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EL RAMAYANA

El Rāmāiaṇa es un libro épico escrito por Valmiki. Forma parte de los textos sagrados
Smriti (textos no revelados directamente por Dios, sino transmitidos por la tradición).
La batalla entre el rey dios Rama y el demoníaco rey de Lanka.

El nombre proviene del idioma sánscrito: ‘marcha’ o viaje (āiana) de Rāma. Es una de
las obras más importantes de la India antigua. Pertenece al subgénero literario de la
epopeya, y está compuesto por 24.000 versos, divididos en siete volúmenes. Se
presume que sus orígenes se remontan al siglo III a. C. Conocido ampliamente gracias
a sus numerosas traducciones, el Rāmāyana ha ejercido importante influencia en la
literatura india.

El texto cuenta la historia del rey-dios Rāma, y de cómo su esposa Sītā fue raptada por
Rāvana rey de los el demonios Rakshasa y llevada a la isla de Lanka. Rāma obtiene
ayuda de una tribu de monos antropoide, liderados por Sugrīva y Hánuman, que
construyen un puente a través del mar y rescatan a Sita.

El Rāmāyaṇa tuvo una importante influencia en la poesía sánscrita, principalmente a


través del establecimiento de la métrica śloka. Sin embargo, como su primo épico, el
Majábharata, el Rāmāyaṇa no solamente es una historia ordinaria. Contiene las
enseñanzas de antiguos sabios hindúes y los presenta en una narrativa alegórica que
incluye la exposición de lo filósico y lo devocional. Los personajes de Rama, Sita,
Lakshmana, Bharata, Hanuman y Rávana son fundamentales en la consciencia cultural
de India.
Siendo una de las más importantes obras literarias de India antigua tiene un profundo
impacto en el arte y la cultura del subcontinente indio y del sureste de Asia. La historia
de Rama también inspiró numerosas obras literarias modernas en diversos lenguajes,
entre los cuales se pueden resaltar los trabajos del poeta hindú del siglo XVI, Tulsidas,
y el poeta tamil Kambar, del siglo XIII.
El Rāmāiaṇa no solamente es un cuento religioso. La colonización del sureste de Asia
por el pueblo hindú comenzó en el siglo VIII. Grandes imperios como el Khmer,
Majapahits, Sailendra, Champa y el Sri Vijaya fueron establecidos. Gracias a esto, el
Rāmāiaṇa se volvió popular en el sureste de Asia y se manifestó en la literatura y en la
arquitectura de los templos, particularmente en Indonesia, Tailandia, Camboya, Laos,
Malasia, Myanmar, Vietnam y Filipinas.

