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ABOLICIONISMO PENAL LA CRIMINOLOCIA CRITICA ¥ EL CONCEPTO DE DELITO Por Love H.C, Horsman Universidad de Eromus, Rotterdam, Holanda 1. {SON LOS HECHOS CRIMINALES UNA EXCEECION? UNA VISION PROBLEMATIGA DEL DELITO ‘Tradicionalmente estamos acostumbrados a considerar a la ley penal y al sistema de justicia penal como sistemas disefiados por ‘el hombre (sociedad) y sometidos a su control. Nos inclinamos a ver a los “hechos cximinales” como excepcionales, diferentes en mucho de otros hechos que no son definidos como tales. Segiin la {dea convencional, le conducts criminal es Ia causa més importante de estos hechos. Desde esta perspectiva, los delinenentes son una ‘categoria especial de personas, y la naturaleza excepcional de la conducta criminal y/o del delincuente justifican la naturaleza es- ppecial de la reaccién contra los mismos. El debate piblico sobre cl sistema de justicia penal y la posibilidad de reformarlo se produce como siempre en el marco de muestra sociedad (occidental) y den- tro de este esquema de trabajo. Las propuestas de reforma dan por hhecho que debe equiparse mejor al sistema de justicia penal para que pueda “enfrentar tos problemas sociales definidos como deli- tos’, Es més, se deben minimizar tanto como sea posible Tos costos sociales de este método y distribuirlos lo més equitativamente po- Ne. Adems, muchas personas piensan que el desarrollo de la ley penal es lento pero progresivamente humanizador. El aleance del debate se ve restringido por la idea de que la reforma debe quedar dentro de los limites de lo aceptable para Ja “opinién piblica” y ésta no es entendida como una interpreta- ‘ién que refleja la parte visible de la. prietica del sistema de jus- ticia penal-, sino como una repeesentacién de actitudes que existen independientemente de esta. prictica 88 ABOLIGIONISMO PENAL Este cuadro de la iealidad de la justicia penal es insostenible si nos basamos en las experiencias directas de aquellos que participan cara a cara de Ja relacién con y dentro del sistema, como asi tam- bién respecto de Tas investigaciones cientficas. La especial forma de vinculacién entre la policia, los tribuna. Jes, el sistema penitenciario, ef ministerio de justia, otras institu ciones y el parlamento, que denominamos sistema de justiciz penal, €s muy diffeil de controlar. Los intentos de reforma, como Jo muestra la historia més re ciente, tienen por Jo general resultados opuestos a los esperados En uno de los trabajos preparatorios del Scoreteriado de las Naciones Unidas (1975) para el 5? Congreso de las Naciones Uni- das para Ia Prevencién del Delito y el Tratamiento de los Delin- cuentes, realizado en Ginebra, fue efectuada la siguiente decla- racién: Uno de los problemas es que se da por hecho que una estruc: tura tan compleja (el sistema de justicia penal) puede trabajar como tun sistema, que los subsistemas tienen objetivas comunes. que hay una relacién fluids entre ellos y que la interrelacién constituye la estructura que Te permite trabajar como un todo con cierta conti- ruidad y con ciertas limitacones. Sin embargo, en los paises en los que los investigadores y politicos realizaron un exan en eritico de la estructura de sus respectivos sistemas de justicia penal, se observé que son muy poces los objetivos comunes, que hay una difusién considerable de los deberes y responsabilidades y casi ninguna co- ordinacién entre Tos subsistemas y opiniones divergentes sobre el rol de cada parte del sistema, Resumiendo, se encontré una falta total de cohesién dentro del sistema. Sin embargo, cuando se habla del sistema de justicia penal como un todo se presupone implicita y explicitamente que funciona bien y que se lo controla efectivamen- te, y que su meta es resolver Ins necesidades de In comumidad (p. 16). No es exchisivo del sistema de justicia penal el que no se Jo pueda controlar. Uno de los més grandes problemas del tipo de 1 Durante lor afos setenta, hubo en Holosla nn acuerdo gbernamental a genetal sobie a conventeacia de reducie considerablemento las condenas, Sbptive cue conté con el apoyo de Ta sayoria en el poslamento. Slo embargo ft mimero de condenas y el promedio de su durseiin eontinud aumentando di: Fante ese petiodo Canainouocia cririca ¥ CONCERTO DE DELITO 89 sociedad como la nuestra és que, deblido al agigantamiento de las corganizaciones, la divisién del trabajo, el profesionalismo y Ja inter- Aepondencia de grandes unidades, el hombre ha perdido el control y el contacto con el medio y se ha alienado del mismo, Este proce: 50 se manifiesta con mds claridad en el sistema de justcia penal de nuestros diss, Jo que es particularmente alarmante, ya que los resultados tipicos del sistema son In infliccién de suftimiento y Ja estigmatizacién, Una de las causas mds importantes de la dificultad en_contro- lar al"Sistema dé Justicia penal e Ta falta de inforinacién de como lo-viver aquellos “que-estitr direclamerite Tnvolucrados, Epte es un hehe mnhereme-a-hrestructan dat sistema. Los eonflictos que se Gan en la sociedad entre personas 0 grupos no son definides por el sistema penal segén las partes intervinientes, sino de acuerdo con Jas normas (legislacién penal) y los requerimientos organizativos de} propio sistema. Las partes tienen muy poca influencia en el curso de os acontecimientos una vez que Ie cuestién ha sido de- finida como criminal y que como tal es tratada por el sistema Lego volveremas a referimnas a este aspecto. ‘También merece una nota critica la