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Francisco Villarroel
Introducción
Durante todo el periodo de la humanidad, el hombre ha querido posicionarse en el
mundo, debido a esto nacen distintos tipos de artes, que nos hacen sentirnos vivos, y
además nacen formas de tener un espacio y tiempo dentro de nuestra existencia. Desde este
problema surge la historia, la capacidad de relatarse en el tiempo es una de las formas más
comunes en la actualidad que dejan en evidencia nuestra necesidad de responder a donde
estamos situados en el mundo. Pero la historia no es la primera expresión para relatarse, la
mitología es la primera explicación del presente, es la primera forma de sabiduría para
algunos estudiosos, por lo tanto, la Mitología podría ser la forma de revelar la Historia
sagrada 1que existió y existe en las comunidades humanas.
En este ensayo, la Historia sagrada se mezclará con la Historia „Profana‟ para dar
cuenta de la magnitud del fenómeno religioso que representaba las apoikías. También se
desarrollará lo que representaban las ideas de Solón dentro de la nueva legislación
ateniense, y cuál es el rol que cumple Pitágoras dentro de esta perspectiva, tanto en el punto
de vista místico, como el aporte en la moral.
1
Eliade, Mircea, Lo Sagrado y lo Profano, Editorial Guadalajara/Punto Omega, 4° Edición, 1981, P. 65
Apoikías: la creación de nuevos espacios sagrados
“Los condujeron hacia poniente a una región la más bella del Universo (…) El hombre del país adonde fueron
es de Irasa. Habiéndoles, pues, llevado a una fuente que se dice ser Apolo: <<Amigos griegos, les dijeron,
aquí sí estaréis bien; este lugar es un encanto; aquí vienen a caer las mismas cataratas del cielo>>”.13
La descripción que hace Herodoto sobre Libia, la nueva tierra que les brindó Apolo es lo
más cercano al cielo, por lo tanto, pertenece a un espacio Sagrado y eterno. Esta es una de
las muestras más concretas que tenemos de una hierofanía, o manifestación de lo sagrado,
en palabras de Mircea Eliade. Además, cabe señalar el simbolismo acuático que tienen las
cataratas, El historiador de las religiones postula que este simbolismo acuático representa la
muerte, pero la muerte como un renacer14. Es ahí donde se quiere llegar: Las apoikías
representan el paso del caos al cosmos, que se ha repetido desde tiempos mitológicos, desde
9
Gómez Pantoja, Joaquín, Historia Antigua (Grecia y Roma), Editorial Ariel, Barcelona,2003 P. 103
10
Françoise Ruzé y Marie-Claire Amouretti, El mundo griego antiguo, Akkal Ediciones, 2000, P. 72
11
Eliade, Mircea, Lo Sagrado y lo Profano, Editorial Guadalajara/Punto Omega, 4° Edición, 1981, P. 20
12
Gómez Pantoja, Joaquín, Historia Antigua (Grecia y Roma), Editorial Ariel, Barcelona,2003 P. 111
13
Heródoto, Los Nueve libros de la Historia, Libro IV, 158.
14
Eliade , Mircea, Lo Sagrado y lo Profano, Editorial Guadalajara/Punto Omega, 4° Edición, 1981, P. 80
que Hesiodo en su teogonía señala, en sus primeras líneas "En primer lugar existió el
caos"15. Las apoikías son la repetición del mito, son una muestra más del mito del eterno
retorno, que es la necesidad primordial del ser humano: Mantenerse siempre lo más cerca
de lo sagrado, ya que en ella y sólo en ella está la verdad.16
“La colonización no parece tanto consecuencia de una dura necesidad vital cuanto un intento de transplantar,
mejorándolo, refinándolo, un cierto tipo de organización económica y social (…) Pero (las colonias) son más
que una mera imitación: son, también, la proyección idealizada de la ciudad griega”. 17
En esta cita del libro El mundo griego antiguo, podemos dejar de manifiesto lo
anteriormente dicho: las polis creadas en el periodo de las apoikías fueron hechas a
semejanza del ideal de ciudad griega, porque está ligado a lo sagrado: en sus estructuras, en
sus espacios, monumentos, y también en la limitación de estos espacios. El intento de los
hombres por imitar a los dioses es siempre latente a través de la historia.
