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NOTAS BREVES SOBRE SEXUALIDAD EN LOS ADULTOS

Lic. Virginia Martínez Verdier1

NOTA 1: PRIMEROS AUXILIOS PARA LA EYACULACIÓN PRECOZ.

Dado que es una consulta muy habitual, dediquémosle una nota para detenernos
en los ejercicios que permiten el aprendizaje del control eyaculatorio. Un primer
paso para comenzar a solucionar su dificultad es entender qué es lo que le pasa.
La nota anterior puede resultar útil para ello. Un segundo paso es realizar
ejercicios, que, aunque sencillos, para algunos varones son difíciles de llevar
adelante (por ansiedad, por vergüenza, por sentirse ridículos, etc.) y no lograrán
resultados positivos. En el caso de varones que llevan varios años con esta
disfunción, dado que se creó un círculo vicioso muy pronunciado en el reflejo
eyaculatorio, es probable que los ejercicios tampoco produzcan los efectos
esperados. En esos casos, será necesario acompañarlos con una psicoterapia
sexual.

Los ejercicios consisten en:

1.- autoestimularse genitalmente hasta que sienta, en una escala del 1 al 10, que
está por eyacular. En ese momento debe dejar de estimularse para evitar el
orgasmo. Cuando su excitación baje a 6 o 7 puntos, volverá a estimularse hasta el
límite y dejará de hacerlo cuando sienta que va a eyacular. Realizar este ejercicio
por lo menos 3 veces por semana y "arranca y para" 4 veces, la última vez puede
eyacular si lo desea.

2.- Cuando puede controlar su eyaculación a solas, está en condiciones de


incorporar a su pareja. Ella lo estimulará manualmente del mismo modo que en el
punto 1.

3.- cuando controle así, puede hacerlo con sexo oral (si es una conducta habitual
en ustedes). La idea es ir acercándose lentamente al momento de la penetración.
Debe controlar con otras conductas sexuales, sentirse seguro antes de penetrar.

4.- El mismo ejercicio pero penetrando con su mujer arriba suyo.

5.- El mismo ejercicio con usted encima.

No deben tener relaciones sexuales con penetración mientras duren los


ejercicios. Sí pueden tener relaciones sexuales con caricias y otras conductas
sexuales.

• 1
Psicóloga.
• Especialista en Sexología Clínica y en Educación Sexual, acreditada por la Federación
Latinoamericana de Sociedades de Sexología y Educación Sexual.
• Presidenta de SEXSALUD. Asociación Multidisplinaria para la salud y la sexualidad.
• Secretaria General de la Federación Sexológica Argentina -FESEA
• Directora del Cursos de Formación de Educadores Sexuales. Universidad de Flores.
Consejo Nacional del Menor y la Familia. Asociación de Psicólogos de Bs. As.
• Directora de www.sexuar.com.ar, del erotismo a la sexología.
2

Según vaya cumpliendo con los objetivos pueden pasar entre uno y dos meses
hasta que logre controlar habiendo penetrado.

NOTA 2: SEXUALIDAD MASCULINA: LOS HOMBRES, ¿PUEDEN FINGIR?

Anteriormente reflexionamos sobre una habitual conducta femenina: fingir el


orgasmo. Habíamos dicho que, salvo varones avezados, les resultaba difícil saber
si su compañera realmente había alcanzado el clímax o no. Algunas personas se
inquietan por saber qué sucede con los varones en ese sentido.

Recordemos que la respuesta sexual -tanto en varones como en mujeres- se


compone por tres fases básicas: el deseo, la excitación y el orgasmo. En ese
sentido, a diferencia de la mujer, el hombre está apresado por su particular
anatomía. Veamos las diversas posibilidades fase por fase:

En cuanto al deseo, como es fundamentalmente emocional, la compañera no


puede controlar si su pareja la desea o no aunque actúe como que sí. En esta fase
el varón puede fingir. Sin embargo, aquellas mujeres perceptivas y preocupadas
por conocer a sus compañeros podrían llegar a notar sutiles o gruesas diferencias
entre unas actitudes y otras.

La excitación es el punto flaco del varón, ya que se produce un mecanismo


fisiológico que lo pone en evidencia, el pene se erecta o no. En esta fase el varón
no puede fingir. Esto no significa que necesariamente ese varón no tenga deseo;
las posibilidades de no tener erección se deben a factores diversos que
analizaremos en otra nota.

El orgasmo masculino también es posible de ser fingido. Habitualmente los


varones llegan a su orgasmo sin dificultades, aunque recordemos que esto no
significa que haya sido realmente placentero. Sin embargo, un reducido número
de hombres padecen de una disfunción que les impide alcanzar el orgasmo o lo
retarda mucho. Podríamos pensar que estos varones, avergonzados por no
cumplir con lo que se espera de ellos, finjan que lo lograron. En estos casos la
actitud femenina de querer percibir o no la realidad de ese encuentro sexual puede
hacer que ella se dé cuenta como que no.

En última instancia, el centro fundamental de la compatibilidad sexual de una


pareja está dada por la comunicación. Poder compartir con la pareja los gustos y
deseos así como los problemas y sufrimientos, los une y les da la posibilidad de
resolver los conflictos.

Una dificultad sexual no es avergonzante, sólo requiere de la toma de conciencia


personal, de la comprensión y colaboración de la pareja y del querer realmente
solucionarlo pidiendo ayuda al especialista.

NOTA 3 : LA RUTINA SEXUAL.


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La rutina es aburrida pero es segura, por eso muchas parejas prefieren


conservarla. Para lograrlo sólo debe seguir estos

Pasos infalibles para mantener la rutina sexual en su vida cotidiana:

Olvídese de usted como persona con deseos y necesidades. Sólo ocúpese


de sus obligaciones.

En su vida familiar sea exclusivamente padre o madre, nunca pareja.

Recuerde que ser una buena madre la inhibe para ser mujer sexual.

De noche o cuando estén juntos como pareja deje la puerta de su


dormitorio abierta.

Mantenga el televisor prendido todo el día. Especialmente a la hora del


encuentro familiar y de la pareja, en la mesa y en el dormitorio.

Dígale "papi" a su marido y "mami" a su esposa.

No haga ningún intento de estimular su deseo sexual. Espere, la magia lo


traerá sin su esfuerzo.

Responda automáticamente a la iniciativa sexual de su pareja. No sea


creativo.

Manténgase estresado.

Lleve una vida social intensa. Nunca esté a solas con su pareja, salvo para
dormir.

Si su pareja no le da lo que usted quiere, usted no le dé sexo.

No se olvide de que la mujer no debe tomar la iniciativa sexual.

Recuerde que el varón siempre debe tener ganas aunque no las tenga.

Sepa que sólo la ternura es estimulante del deseo sexual. La pasión no es


necesaria.

