The ite Sd aes fDi an Sar Si Mts Sone Pay, ya Di Tale Doone AAs a> i Gora Natonas 0 then Duke Unieriy Bran, 18, pp 162 yo LameronsTesrMONAL w cunstaneas de la muerte yl destino del cuerpo, cuando as pretensiones de la narracién exceden la isqueda de una. respuesta a una pregunta sobre las condiciones en que se el paisaje cultural y politico previo als intervenciones militares, quedan bien en erci6laviolencia de estado para ine cevidencis las debiidades de una memoria que recuerda de- masiados detalles no sgnifcativos, una memoria que, como ro podra ser de otro modo, a veces entiende y a veces no centile aquello minino que reconstruye. Esen este mos to cuando la usin de una representacion completa produ ce disqusiciones narratives y descriptvas, digrsiones y des vos euyo motivo solo es que eso aconteci6 al narrador a sujeto que éste eoca.¥, entonces, la proliferacion mubiplica fos hilosde un relat testimonial sin encontrar la raza argu mentatia o estética que sostenga su cram, Este es el caso ‘del libre de Cristina Zuker que tene como objeto la vida de sui hermano Ricard, militante montonero, desapareeido en jada en 1999, El subsitulo Una sage faa es especialmente apropiadoa la emprest eons: ta tracasida contraotensiva truetiva que comienz con los abuelos maternos y psternos ‘de ambos hermanos, sv infancia, la retain con sts padres, la relacn entre sus padres, los conllicws psicoligicns de ‘una Kaila, las preferencias cotiianas, tado ely cosmo ut peefmbulo que se jus necesaio (como st atara de una novela welts) antes de entrar en Josuossetentae ncluso ce esos is, ls detalles lef va familia, los fio, el dee tino de los hijos de dessparecides 0 combtientes, ocupan | 4 earn S00 porciones importantes del relat que, se sostiene sobre tuna dimensin afectiva de rememoracién, Cefiida a la idea reslita de novela, Zuker escribe un capitulo final donde, co- sg en Dickens, se sigue el destino de los personajes, en alge nos eatos hasta su muerte, que es presentada como emble- initia de lo que sufreron en vida, sin que esas aclaraciones Finals tengan una azén composiva que los vincule lai toria central que, de todos modos, ha ido bifureindose en lan testimionio de ka autora sobre a selacon con su hermano muchas otras cosas. nue deualle individual y relato teleologico hay una rela - earaazs8.0 mento en que és fueron asesinados, Entre las Mares y os ijos el sujeto de la memoria de estas déeadas ela juventud esencial, congelada en las foxografasy en la muerte Es evidente que para las vitimas 0 los familiares de las Victims, armar una historia es un eapitulo en la bisqueds ‘de una verdad que, de todas formas, la reconstrucci6n en ‘modo realista-romintico de los hechos no est invariable mente en condiciones de restarar. La prctica de esa narrae cin es un derecho, y, al ejercerlo, aunque To incomprendi- do del pasado subsist, y la narracién no pueda responder a las pregumtas que la generaron, el recuerdo como proceso subjtivo abre una exploracién que es necesiria al syjeto que recuetda (ya mismo Gempo lo separa de quienes se vesisten recordar), La cualidad reals sostene que la acumlacion de peripecias produce el saber buscado y que ese saber po- Aria tenet una significaciGn general. Reconstruir el pasado de un sueto 0 recon jr el propio pasado, a wavés de testi- monios de fuerte inflenién autobiogritica, implica que el su [eto que narta (gorquenarra) se aproxima a una verdad que, hasta el momento mismo de la narracin, no conocta total. sente oslo conoeia en fragmentosescamoteados Qué fue el presente? {La memoria es siempre snacrSnica “un revelador del pre sente", escribi6 Halbwachs. La nfemoria no es invariable: re ee 1 sREOHCA TESTIMONIAL ” inente espontinea, En Shoah los aldeanos polacis, a quienes Lanzmann obliga a recordar, con violencia verbal y acosin- dol con la cémara, sesponden sobre una época que se ven foreados a tracr hasta el presente en el que estan respon. endo; lo mismo sicede con los sobrevivientes de los can pos de concencracién, empujades a ir mis all de to que re- cordarian librados s6lo a una rememoracion espontines Lanzmann fuerca alos aldeanos polacos que vivieron cerca ‘del emplazamiento de los campos a que recverden lo que han olvidado, lo que no quieren recordar, sus propias mise rics e indignidades frente a los tenes que pasaban com las sictimas;y también obtiene ms recuerdos que los “spout _ncos”en los sabrevvientes a quienes persigue con ss cima rahasta que algnos de ellos le piden que dé por terminada laentrevst, En ambos esos, se vata de wna imposcién deka memoria, Tanto en los ldeanos como en los sobrevvientes, arnque de maneras diferentes, In memoria es exigida mis ald de lo que los sujetos pensaron que pod serlo y mis alls de sus interesesy voluntades. Asi a memoria del Holocaus tose descentra, no porque abanddone la escens de massere, sino porque va a ells @ poarde quienes dan so testinonio presionando sobre el recuerdo acostiunbrado, El saber que Lanrmana tiene de los campos empura a snemoria de las vctmas 0 de Tos testigos para hacerles de cic mise lo que via brads a su espontaneidd La Aervencion es wn forzadua de la memoria espontinea de quel pasido y de ss codificaeidn en una narracion convene enfatizado en funcin de una acekén politica 0 moral en el preete, lo que uslza come disposiivo retro para argu Imentar, para atacar 0 defenders, lo que conece por expe- rienciay lo que eonoce por los medios, que se confunde, des: ps de un tiempo, con su experiencia, etter, eter !* ‘La impureza del tstimonio es una fuente inagorable de ‘ulidad polémica, pero también requiere que su sesgo nose lve frente a impacto de a primera persona que habla por sy estampa su nombre como reaseguro de su verdad. Tanto com ls de cualquier otro discurso is pretensiones de ver dad del testimonio son eso: un reclamo de prerrogativas. St ‘en f testimonio el anacronismo es mis inevitable que en cualquier oto género de historia, ello no obliga a aceptar Ioinesitable como nexistente es dit, oWidatlo precisamen- te porque no es posible eliminarlo, AI contrarios hay que re- cordar l eualidad anacrbnica porguees imposible ei Cuando me refiero al anacronismo%® entiendo el que Georges Didi Huberman Hama “trv, que no lumina el pasudo sino que nuestra los timites que a ditane pone pa ra su comprensiin, Sin embargo, DidHHluberman reconace, aber fies La wens ea ete eral pate vey plane egos y pregunta aber # a venig {uss ‘ana Ma, Slo XX de Bpaa Ee * Resamy algusts ea ej as casi Bs anemia TESTIMONIAL 8 frente ba wild de remit todo pasado al presente, una perspectiva desde I que se descubre en fos sucess preter: tos “un ensamblaje de anacronismon stiles, fibras de tempo gico a descifrar™ En este centremerclcs, campo arqut sentido, el anacronismo nunca podria eliminarse completa mente y s6lo una vsién dominada por la generalizacion abs tracta podria confiar en aplanar las wexturastemporaes que ‘no slo son las que arman el discurso de ls memoria y dela historia, sino que muestran de qué sustancia temporal hete rogéuea estin tejios los “bechos". Recomocer esto in em tuarge, no implica que todo relato del pasado se entre gue & esa heterogeneidad coma a un destino fata, sino que tabae ses Dithberman, Dent op hie de art tamara neds Par Mini, 200, pp 3687 De aeserdo cous ar Tite Du taberman sapere que ats oles nos olan fete 2 un empe ye desorda ov arin de una cok "Es mips ne weet mea pnads ene un pom: 18 mooi que MBA po, eel ly, sega is ans YE nal inp = a era ce 38 pes te i Byte theta eile ae” act naps emia pp del ican Pm pir Nomay, Catae Univerity Hs, 1987), Aun de bey erecta, sean i losin sob snort lin ‘ional, sobre la que se jesce fa presion de un saber eons ‘wuido en el prescute, Los aldeanoso las wetimas también hhablan en el present ¢, inevitablemente, saben mas de 10 “que sabian en el momento de los hechos, aungjve tambign hhayan olvdado 0 buscado el olvido sta discordancia de los tempos es inevitable en fas na raciones testimoniates, También la dseiptina historia est perseguida por el anacronismo y uno de ss problemas es precisamente reconocerloy rar us limites. Todo discurrir sobre el pasado tiene wna dimensin anacréniea; wand Benjamin se inelina por una historia que libere el pasado de su reticaion, redimiéndolo en un acto presente de memo- fia, en el impulso mesiinico por el que el presente se haria ‘cargo de una deuda de sulrimiento con el pasido, es dees, ‘evel momento.en que la historia se planta construir un pa saje del pasado diferente de que recor gelde Kle tre ls construccidn del pasado sino que es su deber hacerlo. con espanto, el n- ‘est indicando que el presente no s6lo opers so- El anacronisono benjaminiano tiene, por una parte, un imension étcay, por la otra, participa de la polemiea con sal de lah ja de co tra el ftichisnwo docu soria de teas det siglo NX. Sin embargo, la ciica de la cualidad ‘objet auibuid a reconstrueeKn de las hechos, no go> tel problema de a cable insesipeiin temporal de ka Wisto via. La indgacion de Benjaunin pda también ser lida co ta au eee a historiadores: mira e pasa con los ojos de yuieues ta vsieron, para poder expuar ale ul ee ee Lamvon resngontal 1s Y lis ruins. La exhortacidn sera, en este caso, metodelig ca yen hugur de fortaleer of anscroniamo, seria un inst mento para disolverto Estas euestiones de perspectva se plantean para encarar tun protleina que, de todos modos, persist. La historia no puede simplemente cultivar el anaeronisino por eleccion, porque se trata de una contingencia que la golpea sin inte rrupciones y est sestenida por un proceso de enunciacion ‘que, come se vio, es siempre presente. Pero sucede que la lisciplina histriea sabe que no debe instalarse ebmodamen: te en ess cable temporalidad de su ecrturay de su objeto, Esto Ia ditingue de ls narraciones testimoniales, donde el ‘presente de Ia enunciacin es la condicion misma de la re Imemoracdn:e¢ su materi temporal, tanto como el pasado ‘esaquella materia temporal que quiere reeapuurarse. Las na