El ensayo ahora se centrará en dos personajes: Pitágoras y Solón, que son dos
18
personajes venidos desde provincias como Samos y Salamina19 (respectivamente), y que
15
Hesíodo, La teogonía, Editorial Gredos, Madrid, P. 76
16
Eliade , Mircea, Lo Sagrado y lo Profano, Editorial Guadalajara/Punto Omega, 4° Edición, 1981, P.41
17
P. Claval y P. Levêque, Rev. Geórgr. De Lyon, 1979, P.185
18
Laercio, Diógenes, Sobre la vida, opiniones y sentencias de los filósofos más ilustres, Tomo II, Imprenta
Real, Madrid, 1973. P 181
19
Laercio, Diógenes, Sobre la vida, opiniones y sentencias de los filósofos más ilustres, Tomo I, Imprenta
Real, Madrid, 1973 P. 26
en algún momento de sus vidas estuvieron en la Magna Grecia20, donde Solón
probablemente tuvo influencia de Pitágoras. Estas influencias se irán evidenciando a
medida que el ensayo avance en su desarrollo.
“La verdadera Naturaleza del numero es 10. Todos los griegos y todos los bárbaros cuentan por igual hasta 10
y revierten después a la unidad” (Aecio I 3,8)
Diógenes Laercio tiene unos testimonios de Heráclides Póntico, que comenta que
Pitágoras les dijo que él tenía conocimiento de todas sus vidas pasadas, señalándolas una
tras otra, y que cuando el volvía a vivir, automáticamente recordaba toda las anteriores 23.
20
Para el caso de Solón ver Diógenes Laercio, Sobre la vida, opiniones y sentencias de los filósofos más
ilustres, Tomo I, Imprenta Real, Madrid, 1973, P.30 y para Pitágoras ver William K. C. Guthie, Los Filósofos
Griegos, Brevarios Fondo de Cultura Económica, P. 39
21
Jacq, Christian, La masonería: Historia e iniciación, mr Ediciones, 2004, P.25
22
Porfirio, Vida de Pitágoras, 10 = Dicearco fr. 33. Wehrli. Fragmento extraído de Enciclopedia
Iberoamericana de la filosofía, Editorial Trotta, Madrid, 1997, P. 85
23
Laercio, Diógenes, Sobre la vida, opiniones y sentencias de los filósofos más ilustres, Tomo II, Imprenta
Real, Madrid, 1973 P. 182
Pitágoras era un gran sabio que dejó un legado cultural bastante grande, por lo tanto es
probable que Solón haya tomado parte de sus enseñanzas.
La Moral Pitagórica
Hay también un texto que se llama los versos de oro el cual también es atribuido a
Pitágoras, donde deja de manifiesto muchos de sus postulados y su moralidad.
En el caso ateniense, Aristóteles señala el caos que hay en esta época, donde el
problema se centraba en los préstamos que se hacían sobre la persona, y la tierra estaba
repartida entre pocos, y gracias a esta tensión entre los endeudados y los acreedores de las
24
Jacq, Christian, La masonería: Historia e iniciación, mr Ediciones, 2004, P.26
25
Laercio, Diógenes, Sobre la vida, opiniones y sentencias de los filósofos más ilustres, Tomo II, Imprenta
Real, Madrid, 1973 P. 185 y 186
26
Al decirse que al estar en una polis se ubica en el centro del mundo, se basa en los Planteamientos de
Mircea Eliade, donde señala algunas características de la polis, como la abertura al cielo que anteriormente
se mencionó, y también es un punto vital el que haya un axis mundi. El axis mundi es un eje, que puede ser
una Torre, un árbol, o una montaña (que es el caso ateniense, con las acrópolis) que sostiene el ‘techo del
mundo’. El axis mundi también es lo que une el cielo, el mundo terrenal con el subsuelo, o infierno (el hades
en el caso griego) por lo tanto es un símbolo cosmológico de importancia religiosa que permite la sensación
de estar en el centro del mundo. (Mircea Eliade, Lo sagrado y lo profano, p. 24)
deudas se manifiesta el caos, o la rebelión en palabras de Aristóteles.27 A causa de esto,
Solón llega como una especie de árbitro, donde, según parece, puso orden aboliendo la
esclavitud por deudas y repatriando a los esclavos28, por lo tanto hace que el caos que
había, vuelva a calmarse, convirtiéndolo en cosmos.
Carl Jüng, en su obra El hombre y sus símbolos, afirma que los números
componentes de la tretraktys eran adorados como divinidades por los pitagóricos29. Si
traspasamos esto a la legislación de Solón, encontramos que, en primer lugar, su legislación
durará cien años, eso significa que durará „diez veces diez‟ que el número utilizado por
Pitágoras para el retorno, por lo tanto podríamos deducir bajo la mirada pitagórica que la
legislación, en su espíritu, pretendía cumplir un ciclo de cosmos dentro de la polis
ateniense. Esto podría reafirmase si se considera una conclusión de Werner Jaeger en
Paideia donde afirma que como en general en Solón, aparece la idea de que una injusticia
sólo puede ser mantenida por breve tiempo. Pronto o tarde viene la diké30.
