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BIOGRAFÍA DE UN ADICTO

Capitulo 1
UNA HISTORIA SUCIA
I

Tres mariposas se posaron en mi cabeza, se enredaron entre mis pelos y me hablaron al


oído, al principio de manera poco nítida para luego resonar de manera estrepita, me
contaron que el mundo era confuso, relativo, en constante construcción dialéctica,
encontrando nuevos amores, sufriendo en la vieja melancolía, y creyendo en las crisis
como nunca antes había sucedido. Ellas repetían tres frases una y otra vez a través de una
mezcla de sonidos y colores deformes:

-Tienes un amor infinito y no entiendo cuanto sufres, tienes un amor absoluto y aun así
renuevas tu gaveta día a día…

- Tienes el mundo a tus pies aun viviendo bajo un puente, y no sé como lo haces, ¿como te
resistes a no escalar hacia la gloria?

-No comprendo tus decisiones, eres vil y cruel, testarudo e hipócrita, quieres ser un fiel
servidor de clases, crees que el fin de tus síntomas te harán una ser exitoso, pero… el fin de
tus síntomas te convertirán en un demonio del fuego… en un traidor del romanticismo,
¿cuando acabara tu aturdido y retorcido espectro de ideas?

El sonido fantasmal del viento me despertó del sueño, la distorsionada realidad una y otra
vez me era arrebatada, las mariposas se esfumaron, un constante vivir entre fantasías me
hacía sentir infinito, no quería entender al mundo ni adentrarme en el fuego que emanan
las entrañas de sus relaciones.

Pero así comenzaba otro día

“Y… cuando a uno lo expulsan

a patadas del sueño

el amanecer siempre es una modorra

se emerge de ese ensayo de la muerte


todavía sellado por la víspera

si fue de odios con rezagos de odio

si fue de amor con primicias de amor

pero el día empieza a convocarnos

Y es distinto de todos los demás tiene otra lluvia otro

sol otra brisa

también otras terribles confidencias

así empieza el dialogo con la jornada

la discusión el trueque de rencores

Y de pronto el abrazo

Porque hay días repletos de soberbia

días que traen mortales enemigos

y otros que son los compinches de siempre; días

hermanos que nos marcan la vida

Así ocurren sabores

Sinsabores

manos que son cadenas

mujeres que son labios

ojos que son paisajes

y cuando al fin a uno lo expulsan a la vigilia

se emerge de ese ensayo de la vida con los ojos cerrados

y despacito

… como buscando el sueño o la cruz del sur

se entra a tientas en la noche anónima.

M. Benedetti
Nuevamente odie no ser el centro del universo, pensé en la poca convicción de Ptolomeo
y junte fuerzas para hacerme a un lado y encontrar mi calzado, busque mis cigarrillos que
en la noche me habían empapado en una belleza temporaria, confiaba en que el mundo
se acabaría para sumergirme en las tinieblas sin tener que dar explicaciones, mis dudas
me llevaban a la tristeza y mi falta de convicción hacia el ahogo eterno.

Maldije a nuestros antepasados europeos por teorizar tanto y creer en la superioridad de


la raza humana, queme mis labios con la primer gota de té y canela, era inevitable, la hora
se acercaba y ya no podía hacer nada, mi ropa desgastada parecía mirarme con
desolación, ya se acercaba el momento…

II

Mis días en el trabajo estaban repletos de luchas internas en las que siempre mi espíritu
resultaba derrotado, el abismo siempre reanudaba su marcha y reducía las posibilidades
de que este cuerpo/alma sintiera que la vida en momentos era gozosa de anhelar,
marchaba por oscuras penumbras sin visualizar un rayo de luz, mi mundo era demasiado
denso y lúgubre, mis neuronas se quebraban y mi mundo se opacaba, no tenia deseos de
vivir, la vida era incompleta y ni siquiera un ser angelical haría cambiar mi parecer.
Deseaba a cada momento ver a Cristo bajar de los cielos para dictaminar al caos en una
completa línea paradojal.

Cada madrugada, mis ropas seguían diciéndome que debía ir a derramar miles de
lagrimas, y que estas debían ser expuestas a todo tipo de público, a toda clase de
demonios, juraba en mis adentros que iría en contra de las más grandes y extensas
adversidades, que me convertiría en un sujeto completo, que mi ejercito de impulsos
rompería cualquier barrera de estúpidos, aunque a la hora de la acción mis conductas
imaginadas eran inhibidas.

Por la mañana y junto a la soledad, tenia momentos de debilidad pero como decirlo,
como expresarlo, como explicaría mis sentimientos contradictorios, de que forma me
entrometería con las huellas mnémicas de la ley, creía ampliamente en los sentimientos
que surgían desde los lugares más recónditos, aun sin tener fundamentos de ellos no
podía dejar de considerarlos certeros y punzantes. Mis estímulos participaban de forma
independiente en la trama de mi vida, me enlazaban y me destrozaban, porque seamos
claros, mi corazón se caía a pedazos, ni mis lágrimas tenían alcance para demostrar mis
verdaderos sentimientos. Solo era una bola de impulsos aplastada por un viento sin
dirección.

Ya saben como me sentía en aquellos momentos, ahora verán, esto es una biografía, no sé
el significado ni el significante de tal palabra, pero en las biografías se brinda un nombre;
me llamo Juan Eduardo y naci un 9 de junio de 1976 y saben tengo una historia, una
historia trágica almacenada en la profundidad de mis más extremas sabidurías allanadas
en este camino inundado de escombros.

III

Mi primera escena, mi primera esencia.

Una de las escenas que me convirtieron en este ser delictivo sucedió en el colegio, era un
día sofocante, yo solo tenía para brindar amor en aquel entonces, aunque mi familia no
me daba todo lo que necesitaba, había amor flotando por su inconsciencia y
derramándose por su inconsistencia, pero era amor y en aquellas épocas nada importaba.
Tenía nueve años, aunque la gente pretendía que no tenía una edad adecuada yo
dedicaba gran parte de mi tiempo a leer la biblia y tratar de comprender sus metáforas,
eso con el tiempo impacto de manera caótica en mi modo de pensar.

Este hecho traumático surgió el día de revisión médica en el que las maestras y porteras
nos revisaban los piojos, las medias y las manos; trataban de comparar clases sociales para
hacer un poco más grande la brecha, los sucios de un lado y los limpios del otro.

Este recuerdo quizás está catalogado en mi vida como el más precoz en la cadena de
acontecimientos que me convertirían en un adicto al amor, a las relaciones simbióticas, a
la estereotipia, a las relaciones destructivas, caóticas, espontaneas y pasajeras, y ahora
adicto al delito y a la desesperación siguiendo perpetuamente líneas paradojales, re
significando al amor y por sobre todo vertiendo en cientos de amaneceres lagrimas en la
mísera barba indeleble.

No había día en el que no pensaba en el amor, nada mas pensaba, sentía que el amor era
más fuerte cuando era caótico, cuando no era correspondido, cuando giraba en torno a la
intriga y se convertía en algo intolerable, recuerdo como ame a mi padre el día en que
murió, pareciera que la destrucción era una madre ilusoria que alimentaba al amor. No
soy un pesimista porque de la mano del amor tenia felicidad, aunque ahora solo queda el
vacio, la desesperanza, mi corazón tiembla, necesito un doctor, les juro que mi corazón
tiembla y tirita y le tira flujos de sangre a mi cerebro, entonces mi cerebro encuentra un
significante y me dice, piensa en las inmundicias de estos seres despreciables que me
rodean y sufre, elabora significantes, encuentra símbolos y supéralo, y mi corazón
nuevamente tirita.

Tengo miedo de perder lo que no tengo, a veces miento para infundirme dolor y así
esperar que surja el amor, la mayoría de las veces mi melancolía eleva alas y despega en
forma de felicidad, pero los demonios siempre están a la vuelta para amenazarme y
sacarme a patadas de mi regocijo esencial. ¿Cuanto durara este sufrimiento-amor-
felicidad? Mis pensamientos giran en torno a mí como serpientes y estas concluyen en
una sutil incorporación vía oral de mis sentimientos para luego devolverlos ya mutados en
forma desprolija; es cuando surge la aventura y la ternura y lo terrorífico de las tragedias
casi predestinadas. Porque sepan, soy un chico bueno de casi 33 años, soy tierno, así es,
soy sensible, soy melancólico, mi madre me construyo un mundo lleno de luz demasiado
falso, no soy violento, soy más bien idiota y un poco petiso, pero estoy lleno de tragedia.

No quiero olvidarme de que este es un escrito de amor, una biografía, un relato, un


prologo, un comienzo, un prefacio, una carta de amor, y en el encontraran dolencias.
Estoy enamorado al mismo tiempo que destrozado, mi única salida es el dolor. No puedo
dejar de pensar en las cuestiones sociales, estoy demasiado aplastado por ellas, son
totalmente determinantes en la manera en que las personas creen en mí, soy el cuarto
idiota de Horacio Quiroga para mis pares, soy extraño, estrambótico y no sonrío. Me
resultan insoportables los idiotas que dicen que el tiempo determina el grado de amor,
creo que a este solo lo determinan mis emociones y mis pasiones, cuando estoy
enamorado, no me importa el cuando, el donde, el porque, el desde donde, y para que;
solo es una emoción irremediable e imposible de controlar, quiero echar de una vez por
todas y a patadas a los mitos urbanos que nos corrompen.

Si, verán a través de estas palabras que soy un morocho tierno y poco perjudicial, soy
chistoso en las penumbras, y le tengo miedo a mi propia sombra cuando camino de noche.
Pero les estaba relatando mi primera escena, el día de la revisación médica, ese día mis
ojos no se abrieron en el tiempo indicado, mis padres no estaban para levantarme hacia
un día de nuevas aventuras, me bañe apresurado con agua fría en el invierno, no tenía
tiempo para calentar el agua en la pava y meterla en el tanque de aluminio que largaba un
chorro que adentrado julio hacia tiritar de frio a más de uno. Me bañe superficialmente y
apresurado, no encontraba una ropa adecuada que denotara el carisma imperecedero
que en esos momentos me caracterizaba, en un manojo de prendas sucias atrape a la
ligera un par de medias que no vi en la oscuridad, me puse las zapatillas enormes de mi
hermano dos años más grandes que yo y un pantalón que creí era mío aunque en la
madrugada lo sentí extraño al quedarme espantosamente acortado, y por ultimo una
remera roja con pintitas amarillas efecto de la lavandina que en ese momento no supe
reconocer. “total arriba va el guardapolvo del colegio” pensé. Abrí la puerta de casa que
vivía eternamente atascada, sentí un viento frio que parecía premeditar ciertos sucesos
catastróficos, sentí que mi panza crujía avisándome que no había desayunado ni un trozo
de pan, era uno de esos días en los que creía que era posible devorarme el mundo sin
ningún tipo de culpa y que debido al efecto iluminador con el que impregnaba a las
personas todo iría bien, nadie me acusaría por ser tan exitoso, cruce el monte de
eucaliptus y fui rumbo a la escuela siempre sintiendo un olor nauseabundo, levante mis
zapatillas fijándome si había pisado algún excremento de perro lo cual me pondría de mal
humor aunque sería un nuevo hecho cómico para contar en la mañana y tener con que
entretenerse al menos por unos segundos.

Llegue al colegio antes que mis compañeros, el aula parecía aun tener la vida enigmática
con la que había sido rodeada el día anterior, tal vez si hacia silencio el murmullo infantil
aun se podría escuchar, cuando venían mis primeros amigos note algo bastante extraño, a
cambio de las caras de sueño y los peinados extravagantes fabricados por la almohada en
la noche anterior encontré corazones exaltados y cuerpos limpios que irradiaban la belleza
que solo podía dar un chapuzón y el aroma de ropa nueva. Llegando todos estaban
exaltados por sus excelentes adquisiciones haciendo alegres comentarios sobre estas. Fue
cuando pude ver que tal vez este sería un día especial, un día trágico que cambiaria mi
existencia. ERA DÍA DE REVISACIÓN MENSUAL DE PIOJOS Y SUCIEDADES, DÍA DE
REVISACIÓN MEDICA. Y yo no estaba para nada preparado.

Ya no había vuelta atrás, ya todos comentaban las burlas del año pasado que aun
perduraban a los alumnos pobres diablos que habían sido encontrados con un mínimo de
tierra en sus uñas. Ya me había enterado que la revisación era a las 8 y cuarto luego de
cantar el himno a la bandera.

Estábamos haciendo la fila simétrica de todas las mañanas, tomando distancia para
levantar la bandera argentina hacia el sector más alto del colegio y ya notaba que mis
manos temblaban, mi cara estaba pálida, iba rumbo a las tinieblas y sentía impotencia al
no poder detener esta marcha. Todavía debía soportar ciertas cosas.

Eran las 8:05 am.

-Por sus altos conceptos en las Olimpiadas Matemáticas quien hoy pasa a izar la bandera
argentina es Juan Eduardo Juárez¡¡¡

Aplausos y más aplausos¡¡ Era mi segunda vez en el año¡¡.

Por un momento creí que iba a desmayarme, solo pensaba en mi suciedad y como
contrapartida era el abanderado del día, cuanto sentimiento contradictorio, cuanta
emoción junta, era el abanderado sucio del día.

Fui caminando lentamente y con un paso casi de borracho, mis piernas tiritaban, mis ojos
no hallaban un punto fijo y parecían poseídos por el mismísimo demonio, mi cara
denotaba asco, odio conmigo mismo, de mi alma surgía la más sincera misantropía, pero
mis labios fueron engañados por cuestiones sociales y solo ellos sonreían aunque sin que
los dientes se puedan apreciar. Sonrisa certera y mirada demoniaca en el abanderado.

Llegue hasta el mástil disgustado por no haberme desmayado definitivamente, mire para
atrás nuevamente, las 250 personas me estaban observando, ellos pretendían algo de mí,
era un sujeto rodeado de normas que sabía demasiado de matemáticas. Yo seguía parado
frente al mástil sin saber bien cual debía ser mi acción, mire de reojo a mi directora con un
tono de total incertidumbre y ella me contesto con una mirada agradable que yo respondí
tragando saliva y suspirando hacia mis ojos para espantar mis lágrimas. Luego de 10
segundos se hizo un murmullo en la multitud, entonces tome las cuerdas de acero que en
un primer momento estuvieron atascadas debido a la falta de aceite. Emprendí mis
movimientos de manos y por largos instantes estar apoyado en las cuerdas me mantenía
parado ante el temblor intenso de mis flacuchas piernas. Cada centímetro que la bandera
subía era una puñalada a mi corazón y a mi autoestima, era un segundo más en el reloj
que se acercaba a las 8:15 am.

Mientras tanto la multitud cantaba…

Alta en el cielo, un águila guerrera


audaz se eleva en vuelo triunfal;
azul un ala del color del cielo,
azul un ala del color del mar.