rracionss testioniales estin cémodas en el presente por ‘que es ts actuaitad (politica, social, euleual,biogrtica) la {que hace posible su difusiin cuando no su emergencia, EI \ielco del testimonio es la nemoria; no podria decir Yo nism de la historia (alirmar que es preciso hacer historia me se ecurdara slo be una hipétess). El testimonio puede permiirse sevonia, ya que se compone con la que us sujet se permite © puede recardae, Yo que elvis, lv que vals intencionalmente To que modi cay lo que inventa, Io que transferee un tone o gener a otro lo que sts instruments cultures le perniten eaptar ‘del paseo, lo que ss ideas actuals le iuiran que debe ser Je com ella para alcanzar una reconsteuceidn ineligible, es ‘devt: que sepa con que fibrsesté construida y, como si se ‘watara de bs trauma de un teido, las disponga para mostrar el mejor mode el disco buscado, Sin duda, no sun ideal de conecimiento renunciar ala densidad de temporalidades diferentes Indicaria solamente lun deseo de simplicidad que no aleaza para recuperar el pasado en un imposible "estado puro”. Como alguna vez di Jo Althusser, no existe el créneo de Voluaite n 10. Pero para pensar el paso, también esinsuiciente Ia tenidencia a color ‘ar al las formas presents de wna subjetvidad que, sin plan ‘arse una diferencia, cree encontrar el “erineo de Voltaire nifio” cuando, en realidad, esti dando una forma enters: mente nueva a los objetosreconstruidos. Para decisto con uit ejemplo: a idea de derechos humanos no exis en as dca das le 1960 y 1970 dentro de los movimientos revoluciona ‘os, Ysies imposible (eindeseable) extirpasa del presente, "empoco es posible proyectarla intacta hacia el paso 44 memoria, «al como se ha venido axgumentando, so ports la tension y ls tent ‘ones del anacronisino, Esto suce {de en Los testimonios sobre os aos vse ysetents, canto los que provienen de ls protagonists yestinescttos en pr- ‘mer pesson, como los producides por tenicas etnogeil os que utlizan ua teréera persona muy prima a ka pri mera (lo que en literatura se denomins discurso indirect libre), Frente esta tendenciadiscursiva labs que tener en ‘cuenta em pres lugar, que el pas recordado es demi acl pemete eae st oo hpi te sy con, ene ese ron Ft vena pan mere pests pone a ites none emp, Noes eco poten a aia i =" courte ala idea de mani ae se colocan deliberadamente en e escenario de Ws 6 1. Por alin, sobre las fics aeuales y pretenden jugar en él : “dccadas dt 6D 70 existe una masa de material sit, £0 tenporineo a os sexo flletos reports dacumentor |] dhe eunones ycongresos, maifietos y Prograuss carta; | iais partidarios y no partidari-, que segulan 0 anniPs j tna el tanscurvo de los hecios Son fuentes tices, que sett iensato dejar de lado porque,amennido, dicen muchomis | dque fos recuerdos de los protagonists 0 i preibles ya que lesagregan ef marco de we Juan fos iiantes en 1970, suede com piri de epoca, Saber c6mo pens cae ro tmitarse al recuerdo que ellos aora tienen de Q 1. no es una pretensin reificante de la subj cra y seul ; tid niu phan para exputsata de la historia Sige, 9 ramen, que Is "verdad no rea del somvetinfento a ws © i, aneho me aise que sene limites perspestiva memo hos, aa operciones cies : ceomno nw postin ser or aupaesto,e90s Kimites leet es Seer sece eee sece seer seee eee seee tae eee eee o ben SLO ws de las dictaduras; ex cardeter el de vctins, interpe- fauna responsubilidad moral colectiva que no preseribe No es, en cambio, una orden de que sus test nos 4 den sustaidos del anlisis. Son, hasta que otros document tos no aparezcan (si esque aparecen los que conciernen & tos mi ares, si es que se ogra recuperar los que se ocul- tan, si es que otros rastras no han sido destruidos), el n= cleo de un saber sobre la epresin; tienen ademas la tex: tura de fo vivido en condiciones extremas, excepcionsles, Por eso, son irreemplazables en la reconstruccin de esos ero el atentado de las dictaduras contra el carter sagrado de la vida no tradada ese carcter al dscurso tes timonial sobre aquellos hechos, Cualquier relat de la ex- periencia eé interpretable Las ideas y los hechos {Cuinto de la ideas que movilizason los aos sesenta y se- enta queda en los relatos testimonial [La pregunta importa porque aquella fe una époce fuer emente ideoldgics, nto en la zquierda como en la dere cha (inguin de hs dos habla sido atravesicla por el pray matisna), Este es un raggo diferencia, una cualidad que hace al tono de ba poca y que se descubre muy rpidamen- te no ylo cuando se len Jos textos franca ine patiticos, fo eu es obvig, sine evando se Teen tambien Tos diario y LanevoMe TestMontAL % emanation de la industria cultural. La television no bbs Jmplantado una hegemonfa completa la prensa esis se ia sendo el principal medio de informacion; quien, em eineroteea, ocupe dos horas en la consulta de los co tidianos populares argentinos de ese periodo quedari pro- pablemente asombrado, tanto como quien compruebe que tos Darias de Henesto Guevara fueron serializados en la re vista mis sensacionalista de fines de los aos sesenta, en la {que compartieron pina con las noticias policiales ys = ats lt aos etenta, se consumian mas diarios por habitante que ro de revista. En Ja Argentina, en los primeros fen lnactuatidad y el noticiero televsivo no habia reempla vado todavia al diario popular vspertino que le ofrecia as pblico varias pginas de informacion sindica, en un mo tnento de rudicalizacion del sindicalismo. clima de époea no se definia silo por afinidades prag- micas 0 por identificaciones afectivas. Las idevlogtss, le “Jos de decinar, aparecian como sisteinas fuertes que ‘ganizban experiencias y subjetvidades, Fueron déeadas fdeokdgicas, donde lo escrito desempe pel npomante ex la diseusion politica por dos zones por 1 todavia un pa ton ho, se trataba de ka prctica de expas medi, escola tad, con direcciones que provenian de la universiad 0 de encuaxlramientos sindical-poliicos donc Ia batalla de tas deas era fundamental; por ot lado, kx mayoria de la ca joven y reforzaba el cardeter rmilsanciay el actvisme € ituarado de franjas importantes de los movisientos, Se eva que lis vieja lealtades politicastradicionales po dria 0 dolverse © modiliease, y que las uadiciones pol ticas debian ser reivindicadas porque su transformacion idealdgica lis integra len itevos marcos programiticos, Exar operaciones no podian realizarse sin un fuerte com ‘ponente lerad en los euadros de direccin y en ls secto ‘es intermedios, incluso en la base de las organizaciones. EE imaginario de la revolucign era libresco y esto e mani {estaba cit la insstencia sobre la formacién tedrica de los militants; ls diteusiones entre organizaciones se iment ‘van de ctas (por supuesto,recortadas yrepetidas) de algu ‘nos textos fundadores, alos que habia que conocer: La po Iitica de es aos, con diferencias de periodizacion seyiin las naciones del sur de América, gba tmto alrededor de algin texto sagrado como de la oluntad revolucionaria, O,, nds bien, la voluntad revolueionsaia tena alin bro en st brigen, como tenia tambign a algin pais socialista (Cuba, Vietnam, Chins), La importancia de la “teoria” (una ver. si6n simpllicada para usos pricticos), sobre todo en el cam pe miarsists, les dio on cardetersingularmente doctsinario 4 muchas intervenciones politica y sevia un error pensar ‘que esto sce solo en el espacio universitario o que era protagonizado exclusivamente por la pequetia burguesta Inclisa los populsnos revelucionarios sstenian su seein 1 wt iaginatio euses fuentes eran escritas thats leer ls cients de pigs de fos mimeo eri iso radicalzaclos, londe fs interpretaiones de las enc Lanivonca Tesuoata o clicas ye los Evangelos fueron verdaderosejercicis de ceularizacion de la wologia, que tnieron influencia no slo sobre las organizaciones poiticas ino también sobre mi hos obispos de Aunérica Lana” Cruzindose, mezctindose ¥ contaninndose con las versiones marsstas, dependents tas, nacionlistas yen conluencia con el peronismo ciel zado, un relito de origen cristiano, el milenarismo, prodyjo tuna masa de texios que, en un extremo, integraba fa “tole sia deb beracin” yen el otro, la tcoria de ka huh arma da, ya que a nueva sociedad estaria precedida por uni etapa de desrucciin reparadora. EI milenarismo fue profetico ya tuavés ce sus profetas, comenzando por la palabra de Cristo, sus legiones se econocen y onganizan. La profecia llega al snbio que ha sido presente dese el pasado, autorizando el Anuncio en los testossagrads. En América Latin, el ers tianismo revoluciowisi de los aos sesentay stents mares momento de mayor compaciad y penetacion de este dis caso, Se ey a Bila en clave tercermundista y se divulge ton versiones seculatizadis del mensaje evanglico. Los do- (Gee anirans eral capi wets psionic ype wean dbus lusts Sees pir doc exe: La ap, Bs i, So XSI sie un etaio iu ges iia bin . sesrz sat ‘umentos del Movimiento de Sacerdotes para el Tercer Mun do, la revista Cristunisno y Revolucin, la wologia de la Wbera- ‘ion del cura peruano Gustavo Gutiérrez, prepararon el sue- Jo ideoigico donde el milenarism «on la radicalizacion revolucionaria# 1Las ideas eran defendidas como niicleo constitutivo de la ‘dentidad politica, sobre todo en la fracciones marxists del ‘movimiento radicalzado, La afirmacin de la primaciainte- lectual no deberia tomarse como descripcién de lo que efee tivamente sucedis con los sujtos, sino come indicacion de qué debiasuceder: Pero esta indicacin en si misma era un elemento activo de la realidad e incidiaen la configuracién de las identidades poitcas: la utopia de una teara revolu aria que informata y guiara la experiencia presionaba sobre la prcticacotidiana de los movimientos. Esto no con: sirtid a todos ls militants en eruadits, pero seital6 uh ideal En las racciones populistas, conto lo fue el peronismo re- volucionario en la Argentina, por un lado, se reivindicabs ‘una identdad histica fundada en la identificacion coo un lider ¢ initio, y ve planteaba la oposicion entre elites le ‘uadas y pueblo como una linea divisoria de la historia macio- nal an fuerte como La que oponia la nacion al imperialis: mo; por cscrit,ensayistica, que era leida y aprendida por miles de otro, se difundia est misma historia en version eae So, a tals ae as xcionales” yen senes que encontruban en algunos autres spendencia de Cardoso y Faleto las claves ‘un antitelectualismo histori sper amie on. aan can trman recon oa an dee sens qe mio cores popes aia Tene in pero ue oi gas sean spent nels El ate oie a sree pclae ue dane Helgc #80 catoprnerveniones inet nie Ls eaminos de fa revolueion (las “Was ciales que se aliaban ose oponian ens recorsido (os fee tes, i deceidn, lis tapas, las tareas, segin el vocabulario ‘dc la Epoca), ye ipo de organizacin (partido, movimien sus respectvasealul, formar to, eézeito revolucionario, sus resp ‘comunicacién y compartimentacién) 4 wrios fundamentales y obje- eran también capitulos doetein to de debate no s6lo en a prensa partidaria.