También es interesante tomar en cuenta que solón dividió las clases sociales en
cuatro, y mantuvo los nueve arcontes31. Estos números pueden ser absolutamente
interpretativos y absurdos para nosotros, pero si realmente Solón tenía una influencia
Pitagórica estos números no son casualidades, porque, como esta anteriormente referido,
dividir la población en cuatro partes significan los cuatro horizontes del cosmos, y si lo
vemos desde una perspectiva pitagórica, el numero cuatro es un numero divino ya que
forma parte de la tretraktys, y el 9 puede interpretarse como el „tres veces tres‟, que es la
simplificación del número nueve. Al parecer el carácter religioso se manifiesta en lo
político, pero esto no podría ser entendido si no se entiende la moral de Solón y relacionarla
con Pitágoras.
27
Aristóteles, La constitución de Atenas, Traducción y edición de Antonio Tovar, Instituto de estudios
Políticos, Madrid, 1948, P. 53
28
Françoise Ruzé y Marie-Claire Amouretti, El mundo griego antiguo, Akkal Ediciones, 2000, P. 95
29
Jüng, Carl, El Hombre y sus Símbolos, Editorial Paidos, Argentina, 1995, P. 42
30
Jaeger, Werner, Paideia: los ideales de la cultura griega, libro I, Fondo de cultura económica, p. 45
31
Aristóteles, La constitución de Atenas, Traducción y edición de Antonio Tovar, Instituto de estudios
Políticos, Madrid, 1948, P. 53
La Moral de Solón y Pitágoras.
Solón y Pitágoras son personas muy preocupadas de actuar de la gente, son dos
individuos „iluminados‟ en su época, lo cual hace que sus enseñanzas y reflexiones tengan
un peso mucho más fuerte. Ambos tienen una claridad en su razonamiento muy palpable, la
gran diferencia se ve en los ámbitos en que ellos se involucran: Pitágoras estuvo siempre
más centrado en el ser humano como tal, preocupado desde la perfección del individuo.
Solón por su parte, deja una obra Lírica de un carácter fundamental, donde se observa un
apego a la religión y que a la vez, no son los dioses los que han provocado esto, si no que
son los mismos ciudadanos los que, con su avaricia, han provocado una situación de
desequilibrio en la polis.32 Pitágoras propone algo muy similar en sus versos de oro,
señalando: “No seas disipado en tus gastos, como hacen los que ignoran que es honradez,
pero no por ello dejes de ser generoso: nada hay mejor que la mesura en todas las cosas”.33
Algunos rasgos importantes nos pueden ayudar: Diógenes Laercio nos muestra una
cita de solón que dice: “Quien no alimente a sus padres, sea infame: y lo mismo quien
consuma su patriotismo en glotonerías”34. Este rasgo es muy característico también de
Pitágoras, donde e sus versos de oro señala que “Honra luego a tus padres y a tus parientes
de sangre (…) Tampoco descuides tu salud, ten moderación en comer y beber, y en la
ejercitación del cuerpo”35, otro dato que une a Pitágoras, a Solón y al eterno retorno, es que
Solón es el primero que llamó viejo y nuevo al último día del mes,36 por lo tanto, Solón
tenía ciertas nociones del mundo como un ciclo que se repite. Las influencias de Pitágoras
en Solón, directas o indirectas, parece ser claras, pero también estas similitudes en sus
discursos pueden deberse a que ambos vivieron en provincias, donde la espiritualidad y
religiosidad, y la experiencia de vivir en un tiempo y espacio sagrado marcan todos los
aspectos de la persona, incluyendo su concepción moral y sus ideales de ciudad y
ciudadanos.
32
Solón, Antología de la Poesía Lírica griega, siglos VII-IV A.C, Eunomía, 3
33
Pitágoras, Los versos de oro, versión extraída de http://www.librodot.com, P.2
34
Laercio, Diógenes, Sobre la vida, opiniones y sentencias de los filósofos más ilustres, Tomo I, Imprenta
Real, Madrid, 1973 P. 32
35
Pitágoras, Los versos de oro, Versión extraída de http://www.librodot.com, p.2
36
Laercio, Diógenes, Sobre la vida, opiniones y sentencias de los filósofos más ilustres, Tomo I, Imprenta
Real, Madrid, 1973, P.33
Conclusión
El ser humano está lleno de sensaciones y aristas que son parte de nuestra esencia,
nosotros vivimos apreciando una buena pieza musical, un bonito cuadro, una buena obra de
teatro o una película, pero nosotros también vivimos de experiencias personales que son de
gran significado para nosotros: experiencias sagradas.
37
Fevbre, Lucien, Combats pour l’histoire, P. 20-21 (traducción al español, P. 40-41)
Bibliografía
Fuentes Primarias
Monografías