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Historia constitucional de Chile
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Historia constitucional de Chile

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Libro que tiene por finalidad contribuir a la formación profesional de los estudiantes universitarios de Derecho de pregrado, como medio complementario en el área del Derecho Público, con una visión general y global de la evolución institucional de las normas constitucionales que han regido en nuestro país. Por tal condición, el texto ha sido concebido para facilitar el conocimiento de nuestro devenir jurídico político, a la luz de los señalados antecedentes, limitando el estudio a destacar esos hitos, constituyendo excepciones los juicios de valor o apreciaciones personales que pudieren afectar la objetividad de las materias.
LanguageEspañol
Release dateJun 8, 2021
ISBN9789566068099
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    Historia constitucional de Chile - Fernando Jiménez Loosli

    CAPÍTULO I

    PERÍODO DE CHILE PRECOLOMBINO

    El período precolombino corresponde al tiempo transcurrido desde el conocimiento de la existencia de los primeros vestigios de habitantes en territorio americano hasta el descubrimiento de Cristóbal Colon el 12 octubre de 1492. Durante dicho período se generaron diversas agrupaciones humanas que se desarrollaron en torno a distintas condiciones territoriales físicas geográficas y climáticas factores que generaron diferentes formas de vida, de organización social, desarrollo humano, de alimentación, vestuarios, vivienda, lengua, tradición y cultura.

    1. Introducción

    Es inherente en toda sociedad humana la permanentemente generación de hechos, acontecimientos o sucesos en cuya gestación o participación aparece como actor fundamental el ser humano, sea que éste actúe en forma individual o de manera colectiva, situaciones todas las cuales tienen gravitación e importancia para toda la comunidad. Asimismo, existen eventos exógenos a dicha actividad cuyas consecuencias y efectos, ya sea en forma directa o indirecta, inciden en la vida personal y trascienden en el tiempo permaneciendo en la memoria social.

    Se tratan de sucesos históricos pues el sujeto es el hombre, sea como autor o partícipe de ellos, o como agente pasivo y receptivo de hechos externos, como sucede con motivo de las catástrofes u otras calamidades.¹

    Esos fenómenos sociales se encuentran vinculados al espacio en que tienen lugar, así como al tiempo, época o fecha de su ocurrencia, todos los cuales integran la vida humana que constituyen una fuente de experiencia de vivencias que se enraízan en el recuerdo colectivo.

    Esas remembranzas generan un relato propio de esa comunidad que, con el transcurso del tiempo, pasa a constituir su propia historia, en la cual interviene la comunidad entera, con todas sus virtudes y defectos con que logran su propia fisonomía e idiosincrasia.

    A través de la historia, por consiguiente, se tiene acceso al conocimiento de la naturaleza de los hechos y sus circunstancias que permiten extraer juicios de valor y, al mismo tiempo, facilitan una proyección futura.

    2. Concepto de historia

    Precisar el concepto de historia ha sido campo de permanente debate por parte de historiadores, filósofos e intelectuales, atendida la amplitud de las actividades humanas, así como los distintos criterios para su estudio y parámetros para su valorización.

    El Diccionario de la Lengua Española, señala como primera acepción del vocablo historia, la de narración y exposición verdadera de los acontecimientos pasados y cosas memorables. En sentido absoluto se toma por la relación de los sucesos públicos y políticos de los pueblos; pero también se da este nombre a la de sucesos, hechos o manifestaciones de la actividad humana de cualquiera otra clase.²

    El historiador Jaime Eyzaguirre señala que se entiende por historia el conjunto de hechos sociales del hombre que tienen un encadenamiento causal e influyen en el desarrollo colectivo³.

    El conocimiento de esos hechos sociales se logra a través de diversas fuentes, tales como documentos, manuscritos, impresos o inscripciones que atestiguan un hecho histórico, los monumentos, que son todos los restos materiales del pasado, cualquiera que sea el tamaño de tales objetos como piedras, metales o arcillas, huesos, utensilios, pinturas, textiles, templos, palacios, fortificaciones, estatuas, armas, monedas.

    En la búsqueda del conocimiento histórico, el investigador puede ser ayudado por diversas disciplinas, tales como la arqueología, la paleografía, la etnografía, la filología y la geografía, entre otras.

    3. Períodos de la historia

    Concebida la historia como una disciplina humana, ésta ha establecido, a través de la cronología, un orden y fecha de los sucesos históricos y considerando, además, el tiempo trascurrido desde el origen de la vida humana hasta nuestros días, se distingue entre la prehistoria y la historia.

    La prehistoria corresponde al tiempo transcurrido desde la aparición del hombre, hasta la invención de la escritura, en que cabe distinguir las siguientes etapas:

    a) Edad de la piedra llamada así por constituir ésta un elemento vital de vivencia, y en que se denomina período paleolítico por el uso tallado de la piedra y el período neolítico por el empleo de utensilios de piedra tallada que le permitió al hombre producir sus propios alimentos.

    b) Edad de los metales que corresponde al lapso de tiempo en que el hombre descubre el uso de los metales, sustituyendo a la piedra, y que está conformada, correlativamente, por la denominada edad del cobre, edad del bronce y edad del hierro.

    Por su parte, la historia corresponde al tiempo comprendido entre la aparición de la escritura hasta nuestros días, conformada por las siguientes etapas:

    a) Historia Antigua, que comienza con la aparición de los primeros testimonios escritos hasta la caída del Imperio Romano de Occidente en el año 476 D.C.

    b) Historia Media que comprende desde el año 476 D.C hasta la caída del Imperio Bizantino en el año 1453, y que abarca el período de los Bárbaros (siglos V al IX); de la Alta Edad Media (siglos X al XIII) y Baja Edad Media (siglos XIII al XV).

    c) Historia Moderna que engloba desde el año 1453 hasta la Revolución Francesa en 1789.

    d) Historia Contemporánea que comienza en el año 1789 hasta nuestros días.

    4. Historia constitucional

    La historia recibe una denominación específica según sea la naturaleza de los hechos sociales investigados, tal como historia universal, económica, marítima, minera, de transporte, política, etc. Por consiguiente, todas las manifestaciones culturales del hombre pueden ser objeto de estudio de sus orígenes, antecedentes, circunstancias de sus vivencias.

    La historia constitucional centra su investigación y estudio en torno a la génesis y factores influyentes en el proceso de creación de la norma fundamental del Estado la organización de éste, sus competencias y derechos de las personas. Ello implica considerar los componentes y elementos que han contribuido a la creación de un nuevo orden jurídico, tales como los sucesos sociales, económicos, los avances científicos, cambios culturales que, en un momento dado, se presentan en la sociedad surgiendo la necesidad de la creación de otras estructuras de acorde a las nuevas realidades.

    En Chile, su historia constitucional comienza con nuestra República a partir de la creación de los primeros ordenamientos constitucionales desde 1810 hasta nuestros días considerando los períodos y circunstancias que generaron alteración de la continuidad jurídica democrática.

    Por consiguiente, la Historia Constitucional de Chile es la exposición sistematizada de todas las fuerzas históricas que han influido en el desenvolvimiento del derecho público chileno.

    Precede a este período, toda la cultura e instituciones existentes tanto en América como en España, en torno a las cuales se desarrolló la sociedad chilena, lo cual obliga a considerar sus caracteres.

    5. Período precolombino

    El origen de la aparición del hombre americano, constituye una interrogante que aún a la presente fecha, no ha sido dilucidada pero, fundándose en estudios de paleontología, arqueología, paleografía, etnografía, filología y otros, los investigadores han elaborado diversas teorías para explicar la procedencia del ser humano en las nuevas tierras descubiertas, sosteniendo que ella sería producto de diversos caminos de migraciones.