Así en la alta aurora irradial,


punta de flecha el áureo rostro imita,
y forma estela al purpurado cuello.

El ala es paño, el águila es bandera.


Es la bandera de la patria mía,
del sol nacida, que me ha dado Dios;
es la bandera de la patria mía,
del sol nacida, que me ha dado Dios;
es la bandera de la patria mía,
del sol nacida que me ha dado Dios.

Así poco a poco la bandera llegaba al final del mástil junto al final de mi felicidad, regrese
apresurado hacia mis compañeros que me golpearon la espalda levemente como forma
de felicitación a excepción de mi mejor compañero que murió de envidia y su mirada
irradiaba un tono amenazante ante tanta injusticia demostrada.

La directora (la idiota más grande de todas) anuncio mi perdición por micrófono.

- Chicos, como ustedes saben hoy es día de revisación así que deben hacer fila en la sala
de computación que están las porteras que los van a revisar uno por uno.

Estaba parado quinto en la fila y mis piernas aun no habían dejado de moverse
automáticamente, me comí las uñas de mis dedos gordos y a cada momento debía tragar
saliva y originar nudos en la garganta para no derramar lagrimas mostrando mis peores
debilidades. Los cuatro que entraron antes de mi salieron con cierto esbozo de alegría y su
mirada indicaba que eso era algo así como un trámite sin importancia que debían cumplir
todos los años sin ningún compromiso emocional. Todo lo contrario significaba para mí
que sospechaba de antemano lo que me esperaba, entrar a esa habitación era solo una
confirmación de mis temibles miedos, era la ruta hacia el abismo.

Tuve que entrar.

-Venga Juárez el abanderado del día no se recueste, sáquese el guardapolvo, lo vamos a


revisar, venga Juárez no tenga vergüenza, no sea tímido, venga Juárez que lo reviso.

Entre tanta cosa catastrófica que podía suceder hubo ciertos hitos que marcaron ese día,
el día anterior mi hermano había ido a jugar a la pelota, y sus medias estaban putrefactas
ya que nunca las lavaba, la única gota de agua que recibían eran del sudor de sus piernas;
mi mama utilizaba la remera que me había puesto ese día para limpiar las necesidades
higiénicas del bebe; mi hermana la noche anterior se había hecho pis en la cama y había
tirado sus pantalones en esa pila de ropa que yo utilice para cambiarme. Todo eso estaba
impregnado a mi cuerpo ese día y nadie podía entender que en la mañana me había
bañado superficialmente pese al frio matutino. En ese momento no pude parar el llanto y
además de la suciedad en mis prendas, mis lágrimas también aportaron su cuota de moco
y baba.

Los chismes avanzan más rápido que un virus en las instituciones y desde aquel día y para
toda la infancia fui catalogado sucio e inmundo, era reconocido por mis compañeros como
el terrible idiota que se había hecho pis encima y al que le habían puesto una
psicopedagoga por los serios problemas de alcohol en su familia y porque se comentaba
que tarde o temprano íbamos a quedar huérfanos debido a las debilidades que
presentaba mi papa, también fui un tiempo al grado para niños con capacidades
diferentes sin siquiera merecerlo y aun siendo más inteligentes que las docentes mismas.
Todo el colegio sabía con lujo de detalles lo que había pasado dentro de esa habitación,
hasta el grado exacto de suciedad de mis prendas y mi posterior tartamudeo y llanto ante
el reto de la inútil portera. Desde ahí prometí casi no hablar en el colegio. Solo trague
saliva junto a mis lágrimas y seguí adelante, como siempre dictaba mi alto grado de
estoicismo a pesar de mi corta edad.

En parte debido a este hecho, hoy estoy enamorado e intrigado, estoy inundado de
estupidez y de filosofía, soy una especie de pre conocimiento andante que hace alarde de
sus torpezas y niega sus virtudes. A veces pienso que nos pasamos la vida tratando de
premeditar los sucesos y los sentimientos futuros, primero los adivinamos y luego vamos
tras de ellos, y siento tristeza al no poder alcanzarlos, siento tristeza al no poder alcanzar
mis deseos, siento pasión al no poder tenerlos, quizás en este momento dudo sobre la
certeza de ese algo que me mantiene vivo.

IV

Tal vez piensen que estos pequeños dilemas son demasiado poco para armar una
estructura psicológica, pero verán estos no son sucesos normales, son siete hechos
traumáticos que destrozaron mi psiquismo; pero en fin esto no es lo importante, lo
importante es como me encuentro ahora, mirando por la ventana y viendo los autos
pasar, tratando de averiguar lo que pasa en la mente de las miniaturas de personas,
tratando de ahondar sobre los cuantos delitos que he cometido.

Voy por las calles levantando la mirada y despreciando al prójimo, es una cuestión de
superioridad, verán vivo en sociedad y me rodeo de estratos sociales, de niveles de
jerarquía y de status. Es que soy un ser muy exitoso, nadie lo puede negar, vivo en un
departamento con alfombra, duermo en un colchón prolijo que se hunde simétricamente
bordeando mi figura esbelta, voy al gimnasio diariamente, tomo pastillas revitalizantes, y
mastico súper panchos cuando quiero, soy un ser extremadamente saludable. Si bien me
importa lo que le sucede a los demás siempre defiendo mis cuestiones personales y las de
los que me rodean, se que no hay que dudar jamás. Los que no me conocen pensaran que
el suceso de colegio ya no tiene importancia.

Me encuentro lleno de intelecto y solo debo luchar contra mi herencia, que me dejo solo
un mar de lagrimas inútiles junto al continente de la ignorancia.

Mi vida de a poco fue siendo ocupada por una serie de aventuras agraciadas y
apasionadas que a veces rozan el ridículo, pero que despiertan un poco de humor,
nostalgia y suspenso como el día en que un policía del pueblo corrió detrás de mi tirando
balazos hacia la nada, escena que más adelante les relatare ya que es pertinente.

Pase mi niñez y adolescencia atrapado en un mar de ideas contradictorias las cuales


extraje de libros que habían sido escondidos alguna vez en el altillo de mi nueva casa y los
cuales jamás volverían a sus dueños originales, eran unos 25 libros, entre ellos Kafka,
Flaubert, Voltaire, Marx, Camus, Pushkin, Chejov, Tolstoi, Maquiavelo, Kierkegaard. Cada
vez que acababa con uno de ellos sentía que una nueva puerta del mundo me había sido
abierta, iba consiguiendo estas llaves mientras mi edad avanzaba, aunque sin saberlo
también me iban siendo otorgadas poco a poco fragmentos de ilusiones de la nada y
mapas del extenso camino hacia el infierno, comprendí que las normas incrustadas en la
biblia podían romperse sin que sucedan hechos catastróficos, que había un mundo
diferente detrás del testamento y que tal vez este junto al Padre Benito mentían sin
siquiera un fundamento consistente, si esto era así… ¿porque respetar los diez
mandamientos?

Hay un suceso de mi infancia que debo relatarles, fue en un otoño, esta estación siempre
despierta un espíritu diferente en mi y es algo que en la actualidad tiene una vigencia
interminable. En abril del año 86 estaba escarbando ideas de un extranjero desconocido y
sin sentimientos de un autor francés, el libro me generaba mucho placer y eran
absolutamente reales lo beneficios que podían conllevar la simple lectura, era un niño
completo al poder zafar de la situación de entrenar futbol inútilmente en la división
novena de mi pueblo, mi padre jamás pudo entender que esto era infructífero al no poder
combinar en mis piernas un mínimo de destreza y aunque debía soportar las burlas de
mis hermanos que me decían “Maricon”, estar subido al árbol con un viento puro y fresco
entrando por mis tobillos en el patio de mi casa devorando mis casuales leyendas me
hacia feliz. Un porvenir de éxitos a pesar de ser considerado un sujeto sucio se asomaba
en este ser. Pero todo cambia.
Una de las ramas de esos árboles a las que me subía frecuentemente daba al fondo del
patio de mis vecinos, debido a mi torpeza cuando iba por el ultimo capitulo, mi libro se
cayó hacia el lado incorrecto, Malevo se acerco, me espanto con sus ladridos, tomo el
libro con su trompas y lo llevo dentro de su refugio recóndito como desafiándome a que lo
siguiera con el mismo énfasis que Alicia siguió al conejo, y mi libro viajo hacia un mundo
anónimo…

Mi misterioso vecino tenia un perro el cual portaba una magnánima cabeza y al que todos
llamaban Malevo, era petiso el muy canalla y acostumbraba a morder los tobillos de quien
se acercaba a la casa, era increíble como un ser viviente podía ser tan asimétrico, la
cabeza era alargada en el hocico pero en los parietales era todo ancho y sus garrapatas
hacían fiesta al tener tanto territorio, era como una ciudad de garrapatas y pulgas, en
cambio sus patas eran flacas y torcidas, en momentos parecía que el peso de su cabeza
iba a romper el equilibrio, pero no, Malevo andaba inmiscuido firmemente entre la
chatarra de su amo y uno jamás podía saber con exactitud su verdadera ubicación, pero
sabía que ni bien alguien se acercara a su territorio saldría con sus patitas ligeras en busca
de carne humana.

El viejo Remigio era un ser despreciable, media cerca de 1,90 m y su cara tenia arrugas
que parecían miles de avenidas convergentes en una plaza, esta gran plaza era su nariz
enorme, también con surcos exagerados, sus labios eran gruesos y su pelo totalmente
blanco. Todo estos rasgos junto a su mirada amenazante hacían pensar que uno podía
recibir un golpe o un reto por parte del viejo de forma espontanea y sin siquiera cometer
alguna falta ante él. Nunca supe con exactitud cual era su actividad, andaba todo el día
vociferando y hablando con Malevo, más que hablar siempre lo intimaba por cualquier
tipo de situación, incluso lo acusaba por las situaciones en las que el perro tenía hambre.

- Malevo¡¡ no te hagas el pelotudo y come eso, no te hagas el exquisito!

Después de ese reto poco lógico e irresponsable vagaba todo el día en su taller de mugre,
era un galpón hecho de chapas, alambres y troncos de árboles que estaba justo frente a
su casa, como si sería un orgullo para él, en ese sitio pasaba la mayor parte de su tiempo
haciendo alguna actividad anónima para algún supuesto patrón inexistente, si bien era un
verdadero basural siempre hice una mistificación de ese lugar. La casa donde dormía se
encontraba al fondo del patio y en los costados de esta no había ninguna ventana, uno
nunca se podía imaginar lo que había dentro de esas paredes donde habitaba el
mismísimo Remigio, doña Faustina y Malevo. Cada vez que se abría la puerta de entrada
pareciera que el mismísimo sol se conjugaba con las enredaderas y los arboles para que
nadie pudiera ver nada de lo que pasaba dentro de esta. También era imposible
aproximarse ya que el dueño de casa andaba con un látigo trenzado que el perro conocía
muy bien y que tal vez de la misma manera seria un castigo para cualquier ser humano
que se convirtiera en intruso. Doña Faustina también era un ser espectral y enigmático,
era recta, baja y arrugada desde los pies hasta la cabeza, era como una pasa de uva con
patas, aunque no había ninguna señal de que su cuerpo se estaría encorvando debido a la
edad. Desde que recuerdo siempre fue una persona vieja, se la acusaba de ladrona en el
pueblo, y según decían la mano izquierda se le estaba cerrando debido a un castigo de
Dios, aunque yo pensaba que Dios no podía tener ningún tipo de relación con semejante
ente diabólico, tal vez era un castigo de Satanás ya que seguramente la vieja realizaba
hechizos de magia negra. Una característica importante es que tampoco tenía ningún
diente ni muelas, aunque jamás revise sus dientes se podía apreciar a lo lejos que sus
labios tan metidos hacia dentro mostraban que ahí no había esbozos de algún hueso.

Pero ya estaba decidido, debía enfrentar a estos tres seres que parecían estar entre dos
mundos, eran como muertos vivos, que hablaban y tomaban vino a cambio de agua y a los
que parecía que el paso del tiempo no parecía afectarlos luego de llegados a la vejez,
estaban inmóviles en la vejez eterna. Debía recuperar mi libro.

Por semanas investigue el movimiento de la casa y me di cuenta que la vieja salía solo los
sábados a la tarde hacia la misa pero en la semana jamás escapaba de su recoveco,
Remigio en cambio todos los días se encaminaba a emborracharse todas las tardes y volvía
con una respiración dificultosa a la hora y media, mi oportunidad era el día sábado a las
siete de la tarde, solo debía encontrar la forma de distraer a Malevo.

Tuve que juntar moneda por moneda vendiendo diarios en mi pueblo para poder contar
con un verdadero caudal y comprar un pedazo abundante de carne para distraer al perro,
por semana mi recaudación era de $3,30 ya que me daban $0,10 centavos por cada venta
aunque mis clientes no eran muy leales así como tampoco mí supuesto patrón. En un mes
pude reunir suficiente y llegado el sábado a la mañana me acerque con 10 pesos a la
carnicería.

-Hola Hugo, Necesito algo grande, abundante y barato.

-Mira pibe, a tu papa no le puedo fiar más porque ya me debe 240 pesos y no creo que me
los puedo pagar, así que cuando me alcance algo…

-Acá tengo $10 Hugo pero en monedas de diez centavos, las tengo ordenadas y encintadas
en 10 paquetes.
Algo que sorprendía a la gente del pueblo y que mi mama contaba cuando se refería a mi
era mi excesiva educación y buen trato con las personas a tan corta edad, aunque ella no
sabía que la había adquirido de jóvenes como Aliocha o Raskolnikov.

Volví a mi casa con los tres kilos de entraña y las guarde en la heladera hasta que se
hiciera más tarde, que era la hora indicada para emprender mi perfecto plan.

Eran las cinco, mi estomago y mis manos temblorosas querían comunicarme el grado de
ansiedad de mi cuerpo, ya se acercaba el momento de enfrentar mis temibles fantasmas,
tome el coraje y la valentía que tuvo el mismísimo Amazan para demostrarle su amor a
Formosanta y hasta podría haber destruido al tigre más feroz sobre la faz de la tierra, no
necesitaba suerte, solo convicción y entusiasmo, necesitaba vanagloriarme y enredarme
con los valores más intensos y arcaicos de la historia de la humanidad, los verdaderos
valores que me inculco Voltaire.

Fue así que luego de arrojar mis entrañas fui hasta el fondo y salte la tapia…
Capitulo 2

CASTIGO INCESANTE, CASTIGO DETERMINANTE

“No hay desgracias para los

corazones débiles. La desgracia

quiere un corazón fuerte”.

