Está en la página 1de 10

Santiag de Compostela.

Ilustración Olaya Pazos


Mercociudades:

E
n un mu ndo a solado por complejos y
t ra umáticos fenó me nos, los gobie rnos
un actor emergente lo cale s se c onfigura n c omo e ncla ve s
de mocráticos donde los de rechos políti-
en el escenario cos y las libertades civiles p ueden toda-
vía alcanzar su ple na vigencia. Mientras los proce-
internacional sos políticos, e conómicos y culturales se aceleran a
e scala planetaria y la información adquie re un rit-
mo de vé rtigo, el á mbito local pre serva un ritmo “de
e scala humana”. Allí, el sue ño democrá tico perma-
ne ce ina lte rado y el de safío de la participación, la
rendición de cuenta s de los gobernante s y el de ba-
te público donde se expre se la diversidad de inte -
reses, no son utopías inalcanzables. El modelo de
de mocracia que e n mucha s naciones occide ntales
ha e ntrado e n crisis, mantiene su plena vigencia en
e l ámbito de los municipios. La experiencia indica
que las unidades de gobierno locale s tie nen mucho
pa ra ap orta r a la te oría y p ráctica de mocrática, ya
que e stos ámbitos a limenta n al siste ma democráti-
co en dos dimensiones principales: legitimidad y
e ficie ncia.

No descubrimos na da cuando decimos que los


gobierno s loca les son las inst ancias de gobierno
más cercana s a l ciudadano. Pero p or se r así, sus
de cisiones y sus accione s son las que en verdad
refuerzan la legitimidad de la democra cia. Tampo-
co realizamos un aporte sustantivo si afirmamos que mica de terminante para la ép oca que nos toca vivir.
el diseño, la confe cción y la e je cución de las políti- La legitimidad y la eficiencia que aportan los gobier-
cas públicas requieren de agente s que logren asig- nos loca le s se constituyen en claves para la com-
nar los recursos en forma e ficie nte. Pe ro en virtud pre nsión del rumbo que asume n las socie dades. Por
de lo a ntes dicho, son los gobie rnos locale s los que amplio que pueda considerarse un proce so de inte -
sa ben me jor adonde se debe inve rtir y ante que gra ción, está en la base –o se a, e n los ámbitos loca-
situaciones se requiere interve nir. Le gitimida d y efi- les- la me dida de su p rofundidad.
ciencia son en cie rta forma las dos caras de una mis-
ma mon eda , que los municip ios se e ncarga n de Esta rele va ncia e stra tégica d e la dimensión
guardar en una alcancía que p odríamos de nominar loc al e ncue ntra su co ntrapa rtida en e l creciente
democracia. prota gonismo de los gobe rnantes municipales en
e l e sce nario inte rnacional. La fundación de asocia-
Esta pe rspectiva adquiere mayor importancia cione s de ciudade s abrió paso a la s inquietude s de
cuando se toma nota sobre los procesos de integra- los gobe rna ntes. Los alcaldes tenían mucho para
ción vividos a e scala planetaria. A comienzos del de cir y lentame nte lo fue ron haciendo me dia nte la
siglo XXI, e l mundo conte mpla como las distinta s construcció n de ámbitos interna cionales. Hoy en
regione s avanzan en la conformación de siste ma s día, sus opiniones en va riado s temas se han vuelto
multinacionales que inte gran mercados y ge neran ine lu dible s a la hora de tomar decisione s y su pro-
nove dosas dinámicas p olíticas y económicas. Con ta gonismo tra spasa la s fronte ras asignadas por la
mayor o menor sofisticación, e n tod os los conti- te oría clá sica del gobierno. Est e creciente protago-
ne nte s se con sta tan p ujante s a cue rdos co mo la n ismo adq uie re su pun to d e mayor relevancia
Unión Europea –e n el oeste y centro de Europa -, el cuan do Joan Clos, a lcalde de Barcelona, intervie ne
NAFTA -e n América del Norte- la Comunidad Andi- e n no mbre d e la s ciu dad es de l mundo a nte la
na, el Mercosur –ambos en Amé rica del Sur- la Aso- Asa mble a de Nacione s Unidas e n junio d e 2001. Esa
ciación de Naciones de l Sudeste Asiático e n Asia, instancia no sólo fue histórica por el hecho de que
etc. Estos proce sos persiguen inicialmente el obje- un Alcalde pronunciara un discurso e n el foro más
tivo de incrementar e l come rcio en sus respectivas importante de p aíses, sino también porque recla-
regione s, pe ro más tarde tie nden a de sarrollar con- mó ante los repre se ntantes de la s naciones de l p la-
cat ena cione s q ue alca nzan plan os muy diverso s ne ta, “un mayor prot agonismo de los gobie rnos
como el político, el socia l y el cultural. En ese acon- locale s en la construcció n de la paz, la e xp ansión
tecer, la integración de los pa íses atenúa las dife- de la de mocracia y la a plicación de polít ic as de
rencias entre las socie dades, derriba frontera, e ro- equidad”1 .
siona identidade s y acota las soberanías de los res-
pectivos Estados nacionales. En e se complejo y de li- En e l Cono Sur, los gobernante s de las gra ndes
cado proceso, los ámbitos locale s redimensionan su ciudades tambié n come nza ron a gestionar su pro-
actuación y a dquie re n una importa ncia estraté gica. pio prota gonismo. La cre ación de una asociación de
El juego de cont radicciones que suponen la inte- gobiernos locale s a mediados de los a ños noventa
gración y e l nivel loca l, re vela en el fondo una diná- co n e l o bje tivo de constit uir un a voz que d iera

