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iis iSOLIDARIDAD DE LA EDIFICACION SOCIALISTA LIBANO: CUANDO SE QUITAN LAS CARETAS AMERICA LATINA: CUANDO AUMENTAN LAS CONTRADICCIONES... MESAS REDONDAS: EL ARTE DE SER VANGUARDIA ES IMPOSIBLE FUSILAR } LA PALABRA NN Ce TU eae) ae SS Te), POLITICA LY ey HW) tea La Comisién Politica del Partido Co: munista de Chile realiz6 un andlisis de la situacton actual del pats y conside- TO la necesidad imperiosa de desarro- Mar la lucha de masas y la accién co- miin de todas las fuerzas que estan contra Ja tiranfa de Pinochet. Sus con- clusiones son las siguientes: 1. La crisis econémica sigue profun- dizéndose, sin que se avizore atin cuan- do tocaré fondo. Al comenzar, los vo- ceros oficiales hablaron de un «ajuste recesivo» de poca profundidad y de corta duracién. Pero las cosas han se- guido de mal en peor, Continfan las quiebras de empresas y el indice de cesantia se dispara draméticamente. Al rigor de las inundaciones y del frio de este otofio y del invierno se suman la miseria y el hambre para millones de chilenos. Cientos de miles de madres, especialmente en los hogares de los desocupados, no duermen tranquilas porque no tienen seguro el pan de ca- da dfa para sus nifios. Insensible a la tragedia del pueblo, Pinochet solo se preocupa de ayudar a los poderosos. Més de mil millones de dolares ha dedicado el Banco Central para socorrer a los Bancos amenaza- dos de quiebra, En cambio, no hay auxilio para los cesantes y se impone la barbara y cinica medida de reducir los ya muy bajos salarios de los traba- jadores. 2. Con el nuevo gabinete y las me- didas anunciadas como paliativos fren: te a la crisis, se ha querido sembrar ilusiones y hacer creer que el régimen estarfa empefiado en aliviar la situa- cién angustiosa que vive el pats. No hay tal. El nuevo gabinete no re- presenta ningtin cambio de fondo. En 61 se compromete més a las Fuerzas Armadas en una politica antipatrioti- ca en beneficio del capital imperialis- ta y de los Pirafias. Encabeza este mi- nisterio el general de aviacién Enrique Montero, vinculado a los més atroces crimenes del régimen. Y algunos que son tildados de nacionalistas se han distinguido, en la préctica, por el en- treguismo, habiendo sido enajenadores de gran parte del patrimonio de Chile y artifices del plan de remate de islas y reservas nacionales, como la hacien- da Rupanco, y se despoja a Codelco del Abra y otros ricos yacimientos. En cuanto a las medidas de supuesta flexibilidad econémica presentadas co- {stgue en ta contratapa} jProletarios de todos los paises, unios! a) REVISTA 1982 . 8 [288] AGosTo INTERNACIONAL (Problemas del y del Socialismo) PUBLICACION TEORICA E INFORMATIVA DE LOS PARTIDOS COMUNISTAS Y OBREROS APARECE DESDE 1958 FORMAN PARTE DEL COLEGIO Y DEL CONSEJO DE REDACCION DE «REVISTA INTERNACIONAL» REPRESENTANTES DE LOS PARTIDOS COMUNISTAS Y OBREROS DE LOS SIGUIENTES PAISES: ARGELIA, ARGENTINA, AUSTRIA, BELGICA, BOLIVIA, BRASIL, BULGARIA, CA- NADA, COLOMBIA, COSTA RICA, CUBA, CHILE, CHIPRE, DINAMAR- CA, ECUADOR, EGIPTO, EL SALVADOR, ESPANA, EE.UU., FILIPINAS, FINLANDIA, FRANCIA, GRAN BRETANA, GRECIA, GUATEMALA, GU- YANA, HONDURAS, HUNGRIA, INDIA, INDONESIA, IRAK, IRAN, IR- LANDA, ISRAEL, ITALIA, JAMAICA, JAPON, JORDANIA, LIBANO, LU- XEMBURGO, MEXICO, MONGOLIA, PALESTINA, PANAMA, PARA- GUAY, PERU, POLONIA, PORTUGAL, RDA, REPUBLICA DOMINICANA, RFA, RSA, RSChS, RUMANIA, SENEGAL, SIRIA, SRI LANKA, SUDAN, SUECIA, SUIZA, TURQUIA, URSS, URUGUAY, VENEZUELA Y VIETNAM. 1. NORLUND Dimamarca). EI soctalismo real y la responsabilidad de los comu- nist 3 HENG SAMRIN (Kampuchea). Tres afios de resurgimiento 3 K, NEMETH (Hungria). La confianza de las masas en el partido M4 LO QUE SE OCULTA IRAS LAS PERIPECIAS DEL «DIALOGO NORTE—SUR». Pa: lorama politico 20 VIDA PARTIDARIA G. GUIRGUINOV (Bulgaria). JORGE DIMITROV Y LA CONTEMPORANEIDAD. La confereneta teotica internacional ea D. BLEITRACH (Francia). Nuestro objetivo: el socialismo con lcs colores de Francia 28 ACERCA DEL CARACTER DE LA ORGANIZACION COMUNISTA, FI arte de sor vanguardia 34 GON'RA LAS REPRESIONES Y PERSECUCIONES. S. BEHAK (Uruguay). \Salvar la vida de José Luis Masseral 43 V. RIBAKOV. Devenir. Roportaje politico 44 INFORMACION SOBRE LA NUEVA EXPERIENCIA, W. LISTL (REA). Ahora no hay nada més impertante @ De los documentos e Fn el espejo de la prensa « H. CROES (Venezuela). Las leeciones de dos decenios st NUESTRA EPOCA ® ACONTECIMIENTOS ® APRECIACIONES J, DEBROUWERE (Bélgica). Diplomacia de los pueblos 56 INO A LA AMBNAZA DE GUERRA! 58 |, SILVA COLMENARES (Colombia). Se agravan las contradicciones, aumenta 1a dopendencia et R, SAMHOUN (Libano}. Cuando se quitan las caretas 06 NOTAS BREVES 89 INTERCAMBIOS DE OPINIONES @ DEBATES R, BAUER (RDA). Loyes objetivas en 1a diversidad de experiencias. Dialéctica ae lo general y 10 particular en la construccion del socialismo 70. ES IMPOSIBLE FUSILAR LA PALABRA. Relato colectivo acerca do cémo trabaja la prensa comunista en condiciones de ropresién PANORAMA BIBLIOGRAFICO V, RASTIANIKOV. Agro deformado. Revista de publicaciones 82 H, BAHRAMI. Heroes de nuestra época 86 A. SALEM. Un juego al objetivismo ay LIBROS QUE APARECIERON Reverso de la contraportada ENSAYOS ® CORRESPONDENCIA ® INFORMACION LOS MONOPOLIOS ATACAN, LA HUELGA ES LA RESPUESTA DE LOS TRABA- JADORES 69 HECHOS, Y SOLO HEGHOS, De la historia de les relaciones soviét.co-chinas 9% CRONICA, 96 Diracclon de la Rodaccion y le Editorial: Thakurova 8, Praga 6, Checoslovaquta, Felstona 325.122, telex 123 542 WME Fiemalo para le'sdicién el 2 de julio de 2092, Talleres lipogrétcos do la Rditorial Rude prévo, Tods reproducelon de los maturiales de esta’ publicacion debe hecerre sofialéndose coma fuente Revista Internactonat. | } ! | EL SOCIALISMO REAL Y LA RESPONSABILIDAD DE LOS COMUNISTAS LOS PROCESOS sociales y politicos que se ope- ran en el mundo son hoy mucho més complejos que en el pasado. Ello se debe no s6lo al impe- tuoso desarrollo de las fuerzas productivas, la clencla, le técnica y los grandes medios de ‘co munteacida social, sino también a la agudizacton del enfrentamiento entre las clases, su creciente in- temacionelizacion y la incorporacion a 61 de nue. vas fuerzas sociales, a veces de pueblos enteros. El aluvién de acontecimientos es en ocasiones anonadador, y al tropezar con él, las personas poco entendidas en politica se desorientan. Los Ide6logos burgueses procuran conteibuir a esta confusion. Més atin, quieren aprovecharla, Por eso, una de las tarcas fundamontales de la vanguardia del movimiento obrero revoluctonario es determinar oportunamente las tendencias del desarrollo contemporéneo y, sobre esta base, ex- plicar a las masas populares el significado y la trascendencia de lo que estd ocurriendo. ¥ aqui es Importante, a nuestro moda de ver, partir de Jos consejos metodolégicos de Lenin, que con- denaba la ideologia «del reformista, del peque- fio burgués al que los arboles impiden ver el bos- que, al gue el oropel de la legalidad constitucto- nal impide ver Is enconada lucha de clases y que enunrincén perdido de algin pequefio pats olvida los grandes problemas historicos del presente». En nuestra época, la lucha de clases enel émbi- to internacional va cobrando incremento. Su de- senlace doterminara el futuro de la humanidad. 1 ¥, 1, tenin, Obras Completas, 24 ed., Cartago, Buenos aires, XVI, p. 308, 1B NORLUND, miembro el Comité Bjecutivo y del Secretariado del CC det Partido Comunista de Dinamarca El papel clave pertenece al mundo socialista, a Ia clase obrera internacional, @ las fuerzas ‘de Hiberacion nacional, COMO MUY BIEN SABEMOS, el movimiento co- munista internacional contempordneo surgié en a lucha contra el imperialismo y la guerra mun- dial por él desatada, La bancarrota de la TI In ternacional imprimlé un carécter apremlante al resurgimiento del movimiento obrero internacio. nal sobre la base ideo-politica establecida por Carlos Marx. Si contemplamos la cuestién desde un amplio punto de vista, comprobaremos que le necesidad del resurgimiento de Ios partidos revolucionarios obedecié al apremio de romper con las concep- clones oportunistas, que en aquel entonees bian adquirido difusion en ol movimiento obrero internacional como consecuencia de la penetra: cin en 61 de la ideologfa burguesa. Como sefia- Taba Lenin, cada problema mas 0 menos «nuevo», cada virajé mas 6 menos imprevisto de los acon’ tecimientos provocaba una u otra variedad de re- visionismo?, Fue entonces cuando se vio con particular evi- doncia el viclo permanente del oportuntsmo: el divoreio entre las palabras y los hechos, El acierto de una serie de resoluciones de la II In- ternacional sobre la Jucha contra la guerra impe- rialista que se avecinaba no suscitaba dudas. Lo malo fue que, 1a hora de la verdad, sus Iideres renunciaron a ellas en la practica. Su posicion 2 véase tbidem, t. XV, p. 82 fue anéloga cada vez que se taté del objetivo socialista, EI trfunfo de la Revoluctén Socialista de Octu- bre fue un acontecimiento que hizo época en el verdadero sentido de la expresi6n, y no sOlo para Rusia sino también para todo el movimiento obrero internacional. Fue una victoria lograda bajo le divecelén de un partido que se ha- bia opuesto a la tendencla, prop'a del oportunis- mo, de «seguir la cnrriente». Los bolcheviques: emprendievon eudazmente 1a empresa de explo- rar el camino por vez primera. Al resolver los problemas de su pais y de Ia revolucién se guia~ ron consecuentemente por los principios del mar- xismo, que fueron aplicados por ellos con espfri- tu ereador La significacion internacional de este enfoque 5@ hizo en gran medida evidente un afio més tar~ de, a la lvz de las onsefianzas proporeionadas por los acontecimientas revolucionarios de Ale- mania, El oportunismo de los Ifderes socialdemé- cratas fue una de las causas que decidieron la derrota de los trabajadores insurreccionados, de- Frota que tuvo funestas consecuencias para la clase obrera alemana, La comprobacion de las dos vias —la revolucionaria y la oportunista— a través de la préctica histérica permite a nuestro movimiento extraer ensefianzas que no pueden ser refutadas por el tiempo. Una de las tareas m4s importantes de los par- tidos comunistas desde sus primeros pasos fue sigue siendo la lucha contra la politica Imperia- lista conducente a las guerras, que son la ma- nifestacion més repulsiva del imperialismo en tanto que sistema social. El movimiento co- munista también acumul6 en este terreno cono- cimientos y una experiencia fundamental, cuya importancia se ve reafirmada en nuestra época, cuando la defensa de la paz se ha promovido a primer plano. En unas notas sobre las tareas de la delega- cidn soviética que asisti6 en 1922 a la Conferen- cia de la Haya, Lenin sefialaba la necesidad de hacer frente a la preparacion ideol6gica del im: perlalismo para la guerra, «La mayor dificultad “advertia— reside en vencer el prejuicio de que se trata de un problema simple, claro y relativa- mente facti.»5 No basta en absoluto, subrayaba Lenin, con reconocer tedricamente que 1a guerra es un crimen, Lo primordial es «anelizar del mo- do mas detallado todos los sofismas con que se justifica Ia guerra en a actualidad. Acaso es- tos sofismas sean el principal medio con que la prensa burguesa agrupa a las masas en favor de la guerra», La comprensién y la soluci6n de (bidem, XXXVI, Be 48 4 esta tarea pasaron a ser el elemento pri en la lucha permanente de los comunistas contra Ia guerra y siguen figurando hasta hoy en el cen- tro de su actividad. CON LA REVOLUCION DE OCTUBRE, cuyo pri- mer acto legislative fue el Decreto de la Paz, que invité a los pueblos y goblernos a poner fin a las depredadoras guerras imperialistas, se inici6 una nueva época en la lucha por la paz. El so- cialismo aparecié en la palestra internacional co- mo una fuerza politica real de paz. Mas para aprovechar las posibilidades que brindaba este histérico viraje radical, tos comunistas debian re- salver en el terreno ideal6gico nuevos problemas relacionados con la cuestion de la guerra y la paz, se requerfa una labor activa y constante en- tre las masas. La preparacifin ideolégica para la guerra por parte de los medios Imperialistas se orlent6 en- tonces ante todo a socavar el socialismo en tan- to que factor de paz, Se recurrié de nuevo a los sofismas, esta vez de cardcter anticomunista y antisoviético. La correlacion de fuerzas en aquella época no permitié Impedir la guerra. Ademés, la clase obre- ra no consiguié en muchos pafses la unidad que requerfa entonces la lucha contra el peligro de guerra y la amenaza fascista. La constitucién del frente antibélico y antifascista se veta obs- taculizada ante todo por los prejuicios antico- munistas y antisoviéticos del sector retormista de] movimiento obrero. Ejercieron un efecto ne: gativo los errores sectarios de su sector revolu- clonario, El conjunto del movimiento obrero no puede hacer caso omiso de estas ensefianzas. Ya en los afios 30, Ios comunistas sefialaron el camino gue conducia a la unidad de la clase obrera y las acciones conjuntas de todas las fuer- zas antifascistas, Los comunistas se esforzaron ante todo por convencer a los partidos y sindi- catos socialdemécratas de que la oposicién a la guerra y el fascismo respondfa a sus verdaderos intereses. Nuestros adversarios hablan con frecuencia de los errores cometidos por los partidos comunis- tas en aquel periodo. Claro esta que también los comunistas se equivocan. Pero sobre nuestra con- cieneia no pesa un error como es la renuncia a Ja lucha contra el imperialismo y la guerra, por Ta paz y el soclalismo, Los comunistas parton de que la solidaridad en esta lucha es imprescin- dible, sobre todo en las situaciones diffeiles. En esto reside precisamente la diferencia entre una politica clasista, de prineipios, consecuente y ba- sada en la consideracién de los factores objeti- vos y subjetivos, y la falta de princtpios oportu- nista, con la que también en Dinamarca segui- mos tropezando hasta ahora, Las acciones desarrolladas por los comunistas en los aiios 30 contra el fascismo y la guerra no fueron vanas. Prueba de ello fue el optimismo combative del movimiento por la formacién del frente popular en una serie de patses y, en el plano mund’al, la solidaridad internacionalista con la lucha de 1a Repiblica Espafiola contra la reacci6n interior y exterior. La construccién del soclalismo en la Union Soviética proporcioné un gran potencial al movimiento comunista, infun- dié aliento a los paladines del progreso social y multtplic6 sus fuerzas. Inmediatamente después de la guerra, Ios ad~ versarios del soctalismo se dedicaron a impugnar la decisiva contribucion de la socialista UniGn Soviética a la gran victoria. Pero muchos que ha- bian combatido por esta victoria en otros palses se dieron cuenta de que la aportacién de la URSS habia estado determinada no s6lo por su poderfo militar sino, ante todo, por la cohesiGn de] pueblo soviético frente al agresor, cohesion sin precedentes en 1a historia, No pocos Ifderes de] movimiento obrero comprendieron que el ori- gen de la misma radicaba en que las masas po- pulares se habien alzado en defensa de la Pa- tria socialista, En el verano de 1945, Ifderes polt- ticos socialdemécratas de Dinamarca, por ejem- plo, reconocieron pablicamente que no habian podido darse cuenta a tempo de «todo lo bueno y sano» que habia engendrado el socialismo. (Re- cordaré que estaban hablando de los tiempos mas duros para la sociedad soviética.) ' ‘As{ pues, Ia realidad misma se encarg6 de re- futar prejuicios anticomunistas y antisoviéticos profundamente arraigados. tba madurando el afén de aprovechar las condiciones derivadas de la victoria sobre el fascismo para crear nuevas sociedades, En una serie de paises triunfaron re- voluciones democratico-populares. Si en las condiciones de 1a posguerra no se su- cedieron répidamente nuevos cambios en Europa Occidental, ello no se debi6, como es obvio, a que se hubiese debilitado ta fuerza alentadora de] socialismo, sino a que el Imperialismo se opu- so a ellos, Recordemos la vasta y malévola cam- pafla anticomunista por él desatada y que a fi- nales de los afios 40 se transform6 en «guerra frfax, que constituyé un nuevo intento de atizar la histerie antisoviética, con 1a que las fuerzas imperfalistas creian poder tnvertir el curso de la historia, Pero no lo consiguleron, pues bajo el in- flujo de los procesos generados por la Revolu- clén de Octubre y reforzados por la victoria so- bre el faszismo, el mundo era bien distinto a lo que habfa sido antes de las dos guerras mundia- les. Fracasaron los planes hitlerianos de domina- clén mundial, lo mismo que los planes anélogos de los cireulos de! imperialismo norteamericano que cifraban sus esperanzas en el monopolio de Ta bomba atémica. El soclalismo, gracias a su acrecida fuerza, fue el que contribuy6 a que en e] mundo surgiese una nueva situacin, en la cual los pueblos de muchos paises pudieron en los afios subsigulentes, y tras enconadas luchas de clases, elegir para su desarrollo caminos dis- tintos del capitalismo. El cambio operado en el mundo en la correlacién de las fuerzas sociales y de clase en favor del socialismo, la democra- cia y le liberacion nacional, permitié justamente que se crearan unas condiciones propicias para rechazar con éxito a Jas fuerzas de la guerra. ERAEVIDENTE QUE EN LA NUEVA SITUACION, que reclamaba nuevas soluciones y la correspon- diente experiencia, no resultaba légico prescindir de la experiencia de las accionesantibélicasde los aflos de preguerra, Adquirié mas importancia ean la ya mencionada tarea planteada por Lenin de «analizar ... todos los sofismas con que se justi- fica la guerra en la actualldad». En la lucha por la paz sigue desempefiando un importante pape! Ia denuncia de los sofismas del anticomunismo y e! antisovietismo, pues es con ellos con lo que los medios imperialistas quisteran justificar sus preparativos bélicos, Nuestros adversarios {deolégicos tratan a ve- ces de presentar las resueltas acciones de los comunistas contra esta sofistica moderna como un testimonio del supuesto cardcter «antinacio- nal» de los partidos comunistas, que colocarfan unos intereses «ajenos» por encima de los de su pais, La superacion de los prejucios anticomu- histas, a los que Thomas Mann calificara de «ne cedad basica de nuestro siglo», constituye un im- portante factor para liberar y activar a las fuer- zas potencfales de paz que encierran las masas populares. En la frustracion de los planes para desenca: denar una nueva guerra y en el paso a la disten sién Internacional ha desempefiado un gran pa- pel la fuerza aglutinadora de las iniclativas de Jos paises socielistas para asegurar la coexisten- cla pacifica de los Estados con sistemes soclo- econémices distintos. El viraje hacia la disten: sién estuvo precedido de una tesonera y pacien. te labor ideolégica, que contribuyd a ganar para la coexistencla pacifica a los mas amplios sectozes sociales y politicos. La contribucién de los comu- nistas a esta causa ha sido muy considerable. No se puede olvidar que la corrlente oportu- nista en el movimiento obrero no s6lo no se opu- so a la «guerra fria» sino que se situ6 del lado que no era el de las fuerzas que luchaban para 5 defender los intereses de la paz. Fue entonces ‘cuando, siguiendo a Spaak, uno de los persona- jes més belicistas de la historia del bloque Nor- alléntico, los propagandistas de la «guerra fria» dijeron que la coexistencia pacifica era «la in- vencién mas malintencionada de los comunistas». La situacién politica internacional de la pos- guerra se distingufa radicalmente de la que ha- bia dotorminado ol desarrollo de lcs aconteci- mlentos en el periodo prebélico. Las fuerzas de Ja paz lograron quebrantar el espiriu de «gue- rea fria». En los medios socialdemécratas cam- bbi6 la actitud ante Ia idea de la coexistencia pa- cifica de los Estados con distinto régimen so- cial. Es més, esta idea tomé tanto araigo en Ia ‘epinién mundial que hasta circulos influyentes de los paises imperialistas hubieron de aceptar Ja distensién internacional, Fue este un cambio importante, aunque las fuerzas reacc:onarias del Imperialismo no renunclaron a sus intentos de minar la causa de la paz en el mundo. No se puede eludir el hecho de que fueron pi clsamente los comunistas quienes ayudaron en los afios 60-70 a triunfar sobre la «guerra fria», irjunio de trascendental importancia para el futu- ro de la civilizaciOn, Sn embargo, parece ser que alguien lo ha olvidado. Bastaria reccrdar a este vaspecto a la inapreciable contribuctén del PCUS al desarrollo de la idea de Lenin de 11 coexisten- cla pacifica, de acuerdo con la situacién de pos- guerra. La estrategia de la lucha de los comunistas contra el imperialismo y la guerra, por la co- existencia pacifica, no fue elaborada por un su- puesto «centro comunista inteznacioral», Seme- jante centro no existié después de la guerra ni existe en le actualidad, Esta politica fue formu- Tada independientemente por los comunistas de cada pals, En las conferencias internacionales celebradas por los comunistas en los afios 50 y 60 se defendié consecuentemente, en un espiritu de cooperacién constructiva, la estretegia de la lucha por la paz, contra el imperialismo, ast co- mo contra las distintas (ergiversaciones de los principios de nuestro movimiento. Lcs documen- tos en detensa do la paz adoptados conjuntamen- te por los comunistas muestran patentemente su sentido de la responsabilidad histor-ca. Tal como predectan los partidos hermanos, ta dislvusiGu, 21 amiuoramiento de 1a centrontaci6n en el ambito mundial resultaron beneficiosos para Jos pueblos de todos los paises. Este proceso se hi- zo mas mareado cuando el pueblo vietnam'ta, apo- yandose en Ja solidaridad internacionalista, ante todo en el apoyo fraternal de la comunidad de paises socialistas, oblig6 al imperialismo USA a poner fin a la bandidesca guerra en Vietnam. La distensién ered condiciones faorables pa- ra el reconocimiento general de las tronteras de posguerra en el continente europeo, lo que a su vez alland el camino para ol éxito de la Confe- rencia sobre la Seguridad y Cooperaci6n en Eu- ropa, El Acta Final de esta conferencia, firmada 6 en Helsinki en 1975, fortaleci6 las bases para es- tablecer en el continente un sistema de coexis- tencia pacifica, Nadie puede refutar el hecho de que el viraje operado en los procesos internacionales en los afios 70 fue consecuencla del triunfo de unas ideas por las que tan incansablemente habfan ve- nido luchando Ja UniGn Soviética, otros Estados socialisias y el movimiento comunista interna clonal, Este éxito constituyé una prueba de que la fuerza de atraccién del socialismo realmente ex’stente ejerce un creciente influjo sobre toda la politica internacional, El proceso distensivo no sigue, por supuesto, un camino liso y ano, sino que en él surgen continuamente graves obstdculos. Pero, gacaso tienen la culpa de ello el socialismo 0 el movi miento comunista internacional? En modo algu- no. En los afios 70, los congresos del PCUS ela- boraron un Programa de Paz, que responde ente- ramente a los intereses vitales de todos los pue- blos y Estados. En la Conferencia de Berlin de 1976, los partidos comunistas y obreras de Euro pa examinaron los medios de intensificar 1a lu- cha politica para asegurar el desarrollo de la dis- tensién sobre la base de los acuerdos de Helsin- ki, La orientacién tomada por la Unién Soviética en defensa del alivio de la tirantez internacional durante los afios 80 fue definida por el XXVI Congreso del PCUS. La distensi6n es torpedeada desde un lado dia- metralmente puesto, Cuando, a finales de los afios 70, se hizo mas honda la prolongada crisis, del sistema capitalista mundial, en los sectores gobernantes de las potencias imperialistas se in- tensificd el deseo de impedir que las masas co- braran conciencia de que la causa residia en los, vicios del propio régimen burgués. Los represen: tantes mlopes y carentes de realismo de los circulos monopolistas tratan incluso de achacar las dificultades del capitalismo a la distensién, recurriendo al rezonamiento simplista de que, dado que la paz favorece manifiestamente al so- cialismo, para mantener el capitalismo en pie hay que’ torpedear la distension. Pero el liecho es que la paz Ia necesitan todos. Bn Ia era nu- clear no hay otra alternativa si se quiere que la humanidad siga existiendo. La «concepclén» an- tidistensiva sirvié de justificacion al viraje dado por la politica del imperialismo norteamericano, que ha creado el peligro de guerra SEMEJANTE DESARROLLO de los aconteci- mientos viene a recordar la necesidad de una de- fensa de la paz constante, cada vez més activa y sin vacilaciones, la necesidad de permanecer en vigilante alerta. No se puede dejar de ver que la porfiada contraofensiva del imperialismo con- tra la distensi6n y el progreso social es causa de dificultades para la clase obrera internacional. Los intentos de Ios idedlogos y propagandislas burgueses de aprovechar en beneficio propio cualquier obstaculo que surge en la senda del so- cfalismo y de los movimlentos populares de libe- racion vienen a agudizar atin més la situaci6n. La experiencia nos ensefia que para una con- trarrevolucién es importante no s6lo que la de- seen nuestros enemigos sino también que noso- tros cometamos errores. Pero ningin error cuya responsabilidad recaiga sobre el partido de la clase obrera podria justificar la disposicion a ce- der el paso a la contrarrevolucién o la tenden- cia a refrenar a las fuerzas revoluclonarias en sus manifestaciones de solidaridad internacional. El rumbo tomado por el imperlalismo norte- americano hacia la confrontacién con el socia- lismo mundial y el espoleo de la carrera arma- mentista ha dado origen a una nueva agudii clon de la lucha ideoldgica. Las fuerzas reaccio- narias tratan por todos los medios de inculcar a la gente ideas que la obliguen a renunciar a la defensa de la paz, Uno de esos medios consiste en seguir tratando de influir en el movimiento obrero para fomentar en 61 distintas formas de mentalidad anticomunista y antisoviética. En las presentes condiciones, el impertalismo aificiimente puede confiar en que Ia clase obre- ra y otros sectores progresistas estén dispuesto: fa aceptar la carrera de armamentos y la milita- rizaci6n de todas las esferas de la vida, Por eso, la propaganda burguesa trata por lo menos de protesta contra la agresiva politica del imperia- lismo, la propaganda burguesa repite a diario la manoseada falacia de la «amenaza del Este», sembrar en el cuerpo social la idea de que el sis: tema capitalista «no es peor» que su antipoda, el socialismo real, Con el fin de atajar la creciente que seria la que impulsa a Panorama politico to entre I jerzas_ del imp: cidn del capital intern: derechos y la discriminacién on los vinoulos econ6s del mundo socialisto, structuraclon 1 establecimiento de la wualdad do. derechos, do las rolaciones econ6micas internacionales pasa hoy una do las principales lineas de tensién lismo y las fuerzas del progreso social, a democraci y la mnal se basa en Ia conservacién de ta desigualdad de 1s mundiales. Los interoses de los paises lberadas.