Fedor Dostoievski
I
Ni bien toque suelo ajeno tuve miedo, mi valor se esfumo, solo me hacia continuar la
inercia de una decisión anterior, mi pie derecho tuvo una puntada y grite para mis
adentros con tal de no enfrentarme con Malevo, mi corazón latía enérgico pero no perdía
su orden, le hablaba a mi cerebro, era una conexión entre todos los sentidos de mi cuerpo
que solo la podía comparar a un encuentro amoroso lleno de incertidumbre, mis ojos
asombrados trataban de reconocer y configurar un campo nuevo y misterioso, estaban
perplejos ante este mundo tan cercano pero tan desconocido, mis oídos se afinaron
instantáneamente como si fuera un ciego y su umbral era mínimo, mi piel había cambiado
de tonalidad era de un color amarillento y la suavidad que la caracteriza había
desaparecido, estaba tensa y parecía un cartón corrugado, mi lengua de forma individual y
sin recurrir a mis neuronas trataba de pensar en bizcochuelos para generar algo de saliva
ante una boca, una garganta y unos labios tan desabridos y secos. Pero debía continuar,
mi locura no importaba, siempre ir al frente me mantenía vivo pensé. Desorientado debí
rodear toda las paredes de la casa hasta llegar a la puerta de entrada que siempre estaba
abierta, solo existía el marco aunque eso no garantizaba que se viera para los adentros,
sino que más bien era una invitación hacia la incógnita. Nuevamente el coraje de Amazan
me poseyó y entre, debía entrar.

La casa por dentro no tenia piso, era solo tierra, eran paredes impresas sobre el suelo
mismo, casi no podía ver nada, había muebles color verde totalmente destartalados y
despintados, el verde se podía apreciar tenuemente y solo quedaban unos pocos gajos de
pintura, estaba todo muy oscuro y solo sentía olor a tierra mojada, había una especie de
modular con cajones que decidí revisar, tal vez allí se hallaba mi libro, tuve un poco de
asco, pensé que al abrir ese cajón me podía encontrar con cualquier clase de objeto que
hasta al esquizofrénico más disparatado se le podría ocurrir nombrar, algo así como una
rata enorme de dientes afilados o un duende verde durmiendo plácidamente, o un
pequeño vampiro muerto, pero solo había velas y una revista vieja junto a una caja
húmeda de fósforos, el no encontrarme con algo de lo premeditado me dio un poco de
valor, raspe un fosforo contra la pared, prendí la pequeña vela e ilumine la habitación, el
valor que hacia instantes había recobrado nuevamente desapareció y recordé la frase de
un sacerdote joven y contemporáneo “ las luces siempre iluminan nuestro camino,
aunque también gracias a ella se vislumbran nuestras sombras deformes”. Con la luz pude
ver que había una puerta de chapa marrón clara toda agujereada y triturada, parecía que
había sido golpeada en varias oportunidades desde dentro, por no ser menos también le
di una patada y entre, la siguiente habitación tampoco tenía piso, y estaba aun más oscura
que la anterior, un viento apago mi vela y decidí poner mi destino en manos de mi olfato y
mi tacto. Empecé bordeando la habitación, el cemento de las paredes estaba todo
desnivelado, en algunas partes podía tocar los ladrillos mismos que también estaban
agujereados, había telas de araña en estos huecos los cuales en su entrada tenían moscas
y asquerosos bichos colgando. Me tropecé con un sillón antiguo y caí sobre este, sentí el
polvo sobre mi cara, pude levantarme nuevamente y continúe siempre por los bordes. Por
primera vez tuve la ilusión de cumplir mi objetivo, encontré un mueble con revistas y
libros y toque uno por uno sin poder verlos, al final de la búsqueda minuciosa nuevamente
me desilusione al sentir en mis manos que no había encontrado lo que buscaba, tan solo si
lo tocaría una vez lo podría reconocer al objetivo. Tuve que seguir la pesquisa, metí mi pie
en una palangana chiquita y al pisarle una de sus puntas todo lo que se hallaba dentro de
ella se derramo sobre mis canillas, sentí olor a excremento y orín, fue cuando me di
cuenta que esta familia disfuncional (aun mas que la mía) no contaba con baño en
ninguna habitación, decidí salir de esa casa debido al asco y la repugnancia que sentía y no
por la ansiedad y el miedo que se habían apoderado de mi anteriormente , abrí la puerta
de chapa y encare con seguridad hacia el exterior sin pensar en Malevo y en la respiración
dificultosa de Remigio.

Lo que vi fue horroroso, Malevo se acercaba con sus chuecas patas tan veloz como una
flecha con un enojo casi humano, en sus ojos pude ver rabia, ira, bronca, hambre y la
oportunidad de redimirse ante su amo mostrando sus dotes de perro guardián, era
inevitable que una tragedia sucediera. En menos de un segundo pensé en las
posibilidades:

1. Giraba mi cuerpo hacia atrás, me encerraba en la habitación de chapa y sostenía


los embates del perro mas cabezón, y luego…

2. Salía con mi cuerpo hacia delante y enfrentaba a las chuecas patas de Malevo
intentando disminuir su fortaleza y dándole una fuerte patada en los testículos y
haciéndolo volar por los aires para luego…

3. Me dejaba morder por el perro, inventaba una historia sobre la búsqueda de una
pelota ficticia que había tirado hacia el otro lado del tapial y gozaba de la piedad
de mis vecinos y padres para luego…

4. Corría con todas mis fuerzas hacia la incertidumbre y de un modo casi


supermaniano saltaba la tapia de manera eficaz sin que Malevo me alcanzara y
luego…

Ninguna de las opciones me convencía y todas dependían en gran parte de las


extrañas decisiones del destino aunque pensé que una sola de ellas estaba cerca
de mi objetivo y daba una justa causa a los días calurosos en los que vendía diarios
para juntar mugrosos 10 pesos aun perdiendo toda la mañana y sin poder leer una
sola página de Voltaire. Es por eso que tome la opción 1, estaba casi seguro que en
esa habitación del orín estaba mi libro, cerraría la puerta y escucharía los gruñidos
del canalla aunque gozaría de un buen tiempo para escudriñar por todas esas
paredes místicas impregnadas de una realidad desgarradora.

Fui hacia atrás y me metí de lleno en la oscuridad, di un portazo y escuche a


Malevo gruñir detrás de la chapa y en momentos daba cabezazos, era increíble
como una puerta podía aguantar tan extrema presión ante semejante base
craneal. Cuando quise despegarme de la puerta para iniciar la nueva búsqueda vi
que esta no tenia manija y la tranca se había despegado por completo la única
manera de mantenerla cerrada era sosteniéndola con mis manos y mis pies.

Mi mundo se había derrumbado, mis premeditaciones me habían jugado una mala


pasada, como generalmente pasaba, estaba atrapado e inmiscuido en un gran
dilema tan solo con nueve años, no existía la forma en que esto no terminaría mal,
tenia y tengo mucho miedo a los perros, es debido a un trauma que tuve a los
ocho años y que luego les relatare, ya que este también juega un papel sobre mis
adicciones.

Ser mordido por un perro nuevamente jamás paso por mi cabeza, solo me veía
cocinado en una olla gigante y siendo degustado junto a una damajuana por
Remigio y Doña Faustina, comerían carne tierna. Estaba entregado a la
incertidumbre pero la vida siempre me daba y me da una esperanza, es el amor
que me hace renacer, creo en la bondad de la gente y sabemos que es el amor lo
único que nos puede salvar, ni la lógica ni la razón, ni el orden ni el progreso, ni la
ciencia y la tecnología, ni la clonación y la vida eterna, ni la psicología reductora de
sentimientos ni la abogacía al servicio de quebrar las relaciones humanas en pos
de dinero; solo el amor puede hacernos creer que la felicidad existe, recuerdo los
momentos en que sufro por amor, los que rio por amor, gozo de las buenas
amistades y el sufrimiento despierta mis mas grandes pasiones que solo puedo
desplazar hacia el teclado, pero en los momentos en que el amor absorbe todo mi
ser, soy feliz.

II
Los perros me generan ansiedad, me inhiben más que cualquier ser vivo sobre la faz de la
tierra, no importa ni su tamaño ni su forma de ladrar. Cuando veo a uno de ellos no
entiendo si se acercan por amistad o por violencia pero presiento que algo malo va a
suceder, no soporto ni un fino o un grotesco ladrido, ni un salto solo por amistad. Les
tengo miedo tanto como a la oscuridad misma.

Pero todo tiene una explicación, cuando tenía ocho años y aun cuando era feliz me pasaba
horas eternas en la soledad, me adentraba hacia los altos pastizales del campo y allí
realizaba análisis históricos de cada pieza que encontraba, sobre cada una de ellas giraba
una fabula creada por mi y había momentos en que tenia convicción que esos
pensamientos eran totalmente verdaderos. Sé que no he cambiado mucho mi forma de
pensar, solo que ahora tengo otros objetivos y vivo en otro mundo, si antes fabulaba
sobre la suerte que había corrido una vaca al encontrar sus huesos, ahora fabulaba sobre
los encuentros amorosos de una recurrente novia o sobre un posible amor que nunca
existió, pero lo que es peor aún, siempre mi conducta tomo partido en esto y mi ser tomo
decisiones acompañadas de acciones todas erigidas sobre una fabula. Mis fantasías
siempre me terminan destrozando y aunque de afuera todos ven un ser exitoso nunca
nada me hace sentir completo y vivo abatido por tener impregnado en el corazón solo a la
impotencia. El amargo existir me toma entre sus manos y me da cachetadas continuas,
vivo al borde de la lagrima al ver como pasa la vida delante mío y yo sin poder hacer nada,
sin poder robarle la plata a los ricos para alcanzársela a los pobres, sin poder luchar
activamente o luchando pasivamente por un mundo nuevo y justo, con mi espíritu y estilo
tal vez habría sido más útil a la sociedad victoriana. Solo me queda relatarles el porqué de
mis fracasos y de mi actitud no para que sientan lastima, tal vez nada más para que haya
una cuota de comprensión sobre mi existencia errante y delictiva que siempre tuvo su
buen motivo. En estas líneas necesito despertar lo que otros en otros tiempos despertaron
en mi: conciencia crítica para poder luchar, sé que tengo la sabiduría pero no el espíritu y
vivo rodeado de fantasías, sufro de grandes patologías y eso me lo impide, pero sé que
ustedes, tal vez un poco más jóvenes que yo, puedan tener lo que a mí me falta.

Es imperioso luchar por las relaciones humanas, las verdaderas relaciones, cuando era más
joven veía con escepticismo y tal vez con humor cuando los viejos hablaban de la grandeza
del mundo que existía en otras épocas, en otros siglos, realmente no los comprendía pero
ahora luego de vivir apurado pude entender la esencia de la realidad. Cuando uno es
tomado por el frenesí del neoliberalismo ya pierde el derecho de llamarse hombre, se
convierte en un sujeto deshumanizado, creamos un monstruo que nos comió la cabeza y
ahora divagamos por el mundo sin ver ni pensar, creamos las horas para luego correr
detrás de ellas, ya no tenemos tiempo para el amor y si tal vez lo encontramos lo elegimos
sobre la base de un cubo que emite imágenes las 24 horas en vivo y nos vende una falsa
felicidad a la que nunca llegaremos. Los jóvenes sufrimos cuando estudiamos porque no
tenemos tiempo, y sufrimos cuando no estudiamos porque nosotros mismos y muchos
otros nos consideran fracasados. Luego llega una oleada de nuevos escritores o músicos a
decirnos que la felicidad solo se debe alcanzar a través del dolor y a veces aun peor que la
felicidad no existe, y tal vez vean en mis dichos miles de contradicciones y debido a la
enorme y perdurable influencia del positivismo en toda la sociedad mundial creerán que
es falso lo que digo, pero no importa que en mi existan las contradicciones, como verán
soy un hombre de ciencia, y tal vez la filosofía y la psicología despertaron en mi una
conciencia crítica y a la vez me enseñaron como eso mismo que aprendía era también una
verdadera canallada. Voy a ser más claro, la ciencia también pertenece al mundo que
contribuye al sufrimiento humano, las ciencias fueron creadas para ordenar a la sociedad y
para poder ahorcarnos con una soga que nosotros mismos sostenemos, las matemáticas
fueron creadas para que el gran desfile humano lleve números de forma ordenada y
podamos contar la cantidad de muertos en las guerras y hagamos estadísticas sobre
nuestras catástrofes, un aporte más para que nos convirtamos en seres sin sentimientos
que solo actúen de manera premeditada. También la psicología fue creada para
encontrarle una explicación científica a tal vez la única gota de felicidad que había entre
las personas, que eran los vínculos humanos y así de cierta forma también darle cierto
orden a lo mas ilógico que existe, no podía concebirse en el mundo científico que los seres
humanos nos relacionáramos solo porque si, ello contribuye a nuestra felicidad y nos lo
quieren robar, ellos tienen que encontrarle una explicación a todo. La ingeniería junto a
las computadoras vinieron luego para seguir rompiendo con este vinculo, el cara a cara ya
no existe, ahora ya sin tener tiempo nos enamoramos por internet y cuando pasan cosas
irracionales nos negamos a creer en ellas. Todo pasa en el mundo cada día más
superficialmente y ni aun el estudiante más brillante puede tener felicidad simplemente
porque no tiene tiempo, y aun cuando tenga su palacio y miles de títulos, se dará cuenta
que es una persona vieja y sufrirá y vera que paso toda su vida buscando algo que
tampoco lo completo y durante todo ese largo trecho vio como pasaba el tiempo y como
no disfrutaba el día a día, solo actuaba sin su corazón, solo iba en forma ordenada hacia
un destino más que premeditado, un ser exitoso, un ser con sufrimiento, un ser sin amor
que solo actúa. Aquí es cuando sufro ya que se que no puedo hacer nada, voy a ser uno
más que participe del desfile casi eterno, sin sentido. Me consuelo con saber que hay un
hilo de esperanza en el amor y en el arte. Decidí ser un hombre exitoso ya que desde
arriba tal vez pueda cambiar el mundo, solo y encerrado en mi habitación nada lograre,
créanme que hare mucho daño a muchas personas pero es por una justa causa, creo que a
través de mi amor triunfare, pero por el momento nada logre, me quede en la parte
delictiva al igual que Raskolnikov.