    Así, se sostiene que, a través del estrecho de Bering y de las Islas Aleutianas, habrían arribado los primeros habitantes al nuevo continente, hacia la América del Norte. Algunas investigaciones atribuyen la llegada de polinésicos que, por vía marítima, habrían empleado balsas como embarcaciones que les permitieron recalar en la América Meridional. Otros estudios, en cambio, sostienen que emigraciones de australianos a través de la Antártica, esto es bordeando las islas vecinas al Polo Sur y a las islas existentes en Oceanía y la Tierra del Fuego, se habrían asentado en América del Sur ⁶.

    El continente americano es el segundo más grande del planeta después de Asia. Se extiende desde el Océano Glacial Ártico por el Norte, hasta las Islas Diego Ramírez por el Sur en la confluencia de los Océanos Atlántico y Pacífico los cuales, a su vez, delimitan al continente por el Este y el Oeste, respectivamente

    La superficie total de América es de aproximadamente 43 millones de kilómetros cuadrados de los cuales América del Norte tiene 24,71 millones de kilómetros cuadrados; América Central tiene 523.000 kilómetros cuadrados y América del Sur tiene una superficie de 18,84 millones kilómetros cuadrados.

    En estas tierras se generaron múltiples civilizaciones con sus peculiaridades propias, en cuanto a su lengua, organización social y política, según fuere la geografía, clima, recursos de subsistencia de los distintos grupos humanos originándose diversas áreas de cultura en que se destacan la náhoa, la maya, la chibcha y la incásica que lograron constituir extensos imperios que dominaron en América ⁷.

    6. Descubrimiento de América

    Se señalan diversos acontecimientos como hitos del advenimiento del período histórico denominado Edad Moderna. Así, se indican, como hechos militares, la conquista de Constantinopla por los turcos otomanos en el año 1453; los descubrimientos geográficos de portugueses y españoles; las grandes invenciones como la pólvora, la imprenta, el papel, la brújula; el cambio cultural en las artes, las letras y las ciencias originadas por el renacimiento, y la crisis religiosa por la reforma de la Iglesia Católica. En esa época se inserta el descubrimiento de América.

    El reino de Portugal, debido a sus extensas costas y potenciales rutas marítimas, generó una política de investigación de medios de transportes y elementos auxiliares de navegación naval, destacándose la labor del monarca Enrique el Navegante (1394-1460) quien creó una escuela para marinos los cuales exploraron las costas de Africa y, posteriormente, las de América.

    En la península ibérica, los Reyes Católicos, Fernando de Aragón e Isabel de Castilla, después de la unificación de los reinos de Aragón y de Castilla y la expulsión de los últimos bastiones de musulmanes de Granada (1492), propiciaron expediciones marítimas de descubrimientos oceánicos.

    El principal navegante fue Cristóbal Colón, quien nació en Génova en 1451 y falleció en Valladolid el 20 mayo 1506. Creía en la esfericidad de la tierra por lo cual estimaba que era posible llegar a la India a través del Océano Atlántico. Suscribió con los Reyes Católicos, el día 17 abril 1492, las Capitulaciones de Santa Fe, que fueron contratos celebrados para la prestación de determinados servicios, cuyas principales estipulaciones establecían que Colón recibía el título vitalicio y hereditario de almirante de las tierras que descubriese, el título y cargo de virrey y gobernador general de las islas y tierra que ganase, el título de don, y el derecho de percibir un impuesto del diezmo sobre el monto de las operaciones comerciales efectuadas en tierras que gobernase.

    Cristóbal Colón, con distintas tripulaciones, efectuó cuatro viajes: a) el primero lo inició el 3 agosto 1492 y el día 12 octubre 1492 descubrió la isla Guanahani a la que dio el nombre de San Salvador, y las islas de Cuba y Haití. b) el segundo viaje se efectuó entre 1493 y 1496 en que descubrió las Pequeñas Antillas, la isla de Puerto Rico y Jamaica. c) el tercer viaje fue realizado entre los años 1498 y 1500 en que descubrió Trinidad y recaló en el continente en la desembocadura del río Orinoco; d) el cuarto viaje tuvo lugar entre los años 1502 y 1504 en que arribó a la isla de Martinica y a Honduras, en el continente y exploró el litoral de América Central hasta el istmo de Panamá.

    Posteriormente, diversas flotillas de españoles continuaron explorando el continente, entre los cuales participó Américo Vespucio, quien había nacido en Florencia y que prestó servicios al reino de Portugal y de España. En diversos escritos Vespucio relató en forma circunstanciada las exploraciones y descubrimientos que fueron enviadas a Florencia alcanzando una gran repercusión e impacto, por lo cual se comenzó a ser llamada tierras de Américo o América.

    7. La Bula de Papa Alejandro VI y el Tratado de Tordesillas

    Al regresar Cristóbal Colón de su primer viaje, los Reyes Católicos gestionaron ante el Papa Alejandro VI la donación de las nuevas tierras a la Corona de Castilla, pues los portugueses estimaban que esas exploraciones constituían un peligro para sus propios descubrimientos en sus rutas hacia la India, originándose serios conflictos entre ambas naciones.

    El Pontífice expidió el 3 mayo 1493 la primera Bula Inter caetera por la cual concedió a los Reyes de Castilla el dominio de las tierras descubiertas y por descubrir que no estuvieren sujetas a dominio de terceros y, al día siguiente, el 4 de mayo 1493, emitió una segunda Bula Inter caetera en que, explícitamente, se otorgó a perpetuidad a dichos monarcas y sus sucesores, el dominio sobre las islas y tierras que se encontraren hacia el occidente mediante el trazado de una línea divisoria que iba de norte a sur, a una distancia de cien leguas al occidente de las islas Azores y de Cabo Verde. Le otorgó a España las tierras que quedaban al Oeste, y a Portugal las que quedaban al Este de la referida línea.

    Sin embargo, la solución papal no satisfizo a la monarquía de Portugal, ya que le dejaba un espacio marítimo libre muy reducido frente a la costa de Africa, por lo cual se iniciaron nuevas gestiones con España concertándose, el 4 junio 1494, un acuerdo denominado Tratado de Tordesillas, que sustituyó la línea divisoria referida en la Bula Papal, por otra que corría a trescientas setenta leguas al oeste de las islas de Cabo Verde.

    Estas Bulas Papales, produjeron grandes debates entre juristas y teólogos relativos al derecho del Sumo Pontífice para efectuar las donaciones de tierras. Así, algunos sostuvieron que el Papa tenía plena y absoluta soberanía sobre toda la tierra en su calidad de vicario de Cristo, Rey de todo lo creado; otros, sostuvieron que la potestad pontificia era exclusivamente de orden espiritual y, un tercer grupo, sostenía que el poder del Papa recaía esencialmente sobre el campo espiritual pero que también se ejercía de manera indirecta sobre lo temporal en cuanto se vinculaba con el fin último del ser, tesis ésta que logró una adhesión mayoritaria en el pensamiento teológico ⁹.

    El Tratado de Tordesillas permitió que tanto Portugal como España favorecieran las expediciones marítimas en sus respectivas áreas lo cual dio origen a múltiples viajes exploratorios. Entre ellos, cabe destacar el de Hernando de Magallanes o Fernando de Magalhanes, un portugués que, al servicio de los reyes de España, hizo una travesía hacia el occidente en busca de un paso hacia las Islas Molucas descubriendo el día 1° noviembre 1520, el paso transoceánico hoy conocido como Estrecho de Magallanes, el cual fue brevemente explorado. Descubrieron unos habitantes que se vestían cubiertos de pieles de guanaco y que empleaban, como zapatos, unas grandes ojotas con las cuales, al pisar, dejaban en la nieve grandes huellas por lo cual los llamaron patagones y, posteriormente, toda la región fue conocida como la Patagonia.

    En la parte sur del Estrecho fueron avistadas grandes fogatas lo que indujo a llamar esa región como Tierra del Fuego. Al salir del Estrecho por su parte occidental, Magallanes no encontró un mar turbulento como en la travesía del Estrecho, sino uno muy tranquilo y calmado, por lo cual lo denomino océano Pacífico, que corresponde a su actual denominación.

