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"BOTANICA OCULTA ‘usu wiaas PARACELSO A POR ; _ Ropoiro Putz © dela presente edicién del 2006: Editorial MAXTOR Fray Luis de Leén, 20 47002 Valladolid 983 090 110 pedidos@maxtor.es www.imaxtor.es LS.B.N. 84-9761-275-2 depésito legal: VA-572-2006 PARACELSO (Fexree Avrroto Tzorrasto BompasTo on Hosenurm) nres de dar principio a nuestro peque- fio tratado de Botdnica Oculta, o sea el estudig de las plantas magicas, basado en las teorfas del gran Paracenso, del di- vino Paracenso, como le llaman muchos, séanos permitido trazar, aunque sea a gran- des rasgos, la figura colosal del alquimista famoso, del célebre médico revolucionario. Este hombre genial, una de las figuras més preeminentes que surgieron en los al- bores del Renacimiento, vid la luz en Ein- siedeln (*) el dia 10 de noviembre de 1498, (*) Binsiedeln, (Nuestra Sefiora de los Eremitas.) Villa de Suiza situsda en el fondo de un hermoso valle. En elle se fabrican rosarios y otros objetos relisioeos. Hay una cé- lebre abadfa de benedictinos, fundada en el siglo It, que visitan muchos peregrinos el 14 de septiembre. y tué bautizado con el nombre de Teofras- to, como recuerdo al pensador griego Teo- frasto Tyrtamos dé Eresos, al cual el doctor Hohenheim, padre de nuestro biograhado, admiraba profundamente. El nombre de Felipe le fué afiadido, sin duda, mas tarde, pues Jo cierto es que Pa- RACELSO no lo usé jamas; el sobrenombre de Aureolus debié asimismo aplicdrsele por sus admiradores en las postrimerfas de su vida, ya que hasta el afio 1588 no vemos que aparezca en ningtin documento relacio- nado con su personalidad. Y en cuanto al nombre famoso de Paracelsus, existe la opi- nion de que fué su padre el que se lo did cuando era todavia un muchacho, querien- do as{ demostrar que entonces era ya mas sabio que Celso, médico célebre que vivid en tiempo del Emperador Augusto, y autor de un libro de medicina mucho m4s avan- zado que los de su época. Y a partir del afio 1510 fué conocido bajo él nombre de Paracriso, y aun cuan- do muy raramente lo hubiese inclufdo en su firma, lo cierto es que los estampé en sus grandes obras filoséficas y religiosas, y asi- mismo sus discfpulos le Hamaban Paracei- so y ese nombre es el que aparecié siempre en las controversias y en los ataques inju- riosos de que fué victima. Iyvancta DE Paracetso. PARACELSO era un nifia bajite, enclenque, con -tendencia al raquitismo, por lo cual reclamaba jos més earifiosos euidados. Estos los recibfa de su propio padre, que sentia por ¢] una infinita ternura. E) doctor Hohenheim daba una importancia,extraordinaria a los efectos sa- lutfferos del-aire libre, respirado en plena Naturaleza ; por esto, cuando el muchacho hubo crecido, hizo de él su compafiero de excursiones, consiguiendo as{ robustecer su cuerpo y enriquecer su espfritu. En estas correrias fué cuando aprendié Paracerso los nombres y las virtudes de Jas hierbas y plantas curativas, asi como los diversos modos de usarlas ; conociéd los ve- nenos y sus antidotos, y asimismo el arte de preparar toda clase de pécimas. La Farmacia no se hallaba entonces, en Ruropa, reconocida oficialmente, como lo estuvo en China, en Egipto, en Judea y en Grecia, millares de afios antes de la Era Cristiana. De hecho, la primera farmacopea pertenece a Nuremberg y data de 1542, el aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. 5 Jos miosotis, las plantas vulnerarias, los he- lechos y la cola de caballo. Y sobre los pa- ramos, el brezo, la-rosa de los Alpes, la ru- bia de Levante, la saxffraga, la esparceta, la pirola y toda suerte de semillas. . ee * Se desprende de Jas propias memorias de PaRacELso que su padre fué su primer maestro de latin, de botanica, de alquimia, de medicina, de cirugfa y de teologia ; mas hubo en él. otras influencias educadoras, Jas cuales el doctor Hohenheim no pudo infundirle: Estas influencias fueron debidas al espiritu inquieto de la époea, de la nueva Era que se estaba preparando, Hemos' de averiguar ahora eémo esta ma- nifestacién de su época tuvo relacién con el audaz investigador de-la Naturaleza y de la Medicina, entre Ja multitud que seguia afe- trada atm a jos métodos filoséficos y a las ereencias religiosas de la Edad Media ; he- mos de ver cémo su inteligencia vivaz com- prendié que las viejas ensefianzas estaban condenadas a desaparecer y a renovarse como todas las dems cosas. El espiritu del Renacimiento fué imdiscu- tiblemente, el que dié a PanacELso ese gran impulso hacia la induccién cientffica y al método experimental. La alianza de este es- piritu cientifico con las corrientes espiritua- les de la Reforma, con su influencia sobre el alma de los hombres, debida realmente a Lutero, nos explicaré la formacién de su personalidad, aparentemente contradictoria. Las teorfas reinantes estaban en difu- sién activa mucho antes de Lutero. Dos- cientos cincuenta afios atrds un alma solita- ria, Rogelio Bacén, tuvo la visién que ilu- miné las tinieblas acumuladas de quince siglos de ignorancia y descubrié la clave del divino tesoro de la.Naturaleza. En 1488 nacié Lutero; diez afios més tarde, Paracexso ; en 1510 vid la luz el fa- moso médico y filésofo milanés Jerénimo Cardano, y en 1517 nacié el celebérrimo ci- rujano Ambrosio Paré. Copérnico, el astré- nomo revolucionario, y Pico de Ja Mirdndo- la fueron contempordneos de esta pléyade ilustre. Todo aparecié de una vez: nueva concepcién religiosa ; nueva filosoffa ; nue- vas ciencias y una gran renovacién en el “mundo del arte. Inictact6n DE PaRacELso. PaRACELSO, de muy joven, fué enviado a la famosa es- aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. BOTANICA OCULTA Tanto fué el ardor con que Paracenso emprendié sus trabajos de laboratorio, tau- ta su fuerza de observacién en los fenéme- nos que estudiaba, que muy pronto se hallé en condiciones insuperables para acometer un trabajo que se adelantabe a su siglo. Por fortuna, ademas, el clima de Karinthie favorecié en gran manera su desarrollo ffsi- co, consiguiendo disfrutar de una salud casi perfecta. Pasé luego Paracenso a Basilea, donde hizo grandes progresos en el estudio de las Ciencias Ocultas, Por aquellos tiempos era imposible dedicarse a la medicina sin cono- cer profundamente la astrologfa. La ciencia experimental estaba por nacer. Todos los conocimientos que se adquirfan en los cole- gios o conventos eran puramente dogmé- ticos : sus ensefianzas eran conservadas res- petuosamente durante muchos siglos. El misticismo y la magia convivian con las teorfas mas opuestas. Los hombres mas célebres les rendian homenaje. William Ho- witt, un médico notable, escribié las si- guientes palabras : «E] verdadero misticis- mo consiste en Ja relacién directa entre la inteligencia humana y Ja de Dios. El falso misticismo no busca la verdadera comunién entre Dios y el hombre. El espiritu absor- pido en Dios estA protegido contra todo ata- que. Law mente puesta en Dios aclara la inteligencia.» Este fué el misticismo que Paracenso se esforz6 en adquirir: la unién de su alma con el Espiritu Divino, a fin de poder con- cebir el funcionamiento de este Espiritu Universal dentro de la Naturaleza. Al salir para Basilea habia adquirido ya la pr&ctiea de las operaciones quirirgicas, ayudando a su padre en la curacidén de he- ridos. En sus Libros y Escritos de Cirugia nos cuenta que tuvo los mejores maestros en dicha ciencia, y que habia lefido y me- ditado los textos de los hombres més céle- bres presentes y pasados. Poca cosa se sabe de la estancia de Para- CELSO en Basilea, Gnicamente consta que fué en el afio 1510.:La Universidad estaba entonces en manos de:los escolastices y los pedantes de la época. Muy pronto se dié cuenta Paracsiso de que nada iba a salir ganando con las ensefianzas estipidas de aquellos doctores. «E] polvo y las cenizas respetadas por estos espfritus estériles —es- cribe—se habfan elaborado y transformado en materia importante.» ParaceLso renuncié olimpicamente a ter- ciar en la lucha con aquellos sabios, guar- dianes petrificados de la ciencia oficial. El queria la verdad y no Ja pedanteria ; el or- den y no la confusién ; el experimento cien- tifico y no el empirismo. Paraceiso, segiin propia manifestacién, habfa Jefdo las obras manuscritas de] abate Tritemio, que figuraban en la valiosa biblio- teca de su padre, y, tanto le sedujeron que decidi6 trasladarse a Wirzburg, lugar don- de permanecfa ‘el sabio abate en comunién , con sus discfpulos. Tritemio o Tritemius ; se Ilamaba asf en gracia del lugar de su nacimiento : Treiten- heim, cerea de Tréves. Su verdadero nom- bre era Juan Heindemberg. De muy joven era ya célebre por su.sabiduria ; a la edad de veintitin afios fué elegido abate de Spon- heim. En 1506 fué trasladado al convento de San Jaime, cerca de Wirzburg, donde murié en diciembre de 1516. Afirmaba que las fuerzas secretas de la Naturaleza estaban confiadas a seres espi- ritaales. Abundaban sus disefpulos y, a los aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. Como hemos dicho, ParaceLso empren- dié su gran viaje a Wiirzburg. Estaba en- tonces algo més robusto, aunque su pre- sencia continuaba siendo iinsignificante. Cuando se instalé en-dicha ciudad, el abate Tritemio era considerado por las gentes