Está en la página 1de 14

INTRODUCCIÓN

Durante las semanas en que el embrión va a desarrollarse además de todos


los cambios anatómicos y fisiológicos, se van a manifestar cambios en lo que
finalmente se convertirá en la arcada dentaria, pero para llegar a esto pasara
por un proceso de cambios.
ODONTOGÉNESIS

Al final de la sexta semana de vida intrauterina, cuando el embrión mide


alrededor de 15 mm. el epitelio ectodérmico que recubre los maxilares
comienza a engrosarse en 2 zonas diferentes que adoptan la forma de
herradura. Estos engrosamientos que se forman por proliferación de las células
basales del epitelio pluriestratificado plano de la cavidad oral, se introducen en
el mesénquima subyacente y representan el primer inicio en el desarrollo de la
lámina dentaria y de la lámina vestibular. La lámina vestibular queda ubicada
externamente a la lámina dentaria y es de evolución más tardía que esta
última. Por ruptura ulterior de las células epiteliales del estrato medio y
superficial que la integran, da origen al vestíbulo oral.

La lámina dentaria de cada maxilar, da origen en diferentes etapas del


desarrollo a los esbozos dentarios de la dentición temporal y permanente.
Las piezas dentarias se desarrollan a partir de 2 esbozos que interactúan
recíprocamente durante el transcurso de la odontogénesis. Uno, a partir de la
lámina dentaria: esbozo epitelial de origen ectodérmico y otro a partir de tejido
mesenquimático derivado de las crestas neurales (origen ectomesenquimático).
El epitelio ectodérmico forma el órgano del esmalte y como su nombre lo indica
da origen al tejido externo que recubre la corona del diente. Del tejido
mesenquimático deriva la papila y el saco dental que da origen al complejo
pulpodentinario (dentina y pulpa) y a los elementos del periodonto de inserción
respectivamente (cemento, ligamento periodontal y hueso alveolar).

1).-Germen dentario

A medida que el epitelio prolifera e interactúa con el mesénquima subyacente,


el órgano del esmalte va adoptando diferentes formas: botón, copa y campana;
cada una de las cuales marca una actividad importante en el desarrollo y
determinación de la forma definitiva de la futura pieza dentaria.

1ª)Estadío de yema o botón dentario

Se caracteriza por la aparición de una notable actividad mitótica de la lámina


dentaria que permite la formación de 20 botones o yemas de los dientes
temporales (10 en cada maxilar), en el seno del mesénquima subyacente. Este
también muestra una celularidad aumentada vecina a la formación de cada
botón. Histoquímicamente en esta etapa, se detecta un aumento en las
cantidades de ácido ribonucléico en el tejido epitelial y un incremento de los
glicosaminoglicanos en el tejido mesenquimático.

2º) Estadio de copa o casquete

Se caracteriza por una marcada proliferación e invaginación del epitelio del


órgano del esmalte, el cual presenta una depresión en su parte profunda donde
se aloja tejido mesenquimático condensado para formar la papila dental.
El tejido mesenquimático que queda rodeando externamente el órgano del
esmalte y la papila, también sufre una condensación gradual para constituir el
saco dentario. El órgano del esmalte, la papila dental y el saco dental
constituyen el folículo o germen dentario.

En el órgano del esmalte en esta etapa, es posible distinguir: un epitelio


interno, un epitelio externo y un retículo estrellado. El epitelio interno y externo
no son más que la continuación de las células basales del epitelio oral que se
ha invaginado, mientras que el retículo estrellado que queda ubicado entre
ambos, corresponde a las células de los estratos más superficiales del mismo
epitelio. Estas células comienzan a separarse por la presencia de abundante
sustancia intercelular y adquieren una forma estrellada con largas
prolongaciones que recuerda la disposición en retículo de las células del tejido
mesenquimático. Las células se encuentran unidas entre sí por uniones
desmosómicas. La sustancia intercelular es rica en albúmina lo cual
proporciona al retículo estrellado una consistencia gelatinosa que protege a las
células del epitelio interno.