Respete que sólo sirve tener relaciones coitales, las demás conductas son
enfermizas.

Mantenga siempre la misma posición coital. Así se asegurará el éxito del


encuentro.

Si no sabe sobre sexo, mejor, así podrá dedicarse a cosas más productivas.

No conozca el funcionamiento de su cuerpo ni el de su pareja.


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No se ocupe de ser atractivo para su pareja y para usted mismo.

No piense en temas sexuales, no hay tiempo para eso.

Espere que el deseo aparezca en el momento en que se acuestan, a la


noche y cuanto más tarde, mejor.

No importa si usted está satisfecho/a sexualmente, sólo preocúpese de que


él o ella se sientan bien.

No le diga a su pareja lo que usted necesita sexualmente. Si realmente se


conocen, deberá adivinar, y bien.

No hable de sexualidad con su pareja. La sexualidad se hace.

No cambie de ambiente para tener encuentros sexuales.

Según sus gustos, mantenga su dormitorio ascéptico e inmaculado o


repleto de cosas que lo afeen y hagan inhabitable.

No utilice métodos anticonceptivos. Si está preocupada por quedar


embarazada no tendrá sexo y se quedará más tranquila.

Para no sentir plenamente tenga relaciones sexuales sin protección


anticonceptiva.

Busque una relación afuera, así no molesta a su pareja.

Si superó los 60 años, ya no se preocupe, su vida sexual no será rutinaria


porque no debe existir.

Alguien podría creer que estos consejos -proveniendo de una especialista- son
serios y en serio.

Otros podrían tomarlos con humor y aprender de la ironía.

Otros podrían encontrarse en alguna recomendación, reirse, amargarse o


dejar todo igual.

¿Usted, dónde se ubica?

NOTA 4: CÓMO RECUPERAR EL AMOR.


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El AMOR...tema delicado, especial y absolutamente subjetivo. En algún momento


de la vida las personas solemos preguntarnos si estamos enamorados, si
seguimos estándolo, si alguna vez lo estuvimos o si alguna vez lo estaremos. Las
diversas crisis (emocionales, familiares, laborales, sociales, etc.) que
inevitablemente suceden en todos los seres humanos, nos hacen replantear
nuestro pasado, nuestro presente y nuestros proyectos futuros. A veces, en
alguna de esas crisis también nos replanteamos nuestros sentimientos y nuestra
relación de pareja.

Acorde a ese balance, podemos pensar que el amor desapareció o que ya no es


lo mismo que antes. Cómo saber cuando sólo se interpone la distancia o cuando
es desamor? La respuesta la tenemos solamente nosotros mismos y muchas
veces cuesta un gran esfuerzo y sufrimiento encontrarla. La pareja suele
distanciarse por diversas razones personales y vinculares. Las más habituales
tienen que ver con la llegada de los hijos (que convierte a la pareja conyugal casi
exclusivamente en pareja parental), con la multiplicidad de actividades personales
y con el dejarse llevar por la rutina cotidiana.

El amor se puede recuperar cuando aún está latente; cuando la pareja se fue
distanciando pero básicamente se sigue amando. En esos casos, podemos utilizar
diversos recursos, probablemente obvios, pero no siempre aprovechados:

• En principio es imprescindible tomar conciencia de la distancia afectiva


entre ambos y de la falta de intimidad (no sólo en el plano sexual).
• Luego es conveniente pensar cuál es la causa de la insatisfacción en la
relación..
• Finalmente es fundamental proponerse cambiar personalmente y en el
vínculo.
• Para ello, el elemento básico a desarrollar en conjunto es la comunicación.
Poder compartir, discutir e intercambiar ideas, sin pretender imponer la
propia, sino buscar puntos de encuentro. Poder pedir al otro lo que
necesito, sin reclamos agresivos. No esperar que el otro adivine,
decírselo. Poder acceder a los pedidos del otro. Dar y recibir.
• Otro elemento importante es el hacerse un espacio para el reencuentro,
rescatándose como pareja. Salidas periódicas a solas (sin amigos ni
familia), viajes, paseos, cambios de rutina, creación de juegos y fantasías
compartidos así como todo aquello que sea placentero y gratificante para
ambos.

Esencialmente la pareja para renovarse y recrearse necesita:

• Recuperar la intimidad.
• Reconquistarse.
• Recontratar. Con el crecimiento personal individual y de la pareja, puede
suceder que algunas normas implícitas o explícitas fijadas por ambos en el
inicio de la relación ya no les sirvan en el manejo de su vida actual. En ese
caso es necesario pensar nuevas pautas de convivencia y acordarlas en
conjunto.
• Volver a elegirse.
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El AMOR...Es un sentimiento básico que todos necesitamos vivenciar. Porque nos


alimenta, nos da vida, energía, deseo, y nos ayuda a alimentar, dar vida, energía y
deseo.

No esperemos a que ese amor desaparezca. Puede llegar un momento en que el


deterioro de la pareja sea tal, que ya es irrecuperable. Escuchemos nuestro
interior y si estamos seguros de que alguna vez estuvimos enamorados de quien
comparte nuestro presente, bien vale el intento de recuperar el vínculo con todos
los aditamentos de nuestro momento actual, de nuestras experiencias tanto
positivas como negativas y con miras a un futuro más satisfactorio.

NOTA 5 : COMUNICACION SENSUAL

Luego del encuentro sexual, Mirta se queda callada, no se siente del todo bien,
pero prefiere disimularlo y no decir nada. Para qué, ¿Rubén la va a entender?

Rubén suele ser silencioso, pero le gustaría que Mirta lo estimulara a hablar, que
le preguntara o le dijera como se sintió haciendo el amor.

Los dos se quedan en silencio y el cansancio propio de las corridas del día los
desconecta hasta la mañana siguiente.

Rubén y Mirta, como tantas otras parejas, van dejando pasar los días, van
haciendo el amor con una frecuencia determinada, van dejando pasar los años.
Durante todo ese tiempo entraron infinidad de veces en la mayor intimidad
corporal que dos personas pueden tener, salvo el embarazo. Sin embargo, esas
mismas parejas pueden no haber intimado nunca emocionalmente. Pueden no
haber compartido nunca sus fantasías, sus necesidades, sus deseos, ni sus
sentimientos acerca de lo que les pasa -sexualmente hablando y en la relación en
general-.

Parece ser que resulta más fácil desnudar el cuerpo que el alma. Puede ser más
fácil practicar diversas conductas sexuales durante un encuentro con la pareja,
que expresar una conducta sexual fundamental para la armonía sexual y
emocional: la comunicación.

Durante las relaciones sexuales se juegan diversos sentimientos, a veces gratos y


a veces no tanto. Cuando estos últimos están presentes, el silencio en vez de
enfrentar las situaciones que nos preocupan sólo logra una aparente solución,
evitando el conflicto inmediato.