®? ean ta, segura, fb dl ao de Jun Carls Pot siete y Miguel Mri, sui le fo ion me Se 8 20417, Vea i eh Teron: Cro nian, Bae ig ‘hid Hira, 20 : eprom Pasa roi, Hao ru spaneibe eae nym gi porn 0S set mica pv ir pede mci de o sari samo 1a emergencia de Ia guerilla modivé, en el caso argent no, que revsusy emanaios del mercado pusieran esta die ‘ewsiin, de Langa tradicion en el movimiento comunista y so cialis, a dsposicion de sus lectores: Ese desborde de temas de la teoria tevolucionsaria hacia la prensa de informacion _genteral, que se comprueba cada vez que se examinan perio- dicos de la epoca, marca también un proceso de difusion ha- cia capas medias que no necesariamente se indluian en las corganizaciones. Las vanguardiaspolitias de ese perio for- naron parte de un movimiento mis amplo de enovacién sural que acompaiié los procesos de modernizacin so- ca de la década del sesenta, Los cambios eultura- Jes yen las costusbres fueron impulsados por una genera. in que dejo su marca también en el periodismo, formas de vida yen hs vanguardias estas, ‘Todo esto es sabido, Ahora bien, sel period fue exce- nario de un importante giro en las ideas que no se vivi6 so lamente en “estado prictico” sino bajo formas discursivas, textales,libsescas; sl imaginario politica, lejos de couti- a un entra iustrada sgurarse contia lo Jewado, recur ‘ua {gues in nao por decedent ova igh jr page ator) ist dedi ga ‘Sore out rg 2 nce poise pop, ae para articular impulsos, necesidades y creencias el mito revolucionario ve sostuo en tna historia escrta yen un de- Date que ya habfa atravesado buena parte del siglo XX, la pregunta es cuanto del peso y Ia reverberacin de ls ideas tha quedado en las narraciones testimoniales 0, mis bien, qué saerilicio de la eara intelectual e ideolOgica de! mov imiento politicosocial se impone en la nartacion en pri mera persona de una subjetividad de Ia época, y también como una suerte de materia claboriciones wlteriores (nuestra 0 de otros)” La condes na para cendeacia con que, en 1083, de [pola juzga su articulo puede explicarse de dos maneras: esti, por uns parte, la ‘modest de un autor que preferiria evtar las objeciones dliscipinarias que su artculo podria evocar en futuros lee: “introduecién”, donde tores (funcién convencional de u la capttio lenevsentia procera anticipar ertieas); pero, por otto lado, también es posible aceptar esa inodestia como propia de un primer momento de los textos sobre ls repre= sin yla violencia de estado, cuando todavia no podtia se berse que el testimonia ibaa ser hegeménico, arrinconar- do o1ras perspectivas sobre los hechos. De fpola dice que st texto feome afirma Lev del suyo) es una "materia prima [Naturalmente, ctado escribe “La bemba” no podia cone: Pi de fs introns, sls Hane corregundencia x mics de rial i clone partie MAPU OG Pas ti Safa ye MIR E17 de de 1976 en de bs sda mae tfc deat dna pun comand de Prine Coss de hei rn as Saperinlenide Sepeb og. hc ps spiny lel PEN tv nese pin, Sl "po opin" <9 satin) 9 a fn Mes sa ne 19S, Dee cer Tos textonfuturos, ni tener una idea de cai iba a ser eb tono y la retrica con que la literatura testimonial presentar ia su “materia prima”, Sin embargo, la "Ineroducci6n” deja suponer que el texte comenzé a escribirse en la creel umpliendo el papel propio de los “intelectuales' en pr sin .. esto es, ef de consiturse en analistasy comentado- res, mis que en productores de bembas’ Fn esta division centre productory analista se sostiene tod el trabajo, y tame Bn la “Inroduceién*, de ipola revisa no sdlo las nocio- nes de verosiniltud del rumor (bemba) con las que el. ar tieulo trabaja explicitamente si que, juzgando insulicien te la perspectiva tedrica ini fo: el proceso de produccién-ciculacion de desarrolla “algo que = & apenas insinu Jas bembas ene una clara analogia con lo que el psicoanss Tiss Hama una ‘elaboracién secundaria’. Det mismo snodo cen que el paciente, en la narracin de un sueiio, tende a Dortarsu aparente absurdidad, Henando sus lagunas y €ons- teuyendo un relato continuo y coherente, también el tabs {jo de las bembas consiste en eliminar progresivamente los bsuedos aparentes (dos mil libertades!) de una prever: sin inicial, para ir dando forma por esa via una version aceptable: verosinil”. La “Introduccin" subraya, en rea dad, que el articulo no fue lo sufcientemente tebrico, © que, dentro del espacio teérico, no acentué tna dimensin ‘que, en el momento de publicarlo 6a libro, a de fpota le importa particularmente: Ia psicoanslitics. En suma: la i+ EXPERIFNGIAVARGUMENESCION mi Uworluceién de 1985 vuelve a “La bemba" excusindola come ‘escrito demasiado atenide a un momento descriptivo de la experiencia, De Ipola le exige mis. Los lectores, de aquel centonces y le hoy, tienen fs impeesin contrara: se wata de aun texto ftertemente inspirado en (eorias, donde la expe: riencia ie la ciecel es construida como objeto (tebrico, se Ihubieradicho en ls sos achenta) que permite e estudio del rumor y de as condiciones carcelarias que hacen posi- ble su eifusion y sustentan su verosimilitud. Lo que de fp ta, on 1388, juaga demasiado cereano al testimonio es, com- prado con cualquier tstimonio realmente existente, un sofisicado anilsis donde el yo dl estigo nunca aparece ni siquiera como lugar importante de enunciacin, El amor es un tema caracterstico de la semotogia ya toot de la comumnicaein, dseplnas de pnt en 1s aos eseotay setenta, als que de pola leyaba desde una for cin filoséfieay social. “La bemba”, aunque incoxpora otras irtluencias, se wstiene en dos textos caraetersticos de 1a épocs:Interades de Goffinan sobre el saatoio piquit co corto insiucidn toll (j, en consecuencla, como espejo de la creel y Viglarycutigarde Foucault (aunque el runner seta wns fistra del eoutrolabsoluto), Pero, citados en la bi biogas, los trabajos sobre semiologia ideologia som tae ign a1 amano dentro del eal las noviones provenientes del cape de a eonmunicaciom se cruzan con ls del marxismo ja, Este era uno de los ileus de uns nue rnologis, con otra yertente que Heyabs de la anropologis Sarees eee see eeeH seen see sees 102 sexrur sito estructural de Lévi Serna, Menciono estos nombres yt que cra entonces la Teoria (Althusser dontinaba el espacio mar- sista) no simplemente para reconstruir las fuentes téricas de “La bemba", sino para seslar de qué modo responde a tun espe de época marxistacstrueturalsta y semiologico ‘ayo denso aparao te6rieo opera como defensa ante cual ‘uier vrsin ingenuay "ealisa” de la experiencia, De esa experiencia careelaria, de [pola analiza s6lo un aspecto de la dimensidnt comunicativa de la vida cotdiana, El “objeto weérico” (que es producto de una construcci6n y ro de la experiencia, porque ésta no es un arbol de donde se puede arrancar tn fruto) proviene de tn stber anterior fh cineel: de [pols conoca los estudios semioldgicos antes ‘de caer preso y, por exe motivo, no elige cualquier aspecto desu experiencia sino precisamente aquel para el.que pien sai que esti preparado y que resulta interesante en térmiinos tcéricos En sintess de fpola tenia los instrumentos anait- cus para escuchar “cientficamente” la bemba, No se encie- ran swexperiencia, sino que la analiza como sifu la ex- poviewsia de otr, colociindose en el extreme opuesto del ma sea testimonial Las que ms Hana kx ateneion en su estratega expositva, sue su materia algo que nose repite en minguno de Tos textos escrito en hs ‘ins décadas, es que Feparte ls materia del aticulo colo cnc st expotiencia de la circel en nots al pie de pina, ‘steniblemente fuera del eerpo principal del texto dow dle tienen lugar ay operaciones sociosemiokigias, los anali- expat ra ¥AHCUMENTACION 1s sisy lashipotesis La experiencia en nots al pie y letra chica ‘es uma base empirica indispensable, pero se la muestra en cuerpo new De Ipola describe aspectos dela produccin, irculacion y recepcidn del ruinor carcelario, considerando estos tres ‘momentos con el esquema analégico de la produccidn y civculasin de mercancias mediante el cual, a fines de los sesent, algunos semidloges waducian el madelo clisico de Roman Jakobson. El cirevito comunicaeional de ls bemba presents anomalias en el nexo entre produccion,circulacién {yeecepcién de los wensajes porque no es una proxiuccién ‘comunicatva en condiciones normales yen consecuencia, la reac entre los es momentos esti distorsionada por Ia cescasezdeinformciéin confiable,verosiml, o verdadera, por as dlcutades materiales de Ta comunicacin y por la fuerte presion de uu tein (el dela ibertad o el easlado) que,» nuncis cambios, puede entorpecer © destuir las condicio nies miss de cxculacia de los menses El easter excepcional del medio donde se produce la conunicacin imprime sobre los mensajes asgos que no se tienen al modelo tipartito donde la producci6n (como ‘en la roduccidn de mercanefss) define la difesibn yrecep- ‘in, De Tpols fuerza (exagera)e] canicter analoyico det modelo eamunieacional inspizado en el nadelo econdm co cas hasta la