3º) Estado de campana

A medida que el germen dentario continúa creciendo va modelando


paulatinamente la forma de la futura corona dentaria (morfodiferenciación).
Mientras tanto dos hechos fundamentales caracterizan esta etapa y permiten
dividirla a su vez en dos fases. Una fase de campana temprana, donde se
diferencia las células formadoras de esmalte y dentina (histodiferenciación) y
una fase de campana avanzada, donde se secreta la matriz de estos tejidos
(aposición).

a) Fase de campana temprana

Del epitelio interno del órgano del esmalte, formado por un solo estrato de
células, se diferencian los ameloblastos: células altas de forma m de diámetro.
Al corte transversal m de longitud y 4 a 5 µ cilíndrica con 40 tienen forma
hexagonal. Entre el epitelio interno del órgano del esmalte y el retículo
estrellado, aparecen algunas capas de células planas con escasa sustancia
intercelular entre ellas, que recibe el nombre de estrato intermedio. Las células
de este estrato se encuentran unidas entre ellas y con las células del retículo
estrellado y del epitelio interno del órgano del esmalte, a través de uniones
desmosómicas. Se cree que este estrato juega un rol importante en la
formación del esmalte, por su contenido enzimático (fosfatasa alcalina), sin
embargo, su participación no está aclarada.

El epitelio externo del órgano del esmalte, está formado por una capa de
células cúbicas y su superficie lisa en un comienzo, va sufriendo poco a poco
irregularidades. Estas irregularidades se deben a la aparición de mamelones
conjuntivos provenientes del saco dentario, que se introducen a modo de
papilas en el retículo estrellado.

Las asas capilares contenidas en su interior, proveen el material nutricio para la


intensa actividad metabólica del órgano del esmalte avascular.
Histoquímicamente, se han detectado en casi todos sus niveles (epitelio
interno, epitelio externo y estrato intermedio), abundantes cantidades de
glucógeno.

En la profundidad de los gérmenes temporales en desarrollo, aparece una


proliferación adicional de la lámina dental hacia palatino o hacia lingual.
Posteriormente esta proliferación dará origen al órgano del esmalte de las
piezas permanentes de reemplazo. Mientras tanto la primitiva conexión del
órgano del esmalte del germen temporal con el epitelio oral que le dio origen,
comienza a desaparecer por invasión del tejido conjuntivo adyacente.

En la papila dental, las células mesenquimáticas periféricas se transforman en


odontoblastos, bajo el efecto inductor del epitelio interno. Los odontoblastos se
disponen en una sola hilera y adopta un forma cilíndrica, de aproximadamente
m de diámetro.

Entre la capa de ameloblastos y la capa deµ m de altura y un 7µ 40


odontoblastos, existe una delgada membrana basal, denominada membrana
preformativa; la cual corresponderá posteriormente al límite amelodentinario.
Esta membrana está formada por una delgada lámina basal y una densa trama
de fibras reticulares o de von Korff, que se insinúan entre los odontoblastos.
Estas fibras son formadas por los fibroblastos de la papila dental y al igual que
las fibras precolágenas de otras regiones del organismo, son argirófilas y su
macromolécula fundamental, el tropocolágeno, está formada por colágeno tipo
III.
La lámina basal de origen epitelial, está formada principalmente por colágeno
tipo IV, laminina y fibronectina. El incremento de esta última en la fase de
campana temprana, está asociada con la diferenciación de los odontoblastos.

b) Fase de Campana Avanzada

En esta fase comienza la formación de dentina y de esmalte: tejidos


mineralizados, cuya génesis, al igual que la del tejido óseo involucra dos
procesos. Uno inicial, en que se secreta aposicionalmente la matriz
(predentina, preesmalte), y otro secundario en que se calcifica la matriz recién
formada. Histoquímicamente se observa desde los comienzos de esta fase, un
aumento paulatino de los glicosaminoglicanos en todos los niveles del órgano
del esmalte y en la papila dental, los que alcanzan su máxima expresión
durante el proceso de mineralización.

2.-Dentinogénesis

1º) Formación del predentina

El odontoblasto totalmente diferenciado muestra todas las características


ultraestructurales de una célula activa productora de matrices. Su porción basal
está ocupada principalmente por el núcleo. La porción central contiene un
aparato de Golgi bien desarrollado, retículo endoplasmático rugoso, ribosomas
libres y mitocondrias. La porción distal del odontoblasto se adelgaza y de su
extremo comienzan a brotar pequeñas prolongaciones citoplasmáticas que se
anclan en la membrana basal vecina. De una de estas prolongaciones se
direrenciará el proceso odontoblástico o prolongaciones de Tomes.