¥ si como los intereses de los pusblos do los proplos Estados capitalistas, reclaman la I do las relaciones econémicas internacionales, 1a liquidacién de'la discriminacién y el Det desarrollo de esta lucha, repleta de dramatismo y global por sus dimensiones, se ha tratado ya en las pa- " ginas de Revista Internacionall. En los materiales publicados seh. ymunistas el movimiento por 1a reestructuracién de las relaciones eoonémicas internacion ‘retlejada ye nuevo orden econdmico internacional, los aspectos modernos de Ia politica del Imperialismo y el neocolonia- lismo, particularmente en el cont te andlisis se contra en término con el que laciones econdmicas entre ios cireulos Interna to de los problemas del nuevi sunos aspectos nuevos, relacionados con I mnales se ha dado en designar el complicado nuda de jos grupos de Estados: capitalistas y en desarrollo, orden econdmic: ‘peripecias de internacional. El pi ‘edidlogo Norte ES CORRIENTE en Ia historia que determinadas inflexiones politicas, verdaderamente cardinales © técticas, sean precedidas por cambios de orden ideolégico. Ese fue el papel que en los intentos de «modificars la politica imperialista en las re- giones de las ex periferias coloniales desempend objetivamente, en la divisoria de los afios 70 y 80, el conocido informe de la Comision independien te para cuestiones del desarrollo internacional, encabezada por Willy Brandt, denominado «Nor: te — Sur: progeama para la’ supervivencia»?, Tanto en el nombre intenclonadamente al sono de este documento como en su contenido se reflejé el propésito de los autores de fijar la atencidn de determinados sectores del capital in temnacional y la opinion piiblica de Occidente en los problemas candentes, en los flagelos econé micas y sociales que azotan a los paises en desa rrollo, ¢Por qué? Tras el estilo aparentemente neutral de la exposicién se divisaba un fondo clasista bien determinado. Alarmados por la re- cesion y las crisis que estremecen la economia capitalista («amerazan a toda la estructura de nuestras instituciones politicas, industriales y financieras», se sefialaba en el informe)8, los au- tores indicaban ura salida: la estimulacion més activa del desarro'lo socio-econémico de las pe- riferias de la economfa capitalista mundial a cos- 2 véase La reestruetaracién de tas retaciones econsmicas Internactonates y el frente antiimpertalista de tos pueblos (Me 2 de. 1670); La fendencia politico-militar en la estra- fepla det neocdtontalizme, do Y. Dadoo (M5 de 1881); BI eocolontalismo dete CE Rische (3810 dv 2981) ‘Morin “south, A Programme for Surotoat. The Report ‘of the Independent Canontsston on International Develop: ‘ment Tésues' under the Chairmanship of Willy Brande. Lon ‘dom, 1080, fen aectdn, do L. Mullery 238, 20 ta —y en bien— de sus centros (la idea de la «transferencia masiva de recursos»). En realidad se proponfa asegurar la supervivencia del propio sistema capitalista, el cual recibirla un impulso rejuvenecedor gracias al crecimiento —acelerado desde el exterior— de la actividad de los merea. dos y otros sectores econdmicos en las antiguas colonias, Mientras, la lucha por la reestrueturacién dical de las relaciones econémicas internaciona- les continuaba desenvolviéndose en profuncidad y amplitud. Los acontecimientos posteriores mos- traron eémo reaccionaba a ello el imperialismo y Jo que quedé de la idea central del mencionado informe: la idea de «dialogars. El destino de las ideas de la «Comisién independiente» Las recetas, propuestas por la «Comisién inde- pendiente, de establecer relaciones mas equili- bradas entre el «Norte» capitalista y el «Sur to- nian el carécter de recomendac‘ones a largo pla- zo y, en cierta medida, operativo-practicas (el proyecto de convocar el encuentro «Norte — Sur» en la cumbre, etc.). El célculo consistia en que tanto en los circulos del capital exteanjero como en los paises en desarrollo se encontrarian determinadas fuerzas clasistas dispuestas a bus: car «nuevas vias» para el didlogo. Como es sabi do, su primera experiencia mayor —la Confe- rencia de Paris para la colaboracion econdmica internacional (1975-1977)— no dio resultados; el didlogo entré en un callején sin salida. Pero ya no se podia, ni entonces ni més tarde, dejar de tener en consideracién el movimiento por la reestructuracién de las relaciones econdmicas internacionales. Este crecfa, se consolidaba; en el cainpo de visién de los ‘particlpantes apare- cfan cada vez mas nudos de contradicciones. En 1979, los paises en desarrollo, con el apoyo de la comunidad socialista, lograron que la Asamblea General de la ONU aprobara una resolucién pa ra llevar a cabo —en el marco de la ONU— ne gociaciones globales sobre los aspectos claves de Ia reestructuraci6n de las relaciones econémicas mundisles!, Més tarde, esta idea, adelantada en la Conferencia de La’Habana de los pafses no alineados, fue defendida activamente en muchos foros internacionales. Hacia la perspectiva de esas negociaciones comenzaron a inclinarse va rias de las principales potencias capitalistas, pa- ra las cuales los paises en desarrollo tenfan par- ticular importancia como meresdos de venta y fuentes de materias primas. Al mismo tlempo, él principio democratico y antiimperialista de las Ideas acerea del nuevo orden econémico era ca~ da vez més preciso, hecho que no podia dejar de preocupar a los personeros perspicaces de los propios centros capitalistas. Bajo la influencia de los idedtogos de orienta, in social-reformista se Intenté nuevamente for. mular un programa «ilustrado», que fuera, por decirlo asi, la resultante de los intereses de los Estados capitelistas y los pafses en desarrollo (en el informe de la comision de Brandt, esto re- cibe el nombre de «principio de comunidad de in- tereses»], Los autores trataban no solo de de mostrar la compatibilidad de unos y otros, sino también de activar realmente el didlogo «Norte — Sur», orienténdolo por un cauce de Tos acuer- dos neocolonialistas que respondieran mas a la situacion actual, Asi es como surgié cierta plataforma ideologi- Cuya finalidad consistfa en mostrar una pe pectiva de «armonizacién» de las relaciones en- tre los dos mencionados grupos de pafses. Esta idea comenz6 a materializarse ya en Ia primave- ra de 1981. La iniciativa de celebrar un gran e1 cuentro internacional fue lanzada por el Canci- ler de Austria, Bruno Kreisky, y el Presidente de México, José Lépez Portilio. En Viena se reu nieron los mintstros del Exterior de 10 paises, que acordaron iniclar la preparacién de una con: ferencia en la cumbre en el marco del «didlogo Norte — Sur», Se determiné también el lugar del encuentro (varios meses después se ineugur6 en el balneario mexicano de Canciin). Daba la impresién de que los trabajos de la comisién de Brandt comenzaban a reportar trutos. Sin embargo, a los planteamtentos conceptual- tworicos de la «Comisién independiente» les es- peraba adn un severo examen, Todavia tenfan ‘que conquistar los corazones de aquellos a qule- nes estaban dirigidos los lemamientos de aflo- 4 1a resoluctOn 4 34/138 coloca on primer plano tomas tales como la enorgética, las matoriae primas, ol comer. ‘iséusign constructive de estos problemas, tan. importan: ‘os para los paises en desarvollo, en un foro’ convocado Dojo’ la égida de ta ONY, es considered por ellos como ‘alimportante paso necia'etestabacimiento del evo or jar la bolsa para efectuar le «transferencia ma- siva de recursos», aquellos de quienes dependia, fen general, el deseniace del «didlogo». Pues una usa son las intenciones y objetivos proclamados con el fin de ejercer fundamentalmente influen- cla {deolégico-moral en los goblernos capitalis- tas, y otra cosa totalmente distinta es 1a polftica concreta de esos goblernos. La Administracion Reagan al hacerse cargo de 1as palancas det po- der ejecutivo en los EE.UU,, tomé de entrada un rumbo francamente negativo respecto a las exi- gencias presentadas por los paises en desarrollo a tenor del programe del nuevo orden econémico nternacional, El desarrollo econémico de las pe- riferias de la economia capitalista era conside- rado por los «reaganomistas» desde 1a posicion de «fetichismo de mercado». $1 Cyrus Vance, des- tacado representante de la Administracién de- mécrata, afirmaba en los tempos de Carter que los EE.UU. estaban dispuestos a apoyar «el cre- cimiento rapido e integral» de los paises en de- sarrollo, incluso adaptando a veces @ esos efec- tos la economia norteamericana, el equipo Rea- gan ni siguiera querfa ofr hablar de semejantes promesas®, Al mismo tiempo, 1a actitud del campo impe- rlalista respecto alos planes del «didlogo» se caracterizaba por un determinado dualismo. Mientras Washington se pronunclaba terminante- mente contra cualesquiera modificaciones del curso neocolonialista, condenando los postula- dos de los partidarios de la «transferencia masi- va de recursos», etc., Parfs, por el contrario, con Ia legada del Gobierno de Frangois Mitterrand al poder, comenz6 a hablar —al unfsono con la comisin Brandt— de la necesidad de relactones «oquilibradas», ms «solidarlas» con el Tercer Mundo. «EI relanzamiento de la economia —afir- maba el ministro francés del Exterior, Claude Cheysson— requiere el desarrollo de los paises del Sur, No se trata de unos cuantos centenares de millones de dolares, sino de decenas de miles de miliones, que deben inyectarse allf donde son particularmente necesarios y donde su efecto se- rd casi instanténeo manifesténdose en una mejo- ra de la capacidad adquisittva y, por consiguten- te, en la ampliacton del mercado» (subrayado por el autor)?. Hasta cierto punto, a la Administraci6n Rea- gan le venia bien semejante postura de sus clos que mostraban el propésito de solidarizarse con el Tercer Mundo, Asi le aseguraban mayor capacidad de maniobra, porque Washington aspl raba a conservar aunque no fuera mds que la apariencia de buenas intenciones en cuanto a la continuacién del «didlogo». En el comunicado del encuentro de jefes de Gobierno de las potencias Imperfalistas, celebrado en Ottawa en el verano de 1981, se indicaba, en particular, que todos ellos eestdn dispuestos a participar en la prepa- racion del proceso de las negaciaciones globales ciprocamente aceptable (subrayado por el au: 5 véase Department of State Bulletin, mayo do 1970, p33, s'Le Monde, 24 de soptiembre de 198 21 en circunstanclas que viabilicen un progre- so fructiferom, En esencia, tras esta formulacin imprecisa y las salvedades hechas se ocultaba un compromi- so del que salian ganando principalmente los EEUU. De hecho, Reagan at las manos a sus aliados, Sin rechazér de entrada las negociacio- nes globales, dejaba traslucir la actitud negativa de los EE.UU. al respecto, obligando cada vez mas a los demés participes capitalistas no tanto a tener en consideracién 1a opinion de los paises en desarrollo cuanto a pensar en las concesio- nes que habria que hacer a Washington. A cam: bio, el Presidente norteamericano ofrecia tan sé lo.’.. su participacion en la cumbre de dirigen tes de Estados capitalistas y en vias de desarro- 1o?, prevista para el otofio en Cancén, Varlos meses después de celebrarse, comenta- ristas burgueses se hacian una pregunta que po arla parecer retorica: gse celebré, en general, la cumbre de Cancin? Algunos proponian incluso considerar que el encuentro se habia frustrado (non-event). En amplios circulos de la opinion pablica de muchos pafses, ante todo de los pal- ses liberados, reina ahora'un punto de vista muy eseéptico en cuanto a los resultados de la confe- rencla. Incluso Willy Brandt, uno de los princi pales inspiradores del encuentro de Cancin, no encontro palabras mas apropiadas que éstas para enjuiciarlo: «Yo esperaba més del encuentro en la cumbre, pero, desde luego, el resultado podia haber sido peorss, Es natural la tendencia a considerar intras- cendentes los resultados de Canctin. Para las po- tencias imperialistas, en primer lugar los EE.UU., las conversaciones mantenidas alli no suponen ningtin compromiso; algunos comentaristas iro- hizaban que todo se habia reducido a la oportu- nnidad para Reagan de conocer personalmente a los jefes de Estados en desarrollo. La esterili- dad del encuentro la revelé con particular evi- dencia la conservacién factica del statu quo en la postura del campo capitalista, Ia cual depen: de en grado decisivo de la voluniad de Washing- ton, La Administracion Reagan, que tampoco se pronuncié alli contra las negociaciones globa- les, continué esforzandose por que este proceso transcurriese no en el foro de la ONU, sino que en el marco de competencia de institueiones es- pecializadas: Banco Internacional para Recons- (ucelén y Fomento, Fondo Monetario Interna- clonal y otras, en las que se podria imprimir al adidlogo» la orientacién que interesa al imperia- liso, Es muy significativo el hecho de que la garan- tia de la «independencia de las instituciones e peclalizadas» se promueva nuevamente —como condicién decisiva para Ja realizacién de nego- claciones globales— en la declaracién de la re. fel encuontro participaron Estados capitalistas (26 UU, Japon, Gran breve, Francia, REA, Canada, Aus {tia “y Stecial, paises en desarrolio [Indla, Bangladesh, Filipinas, Arabia ‘Saud, Argetia, Nigeria, Costa de. Marti, Tanzanta, México, Venézucla, Brasil y Guyane), ast comd Yugoslavia. y Chiba the Economist, 26 de noviembre de 1961 2 cliente reunién en Versalles de las siete mayores potencias capitalistas, aunque en ella sc hagan apreciaciones altisonantes y optimistas de las perspectivas del «didlogo» y otras aseveraciones. melifluas con el fin de esperanzar a los paises independizados. Pero alli reaccionaron de otro modo a la declaracion de Versalles. De nuevo —sefialaba la Agencia de Informaci6n Argelina— os lideres del mundo capitalisia hicieron ofdos de mercader a las exigencias legitimas de los paises en desarrollo, que se pronuncian por la reestructuracion radical de las relaciones eco: nomlcas internacionales en base a la igualdad de derechos y la justicia. Se observan también determinados sintomas de «rectificacin» en las posiciones de los imperialistas, tanto a nivel de los enfoques como en la politica practica respec- toa los Estados en desarrollo. El norteamericano Alden W. Clausen, actual presidente del Banco Internacional para Reconstruccién y Fomento, cri- leo ef concepto ya casi convencional de «Norte — Sur», que hasta hace poco se consideraba cémo: do, y propuso, en particular, una nueva cla- sificacion de esos Estados, dividiéndolos en 4 ca- tegorias, en funcién del grado de desarrollo in- dustrial, la existencta de valiosos recursos, etc., La concepeién de Clausen no esté hecha para servir a objetivos cientificos, sino a «aplicaciones practicas», esta inspirada por los«reaganomistes», quienes niegan la comunidad de intereses de los, paises explotados por el capital internacional. Pero tal vez Io més significativo del caso sea que un punto de vista andlogo Io defiende ahora el francés Edgard Pisani, quien formé parte de la comision Brandt y preside actualmente la Comi- sion para la ayuda extranjera de la CEE. El tam- ign preconiza una actitud diferenciada hacia los, paises de Africa, el Caribe y la cuenca del Pact. fico (paises de ACP), asociados con la CEE en el marco de la Convencion de Lomé"®, Pisani const dera que es necesarlo conceder mayor ayuda a un niimero menor de pafses (como es sabido, ha- ce casi dos aflos que la Admixistracién Reagan sigue ese curso). Esta semejanza de enfoques re- fleja la aspiracién comin de las potencias ca- pitalistas a aplicar una linea cue tiende a con. traponer unos grupos de pafses liberados a otros, utilizando al objeto las palancas de la ayuda eco: nomica y otros métodos de presion directa e in- directa La politica en el terreno de la ayuda viene a ser un reflejo de la verdadera actitud que man- tienen el proplo Weshington y sus coparticipes: més lberales hacia los jovenes Estados. Cuando los_norteamericanos redujeron su cuota para 1981-1983 a la Asociacion de Fomento Interna: clonal (AFI}#, su ejemplo fue seguido inmedia- tamente por los «donadores» europeos. En el pe- riodo indicado, el fondo de la AFI disminuye en 9 Véase The Guardian, $1 de enoro de 1982 Ww Veuse The Economist, 7 de noviembre do 1961, pp. 75.76, 1 Suoursal del Banco internacional para. Reconstewecion ¥y Fomento que concede omprestitor a largo plz, en co Siciones do privilegio, a los paises on desarrollo mis nu eesttados. més d2! 25%, Se redujeron en un 37% los me- ios d2 empréstito por linea de la AFT (de 4.100 a 2,600 millones de délares}'5. El director admi nistrativo del Fondo Monetario Internacional, Jacques de Larosiére, se nego a aumentar los medios para necesidades del Tercer Mundo con: cedidos en base a los derechos especiales de giro! A comienzos del afio en curso, el Times of In dia comentaba asi el nuevo bandazo de la polftl- ca imperialista: «A juzgar por las acciones de los pafses indusirlalizados (que discrepan radical mente de sus tan prometedoras declaraciones) la ‘impresi6n que uno tiene después de celebrado el encuentro de Canciines que ésteno s6lo no ha crea do premisas que impulsen los intentos de contri- buir a la colaboracién constructive entre 10s pat ses desarrollados y en desarrollo, sino que, por el contrario, presagia una reduccién substancial de Ja ayuda'a estos paises... Bajo la direccin de los EEUU. y con el apoyo solapado de Gran Br tafia y Alemania Occidental, se emprenden in- tentos coordinados para reducir bruscamente el volumen de la ayuda multilateral y endurecer las condiciones de concesino. ASI PUES, la voluntad de las tesorerfas capi- talistas pudo mds que los arrebatos ilustrados de los partidartos de un curso més flexible para con los Estados Iiberados. La beneficiencia, medida en decenas de miles de millones de unidades monetarias (en el informe de la comist6n Brandt se mencionaban sumas todavia més importantes), no es propia del capitalismo. Su esencia egoista se manifiesta tanto en las acciones de quienes Girigen la politica de la Casa Blanca como en las de aquellos que, compadeciéndose de palabra de los paises en desarrollo, convierten el «diélogo» con el.os en un interminable parloteo que no im- plica obligacién alguna. Hay, por lo demés, otros sintomas més ala mantes, que marcan ¢l estado actual de los con- tactos econémicos y de otro tipo entre los. dos grupos de Estados considerados en este andl strumento de la violencii La «ayuda», El brusco acrecentamiento de la agresivided de] imperialismo estadounidense influye en toda la situaclOn internacional, Los personeros de Washington consideran hoy a los pafses libera- dos como un campo de confrontacidn global con el socialismo. Los é6xitos del movimiento de libe racién en las batallas politicas y econémicas in- quietaa no s6lo a aquéllos: en todo el mundo ca- pitalista suscita pénico la creciente activided de estos Estados en defensa de su soberanfa econo mica, con el fin de establecer un verdadero con- trol de sus recursos naturales. Por labios de sus representantes oficiales, la Casa Blenca aterro- riza a los pueblos con el «inicio de la era de la guerra por los recursos», Y ella misma demues- tra que no se trata de meras palabras. 8 Le Monde, 1415 de marzo de 1982, id, 29 de enero do 1992, ¥ Doeiimentos erediticios do Fondo Monetario Interna clonal, qua permiton recibir Medios en dvisas extranjeras fn banees ferancos. Desde fines de los aos 70 y comienzos de los 80, la politica de EE.UU. presente una creciente Inflexion hacla 1a cooperacion econémico-militar a nivel de regiones, Al intervenir en la XXXVI ‘Asamblea General de la ONU, el ex secretario de Estado norteamerleano, Alexander Haig, mencio- n6 entre las regiones con mejores perspectivas» desde el punto de vista de EEUU. a Asia Sud. oriental (excluyendo, por supuesto, Vietnam, Laos y Kampuchea), el Sur africano, Africa Oc: cidental y la cuenca del Caribe, destacando el significado de la «colaboracion préctica» con la agrupacion de la ASEAN y de «los estrechos con- tactos de trabajo y consultas mantenidas en tor- no a problemas del comercio y de las inversio- nes» con algunos grupos de paises africanos. La orientacién neocolonialista en la coopera- cién regional tiene, en rigor, bien poco de nueva. Desde hace mas de dos decenios, la CEE se atic: ne a ella en el marco de los ya mencionados Acuerdos de Lomé, haciendo hincapié en el ma- nejo de las palancas econémicas. Los Imperialis- tas oesteeuropeos procuran garantizar los sumi- nistros de valiosas materias primas minerales y productos del agro a la Europa capitalista, Por otra parte, suavizan un tanto su politica para con los paises de ACP, entreabriendo ante sus mer. canclas las puertas de los mercados comunita- rios para desarrollar las relaciones econémicas con ellos por el cauce de compromisos concer- tados a espaldas de todo el movimiento de los paises en vias de desarrollo, que pugna por la reestructuracién radical de las relaciones eco: némicas internacionales sobre una base Justa. Asegurar la explotacion es también lo que per: sigue la concepeién defendida por la Administra cién Reagan acerca de la cooperacién regional Esta concepcién se distingue esencialmente por su filo geopolitico mas acusado que nunca, por la prioridad coyuntural otorgada a los intereses estratégico-milltares frente a los demés, inclui- dos os intereses econdmicos. La atencién de Washington no se fija en la region saheliana de Africa, cuya poblacién sufre desde hace diez afios las consecuencias de tremendas sequias, si no en el Sur del continente y en el Sudeste de Asia, o sea en aquellas regiones donde ha alcan- zado particular intensidad la confrontacin de las fuerzas liberadoras con las del imperialismo y la reaccin, El imperialismo teme perder en elas el control sobre Ios riguisimos recursos de que dispone y ver minadas sus posiciones. Los in- tereses politico-militares marcan una huella ca. da vez mds profunda en cualesquiera planes de actividad regional concebides por los EE.UU. En el Sudeste de Asia, los estrategas norteame- ricanos, que obstaculizan el establecimiento de relaciones de buena vecindad entre los Estados de Indochina y el grupo de la ASEAN, cifran sus cdlculos no solo en la estrecha vinculacion de las economfas locales con los intereses del bu- siness norteamericano y, ante todo, los de las multinacionales, sino en la conversién de la ASEAN en un punto de apoyo politico-militar del impertalismo, Se trata punto menos que de arti- 23 cular sobre la base de «los cinco» un nuevo blo- que militar®, ‘Aunque la linea de los «reaganomistas» con respecto al Africa independiente todavia no esta del todo definida, es ya bien evidente 1a tenden- ‘ela a activar la cooperaciéa con los pafses orien- tados al mundo capitalista, por ejemplo, en el marco de la comunidad econémica del’ Africa Occidental, En cambio, en el Sur del continente se ha optado firmemente por la racista RSA en calidad de flel aliada, Con ella se mantienen muy estrechas relaciones econimicas, militares y de otra indole, Washington acaricia la esperanza de que a la larga la estrategia regional neocolo nialista surtiré efecto: ya se encontrarén —cal culan— regimenes dispuestos a colaborar tanto con los EE.UU, como con la RSA. Los acentos de la estrategia regional de los EE.UU, aparecen con particular nitidez en la Ila- mada iniciativa de Reagan para el Caribe. A fi- nes de febrero de 1982, e| Presidente norteameri- cano anuncié la concesion de «ayuda» econdmi- ca y militar por casi 350 millones de délares a determinados pafses caribefios. Asimismo, pro- metio a esos paises (de los cuales excluy6, natu ralmente, a Cuba y Nicaragua) el libre acceso de sus mercancias, durante 12 afios, a los mercados de EE.UU., pero con la significativa excepcién de Jos articuios textiles y sus confecciones. Una ter- cera parte del total mencionado ir4 a parar a las manos tefiidas con la sangre de su propio pueblo de los militares fascistas de El Salvador, y tem- bién se asignan altas sumas a sus colegas de Gua- temala y Honduras, «Para comprender el objeti- vo real y el grado de cinlsmo politico del plan —aijoelex primer ministro sociaidemécrata de Ja: maica, Michael Manley— no hay més que com- parar a los que estén incluidos en él con los que han quedado marginadoss!®, Aun mas, como se- Aal6 el camarada Trevor Munroe, Secretario Ge- neral del Partido Obrero de Jamaica, al calificar el proyecto de Washington como «soborno con migajas de pan»: «El programa apunta a la des: integracién de la cooperacion regional y empuja a los gobiernos caribenos a una posicién de pe- Tear unos con otros en vez de cooperar mutua- mentes!, Salta a la vista, pues, el filo militarista y con- trarrevolucionarlo de la fal «iniciativa para el Caribe», Gran parte de la eayuda» ofrecida sera para financiar mayores acciones represivas con: tra las fuerzas populares y en especial para in- tensificar las operaciones subversivas contra Ni- caragua y Granada, Las «inyecciones de délares» deberdn servir también para las compras de més armamento yangul. LA LINEA de enfrentamlento global con el mundo socialista, con los pueblos que han opta- do por la via de la democracia y del progreso, ha Acerca de Jos métodos empleados por el tmperiatismo con esto fin, véase Zevantar un seguro baluarte de Tapa SRevtsta Internactonats, ak 0. ce 1082, 'S Wew Afrlcan, toayo de 1982.9. 