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Octubre 3 de 1990 - eltiempo.

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Se Amplía El Debate Sobre La Asamblea Constitucional


Inexequibilidad No Es La Única Opción
La suerte de la Asamblea Constitucional no está echada, pese a que los seis integrantes
de la sala que proyectó la sentencia proponen a la Corte declarar inexequible la norma
que prepara el camino para su convocatoria. La decisión, prevista en principio para el
próximo jueves, podría ser aplazada merced a una solicitud planteada ayer por varios
magistrados de la Corte interesados en estudiar más a fondo el Decreto 1926 e incluso en
evaluar el cúmulo de opiniones que se produce en medio de la expectativa pública.

Fuentes cercanas a la Corte revelaron, incluso, que algunos miembros de la corporación


integraron un equipo espontáneo de estudio para explorar más a fondo la tesis inhibitoria,
planteada en su concepto fiscal por el procurador Alfonso Gómez Méndez y otras
fórmulas que no necesariamente coinciden con la opción de inexequibilidad.

El aplazamiento, si es aprobado, no excedería el término legal de veinte días hábiles del


que dispone la Corte para pronunciarse. Ese plazo comienza a ser contado a partir del
momento en que se registra el proyecto de Sala Constitucional, hecho que en este caso
ocurrió el miércoles 26 de septiembre.

Si el presidente de la corporación, Jorge Carreño Luengas, quien debe refrendar el orden


día para Sala Plena, acoge la petición, mañana se produciría un estudio preliminar.

EL TIEMPO conoció en esencia los argumentos que han llevado a algunos juristas a
considerar la posibilidad de adherir a la propuesta de inhibitoria y apartarse del proyecto
adverso.

Como está planteado en el concepto fiscal, los partidarios de esta fórmula piensan que el
decreto es solo formalmente de estado de sitio y que su contenido material tiene un
indudable carácter político, pues recoge el clamor popular expresado en las urnas el 27
de mayo.

A su juicio, aquel día la llamada séptima papeleta suscitó un verdadero plebiscito que no
requiere prueba, pues se trató de un acto masivo y público.

De acuerdo con las bases de su estudio en marcha, coinciden también en que el artículo
218 de la Constitución, que define el procedimiento para reformar la Carta por vía
legislativa, obliga al Congreso de la República, en su calidad de constituyente delegado,
mas no al pueblo, como soberano constituyente primario .

Tal estudio, que bien podría convertirse en un proyecto disidente cuando la Corte vaya a
pronunciarse de manera definitiva, recuerda que en su fallo de marzo la propia Corte
expuso ese criterio.

Entonces, el alto Tribunal dijo, en la parte pertinente, bajo el subtítulo de Corolario , lo


siguiente: En fin, el decreto que se revisa, por una parte ordena a la organización electoral
que contabilice los votos sobre la posibilidad de integrar la Asamblea Constitucional, para
realizar la Reforma a la Constitución, y por otra parte hace una invocación al pueblo para
que se manifieste sobre la posibilidad de convocar una Asamblea Constitucional, lo cual
constituye un hecho político que traduce un verdadero mandato de igual naturaleza y
sobre el cual la Corte no encuentra ningún reparo de constitucionalidad.

Por esta razón, la Corporación no ve la necesidad de adentrarse en analizar las


competencias del constituyente primario y el alcance de las mismas. En este sentido lo
dicho no se contrapone ni desconoce el artículo 218 de la Constitución Nacional,
preceptiva que se refiere al constituyente secundario y que es otra hipótesis jurídica .

El análisis transcribe también otro aparte de la sentencia producida en mayo, en la que la


Corte acepta que el país ha venido reclamando el cambio institucional, aunque dentro de
los cauces del orden jurídico, y ante el fracaso de los órganos del Estado responsables
del mismo, ha venido pidiendo la conformación de una Asamblea Constitucional que
pueda realizarlo .

(...) Es más, el no acceder a este clamor del pueblo será, sin ninguna duda, un factor de
mayor desestabilización del orden público .

La solicitud de aplazar el fallo se produce en momentos en que los movimientos


guerrilleros Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y Ejército de
Liberación Nacional (ELN) saludan la integración de la Comisión de Notables, el
establecimiento de la Veeduría Internacional para el proceso de paz y califican la
Asamblea Constitucional como el gran escenario para las reformas.

También ayer se ventiló, en circulos académicos, la posibilidad de que la Corte establezca


que para que la Asamblea tenga validez, la votación del próximo 9 de diciembre debe
sumar, como mínimo, la mitad más uno del numero total de ciudadanos habilitados para
sufragar.

Así por ejemplo, si el potencial electoral es de catorce millones, la Asamblea se


consideraría convocada si votan a su favor siete millones de colombianos y uno más. Ese
resultado, según los académicos, conformaría entonces un verdadero plebiscito. El más
reciente antecedente de inhibitoria de la Corte frente a temas ligados al de la reforma data
del 15 de septiembre de 1988, ante una demanda que pedía declarar inexequible la
expresión solo contenida en el artículo 218 de la Constitución.

Tal expresión se refiere a que la Constitución únicamente podrá ser reformada por un
Acto Legislativo.

Publicación eltiempo.com Sección Justicia Fecha de publicación 3 de octubre de 1990


Autor Por Jorge Gonzalez Redactor De El Tiempo

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