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Hace pocos aos en una casa muy cercana, vivan un nio y una nia.

El nio era
moreno con ojos azules y siempre iba muy bien vestido. La nia en cambio era rubia
con ojos verdes y siempre iba en chndal. Eran mellizos y el da de su cumpleaos les
regalaron una wii. Su padre les dijo: Cuidadla muy bien, es muy especial. Los dos,
muy contentos, obedecieron.
Un da iban a jugar con la wii y lo qu les pas! La
chica se fue al bao y, mientras, el chico sigui
jugando hasta que la wii le abdujo. Cuando la chica
volvi del bao vi que su hermano no estaba y grit:
voy a jugar yo sola! Nadie contest. Empez a jugar
hasta que se dio cuenta de que su hermano era el que
jugaba por Mario cars. Entonces, nerviosa, apret un
botn y ella tambin se meti en la wii. Al poco
tiempo fue su madre a darles la merienda y, como no
les vea por ninguna parte, se fij en la wii y all los vi.
Se asust y fue a avisar al padre para que les sacara cuanto antes, pero toco la tele y
ella tambin se meti dentro del juego. Entonces dijo a sus hijos que tenan que
romper el coche. As lo hicieron y descubrieron que debajo haba tres puertas. Cada
uno se meti en una. La madre y la hija regresaron al mundo real pero no el hijo.
Entonces decidieron volver a entrar para buscarle el padre y la hija, pero antes
decidieron que tenan que arreglar el coche para que el hijo pudiera volver. Al final
entran y consiguen arreglar el coche, pero se les pierde el volante y una rueda. El
padre record donde podan estar esas piezas. Volvi a entrar, encontr las piezas, las
coloc en su sitio correcto y as pudieron volver a casa el hijo y el padre.

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