Sin embargo, el problema no se ha disuelto, sólo ha pasado a formar parte del


paquete de situaciones sin resolver. Queda al acecho, y en el momento menos
pensado vuelve a aparecer con nuevos bríos y, generalmente, a destiempo.
Cuando el conflicto reaparece en el momento menos oportuno, suele
incrementarse aún más y su solución se hace todavía más complicada.

Es necesario que las parejas aprendan a comunicarse. Es bueno no pretender


adivinar lo que el otro quiere, sino preguntárselo; así como no esperar a que el
otro adivine, sino decírselo. Probablemente, intentarlo lleve a un esfuerzo de
voluntad. Igualmente sirve.
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Propóngase un día y un lugar en particular fuera de su casa y de los lugares


habituales. Asegúrese que estarán solos y no serán interrumpidos. Una confitería
o una plaza pueden crear el clima necesario. Se encontrarán exclusivamente para
hablar de ustedes y de su intimidad.

Tal vez produzca pudor, vergüenza, inseguridad, temor. "¿Qué va a pensar de


mi?". “No va a querer”. “Va a pensar que estoy loca/o”. Aún así vale la pena.

Es cuestión de dar el puntapié inicial. Hable con honestidad, diríjase con respeto,
con cuidado, con claridad, no haga reproches ni reclamos, no culpe. Decir "Yo
necesito..." en lugar de "Vos no me das..." ayuda a que el otro baje la barrera y se
acerque sin necesidad de tener que defenderse.

Invite a su pareja a un encuentro erótico especial, al encuentro de sus mentes y


sus almas al hablar sobre la sexualidad compartida. Aún manifestando los
sentimientos pudorosos y temerosos, la comunicación permitirá que
paulatinamente la intimidad sexual de la pareja pueda ser realmente completa.

NOTA 6 : AMOR Y SEXUALIDAD

En el hemisferio sur estamos en primavera, estación del año tradicionalmente


ligada al amor. Puede ser una buena oportunidad para reflexionar acerca de
nosotros mismos y de nuestras ideas con respecto a este profundo sentimiento.

Es mi intención de que esta nota la vaya escribiendo Ud. a medida que la lea; ya
que, justamente, como el amor es un sentimiento, pueden haber tantas ideas
sobre él como personas pensándolo. El amor es un fenómeno fundamentalmente
subjetivo. Lo invito a incursionar en su propia subjetividad.

Lo acompañar? con mis preguntas, a las que espero, Ud. encuentre sus mejores
respuestas.

¿Cómo aman los varones?


¿Cómo aman las mujeres?
¿El amor, es para todos lo mismo?
¿Varones y mujeres amamos de la misma manera?
¿Qué ingredientes debe tener el amor?
¿Qué necesito para sentirme pleno/a?
¿Qué es el sexo para mi? ¿Una manera de expresar amor o de satisfacer
necesidades solamente físicas?
¿Podría enamorarme de alguien que no me atrajera sexualmente?
¿Qué necesito sentir para que un encuentro sexual me resulte satisfactorio?
¿Cuándo aprendo más acerca de lo que me complace sexualmente? En
relaciones duraderas o en breves períodos de intimidad con diferentes personas?
¿Cómo es un/a buen/a amante para mi? Alguien diestro en técnicas sexuales o
alguien capaz de desarrollar una comunicación sensual intensa con su pareja?
Puede separarse la atracción física del amor?
La pasión es necesaria en el amor?
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Personalmente pienso que es bueno que los seres humanos reflexionemos y


aclaremos nuestro Sistema de Valores. El AMOR es un valor fundamental en la
vida de las personas. Es la energía que acompaña, respeta y protege; es el
alimento imprescindible en los primeros años de vida y muy necesario para un
crecimiento equilibrado, sano y armónico. El amor es una de las respuestas al
conflicto de la existencia humana: la angustia por la soledad.El amor, además de
ser un sentimiento, también es comunicación, compromiso y decisión; es un
desafío constante.

El amor en la pareja no siempre es maduro y sano. A veces puede ser una ilusión
o una manera de cubrir otras necesidades. El amor maduro permite conservar la
individualidad propia, son uno sin dejar de ser dos. Para poder amar realmente al
otro, primero es necesario que nos amemos a nosotros mismos, respetándonos y
sabiéndonos valiosos, sin tener que buscar al otro para que nos respete y valore.
Una persona equilibrada es capaz de dar y recibir amor, placer, felicidad, ternura,
intimidad y confianza.

En relación con la sexualidad, la pasión es uno de los ingredientes del amor, y el


más difícil de sostener con el paso del tiempo. En este sentido, la capacidad de
mantener el amor hacia una misma persona dependerá de la importancia que
cada uno le dé a la pasión, ya que aquellos que la necesiten siempre viva
probablemente irán buscándola en otros a medida que sienten que se apaga.
Otros, en cambio, logran transformarla en sensaciones de serenidad, seguridad y
conocimiento recíproco que hace plena su vida sexual.

Tal vez el problema conyugal surja cuando los miembros de una pareja no
coincidan en el lugar que le dan a la pasión en el amor; por lo cual, si cada uno
busca caminos diferentes para mantenerla éstos los llevarán inevitablemente al
desencuentro.

Considero que en este fin de milenio en que prima la adoración por el consumo
rápido y despreocupado, tanto en la vida como en los vínculos, tenemos que tener
cuidado de no quedar atrapados en un sexo impersonal por cumplir con nuevos
mandatos sociales.

Por otra parte, el sentimiento profundo de amor se logra pocas veces en la vida.
Sexualmente, las personas manifiestan diferentes niveles de satisfacción
emocional; es posible que el más pleno sea con amor. Pero otros encuentros sin
amor también pueden ser satisfactorios si contienen componentes afectivos como
el cuidado, el respeto, el cariño y la amistad.

Es importante que cada persona sepa qué es lo que necesita en su vida afectiva y
luche denodadamente por lograrlo. Recordemos al poeta cuando dice: "He
cometido el peor de los pecados que un hombre puede cometer: no he sido feliz".
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NOTA 7 : COMPATIBILIDAD SEXUAL

Tradicionalmente se habla de “compatibilidad o incompatibilidad sexual” como


elementos que influyen en la armonía o no de la pareja. Suele considerarse que él
es sexualmente de una determinada manera y ella de otra y que esas diferencias
pueden ser insalvables. A la luz de los modernos conocimientos sexológicos
podemos decir que esta antigüa idea algo de razón tiene, pero no tanto.

Para tratar de comprender qué le pasa a cada miembro de una pareja


necesitamos remontarnos a la infancia. En nuestros primeros años de vida las
personas vamos conformando nuestro mapa erótico personal. Las experiencias
emocionales satisfactorias o traumáticas, el tipo de crianza, las características
individuales de las personas siginificativas (padres, abuelos, hermanos mayores),
van dando forma al mapa del amor. De acuerdo con esa estructura nuestro
amante ideal deberá cumplir con determinadas características físicas y
actitudinales. Así, nuestra manera particular de sentir placer quedará circunscripta
a dar mayor importancia a determinados estímulos y no a otros para alcanzar la
plenitud sexual.

