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Mi primer entrada de blog y mi primer teclado

El día de ayer fué 6 de Enero, siii!!, día de reyes magos, este año eh
decidido crear mi blog, quizás me entraron las ganas de crear mi propio
blog después de ver el de Diego Manzano Orta, un amigo que tiene gran
redacción para este tipo de cosas. Sin embargo creo que otro de los motivos
por los que quiero crear mi blog, es para continuar mi “diario personal”(que
gay suena eso), pero de una forma nueva y más práctica, tal vez no puedo
tener la misma confianza sobre un blog que sobre mis viejos cuadernos a
los que llamaba “diario” (que realmente no es un diario, yo lo llamaría
“semanal o mensual”)además se me han hecho tediosos y me parece más
rápido y sencillo poder escribir sobre este teclado.

Sin embargo, no les hablaré del teclado sobre el cual ahora están bailando
mis dedos.

Ayer mientras retornaba a casa en el tradicional pesero de la ciudad de


México, se subieron dos señoras y una niña como de unos 3 o 4 años con
una “barbie” en sus manos, que seguramente había encontrado debajo de
su árbol ese mismo día. Quizás fui un metiche, pero no fue mi culpa que el
pesero estuviera tan silencioso y las señoras hablaran con una gran presión
sonora. Una de estas señoras comentaba que cuando era pequeña, su calle
se llenaba de niños jugando con sus nuevos juguetes y que incluso
bloqueaban la calle, y que hoy en día ya nada es igual, que ahora la
inseguridad y la crisis han acabado con esos bellos momentos.

Y me quede pensando en que quizás yo todavía viví un poco de esa buena


época. Y recordé como había pasado yo mis días de reyes.

Hay uno que es muy especial… cuando tenía 8 años y estaba en la primaria,
el profesor de música nos ponía a cantar canciones de “Chava Flores” y
siempre nos acompañaba con su “piano”, ese profe era el “amigo de los
niños”, en alguna ocasión nos dijo: “ahora que se viene el día de reyes, no
pidan juguetes que arrumbarán en una caja a los 30 días, pidan algo que
realmente vayan a ocupar por mucho tiempo y que los haga pasar ratos
felices” y nos dijo que sería bueno que aprendiéramos a tocar un
instrumento musical, creo que aunque estas frases no tenían nada poético,
son frases que no puedo olvidar, y así fue… en mi cartita a los reyes magos,
escribí que quería un “piano”.

Y así fue!, debajo de mi árbol encontré un teclado, me dio una gran


emoción… porque sabía que era un teclado “de los grandotes”, y ya me
imaginaba yo frente al teclado, tocando villancicos de navidad. Pero al poco
tiempo vino mi desilusión. Yo no lo recuerdo, pero dice mi madre, que la
cuadra estaba repleta de bicicletas, que era casi una locura intentar sacar el
coche, y que yo solo me quedaba mirando como todos los amiguitos de
Kevin se divertían con sus bicicletas, y yo era un looser y me regresaba a
casa a contemplar mi aburrido teclado que de entrada ni un sonido le podía
sacar, y que a mediano plazo incluso tendrían que venir a darme clases
adicionales para tocar el mendigo aparato.

Creo que esto debió haber sido un trauma en mi infancia, por lo menos los
“30 días” antes de que a los amigos se les bajara la emoción de sus
juguetes nuevos.
Por eso ayer, 9 años después, regresé a casa muy feliz, y fui con mi
“antiguo, obsoleto, casi descompuesto, amateur Casio” que ayer cumplió 9
años ( y aun suena), y tal vez hace 9 años hasta llore de lo arrepentido que
estaba de haber pedido esa cosa, pero hoy…9 años después… puedo
afirmar que ese mendigo aparato a sido … mi mejor regalo de reyes.

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