Es quizás gracioso y contradictorio que un joven triste nos quiera enseñar el camino de la
felicidad, pero como les vengo diciendo, no me importan las contradicciones, cuando veía
a mi madre junto a su ingenuidad e ignorancia cocinar ñoquis y nos daba un tenedor a
cada uno para que le hagamos la marquita y estaba toda la mesa blanca con
aproximadamente siete millones de bolitas para todos, yo era feliz, todavía no tenía idea
de que papa debía cumplir un horario, debía ir a sufrir, perder horas de ver crecer a sus
hijos, debía levantarse temprano e ir una y otra vez para que alguien más tenga su dinero;
todo esto para que mama pueda hacer los miles de ñoquis, pero yo no sabía de esta parte
e inocentemente era feliz. Cuando le pedía a mi abuela la pava para poder quemar
hormigas eran tardes eternas, no existía el tiempo, no existía la tarjeta de marcar del
trabajo, había tiempo para emprender acciones que tenían como único fin relacionarse
con los demás y disfrutar. Todos pensaran que terminare concluyendo que la niñez es la
única etapa de la vida en que se puede alcanzar la felicidad, pero no creo que sea así y esa
es mi lucha, y aunque muchas veces la incertidumbre sea la madre de mis desdichas creo
que la incertidumbre también alimenta mis ganas de vivir. Si le comento esto a un sujeto
inmiscuido al capitalismo de forma inconsciente, este seguro me dirá que hay que pensar
en el futuro y que lo mejor que podemos hacer es estudiar, ¡y estoy totalmente de
acuerdo¡ soy un hombre exitoso recordaran, pero verán hay delitos mínimos que he
cometido que solo están guardados en mi, también muchas historias de amor y
desencuentros algo de tragedias buscadas y alocadas, todas ellas me llenan de
incertidumbre y junto a esta también me impregnan de un esbozo de felicidad.

Como les venía comentando había días en los que me refugiaba en la soledad del campo, y
me rodeaba de una cuasinaturaleza (eran campos sembrados), había un aspecto negativo,
cuando volvía a casa debía cruzar por la casa de un borracho, pero el problema no era el
borracho, sino que tenía un perro que se llamaba Pachacho que era golpeado de forma
continua por su dueño y yo sabía que se había arrojado sobre varios niños como yo para
arrancarles un pedazo de su cuerpo. Uno de esos atardeceres venia preocupado por un
dilema existencial al haber matado una iguana obnubilada por el sol, la había encontrado
fuera de su cueva totalmente quieta, la rodee y di varias vueltas para espantarla ya que
me habían comentado que estos seres podían asesinar a un ser humano con su cola mas
afilada que un cuchillo de carnicero, pero el reptil no respondía, estaba quieto y solo se
podía vislumbrar su respiración, al ver esto pensé que en un futuro podía hacer daño a
otro niño, y que esta era una buena oportunidad para evitar tal desgracia, entonces tome
un palo ahuecado y lleno de hormigas y le di un golpe seco en la cabeza, el reptil tampoco
respondió, le di uno y otro y otro más hasta ver sangre en su boca, luego de realizar unos
movimientos involuntarios o de lo que vulgarmente se llama estirar la pata dejo de mover
su panza, yo intente cerrar sus ojos como había visto en una película pero vi que era
imposible ya que no tenia parpados, fue entonces que me desilusione y me pregunte
hasta cuando seguirían mintiendo los mayores. También había otro problema, tal vez los
adultos me habían mentido sobre el talante asesino de las iguanas, tuve que investigarlo,
así que me acerque un poco con miedo a la cola mística del reptil, no me animaba a
tocarla con mis manos así que tome una varilla verde de paraíso parecida a las que
utilizaba mi mama para castigarnos y levante la cola de esta, era muy finita y totalmente
inofensiva, no había forma que esta cola pudiera lastimar a alguien. Pegue un grito y pude
sentir que las hormigas habían entrado en mis pantalones y en mi remera, rápidamente
tuve que quedarme completamente desnudo para poder sacármelas eficazmente, me
habían mordido por todo el cuerpo, mi experiencia había sido desastrosa, había sido un
castigo de dios pensé por asesinar a un ser inocente, todo como siempre por emprender
situaciones erigidas sobre supuestos. Había asesinado y había sido castigado, fue que
emprendí mi camino a casa pidiendo por el perdón de mis pecados.
Volví sin darme cuenta por el borde derecho de la calle de piedras en la que se encontraba
la casa del borracho, no había pensado en Pachacho, solo venia reprochando mi conducta
y rezando un padre nuestro, también venia rascando mis ronchas en mis brazos y piernas,
de pronto sentí un gruñido, no hubo ladridos, solo un gruñido, pachacho se acercaba
lentamente, mi cabeza se lleno del recuerdo de los sollozos de los niños que habían sido
atacados y que luego pasaban por mi casa con tristeza y espanto manchados de sangre,
incluso había visto con mis propios ojos las gotas rojas sobre el ripio, esto si era real , la
amenaza era visible y no había emprendido nada para evitarla, no tuve miedo, solo trague
saliva y pensé que una buena piedra podía espantarlo si se acercaba mas, camine
ignorándolo y mi corazón empezó a latir fuerte al sentir sus pasos detrás de mí, empecé a
ver sobre el suelo para encontrar un elemento grande y contundente para defenderme, ya
sentía impotencia al saber que mi suerte estaba determinada por una mente irracional y
violenta que era castigada continuamente también sin razón alguna por su dueño, ya pude
sentir su respiración sobre mis piernas y aun seguía con su paso lento, pensé:

-“ este perro muerde así, de forma tan tranquila? “

Me di vuelta porque presentía que el momento se acercaba, me agache para juntar


cualquier piedra grande o chiquita, fue cuando el perro se puso violento y con una rapidez
impensada me mordió el brazo y me lo sacudió clavándome aun más sus colmillos y
traspasándome hasta que los dientes salieran por el otro lado del brazo, grite y llore de
espanto mientras Pachacho se alejaba y aun con una mirada amenazante me decía:

-Objetivo cumplido, de ahora en adelante le tendrás miedo a los perros.

III
Como ya saben, aun me encontraba atrapado en la casa de Remigio con Malevo
cabeceando mi puerta y yo asustado de forma aterradora y con un destino próximo aun
peor, mi miedo al perro debido al canalla de un año anterior hicieron imposible que
tomara una decisión correcta, ahora solo debía esperar a que el viejo me encontrara en su
pocilga, y nuevamente la incertidumbre irradiaba un sufrimiento pocas veces visto en un
niño tan pequeño, no había podido encontrar mi libro y tal vez sería devorado o mutilado
o torturado, de una forma u otra sabia que me iba a doler, psíquicamente o físicamente.
Ahora sentado en mi casa puedo relatarles este suceso transformador, tal vez como una
forma de desahogarme y de darle un sentido o una reelaboración, intentando encontrar
una respuesta ante tanto abatimiento. Fue simple lo que paso en esa situación, creo que
fue peor lo sucesos que siguieron.

Luego de pasada una hora yo seguía tratando de impedir el paso de Malevo hacia la
habitación/baño de mis vecinos, mi cuerpo poco a poco se iba entregando al cansancio y
su fragilidad empezaba a hacerse notoria, no podía creer como un animal buscaba con
tanto énfasis hacerme daño sin saber porque, sin conocer mis buenas intenciones,
después de todo el había sido el culpable al esconder el libro, necesitaba entregarme a mi
destino, pero debía dar mi último intento de salir airoso de esta situación. Pensé que si
abría la puerta de pronto ante un embate del perro quizás este pasaría de largo y seria mi
oportunidad de salir corriendo de esta casa hacia no sé donde, de todos modos era mejor
que estar encerrado y con mis brazos y piernas fatigados. Así fue que luego de analizar la
situación por cinco minutos, sospechando que en ese segundo Malevo encaraba la puerta
con su enorme cabeza y con total convicción de que quebraría mi resistencia le abrí la
puerta de par en par, mi plan funciono y el animal con sus patas chuecas no solo paso de
largo sino que se cayó al tropezar con la palangana de orín, como un rayo de luz salí con
pasos agigantado con cara de pánico y una mirada perdida, aunque también tuve tiempo
de cerrar la puerta de la habitación de forma precaria.

Vi que la puerta de entrada de la familia que estaba a la izquierda del taller de chatarra y a
unos 30 metros de la casa principal que se encontraba en el fondo estaba abierta y sabía
que si continuaba mi carrera podría escapar y llegar a los brazos de mi madre, ya
imaginaba como podía relatarles esta aventura de la que salí victorioso a mis nietos, pensé
en disminuir la velocidad porque ya estaba muy cerca de la entrada, no me importaba que
no hubiera cumplido mi objetivo, era realmente confortable haber vivido una aventura de
gran magnitud para mis ocho años, las aventuras siempre son graciosas cuando tienen un
final feliz, supuse que esta sería una de ellas sin pensar que si la puerta estaba abierta era
porque alguien había entrado, era una de esas puertitas con rejas que tienen una tranca
por dentro pero que uno puede abrirlas desde cualquier ángulo, seguí con una velocidad
considerable hasta que sentí que alguien me tomaba por los pelos y debido a mi rapidez
mis piecitos continuaron levantados por el aire mientras que mi cabeza estaba en las
manos de Remigio para quedar mi cuerpecito en forma horizontal, el viejo me tomo por
las orejas, y luego con sus dos manos en mi cuello, me levanto hasta tenerme cara a cara,
mi única reacción fue desmayarme.

Cuando reaccione ya me encontraba en un lugar conocido, supuse que había vivido un


sueño porque estaba en mi cama, no tenia almohada ni sabana como siempre y había ese
alegre olorcito que me recordaba las veces que me hacia pis encima al tener pesadillas
luego de ver la mismísima película de Freddy. Estaba todo oscuro y casi no se escuchaba lo
que pasaba en el comedor aunque la luz estaba prendida, abrí la puerta de mi habitación
para saborear las milanesas de los sábados a la noche porque reconocía ese aroma de
forma inmediata, sonreí para mis adentros y al levantar mi mirada vi una situación
espantosa. Estaba mi madre, mi padre, remigio y doña Faustina entablando una
conversación y junto a estos como juez el policía del pueblo, cuando los vi todos me
apuntaron con una mirada amenazante estableciendo que yo era el culpable de toda esta
situación y que no había forma de comprender mis actos, que necesitaba rectitud, orden y
educación. Pude ver a Doña Faustina con luz, realmente era la reencarnación del demonio
o al menos su esposa, Remigio aun conservaba su embriaguez y estaba en mi casa aun sin
saber con exactitud que podía estar sucediendo, cuando me vio le dijo a la multitud
señalándome:
- A estos pibes de hoy hay que darles con el látigo porque si no después se ponen rebeldes
vio don Barreto, primero hacen una travesura y después terminan robando enserio y
después tenemos las cárceles repletas de negros sin futuro, hay que pegarles hasta que
entiendan, hay que adelantar el servicio militar¡¡ hay que agarrarlos con el látigo y dejarles
el culo colorado y que lloren mierda toda la noche y no se puedan sentar¡¡¡¡ hay que
educarlos como nos educaron a nosotros, a los golpes¡¡¡

- No se preocupe Remigio que yo me encargo, esto no va a pasar más… ya va a ver mocoso


de porquería -dijo mi padre.

Si bien no era de las mejores situaciones yo me encontraba en mi casa y ya no podía


pasarme nada, Malevo no había podido hundir sus colmillos en mí, Remigio no había
hecho más que desmayarme. Luego de una reunión de media hora, todos se despidieron
con la promesa de mi papa de que él se iba a encargar. Yo suspire tranquilo, ya todo había
pasado, pensé.

Mi padre se volvió hacia mí y me dijo con un tono exacerbado que me encerrara en mi


habitación ya que tendría mi castigo por andar robando en la casa de mis vecinos que tan
buena gente eran.

Yo robando¡¡¡ que increíble distorsión pueden llevar a cabo los sentimientos humanos¡

Ahora créanme que esta parte tal vez no se animen a leer porque es realmente grotesca y
peor aún, debemos entender que estas situaciones pasan día a día, es lo que quiero
cambiar de este mundo.

IV
Mi segundo trauma

Cuando a uno lo golpea un ser querido siente como se desgarra el amor y se convierte en
odio, cada golpe es un sentimiento extraño y sin sentido que emerge sin ninguna
dirección. Jamás pude entender la relación entre castigo y buen comportamiento, solo el
amor enciende a las pasiones mas bondadosas, el castigo enciende a un temible odio
perdurable; ya comprobarían Watson, Pavlov y Skinner científicamente a través de sus
experimentos que para despertar ciertos tipos conductas en las ratas se deben utilizar las
recompensas o refuerzos positivos y jamás el castigo o el refuerzo negativo.

Voy a ser contundente en mis expresiones y en mi relato, aquel día mi padre corrió a mis
hermanos de mi habitación, me tuvo a mi solo y me obligo a quedarme sin ropas, nada
más que mis calzones. Tenía entre sus manos un pedazo de manguera de unos 50 cm que
había extraído de la que usualmente utilizábamos para regar el jardín o que yo utilizaba
para jugar con agua y sentirme feliz. Ahora bien el elemento que antes me hacia feliz
ahora despertaba la misantropía más densa y oscura en mi.
En un primer momento me dio un cachetazo con el revés de su mano y me desparramo
haciéndome escupir sangre por los mosaicos que el mismo había fabricado, en instantes
me tomo de una de mis piernas y me levanto, con una mano me sostenía por los aires y
con la otra me daba manguerazos en la otra pierna, en los brazos, en mi cara, en mi
espalda y en mi panza, yo ni siquiera lloraba porque estaba en un estado inconsciente casi
sin saber lo que realmente sucedía, solo quería que terminara, quería morir tan solo con
nueve años. Cuando pensó que el castigo había dado efecto me soltó de mi pierna y caí de
cabeza sin ninguna oposición de mis manos para lastimarme en menor medida. No sé por
cuánto tiempo estuve inconsciente pero en ese tiempo de seguro descubrí que el mundo
que asomaba no era el de los juegos y el de la lectura, el mundo era siniestro y sin sentido,
estaba lleno de odio y de rencor, no había nada que justificara mi existencia, ¿dónde
estaba el amor que todo lo salvaba? ¿Dónde estaba el amor del que hablaba Aliocha?
¿Donde había un dios para defenderme?

Nunca jamás volví a ser la misma persona, soy un sujeto con miedo y mi espíritu no me
permite luchar más que a través de mis ideales, soy un hombre de ciencia verán, ya saben
como la ciencia me impuso el sufrimiento a la vez que me dio las herramientas para tratar
de convertir mi humillación en arte, pero sepan que soy hombre de ciencia para tratar de
ser una figura contraria a ese sujeto que me convirtió en algo oscuro y maldito,
eternamente busco ese apoyo materno que nunca existió. Con el tiempo pude ser
bondadoso y amable, mi venganza y mi delito siempre estarán ocultos. El amor lo adquirí
de forma individual y a través de los vínculos humanos que siempre defiendo.
Capitulo 3
APOLOGIA DE LA IDIOTEZ

“Hay dos formas de ser feliz,

una es ser idiota y la otra

es hacerse el idiota”.

Sigmund Freud.

I
Como se habrán dado cuenta por momentos soy un niño indefenso en medio de una
llovizna de agua fresca e interminable, siento que las nubes tan alejadas se burlan de mi
destino, aunque en mi corta vida varias personas podrían pensar que no ha pasado nada,
solo me acusaron en el colegio de inmundo y en mi casa me golpearon hasta el hartazgo
con una manguera por culpa de un perro. Eso no es nada comparado con los hechos que
sucedieron más adelante, aunque grito a dos voces que si estos no hubieran sucedido no
se habrían desencadenado semejantes acontecimientos.