La capacidad de enamorarse o sentirse sexualmente atraido por un tipo particular


de persona está determinada por el mapa de amor que se estructuró en nuestra
infancia. Sin embargo, puede suceder que en una misma pareja sus miembros no
tengan ningún tipo de coincidencia entre sus mapas de amor, entre sus gustos,
necesidades y deseos sexuales. Igualmente podemos pensar que no es habitual
comprometerse permanentemente en un noviazgo con todos los que pasan por
nuestras vidas, si llegaron a unirse como pareja es porque “algo” del otro los
atrajo. En estos casos las diferencias son aparentes o mecanismos inconcientes
se suporponen con las conductas o ideas manifiestas.

Los motivos que unen a las parejas son infinitos, entre ellos, los sexuales ocupan
un lugar importante, y para muchos, fundamental. Para otros, la desexualización
de la relación puede ser el atractivo que los mantiene unidos. Realizando una
mirada sobre los mitos, prejuicios y creencias sexuales de cada miembro de la
pareja, es posible encontrar valores sexuales comunes u opuestos que los atraen
o separan. ¿Esas diferencias son definitivas? ¿Los mitos, prejuicios y creencias
sobre lo que está bien o está mal en sexualidad, sobre lo que se espera del
desenvolvimiento de cada sexo, sobre lo que es normal o anormal permanecen
inalterables?

El desconocimiento sobre sexualidad, situación por la que pasan la mayoría de los


seres humanos, también influye en el desencuentro. ¿La ignorancia sexual es
permanente?

La forma personal de ser y sentir tiene raíces inamovibles pero también tiene otras
que pueden “transplantarse”. Es decir, una persona puede replantearse sus
actitudes, pensamientos y sentimientos sexuales y puede decidir modificarlos o
no, aplicando su capacidad de reflexión, de autoconocimiento, de conciencia y
voluntad de cambio. Algunos que decidan emprender este camino podrán hacerlo
solos; otros necesitarán de un apoyo externo que los guíe o ayude a resolver el
conflicto entre sus emociones y su razón.

Lo incompatible sexualmente no existe de por sí. Para evitarlo es necesario darse


permiso para el placer, permiso para el aprendizaje, permiso para el conocimiento
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y para la elección de una ideología sexual personal en libertad, sin mandatos ni


modelos impuestos familiar o culturalmente.

Es imprescindible que cada uno tome las banderas del encuentro en la pareja.
Que no se conformen con los grises de la convivencia automatizada. Buscar los
modos de intercambiar ideas, de comunicarse sin soberbia ni verdades absolutas,
crear espacios para la intimidad mental de la pareja compartiendo pensamientos,
fantasías, sentimientos colaborará para que, trabajosa pero satisfactoriamente, la
compatibilidad sexual pueda ser posible.

NOTA 8 : DIFICULTADES SEXUALES

La sexualidad como acto erótico no exclusivamente instintivo es uno de los


aspectos que nos diferencia a los seres humanos de las demás especies
animales.

Somos sexuales para reproducirnos, eso tenemos en común con todos los
seres vivos, pero también somos sexuales por el placer que nos produce serlo.

Esta explicación, aparentemente lineal y sencilla no lo es cuando


hablamos de personas. Nuestro cerebro y nuestras emociones se interponen entre
los designios de la naturaleza, vencidos a veces por los mandatos de la cultura en
la que vivimos.

Ser sexuales con satisfacción, espontaneidad y alegría no es una


capacidad fácil de lograr. Depende de muchos factores que interrelacionados nos
habilitan o no a la libertad en la expresión sexual. Aspectos orgánicos, afectivos,
sociales, históricos, situacionales, educativos y personales están al acecho.

Las dificultades sexuales tienen diferente sintomatología. Sin embargo


todas tienen en común algunos elementos:

Pueden ocurrir desde el inicio de la vida sexual activa o haber funcionado


bien hasta que aparecen en determinado momento.

Pueden ser estimuladas por una situación particular (un lugar, un tipo de
pareja) o suceder en todas las situaciones sexuales.

Pueden ocurrir a veces o siempre.

Si la perturbación ocurre desde siempre, en todas las situaciones y todas


las veces, su resolución es más complicada.

Si aparece en determinado momento de la vida, ocurre a veces o sólo con


estímulos específicos su solución está más facilitada.

Sin embargo, la mayor o menor facilidad para encarar los trastornos


sexuales dependerá fundamentalmente del deseo de superación y de la decisión
personal de comenzar realmente a disfrutar de la capacidad de goce que nos fue
dada a los seres humanos.
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NOTA 9 : SEXUALIDAD FEMENINA. VIVIR SIN DESEO

En sexualidad, como en muchos otros temas, es importante no generalizar ni


considerar que "lo común" es lo que nos pasa a nosotros. Toda sociedad está
conformada por diversos sectores humanos que se manifiestan con costumbres y
conductas totalmente diferentes y hasta opuestas. Aunque ya estemos en el siglo
XXI, y muchos piensen que la liberación sexual está firmemente instalada, la
realidad nos muestra que aún hoy persisten personas con ideas y actitudes que
podemos considerar habituales de otras épocas histórico-sociales.

En nuestra sociedad y en nuestro tiempo existen mujeres que manifiestan su


sexualidad desde un trastorno sexual definido como frigidez sexual
generalizada. Esta perturbación implica a una mujer que nunca muestra ni mostró
en su pasado interés por la sexualidad. No recuerda juegos sexuales en su
infancia, ni la atracción casi instintiva de la adolescencia, y suele expresar que
puede vivir plenamente sin necesidad de encuentros íntimos, no sólo coitales, sino
que también rechaza el placer corporal en general (caricias, abrazos, besos, etc.).

Los motivos que llevan a estas mujeres a mantener su actitud a lo largo de la


vida pueden ser variados. Entre los más habituales encontramos:

! Situaciones dolorosamente traumáticas vividas en la infancia: abuso


sexual, maltrato físico y fuertes castigos ante la expresión de la sexualidad
infantil.
! Mitos y prejuicios muy arraigados con respecto al sentido del placer.
! Convicciones religiosas fuertemente estructuradas que determinan
mandatos inconcientes de sufrimiento y flagelación.