idea de que las leyes pe- nales tienden lenta pero progresivamente hacia su humanizacién Cuantitativamente no es acertada, el mimero de personas condena Gas por cada 100.000 habitantes muestra un fuerte movimiento ci- clico, En muchos paises del mundo industrializado esta cifra ha sumentado. Definir el aspecto cualitativo de esta tendencia resulta atin mis dificil. Es cierto que la aplicacién de la pena de muerte se ha re Guido muchfsimo en los fltimos siglos, y que en tiempos normales no existié en varios paises. Lo mismo se puede decir respecto a los castigos corporales, como asi también en cuanto al mejoramiento del régimen de prisién. Sin embargo, debemos ser cuidadosos de Negar a la conclusién simple de que esto marca un humanizaeloa cualitativa. El “grado de sufrimiento” en las medidas penles no es un absoluto, En gran parte se manifiesta en la diferencia entre 1a vida normal de las personas y Ia situaci6n que se crea con la inter vencién del sistema de justicia penal. El sistema siempre consignié su lientela en los sectores con més desventajas y ain lo sigue haciendo, El standard de vida de esos sectores en Europa mejo- 16 considerablemente en los iiltimos afios. Sin embargo, no parcee 90 ABOLICIONISMO PENAL haber ocurrido lo mismo en as prisiones, en los tltimos treinta afios, Si esta suposicién os correcta, entonces el grado de sufti- miento causado por la sancién penal es mayor. No podemos hablar de una categoria especial de personas cuan- do nos referimos ha aquellas que han cometido un delito. Las per- sonas registradas oficialmente como “delincuentes” sélo constituyen tina pequetia parte de Ios que estén involuerados en hechos que legalmente requeririan su criminalizacién. Los j6venes provenientes as lo sectoes ms perdiendos estin sobrrepresentador en las Dentro del concepto de criminalidad se encierra una amplia gama de situaciones. Sin embargo, la mayoria de estas tienen pro- piedades diferentes y ningéin denominador comin: violencia fam liar, violencia anénima en las calles, irrupeién por la fuerza en vi viendas, diferentes formas de mercado ilegal, distintos tipos de con- ducta de trinsito, contaminacién del medio ambiente, algunas for. mas de actividad politica. No hay posibilidades de descubrir una estructura comin en las motivaciones de los involucrados, en la naturaleza de Jas consecuencias o en las posibilidades de tratarlas (ya sea para prevenirlas o para controlar el conflicto). Todo lo que estos hechos tienen en comin es que el sistema de justicia penal esté autorizado a actuar contra ellos, Algunos de estos hechos cau- san suftimiento tanto a la victima como al vietimario, como en et caso de. un accidente de trénsito o de violencia familiar. Sin em. Dargo el sistema de justicia penal no tiene en cuenta ninguna escala de sufrimiento personal. En general, las dificultades en el matri- monio, entre padres e hijos, en el trabajo o con la vivienda son més serias tanto por su grado como por su duracién, Si comparamos los “hechos criminales” con otros hechos, en cuanto a las personas in- volueradas, no hay nada que diferencie a los primeros de otras si- tuaciones dificiles o desagradables. Ademds algunos de estos hechos son considerados como positives e inofensivos por las proplas per- sonas que los sufren (y por algunos “observadores”). Por lo tanto no debe sorprendernos que una parte considerable de estos hechos definidos como delitos graves ea el contexto de! sistema de justicia penal, queden totalmente fuera de dicho sistema, ya que se resuelven dentro del contexto social en el que ocurren (familia, sindicato, asociacién profesional, circulo de amigos, lugar CanainoLocia cainca ¥ CONCERTO DE DELITO a1 de trabajo, vecindario) de la misma manera en que se resuelven otros problemas no penales®, Todo esto significa que no hay una “realidad ontolégica” del delito, IL LA CRIMINOLOGIA CRITICA ¥ EL CONCEPTO DE DELITO: 2QUE SE HA CUESTIONADO Y QUE No? ‘La criminologia critica, naturalmente, cuestioné y criticd mu- chas de las notones “normale” sobre delito que va menciondramos. Esta forma de “desprestigio” varia segiin la corriente de Ia crim nologia critica. Durante cierto tiempo, Jos crimindlogos marxistas, perdominantemente, consideraron al “delito” como ui producto del ‘lena Capialta, gue Gecapareeede cor neste To ann nueva SocedEd Ba ests senllde ae vola-fle-wecopaniidn del ‘tG-camo" Ir desoparicén de las “stuaciones problemdteas” que Jo causaban. Es decir que no se trataba de la “desaparicién del pro- ‘ceso de eriminalizacién como una respuesta a situaciones problemé- ticas”. En una etay criminologia critica cuestioné los tipeetos TTS y sian Seer peste fe na Cn inarilr y Sean Ae we desis Fesistified Ta “Tanciomlidad™ “el PHRpio de gualdad logal” que muchas veoeslegiman a fos pro- cesos de criminalizacién primaria. Sobre la base de esta desmisti- ficacién, 1a criminologfa critica apoyd la decriminalizacién parcial, una politica mds restrictivas respecto al uso del derecho penal y la ‘no intervencién en ciertos delitos y con ciertos delincuentes. Dié més peso a los delitos cometidas por los poderosos y pidié que Tas act idades de Ta jutits penal-etuvier-dgidas mis a Tos “elites ‘fia conte QEM Baan Teaco Coe Tac "clases, To que en el mejor de los casos servia para vender noticias y en el poor para couvertir & ly pobres en chivas explatorios Sinem 2 La Sociedad Internacional de Derecho Penal, durante el congroso saun- dial celebrado en. HI Cairo, en 1984, adopts una resaluciia de medacion que poy esta poslds. El