El rol del odontoblasto es la síntesis de la matriz dentinaria durante las


odontogénesis (dentina primaria) y después de ella (dentina secundaria), es
indiscutible: Estadios autorradiográficos y ultraestructurales con aminoácidos
marcados, han demostrado que las proteínas sintetizadas en el R.E.R., migran
al aparato de Golgi donde se condensan en forma de gránulos densos, para
luego ser transportados al proceso odontoblástico. Desde allí se vacían por
exocitosis al espacio extracelular donde se formará la substancia amorfa y las
fibras.
La secreción de la matriz dentinaria es un proceso que ocurre por aposición
rítmica, comienza en los extremos cuspídeos y progresa desde la superficie a
la profundidad. Los primeros indicios de formación de predentina, se detectan
una vez que se diferencia la trama fibrilar. Las primeras fibras que se visualizan
son las de von Korff, derivadas de los fibroblastos subodontoblásticos.

Estas fibras se presentan como espirales precolágenas que pasan entre los
odontoblastos. Su extremo periférico abierto en abanico, se continua con la
trama fibrilar de la membrana basal y su extremo profundo se continúa con la
trama precolágena de la papila. Luego aparece la sustancia amorfa cementante
que se va depositando entre las fibras recién formadas. Una vez gestada la
primera capa de matriz dentinaria, fuertemente acidófila, el cuerpo del
odontoblasto comienza a migrar hacia el centro de la papila y su extremo
periférico se adelgaza. A medida que se depositan sucesivas capas de matriz
dentinaria, la prolongación odontoblástica se elonga paulatinamente. A menudo
en su trayecto, emite delicadas colaterales.

Las fibrillas colágenas de un diámetro aproximado m , van creciendo paralelas


a la superficie de la matriz enm a 0.1 µ entre 0,05 formación, sin limitaciones
en su orientación, excepto aquellas que serán interrumpidas por la presencia
de un proceso odontobástico y que formarán la matriz peritubular.
El rol de las fibras de von Korff (de menor diámetro que las colágenas), en la
génesis de la primera capa de dentina, vale decir aquella que quedará relegada
posteriormente a la dentina del manto, es actualmente muy discutido. Esto se
debe a que estudios bioquímicos han demostrado que la totalidad el colágeno
dentinario es exclusivamente del tipo I, mientras que las fibras precolágenas de
von Korff, están formadas por colágeno tipo III.

2.-Mineralización de la dentina

Una vez que la dentina ha adquirido cierto espesor, comienza la mineralización.


Este proceso es gradual, se inicia en los extremos cuspídeos y avanza desde
la superficie de la dentina a la profundidad, al igual que el proceso de formación
de la matriz. Sin embargo la velocidad con la que ocurren ambos procesos no
es igual. La calcificación es siempre más lenta, debido a que requiere de un
tiempo mínimo necesario para que los iones difundan dentro de la matriz y
formen los cristales. De manera que siempre queda una capa de 10 a 20 n de
dentina sin mineralizar (predentina).

Los cristales de hidroxiapatita en forma de placas, aparecen tanto en la


superficie de las fibras colágenas como dentro de ellas. Estos cristales se
disponen ordenadamente, con su eje mayor paralelo al eje mayor de las fibras.
Luego se forman agregados esféricos de estos cristales o calcoferitos, los
cuales crecen y se fusionan. El frente de mineralización es uno y se realiza al
mismo tiempo tanto en la región peritubular como en la intertubular, pero desde
muy temprano la región peritubular alcanza un alto grado de mineralización.
El proceso de mineralización es muy complejo y aunque aún no está dilucidado
se tienen algunas evidencias para suponer tanto en dentina como en tejido
óseo, que una vez que la célula formadora de tejidos duros a ha producido una
cantidad suficiente de matriz orgánica, libera en su superficie pequeñas
vesículas redondeadas de membrana, también llamadas vesículas de la matriz.

Estas vesículas son ricas en iones calcio y fosfato y en una enzima: la


fosfatasa alcalina. Esta enzima está asociada con el transporte del calcio al
interior de la célula y con la remoción del pirofosfato, una sustancia inhibidora
de la expansión de la mineralización. En suma, las vesículas de la matriz
proveen el microambiente necesario para la formación del primer cristal de
hidroxiapatita, alrededor del cual se depositan nuevos cristales cuyo patrón de
crecimiento y relación espacial va a quedar determinado por la orientación de la
fibra colágenas de la matriz orgánica.