Muchas de estas mujeres suelen casarse e incluso tener hijos. Sin embargo
llevan su vida sexual como una obligación matrimonial y exclusivamente para
cumplir con el mandato social de la reproducción. Es probable que las parejas de
estas mujeres acuerden con esta actitud asexual. Es más, ese pacto –
generalmente inconsciente- puede haber sido el principal motivo de unión entre
ambos. Estos varones, por diversos motivos de su formación y de su historia
personal, suelen sostener la idea de que una mujer debe ser "sólo una buena
madre y esposa", que ser sexual corresponde a "malas mujeres". Y es posible que
ellos busquen su satisfacción sexual en la prostitución, manteniendo disociado el
amor de la sexualidad.

Mientras ambos coincidan en estas ideas, el matrimonio cursará por una


vida armónica donde lo sexual no está incluido como importante para la relación.
No existe el conflicto entre las necesidades de uno y de otro. Sin embargo, si
alguno de ellos con el paso del tiempo cambia las pautas iniciales del contrato
matrimonial, se iniciará una crisis entre ideas y sentimientos opuestos,
desequilibrándose la relación general de la pareja. Las diversas maneras que
tenemos los seres humanos de manifestarnos sexualmente no son sencillas de
comprender. Cada caso es único porque depende de la personalidad, la historia,
las experiencias vividas, las creencias, los prejuicios, la relación general de la
pareja.
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Si las personas pueden o quieren vivir sin sexo, porque se lo considera un


trastorno? Porque la capacidad de sentir placer nos es dada desde el nacimiento,
es constitutiva de la especie humana. El negarse esa posibilidad puede ser una
elección conciente (como puede suceder en los miembros de determinadas
religiones) o puede ser una imposición inconciente determinada por las
situaciones traumáticas mencionadas anteriormente. En estos casos, es necesario
que la mujer pueda elaborar esos conflictos profundamente tapados pero que
están en acecho permanente, para recuperar su equilibrio emocional perdido.

La capacidad de autobservación y reflexión, la apertura hacia la búsqueda de


ayuda, la disposición al cambio son los primeros pasos hacia vivir con deseo. Vivir
con deseo de vivir.

NOTA 10 : SEXUALIDAD MASCULINA: NO FUNCIONO

Es habitual que los varones consulten con mayor frecuencia que las mujeres
ante sus dificultades sexuales.

Podría pensarse que esos varones tienen más problemas sexuales que sus
compañeras. Sin embargo, parece ser que ellos se preocupan mucho más cuando
"no funcionan sexualmente". Tal vez, porque la fisiología masculina los deja en
evidencia.

Las mujeres -si quieren- pueden disimular, fingir o resignarse a sus trastornos
sexuales, porque, según la educación tradicional, "una mujer buena no es sexual".

Para la mayoría de los varones una perturbación sexual implica poner en


conflicto a su masculinidad. Para ellos, ser varón implica ser sexualmente potente
y con un muy buen rendimiento. En este sentido, la cultura en la que viven y que
los formó los deja en evidencia.

Tal vez sea por eso que, cuando están deprimidos, estresados, atravesando
una crisis, o simplemente, cuando los años pasan y su respuesta sexual fisiológica
comienza a enlentecerse, les suceda que se descubran "no funcionando" como
querrían.

Cuando se deciden a consultar, suelen hacerlo a su médico clínico o al urólogo,


que si no son especialistas en Sexología creen tranquilizar a su paciente diciendo:
"Ya se le va a pasar", o "Descanse", o "Qué quiere?, es la edad". Este consuelo
aparente coloca al paciente en el lugar de la resignación y la impotencia -no sólo
sexual-, para hacerse cargo de sus problemas. Y la preocupación continúa.

Algunas veces la dificultad sexual que los perturba no es tan seria como creen
y tiene una solución relativamente rápida. Otras, sólo necesitan revisar su
modalidad sexual para que "mágicamente" el problema desaparezca. Otras veces
necesitan de un tratamiento más prolongado. Y en otros casos se hace
indispensable la solución exclusivamente orgánica.

El diagnóstico de un especialista es el primer paso para volver a recuperar la


confianza perdida, ya que permite comprender la particularidad de cada caso y las
diferentes posibilidades de solución.
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NOTA 11: MIEDOS SEXUALES.

Hay miedos y miedos. Las personas podemos llegar a sentir miedo por
situaciones realmente peligrosas. Sin embargo, algunos sienten miedo ante
situaciones que ellos consideran que son peligrosas, cuando para la mayoría de
sus congéneres no lo serían. En este sentido, son conocidos el temor al ascensor
o a los perros, por sólo nombrar alguno.

Cuando los temores son irracionales se los denomina "fobias". Es decir, no


hay una razón "lógica" para que esa persona tema, sin embargo, desde la lógica
de sus emociones no puede dejar de hacerlo.

La sexualidad no está libre de emociones negativas. Los miedos también


pueden ser parte de ella, generando efectos muy alejados del placer.

Los miedos hacia la sexualidad pueden expresarse como simples


dificultades para entrar en intimidad sexual, con manifestaciones de ansiedad,
transpiración, angustia, pero finalmente la persona se sobrepone y se conecta
sexualmente, hasta el extremo de no poder acercarse a ninguna persona que le
resulte atractiva o erótica.

¿Miedo a qué? Según cada historia y cada personalidad el miedo sexual


tendrá diferentes motivos, todos justificados desde la estructuración emocional
personal. Miedo a la entrega, a la intimidad, al compromiso, al descontrol, a la
invasión, al daño, a ser descubierto, son algunas de las posibilidades. En algún
momento de nuestras vidas, casi todos sentimos alguno de estos miedos, sin
embargo, lo que los hace enfermizos y paralizantes es su permanencia y su
fuerza irracional.

Los dificultades con la respuesta sexual (el deseo, la excitación y el


orgasmo) también pueden estar escondiendo miedos. Cuando las terapías
sexuales habituales no logran modificar esas disfunciones sexuales, debemos
pensar en la posibilidad de que la persona padezca de una fobia sexual
disimulada detrás de una simple disfunción.

El miedo no es "zonzo", dice el refrán... Y es cierto, pero, ¿cómo hacer


para que este "vivo" deje vivir?
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NOTA 12 : STRESS: LA SEXUALIDAD AMENAZADA

"Stress", palabra muy difundida en estos tiempos; y fundamentalmente, síndrome


muy sufrido por un gran número de personas.

El stress es un conjunto de alteraciones biológicas y psíquicas provocadas por


diversas agresiones sobre una persona. Ante un ataque, el organismo reacciona
para defenderse; si el estímulo agresivo es muy largo, se producirá agotamiento.
Este cansancio extremo es el stress.

La sexualidad es una energía que nos acompaña durante toda la vida. Esa
energía nos conecta con el placer de hacer cosas que nos gustan: deportes,
paseos, hobbies, y también hacer el amor.

Cuando nuestro organismo está atravesando situaciones de agotamiento, esa


energía disponible para el placer debe ser utilizada para reponer las fuerzas de
sobrevivencia cotidiana. Por lo cual, sólo queda como forma posible de vida, el
cumplimiento de las obligaciones. El disfrute desaparece.