pretmbulo lee: “Fl fendmeno de diveraiin informal Ao estos casos eu serian consderados doitor st fueran evaluados por Ia ley Fem Be aie no sem perctidan como tales or aauelos dlectamente ive iscrwles, 2 simplemente ‘no or denuneln a Ta Justicia penal, jacgan tm ral ‘muy importante en Ia prevencién y el contol del deliv. Reto ‘es valida tanto fn ctso de delites graves, como en el de delites mesores. Las intentor de ‘pllew una divessign formal ao deben interfer dlehos controlestnformales. eoue sutdreationale de Dred Pénal 3/5, 1985, Edicion Eres. Touleure, p. 21 eB ABOLICONISMO PENAL, bargo, salvo pocas excepciones, nunca se desafié al concepto de Alito como tal, ni a la realidad ontoldgica del mismo. En dos libros recientes de erimindlogos crfticos (D. F, Green- berg, 1981; J. Lea y J, Young, 1984) so demuestra claramente la falta de interés, por parte de la criminologia critica, en criticar el “concepto de delito” como tal. Greenberg en su libro —interesante cen otros aspectos— dedica menos de una pigina a “definir el de- lito", S6lo menciona ejemplos de crimindlogos eritices que sostienen que se deben criminalizar otras conductas (violacién de los dero- chos fundamentales del hombre y delitos de cuello blanco). Estos ejemplos muestran que los crimnélogos a los que a se refiere no desafian las siguientes ideas: a) es importante construir una escala uniforme en cuanto al grado de dafio causado; b) dentro del con texto del sistema de justicia penal, el daio debe atribuirse a indi- viduos; ¢) la malicia es tn elemento del delito; d) se puede deter tminar la ‘maldad con el procedimiento de la justicia penal y e) el delito es (0 debe ser) el mas alto exponente del “Aaiio con maldad” atribuido a los individuos. El no cuestionamiento del concepto de delito es atin mis claro ‘en el siima libro de Lea y Young, que pertenece a la corriente de “los nuevos realistas” dentro de la criminologia critica. No s6lo no ‘euestionan 10s cinco poutos antes mencionados, sino que apoyan algunas de las creencias convencionales sobre delite. Citaré algunos ejemplos: “el delito es Ja consecuencia de un continuo desorden” (p. 55), “el delito cs 1a punta del iceberg, es un problema real en si mismo, pero también es el simbolo de un problema mucho mayor” (p. 55), “ereemos que se deben reprimir Ios dos tipos de Gelito” (p. 73); se rofiere a los delitos callejeros y a los de las cor- oraciones. Los delites callejeros son los mas evidentes, y constitu- ‘yen el punto inicial para Ia represin de todo tipo de delito; si slo nos concentréramos en ellos, como quisiera la derecha politica, nos estarfamos involucrando en un proceso de diversificacién de los de- litos de Jos poderosos. Si concentréramos nuestros esfuerzos en los dlitos de Jas corporaciones, como querrian los de la izquierda, omi- tiriamos los problemas més reales y acuciantes de la clase obrera y perderlamos la capacidad de ver més alla de lo inmediato para poder asi demostrar la similitud intrinseoa del delito en todos Tos niveles de nuestra sociedad” (p, 75), (1a bastardilla me corres- ponde). Cuarvotocia cxinica ¥ CONCERTO De DRLITO % Existe otra_tendencia_mds reciente que comienza_a 1a 1982; Landreville, 1978, A. Normandeau, 1984), y niega Ia “realidad elles” del samo. A ptr de este punto oan de Forgvaat (debate Tentzo de la criminologfa y la politiea eriminal, Esta. pos tura tlende a la abolicién de la justicia penal ya que “el delito como realidad ontolégica” es la piedra angular de este tipo de justicia penal, En les siguientes secciones nos referiremos al por qué y ‘cdmo de este enfoque. IL :QUE SIGNIFICA. EL. NO CUESTIONAMIENTO (NI RECHA7O) DEL CONCEPTO DE DELITO? Cuando no se euestions (ni rechaza) el concepto de delito es porque se tiene una visién catascépica de Ja sociedad sobre la base de una informacién (tanto de los “hechos” como de sus “interprcta~ ciones”) que depende fundamentalmente dei marco institucional de la fusticia. penal. Por lo, tanto, esto significa que na se tiene en events el anilisis exitico que la “criminolgia critica” hace de este marco institucional, No es mi intensién hacer tuna lista exhaustiva de todas Jas euestiones formuladas por la eri de lado. Algunos ejemplos importantes seran sufi rimes a la eriminalizacién primaria, « la conciencia false eread por tuna criminalizacién sccundaria lesigual, vinculads a clerto tipo de cobertura periodistica, a las cifras negras ¥ a Ia contribuciéin de Ia interaceién para la comprensién de los procesos sociales. 1. Criminalizacién primaria. @rerdanetacin Heoligicn de ta, centralzaci de Te Ley comP base para la criminalizacién, La fundamentacién ideolégios de Ja centralizacién de Ia ley escrit, como base para la criminalizacton surge de la visién legal del mundo, para Ja cual el concepto de “sociedad” es fundamental. Analicemos cxfticamente este concepto. Desde el punto de vista legal, Ia “soctedad” est formada. por sun lado, por las insttuciones formales del estado, y por el otro. por Jas personas. Esta ides tiene dos fuentes histéricas distintas. Una es religiosa: Dios eligid a aquellos que serfan regidos por os diez man- damientos. Otra es secular: las personas se_unen “libremente” por medio de un contrato social — ee o4 ABOLICIONISMO PENAL Es esta visién legal de Ja “sociedad” la que prevalece tanto en el diseurso politico como en el que so da en el contesto socio- ligico y_criminolégico. Segin esta perspectiva Ia sociedad es un conjunto de personas sobie Tas cuater et eemmds ene furisdicctin ESteconjunto de personas