exageracin, como cuando ci HY apt ‘at deni el proces de cnculacin de ka hema. comme pa te des proceso de produceién: "En cierto sent, cabsia 0 ear saeio deci del “trabajo de tas bembas algo muy semejante a lo aque Marx (1 Capital vol, p. 135) afirma acerca del trans porte de mereancias, esto es que dicho trabajo se manifies dew irodel proceso de circulacin y para éste". Podrialeerse en ta como ‘la continuacion de un proceso de producci cesta cta de Marx una perspectiva inna, si ella no estuvie +a completamente en sintonia con los esfuerzos reaizados ‘entonces por semidlogos y por marxsta que subrayab subordinaciGn de todo proceso social bajo el capitalism « {as condiciones definids por el trabajo asalariad en la pro ‘duccidn de Por su excepeionalidad, la bemba no responde al mode de modelos fuertes itm plica una forzaduraa tener en cuenta. De [pola analiza con 1 oval, en una eoyunura te esos modelos fuerte y,en consecue fa, la bem le pre senta problemas a resolver El rumor carcelario es uma ins Lancia de prueba de las posbilidades de la teoria porque, a tiempo que es dstinto de todos los dems mensajes, se in tenta describislo en lo que responde y en lo que se desvia dle sus reglas. Ello precisamente permite descubir en qué consiste su excepeionalidud, es decir, la persistencta de fs mnicacion en uo Ambito de prohibicios es casi comple tas, Para conside esa excepcionatidd, de ipola no toma leaning del estudio etnogrfice de k inveniva de fos pre sos: nada est is Kjos ee su perspectiva que ‘wuceién que ponga en el centro los sujetos. Mis bien, « de relaciones expuesta com ENFERIENCIA VARGUMENTACION 10s ceptuslmente, No estudia a presosescuchand o difun- idiendo rumores, sino las condiciones en que éstos logran signiiear algo. Y le interesan particularmente los prest- pests de I verosimifitud del rumor, Con su anilisis no quiere probar que siempre, en todas las condiciones, una pequeiia sociedad logra un pequetio pero signiieativo ob- jetiv, sino que la bemba altera las secuencias normals de fa cirulacin de mensajes de un modo que la teoria se ve ri obligada a considera Se trata del estudio de una excep- cidn comunicacional, no simplemente de una experiencia ‘De [pola caracteria la eireel como un espacio donde en cualquier momento puede ocurrir cualquier cosa” Es ta indetecminacion de Io esperado en sérminos comunica tivoses un rasgo impuesto por et poster carcelario para que tos sujetosvivan en un régimen semiologico de escasez. En ‘evalquier momento puede ocurrir cualquier cosa por dos lela informacién que llega des motos a fraginentaci ide aluera, distorsionada por redes de difusion endebles 0 menacadas,y la escaser le mensajes que pueden producir- s fuer: se-adentro,agravada por un regimen de prohibic tes pero oscilantes, que son tdlopoderesis ya Ta ver, es lables, El ruanor es la respuestaa la escasr y la indfinicion dle as condiciones comunicativas, Como respuesta a una probibicion y a una escave, 1 be ba se caracteriza por st “nomadismo", EI mensaje no se estaba en ninguna parte ai puede almacenarse en sori, Si wo circus, mucre. A diferencia jormales" la beniba siempre superpone Ia produccidn y bs dfs dla por los sujetos, como éstos pueden guar los mens porque no hay bemmbas guards jes sustraidos del circuito comunicativo. Fuera de éste, ta ‘pemba no existe, Yasi como no puede ser guardada como contenido de memoria eta misma imposibilidad garantiza {que los temas de la bemba (pero no Tos mensajes) pueda repetne sin que se agote a interés, a diferencia de lo que sucede en condiciones “normales’, donde la repeticion fect el interés por desgaste de la novedad informativa [Natucalmente, el gran tema de la bemba son ls bert des, os indulos y los taslados. EL Ambito careelato de su os nentos obliga a que, come ls ben produccién define crudamente ef elenco de argumen cl carictey de esos ang thas names se realizan, todos los mensajes dleban ser obvi dos para dejar s lugar a nuevos mensajes com fos mistnos tents, que sern una vez nis olvidados. Sin ese circulo don de lo nuevo borra lo anterior, desde el inicio el rumor est ria marcado por el descrédito, La bemba es, bisicamente tana pro made lature que envejece y mu ‘en el di, ps ra dejar st ugar a otra proses éndea, pero frase con Yoriacines argumentaes obligato De ipo se interruga sobre las condiciones de vrosinil tua as bases La ere ance, proces en moa snaliiee interpretative la eirewlacién de ruinoves que hha experimental com preso. En su estutio, lo vsido de EXPERENCIA YARGUMENTAGION 1 una experiencia se hace presente s6lo en una configuracion deacriptva que responde a normasdisciptinares. Por jem plo, cuando en agosto de 1976 se dfundié una berba de I peracibn de dos mil prsioneros, de Ipola indaga el modo cen qe la exageraciGn, el caricter “inmoderado” de exe 1 ‘mor impidé que fuera creido. En la “Invoduccion”, welve sobre esta regla de Ia moderacin que le parece una clave ‘paraexplicar a verosimiliad del rumor. Sin embarg thazo de una bemba que advierte sobre un tralado masivo texige una explcacin diferente: asi como se descontia de Lee tas bemnbis demasiado optimists, no se cree en aquellas de negtividad exagerada, que excluyen alguna espera, Th este rechazo, de {pola observa algo més importante ‘un trstado masivo destruiria las condiciones mismas de ‘irculacion dc cualquier bemba, porque su difusion es po sible solo entre gente muy conocda, Por To tanto, la resis tencia a aceptar un rumor de traslado proviene de que ua el cicuito y las condiciones de produccién comt hicatva La observicion hace pensar que el eircuito comuni- cat se preserva mis ai del deseo de los sujetos que i sjewen en el. La bemba es el “grado cero” de Ia resistencia a proceso de desinformacibn carcelario, En ese grado ce y ess pobres migajin de informacion” debe queda in tripts siempre en fa Kien de su proceso de prontuccidn y ‘éneulavion, porque alli sleanzan euubién wn grado de ve ronald que evita que se conviertan em mensajes Fall ine deseelables ene br medida en que 00° das, comple tradicen tanto las expectativs de la recepeion como ls con- diciones en que deben ser producidas y difundidas. Pesto en socidlogo de la prision, de ipota airma que la recepein de la bemba depend de las cateyorias de presos aque ls excuchan y difunden, La ereencia en el rumor esti li ga alas cualidades y destrezasintelectuales de sus recep tores, que de ipola define en la estructura de la sociedad recurriendo a una tipologia sociogica organiza. rao ae convertie la experiencia coneenttacionaria at ne sexr sw.0 _gentina en objéto de hipotesis interpretativas. En esta elec ‘ibn expositva, ls ideas no simulan surgi del sueto mis. mo de lo vvido, Calveiro se propuso ser una cientistas0- «ial que también fue una desaparecida; por eso se convirtid cen lo que no era antes de sui ka rey resign y devino cien- tista social poryue fue desaparecida. El ibro no prolongs cen el preserite su identidad de vietima. En lugar de reps tar el tejdo de su experiencia, se esfuerza por entenderla en términos que no dependan exclusivamente de Io vi do por ell. Por eso la argumentacidn es mis fuerte y ex tensa que la narracin sobre la que se apoyay de la que parte, Desde el punto de vista moral y politico, habla co- Imo ciudadana, no como ex militante detenidd y torture da, Su derecho viene de un universil y no de una circuns tacia terrible ‘Algumnos ejemplos son muy evidentes. Calveiro afirma ‘que los desaparecedores seimaginan dioses, con poder ab soluto de vida y muerte. Esta conciencia omnipotente de quienes tuvieron el poder de decisién en el campo explica la célera que sentian ante el suicidio 0 el intento de sici- dio de un prisionero que, por esa via definitiva, trata de escapar a la Kigica total en Ia que se lo habia inchuido, AL presentar estas hipstesis, Calvi no menciona su propio intento de fuga que fue nterpretado como suicidio y que ddesperté una secuela feo de repress. Estos lo que le dice a) coloca en el lugar de quien da un esti Gelinan en an seportae, cuando ell sina se io, hagur que no _EXPUNERLIA YARGUMENTAGION ” cup su propio bro: “Salto por fa ventana de wn FF ther pis alto de la Mansién Seré porque tengo claro que 3 vnedida que pase el tiempo, voy a extar cada vex en Peores “condiciones fisieas, que voy a perder Ia inicativa. Entonces the digo que debo reaccionar ya, Haba visto que la ventans licl bao no estaba asegurada, Pido que me leven ¥ como ija menor, de 40 dias, me da estaba amamantando a mi tban mis tempo para que pudiera sicarme la leche. Enero pro ta ventana y salto. De pie. Me trabaa dos co- fray fundamental, tratar de fagarime y perder= te en Rivadavia...La segunda: si habia guardias afvera me podian matary sf acababa Ta histori lls eeuchan frolpe de mi cada, me alan y me Hvanarsiba Ieramente ty putalas'S El libro ace silencio sobre este hecho, su también hace silencio 0 ‘eunsiscias y ss consecuen’ te ena hija de cuarenta dias; los lectores nos enteramos despa en repolajesapaecidos acompaitando Ia edicion argentina de la tesis mexicana, ‘Clveiro, eutndo eeritey ana, se refiere al acto suicida come la decisién que enfarecia a los desaparecedores y q¥e venta as eonsecuencias mis crueles, porque signifiaba un tjersicin protibido de la yolumtad, pero no mencions a npetcnca, aunque ella puede persisirem una clad fe vnnroracidn, Como dato personal, ba wido burraia de agit, ee nee de 1 us ares ibeo que ae aust ana argumentacion asada en los rela tu de ottos, es decir ls fuentes que Calveito puede anal sar como material no autobiogrifico (aunque su vida sea tun fondo respect det cual esos a os tambign tom sent coma si se clijera que lo que ella experiments produce algunas de sus condiciones de lectura). En lugar de st inteno de suicidio, Calveiroeseribe: "La te pualia parecer como una liberacibn, De hecho, os torturadoves usabn la expresion “se nos fue" para desig. har alguien que se les habia muerto durante ht tortura. Y sin embargo, decidir la propia muerte era una de las cosas que