¿Qué situaciones llevan al stress? Suele creerse que, fundamentalmente, las


razones laborales (exceso, tensiones, competencia, miedo a perder el trabajo,
pérdida efectiva del trabajo, etc.). Sin embargo, las relaciones sociales, familiares
o de pareja con alto grado de conflicto, perturban el equilibrio emocional, y,
finalmente, este desequilibrio llega a manifestarse en síntomas orgánicos.

Con respecto a la sexualidad, una persona stressada no disfruta de su sexualidad


ni puede hacer disfrutar a su pareja. La Respuesta Sexual (deseo, excitación y
orgasmo) suele interferirse.

La ausencia de deseo es el trastorno sexual más frecuente que resulta del stress.
Desaparecen "las ganas". Si igualmente la persona se obliga a "cumplir con el
débito conyugal", es probable que aparezca la dificultad para excitarse. Aunque
sucede en ambos sexos, en el varón se hace evidente ya que tendrá dificultades
para lograr una erección completa. También el orgasmo puede empezar a
desaparecer.

Cuando un trastorno sexual se va instalando en los encuentros sexuales de la


pareja, comienza a estructurarse un círculo vicioso que produce, a su vez,
insatisfacción, frustración y aumento del stress.

Algunas personas en estado de agotamiento psicofísico, tienden a negar este


agotamiento y se muestran hiperactivas en su vida diaria. Suelen usar los
momentos sexuales para descargar mecánicamente tensiones y ansiedades; no
registran concientemente la insatisfacción, pero sí lo hace su organismo que suele
reaccionar a través de diferentes síntomas psicosomáticos: cardíacos, digestivos,
alérgicos, sexuales, etc.

Existen situaciones críticas cuya solución depende de la persona que las sufre;
otras, cuya solución depende del paso del tiempo; otras, cuya solución depende
de otros; y otras que son irresolubles.
15

El primer paso para comenzar a solucionarlas es tomar conciencia de ellas y de su


influencia negativa sobre la vida personal y la salud; organizar estrategias
concientes de lucha; y pedir ayuda. Una mano amiga, una oreja, un hombro donde
poder llorar, hacen milagros.

NOTA 13 : VICISITUDES DEL DESEO SEXUAL

El deseo sexual es el motor que nos impulsa a buscar situaciones sexuales que
nos den placer y satisfacción. Su aparición suele estar circunscripta a
determinadas circunstancias decodificadas como eróticas para cada persona.

No todos deseamos lo mismo, pero sí todos tenemos la capacidad de desear.


Recordemos que los estímulos eróticos son recibidos por nuestros sentidos -
gusto, tacto, olfato, oído, vista- acorde a nuestra personalidad, nuestra historia,
nuestro mapa erótico personal.

Cuestiones biológicas y culturales determinan que los varones alcancen su nivel


máximo de deseo durante la adolescencia, en cambio, las mujeres lo logran
alrededor de los 40 años. Sabemos que el reloj biológico que pone en marcha la
pubertad impone el instinto sobre la razón y el deseo es casi irreprimible. En
cambio, el poder de las pautas culturales de lo que se espera de una mujer, logra
que, hasta que ésta se sienta segura y firme en su aprendizaje de ser sexual, no
logre expresar su deseo sexual plenamente.

Luego de sus picos máximos, en ambos sexos, el deseo va declinando muy


paulatina y lentamente a lo largo de la vida, y -en situaciones normales- sólo
debería desaparecer con la muerte. Su lenta declinación se relaciona con el paso
de los años biológicos y las diversas experiencias vitales, pero la capacidad de
sentir, de dar y recibir placer no se termina nunca.

El deseo sexual inhibido o hipoactivo se observa en aquellas personas que no


muestran interés por las cuestiones sexuales, con escasas fantasías, con una
actividad sexual muy espaciada y realizada "por deber".

Cuando el deseo no aparece, la "chispa" no se enciende o lo hace con dificultad.


Aunque la excitación y el orgasmo son posibles aún sin deseo, cuando éste no
existió previamente, la calidad del encuentro y la vivencia de satisfacción
disminuye.

Para establecer el grado de trastorno sexual y el tipo de tratamiento que requiere,


es necesario discriminar:

- si es primario (desde siempre) o secundario (sucede en algún momento de la


vida); -permanente o transitorio;

• generalizado (en todas las situaciones) o situacional (con alguna


persona o circunstancia particular).

En los casos primarios, permanentes y generalizados el pronóstico es más difícil y


requerir un tratamiento más complejo.
16

Sus causas pueden ser de origen orgánico, psicológico, relacional, o una


combinación personal de todos los factores.

Cuando el origen es orgánico, generalmente se relaciona con la disminución de la


testosterona (hormona del deseo), con determinadas enfermedades (tumores,
diabetes, infecciones crónicas, trastornos neurológicos, etc.), y con la ingestión de
algunos medicamentos (antihipertensivos, antidepresivos, hipnóticos, ansiolíticos,
antipsicóticos, etc.). Un médico avezado puede indicar medicaciones que
contrarresten los efectos secundarios de aquéllos o disminuir su dosis.

En relación al origen psicológico, una persona puede tener un deseo sexual


inhibido desde siempre, y esto puede no perturbarla, salvo que surja como
conflicto por incompatibilidad sexual con su pareja.

El deseo puede desaparecer en determinados momentos de la vida. Las crisis


vitales (casamiento, divorcio, nacimiento de los hijos, climaterio, jubilación, muerte
de un familiar, etc.) y las crisis accidentales (mudanzas, pérdida del trabajo, etc.)
suelen interrumpir el fluir del apetito sexual. A medida que estas crisis van
resolviéndose, el deseo reaparece.

El estrés es un enemigo feroz de la sexualidad. Así mismo, los conflictos


emocionales, la depresión, las perturbaciones de la personalidad, los traumas
sexuales (violación, abuso), una educación antisexual, el apego a los padres, el
miedo al compromiso y a la intimidad, también influyen negativamente en la
capacidad de desear.

Las causas relacionales son muy comunes en la desaparición del deseo. Las crisis
de pareja, la incomunicación, las luchas por el poder son eficaces refrigerantes. El
descuido físico personal o de la pareja, las situaciones de maltrato, las
experiencias desagradables repetidas (falta de orgasmo, eyaculación precoz,
dolor, etc.) inhiben nuestras ganas de estar en intimidad sexual.