tendMa Tas pr les de ir con valores y fines compartidos, que se mueven dentro de una in- teraecién social continua y que permanecen unidos por vineulos de cardcter ritual, Sin embargo, es claro, que la mayoria de estos conjuntos de personas Hamados “sociedad” no poseen las propieda- des de un grupo. En un grupo las personas tienen una apreciacfén similar de la vida, para lo cual es necesario el compartir experien- cias directas. Estas experiencias direetas compartidas no se dan en tuna socfedad estatal, donde por el contrario, son indirectas y limf- tadas por los medios de comuicacién y las instituciones formals. Pero también estas experiencias indirestas comunes son exageradas por el discurso politieo y cientifieo, ya que generalizan sa propia experiencia a otros “miembros” de la “sociedad”. Los integrantes, ‘por ejemplo, de la “sociedad criminolégica” con todas sus diferen- ciaciones nacionales, probablemente tengan més carécter do grupo no por la integracién, sino por las experiencias de vida compsr- tidas~ que Ios integrantes de una sociedad estatal, Una parte im- portante de Ia funcién de la regulacién social sblo puede satisfa- cere en el contexto de un grupo, ya que debe basarse en un con- senso cognoscitive. EI desorden causado por ef hecho de atribuir irreflexivamente propiedades de grupo a Ios “miembros” de Ta sociedad estatal se vé claramente al comparar histéricamente a las sociedades estatales con las sociedades tribales y acéfalas. En esta comparacién la fun- cién social de Ia tribu se atsibuye con frecuencia a la sociedad es- tatal, Io que refuerza Ie idea de que el estado tiene propledades de ‘grupo. En mi opinion, es més fructifero comparar (algunos) vecin- darios, grupos profesionales, efrculos de amigos, movimientos socia- les, clubes de recreacién, Ingares de trabajo (piblicos y privados) con las tribus. Asi, Ta sociedad estatal seria el contexto donde se a un alto grado de interaccién tribal (cooperacién y conflicto) ¥ se acumulan datos sobre Ios contactos entre Jas tribus, Natural- ‘mento esta sorfa una visién incompleta que ademés deberia tener fen cuenta gue, “lis formaciones sociales sindustriales» de hoy” son distintas asus equivalentes tradicionales, ya que en las tribus tra icionales habia una menor superposicién de ss miembros que en Crunmvotocta crfnica ¥ CONCHPTO DE DELITO o Jas modernas y Ja mobilidad entre tibus (cambios de tribu) 05 mu cho més facil en las formaciones sociales modernas que en les ‘radicionales. La visién anascépica de Is de_la socredad como tin condos taseépiea, de Facilitar la_compren- en acion_con Ta vision cat bn de aga Ses So rinvloga Faicional y critica {como por cjemplo las alas fe “deltos”no regia doi) y de promover una posicion emancipadora y Wbertaria re Desde esta perspoctiva, las “insttuciones intermedias” —las tri- bras modernise} no el individu, erin Tas pedras fandamentales de la sociedad estatal. Muchas de las fonciones de regulacién social sélo pueden concretarse en una tribu, ya que ~para ser realistas— ‘deben basarse en el consenso cognoscitivo entre los que interactiam yy este no puede lograrse fuera de esas instituctones intermedia. b) Las relaciones de poder desiguales, la peculiaridad de lox procesos politicos yas téonicas legates de Los pracesos legislativos. Son muchos los trabajos de investigacién que muestran cSmo Jos procesos de ctiminalizacién primaria se ven afeciados por fac tores ajenos a la negatividad de la situacién que se supone deben salina y' la exsteneln de (ors) recurs gus en cienae cit cunstancias podrian remediar situaclones probleméticas (Informe sobre Decriminalizacién, Consejo de Europa, 1980). Todo ese co- nocimiento se ve negado cuando tomamos Ia imagen de Ia nega tividad (y de sus soluciones) segiin resulta de considerar a los pro- ‘cesos de criminalizacién primaria como punto de partida de nuestra visién de la vida social y de sus problemas. 2, La criminalizacién secundaria desigual y su vineulacién con fos medios de informacién. — Las éreas urbanas del mundo in astralzado se caractrzan por un extrem segregncion sora. Bp ‘medida, una clase segrega a otra clase, los mayores searegan @ Be ovenes 9 Tos cos alos pobres, Hao erea una sian de igo rancia masiva: no hay informaciém directa sobre muchos aspectos de la vida on esti “TOAST AS, Tax opiniones sobre te “sci i ee ger es nr macién. Esto es vélido para la vida en general, como para la parte ‘del sistema que conciere a la investigacion cienifice (criminologia) ya la politica penal. Esta dependencia de los medios de comunt- social, implicita en Ja imagen % ABoLICIONISMO PENAL, cacion es ain més fuerte en relecién con ciertas actividades que se ctiminalizan. El riesgo de la criminalizacién obliga a que se oculten esas actividades. Por lo tanto se hace més dificil obtener informa. ida sobre el mundo en que tienen lugar exis actividades ilegales Las victimas de las actividades criminalizadas, al buscar contacto con la polieia y el poder judicial se ven obligadas a hablar el idioma det sistema, viéndose sometidas ademés al marco de interpretacion Gel mismo. Asi, tampoco resulta facil obtener informacién confiable de las victimas de las actividades criminalizadas. Sin embargo, el tipo de informacién que pintan los medios de {omnuniencion son los de “interés periodistice” En resumen, se se Jeecionan hechos atipicos, se los presentan como estereotipos ¥ st los contrasta con Ia normalidad tipica. Esto provoca una mistificacion del mundo que esté en contacto con Ia justicia penal, mistficacion 