    La expedición no exploró las costas occidentales de América ni las de Chile, sino que continuó rumbo al noroeste y después de más de tres meses de navegación descubrieron las islas Marianas y las islas Filipinas, lo que significó la primera navegación marítima en dar la vuelta al mundo.

    8. Chile prehispánico

    Los estudios arqueológicos y antropológicos sobre los primitivos habitantes de Chile, previo a la llegada de los españoles, realizados por diversos investigadores, ha permitido establecer la existencia de numerosas agrupaciones humanas ¹⁰.

    En la zona norte se desarrolló un asentamiento humano que ocupó la parte cordillerana y valle central entre Atacama y Antofagasta llamado atacameños quienes vivían de la agricultura, ganadería y pesca y laboraban metales tejidos y alfarería.

    Más al sur, entre Atacama y Coquimbo, los diaguitas fueron habitantes que lograron un mayor desarrollo de vivencia, pues hicieron muchos progresos agrícolas especialmente con el cultivo de terrazas escalonadas empleando metales en la fabricación de utensilios de trabajos, como azadones, cinceles, agujas y otros. Su alfarería se distinguía por sus decoraciones y coloridos.

    Desde el río Choapa hasta el Golfo de Reloncaví habitaban pueblos que hablaban la misma lengua y practicaban la agricultura. Así, entre los ríos Choapa e Itata habitaron los picunches que demostraron un gran espíritu guerrero ya que hicieron fuerte resistencia a la invasión de los incas por lo que éstos debieron trasladar a esos territorios indígenas que les eran fieles, a fin de enfrentar cualquier intento subversivo, constituyendo verdaderas colonias llamadas mitimaes ¹¹.

    Desde Chillán hasta Valdivia en las zonas cordilleranas, habitaron los pehuenches que recibieron esa denominación por su alimentación básica constituida por el consumo del pehuén o piñón, fruto de las araucarias, así como de la caza de animales ¹².

    Desde el río Bío Bio al río Cautín se asentaron los mapuches provenientes de la Patagonia, con características bélicas muy acentuadas y que fueron fuertes opositores a la llegada de los españoles.

    En el sur, desde el río Toltén hasta el golfo del Reloncaví, vivieron los huilliches o gente del sur, de un espíritu mucho más pacífico que los restantes habitantes y, por lo mismo, de menor capacidad militar y, en la cordillera de Valdivia, habitaron los puelches de similares características que los anteriores.

    En la región patagónica habitaron diversos otros grupos nativos como los tehuelches, conocidos como patagones, que eran nómades y cazadores, los chonos que era un pueblo esencialmente marítimo, que recorrían en canoas las costas de Chiloé y los archipiélagos de las Guaitecas y de los Chonos, los onas, llamados fueguinos, los yaganes en la zona del canal Beagle y los alacalufes en el golfo de Penas y canales del sur.

    9. La invasión mapuche

    Según el historiador Luis Thayer Ojeda, el pueblo mapuche procede de la zona de Neuquén en Argentina, y cruzó la Cordillera de los Andes, a la altura de Cautín, pueblo nómade de especial espíritu guerrero, que ocupó el territorio comprendido entre el río Bío Bío por el norte, y el Toltén por el sur¹³. Los mapuches se mezclaron con los indios que habitaban el valle central y adoptaron una vida sedentaria habitando en un aposento pequeño llamado ruca, confeccionada de madera y paja y se transformaron en agricultores y ganaderos especialmente con la alpaca y la llama. Asimilaron la lengua y la cultura aborigen existente, practicaron la poligamia y desarrollaron sus propias concepciones religiosas.¹⁴

    Especial atención dieron a la formación de su espíritu guerrero sobre la base de una organización social por grupos mediante la elección de toquis o jefes y acatamiento a sus resoluciones, pero carentes de cohesión política lo que hacía proliferar las rivalidades entre ellos. Sin embargo, con la llegada de los españoles, aprendieron de éstos tácticas y estrategias de combates que aplicaron inteligentemente y que les permitió importantes triunfos y poder mantener durante varios siglos el territorio desde el sur del río Bío Bío sin acceso al español. La idiosincrasia del pueblo mapuche y su espíritu de reivindicación se ha mantenido permanente hasta nuestros días.

    10. Invasiones incásicas

    El imperio de los incas, que tenía sede en el Cuzco, y bajo el reinado de Túpac Yupanqui, aproximadamente en el año 1460, invadió la parte norte de Chile llegando hasta la región de Coquimbo. Posteriormente, Huaina Capac, hijo del anterior, y después del año 1485, con un eficiente ejército, extendió la presencia incásica hasta el río Maule, no pudiendo continuar más al sur, debido a la derrota que sufrió en esa zona de parte de los aborígenes.

    Con el objeto de controlar y evitar posibles alzamientos en contra del imperio, los incas establecieron numerosas colonias llamadas mitimaes que estaban constituidas por agricultores y artesanos pacíficos traídos desde distintas partes del imperio, los cuales se transformaron posteriormente en caseríos como Limache, Llay Llay, Colina, Apoquindo, Macul, Lampa.

    La dominación incásica en Chile fue de corta duración pero fue muy importante para la vida de los indígenas, ya que aportó progresos tales como la construcción de habitaciones de adobes, empleo de la piedra para cercos, riego en la agricultura, construcción de caminos, trabajos en los lavaderos de oro, ornamentación cerámica, y organización administrativa, especialmente destinada a facilitar el cobro de tributos y el respeto a la autoridad.¹⁵

    ¹Ballesteros Manuel G. Historia de la Cultura. Ediciones Pegaso. Gráfica González. Madrid. 1952. Pág.27

    ²Real Academia Española.Diccionaio de la Lengua Española. Edit. Espasa Calpe. Madrid. 1984.

    ³Eyzaguirre Jaime. Historia del Derecho. Edit. Universitaria. Santiago. 1955. Pág.3.

    ⁴García P. Manuel, Historia Universal. Edit. Planeta. Barcelona. 2004. Pág.43.

    ⁵Heise G. Julio. Historia Constitucional de Chile. Edit. Jurídica. Santiago 1959. Pág. 11.

    ⁶Sánchez Luis A. Historia General de América. Edic. Rodas. Madrid. 1972. Tomo I. Pág.39

    ⁷Pereyra Carlos. Breve Historia de América. Editora Zig Zag Santiago Chile. 1946. pág.66.

    ⁸Secco E, Oscar y otro. Historia Universal. Epoca Moderna. Edit. Kapeluz. B. Aires. 1972. Pág.26

    ⁹Eyzaguirre Jaime. Historia del Derecho. Editorial Jurídica. Ob.Cit. Pág.230.

    ¹⁰Latchman Ricardo. La agricultura precolombina en Chile y los países vecinos. Santiago. Ediciones U. de Chile.1936. Pág. 13.

    ¹¹Silva Galdámez Osvaldo. Historia de Chile. Prehistoria. Editorial Universitaria Santiago. 1981.Pág.69

    ¹²Molina Ignacio Abate. Compendio de la Historia Civil del Reyno de Chile. 2° Parte. Pehuén Editores. Santiago, 2000. Pág.222.

    ¹³Thayer O. Luis. Formación de la raza chilena. Revista Chilena de Historia y Geografía. N°30. Tomo XXVI Año 1918. Pág 77.

    ¹⁴Oliver Sch. Carlos. Los indios en Chile. Lo que actualmente se sabe sobre ellos. Talleres Gráficos El Sur. 1932. Pág, 69.

    ¹⁵Aldunate Carlos y otros. Historia de Chile. Salesianos Impresores. Santiago.2012. Pág.37.

    CAPÍTULO II

    PERÍODO COLONIAL

    11. Descubrimiento de Chile

    Diego de Almagro (1475-1538) nació en La Mancha, España, y en circunstancias que se encontraba en Panamá, formó una sociedad con Francisco Pizarro González (1478-1541) y con el cura Hernando de Luque con el objeto de conquistar el imperio de los Incas que se extendía desde Ecuador al río Maule en Chile.