Muchas veces, la vivencia de agonía de la sexualidad y de la capacidad de sentir


placer en general, empuja a las personas a la búsqueda de reencontrarse con el
deseo sexual. Cuando lo logran suelen tener la sensación de volver a conectarse
con la vida.
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NOTA 14 : TRASTORNOS SEXUALES FEMENINOS

Hasta hace relativamente pocos años (30 o 40 años), el goce sexual de la mujer
no era tomado en cuenta como necesario. Varios sucesos sociales fueron
modificando esta idea:

• Con la segunda Guerra Mundial, muchas mujeres salieron de su ámbito


privado para pasar a ocupar lugares de trabajo hasta ese momento
restringidos a los varones.
• El desarrollo del "feminismo" como búsqueda de reconocimiento social del
lugar de las mujeres.
• El descubrimiento de la penicilina permitió curar las infecciones que hasta
ese momento llevaban a la muerte, entre ellas las enfermedades
transmisibles sexualmente.
• El descubrimiento de la pastilla anticonceptiva que le permitió a la mujer
hacerse dueña de su cuerpo y de su decisión de procrear.

En este contexto social, muchas mujeres pasaron a ser catalogadas como


"frígidas" por sus dificultades sexuales. Frigidez, según el Diccionario: "Frialdad,
falta de calor". Más allá del significado preciso, "frigidez" resulta ser una palabra
francamente desagradable, que linda con lo humillante, especialmente cuando
desde el trato popular se la utiliza como insulto.

Tradicionalmente se consideró que una mujer frígida era una mujer fría, sin
capacidad de goce. Por extensión, las mujeres que, aunque pudiendo desear y
excitarse no alcanzaban el orgasmo también fueron catalogadas como frígidas.

Aún hoy, aunque los temas sexuales sean tratados con mayor habitualidad y
naturalidad, el término "Frígida" sigue resonando, con gran peso, en el medio
social.

Veamos algunas opciones posibles en la modalidad sexual de una mujer:

1.- Puede no tener deseo previo a una relación sexual, pero una vez iniciado el
encuentro, se excita y alcanza el orgasmo.

2.- Puede tener deseo sexual pero una vez iniciado el encuentro le cuesta
excitarse adecuadamente y alcanza el orgasmo con dificultad.

3.- Puede tener deseo sexual, pero una vez iniciado el encuentro le cuesta
excitarse y no alcanza el orgasmo.

4.- Tiene deseo sexual, se excita intensamente pero no alcanza el orgasmo.

5.- Tiene deseo sexual, se excita y alcanza el orgasmo, pero tiene una vivencia
íntima de insatisfacción.

6.- No tiene deseo sexual nunca, no se excita de ningún modo, desconoce el


orgasmo. La sexualidad no le interesa ni tiene conflicto por ello.
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7.- Una mujer puede pasar por cualquiera de las situaciones anteriores pero
además su pareja no logra penetrarla, es como si no tuviera introito vaginal, o se
queja de dolor.

Cuál de todas estas mujeres puede ser catalogada como fría - frígida?

Aclaremos algunos términos, caso por caso:

1.- Esta mujer padece de un deseo sexual hipoactivo o inhibido.

2.- Esta mujer tiene dificultades en su excitación.

3.- En este caso la dificultad se manifiesta en la excitación y en el orgasmo.

4.- Es un caso de anorgasmia.

5.- Técnicamente esta mujer no padece ninguna disfunción sexual. La dificultad


debe entenderse desde sus expectativas de satisfacción sexual.

6.- Disfunción sexual generalizada o Frigidez.

7.- Cualquiera de las situaciones anteriores que se complementan con vaginismo


y/o dispareunia

En síntesis, sólo en el caso número 6 podemos hablar de una Frigidez sexual


generalizada.

El resto de las mujeres de estos ejemplos, aunque padezcan de dificultades en


algunas de las fases de su respuesta sexual (deseo, excitación, orgasmo), por el
sólo hecho de mantener otras fases con buen funcionamiento no son frígidas. No
son frías, pueden conectarse con el placer en determinados momentos del
encuentro. Sólo necesitan resolver un aspecto para poder gozar plenamente de su
sexualidad.
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NOTA 15 : INSATISFACCION SEXUAL MASCULINA.

Los varones -presos de su anatomía- tienen un funcionamiento sexual más


complicado que las mujeres. Esto los hace más proclives a padecer diferentes
perturbaciones en su respuesta sexual (deseo, excitación y orgasmo).Pero
también -presos de la cultura- muchos varones viven su sexualidad atrapada en
mitos y prejuicios que limitan su capacidad placentera. Cuando tienen dificultades
sexuales, generalmente sienten que su masculinidad está en peligro. La cultura
nos fue enseñando que un "verdadero hombre" siempre "debe" funcionar, y bien.
Esta creencia está arraigada tanto en varones como en mujeres.

Es importante que el hombre recapacite acerca del lugar que le da a su vivencia


real de placer y donde ubica la posibilidad de lograrlo. Los mensajes culturales
enseñaron a los varones a remitir su gratificación exclusivamente a sus genitales;
de hecho, la erección y la eyaculación pueden acaecer en escasos minutos. Sin
embargo, el que un varón eyacule o no, no significa que haya gozado
sexualmente. La vivencia de satisfacción es decoficada por el cerebro; como
somos seres humanos, un reflejo mecánico que no incluya áreas emocionales
reduce el impulso sexual a una descarga meramente higiénica. Las diferentes
piezas del "Rompecabezas sexual" -educación, personalidad, salud física,
influencia cultural, relación de pareja, estilo de vida, etc.- van entremezclándose
para lograr armarlo con mayor o menor armonía y satisfacción.

Muy sintéticamente, las Disfunciones sexuales masculinas son:

• Ausencia del deseo sexual: No surgen "las ganas" de vivir una situación
sexual.

• Disfunción erectiva: es la dificultad de mantener la erección durante un


encuentro sexual. Comúnmente se la llama "impotencia". Este último
término es denigrante y eleva, prejuiciosamente, esta dificultad a la falta
de potencia del varón en general.

! Disfunciones eyaculatorias: a ) Eyaculación precoz: imposibilidad de


controlar la eyaculación ye poder decidir voluntariamente cuándo la
realizará. ; b) Eyaculación retardada: Es el hipercontrol de la
eyaculación, por lo cual, aunque el varón quiera alcanzar su orgasmo
tarda muchos minutos en hacerlo.; c) Aneyaculación: se refiere a la
situación en que el hipercontrol impide alcanzar el orgasmo. ; d) Orgasmo
sin eyaculación: El varón siente su orgasmo pero no eyacula. ; e)
Eyaculación sin orgasmo: El semen se escurre sin fuerza y no surge la
sensación orgásmica. ; f) Dolor durante o después de la eyaculación .

Estas dificultades pueden ser de origen orgánico o emocional. Sólo un buen


diagnóstico puede determinarlo. Acorde a las causas, los abordajes terapéuticos
difieren o se complementan. La profundidad de la disfunción depende de si el
problema es desde siempre o aparece en determinado momento de la vida, y de si
surge en todas las situaciones sexuales o sólo en alguna.