44 W Struggle, 2 de abril de 1832, p. 8 2 marcado profundamente la politica realizada por Washington en su ayuda estatal a los pafses en desarrollo. En los aos 80 observamos un eviden- te cambio de prioridades. Antes esa ayuda era considerada fundamentalmente como un instru- mento para mantener a dichos paises en la 6xbi- ta del capitalismo, servia para estimular la expan- si6n de lus monopolios extranjeros, mfentras que ahora lo mas importante pera Washington es hi ta qué punto puede favorecer la realizacién de sus planes estratégico-militares. El cireulo de los que sacan tajada de los medios concedidos se contrae de afio en af y al mismo tempo aumen. tan los gastos oon fines militares en detrimento de los destinados para usos civil De un documento secreto de la Casa Blanca, que recientemente ha trascendido al dominio pw blico, se desprende que en adelante la ayuda eco- nOmica se enfocara desde el punto de vista de la «seguridad» de los EE.UU. y la realizacién de sus planes estratégicos, Los clientes principales y de mayor confianza seguirén siendo Israel, Egipto, Paquistén y algunos otros paises de rég: men reaccionario, En la Europa capitalista, in- Huyentes sectores de Gobierno han acogido’ con desaprobacion esta politica miope. «Parece mu- cho més una vuelta al pasado —subray6 W. Brandt en una intervit a la revista Sawt— que una forma de prepararse para el futuro... para el establecimiento de relaciones més _ ilustra das... Creo que la coneepcién de la ayuda como. un instrumento de la politica nacional ha que dado destasada». En Ja actualidad, el imperialismo norteameri- cano recurre cada vez con mas frecuencia a la pantalla de la asistencia econémica para ocul- tar sus planes hegembnicos de largo alcance, es- poleando la carrera armamentista en importan- tes zonas estratégicas de Asia, Africa y América Latina, Ello constituye un monstruoso despilfa rro de recursos, tan necesarlos para las econo- mias nacionales en condiciones de subdesarrollo. La exportacién global de armas por los EE.UU. ascenderd en 1982 no a los 15.000 millones de dé" aves, segiin se afirmaba antes en Washington, si no a los 25.000 6 30.000 millones*® (como segun- do exportador de armas del mundo capitalista aparece Francia), Cabe Imaginar los cataclismos que entraiia la politica de Washington y de sus aliados de rearmar en vasta escala a clertos pat ses en vias de desarrollo, Existe la amenaza de una ereaccién en cadena», expresada en el re- arme de los Estados vecinos, obligados a adoptar medidas para salvaguardar su soberania y ase- gurar la defensa nacional LA POLITICA de boicot econdmico, de «sancio- nes», es un método nada nuevo, aunque cada vez més extendido, de presién imperialista sobre los stados emancipados, Esta politica, que se apli- ca selectivamente, ante todo contra paises que adoptan posiciones antiimperialistas y anticolo- nialistas, es el reflejo de una continua inflexién ultrarreaccionaria en la orientacién neocolo % The Cuardian Weekly, 6 de junio do 1982. nialista, Las «sanciones» contra Irén se han con- vertido en una especie de «agresién econdmica» que sigue trayectorias clave: congelacién de los, depésitos Iranfes en los bancos norteamericanos, interrupelén de las compras de petréleo, embar- go comercial. El boicot fue apoyado por otros im- perialistas. «lrén debe ser castigado... —adver- ‘Ua Ja prensa burguesa en tono aleccionador a la ‘Casa Blanca, después de la marcha de Carter— y la Administracton Reagan no esté en condi- clones de hacerlo sola de un modo eficaz. Esto constituira la primera prueba (de las relaciones} del nuevo Presidente con sus aliados. Reagan de- be contar con la colaboracion de estos tltimos para proceder a una limitacién setectiva del co- merolo y de los contactos diplométicns mientras viva el ayatollah Jomeini>¥, Las «sanciones», como vemos, no amenazan a quienes imponen la ilegalidad y el apartheid, a quienes perpetran agresiones contra Angola’ y Mozambique y, menos atin, a quienes hoy anegan Libano en sangre, Se quiere «castigar» a todos Tos insumisos, a 10s paises que rechazan el diktat extranjero. EI paso de los imperialistas al empleo de méto- dos colectivos de presién econémica aparece pa- tente en el ejemplo de Arger.itina, otra vietima de las «sanciones», aplicadas esta vez por los impe- rlalistas en la guerra colonial de Gran Bretafla en el Atléntico Sur. Los EEUU. y la CEE se so- lidarizaron con el agresor € impusieron a la Ar- geutina un embargo comercial. Mas los acontecimientos de los ltimos_afios muestran que los BE.UU. no consiguen imponer a os aliados un apoyo pieno a sus acciones. Los Estados eurooceldentales y Japon vieron que las depredaciones de Carter, y posteriormente las de Reagan, Implicaban grandes pérdidas para sus propios negocios. Los vinculos econ6micos mun- diales se establecen hist6ricamente y no es tan facil romperlos. En la actualidad, una serie de empresas germanooccidentales, ‘por ejemplo, quieren restablecer los contectos econémicos con Irn deteriorades por voluntad de Washington. Esté fracasando una politica andloga de la Ca sa Blanca con relacién a Libia, politica a la que se oponen los propios hombres de negocios esta dounidenses, sin hablar ya de que Libla esté t niendo éxito en el establecimiento de relacion‘ con otros soclos comerciales. LOS ENFOQUES ante los problemas de las re- laciones econémicas internacionales que estan siendo elaborados por los partidos comunistas y obreros plantean en primer término la necesidad de tener en cuenta la tendencia a la internacio- nalizacion de los procesos que se operan en la vida economica, La violencia aplicada en las re- laciones internacionales puede debilitar esa ten- dencia, pero es incapaz de abolirla. En las prt sentes condiciones se esta cmpliando constant mente el espectro de los contactos econémicos y de otra indole entre los Estados. Desde el punto 1% Vease International Heratd Tribune, 2 de enor de 981, de vista de los intereses de los Estados en vias de desarrollo tiene particular importancia el es- tablecimiento por ellos de una cooperacion en términos de igualdad y recfprocamente ventajo sa con los paises socialistas, Esta cooperacion con el mundo socialista no solo ayuda a luchar contra el saqueo imperialis- ta y la politica de «sanciones». El fortalecimien- to de los contactos entre los pafses socialistas y los Estados emancipados contribuye al cesarro- Ho de estos altimos por la via de la independen- cia econémica, cosa que se ven obligadas a tener en cuenta las potencias capitalistas que en mas de una ocasion han restablecido los vinculos eco- nomicas con paises que en el pasado fueran co- Tonias, Pero el vestablecimiento de tales vinen- los Se realiza en estas casos sobre una bese fun- damentalmente distinta, se asienta on el benefi- cio mutuo. La experiencia de la lucha que libran en el Irente econémico los Estados emancipados mues: tra asimismo que las contradiceiones interimpe rialistas pueden ser aprovechadas tanto mejor cuanto mayor es la cooperacién de tales Estados con los paises socialistas y antiimperialistas y con sus vecinos. La orlentaci6n antineocolonialis- ta y emancipadora de esta cooperacién es una condicién importante para avanzar por la senda de la Independencia econémica. Finalmente, se ha acrecentado la significacion de los vinculés «Sur — Sur», es decir, la comuni- dad econdmica de los proplos paises en vias de desarrollo. Algunos grandes foros internacionales de los gltimos tiempos muestran claramente que la tendencia al desarrollo de este tipo de rela- clones se va abriendo paso con tenacidad. Las posibilidades de la linea «Sur — Sur» Un notable evento de comienzos de este afio fue la conferencia celebrada en Delhi por 44 pat ses en vias de desarrollo, en el curso de la cual se fue estableciendo un enfoque comin ante pro- blemas clave, tales como la salida del atolladero en que se encuentra el entre Tos militontes de tos tres partidos unificados, Ahora, nos sentimos miem- bros de un solo partido, con una sole disciplina, que no deja lugar al sectarismo nl a las sospechas rect- procas, Se afirma en la préctica el principto fundamental ge te construcclén pavtidaria: el centralismo demo- Cratico, Fl papel dirigente del PSY adquiere, par de- Cirlo ast, formas materiales, Bsto se expresa ante todo fen que ios planes del desarrollo del pats —en el cen- tro y a nivel local— son aprobades por el partido, que, ademés, controla su cumplimiento. ¥ otra cosa: Th gente sabe que si los cuadros, ya sea en organis- mos estatales o en Ia economfa, no camplen su deber y no apoyan en la préctica la Iinea del partido, éste Puede revocarlos, destitutrlos de sus cargos. La situacton actual on el PSY, el nivel de su desa- rrato, sus adelantos y dificultades corresponden a la etapa da la revolucién que vive el pais —prosigue SS, Bukor—. Los oportunistas de derecha y de izquler- de afirmaban que ya estaban constrayendo el soct liso. Nosotros, partiendo de 10s princtpios del socta- tismo cientifico y ol anéllsts del cardcter clasista de ta sociedad, consideramos que, por ahora, 18 RDPY se ‘enenentra en a etapa de la revoluctén democratica nacional. Eso se debe, en primer término, al estado Ge la base matertal y tenlca, Antes de la revolucién, feste era on pais sumamente atrasado, subdesarrolla- fio, en el que se entrelazaban retactones capitalistas Y precapitalistas, feudalos y prefoudales. Partiendo de Semojante base, es imposible pasar directamente a 1a Construcetén del soctalismo en el espacio de unos cuantos afios. 50 El siguiente problema en este plano es el de las, allanzas de clases, Tenemos una amplia allanza que fabarca a los obreros, los campesinos y le paguefia burguesfa, y que por sus caracterfsticas actuales co: rresponde también a la etapa de la revolucién demo- Cratica nacional, ¥ para construtr el soctalismo debe Fevelarse gradualmente en ella el papel dirigento de qa clase obrera en alianza con los campesinos coope- rativistas. Esto significa que debe crecer numérica- monte 1a clase obrera; pero a creactén de la indus- tela requiere tiempo, como tamblén 10 requiere 1a for~ action, 1a educacién y el desarrollo de la conctencia de la clase de vanguardia. ‘Urge asimismo 1a modernizacién y pertrechamiento téentco de la agricuttura, En muchos lugares se roalt- za de modo primitivo, es baja la productividad det trabajo. El eslabén clave en este terreno es 1a re- volucl6n cultural, 1a elevaeion de 1a conciencia ae los, campesinos. ‘Por iiltimo, hay que toner en cuenta que on el pats se conserva el sector privado, el cual desompena un ‘gran papol en varias esferas de la vida, por ejemplo, én la construcolén, La pequefia burguesfa sigue slen- {do una clase numerosa que ejerce notable influencia, ‘Pero las «semillas» do las transformactones socia- listas ya estén echando tallos —concluye et compatie- ro Buker—. Ante todo os ol PSY mismo, su {deolo- fia, su linea politica, su aspiracién a construtr la so- fledad sobre las bases clentificas de le teorta soct lista, Hay también elementos socialistas en 1a econo- mia nacional: el sector estatal cuya parte en le pro- uccién social superé ya en 1978 el 50% y continga feroctendo, ast como el soctor cooperative. En corres: pondencia con ello, va cambiando 1a estructura soctal Ge la_poblacién, La planificactén de 1a economia se ha erigido en ley. Consideramos como una gran con- quista nuestra politica exterior, cuya esencia consts- te en Ia solldaridad internacional y el fortalecimlen- to do Ja colaboracién con los paises de 1a comuntdad socialista, en el desarrollo de las relaciones con ol movimiento revolicionario mundial y sus partidos do vanguardia, en el afianzamiento de la unided antiim- porlatista con otras fuerzas progresistas del mundo. El viaje por el pals y las entrovistas sostenidas convencen de que el ideal soclalista en Ja RDPY ha Gesbordado el marco de proyecto tebrico, no es ya tun mero tema de discustones especulativas sobre 1 futuro, Empieza a tomar contornos palpables, de- iene un hecho inserto en la vida real y que, con- Torme se desarrolla, encuentra él mismo formas concretas de plasmacion, adecuadas a las condicio- res del pats. Todo esto ha sido alcanzado gracias al proceso do formacion y robustecimiento de! partido, ta van- fguardia que se apoya cn las masas trabajadcras, Guo muestra «su disposicién constante de hacor Sactificios para que la bandera del soclalismo cion {ifico flamee siempre sobre al suelo patrio...»!! Disposteién que uno percibe vivamente a} tratar con los militantes del partide del Yem=n Democré- teo, ave ton. eB A. Nessor Muhammed. Fidelldad a ta revotu- stg Internactonals, We 3 de 1981, p. 28. a INFORMACION SOBRE LA NUEVA EXPERIENCIA AHORA NO HAY NADA MAS IMPORTANTE WALTER LISTL, miembro de ta Direcetén del Partido Comunista Aleman y Presidente de ta organtzacion regional del PCA en Bavtera del Sur WM eCudt es hoy 1a princtpal direc- tén en la actividad de su orga- nizacin del partido y a qué odjetivos estan orientados tos esfuerzos de las comunistas sud- Ddvaros? = Lo principal en nuestro tra- bajo es actualmente la lucha por la az, contra la instalacion de tos misties norteamericanos de alcan- ce medio en Ia RFA. Baviera del Sur es el mayor productor de ar- ‘mamentos del pafs. Aqu{ se fabri- ca més material Délico que on cualquier otto land de la Repabli- ca Federal. Por eso concedemos articular importancia a la incor poracton de los obreros de las em- press de guerra al movimiento antimisiles, La tarea de los comu- nistas consiste en propagar en es- tos medios la comprensién clasis- ta de las causas de la carrera ar- mamentista, Las organizaciones del partido fen Tas empresas aplican conside- ables esfuorzos para reclutar nuo- vos miembros; editan periédicos fabriles on los que se enfocan pro- blemas de la produccién y se ex- plican los princtpios y objetivos de Ja politica del PCA. En los nume- rosos grupos de iniciativa ofvica, os comunistas colaboran exitosa mente con soctaldemécratas, Ube- rales, cristianos y personas sin fi- acién politica, con todos 10s que se oponen a Ja transformacién del temitorio de In RFA en una rampa de lanzamiento do los misiles nor- teamericanes. Una escena tipica do la vida politica de la RFA en el verano de 1982: mantfestacion de los partidarlos del desarme y la paz en Sonn Foto Crk NUESTRAS ENTREVISTAS El porseverante trabaje de escta- recimiento reporta frutos. Ast, este fio se cooné con un grcn éxito Ja marcha pascual de los partidarios do la paz, que contirmé el profun- do deseo de paz do vastes sectores de 1a poblacién. Otro ejemplo es el ‘movimiento en pro de que Munich sea doclarada ciudad desnucleari- zada. Este movimiento, 2n el que participan también nuestros mill- antes, ana a muchas organiza- clones sociales y grupos de inicta- tiva efvica, que se pronuncian con- tra el despliegue de medios por- tadores del arma nuclear en ta parte septentrional de la capital bavara, Es sabido que ta reavoton esta Juertemente implantada en Ba- vlera. ginfluye esta cireunstan- cla en el trabajo de su organi- zacldn det partido, en el carde- ter del movimiento lecal de los partidarios de la paz? = A los miembros det PCA no les os nt més fécll ni mis dificil trabajar en Bavlera que en otros lands de 1a Repdblica Federal. Los reaccionarios de nusstro pals ineulean énimos anticoministas on todas partes, ya sea en Essen, Hamburgo o Munich. Sin embargo, ‘reo que conviene sefialer una pe- cullaridad: el profundo enraiza- miento de las tradiciones religto- sas entre los bévaros. Tradiciones do las que saca partido la reaccion con fines propios, pero que también pueden desempefiar un papel posi- tivo, sobre todo en el movimiento antibélico. En el seno de este mo- vimiento existe una base objetiva para la colaboracién cor los eris- tlanos, sobre todo con sus orge- 54 nlzaciones juventles, por ejemplo, la evangetica 0 la’ catolica, que participan activamente on las ac- clones de masas por la paz y el de- sarme, Durante el coneilio evan- gélico de 1981 se realizé una gran manifestacién bajo consignas anti- bélicas. Su éxito represents un gol pe sensible fara Strauss y ottos Feacctonarios, As{ quo Is luchs por 1a paz es tun campo en el que existen bas- tantes premisas para organizar la colaboracién. Y no s6lo con los creyentes, sino también con otras Tuerzas. En general, gqué rasgos distin. tivas presenta, a su fulcio, et actual movimiento antibélico y anticoneteril en la REA? — Al habler do tos rasgos do! actual movimiento por te paz, en particular de sus diferencias res- ecto al movimionto de los aflos 50 y 60, yo dostacarfa tres aspec- tos. Ante todo, es mucho mas amplio. el espectro ae participacién. 2Quiénes Ivchan hoy contra et emplazamiento de los misiles nor- teamerieanos? Son comunistas y SUIZA PROGRAMA DE MEDIDAS CONTRA LA CRISIS En ol Plano del CC del Partido Sulzo del Trebajo se aprob6 una resolucién en la cual se Indica con Inguletud que ta economia nacto- nal ha entrado en una nuova crisis cuyas consectenclas afectan @ to- ala ‘poblacion trabsjadara y el futuro econémico del pats. Ta oll- garquia finanelera despide, sin va. cllar, a los trabajadores, decide ol Clerre de empresas y ramas ente- ras de la produccién y su traslado al extranjero, donde 1a explotacion de la mano de obra barata y pri- vada de proteccién social le per- mite obtener mayores ganancias, El acelerado progreso téenico y el empleo masivo de tecnologias ‘nuevas revolucionan, a jutclo de los comunistas, las posibilidades pro- 52 soclaldemécratas, cristianos y sin partido, ecologistas y miembros de UDC/USC, generales dol Bundos- veht sacerdotes. Segundo: el de hoy es un movi- miento joven. En las primeras 1i- las de los partidarios de la psz marchan ovenes protundamente preocupados por el desarrollo po- Iitleo, por las tendencias arma mentistas. Por dltlmo, la terce- ra catacteristica: los. participantes en el movimiento antibélico cola boran en pie de igualdad. Su uni- dad de acelén se basa en Ia aspl- racién general a Impedir el emple- zamiento de los nuevos misiles norteamerieanos. 1 .Qué 1ugar ocupan tos comunts. fas en este movimiento? = Hay quien quistera escindirio, desplazar a los comuntstas, utill- zando distintos argumentos tnven- tados. Pero se trata de una minorta; con 1a mayorfa de los partlctpantes hemos establecido una colaboracién positive. Los comunistas no pre- tonden a la direccl6n del movt- miento, no condicionan su particl- paci6n’a la aceptacton de su enfo- que clasista dol problema, poro ductivas de la industela, de 1a os- fora de servicios y del aparato ad. ministrativo, ofiginando perspectl- vas propicias para la satistaccién de. las Felvindicaciones orlentadas @ la reduccién de 1a jorada labo- ral, una mayor duracién de las va caciones pagadas, Ia anticipacién de Ia eded jubilatoria, al mantent- lento y desarrollo de las conguis tas sociales, Estas nuevas postbill- dades doben utilizarse en bien del pueblo, El Partido Suizo del Trabe- jo —seflala el documento— oxige que las autoridades federales y cantonales adopten medidas quo garanticon el dosarrollo econéml co del pals. Para asegurar 1a ocu- pacién completa, propone prestar ayuda a las zonas mas afectadas por la crisis; contribulr a la reca. pacitacién sistemétiea de los tra- Dajadores despedides faciliténdo- Jos ast la obtencién de un nuevo empleo, que concuerde con su ca lifteacién; cooperar al desarrollo do ias telaciones comerciales con todos los pafses; controlar el co- morelo extertor y la traslacion de tampoco admiten que les pongan condiciones a ellos. EI PCA consi- dora que en el movimiento de la paz debe haber cabida para cuales- gulera criterios, incluldo el clasis- ta, E invita @ todos a colaborar on ple de {gualdad, lealmente, Al apoyar la consigna unitaria ae la lucha por la paz, el partido no ha renunciado, desde \uogo, a sus proplos planteamientos. "EL principal, que expllcamos intati- gablemente a los participantes en al movimiento, consiste en que no se puede situat en un mismo plano a los EF.UU. y la URSS. Do Ia oxis- tencla de armas cualitativamente iguales no se deriva Ia ldentidad cualitativa de ambas polfticas. La Uni6n Soviética y otros patses del soctalismo real son parte Integran- te del movimiento por 1a paz. Tal es el punto de vista de los comu- nistas de la RFA. ¥ lo detendemos activamento, denunciando las opi- tones erréness, peligrosas, de guienes ven en los EEUY. y Ia URSS dos «suporpotencies» que tendrian la misma responsabilidad fon Is carrera armamentista. Nos esforzamos par que todos vean cla- ramonte quiénes son los amigos de los partidarios de ta paz y quié- net son sus enemigos, DE LOS DOCUMENTOS capitales para poder _interventr oportunamente en detensa de los Intereses nacionales, ote. os comunistas suizos Hamaron a las organizectones politicas y_pro- fesionales de los trabajadores a ac- tuar en frente dnico en pro del establecimiento del contrel sindi- cal sobre los despidos, de Ia partt- ipacion de los sindicatos en la Aiscusién de todos los proyectos re- ferentes al empleo, y contra Ia Na- mada politica de austeridad. gue se aplica en perjulcio de les treba- jadores. SUECIA EN VISPERAS DE LAS ELECCIONES El Partido de Izqulerda — Comu- nistas de Suecla (PIC) publicé su programa do actividad en vis peras de las elecctones ordinarias al Riksdag, que se celebrarén en septiembre’ de 1982. El éxito. del partido en las elecciones —sentala 1 documento— es necesario, ante todo, para asegurar la victoria ge- nefal de las fuerzas de izqulorda en estos comicios, impedir la apli- cacién de la polftica de colabora- cidn elasista de los socialdemscra- tas, que actdan en algunas cuss- Yiones junto con los partidos bur- ‘guoses. En el programa se exponen las Airecciones ¥ objetivos fundamen- tales de la actividad del PIC. El Partido considera necesario elimi- har el paro creando 100.000 em- pleos nuevos, como minimo, par- icularmente ‘en la esfera de. los servicios, mediante la amplia- clon del’ volumen de la construe- elon y de la red del. transporte «PRAVDA» AL ENCUENTRO DEL 60 ANIVERSARIO DE LA URSS Todos los dfas, el peri6dico Prav- da oftece a sus lectores una selec- clon de materiales diversos dedi- cados al sosenta aniversario de la formacion de la URSS. El organo del CC del PCUS Informa regula mente de cémo se proparan las organizaciones de base del partido para colebrar el aniversario del Es- tago soviético, En muchas empre- 585, instituciones estatales, institu. tos. koljoses y sovjoses dei pats se organizan ciclos de conterencias socio-politicas. Los oyentes deno- tan gran interés por Is historia de Ta croclén, davenir y docarrollo dol ‘sistema estatal sovlético, 1a s0- lucién dol problema nacional en el pafs y el papel del PCUS en la for- maci6n y cohesién de la nueva co- munidad historica de personas: el pueblo soviético. Los asistentes a las conferenclas prestan particular atencién a las cuestiones relacio- nadas con la lucha de la Union Soviética por la paz, contra 1a. po- Iitiea agresiva del tmperiatismo y Ja carrera armamentista que, eti= zada por éste, amenaza a los pue- blos con una catastrofe nuclear. Ante los. trehajadores Intervienen dirigentos del partido y el Estado, destacadas cientificos, personalida- @es de la cultura y veteranos del partido. pablico. Los comuntstas detienden Jos derechos de Ia juventud y las mujeres en el terreno de la ense- fianza y del trabajo; exigen la anu- lacién ‘del impuosto complementa- rio sobre los. productos alimenti- clos, el establectmiento de un im- puesto que grave el comercio de acciones, la derogacion del acuer- 4o entre’ los soclaldemécratas y el Gobierno sobre la realizacién en el pals de una reforma fiscal. tnjus- ta, En el documento se indica la necesidad de perfeccionar el sis- tema de previsién social, aumentar las ponsiones y mejorar los servi- clos médicos. BI partido propone activar la bisqueda de fuontes al ternativas de energta, adoptar me- didas contra la explotacion rapina- dora de los recursos naturales y la contaminacién del entorno, El rotativo inserta eronteas de la emulacién socialista que por ini- ciativa de Ios comunistas se ha Gesplegado en las colectividades laborales para celebrar dignamen- te el 60 aniversario de la forma cion de la URSS. Con abundantes cifras y copioso material féctico, muestra los considerables éxitos alcanzados por todas las. naciones y nacionalidades do la Union So- vistica on la edificacién social y econémica. Utilizando numerosos ejemplos eoncretos, el _periddico pone de relieve las postbilidades ereadas en la URSS para que se revolon los talontos y prosperen la cultura, la clencla y ol arte de los uoblos que se unleron hace 60 fafios en una gran familia La preparacién para el aniversa- lo. —subraya el periédico— con- tribuye al sucesivo mejoramiento de 1a educacion ideotdgica, patrio- tica © intornactonalista de los tra- bajadores, a su temple clasista, Imn- pulsando la actividad politica y la oral de las masas. «JUSTICE» EL LECTOR AYUDA AL PERIODICO Los comunistas de Martinica han adoptado una serie de medidas forientadas a mejorar el contentdo, la presentacton y la difusion del perlodico Justice, organo del Par- {ido Comunista’’ Martiniqués. El objetivo de 1a campafia es reforzar En la pert internacional del programa se hace constar que el PIC se pronuncia por la paz, el de- sarme y la prohibicién de las ar- ‘mas nucleares, por el aumento de la ayuda @ los Estados del Tercor Mundo y a los pueblos que luchan pot su liberacion nacional; exige la creacion de una zona desaueleari- zada en el Norte de Europa, Bl programa destaca la necesi- dad de desarrollar y defender 1a enocracia, lograr Ta liguidacioa del dominio det gran capital tinan- clero en Suecia y a ampliacién de los derechos de los trabajadores en las empresas. El partido —indi el documento— propigna 1a con- cces.6n a los Inmigrantes del dere- cho de voto en las elecciones al Riksdag, EN EL ESPEJO DE LA PRENSA cl papel de la prensa partidaria en Ja lucha por fa liberaeién nacto= nal_y social del pueblo martini gués y elevar el prestigio de Jus. Hice como portavor politica © infor- mativo del partido, El trabajo de Justice fue objeto de un andlists crftico y multilate- fal en Ja rounign do si comite do redacclén, on la que participaron también ropresentantes de la direc: clon del PCM y difusores del po: riécico. A los lectores so les en. treg0 wn cuestionario. pidiéndoles que’ expresaran su opinion sobre distintos problemas que interesa~ ban a la Kedacci6n, Las numerosas proposiciones de los comunistas de base y otras subscriptores, escribe Justice, han permitido introducit luna serie de innovaciones en la presontacion y el estilo de los ma. {teriales publicados, abrir nuevas rubricas y ver mejor las deficien- flac on ol trabajo de le Redaccion. El periédico emitio una gran ti: radi de bonos de ayuda, La cam: afis de venta de los bonos desple- gada por los militantes del parti do en todos los confines de Ia isla ayuia a explicar a la poblacién el papal que juega el 6rgano Impreso del PCM en 1a lucha por los inte- rescs do los trabajadores y am- pliar 10s contactos con aquollas ca: pas de la poblacion que se encuen- rar. adn ‘emarginadas» de la po- Iitica. Justice destaca que el acre- contamiento dela influencia de uno de los rotativos mas antiguos de Martinica, fundado en 1920, en la vida politica interna de Ia isla, Tesponde a los intereses de todo el pueblo martiniques. EL TRASFONDO DE LOS HECHOS LAS LECCIONES DE DOS DECENIOS HEMMY CROES, miembro del CC det’ Partido Comunista de Venezuela y Presidente de la Central Unitaria de Trabajadores de Venezuela En marzo de 1983 se cumple el vizesimo aniversario de la funda- ion de le Central Unitaria de Tra- bajadores de Venezuela (CUTV), verdadera fuerza de vanguatdia del movimiento sindical de nuestro pais. Nosotros estudiamos atenta- mente los sucesos més importantes de los afios pasados, los examina- mos en una retrospective histérica y analizamos las acciones de los trabajadores y la lucha de las ma- sas pata utilizar hoy y en el futu- ro 1a experioncia acumulada en es- tos dos deconios. AL surgimiento de la CUTV le precedieron tensas batallas de la Glese obrera vonozolana. Ast, en {1958 se realizd una huelga en de- fensa del Goblerno que habia sus- tituido en el poder a la dictadura militar. Entonces los obreros con- trolaban Caracas y otras cludades importantes, Tres afios despues u- bo una kttelga nacional de los tra- Dajadores del transporte, que fue tuno de los acontecimientos mas signiticativos en la historia del mo- vimiento sindical venezolano. Para srestablecet el ordens, las autori- Gades no vacilaron en sacer de los uarteles @ las unidades militares. ‘Todas estas acclones de los traba- jadores fueron el preludio de la Incha de guerrillas que comenz6 poco después y que aleanz6 su fapogeo en los afios 1994-1985. Los combates, que abarearon considerable parte del territorio nactonal, se Ubraban con frecuen- cia difectamente en lay calles y plazas de las cludades, incorporan- Qo inconteniblemente en esta agu- disima confrontacién clasista a las més diversas fuerzas y organiza ciones politicas y sociales. Por eso no es de extrafar gue también am- plios sectores del movimiento sin- Gical venezolano, particularmente fequella parte que sogula a la CUTV, estuvieran vinculados estre- chemente, hasta 1966, al movimien- to Insurreccional. 