118
publicida d a sus opiniones sobre e l proceso de inte- EL MERCOSUR COMO PROSPECTO DE DESARROLLO PARA
gración de la re gión, supuso un cambio sust antivo LOS PAÍSES DEL CONO SUR
en el posicionamiento de los gobernantes loca le s.
Esa organización, inicialme nte comp uesta por doce El á re a geográfica conocida como Cono Sur
ciudades, se denominó Me rcociudades y congregó e stá conformada por los te rritorios de Argentina,
en poco tie mp o a las prin-
cipa les c iudad es de la
región . En e l a ño 2003,
Mercociuda des alc anzó la
cifra de 123 ciudades aso-
ciadas, e n cuyo seno con-
viven más de 72 millones
de habitantes. Al igual que
otra s re des de ciuda des,
Mercociudade s aboga por
la inclusión de los inte reses
de las ciudade s en las p olí-
tica s de inte gra ción, de s-
arrolla a ccione s cont ra e l
de se mp leo y la exclusión
social, y ha de sarrollado un
fue rt e co mp romiso con la
paz, la diversidad y el res-
peto a los derechos de los
ciudadanos.

En este marco de glo-


balización, las ciuda des de l
Cono Sur de América est án
llamadas a cumplir con u na
misión tremendamente Barrio de Boca. Buenos Aires (Argentina). Foto de Miguel A. Areces
comp leja: afro ntar las se-
cue las d e un mundo que
trat a e n forma de sigua l a los p aíses y regiones, Chile, Uruguay, Paraguay y el sur de Brasil. Esta
incorp orar los pun tos de vist a c iudad anos a la s amplia región está habitada por más de doscientos
decision es de l p roce so de inte gración y aportar a millone s de personas que comparten rasgos y carac-
ese proce so la de bida cuota de le gitimidad y efi- te ríst icas comune s. Pese a que las historias indivi-
ciencia. dua le s de los distintos paíse s est án na tura lme nte