ig- norantes como un brujo peligroso. Habia penetrado ciertos misterios de 1a Natura- leza y del mundo espiritual ; acerté dar con algunos fenédmenos raros, que hoy llamamos magnetismo y telepatia. En ciertos experimentos psiquicos consi- guid éxitos sorprendentes ; él, quizd, fué el primero que nos ha hablado de la transmi- sién del pensamiento a distancia. A él se deben los’ primeros ensayos de la criptogra- fia o eseritura secreta. Era asimismo un gran conocedor de Ja Cébala, por medio de la cual habfa dado profundas interpretacio- nes de los pasajes proféticos y misticos de la Biblia. Por ello colocaba las Santas Es- crituras por encima de todos los estudios ; sus alumnos debian dedicarles toda su aten- cién y todo su amor. En esto, Paraceiso se sintié influencia- do por todo el resto de su vida, ya que el estudio de Ja Biblia fué posteriormente una LAS PLANTAS MAGICAS de las tareas que le ocuparon més intensa- mente. En sus escritos hallamos el testi- monio de su conocimiento perfecto del len- guaje y del profundo significado esotérico del Gran Libro. Si bien es cierto que estudié las Ciencias Ocultas con el abate Tritemio, llegando a conocer las fuerzas misteriosas del mundo visible e invisible, no es menos cierto que abandoné muy pronto ciertas practicas m4é- gicas, por creerlas indignas y contrarias a Ja divina voluntad. Sobre todo, aborrecid la Nigromancia, que practicaban hombres poco escrupulosos, convencido de que con ella sdlo se atrafan las fuerzas maléficas. Renuncié, asimismo, toda ganancia perso- nal que derivase del ejercicio de le Magia, pues ésta, segdim él, sdlo era permitida cuan- do se trataba de curar desinteresadamente o hacer otro bien cualquiera a nuestros se- mejantes. Fué con esta finalidad que se lanzé a las investigaciones y a los experimentos de magia divina. Discernia perfectamente el alimento mental y espiritual del que era impropio y falaz para alcanzar la unién’ de su alma con la divinidad. 2 aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. 19 ciertas doctrinas, para poder.hablar de ellas con la conviecién plena, condici6n que él! crefa de todo punto indispensable. Tas biégrafos de PaRacetso, al hablar de 41 como alquimista, le colocan en el rango mas elevado. Afirman todos unénimemente que posefa un poder escrutador que. le per- mitfa penetrar el espiritu mismo de las co- sas de la Naturaleza. Peter Ramus escribe : «PaRaceLso se in- terna en las entraiias més profundas de la Naturaleza, las explora y sabe ver, al tra- vés de sus formas, la influencia de los me- tales, con una penetracién tan sagaz, que llega a extraer de ellos nuevos remedios.» Melchor Adam, uno de los bidgrafos de Paracetso que m4s han estudiado.su per- sonalidad desde el punto de vista cientffico, ha dicho : «En lo referente a la filosoffa her- mética, tan ardua, tan misteriosa, nadie le igualé.» Abandoné, mejor dicho, rechaz6é el estu- dio de la Crisopeya o el arte de «hacer oro» por repugnar a su espiritu moble y desinte- tesado, pero aproveché abundantes practi- eas alquimicas que, a su juicio, podfan ser desarrolladas y aplicadas a la Medicina. Es- taba persuadide de que casi todos los minc- rales, sometidos al andlisis, podfan darnos a conocer grandes secretos curativos y vivi- ficantes y conducir a nuevas combinaciones perfectamente eficaces para ciertas enfer- medades mentales o fisicas. Consideré, como base propia de Ja divina creacién, que toda substancia dotada de vida orgdnica, aunque aparentemente inerte, contenia gran varie- dad de potencia curativa. No calificaba, como hacfan sus contem- porineos, de divina la Alquimia, cuyo tni- co objeto era fabricar oro. Para 41, los fue- gos del hornillo crisopeico tenian otras gran- des utilidades, y los que obraban bajo la divina intuicién se transformaban pronto en fuegos purificadores en beneficio de la humanidad. Digamos ahora algo de Ja bibliograffa de Pakacetso. Esta fué muy extensa. Hoy, los libros de este hombre genial, sobre todo sus primeras ediciones, se pagen a peso de oro. Todas sus obras originales fueron repetida- mente reproducidas y traducidas a la vez en todos los idiomas cultos. No intentare- mos, pues, hacer siquiera un resumen de su prolija produccién ; nos limitaremos a a citar algunas de las obras menos conocidas. Opera Omnia Medico-Chirurgica tribus voluminibus comprehensa. Ginebra, 1658. Tres volimenes en folio. En esta obra se halla reunida casi toda su labor. {n- dice: Tomo I: Tratado médico, patolégico y terapéutico ccultos. Misterios magnéticos. Tomo H: Obras médgicas, filoséficas, cabalisticas, astrolégicas y alquimicas. Tomo UI: Anatomfa y cirugfa propiamente dichaa: Arcanum, Arcanorum seu Magisterium Philosophorum. Leipzig, 1686. Un volu- men in-8.°, Esta obra es también interesantfsime, por tratar exten- samente de las Ciencias Ocultas. Se reimprimié en Franck- furt, el afio 1770, Disputationum de Medicina Nova Philip- pi Paracelsi. Pars prima in qua quas de re- mediis supertitionis et magicis curationibus ille prodidit, proecipue examinantur a.Tho- ma Erasto, medicina schola Heydelbergenti professore ad illustris, principium. Liber omnibus quarumcung; artium et scientia- tum studiosis apprime cum necessarius tum utilis. Basileae, apud Petrum Perna, sin afio [1586]. Un vol. in-4.°. Ademée de su alto valor cientffico, esta obra despierta un interés muy grande por hallaree en ells la Jucha enta- blada con Tomds Erasto, el enemigo més formidable de PaRAcHLso. Hemos citado Gnicamente estas tres obras en latin por creer que con ellas se puede formar un juicio acabado del célebre mé- dico, considerado desde todos los puntos de vista. Son muchfsimas ms las obras que publi- cé en latin y en alemén. En cuanto a las traducciones son igualmente numerosas. El Manuel bibliographique. des sciences psichi- ques, de Alberto L. Caillet, cita mas de treinta titulos, y hay que tener en cuenta que dicha Bibliografia data del 1918, Nos- otros tenemos noticia de muchas reimpre- siones posteriores a dicha fecha, Entre estas iltimas citaremos la siguiente, por conside- rarla muy interesante : « ParacetseE (Théophraste): Les Sept Livres de VArchidowe Magique, traduits pour la premiére fois en frangais, teate latin en te- gard. Paris, 1929. Un vol. in-4.°. Contiene numermsos secretos y tolismanes preciosos con- tra Ja mayor parte de las enfermedades; para alcanzar una vida sin inquictudes: sobre la doble vista, ctc., etc. ‘Las obras de PARACELSO, como todas las que versaban sobre ciencias ocultas : astro- logia, magia, alquimia, etc., contienen al- gunas frases obscuras que sélo los iniciados conocfan en todo su valor. Los alquimistas, sobre todo, velaban sus secretos mediante simbolos y frases aleg6ricas, que los profa- LAS PLANTAS MAGICAS 23 nos, toméndolos al pie de la letra, les da- ban las m4s grotescas interpretaciones. Pa- paceLso, iniciado por el abate Tritemio, adopt6 su terminologia, afiadiendo de su cosecha voces originarias unas veces de Ja India, otras del Egipto. En el glosario de Paracziso hallamos que el principio de la sabidurfa se Hama Adrop y Asane, que corresponde a una traduccién esotérica de la piedra filosofal. Azoth es el principio creador de la Naturaleza o la fuer- za vital espiritualizeda. El Cherioes la quin- taesencia de un cuerpo, sea éste animal, ve- getal o mineral, su quinto principio 0 po- tencia. El Derses es el soplo oculte de la Tierra que activa su desenvolvimiento. El Tlech Primum es la Fuerza Primordial o Causal. La Magia es la sabiduria, es el em- pleo consciente de las fuerzas espirituales, para la obtenc.én de fendmenos visibles o tangibles, reales o ilusorios ; es el uso bien- hechor dei poder de la voluntad, del amor y de Ja imaginacién ; es la fuerza més po- derosa de) espiritu humano empleada en el bien. La Magia no es brujeria. Podriamos lMenar muchas paginas citando voces dei glosario de Paraceiso y de los aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. vivo al crisol para mantener constantemen- te el calor y poderlo aumentar cuando fue- se necesario, Se necesitaba una, continua provisidn de agua, de arena, de limaduras de hierro para calentar gradualmente los hornillos. Ein los armarios y en las mesas del Iaboratorio habia balanzas perfectamen- te niveladas, morteros, alambiques, retor- tas, crisoles esmaitados, vasos graduados, gran variedad de vasijas de cristal, ete., eteétera, y un alambique especial para pro- ceder a las destilaciones. Con un‘laboratorio bien montado, el al- quimista capaz de aplicarse rigurosamente a su trabajo, ejercido en la’ minuciosa ob- servacién de las reglas alquimicas, puede ve- rificar las diferentes operaciones que son in- dispensables para someter a] andlisis las substancias escogidas y extraer de ellas la quintaesencia o el Arcana, esto es, las pro- piedades intrfnsecas de los minerales y ve- getales. La quintaesencis, infinitesimal a veces en cantidad, hasta en los grandes cuerpos, afecta, no obstante, la masa en todas sus partes, como una sola gota de bilis produ- ce el mal humor o unos centigramos de azafran son suficientes para colorear wa grande cantidad de agua. Los metales, las piedras y sus variedades Ilevan en si mismos su quintaesencia, lo mismo que los cuerpos orgénicos, y aunque se consideran sin vida, para distinguirlos