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sus dones y gracias. Además, es menester que tengamos mucha humildad y paz
interior, porque el Dios de paz no habita más que en un lugar de paz. Sabremos que lo
hemos recibido cuando sintamos en nosotras más amor y generosidad en la
adquisición de las virtudes. Yo me he sentido muy lejos de estas disposiciones y he
tomado la resolución de trabajar en ellas, con la gracia del Espíritu Santo…..” (San
Vicente conferencia 31 mayo 1648)
Siente ese amor torrencial y envolvente que se nos regala en Jesús y deja que brote en ti la
urgencia agradecida de responder a ese amor.
Santa Luisa comprendió lo que esto significaba, se sintió fuertemente amada por Dios y así nos lo
trarmitio cuando nos decía: “…Pero veamos en ello, alma mía, lo que Dios nos pide a través de la
Encarnación de su querido Hijo, además de la gratitud que le debemos por nuestra Redención; y es
que quiere que, así como El personalmente dejó el Cielo para unirse a la tierra, nosotros dejemos
voluntariamente la tierra de nuestras sensualidades para unirnos a la esencia de su Divinidad.
Que jamás ha manifestado Dios amor más grande al hombre que cuando resolvió
encarnarse, ya que de ahí dependían todas las demás gracias que desde entonces nos ha concedido.
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Con ello reconozco que quiere enseñarnos a amar mucho y especialmente a nuestros enemigos, y a
procurar su salvación en cuanto esté a nuestro alcance…..” ( Santa Luisa E. Pensamientos durante
ois ejercicios 1628)
Óyeme, óyeme
Me complazco en mi debilidad
Y en la tribulación…. ¡ si es por ti!
Siendo débil yo, Señor, te haces fuerte en mi.
Óyeme te basta mi gracia.
“…Que el pesebre es el trono del reino de la santa pobreza; mucho he deseado ser admitida
cabe él, ya que dicha pobreza es la virtud más amada por el Rey de los Pobres, como lo ha
demostrado el hecho de que a pesar de estar por toda la tierra, sólo le reconocen los que lo son en
verdad y sencillez. Por eso, proclama su nacimiento por voces celestiales, para manifestar con ello
que Dios mismo honra tal estado. Para participar de esa gracia, hay que corresponder sin demora a
las santas inspiraciones, a imitación de los pastores….” (santa Luisa E 23)
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surca los espacios y pone su pie en la luna. ¡Qué pequeño es!
No, no está allí su grandeza.
Yo pregunto por el ser humano, él mismo,
sin desierto, sin luna, sin bestias ...¿Cuál es su grandeza?
Tiene espacio interior capaz de ser llenado.
Sin interioridad su grandeza es pequeña; no es nada.
¡Qué grande es! Porque es pequeño.
Cuanto más humilde, más digno.
Cuanto más pobre, más rico, cuanto más nada, más plenitud.
LUCAS 2,3-20
Iban todos a empadronarse, cada uno a su ciudad.
Subió también José desde Galilea, de la ciudad de Nazaret, a Judea, a la ciudad
de David, que se llama Belén, por ser él de la casa y familia de David, para
empadronarse con María, su esposa, que estaba encinta.
Y sucedió que, mientras ellos estaban allí, se le cumplieron los días del
alumbramiento, y dio a luz a su hijo primogénito, le envolvió en pañales y le
acostó en un pesebre, porque no tenían sitio en el alojamiento.
Había en la misma comarca unos pastores, que dormían al raso y vigilaban por
turno durante la noche su rebaño. Se les presentó el Angel del Señor, y la gloria
del Señor los envolvió en su luz; y se llenaron de temor.
El ángel les dijo: « No temáis, pues os anuncio una gran alegría, que lo será para
todo el pueblo: os ha nacido hoy, en la ciudad de David, un salvador, que es el
Cristo Señor; y esto os servirá de señal: encontraréis un niño envuelto en
pañales y acostado en un pesebre. »
Y de pronto se juntó con el ángel una multitud del ejército celestial, que alababa
a Dios, diciendo: « Gloria a Dios en las alturas y en la tierra paz a los hombres
en quienes él se complace. » Y sucedió que cuando los ángeles, dejándoles, se
fueron al cielo, los pastores se decían unos a otros: « Vayamos, pues, hasta
Belén y veamos lo que ha sucedido y el Señor nos ha manifestado. » Y fueron a
toda prisa, y encontraron a María y a José, y al niño acostado en el pesebre. Al
verlo, dieron a conocer lo que les habían dicho acerca de aquel niño; y todos los
que lo oyeron se maravillaban de lo que los pastores les decían. María, por su
parte, guardaba todas estas cosas, y las meditaba en su corazón.
Los pastores se volvieron glorificando y alabando a Dios por todo lo que habían
oído y visto, conforme a lo que se les había dicho.
COMPARTIMOS LA FE
ORACIÓN FINAL
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Padre celestial, nuevamente llega este día de gozo y corona un año más con paz y buena
voluntad.
Ayúdanos a recordar como es debido el nacimiento de Jesús para que participemos del canto de
los ángeles, la alegría de los pastores y la adoración de los Magos.
Cierra las puertas del odio y abre las del amor por todo el mundo.Envía bondad en cada regalo
y buenos deseos en los saludos navideños. Líbranos del mal por medio de la bendición
de Jesucristo y enséñanos a ser alegres y limpios de corazón.
Que en la mañana de Navidad nos alegremos de ser Tus hijos, y a la noche nos durmamos
llenos de gratitud, perdonando y perdonados, por amor a Jesús. Amén.