119
entrelazada s, los gobiernos de los Estados han pe r- Reun ione s Espe cializa das). No ob sta nte , e n e sa
manecido distante s e nt re sí por largo tie mpo. Los oportunidad la participación de los gobiernos regio-
proyectos de país divulgados en cada uno de los nale s y loca le s no fue considerada, al igual que la
paíse s a lo largo de l siglo XX, nunca incorporaron de otras importantes entidades como las Universi-
se riamente la dimensión regiona l como punto de dade s, las Orga nizacione s no Gubernamentales etc.
partida para e l desarrollo individual. En té rminos comerciales, los primeros a ños del Mer-
cosur fue ron p lenamente exitosos. Los flujos comer-
La creación del Merca do Común del Sur (Me r- ciales intrazona a ume ntaron casi un 60% p or cie n-
cosur) en 1991 significó de e ste modo un cambio to, en tanto las economías crecieron -entre 1991 y
sust antivo e n esa trayectoria de dese ncuentros. Con 1998- a un ritmo p romedio de l 5% anua l. La poste -
el tra nscurso de l tiempo este acue rdo generó con- rior a sociación de Chile y Bolivia infundió optimis-
se cuen cias sustant iva para la vida de los pa íse s, mo e n las é lite s políticas y económicas de los dife -
como la extrema inte rde pendencia de sus e cono- rente s países2 .
mía s, la constitución de poderosos lazos come rcia-
les y el desarrollo de vínculos muy poderosos e ntre Sin embargo, a fine s de la década del noventa
los actore s económicos, sociales y políticos. El Me r- la región comenzó a vivir un p eríodo de recesión.
cosur originalme nte fue concebido como una Unión La de valuación brasile ña de 1998 y pa rticularmente
Aduanera que con e l tiempo se transformaría en un e l de rrumbe de la economía a rgentina en el 2001,
Áre a de Libre Comercio. La idea de un me rcado de provocó una extendida crisis económica, con resul-
doscientos millone s de consumidores, donde tran- tados catast róficos para la calidad de vida de los ciu-
sitarán libremente pe rsonas y mercaderías, cautivó dada nos. El Producto Bruto de jó de crecer, aume n-
a las élites económicas de la re gión. En 1995, el Me r- tó el de sempleo, la pobreza y la indige ncia . Las difi-
cosur comenzó a a plica r un Arance l Exte rno Común cult ades p ara coordinar p olíticas a nticíclicas po r
que -con e xce pciones para ciertos productos- otor- pa rte de los gobiernos nacionales y la inexistencia
gó homogeneidad al pe rfil de las economías de cada de instituciones comunes para enfre ntar los proble-
uno d e los países. A ello se sumó una polít ica mas, imposibilitaron la formulación de soluciones
comercial común, consiste nte en la aplicación de un comunes. Esta coyuntura mostró que e l Me rcosur
código a duanero único, una e strategia de negocia- carecía de fortal eza s y destre zas instituc ionale s.
ción en bloque con te rceros y la creación de salva- Desde entonces, e l diagnóstico crítico cobró relie-
guardas ante p rácticas come rciale s desle ales. ve e n e l debat e p úblico y a vanzaron las visiones
pe simistas que conside ra ban al Mercosur como un
Desde el punt o de vista instituc ional, hast a nue vo fracaso en materia de inte gración.
1996 e l Me rcosur fue una mera coordinación de Pre-
side ntes y Ministros. El Protocolo de Ouro P reto De toda s formas, con la ele cción de Lula da Sil-
(1996) sentó las bases de la actual inst itucionalidad, va como p re sidente del Brasil en octubre de 2002,
al crear organismos que posibilita ron la p articipa- e l Me rcosur reinició su camino de construcción y
ción de nue vos actores (Foro Consult ivo Económi- e xp ansión. La a lia nza estratégica de Arge ntina y
co Social, la Comisión Pa rlamentaria Conjunt o, y la s Brasil, sellada por los preside ntes de turno a inicios