3.-Amelogénesis

1.- Formación de preesmalte

Poco tiempo después que ha aparecido la primera dentina a nivel de la región


incisiva o cuspídea, los ameloblastos opuestos a ella comienzan a segregar la
matriz de preesmalte, en sentido inverso a la formación de dentina, vale decir,
desde la profundidad a la superficie. Estudios ultraestructurales de los
ameloblastos secretores han demostrado que la síntesis y secreción de la
matriz ocurre en forma similar a todas las células secretoras de proteínas. La
superficie distal de los ameloblastos que constituye su porción secretora, se
encuentran abundantes gránulos secretorios, exocitosis al lado externo de la
membrana plasmática. La prolongación que se diferencia en el polo secretor de
cada ameloblasto, se denomina proceso de Tomes y está íntimamente
asociada con la formación de la matriz orgánica de cada prisma. Por esta razón
el primer esbozo de proceso de Tomes concuerda con la aparición del
preesmalte.

El límite entre el cuerpo del ameloblasto y el proceso de Tomes está


demarcado en la periferia por bandas de cierre o barras terminales. Estas,
ultraestructuralmente corresponden a uniones fuertes (tight junction). A medida
que las paredes de preesmalte aumenten su altura, las bandas de cierre se
alejan del límite amelodentinario y el proceso de Tomes crece en longitud,
hasta alcanzar su completo que relaciona la forma hexagonal que posee el
ameloblasto al corte transversal con la forma de paleta de ping-pong que posee
el prisma adulto, se desprende que 4 ameloblastos estarían involucrados en la
formación de cada prisma. La cabeza de un prisma estaría formada por un solo
ameloblasto, mientras que otros 3 ameloblastos contribuirían a formar la cola
del mismo prisma.
Debemos considerar que en el proceso secretor del ameloblasto, al igual que
en el de otras células biológicamente activas, se producen oscilaciones
cíclicas, existiendo para cada célula períodos alternados de elaboración y
reposo. Esta condición explica la aparición de las estriaciones transversales de
los prismas, las cuales corresponderían a los momentos de descanso del
ameloblasto.
El preesmalte aumenta de espesor, a medida que se deposita en forma
aposicional y rítmica, más matriz (estrías de Retzius), a consecuencia de ello,
los ameloblastos se van alejando del límite amelodentinario. Sin embargo, la
dirección del movimiento no es paralela a lo largo del eje mayor de las células,
sino que formando cierto ángulo con él mismo. Esta desviación del movimiento
celular con respecto al eje de los ameloblastos, permite explicar la orientación
final que tienen los prismas del esmalte con respecto al límite
amelocementario.

2.-Mineralización del esmalte

La mineralización del esmalte es un proceso posterior e independiente a su


formación, tal como se describió para la dentina , pero en este caso difiere de
ella pues se realiza en 2 etapas distintas. La primera es casi simultánea con la
formación de la matriz orgánica y determina la impregnación parcial de él, con
aproximadamente el 25 a 30 % de la masa total que debe contener el esmalte
adulto. La segunda etapa o de maduración del esmalte, se produce cuando ya
toda la matriz orgánica ha sido formada, completándose en ese momento el 92
a 96 % de sales inorgánicas que contiene el esmalte.

a).- Mineralización parcial

Poco después de haberse formado la matriz orgánica, comienza a cargarse de


sales de calcio en forma de cristales de hidroxiapatita. Este proceso ocurre en
estratos siguiendo las mismas líneas en que se ha depositado la matriz, pero
marcha con cierto retraso con respecto a la formación, de manera que las
capas más profundas vecinas al límite amelodentinario, que son las más
antiguas, son a su vez las que se hallan más calcificadas.

b).- Maduración del esmalte

En esta etapa las sales no se depositan en capas, sino en forma masiva,


distribuyéndose homogéneamente por toda la matriz orgánica hasta lograr la
concentración final. Este proceso ocurre en sentido inverso a la formación de
esmalte: comienza en los extremos cuspideos o bordes incisales y progresa
hacia la zona cervical, siendo el frente de mineralización paralelo al límite
amelodentinario.
Así como el agua y la sustancia orgánica (glicoproteínas) parecen ser
indispensables para el inicio de la nucleación del mineral, la cristalización final
del esmalte requiere de gran parte de agua y la sustancia orgánica sea
nuevamente eliminadas. Vale decir que ha medida que la maduración del
esmalte progresa el volumen de la matriz disminuye, con lo cual se crea mayor
espacio para el crecimiento de los cristales. Este hecho es el que hace diferir la
mineralización del esmalte de la de otros tejidos duros.
Alrededor del 90 % o más de la matriz orgánica se pierde durante la
maduración, el resto que permanece se sitúa alrededor de cristales individuales
o la mayor parte en la vaina del prisma (donde varía fuertemente la orientación
de los cristales).

