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COMENTARIO DEL CUMPLIMIENTO DEL

PUNTO 8 DEL PERFIL DEL EGRESADO DE LA UNIDAD:

LA PROACTIVIDAD DEL PROFESIONAL DE LA FCJ.

Entre las competencias que se espera obtenga el profesional de la FCJ de la UA


encontramos la Proactividad.

“8. Proactividad. Debe estar preparado para adaptarse a los cambios experimentados por el
Derecho, pudiendo anticiparse a los problemas y asumir la responsabilidad de su propio
aprendizaje.”

En la actividad del profesional del Derecho, la Proactividad no es sinónimo de innovación,


como ocurre en muchas de las ciencias normativas y causales; como en la economía por
ejemplo, donde la aplicación de tecnología a un producto puede mejorar su calidad y su
demanda. Sino más bien, la Proactividad de un abogado se manifiesta en:

1) Saber anticipar la solución al problema jurídico que le presenten sus clientes;

2) Poder dar una respuesta satisfactoria empleando términos simples, no coloquiales pero
entendibles para el cliente común;

3) Poder entregarle al cliente una visión panorámica del problema en cuestión, es decir, los
pro y los contra de las posturas de la parte y de la contraparte en una controversia jurídica y
las posibles salidas alternativas a la cuestión.

4) Estar siempre en contacto con el cliente para informarle el estado de su causa.

Éstas, entre otras, son las conductas que debe adoptar un abogado proactivo. Ahora, es
innegable que “estar preparado para adaptarse a los cambios experimentados por el
Derecho” y “anticiparse a los problemas y asumir la responsabilidad de su propio
aprendizaje” pasa también por la implementación de programas o talleres de expresión oral
–Punto 6 del perfil profesional- que complementen las competencias que se entregan por
parte de la FCJ al profesional del Derecho.

A partir de esta necesidad, en cumplimiento y fortalecimiento del perfil profesional, es que


se propone aquí, una forma de paliar dicha falencia formal-curricular, en base a la
participación de alumnos en el proceso de aprendizaje. Dicha propuesta no pretende
solucionar la falencia, sino más bien aportar desde las posibilidades actuales a
complementar las cualidades que se exigen en la actualidad para un profesional de nivel.
“PROYECTO: AUTO ESCUELA DE DERECHO (AED).”

Problemática

La cuestión de la falta curricular-formal de talleres de expresión que complementen las


competencias deseables del perfil del profesional de la FCJ, y en particular de la exigencia
del dominio de la expresión oral (Punto Nº6), hacen que no esté asegurado, al día de hoy, el
desarrollo de dichas competencias en los alumnos. Competencias que por cierto son cada
vez más requeridas por las constantes reformas que determinan el paso de la escrituración a
la oralidad, en materia Procesal Penal, Laboral, Familia y próximamente Civil.

Antecedentes:

Las instancias identificables, en las cuales se ejercita la oralidad, dentro de las prácticas de
la FCJ, son:

1) Las pruebas y exámenes orales.


2) Las disertaciones en algunos ramos.
3) Las ayudantías de cada ramo impartidas por algunos alumnos.
4) Las juntas de alumnos que estudian en grupo, entre pares.

Propuesta:

Se hace recomendable, por tanto, abordar esta complementación de la oralidad por otros
métodos que estén dentro del alcance y recursos de la carrera; por ejemplo, impulsar la
retroalimentación de conocimientos desde los alumnos de cursos superiores a cursos
inferiores. Esto en fortalecimiento del aprendizaje centrado en el alumno dado y esperado
por el Modelo Pedagógico de la Universidad de Antofagasta (Decreto Exento N° 2751 de
fecha 13 de diciembre del 2006) .La vía de la autoenseñanza, de estudiante a estudiante,
-retroalimentativa- aparece aquí como un método que puede aportar a suplir de manera
básica dicha falencia curricular de oralidad competente.

Objetivo:

Desarrollar en los alumnos participantes las capacidades de oralidad necesarias para


enfrentar de manera satisfactoria las evaluaciones y examinaciones orales.

Beneficiados:

Los beneficiados directos son los alumnos, desde un doble punto de vista. En primer lugar,
Los alumnos de cursos superiores que desarrollan la oralidad y repasan los conocimientos
adquiridos; mientras que, en segundo lugar, se benefician los alumnos de cursos inferiores
al preguntarse y repreguntarse la materia, de manera que se preparen para sus primeras
evaluaciones orales.
Implementación: (Todos los interesados responsables pueden participar)

Para alumnos de primer y segundo año:

Se propone realizar talleres de 1 ½ hrs. En la que se realice la confección de cuestionarios


en grupos, respectivos a la materia que se esté pasando en los cursos de Introducción al
Derecho y Derecho Romano, y que los respondan en voz alta (Primer año). Lo mismo en
los ramos de Derecho Procesal I y Derecho Civil I en segundo año.

En la implementación para los alumnos de 1º y 2º año sólo se necesita la utilización


efectiva y constante de los ayudantes de las materias de Introducción al Derecho, Derecho
Romano, Derecho Procesal I y Derecho Civil I. En su defecto, de la participación de uno o
dos interesados por ramo.

Para alumnos de tercero, cuarto y quinto año:

La metodología es distinta. Los alumnos interesados realizarán ayudantías de 1 hora en una


materia que dominen –cualquier ramo- y que sea necesariamente de un mínimo de 2 niveles
inferiores al año que curse; es decir, un alumno de tercer año sólo podrá reforzar algún
ramo de primer año; un alumno de cuarto año sólo podrá reforzar ramos de primer y
segundo año; un alumno de quinto año sólo podrá reforzar algún ramo de primer, segundo y
tercer año.

En la implementación para alumnos de 3º, 4º y 5º año, se requiere de un mínimo de 2


personas por ayudantía, para que se complementen y puedan interactuar entre ellos y con
los alumnos, ejercitando la oralidad.

Los horarios y las salas:

Se definirán conforme a la disponibilidad de ayudantes, interesados y salas, que para los


efectos de este esbozo de proyecto, no viene al caso detallar, pero que en su momento se
definirá, luego de un estudio exhaustivo de los horarios.

Financiamiento:

En primer lugar el proyecto pretende ser financiado con fondos del Centro de Estudiantes
de Derecho CED y dejarlo a su disposición para efectos de su implementación.
En su defecto se deja la idea en manos de la Jefatura de Carrera, Departamento de Derecho
o Decanatura para su estudio y perfeccionamiento.

Evaluación:

Las personas encargadas de realizar las ayudantías y los participantes a cada una de ellas
darán su opinión en las asambleas periódicas que realice el CED enviando copias de sus
actas a Jefatura de Carrera, Departamento de Derecho o Decanatura.
Es necesario señalar que la propuesta no pretende satisfacer acabadamente una necesidad
que debe abordarse desde otras instancias, como una reestructuración curricular que
agregue talleres complementarios de expresión oral y escrita y argumentación jurídica; sino
que sólo pretende abordar ésta problemática con los actuales recursos y actores -alumnos-,
que por lo demás reclaman siempre la falta de éstos cursos o talleres. Tal vez dando
mayores alternativas de desarrollo de la oralidad sea posible exigir la rendición de pruebas
y exámenes orales de mayor calidad.
Cabe señalar que la propuesta está aún en etapa de proyecto y por tanto es susceptible de
modificaciones.

CRISTÓBAL ORELLANA OSORIO.

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