    Pero debido a que el gobernador de Panamá no otorgó su autorización para llevar a cabo la exploración, Francisco Pizarro se dirigió a España logrando suscribir con el Monarca Carlos V, el 26 julio 1529, las Capitulaciones de Toledo, por las cuales fue nombrado Gobernador, Capitán General y Adelantado de las nuevas tierras.

    De regreso a Panamá y después de logrado el objetivo de la conquista del imperio incásico, Pizarro y Almagro solicitaron al monarca Carlos V que les concediesen sendas gobernaciones en los territorios conquistados, pero, habiendo surgidos otros interesados, el rey optó por efectuar un reparto general de gobernaciones dividiendo el territorio en cuatro extensas zonas contenidas en las Capitulaciones de 1534 por la cual se efectuaron las siguientes concesiones:

    1°. La Nueva Castilla a Francisco Pizarro González, que comprendía por el Norte desde el pueblo de Santiago, hoy Ecuador hasta 270 leguas al Sur hasta Cincha, hoy Perú y por el Oeste comprendía todos los territorios pertenecientes a la monarquía de Castilla.

    2°. La Nueva Toledo a Diego de Almagro que abarcaba 200 leguas al Sur de la anterior y por el Oeste comprendía asimismo los territorios del monarca de Castilla.

    3°. La Nueva Andalucía a Pedro de Mendoza que se extendía por espacio de 200 leguas al sur de la Nueva Toledo y por el Este hasta los dominios portugueses y océano Atlántico.

    4°. La Nueva León a Simón de Alcazaba que comprendía una extensión de 200 leguas al sur de la Nueva Andalucía.¹⁶

    En virtud de lo anterior, y recurriendo a sus propias riquezas obtenidas en la conquista del Perú, Diego de Almagro organizó una expedición hacia el sur, por mar y por tierra, compuesta de españoles y de indios. Inició la travesía por los caminos cordilleranos, sufriendo muchas pérdidas humanas por las dificultades e inclemencia del tiempo y, en marzo de 1536, cruzó la cordillera y descubrió el valle de Copiapó.¹⁷

    Posteriormente, Almagro recibió refuerzos con la llegada de tres naves a cargo de Ruy Díaz, una de las cuales piloteada por Alonso Quintero, descubrió la actual bahía de Quintero y otra, comandada por Juan de Saavedra, la de Valparaíso.

    Debido a la resistencia de los indígenas, a la ausencia de oro y plata se generó un desencanto entre los expedicionarios, por lo cual Almagro dispuso el regreso al Cuzco a través del desierto de Atacama. Almagro no efectuó un mayor reconocimiento del territorio, sino que vio y se volvió¹⁸

    A su llegada al Perú, Diego de Almagro se encontró en un grave conflicto bélico con Pizarro y, a consecuencia de ello, fue hecho prisionero y condenado a pena de muerte, falleciendo en el año 1538.

    12. La conquista de Chile

    La iniciativa de la conquista de Chile correspondió a Pedro de Valdivia (1497-1553) quien nació en la villa de Castuera, en Extremadura, España, proveniente de una familia de hidalgo pobres. Se enroló en las milicias militares de Carlos V y participó en las campañas de Italia. Posteriormente, se trasladó a Venezuela y, más tarde, pasó al Perú en 1534 donde prestó servicios bajo el mando de Francisco Pizarro en el conflicto de éste con Diego de Almagro, por lo cual fue compensado económicamente logrando una notable fortuna.

    En abril de 1539, y pese a las reticencias de Francisco Pizarro, obtuvo de éste la autorización para conquistar y poblar las tierras abandonadas por Diego de Almagro en su expedición a Chile. Valdivia recibió el título de teniente gobernador de Chile, esto es, jefe del país que se proponía conquistar, pero quedando sometido a la autoridad del gobernador Francisco Pizarro.¹⁹

    No obstante que Pedro de Valdivia invirtió todos sus bienes en preparar la expedición, no alcanzó a financiar su empresa y, debido a ello, constituyó una sociedad con Francisco Martínez y, además, a sugerencia de Francisco Pizarro se incluyó a Pero Sancho de Hoz, pero que, por incumplimiento de sus aportes y actos de insubordinación, fue posteriormente excluido.

    La expedición partió del Cuzco en 1540 y cruzó el valle de Tacna, la pampa de Tamarugal y el desierto de Atacama, llegando a Copiapó lugar donde Valdivia tomó posesión del territorio en nombre del Rey de España.

    Pedro de Valdivia continuó el viaje al sur y, en las riberas del río Mapocho, instaló un campamento. El día 12 febrero 1541 fundó la ciudad de Santiago del Nuevo Extremo, y en nombre del Rey, designó un Cabildo compuesto los dos alcaldes ordinarios Francisco de Aguirre y Juan Dávalos y regidores a Juan Fernández de Alderete, Juan Bohon, Francisco de Villagra, Martin de Solier, Gaspar de Villarroel, y Jerónimo de Alderete, mayordomo a Antonio Zapata y procurador a Antonio de Pastrana. ²⁰

    Como el poder militar de Pedro de Valdivia emanaba de Francisco Pizarro, el Cabildo convocó a todos los vecinos a una reunión o cabildo abierto cuya asamblea lo eligió Gobernador y Capitán General en nombre del Rey y también, por voluntad de los pobladores, lo cual constituyó un verdadero acto de soberanía.

    Posteriormente, y con motivo de las sublevaciones y guerras internas en el Perú, Pedro de Valdivia se trasladó a ese país a prestar servicios bajo las órdenes de Pedro de La Gasca, quien había sido nombrado por el Rey para lograr su pacificación. Como consecuencia del triunfo sobre los sublevados, Valdivia fue nombrado por de La Gasca, en nombre del rey, gobernador de Chile, fijando los siguientes límites: por el norte, el paralelo 26, por el sur, el 41, por el poniente el océano Pacífico y por el oriente una línea situada a cien leguas de la costa y siguiendo sus sinuosidades.

    El Rey Carlos V por real cédula de 31 marzo 1552 confirmó el nombramiento de Pedro de Valdivia hecho por de La Gasca y los límites de la Nueva Extremadura o provincia de Chile. Más tarde por real cédula de 29 septiembre 1554 prolongó los límites hasta el estrecho de Magallanes ²¹.

    Paulatinamente, y pese al asedio y permanentes combates contra los indígenas, se fueron fundando las ciudades de La Serena (1544), Valparaíso (1544), Concepción (1550), Villarrica (1552), Valdivia (1552), Los Confines (1553). En la batalla de Tucapel, en Arauco, Valdivia fue hecho prisionero por los indígenas y falleció el 1° enero de 1554.

    13. El nombre de Chile

    Diversas teorías han surgido en torno al origen del vocablo Chile, pues algunos estudios señalan que provendría de la voz chili que era la denominación que los incas daban a las tierras comprendidas entre los ríos Aconcagua y Mapocho; otros señalan que provendría de la semejanza entre el valle de Aconcagua con el de Casma, en el Perú, donde había un pueblo y valle denominado Chili. El abate Juan Antonio Molina señala que provendría de la voz chili que corresponden al cantar de ciertos pájaros del género de los tordos que abundaban en el país ²².

    A partir de la expedición de Diego de Almagro se empezó a emplear el nombre de Chile y así expresamente fue usado el término por Pedro de Valdivia en carta a Hernando Pizarro en que señala que llegué con ayuda de Dios a este valle de Mapocho, que es doce leguas más adelante de Canconcagua, que el adelantado llamó valle de Chile²³.