La posibilidad de solucionar las perturbaciones sexuales a través de un


tratamiento específico, está determinada, fundamentalmente, por cada persona,
por su búsqueda de integración emocional y por su deseo de cambio y superación.
20

NOTA 16 : EL OTOÑO FEMENINO

El climaterio o menopausia no es una enfermedad, es una crisis vital,


que como toda crisis, produce cambios (orgánicos y psicológicos). Las vivencias
que despierten estos cambios dependerán fundamentalmente de la personalidad
de la mujer y de las situaciones ambientales que la rodeen (familiares, de pareja,
sociales y laborales).

Desde el punto de vista fisiológico el climaterio implica el cese de la menstruación


y, por lo tanto, de la capacidad reproductiva. La disminución de los estrógenos,
hormona femenina, puede traer aparejados algunos síntomas físicos (dolores de
cabeza, "calores", descalcificación de los huesos, mareo, fatiga, dolor de cuello y
de las mamas).

Como en toda crisis vital, desde el punto de vista emocional, se pierde la


estabilidad anterior; lo cual puede manifestarse como confusión, angustia,
depresión, desubicación con respecto a los proyectos de vida, competencia con
las mujeres jóvenes, vivencias de vacío por la independencia de los hijos. La
intensidad de este desequilibrio emocional y el tiempo de su resolución
dependerá de la personalidad de cada mujer y de los logros vitales que haya
tenido hasta ese momento, ya que el climaterio es también tiempo de Balance.

La sexualidad es una energía vital que nos acompaña desde el nacimiento


hasta la muerte. Cumple con dos finalidades básicas: reproductiva y placentera.
Las personas tenemos la capacidad de responder sexualmente de la misma
manera; las fases de la respuesta sexual, tanto en los varones como en las
mujeres son: el deseo, la excitación y el orgasmo.

Existen mitos acerca de los efectos de la menopausia: que inicia la vejez, que
disminuye el deseo sexual y que marca el final de la vida sexual. Los mitos son
falsas verdades, que crea cada cultura y se van transmitiendo de generación en
generación.

Acerca de la vejez, recordemos que la sociedad de consumo sólo acepta a


los jóvenes (menores de 30 años) y bellos como único modelo válido posible. En
este sentido, depende de la autoestima de cada persona el comprar o no este
modelo impuesto.

Desde la sexualidad, es importante recalcar que la respuesta sexual se


mantiene durante toda la vida, si la persona es sana orgánica y psíquicamente. A
partir del climaterio, los únicos cambios físicos que se producen en las mujeres
son la sequedad de la vagina y la delgadez de sus paredes. En este sentido, la
penetración puede resultar dolorosa. Algunos autores manifiestan que el aumento
relativo de la testosterona (hormona del deseo), influye fisiológicamente en el
aumento del deseo sexual.

Los tratamientos hormonales mejoran la sintomatología orgánica. Incluso la


colocación de cremas locales permite resolver la escasez de la lubricación, y como
consecuencia el dolor durante la penetración.
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Acorde a la personalidad previa y los factores ambientales que rodean a


cada mujer, durante el climaterio, la sexualidad puede ser vivida desde dos
modelos antagónicos posibles:

1.- En aquellas mujeres que, con una educación rígida y represora, vivieron su
sexualidad con culpa y débito conyugal, sólo aceptable para la reproducción,
cuando esta posibilidad desaparece, encuentran un justificativo para que
desaparezca la finalidad placentera. Suelen renunciar a la sexualidad.

2.- Aquellas mujeres que vivieron una sexualidad plena y gratificante, suelen
sentirse liberadas del temor al embarazo no deseado; por lo cual comienzan a vivir
una sexualidad aún más placentera. Se registran casos de mujeres que lograron
su primer orgasmo en este período (por darse permiso para descontrolarse ya que
el embarazo no ocurrirá ).

El camino de resolución emocional del climaterio como crisis vital está dado
fundamentalmente por la toma de conciencia de que el bienestar depende de la
decisión personal de buscarlo:

- Realizando un Balance de la vida.

- Proponiéndose mejorar o modificar aquello que no sirvió hasta ahora.

- Planteándose proyectos y logros.

- Incrementando la comunicación con los amigos y con la pareja; permitiéndose


el intercambio y la expresión de sentimientos y necesidades.

En síntesis, la disminución del interés y de la actividad sexual durante el


climaterio, no dependen de los cambios fisiológicos sino de factores psicológicos.
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NOTA 17 : DECLARACIÓN DE LOS DERECHOS SEXUALES. ASOCIACIÓN


MUNDIAL DE SEXOLOGÍA. HONG KONG, 1999.

1.- El derecho a la libertad sexual.


La posibilidad de la plena expresión del potencial sexual de los individuos. Sin
embargo, esto excluye toda forma de coerción, explotación y abuso sexuales en
cualquier tiempo y situación de la vida.

2.-El derecho a la autonomía, integridad y seguridad sexual del cuerpo.


La capacidad de tomar decisiones autónomas sobre la propia vida sexual dentro
del contexto de la ética personal y social. La capacidad de control y disfrute de
nuestros cuerpos, libres de tortura, mutilación y violencia de cualquier tipo.

3.- El derecho a la privacidad sexual.


El derecho de las decisiones y conductas individuales realizadas en el ámbito de
la intimidad siempre y cuando no interfieran en los derechos sexuales de otros.

4.- El derecho a la equídad sexual.


La oposición a todas las formas de discriminación, independientemente del sexo,
género, orientación sexual, edad, raza, clase social, religión o
limitación física o emocional.

5.-El derecho al placer sexual.


El placer sexual, incluyendo el autoerotismo, es fuente de bienestar físico,
psicológico, intelectual y espiritual.

6.-El derecho a la expresión sexual emocional.


La expresión sexual va más allá del placer erótico o los actos sexuales. Todo
individuo tiene derecho a expresar su sexualidad a través de la comunicación, el
contacto, la expresión emocional y el amor.

7.-El derecho a la libre asociación sexual.


La posibilidad de contraer o no matrimonio, de divorciarse y de establecer otros
tipos de asociaciones sexuales responsables.

8.-El derecho a la toma de decisiones reproductivas, libres y responsables.


Abarca el derecho a decidir tener o no hijos, el número y el espacio entre cada
uno, y el derecho al acceso pleno a los métodos de regulación de la fecundidad.

9.-El derecho a la información basada en el conocimiento científico.


La información sexual debe ser generada a través de la investigación científica
libre y ética. Abarca el derecho a la difusión apropiada en todos los niveles
sociales.

10.- El derecho a la educación sexual integral.


Este es un proceso que se inicia con el nacimiento y dura toda la vida y que
debería involucrar a todas las instituciones sociales.
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11.- El derecho a la atención de la salud sexual.


La atención de la salud sexual, debe estar disponible para la prevención y el
tratamiento de todos los problemas, preocupaciones y trastornos sexuales.

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