Una revoltosa adolescencia ha dejado huellas eternas en mi, hay quienes seguro envidian
mi condición de ser un adulto con un coeficiente intelectual demasiado alto, no saben que
esto me juega malas pasadas y me lleva a abusarme de la gente, yo lo considero una carga
enorme que me castiga incesantemente, cuando realmente creo encontrar a una persona
especial estas no llegan jamás a entenderme o lo que es peor aun me toman por loco, no
entienden que soy totalmente indefenso y agradable, soy monstruoso nada menos que en
la soledad, cuando establezco vínculos soy gracioso, mis palabras brotan con total
espontaneidad y camino con un aura especial que hace que los que me rodean me
confundan con la reencarnación de Cristo, estoy un poco harto de los halagos, necesito
una crítica a mi existencia, nadie puede ver que hay detrás de mi despoblado artilugio de
palabras. Voy detrás del fracaso, manipulo mi condición para ser más terrenal, quiero ser
un poco más normal pero es inevitable no arrojarse sobre la estupidez para criticarla.

Mi tercer trauma determinante de esta inexplicable condición de adicto fue a causa de


escapar de este ser tan encerrado consigo mismo, tan triste , tan demostrativo de una
realidad inexistente, no creo que la gente pueda morir o envejecer de tristeza, de ser así la
raza humana ya no existiría, cuando era niño pensaba que los grandes océanos habían sido
construidos a causa de las miles de lagrimas que sus habitantes desparraman y que se
originan en la cavidad de sus relaciones, también pensaba que el sol había sido creado por
Dios para que nuestros ojos queden ciegos ante tanto resplandor y encandilados no
podamos ver nuestra más absurda condición de seres llenos de tristeza interior sin un
camino por recorrer o aun peor sin necesidad de construirlo ni imaginarlo ya que de todos
modos sería inútil. Creaba conclusiones y relataba historias fragmentadas sobre el único
camino a la felicidad que en esa época eran para mi “la estupidez y la ignorancia” y a
veces salían historias como esta:

Relatos de Mongolia

Ya no puedo sostenerme, acaso nadie confía y cree en mi? Claro que no, ningún
humano con dos dedos en la frente pondría en mis manos sus asuntos, no podrían
confiarme sus
secretos. El mundo vive alejado de mí.
Una noche de abril cuando mis padres hicieron el amor surgí de forma precaria,
aquella célula, un óvulo inmenso y un pequeño espermatozoide fundiéndose
para comenzar una nueva vida, mi atormentada e inexplicable vida; ellos, los
cromosomas no
se conformarían con 23 pares, tan solo necesitaban un par mas para
complicarme la existencia.
a causa de esa extraña unión tengo síndrome de Down mi saliva se desparrama
por todas mis prendas, no podía ser de otra
manera¡
Es una forma de demostrar cuanto odio me tengo a mí mismo, gozo de un
talante antinarcisista, odio a mi fiel parte somática, me aborrezco,
aborrezco mis palabras que no quieren simbolizarse tal cual las pienso, soy un ser
extremadamente inteligente que no puede expresarse, no puede manejar su
cuerpo.
A través de millones de situaciones tortuosas podría vislumbrarles el modo
en que trágicamente se desarrolla mi vivir, tragicómico diría la sociedad,
tragedia existencial dirían mis pensamientos:
El 14 de Enero de 1981 ocurrió una situación desastrosa, visualice una locuaz y
hermosa señorita, de su pecho
partían el Cerro Uritorco y el Pan de Azúcar, yo me sentí perplejo, mi
cerebro algo intentaría fabricar con su materia prima en estado putrefacto,
créanme no me impactaron sus senos, solo su camisa, tenia botones blancos
con dibujos tallados, era un tiburón con la mirada simpática frontal
mostrando sus dientes, me hubiera deleitado arrancándole los botones y
adueñándome de todos los tiburones, de seguro me culparían y encerrarían en
un instituto para retrasados acusándome de intento de violación en un sector
publico, yo solo tenía amor hacia los peces y esos botones jamás vistos me
produjeron un impacto estético.
De forma espontanea decidí filosofar sobre los vínculos de esa señorita con los
botones más hermosos que había visto. Supuse como era natural en mi que aquel
cuerpo femenino fue absorbido por la estúpida y reiterada
manipulación social del casamiento, por lo tanto digamos, una fiel señora
enamorada que creyó que había hallado una manera lógica de convertir a su
muerte en algo inalcanzable, creí que nunca lo lograría, solo pocos humanos
lograron la trascendencia a través de la comunicación del conocimiento y de
la cultura en todos los estadios evolutivos del desarrollo mundial y sus
instrumentos para lograrlo fueron solo la escritura y el arte, tal vez en un
papiro, tal vez en una roca, tal vez a través de un mail, tal vez a través
de una conferencia de la que se tomo nota; escribir y expresarse a través
del arte es una manera de ser eterno, es así que me pregunto ¿qué es lo que se
extraña cuando una
persona se va? tal vez su estilo autentico de expresarse, sus enseñanzas,
sus modos de vivir, sus ocurrencias. Las escrituras o el arte de tales seres
eternos son una manera de seguir charlando con ellos, de seguir aprendiendo,
de seguir confrontándolos, de reírnos por alguna de sus ocurrencias.
Freud, Nietzsche, Bacón, Goethe, Sócrates, Platón, Aristóteles, Da Vinci,
Miguel Ángel, Víctor Hugo, Hopkins, Napoleón, Hitler, Dostoievski, entre
otros, en cierta forma son inmortales.
¡Tus palabras quedaran impregnadas en la sociedad por el resto de los días
diría mi conversor ¡Luego de esta reflexión filosófica continuare relatando mi
perplejidad ante la señorita que trataba de una manera
ineficaz ser eterna, y déjenme explicarles porque considero que el modo de
alcanzar su objetivo de eternidad era ineficaz?
Supongamos que la gorila sociable se cree eterna mediante la terrible,
temible y luego amada aparición de un ser tan inmundo, su pequeño hijo. No
hace falta decir más, el pequeño inmundo crecerá, se independizara, la
locuaz señorita envejecerá, morirá, el pequeño llorara, sufrirá, maldecirá,
orara por un buen descanse en paz; el ya no tan pequeñuelo visitara el
cuerpo de su madre en descomposición, sentirá tal vez asco y amor
compenetrándose en un sentimiento extraño y profundo, mezcla de emociones,
te estas pudriendo pero te amo.
Es así que el joven visitara todas las semanas a su difunta madre durante
meses, luego solo los fines de semana, luego en cada aniversario importante
(cada momento que nos recuerde que el mundo no es una asco o que si es un
asco) luego torcerá los rumbos, solo visitara los huesos de su madre y su
blanco calcio cada vez que se le presente la ya triste posibilidad de
regresar a su ciudad natal.
El joven intentara satisfacer sus pulsiones sexuales, conocerá una mujer,
llevara a cabo el ritual, ellos lucirán al mundo su amor vestidos de gala, y
prometerán estar eternamente fundidos. De pronto un nuevo inmundo sujeto
surgirá, su amado padre morirá tal vez su cuerpo sea enterrado junto al de
su abuela en un cofre que se desgastara con el tiempo, repetición pero ahora
en forma de trilogía, triple sentimiento confuso, huelo la putrefacción de
mi padre, de mi abuela, los amo aunque los gusanos permanezcan vivos gracias
a su alimentación, gracias al tierno alimento del armazón del alma.
El sujeto inmundo recordara en forma casi nula a su pechugona abuela, su
bisnieto sabrá que aquella tumba pertenece a algún familiar, sin saber con
cierta exactitud ese grado de parentesco, solo sufrirá por el inmundo
sujeto, solo mitigara su dolor tratando de unir su espermatozoide hacia
algún óvulo histérico y desesperado en once minutos. Para que caer en
explicaciones circulares? así es la búsqueda del infinito? creo nos
equivocamos de rumbo, no estamos ni cerca del umbral de la eternidad, solo
estamos cerca nosotros los grandes pensadores, incluido yo ¿ quién podrá
quitarme mi alma de soñador?
Estaba expresando una idea, aquella tarde vi a la armoniosa señorita,
intente comunicarle algún esbozo de discurso agradable.
Siento temor hacia mí mismo ¡, luego de 970 centímetros cúbicos de saliva
explayándose sobre mi mentón mi gran texto filosófico fue - AAAAHHH?¡ pero
créanme que mi cara de idiota aun fue más escalofriante que mi vil discurso.
Reconozco que la vulgar gorila sintió en lo más profundo angustia y
pánico, luego intento ser agradable y ajustándose perfectamente a las reglas
sociales que indican que no debemos burlarnos de idiotas, deformes,
enfermos, mutilados, ingenieros, traumados, psicópatas, esquizofrénicos y
demás atormentados de la vida fue correcta con mi madre aunque de seguro
pensó - Deberíamos enviarlos a todos ellos a una pequeña isla de nueva
guinea, él con todos sus pares en un intercambio interminable de idiotez¡
estoy seguro que en su cabeza pasaron esas ideas, pero no había forma de
decirlo, había que ajustarse a la falsa sociedad, ¡qué diría Dios¡ si actuáramos de
mala manera ante semejante situación, de seguro
en el vigésimo mandamiento oculto la ley a rajatabla será - No te burlaras de algún
idiota que encuentres por la calle, y entre los castigos posibles tendríamos
la posibilidad de procrear algún ser mas idiota del que nos dio risa, o
darnos un ataque y quedar hemipléjicos, en fin un sin número de castigos que
solo se le podrían ocurrir a los aun mas idiotas humanos, no creo que un ser
superior ande correteando por el mundo fijándose quien se burla de un
idiota, que sacerdote desnudó con la mirada alguna madre superiora, quien
deshonro a su padre, quien miro con ganas a la mujer del prójimo.
Como les decía la señorita intento ser amable y transmitió una sonrisa
nerviosa.
A través del largo recorrido de mi 55 años sucedieron catastróficas olas de
delitos realizados sin intención por mi estúpido cuerpo; descontrol de
esfínteres que se lo adjudicaba a mi sistema simpático y parasimpático y no
a mi tontera, golpes por doquier, palabras inoportunas, miles de pisadas de
excrementos, alimentación con insectos, 4 incendios de mi habitación, algún
manoseo que me llevaría tras las rejas (solo por los tiburoncitos tallados),
siete exhibiciones obscenas, asesinatos de mis mascotas ocasionales ( me dio
pena mi cardenal), masturbación en público, intoxicaciones con
pegamentos, en fin realmente les podría relatar miles de sucesos vergonzosos
para mi familia.
Todo a causa de mi deplorable comunicación y conexión entre mis partes
psicosomáticas, la división entre naturaleza y cultura me condenaba al
fracaso de adaptación social, creo que todos los animales al hallarse
solitarios o fuera de su círculo social encuentran un camino a seguir, se
guían por su instinto, por ejemplo, los patitos al nacer, ya es adquirido e
innato seguir a cualquier bulto de mayor tamaño que ellos, los potrillos ya
nacen caminando e intentan alimentarse agachando sus labios en cualquier
lugar hasta hallar comida; pero nosotros los humanos necesitamos del otro,
de nuestra madre, de la sociedad para subsistir, que camino sigue un humano
sin la cultura? seria la mismísima aberración andante, un salvaje¡, Tarzan
seria james bond a la par de un sujeto de esta índole.
Que más da, yo si pude adentrarme en la sociedad, pero desde la ventana de
la idiotez, esa ventana se halla con cristales rotos y cortantes, mi vida es
un continuo dolor y desangramiento.
Toda mi vida fue pura impotencia, en mi curso especial para niños con capacidades
diferentes de mi colegio me
sentía ajeno a mi compañeros que de la misma manera que yo se orinaban
en los pantalones y goteaban saliva en cualquier lugar, ellos parecían
demarcar su territorio al igual que los perros, claro que si un perro orina
sobre las flores es normal, pero si los hacemos nosotros los seres
racionales, tengan cuidado que hay un inadaptado al alcance¡
Juro por los botones tiburonezcos que en aquella época sabia contar hasta
100, entre mi cuerpo y mi mente en ocasiones se daban ciertos chispazos que
formaban un puente transitable, así lograba levantar mi mano en clases,
cuando la blanca paloma gigante se acercaba hacia mí con una sonrisa enorme
de satisfacción creyendo que sus enseñanzas no eran en vano, yo recurría a
algún aspecto atroz y recurrente que eliminaba sus ilusiones, entonces emitía un
sonido que sin saber que significaba era de talante pudoroso, a veces le decía ante
la pregunta de 2x2 - Pene¡ Su rostro enrojecía y se transformaba en odio y
desilusión hacia
mi, no sabía cómo soportar semejante tabú? Fue allá en los años 60 en donde
erigía el
conductismo, la dulce maestra recurría a los manuales de conducta,
ADAPTACIÓN A UN OPTIMO COMPORTAMIENTO, - Regla N° 1: Si la conducta es
propicia debe ser reforzada con algún tipo de premio, así el idiota tendera
a reproducir la conducta apropiada para obtenerlo ¡¿ pero acaso no sabían
que era un idiota?¡ no puedo realizar asociaciones entre mi comportamiento
propicio y el refuerzo; Ajustémonos entonces a la Regla N° 2: Toda situación
de mala conducta debe ser tratada de forma indiferente ¿ la maestra debía
ser indiferente ante mi terrible palabrota que luego era imitada y repetida
en forma continua por todos mis hermosos compañeritos? -Regla N° 3: quizás
el castigo disminuya los malos hábitos, es el menos eficaz y funciona
lentamente. Los humanos somos geniales utilizamos y seguiremos utilizando el
castigo como el método más eficaz para erradicar conductas antisociales; el
arbitro de futbol expulsa a jugadores violentos (castigo), el director de
una escuela expulsa a los jóvenes rebeldes que incendiaron la bandera
celeste y blanca (castigo),el policía municipal nos obliga a derrochar
nuestro papelucho inmundo y tan necesario ante alguna infracción de
transito, la mama le pega a su niño que amamantándose tuvo la amabilidad de
morderle un seno con sus dos apreciables y cómicos dientecitos.
Las reglas eran simples, conducían por distintos rumbos. Mi maestra elegia la
menos eficaz pero más utilizada por el mundo, la N° 3, la más dolorosa. Fue así
que cada vez que cometía una idiotez mis recreos fluctuaban entre besar una
gruesa cinta negra que tapaba mis
labios, o estar atado de manos con las esposas de su marido policía o
simplemente ser encerrado en el armario de manuales y juegos didácticos de
mi aula. El armario era la opción más justa, me encontraba solo en mi
oscuridad, nadie podía quitármela y de esa forma por momentos no veía a mi
cuerpo inmundo, mi peor enemigo, de vez en cuando leía inscripciones de
libros, yo sabía ya leer en aquella época aunque no lo crean y no me
entiendan.
Si aunque no lo crean soy capaz de semejantes actividades demasiado costosas
de llevar adelante por un ser tan vulgar, digamos que yo era algo así como
un superdotado entre los idiotas, un idiota en el mundo sociable; puedo
interpretar una película, puedo analizar textos de Herman Hesse( regocijo
celestial, pena mortal¡), puedo sufrir 48 horas de insomnio, puedo intentar
ser agradable aunque no lo logre jamás, puedo crear poemas de amor, puedo
estar enamorado, puedo memorizar números de más de doce cifras, puedo
realizar una ecuación en mis pensamientos, podría manejar una computadora
una calculadora y también puedo realizar mentalmente millones de artilugios
que conllevarían a una vida plenamente sana.
Mi gran problema es no poder conectar mi ilación de pensamientos con mi
cuerpo, mis palabras, mis movimientos. Siento que me estoy orinando pero no
atino a encaminarme hacia un sanitario, solo escucho el liquido tibio
correr, siento que está mal asesinar a un pobre gato pero continuamente giro
su cabeza sin importarme sus defensas mediante rasguños, pienso y siento que
no debería entrar al baño mientras mi hermana se está duchando pero
igualmente voy y la observo como extrañándome ante un aparato diferente al
mío, sin importar que llegue mi madre y viéndome como explotan de mis
glándulas salivales torrentes de liquido me da un chapuzón de litros de agua
a 98º en la escala Celsius.
Tal vez no deberían escuchar los consejos de un sujeto tan aberrante, ni
siquiera se si este texto resultara inteligible para ustedes los seres
raciocinios, pero les detallare a continuación la parte más importante de mi
historia, la más provechosa y productiva.
Luego de interminables sucesos bochornosos decidí que en algún lapso de esos
preciados momentos en que mis neuronas hallaban cierta manera de expresarse
con un pedazo de criterio normal, realizaría mi huida para no infringirle
más daños a mi familia.