54 Los revoluclonarios so plantea- ban ante sf In tarea de combinar distintas formas de lucha: 1a acti- vidad sindical legal y las acciones ‘guertilleras. Boro en la préctica no se logré conjugarlas debidamente, todo se redujo a una forma dnica: los sindicatos se incorporaron de Ta moncra més dirocta a la Icha insurreecional. Sus locales se con- virtieron en almacenos y bases pa- ra suministrar viveres, municiones © Ineluso armas a los guerrilleros. Esta actividad, que no concuer da muy bien con el papel de los sindieates, condujo a consecuen- clas nogativas. Muchos activistas de la CUTV fueron encarcelados, fasesinados o dosapsrecieron sin dejar rastros. Algunos dirigentes sindicales, y entre ellos yo perso- halmente, fuimos condenados por tribunales militares y encarcela- os. En una serie de casos causa- ron serio dafio al movimiento los provocadores infiltrades en sus fi- las, que colaboraban con la poll- cla, Como resultado de las sistemé- ticas y brutales represiones, las or- ganizaciones que integraban la CUTY se debilitaron notablemente. No obstante, nuostros sindicatos no pudioron ser liquidados; conti- nuaron una tensa lucha, realize ban {mportantes actos, manitest clones, huelgas. Es més, gracias a Ja experiencia obtenida, la CUTV se politizé considerablemente, tal vez més de lo necesario. Desde luego, el hecho de que bajo su di- roccidn se organizaran en la segun- da mitad de los afios 60 grandes manifestaciones, entre las que de- be destacarse | la manifestacion multitudinaria de 1965 en sefal de protesta contra la ocupacion de la Repiblica Dominicana por los «ma- rines» de EE.UU,, las acciones ma- sivas do los trabajadores en apoyo del pueblo vietnamita, los mu- merosos actos de solidaridad con la Revolwet6n Cubana, etc., tenfa su significado positive. Pero zqué tengo yo en cuenta al hablar de la excesiva politizaotén de la CUTV? EL que el aspecto politico de su actividad adguirié un cardcter tan preponderante, que el movimiento sindical unitario, eunque no dej6 totalmente en el olvido la defensa de las reivindicactones econémicas cctidianas de los trabajadores, si ‘manospreci6é en considerable grado su {mportencia. Todo esto no tardé on manifestarse negativa- mente en la influoncia de nuestros sindicatos entre les masas. ‘A finales de los afios sesenta se apagaron los Ultimos focos de ta Icha armada, la cual, aungue no aicanz6 la tension que observa- ‘mos hoy en El Salvador, desempe- fi5, sin embargo, un gran papel en Jos rumbos ulteriores del _movi- lento obrero. A lo largo de mu. exo tiempo ha pesado sobre noso- tos la carga de los errores come- tidos en la etapa de las acciones guerrilleras, En sus rasgos més ge- rerales, estos errotes se pueden re- ducir a’ dos principales: e! primero consistio en que las acciones insu- rrecolonales comenzaron en un 1o- mento inapropiado, cuando en Ve- nezuela no habfan msdurado adn las condiciones para empufiar las ar- nas; el sogundo, en nuestra inca- pecidad para combinar las distin- tag formas de lucha. Como resulta- 40, las masas tuvleron que pagar por los serios errores que habfa- mos cometide. Ademés, durante 1a lucha Snsurreceionalsufrieron grondes pérdidas el movimiento revolucionario, en general, y ol mo- rimiento sindical, en particular: muchos camaradas fueron aniquila- os fisicamente, algunos no sopor- taron los martitios sufridos a ma- ‘aos de 1a policfa. ‘Al presentar este cuadro, podrfa sacarse la conclusion de que he- mos adquirido una experiencia ne- gativa; sin embargo, no quiero ser tan categérico. Tanto més injusta seria la conclusién que condene el significado de la lucha armada en general. Entre los fenémenos ne- gatives deben destacarse también la eleccién equivacada del momen: to para comenzar los combates ar- mados; los intentos de adelantar Jos acontecimientos; el estado de cierta euforia, en 1a que hablamos caldo bajo 1a tnfluencta de 1a Re- volucién Cubana. Sin embargo, to- do esto no significa de ningin mo- 0 que el movimiento Insurreccio- nal en Venezuela fuora de por st tun fenémeno negative. Semejante interpretacién de los acontecimien- tos serfa errénea, Homos adquiri- do una experiencia valiosa de la lucha armada y los aspectos nega- tivos no residen ea olla misma, 3i- hho que so deben a los errores con- cretos de personas coneretas que encabezaron la lucha, a Ia debili- dad ideol6gica de nuestra movi- miento, a la division dentro del propio Partido Comunista de Vene- zuela, @ ratz de la cual surgieron tendencias militaristas y después, liquidacionistas. Todos ostos sucesos son el pasa- do rectente y por eso no es de ex- frefiar que también posen todavia en la situacin actual, Por ejemplo, explican las causas de que se redu- Jera la Influencia de los comunis- tas on el movimiento sindical ve- ezolano. El PCV, actuando con es- pfritu de autocritica, reconocié los errores que habla cometido enton- cos, en particular ol haberse apor- tado do las masas on la etapa fi nal do le lucha armada, y co- menzé 4 analizarlos minuciosa- mente y a tratar de corregirlos, En la actualldad ha mejorado algo la situacién en la CUTV. Se va superando poco a poco el estanca- miento dol movimiento, Agru- pando sus esfuerzos, las varlas cen- tales sindicales realizaron en los aftos 70 una setie de actos unita- ios. La primera acclén grande, despxés de la division del movi- miento sindical venezolano, tue la campana de solldaridad eon el pus- blo chileno, que comenzd en 1973 pot Inlolativa de las tes mas im- ortantes agrupaciones sindicales el pals. En el curso ae esta cam: afla actuaron en un frente Gnico centrales tan diferentes como la Contederaciéa de Trabajadores de Venezuela, que es parte de la CISL, Ja Contederacion de Sindicatos Au- tonomos de Venezuela, que es miembro de la Contederacion Lati- noamericana de Sindicatos Cristia- nos, y nuestra CUTV, que es miom- bro de la Federacién Sindical Mun- dial A finales de los affos 70, todos los sindicates empezaron a'luchar activamente contra la carestia de 1a vida, Por todo el pais pas6 una ola de manifestaciones, en las que los trabajadores rolvindieaban au- mentos de salarios. Esta vez la lu: cha culminé con gran éxito: por Proposicién de las tres contrales sindicales, ol Parlamento aprobé luna ley sobre el aumento salarial de acuerdo a una escala especial- mente elaborada. En el curso de estas acclones unitarias hemos restablecido los contactos de las centrales sindicales que se habtan interrumpide. En conversaciones ditectas los dirigentes de las dis- tintas contrales comenzaron a dis- cutir nuevamente Ios grandes pro- blemas nacionales, a proponer las vias para solucionarlos. En la mayoria de los casos, 1a iniciativa para realizar acciones unitarias parte de los sindicatos al- Figidos por comunistas, pero on realidad nunca hacomos gala de esto. Si, por ejemplo, la CUIV se dirige a través de la prensa con el Hememlento de unirse para solu- clonar una u otra cuestion, es du- doso que encontremos una reper- cusién favorable: @ pocos les gusta parecer como que estén acogiondo una iniciativa nuestra, Por ello, partiendo de la experiencia acumu- Jada, las acclones conjuntas a mt- vel de las contrales sindicales na- cfonales las preparamos del sigulen- te modo: primero examinamos Ja cuestién y 1a manera de darle una solucién, luego, después do No- gar a una opinidn general, propo- hemos a uno de nuestros coparts cipes que so presente con la inl- clativa. Consideramos que lo prin- cipal no son las ambiclones secta- rigs, sino el éxito de todo el mo- vimiento. Los dltimos afios se han desta- cado por nuevos e importantes acontecimientos en el desarrollo de los sindicatos del pats. Por ejemplo, la lucha do los trabajado- res de la industria text!l por la contratacion colectiva, cuyo punto culminante fue una huelga nacio- nal. La experiencia de los textil Fos mostré que os més fécll alcan- zar la unidad de accion a nivel de las federaciones de las ramas. Ante todo, esto se debe a una mayor pro- ximidad de los trabajadores a la dl- reccl6n, Io que les permite efercer presion directa desde «abajo. ‘Ademés, los propios lderes de las federaciones estan més dispuestos @ dialogar que los dirigentes ae las otras centrales nacionales, os- cuchan més los pareceros de otros, Y por eso es més facil entonderse con ellos. Desde luego, no siempre logramos llegar a un acuerdo a nl- vel de federacion, pero por el mo- mento esta es la via més oficaz. Haclendo un resumen de lo ai- cho, seflalaré quo si durante un tlempo iba descendiendo Ia tatluen- cla de los comunistas en el movie miento sindical venozolano, 7 des- pués se mantuyo a un nivel bestan- te bajo durante una ‘larga etapa, ahora han surgido sintomas de st crecimiento, lento pero s2guro, Una muestra de ollo es, en particu: lar, el éxito alcanzedo con el con- gteso de la CUTV, celebrado en no- Viembre de 1961, en el que partici- Paron muchos dologados jévenes y estuvieron representadas une can- tidad de nuevas organizaciones sin- Aicales, dirigidas tanto por comi- rnistas ‘como por partidaries de otras corrientes progresistas, Esta vepresentacién tan amplia no puo- de dojer de suscitar ua sentiniento de satisfacclon, pues es una mues- tra de la extension de nuestra in- Aluencia y de la justeza de nuestro curso. Considero que es una mues- tra de osto también el hecho de que durante Ia preparacién para el con- reso hayan ingresado en la CUTV tantos nuevos sindicatos y que también hayan regresado a esta central algunas organizaciones que antes habfan abandonado sus filas. Ta Central Unitaria de Trabaja- dores de Venezuela ha entrado en luna etapa de resurgimiento y con- famos en que pronto, al alcanzar mayores éxitos, diré st palatra de eso en la vida social. Los comu- histas estan dispuestos a_luchar por ampliar las filas de la CUTV, a aumentar su influencia, y no du- dan de que lograran el objetivo Planteado. En aras de su alcance continuaremos activando esta Iu cha, y aunquo al comienzo no sean muy considerables nuostras victo- ras, serén, de todos modos, victo- las significativas para el pueblo ‘trabajador, 55 UESTRA EPOCA DIPLOMACIA DE LOS PUEBLOS ‘Sobre nuevos rasgos del movimiento antibélico JAN DEBROUWERE, miembro del Burd Politico y Secretarto Nacional Gel CC det Partido Comunista de Bélgica EE “Mayo-junio de 1902, De diferentes paises de Europa Tegan noticias sobre las aeciones masivas de tos par- ‘idarios de la paz, En Londres, Bonn, Atenas, Roma, Paris, Amsterdam, Bruselas y Amberes tuvieron lugar manifestaciones que expresaron ta aspiracion general de millones de europeos a conjurar la amenaza guerra nuclear en nuestro continente, a Impedir que Europa vuelva a sor teatro de un conflicto armado, festa vex con consocuencias irreparables, EL NUEVO ESTALLIDO do los énimos antibéticos evidencia que los problemas de la paz y de la politi- fea exterior se convierten en causa comér de los circu: los més amplios de la opinion pablica, en causa co: mén do millones de personas. En el proscenio de 1a ‘vida politica europea se afirma y desempefia un pa- pel cada vez ms Importante 1a diplomacta de los pueblos que plantea insistentemente el problema de los destinos de la humanidad. La eficlencia de esta diplomacta se roveld una vez més en junio cuando, por ejemplo, el Gobierno bolga, en contra dz sus anterio- res declaraciones altisonantes, postergé su decision Getinitiva sobre 1a dislocacion on el pats de mistles ortesmericanos de alcance medio, decision que te- nia provisto tomar por osas fechas. ‘BI auge del actual movimionto pro pez y los resul- tados alcanzados muestran que se trata no s6lo de una reaccién emacional de los europeos al creciente peligeo belico, sino de algo mas. gDe qué? 2Qué re- presenta esto movimiento? {Cudlos son sus fuentes y perspectivas? Los acontecimientos de tos altimes me- ses obligan a reflexionar en estos problemas y plan- tearse nuevas. Porque nos encontramos con un fe- nomeno nico, todavia no estudiado que requiero un 56 Pee US VAT a Ss serio andlisis. Quisiera compartir algunas considera~ ‘clones sobre este tema, consideraciones que no pre- tenden ser exhaustivas y que publicamos aqui més bien con el propésito de someter @ discusion varios problemas de actualidad. REMONTEMONOS Al, OTONO pasado. Ei 25 de ootu- bre de 1961 entré en le historia de nuestro pats co- mo el dia de la més grandiosa manifestacién de las fuerzas pacitieas belgas de todos los tlempost. Esta mantfestacién, en Ia que tomaron parte segin esti- mativas moderadas 200.000 personas, ocup6 un digno lugar entre acciones somejantes que tuvieron lugar fen oltas capitales oasteeuropoas. Centenares de miles @e hombres de los més diversos credos politicos sa- lieron a la calle confirmando de este modo la exis tencia de un factor de extraordinarla Importancla: una ‘movilizactén sin precedente de la opinién piblica contra el despliegue del arma nuclear. En Bélgica, el alto grado de movilizacién tue alcan- aado gracias, ante todo, a los estuerzos del Comité Nactonal de Accién por la Paz y el Desarrollo [CNAPD) y su socio en Flandes, el Comité Flamenco contra las Armas Atémices (CFA). Estos comi- tés coordinadores represontaban ol abigarrado mosat- co de las fuerzas pacificas belgas. Seria diticll enu- ‘merar todas las organizaciones que integraron los dos comités, pero podemes afirmar con seguridad que su imero es may superior al de las que no participa- ron en la manifestacion. ‘Los preparativos de la manifestacton de octubre fue ron mareados por muchas iniciativas y medidas que etsegufan poner en movimiento a las masas. Las brganizaciones miembros del CFAA se apoyaban en la experiencia de la manifestacién celebrada el 9 de di- Ciembre de 1979, Inmediatamente después de ser ‘deptada Te decisién doble de la OTAN. Entonces, el trabajo de los activistas del CFAA en la «base» repor- 16 sus frutos: entro los manifestantes predominaban los flamencos. En la parte franc6fona del pals tuvie- ron on cuenta las ensefianzas del relativo revés de 1979. En todas pattes, en las grandes cludades y pequetios poblados de Valonia, se than creando comités pluralis- fas de los luchadores por el desarme y contra los euro- mistles. El CNAPD y todos sus partictpantes pusieron a disposicién de estos comités sus medios técnicos y la asistencia de sus especialistes. Como resultado, la ma- hifestacion de octubre se convirtié en una meniteste Cién vordaderamente nacional, cuya representatividad no dojaba lugar a dudas, y puso de manifiesto 1a ad- hesién de las masas @ la exigencla de poner fin a la carrera armamentista. En el comunieado conjunto publicado al término de la manifestacion de octubre, el CNAPD y el CFA 1 véase Revista Internactonat, Mm 1, 1982. subrayaron: «,..La oposicién a las armas nucleares rnunca habfa tenido tanta envergadura. Somos capaces do frenar ef dinamismo del rearme nuclear. Los orga~ nizadores Haman a todas las personalidades, a todos Jos comités y agrupactones a proseguir la lucha, tenten- do presonte, ep particular, ... la perspectiva de la sesidn especial de la Asambloa General do la ONU dedicada al desarmes?. Més adelante en el documen- {to so destacaba que Bélgica debe desempefiar uno de os papeles contrales en el proceso de paz y que Ia presion de la opinion ptblica sobre los medios gu- bernamentales tiene gran importancla, La batalla con- ra Ta amonaza nucleer, por la paz puede ser ganada si se Hevan a cabo acctonss tan dectdidas y undnimes como Is manifestacin do Bruselas del 25 de octubre, «Nuestro destino esté en nuestras manos», declara- ron el CNAPD y el CPAA. Como so desarrollaron los acontecimientos des- pués do octubre? La acciéa masiva de los partidarios @e la paz, que desbordé 1 marco de las aceiones an- Ubélicas tradicionales organizadas e inspiradas prin- cipalmente por Ins fuerzas de izqulerda, ejereid no- table influencia en 1a politica. El Gobierno no puede ya cerrar los ojos al hecko, por ejemplo, de que Ia aplastante mayorfa de las organtzactones y los. parti- dos politicos rechazaran exérgicamente la publicitada «opcién cero» de Reagan considerdndola como una propuesta irreal, que no ene en cuenta ni los siste- mas de bases avanzadas de los BE,UU. ni el potenciat nuclear de Inglaterra y Francia‘, Tampoco se puede pasar por alto el hecho de que las fuerzas pacificas de! pols, respondiondo al Tamamiento de CNAPD y al CFAA, prosiguen su lucha y ejercen considerable pre- sion en el Gobierno. Exigen que diga un «no» rotun- do al emplazamiento de los euromisiles en nuestro pais, es decir, que ponga fin a la «moratoria belga>, a la’ situacién en que la decisién definitiva se aplaza constantemente, como ocurrié nuevamente en junio. Ademés, nosotros plantearos que esta decision no de- be depender de la opinién de otros paises, del desen- lace que puedan tener las negoclaciones en Viena en Ginebra o de los resultados de la eventual cum- bro sovistico-norteamericana. {Cuéles son las probsbilidades de que Bélgica re- nuncie, en fin de cuentas, al despliegue en su territo- rio de'las nuevas armas’ norteamericanas? La situa- clon politica en el pafs ba camblado a ratz do las elecctones generales celebradas en noviembre de 1981. Conforme a los resultados de la votaclén so for- m6 un Gobierno integrado fundamentalmente por de- rechistas, Pero en ol sono de los dos partidos gober- nantes, o como decimos nosotros de las dos «familias politicas» (porque cada una consta de dos partes: Ia valona y la flamenca), ta situacién es bastante desi- gual y compleja, 1 Le Drapeau Rouge, 28 do octubre do 1981. 5 dem, 4 Ast, Gl Ider do los soctalistas flamencos, Karel Van Miort, doclaro que ses nocesario tener. on cuenta no S610 os misiles norteamerieanos que debon sor tnstalados en of lweritorio de Buropa ¥ los eihetes sovidtieos 58-20, 35-2 y 58-4, sino también Io que she dado on llamar sistema Ge avanzada: miaiies con ojives alleloares a bordo da los Submarinos y portaviones ‘norteamerieanos en cl Mar del Norte yet Moditerréneo. La propuesta de Reagan se olvi fa do ‘estos sistemas avansadoss. (Le Drapeau Rouge, 22 {do noviembre de 1081.) Entre 10s democristianos hay no pocos adversartos de los «euromisiles», ante todo en los sindicatos de esta corriente. Hay que tener en cuenta que el movie mlonto antibélico ha aleanzado especial auge en el Norte dol pats, donde los democristianos tienen 1as nds fuertes posiciones. Esta circunstancia ejerco con- siderable influencia en las decisiones de la cispide dol partido que no puede menos de tener en conside: racion los dnimos de la ebase», Por eso incluso Leo Tindemans, que dista macho de ser un nombre de ideas progresistas, hace declaraciones que denotan el escaso entus'asmo de su bando por la Instalacion de los cohetes norteamericanos. En lo que se reflere a Jos partidos socialistas, ambos, aunque en medida dl- forente (el flamenco, més, y el val6n, menos), estén en contra de que se ponga en practica tn decision doble. De este modo, en el Gobierno hay fuerzas capaces de impredir la instalacién do los , a agresién contra el Libano ‘marca Is segunda etapa en Ia materiaiizacion de esa componenda, esta vez por la fuorza de las armas. En las tierras libanesas ocupedas, los invasores aplicaron los métodos del genocidio declarado. Su objetivo es et exterminto total de los palastinos que se encuentran en dichas zonas. Al caracterizar el desarrollo de 10 que denominan a la manera nazi operaciones de «lim- Pieza», Rafael Eitan, jefe dol Estado Mayor israeli, Geclaré: «Ne dejaremos ni una pledra por mover. Es posible que ello requicra mucho tiempo» La soldadesca israelf comenz6 de hecho @ crear las condiciones para asentarse por largo tiempo en el Li ano. En las ciudades ocupadas se designaron gober- adores militares. So puso en cireulaeién la moneda israel. Desde 1a Cisjordania y el Sector de Gaza fue- ron enviados expertas on la sadministracién» de terri- torios ocupados. «Hemos acumulado wna rica expe- rlencla en esta materia y ahora la levames a la préc: tea», se jactaba uno de dichos «administradoress. Tel Aviv sigue fiel también a la idea de Camp David de combatir a tos érabos uno por uno. Al asestar un golpo demoledor a las Fuerzas Patri6ticas Nacionales, planificaba asegurar en el Libano la superioridad real de los elementos alsiacionistas de derecha y llevar al oder un régimen dispuesto a colaborar can Ia cispi de israelt @ integrarse al proceso iniciado en Camp David. Faltaban dos meses en el Libano hasta Ia fe- cha fijada para las elecciones presidenciaies, y se ci- fraban espersnzas en que, en medio del control por Parte del ejército libanés formado, como ya se ha di- cho, sobre una base confesional y en el contexto de Ia hegemonfa de Ios falangistas de Bachir Gemayel, 67 ganaria las olecciones un politico grato @ la alianza Imperialista-sionista, En otras palabras, se planeaba al- canzar, mediante la agresién, todes los objetives que los imperialistas no habfan 'podido realizar en ol tanscurso de siete aos de guerra civil en el Libano. Por ditima, se planteaba la tarea do minar las po- siciones de Siria, restringir su papel en el conflicto cereanooriental y obligar al régimen sirlo a adoptar luna postura més rransigente>. LOS GOBERNANTES ISRAELIES, por supuesto, no se hubieran atrevido a actuar de manera tan descarada y provocadora ni tirarse de cabeza a aventuras san- griontas sino contaran con el apoyo de un patron poderoso: el imperialismo de EE,GU. Bn el Libano, la Scooperacion estratégica» norteamericanoistaell se concreté en care y sangre, en el sontido literal y ‘monstruoso del término. Las’ manos de los involucra- dos en esta confabulacion estan terildas con la sangre de miles de libaneses y palestinos aplastados por las forugas de tanques de fabricacion norteamericana, al- canzados por los proyectiles y cohetes «made in USA» y las bombas arrojadas desde aviones tabricados allen- de el océano, Los suministros masivos norteamerica- nos de novisimo material de guerra constituyen Ja dni- ‘ca base material que sustenta el expansionismo israe- 1K, Cuando la invasion estaba en su apogea, e! Penta- gono nuncio la concesion a Tel Aviv de partidas complementarias do tanques, cafiones autopropulsa- dos y carros blindados, estimulando descaradamente 2 los invasores a continuar el genocidio. Ademés, la propia agresion contaba con el visto bueno de Washing: ton, Dias antes do su inicio, Alexander Haig, ex secre tario de Estado norteamericano, advertia que, en caso do que naufragaran las negociaciones sobre la «auto: nomla> enmarcadas en la transaccién de Camp David, surgirian «alternativas adn mds peligrosas». Insinué ‘eon aire significative que ya habia legado el momen- to de emprendar algo contra el Livano. La visita efec: tuada a los BE.UU. por Ariel Sharon, ministro de De: fensa de Israel, fue anunciadora de la invasion, A su retorno el ministro hizo una decleracion que no dejo: ba lugar a dudas: se habsa dado luz varde a los agre. sores sionistas. EI imperialismo USA no s6lo puso en manos de los asesinos las armas més mortiferas y destructoras, sino ue les asegur6 una cobertura politics, Washington fobstaculizaka por todos los medios 1a adopelén de ro soluciones de consura contra los invasores en los fo- ros internacionales, sobre todo en la ONU, y que el Consejo de Seguridad desempeiara su cometido de po: ner fin a la agresion y restaurar la paz. La embaja- dora de los BE,UU, en la ONU, Jeane Kirkpatrick, jus tifieaba explieitamente la plraterfa de Tel Aviv cali ficandola como ejercicio del derecho a la «autode- Tensa nacional». Los EE.UU. vetaron el proyecto de re- solucion de! Consejo de Seguridad que censuraba la conducta do Israel y exigia la retirada inmediata de sus trapas del Libano. He aquf lo que dijo al respecto Reagan: «Todos nosotras debemos contribulr a errs: dicar el mal del torrorismo (1a Casa Blanca suole uti Mzar esta torminologia cuando se trata de las fuerzas do liberacton nacional. —R. §.), debido al cual en el Gercano Criente porsiste el peligro de guerray. 8 Mienteas on la tierra mértir del Libano estallaban bombas y proyectiles, el Presidente de EE.UU. recibia en la Casa Blanca al primer ministro israeli. Reagan de hecho aprobe los desmanes de la soldadesca Israclt fen las tierras ocupadas del Libano alentendo a Tol Aviv @ proseguir el ordeno y mando en ase Estado soborano vecino, 10 cual supone un total menosprecio de las normas del Derecho Internacional. Al término do su visita, Begin deciaro que la Administracion nor- ‘teamericana y la israeli coinciden completament? ot Ja apreciacion de lo que ocurre en el Lfbano, Eso nada tione de extratio. La agresion desatada por los slo: nistas con razén podria lamarsa accién conjunta nor- teamericano-tsraolt quo sirve a los propésitos de am- bos protagonistas de esta confabulactén criminal. Esto Jo confirmé sin ambages un hombre tan versado en la materia como lo es Henry Kissingos, ex secrotario do Estado norteamericano, guien habia sido uno de los autores de la estrategia corcanooriental de Washing- ton. «En oste caso particular —dijo refiriéndose a la Invast6n israeli del Libano—, los resultados corres- pondian a los intereses del proceso paciticador en el Cercano Oriente (es decir, 1a imposicion de la Knea de Camp David. —R. 8), de todos los gabiernos mo: derados de esa region (lease: de los regimenes rene: clonarios arabes, —R, §,) y do los Estados Unidos La agresién israeli ofroce @ Washington, entre otras, 1a posibilidad de establecer su presencia mili- tar directa en esa zona, Cuando la guerra estaba en su pico, una unidad especial con portaviones de la US Navy puso rumbo a las costas libanesas, Esto sugerfa Ja idea de que pudieran repetirse los acontecimientos de 1958, cuando los Estados Unidos intervinieroa en el Libano. Los estrategas washingtonianos prepararon tun guion segin el cual 1a evacuacién de las tropas Israclies se haria a condicién de que los efectives de 1a ONU fuoran sustituldos en el Sur del Libano por las Namadas fuerzas multinacionales con partieipecion norteamericana. De hecho, se trataba de repetir el truco realizado tan exitosamente con relacion a Egip- to en los marcos de Camp David y que pormitié a la ota norteamericana pisar el suelo arabe, At quitar- se la careta, el imperialismo de EE.UU, no s6lo ast- mio el papel de Tautor y protector de los agresores Israclfes, sino que se convirtié en cémplice directo de sus crimenes compartiondo toda la responsabili dad por los mismos, LOS MONSTRUOSOS CRIMENES do la soldadesca is- reel, apoyada y estimulada por los cfreulos goberman- tes de los Estados Unidos, levantaron una oleada de airadas protestas a lo largo y ancho de la geogratia ‘mundial. En el propio Israel, los pateiotas internacio- nalistas condenaron con valentia y decisién las accio- nes det Gobierno, Meir Vilner, Secretario General del CC del PCI, declaré en el Kénésset (parlamento israe- Ui}: «La doctrina sogdn 1a cual a medida que aumen. te ol némero de palestinos asesinados se consolidard Im soguridad de Israel, es criminal y raya en cl ca nibalismos, Todas las personas honradas del planeta estan del lado de los pueblos arabes que batallan por sus logitimos derechos nacionales, por una paz justa y duradera a solldaridad internacional constituye una Zuen- te de inapreciable apoyo al movimiento arabe de libe- racién nacional, Hoy como nunca adqulere un signiti- endo trascendental para los luchadoros Mbaneses y ppalestinos, En estos momentos criticos que atraviesa nuestro pafs hemos acogido con espectal satisfaccién la seria advertencia hecha a los agresores y sus tuto- res por 1 Gobierno soviético. En su doclaraciOn su raya: «En aras de la paz en el Cercano Oriente, en aaras de los amplios intereses de 1a seguridad interne ional se requieren medidas eficaces y urgentes para Poner fin a la agrosion, lograr el alto el fuego y la evacuacién de las tropas Israelfes del territorio Iiba- nnés, Asi lo reclaman las resoluciones aprovadas und- nimemente por el Consejo de Seguridad de 1a ONU. Estas resoluciones debon ser cumplidas, Esta es hoy Ta cuestién clave>'. Los partidos comunistas de Euro- a Occidental extortaron a amplisr la solidaridad con os puoblos Iibanés y palestino, con la OLP y el Mo- vimiento Patriético Nacional del Libano, Deciararon: «.,. buchamos pr que los medios democraticos y 10s gobiernos de nuestros respectivos paises hagan todo To quo esté a su alcance para lograr el cese inmediato do la agresién y la evacuacién incondicional de 1 twopas Israelies del territorio libanés». A este Mame + Pravda, 15 de junio de 1982 FRANCIA Por iniclativa de L’Ecole et ta Na- evista mensual del PCP, on la ‘ton, bbra'un coloquto dedtcado e 10s probl ‘mas dv Ia educacton tistea y deport ‘prlmafia, Su programa i Fodondas, exhibicion ao polieulas y aiseusiones en Los grupos fe “trabajo, Participaron ‘en ol colo iy dol Ministerio, famentarios.y" mee Partida ‘comvnists Radical. El POLONIA Logislativa ng Ruch, triunfo el frente de lzquierde inte Pot y ol Fo candidates dol front neomendai a cooperativa editora obrera Prasa "qua ha cumplido 35 propagandistica y edu ‘ative, oviontada a difupdir las Ideas ae miento se han adherido los representantes de cerca de 60 partidos comunistas, obreros y revolucionario- democraticos, que participaron on la Conferencia te6- Fica Internacional celebrada a mediados de junto en Soffa ‘La lucha de los pueblos tibanés y palestino contra los agresores israelies continda, Para que culmine con ‘éxito es necesario consolidar por todos os medios la unidad combativa de las fuerzs que se oponen el frente unificado del Imperialismo, slonismo y reac- clin, George Hawi, Secretario General del CC del Par- tido Comunista Libanés, se dirigié @ todos los Itbane- ses laméndoles a «unificarse, pese a Jas discrepan- clas ideologices, religiosas y de otra indole, para opo- ner una réplica contundente a la agresién israelt». La garantia de la victoria radica en la cohesion de las las, en la consolidacién de los lazos de coope- racion fraternal con nuestros fisles amigos —1a URSS y otros Estados do la comunidad soctalista—, con to- dos los partidarios de Ia paz y la justicia, Solo ast se podré imprimir un viraje radical al desarrollo de 10s acontecimientos en el Cercano Oriente, derribar a los sumos sacerdotes del sanguinario Moloc de la guerra, frustrar los planes criminsles cel imperialismo y ga- rantizar una paz duradera, justa e integral en nues- tra region. NOTAS BREVES le forma: el Estado, aia a coopecativa asoten- eG aN 22 hallones de. sjomplares PORTUGAL En Bbor termin6 sus labores te VE conferencia en dofensa de la reforma ‘gratia, Une de las congulstas tunda- mmentalss do le ravolucion portuguesa RDA En el parque contrat borlinés rie dariohshain. so colebro ol festival tra ‘icional del Hewes. Deutschland, or hho del PSUA. Hi programa del evento Inelufa sntrovistar con autores. y"co- aboraderes del perlodieo, oseritores Y clontifieos de la repabiica, actus Gionos do conjuntos arusticos ‘voca- Glouales y doportistes. Asistieron al festival represontantes de periéaicos fe los partiass comunistas y obreros Palsos Bajos, Partido $0- Pocitista"y" Pariido Polttice favance fue particular monte jotable en aquellas comune Ges en que las worse de fzguteeda 50 presentaron en bloque. Ursa | Dass LEVES OBJETIVAS EN LA DIVERSIDAD DE EXPERIENCIAS Dialéctica de lo general y lo particular en la construccién del socialismo ROLAND BAUER, miembro del CC