3.- Ciclo de vida del Ameloblasto

Antes, durante y después de la amelogénesis, la citología del ameloblasto es


muy variable y está condicionada a su actividad en cada período. Las
diferentes etapas del ciclo de vida del ameloblasto se pueden dividir en
morfogenética, organizativa, formativa, madurativa y protectora.

a).- Etapa morfogenética:

Los ameloblastos presentan una forma cilíndrica baja y están dispuestos en


forma de hilera. El núcleo ocupa casi todo el cuerpo celular, las mitocondrias
están dispersas y el Golgi y los centríolos se ubican en el extremo proximal. En
esta etapa los ameloblastos interactúan con el mesénquima, determinando la
forma del límite amelodentinario y el órgano del esmalte. Por lo tanto en esta
etapa, los ameloblastos no cumplen una función secretora, sino que
modeladora.

b).- Etapa organizativa:

Los ameloblastos presentan una forma cilíndrica alta en cuyo extremo proximal
se sitúa el núcleo. El Golgi y los centríolos se encuentran en el extremo distal.
En esta etapa los ameloblastos interactúan con las células mesenquimáticas de
la papila, provocando la diferenciación de los odontoblastos. Debemos recordar
que antes de que esto ocurra los ameloblastos obtenían su nutrición de vasos
sanguíneos de la papila. Sin embargo, con la aparición de la dentina, esta se
dificulta y por lo tanto se invierte el flujo nutricional a los ameloblastos. Los
vasos sanguíneos del saco dentario que se introducen a modo de papilas en el
órgano del esmalte (gracias a la reducción paulatina del retículo estrellado),
suplen el déficit.

c).- Etapa formativa:

Los ameloblastos entran en esta estapa una vez que la primera capa de
dentina se ha formado. Mantienen intactas sus características de longitud,
forma y ordenamiento y entre ellos aparecen uniones tipo “gap y tight junction”.
En el citoplasma se observa una mayor cantidad de retículo endoplásmico
rugoso y de mitocondrias. En la superficie distal de los ameloblastos, aparecen
vesículas llenas de matriz condensada. La célula se encuentra en plena
actividad secretora. La abundancia de uniones tipo tight junction en el extremo
distal del ameloblasto secretor, demuestran la impermeabilización de la zona,
lo cual obliga a que el pasaje de calcio a la matriz de esmalte recién formada
se efectúe a través del ameloblasto, y no entre los espacios intercelulares
como fue anteriormente discutido.

d).- Etapa madurativa:

Una vez que la totalidad de la matriz ha sido formada, los ameloblastos


reducen su tamaño. El difícil reconocimiento del proceso de Tomes en esta
etapa, parece tener relación con la formación de la capa más externa del
esmalte aprismático. En el extremo distal del ameloblasto vecino a la matriz
recién formada aparecen vacuolas citoplasmáticas, gran número de
mitocondrias y microvellosidades desarrolladas por la membrana celular. Estas
estructuras parecen estar relacionadas con la reabsorción de matriz orgánica y
agua, necesaria para la maduración del esmalte.
e).- Etapa protectora:

Una vez que el esmalte está totalmente formado y calcificado, los ameloblastos
pierden su ordenamiento y cuesta diferenciarlos de las células del estrato
intermedio y del epitelio externo. Forman en conjunto un epitelio
pluriestratificado que cubre el esmalte y que se denomina Epitelio reducido del
órgano del esmalte. Este protege al esmalte maduro antes de la erupción
dentaria y se mantiene unido a él durante algún tiempo.

4.- Histogénesis de la pulpa

Recordemos que de la porción periférica de la papila dental se diferenciaron los


odontoblastos, en tanto que de la porción central se desarrollará el tejido
conjuntivo de la pulpa dentaria.

Durante los períodos de copa y campana, existe una condensación de las


células centrales de la papila; escasa sustancia intercelular y ausencia de
fibras. Las célula se caracterizan por su forma estrellada su núcleo grande y
central y por la escasez de sus organoides. La rica celularidad de la papila es
una característica que se mantendrá en dientes jóvenes. La diferenciación de
las células hacia fibroblastos es muy lenta y puede durar años, incluso células
indiferenciadas pueden existir en pulpas de dientes adultos.

