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“8. Proactividad. Debe estar preparado para adaptarse a los cambios experimentados por el
Derecho, pudiendo anticiparse a los problemas y asumir la responsabilidad de su propio
aprendizaje.”
2) Poder dar una respuesta satisfactoria empleando términos simples, no coloquiales pero
entendibles para el cliente común;
3) Poder entregarle al cliente una visión panorámica del problema en cuestión, es decir, los
pro y los contra de las posturas de la parte y de la contraparte en una controversia jurídica y
las posibles salidas alternativas a la cuestión.
Éstas, entre otras, son las conductas que debe adoptar un abogado proactivo. Ahora, es
innegable que “estar preparado para adaptarse a los cambios experimentados por el
Derecho” y “anticiparse a los problemas y asumir la responsabilidad de su propio
aprendizaje” pasa también por la implementación de programas o talleres de expresión oral
–Punto 6 del perfil profesional- que complementen las competencias que se entregan por
parte de la FCJ al profesional del Derecho.
Problemática
Antecedentes:
Las instancias identificables, en las cuales se ejercita la oralidad, dentro de las prácticas de
la FCJ, son:
Propuesta:
Se hace recomendable, por tanto, abordar esta complementación de la oralidad por otros
métodos que estén dentro del alcance y recursos de la carrera; por ejemplo, impulsar la
retroalimentación de conocimientos desde los alumnos de cursos superiores a cursos
inferiores. Esto en fortalecimiento del aprendizaje centrado en el alumno dado y esperado
por el Modelo Pedagógico de la Universidad de Antofagasta (Decreto Exento N° 2751 de
fecha 13 de diciembre del 2006) .La vía de la autoenseñanza, de estudiante a estudiante,
-retroalimentativa- aparece aquí como un método que puede aportar a suplir de manera
básica dicha falencia curricular de oralidad competente.
Objetivo:
Beneficiados:
Los beneficiados directos son los alumnos, desde un doble punto de vista. En primer lugar,
Los alumnos de cursos superiores que desarrollan la oralidad y repasan los conocimientos
adquiridos; mientras que, en segundo lugar, se benefician los alumnos de cursos inferiores
al preguntarse y repreguntarse la materia, de manera que se preparen para sus primeras
evaluaciones orales.
Implementación: (Todos los interesados responsables pueden participar)
Financiamiento:
En primer lugar el proyecto pretende ser financiado con fondos del Centro de Estudiantes
de Derecho CED y dejarlo a su disposición para efectos de su implementación.
En su defecto se deja la idea en manos de la Jefatura de Carrera, Departamento de Derecho
o Decanatura para su estudio y perfeccionamiento.
Evaluación:
Las personas encargadas de realizar las ayudantías y los participantes a cada una de ellas
darán su opinión en las asambleas periódicas que realice el CED enviando copias de sus
actas a Jefatura de Carrera, Departamento de Derecho o Decanatura.
Es necesario señalar que la propuesta no pretende satisfacer acabadamente una necesidad
que debe abordarse desde otras instancias, como una reestructuración curricular que
agregue talleres complementarios de expresión oral y escrita y argumentación jurídica; sino
que sólo pretende abordar ésta problemática con los actuales recursos y actores -alumnos-,
que por lo demás reclaman siempre la falta de éstos cursos o talleres. Tal vez dando
mayores alternativas de desarrollo de la oralidad sea posible exigir la rendición de pruebas
y exámenes orales de mayor calidad.
Cabe señalar que la propuesta está aún en etapa de proyecto y por tanto es susceptible de
modificaciones.