del PSUA y del Colegio de Redaccton de la revista La teorfa y la prdctica del socialismo, sus ideales y Sus prineipios, asi como las vias y métodos para plasmarios on 1a vida, se hallan en el centro de la confrontacion de clases contempordnea. Entre estos problemas destaca el de la relacién existente entre las leyes generales y las peculiaridades hist6 Fieas coneretas, nacionales de las revoluciones socia listas y de 1a construccion de 1a nueva sociedad. ‘La idea dol socialismo suscit6, nada més nacor, co- sion de opinones. En su Manifiesto det Partido Co- ‘munista, Carlos Marx y Federico Engels caracteriza ron las concepciones reaccionario-feudales, conserva~ tivo-burguesas y utéplco-pequefioburguesas de la transformacién do la sociedad. Lenin distingufa, camo mintmo, tres tondenclas on el movimiento socialist EI Programa de la Internacional Comunista sefialaba 4a existencia de diez corrientes antimarxistas, y ahora son ya varias decenas. No nos proponemos analicar aguf el contenido, las rafces sociales y gnoseol6gicas nj tampoco el objetivo de estas méltiples y muy hete ogéneas concepeiones sobre el soclalismo, Conside- ramos mas importante mostrar la influencia que esas especulaciones elercen on la lucha de clases. Hasta 1917, las discusiones sobre el socialismo se desarrollaban fundamentalmente en el seno del mo: vimiento obrero y al nivel de teorias y programas. La Revolucion de Octubre trasplanté las ideas del co munismo clentitica a 1a esiera de la préetica, elevin. dolas al rango de politica estatal y social y asocién. doles con el trabajo diario y la experiencia de las ma- sas multitudinarias. Hoy, las cuestionos de le tocria 70 DSS y la prdctica del socialismo constituyen un aspecto mpottante de la confrontacién entre los dos siste- mas sociales que ejercen una continua influencia re- ciproca apravechando todo el arsenal de los medios disponibles. Huolga decir que estos y otras factores originan discusiones también en el movimiento comu- nista, donde se expresan nuevas opiniones te6ricas, estratégico-conceptuales y politico-acticas acerca do la problematica de la revolucién —_proletaria, la esoneia y los principios del socialismo, asi como sobre las formas y métodos de su cons: truceién, opiniones queen unos casos iden yen otres se contradicen, Esto se debe a fac- tores objetivos y subjetivos, effmeros 0 duraderos, y también de caracter metodoldgico: diferente enfoque de la interaccién de le teorfa y Ia préctica, diferente comprensién de la rolacién entre el objetivo y los efectos concretos en quo se plasma la politica. Tiene Importancia asimismo la cuestion de las fuentes de nuestro conocimlento te6rico, de las circunstanclas fen que ha sido elaborada la teoria marxista-leninista, de su aplicacién conereta y de su sucesiva desarrollo creador. Como sistema estatal y social, el soclalismo cuenta 85 afios de desarrollo y como sistema mundial, un poco m4s de 20 afios. En ambos casos so trata de un perfodo histérico breve. Ademas, la construccién de Ja nueva sociedad so inicié las mas de las veces en paises subdesarrollados 0 de desarrollo medio y a me: nudo fue interrumpida por guerras, acciones hostiles del Imperialismo 0 conflictos sociales internos. Es comprensible por lo tanto que el sistema socialista ho haya podido revelar todas sus ventajas ni siquiera cristalizar por completo en una serie de pafses. Sin embargo, la experiencia de seis décadas y de las revoluciones socialistas producidas en ese lapso es ya suflciente para establecor clertas conclusiones teoricas, comprobadas por la practica, Entte ellas co- rrosponde un lugar especial a las leyes fundamenta- Jes de 1a revolucién protetaria y de Ia construccién dol socialismo, formuladas colectivamente por los re: presentantes do los partidos comunistas y obreros de Jos paises socialistas en su Conferencia de 1957!, El "La Declaracion de la Confarencia sefals Ins siguien- tes leyes goneralee de ta revolucion y Ia constraceién so. Clalistas: le alrocetén de las mases” trabsjadoras por la flase obrera, scuyo nécloo es ol partido marxista-ieninis: fa, en te realizacion ae I revoluelon. proletaria. ea Und Wotva forma yen el establecimienta de ta dicladura del proletarlado en una w otra forma; le alianza do lt clase Sbrora con la masa fundamontal do lor campesinos y con otras capas. trabajedorast 1a abolieion dela. peopl Gad capitatista yl eslablecimionto de la propioded. so- lal Sobre los medios fundamentales de produccions 8 Documente de la Conferencia subraya que, en virtwd de la «gran diversidad de tas tradiciones y peculia- ridades naclonales conformadas histéricamenta», os- tas leyes generales exigen «ina aplicacién creado- ra... en dependencia de las condiciones historicas concretas de cada pats» y no deben ser copiadas mocdnicamente? Un cuarto de siglo nos separa de la fecha mencio- nada. En comparacién con lo que era cuando se apro- 6 la Decaracion de la Conferencia, el proceso de transformacién revolucionaria del mundo se ha ex: tendido a nuevas regiones del planeta, se ha profun- dizado desde el punto de vista de ia transformacién de la sociedad y se ha diversificado en lo que atane 4 sus fuerzas motrices, sus manifestaciones, sus for- mas, medios y métados de lucha. En 1959 triunfé la revolucion en Cuba, Posteriormente enriquecieron la teoria y Ia practica de las revoluciones Laos, Kampu- chea, Nicaragua, Granada, Afganistén, Angola, Etio- pia, Mozambique y la Repdblica Democrética Popular de Yemen. Los pafses socialistas han progresado mu- ‘cho. Se ha desarrollado la lucha de clases en los. paises capitalistas. E1 movimiento de liberacién nacional ha adquirido gran envergadura. Todo eso, tomado en con- junto, ha enriquocido la teoria y Ta préctica del mai xismo, Dol andlisis y 1a valoracion imparcial de estos rocesos historicos se infleren, por lo menos, dos conclusiones: primera, que Ia fuerza de atraccién de las ideas ce 1a Revolucion de Octubre y del soctalis- mo sigue ereciendo y, segunda, que, a la par con ef gran ndmero de rasgos fundamentales comunes a to- dos los paises socialistas, existe una especiticidad Dien niftida, condicionada ante todo por la diferencia hhistorica de las formas quo rovisten los organismos sociales nacionales. Basta examinar 1a situacién econmica en diferen- tes Estados socialistas, sus instituciones politicas ¥ su préctica social para convencerse de que, a posar de la incuestionable similitud, cada pais tiene su pro- pia fisonomfa con rasgos peculiares. Y no podria ser de otro modo, ya que las revoluciones y tas estruc- turas polit'cas no se pueden exportar ni importar, y tanto menos Imponer a otros pelses. LO PECULIAR de las leyes generales de la revolu- c16n socialista y de In construceién de la nueva so- iedad consiste on que no oxisten como una «cosa en si» sino que se manifiestan dnicamente en una revo- paulatina wansformacion soctaltsta de 1a agricultura; ot esarrcllo planificado de la economfe nacional, ore oa la edilicacion del sotialismo. y_ del comunismo ya la eleveclon dol nivel ‘do vida do los trabalacores: fa revolucion socialista en el terreno do la idealogia ¥ de 1a cultura y la creacton ‘de tna notrida intelectual. ad fie) a la Clase obrera,_ al. pueblo trabajador y ala ite eis; To augeoibn dl yuge ecto yh bstablerimiento de id y aa una amistad Tratorsa fntre tos pecblos; Le detensa a ies conglstas el soct Iismo frente a los atuntedos de los enemigos dol exterior Yy dol Interior: 1a solidaridad de 1a clase obrora de. cada pals con la clase obrora dv los demés patses, 0 sea, el in Ternacionalismo. protetario. ‘La Declaracion’ {uo tiemada por las deleguciones de los partidos comunistas ¥ obr fos de Altania, RDA, Bulgaria, Corea, "Checoslovagul China, Hungria, Mongelta, Polonla, Rumanta, Union Sah ‘Docimentos programaticos de ta lucha por ta paz, 1a democracia y el sovialismo, Moses, 1961, pp. 12 13"(en eusoy, luei6n conereta, en una sociedad socialiste concreta, © sea, en 10 tinlco, en Jo singular. ‘Ya Carlos Marx, Federico Engels y Viedimir Tick Lenin insistfan en que el socialismo se abrirfa cami- no de diferentes maneras y que la clase obrera debia luchar tentendo siempre en cuenta el contexto na clonal @ histérico. La manifestacion de las leyes ge- herales 0, ha buscado y tendido nuevos caminos Nos rofeimos no s6lo a lo que suele englobarse en los coneoptas de «leyes generales» y «peculiarida des nacionales», sino a todo un conglomerado de he- chos, realidades especiticas y condiciones histéricas concretas de la RDA, de valor @ influencia desiguales, En todas las etapas del proceso revolucionario en nuestro pafs, a 1a hora de elaborar, definir y ma terializar la correspondiente estrategia o linea pollti- ca general del partido se han tenido en cuenta por 10 menos tres catogorfas (clases) de factores. La primera categoria de esos faclores puade ser de: finida con el nombre de condiciones histdricas gene rales. Se trata de que la revolucién socialista en la RDA, iniciada tres decenios después del Gran Octubre y simulténcamente con las transformaciones opera das en. varios otros paises, tue desde el principlo par- te orgénica dol proceso revoluctonarto mundial, de 1a transici6n universal del capitalismo al. socialismo. Esta circunstancia constitufa una gran ventaja, sobre todo en lot primeros afios de la posguerra, cuando tuvimos que superar enormes dificultades. El Ejército Soviético vencl6 on la guerra a le Ale: mania hitleiana y destruy6 el aparato estatal de la gran burguesfa alemana, con todos sus tnstrumentos fascistas de terror y opresién, cambiando sustancial- mente la correlacién de fuerzas en el mundo en favor el socialismo. EL Este de Alemania, donde més tarde se formarta la RDA, fue ocupado por el ejército del Estado socla- 4 1X Congreso del Partido Soctalista Unijicado de Ale ‘mania. Msc, 1977, p. 215 (on Tusol sta, que estimutaba y apoyabs a tas fuerzas demo- ‘erdticas det pueblo alemén, abrfa amplics horizontes (para su Iniciativa y, cuando hacia falta, las protegta Esta clzcunstaneia determiné en gran medida que el paso del capitalism al sociatismo en ta Repiblica se ‘efectuara por via pacifica, sin guerra civil ni snter- vvencién. Ademés, al elaborar su estrategia y si téc- Nica, el PSUA pudo aprovechar Ia experiencia de 10 Union Soviética y los demés paises tratemos. No se proponia, ni nadie 10 exigia, eopiar mecénicamente ‘esa experiencia o préctics ajena, 1a segunda categoria aharca los tactores espectft- ‘camente nacionales, a saber: ol conjunto de premisas, ‘oircunstancias y reatidades nacionales objetivas ¥ ‘ubjetivas, hist6rieamente condictonadas, que se pro- yectaron en el proceso de las transformaciones revo- luclonarias en la RDA. Por ejemplo, un grado de in- sdystrializacion_ més alto queen la Ruste. prerrevolu- efonaria 0 en la mayoria de los demas paises socta- listas on ia primera etaps de su transicién al socie- lismo, y, en consecuencia, una estructura de clases més desorrollada, una clase obrera més numerosa, clertas diferencias en el papel desempenado por ol ‘campesinado, la intelectualidad y 1a pequetia burgue- ‘sia urbana, asi como toda una serie de tradiciones, costumbres, etc a tercera y altima categoria de factores se deriva ae la situacién concreta y de la correlacion de las fuerzas clasistas existent en ol pafs en el momen- to dado, de su posicién internactonal y de su situa- cidn socio-econémica, de la conciencia y el estado de 4nimo de las masas, etc. Estos factores podemos de- nominarlos Rist6rico-coneretos. Adiferencia de las primeras dos categorias, que durante las tres otapas de cambios revolucionarios en la RDA permanecteron, en lo fundamental, invariables, los factores hist6rico: coneretos experimentaban cambios tan répidos que po- fon ndvertirse incluso en cada una de las etapas. Bn ou estratogia, su politica y su téctica, el PSUA ha considerado en todo momento Ins tres categorias de factores propios de In construccién socialista. Se- ‘win le acertada expresi¢n del cemarada Erich Ho- necker, Secretario General del CC del PSUA, el parti- do ha tenido que sacredicarse de nuevo en cada una de las etapas dol desarrollo social» como fuerza rec- tora de muestra sociedad. xSu madurez se pone de ma- nifiesto en su capacidad de analizar, con precision cientifica, las correspondientes condiciones de la lu- ‘cha y el desarrollo, ...laborar la estrategia y la téctica adecuadas y movilizar y conducir a las ma- sas? HE AQUI UNA CARACTERISTICA mas dotallada de lag tes etapas del proceso Tevolucionario on nues- to pals. El movimiento obrero aleman entr6 en la primera otapa después de 12 afios de clandestinidad, Cuando pudo volver a actuar legalmente, contaba ya con un siglo de lucha de clases, dos revoluciones truncadas a medio camino, 50 congresos del partido ¥y cuatro programas, Tuvo éxitos, suftlé graves reve: ses y amargas derrotas, luché en condiciones de le- galidad y en la clandestinidad y experimento 1a fuer. MR. Honeckor, Reden urd Aufsdtze, Rerlin, 1978, ¢. 5 p. 320, za de la unidad proletaria y las nefastas consecuen cias de ta escision. Sobre la base de esa experiencia y del s6lide co- nocimiento de la teoria marxista, en seguida después de termiar la guerra se iogré, primero, 1a unidad de accién del Partido Comunista 'y el Partido Socialds mocrata, y luego, una vez fusionados éstos en el PSUA [abril de 1948), la unidad potitico-organica del movi- miento obrero. Antes ain de 1a unificacién, s¢ ela- boraron coleetivamente el programa minimo, para re- solver problemas inmediatos, y ol programa maximo, orientedo a «construir ef socialismo mediante el e: tablecimiento del poder politico de la elase obrera y en el espirita del marxismo consecuento>'. Pero en los primeros tiempos después de la gue~ ra, cuando sus culpables —monopolistas, latifundis- tas {funkers) y nazis— atin estaban agazapados a la expectativa, la tarea primordial consistia en extirpar fl fascismo y el militarismo, demoler el viejo aparato estatal y garantizar que las fuerzas reacclonarias no pudieran Jamés volver a arrastrar al pueblo alemén fl camino de a guerra Por eso nuestro partido formulé 1a tarea estratési- cca inmediata: instaurar un régimen democratico antl Tascista, un régimen que no podia medirse con el ra- soro de la democracia burguesa y que se diferenciaba Fadicalmente del sistema parlamentario burgués de la Repablica de Weimar. A Ia saz6n actuaban en la RDA, adomés det PSUA, otros dos partidos politicos#. Uno de ellos, el Partido Democrético-tibera}, lamaba a econservar la prople- fad privada y Ia libre empresa» y et otro, 1a Union Cristiano-Demécrata, preconizaba un «régimen basado fn la lbertad democrética», el «socialismo como res: ponsabilidad cristiana». Los Iideres socialdemécratas de dereche, que desarrollaron su actividad principal- mente en el terrtorio de lo que @s hoy la REA y Ber lin Oosto, prociamaron el socialismo como objetivo Inmediato. E1 PSUA se opuso a esa consigna demagé- ‘gica, porque en aguel entonces, dadas las condiciones histérieas concretas, no se podia hablar de la cons- truccién del socialismo, ya que todavia no habfan ma- durado las premises objetivas ni las subjetivas para ello. ‘Nuestro partido, apoyéndose en la docttina de Lenin y en la experiencia de In Revolucién de Octubre en Rusia y de la Revolucion de Noviembre en Alema- nia, adelanté en 1946-1948 inicamente consignas de- mocrético-antifascistas. Bajo su direccién se levaron @ cabo varias reformas que dieron inicio al_ proc So Tevolucionario que prosigue hoy en ta RDA, las transformaciones estaban relacionadas con los problemas fundementales del Estado y la revolucisn, fl poder y ta democracia Primero, se empez6 a crear el sistema do autéanti- ca democracia para el pueblo. Importantes tunctones de administracton y gestion econémicas fueron enco- mendadas a antifascistas probados, Jos. trabajadores comenzaron a participar directamente en los nuevos Grganos de poder; el PSUA ajusté la colaboractén con Jos partidos democratico-burgueses; los sindicatos y 1 Geschichte der deutschen Arbetterbewegung, 1906, 1.6, p. 388 Mis tade, cuatro, —V. de ta Red. 3 organizeciones de masas juveniles y otras cobraron peso en la vida social; se efectuaron elecciones demo- eraticas a los 6rganos locales de representacién. Segundo, fueron expropiadas mas de 9.000 empre- sas de los monopolios, 7.000 haciendas de los Junkers y otras 4.500 de los nazis y criminalos de guerra; se fexpulsd de los organismos de direccién, juriai- 08 y de otros cargos de Importancla a mas de 500.000 activistas nazis, Tan solo en el marco de Ia reforma democratica de la escuela, fueron despedidos deconas de miles de maestros nazis, a los que sustituyeron los, nuevos maestros» preperados en cursillos especiales. Fueron abolidos los privilegios de 1a antigua clase do- minante en la estera de la instrucetén. Tercero, como resultado de Ia labor de politizacién y educacion tealizada por el partido en sus propias fas y en la sociedad, empezé el proceso de escla- recimiento de la teorfa marxista del Estado y la ro- volucidn, de Ia esencis del socialismo y de las vias conducentes a este, Aunque los partidos y corrientes politicas tenfan ta posibilidad de oponer —abierta y legalmente— a la Plataforma del PSUA sus propias opiniones y concep: clones mds diversas, en nuestro pals no existian en- tonces derechos y libertades democraticas «para to- dos». Las normas de la democracia no se extendian 2 los medios imperialistas fascistas, privados de la tuorza econémica que posefan antes. Esto era necesa~ Tio porque, de to contrario, no habriamos podido ins- taurar el Pégimen democrético-antifascista ni Iniciar 1 avance hacia el socialismo, sino que, como demues. tra 01 ejemplo de Ia RFA, hubléramos vuelto a caer fon las Tedes de las relaciones burguosas. Con la praclamacién de la RDA, el proceso revolu- etonarfo en nuestro pafs entré en la segunda otapa, fen la que, conforme iban cambiando las condiciones: historicas ‘concretas, fueron madurando las premisas de la transicién soclalista. El partide marxista-leni- nista, la clase obrera y todos los trabajadores de la Repablica tenfan que hacer una opeién de gran tras- cendencia y responsabilidad. Alemania como organis- mo territorial y politico nico, con su economia, clen- cla y cultura tradicionales, aquella Alemania a ta que se orlentaban la esteategia y la politica elaboradas en 1945-1946, habla dojado de existir. En su lugar ha- fan surgido dos Estades a consecuencia de I encar- nizada lucha entre fuerzas nacionales @ internaciona- les. A la RDA, lamentablemente, I tocé 1a parte mo- nos extensa del pats, menos desarrollada econémica- mente y més afectada por la guerra. En la otra parte fl imperialismo organizaba la RFA, y la organizaba deliberadamente como un baluarte de la lucha contra el socialismo, Un Estado con mas del doble de terri torio ¥ poblacion que nuestra Repiblica, mucho més fuerte economicamente y que, ademas, se proponta 1I- Guidar el poder obrero-campesino y el socialismo en In RDA. La opeién hist6rica de la clase obrera y de todo el pueblo de 1a RDA a favor del socialismo, estando aivi- ‘ido et pais y abiorta Ia frontera con la REA y Berlin Oustel!, cambié la situacién historiea y eres condicio- % Durante 12 afios (hasta 1961), més de 100,000 perso: nas ensenvan di 6, sin ningun control, te ra entre las dos partes do ta cluded: ROA capital de Th nes pecullares. Esa especificidad del perfodo de tran- sicion en la Reptblica exigia formas y métodos ade- euados de construccién socialista, desconocidas en 1a teoria marxista y en Ia préctica de otros pafses, espe- clalmente en lo que se refiere a la transformacién de Ins relaciones de propiedad. En 1960, e2 sector pablico do la RDA (6,000 empre- sas) proporcionaba la mitad del producto social bruto y tres cuartas partes de la produccién industrial glo- bal. Existfa, ademés, un considerable sector pri- vado, representado por 17.500 empresas. industriales, 340,000 empresas de artesania, 180,000 comercios y 850.000 haclendas campesinas individuales. En 1a ma- yoria de los casos eran empresas de produccion mer- ccantil simple o pequenas y medianas empresas cepl- talistas privadas (proforontomonte on la industria _y la construcei6n}, cuya nacionalizacién hubiese debit tado soriamente la alianza aconémica y politica de la clase obrera con las capas medias urbanas, con Ia pequefia burguesfa, y, en fin de cuentas, desorgani- zaria la construccién’socialista. Para evitarlo, so ro- ccurrié @ formas y métodos que permitian incorporar a la construccién det socialismo esas capas, sin coor- clon, sobre los principios de voluntariedad y de ma- nora consciente. Ademés, so consideré al distinto pa- pel de los grupos sociales en la division del trabajo y en la vida de la sociedad, ol cardcter espectfico de su situacidn socio-econdmica. Son muy distintos también Ios plazos en gue cada una de las clases y las capas recorri6 el camino de Jas transtormaciones sociales. La soclalizacién de las haclondas campesinas, por ‘ojemplo, so realizé en los afios 1952-1960. Aplicando creadoramonte o plan cooperativista de Lenin, sobre todo el principio de ingreso voluntario en las coope: rativas y de paso gradual a las formas superiores de Ja produeci6n colectiva, en la RDA so logré ganar para la causa del socialismo a todo el campesinado labo- oso, Incluso parte considerable de los Ticos del cam- po. Los hechos dosmintieron la tesis de que Ia rees- fructuract6n socialista de la agricultura origina ine- luctablomente la reduecion de la produccién. ‘A mediados de los aiios 50, empezaron a unirse en cooperativas de producelén los artesanos, En ese rais- ‘mo perfodo se ofrect6 a las comerciantes privados 1a posibilidad de concertar contratos de venta a comi- sin de mercancfas producidas en el sector pdbiico. Formando, desarrollando y extendiendo sistematica- mente Ia artesanfa y el comorcio interior socialista, el partido y el Estado han apoyado en todas las eta” pas de Ia historia de la RDA @ los comerciantes pri vedos y a los artesanos. El Programa del PSUA Indica que esta politica se mantendré también en adelante. EL proceso de la transformacién socialista de las pequofias y medianas empresas capitalistas result6 més complicado, porque era necesario, por una par- te, estimular su tniclativa y, por otra, lmitar el ca réctor capitalista privado de la produccién con vistas 4 superarlo pot completo. En un principio esto se 1o- graba regulando los ingresos y los precios por medio de la politica fiscal y desde 1958, mediante una for- ma —elaborada de consuno con otros partidos— de vel ton esta cireunstanc lalista en Ia Republica lin Ovste capitalists, Los imperialistas aprovech: ‘para estorbar la. construceion 30 participacién del Estado en el capital fijo de In em presa: las Jlamadas socledades comanditarias!®. En 11955, la Repablica contaba con 144 empresas semi fstatates de este tipo y en 1960, eran ya 4.500 (con un total de 300.000 ocupados y una produccién global cl- frada en 5 mil millones de marcos), En 1972, la ma- yorta de las empresas semiestatales y todas las priv Gas [en total, cerca de 11.000) fueron compradas por el Estado socialista y pasaron a propiedad de todo el pahia enn el consentimiento de sus antiguos propie- {arios y sin que se tomaran medidas coercitivas ni se produjeran conflictos sociales, ‘De este modo, paralelamente a la extension y con- solidacién de las relaciones de produccion soctalis- tas, se producian paulatinas mutaciones de la propie- Gad capitalista y pequetoburguesa ¢ iba superdndo- ‘Se gradualmente la pluralidad de las formaciones eco: homicas, proceso que se traducia on el surgimiento de un sistema nico de la economia socialista. La cuota del sector socialista en la renta nacional pro- Gucida, que de 1950 a 1960 habia crecido del $6,6% fal 819%, en 1970 ascenalé al 85,7% y a finalos de la aécada’pasada, al 96,49. ‘A. prineipios de 10s aflos 60 quedaron resueltas, on to fundamental, las tareas del periodo de transicion del capitatismo al socialismo en nuestro pals. La s0- cledad soclalista empez6 a desarroliarse sobre su pro- pla base, E1 VI Congreso del PSUA (1963) planted, Eomo nuevo objetivo estratégico, la construceion mul lifacética del socialiemo. 81 VIII (1971) y el IX (1978) congresos confirmaran esta tareé definiéndola, en tér- minos adoptadas © Ja sazén por los pastidos de otros paises socialistas, como construccion de la sociedad Socialista desarrotlada. EI PSUA relaciona el cumpli- miento de la tarea planteada con wn largo proceso hist6rico de profundas transformaciones politicas, eco- némicas, soctales y espirituales, durante las cuales 0 forman las premisas para la transicién gradual al co- ‘monismo. EL VIII Congreso del PSUA formulé las tareas prin cipales a resoiver en el curso de la construcelén del Socialismo desarrollado y el TX Congreso del PSUA de- termin6 los criterlos y rasgos esenclales de éste, ast como Ios Iineamientos del desarrollo @ largo plazo. ‘A su vez, el X Congreso del PSUA (1981) elabord Ia estrategia econdmica para plasmar en la préctica ta concepeién del soclalismo desarrollado no obstante el empeoramiento de las condiciones polfticas y econ6- micas exteriores do su construccién. En la presente fercera etapa de nuestra revolucién, os principios y leyes generales de! socialismo tam- ign se realizan partiendo de la situaci6n bistérica conereta. EI PSUA considera en su politica 10s si- gulentes factores importantes: ‘= la correlacién de fuerzas en Te arena mundial y Ja situacion internaefonal que cambla muy @ me. EI término en los pafses eu- Fopeos), permite al auto sacar la conclusion de que Ia India en la época del avasallamiento colonial «pre: ssentata todos los rasgos del capitalismo colonial-feu- daly (1, 333). Después de examinar en el ejemplo de patses afti- anos los resultados de Ta intoraccién entre las tra- Gicionsles formaciones agrarias locales y las que intradujo et capitalismo en su periferia colonial, V. V. Krllov Mega a conclusiones intoresantes e Importan- tes. En. primer lugar, el dosarrolio de las socledades coloniales y dopendientes, influenciado por las Teyes: del capitatismo mundial que las dominaba, «no signi- lea en atsoluto la creaciéu en ellas de una forma- clon econémica capitalista local en toda su. profun- fdidad ni toda su amplitud, como habfa sucedido en las ‘metropolism; en segunde lugar, «las formas regresi- vas, cadueas, del propio capital se eliminan no solo como formas auténticamente precapltalistas por su estructura, as decir, en a1 curso de tansformaciones, democratico-burguesas (similares 2 las que se opera ron en Ios pafses europeos), sino tambien como for- ‘mas an6malas dol proplo capital (que tienen su origen, genético en el capltalismo), 0 sea, on el curso de transformaciones no capltalistas»l.’ Precisamente a ‘considerable coineldencia de las fases de lucha por la solucion de las contradieciones agrarias —anticapita- Iista, por una parte, 7 democrdtico-urguesa, "por otra ‘es Jo que diferencia el contenido de la ‘cues- 4tién agrario-campesina an la periferta de la ECM del contenido que tuvo en los paises europeos durante su transicion al capitalisma, Como mostraron los tavestigadores soviéticos, los ccentros de la economia capitalista mundial provocan profundas deformaciones incluso en la tendencia con- Servadora de formacién del capitalismo en la. peril ria det sistama, Esta doformacion se patentiza prio- cipalmente en el inacabsdo interno [por etapas) del proceso de acumulacién primitiva. Dicho proceso se Gesarrollaba en «amplitud>, inearporando a su esfera ‘2 enda vez més grupos do la sociedad rural y corrom- iendo las estructuras sociales tradicionales, pero ca- Sino ponetrabe en «profundidad, es decir, no se rea. lizaha en igual medida en lo que respecta al devonir de la produccion capitalista y sus correspondientes Tormacion2s clasistas, El resultado es la hipertrofia de Jag estructuras soclo-econémicas intormedias de ca- ricter estaneado, De abt la formacién de ua enorme ‘masa. de poblacién paurerizada, que se convierte en tun estable conglomerade de la sociedad nacional. A MEDIADOS de los afios 62, en muchos patses afro-aslaticas comenz6 una etapa esencialmente nue- va en ol doserrotlo capitalista dol régimen agrario: la Tamada revolucién verde, que sefala el surgimiento de cna fase cualitativameate distinta do dosarroilo de Jas fLer2as productivas. De los prablemas de esta eta- pa se trata cov suficiente plenitud en et trabajo co- Iective do ciontificos soviéticos, ttulado ET Oriente exiranjero y la contemporaneidad (11) + Asta y Afrtoa, hoy, M3 de 1981, p. 30. La «revolucion verde» —subrayan los autores— no es un resultado natural del anterior desarrollo socio econémico del agro. Mas bien se produjo como nega~ clon de todas las formas sociales apoyadas en 1a ba Se técnica tradicional, como una «explasién industrial» debida a la Tevolucion cientifico-técnica. Significa que Sel capitalismo en el agro experimenta un cambio Cualitativo sustancial; entra paulatinamente en si fa~ Se madura, industrial de desarrollo» (1, 80-81). Va camblando también la estructura de la forma- cién capitalista en el agro. Esta adquiere un caractor feada vez més polifasico, prueba de lo cual es no s6- To un mayor distaneiamiente —en cuanto al rendi- miento del trabajo, gue 0s un indicadot universal— entre las distintas formas del capital propias de una tr otra fase, sino también In aparieién de un sistema de nexos, relativamente independiente, en la esfera reproductive. Por ejemplo, la reproduccion de elemen- fos materiales del capital en las unidades inferiores de la producelén capitalista sigue apoydndose prefe- Fentemente en los recursos materiales del propio agro yen el trabajo minual, mientras que las fuentes de Medios de produccién para los eslabonas superiores del enpttal agrarlo son las ramas de la industria de- Sarrollada (doméstica o fordnea), incluida la que se basa en 10s adelantos clentifico:téenicos. El nuevo sistema de relaciones de reproduccién, que se encven- fra en intanso proceso de formacion, impulsa la in- tegracién de las Unidades superiores del capital agra rio en el eapltalismo extrarrural (véase I, 17-21, 77- 79, 92), ‘Ademés, se sefiala en el libro, 1a plasmacién de 1a forma madura det capital agrario Gnicamente es. po. sible con ayuda del Estado, que recurre a diversos métodos de estimulacion de este proceso, no relacio- hados con el valor, en particular para “atenuar los efectos negativas de los cambios operados en los sis- temas do la ECM, «La ellminacion del protecciona- miento estatal y la reorientacion de la “revolucton verde” hacia lag relaciones mercantiles libres —con- Sideran los autores— tendrian Ineluctables consecuen- las catastrofieas para. el paso del capital agrario fla fase industrial, incluso en aqueltas zonas donde ya estd. poriilando esa transieton (sibita dosacele- faction del praceso cumulative, considerable redue~ clon del némero de participantes de ts “revalicton verde” sujetos a la capitallzacion, eto.» (11, 101}. En- Contranio apoya en el Estado y en su propiedad que evolueiona hagls 1a Lorma mudura, el capltal no re- ‘chaza, segan Carlos Marx, las viejas y probadas «mu- Totase? de las Folaciones ‘de propiedad preburguesa: Al estudiar Ia «revolucién verde» en el contexto de a dindmica de todo el régimen agrario de los paises femaneipados se llega a la conclusién de que, en vir tud de diferentes eausas de cardcter social y econd- imlco, est «tevolucién» no puede ser sino una forma focal’ del desarrollo. No debilita sino que, al contra tio. acentaa y perpetéa la pluralidad de elementos fon Ies formaciones. econémicas dentro de los siste- ‘mes agrarios locales. Bajo su influencia se va. for- mando rapidamente una estructura dual del régimen Egrario, cuyos poles san, «por una parte, los Tacos felativamente estrechas de la produccién capitalista, protegida por el Estado y que no deja de, modernizar Su base técnica, ....en otras palabras, el “centro” dl- Amico del desarrollo agravio; y, por otra, In “peri Foeia” agraria, es decir, la produécién peguefia y mt hascula, explotada fundamentalmento por mnétodos fantetiores al establecimiento de las relaciones de va- ¥o, Marx y F. Engels. Obras, ed, en ruso, 1.49, parte I, p. 185. ™ 83 tor, que es desangrada convirtiéndose en un enorme depésite de pauperismo y desesperacion y al mismo tempo e1 una fuente inagotable de trabajo asalariado Darato para el capital» (11, 97-98) En esta sentido, la srevoluclén verde» con envol turd capitalista so superpone a lis deformactones estructuriles provocadas por el imperialismo ya on la @poca cclonial. Esto, a su vez, acentda los procesos de defornacion en €l regimen agrario, Ia crisis de las formas tradicionales de economia en las paises afro-estaticos, pero ya on otra vuelta, cualitativamen: te nueva, de ia ospiral del desarrollo capitalist en las antiguas colonias. La relativa superpoblucién agraria es uno de los as: pectos més importantes del estado ceitica en que se fencuentre la tradicional agricuttara local dels. petite: ia capitalista, Surgié como consecuencia de la integ! ‘clon de It economia agraria de los pafses en cuestion como eslihon dependionte, explotado, en el entonces hnueva sistema mundial de division capitalista del tra bajo. Ente los factores sociales que originan 1 rela. iva superpoblacion (en los mayores y mas. podlados palses de la regidn asiatica, por ejemplo. esto sucedié ya en Ios aios 23-80), Y. G. Aloxindrov destaca en su Interesante trabajo (III) 18 pauperizacién masiva de los artosanos y la quiebra de las pequelias manutac turas, Ta tendencia al monocultive y, por ende, la re- duceién ¢e In esfera ocupacional de ia poblacion agra Fiaj el desmantelamiento de parte coasidorable de la Industeia doméstica en el campo. El cientifico anade que otro factor esencial es, sin duda, la degradacion de un gran numero de economfas campesinas 1 eau sa de la explotacién colonial y precapitalista (véase M1, 168, 170), Los estidiosos marxistas coinciden en que Ia rela: tiva supe:poblacion en el Tercer Mundo era ya un fe. nOmeno masivo durante tos itimas decenlas del do- minio colonial, Este proceso recibio impulsos cuailta tivamente nuevos con la independizacion de las anti guas colenias. So reforz6 Ia tendencia al drenaje di Fecto de la mano de obre ocupada on la produccién agraria. Bs del dominio de todes que la economia ca- bitalista racional surgiéa bajo la influencia de Ia «re- volucién verde» so basa en Ia expulsién de los. cam: pesinos de sus tlerras, le Tiguidacion de les parcolas equeiias, 14 sustitucidn del policultivo por el mono- eultivo y'la intreduceién de la producetén, mecaniza- da en gren scala. Poro atrae mucha menos mano do obra de la gue se era» de los medios de produc: cién, ante todo de la tlerra, La «revolucion verde» sencierta a las grandes inasag, excluidas de las re- Jaciones -radicionales, on ol “ghetto” .de la produc- clon pequetia y diminuta en el propio, campo, ola nan mas We fupr2as de Leable multéneamente prepara el terreno para la migracion de los expropiados a las cludades, donde engrosan las filas del lumpenprotetariado» (11, 91). Ta situacion tmperanto on los paises en desarrotlo es una viva manifestacion de que la superpoblacion ‘agraria sie identifica con el pauperismo=’ TA OBRA COLECTIVA preparada por 1a Organiza- ccl6n Internacional del Trabajo en base a estudios con- eretos de la situacién de los pobres del campo en Siete Estadas asiaticos, analiza vatios problemas tm ortantes del pauperismo en los. paises independiza dos (1V) Los autores someten a una justa critica la opinion, fen boga en el mundo capitalista, de que le pobroza 3 thid., p. tot 8h del sector agrario en 10s patses emancipades ha sido. originada por su estagnacién econémica. En realiad, cen seis de los passes estudiados, han erecide los igre: $05 medios per capita, mientras que los de las capas mnds pobres del campo lan disminsido, Es mas: en Bangladesh, donde los ingresos per capita dismint- yen, «los rieos. siguen enriqueciéndose los pobres ven’ mermados sus Ingrasos en un grado mayor que Ja renia media per capita (IV, 17) La proliferacion do ta miseria en el campo esti mucha mas vineuleda con la estructura de la econo: mmJa que con Tos ritmos ce crecimiento economicn, Los extraordinarios conteastes en los ingresos y ble estar, la conconttacion de los recursos eeondmicos en manos de wia minoria relative... conforman un cantexto socio-econdmmico on ol que paderosas fucrzas Gindmicas procuran mantener e Incluso rebajar el ya do par sf bajo nivel de vida de una parte considera- ble ‘de ta poblacién rural» (IV, 21). Entro esis fuer zas figura la concentracion, en rapido aumento, de Jas inversiones prigudas en’ Ia urbnizacioa, aungue a poblacién urbana on los patses estudiados 0s insig nificante (menos del 10% en Bangladesh y un 30% en Malaysia). Se prefiere Invertir en las obras que ecesitan monos fuerza de trabajo. A la expansion del pauperismo conteibuye asimis- mo la introduccion de nuevas tecnologias, que su plantan el trabajo vivo. En las esferus econémicas absorbentes de la masiva fundamental de inversiones surge la amenaza de desplazamiento de la mano de obra, y en las ramas donde estd concentrada lama yos parte de los recursos laborales y en quo el flujo de capitales es velativamente escaso (es decir, ante todo en Ta agricuitura), los produetores se ven obll- gauos a ullizar —dicen' tos autores «las tecnologtas ve ahorran capital y tierwass; 0 sea, a utilizar mayor nimero de trabajsdores por unidad de superti- clo, mientras que la base tenlea cambia lentamente no varia en genaral, Pero esta claro que esa ocupa: cin «artificial» no hace erecer la productividad del ‘abajo, sino quo, al contrario, la reduce. En conso- euencia, se amplfa la pauperizacton, BI estudio realizado por la OIT senala que el ca- racter de los pracesos econémicos en Ia agricultura guarda también relacion directa con el factor demo: grafico. A primera vista, con ayuda de inversiones. @ Innovaciones técnicas se podria incorporar a la acti vidad productiva el oxceso de recursos laborales que so rogistra en las zonas rurales. Pero no ocurre asf, sobre todo en las pequeflas economfes que se ver! abligadas a absorber el grueso del ineremento de 1a mano de obra, Por eso se reduce el nimoro de jornates correspon- diente a cada ocupado y aumenta la prosién sobre las fuentes de subsistencla, en particular sobre el mercado del trabajo, lo que provoca una sensible dis- minaeién de} salario rea Correcta de por sf, 1a conclusién gue sacan los au- tores en el sentida de gue «la redistribucién do la orra os un elemento imprescindible para cualquier festrategia que pretenda mojorar las condiciones de vida de las capasmas pobres de la pablacién y. dismiuir la” desigualdad> (IV, 35), adquie- Fe en el contexto del andlisis realizado otra sign 2 saber: el pauperismo en las dimensiones que atecta al mundo en. desarrollo es consecuencla natural del desarralio capitalista en su forma espect- fea, «periférica>. Pero en Ia etapa actual, ese tipo de evalucion capitalista esta sujeto, como sabemos, @ las eyes do la economia capitalista mundial. En estas condiciones, incluso la redistribucién radical de la tera, aunque contenga por cierto tiempo 10 exP@®- sion del pauperimo, no puede en el futuro sino vt ver a impulsario, a Imporiosa necosidad do reostructurar ol sistem® de rolactonos ae produeeion internacionales 12.18 cha gontra la explotacion mperatisa,_fmportantes factores vexternos» para ta eltiminaclon del pauperis ‘up masivo, 0 Man" sido eonsideradas, por fos. autO- ‘8, que tampoeo han prestadlo atencion, al problems el conjunto do condiciones sinernasy sin ts cies ho se plinde aeabar con al pauperismo y. quo s6l0 De on reunirso pasando a In vin do dosarrolo socials UNA DE LAS consecuencias mds graves de as de- formaciones ostructurales producidas por el. capita lismo es la agudizacién del problema alimentario en los pafses en desarrollo. En Publicaciones clentiticas de los times afios se revela un amplio abanico do causas de cardcter economica y social que ofiginan desproporctones en el abastecimiento alitnentario de festa parte del mundo. Entre los trabajos ‘mas {anpor- tates consagrados @ este toma, Hama la atencion al bro del cientifico francés R. Dumont y de su colega inglés M. Cohen, editado en Gran Bretafia con el t- tulo La expansién del hambre |) Los autores consideran que el hambre en los patses fen desarrollo es una consecuencla de la injusticla social. Los pobres no sufren por la falta de alimentos con que satisfacer sus necesidades, sino por no te- her con qué pagarlos» {V, 2). R. Dumont y M. Cohen Comparten, en realidad, 1a tesis defendida en 1a I ratura marxista, segiin la cual el colonialismo (en el pasado) y ol neocolonialismo (en el presente) son res onsables del empooramiento de la situacion alimen- ‘aria en el mundo en desarrollo. Un importante aspec- to de esa posicién queda claramento expuesto on el trabajo La poblacion campesina de Asia y Occidente, det cientifico australiang D. B, Miller: «.-.la suball- ‘montacion de amplias masas populares en los paises fon desarrollo ha sido engendrads por las estructuras ‘soclo-econémicas Impuestas por el imperialismo con st ‘métodg colonialist de produccién y hoy, al partictpar fen la “campana contra el hambre", heros de recono- ‘eer que el hambro es obra de nuestras manos» (VI, 189). R. Dumont y M. Cohen examinan dos vias para me jorar el abastecimiento alimentario: las «inyecciones» Gosde los paises capitalistas industrializados y los es: fuerzos «internose, concentrades en la srevoluctén verdes. La primera via se inscribe en unos marcos sociales que mposibilitan la solucién del problema. En primer lugar, las relaciones con motivo de la ayuda alimen- tarla ‘se establecen entro socios con dorechos desigua. les y por eto estdn subordinadas a «razones politicas ¥y comerciales». El Imperialismo, en particular, no con: cede esa ayuda a los paises que mas la necesitan pero “poco pueden ofrecer a cambios, Ademés —sefialan Jos autores—, «serfa ingenuo» creer que ios produc tos, estipulados on los programas de aytda, van a afar a manos de las capas ins necositades de In po- Dlacién. Por altimo, el imperiatisma, que presta de buena gana ayuda allmentaria para fortalecer los re gimenes reaccionarios y represivos, raramente la con- fede si se trata de apoyar transformaciones radicales fen la sociedad. «A Ja larga —concluyen los autores—, Ia ayuda allmentaria promueve y consolida las rela- clones de dependencia» (V, 185) D. B. Miller da una caracterfstica muy precisa del papel social que desempefian los programas capita- listas de ayuda: cAparentemente motivades por la ca Fidad, son, sin embargo, no tanto un intento de paliar las tragedias humanas’ provocadas por los que hoy conceden Ia ayuda, como parte integrante de las me- fidas encaminadas'a modifiear las ralaciones de. pro- ucci6n en los pafses en dosarrolio a fin de utilizar los en el marco del sistema capitalista mundial como fuento do a plusvalia acumulads por Oceidenter (VI, 391). Al analizar la segunda via, 0 sea, los estuerzos «in- temas», R. Dumont y M. Cohen subtayan que la «revo Iuclén verdes agrava adn mas los problemas soctales: y conduce a una contraceién del empleo en las 20: has con exceso de mano de obra, a la rebaja del sa: lario real de los obreras agrfcolis y a la expulsion do los pequefos arrendatarios, que van a engrosar e} ejéreito de los desempleados. Los autores afirman que ‘las innovaciones techologicas no puoden sustituir 1a hecesidad de cambies sociales» (V, 169-170). Pero la parte critica de la obra, que constituye el valor fundamental de la misma, esté en contradic colon con otras paginas en que los autores formulan su. flternativa paca los paises en desarrollo, Hablan en serio de la necesidad de crear, como contrapeso a los productores capitalistas, clerios «grupos. poderosos, fapoyados en el campo», desprovistos del contenido clasista. Estos grupos, supuestamente, «podrion tomar f Su cargo no Solo los medios de produccion. ... sino también la aplieacién on la esfera comercial de una politica» que beneficie a los productores inmediatos. En el. plano” internacional, se recomienda fun: dar unos «sindicatos vlabless’ supraclasistas y con su ‘ayuda disminuir Ia dependencia de los patsos en de- sarollo oxplotados rospecto a los Estados que «dispo- nen de excendentes de allmentos bisicos» (V, 189- 190). 1Qué programa de nihllismo social! Los autores no parecen darse cuenta do que defienden tos intereses de los culpables de la sexpansién del hambre» en el man- do en desarrollo, La alternativa que proponen sor- prende més ain en contraste con el acertado postula- do que leemos en las primeras paginas del mismo li bro: los alimentos han delado de ser una mercancia ordinaria. «Constituyon un instrumento potencial de poder. El control sobre ellos ofrece 1a posibilidad de explotacion...» (V, 1) AUNQUE algunos de los patses iberados ya comlen. zan. a superar el atraso absoluto de Ia agricultura, no Se reduce, nl mucho menos, y con frecuencia incluso aumenta, el atraso relative debido al crecimiento prio- ritario de los sectores no agrarios. La superacin del atraso ya no puede realizarse solamente a costa de las acumulaciones proplas de la agticultura. «Es ne- cesaria, ademds, la transferencia de recursos de otros sectores de la economfa nacional y mundials'. La agricultura de los paises liberados ha de convertirs de fuente de acumulacién pera la industeia, como lo {ue antalio en los paises europeos, on objeto de finan- clacion. Esta dependeneia del progreso do la agricul- ‘ura srespecto al capital acumulado al margen de ese sector y a las posibilidades de transferencia de medios osdo el extortor» demuestra que «la custion agrarlo- campesina ha dejado de sor un problema ominente- mente local, interno, como sucedfa cuando los elemen- tos principales de Ia produccién agricola eran la tie- ra y otros factores naturales, y no el “capital”. $ Asta y Africa, noy, se 3 de 1901, p. 92 5 Tota, ‘pp. 22-38 BI desbordamionto de la cuestién agraria més allé de los marcos nacionales se debe, en particular, a que €1 desarrollo de las formas locales del capital agrario, fabsorbentes de recursos finaucieros y de energia Significa entre otras cosas una integracién cada ver mayor del praceso reproductivo de estas formas en el proveso Tepraductivo de todo el sistema de 11 econ Inia capitalista, mundial. Esta intogracién os rosliza- Ga, concreta y priotitariamente, por las multimaciona es, vehiculos mas importantes ‘del noocolonialismo, Las consecuenelas que tiene su actividad para la agrl- culture de los palses en desarrollo se analizan cir Cunstancledamente en 108 trabajos resenados. Fl clen: fifico estadounidenso K. A. Dahlberg, autor dol libro Fuera de a revolueton verde (Vil), subraya, por ejem- plo, que esta stevoluciénr ha tonido por nico rosull Go una, modifieaciGn de las formas de dependoncia del sector agrario de los pafses en desarrollo con res- pecto a las eluerzas externas, sin que haya camblado In eseneia de esa dependencia. Actualmonte, las cor- poraciones transnacionales ... siguen el misino cami- ho que los paises colonizadares en los siglos XVIII y XIX...» (VI, 105). R. Dumont y M, Cohen sesialan al especto que, en los jévenes Estados, la explotacién ra- paz de las tierras de labrantfa por las multinacionales Conduce al agotamionto de aquéllas y a su exclusion el ciclo de rotncién productiva. Tampoca ha. pasado Inadvertide por los autores el hecho de que Ia intro- duecton de nievas techologias, que reducen Ia oct pactan, es sugerida con frecuencia por Ios que Ins su- Ininisttan desde los. paises capitalistas desarrollados. La india, por ejemplo, recibia la mayor parte de los fertilizantes de FE.UU. o de las «omnipresentes om presas del business agrario, fiiales de los monopo- Hos estadounidenses. Suministros que rosultaban li- mitados por falta de dlvisas en Ia India. La utilizacton de las nuevas tecnologias aumentaba, on general, la Gependonela de los patses on desarrotio (véase V, 113, 470 y 173). K, A. Dahlberg Hoga a la conclusién de que, sen contraste con ol enfoque tradicional del desarrollo, ‘gue presupone la intogracién de todos los campesinos én el sistema moderno dol business agratio, el obje: tivo debe consistir en conceder a los campesinos mas pobres la posibilidad de abastecerso mejor ellos mismios Sobre una base extramercantil» (VII, 212). Por lo vis to, el autor trata de definix, como ‘contrapeso 2 las Gestructoras tendencias del eapital privado, une via cuya Teallzacion practica solo es posible en’ realidad, & condicién de que el Estado intorvenga decididamen: teen la estera agraria subordinando su propia activi- dad econémica a los intoreses de la sociedad y en dotrimento de los intereses. privados. VEMOS, pues, quo la cuesti6n agraria en Ia perife ria de la economia capltalista mundial se inscribe en el -conjunto de los problemas globales mas importan- tes de nuestra época: allmentacién, demogratia, eco- Togia y materias primos; es, ademds, un componente de todo el complejo de contradicciones sociales que desgarran el mundo del capital. Por eso Ia solcién de Te cuestién agraria en los palses en desa:rollo supo- ne, por tna parte, transformaciones de caracter local “yedistribucion de la tarra, eliminacién de todo el conjimto de farmas sociales’ que alimentan el dosa- rollo del capitalismo en la periferia de ln economia capitalista mundial—, y, por otra, roostructuracion de las Felaciones de produccién nacionales, regionsles ¢ internacionales, asi como transformaciones sociales rogresistes. VICTOR RASTIANIKOV, Dootor en Ciencias Beonémteas HEROES DE NUESTRA EPOCA Ehsan Tabar CIONARIO. “Fait edn, Tel LA IMAGEN DEL REVOLU- ral “del Partido Popular iran, 1981. 63 pp. (en parsi) «EL PROPIO DESTINO, o sea, la necesidnd histori ca de que apareciera nuestra generacion, nos ha he- cho hacer y vivir en una época maravillosa, saturada de gcontecimientos -evoluctonarios», asi’ empieza este libro de Ja serie publiceda en Teheran com mo- tivo del cusdragésimo Aniversario del Partido Popstar de tran (Tudeh), Bhaan Tebari, miemleo del Burs Politico y Secrets rio del CC dol PPI, 10 ha consagrado a los héroos do Ia revolucion y dirige su mensaje a Tos més amplios cirewlos de lectores. Fa la parte inicial del libro, ex- plica de manera asequible, desde las posicionos del materialismo historico, los’ origenes, de la_propiedad privada y de la sociedsd de elasos dividida en la mi- hhotia privilegiada de los explotadores y la mayoria explotada del pueblo. Hoy —subraya— somos testigos Ge las peores mantfestaciones de 1a desigualdad social ‘uneleso en un pais "tan civilizado” como EEUU. y ‘especialmente en ese pais» (p. 01]. Tntevesadas en conservar sus privilegios, las clases dominantes se foponen por todos los medios a cualquier cambio en favor de los trabajaderes, Acabar con oi sistema de ‘opresidn injusticia, tal €8 el objetivo de la lucha cla: sista y liboradora que so dosarrolla’ on Ia parte no Soclatista de nuestro planeta. EL autor se dinige a sus compatriotas: «jIrant! Es- tas viviendo una epoca revolucionaria. Conoces el rumbo de la revoluciér, sabes quiénes son sus amigos y_sus enemigas. Debes, pues, preguntarte: Con quidn estoy? Tengo derecho a tlamarme carme esta vocablo de tan alto valor espiritual, {al mismo tiempo decierarme neutral?» (p. 13) La épaca revolucionaria —dice Ehsan Tabari— no necesita de hombres neutrales, sino de revoliuciona- Figs. 2¥ como ha de ser el revolucionario? Esta es la pregunta a la que trata do dar rospuesta ol autor, quien previene de aniomano que no tiene la inten cién de profundizar en los aspectos puramente for males 0 6ticos de la cuostion y que su propésito con- siste en hacer, partierdo de Ia experiencia de la lu ‘cha, unas conélusiones sque contribuyan a enaltecer la parsonalidad del ser humano> (p. 10), Conocemos —sefiala el libro— los rasgos generales del hombre que ha consagrado su vida a la causa de Ja revolucién: velentia, firmeza, disciplina, aispo- sicién al sacrificio. ¥ estas cualidades se nutren de la convicclon en Ia justeza de le cause revolucionaria. E] verdadero revoiucionario esté siempre atento a los problemas mas importantes de la actualidad, que le ayuda a determinar la Ideologla revolucionaria, Pero: rho basta con toner una clara concepcién del mundo, 5 necesario plasmaria en el trabajo abnegado de ca da dia, es necesario ersefiar a las masas —como dlje- Fa Lenin— a luchar revolucionariamentet. El autor lama a pstticipar activamente, al lado det puebla, en la lucha de clases, y este Hamamiento es barvcularmente oportano en’ nuestres dias, cuando los enomiges intornos y externos de la joven repubit ca rant empefian esiverzos por impedir que se pro- Tundice el proceso revolucionario. Eu el pats actian Lenin. obras Comptetas, 28 ed, Cartage, XIX, p. 475; fos. Muchos de lla son partidarias slaceras 8 10 Conviceiones Meolontens bien doting al un propre: fan do'aceton, por so hacen el Moge a ta Tobeeton El'ilee La tinagen det reveluctonaris ayudarés ti thos de estas perticlpantes do In lucha, sobre ode a fos Jovenee y & los intelectoales, a encontrar 1s bra Jela'Segure Yel maraisine leniniemo, quae) nuter ee fetoriee como ideoloeta universal "(D- 14). heen: Taber dates un ‘pitulo expeetal at tema det sriielo. consderando que sin este es imposii tt deservoll’ social. cin i fifi hicha fevolucione- sribe-= hay que Tener en venta, desde on principio, In necestdad det saentiso personal» (p. 25) Ri sett que la lucha contea un enomiga foro, pée fido'y eon frecuencia mucho mas fuerte entata sony pre Hesgos no 2010. para. la libertad. personal, sino tambien para lo vido, el autor subraya que el rovoly Gonarig ha: de cultivar’ en st uma: moral canltative- faomte ifetonte,gularso, por inoresesvialesdltin- {oelde low que mueven mt pequenovursues, Ta iransformacion revolicionana es Inconceibie s no’ se ent "con ia pastieipacion de. los. vordaaeros trucos do la hstovia, que son Ins masas Popullres. Por eso, Sin desestimar ol papel de tos heroes, Ehsan Trabant ‘considera que” Ia "responsebiigad. prnctpat por lo soluciOn de tos peoblemss eardinales de ves Rea época vortesponde al ejereito de mases de Ta ro Voluelon. a los tbajedores, sts importante, ~subra yo quo nusstra generacion compronda que precisa Thentelen ta lucha por cambiar ag relaciones Sociales Hasieas std ie lave pare solucionar estos proble mae (ps 82) EY pueblo dettoco ol régimen mondrguico de tin, expulto a sus protoctores de ultramar, lox imperia Tales estadounldensen,yproclamd la Replica. Foro hasta el triunfo defiauvo sobre et Imperiaismo y so bie sus complies y agentes locales, queda todavla Dor Soran necosaris tanto la sabidarfa y el volor de tos Tidores reveluclonarios como #1 conctenaudo. wabalo Ulweto de todo el punblo. Porque, como jena Lenin, in consttuceron de Ia. nueva sociedad no posible fealizarla mediante acciones alsladas de heroleo en- Sieomo; onige ol més prolongado, el més persisten- fe'y eh mde eitien heroismo de masas en él trabalo fe Fats ts tas, ‘scnto de minora brillante y original, este tibro de tun mursista tran sobre Tos revoluclonsnics Inforeser Ceomoe, no solo a sus compatriot, sino tambien a {des tes gue guloran consagrarse la lucha” pot ol Sovlalismos hayan emprendido yo esto noble camI- MUSEIN BAHRAML 2 VL 1, Monin, 0.0, & XXXXE, p. 291 UN JUEGO AL OBJETIVISMO Fred Halliday and Maxine Moly: newx, THE ETHIOPIAN REVOLUTION. Verso, London, 1961, 304 pp. NO CABE DUDA de que merece etencién ol inten- to de analizar detalladamente 1a rovolucién nacional- democratica otfope de 1974: sus premisas histéricas y socio-econ6micas, fuerzas motrices, el lugar que ocu- pa en el marco general del movimiento de liberacion acional, su trascendencia internacional, la experien Gla acumulada y los problemas pendientes do solu- Gon. Tanto més por cuanto los autores del libro La Revolucién Etlope son prosomtados por la Edivorial Tondinense Verso como invostigadores competentes, autores de varios trabajos centrados on 18 probiemé- tea de los paises en desarrollo de Africa y del Cerca- no Oriente! a ediclén contiene una vasta bibliografia y mapas que permiten al lector conocer Ie division administra fiva del pats, sus caracteristicas demogréticas y su situacion econémlca. Lo primero gue uno advierte, al tear ol libro de Halllday Y Molyneux, es que 108 autores, « diferencio de muchos Intémpretes hurguesos, pot lo menos 10 ai {aman In Revollicion Etfope. Reconocen incluso que esta revolucién, que acabé en septiemire de 1974 con la multisecular’ y cadica monarquia, fue uno de Ios mayores