de los animales y de las plantas, contienen esencias de cuerpos que han vivido. He ahf una notable afirmacién. Paracsi- so la sostiene con su teoria de la transrau- tacién de los metales en substancias diver- sas, teorfa sostenida igualmente por los ocultistas modernos. j Qué clarividencia la de este hombre res- pecto al reino mineral ! Nadie podré negar- Je a Paracenso el titulo de verdadero sa- bio, pues él, con sus investigaciones sutiles, supo arrancar los més recénditos secretos de la Naturaleza, secretos que hoy la cien- cia explica mejor, sin duda, gracias a los descubrimientos de observadores que dispo- nen de mayores medios cientfficos, como Jo hau demostrado Madame Curie y sus co- Jaboradores, Mientras consideramos el nuevo sistema de filosofia natural desarrollado por Pana- ceLso, no hay que olvidar que han trans- LAS PLANTAS MAGICAS 27 currido cuatro siglos desde entonces. Fué él, en realidad, quien concibié dichas in- vestigaciones, inspirando con ellas las gran- des inteligencias de su época y de las gene- raciones que siguieron (*). Sus andlisis eran efectuados por medio de diferentes procedimientos: por el fue- go, por el vitriolo, por el vinagre y por len- ta destilacién ; sus principales investigacio- nes fueron sobre las propiedades curativas de los metales, anticipéndose a lo que la- mamos hoy metaloterapia ; tuvo por cola- borador el famoso obispo Erhard de La- vantall, al cual incluyéd en el numero de sus maestros. El bismuto fué una de las substancias que analiz6 con preferencia, cla- sificandola de semimetal, y es, seguramen- te, gracias a dicha substancia que previé la existencia de las propiedades activas de los minerales que sugerieron los procedimien- tos de la transmutacién. Descubrié asimis- mo el cine, que clasificé también como se- (*) EI momento histérico es de suma importancia para la juste apreciacién de ese descubrimiento. Preciso es cs tudiar las condiciones del siglo xvi para apreciar en todo eu valor fo que PARACELSO realiz6, al objeto de conseguir su alta moralidad, que desperté un odio feroz en todos Jos hombres de cardctor rufn, de bajos sentimientos y de men- talidad nada licida, y para comprender ¢u dnimo inal- terable ante las renicorosas oposiciones de sus enemigos. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. orgénicos .o minerales; hombre o metal ; hierro, diamante o planta, eran segin é1 combinaciones variadas de esos elementos fundamentales. Su ensefianza sobre la base y las cualidades de la materia se cifie a esa Teoria de los Tres Principios, que conside- raba como premisas de toda actividad, los mites de todo an@lisis y la parte consti- tutiva de todos los cuerpos. Ellos son el alma, el cuerpo y el espiritu de toda mate- ria, que es tnica. La potencia creadora de la Naturaleza, que é1 denominé Archeus, proporciona a la materia infimidud de formas, conteniendo ceda uma de ellas su alcohol propio, o sea su alma animal, y e la vez su Ares, 0 sea su caréeter especifico, El hom- bre posee, ademés, el Aluech, o sea la parte puramente espiritual. Esta fuerza creadora de la Naturaleza es un espfiritu invisible y sublime ; es como un artista y artesano a la vez que se complace variando los tipos y reproduciéndolos. Pa- racetso adopté las voces Macrocosmos y Microcosmos para expresar el gran mundo (Universo) y el pequefio mundo (el Honi- bre), los cuales, segén él, los considera como un reflejo uno de otro. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. ra de los aforismos que perduran a través de Jos tiempos. «La Fe—dice —es una estrella luminosa que guia al investigador a través de los seeretos de la Naturaleza. Es preciso buscar vuestro punto de apoyo en Dios, y poner vuestra confianza en un credo divino, fuer- te y puro; acercaos a Hl de todo corazén, Menos de amor y desinteresadamente. Si poseéis esa fe, Dios no os esconderé la ver- dad, sino por el contrario os revelaré sus obras de una manera visible y consoladora. La fe en las cosas de la tierra debe soste- nerse por medio de las Sagradas Escrituras y por el Verbo de Cristo, Gmica manera de descansar sobre una base firme.» En ningén otro de sus escritos se obser- va la precisién de estilo que domina en su tesis sobre los «Tres Principios», sus for- mas y sus efectos. Un pequefio extracto puede dar una idea mds aproximada de su concepcién que muchas paginas descrip- tivas. El libro fué editado en Basilea, en 1503, por Adam de Bodenstein, el cual dice en el prélogo. que Paracenso habia sido ca- lumniado indignamente y que muchos mé- 32 BOTANICA OCULTA dicos que le denigraban se habfan aprove- chado de sus descubrimientos y le robaron muchas de sus ideas. En este pequefiio volumen, PaRracELsO empieza exponiendo su teoria de-los Tres Principios ; sostiene que cada substancia o materia en crecimiento esté formada de Sal, de Azufre y de Mercurio; la fuerza vital econsiste en la unién de los tres principios ; hay pues, una accién triple, siempre en ac- cién para cada cuerpo: la de purificacién por medio de la sal ; la de disolucién y con- sumacién por el azufre y la de eliminacién por el mercurio. La sal es-un alcalino ; el azufre, un acei- te; el mereurio, un licor (el agua), pero cada una de las materias tiene su accidn se- paradamente de las otras. En las enfer- medades de cierta complicacién, las curas mixtas ‘son indispensables. Hay que poner el mayor cuidado en el examen de cada enfermedad : reconocer si es simple.o de dos especies o triple ; si pro- cede realmente de la sal, del azufre o del mereurio, y qué cantidad contiene de cada elemento o de todos; cudl es. su relacién con la parte adyacente del cuerpo, a fin de aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. su habilidad ni alaba sus medicimas, ni pro- cura monopolizar el derecho de explotar al enfermo, pues sabe que la obra ha de ala- bar al maestro y no el maestro a ja obra. >»Hay un conocimiento que deriva. del hombre y otro que deriva de Dios por me+ dio de la luz de la Naturaleza. El que no ha nacido para médico, nunca lo serd. El médico debe ser Jeal y caritativo. Ell egofs- ta, muy poco hard a favor de sus enfer- mos. Conocer las experiencias de los demas, es muy util para un_médico, pero toda la ciencia de los libros, no basta para hacer médico a un hombre, a menos que lo sea ya por aaturaleza. Sé6lo Dios da la sabiduria médica» (*). En el capitulo Li describe las tres mane- ras como la sal limpia y purga el cuerpo diariamente por la virtud del Archeus o la fuerza vivificante, inherente a cada érga- no. En el mundo elemental hay varias es- pecies de dlealis, como la casia, que es dul- ce; la sal gema, que es agria ; el acetato de estafio, que es acerbo ; la coloquiatida, que es amarga. Determinados Alcalis son natu- () Fryanz Hartmann: Ciencia Oculta en la Medicina. R, Maynadé, editor. Barcelona. (Bibliotecu Orientalista) LAS PLANTAS MAGICAS rales, otros son extractos, otros se hallan coagulados y obran por expulsién o por transpiracién o por otros medias. En el capitulo DI viene explicada la ac- cién del azufre corporal. Dice asf: «Cada enfermedad resultante de lo superfiuo en e) cuerpo, tiene su antidoto en la mixtura ele- mental ; de suerte que con la genera de las plantas y de los minerales, puede descubrir- se el origen de la enfermedad ; la una des- cubre el otro. El mercurio absorbe lo que la sal y el azufre rechazan. Asf sucede con las enfermedades de las arterias, de los liga- mentos, de las articulaciones y de jas co- yunturas. En estos casos el mercurio fidido debe ser administrado con férmula especial que responda mejor a la forma de la do- jencia. Lo esencial de la enfermedad recla- ma lo esencial que la Naturaleza indica éomo remedio. - « En el capftulo [V, Paracenso insiste en su opinién de que cada enfermedad debe evar el nombre de su remedio. «Es preferible—dice—, denominar la le- pra enfermedad de oro, ya que con el nomi- bre indicamos en si el remedio, Es mejor también Iamar a la epilepsia enfermedad del vitriolo, toda vez que con el vitriolo se cura. »Verdaderamente, mis predecesores no me han ilustrado mucho en el arte de cu- rar. Este arte se esconde misteriosamente en los arcanos de la Naturaleza. Por esto me esfuerzo yo en profundizarlos y mis teo- rias todas tienden a probar la fuerza vivi- fieante del Archeus.» ° ‘ En el capitulo V trata de Jas enfermeda- des encarnativas y de su origen. «Estas enfermedades—escribe Parackt- so—, derivan todas de] mercurio. Las he- ridas y dlceras, el cfncer, las erisipelas pue- den curarse solamente por las varias fuer- zas mercuriales de los-minerales y de las plantas. Cada médico debe buscarlas, des- cubrirlas por sf mismo, a fin de que sepa qué cantidad de ‘materia mercurial contie- nen y pueda prepararias. Dichas fuerzas jas hatlard en el topacio y en ciertos alco- holes ; cada materia con el grado de calor apropiado, con el fin de extraer la esencia de la masa. »Podréis titularos doctures cuando sepiis manejar cada substancia para sacar de ella el remedio adecuado. La prdctica es indis- aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. 