    Conforme a la orgánica administrativa y política de la Corona Española, Chile constituyó una Capitanía General y Gobernación, pero en diversos instrumentos jurídicos se le denominó "Reino de Chile tales como las obras de Alonso de Ovalle tituladas Histórica relación del Reino de Chile (1646) y del abate Juan Ignacio Molina Compendio de la Historia Natural Civil del Reyno de Chile" (1795) e incluso recibió esta denominación, en las Leyes de Indias y documentos oficiales, desde principios del siglo XVII.

    El historiador Fernando Campos H. sostiene que ese título en ningún caso significó un estatuto jurídico especial y que ello se originó porque así lo denominó específicamente España a partir desde Felipe II y porque así lo llamaron sus habitantes en su lenguaje corriente, en la documentación pública y privada como también, del mismo modo, fue empleado por geógrafos, cronistas e historiadores, tanto chilenos como españoles, indianos y extranjeros ²⁴.

    14. La organización

    El Papa Alejandro VI en la Bula Inter Caetera emitida el 3 mayo 1493 hizo donación de las tierras descubiertas y por descubrir en América a la Corona de Castilla y no al pueblo o nación de la península ibérica y con ello se creó, paulatinamente, un sistema gubernativo conforme a la propia personalidad del monarca, diferente de la vigente en España, pero con un nexo común que era el rey, de modo que las tierras de Indias fueron reinos de la monarquía y no colonias.

    Conforme a esa estructura jurídica, las Indias no dependían de las autoridades locales de España, sino de un sistema administrativo especial, que tenía muchas características de las vigentes en la península, pero sujetas directamente al rey y, como consecuencia de ello, se crearon instituciones con asiento en la metrópoli y otras en América.

    Las instituciones radicadas en España eran: a) el Consejo de Indias y b) la Casa de Contratación y en América, a) el Virreinato, b) la Capitanía General, c) la Real Audiencia, d) los Cabildos, e) el Corregidor, f) el Intendente.

    15. Consejo de Indias

    Una de las primeras manifestaciones de organización de un sistema administrativo para América, fue el nombramiento efectuado por los Reyes Católicos en 1493, del sacerdote Juan de Fonseca para que se preocupase de los asuntos de América pero, posteriormente, debido al gran desarrollo adquirido por los descubrimientos, se creó en el año 1511, el Consejo de Indias, siguiendo el modelo del Consejo de Castilla.

    El Consejo de Indias fue un organismo superior, con sede en Madrid, que representaba al Rey.²⁵ Estaba constituido por un presidente, un gran canciller, ocho consejeros, un fiscal y dos secretarios con las siguientes amplias atribuciones y competencia en lo político, administrativo y judicial:

    a) Atribuciones legislativas: preparación de las leyes relativas a América y revisión de las disposiciones dictadas por las autoridades residentes en ellas.

    b) Atribuciones políticas y administrativas: otorgar la autorización y pase a las resoluciones de las autoridades peninsulares con efecto en las Indias y a las bulas pontificias y autorizar la impresión y envío de libros a América.

    c) Atribuciones económicas: organizar el comercio de Indias.

    d) Atribuciones militares: cuidar de la defensa de los territorios no peninsulares de la Corona, constituyéndose, en forma especial, en Junta de Guerra de Indias integrada por cuatro Consejeros de Indias y cuatro miembros del Consejo de Guerra.

    e) Atribuciones judiciales: conocer como tribunal de apelación en los juicios de contrabando, cuya primera instancia correspondía a la Casa de Contratación; y en los recursos interpuestos en contra de las sentencias dictadas por las Reales Audiencias; conocer de los juicios de residencia y de los recursos de fuerza en las contiendas entre las autoridades civiles y religiosas.

    El Consejo de Indias, como entidad legisladora para América, dictó una gran cantidad de normas jurídicas, tales como reales cédulas, ordenanzas, instrucciones todas las cuales fueron compendiadas en las Recopilaciones de las Leyes de Indias.

    La gran amplitud de materias de competencia del Consejo de Indias, hizo que este actuara en forma muy lenta y burocrática, que demoraba injustificadamente la buena administración y justicia.

    La Constitución de España de 1812 puso término al Consejo de Indias al crear el Consejo de Estado, en el cual se contemplaba la representación de las provincias de América en las Cortes del reino²⁶.

    16. Casa de Contratación

    Este organismo fue creado en 1503 por los Reyes Católicos y funcionó en Sevilla, con atribuciones de orden comercial aplicable en las Indias pero, posteriormente, su competencia fue lentamente ampliándose a otros campos, en que pueden distinguirse las siguientes áreas:

    a) Económicas: debía fiscalizar la organización de las flotas marítimas, concesión de licencias, autorizaciones de embarques y recepción de mercaderías.

    b) Administrativas: le correspondía celebrar capitulaciones, otorgar autorizaciones para viajar a América y dictar instrucciones de régimen organizativo de las actividades de comercio.

    c) Judiciales: actuaba como tribunal civil en las cuestiones mercantiles y conocía de los delitos ocurridos en el transporte a América, atribución que posteriormente se trasladó al Tribunal del Consulado.

    d) Científicas: confeccionar cartas geográficas del Nuevo Mundo, y establecer escuelas de pilotos para enseñar a navegar a las Indias.

    Sin embargo, el monarca Felipe V en el año 1714 creó la Secretaria de Marina e Indias bajo la dependencia directa del Monarca, por lo que tanto el Consejo de Indias como la Casa de Contratación de Sevilla, perdieron atribuciones, y más tarde ésta fue suprimida en 1790.

    17. Virreinato

    Para regularizar y controlar el gobierno y la administración en América, Carlos V creó, en 1535, el Virreinato de Nueva España o Méjico y en 1542, el Virreinato del Perú. Posteriormente se crearon los Virreinatos de Nueva Granada en 1717 y la del Rio de la Plata o Buenos Aires en 1776.

    El Virreinato del Perú originalmente comprendía el conjunto de América del Sur al oeste de la línea de demarcación establecida en el Tratado de Tordesillas de 1494 y se extendía desde Panamá, hasta la Patagonia en el sur, y desde el Océano Pacífico hacia el este, excluyendo partes del norte de América del Sur, que estaba bajo la jurisdicción de la Nueva España. Chile formaba parte del virreinato del Perú.

    La autoridad máxima del virreinato era el virrey, que representaba al monarca español y era su representante en América y designado a proposición del Consejo de Indias. Permanecía en su cargo por un plazo de cinco años y se encontraba sujeto al juicio de residencia.

    Las atribuciones del Virrey eran muy variadas pues, como Gobernador tenía a su cargo la administración del Virreinato; como Capitán General mandaba el Ejército; como Presidente presidía El Tribunal de la Real Audiencia y como Vicepatrono de la Iglesia era protector de ella, excepto el nombramiento de los eclesiásticos que era una atribución del monarca.

    18. Capitanía General

    La Capitanía General fue la denominación de un cargo de mando y organización del ejército y de la jurisdicción que formaban parte de éste y, por extensión, se denominó así a la zona territorial donde el Capitán General ejercía sus competencias. Su misión especial fue la de constituir unidades militares para luchar contra la resistencia de los nativos o expediciones marítimas extranjeras o piratas.

    Se establecieron Capitanías Generales en Yucatán, Venezuela, Guatemala, Cuba, Puerto Rico, Santo Domingo y Chile, que dependió del virreinato del Perú.

    La autoridad máxima era el gobernador quien cumplía funciones civiles y letradas, dotado de amplios poderes, pero supeditados al virrey. Además, presidía la Real Audiencia que le servía de consejo de gobierno, se encontraba sujeto al juicio de residencia y ostentaba el título de capitán general en su calidad de autoridad militar superior.

    19. Real Audiencia

    La Real Audiencia fue creada en Chile en 1565, con sede en Concepción, con la finalidad principal de vigilar el cumplimiento de las leyes de protección a los indígenas y de fiscalizar los intereses de la Real Hacienda²⁷. Fue suprimida en 1575 para restablecerla en Santiago en 1606.