acontecimientos en Ia historia posbélica del continente africana y tiene gran significado para to- 0 el proceso revolueionario mundial. ‘Ofrecen interés las paginas en las que se hace un anilisis, a nuestro julcio, acertado de los factores $0- Gioveconémicos y politicos que provocaron “a crisis generalizada y la cafda del viejo régimen. En esta parte de la investigacion, los autores revelan un buen Conoeimiento de Iiterstura’ marxista-leninista sobre las Tevoluciones on los paises del Tercor Mundo. Por Io demds, hoy no puede ignorar o} marxismc-leninis: mo nt-un cientifico burgués de inspiracién francamen. te anticomunista; lo importante es con qué fin act don a estas fuentes Enel libro resefiada, uno pronto empieza a notar que tras la abundancia descriptiva los autores ocul- fan Ja ausencia de una postura propia bien definida Tespecto al curso elegido por el Consejo Administratl- vo Militar Provisional que preside Mengistu Haile Ma Flam. A nuestro entender, el ensartamiento de hechos ho puede de ningdn modo sustituir su inteleccion Clentifiea, y ésta, como es sabido, roqulore un analisis, clasista fen este caso no se trata de le posiciin de qué clase; lo Tundamental es que esté clara). Pero Deurre que los autores tratan de evitar semejante to- ha de posieién, como si se hubleran propuesto mante- horse a toda costa al margen tanto do los partidarios como de los sdverearios do la Etiopfa actual. Con la misma indiferencia [o, si se quiere, de manera objeti- vista) pasan Tevista a'los aspoctos ‘positives 7 negati- vos de la revoluci6n, como si estuvieran haciando no- tas en un libro de cuentas, dejando al lector que haga @1 mismo el balance. No les interesa saber, al menos hho parece, cudl es el vector resultanto de tas fuerzas enumeradas. Y aunque no cabe duda de que los auto- bes son muy eraditos, uno termina pregunténdoss: Pa. fe qué (aula erudicién si no eat@ al eorviclo do. un objetivo doterminado? Pero veamos si realmente no sirve a ningin abje: tivo, Es sabido gue en Ia lucha Ideolégica, cuya primera Iiea pasa por las clenclas sociales, nadie, per mucho gue se esfuerce, puede permanecer neutral. Menos fin, cuando se trata da una revoluctén. En vano tra- tan los autores de eludix 1a exposicién ablerta de su actitud ante Ip que sudece en Etiopia. Su posicion se ansparenta, de todos modos, en algunas cuestiones clave * Brod Halliday 95 polit6logo, colaborador del Instituto ‘rananacional de Amsterdam; Maxine Melynewe, coautora dal ‘bro, iets eonferoneias. de sociologia ua ia Univer- Sidad de’ Essex (Gran Beetans). Segin los autcres, ellos visttaron dos veces tiopia —en 1977 y 1978— y entrevis Yaron a muchos politicas y aiplomaticos 87 Précticamente, la revoluci6n social siempre est vingulada con la violencia, con la represién de los JAntigues opresores, confiscéndoles cs bienes que ‘ellos hablan expollado y privandoles de ciertas lber- tades, etc. Sin ollo no seria una revolucién. Pero ha- cer hincapié Gnicemente en esos aspectos, minim ‘zando las transformaciones realizadas en favor de las masas trabajadotas, es, a nuestro entender, una po- sicién humanista abstracta, gue, en fin de cuentas, ha: te el juego a la burguesia, Y precisamente asl proce: Gen Halliday y Molynoux al describir cargando_ bien las tintas los «horrares del terror rojo» amprendiao en 1976-1978 por el Consejo Administrativo Militar Pro- ‘visional camo respuesta al terror blanco»: acclones ‘contrarrevollcionarias del partido ultralzquierdiste ‘el autodefinido Partido Revoluctonario det Pueblo Etfope— y los partidarios de la via capitalista de de- sarrollo (véase p. 122) El empefio de los autores en ajustar el fiel de la ba- lanza les Heva a contradecirse a si mismos. Por una parte, sefialan con razén que el proces acelerado de ‘iferenciacién en 1a sociedad etiope y en la direccion politica, asi como la constente radicalizacion de los programas y consignas revolucionarios, constituyen uno de os rasgos més caracteristicos do la revolu: ‘cion. ¥ al mismo tompo critican las modidas resuel ‘tas adoptadas por el Consejo Administrative Militar Provisional para aplastar la contrarrevolucién. (Pero la revolueton ha de saber defenderso! ‘Tampoco logran los autores 1a necesaria_cohoren: ‘ela al Intorpretar los aspectos internacionales del con- flicto en la zona del Cuerno de Africa. Clerto es que la Revolucién Etiope eché por tierra los célculos del imperialismo mundial (en primer lugar el estadouni- dense), que queria convertir esta regién en esfera de Sus «intereses vitales», motivo por el cual se tram6 ‘un vasto complot contra el joven Estado (precisamen- te los EEUU, instigaron al regimen somalt, convertide fen allado suyo, para que desatara la agresién contra Etiopia). Pero los autores del libro equiparan la po: scion y las acciones de 1a URSS, Cuba y otros paises Soclalistas con Jas de los imperlalistas, planteando ‘que ambas partes perseguian intereses expansionistas. Entonces no se entlende por qué la URES y Cuba apli- fearon tantos esfuerzos, como reconocen Ics propios Sutores,.tatando de convencer a los dirigentes de ‘ambos Estados vecinos para que buscaran una solu- ‘elon al litigio por via pacitica y se abstuvieran de to. fdo acto que pudiera conducl® a la guerra. Si los auto- ree deseaban realmente ser objotivos, no los faltaba mds que un pequefio detalle: oxplicar al lector so- ‘pre qué bases de principio estructura Iz Union Soviéti- ‘ca sus relaciones internacionales. Pero en ese caso, cla- ro, el lector verfa inmediatamente que Ia falta de serte- dad es lo menos que se puede reprochar a quienes Sntentan situar en un mismo plano al imperialismo de los FE.UU. y el Internacionalismo proletario de la URSS y otros paises socialistas. En ol Ubro ocupa vasto espacio e] examen del pro- bblema nacional en el joven Estado revolucionario de ‘Africa, particularmente on relacién con Eritrea. No abe duda de que este problema es uno de los mds ‘eomplicados de la revolucién: 1a poblacién de Etlopia Se compone de Tuchisimas nacionalidades y grupos Stnicos, entre los cuales colean atin contlictos de dis- Uinta Indole cuyos orfgones se remonten a siglos re motos, ¥ el emitir julcios inapelables acerca de cémo debe solucionarse en este pais el protlema nacional ‘es tratar las cosas muy a la ligera, pues en las con- diciones africanas no siempre son aplicables las me- ‘didas y los principios «clasicos» sobre los quo so ba- ba el tratamiento de esta cuestién en Europa Occi- dental, donde, dicho sea de paso, a estas alturas toda. via sigue sin’ resolver. La solucién dol problema re Quiere una consideracién exacta de las. condiciones Concretas y las perspectivas de desarrollo do la revo: Iueién. Esté relecionada también con las taroas demo- craticas generales de la transformacién de la socie- dad etfope, ¥ en este camino se han alcanzado ya in- ‘udables éxitos que no podian pasar por alto los auto- res del libro: en primer lugar, la creacién de organ: zaclones sociales de masas y asociaciones campes!- has y urbanas locales; Ja exitosa campafia contre el aualfabetisino (uerecié une distuciou de la ONU en, 1081). En todo esto se manifiestan los esfuerzos de Jos dirigentes del pats por incorporar @ las amplias masas a la vida polftica, La Revolucién Btiope proclam6 el curso hacia el so: clalismo, Desde el punto de vista de los autores de la obra, «es imposible entender a qué comblnacion de factores obeaece este cambio» en la conciencia de un grupo de oficiales formados en el ejéreito aristo- tratica, muchos de los cuales recibleron formacién en los EE-UU, que en 1974 no manifestaban ningan inte- r65 por el'socialismo y que hora citan en sus inter- venciones a Lenin» (véase p. 136}. A guisa de expli- cacién so adelanta un argumento caniquilador»: Etlo- pia se ve obligada a pagar de este modo a la URSS la ayuda que Te presto Cuando el conflicto con Somalta. Son divagaciones irrisibles. Pero, por lo visto, no del todo fortuitas, ya que en ia parte final del libro se exterioriza Ix’ esperanza soterrada de que la direc clon etfope podria cambiar en el futuro su actual orlentacién al «marxismo ortodoxo euroorlental>, he: Glendo que el pais esté més ablerto a Occidente (véa- sep. 282). 'y agut Se aolara delinitivamente para qué necesita- ban Halliday y Molyneux jugar al objetivismo. AHMED SALEM ary CORRESPONDENCIA UAE LOS MONOPOLIOS ATACAN. LA HUELGA ES LA RESPUESTA DE LOS TRABAJADORES El movimiento huelguistico en los paises capitalistas industrializados en los afios 1981-1982 LA CRISIS ECONOMICA en la que estén sumidos casi todos. los palsos capitalistas industrializados, Ja alta tasa de desompleo, la infla- cién galopante y, ligadas a ella, Ja carestia y la considerable reduc clon del poder adquisitive dole Poblact6n han originado una nueva agudizacion dela confrontacion Clasista entre el trabajo y el capl- tal. En los dithmos tiempos apare- cen con mayor nitidez las particu laridades de la presente etapa de dicha confrontacién, En primer lugar, ademds del pro- lotariado, a ta orbita de la misma son atraides con mayor fuerza clortos grupos de trabajadores, co- mmo el personal téenico, los funcio- narlos piblicas y los intelectuales, con lo que se amplia el fronte de los allados de 1a clase obrera. En segundo lugar, el movimiento huelguistico tiene wna orientacion polltica cada vez mas marcada, ya gue una parte creciente de las rei Vindieaciones de los trabajadores se reflere a_transformacionas so- cloecondmicas de ambito nacio- nal. Las consignas de las organi zaciones de Ia clase obrera enfo. can de un modo constructivo la soluoién de los problemas egrava: dos en el curso de la crisis ecan6: mica, en primer lugar ol de la ‘ocupacion, Bn tercer lugar, en la téctica de Jos huelguistas so operan cambios sonsibles. Las huelgas en determi: adas emprosas so combinan habil mente con acciones que se extien: den a ramas entoras de la indus: tria, a sectores de la economia © incluso a todo el pais. Se recurre ampliamente a métodos de lucha tales como Ia ocupacién de empre- sas y 10s piquotes. Ofrecemos a continuactén una serio de datos sobre las. acciones hhuelgufsticas de los trabajadores en Jos patses capitalistas industriali- zades, ESTADOS UNIDOS Con la Wegada de Reagan a la presidencia del pals, a comtenzos Ge 1981, se intensifies considera Dlementa Ia tensién social. La po- Mtiea interior de la-nueva Aami- nistracion, que tlende a asegurar las condiciones més favorables pa. ra las actividades del gran capital ‘monopolista, implica para log tra- bajadores tin menoscabo de sus derechos democraticos y de sus conguistas econémicas. Para las amplias masas populares han signi fieado una carga particularmente pesada las actuales medidas para Feducit considerablemente "(en més de 35,000 millones de délares) Jas asignaciones con fines sociales. ‘Los trabajadores se oponen re: sueltamente a esta politica reacclio- naria. La huelga’ nacional de 160.000 minetos dur6 73 dias (del 27 de marzo al 7 de junto de 1981) y fue acompafiada de manitesta- Clones y_ mitines multitudinarios fon las zonas hulleras del pals, ast como de marchas hacia la Casa Blanca. También se produjeron grandes huelgas de trabajadares fie las industeias del acero y lee: frotéenica. Tuyo gran. resonancia Ja buelga de diez dias de 1.500 em- pleados municipales de San Joso, Gel Estado de California {julio de $051), que fue en el pais la prime. ra accion en la que se reivindicd igual retribucién del trabajo mas. eulina y femenina y que termind con una victoria, En el convenio olective frmada por dos anos se ostiptlé una sustancial reduc- cin de las diferencias. salaria: les, En agosto-octubre del pasado aah, 15.500 controladores de vuclos Sostuvieren una lucha desigual con el Gobierno _norteamericano por el mejoramiento de las cond clones de trabajo. Fue la més im. portante acetén de los empleados piiblicos en toda la historia de los, Estados Unidos. El Presidente Res. gan encabezO personalmente 1a Gura represion contra el sindicato rebelde, gue se tradujo en grandes multas, despldos y procesos. La Co: misién’ Federal para las relactones laborales adopt6 el acuerdo. sin precedentes de disolver el sindi- ato, La huelga de los «guardagujas» del espacio y las medidas draco: hlanas tomadas contra ellos dieron origen a una potente ola de mani festaclones de solidaridad tanto en os propios Estados Unidos como fuera de sts fronteras, Los contro ladores de vuelos da muchos paises se sumaron al boicat internacional contra los avlones que aterrizaban fen los EEUU, ‘Una nueva prueba del incremen- to de la protesta social contra el empeoramiento del nivel de vida de ‘las masas trabajadoras fue la jamada del 19 de septiembre de aL. Mas de medio millon de tra. bajadores estadounidenses, inclut os los afiliadas a todos los gran- os sindicatos, participaron en ma. nifestaciones y miftines que se ce- lebraron en Washington con las 89 cconsignas «iMo a la reagenomial», ‘iDinero para crear puesios de tra: bajo y no para la guerral>, «jDere- hos "Iguaies para. las_mujeres'>, IB ala do Aoy no es mas que el Pese a le politica antiobrera de las autoridades, la lucha de los trabajadores da resultados positi- vos. Asf, en febrero de. este ao, inte la amonsiza dunn helen Bee eral da minores, ot Gobierno se vio obligado a hacer concesiones y @ aumontar las cantidades asig- hadas para 11 agoneia nacional de broteccién del trabajo. El Congreso estadounidense hubo de dedicar luna. sesion especial a tratar los problemas de la soguridad del tva- bajo en las minas de carbén, GRAN BRETANA La controntacién entre el traba- jo ¥ el capital se centra en los pro- blemas de lz carestia y la ocupa- clon. cuya agudeza ba aumentido rapidamente a causa de Ia tremen: da Inflacién y el slevado nivel de desempleo, que por vez primera en los altimos tuarenta anos afecta ‘a mas de 3 sillones de personas. No cabe duda que el peligro real de oncontrarse en la ‘calle influ- ye en los obreros. Ast so explicit en gran medida Ia tendencia a Ia fconttaccién de la lucha huelguts- tics observaca en Ia pasada déca- da. Pero la furiosa acometida del Gobierno conservador contca al ni- vel de vida, la reduccién de los gastos sociales y los intentos de li Injtar 10s. de-echos sindicales. con: dujeron Gitimamente 9 una reanu: ucién de osia lucha en erectentes propozelones EI ndmero de huel ulstas rebas6 el aio pasado la ‘lira de 14 millones. Uno de los rasgos distintivos del ‘desarrollo det inovimienta huelgiis- tico de los trabajadores briténicos fs le uuilizacion de métodos de In tha toles camo 1s huelgas gene rales de 24 y 48 horas. En 1981, como consecsoncia de acctones de este género, permanecieron ami Frados en los puertos de 350 a 400 bareos, lo que roprosont6 casi la mitad del tonelaje de ia flota mer- ante del psis. Esta misma tactica fue aplicada por los conductores de locomoturas, cayas nuelgas pa ralizaron en mdliiples ocasiones el transporte ferrovisrio, y por los choferes de las aminlancias de Londres y Escocla, los minoros del carbon de Gales del Sur, los obre- tos de Ins relineriag de petrolno, los trabajaderes del seropuerto de Heathrow y otros muchos desta mentos de le clase obrera tra particularidad catacteris 90 tica es la oxtensién de 1a base so- clal de la lucha huelgafstica., En Tos contlictos de clase, al lado de los obreres participan "ios emplea- dos de las emprosas publieas y pri- vadas. En marzo del ao pasido fueron a la -hueiga alrededor de 590.000 trabajadores do las institu clones pablicas para oponerse al ocho dol 7% impuosto por el Go- bierao a las’ subidas de los. sala ios, teeno que queda por devsjo de las perdidas ocasionadas por la inflacion, La huelga ha refuta- do la afirmacion do la propaganda burguesd sobre la =neutealidad clasista> de las empleados pibli- Ha sido muy olevada ta actividad ueiguistien de. las miner’ hhuelga nacional de tres di Febrero du 1961 obligd al Gobierno 4 renunciar @ su propdsito de ce Frar 50 minas de carhén del sector abiico, EN noviembre del miso flo tuvo lugar una gran huelga de miles do obreras en Iss empro- sas de la British Leyland, corpora- cidn estatal de la industria det au- Tomovil, cuya causa prineipal Te el rechizo de Ins reivindieacianes salariales por la administracién. AL mismo tiempo, Ios trabajadores 4p este soctor Insistieron en Ia re- duceién de 1a semana laboral con el fin do aumentar 1a ocupacion. Y¥ aungue los huelguistas no const guleron que sus Teivindicaciones fueran salistechas, su tesonera Iu- cha ha paesto do manifiesto que en las masas se esta acumulindo 12 indignaetén contra tos intentos reali2ados por el capital monopo- Hista de Estado para hacer recaer sobre los trabajadares todo el peso de las dificultidas econémicas E aio en curso comenz6 con un nuevo @ importante conilicto on ol transporte ferroviario: el 12. de enero, unos 25.000 conductores de tenes daciararon una huelga ae 46 horas en sefial de protesta contra Ja nogativa dela ‘administracién estatal de las ferrocarriles y_ del Gablerno de cumplir el acuerdo so- tre elevacion do log salaries a esta cateorfa de trabajadores em pro- porcion ai aumento experimentado por los precios do los articulos de primera ‘necesidad. Gon el fin de Aividir a Tos huelguistas, a admi- nistracion de los ferrocarriles anun- elo al despido temporal de. casi 15,000 trabajadores, hecho que Im- pulsd.a obretos pertenecten: tes a la Union Nacional de. Ferro- Viarios a adherirse a 1a huelga. Le ugha huelguistica de los condue- tores do trenes duré casi seis so manag y trmin6 con una vieioria, La administracién de Ios ferroca- rriles hubo de reconocer que las veivindicaciones de los maquin's- tas eran justas y accedié a elevar los salarios, tal como habia sido convonido. FRANCIA El descontento de los teabajado- res ante Ia politica economica y Social de los’ circulos. godernantes se manifesté con particular vigor fen mayo-junio de 1881, durante las Pleceianes presidenciaies y legis Tativas, que se saldaron con un im presionante triunfo de los partidos de f2qulerda. Una importante pre- misa de este éxito fue ol vasto movimiento huelguistico y tas ac clones masivas de curdetsr demo- eratico general de las mis distin- tas capas sociales. EI gran cambio foperado en ta vida politica no de- to, ompero, fos intentos del ca: pital’ monopolista de resolver los Gosajustes econdmicos en dotri- mento de los interoses vitales de Ia clase obrera, En respuesta a es- to, ramas enteras de la industria se conwvittieron en campo de ence: adas batallas de clase, En soptiembre comenzaron las huelgas de la Renault, en et st bio parisino de Boulogne ~ willan- court y eft las eludades de Sandow: ville 'y Douai, La administra- cién declaré el lockout en fabricas gue daben ocupacion a 4.000 per sonas, a lo que respondio el_sin- Gieato con la accién del 15 de fectubre, en la que participaron ‘unos 50.000 tvabajadores de la industria del automévil, El contflic to $0 agudiz6 cuando ta direecién sindical demostrd que la verdade ra causa de] lockoxt eran las ditt cultades de venta con las que tro- pozaba Ia corporacién, En noviem bre se solidarizaron con los obre- ros de Ia Renault 5.000 wahajado- res de Ins fibricas de Sochaux del monopotio Peugeot, quienes se fpusieron a la considerable inten Silieacién del trabajo. Como soia 10 la prensa francesa, las huelgas dnelarndes a finales de 1981 por os trabajadores dela industria del autemavilconsuicuyeran las mayores hatallas de clase habidas desde 1968, Una importante _relvindieacién de Ia lucha husiguistica tue Ta de implantar en todas partes un con- ‘trol democratico sobre la_produe- cin, Ta clase ohpera quiere partl- felpar ditectamente on la solucion de los problemas relactorados con a oeupacién y con la organizacion y. remuneracion del trabajo. En Jos Tucharon abnegadamente por us derechos los trabajadaras de la Industria textil_y de las cvencas mineras, Fortaleciése Ia solidarl- dad-obtera: ins huelgas ‘nacionales Ge los mineres fueron apoyadas Manifestactén de hustguistas det trabajadores exigen mejore trabajo ya la restriccion do por los metalirgicos y los trabaja- Gores de Ia construction, Los huelguistas recurrieron tam- bién a la ocupactén de empresas. Durante 225 dias, hasta mayo dei asada allo, 1os obreros_ocuparon os talleres do Manufrance, en Saint Etienne, una de las empresas més antiguas'del pais, 10 que obli- 6 a la administracion a ronunciar a su propésito de cerrarla. Los ca: S03 cada vez mas frecuentes do ‘ocupacion, acompattados a menudo de la continuidad del ciclo produc tivo ¥ de la venta de ta produccién, muestran que Ia lucha «le los tra bajadores se ha radicalizado adn mas. Un hecho caracterfstico es gue en los comites de huelga que Se constituyen en tales casos, el personal técalco y 10s eslabo- nos inferiores del aparato adminis- trativo participan cada vez mas ac- ftivamonte. Los primeros moses del prosente aflo se sigaificaron por un nuevo estallido de la lucha huelgutstica fn las principales industrias: cons: ftrucetones mocdnicas, motalurgia ¥ Jéoriea ctiroen de Aulnay (Francia). Los ies 30. op ibertades stndtoales. 0 ‘e Ia Intenstficacion del (Foto de PHumantte) quimica. Las relvindicaciones tun- damentales eran la reduccién de a semana laboral, la reforma del sistema de romuneracién del traba- Jo y la elevacion de los. salarios. Gracias a la crecionte coordinacion de las acciones de las mas impor- tantes centrales sindicales aol pats, las paralizaciones tomporaies. de trabajo (por una hora) en las em- ptesas de monopolics tan impor- antes como | Mossey-Ferguson, Rhone-Poulene y “ihompson se combinaron con huelgas nacionales (generalmente de 24 horas). ‘Tampoco lograron detener el mo- vimiento huelguistico las nacionali- zaciones Tealizadas por el Gabier- no. So pretexto de gue las empre- sas Iban a ser sometidas al con trol del Estado, los patronios proce. dieron a despidos ‘en masa. {os fobreros. respondieron con. haiel- gas, entre las que cabe destacar la de dos meses de duracién en la gran fabrica de cerémica in dustrial Seraverre, en la ciudad ineridional de Tarbes, que term: nO con una victoria de los trabe adores. ITALIA, 31 ascenso del movimiento huel- guistico aparece ligado al empeo- Tamiento de Ia situacién socio-eco- nomica. ba inflacién prosigue a rit- mos que no bajan del 20% anual. El nGmero de desocupados ha su- perado los dos “millones, 10 gue ‘equivale casi al 8% de la podla- clon activa. “a lucha huelgutstica de los tra ajadores italianos ofsece como rasgos peculiares su extension y su reciente politizacion. En Tas "rol vindicaciones figuran con creciente Irecuencia Ia garantia del derecho ‘al trabajo y. la tealizacion do re- formas sociales de caracter radical y de proyeccién nacional. Ja lucha s@ ha extendido précti- camente a todas las. industrias, prineipaimente a la metalurgia, las eoastruceiones mecanicas y" la ‘guimica. E1 ano 1981 comenz6 con luna hueiga de los obreros ocupa~ os en las fabricas del gran mono- polio aulomovilistico Alfa Romoo. En Tebrere-marzo del mismo aio tuvioron lugar importantes hucl- ges en Bellolli, D'Adgie y Simi, empresas motalirgicas del Esta: a Los trabajadotes de los sectores: no productivos de la economia de- fienden también con tesén sus de- ethos, En octubre del mismo aio, ‘atendiendo a un Tlamamiento de la Ganfederacién General Tatiana del ‘Trabajo, la Confederacién Ttallana de Sindicatos de los Trabajadores y la Uni6n Italiana del Trabajo, los empleados de todos los aeropuertos Hevaran a cabo una huelga de sols hicras para obtener mejores con- dislones laborales. El pasado mes fe marzo. fueron ala huelga 800.000 trabajadores do la indus wa turistica, oa sonal de protesta sopre todo ‘por la amenaza de grandes. despidos. Ta actividad huelguistiea de tos trcbajadores itallanos se ha incre- mentado considerablemente este ‘afl. En enero habfan interrumpi- do el trabajo ante 1a amenaza de ‘despido 200.000 trabajadores de 1a industria guimica y, en febrero, 30000 metalargicos. En marzo vol- vieron a deciararso en huelga los trebajedores de la industria quimi fea esta vez con Ia participacién de {609.000 personas que exigfan la re- novacion de los convonios colecti- os, programas eficaces do dosarro- io del sector, el cese de tos des- pidos y limitaclones para la pene- freelén del capital oxtranjero, Cer- cca de 50.000 trabajadores de. esta Industria, procedentos de distintas: zonas dol pats, se concentraron en Roma con ol fin de participar en unt manifestacion de protesta wn ‘contra 1a politica econdmica del Gobierno, Frosiguieron su lucha los {rabajadores del transporte aéreo, ‘con repetidas huelgas de varias ho. Fas, que Interrumpieron las comu nleaciones por aire, El movimiento huelgutstico ttalia- no ha ofrecida brillantes ejemplos do solidaridad proletaria. El acre- feido af4n unitario queié patentiza: ‘do en Ia huelga general de ocho horas que tuvo lugar ol pasado 15, de enero en las zones meridiona- les del pals y a la que se adhirie- ‘ron los trabajadores de la reg!