38 BOTANICA OCULTA bre procuraba vencer las majas influencias, descubrir los arcanos de la Naturaleza, co- nocer el bien, discernir el mal y vivir siem- pre dentro de la fortaleza divina. Esta unién con el Eterno iluminaba los ojos de los misticos al través de las brumas y obscuridades de los sistemas éticos y teo- Jégicos en boga. Los entregados en cuerpo y alma al misticismo se volvian hacia el trono de] Sefior, morada de la Sabiduria, de la Verdad y de la Justicia. PaRacELso supo ver Ja mano de Dios en toda la Naturaleza : en lo profundo de las montafias, donde los metales esperan su voluntad ; en Ja béveda celeste, donde «por Til se mueven el sol y las estrellas» ; en las riberas, donde su liberalidad viette toda suerte de alimentos y la bebida para el hombre ; en los verdes prados y en los bos- ques, donde crecen mirfadas de hierbas y »de frutos bienhechores ; en las fuentes, que proporcionan sus dotes curativas. Vid, en fin, que la tierra era la gran‘obre de Dios Y que era preciosa a sus ojos. Paracenso era una inteligencia fuerte y clara. Era bueno y era sabjo. Su vida erran- te no le despojé jamés de esa bondad que LAS PLANTAS MAGICAS 39 constantemente hizo resplandecer los gene- rosos impulsos de su alma. Sentfa como un artista y pensaba como un filésofo ; por esto supo hermanar las leyes de la Na- turaleza con las del Alma. Esta sensibili- dad artistica que nunca le abandonaba constituyd el puente entre el Paraceiso hombre y observador visionario de la Rea- lidad, puente maravilloso que descansaba sobre las traviesas de una nueva humani- dad : el Renacimiento. Y sobre este puente audaz avanzé la construccién del Universo, del cual fué PaRacenso uno de sus mas grandes arquitectos ; que no otra cosa fué la declaracién de los principios del progreso espiritual, completado, poco mAs tarde, por Giordano Bruno, poeta, fildsofo, artista ¢ investigador de la Naturaleza. Como las olas del mar, el sentimiento de la Naturaleza se extendiéd desde Paracki- 80 hacia los hombres del porvenir, Come- nius y Van Helmont entre ellos. Estos com- prendieron igualmente la consagracién de jas investigaciones y la alegrfa inefable: de descubrir las Leyes Divinas. Paracetso posefa esa piedad que aun hoy admiramos en los misticos clésicos. Vefa a Dios en la aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. LAS PLANTAS MAGICAS dad y su fin. Nos pinta la primavera, cuan- do los nuevos ritmor se balancean gozosos por el aire ; cl verano, cuando ia joven vida camina hacia Ja cosechay el tiempo revela ja madurez de los irutos ; el otofio, cuando la. labor toca a su fin y la vida languidece, y, finalmente,, nos describe el invierno ha- ciéndonog sentir la dulcé vision de una muerte sedosa y apacible. Como buen cristiano siguié jas ensefian- zas de Jesas. «Dios quiere de nosotros nues- tros corazones —dice en el Tratado de las Enjermedades Invisibles—, y no las cere- monias, ya que con ellas la fe en El pere- ce, Si queremos buscar a Dios, debemos buscarle dentro de nosotros mismos, pues fuera de nosotros no le hallaremos jamés.» Toma por punto de apoyo Ja Vida y En- sehanza de Nuestro Sefior porque en ella est4 la tnica base de nuestra creencia : «Allf estA, en la Vida Eterna, descrita por los Evangelios y en:las Escrituras, don- de encontramos todo cuanto necesitamos, todo, en absoluto. 2Sdlo en Cristo hay salud, y por nuestra fe sincera seremos salvados. La fe en Dios y en Su tmico Hijo nos basta. Lo que nos 42 BOTANICA OCULTA salva es la infinita misericordia de Dios, que perdona nuestros errores. El Amor y la Fe son una misma cosa: el Amor deriva de la Fe y el verdadero Cristiamismo se re- vela en el Amor y en las obras del Amor.» Crefa que la perfeccién de ia vida espiri- tual estaba designada por Dios para todos fos hombres y no: solamente para algunos ermitahos, monjes -y religiosos que no dis- ponfan de ningén mandato especial del Se- fior para asumir la exclusiva de una santi- dad, 2 Ia cual muy pocos pueden Iegar. «El reino de Dios — afiade Paracziso —, contiéne una relacién fntima con nuestra vida de fe y de. amor, un sintin de miste- trios que el alma penetrante va descubrien- do uno por uno. Soa los misterios de la pro- videncia de Dios, que todo aquel que inves- tigue encontrar4; son los misterios de la unidén con Dios; es el taberndculo secreto, las puertas del cual se abrirén a todo aquel que llame.Y¥ Jos hombres que saben excru- tar y lamar son los profetas y los bien- hechores de su reinado. A ellos son entre- gadas las laves que han de abrir los teso- tos de la tierra y de los cielos. Y ellos serén los pastores, los apéstoles del mundo.» LAS PLANTAS MAGICAS 43 Mas adelante habla de la medicina en Jos términos siguientes : «La Medicina se funda sobre la Naturale- za, la Naturalezaesla Medicina, y solamente en aquélla deben buscarla los hombres. La Naturaleza es el maestro del médico, ya que ella es més antigua que él, y ella existe dentro y fuera‘del hombre. Bendito, pues, aquel que lee los libros del Sefior, y que camina por la senda que Hl le ha trazado. Esos son los hombres fieles, sinceros, perfec- tos de.su profesién ; andan firmes bajo la plena luz del dfa de la Ciencia, y no por los abismos obscuros del error... Porque los misterios de Dios en la Naturaleza son infi- nitos ; Hil trabaja donde ‘quiere, como quie- re, cuando quiere. Por' esto’debemos in- vestigar, llamar, interrogar. Y la pregunta nace : gQué clase de hombre debe ser aquel que busca, llama e interroga? | Cuén.ver- dadera deberé ser In sinceridad de tal hom- bre, eudén verdadera su fe, su pureza, su castidad, su misericordia ! »Ningtin médico puede decir que una en- fermedad es incurable. Al decirlo, reniega de Dios, reniega de la Naturaleza, despre- cia el Gran Arcano de la Creacién. No.exis- 3 aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. LAS PLANTAS MAGICAS duendes, fantasmas y en Jos presagios. Esto ‘iltimo ha perjudicado mucho a la fama de Paxacenso, pero quizé dentro de un porve- nir no muy lejano sirva para admirarle como un visionario que se anticipd a las afirmaciones hechas por los. modernos me- tapsiquistas, ante los sorprendentes fené- menos constatados por esos investigadores del Mas Allé. Su Araidomo Mdgico, libro sobre amule- tos y talismanes, es también muy intere- sante, ya que en él expone su conocimien- to de la inmensa fuerza del magnetismo. Combiné metales bajo determinadas in- fluencias planetarias, con el objeto de fa- bricar talismanes contra ciertas enfermeda- des, siendo el més eficaz de ellos el que denomina Magnéticum Mdgicum. Este ta- lismén se compone.de siete metales (oro, plata, cobre, hierro, estafio, plomo y mer- curio) y lleva grabados signos celestes y ca- racteres cabalfsticos. Consideraba, asimismo, que las piedras preciosas posefan propiedades ocultas para curar determinadas enfermedades. Las sor- tijas y-medallas en Jas cuales se montaban dichas piedras tuvieron por nombre ga- 46 BOTANICA OCULTA mathei. Cada uno de esos dijes poseia vir- tudes especiales, Una de sus piedras pre- feridas era la Hamada bezoar, que mo pro- cede de las montafias ni de las minas, sino que se forma, en el estémago de ciertos animales herb{voros, por acreciones concén- trieas de fosfatos de cal, que el estémago no pudo expuisar. Sus opiniones respecto a las piedras. pre- ciosas fueron adoptadas por los miembros de la «Rosa + Cruz», los cuales elaboraron las interpretaciones ffsicas y espirituales de los poderes misteriosos del diamante, del zafiro, de la amatista, del topacio, de la esmeralda y del épalo. Morrrz pr Paracerso. Muchas leyen- das se dnventaron alrededor de su muerte. Unos decfan que los médicos de Salzbourg habfan contratado a un rufién para que le si- guiese a todas partes, durante Ia noche, con objeto de precipitarle a un abismo ; otros nos cuentan que le dieron a beber vino em- ponzofiado; pero gracias al testimonio del doctor Aberle, podemos hoy descartar esas viles suposiciones. Lo cierto es que enfermé, y que dfa por dia su mal fué progresando, como progre- aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. 