Un día luego de escaparme de los brazos de mama me hallaba en la tierra de los


sueños de las personas que buscan
nuevos rumbos para exhumar su sufrimiento, veía 40 plataformas y centenares
de monstruos con diferentes destinos, de pronto ¡una conexión¡ mi nariz
sufre ante una molesta mosca y mi mano renovada intenta alejarla mediante un
golpecito. ¡Que adorable recuerdo! Entonces a través de mi mente que en un
pequeño momento tuvo lucidez emprendí mi huida hacia Misiones,
no se porque Misiones pero era lo más accesible. El indiferente chofer no
dudaría ante la presencia de algún otro idiota terriblemente mas enfermo que
él, no exigiría ningún comprobante, y si lo hacía planeaba responderle con
mis continuos torrentes de saliva y moco.
Fue así que emprendí mi amocosado y solitario viaje hacia lo desconocido,
tal vez mi foto más adelante aparecería pegada en algún poste energético, de
seguro se
desgastara al igual que el afecto no lógico de mis padres hacia mí.
Luego de recorrer Argentina y vislumbrar con mi idiotez a los provincianos,
pude hallar la esperada sala donde contaría con el trato adecuado, Había leído en
alguna revista esotérica de Carina un informe sobre experimentos con niños
índigo que estos pequeños superdotados eran sometidos a pruebas
clandestinamente y hasta realizaban cruzamientos genéticos en animales,
posiblemente allí se dio el origen de la vida del ratón hocicudo.
! Que malditos seres racionales ¡
Me senté a esperar en el estacionamiento de la veterinaria, era algo así
como la entrada a un hospital de emergencias, de pronto aparecía un gato
con su uña quebrantada, un perro atragantado con un hueso enorme, una araña
seca de vientre al comerse un cascarudo sin condimentar, cosas como esas
sucedían, en un mundo casi desconocido por la sociedad, sucesos increíbles
pero créanme los viví con cierta ironía. Mi reposo duraría hasta aguardar
una conexión mas entre el maldito cerebro y el cuerpo, una noche llego el
momento esperado tuve mi día soñado en ese entonces, había viajado en pos de
una quimera y la quimera se estaba realizando, tuve un enorme chispazo, salí
corriendo encarando la recepción donde se hallaba una enfermera con olor a
mandril le explique qué es lo que buscaba, cuáles eran mis sueños, de qué
manera era un ser pensante en el fondo, que quería que me tomaran como su
conejillo de indias y que estaba en sus obligaciones científicas experimentar con
semejante persona que había procreado la naturaleza ¡ podría serles de gran
utilidad¡
La enfermera me hizo pasar a una sala de espera donde tuve de compañero una
coneja que había abortado quince veces en media hora y un canario que decía
malas palabras, mientras en la habitación nos hacia escuchar suave música,
escuche estos sonidos de algún cantautor famoso:

Fue tan tremenda la secuela


de aquel golpazo allí en la escuela
que te mando a otro mundo
cambio tu vida en un segundo
justo a la hora del recreo
Lo que siguió fueron todos hospitales
especialistas en deficiencias mentales
metiendo cubos en triángulos
haciéndole al círculo ángulos
y te diagnosticaron locura…

Otra vez un chispazo de largo alcance, esta vez, le comunico a un doctor los
problemas que me aquejan y les comunico que entrego todo mi cuerpo para que
lo utilicen de la forma que quieran, necesito que me transporten al lugar en
donde experimentan con humanos.
De pronto tuve un desmayo.
Cuando desperté me encontraba en una habitación llena de luz, quise fregarme la
cabeza,
toque una sustancia pastosa, no tenia corteza cerebral externa de seguro
había encontrado mi destino y mi fin.
Mi conversor y también veterinario personal el Dr. Julián Vetasol, me
comunico que entendía mi problema mientras sus discípulos se burlaban de el
al verlo comunicarse con un ser tan despreciable y baboso como parecía yo.
El Dr. tomo mi mano e hizo firmar un documento el cual lo desligaba de
cualquier sufrimiento físico u emocional que podría infringirme, el no era
responsable del maltrato a los animales.
Trato de explicarme aunque se sentía absurdo que tomarían miles de células
sanguíneas y nerviosas y le usurparían un par de cromosomas, estas células
reinventadas actuarían como virus eliminado las demás y tomando su lugar
infectándome todo el organismo, así llegaría a un par normal de 23 pares de
cromosomas. De esta manera tal vez mi idiotez desaparecería pero el
tratamiento debía ser continuo y para toda la vida. El único sacrificio
horrible que debía llevar adelante era el de transportar hacia todo lugar un
aparato que a través de sondas que se conectaban a mi cerebro realizaban la
gran tarea, de ese modo se mantenía estable el proceso con el aparato a
cuestas en mi espalda, me autodenomine "el cazafantasmas atontado".
Que más les puedo decir, el experimento funcionó ¡
De que otra manera podría comunicarles esto.
De que otra manera podrían ustedes leer esto.
Así durante un mes conocí al mundo en forma plena, asimilaba y me acomodaba
a nuevas estructuras, también era parte del mundo y lo modificaba, durante
ese mes debería estar informado para acelerar el proceso de adaptación, los
doctores me enseñaron a utilizar Internet y por primera vez tenía el mundo a
mis pies.
Fue entonces que pude ver las noticias de actualidad sin derramar saliva ni
orinarme en los pantalones:
20 muertos por atentado suicida en Irak
El talentoso bajista y productor de Catupecu Machu al borde de la muerte.
14 Jóvenes mueren en accidente al impactar con un camión que conducía un
sujeto alcoholizado luego de realizar ayuda comunitaria en una escuela de
provincia.
Shakira compra una casa de 4 millones de dólares.
Sufrimiento y más sufrimiento, estupidez, carreras en contra de la muerte,
auto atentados a la vida, nunca había vislumbrado eso en mi pequeño mundo.
Sentí pánico, me aterrorizo el mundo tal cual era, el gabinete de médicos
decidió llevarme a un shopping lo cual opinaban me haría sentir bien, pude
ver las diferencias entre clases sociales que había en mi nueva ciudad,
ambos se odiaban mutuamente, era un mundo absurdo lleno de egoístas y
manipuladores de la vida en beneficio propio y en detrimento de los demás
Donde se halla la belleza que mantiene vivo a los seres humanos me pregunte?
De donde ellos se aferran para lograr subsistir, donde estaba la vida?
Así emprendí mi regreso a mi anterior mundo, tal vez no necesite
expresarme con claridad, por lo menos al no ver lo que realmente pasa pueda
hallar el camino de la felicidad, necesito que ustedes humanos me despierten
cuando hallen algo que valga la pena en la vida además del arte y del amor, si es
así o sienten
amor por mi necesito que me conecten y me den un cachetazo.
Así que ahora me encuentro nuevamente en la sala de espera, nuevamente
experimentaran conmigo y me regresaran a la idiotez, les pedí escuchar un
poco de música antes de esto, en tres minutos el mundo desaparecerá otra
vez:
Regálame un poquito
un poquito de locura
que me ando fijando mucho
en la marca de mi pantalón
se te apago la luz?
o la encontraste?
se te zafo un tornillo?
o lo apretaste?
cual es la dimensión de la locura?
si es mas cuerdo el que piensa o el que mira la luna
te agarraste de una nube y te escapaste
al primer planeta que encontraste
y sin darte cuenta te salvaste
de todas las cosas que dejaste
de la geografía, de la geometría, de la economía
de todo este mundo y sus cursilerías
de estar a la moda, de ser una escoba, de una novia boba
y hasta de una posible boda
se te apago la luz o la encontraste?

DOCTOR DESCONECTE DE UNA VEZ ESTE APARATO, ADIOS… AAHHH ¡

II
Sufro por miles de razones al mismo tiempo que no tengo ninguna razón para sufrir, hay
miles de cosas que molestan e interrumpen mis pensamientos, me desentienden de la
realidad que más me gusta, muchas veces las personas me hablan y yo les respondo sin
escucharlos, realizo genialidades según parece en piloto automático.
Hay algunos objetos que son certeros a la hora de inhibirme y hacerme sentir un
verdadero idiota sin ideales ni sueños. Las normas nos roban nuestros deseos y como lo
dijo algún genio en su época producen el malestar en la cultura, la razón nos empujo al
abismo.

A veces creo encontrar respuestas que me lleven hacia un camino mas claro, mis miedos
pujan constantemente y la neblina neuronal que atestigua semejantes conexiones
irreverentes se perfilan día a día para construir obstáculos pesadumbrosos.

Ya a los 12 años tenia condiciones para salir a enfrentar al mundo, tenia fascinación por
caminar sin ningún objeto físico mas que mis ropas harapientas, no me gustaba llevar
llaves ni algún dinero, solo quería ser libre, yo solo contra el mundo enfrentados en una
relación compleja de odio y amor. Si bien no extraía conclusiones certeras podemos decir
que se perfilaba un odio intenso hacia la sociedad, la cual pertenecía al mundo, aunque al
mismo tiempo tenia cierto tipo de amor hacia la naturaleza, ella es pura y actúa sin
maldad alguna, no lleva consigo ningún tipo de presión política ni social, solo se desarrolla,
crece y actúa por el bien de si misma y por el bien de todos sin pedir nada a cambio y sin
enojarse siquiera, la naturaleza es naturalmente solidaria.

ACASO NO NOS DAMOS CUENTA QUE NOS ESTAMOS DESTRUYENDO¡¡¡

NO SE DAN CUENTA QUE NOS ESTAMOS AUTOEXTERMINANDO¡¡¡

Que diríamos si vemos a un sujeto subido a una antena amenazando con quitarse la vida,
o a una mujer desdichada cortándose las venas, diríamos que se están lastimando ellos
mismos y con justa firmeza gritaríamos a dos voces que ellos no están en sus cabales;
Seria demasiado obvio, pero que pasa con nosotros los seres aparentemente cuerdos?
Pareciera que estamos destinados a destruirnos de forma colectiva y masiva a escala
mundial y esto es totalmente aceptado, nadie grita y todos nos escondemos, yo mismo
estoy oculto en las sombras y mi grito no se escucha, queda en las penumbras, soy
totalmente consciente del grado en que el ser humano se esta haciendo daño a si mismo
por salvaguardar cuestiones totalmente superficiales y estúpidas, tengo conciencia de ello
aunque reconozco que no tengo la fuerza suficiente para luchar contra millones de
demonios y transformar al planeta. No hace falta que los robots tomen el poder para
destruir al mundo ni que caiga un meteorito gigante para terminar con nuestra existencia,
lo único que tiene que pasar es que sigamos haciendo día a día lo que hacemos cuando
nos levantamos, no hacen falta robots ni bombas nucleares porque nosotros mismos
somos un cablerio mentecato, vamos en fila para apoderarnos de la naturaleza y
maltratarla, y contamos con el arma mas poderosa que es la razón, tal vez deberíamos
repensar la definición de hombre de “animal racional” porque somos el animal mas
irracional de todos, el ser mas estúpido sobre la tierra que se hace daño a si mismo,
imponiendo sufrimiento a si mismo e imponiendo sufrimiento a los demás animales que
solo tienen en su instinto la solidaridad para con el medio y el prójimo. Los animales solo
quieren subsistir y le piden disculpas a la tierra cada vez que toman un ínfimo trozo de
ella. Nosotros sabemos que queremos subsistir pero no tenemos la capacidad suficiente
para poder aprender la manera en que esto se puede lograr sin hacer daño a los demas,
hasta parece chistoso escuchar canciones que hablan sin darse cuenta de que debemos
escuchar al corazón, porque esto es así, es una verdad indiscutible que no aplicamos,
escuchamos a la razón en vez de al corazón, entonces de tal manera no podemos aplicar
nuestro instinto natural que nos llevaría a estar en mejores condiciones. Así de la mano de
la razón es netamente importante tener un culo gigante y unas tetas esponjosas para
poder conquistar a un hombre de espalda mas ancha que una pared con un auto ruidoso
que nos lleve rumbo a la muerte sabiendo que ante los demás seres humanos fuimos más.
Todas las noches cuando nos acostamos ya aportamos un grano mas a la destrucción del
mundo para llegar a ese ansiado culo o pectoral voluminoso, y así luego de vivir una vida
acelerada de “éxitos” sociales y de comodidades supuestamente bien ganadas, nos damos
cuenta que fuimos en el poco tiempo que existimos corredores excesivamente acelerados
de sueños inútiles. Vamos detrás del hombre o la mujer exitosa el cual amamos por su
grado de madurez e intelectualidad y su capacidad para destruir al mundo de manera mas
eficaz, y en la carrera por conseguir una posición social la cual soñamos que
conseguiremos con lucha y sufrimiento al lado de este ser amado no podemos ver a los
escasos jóvenes aferrados de utopías que sueñan por un mundo mejor y que luchan de
diferentes formas con una fuerza envidiable que surge del corazón, no podemos ver todo
el amor que surge de estos seres, es amor verdaderamente racional y apasionado, no
podemos dejar las cuestiones sociales y los pasamos por alto sin ver este amor en estado
puro. Amor que sale de la naturaleza y que no tiene explicación si nos paramos del lado de
la vereda de los robots.