Dasharatha, rey de Aiodhiá, tiene tres esposas y cuatro hijos. Rama es el mayor, hijo
de Kauśalya. Bharata es hijo de Kaikeyi. Los otros dos son gemelos, Lakshmana y
Satrughna. Rama y Bharata son azules.[1] En Mithila, una ciudad cercana, vive la
hermosa Sita. Cuando llega el momento de que Sita se case, se realiza una prueba a
los pretendientes: los príncipes deberán ser capaces de levantar un arco gigante.
Nadie pudo alzar el arco como Rama, que no sólo lo alzó sino que además lo partió. Así
fue como Sita eligió a Rama como esposo, bajo las miradas de decepción de los demás
aspirantes.
El rey Dasharatha decide dejar el trono a su hijo Rama y retirarse al bosque para
buscar moksha (la liberación espiritual). Todos están contentos con la decisión que
está de acuerdo con el dharma: el hijo mayor asumiría el puesto de gobernante. Todos
están de acuerdo, excepto la segunda esposa de Dasharatha, que pretende que sea su
hijo Bharata quien gobierne. Así es como, valiéndose de un juramento que años atrás
que hizo el viejo rey le convence para que corone a Bharata y destierre a Rama al
bosque por catorce años. El rey se ve obligado a cumplir su palabra y Rama, siempre
obediente, se retira exiliado al bosque. Sita convence a Rama de que su lugar está a
su lado. También su hermano, Lakshmana, lo acompaña. Bharata, está muy
disgustado cuando se entera de lo que sucede y se dirige también al bosque donde
reside Rama para forzarlo a regresar a la ciudad. No obstante, éste se opone
argumentando que deben obedecer a su padre. Así, Bharata se despide de su hermano
con un abrazo y vuelve a Aydohya.
Los años pasan y Rama, Sita y Lakshmana son muy felices en el bosque. Rama y
Lakshmana destruyen a los rakshasas (criaturas del mal) cuando interrumpen su
meditación. Un día, una princesa rakshasa intenta seducir a Rama. Su hermano,
Lakshmana, la hiere. Ella regresa donde su hermano, Rávana, el gobernante de Lanka
y le habla sobre la encantadora Sita. Rávana idea un plan para raptar a Sita. A
sabiendas del aprecio que ella siente por los ciervos dorados, decide enviarle uno como
presa de caza para Rama y Lakshmana. Al verlo, ambos hermanos marchan a cazarlo,
dibujando previamente un círculo protector alrededor de Sita, en el que estará segura
mientras permanezca en su interior. Durante esa pausa, Rávana se deja caer por el
lugar adoptando la forma de un mendigo que busca comida. Sita sale del círculo para
procurársela y es entonces cuando es raptada. A Rama se le rompe el corazón cuando
regresa y no puede encontrar a Sita. Un ejército de monos se ofrecen para buscarla.
Rávana ha llevado a Sita a su palacio, pero no puede forzarla para que se convierta en
su esposa, pero Sita ni siquiera lo mira, sólo piensa en Rama. Hanuman, general del
grupo de monos, que posee la capacidad de volar, se dirige rápidamente hacia Lanka,
donde encuentra a Sita. Antes de que Hanuman pueda salir, los hombres de Rávana lo
capturan y prenden fuego a su cola. Con parte del pelaje ardiendo, Hanuman huye
saltando por los techos de las casas e incendia Lanka. Llega hasta Rama, a quien
informa sobre la ubicación de Sita. Rama, Lakshmana y el ejército de monos
construyen un puente desde la punta de India hacia Lanka. Posteriormente, acontece
el enfrentamiento entre Rama y Rávana. Tras haber eliminado a algunos hermanos de
Rávana (entre ellos Kumbhá Karna), Rama termina por acabar con Rávana
definitivamente, disparándole el arma brahmastra.
Rama libera a Sita y juntos regresan a Ayodhya, donde el pueblo y Bharata proclaman
a Rama como su nuevo rey. Sita es acusada de haber cometido adulterio durante su
cautividad. Sita se somete voluntariamente a la prueba del fuego para dar público
testimonio de la conservación de su pureza. Pero Rama aduce que el rey no sólo debe
ser puro, sino que debe parecerlo. Exilia a Sita (a pesar de su inocencia).
Ella se refugia en la eremita del escritor Valmiki (supuesto autor del poema), donde da
a luz a dos hijos gemelos de Rama (Lava y Kusha, que se convierten en discípulos de
Valmiki y crecen sin saber quiénes son. Valmiki compone el Ramaiana y enseña a los
gemelos a cantarlo. Más tarde, Rama lleva a cabo una ceremonia ashwa medha yagña
(sacrificio de caballo), al cual asisten el sabio Valmiki con Lava y Kusha. Los niños
cantan el Ramaiana en presencia de Rama y de una vasta audiencia. Cuando Lava y
Kusha llegan a la parte del exilio de Sita, a Rama se le rompe del corazón. En ese
momento Valmiki trae a Sita ante la presencia de Rama. Éste vuelve a rechazarla
(como un perfecto esposo hindú) y ella se suicida ante todos, tragada por la Tierra (su
verdadera madre, ya que había sido encontrada en un ‘surco’ de tierra).
Vālmīki es un legendario sabio (maharishi) al que la tradición considera autor de la
epopeya hindú Rāmāiaṇa (datado entre el siglo V y el siglo I a. C)
En la India, en el año 2008, su fiesta de nacimiento cae el 14 de octubre. En el
calendario hindú (lunar), cada año cae en una fecha diferente.
Se dice que Vālmīki pertenecía a una tribu bhil (habitantes del centro de la India).
Otra tradición dice que era un kirāṭa (habitante de origen mongoloide, de la zona de
los Himalayas y del noreste del subcontinente índico, siempre nombrado junto a los
