Está en la página 1de 4

De la Lucha Gremial a la Lucha de Clases.

Algunas Tesis sobre el movimiento actual.

El movimiento que se ha desatado a partir del decreto de ex-


tinción de Luz y Fuerza del Centro, es hoy el reflejo del nivel de
confrontación entre las fuerzas del capital (representadas por el
gobierno neoliberal) y los oprimidos (en este caso con el SME a
la vanguardia).
La agresión a más de 44 000 trabajadores en activo y 20 000
jubilados, con sus respectivas familias, es sólo la puntilla del
cúmulo de agresiones sufridas por la clase obrera en contra de sus
intereses y mínimas condiciones de vida.
A lo anterior, mínimamente hay que sumar la violación de la
democracia con el fraude electoral que llevó al poder a Calderón,
la militarización del país con la criminalización de la lucha social,
la crisis económica, profundizada aún más en México con la ter-
quedad de nuestro gobierno en el impulso de las políticas neolibe-
rales, la pérdida del poder adquisitivo de los trabajadores, el cre-
cimiento del desempleo, la crisis del campo nacional y la pérdida
de la soberanía alimentaria, la prácticamente desaparición de la
industria en nuestro país, el abandono a la educación pública, la
próxima quiebra del sector salud y su actual estado de deterioro,
el crecimiento en los niveles de pobreza y pobreza extrema suma-
do al aumento en la desigualdad con la multiplicación de la rique-
za de los poderosos que oprimen a nuestro país, la ausencia de
democracia y de representatividad en el sistema político mexica-
no, el encumbramiento de unos cuantos que no representan a la
mayoría, la inoperatividad de las instituciones actuales.
El movimiento del SME, si en realidad tiene interés de ven-
cer a los neoliberales, debe entender que ellos se encuentran agru-
pados y que la única forma de derrotarlos es mediante el agrupa-
miento de las fuerzas populares. Lo anterior no se logra única-
mente con el llamado a la solidaridad, sino rompiendo las barreras
de un movimiento gremial y convirtiendo la lucha en una lucha
política.
Si la lucha se convierte en una lucha política, el acento prin-
cipal de la misma debe ser la obtención de demandas políticas,
demandas de clase, que agrupen a todos los oprimidos en objeti-
vos generales, y no particulares de un sector de la lucha por más
fuerte y combativo que sea.
Estas demandas generales, políticas, no pueden ser otras que
las resumidas en el punto tres de estas tesis. Lo anterior puede ser
resumido en dos puntos fundamentales, la transformación del mo-
delo económico y del modelo político nacionales.
Dichas transformaciones no se pueden esperar a partir de la
misma clase política que ha impuesto estos modelos, por lo que se
hace imperante quitar el poder a quienes hoy lo detentan y dar el
poder a las fuerzas populares, estableciendo en México una
verdadera democracia, entendida como el poder del pueblo, el
poder de los explotados.
El escenario internacional es más que propicio para lo ante-
rior pues se vive en América Latina un período de revoluciones
triunfantes que han llevado al poder a las fuerzas progresistas en
la mayoría del continente, en donde México se ha venido rezagan-
do pero indudablemente puede formar parte de estas tendencias.
En el plano nacional, la presencia del Centenario de la Revo-
lución y el Bicentenario de la Revolución de Independencia en el
imaginario colectivo, hacen propicio e indispensable el impulsar
en las masas la discusión sobre las transformaciones de fondo, no
cosméticas, que necesita el país.
Además, en lo inmediato contamos con experiencias valiosas
como la lucha contra ala Reforma a la Ley del ISSSTE, la lucha
contra el Fraude Electoral, contra la privatización de Pemex, la
rebelión popular oaxaqueña y muchas más que nos dan la posibi-
lidad de impulsar nuestras propias nuevas formas de lucha y orga-
nización.
En esta lucha que rompa el marco de lo gremial y tome el
rumbo de una conflagración de clase por la determinación del
rumbo político y económico nacional, la Huelga Nacional, como
una de las principales armas del proletariado en la lucha por su
liberación, se convierte en una herramienta de primer orden.
Pero la Huelga Nacional sólo puede fructificar sobre la base
de un programa político nacional, es casi imposible que triunfe
como Huelga Nacional de Solidaridad, y aún si así fuera, sería un
esfuerzo superior a los resultados obtenidos, lo cual sin duda sería
un error de conducción y utilización de fuerzas.
En la Huelga Nacional, como lucha de clases, son los trabaja-
dores la vanguardia natural y en este caso el papel de avanzada
corresponde, por la actualidad y por su experiencia histórica a los
trabajadores del SME y de la CNTE.
En las formas de organización, debemos apostar a la consoli-
dación de una democracia proletaria, superior a la democracia
burguesa, y esto no se puede inventar en la imaginación de quie-
nes conducen el movimiento, esto tiene que ser producto de nues-
tras experiencias históricas.
En este sentido, la experiencia de la APPO de la democracia
popular asamblearia es sin duda la forma superior de democracia
proletaria que, por la tradición nacional e internacional, podemos
y debemos impulsar en este nuevo movimiento.

Nuestras propuestas.

Por todo lo anterior proponemos.

1. Hacer un llamado al SME para que convoque a la creación


de una Coordinadora Nacional Popular, en donde podamos con-
fluir todos los esfuerzos y formas de lucha en la discusión de las
acciones a seguir y del nuevo modelo de sociedad que tenemos
que construir a partir de la lucha de nuestro pueblo.
2. Ir construyendo, en todos los lugares en que sea posible,
escuelas, fábricas, oficinas, colonias, el campo, etc. Asambleas
Populares que discutan la actual situación nacional, las condicio-
nes de vida de nuestro pueblo y las acciones que habría que llevar
adelante para transformar la situación.
3. Las Asambleas Populares que se construyan deberán nom-
brar representantes ante la Coordinadora Nacional Popular, la
cual será la máxima instancia de dirección y organización de la
lucha.
4. Convocar a lo inmediato, en apoyo a los trabajadores del
SME, desde dichas Asambleas Populares a no pagar la luz en las
zonas donde brindaba el servicio Luz y Fuerza del Centro, en vir-
tud de que el contrato de luz se tenía con dicha empresa y al
haberla extinguido el gobierno no tenemos contrato con CFE y no
hay porque pagarle el servicio.
5. Se debe llamar a la realización de un Referéndum Revoca-
torio en todo el país para quitar el mandato a Felipe Calderón
Hinojosa y a los demás poderes del actual gobierno, en donde
además se pregunte el pueblo de México sobre la necesidad de
cambiar el modelo económico nacional y las formas de gobierno
en México.
6. Si el mandato popular fuera la renuncia de Calderón y el
resto del gobierno, así como el cambio de modelo económico y de
las formas de gobierno en México, debemos convocar a lo inme-
diato a una Huelga Nacional para obligar al gobierno usurpador a
abandonar el poder y dejarlo momentáneamente en manos de la
Coordinadora Nacional Popular hasta que se establezca el nuevo
orden político y económico para México.
7. Una vez logrado lo anterior se debe convocar a un nuevo
constituyente, para crear una nueva Constitución que represente
un nuevo pacto social entre todos los mexicanos.

Movimiento Revolucionario de Masas.


mrm09ac@gmail.com, franky.fcpys@gmail.com,
www.franky.over-blog.es

También podría gustarte