48 . BOTANICA Ja Posada del Caballo Blanco, en la Kay- gasse, bastante espaciosa para cuarto de un enfermo y a la vez despacho de sus ne- gocios, Trasladdse alli el dia 21 de sep- tiembre, vigilia de San Mateo, El notario publico Hans Kalbsohr y seis testigos se re- unieron er, torno de su lecho para escuchar y dar fe de sus ultimas voluntades. ParaceLso estaba sentado en su lecho. El primer artfculo de su testamento dice textualmente : . «El muy sabio y honorable Maestro Teo- frasto de Hohenheim, doctor en Ciencias y en Medicina, débil de cuerpo, sentado sobre un lecho de campaiia, pero con licido espfritu, probo de corazén, cede su vida, su muerte, su alma, bajo la salvaguardia y proteccién del Todopoderoso. Su fe inque-~ brantable espera que cl Eterno Miscticor- dioso no permitiré que los amargos sufri- mientos, el martirio y la muerte de su Uni- co Hijo, Nuestro Sefior Jesucristo, sean es- tériles e impotentes para la salud de este su humilde siervo.» Seguidamente dié las disposiciones para su entierro, y escogié la Iglesia de San Se- bastidn, més allA del puente. All{ debidé ser transportado su cuerpo}; quiso que le fue- ran entonados los salmos uno, siete y trein- ta. Entre cada uno de dichos salmos se te- partiria dinero a los pobres que se hallasen ante la Iglesia. La seleccién de los salmos es algo signi- ficativo ; es la confesién de su fe y la con- vieciébn de que su vida no habia de morir olvidada, antes bien, que debfa pasar a la inmortalidad. Tan sdlo vivid tres dfas, después de la solemne escena descrita. Indudablemente expiré en Ia Posada del Caballo Blanco. La Muerte no le causaba horror. La Muer- te, segtin él, era «el fin de su jornada labo- riosa y_la cosecha de Dios». Su fallecimiento acaecié el dia 24 de sep- tiembre, dia de San Ruperto, fiesta muy celebrada en Salzbourg, que aquel afio cayd en sdbado. El Principe Arzobispo ordendé que los fumerales del gran médico se cele- brasen con toda pomps. La ciudad se ha- abe repleta de forasteros, gentes del cam- po y muchos extranjeros. Cincnenta afios después de au muerte, fué abierta su tumba; se sacaron los huesos para trasladarlos a otra sepultura mejor 4 dispuesta, empotrada en uno de los muros de la Iglesia de San Sebastian. El ejecutor testamentario de Paracz.so,. Miguel Setznagel, hizo colocar una lépida de mérmol rojo sobre la tumba, con una inscripcién conmemorativa. La inscripeién, en latin, decfa lo si- guiente : «Aqui yace Felipe Teofrasto de Hohen- heim. Famoso doctor en Medicina que curé toda clase de heridas, Ja lepra, la gota, la hidropesfa y otras varias enfermedades del cuerpo, con ciencia maravillosa. Murié el dia 24 de septiembre del afio 1541.» aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. presenta varias lagunas y omisiones de cier- ta importancia y, por lo tanto, no podemos ni remotamente enorgullecernos de poder presentar a los estudiosos una Botdnica Oculta muy extensa y mucho menos com- pleta, pero estamos satisfechos, hasta cier- to punto, naturalmente, por haber sentado las bases de una ciencia vacilante en sus orfgenes, estancada durante siglos en su es- tado amorfo y, por tltimo, en nuestros tiempos, completamente olvidada. Nuestro estudio nos ha Hevado a la con- eepcién de una Botamogenia, de una Fisio- logia y de una Fisiognosia euyas caracte- risticas se acercan mas a la Ciencia Oculta que a Ja reconocida oficialmente. La Botanogenia nos. ilustraré respecto a los principios eosmogénicos, cuyos gérme- nes én accién producen en la Naturaleza el reine que nos ocupa. La Fisiologia vegetal nos llevaré al estu- dio de 1a3 fuerzas vitales que en su cons- tante evolucién constituyen su alimento y desarrollo. Y, finalmente, la Fisiognosia vegetal, ciencia de las Signaturas o ciencia de las Correspondencias astrales, nas ensefiaré a LAS PLANTAS MAGICAS conocer, por su aspecto exterior, las fuer- zas secretas de cada una de las plantas. El estudio de Ja Fisiognosia vegetal, ade- més de ser uno de. los aspectos més inte- resantes de la Ciencia Oculta, constituye un tema casi inédito en la literatura esotérica espafiola. Terminaremos este breve ensayo publi- cando al final de la obra un pequefio diccio- nario de boténica oculta, en el cual figura- rém un determinado numero de plantas y flores, indicdndose sus propiedades curati- vas y sus virtudes mdgicas. Al propio tiem- po sefialaremos, siempre que nos sean ¢co- Nocidas, sus signaturas astrales o sea la in- fluencia astrolégica a que estén sometidas, cuyo conocimiento es de gran trascendencia para el estudiante de Ocultismo que esté algo preparado. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. PRIMERA PARTE EL REINO VEGETAL Botanogenia ABIENDO decidido no ocuparnos en este Pequefio estudio mds que de las. teo- rfas tradicionales correspondientes a la bo- témica oculta, daremos de lado los princi- pios fundamentales de la boténica oficial y empezaremos por dar al lector aquellos co- nocimientos que tenemos por verdadera- mente auténticos. Ante.todo nos acogere- mos a uno de los monumentos més anti- guos que poseemos : el Sepher Bereschit, de Moisés, ¢] cual nos ilustrarA acerca de los iniciados de la raza roja y de la raza negra. En el primer capitulo, versiculo se- gundo, se expresa en la siguiente forma : «Prosiguiendo en la declaracién de su vo- luntad dijo Bl-Los-Dioses : La Tierra hara brotar una hierba vegetativa y germinan- do un germen innato, una substancia fruc- tuosa llevar4 su propio fruto, segtin su es- pecie, y poseeré en si misma su poder ger- minativo; y ello se hizo asi.» Esto coincide precisamente con el tercer dia de la Creacién, segim el orden que 2 eontinuacién se transcribe : Fourco (Dia 1.°): Creacién de la Luz. Aeua, Arne (Dfa 2.°): Fermentacién de las aguas y su divisién. Tierra (Dfa 8.°): Formacién de la tie- rra ; su vegetabilidad. . Furco (Dfa 4.°) : Formacién del sol. Acua, Arne (Dia 5.°): Fermentacién de Jas aguas y, del aire ; pAjaros y peces. Tierra (Dfa 6.°).; Fermentacién de la tierra ; hqmbres y animales. Considerando el «Génesis» en conjunto, el rabino iniciado nos ensefiar4 que, desde e] punto de vista cosmogénico, la figura de Isaac representa el reino vegetal. Su sacri- ficio (poco menos que consumado), su filia- LAS PLANTAS MAGICAS 57 cién, el nombre de sus padres y de sus hi- jos, los actos de su vida simbélica aportan todas las pruebas mecesarias de este. aserto. Para no fatigar a nuestros Jectores con un simbolismo demasiado arduo, nos absten- dremos de todo detalle y entraremos de Heno a descifrar las teorfas herméticas, cuyo estudio nos puede Mevar a feliz resultado. Teorias herméticas. Los filésofos her- méticos concebfan, en el origen primordial “de las cosas, un caos en el cual las formas de todo el Universo estaban prefiguradas ; una matriz o materia césmica y de otra parte, un fuego generador y en el que la acci6n reciproca constitufa la ménada, pie- dra dé vida o Mercurio: medio y fin de todas las tuerzas, : Este fuego es ardiente, seco, macho, puro, fuerte ; es el espfritu de Dios levado sobre las Aguas, la Cabeza del-dragén, el AZUFRE. Este Caos es un agua espermitica, cali- da, hembra, himeda, legamosa, impure pel MERCURIO de los alquimistas. La aceién de estos dos principios, en el Cielo, constituye el buen principio: la luz, el calor, la generacién de las cosas. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. MAGICAS establece entonces la separacién entre lo sutil y lo grosero; lo primero se eleva al cielo; lo segundo queda en la tierra ; el resto permanece en las regiones a¢reas. Es el ultimo término, la muerte. Hemos podido consignar el transcurso de las cuatro modalidades de la substancia universal Nlamadas Elementos ; el fuego, la tierra y el agua nos han sido facilmente reconocidos, y podemos coordinar ahora todas estas nociones estableciendo un cua- dro de analogia que podemos leer mediante el tridngulo pitagérico. Este procedimien- to se observa en la India (sistema Sankya) y en la Kadbala (Tarot y Sefiroth). He aqui cuales son los principios en ac- cién en los tres mundos, segin la termino- logia hermética : En el primer mundo, El Espiritu de Dios, el Fuego increado fecunda el agua sutil, cadtica que es la luz creada o el alma de Jos cuerpos. En el segundo mundo, esa agua’ caética, que es ignea y contiene el azufre de vida, fecunda el agua intermedia, este vapor vis- coso, hiimedo grasiento, que es el espiritu de los cuerpos. 60 BOTANICA OCULTA En el tercer mundo, ese espfritu que es el fuego elemental, fecunda el éter {gneo, que se llama. atm agua espesa, lodo, tierra andrégina, primer sélido y mixto fecun- dado. Cada criatura terrestre viene formada asi por la accién de tres grandes series de fuerzas: las unas que provienen del cielo empfreo, las otras que ilegan del cielo zo- discal, y las tiltimas del planeta al cual pertenece la respectiva criatura. Del cielo empfreo vienen el Anima Mun- di, el Sptritus Mundi. y la Materia Mundi, vapor viscoso, semilla universal e increada. Del cielo zodiacal vienen el azufre de vida, el mercurio intelectual o éter de vida y Ja sal de vida o agua-principia, semmilla creada y materia segunda de los cuerpos. Del planeta vienen el fuego elemental, el aire elemental (vehfculo de vida) y el agua elemental (receptéculo de semillas y semi- lla innate de los cuerpos). Advenimiento del reino vegetal. Para que el reino vegetal pueda manifestarse so- bre un planeta, precisa, ante todo, que éste haya evolucionado hasta poder — después de haber cristalizado sus 4tomos en tierra aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. 62 BOTANICA OCULTA rencial que es el de la espiral. Em esta as- censién, atraen los Atomos de acido carbé- nico y @ la vez son atraidos por ellos, de donde se deriva’ un tercer movimiento : ung rotacién precipitada. Ahi es donde se forma, con nuevas combinaciones, un ger- men de vida fisica. Bajo el impulso de un &tomo central de fuego, siendo las fuerzas predominantes el oxigeno y el carbono, esta unién produce otro cambio de la pola- rizacién, en virtud de la cual esos Atomos son atrafdos hacia la tierra. El agua los re- cibe y de este modo se forma el primer cés- ped vegetativo. Cuando estas primeras for- mas de vegetacién mueren, los 4tomos em- prenden de nuevo su marcha en espiral as- eendente, se sienten’ atraidos por los to- mos del aire y, por el mismo procedimiento de polarizacién, llegan a formar los liquenes y las plantas cada vez mds perfectas. La esencia espirituosa del sol—que ha penetrado hasta el centro de Ja tierra por la atraccién de cada Mixto y por coagula- cién —, ha engendrado' un fuego acuoso, y en su anhelo de volver a su origen ha que- dado retenida al elevarse entre las matrices de las especies mas diversas. Y teniendo LAS PLANTAS MAGICAS cada una de estas matrices una virtud par- ticular para su especie, en una se determina por una creacién, en otra, por otra, engen- drando siempre nuevas creaciones a Su se- mejanza, Cuando esta esencia espirituosa se sutiliza lo suficiente penetra en Ja super- ficie de la tierra y activa el poder germina- tivo de las semillas.» La misma teorfa se halla expuesta de una manera més concisa en el tratado cabalfs- tico titulado Les Cinquante Portes de l’In- telligence. La enumeracién de las puertas -de Ja Década de Jos Mixtos, viene interpre- tada como sigue : 1.