120
del 2003, modificó radicalmente el esta do de la op i- EL PERSISTENTE COMPROMISO DE LAS CIUDADES CON EL
nión pública . Los debate s come nzaron a girar e n tor- MERCOSUR
no a cuestiones como la comp le mentación produc-
tiva de las economía s, el fortale cimiento institucio- En 1995, los alcaldes de Bue nos Aire s, La Pla-
nal, el de sempleo, y la integración social y cultural ta, Rosario, Córdoba, Río de Janeiro, Bra silia , Curi-
de las socie dades. Las Cum-
bres Preside nciales realiza-
das e n el último año mos-
traron que la s autoridades
gubername ntal es de los
paíse s comp rendieron que
la inte gra ción debe e st ar
ase ntada en un sólido ma r-
co institucional que garan-
tice el rumbo de l proceso
más allá de lo s avat ares
ec onómicos de c ada u no
de los socios. En cie rta for-
ma, el proceso de int egra-
ción comenz ó a se r com-
pre ndido c omo un largo
camin o d e ne go ciación y
acuerdo que exige de sus
pa rticipa nte s inicia tiva,
despre ndimient o, origina li-
dad y sobre todo, pacien-
cia. La co nst ru cción y
madu ra ción d e la Uni ón
Europ ea insumió más de
cuarenta años e implicó la
supe ra ción de rivalidade s y Casa Rosada. Buenos Aires (Argentina). Foto de Miguel A. Areces
conflictos históricos. En ese
pla no, la constituc ión de
un e spacio institucional y p olítico común fue tan tiba , Florian ópolis, Port o Alegre, Salva dor, Asun-
imp ortante como la integración come rcial y e conó- ción y Montevide o fundaron la red Mercociudades
mica . El Mercosur parece haber comprendido la lec- con el obje tivo de lograr la pa rticipación de las ciu-
ción de Europa re cién a los doce años de su na ci- dade s en e l seno de l Mercosur. También procura-
miento. ban constituir una instancia para la e misión de las

121
opiniones de los gobie rnos locales respecto a cues- Dura nte los nueve años de existencia, Merco-
tiones internacionales. El espacio de l intercambio y ciudades de dicó un gran esfuerzo al de sarrollo de
la cooperación entre las ciudade s de la región t am- una institucionalidad democrática. Esta persp ectiva
poco quedó de la do e n la declaración constitut iva normativa adquirió su esta tus más relevante al in-
(Acta de Asunción). cluir en su Estatuto una clá usula que condiciona la
membresía de la ciudad al carácter de mocrático de
Casi una década después, Mercociudades e s la elección de sus repre senta ntes. La p rincipal ins-
sin dudas la principal red de municipios del Me rco- tancia de Me rcociudade s es la “Cumbre de Alcalde s”
sur y el referent e principal en materia de gobie rnos do nde se d iscut en y ap ru eba n la s orient acione s
locales del proceso de integración. Reconocida por políticas de la red. Desde la fundación de la red, la
el p rop io Me rcosur como el principal referente para Cumbre ha sesionado en nueve oca siones: Asun-
la cre ación de un organismo comunitario de stinado ción (1995 y 2002), Belo Horizonte (1999), Córdo-
a los municipios, la red agrup a e n la actualidad, a ba (1997), Montevideo (1998 y 2003), Porto Ale gre
123 ciudades de Arge ntina , Brasil, Paraguay, Uru- (1996), Rosario (2000) y Valpa raíso (2001). La con-
gua y, Chile y Bolivia. Ciudade s de Perú, Venezuela, ducción política e ntre cada Cumbre e stá e n manos
Ecuador y Colombia ta mbién han manife stado su de una Secretaría Ejecutiva y un Consejo compues-
deseo e intención de ingre sar a la a sociación, por lo to p or once ciudades. En el mes de se tiembre de
cual podría decirse que e l p otencial inte grador de 2003 la Cumbre se re unió e n la ciudad de Monte vi-
Mercociudade s es casi tan grande como el de l pro- de o y eligió como Se cre taría Eje cutiva a la Inte n-
pio Mercosur. de ncia Municipal de Monte video. El Consejo quedó
compuesto por las ciuda des de Rosario y La Plata
Sin embargo, e l camino de construcción de la por Argentina, Sao Paulo y Uberlandia por Brasil,
red de ciudade s fue comp le jo e insumió esfuerzos Ville ta y Limpio por Paragua y, Rive ra y Paysandú
diversos. De sde su creación Me rcociudades expresó por Uruguay, Viña del Mar p or Chile, y Cochabam-
un ferviente compromiso con el p roceso de integra- ba por Bolivia.
ción. A pe sar de la crisis económica que afe ctó a la
región en los últimos a ños y de la incertidumbre Mercociudade s cuent a ta mbié n co n doce Uni-
sembrada por muchos sobre e l futuro del Mercosur, da des Temáti cas orie ntada s a la formula ción de
Mercociudades mantuvo su confianza en e l camino p olíticas mu nicipale s a se r suge rida s e n e l ámbito
iniciado en 1991. Las ciudades concibie ron la inte- de l Me rcosur. La s mismas difunden, ana lizan y sis-
gración no como un acuerdo merame nte arance la- te matizan información sobre las te máticas e spe cí-
rio, sino principalme nte como un proyecto político ficas de su co mp ete ncia. Asimismo, existe una Se -
que trasciende los destinos naciona le s y hunde sus cre taría Técnica de Me rco ciudade s ra dicada en la
raíce s en la dive rsidad social, en las distintas arista s ciuda d de Monte vide o, e n la se de del Me rcosur.
cultura les de sus ciudade s. Pa ra las ciud ades la Este organismo es el único de ca rácter p ermanen-
dime nsión política, inst itucional, socia l y cultural, te de la red y tie ne por responsabilida d el des-
son tan importantes como el come rcio, la coordina- arrolla r la memoria instit ucional de Mercociuda-
ción macroeconómica o los flujos financie ros. de s, analiza r y difun dir información sobre el pro-