én central de Lazio. Segin el rotativo Corriere della Sera, Ia huelga fue fel toque a rebato con el que los trabajadores quisieron atraer la atencién del Gobierno, el Parla- mento ¥ los partidos politicos ha cia la dramatica situacién_ socio ‘econémica del Mediodfa Italiano, REA A finales de 1980, 14 Federacion de Ascclaciones Patrnales acords ‘no aceptar, al revisarse los acuer- dos de tarifas salariales, Ia exigen- ‘cia de los sindicatos de que se ele- ‘vasen los salaries en consonancia con el alza de los precios. La res- puesta de los trabajadores fue una Intensificacién del movimiento hiuelguistico. ‘Ante las acrecidas_dificultades ‘econémicas y el aumento del de- empleo, los sindicaios han co- menzado @ aplicar en la luchs con- ‘tra el capital una téctica modifica- da que recibié el nombre de «nue- vo movimiento» y que consiste en uuna combinacién exible de distin- tos medias de presién sobre. los patronos, tales como las huelgas de advertencia, las manifestaciones. las asambleas en horas de traba. jo, admitidas por los eonventos co: loetivos. Todo esta hace que el eno. migo de clase no pueda recurrir al lockout, método quo en la RFA es ampliamente utilizado. Durante tres moses, del 14 de enero al 23 de abril de 1981, @1 siadicato de la industria metalmeciatca sostuva luna lucha tesonera por sus reivin: dicaciones salartales, que tuvo tn @xito parcial gracias a la huelga nacional de edvertencia declarada por mas de dos millenes y medio de trabajadores. ‘Al igual que en otros paises oa pitalisias, los trabajadores germa hooeridentales recurren a un me: dio de lucha tan radical como es Ta ocupaci6n de empresas. En abril del ato pasado, por ejemplo, los fobreros ocuparon el edificio de 1a administeacion del consorcio Hoesch, en Dortmuné, y lograron que la direccion de ln empresa aceptase revisar, juntamente con 2 representantes de los sindlcatos, los planes de reduccién de la pro duccion. (tra ejemplo de lucha por los puestos de trabajo nos lo ofrecen fas acciones emprendidas con buen éxito por los. trabajadores dol gran monopolio de la industria gut- mica Akzo-Enka, para oponersa a los intentos realizados por los mo: nopolies para trasladar la produc- clon a empresas instaladas on pal- ses con mano de obra barata. Los pattonos hubleron de atender las demandas del consejo de produc- elén y renunciar al clerre de la fabrica de Kassel ‘Un tasgo peculiar de la presen- te etapa de intensificacion de la protesta social activa en la. REA fs la acrecida participacton de tas capas no proletarias en las accto- nes de la clase obrera, Ahora no hay mitin, manifestacion o marcha fen la quo no tomen parte ingenie. os, téenicos, estudiantes y perso- nal sanitario y docente. CANADA En la lucha entre el trabajo y ct capital cabo destacar ante todo las huelgas de los obreros de las Industrias motaldrgica y maderera, de los empleados do correds, tele grafos y tolocomunicaciones, de la radio estatal y de los servicios con- twa incendios. Durante tres meses ojaron de acudir al trabajo los em- pleados ‘municipates de la provin- cia de Columbia Britanica. En agos- to de 1961 fueron a la huelga 48,000 metaldrgicos de Ies provin- clas de Ontario y Quebec; en sep. tiembre siguieron ou ejemplo 13,000 obreros de las acerias de In Steel Go. of Canada, en Hamilton, y més tatde se adhitieran a ellos cast dos mil trabajadores del importante monopolio’ Inco. Sgin la. prensa progresista canadiense, este con- fMieto ha sido uno de los de ma- yor trascendencia en los altimos Afios, pues significd para tos huel- gulstas la salisfaccion do la_ma- yorla de sus reivindicaciones. Tam- blén fue un éxito la huelga de 23,000 empleades de coreos que duré més de 40 dfas y tras la cual se consiguieron alzas salariales, mejores condiciones materiales pa: ra las trabajadoras madres y otras El pasado mes de enero tuvo 1u- gar en Montreal una huelga de 7.000 conductores de autobuses trabajadores del metro, El Gobier no de la provincia de Quebec pro: ‘mulg6 una ley reaccionaria por la gue quedaba probibida dicha ac: Gon y so amenazaba a los. huel: gulstas con grandes multas y el espido, La huslga s6lo cos6 al sex: to dis, cuando las autoridades de Ja provincia anunctaron 1a posible disolucién del sindicato de mecé- ricos y conductores del transpor- te urbano, que la habla encabeza do. OTROS PAISES Sigue siondo muy tonsa la situa: cidn en Bélgica. Fl 8 de febrero se celebr6 una huelga general de 24 horas, declarada por la Federacién General del Trabajo y que se de sarroll6 con 12 organizacion de pi- quotes ante numerosas entidades municipales, manifestaciones y mi- tines, en Ids que se corearon las consignas «No al desempleol», slmpidamos la reducclon de los Ingresos de los trabajadorest», siMayores Impuestos para los pa {fonos ¥ no para los obrerost». La {tension soclal aument6 ain mas al Iniclarse las huelgas en los contros Industriales de Lieja y Charleroi y en las empresas de Namur, el Brabant ‘valon y otras provin- cias, Siguleron la lucha los trabaja- @ores de las industrias motaldrgi fea, de construcclones mecinicas.y de’ neuméticos y los funcionarios ppblicos, a 10s cuales se sumaron los olretos de las filiales en Bélgi- ca de las transnactonales Renault, Memcrex y Caterpitler. Esta poten. te accién do los trabajadores. tue Ja respuesta a a politica guberna- mental de «apretar los cinturones y de connivencia con los monopo: Ios, que estan levando a cabo des. pidos en ‘masa. La clase obrera ha Consoguido que el Gobierno acepte conceier subsidios a las empresas motalirgicas y adoptar una. serie de medidas para proteger al sec- tor frente a competencia extranje- En Portugal, la Confederacién General de Trabajadores Portugue ses — Intersindieal Nacional ha lle- yado a cabo el pasado mos do fo. brero una huelga politica nacional sin precedentes por sus proporcio- nes, pues en ella particips el 70% do los trabajadores del pafs. Que daron totalmente paralizadas mu chas empresas. industriales. Niun solo obrero 0 empleado acudio al trabajo en 1a metalurgia, las cons Truceiones navales y las’ indusirias. toxtil, do transformados metalicos, minela y otras. Segin un docu- monte de la Comision Politica del Partido Comunista, 1a huelga geno- ral asest6 un duro golpe los par- fides gobernantes dela Alianza Domosratica y a sa politica. En. mayo, como protesta contra la po- Iitiea represiva del Gobierno de los partidos derechistas, Tos trabajado- es portugueses volvieron a decla rar una huelga nacional, que fue apoyada por més de 200 sindica tos. Estas grandes acciones de Clase han puesto claramente de manifiesta que el actual Goblemo, culpable principal de la prafunda crisis en que se encuentra sumido fl pals, debe dimiti. ‘Una aguda lucha contra los ple. nos de rigurosa austeridad del Go. Dierno se ha dosplogado en Sue- cla. En marzo de este ao fueron 4 Ia huelga los obreros del consor flo auitomovilistico Volvo y do las empresas de la importante compa: ‘Mia. Uni6n Carbide, de ‘Trotinattan, Mas de 10.000 obreros de Ia indus: twia del metal Sirmaron una petl- clon al Gobierno ‘solicttando que Ro se redujeran las aaignacionoe para la. seguridad social. Grandes huelgas de los metaldr- sgicos, Ios constructores y los fun- Glonatios piblicos tuvieron luger fen Australia a fines del afio pasa 4o. Los participantes en ellas ox! gian mejores condiciones de tra: bajo, elevacién de los salarios y re- duccion de a semana labora. ‘A-comienzos da este aho se de- clararon en huelga los mineros del carbon. Ta tradicional ofensivade_ pri mavera de los trabajadores de} Ja Pon se produjo, tambien en 1982 y fn ella particlparan obreros do ta Industria dol. metal ¥_trabajadores del transporte. por carretera, ast como tos portivarios, 10s empicados de correes y otros, que deciararon hhuelgas de duracién variable, des de media bora hasta 48 horas, ex! Biendo elevacion de los, salarios, mejores condiciones de trabajo ¥ el cese del alza de los precies. Las consignas polfticas ocuparan wn. importante lugar, mereciend> des tacarse entra elias Ia de ce se ponga tina Ia militarizaolin dol ats, la ruptura del blogue militar con los EE.UU,, la prevenciox de la ‘amenaza nuclear y la probibicion total de las armas nucleares. En- eaboza la lucha de los. tralajado. es japoneses el Consejo para la celebracién conjunta de la ofensi va de primavera, on representacion de 170 sindicatas, con un tatal de 8.000.000 de afitiados. HECHOS, Y SOLO HECHOS De Ia historia de las relaciones sovi Bstimada Redaccton: jco-chinas Bs sabido que en Pekin culpan a la URSS del estado en que se encuentran 1s relactones sovlétieg-ehinas. cs clerta To que dicen? Quistera conocer he ‘hos coneretos de ta historla de estas relaciones. "2. Bangladesh LAS RELACIONES entre estos os Estados vocinos —la Union So- vietica y la Replica Popular Chi ha —constituyen no sélo un proble- ‘ma bilateral, sino también un im- pottante factor de la politica inter. nacional en su conjunto. Del esta: do de las relactones soviético-ch. has dependen on alto grado 1a es tabilidad tanto a nivel regional co- mo global, 1a paz y la soguridad de los puoblos. Lamentablemente, a lo largo do mao de weinte hoe be han acumulado en ellas bastantes problemas complicadas, Esta claro Que su arreglo efectivo rosponde: fia alos intereses y aspiraciones de ambas pueblos, contnbuirfa al saneamlento del clima politico tn: femacional. Pero mientras en la Union Soviética se considera que e1 mojoramiento de las relaciones es posible y desde hace tiempo apremiante, en China plantean, en calidad de epago» por ello, condl- Gongs a todas laces inaceptables, exigiendo que so revise 1a propia historia de las. divergencias. enfo- céndola oxclusivamente através el prisma de las versiones pequi- hnesas. Los hechos, sin embargo, rnos convencen de que la URSS no fue nunca Ta iniciadora en el em peoramiento de las relaciones con Ta RPCh. Al contrario, siompee ha deseado y desea la buena veeindad feon China. Veamos lo que dicen los hechos. LO QUE SILENCIA PEKIN 1a propaganda oficial de 1a RPCh repite machaconamente que ina de las causas del empeoramiento de lag felactones consiste en que la URSS «no qulso» ayudar ni spoyar fa China en visporas do Ia revolt cién china y después de su victo- tial, Al divulgar esta tesis pasa en 1 véase, por ejemplo, 1a docteracion de In Agenela Hsinua'éol 15 de fo do 1963, * Segan muestran los hechos, ef ‘movimiento huelgufstico en 10s af ses capitalistas industeializados si- ‘Sue constituyendo para Ia clase obrera y los demas trabajadores un farma eficaz para Iuchar contra 1a burguesfa y defender las conquis: tas sociales. Es més, ha pasado ser el aglutinante de distintos. mo: vimientos de indole demorratica general en los que participan las hhasas tabajaderas. Las , Cier- to es que por aquellos tiempos al- gunos ‘dirigentes de la RFCh so ostraban descontentos, por ejom- lo, de que el crédito concedido a China por la URSS on virtud del Tratado de amistad, allanza y aya da mutua, {ese de «sélo» 300 m- Hones de délares. O de que Ins de. mandas de China de suministrarle hasta’ el 80% de la produecion anual soviética de algunos tipos de maquinas horramienta- suparase, las posibilldades de la URSS. Pero en general, la ayuda sovlética me- Foela ontonces on Pokin las més entustastas apreciacio en ro- Tacién con diversos aspects del estimelo material on la URSS, se 0, Fl poriédico Hellungkiang [ih pao reprodujo las palabras de un estudiante chino que exhortaba a sla recuperactén do las. tlerras uusurpadas por la Uni6n Soviética» y expresaba la «firme decision de Juchar hasta la Gltima gota de san: ‘gre bajo la consigna de “vengan: Za". En otras Totativos chinos so citaban —so pretexto de censurar- Tos— ejemplos similares de ral sas declaraciones antisoviéticas. 1957. E] periédico Wenhut pao, que apareola en Shanghai con und 4 Jenmin Jinpao, 15 ae febrero do 1953, Tibld,, 29 de diciembre de 1956, tirada de 150.000 ejemplares, publi 6 capftulos de un libro antisovie- Aico de la periodista norteamarica- ha A. Strong. Eso mismo ano, el Doletin de Hsinhua informs por’ ex tenso sobre la aparicién de eart Jos antisoviéticos en el Instituto Padagogico de Anhui, uno de los cuales docfa: «Hay que ajustar las fouentas @ la UniGn Sovlética». 1958. Dirigiéndose a representan: tes sovieticos, Mao Zedong escri- bia: «En el momento actual corren ya muchos rumors. falsos acorea de entre nuestros dos patses. zPero acaso podemos ‘ocuparnas de todos esos rumores? Que hacer? {Al diablo con. esos Fumores! Nosotros, sin embargo, seremos hermanes ‘de una misma familia durante 10.000 altos’. Al mismo tiempo, en reuniones cerra- das hablaba ante los activistas del partido acerca de a erestauracion del capitalismo en la URSS», del ‘edosentreno do las fuerzas capita listas en la Union Soviética», de la necesidad de luchar «10.000 afios» contra el «revisionisma soviético». 1959, En la reunién del CC del Pcch colebrada en Bheldalje en agosto de dicho afio, Mao Zedong se refivid explicitamonte @ la nece- sidad de «prepararse para le rup- tura» con la URSS y «no temer la ruptura». En esa misma ocasion plantes la tarea de «crear contra- Gicciones» con la Unién Soviética, En cumplimiento de esta tarca, fen octubre de 1960 la parte china exigié Inopinadamente Ia revision fe os acuerdos soviétieo-chinos de colabaractén clentifico-técnica, ast fecomo In anulacién de todos’ los compromisos asumides en virtud 2 aeuerdes anteriores. Contraria mente a Tos intereses dol desarro- No econémico dela RPCh, en las hegociaciones mantenidas en febte- royjenlo de 1961 los. ropresontan- tes chines renunclaron a Ia ayuda do la Union Soviética en la cons ‘truccién de 89 empresas industri les y otras 35 obras, por un valor total de 1.109 millones de rubles. 1a linea de reduccidn de los vinew- los con la URSS afectaba también al comercio exterior y la colabora- ‘cin cultural. En comparacién con 41060, el volumen de los suminis- ‘ros ‘mctuas en 1961 so redujo en 1 47% y o} programa de intercam- bio cultural, en el 30%. ‘Tratando de ondosar a In URSS. Ja responsabilidad por el empeora- miento de las rolaciones, la. di gencia poguinesa habla de la cri. lea soviética a las acciones de Mao Zedong. Si, a finales de los afios 50 la Unién Soviética advir~ * Cuestlones de ta historia det PCUS, we 10"ee 2075, "p37 116 varias veces de las consecuen- ‘clus perniciosas que acarrearian los intentos de realizar ol «gran salto» en el desarrolio de 1a economia na- clonal de la RPCh, Posteriormente, la URSS proving a Pekin también contra el funesta curso _maotsta oriontado a la «revolucion cultu- ral». Pero también en China se ca- lifiean hoy esas acciones de Mao como serrores de cardeter avente: vero» que provocaron «diez aos de caoss?, ANTISOVIETISMO ERONTAL Reliriéndose a las relaciones so: viético-chinas, Mao Zedong dijo en 1958: «Si comparames nuestras re laciones con diez dedos, podemos decir que en nueve de ellos existe plena Unidad y solo en uno de los mefliques existen diserepancias>. Desde comienzo de los afios 60, 1a sregla del mefique» se hizo exten- siva en Pokin a los «diez dedos». Pronunciarse en todos los casos contra la URSS, este es el. princl- pio basico adoptado por los diri- gentes de la RPCh en el enfoque do cualquier cuestién bilateral o internacional. Citaremos algunos hhechos da aquellos tiempos. 1961, La Direccién Politica Prin: cipal del ejército chino publics en e} Boletin de Servicios interno al unos postulados de la resolucton ‘Aprobada en una reunién ampliada del Consejo Militar del CC del PCCh, en la cual se decia, en par- tleular: «Nosotros no s6lo’ estamos luchando a muerte contra al impe- Fiallsmo, sino que nos encontr: mos también en visperas de una dura batalla contra el revistonis- mo contempordneo....» (se refiere a le Union Sovidtica).. 1962. La parte china realiz6 una serie de provocaciones contra fun- Clonaries de Tos consulados sovlé- teas en Xinjiang, incluldas bruta- les detenciones, el cacheo de di- plomaticos, ete. So corraron las so- Ciedades locales de ciudadanos so- viéticos y sus dirigentes fueron de- tenidos en baso a falsas acusacio. hes de «actividad antigubernamen- tal» y vulneracion de las leyes chinas, 1962. La ditigencla pequinesa desplegé una campafia contra a Union Sovidtica increpandola por haber firmado 21 ‘Tratado de prohi- bicién de las pruebas de armas nu- cleares en la almésfera, en el es- pacio eésmico ¥ bajo el agua. Jen- Inia Jihpaoy “Hungcht insertaron ing serie de articulos, on los que por primeza vez cn China se ha- fomplo, Jenin jth “ao 1981 cia pablicamente une aprectacion calumniosa de toda la politica ex: terior @ interior del Estado sovlé- eo. 1964, «Nugstras relaciones con ta Unién Soviética vienor. empooran: do constantemente desde 1986, a partir del XX Congreso del PCUS ... —dijo Mao Zadong el 10 do julio en una conversacién con representantes del Partido Socia- usta Japonés—. [a parte contraria ha propuesto suspender la polémi- ca pablica por 10 menos durante tros meses. Nosotros hemos decla. Fado que no la suspenderemos ni siguiera por tres dias». EI 4de sep- tlombre, en ana reunion celebrada fen el CC del PCCh Mao dijo: «Res. pocto a las relaciones soviético- chinas. Debemos prepararnos para factuar con las dos anos; estar Iistos para 1a ruptura, pero Tuchar por retrasarla, Es nécesario quo, cuando ocurra, no sea una sorpre- san. Con el fin de agravar 1a tirantez fen las relaciones con la URSS, on Jos aflos 60 las autoriéades. pequ!- nosas intensificaron Ta actividad provocadora on la frostera sovie: Hco-china, Si del 1° de octubre de 1984 al 1° de abril de 1965 se te: gistraron 26 pasos de la frontera Soviética por cores de 150 cluda: anos chinos, inciuidcs militares, fn tan s6lo 15 dias de ebeil de 1963 la frontera tue violada 12 veces, ‘con la participacién de mas de 500 eludadanos y militares de la RPCh. Y en 1267, més de 2,000 veces. En diciembre ‘ae 1967 y onaro de 1968, las autoridades chines realizaror grandes provocaciones en la isla do Kirikinsie y en al rfo Ussuri, y fen marzo de 1969 organtzaron sina fagresion armada en ia isla de Da- Manskl. En agosto de 1969, las tro- pas chinas violaron la frontera con la URSS en la region de Semipa- étinsk (Repablica Socialist Sovlé- tica de Kazajla). EL IX Congreso del PCCh, co- Jebrado en abril de 1969," ofi- cigliz6 el antisovietisma do ta politica exterior de la FPCh y plan- fed la tarea de crear un fren- te antisoviético internacional. En 197*-1972, China estableci6. apres ralamente rolaciones éipiomstieas con 38 Estados del mundo capita. lista, y en febrero de 1972, como resultado de Ja visita a la RECh del Presidente do los EE.UU., Richard Nixon, so aleanz6 un notable avan- ce enol desarrollo de las relacio- nes chino-norteamericanas sobre tuna base antisoviética, El X Con- greso del PCCh, convocado en agosto de 1973, ‘mareb un nuevo paso en la politica exterior de Pe kin: sien los afios 60 luchaba con tra 1a URSS bajo ol eslogan de ha- cer frente al «imperialismo norte- americano y su acélito» {se sobre- entiende la’ Unién Soviética), aho- ra a la URSS se Ia declaraba abier- uente «enemigo NP I. Sin darse por satisfechia con la proclamacién del curso. antisovié- tieo en los congresos del partido, en 1975 la dirigencia pequinesa de- eldi6 refrendar en la nueva. Cons- titucidn de la RFCh Ia orjentacion de lucha contra Ia URSS. De su texto fueron excluldas las’ eldusu- las que en la Constituctén de 1954 se referfan @ la amistad chino-s0o- Yvlética, 1a cooporacién con otros palses’‘socialistas y la. politica ox- terior pacifica de la RPCh. Los ores dela nueva Ley Fundame tal do China orientaron al. pats a Ja confrontacion con la URSS au- rante una larga perspectiva hist6- rea. Ta dirigencla peguinesa decidio tambien destruir’ la base. contrac tual-jurfdica de las rolacionos en- tre ambos paises. El 3 de abril de 1979 anunel6 que no prorrogaria el ‘Tratado de amistad, allanza y ayu~ da mutua entre la Union Soviética y ia Republica Popular Chine, con- cortado on 1950 para un plazo de 20 faflos. Esta accién unilateral al unf- sono’ con ottos pasos antisovieti- 0s de Pokin, confirms definitiva. mente el caracter planificado de Jas medidas encaminedas al em- eoramiento y socavacién de las Folaciones con 1a URSS, LAS INICIATIVAS SOVIETICAS Y LA POSICION DE PEKIN En Jo que concierne a la Union Sovidtica, ella no ha buscado ni basca Iaconfrontacién con la RPCh. «Jamas hemos considerado normales la enemistad y el enaje~ hamiento entre nuestros paises —destacé Leonid Brézhnev, Sacre- tario General del CC del PCUS y Prosidente dol Presidium del Soviet Supremo de la URSS, en el discur- 50 pronunciado en Tashkent el 24 de marzo de 1982—. Estamos dis- uestos a concertar, sin condicion previa alguna, medidas aceptables para ambas partes a fin de mejo- Far las relaciones. soviética-chinas sobte la base del respeto mutuo de los intereses de la otta parte, la no- injerencia en los asuntos internos y el beneficio reetproco, y, por su- pussto, sin que ello redunde en erluicio de terceros patsess!™, La Union Soviética ha demostrado on més de una ocasion esta disposi- clon. Recordomos algunos hechos de los afios 70. Pravda, 25 du marzo de 1962. ei 1970. La parte soviética propuso mantener negociaciones a fin de preparar un proyecto de acuerdo Interestatal de no agresién rect procu de las fuerzas armadas, in- eluidas las nucleares, ¥ do probibi- cion de la propaganda de guerra ¥ do Ja proparacion para la guerra Fontra Ia otra parte. El Gobierno chino. cludié, de echo, dar res- puesta a esta proposicién. 1971. El Gobierno soviético ado- ant6 Ta iniciativa de coneortar in. medictamonte un tratado bilateral Sabre of ne uso do la fuerza o la amenaza de omplearla en cuales: guiera formas, incluidas las armas Convencionales, cohoteriiosy mux cleares. La parte china no acced' tu firmar tal tratado. 1072, Gracias a los esfuerz0s de Ja Union Soviética se logeé cierto progreso en las relaciones comer: isles soviético-chinas. El Inter~ cambio de mercancies entre am- bos paises" aument6, aproxima- damente, en el 5496. 1073. Para sacar las negociacio- nes sabre las cuestiones fronteri- 298 de! atolladero en que se encon- fravan por culpa de la parte china, la URSS present un proyecto de acuerdo acarca del trazado de la frontera soviético-china en su par. te oriental, La propuesta soviética permitia regular todas las cuestio- hes frontorizas en un sector de 4300 Kulémetros de extension. La parte china rehuso la propuesta, motivando su negativa con la sexis- tencla de regiones en litigio» en el territorio de la URSS. 1974, ba Unién Soviética deck id satisfacor la peticion de Pekin de prolongar hasta Mosca las Tu- tas reas chinas. Por inictativa de Chino-Sovietien, rechazada, Namamtentos a es. Yatsen. propuestas la URSS so colobré Ja XIX rounién do 14 comision mixta soviétlco-chi- na para Ia navogacién de los soc tores fronterizos de lus rios de la ccuenca dal Amur. Ja Union de Socledades. Sovieticas de Amistad —en una carta rem da a través de la embajada de la URSS en Pekin— invit 2 su III Conferencia Nacional una delega- elén de la Sociedad de Amistad Ta invitactén fue 1975, En el Plono de abril del CC del PCUS se volvi6 a confirmar ta Aisposicion de la Union Sovistica fs restablecer 1a amistad y le coope- Facién con ot pusblo chino. En Pe. kin permanecieron sordos ante los los favanzar hacia el eatablecimionto de relaciones de biiena. veoindad entre ambos pal- Eso mismo silo, represontan- tes de 1a embajada de Ia RECh on Mosed se negeron a asistir a 108 actos, organizados por la Untén de Soctedades Soviéticas de Amistad y la Sociedad de Amistad Soviéti Co-China,en memoria del gran re- volucionario demécrata chino Sun 1976, En_soptiombre, la prensa soviética eso unilateralmente la piublieacion de materiales criticos . Acerea de China. En los encuentros Soviético-chinos para las cuestlo- ‘nes franterizas, 1a URSS reiter6 las, ‘adelantadas mente para concertar tratados de hho uso de la fuerza y no agresién. Se expresé una voz més 1a dispo- sien de Ia parte sovietica de am- pllar el comercio, restablecer los Vinculos entre las sociedades de amistad, 1os contactos en el terre- no de Ia sanidad, ote, Poldin res- pondié con el recrudactmiento de los ataques antisovieticos. 197. A fin de mejorar las rola. ciones con la RPCh, las autorida- des soziéticas parmitieron el trén- sito de buques chines por aguas interne de la URSS, cerca de Ja barovsk (durante el estiaje en el ra~ mal ironterizo}. Ese mismo afio se propus a China la reanudacion de los cortactos clentifico-técnicos. a propasicién quedé sin respuesta. 1078 EI Presfaium del Soviet Su premo de 1a URSS se dirigié al Co- mite Permanente de It Asamblea Nacional de Represontantes. Popu- Tages ce China proponiéndole emi- tir une declaracién conjunta sobre ‘incipios de Ins. relaciones. entre ambos pafses. La parte chi: ha rechaz6. esta Iniciativa, plan~ teando condiciones previas inacep~ tables para cualquier Estado sobe~ 1979, Como resultado de los in- sistentes ostuerzos de Ja URSS, en Mosc so entablaron nogociaciones sobre los problemas de las relacio- hes inlerestatales soviético-chinas. Por inieiativa de la parte china, las hegoclaciones fueron interrumpl- das. Ese mismo allo, Tales son los hechos. Hechos que no solo desmienten las afirmacto- nes de Pekin acerca de la respon. sabitidad dela URSS por el estado de. las relaciones soviéti~ co-chinas, sino que muestean cla- Tamente que en fo que concierno a hotmalizar estas. relaciones sigue siendo la parte china la que tie~ ne la palabra, P, ANIN ‘anteriar- CRONICA’ W Atendiundo a la propuosta presentada por representan: tus de varios partidos; el Colagio de Redaccion destgnd inimemente & uno de sus intograntes, Yurl Alexandre: ‘ich Skitéroy, representante del PCUS en la revista, para el cargo de director de Revista Internacional. Un representante del Partido Comunista det Eucador s# ha medrporado al Consejo de Redaccion de ln revista, levindose 0 65 el simero de partidos comunistas y obre- Fos rapreseatados en el mismo, Wi invitodo' por el Comite Central del PCUS, un. grupo. 4S miombros ‘del Colagio y det Consejo de Redaccion de Revleta Internacional vista la URSS. La delegacion se in- formo del trabajo que. desaerollan 10s comunistas soviéti- foe pasa, matoriniae las gusoleiones Aint XXV0-Coujrese del Pous y de les proparativos para celebrar el sexage= nario de 1a Union Soviet, OU ee eee Tey DEL PARTIDO COMUNISTA DE CHILE {otene de la contratapa) mo pallativos, no tienen ni siquiera el valor de una aspirina o una cataplas- ma para un enfermo grave. Desde el punto de vista de la reactivacién eco- nomica y del empleo, carecen de efec- tividad. En el mejor de los casos, ellas darian ocupacion a algunas decenas de miles de personas, en circunstancias que la cesantfa ha aumentado en estos meses en centenares de miles. 3. El Partido Comunista quiere decir con toda claridad que no caben ilusio- hes y que el pueblo no puede esperar nada de sus enemigos sino todo de su lucha, La crisis que vive el pais es eco- nomica, social y moral. Llega al inte- rior del régimen y hace aumentar el ndmero de los que estén por un cam- bio de rumbos. Maduran las condicio- nes para que asuma los caracteres de crisis politica. Pero, si no hay suficien- te lucha, las condiciones no maduran y las contradicciones sociales se pudren facilitando la perduracién de la tira- nia. La oposicion es la inmensa mayorfa del pais. Una parte significativa de ella combate por la lbertad, algunos con denuedo y sacrificio y otros al menos con su testimonio. Saludamos a los que combaten. Saludamos los esfuerzos que realizan miles y miles de luchadores antifascistas. Un simbolo de la resis- tencia viva ha sido la reciente semana por los desaparecidos. Pero, otra gran parte de la oposicién permanece inac- tiva. Para vencer se requiere el enten- dimiento, la cohesi6n y la movilizacin de la mayorfa, es decir de toda la opo- stcion, 4, Se va camino de nueve afios de terror fascista. Nueve afios de Estado de Sitio. Nueve afios de persecuciones. Y lo que més teme este régimen es la unidad y la lucha del pueblo y el en- tendimiento de toda 1a oposicién. Do- mina no s6lo por la fuerza de las ar- mas, sino también por la division de sus adversarios. Quienes, siendo enemi- gos de la tiranfa, se muestran reacios a la unidad, favorecen —quiéranlo 0 no— a Pinochet. No hay razones aten- dibles para retardar la unidad. Todo in- tento de torpedearla, colocando en pri- mer plano prejuicios 0 intolerancias, conspira contra lo principal, que es ac- tuar en contra de Pinochet. En el momento en que la unidad y la lucha son més urgentes para defen- der el pan de los trabajadores y para transformar esta dolorosa crisis econd- mica en una crisis politica del sistema, reaparecen desgraciadamente en el se- no de la oposicién, actitudes sectarias, excluyentes, conciliadoras, inconse- cuentes y acomodaticias. Como parte muy importante de la lucha contra el fascismo, se requiere combatir tales {stgue a la vuelta) Precio 4 Kés a ee a a Ee, ee COMUNICADO DE LA COMISION POLITICA DEL PARTIDO COMUNISTA DE CHILE (otene de ta vuelta) actitudes antiunitarias y el anticomu- nismo que lleva a la Democracia Cris- tlana a seguir renuente a la unidad y que en ese partido y en otras colecti- vidades, incluso de izquierda, induce a que crean que en Chile se pueda resol- ver los problemas sin el concurso de todos los demécratas, comprendido, desde luego, el Partido de Recabarren y Neruda, de Lafertte y Victor Jara. 5. El Partido Comunista mantiene to- da su fe en la capacidad de lucha y de victoria de la clase obrera y del pue- blo. Esta seguro de que éste es uno de los momentos propicios que presenta la vida para imponer un cambio de rumbos en el pais, a condicion de que, empezando por los més decididos y conscientes luchadores antifascistas, por los trabajadores més combativos, por los partidos y corrientes ‘politicas més unitarias, pongamos en primer tér- mino lo que nos une y no lo que nos separa. Las diferencias ideolégicas y f1- los6ficas no pueden ser un obstaculo para combatir al fascismo. Lo que nos une es, por otra parte, mucho més. Los comunistas estamos dispuestos al didlogo y a la unidad y la lucha conjun- ta contra la tiranfa con todos los opo- sitores y en todos los niveles. Estamos decididos a emplear las més variadas formas de lucha, a concentrar nuestra accién sobre todo en el estado llano, en el coraz6n del pueblo, en el seno de las masas, junto a todos los que sufren las consecuenclas del fascismo y quie- ren combatir. En cada sitio de trabajo, de estudio 0 de residencia, lucharemos junto a los que quieran luchar y nos uniremos con los que estén por la uni- dad, siempre dispuestos al acuerdo con nuevas fuerzas que se quieran sumar al combate coman. 8. Apoyamos el Hamado de Tucapel Jiménez, los reiterados esfuerzos unita- rios de la Coordinadora Nacional Sin- dical, la declaracién de la ANEF del mes de abril, el comunicado de siete partidos de la izquierda reunidos en México en apoyo a los pueblos de Cen- troamérica y de la reivindicacion ar- gentina de las Malvinas, y el lama- miento a la unidad y al combate for- mulado por los partidos Radical, Socia- lista, Comunista y MIR. Cualquiera que apunte los fuegos de su critica y su ac- cién contra la tiranfa, cualquiera que dé un paso hacia la unidad de la oposi- cin, tendré nuestro respaldo. Se re- quiere, en las palabras y sobre todo en los hechos, nuevas iniciativas. Se re- quiere remontar el estado de disper- sin de las fuerzas opositoras. Podemos y debemos luchar juntos. Podemos y debemos reconquistar la libertad. Con Ja raz6n y la fuerza iVenceremos! LA COMISION POLITICA DEL PARTIDO COMUNISTA DE CHILE 31 de mayo de 1982.

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