de cerca la transmutacin de los metales. Resuelta afirmativamente, dara oportunidades de xito a la bsqueda de la piedra filosofal... Es preciso, pues, consultar a la experiencia, y la experiencia, hay que decirlo, no se halla hasta el momento en absoluto en oposicin con la posibilidad de la transmutacin de los cuerpos simples... Se opone, incluso, a que se rechace esta idea como un absurdo demostrado por el actual estado de nuestros conocimientos. Franois-Vincent Raspail era un qumico convencido, y las obras de los filsofos clsicos ocupaban un lugar preponderante entre sus dems libros. Ernest Bosc 9 cuenta que Auguste Cahours, miembro de la Academia Francesa de las Ciencias, le haba revelado que su venerado maestro Chevreul profesaba la mayor estima por nuestros viejos alquimistas, y tambin su rica biblioteca encerraba casi todas las obras importantes de los filsofos hermticos 10. Parecera, incluso, que el decano de los estudiantes de Fran cia, como Chevreul se titulaba a s mismo, haba aprendido mucho de esos viejos mamotretos, y que les deba una parte de sus hermosos descubrimientos. El ilustre Chevreul, en efecto, saba leer entre lneas muchos datos que haban pasado inadvertidas antes de l. Uno de los maestros ms clebres de la ciencia qumica, Marcellin Berthelot, no se content, ni mucho menos, con adoptar la opinin de la Escuela. Contrariamente a la mayora de sus colegas, que hablan audazmente de la alquimia sin conocerla, consagr ms de veinte aos al paciente estudio de los textos originales, griegos y rabes. Y de ese largo comercio con los maestros antiguos, naci en l aquella conviccin de que los principios hermticos, en su conjunto, son tan sostenibles como las mejores teoras modernas. De no ser por la promesa que les hicimos, podramos aadir a esos sabios los nombres de ciertas eminencias cientficas, por entero conquistadas para el arte de Hermes, pero cuya situacin misma les obliga a practicarlo tan slo en secreto. En nuestros das, y aunque la unidad de la sustancia - base de la doctrina enseada desde la Antigedad por todos los alquimistas - sea admitida y oficialmente consagrada, no parece, sin embargo, que la idea de la transmutacin haya seguido el mismo progreso. El hecho resulta tanto ms sorprendente cuanto que no cabra admitir la una sin considerar la posibilidad de la otra. Por otra parte, en vista de la gran antigedad de la tesis hermtica, podra pensarse con cierta razn que en el curso de los siglos ha podido hallarse confirmada por la experiencia. Es verdad que los sabios hacen, por lo general, poco caso de los argumentos de este orden, y que los testimonios ms dignos de fe y mejor fundamentados les parecen sospechosos, ya sea porque los ignoran o porque prefieren desinteresarse de ellos. A fin de que no se nos acuse lo ms mnimo de atribuirles alguna intencin malvola al desnaturalizar su pensamiento, y para permitir al lector que juzgue con toda libertad, someteremos a su apreciacin las opiniones de sabios y filsofos modernos sobre el tema que nos ocupa. Jean Finot 11 , habiendo hecho un llamamiento a los hombres competentes, les propuso la pregunta siguiente: En el estado actual de la ciencia, la transmutacin metlica es posible o realizable. Puede ser considerada, incluso, como realizada segn nuestros conocimientos? He aqu las respuestas que recibi: Doctor Max Nordeau: Permtame que me abstenga de toda discusin acerca de la transmutacin de la materia. Adopto el dogma (es uno de ellos) de la unidad de aqulla, la hiptesis de la evolucin de los elementos qumicos de peso atmico ms ligero a ms pesado, e incluso la teora - imprudentemente llamada ley - de la periodicidad de Mendeliev. No niego la posibilidad terica de rehacer artificialmente, con mtodos de laboratorio, una parte de esa evolucin, producida naturalmente en miles de millones o billones de aos por las fuerzas csmicas, y transformar en oro metales ms ligeros. Pero no creo que nuestro siglo sea testigo de la realizacin del sueo de los alquimistas. Henri Poincar: La ciencia no puede y no debe decir jams! Tal vez un da se descubra el principio de fabricar oro, pero, por el momento, el problema no parece resuelto. Madame M. Curie: Si es verdad que han sido observadas transformaciones atmicas espontneas con los cuerpos radiactivos (produccin de helio por esos cuerpos que usted seala, lo cual es perfectamente exacto), se puede, por otra parte, asegurar que ninguna transformacin de cuerpo simple ha sido an obtenida por el esfuerzo de los hombres y gracias a dispositivos imaginados por ellos. Es, pues, del todo intil, hoy, considerar las consecuencias posibles de la fabricacin del oro. Gustave Le Bon: Es posible que se transforme acero en oro como se transforma, segn dice, el uranio en radio y en helio, pero esas transformaciones no afectan ms que a milmillonsimas de miligramos, y entonces sera mucho ms econmico obtener oro del mar, que contiene toneladas de l. Diez aos despus, una revista de divulgacin cientfica 12
Juan Campos Alanís - Análisis Del Programa de Educación, Salud y Alimentación (Progresa) en El Municipio de San Felipe Del Progreso, Estado de México, 1998-2000
Yolotli Fuentes Sánchez - El Sistema de Seguridad, Justicia y Reeducación Comunitaria Del Estado de Guerrero Como Sistema de Justicia Paralelo Al Estado
Marcia Arcuri - El Occidente No Vio El Sol Nocturno. El Papel de La Dualidad Complementaria de Las Fuerzas Cósmicas en La Organización Política de Las Jefaturas Amerindias