china o chinos). Otro kirata conocido es Buda. Su nombre habría sido Ratnakar (o
Vailia). Más tarde fue conocido como Adi Kavi (‘principal poeta’).
Cuenta la leyenda que Vālmīki era hijo de un rey. Con tan sólo unos meses de edad
fue abandonado por su familia en el bosque. Unos ladrones lo encontraron, le llamaron
Vailia Koli y le enseñaron su oficio. Con los años, Vālmīki formó una familia, a la que
mantenía robando a los viajeros.
Un día, el sabio volador Nārada Muni estaba vagando por el bosque y Vailia Koli lo
asaltó. Nárada —con su dulce voz— le preguntó si sabía lo que estaba haciendo. Vailia
le respondió que estaba manteniendo a su familia, y que ésta era conciente de sus
actividades.
Entonces Nárada le preguntó si alguno de los miembros de su familia se haría cargo
del karma (la reacción) de sus pecados. Valia se sintió tan tocado por esta idea, que
corrió a su casa y les preguntó a su esposa e hijos si alguno estaba dispuesto a ir al
infierno por él. Todos se negaron, y le recriminaron que su deber como padre era
mantener a su familia, por lo que él era el único responsable de la manera en que
cumplía con su deber.
Al entender esto, Valia experimentó un cambio. Volvió con el sabio Nárada y le pidió
que lo iluminara. Nárada le enseñó todo acerca del hinduismo y las bondades de la
oración. Vālmīki entonces pasó tanto tiempo quieto rezando que las hormigas lo
cubrieron entero y formaron su hormiguero encima de él.
En sánscrito vālmīki significa ‘colina de la hormiga’ (hormiguero).
Tiempo después Vālmīki le preguntó a Nárada: «Oh, venerable rishi, por favor dime si
hay en este mundo un hombre perfecto que sea al mismo tiempo virtuoso, valiente,
responsable, veraz, noble, estable y amable con todos los seres».
Nārada respondió: «Hay uno, el príncipe de la dinastía del rey Ikshvaku, llamado
Rāma. Es un gran héroe, es el protector del dharma (la religión), es firme, justo,
liberal, bien versado en los Vedas y en las artes marciales. Posee todas las virtudes, es
un hijo obediente, un amable hermano, un amoroso esposo, un amigo fiel, el rey ideal,
un enemigo misericordioso y amante de todos los seres vivos. Es inigualable en
belleza, aunque su piel es de color verdoso. Todo el mundo lo adora».
Entonces el sabio Nárada le contó a Maharshi Vālmīki el relato de Śrī Rāma, tal como lo
había escuchado del dios Brahmā, condensado en 100 versos. Esto se llama el
Sankshipta Rāma-ayaṇa (‘corta Rāma-historia’). Esta historia llenó los pensamientos
de Vālmīki y él empezó a obsesionarse y a pensar una y otra vez en lo mismo.
Otra leyenda dice que el Señor Brahmá apareció ante Vālmīki y le dijo que escribiera el
Rāmāiaṇa.
Muchos creen que Vālmīki era un avatara de Brahmá.
Según el Bhāgavata Purāna, Lava y Kush (los dos hijos del rey Rāma) fueron sus
discípulos y le contaron la historia de sus padres, que Vālmīki versificó y puso por
escrito.
El primer verso, el primer poeta y el primer poema.
Algún tiempo después de que Nárada se fue, Vālmīki fue a las orillas de río Ganga a
bañarse. Su discípulo Bharadwásh le llevaba las ropas (con lo cual se indica que el
sabio iba desnudo). Cruzaron el arroyo Tamasa (ignorancia o estupidez), cuyas aguas
eran muy cristalinas. Vālmīki le dijo a su discípulo: «Mira qué limpia y tranquila es el
agua de este arroyo de la estupidez, como la mente de la gente buena».
Vālmīki entró en el agua y escuchó el cantar de una pareja de pájaros que estaban
flirteando en las ramas de los árboles. Vālmīki se sintió muy contento de ver a esta
feliz pareja. Justo entonces uno de los pajarillos fue atravesado por una flecha y cayó
muerto. Vālmīki, al encontrar al cazador, sin querer le gritó en verso:
mānishāda pratishtātum / samagah sāshvatīssamāh
yat krauncha mithunādekam / sokam avadhīm kāma mohitam
‘Tú, que mataste a uno de los pájaros dedicados al sexo [maithuna], asimismo
que tú no vivas mucho tiempo!’.
En sánscrito esta forma de versificación se denomina śloka (estrofa de dos versos).
El dios Brahmā le había dado esta capacidad de versificar, y le ordenó escribir el
Rāmāiaṇa completo. Esta estrofa es reverenciada como el primer shloka de la
literatura hindú; Vālmīki es reverenciado como el primer poeta (kavi), y el Rāmāiaṇa
como el primer poema (kavia).
El Rāmāiaṇa consiste en 480.002 palabras (24.001 versos) distribuidos en siete cantos
(kāṇḍa). Esto representa una cuarta parte del Maha Bhárata (el otro texto épico
importante de la India), y cuatro veces más largo que La Ilíada.
Cuenta las hazañas de un príncipe, Rāma de Ayodhya, cuya esposa Sita es raptada por
el rey de Lanka, el demonio (rākshasa) Rāvana. El Rāmāiaṇa data de entre el 500 al
100 antes de nuestra era, aproximadamente de la misma fecha que las primeras
versiones del Mahā-bhārata. Como la mayoría de los textos épicos tradicionales, como
atravesó un largo proceso de interpolaciones y redacciones, es imposible datarlo
exactamente.
Se cree que Vālmīki fue el autor del basándose únicamente en la atribución que
aparece en el propio texto.
Los protagonistas del Rāmāiana: Lákshman (hermano de Rāma), el rey-dios
Rāma, su esposa Sita, y el mono Hánuman a sus pies.

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