    La Real Audiencia estaba integrada por el Gobernador, que era su presidente, cuatro oidores, un fiscal, un aguacil mayor y un teniente y se rigió por las Ordenanzas Especiales establecidas por el Rey Felipe III en 1609.

    Las atribuciones de la Real Audiencias eran muy amplias:

    a) Gubernativas: a falta de Gobernador, en forma corporativa, le correspondía asumir el cargo de Capitán General al oidor más antiguo; servir de órgano consultivo en materia de gobierno interno, vigilar la conducta de los corregidores y examinar las ordenanzas de los cabildos y autorizarlas hasta la definitiva aprobación del Consejo de Indias.

    b) Administrativas: recibir y ejecutar las órdenes reales, con la facultad de suspender su cumplimiento en caso de existencia de vicios o causante de daño o escándalo para lo cual debía entablar el recurso de suplicación; vigilar el estado contable de los ingresos y egresos; velar por el buen tratamiento de los indios; requisar libros de circulación prohibida.

    c) Eclesiásticas: velar por el derecho de patronato debiendo informar al Rey sobre los eclesiásticos que ameritaban promoción de sus dignidades; constatar que las bulas pontificias tenían la autorización del Consejo de Indias; conocer del recurso de fuerza deducido por quien se sentía agraviado por el dictamen de un juez eclesiástico.

    d) Judiciales: conocer de los recursos de apelación en contra de las sentencias de los alcaldes, de los recursos de nulidad y del recurso de suplicación consistente en petición de merced o gracia solicitada al monarca.

    20. Cabildos

    Los Cabildos fueron establecidos en América por los conquistadores conforme a las características de los ayuntamientos existentes en Castilla, pero su composición fue variando con el transcurso del tiempo.

    El primer Cabildo en Chile fue instalado el 7 de marzo de 1541 por Pedro de Valdivia en la ciudad de Santiago y, posteriormente, surgieron otros en las nuevas ciudades fundadas. Estaban constituidos por dos alcaldes, uno de encomenderos y otro de moradores, y por seis regidores, un procurador de la ciudad que representaba a los vecinos ante el Cabildo, el mayordomo a cargo de los caudales, el escribano secretario a cargos de las actas de las sesiones, el alguacil mayor, que era el jefe de la policía y de la cárcel, el fiel ejecutor que velaba por los precios de los comerciantes y artesanos y el alarife o director de obras públicas de la ciudad.

    Además, existían otros funcionarios de menor categoría, tales como el pregonero que anunciaba en la plaza y determinados lugares los acuerdos del cabildo, el portero encargado de llamar a sesión del Cabildo y el verdugo o ejecutor de justicia que actuaba en la plaza de armas o lugares públicos.

    Los cargos duraban un año y era obligación aceptarlos y al iniciarse cada año, los regidores que cesaban elegían a sus sucesores, pero se efectuaron numerosas modificaciones y, a partir de 1757, todos los cargos de regidores del Cabildo de Santiago pasaron a ser de designación real, por compra en pública subasta. Sólo los dos alcaldes continuaron siendo elegidos por el Cabildo.

    En una primera instancia las atribuciones eran muy amplias y variadas, pero posteriormente con la instalación de la Real Audiencia, su competencia disminuyó ostensiblemente.

    a) Políticas: la designación del gobernador interino mientras el Rey proveía en definitiva el cargo.

    b) Judiciales: los dos alcaldes eran jueces de primera instancia que administraban justicia en materia civil y criminal.

    c) Militares: en una primera época organizaban las milicias con los vecinos para enfrentar conflictos pero, posteriormente, estas funciones fueron asumidas por el ejército.

    d) Salubridad: asumir el ornato y aseo de la ciudad, higiene privada y pública, limpieza de acequias, la reglamentación del ejercicio de la profesión de médico y expendio y costo de artículos de botica.

    e) Obras públicas: la construcción de obras públicas tales como puentes, tajamares, calles, edificios públicos, iglesias, conventos.

    f) Económicas: fijar los precios y forma de venta de las mercaderías, regular la producción y exportación de bienes, controlar el ejercicio de los oficios y fijar sus aranceles.

    Los Cabildos funcionaban como cabildos cerrados en los que se trataban materias de rutina y en cabildos abiertos, en los que se convocaba a los principales vecinos y se discutían problemas de relevante importancia

    La importancia del Cabildo durante la colonia fue muy trascendente por su carácter de representante del pueblo y como expresión de la comunidad permitió la satisfacción de las necesidades e inquietudes de ésta, tal como la construcción de hospitales, centros de abasto, distribución de aguas, creación de escuela y otras.²⁸.

    21. Corregidor

    Las Capitanías Generales se encontraban divididas, en partidos o corregimientos, cuya autoridad era el corregidor quien tenía su sede en la ciudad de mayor importancia en ese lugar, y gozaba, además, del título de justicia mayor y capitán de guerra. Era nombrado por el gobernador por un período de dos años y presidía el cabildo, administraba justicia en las causas penales y supervigilaba el tratamiento que se daba a los indígenas, así como la forma en que los encomenderos cumplían las ordenanzas y los administradores de pueblos de indios, sus funciones ²⁹.

    22. Intendentes

    Debido a la desmesurada extensión territorial de los virreinatos y capitanías generales, su régimen de administración y control se vio afectado en eficacia y prontitud, por lo cual Carlos III dictó en 1782, la Ordenanza de Intendentes en que se crearon grandes circunscripciones territoriales llamadas intendencias a cargo de un intendente asesorado por un letrado y dotado de atribuciones militares, administrativas, judiciales y fiscales.

    La Capitanía General de Chile, en el año 1786, fue dividida en dos intendencias: la de Santiago, cuyo primer intendente fue el brigadier Ambrosio de Benavides, con jurisdicción desde el límite con el virreinato con el Perú hasta el río Maule y que a su vez fue dividida en partidos o departamentos de Copiapó, Huasco, Coquimbo, Cuzcuz, Quillota, Aconcagua, Valparaíso, Santiago, Melipilla, Rancagua, Colchagua y Maule.

    La otra intendencia fue la de Concepción, cuyo primer intendente fue Ambrosio O’Higgins, constituida por los partidos de Cauquenes, Chillán, Itata, Rere, Laja, Puchacay y Concepción.

    El territorio de Chiloé siguió dependiendo del virrey del Perú, excepto el correspondiente a Valdivia, sujeto directamente al gobernador de Chile.

    23. La legislación

    El proceso de colonización de la Capitanía General de Chile, se sometió a la legislación de los monarcas de España y, fundamentalmente, a las leyes de Castilla, que originalmente trasplantado a las Indias, fue cediendo su lugar al Derecho Indiano, surgido expresa y especialmente para regir las particularidades del Nuevo Mundo³⁰. Así, durante el transcurso del tiempo se crearon numerosos cuerpos jurídicos emanados de diversas autoridades.

    En primer lugar, el rey establecía leyes que recibían el nombre de Provisiones cuando enunciaban el nombre del rey y todos sus títulos, y Reales Cédulas, menos solemnes, que se encabezaban simplemente con el nombre del rey.

    Según sus contenidos, las leyes podían consistir en: a) Ordenanzas, que eran un conjunto de normas destinadas a reglamentar ampliamente una determinada materia, como la Ordenanza Naval; b) Instrucciones, que eran normas dadas a un funcionario para el adecuado desempeño de sus labores y c) Cartas, que eran respuestas a consultas realizadas desde las Indias.

    Debido a la gran cantidad de legislación dictada, se hicieron varios esfuerzos por unificarla, lográndose en el año 1680 por el rey Carlos II, la publicación de la Recopilación de las leyes de los reinos de Indias que se encuentra dividida en nueve libros que tratan de las siguientes materias:

    1°. Cuestiones religiosas.

    2°. Consejo Real y Junta de Guerra de Indias, Audiencias, Cancillerías, Juzgados, Orden de Prelación de la legislación.

    3°. Virreyes, Capitanías Generales y otras autoridades.

    4°. Descubrimientos, Cabildos, Minería.