estaba veduds para el desaparecido, que descubria tonces no ya la difcultad de vivir sino la de morir. Morir ne era ie dentro de un campo. Teresa Mesch lWurgos y muchos otros sobrevivientes refatan ‘eves absurdos pero desesperados para scontrar la nue ‘te: tomar agua podtida, dejar de respira, intentar suspen de i ariamente cualquier funcién vita. Pero no era tun simple. La miquina inexorable se haba apropiado ce- tes wente de La vida y la muerte de cud uno", Tiese Me iat, Susana urges y olen: en esta co Calvcira forma parte de exos obs. Su abjetiva no es prox bar que ef campo fue tan terrible que e Udarse; no quiere usa su cuerpo como base testimonial sort is amphi y in ieee, que Ins cunticiones del campo purde mde al itento de sic ‘muchos prsioneros y que talos los dexaparece utes VARCUSENACION 9 doves reaccionan ame esd yesto timo de libertad con ¢l sjeriio nia exiseno de woken, Calveiro n9 v6 Pre ars como testimoniante sino como wna mujer, €P COPE vata environ la desaparcin y a tortura, yaa que F6 opera como materia de un andlisis qu ella misma reale dra La wctima no busca una identidad simplemente en 5 Siogra, sino en el dsposivo intelectual eon el be #6 ras augumento. a ‘ila, Pilar Calveiro, ta detenidadesaparecida de ta die- tadura, no viene a dar su testimonio sino a reetirto de viros detenidos-desaparecidos. Este cambio de lugares {aque no aca la soidaridd nit imp sino que eee joa Calveiro de ex don porque busea se reconocda 60 ) ve indica claramente en Is foro lugar y por otras razon cates entimoniales que el texto menciona y CUYa ProCe ddeneiase aeara en nots ‘Sovembargo, hay uns poco imas iBeripeiones 3 scbiogtcas: su propio nombre ysu mero de proneray {joa de Lila Pastors wna dedicat: “8 Lia Fas” ‘late de encontrar resqui- la, experta iesobre el poder con dos arinas de ssn siza, amiga cos ye dispara ade fcgrarsty aba Sa id etl pore ‘Cahciny ees ala como cita os recuerdos de 708 Pr ilasdesaparecida hua de su expe sioneros. Si uma det el diseurso 6 resist enc carelania en primera peso vr aac imerpeetativa (como lo seal ices; a init extremo es una especie de blindaje que 19 rode a ara sa8.0 ‘convitiéndolo en algo que debe ser vst antes que analiza do, El texto en primera persona offece un conocimiento que, de algiin modo, tiene un cardeter indiscutble, eamto por la inmediater de la experiencia como por los principios morales que fueron violados. Calveiro renuncia a esta proteccién de una autorrefe- rencia empirica, Por supuesto, no podria ecultar (seria no ‘s6lo imposible sino absurdo) que ella fue una detenidacde- saparecida, orturada, sobre la que se cjercieron todas as violencias del terrorismo de estado. Pero, en lugar del yo, stn los testimonios de terceros. Calveiro no toma ¢l lugar aque le pertenece pia escribir su libro porque busca una, interpretacion que es maé posible si son tras sus fuentes. ‘Analiza la experiencia y las condiciones que la provocaron; pero no pone en el centro su experiencia, Construye una distancia naliticarespecto de los hechos. La dimension autobiogrifica casi ausente cede su lugar ala dimension argumentatva: donde debia hablarse en prime= ‘a persona, se habla en tercera, EI tiempo pasado no es el del testimonio y su dimensiGn autobiogralia, sino el del Anilisis de lo que otros narraron y laelaboracién de clas caciones y categorias: el tipo de tortura, los pasos de Ia re sistencia y los de la delacin, ka ogica del campo que repro duce la del pensamiento ttalitario, la vida cotidiana de los desaparecedores, donde tn partido de truco tiene come sonido de fondo los discursos de Hitler; la coexistencia de to legal y ta legal de To completamente wecreto y del quie EXPERIENGIA YAREDMENTACON ma bre det ecreto para inducir a un terror generalizado; Ie tegoria:e subversive que produce en simetria la de des recido. Una sociedad concentracionaria s¢ diseia con ss Jeyesy ss excepciones, con los espacios brad al impulbo de los desaparccedoresy los espacios reglamentados hasta cen los deciles mas insignifcantes. Caneiro no eseribe una “fuente”. Por es0 es posible coinciir o disentir con lo que afirma, sobre todo en sus hipotes mis generaes La libertad de la Teeera (una Te pertad que es intelectual y moral) vine mis segura en ese terreno que en el de la primera persona, justamente por aque laprimera persona tiene un derecho yuna capaciad Iimposiva de presencia, de los que carece la ercera A ferencia del yo de un testimonio, cuya relaci6n con los he ‘hos es dificil de poner en duda (deberia demostrarse, por ejemplo, que se (ata de las memorias de un estar ftor) r donde se necesita mucha desconfianza o mala fe para disci sus aveveraciones, Calero no se presenta co 0 io de tno testimoniante sino como anatista dl tes vitron En esta posicidn puede moverse con la Iegimidad de quien ha expulsado su propio estimonio para inchir Jos términos de una disci su juicio, no su experiencia, pline social y de una conden moral y poliea ue Pr ‘inde det propio sufrimiento para ser juss, Su ibro no proviene de la cireel ya tortura, sino del exo en MEX eer danede investigé € incorporé Tos instrumentos intelec: cr, en el tales parg esribirlo, ubicindose, en primer I us wana sitio Ins acadéimico de los expacios ye mais pesadamente €sco- jue orden ba exe sis de doctorade, far de tos gers: Ia clus del yo Lo que pecto del espacio testimonial. firma que la wets pes n excepeiones. iro hace con su experiencia es original rex uyo cuando est al borde de ki focura. firma que ta vic tima deja de ser wetim porque piensa. Renuncia ala dimen: sion auvobiografica porque quicre escribir y entender en tr 1s anuplios que los de la experiencia padecida, Primo Levi eseribié extensamente sobre e610 las Con: diciones del Lagerafectaban a los "mmusulmanes", 2.3446 tos prsioneros que ya no pertenecian al mundo de ls ¥ +03 porque habian abandonado toda pulsin de existencia jncluso en sus nivelesfisicos mis elementals, Seal6 que ta verdad del Lager estaba en es0s hombres na vives is aque en las categorias de prisioneros en bas que é1 mine ‘se inscribia, Seiad tambign que, sobre Ta verdad final det Lager, slo los muertos, es decir aquellos cuyo testimonio hho pod escucharse nunca, tenia una palabras Sis critos ocupan ese vaio que deja la experiencia intransi ‘ible, irrecuperable, eel vet tiple También aqui hy tuna reticencia: Levi se ve obligade a hablar en lugar de quienes no hablan, Calero, rode se quienes sabe sieron pata hablar y responder ast undivectamente # kt idea de Levi tonsa ovo canine i hablar ew wombre propio, Ea esta cesim de ky primes persona, Calveiro sacriica no simplemente, com pod pensar tia, sino su autoridad imperati ws ta riqueza detllata y concreta de lt experien: su careter, inalmente, Posmemoria, reconstrucciones James Yeung, en el comienzo de At Memory’ Edge! © Pre guna cémo “recordar” aquellos hechos que no shan ex pevimentado direcamente,cSmo “recordar” lo que no s€ a vivdo, Las comillas, que encierran la palabra record, indiean un uso figurado: lo que se “recuerda” es 10 vivido, ia de recordar por to antes, pr otras. "Recordar" se diferet “que Young denomina el caricterveaio del “recuerdo” Ladoble valencia de “recordar” habilita el deslizamiento ‘entce recordar Io vsido y “recordar” ge thes ajenasy ms remotas en el empo, Es imposible (vo fn un proceso de idenieacin subjetia desacostumbrado fave nadie juzgara normal) recordar en rina d expe vrensia hechos que no fueron experimentados por el sijelo too hechos s6lo se "recuerdan” porque forman parte de tun canon de memoria escolar, institucional, “uso familiar (el recuerdo en abismo: “recuerdo que mi pre reedabs,"ecuerdo que a excelaenseh aa’ recuerdo que aquel monumento ecordab). «janes Yun, AC Men gs rd of th at ena bon ttt (ese 16 wee sat snente por el marco que enna Jo recordado, Young seal el caricter "ieari” de ests me- tnoria, Marianne Hirsch Ilsma “posmemoria” a exe tipo de recuerdo’, dando por inaugurada tna categoria cuya ne cesidad debe probarse® A Hirsch kt crest subrayar ies pecfcidad de la *posmemoria” no para relerirse aks me thoria publica, esa forma de a historia transformada en relato © 6n monumiento, que no designamos simplemente con la palabra hi coria porque queremos subrayar i di- mensién afectiva y moral n sua: idensitatia, Le da.al ver bo “recordae” usos diferentes de los que reibiria en el caso de la memoria pibliea; no se tata de recordar come Ia a tividad que profonga a ka Nacion o a una cultura especies del pasado en el presente través de sus textos, ss mitos, sus héroesfundadores sus monumentos;ampocn eel re ceuerdo conmemoratio y civico de Tos 1 lugares de memo ria", Se vata de una dimension ms especitiea en términos de tiempo; ans intima y subjetiva en erminos de vextis © cin siguiente wo posmemoria se designaria la memo de ln generar a que padecié o proxagoniz6 los acontect de lus tnientos (es decir a posmemoria seta bt 7 Hijo ste kn meer desis padres). a ide a teenie bastante caine ew las esttios sobre pasado siglo XX. ‘Aci me propunge ex ase ely rm Play, Nae an ot Pe Many Lae, Hasan seri es, 1 psn RECORSTRECIONS 1 techy Young sefalan que et ago diferencia de Po smemaria wel caret inehusibtemente medio de} rede, Sin embargo tos echo del pass 615 oP oes de na memoria dceta dels experiencia PUSS? racer aon muy pocos y exsn union alas wis de fe ajc desu entorn ined, Del rest de 15 Inechos vemporinens aoa suett Ets entran pore dice caorareeron eve discuro, 2s Yes puede ear snd v onprienda o rear de na consraceén fa Dat se enves aunque sean fuentes me présima ec HS pos commo et lsico de Fase de Cougs PFS os 60° rer el de Burkchart sobre ct Renaciiento, Eo it verredades moderns estas fetes on eecentemenis wees deslgadas ce Ta escucha directa de una hier com> wdc vv por su protagonina o par algun qe BSS dani on protagonisa;.oraliad india Cosi serdar que Benjarin piensa que han dejo ds cave inhallable excepto sobre los hechos de tis) s prietican tapas exci colina, El esto son historias ee sari a baoras ecagden