4 Ja que se someten los erimindlogos al seguir usando el concepto de Getito, ~ Los estudios realizados por los cximinélo- g ifra negra” y més especificamente sobre “de. lies no registrados” son de gran importancia, aunque ain no estén integrados ni a Ia teorfa criminoldgica ni a la prictica de la potitien penal, Es sorprendente que muchos erimindlogos no se hayan dade wenta_ del aporte Tinilado que Tos estidios sobre Tas Victmnas-ha cer al aicemnimiento de Tos delitos not registrados, En mi opinion ‘iy “ha Subestinacidn de Ta cantidad de delitos no registrados. De todas maneras, no hay dudas de que rara vez se produce la erimine, ‘Hzacién_ real_de_los_hechos criminalizables, ain en el campo del flo tradicional. En un pat ‘nicho” menos que el uno por ciento de tos hechos criminalizables Hlegan a los tribunales, La regla es Ia no criminalizacién, le excepeién es la eriminalizacion, Este hecho no es tenido en cuenta cuando se observa Ia realidad social a partir de la justicia penal 4. La interaccién.— La contribueién del interaceionismo a Ia Sociologia nos ha hecho ver Ia importancia de definir los procesos para interpretar y entender Ja realidad social. También vimos emo: Jas difereneias en las relaciones de poder influyen en la realidad social, en primer lugar, por intermedio de aquellos que definen los Precesos. El impacto de la justicia penal sobre la vida social no se produce poe Ta intervencidn Seer Ge ius TuEMey aaa mize “de represiGn. Es una orientacién, para aquellos que deben a et ‘Crumanovocia exirica ¥ coNCRETO DE DELITO Co tomar decisiones, desde las realidades concretas de Ia vida cotidia- va hacia In parte legal del sistema (Hulsman, 1984). (Una crim nologia que sigue incorporando « su propio “lenguaje” los concep- tos fundamentals de ete proces, nunca pdr tener une alba externa de la realidad y por lo tanto no serd capas de desmisficerla) iminok critica tiene que abando- nar eee ra ee ‘Posicin_anascOpica. Para_eilo es nécesario que se deje de utilizar. J” nocién_de “delito” “como herramienta del_mareo de 1 mg teat, ns a dete st no eT producta de te-poitica penal La cilminalizacén es ouas palabras, si alguien (persona u organizacién) quiere la eri aninalizacién es porque: eu —juzgn como indescable a cierto “suceso” o “situactén —atribuye el suceso indeseable a una personas 2 —enfoca esta conducts individual con na forma especifica de control socials el castigo, esta forma particular de castigo que surge en un con- ial (legally que se basa en una perspectiva 2 mundo “escolistica” (de juicio final). En este sentido la forma de castigo que utiliza Ja justicia penal difiere profundamente de las formas de castigo que se dan en otros contextos sociales; quiere trabajar en una determinada organizacién: la justi- ci pen cule cacti por une define dvsn dela Ine, pore fata de respond ante ef proceso como wh todo y por la falta de influencia sobre el resultado del proceso de Jas per sonas directamente involucradas en el hecho “eriminalizado’ Debemos hacer dos reflexiones mas sobre el perfil descriptive de la forma penal de interpretar la realidad. Cuando observamos con mds detalle los procesos de justicia penal, notamos que durante el tiempo en que una pertona esté so- metida a ellos, también pueden jugar un papel importante otras Tomas de cone! oc, como el traps y el compensators, En general, este desdibujarse de los distintos tipos de cont = iaranteeT proceta de fusion pemat Te debilta eT predate del ig Como Forma de control social 98 Anouictontsmo PENAL En muchos casos Ja actuacién de la justicia penal se ve in. Sluenciada por la “negociacién”, Esta negociacién, sin embargo, 20 se da entre las paste implicadas en el “hecho original” sino entre rofesionales a los que les interesa fundamentalments su. trabajo ‘cotidiano en la justicia penal. Cémo debemos proceder entonces, para liberar a la erimino- Jogia de la justicia penal y para que desarrolle una visién anaseépiea? IV. LOGRAR UNA VISION 4NASCOPICA ‘én y tratamiento de un problema fuera del contexto {Cudndo se produce wn problema? Pfohl (1981) lo define de Ia siguiente manera EI problema se produce cuando las personas no estén vinew Jadas ritualmente a un sentimiento relativamente similar de eémo esté y edmo deberfa estar estructurada Ia vida, cuando la falta de estos vineulos produce conflictos en Ia manera de pensar, sentit y actuar, Pihol se limita en esta definiciOn a los problemas que se origi- an en un conflicto social, aunque lo podemws hacer extensivo a Js forma en que nos relacionamos con la “naturaleza”, es decit cuando Ia naturaleza “acta” en forma distinte a la esperada. Pfolh distingne dos tipos de rituales esenciales para minimizar el problema. Los primeros son los que evitan que se produzea el pro- blema: son los rituales de ordenamiento primario. Los segundos ac- tan cuando ya se produjo el problema, reduciéndolo 0 contenién- dolo. Son los rituales de reordenamionto, Asi cl problema (o las situaciones problemdticas) son los hechos que eitYorma negative desvian el orden, que nosotros sentinos~ tener guest vida, ~~ Guat dseutimos sobre situaciones probleméticas debemos te- ner eff Gicita quo” es Incamrecto pensar que Glas Macon porTen etradicarse do Ta vida socal. Som parte” de"Te-vidur-bes-personms-ne- cesttan StWiCiones problematcas Tent Com el aire ¥ los alimentos, Mas importante que evitar las situaciones problemsticas etre influir sobre las estructuras sociales de tal forma que las personas Puedan enfrentar Jos problemas, lo que les permitird aprender