° Aparicién de los mimerales por la disyuncién de la tierra. 2.° Flores y jugos dispuestos para la ge- neracién de los metales. 3.° Mares, lagos, flores, secreciones en- tre los alvéolos. 4° Produccién de las hierbas y de los arboles. 5.° Fuerzas y semillas dadas a cada uno de ellos, etc. Para terminar esta répida exposicién da- remos a conocer la teoria de Jacobo Beh- me, con lo cual se descubre una perfecta aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. 1° La masa general de la planta estd formada por el tejido celular, que puede ca- lificarse como érgano digestivo de la misma. (Ratz: individualizaci6n de los tejidos celu- lares ; intestino de la planta ; semilla ; Zm- brion.) 2°. Los intervalos entre las células or- dinariamente hexagonales forman los tu- bos que se extienden por toda la planta y que conducen la savia por Js cual la misma se nutre. Estos tubos o conductos interce- lulares, son, pues, para las plantas, lo que los vasos sanguineos y las venas son para los smimales: (Tallo: individualizacién -de las venas ; sistema sanguineo de Ja planta ; cépsula : érgamo hembra.) 8.° Se observan en el tejido celular de Ja mayor parte de las plantas, otros tubos que estén formados por una fibra contorneada en espiral y que conduce el aire por toda la planta. Estos tubos, o vasos en espiral son, para las plantas, lo que Jas traqueas son para Jos animales. Y as{ es como se los Mama : traqueas de las plantas (Hojas: in- dividualizacién de las tréqueas, pulmones de la planta). De este primer bosquejo, vamos a pasar aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. "AS MAGICAS ra mos en reaccién mutua, comprendiendo cada uno su trinidad de principios, Sal, Azufre y Mercurio: el Ens de la tierra, el Ens del grano y el Ens del sol. El primero y el dltimo Ens solicitan, por efecto de una atraccién magnética, el desenvolvimiento del germen en dos sentidos opuestos ; de donde resultan la raiz y el tallo, que ejer- cern, como es sabido, en la vida de la planta, oficios de contraria analogia. De la armonfa resultante de estos tres Ens, depende el perfecto estado del tallo (liso, verdoso, o nudoso y negro) y de las rafees (miltiples y robustas o secas y del- gadas). CRECIMIENTO DE LA RAfZ. Sabido es que, desde el punto de vista de los tres princi- pios la vida y la sensibilidad (magnética) residen en el Mercurio. El Mercurio subte- rréneo de los minerales, casi siempre vene- noso y cargado de impurezas, se halla lite- ralmente en el infierno, es decir, que no ha- lla para su propia actividad otro alimento ni otro objeto que é] mismo. Por consiguiente, desde que una vibra- cién solar ega a 61, se la hace suya, ab- sorbe totalmente dentro de su cuerpo la aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. LAS PLANTAS MAGICAS vf] nuyendo en amargor ; Jupiter y Venus ago- tan su actividad y se funden en la matriz de.la Luna; los dos Ens se unen, de suerte que el Sol interior, la fuerza vital de la planta recobra su estado primitivo, pasa al estado de Azufre, y reintegra el régimen de la libertad divina. S Ex Paraiso pg ta Pianta, En este mis- mo régimen, las siete formas se entrecruzan interiormente y hacia arriba, y entran en juego con perfecta armonfa. La imagen de la Eternidad se forma en el tiempo ; el Azu- jre de la planta vuelve a pasar a) estado la- tente y la Sal se transmuta; el reino del Hijo se inaugura con una alegria paradisia- ea, que se exhala con el perfume ; del mis- mo modo que del cuerpo de los santos se desprende un olor exquisito ; es lo que Pa- racelso llama la Tintura. Ex Grano. Pero a causa del pecado de Adén, este parafso cesa muy pronto y vuelve a entrar en la cbscuridd de) grano o semilla, donde los dos soles vienen a ocul- tarse. Ex Fruto. Es el espfritu escondido de los elementos que operan durante la fruc- tificacién, aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. LAS PLANTAS MAGICAS 79 halla dispuesto a caer para dar expansién y nacimiento a un nuevo circulus vital. Ex op ve xa Pianta. Desde el deseubri- miento de Reichenbach, se da por seguro que en la Naturaleza toda cosa desprende una especie de exhalacién invisible en las condiciones -ordinarias, pero visible para los sensitivos, Esta radiacién varia en color, en intensidad y en calidad. La parte extrema superior de las plantas es siempre positiva y la parte baja o infe- rior, negativa, sea el que sea el fragmento de planta presentado a examen del sensi- tivo. . Los frutos son positivos y los tubérculos negativos. El lado de la flor, de cualquier fruto, es positivo ; el lado del pediimculo es negativo. Estas observaciones han sido utilizadas hasta Ja actualidad por los sucesores del -con- de Mattéi para las :practicas de la Electro- homeopatia ; pero yo, particularmente, no puedo Megar a creer que esa polarizacién sea de una gran profundidad. Eu auMa DE La PLANTA, Tomamos de un libro, muy notable por cierto, original de E. Boscowitz, los testimonios de algunos aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. otra cosa que modificaciones de la materia organizada. Todos participan de una misma esencia y el atributo distintivo nos es des- conocido.» La planta vegeta, se autre, erece y se muiltiplica ; pero los granos vegetales son muchos més numerosos que los huevos o los évulos fecundados en los animales, sal- vo en las especies inferiores. Por lo misme, un individuo produce mu- chos m4s vastagos en el primer reino que fetos en el segundo. E) alimento es absorbido en unos por las superficies porosas, en otros por una sola boca ; la absorcién por las raices exteriores es incesante ; en los animales desarrollados z@e hace por intervalos y por rafces interio- _res. (vasos quilfferos). > t La mayoria de las plantas es hermafro- dita. Finalmente, las plantas son inméviles, aparte del movimiento de las hojas y. de algunas flores hacia el sol; los animales son méviles. Conciusi6n GENERAL.—De este rdpido estudio resulta que el movimiento general de la vida terrestre, por lo que se refiere a LAS PLANTAS MAGICAS dichos tres reinos inferiores, aparece como el esfuerzo gigantesco de un Poder organi- zado (la Naturaleza fisica) hacia el libre al- bedrfo, pasando de Ja inmovilidad caracte- wistica del reino mineral, por la individua- lizacién (vegetales), hasta el movimiento espontdneo: (animales). Esto es Jo que expresan de una manera clara los cuatro esquemas siguientes, los cuales permiten considerar cada reino como un medio en el que Jos 4tomos se hallan en una fase particular del movimiento : pri- meramente en estado de reposo 0 pasivo, después en estado de equilibrio, mas tarde en estado de torbellino y, finalmente, en estado de resolucién. . E) quinto, el sexto y el séptimo estad¢e: representan los reinos (para nosotros espi- rituales) superiores a la evolucién actual de: género hamano. MINERALES (z1erRa) a TIERRA VEGETALES (acua) SEM ILLA LAS PLANTAS MAGICAS 87 ANIMALES (ainz) MACHO £1 4 PequeNos HOMBRES (ruzco) o YNVNUSH 88 BOTANICA OCULTA Fisiognosia vegetal Cada planta es una estrella terrestre. Sus propiedades celestes se hallan inscritas so- bre los colores de los pétalos, y sus propie- dades terrestres en la forma de las hojas ; toda la Magia est contenida en ellas, ya que las plantas representan en su conjun- to todas las potencias de,los astros. Existen tres claves distintas que pueden emplearse para conocer, por medio de sus propiedades exteriores, las virtudes inte- tiores de una planta: Ja clave binaria, la clave cuaternaria (de los elementos, o zo- diacal) y la clave septenaria o planetaria. Crave Binagia. He aquf,. segdn Saint- Martin, 1a teorfa con dos ejemplos de aplica- cién préctica (Esprit des choses, tomo I): «En cada cosa, ya sea material o inmate- viel, hay une fuerza impulsiva que es el principio de donde esta cosa recibe su exis- tencia: »Pero esta fuerza impuliiva universal que observamos en la Naturaleza mo tendria lugar si una fuerza compresiva en oposicién no la dominase también, para aumentar la aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. muy particular; 1.° Llegan a menudo a provocar disputas, y hasta a hacer perder la razén, siendo causa de luchas y de cri- menes. 2.° Lievan también a la lujuria, que viene determinada en varias formas por la pepita correspondiente. 8.