122
ceso de inte gración y gestionar p ro yec tos de coo- cipación a ctiva de los gobie rnos locales. Cue stiones
peración. como la complementación productiva, la política de
De sde la VIII Cumbre de Asunción de l 2002, fronteras, y e l e xamen de los marcos institucionales
Mercociudades impulsa una age nda ce ntrada en la de acción de los gobiernos locales, han adquirido
profundización de la integración a partir de la parti- gran relevancia desde entonces. En la IX Cumbre de
Monte video de 2003, los jefe s de gobie rno
de las ciudades centraron sus debates en tor-
no al papel de las ciudades en el proceso de
reactivación económica de la región. El Plan
de Acción 2004 prese nta cuatro eje s centra-
les: a) inclusión social e integración produc-
tiva (de sarrollo de alianza s e stra tégicas); b)
fortalecimiento institucional de la re d (exa-
men de la e fica cia de la actual estructura); c)
mejora de la visibilidad pública (comunica-
ción, we b, publica cione s); d) relaciona-
miento ext erno con otros actore s inte rna-
cionale s (dimensión política del relaciona-
mie nto y cooperación inte rnacional).

La nueva coyuntura del Me rcosur abre


pa ra la s ciudade s una nue va p ersp ect iva
que podría se r considerada a l mismo tiem-
po como prome tedora y e xigente. Promete-
dora, porque buena parte de los p ostulados
de las ciudades comienzan a ser con tem-
plados por el Me rcosur, pe ro e xigente, por-
que las ciudade s están obligadas a desarro-
llar política s audace s y creativas a los efe c-
tos de resolver delicadas situaciones. Recor-
demos que se gún CEPAL, un 35% de las per-
sonas de la región se encuentra en situación
de pobreza y un 12% en situación de indi-
gencia, y que algo más del 20% de la pobla-
ción a ctiva se enc uent ra dese mp lea da.
Re sulta necesario e ntonces enca rar accio-
nes que procure n resolver las dificulta des
Colonia de Sacramento (Uruguay). Foto de Miguel A. Areces
más acuciante s de la población.