    5°. Corregidores, Alcaldes, pleitos y juicios.

    6°. Indios, encomiendas y otros.

    7°. Delitos y penas.

    8°. Impuestos y contribuciones.

    9°. Casa de Contratación.

    Desde el punto de vista jurídico y administrativo la Recopilación fue de mucha utilidad ya que facilitó las labores de las autoridades gobernantes, militares y jueces.

    A lo anterior, cabe agregar que en Chile, la Real Audiencia tenía facultades para dictar Autos Acordados especialmente los relativos a la sustanciación de las causas judiciales; los Cabildos gozaban de la atribución de dictar Ordenanzas para la administración local y los Virreyes, gobernadores y corregidores emitían, a través de los Bandos, disposiciones y medidas de disciplina para la población.

    La mayor parte de la Legislación de Indias está referida al derecho público y, el derecho privado, se rigió fundamentalmente por la legislación de Castilla.

    Dentro de la legislación dictada para su aplicación en Chile, debe señalarse la destinada a la protección de la persona y el trabajo efectuado por los indígenas³¹. Ella se realizó, entre otras, mediante las denominadas tasas, siendo las principales, las siguientes:

    a) Tasa de Hernando de Santillán de 1559 en que se estableció el trabajo por turno (mita), medidas de protección en casos de enfermedad y el derecho a un salario o sesmo para los indios mineros equivalentes a la sexta parte de la producción lograda.

    b) Tasa de Pedro de Villagra de 1561, en que se reguló el periodo de trabajo que debía efectuarse entre el 1° febrero y el 30 septiembre de cada año, empezando media hora antes que saliese el sol y terminaba media hora antes que de la puesta del sol. Además, se estableció la obligación de construir ranchos prohibiéndose el mal trato a los indígenas.

    c) Tasa de Martin Ruiz de Gamboa de 1580 por la cual se sustituyó el servicio personal que prestaban los indígenas, por el pago un tributo en oro o especie. Sin embargo, esta tasa no tuvo mucha duración, pues al librarse al indígena de su obligación de trabajar, no lo hizo y tampoco pagó tributo.

    d) Tasa de Alonso de Ribera de 1603 en que se reguló el tiempo otorgado a los indígenas para que efectuaran sus propios trabajos, y el tiempo y períodos que debían destinar a los servicios de los encomenderos.

    e) Tasa del Príncipe de Esquilache de 1620 que suprimió el servicio personal y se restableció el pago de un tributo deducido del salario percibido por el trabajador.

    f) Tasa de Francisco Laso de la Vega de 1635, que alteró algunas normas de las tasas anteriores, y se estableció el derecho de los indios de optar por el pago del tributo en especies o dinero o hacerlo en trabajo.

    Estas normas constituyen el origen de la formación laboral en Chile indiano.³²

    Con motivo de la emancipación chilena, continuó aplicándose la legislación de Castilla vigente la cual se fue adaptando paulatinamente a las nuevas normas jurídicas establecidas por las autoridades de la República. Así, se dispuso por Decreto de 1° marzo 1837, que todas las leyes de la Nueva Recopilación que no se encontraren incluidas en las Novísimas se considerarían expresamente derogadas y por Decreto de 28 abril 1838, de ordenó que las leyes de estilo deben obtener en la nación la misma autoridad que las del Fuero Real de que son apéndice, y como posteriores a ésta, guardarse con preferencia cuando hubiere contradicción entre unas y otras³³. Las Leyes de Estilo era un conjunto de normas emanadas de las sentencias de la Corte de Castilla en aplicación del Fuero Real de 1225 de Alfonso X.

    24. La propiedad territorial

    La Corona Española se consideró dueña de las tierras de América conforme a lo preceptuado en las Bulas Inter Caetera del Papa Alejandro VI y, por ello, en las Capitulaciones, los monarcas concedieron directamente a los conquistadores el dominio de determinadas porciones de territorios, o bien, otorgando a éstos el derecho de repartirlas para lo cual se recurría a la institución de las mercedes.

    Las mercedes de tierra eran concesiones otorgadas por el monarca o por los gobernadores a determinadas personas en reconocimiento de servicios prestados que importaba la adquisición perpetua del dominio con la facultad de venderlas o traspasarlas por causa de muerte. Se otorgaba su posesión en un acto solemne ante un escribano y se efectuaba la mensura que era la medición del predio y por la cual se asignaba solares tratándose de la propiedad urbana. Las mercedes constituyen el origen de la propiedad rural en Chile ³⁴.

    La mensura en los predios rurales generalmente era imprecisa pues, para establecer sus límites, se recurrían a hitos naturales, como un estero, río, cerro, quebrada, etc., lo que dio origen a innumerables controversias. Estos predios eran de gran extensión y se les denominaba haciendas que, con el paso de tiempo, se fueron dividiendo en fundos y éstos en hijuelas.

    Con el objeto de mantener y conservar el dominio en forma íntegra y perpetua de una determinada propiedad rústica o urbana, se recurría a la institución del mayorazgo que establecía que con motivo de la sucesión del causante, el derecho a la herencia recaía, en primer lugar, en el hijo varón mayor y, solo a falta de éstos, el derecho se trasmitía a otros herederos.

    Constituían limitaciones al dominio las vinculaciones que estaban constituidas por las capellanías que consistían en una fundación en la cual ciertos inmuebles o muebles quedaban sujetos al cumplimiento de misas u otras cargas de naturaleza religiosa; las obras pías que era los bienes que se destinaban a una fundación con fines de piedad o beneficencia.

    25. La Iglesia colonial

    En España, la Iglesia Católica mantuvo una permanente fidelidad al Papa y ejerció una gran influencia en la vida social y política, especialmente en las tierras reconquistadas de la península ibérica, ascendiente que se acentuó con los Reyes Católicos, por lo que, junto con el interés de la expansión territorial, la conquista de América tuvo un fin espiritual expresado en la propagación del cristianismo.

    Además, los propios conquistadores estaban imbuidos de una fe religiosa muy fuerte, muchos de los cuales, incluso, creían que el Apóstol Santiago y la Virgen María combatían en sus filas mientras que el demonio aconsejaba a los indígenas³⁵.

    En el proceso de evangelización y conquista fueron empleadas, entre otras, la institución de la encomienda que consistía en el privilegio otorgado por el rey para recibir por sí, y su inmediato sucesor, el tributo que un grupo de indios estaban obligados a pagar en su calidad de súbditos de la corona, con cargo de cuidar del bien espiritual y temporal de los encomendados y de concurrir a la defensa de la tierra, con lo cual se daba cumplimiento a los deseos de la Santa Sede de que evangelizaran a los indígenas³⁶.

    Los primeros sacerdotes que llegaron a radicarse en Chile fueron tres miembros del clero secular y diez frailes mercedarios que conformaban la expedición de Pedro de Valdivia³⁷. Al comienzo, la función del sacerdote era la de capellán de ejército por lo que, en muchas oportunidades, participaron en combates contra los indígenas y, más parte, pasaron a desempeñar la labor de doctrinero.

    Dentro de la labor evangelizadora, deben destacarse al sacerdote jesuita Luis de Valdivia quien defendió el derecho de los indios a sus tierras y, además, propició la guerra defensiva a éstos; asimismo importante fue el fraile de la orden dominicana Bartolomé De las Casas.

    Pedro de Valdivia introdujo la orden religiosa de los mercedarios y más tarde hacia el año 1553 llegaron los dominicos y, posteriormente, los franciscanos, los jesuitas y los agustinos³⁸. Además, al hacer el trazado de la ciudad de Santiago, se destinó el sitio para la Iglesia en el costado occidental de la plaza mayor y estableciendo normas para su construcción, ateniéndose a las instrucciones de levantar iglesias y de proveer de todo lo necesario para el culto divino³⁹.