y crecer y evitar Ja alienacién, Camanotocta cafes ¥ coNcEPTO DE DELITO 9 Para que las situaciones probleméticas no se “materlalicen” es necesario distinguir entre: ) las situaciones consideradas problematicas por todos los que estén involucrados en las mismas, 1b) las situaciones consideradas probleméticas por algunos de Jos involucrados;, €) Ins situnciones consideradis probleméticas por personas tt ‘organizaciones no involucradas dircctamente, mientras que no son tales para los directamente implicados. Una de las consecuencias de la prevalencia de la visidn catascé- pica es que mientras abundan explicar y entender Jos procesos formales de la regulacién social, son muy pocos los conceptos para Ia perspoctiva anascépica en un contexto cientifico. Para comprender las distintas formas en que distintos partici- antes interpretea “lo que ocurre", es necesario utilizar como he- rramienta analitica dos conceptos: ‘el marco de le interpretacién y el enfogue. Dentro del marco de la interpretacién podemos distinguir entre Jos naturales y los sociales, En tun marco naturel de interpretacion un suceso nogativo es tn “accidente”. Lo que ocurre se atribuye a la “naturalezs”, Dentro del marco social de interpretacién podemos distinguir entre la variante orientada hacia la persona y 1a orientada hacia la estructura. La_variante orientada hacia la persona puede subd lirse de xcuérdo con Tos distntos fe contral social: penal, Campane epee one 7 eluate (lack TOE ‘Mea EO) ‘Cuando las personas dan sentido a sus vidas no necesariamente utilizan el mismo “material”. Cuando las personas en un determinado ‘momento se ven involucradas en una interaccién que para dos de clas comenzé el dia anterior y para la tercera en ese momento, & probable que las dos primeras tomen para Ja interpretacién de la realidad la interaccién del dia anterior. Tendrén un enfoque mas amplio para la definicién de la situacidn que la tercera. La “materia prima” con que se interpreta ean realidad es diferente. “Juguemos’ [Por un momento con estos conceptos sobre ejemplos de le vida social. Se produce un accidente automocilitico. Dos autombviles cho- ean. Uno de los conductores resulta seriamente lesionado, El otro 100 ABOLICIONISMO PENAL, conductor ~que no sufrié daiios~ tuvo durante el dia serios pro- blemas en su trabajo y al terminar bebié whisky para aliviar ta tension, Las explicaciones del accidente por parte de los conductores son distintas. Uno de ellos podré aplicar el mareo natural de i retacién, y atribuirk el incidente al choque de dos vehiculos. Esto puede ocurrir cuando se ha manejado por mucho tiempo, algo asi como que de tanto en tanto uno se pesca un resfrio. Para él, eb problema residiré en el proceso curative, Tal vez, en el futuro quie- ra evitar exponerse al riesgo de conducir y_utilizani transportes pit hilicos. La otra persona aplicaré el marco social de interpreiacian centro de la vatiante orientada hacia la estructwa. Podri atribuir el hecho a la organizsicién social del trinsito, Podra interesarse en tuna actividad politica para que el trnsito sea mis seguro. Una tereer persona podré aplicar la variante crientada desde el marco social hacia ta persona. Podté hacerse él 0 hacer al otto conductor responsable por el accidente y segiin sea el “tipo” de orientacién hacia la persona exigii castigo, compensacién, etc. Es probable que su enfogue difiera del de los dos conductores, El conductor herido comenzara desde el accidente, El otro probablemente Jo verd vineu- lado con el problema que tuvo en el trabajo y con lo que bebis. También es probable que con el tiempo cambie Ia definicién inieial del hecho. Si el conductor herido definié inicialmente al he- ccho en Ja variedad castigo dentro del marco social de interpretaciéa crientada hacia la persona, tal vez la cambie si se enfrenta al otro conductor —que muestra preocupacién por su salud. EL televisor. Cinco estudiantes viven en une casa. Una noche, uno de ellos se enoja y arroja el televisor por las escaleras, Sus com- patieros podrén tener distintas opiniones sobre el hecho. Uno lo podré interpretar en el marco penal. “Acusars” al compafiero y pe- dird que se lo expulso de Ja casa. Otro podré tener una idea mnés beral y aplicard el marco compensatorio de interpretacién. “Todo 1 mundo tiene derecho a enojarse —diré— pero también uno es responsable de sus aceiones. Todo estaré bien si compra otro tele- visor’. Un tercer estudiante, quien no esti acostumbrado a tales expresiones de enojo, se sentir muy mal y pediré ayuda médica para controlar esos arranques. Aplicari e] marco ferapéutico de in- Aexprotacién. El cuarto estudiante podra aplicar el marco conciliato- rio de interpretacién, Interpretara al hecho como un signo de tensién en el grupo y pediré el andlisis colectivo sobre as relaciones mutuas. CanNonocia crinca ¥ CONCERTO DE DELI 101 Los distintos marcos de interpretacién de los diferentes partici- antes podrén estar relacionado con los distintos enfoques de la vida en comin. Los que aplicaron Ja interpretacién penal y conciliator probablemente vincularon 'o ocurrido con el televisor con otras ex- petiencias de interacciones mutuas. EI rebelde. Tenemos una familia que espera que todos estén a Ik hora de comer. Uno de Jos miembros de la familia rompe esta norma y lega a cenar casi siempre tarde. Es fécil imaginar que Ia familia aplique el marco de interpretacién orientado hacia la per- sona en su variante penal. Se le da una reprimenda, si hay zeinci- deneia, tal vez se le aplique una “multa” (recorte