Recién en la etapa de campana avanzada, cuando comienza la formación de


dentina, aparecen las fibrillas precolágenas; primero asociadas con la trama
fibrilar existente en la membrana basal y alrededor de los odontoblastos (fibras
de Von Korff) y luego alrededor de los vasos sanguíneos. Estos se desarrollan
al mismo tiempo que se realiza la pulpogénesis y su entrada y salida se efectúa
a nivel de la base de la papila.

Respecto a las fibras nerviosas, se sabe que su aparición es muy precoz y


sigue el curso de los vasos sanguíneos. Las ramificaciones nerviosas de la
región subodontoblástica y la mielinización de los cilindros ejes aparecen más
tardíamente, en una época que coincide con la erupción dentaria.

5.- Formación radicular:

Algún tiempo después que se ha formado la corona, comienza el desarrollo de


la raíz, proceso que está en íntima relación con la erupción dentaria y con la
génesis del periodonto de inserción (cemento, ligamento periodontal y hueso
alveolar).

El desarrollo radicular se inicia en la región más cervical de la corona, aquella


que corresponde al futuro cuello dentario. Allí el epitelio interno del órgano del
esmalte se asocia íntimamente con el epitelio externo en la región cervical de la
corona se denomina epitelio reunido del órgano del esmalte, éste determina la
formación, en un plano horizontal relativamente fijo, de un diafragma; este
estrecha el amplio espacio apical existente u ojal cervical (futuro foramen
apical).

El extremo libre del diafragma epitelial no crece dentro del tejido conectivo de la
papila, pero el resto del epitelio prolifera coronalmente al diafragma formando la
vaina epitelial radicular de Hertwig. Esta vaina tiene una función modeladora de
la raíz. Contrariamente a lo que sucede en la corona, las células del epitelio
interno no se transforman en ameloblastos, pero igualmente tienen la
capacidad de inducir la diferenciación de las células mesenquimáticas vecinas
en odontoblastos. La diferenciación de los odontoblastos y la formación
consecutiva de la predentina, siguen la longitud de la vaina radicular.

La formación y mineralización ulterior de la predentina ocurre de forma


semejante a lo que ocurre en la corona. Al mismo tiempo se observa una
extensa proliferación celular en la región de la papila dentaria vecina a la vaina
epitelial, con lo cual se inicia la diferenciación de la pulpa radicular.
Por fuera el tejdo mesenquimático del saco dental que rodea la vaina radicular
prolifera y divide la doble capa epitelial. Así ésta perderá su continuidad y la
dentina recién formada entrará en contacto directo con el mesénquima
adyacente. Este hecho induce la diferenciación de cementoblastos
provenientes del saco, que iniciarán la génesis de la matriz cementaria.

Los cementoblastos poseen las características ultraestructurales comunes a las


células que sintetizan activamente proteínas y complejos protein-polisacaridos.
Su principal producto es el colágeno y la sustancia amorfa de la matriz orgánica
de cemento.

La formación de matriz de precemento ocurre en sentido aposicional desde la


superficie interna vecina a la dentina, hacia el exterior. A medida que se va
formando una nueva capa de matriz orgánica, la mayor parte de los
cementoblastos retroceden, mientras que sólo unas pocas células quedan
incluidas en el interior de la matriz recién depositada (cementocito). Las fibras
colágenas encerradas en la sustancia cementante, se van orientando paralelas
a la formación del tejido. La mineralización se inicia una vez que se ha formado
cierta cantidad de matriz y de modo similar a la dentina y al tejido óseo.

El ritmo de mineralización no es continuo y cada periodo de actividad queda


señalado por la formación de una laminilla muy similar al tejido óseo.
La rápida proliferación y destrucción de la vaina radicular epitelial de Hertwig,
explica el hecho de porqué no puede verse una capa continua de ella, en la
superficie radicular en desarrollo.

La desintegración de esta vaina se manifiesta primero por pérdida de la


continuidad de la membrana basal y luego por la aparición de cordones
epiteliales aislados. Más tarde, se observan acúmulos celulares que van
migrando hacia el saco dentario y finalmente terminan por desaparecer. La
permanencia de elementos dispersos de esta vaina en el ligamento periodontal,
se conoce con el nombre de restos epiteliales de Malassez, los cuales tienen
implicancia posterior en la formación de quistes radiculares.

También podría gustarte