III

Luego de este análisis que espero despierte algo en alguien transformando mi escrito en
un adicional de aquel joven que si tenga fuerzas suficientes para luchar contra los
temibles desposeídos y ser un verdadero mártir, voy a retratarles uno de los
determinantes de mi encierro esquizoide.

Tener 12 años es una edad difícil para pisar sin el suelo rodeado de la pobreza más
imperceptible, es increíble como nunca pude notar mis carencias, mis delitos siempre
fueron en aumento y mi inteligencia aporta una gran cuota a ello. Inteligencia en el
sentido de entender la estupidez humana en la que me hallo inmerso.

12 años en los que la belleza estuvo frente a mis ojos tapada por la polvareda que
levantan los monstruos al pisotear al mundo, casi un infante inundado en un mar de
lagrimas, sin remos ni canoa, solo ahogándome en mi propia miseria. ¿Cuantas veces el
amor sirve de chaleco para mantenernos a flote cuando nuestros pies ya no pueden
agitarse más?

12 años y aun más defendiendo la pequeña cuota de amor que despiertan las mas oscuras
contradicciones, sosteniéndola aun entre mis manos, mirándola de reojo en su paso
fugaz, también amándola. Entendiéndola para no sentirme tan vacio.

12 años y aun mas de amor puro, amor cristalizado en ojos soñadores y tiernos, ojos
rodeados de una futura piel marchita que agraciara mi corazón si mi concepción de mi se
transforma rotundamente. Las personas que ame durante algún tiempo, las personas que
jamás pude amar, las personas que sigo amando, las personas que me amaron en
instantes y que por cuestiones sociales rompimos nuestro lazo casi afectivo, la persona
que amo eternamente, amor platónico, amor sin razón, amor excesivamente razonable,
amor simbiótico, amor independiente; quizás todos ellos en algún punto saben que el
brillo propio que caracteriza mis ojos o mi pluma es un amor hermoso, un amor oscuro y
psicótico, amor en estado puro, lo saben aun mas las pocas mujeres que ame en la vida,
todas ellas vieron este amor desordenado pero puro, amor sin ninguna intención siniestra,
amor tan real como el apasionado o el desgastado, amor de costumbre, amor nuevo
caótico, todos ellos tan hermosos como innegables, irresistibles.

12 años y aun mas pegoteado en reflexiones eternas que me distraen y me hacen olvidar
del absurdo de la vida, quizás no vinimos a este mundo solo para morir, solo para
transformarlo, para buscar la felicidad, para regodearnos con dinero, para acomodarnos
socialmente y… morir, para ser lideres, para ser subordinados, para ser mujer u hombre,
para seguir a rajatabla los siete pecados capitales, (malditos supuestos pecados
instructores de un orden paradójicamente caótico y destructor). Quizás el camino es el de
la reflexión eterna, reflexiones que nos distraigan para darnos cuentan del estado de la
mierda en la que vivimos, reflexionando la mierda es un poco más “clara”, es marroncita
recién hecha y más fresquita, blandita, casi una diarrea caliente. Pero cuando a la mierda
no se la deconstruye queda muy oscura, se pegotea en la tierra y luego se rodea de
moscas, queda casi imperceptible hasta que alguien sin darse cuenta la pisa y putea al
mundo, dice ¡mierda¡ o si no exclama la puta que lo pario¡¡ expresión que refleja también
el hecho de que alguien ha nacido, lo cual es también una “mierda” porque es un nuevo
sujeto que va a sufrir en este planeta, en fin una mierda no analizada despierta aun mas
mierdas que las mierdas si analizadas, aunque este análisis debe ser puramente casual e
impredecible.

12 años y aun mas tratando de entender al dolor, buscando en sus huellas un hilo lógico
que explicite su abrasadora y eterna omnipresencia en cada esbozo de vinculo humano, su
burlona forma de destrozarnos el corazón, primero nos muestra su disfraz que posee
infinitos colores resplandecientes y luego cuando nos creímos llegar al lugar indicado nos
despoja de nuestro inútiles sueños que vemos como caen segundo por segundo, una caída
libre e imperceptible, difícil de detener… ese impacto en el fondo de nuestra alma que
hace mella infinitamente hasta en el recoveco mas insignificante de nuestras células que
huyen atemorizadas ante un corazón caótico que no comprende su función ante
semejantes significantes y sentimientos.

12 años y aun mas ¡… claro que quiero mas¡¡¡ deseo que me envuelvan las pasiones mas
vomitivas, esas que se nutren de un deseo ferviente, que atestiguan las llamas de cada
sujeto que guarda en su vísceras el mas complejo nudo de huellas mnémicas, imposible de
desmembrar aun para el psicoanalista mas aplicado.

Es vergonzoso relatar cuestiones que en ustedes despertaran cierto tipo de opinión, tal
vez dirán – ¡pero que chico mas pelotudo, ¡ o tal vez se sientan tristes ante tanta desdicha
y en momentos derramen unas lagrimas, no es mi intención generar ningún sentimiento,
aunque a veces se torna irresistible el convertirse en un orador capaz de convencer de
ideales que en lo profundo despiertan pasiones en mi. 12 años es una corta edad para vivir
ciertas experiencias…

IV

J camina en la madrugada, da vueltas sobre la misma manzana con la cabeza gacha, como
buscando algún objeto demasiado importante reparador de su futuro, pero en estos
momento parecieran que solo importan sus cavilaciones, a estas horas ya es evidente que no
tiene claro cuales son sus objetivos. Solo camina en la madrugada.

Lleva consigo, un cuerpo de 1,48, una remera negra con pequeños agujeros en los hombros,
con una inscripción artística totalmente diabólica que remite a calaveras que producen
cierto impacto, lleva la muerte impregnada en su pecho, sus zapatillas también parecieran
pronunciar algún tipo de discurso al estar abiertas sus puntas (“si estas zapatillas hablaran”
podría decir alguien refiriéndose a las aventuras que supuestamente nos dan algún tipo de
experiencia), estas zapatillas parecieran hablar en serio, las dos gozan de movimientos
semejantes a los labios. Sus jeans son acordes a sus otras prendas, una rotura en la parte
trasera vislumbra un bóxer negro, tiene exactamente 6 bolsillos, dos atrás, dos adelante y
dos en los costados de las piernas.

Sus manos continuamente parecieran levantarse y con sus dedos seguir un compas, por
momentos se toca la cien, pareciera que esto lo ayudaría a pensar mas claramente , que sus
ideas tal vez contradictorias encuentren un punto en común, sabiduría que despierta una
horrorosa satisfacción.

Pasa media hora y en su curso impredecible enfila hacia una de las calles mas oscuras, no le
preocupa el temor nocturno pareciera, pero nuevamente se arrepiente y vuelve sobre la
misma manzana, saca algo de sus bolsillo derecho, unos binoculares pequeños, los mira
como no comprendiéndolos, les pide una explicación ante el temor que le produce la vida.
Los utiliza día a día para mirar las expresiones de las personas sin que estas pudieran
notarlo, observar las miradas de los desposeídos, sus arrugas de forma mas nítida, a esta
altura en la madrugada ya todos duermen, su objeto pierde efecto.
Intenta mirar hacia el campo con sus aparatos pero la noche solo le devuelve la oscuridad,
los guarda nuevamente y ahora decide enfilar hacia un descampado, se apoya sobre un
poste de luz de quebracho colorado, se toca su cuello y confirma que en estos momentos
sigue vivo, reniega nuevamente de su existencia, ahora se dirige hacia un cantero, antes de
sentarse limpia con sus manos una gran cantidad de tierra que se acumula tras sus uñas, en
ese momento al darse cuenta que goza de un poco de luz saca de otro bolsillo un libro “ La
metamorfosis”, hojea en diferentes lugares y esboza una sonrisa.

Ahora quizás se encuentra mas animado, y se dirige hacia la zona mas urbana, cruza las
vías con temor a ser atacado por algún reptil de esos que se arrastran con movimientos
estrambóticos, los perros que ladran eternamente se escuchan a lo lejos y entonces no hay
temor hacia ellos, ahora junto a su metamorfosis J se halla mas feliz que hace instantes, su
mirada es inspiradora de buenas acciones, mete las manos en sus bolsillos y sigue
caminando.

A lo lejos y en la noche, deambulando destellan las luces de colores de un móvil


amenazante…

J ya ha recorrido gran parte de su pueblo con la sonrisa que le imprimió Kafka, saluda
amablemente a un señor adulto 32 años mayor que el, que también recorre la madrugada en
busca del pan, ya son las 5 am y cree que es hora de irse a la cama, ya se acerca el momento
en que los jóvenes estúpidos regresen de alguna fiesta electrónica y se burlen de su andar
sin sentido que le da cierto grado de misticismo y locura, no necesita cruzar mas que holas
hacia gente trabajadora, es por eso que emprende el rumbo hacia su colchón acogedor sin
sabanas.

Un bicho negro rodea la cabeza de J y el zumbido produce cierto placer en sus oídos, el
bicho levanta vuelo y se dirige hacia la luz, de pronto el zumbido es acallado por una
telaraña dispuesta en las alturas del poste de iluminación. J cambia su mirada, sus ojos
ahora poseen un talante destructor y agresivo, toma sus binoculares y ve a la araña
emprendiendo las acciones correspondientes para alimentarse salvajemente.

El bicho negro no comprende la situación sus patas se agitan y sus alas intentan desplegar,
la huida no es posible, J imagina los sentimientos de la araña y de su amigo sin suerte. La
araña sonríe con cierto grado de psicopatía, no tiene hambre, solo le da placer la muerte de
los demás seres, no siente culpa, sus herramientas eficaces la llenan de orgullo, se acerca
lentamente hacia su objeto de deseo, ella sabe que no existe algún sentido en el tratar de
escapar, el hecho de que sus presas se agiten en pos de la desesperación solo le pone mas
sabor a su victoria. En su camino teje más de su arma mortal demostrando sus cualidades
envidiables y excepcionales.

En el bicho solo se pueden ver procesos primarios, locura, pánico y alguna que otra puteada
en contra de su suerte, en el fondo sabe que no hay otra salida, que su existencia esta
llegando al fin, pide a Dios no sentir dolor ni frio, solo quiere llegar al otro mundo de la
manera mas rápida, prefiere no entender a la muerte en su momento cumbre. Empieza a ver
rápidamente las imágenes de su vida, no pensó que seguir siempre la luz lo llevaría a la
perdición, sus abuelos le habían enseñado algo terrorífico, la claridad era una cuestión
infernal, esconderse en las penumbras era su destino si esperaba sobrevivir. Entre sus
recuerdos puede ver cuando sus alas desplegaron automáticamente y su nido se convirtió en
algo lejano, inexistente, recuerda cuando casi choca el parabrisas de un camión y cuando
comió una pequeña mosca en el mismísimo aire. Noches eternas girando alrededor de una
luz resplandeciente, un giro predestinado impactado en sus genes, una conducta estipulada
pero gentil, regodeándose en el volar sin preocupación alguna, venerando a la luz…, una
vida larga y exitosa sin presiones, una vida llegando a su fin.

La noche esta terminando

desconocemos las emociones

que tus ojos de fuego

aun pueden vislumbrar.

En tu mente aun germinan

futuros placeres sin saborear

y en la oscuridad mas densa

esperas miles de pociones

que abran un paso hacia el mas acá.

La emoción grita

cuando la racionalidad actúa

se convierte en piedra

y se desgasta en el tiempo

cualquier soplido puede derrumbar

esa pasión tan intensa

tan lejana en un tiempo perdido

tan imposible de amedrentar.

La vida se apaga

Tus alas quieren revolotear

Tu mirada es desesperada
Tus piernas aun quieren más

De pronto una luz despierta

Te esperan del mas allá.

El cuerpo de J tiembla de modo unánime, su mirada apenada se convierte en mirada


resolutiva, toma nuevamente los binoculares, observa detalladamente, sus ojos enfocan
algún objeto contundente unos 30 metros mas allá, corre de manera desmedida, levanta esa
piedra y regresa mirando hacia arriba, se acerca al poste, observa reiteradamente y
estableciendo una conexión entre su mano derecha, la distancia hacia la telaraña y su
mirada de lince arroja la única salvación de su amigo, esta pasa muy lejos del objetivo,
corre nuevamente esta vez hacia el pasto sin darle importancia al rocío del amanecer ya a
esta altura convertido en agua abundante. Toma nuevamente la piedra, esta vez antes de
arrojarla sus ojos dan un chispazo que significa regocijo. Esta vez da en su objetivo, no
puede evitar la muerte pero esa luz resplandeciente no será mas la trampa mortal para
cientos de bichos que expresan sus sentimientos mas arraigados mediante el vuelo.

La luz enceguecedora ya no esta aunque todavía la oscuridad de la noche no puede sentirse


completa, J ve 50 metros mas allá, otro poste de luz, imagina miles de arañas y miles de
encuentros salvajes, miles de seres sufriendo, miles de almas hacia la perdición, miles de
seres orgullosos de su maldad.

J sabe que no puede dejar esto pasar, mientras tanto algunas luces del vecindario se
encienden y dentro de ellas se pueden escuchar cuchicheos amenazantes, viejos en
búsqueda de homogeneización de la sociedad, señores que piensan que los sujetos
trabajadores y adictos al sistema son los únicos que deben sobrevivir, castigando al
diferente y privándolo de aferrarse a sus pasiones.

J sonríe a carcajadas, su puntería va en alza, ya lleva rotos cinco plafones, la noche toma un
nuevo rumbo y el entusiasmo que lo enrolla entre sus brazos le da la felicidad impensada
momentos atrás, el siente que por fin sus convicciones pueden expresarse, esta salvando
sujetos. Tal vez no esa clase de sujetos que necesita el capitalismo para subsistir y para
generar aun mas desigualdad, solo un sujeto inocente cumpliendo con las leyes de la
naturaleza, no haciendo daño, solo existiendo en el medio de seres humanos aborrecibles.

El sonido de la sirena policial cada instante se hace mas intenso mientras J se halla
ensimismado en su felicidad y no puede dar cuenta que el peligro lo acecha, las normas van
detrás de sus pasiones y lo van a castigar nuevamente por corromper al sistema, un sistema
que crea sujetos como el mismísimo J, seres sufrientes que intentan subvertir el orden
mediante pequeñas manipulaciones del ambiente artificial.

