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CULTURA

El termino cultura proviene de la palabra


francesa asociada al cultivo de la tierra. Esto
se toma como metáfora puesto que tomamos
cultura como el cultivo espiritual. El filósofo
John Lock expone que al momento de nacer el
cerebro se semeja a un gabinete vacío al que
con el paso del tiempo se lleva con las
experiencias sociales adquiridas.

Podemos ahora definir el concepto de cultura


como el conjunto de herramientas,
conocimientos y comportamientos adquiridos
que se transmiten de generación en
generación. En esta base se sustenta la
especie y sus posibilidades de progreso.

La cultura como tal es modificadora del medio,


es por tal razón por la que encontramos un
número extenso de culturas a lo largo de la
tierra.

También podemos ver a la cultura como una


expresión meramente humana que se
manifiesta como la misma diversidad. Esta
diversidad es muy difícil de respetar, puesto
que no es fácil reconocerla si no se tiene una
mente abierta a lo que es diferente, aquello
que representa códigos distintos a nuestras
tradiciones. Esto es lo que los antropólogos
denominan “el otro”.

La antropología es el estudio de la alteridad u


otredad, es decir, el conocimiento “del otro”-
Un ejemplo claro en esta situación “del otro”
queda muy bien representado en la historia de
la cultura del norte de México.

Retomando un poco de historia, en la antigua


Mesoamerica antes de la misma colonización,
ya se tenía el concepto de que en el norte
vivía gente bárbara. Todo esto queda muy
bien documentado en las crónicas de
personajes como el padre Kino, el explorador
español Cabeza de Vaca, entre muchos otros.

Cabe mencionar que esta preconcepción


continuo hasta la diversificación de la
sociedad mestiza.

Anteriormente “el otro” era considerado el


mestizo, esto era un concepto que los
indígenas tenían de los colonizadores y
también de los pobladores blancos que
habitaban la zona.

Aquí las castas eran mas marcadas, sobre


todo las diferencias eran muy pronunciadas
entre los grupos ajenos al propio. “El otro”
contemporáneo no es el mimo que en el siglo
XIX. Aunque ya menos marcado, sigue
formando parte de la vida de la región.

“El otro” en el noroeste fue, es y seguirá


siendo un reto para los antropólogos tanto por
lo que representó y sigue representando como
parte de la identidad del noroeste del país.

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