° La borra- chera que produce, excitando a la lujuris es, no obstante, de todo ello, mds bien fa- vorable que funesta a la procreacién. Chasiricaci6N DE LOS ExEemenros. Sa- bido es que cada uno de ios cuatro elemen- tos y ademds la quimtnesencia, correspon- den a cada uno de nuestros cinco sentidos ; es decir, que cada una de estas cinco for- mas de movimiento nos revela las cualida- des de los objetos por medio de la vibra- eién de uno de nuestros centros nerviosos © sensitivos : “ La Tierra corresponde al olfato (olor). ¥l Agua corresponde al gusto (sabor). El Fuego corresponde a Ia vista (forma). Hil Aire corresponde al tacto (volumen). La Quintaesencia corresponde al ofdo (es- pfritu). De donde procede Ja composicién del cuadro distributivo de la pagina siguiente - Cuapro T Perfame Forma Volumen de las Flores s|Plantas o Plores|Plantas o Flores A Tallo pequefio fn | vate | ee ~ free | ma _ Desagradable Asulado Delgada Este cuadro no comprende sino los tipos simples, que son pura y exclusivamente te6- ricos ; en realidad hay que combinar los unos con los otros, esos cuatro elementos, para obtener el cuadro niimero 2 de Jos sig- nos zodiacales, que nos podré indicar el cardcter general de una planta. Cuapro IL il Acuario Ahora, si deseamos conocer a priori las cualidades de una planta bajo el signo de Aries, por ejemplo, fijéndonos en este se- gundo cuadro veremos que Aries es un fuego (columna vertical) de tierra (colum- na horizontal) ; las cualidades de esa plan- ta serdn, pues, segtin el primer cuadro, un perfume penetrante ; un sabor picante ; las flores ser&n encarnadas y la planta ser de tallo mediano. : Creemos que este ejemplo bastar4 para el perfecto conocimiento de dicho método. He ahf, ademis, resumidas por varios au- tores, las influencias de cada uno de los signos zodiacales en la vida de las plantas y sus cualidades; manera “de ilustrarnos prdcticamente en la materia, ° Las plantas que se hallan bajo el signo de Aries son célidas y secas; el elemento Fvrco domina en ellas ; finalmente, su for- ma ofrece semejanzas més o menos lejanas. con Ja cabeza y sus partes secundarias : los ojos, la nariz, la lengua, los dientes, la bar- ba; tienen flores amarillas, de acre sabor,. las hojas y el tallo son débiles, de dos pé- talos. Perfume : la mirra. Las plantas bajo el signo de Tauro, son frias y secas; el elemento Trerra domina en ellas; su gusto sera, por consiguiente, agrio, de suave olor, tienen el tallo muy alto, elevan efluvios arométicos, se enfrian. fécilmente, producen abundancia de frutos. Algunas de ellas.tienen la forma de una garganta ; plantas cuyas flores son andré- ginas, Perfume parecido al del costo, la hierba aromatica. ° Las plantas bajo el signo de Géminis son ealientes y ligeramente hbiimedas; su ele- mento es el AIRE ; plantas cuyas flores son blancas 0 muy pfélidas ; de hoja extraordi- nariamente verde, de sabor dulce, Jechosas easi siempre ; presentan cierta relacién de forma con la espalda, el brazo, las manos, los pechos ; hojas, de siete puntas. Perfu- me : almiciga. Las plantas bajo el signo de Céncer son frfas y himédas ; el Acua domina en ellas ; son insfpidas, viven en terreno pantanoso, producen flores blancas o de color de ceni- za; sus hojas tienen forma de pulmones, de higado o de bezo 3 muestran manchas y cinco pétalos. Perfume : ealcanfor. Las plantas bajo el signo de Leo son cf- lidas y secas ; dominadas por el elemento Foxso ; sacan flores encarnadas, de sabor muy acre, casi amargo; su fruto tiene la forma de estémago o de corazén ; son cru- efferas, Perfume : iacienso. 7 aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. LAS PLANTAS MAGICAS El sabor es producido por la sal de la tierra donde crece la planta; él indi¢a el ideal de la planta y la via que ha de seguir para extraer el balsamo. Las hojas y el tallo indican el planeta que domina a las plantas. En todo vegetal, la rafz corresponde al planeta Ssturno. La semilla y le corteza, a Mercurio. La madera, el tronco fuerte, a Marte. Las hojas, a la Luna. Las flores, a Venus. El fruto, a Jupiter. Las sicNaTuras PLANETARIAS. Las plan- tas influenciadas por Saturno son pesadas, glutinozsas, astringentes, de amargo sabor, sere o Scido, producen irvtos sin flor, se re- producen sin simiente, son dsperas, negruz~ cas; su olor es penetrante, su forma rara, su sombra siniestra ; son resinosas, narcé- ticas, crecen muy lentamente; se consa- gran a ceremonias finebres y se emplean en operaciones de magia negra. Las plantas que reciben la influencia de sShipiter, tienen un sabor dulce, suave, sutil, débilmente acidulado ; todos los vegetales de esta clase sacan fruto, aunque algunos no muestran la flor; muchos ofrecen fruto abundante y de aspecto esplendoroso. Las plantas influenciades por Marte son Acidas, amargas, acres y picantes ; resultan venosas por exceso de calor; son también espimosas, producen comezén al tocarlas o hacen dafio a los ojos. Las plantas del Sol son aromaticas, de un sabor bastante acidulado ; resultan admira- bles contravenenos ; hay algunas de ellas que permanecen siempre verdes ; tienen la virtud de la adivinacién y se aconsejan con- tra los malos espfritus; se mueven hacia el sol o muestram la figura de éste en sus hojas, sus flores o sus frutos. Las plantas influenciadas por Venus son de sabor dulce, agradables y untuosas ; pro- ducen flores, pero sin sacar fruto; tienen abundancia de granos y son generalmente afrodisfacas ; su perfume es casi siempre suave. Se utilizan en las prdcticas de magia sexual. Las plantas que est4n bajo la influencia de! planeta Mercurio tienen un sabor mix- to; producen flores y hojas, pero no fru- tos ; las flores son pequefias y de colores variados. Las plantas influenciadas por la Luna son insfpidas, viven cerca del agua o dentro del agua; son frias, lechosas, narc6ticas, anti- afrodisfacas ; sus hojas acostumbran a ser de gran tamaiio. Se emplean en trabajos de brujeria. Susparfa y Anriparfa de las plantas se- gun las signaturas : Hay simpatfa entre : Tauro : Céncer : Sa- » » >» » » » > > 2 Hay antipatia entre : Tauro : gitario. Géminis: Libra: Acuario, Céncer : Libra : Vir- go: Tauro. Escorpio : Cancer Libra: Es- corpio. Géminis : nio. Céncer : Sagitario. Virgo : Aries : Leo Capricor- Planetas enemigos : Saturno : Marte : Sol Planetas amigos : Planetas amigos : Venus con todos, so- bre todo con Marte. Mercurio con todos, «sobre todo con Jti- piter. 104 BOTANICA OCULTA Comprnactones DE Inrivenctas. He aqui algunos ejemplos, para ayuda del estudioso lector, de los resultados que producen las influencias combinadas de varios planetas : Saturno con su dominio, por ejemplo, forma una planta de color negro o gris obs- euro, de tailo duro y de sabor fuerte ; una planta grande, de fiores sombrias; para dicha formacién llama comiinmente a Mar- te, y entonces la planta se vuelve rugosa, llena de nudos, de ramas himchadas, de as- pecto salvaje, y atormentada. Saturno y Venus producen grandes arbo- les, de mAxima fortaleza, porque Ja dulzu- Ta venusiana proporciona la materia que ha de desarrollarse al azufre de Saturno. Si Jupiter se halla cerca de Venus, la planta nace fuerte y llena de virtudes. Si Mercurio influye sobre una planta en- tre Venus y Jupiter, entonces es atin més perfecta ; resulta un bellisimo vegetal, de cuerpo mesiano, con flores blancas 0 azules. Si el Sol se aproxime a los antedichos, la flor se vuelve amarilla. Si Marte no se muestra contrario a ellos, la planta es capaz de resistir todas las ma- las influencias, y resultar4 apropiada para aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. LAS PLANTAS MAgicas ___108 5.° Conservar durante mucho tiempo el pescado en Jos ments ; los huevos, Ja leche, la manteca de vaca, no deben jamés excluir- se absolutamente, fuera de los casos espe-~ ciales de ascetismo. 6.° Finalmente, hay que aprender, al mismo tiempo, a gobernarse el organismo ffsico ; y precisa ante todo ser duefio por la voluntad de las pequefias irregularida- des de funcionamiento que puedan produ- cirse. InsSTRUCCIONES SOBRE LAS COMIDAS. Pue- de decirse de un modo general que cuantas més fuerzas se gastan para el cumplimiento de un acto, este acto nos resulta tanto mds provechoso y itil. De ahi que; evando las cosas a la punta de la espada, como vulgar- Mente se dice, convendria cultivar. nosotros mismos nuestras plantas alimenticias, hacer la recogida y prepararias, valiéndonos de utensilios que sdélo sirvieran para dicho ob- jeto. Para; las iniciaciones naturalistas y Ppantefstas que desarrollan esa teorfa, estu- didéndola con todo detalle y muy profunda- mente, debe empezarse por purificar y per- feccionar cada uno su cuerpo astral y final- mente su imteligencia, Por esto vemos que 110 BOTANICA OCULTA . los brahmanes y a los ascetas indios se les ordena que preparen ellos mismos sus ali- mentos y que en ningiin caso permitan que los utensilios de cobre que constituyen su ‘baterfa de cocina, sean tocados por otras manos que por las suyas propias. De abi derivan también las preseripciones referentes a la posicién del cuerpo durante los &gapes; existen ciertas relaciones. en- tre las corrientes electromagnéticas de un planeta y los seres o individuos que viven bajo su influencia ; seria prolijo enumerar los fundamentos de esta teorfa, pero hare- mos hincapié en la prescripcién que acon- seja, a los habitantes de nuestras regiones, comer de cara al Norte. *.” . ae Otra prescripcién es la que se refiere a las abluciones; los sacerjotes indios se lavan las manos, los pies, la boca, la nariz, los ojos y Jas orejas, repitiendo a menudo una invocacién sagrada ;.a cuya costumbre co- rresponde en nuestras regiones la Bendicién de la mesa, la cual, pronunciada mégica- mente, es decir, expresada con uncién ver- dadera, desde el fondo del corazén, posee un real y positivo valor de dinamizacién. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. eultad solar de regenerar los cuerpos, mejor dicho, aquella que repara Jas soluciones de continuidad en los tejidos humanos. Las plantas pueden ser empleadas en me- dicina, dentro de sus tres estados : vivas, muertas o resucitadas. La planta viva sirve de modificadora del centro o cuerpo interior, sobre todo cuan- do es aromatica. Su perfume tonifica todas las inflamaciones de las mucosas respirato- rias. Asi los tsicos calmarén su malestar respirando el olor de los pinos, de la lavan- da, del romero, de la menta, etc. 7 Este es e] empleo exotérico de las plantas vivas ; su empleo esotérico viene. indicado por Paracelso bajo el nombre de transplan- tacién de las enfermedades. Las enfermedades pueden ser contagiadas o transportadas de la persona que las pade- ce a cualquier otro ser viviente. Esta préctica, aunque recomendada por los grandes maestros del Ocultismo, es per- niciosa para el plan espiritual del hombre y del vegetal ; me explicaré con més dete- nimiento algim d{fa sobre este asunto; de momento me contentaré con pasar el modus operandi bajo el més absoluto silencio. LAS PLANTAS MAGICAS 113 Para las Ulceras y heridas, se emplea Po- lygonum persicaria, Symphytum officinal, Botanus europeus, etc. Para el mal de dientes, frétense las en- efas, hasta que salga sangre, con raiz de Senecio vulgaris. Para la menorrea uterina, Polygonum per- sicaria. « Para la menorrea dificil, Menta pulegium. Para la tisis pulmonar, el roble y el ce- Tez0. Se ha Iegado hoy dia a experimentar la accién a distancia, sobre sujetos hipndticos, de determinadas substancias medicinales : Véanse, sino, los trabajos de los doctores Bourru, Burot, Luys, y de los magnetizado- res de la primera mitad del siglo xxx sobre el] particular. Y cabe insistir en que no damos equi més que ejemplos aislados, que el estudioso lector podr4 ir multiplicando a voluntad segtin las leyes de las signaturas. La planta cogida puede ser utilizada exo- téricamente : en jugo, en polvo y en infu- sién. . En decoccién (hervida en el agua); de resultados ms activos que en infusién. 8 aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. J.-F. Bonhomme, visitador apostélico bajo el pontificado de Gregorio XIII, prohibe, en sus «Decretos» (impresos en Vercail, 1579), la recoleccién del helecho o del grano de] helecho, y de otras varias plantas, en determinado dia o en determinada aoche ; particularmente cuando esté en el. pensa- miento que dichas plantas no pueden ser recogidas en otro tiempo, so pena de per- derse sus virtudes y eficacia. «Si hubiere al- guien culpable de tales supersticiones —dice —seré castigado severamente a juicio del ordinario del lugar.>- Intitil es decir que para el Iniciado, para el Mago, para el Adepto, esa clase de pro- hibiciones no tienen ningtin valor, debido a su pueril importancia. Para el Mistico, co- rresponden a’ una realidad, y las cumple, pero siempre siguiendo otras razones de or- den més elevado que las de la simple obe diencia de un fiel catélico. Recoreccién. La noche - verbenera: de San Juan es muy buena para la recoleccién de toda clase de plantas y hierbas. Cada planta tiene, de otra suerte, algunos dias especiales durante el afio en que su fuerza se halla mds exaltada ; y asimismo, Jas ho- aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. LAS PLANTAS MAGICAS Magia Toda la magia del reino vegetal reside en el conocimiento de los esptritus de las plantas. La antigiiedad los ha conocido con los nombres de driadas, de hamadriadas, de silvanos, de faunos; son los dusii de San Agustin, las hadas de la Edad Media, los Doire Oigh de los galos, los Grove Maidens de los irlandeses. Paracelso da el nombre de silvestres a los habitantes de los bosques, y ninfas a los de las plantas acudticas. Estos seres pertenecen a la clase de aque- Nos que’el ocultismo clasifica.de elementa- les; son los habitantes del plano astral que aspiran a elevarse hasta la condiciém hu- mana; estén dotados de una especie de inteligencia instintiva, y varian de forma al mismo tiempo que el ser material al cual se hallan ligados. Son éstos los que los anti- guos Rosa -} Cruces utilizaban en sus curas milagrosas, pues a titulo de servidores obe- jecian con toda naturalidad y precisién las srdenes del hombre espiritual. Su poder es tan grande sobre el plano material porque habitan el limite de dicho aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. 142 BOTANICA UCULTA desorbitados. Calambres que duran mas de una hora. Tardanza en volver en si. Estos son los experimentos de Ragén, cuya prueba no aconsejariamos a nadie fue- se repetida ; sus resultados, como se ve, no pueden ser mas desastrosos, y sdlo se con- sigue destrozar el sistema nervioso de los infelices sujetos, bajo el falso pretexto de una utilidad cientffica inmediata. Reprobamos, asimismo, todas las prdcti- cas de la magia natural y ffsica, salvo en los casos de terapéutica. La satisfaccién de un amor o de un odio, Ja vana adquisicién de um conocimiento intelectual no son, de otra parte, cosas tan importantes que se pueda, en nombre de ellas, privar el ejerci- cio del libre albedrio y el desenvolvimiento normal de las leyes del Universo. Una sola cosa es necesaria : amar a Dios y al prdji- mo; todo lo demas es vano y perecedero. UNGUENTOS DE LOs BRUJOS. He aqui, a titulo de curiosidad, algunas noticias que hemos sacado de un libro muy poco conoci- do que tuvimos ocasién de consultar en la biblioteca de un querido amigo nuestro : «Entre las substancias simples de Jas cua- Jes se sirve el Diablo para turbar los senti- aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing 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Infancia. Su primer maestro, Su iniciacién. Viajes. El abad Tritemio le ensefié Ia Magia y la Ciencia Hermética. Paracelso médico y alquimista. Sus obras maestras. La transmutacién de los metales. Su teorfa de los Tres Princi- pios: Azufre,. Mercurio, Sal. Paracelso mis- tico. Muerte de Paracelso. - . . + + BOTANICA OCULTA Exorpo. 6 1 ee ee Prmgra PARTE Ex Reno Veoera,: Botanogenia. Teorias herméticas. Advenimiento del’ Reino Ve- getal. Constitucién. estética de la planta. Fisiologfs Vegetal: Anatom{s. Crecimien- to del grano. Crecimiento de la raiz. Cre- cimiento de} tallo, El Arbol. Produccién de los nudos. Produccién de las ramas. La Flor. El Parafso de la Planta. El Grano, El Fruto. Madurez. Resumen. El Op de la Planta. El Alma de la Planta. Plantas y Animales. Conclusién general. Fisiognosia Vegetal: Clave binaria. Clasi- Page. 51 316 {npice ficacién de, los Elementos. Clusificacién septenaria o planetaria. Las Signaturas planetarias. Simpatia y Antipatia de las Piesiee Combinaciones de influencias as- trales 6. 2 ce ee te SEGUNDA PARTE Ex Homsne y ra Pianta: Alimentacién. Ins- trucciones sobre las comidas. Terapéutica: Tinturas, Decocciones, Polvos, ete. Agua de brea. Preparacién del extracto de Ci- cuta. Recoleccién. Tratamiento hermético de las Plantas. Primum Ens Melisseo, se- gin Paracelso, Contraveneno. Magia: Ma- gia Religiosa. Magia Natural. Filtros. Po- madas. Electuarios. Ungiientos y Breba- jes magicos. Las Plantas y el Magnetismo (Siete experimentos en discos de colores). Agronomfa mdgica: Cultivo oculto de les Plantas. Crecimiento mdgico de las Plan- tas. Oro potable. La PaLinesnesia: Las Plantas y Animales reducidos a cenizas pueden renacer mediante ciertas operacio- nes palingenésicas. Férmulas varias de Pa- lingenesia. Som sh & He eS TERCERA PARTE Erementos pg Astroocia: Los Signos del Zodfaco. Los Siete Planetas. Horas pla- netarias . . eae Diccionanib pe Borkxrca, Ocoutra + Propieda- des medicinales y virtudes maégicas de las plantas siguientes: Abrétano. Acacia. Acanto. Acedera. Acénito. Achicoria. Agérico. Agrimonia. Ajenjo. Ajos. Alca- chofe. Alhova, Aliso. Aloes. Angélica. Anis verde. Apio. Aristoloquia, Arnica. Artemisa, Atanasia. Avellano. Avena. Auafrén, Bardana. Belefio negro. Bellado- na. Beténica. Bistorta. Brionia. Buglose. Camelia. Canela. Cafia. Céfiamo: indio 10T 201 INDICE (Haschisch), Cebada. Cebolla. Celedonia. Centéurea menor. Cicute. Cilantro. Cino- glosa. Ciprés. Clavillos. Coca (Cocaina). Coclearia, Col. Consuelda. Corregiiela. Cu- lantrillo.. Damiana. Dictamo blanco, Dien- te de leén. Eléboro negro. Encina, Ene- bro. Enula campana. Escabiosa. Escila. Espino cerval.. Estramonio. Fresera. Ga- tufia, Genciana, Gordolobo. Haba. Haya. Helecho macho. Heliotropo. Hierba gate- ra. Hierba mora, Higuera. Hinojo. Hiso- po. Incienso, Ipecacuana. Iris. Jacinto. Kouso. Laurel cerezo. Laurel comin. Li- rio, Loto. Lipulo. Llantén. Mandrdgora. Manzano, Mansanilla, Marrubio. Melisa. Mercurial. Mescal. Milenrama. Mirto. Mi- tra. Muérdago. Musgo. Nabo. Narciso. Nogal. Olivo. Olmo. Trigo. Valeriana. Verbena. Verénica. Vincapervinca. Yedra. Zanahoria. Zaragatona. Zarsaparrilla, . Fan pat! invice 31 aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book.

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