de su presupues- to). La reprimenda puede producir un cambio en Je situacién en el sentido de un mayor acatamiento a Ja norma, También puede pproducirse wn agravamiento de Ia situacién, Imaginense que ningGn mniembro de la familia se presente a comer. Es posible que el re- belde hasta abandone Ja casa. En nnuchas familias, en tal caso, babe& un cambio del marco de interpretacién y también del “enfoque” de Ia situacién. Al prin- cipio se habla aplicado yn enfoque limnitado: s6lo se tuvo en cuenta cl hecho de Ia no concurrencia a In mesa. Luego se efectia una interpretacion més amplia y entonces, en vez de aplicar el marco penal de interpretacién, es aplica el terapéutico o el conciliatorio, Ya que Ie situacfén se ha vuelto més seria, se deja In interpretacién penal —aplicada a hechos menos importantes— y se recumre @ la terapéutica 0 conciliatoria, Puede Megarse a un cuestionamiento co- leotivo sobre lo que pesa on Ja Familia (hasta discntirse Jas normas familiazes) modelo concilietorio— 0 reourrir a wn facultative pars que ayude a tratar al rebelde modelo terapéutico, Este ejemplo nos demuestra también emo los conceptos de “marco” y “enfoque” pueden ayudar a describir y' comprender Jas diferentes “interpretaciones” de las situaciones y las reacciones ~para gular que esta fuera de cnMlctor ante hechos similares, La in- ir aliconal aportada en este altima ejemplo se reffere a la flexibilidad que pucde haber en un contexto social para cambiar de marco de interpretacién y de enfoque, y que ademés en Ta vida “normal” el marco penal de interpretacién se aplica generalmente hhechos menores, mientras que los otros marcos de interpretacién sirven para cuestiones mas importantes. Escogi estos ejemplos para que el lector los pueda relacionar con experiencias directas. Naturalmente, esto implica que un lector 102 ABOLICIONISMO PENAL, opine: Si, elertamente este enfoque tiene sentido en las esferas de la vida a las que se hace referencia, pero gpuede también a fn los casos que definilamos como delitos avai? Estoy conven. ‘Hace algunos afios, Jos Molukkans capturaron un tren holandés. Uno de los rehenes fue asesinado. Varios de los rehenes restantes s¢ hicieron amigos de los Molukkans y ain los vistan en Ja cfrcel. Tal vez. Ud. pensard: “Es claro, es el sindrome de Estocolmo". (Es decir, Ia explicacién psiquidtrica respecto a los rehenes que no en cuadran en los estereotipos del sistema de justicia penal en cuanto al odio y deseo de venganza de las victimas, sino que pot el contra- io establecen vinculos de entendimiento con sus agresores. Segiin esta explicacién, tales rehenes son “patolégicos"). Otro ejemplo: en Holanda, los agentes de policia en servicio que matan una persona casi nunca son declarados culpables de homicidio. En cambio, los ladrones y otros “maleantes” (Spector, 1981) que cometen homnicidi si son condenados. EI significado que las personas directamente involueradas (y los cobservadores) le dan a las distintas situaciones influye en la res- ‘puesta hacia las mismas Segin Laura Nader (1981) las personas Feaccionan de las siguientes maneray ante mir problema: ———~ = Y 3 mantiene Ta relaGionGor-hr-persona en des- anrerde— emtiae ees —lo eviten o se van, os decir, se retiran de la situaci ion, tratan —coercién: es una _accién unilateral, ~negociacidn: las dos partes son las que deciden y Uegan a un crear aquellas que sirvan para mantener st relacién, ~ mediacién: esta 5 avoluera a una tercera parte que inter viene Pan tratar dé allar una solucién. = — otras Formas de proceder son el arbitraje y el juicio. Ar@iiraje: las dos partes aceptan Ia inervencién de un tercero @ cuya decisién deberin someterse. Juicio: una tercera parte tiene ‘utoridad para intervenir con o sin el consentimiento de las dos principales, Gaixotocia cuinca ¥ CoNCEPTO DE DELETO 103 ‘De ninguna manera esta lista presentada por Nader es absolu- tamente completa. Las personas pueden recurrir por ayuda a profe- sionales o a otras entidades que no Jo son, Pueden iniciar un “ritual de reordenamniento” que no involucre a la otra persona implicada, fen tn principio, en la stuacién (Pfohl, 1981). ‘También pueden actuar colectivamente para producir un cam- bio estructural de las situaciones que Jes causan problemas (Abel, 1982). ¢Cudl_serd el curso de accién elegido? Como ya vimos, el significado atribuido a una situacién influir& en el curso de accién, el que también se verd afectado por las po- siblidades estratégicas de que se disponga para enfrentar un pro- blema, en otras palabras, las reales posibilidades de eleccin que luna persona tenga. La_posbilidad de eleccién tiene que ver con cf gar que la persona_oeup anéeio-y_por las posbildades pricties de cambiar su “Wibu’. paracién de fos eaminos formales © informales para {defini y enfrentar un problema.— El proceso de explicar lo que sucede en la vida sork flexible en las relaciones dizeotas siempre ¥ cuando Ios tnvoluerados en este proceso se sientan zelativamente “libres” © iguales unos frente a otros, en otras palabras, sino so sienten limitados por los roles profesionales w organizatives ¥ sino se ven atrepados en una relacién de poder que impida a algunas de las partes participar de este proceso, Esta flexibilidad tiene muchas ventajas. Aumenta mediante negociactones, las posil les de dar st HRTCdo comin a Tay ATEGeIOReT problemas, Tambien offe- ce osiblidades de aprender: la oxperiencia ensenr que la aplicaciOn de un determinado marco de interpretacién y de un determinado. enfoque en ciertos aspectes de Ja vida no conduce muy lejos Por_lo general falta exta flewbilicad coando las situaciones se duinen yo Tatar en'un conterto eTamente fgg. Cuasto mig @epecializado cs el contexto, la iberta ‘eepectalizado 3 el COnRRD, 1d de definiciéa, F por lo taiito~de reaccion, se ve tas Jimflada por la division del Ugbajo CSE ein Er vt etn 1 Daltiy Te res- puesta a dar dependen del tipo de institueién que, fortuitamente, ‘haya tomado el caso. Es poco probable que la definicién y la reac- ién dadas en ese contexto se correspondan con la definieién y las reacciones de los que estin directamente interesados. 