    El Papa Pio IV creó la diócesis de Santiago el 27 de junio de 1561 siendo su primer obispo don Juan González de Marmolejo y en el año 1564 se erigió la diócesis de La Imperial, pero, a causa de la insurrección mapuche que desplazo a los españoles de la Araucanía, su sede fue trasladada a Concepción en 1603 y cuyo primer obispo fue don Reginaldo de Lizarraga⁴⁰.

    Junto a su labor evangelizadora, la Iglesia realizó una importante labor en el campo de la instrucción y educación ya que las órdenes religiosas crearon conventos y establecimientos de enseñanza⁴¹. En 1595 la orden de Santo Domingo abrió su primer colegio, y los jesuitas, en ese mismo, año fundaron en Santiago el Colegio de San Miguel y, posteriormente, una gran cantidad de colegios, convictorios o seminarios a lo largo del país en que la enseñanza la compatibilizaban con aprendizaje en talleres artesanales destinados al logro de una profesión u oficio.

    Otros establecimientos de importancia fueron los colegios de los franciscanos, mercedarios y agustinos y los seminarios de Concepción y Santiago.

    Asimismo, la enseñanza superior la ejercía la Iglesia a través de las universidades pontificias que eran aquellas que gozaban de la dispensa del Papa. En 1691 los domínicos transformaron su colegio en la Universidad Santo Tomás; en 1730 se fundó en Concepción la Universidad Pencopolitana y, en 1738, la Universidad de San Felipe, ninguna tuvo una vida extensa⁴².

    En el ejercicio de sus actividades, la Iglesia gozaba de un conjunto de beneficios económicos y funcionales reconocido por la Corona, entre los cuales se encontraba el fuero eclesiástico que fue regulado en la Novísima Recopilación de 1875 en su Libro I y que consistía en el privilegio en virtud del cual ningún tribunal ni juez civil podía conocer de las causas criminales, ni aun de las civiles, de los clérigos, conocimiento que estaba reservado exclusivamente al juez eclesiástico. Este privilegio, sin embargo, se extinguió con motivo de la aprobación de la Ley de Organización y Atribuciones de los Tribunales del año 1875.

    Otra prerrogativa de la Iglesia Católica la constituyó, en Chile, el Tribunal del Santo Oficio que fue creado por el monarca Felipe II para velar por la pureza de la fe sancionándose las herejías y otros delitos, como blasfemias, hechicerías, y que dependía del Tribunal de Lima. En su aplicación se cometieron muchos abusos e injusticias, y fue suprimido en el año 1811 por el Primer Congreso Nacional.

    Las funciones eclesiásticas estaban sujetas a las prescripciones del patronato y del exequátur. El patronato, establecido en 1501 por el Papa Alejandro VI, consistía en el derecho de los soberanos a actuar como patronos o protectores de la Iglesia, por la cual éstos nombraban a las autoridades eclesiásticas de las colonias, como arzobispos, obispos y presbíteros, autorizaban la erección de iglesias, monasterios y hospitales. Al Papa le correspondía aprobar esas designaciones. El exequátur consistía en la autorización que otorgaba la autoridad civil para la aplicación de las bulas y rescriptos pontificios.

    La aplicación de estas instituciones significó, para la autoridad civil, la obligación de mantener la religión oficial única, proteger la Iglesia, proveer medios para atender los gastos del culto y mantención de los eclesiásticos. Como consecuencia de ello, el clero revestía el carácter de funcionarios públicos, pues les correspondía llevar los registros y libros del estado civil, bautismo, matrimonios, defunciones y otros.

    26. La población

    Durante la Colonia, la población del territorio fue habitada por personas provenientes de distintos orígenes que realizaban actividades diferenciadas, tales como los españoles, los criollos, los mestizos, los indios, los negros y los extranjeros.

    1. Los españoles

    Con la llegada de los españoles y la fusión de éstos con el pueblo indígena, comienza la formación de la población chilena adquiriendo sus propias características y matices con primacía, en algunos, de la sangre española, y otros, de la indígena.

    El historiador Francisco A. Encina, señala que la delgada capa europea estaba formada fundamentalmente por el español, con un manifiesto predominio del castellano y un fuerte contingente de sangre andaluza y salpicada por varios italianos, portugueses, alemanes griegos. Entre los conquistadores, cuya cuna se conoce, 114 eran castellanos viejos, 124 castellanos nuevos, 131 leoneses, 133 extremeños, y 273 andaluces⁴³.

    Los aragoneses y catalanes, por no ser súbditos de la corona de Castilla, dueña de las tierras de América, permanecieron, en general, extraños a los primeros pasos de la colonización y se calcula que por lo menos un 50% de los colonizadores pertenecían a la clase de los hidalgos⁴⁴.

    Los andaluces, los castellanos nuevos y los extremeños tenían condiciones psicológicas semejantes pues eran valientes y animosos, pero carecían de constancia, previsión y de disciplina y formaron la primera aristocracia. Sin embargo, su predominio político social duró poco pues, lentamente, fueron suplantados por los navarros y vizcaínos quienes estaban dotados de ingenio y astucia para los negocios, juiciosos y apegados a las riquezas, por lo que pasaron a liderar las actividades políticas sociales y económicas.

    2. Los criollos

    Los criollos eran los descendientes de los españoles nacidos en América, considerados similares a los españoles peninsulares y con igualdad de derechos según la legislación de la Corona.

    Sin embargo, la realidad fue muy distinta pues el acceso a los cargos políticos y administrativos de la Corona, fue obstaculizada por la preferencia al español peninsular. Su actividad social y profesional se realizó en el clero, la milicia y muy especialmente en el área de la agricultura, del comercio y negocios, lo que les permitió participar en los cabildos pasando a formar la aristocracia criolla, la que desempeñaría una trascendental gestión en el proceso de independencia.

    3. Los mestizos

    Los mestizos constituyeron un grupo social formado por la mezcla de la unión libre del español con las mujeres indígenas y que pasó a constituir la base de la nueva población en Chile. En los mestizos prevaleció la sangre europea sobre la aborigen, a causa del clima y de la disminución de los indígenas con motivo de las guerras de Arauco y enfermedades⁴⁵.

    Los mestizos, atendido su origen, que eran analfabetos y carentes de base moral sólida, fueron menospreciados por españoles y criollos. Eran libres y no pagaban tributos y constituyeron la masa trabajadora del campo y de la ciudad ejecutando labores de servicios y de carácter artesanal. Entre ellos se reclutaba gran parte de las fuerzas de las milicias que combatían contra los indígenas en el sur.

    4. Los indios

    Los indígenas que habitaban la zona central del país, tuvieron una convivencia relativamente pacífica con los colonizadores y participaron en las actividades agrícolas y mineras. Sin embargo, distinta fue la situación con los indios mapuches que habitaban al sur del río BioBio, quienes resistieron la presencia española por lo cual la confrontación se extendió por varios siglos.

    La legislación de la corona relativa a la protección y cuidado de los indígenas fue muy numerosa en cuanto a su salud, vivienda, formas de trabajo y evangelización, pero su aplicación fue escaza y permanentemente cuestionada por los encomenderos y propietarios. El tratamiento que se les otorgaba fue de carácter servil y despótico, arbitrario, sin respeto a sus costumbres y creencias cometiéndose muchos abusos y despojos y, debido a ello, surgieron defensores entre los propios españoles, como es el caso del sacerdote jesuita Luis de Valdivia.

    El historiador Diego Barros Arana señala que "la guerra en que se obligaba a los indios sometidos, el exceso de trabajo a que se les reducía y las epidemias de viruela que se repetían casi invariablemente cada año, disminuyeron su número con notable rapidez, aparte de la fusión lenta, pero constante de las razas, separaba de esas agrupaciones a muchos individuos, mujeres sobre todo, que pasaban a incorporarse a la parte mestiza de la población, esto es, al pueblo bajo. De la disminución de la raza indígena y de su fusión con la raza conquistadora, había resultado la desaparición casi completa del antiguo idioma nacional en toda la

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