en ke medion 0 DHS pr nists: Por eso mean de fowgrafias, en eeepc eisen de oo po de disso pai de> Young, no seals wn aque se construe BM Ayes quemonre nest deus nen ne nena, hata ora inex So que aque dei qe (prague, HSE ene sus conte OFIEOS temas de Tos heeos 0 i ma ear santo trictos iene de ellos una experiencia directa (todo To di recto que ped ser una experiencia), bastaria con deno- rminar memoria ala captura en relato 0 en argumento de ‘0s hechos del pasido que no exceden la duracién de una vida. Este es el sentido restringido de memoria Por exten sin, esa memoria puede convertise en discurso produ ido en segundo grado, con fuentes secundarias que no provienen de la experiencia de quien ejerce esa memoria, pero afde la excucha de la vor (o la vsibn de Tas imagenes) de quienes estin implicados en ella. Esa es memoria de segun da generacion, recuerdo pilico 0 fami x de hechos ausp- ciosos o trigicos El prefijo “post” indicaria lo habitual: es To que viene después de la memoria de quienes vieron los hecho y, al establecer con ella esa relcién de posteriori- dad, tambign tiene conficios y contradiciones caracteist cos del examen intelectual de un discurso sobre el pasido y de sus efectos sobre la Sensibilidad, Se dice novedad algo que pertenece al orden de lo evidente: si el pasado no fue vsido, su relato no puede s rho provenir de lo conocido a través de mediaciones; ei clus, si fue vvido, as mediaciones forman parte de exe Felato, Obsiamente, cuanto mis peso tengan en la construc in de to paiblic los meslios de comunicaciin, mis ith rin sobre estas construcciones del pasado: los *hechos me diticos” no son la Gkima novedad, como parece alunos especislsus en comunicacidn, sino la forma con que se conocievon, para mencionar ejemplos que tienen osm ECONSIRUCIONES 1 casi un siglo, lt revolucién rusay Ia primera guerra mun- fa son medios de un dial. Diario, televisién, video, fotogr pasado tan fuerte y persuasivo como el recuerdo de Lex: perienca viva, y muchas veces se confunden con ell \de en los problemas que plantearia el Yury se ext carictervicario del reenerdo de un pasado que no se ha vir vido, como si fuera un rasgo inédito que por primera ver ‘caracterzara los hechos de wna historia reciente. Sin em tnargo, e obvio que toda reconstruccion del pasado es ves ria ¢ hipermesdiada, excepto la experiencia que ha tocado cl euerpo y la sensibiidad de un sujeto. {La plabra “posmemoria",empleata por Hirsch y Young, cen el caso de las vetimas del Holocausto (ode Ia dictaura sngentin, ya que se la ha extendido a estos hechos), desert rupen las experiencias de be el caso de los hijs que recon sus padres, sostenids por la memoria de étos pero 0 36 To por ella. La posinemoria, que tiene a ka memoria en st ‘centro, sex la reconstuecibn memorialistca de kx memo- vids por el sujeto {que lo reconstruye y, por €30, Young i afica como “ea tia, Peto, inelso si se feconoce la necesiad de lt nocién, de pnemoria para describ la forma en que wn pasado Aivela peso miny proxina Hey al presente, Hay que a nit tag que dad experi del pad es vcar pore ‘ve iaplica syjotos que buscan entender algo coloesndose, por Laiuaginacibn o et conocizaiento, en el lugar de qui thes loexpevimentaton eval ate, Toa naaién del pas do es re-presentacion, algo dicho ex lugardeun heck La vicario no es especitico de a po ‘Tampoco li mediacién (0 “hipermediacion", como ex foung para fortalecer por hipérbole su argumento) sua evalidad especifica, En tna cultura carsctericada por 1a comunicacin muasiva a distancia, los discursos de los me: dios operan siempre y son ineliminables. Slo a extrema, ddeprivaci, el aslamiento completo o la locura se sustrae a ellos. Por otra parte, la construceién de un pasido a tra vés de relatos y representaciones que le fueron cont ineos es un modalidadl de ki historia, no uns esteat de fs memvoria, EI historiador tecoree los diaios, el hijo de un secuestrado por la dictadura mira fotogratvs. Lo que ls dstingue no es el cat er “post” de 1a actividad que reaizan, sine la inmphieacibn subjetiva en los hechos represents. Es la intensidad de la dimension subjetiva ba que dif recat la bisqueda de Tos restos de un padre ont dlesaparecidos por sts hijos, de la prictica de wn equipo de arquestagos forenses en diteceidn al esctareciiento y justicia en términos generates, Sia ba historia que const ye ese hijo sobre la desaparicion del padre quieted cl nombre de posmemania, se sors aceptable solamente [por ss anyon! fa implicacion del sujet en st dinensiou aieologica mis person ef carieter no “protesomal” de sus actividad, Qué, que no proven del orden de by expe ‘iencia subjetiva y de ba Forw vs HORA ECONSTHUECIONES 1 cia el historiador o'del fiscal? Slo la memoria det padre; sieldiscurso que provoca en el hijo quiere ser Hamado posnemoria, lo seré por la trama biogrifiea y moral de la Uwasmision, por la dimensién subjetiva y moral, No es en principio necesariamente ni més ni menos fragmentaria, ‘hi mis ni menos viearis, ni més ni menos mediada que Ia recenstruceion realizada por un tercero; pero se diferen- cia de ella porque esti atravesada por el interés subjetivo sivido en términos personales. {Qué hace Art Spiegelman sino poner en la escena de tun «Simic los avataresexpecificos dela construccion de una ‘higoria oral” en la que su subjetividad esti implicada, ya ue se tata de sa propia fails, pero donde aparecen ade ins michos de los problemas del itriador? Y a chica arquedloga, que llega desde Francia a descubrir as condi comes de la ete desu padre, cuando describe ls pasos hanera reduplicando par sb Ta Ie de 90 investgaeion no esta de alg Jos aiodos de ha esis que ha venido ave Aue Spegchnan, Alan vols % Nueva York, Pathe Books tse tate, eno Aves Em, NYE] A propio de Mla AN oe Poi we a sae nara panpeana?t Si eta implicacin fuerte de ba sujet dart parece sufciente pra denominar 3 un discurso “pos memoria, 1o sexi e por el cardeter lacunar de tos resulta dow, ni por su earicter vieati. Simplemente s© abr tei lamar posmenoria a discurso donde ques ip ‘cata la subjetvidd de quien eseucha el testimonio de st padre, dest madre, o sobre ellos El gestotedrico parece entonces mis ampli que neces rio, No tengo nada en contra de los neologismos creates por acoplamiento det prefijo “posts pregunt daiea siellos cubren una necesidad concepusal o siguen un in pulso de inflcin teoriea La ura autobioggiea des de el siglo"XIX abunda en met Tian Sarmiento, en Recuerdas de provincia, comiience por I hhstovia de fama y ha veconsteuye (bien te, debe advise) de fentes familiares y unos pocos do ceamentos, Hoy esos cipitulos desu libra recibiian ef non bre de posmemora, que suena completamente innecesario pra comprender la relacin comps y conflict de Sar- mniento con su pad, ta esteticidad y vibracion mora del rato dle su made, ls operaciones de invencidnnsecres ‘idm de wn fain que, por sts aso, ke permite sone Tinaje yo solamente de ws obras Victoria Ocampo comienza su autobiograia com tna ae Shins Ja Geta, Ma LM pont hi ep, en As Pac A iti aque van de Sorento para emer ee conse? srompltamente inet onceplo de “posmemora” a ten teoni,deberia apical ther de que estas memoriss familiares de Sarmien9 raumatieas ges to que ls separa de ode Oonmpo wo fuer Foxes de ia posnemoria? Sian fuer, se estar en07 ise a hechos “cen de una noeion que slo habit para ref ete del psd (lo cusp defini por 5 on" ved) Tienda creer, ns bien que ta weotia de a POF es clisicos de la reat, bre Kos que e han eco bibiotecss dels que eens fe agua por Cusor!Y Starobinski y rt ands en por jee, sino ie 270 eevee de los extdiosculturaes, epecificamente 406 jemen al Holocaust La nocin fue pense 1 slo ali podvian afimarse 8 ta evalidad del he- los ie co cen ese espacio diseiplinatio, jones de expeciticidd, tanto €8 preten ‘etlo con-memorativo de is cho remenorado como ent él revi que sant su recurs er ebuargo, tox edn de nemoria(desrrallados i ustaente sobre costo eas aie £0185 sisi itn a won de "posenoria” HE 08 sare pesca Hic como si poseyers ses Pe ue del vat, em pala dle que stg heuristic as memariaticen a hs experenciny Bevis de verreene dee perenecer aa geserninnriaenes penmnenno ita por el camriory etar relacionados con el ut BEAT SOHO a novedad teria sintonizada con otro ange dnciplinario: ede Tos ex Uuuios sobre subjetvidad y las “nuevas” dimensiones biogt fieas, desplazamiento que realize ino libro de Hirsch, donde hay eapitulos en los que asistimos al analisissesudo dde unas fotos de ella y su madre, to was poco antes por a forbgrafo periodistico que, en opinin de Hirsch, no sw po capt el cariter de la relacin que la une cou 34 pro- bién ta explicacion de como consteuys te fotos familiares que regal a sus padies para un aniversaio importance (para la Eamilia isch, por ipuesto). La inflacion tedrica de la posmemoria se red plica asi en un almacén de banalidades personales legit: vais por los nuevos derechos de ka subjetividad que se despliegan no sélo en el espacio trigico de los hijos del Holocausto, sino en ef mis amable de inmig tuocuroppeos Jon que lesa ido bien en América del Norte Y pueden es pocos traumas en a pasado que no se ths grb menosen estes de inch, ue ps el exacto et ae. ro de lo que sucedid con su prop uni). Sin embargo, unt ebservacin de Hirsch, hacia el final de su bro? presenta ris. Arana que en el eae ces judios cosy ub pizalos, la identi juuia se construye como conmsectenia nto, RECONSTHUCAONES 15 asin ide tara, la posmemoria de la Shoal. En esta ‘cup las mismas funcioneselisicas de Ia memoria: fan- dda 1 presente en relaci6n con un pasado, La relaciGn con personal, en términos de fa- ‘ese pasido no es directa sila pertenencis, sino a través de To pablico y de ta me- sori colectiva prosucid insttueionalmente, En esta di- tnvension se mueven los ensayos de Young, que discute sto ta posmemoria del Holocausto y lis estrategias de mont newalizacion (tefutadas por las simétieas estrategias de Jos enntramonumentos) ta cuestin es si a cule “post” diferencia ka memoria ide carasreconstrucciones. Coino se vio, los te6ricos de la | pntnenoria argumentan de dos modos ofreciendo dos rz0- thes para a especifciad de la nocion. La primera es que 36 ‘rats de uns memoria vicar y media (ste eset centro del vento de Young, que ende a considerar un rasgo € co lo que es propio del diseurso sobre el pasado); Ia 4 memoria donde estin im pec segunda es que se trata de 4 plicados dos nivel de subjetvidad (Ete 9 et centro de fangimente de Hirseh, que iende a acentuar ta dimensi Fingrifiea con val ientitario de tas uperaciones de pos snemonia). Anibos coinciden en fx fraginentariedad de fa rnmenoria y conseran que es un rage diferencia i acura yobre el pasado se deters ambien por sue sical ineapaciel para reconstetir un (ode Ahmad elidel de ua historia que aleance Ts cot Iivacidn a través de certos principios generates qu ori es tag sari, Silo que se que te afirmar es que ls historias vineuludas cow el Holocauste fo son is codavia, habia qu buscar las razones para ad- nite que su memoria es mis lacunar que otras wnemorias Primo Levi avana por este camino, porque cree que la ver- dd del Lage est en los sauertos que janis podtin volver para enumeiala. Pero, fuera de esta conviccién de Levi se- ria necesavio demostrar la incompletitudl de la memoria so- be el Holocaust, un acontecimiento masivamente rode la palabra misma con que ve lo na interpretacién con sentido trac isa, En realidad, do de interpretacin designa es inflex el Holocwusto no parece hay lacunar, excepto que se piense que st fragmentariedad proviene de qu se ha logrado reconstrir cada une de los hechos (pretensidn mis bien primitiva en téruainos de nétode, aunque represente un valor moral en érininos ‘de que cada wna de hs vietimas tiene ech a la recons tcc de su historia, que, en términos personales, es ob- viamente dnica). © también que el centro de ty maquina de muerte, bs ein cas de sy loscrematoris slo puede ser revonstruide arquevlbg) 1a fhaguventariedad de wo yemoria es evident. O se quiere decir ago iis, o simplemente se esti aos prsnvemoris aula que ve acepta muy universalniente des deel momento en que arom en criss las grandes se ands toalizaciones: tudo es ragmentati desde hos de sgl BX. osteoid, RECONSTRUECIONES 11 _Lafragmentarieda proviene, en opinin de Young dt sacio ene el recucrdo y lo que se recucrda. La teoria det vamp por ato que ese vacio marca siempre cuales de rememoracin, incluso la ms banal. Young experien aaereaia demasiado facilmente entre el vaeio dejado por Sr Hotocausto, el vacf de judi én Alemania y el vacio que eaué en el centro de la experiencia del recuerdo, Se arma sei una especie de cadena metonimica de wn yacio 8 40s canblecida por todos los prestigos teGrcos, #1 que Po- “ian agregarse el vaeo constxatvo del sujeto, el vac de donde surg el enunciado, el vaio respecto de eu ‘ortadifcultosamente el recuerdo, et ete. Como es it rouble contrac aiden de vacio deja pr el Holosane ro es evdeneia se trast, sin mayor examen, 2 018 ‘ta mode, esta casena es ms > ‘cies. Filoséfieamente gest que sida ine el recuerdo y To que se Feeuerda etd BL vaci ccupado por as operaciones Lingisticas dicursivas a thee sociales del relat de la mesmora: las ipologiasY MO icles narratvos de Ta experiencia, los principios morales, 4 cauma religinos, que imitan el campo de to recordable que obtaatiza I emergensi de recuerdo los cies YA vRatvadios que ineiden como guia de eauacion Ms NE whee vaclo se ata de un sistent de desfanijes Y PuEDIES ovdalgicos wdeotgicos. Si alguien T* ve us cons desde a perspctva polis: porave PO POS” vein hablar desl exe pasado porgue poner SemPY= se cacin a dimension fair pv con Tm sa, para la direcorahija de desaparecidos, is oS perden por complet interes Dante ds Hs polit heron asus padresa la muerte, ela busy en PFE roe si misma en ausencia del padre cas que mer lugar, reconstrui icula despues de citar una frase de Rene Robi) La indierena, inca a osha como lo acta la pel aarp de sus pce agua a ania ae oF Sos ee ae dle de et on Rca ddan su veimonio, Casi no buses bs “For jos que ver” de sus padres, ni mucho menos Bt uenes recures busca 4 8 nduccion de 836 auges” por Ws testigos #4 ces oat clan ante Va oT ai e208, p28 = meATIN SAR.O dese la sbstraci6n de una vida cotidiana ierecuperable, y por eso no puede concentrarse en los motivo que los eva ron a ki militancia politica ya la muerte, Como los testigos {que encuentra son compaiieros de miltancia de los padces, las preguntas que busca contestar quedan inevitablemente respuesta incluso cuando los testigos evocs domésticasy familiares. No podia pasar de otro modo, ya que el fin interroga a personas aks que considera u tales o equivocadas. EI malentendido es comprensible. Ouse jonios, como el de uns mujer que se niega a ser filmada y ha sido compaiiera de cautiverio de las padres de la directora, dicen lo que ya es sabido: que en el Shera- ton (el centro de detescin donde estaban Roberto Carty ‘4 mujer, ademis del dibujante Ocsterheld) todos trabaj than en un libro “por encargo”, una historia ilistrada del rcit; pero agrey dre de Albertina tun dato: que Ana Maria Caruso, la ms arr, evidé de la hija tecién nacida de ‘quien da testionio, La pelicula no tiene nada que decir sobre estas dos informaci 1s, Probablemente porque se twat de la vida en el campo de coneentracin, ylo que la in de cuentas, no es es0 sino st i facia en otro campo, el de sus ios, donde vivid despucs le fa captara de ss padres, ‘Aces campo, el fin to 1 campito” con un cartel ‘que no se sabe ses inico o indica un simple paralelismo. 1 campita”teanscurce un excena de comienzo y kis ‘el fina, Al no est presente el recuerd de los pales, cevones ro me cen sinc a eum soca que e one . Carri “la felicidad de ser una malcria- ata en ofc Me nna Pra tonces nia Albertina ida” Como si ablara desde es 195 char "Me euesta entender fa eleccion ve : pais Por qué me dejé en el mundo de les imagen de la actriz que no se fue del vst, Esa vor en ofresuena sobre Iai rectora, en un gesto de grito desesperad representa al dit s ele cuesta" ala los actos paternos, que “e eu La comprension de I Pi vce npow ta alae i Ya que las azones de 0S vee, io els busca en la potties de wna €Po- os i ‘erin definiivamente mudas Sani 1 militantes que offe- andnimos los amigo También son anés ig ‘carasy voces 108 cenmteainoiae oa re ‘unir con un nombre propio. Solo en le- agate radecimientos finales, €505 ey requ rs grate en crs pron de cE er eamo igen i - : syen.con la directora y con su de wocultable, En un film sobse 18 ‘amocidos aunque 3 : por si misona y a través de una actriz que dic resent a ta diector 1S UStgOS nombre y dice que FEPFE ato. Por lo que eset, 1058 permanecen en el nou See pert de que fueron antigo parientes 0." ony Los rubs sani tos paves de a diets pero en 10 wearer samo de separacin ¢ incluso, de hostlidad. La ope rucién de doblé sliruscion de la identidad de Albertina Garr contrasta con el severo despojamiento del nombre de ‘oitos, Identidad por sustraccin. EL fin cou aye na en el campo. En la primera ‘escena, se oye uns vod en afl dela directora, que da indi- -caciones sobre cémo estribar para andar a caballo, En la ie ler imagen, ssistida todavia por ls directors, pe- se ve a actriz, ue recibia ests indicaciones nete, como si hubieratenide lugar un je, no el que ka pelicula se propone, sino otto: tun aprendizaje de destrezas “normales", que reemplacaria, ta fracas sxploracién por la memoria. ‘Ls pelincas que uss la directors, la actriz que la repre senta y ies miembros del equipo de finaciéa son también parte de un dispositiv de desplazamiento de un lugar a ‘tsa, de una identi! (paterna/materna) no encontrad ‘4 una identidad adoptada como personiticacin y distr ‘Antgs de este final con pelucas rubias e in su tila en varius testinonios de veeinos que afirman que la fami Carri-Caruso y sus hijas eran todos rubies. Las imigenes dela direetora, morocha, y de la set que be pos secon o traducian fa diferencia pes 1 ee manifesto que lo» ida entre ellos yb fawilia Cars en ana diferencia Fisica y de elase (Ser cubio ‘en ls Angeitin nesta feuente), 0 que hos Cars, come wilantes, cambiaron el color de su pelo, POSMEMOA, RECONSTRUCCIONES 181 para disimular su apariencia, Como vea, toda la Familia es Uelitida por los vecinos como “los rubies". Al ponerse pe- Jucasrubias, el equipo de filmacién se ubica en el lugar de ces pasuda identidad diferente. ¥ tienen razon en hacerlo porque, cuando leyan al barrio popular con sus eémaras, la acrz que representa a Cars dice: “Era muy evidente que sno &amos de ahi. Debia ser parecido a lo que pas6 con mis padres. Frente a los vecinos, la directora y el equipo de la pelicula, por razones culturales, por su aparataje tenico de ‘cimaras, micrfonos y grabadoras de sonido, por 318 ropa, cel modelo de sus anteojos y su corte de pelo, por el auto- mdi en el que se desplasan,siguen sienda “rubios" 0, 6 imo se frasea en el film, “blanco, rubio, extranjero". nwueltos en esta diferencia han hecho la pelicula, en la ‘que quieas haya un solo momento de equivoca idemtiiea- cin de Albertina Carri con sus padtes, cuando en offs e ceucka un deseo suyo no cumplido: “Me gustaria sobsino de seis aos diiendo que evando sepa quiénes ma- tran ls papis dest ma, va air matarlos, Mi herma sna no me deja" Sin recuerdos Sens doses inevitable, La tigica de To sucedid toc ali don Jc ahandonado, en el caso de ts hijos de desaparet de no habia sujetos en condiciones de responuter ni de | i 82 WATRIZ SAR defendese, que no habia elegido un destino que nels b te cone posi, qu lst yHanamente no estaban, cv conic de eli Trent aos después, e908 hljos de paces desaparecsdos dan de ese suceso testionios dif articula el jercicio de “postmemoria” de y ‘de la historia no s6lo personal sino politica bs isqueda de una imagen ps ‘de esos dessparecidos: “Fengo 18 aos, papi esti dese paecid era ico, Hace paco sone con é. Son que me tinaban encima de él y yo le decia: (Ay, por favor, Nevare con ws adonide extés, no me importa, sea To que sea, Mews me ala ESMA, nw ane importa, quiero morirme al bdo yo! Yél me decia: ‘No, no, andi atris de est bandera’ y yo sana bandera, por ‘que esto no. pasa por to politico, quiero estar con vos y ‘como que me decia no, ss que ir tris de es bandera y yo dec ‘no, quiere estar con vos, nada mis" En ese relate de un sue, la politica, como manda pterno, se contiapone a fa fuerza del deseo, igual que ex la inresoluble perpljidad de estas preguntas: "Durante ani chosatios pensé que lucharon por un pais mejor pero n tnd no la tuve durante 6 aos y a papi no lo tengo mus, Que valia mis Ia pen? aLachar por un pais mejor o for tar a Familia? Todas ésas son contradicciones. No los ‘Vwi apse 0 is (a ha it duende oe ‘hh en Gana Mal Ml fay pd de it rosso, REEONSTHUCCIONES 1s. jrgo en su secionar son coses que # anf me quedan cog “do. Taunpoce ellos tienen 0 tenfan la respuesta. No previe- on busta d6nde iban @ llegar los militares. No podian si her lt A veces, en el lugar vaefo de los desaparecidos, no hy ni habré nada, excepto el recuerdo de un sujeto que ne recuerda: “Es dificil darle forma aalgo que una no conoce, {que una no sabe, que una no tene Ia rumba para decir aqut ‘etin, No se le puede poner nombre a algo que no se €on0- ‘eyo tenia dos aos cuando dessparecieron, no me acuer- ido nada de ellos, me acuerdo de mi mirando por la vent nna esperando que vuelvan". Pero muchos de los testimonios de hijos de dessparech ‘dos ecopilados por Juan Gelman y Mara La Madrid en £1 aco perdin de dos exponsten, en cambio, a una Disques ide verdad que no excluye la figura pica de tos padres y su compromsso politico, Elfin de Care es un ejemplo ast demasiado pleno de la fuerte subjetvidad de la posmeme ria los testimonios de Blac pen de dis, si como la pe tieula de Carmen Guarini sobre HIJOS (Ia onganizacién {que agrupa a quienes tienen padres desupareckos), ue del pasado. Muchos testimonios de El flac pr de dos prowienen de jove a otra cara de una reconstrucci ico de sus {ques sienten ss proximos al compromo pe pales o que hacen esfurzas por enter ren el on sepa a p18 ‘oft Bid 1 exresatLo cimiento de que, silo entienden, podran captar algo de lo {que ss padres fueron, Ambos, los HYJOS y Albertina Carri fueron vitimae de acontecimientos histéricos semejantes Ia dictadura inaugurada en 1976 secuestr y asesind a sus padres, Ambos estarian en el lugar desde donde se construc ye una *porinemoria", pero en la relacin con'ella, sus ope raciones son diferentes. “Muchos de esos hijo estin solos en situacion de recons- truirel pasado: “Ells (la familia) ni se enteraron de que me ‘eencuentro con ese chico cuyos padres habian desapareci- ‘do junta con los mios Ellos no se hacen cargo de la historia, os cules seri los motives” Otra historia Maria Laura fue engafiada por su abuela, que la cri diciéndole que su padre la habia abandonado, que vivia en Brasil y ya no se avordaba de ella. Después de varios aos, Maria Laura y su Ihermana menor Silvina se fueron a Franca, a vivir con su sma tenida‘en visitas a la edrcel, malentendidos, una especie de ‘respecto de quien habian sentido una distan repusio, Graduada universtaria en paleontologa, aos des [pues Maria Laura regres a la Argentina y buscé los restos de su padre desaparecido, los encontr6, los enterr6 en su pueblo y reconstruyé, nto como le fue posible, fragmentos de una historia de militant Puso ante su abuela las prac ‘as del ocutamiento en el que transeurié st infancia, Maria Laura y Silvina no supieron de su padce, ni vivie~ "Dai, ii, p98 OSs MORIA, RECONSTRUCCIONES 15, ron en un medio donde !1 politica y la militancia fueran comsideradas un compromiso personal que merecia el res- pet de tuna gleccign politi y moral, Su colocacién frente al pando es reconstructiva en un sentido fuerte: recupe- ‘rar aquello que el padre fue como persona, no simplemente quello que fue coma padse y en relacin gon gus hijas?. Enender quiere deci, en este caso como en off0s, ponerse ‘encl lugar del ausente. El descubrimiento de los restos del padre desaparecido podria convertire, en el proyecto del hij, en la restauracion de ese hombre a su lugar politico, EL hijo Nevara al padre al lugar al que éste pertencci6: "No sé cémo voy a reagciona silo encuentro, Lo velaré en el ‘indicat. Tenia pasién por el sindicato™ Por supuesto, 10 {que se recuperaesla muerte y lo que precedis ala muerte, nc se recibe lo perdido, pero parece poriblelegar a enten- der Ia prada, Por dénde pasa el mainstream de los hijo de desaparec ‘dos: por Carrio por los chicos mis modestos de la pelicula cde Guarini y a recopilacion de Gelman y La Madrid, que ho tienen inconvenientes en identificarse con un grupo ver daderamente existent, establecer lazos nacionales inter- inacinnales y comportare, para deci-lo asi, como personas cayo sufrimiento les ha permitido creer que han logrado 1 Nef pd. pp 182 Tabi eno le Hs de Ca Vw Remand, ii, p 128 ‘entender 4 sus padres y hs ideas que movieron su ia? EI orig social de los desapatecidos puede ser parte de una chive de estas diferencias. Por un lado, estin los hijos de obreros (un treinta por ciento de los desaparecidos lo fueron): “Qué paso con esos chicos que el padre era delegado de fabri y que su mujer no era la compaierasino la expos? Es otra realidad social tos chicos alo mejor tienen our vsidn que la nuestra so- bre la desaparicion, La nuestra es tal vez mas incelectual”.®? En el otra extremo social y cultural estin los hijos que re ‘ieron en familias que no repadiaban la miltanciay conocie~ 10s y compafieros que podian hablar de ellos con tun afeeto con dado en ka experiencia politica comin. Carries parte de una comunidad que reconoci6 sus pa des, por eso esti en condiciones de uatar a sus represen tants, Alcira Argumedo y Lila Pastoriza, con el devgaire un poco distro cou el que se exuca a dos tas euyos cur tos ya se han oido muchas veces, Esa desatencién no es 9 alimente verosinil, ni existe, en los ch 08a quienes, di rante toda la infaneia, es fue negads ba historia de ts padres, a los que los abuelos resentidos con has elecciones de sus hijos o yernos les robaron hasta las foograas Las historis detalladas de los desaparecids circularon por connunidades le amigos y fuiliares, on frecuench en lexi ‘en grupos inteleciuales » eapas medias, que Wo Siva indo. sosste MOR, RECONSTRUCCIONES ast cxistieeon cuando las, timas fueron miembros de los sec- tores populares, cuyas Familias, en muchos casos, se dedicae ron a olvidar a los desaparecidos. Los hijos de estos mit tes estin descsperados por la historia de sus pads, porque all la fractura no fue sto la de la dictadura sino la forms fen que esa fractura se agravé por el silencio. Basta recorrer tos testimonios publicados por Gelman y La Madrid para aque estas diferencias slten a los ojos. [No hay entonces una “posmemoria, sino formas de la remoria que no pueden ser auibuidas directamente a una divisidn sencilla entre memoria de quienes viviron los he chor y memoria de quienes son sus hijos. Por supuesto que haber vvido un acontecimiento y reconstruirlo a través de informactones no es lo mismo. Pero todo pasado seria abor- able solamente por un ejecicio de posmemora, salvo que se reserve ese términ exclusivamente para el relato ‘(se como sea) de la primera generacion después de los hechos En el caso de los desapsrecidos, la posmemoria es 810 tun efecto de discurso como wna relacin particular con los snateriales de la reconstruccin; con Tos misimos materiales ser hacen relatos deceptivos y horadados o reconstruccio~ thes precarias que, sin embargo, sstienen algunas certezas sean los vacios de ‘modo inevitable, pe aunque, d ‘uuelo que no se sabe. Pero eso, lo que se desconoee, no fev un efecto de Ia memoria dle segunda g: tana cousecueneia del modo en que la dictadurs adininis 6. Mas alla de la ex, criencia Los hechos historicos”serfan inobservables (invisible) si rho cstvieran articulados en agin sistema previo que fija su sentido no en el pasado sino en el presente. Slo la cu riosidad del anticuario 0 la investigacién académica mis ‘obuusa y separa de Ia sociedad podrian, en pender la articulac sidaa tiene una extension limitada al grupo de coleccionis- presi, sus valoratva con el presente. La curio- tas, Sobre la investigaién, Raymond Aron, que difeimente podria ser confundido con un relavista,afirmaba que Ia hisria tiene valor universal, pero que esta universalidad es hipotética y “depende de una eleccion de valores y de una. telwin con los valores que no se imponen a todos los hom- bres y que eambian de wna época a otra”! La historia argu Gomo se dijo l comienco, el pasado es inevitable y asa ta mis all de a voluntad y de fa yazon. Su fuerza no pede siempre, spines sino por la violencia, la guorancia la destruc- ‘i simbolica y material, Por exo mismo, esa fuecza irate Licdesalia el acuerdo institucional 0 académico, aun can ay tuducin™ (1990) Max Wee pic y ef i, Aa, 57. p39 13t 160 mearaaz sao do ese acuerdo a veces haya waginado wna separacién me- todologica respecto del sistema de valores que definen et Inovizants desde d © se reconstruye el pasado. Los rela- tos de citeulicién exteaacadémica se escriben dando por \cipio valorativo, Su har es la esfera pili suipuesto el ps sevenel nyo is amplio, yal con Los testimonies, as narraciones en primera persona, a politica tambien responden 3 las necesidades e inclinacio- tas reconstrucciones etnogrificas de la vida cotidians nes de la esfera pablica, Su funeién es étca, politica, euk tural 9 ideoldgica, Cuando no se trata de autobiogratias de escritores el testimonio y 1g narraci6n en imera persona tomnan la palabra sujetos hasta exe momento si lenciosos. Tambiéi en una coincidencia epocal significa tiva, estos qujetos cuentan sus h orias en los medio de Hace mis de teintaafos, una historia miltante organi- aba sus protagonists alrededor de un conjunto de opost

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