123
LAS CIUDADES DEL MERCOSUR MIRAN A EUROPA p ujan te coope ración. Los co nve nios de inte rcam-
bio técnico y los fo ndos n o ree mb olsable s p revis-
En los año s no ve nta, lo s p rin cipale s líderes tos en ciertos programa s eu rop eos mejora ro n las
de Me rcociuda des observaron e l proce so de inte- cond ic io nes para la ap licación de p olít icas in no-
gra ción a través de l e sp ejo que p roporciona Euro- vadoras. Los va ria dos é xitos co nstat ados y también
pa . El proc eso de construcción d e la Un ión Euro- los asp ecto s que aun p ermane cen e n e l debe , son
pe a sirvió de inspiración a los Alcalde s pa ra ela- e l fru to de ese a usp ic io so intercambio. En estos
borar un diagnóstico crítico sob re el rumbo se gui- ca sos, la s ciudade s de Europa a portaron el sabe r
do por el Mercosur. La e xperie ncia de Eu ro cities y e spe cializado y la experie ncia y las ciuda des del
otras re des, sirvió de inspiración pa ra la e labora- Mercosur la imaginación y el conocimien to sobre
ción de l p rosp ecto institu cional de Mercociuda- la realidad.
de s. En toda s estas ocasiones, Europa fue un refe-
rent e ante e l cua l e valua rse . Pe ro más allá de e sto s Esta situación puede ciertamente variar, para
concre to s ap ort es, que p od ríamo s con si de rar bien o para mal. Hoy en día, las ciudades del Mer-
como ind ire ctos, las ciuda des europ ea s represen- cosur continúa n mirando a Europa con e xp ectativa.
taron algo má s para su s hermana s mercosureñas. Pero no sie mp re Europa mira hacia las ciudades del
Fueron c on el t ra nscu rso de l tiemp o un e je mplo Mer cosur. Para que este esquema adquiera un nue -
tan gible de gobie rno e xit oso y en buena med ida, vo impulso resulta imprescindible que se profundi-
un mode lo a se guir. Las modalid ade s de gestión ce el compromiso e ntre las partes. Es cierto que la
impl eme nta da s en muc has ciuda de s de Europa Unión Europ ea vive e n estos días la ampliación de
encontraron de sde e ntonc es ca mp o fértil pa ra su sus fro nteras y que ello segura me nte le insumirá
rép lica o ada ptac ión. Pa ra que e llo fuera así, se bue na parte de su esfue rzo mate rial e intelectua l.
ne cesitó sin du da de la c oope ración inte rnacional Sin embargo, el comp romiso moral y político del
y el in tercambio. vie jo continente para con e l continente a me ricano
de berá seguir e n pie si se quiere un mundo más
Algunos progra ma s de la Unión Europe a pe r- e quita tivo y justo.
mitieron a vanza r muy concre tamente so bre políti-
cas de ge stión e ficie ntes. Los éxitos in iciales e n Para ello, pa re ce cla ro que la coo peración es
algunas ciudade s de l Me rcosur -a pa rtir de la coo- la mejor herramie nta. Los re sultados de lo realiza-
pe ración- fueron seguidame nte reproducidos e n do ha sta e l mome nto se encue ntra n a la vista. La
otras ciudade s me nores gracias al inte rcambio p ro- influe ncia e urop ea e n e l Cono Sur pue de e ncon-
piciado e n los á mbit os de Me rcociud ades. Así, la trarse más allá de la cultura o la educación. Pue de
re d se tra nsfo rmó e n po cos a ños e n una u sin a observarse en la forma en que muchos gobiernos
amplifica dora de bue nas práct ic as, re plicada s e n locale s de sarrolla n su gestión. A pesar de la s crisis
su ma yor pa rte de la expe riencia e urope a. La d es- e conómica s y lo s flagelos que a solan a la s socie -
cent ra lización, la s p olíticas socia le s y la p lanifica- dad es de est a p art e de l mundo, la s ciuda des del
ción estra tégica, fue ro n típ icas política s donde se Mercosur continúan con su rumbo político. Está en
con st at a la influe nci a e urop e a a pa rtir de un a las ciudades europe as la d ecisión de contrib uir o

124
no con e sa e mpresa , que según uno de sus prin ci- N OTAS
pa les a nimadore s “no tie ne otra pre te nsión que
otorgar una vida digna a los ha bitantes de sus ciu- 1 www .bcn.es
dades”3 . 2 Al respecto co nsulta r www.m ercosur.org.uy
3 Ma ria no Ara na, Intendente de Montevid eo. Discurso
de cla usu ra de la IX Cumbr e de M erco ciud ades. ( Al respec-
to ver www.m ontevid eo.gu b.uy/nuevecumbr e)

Edificio London-París. Montevideo (Uruguay). Foto de Miguel A. Areces

125

También podría gustarte