J convierte su carcajada en algo estruendoso que retumba en la madrugada del pueblo,


entonces sin que la sonrisa caiga de ese rostro peculiar ante semejante situación emprende
su huida como si estaría corriendo alegremente por una pradera impregnada de aromas
primaverales, se inmiscuye en la oscuridad de los arboles, ve la patrulla a unos cien metros
y siente una hachazo en su corazón al ver bajar dos enormes policías panzones, cada uno
con una linterna en una de sus manos y una pistola 9 mm. Se esconde tras el tronco de un
árbol demasiado grueso, ahora su cuerpo se torna indeciso, no sabe si movilizarse y correr
hacia otro lugar más lejano o quedarse en suspenso y dejar su destino en la búsqueda
infructuosa de un ente demasiado vulgar, irracional, tan irracional como Malevo. Se pone
en cuclillas y asoma su cabeza por un costado tratando de establecer cual será la acción que
lo llevara a la gloria y que convertirá a la situación en un anécdota. Decide arrastrarse
como una lagartija, su panza se pincha con cardos pero el dolor ya no importa, sus manos
están lastimadas y una decena de astillas se encajan dentro de sus uñas. El púber siente
lagrimas sobre sus mejillas que su conciencia no llamo, pero que su cuerpo necesita para
resignificar al dolor. Entonces la decisión parece estallar aun con la sonrisa impregnada en
su rostro pero con la carcajada detenida por la situación, J se para y corre con todas sus
fuerzas, su cuerpo flaco da largas zancadas en medio del bosque urbano. Los policías
pueden ver esta vez la sombra del malhechor inadaptado, una sombra huyendo en la
oscuridad. Sus cuerpos demasiados gelatinosos son ineficaces a la hora de alcanzar al
objetivo. Luego de correr 100 metros los dos adultos respiran agitados y se agachan
buscando en su mirada al suelo un poco más de oxigeno.

J piensa haberlos perdido y detiene la marcha, otra vez ríe a carcajadas, aunque de pronto
una luz blanca resurge de sus espaldas, es otro patrullero apuntándolo con sus reflectores, es
así que empieza nuevamente su recorrido esta vez corriendo entre el ripio y notando una
fatiga en sus piernas. Se mete en un baldío e intenta saltar una tapia, siente el gruñido grave
de un perro detrás de la pared y entonces cambia de parecer, sabe que no puede enfrentarlo
como también sabe que no puede ser entregado nuevamente con su padre, el castigo aun
será mayor y las mangueras ya no alcanzaran. J imagina un castigo atroz.

Un castigo ilógico

que te integre a la línea

un castigo inmortal

que impregne tu vida

un castigo idiota

que destierre tu sonrisa .

Una ley que estorba

un ardor que decrece

un guardián detiene el viaje

de aquel edén que florece.


Ya no entiendes el sentir

no comprendes mis funciones

aunque la legalidad ahogue tu pecho

sigue a muerte tus pasiones¡

Acorralado y enraizado en sus locuras el púber no puede aguantar sus carcajadas, siente
bronca e indignación, sensaciones entremezcladas. Se ríe de la ley y el orden, semejantes
hombres atolondrados detrás de un niño indefenso lleno de amor y pureza.

“Seres ignorantes que actúan sin la sangre inhibiendo los desafíos mas intensos, acciones
espontaneas rebalsadas de un porvenir. Seres defensores de un orden artificial, creen
defender al mundo de la maldad cuando ellos mismos son dominados por el mismísimo
Satán”

La noche primaveral aun no acaba, J. decide luchar contra esa gran masa viscosa engreída
de un progreso inexistente llamada sociedad, recuerda las fuertes discusiones entabladas en
largas madrugadas junto a su amigo D y nuevamente sonríe.

- Pero a ver explícame bien porque no entiendo tu postura, vos querés decir que estaríamos
mejor si todos nos violaríamos los unos y a los otros y nos asesinaríamos en busca de
comida y sexo.

- Si eso digo.

- Pero es una ridiculez, seria un caos¡¡¡¡

- ¿Como y ahora no lo es?

- Y no¡¡ tenemos médicos que te pueden salvar la vida, tenemos calles, leyes de transito, el
que trabaja tiene mas que el que no trabaja, el que estudia tiene mas oportunidades, cada
cosa que queremos comprar la podemos ir a buscar a pocos metros, tenemos la policía que
nos cuida de los asesinos y choros, tenemos todo... Acá el que se rompe el culo puede tener
lo que quiera, digamos…

- Claro y seguro somos felices… vos porque no leíste a Freud.

- Yo leí Freud pero el no dice eso, malinterpretaste todo el malestar en la cultura.

- Claro y vos lo entendiste a la perfección, es muy ambiguo el texto

- Y no pero no creo que un tipo culto diga que tenemos que violarnos y agredirnos.

- Y no… pero no lo dice porque imagínate en esa época decir semejante locura.

- Claro como si no diría chanchadas.


- ¿Ves? Vos sos el que no entendiste nada. Freud no dice ninguna chanchada dice nada mas
que la verdad, lo que pasa que nos da vergüenza reconocer semejantes cosas, acaso nunca
viste como un chiquito se cuelga de las piernas y de la pollera de la mama, le encanta esa
cosa es como algo sensual, claro si ves a alguien de nuestra edad hacer eso seguro decimos
que pendejo tan pelotudo, pollerudo…a esa altura ya tenemos la cultura hasta el cuello

- De nuestra edad? Pero vos pibe tenes 12 años nomas, no hables de nuestra edad, o es la tuya
o la mía, no la nuestra.

- A ver dejame explicarte pero callate, un rato por lo menos. Somos seres de cultura, la
cultura misma nos hizo devenir humanos, el lenguaje nos hizo pensar, y el pensamiento nos
destruye, administrar los recursos naturales es destruirlos.

- No entiendo, pero que…

- La cosa es así, cuando nacemos somos como animalitos, todos agresivos queremos romper
y morder, pero cuando a uno lo retan por cada cagada que se manda se va transformando, se
va socializando y eso es necesario para vivir en sociedad, claro hay que reprimir, hay que
destruir sutilmente, lentamente la cosa. Ahora una vez que pertenecemos a esto que es el
pensamiento, nos creemos superiores, los reyes del mundo, y somos los giles mas grandes
del universo. Tenemos que laburar como unos pelotudos, todo para ponerla, para no tener
tanto calor con el aire acondicionado, para comprar las nike, y eso no es nada sufrimos
como perros diría, aunque esta mal decir que sufrimos como perros porque los perros la
pasan bárbaro, su única preocupación es andar garroteándose para buscar a la perra que
luego todos manosean, todos la empoman y nadie se hace cargo del crio y ahí anda el perro
chocho. La perra quizás sufre un cachito más pero en cuestión de meses le importa un
carajo los críos al igual que el padre. En cambio imaginate una mujer estigmatizada porque
se la empoma todo el barrio, queda embarazada y luego no se hace cargo nadie,
imaginateeeee, todos le van a decir ahí va la putita esa. Ahora cuando viste a un perro
decirle putita a la perra, nada ni siquiera lo piensa, entonces quien es el superior en la
cuestión?, entonces como decía no sufrimos como perros, sufrimos como humanos con todo
lo que eso implica. Sufrimos por amor¡¡¡ no deberíamos sufrir por amor, yo no debería
andar sufriendo por el amor de la Inesita¡¡¡¡ y si fuera el sufrimiento no seria nada la cosa,
aun hay mas¡¡ agarramos a los pobres animalitos y los encerramos, los intentamos
socializar como a nosotros nos paso, los hacemos hacer piruetas o bailar, hacemos a los
loros hablar, hacemos a los caballos laburar, los castigamos y los manipulamos, pero que
pedazo de canallas que somos¡¡¡. Me doy asco por mi mismo. Así que no me vengas con el
doctor ni la policía, son toda una manga de ladrones de sueños…

- Pero decime si no esta bueno empomarse una mina con buenas gomas y buenas tetas…

- No seas pelotudo, no ves que el deseo mismo te lo impone la sociedad. Cuando viste a los
perros decir, Ay¡¡ esta no me gusta porque esta gorda, ay¡¡ no esta no me gusta porque es
muy pecosa y tiene la nariz grande¡¡ dejate de joder¡¡¡, con vos no se puede hablar¡¡¡
- Bueno si ponele que te entiendo, pero que hacemos con eso a ver, que hago? Me des-
socializo y salgo a empomar gordas? Lo hecho, hecho esta, no podemos volver nada atrás,
aparte no quiero, yo deseo esto, me gustan las tetonas y no puedo hacer nada, y si ya se lo
que deseo y porque lo deseo pero decime que hacemos con eso eeehhh? ¿Como cambiamos
eso? No se puedeeeee, métetelo en la cabecita dura esa que tenes¡¡¡ es im-po-si-ble¡¡¡

- Ya vas a ver como se destruye el mundo y nace todo de nuevo, y somos tan pavos que
vamos a reproducir lo mismo, vamos a tratar de conquistarlo de nuevo…

- A ver a ver a ver, no te hagas el flaquito listo acá, vos mismo te estas contradiciendo, yo
seré un gil que no leí nunca un carajo, pero escucha esta, vos siempre criticando a la razón y
tratando de explicar lo idiota que somos todos, pero ahí te veo masticando bubaloo y
vestido con toda ropita simétrica y no solo eso sino que andas razonando y analizando todo,
hasta la cosa mas pelotuda, criticas lo que vos haces cada segundo de tu vida, el critico de la
razón que mas razona en el mundo, si tanto hablas deberías andar caminando en cuatro
patas desnudo y comiendo carne cruda, ahí¡¡¡ te quiero ver¡¡¡ putito¡¡¡

- Ahí tenes razón, p…

- Ves vos mismo estas diciendo “tenes razón” según tus ideales a quien carajo le importa si
este o aquel otro tiene razón…

- Bueno en fin, tengas o no razón, todo esto es una mierda¡¡¡

- Venga cumpa, choque los cinco¡¡ el mundo es una mierda¡¡¡¡ ahora anda a comprarte dos
heladitos torpedo, de frutilla para mi y de lima limón para vos.

J. entonces ya no intenta razonar, sale corriendo nuevamente hacia el bosque, escucha gritos
detrás de el.

- Quedate ahí pendejo¡¡

No hace caso a la orden y siente un ruido muy intenso, un estampido, su marcha no se detiene
aunque su corazón no se acelera, solo siente un ligero hormigueo en el pie izquierdo, se encuentra
confundido, no entiende tanto odio y tantos impulsos subordinados al orden. El es defensor de las
pasiones pero se da cuenta que muchas de estas también surgen de la cosa social. Odia a la policía,
la odia con todo su ser, no hay lugar para otro sentimiento ante semejante institución, no cree poder
repararla, no cree poder enseñarles a vivir, el odio nubla sus pensamientos, no puede imaginar mas
que sentimientos negativos ante los hombrecitos azules. Abuso de poder, corrupción, idiotez
concentrada al máximo en un envase chiquito, deficiencia humana en su máximo esplendor. Sujetos
creados para mantener la destrucción del mundo y para asesinar o encerrar a los que defienden a
una cosa tan pequeñita como un bicho indefenso amenazado por una araña, hasta inventan una
palabra como subversión. Pero ¿como explicarles a mentes tan pequeñitas, a un cerebro tan
estrujado? Como explicarle que ante el mundo somos todos iguales, que ese bicho llamado
insignificante muchas veces tiene también el derecho a la vida. Mantener el orden a través de la
violencia, una manera vaga de cumplir con nuestros instintos agresivos, policías psicópatas que
cumplen sutilmente sus sueños más profundos, esa cosa oscura sin fondo que no quieren que
hagamos.

El dolor en la pierna es a cada momento mas intenso pero J sigue corriendo hasta tener la
convicción de haberlos perdido, ve un asador con forma de casa el cual parece un recoveco
inencontrable, se mete dentro de este con su cuerpo pequeño y se toca los tobillos, ole sus manos
para confirmar que esta ensangrentado. Se siente relajado a pesar del dolor que esta creciendo y
lanza una carcajada para sus adentros, empieza a ver el mundo más borroso y sus parpados se
cierran sigilosamente activando un sueño profundo.

Esa madrugada DORMI.

Capitulo 4

AMOR INTENSO, DESCONOCIDO Y EXTRAÑO.

Nuevamente mi cuerpo empieza a temblar, mi mal humor avanza y me convierte en un extraño ente
desconocido para mi, es un alter ego en mi cerebro que pisotea mi verdadero yo y me invita a
recorrer senderos luminosos que destrozan mis verdaderos sentimientos.

Esta noche presiento algo tenso, tengo una cita con las drogas, debo ir a buscarlas, debo cerca de
10000 pesos a una señora gorda e impredecible con un arma en la mano, pero es mi única opción
para detener esta tortura, el camino a la perdición es el único que conozco, no puedo detener esta
marcha, ni tampoco puedo pedir ayuda, solo soy yo en contra de mi mismo, y de antemano ya se
que perdí la batalla, quizás en este mundo físico e inmenso tenga diferentes opciones, escapar,
escapar por siempre de este mundo, tengo miedo y entonces soy vencido. Voy por el camino que no
debo, eso es lo que he elegido. Esta madrugada posiblemente yo seré arrojado con un balazo en mi
cabeza dentro de un aljibe, o quedare enmarcado dentro de un pozo de cemento fresco, jamás me
encontraran. Soy un ser especial y es por eso que necesito que alguien conozca mi historia, no soy
un desaparecido común, soy alguien que sabia que iba a desaparecer, no me conformare solo con
llegar a una persona, si no que me conformare con llegar a esa persona, dejo esta biografía
esperando tener la suerte de que caiga en las manos de alguien que haga algo por su vida, tal vez
llegue a ser una novela famosa, esa no es mi intención, pero si esta persona lo logra, este escrito tal
vez llegue a María. Ella debe entender la causa de mis sentimientos y el porque de mis actos tan
desesperados. Recuerdo con detalles el día en que la conocí.
I

Ese día me levante por el olor a queso, estaba durmiendo en un colchón tirado en el piso,
tenia sabanas con diferentes tonos grisáceos, un colchón de una plaza que compartíamos
con el sujeto de pelo largo, desperté sin saber con exactitud en donde me encontraba, lo
primero que pude ver fueron unos dedos largos y cabezones a los cuales mis brazos
sostenían como un oso de peluche, mi estomago me comunicaba que tenia hambre, me
levante y sentí un mareo que casi me tumba, mi cabeza latía con intensidad, supuse por el
ambiente que eran las dos de la tarde, cuando tuve conciencia por primera vez pude ver
que el colchón estaba tirado en medio de la cocina, busque algo para tomar o comer, solo
había cajas de vino abiertas como si algún borracho se hubiera encontrado en el extremo
de la desesperación y la necesidad al intentar abrirlas, se podía ver que al no contar con un
elemento adecuado tuvo que recurrir a sus dientes para saborear ese gusto extraño.

Empecé a recorrer las habitaciones en busca de algún alimento pero solo encontré
desconocidos durmiendo, el olor generado por esos cuerpos era el mismo que me había
invitado a despertarme

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