104 ABOLICIONISMO PENAL nbargo, hay diferencias importantes en el grado de fle- wibilidad demostrad por las insitucowes que eafrentan una sitoa- ci6a_problematica, En varios paises encontramos un alto grado de flexibilidad en partes de la organizacién policial, por ejemplo, en | polieta veeinal. Ocurre Io mismo en los primeros peldafios del sistema de trabajo social y salud. De todos los sistemas de control formales el sistema de justicia penal parece el més inflexible. El contexto orgunizativo (alta divisién del trabajo) y la iégica interna de su especifico marco de interpretacién (estilo peculiar de castigo en el que Ia eseala de gravedad ordenada, segim una concepcién de *juicio final”, juega un rol preponderante) contribuyen 2 osta falta le flexibilidad. El enfoque extremedamente cerrado del sistema es otro de los factores del efecto pariculanrente alrenante de lx tnter- veri 2 a JEST” PERT eM SMORCOTES conitivas. S310 se put den considerar hechos muy especificor que estén deaio de la criminaci6n Tegal y ademés s6lo se los considera como se suipone que debieron ser en un determinado momento. En este sistema falta totalmente la parte dindmica de la interpretacién de la realidad. Asi, la interpretacién de la realidad seguin Ja justicia penal précti- cEmeMeHO pode CORT wunca oon Tar Ainkonleas de titerpreta- cidn de la realidad de aquellos que estan directamente invohucrados. |) ex Ta justiola penal we 36 toman_decliones sobre wna realidad existonte Soto centro de astema y que ra¥i vez encuentra Sroomapartda ta elma eaten ‘Si comparamos globalmente el proceso de interpretacién de Ia realidad del sistema de justicia penal con el del sistema de justicia civil, tal vez se nos aclare Ia situacién. En el sistema de justicia penal es una organizacién formal, separada de los actores directos In que decide la definicién preliminar de un easo (Ia. policia o el fiscal). En la justicia civil es una de las Ta que decide Ia diner rear Wane pate tone 1s mise ROT de contours Tair wehbe He siats gue “an on a jstola ck vil ‘pueden Tas partes veF considerablemente limitada la Wbertad de dofinicién por la importancia. (legal) que el sistema formal da a ciertas definiciones. Las limitaciones en Ja justicia civil —ain cuan- do también resulten alienantes para las partes— son, sin embargo, mucho menos severas que en Ia justicia penal. Otra diferencia im- ortante &F Gue lar pares wo Woon ningina inluencia on las con recuencis do la sotencia penal La ejecuci de la misma se pr Camaxorocia crinca ¥ coNCEPTO DE DELITO 105 En Ia justicia civil las conseeuencias de a senteneia estin en manos de una de las partes y en gencral la existencia de una sen- tencia no le quita el poder de negociacién a la otra parte, La de- cisién judicial cambia Ia comelacién de fuerzas de Jas partes pero deja espacio para futuras negociaciones. Después de Jn sentencia pueden interactuar sobre In base de la propia diniimiea de defini Gibn de Ta situactén, V. CONCLUSION Col ser, In trea de-un eximindlogo criico que ha defudo de usar, como Jo vimos anteriormente, al “delito” como wna herra- mienta conceptual? Las tareas fundamentales de este crimindlogo: pueden vesumirse de la siguiente maneza: de las actividades de Ja justicia penal y de sus efectos sociales ad verros: Sit embargo. erie wabajo debert armas ARGO ins uctividades definitorias del sistema. Para lograrlo, seria necesario comparar ¢n areas coneretas de la vida humana las actividades de 1a justia penal (y 50s efectos sociales) con ls de ots sistemas die control formal’ (Iegales, como el sistema de justicia civil, y no legales, como los sistemas de trabajo social y de salud), AI mismo tiempo se deben compara estos sistemas de contol formal con ottos informales En esta tren, el erimiélogo exten puede npoyarse en tos avancet do la antopiogia (legal) y en forma mis geoetal en 1 paradigma interpretativo de la sociologia. Esto significa aban- Gonar como punto de putida del andisi al “comportamiento” ya Ja desviacién, adoptando entonces un enfoque orientado hacia 1a micro y macro staacion ) jlustrar pero sélo como un ejemplo sin pretender hacer umn “eiencia “de tes situaciones conflictivas™- como en Un campo cespecifico las situaciones conflictivas pueden ser tratadas en distin. tos niveles de Ia organizacén socal sin necesidad de securtt Ia ae os ‘estrategias para la abelicién de Ja justicia penal; cf ike lab cde Thar 8 erpmtmcioo come bol y is Gls deans deans ih real ¥_de las necesidades de las personas directamente inferesadas. 106 ApoLIGONIEMO PENAL 4) una de estas estrategias debe contribuir al desarrullo de otro lenguaje que permita discutir las cuestiones de la justicia penal y de los problemas pablicos que generan reclamos de criminalizacién sin la influencia del actual “parloteo sobre control” (Cohen, 1985). REFERENCIAS: Abel, R. (ed) (1982)The Polities of Informal Justice. 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