SECTOR EXPORTADOR

La inestabilidad del dólar es otro factor a considerar. Nacional de la Fruta, como una inquietud relacionada con la necesidad
-Afortunadamente se ha mantenido a un nivel que es expectante, en el
sentido que esperamos no siga bajando. Siempre hemos considerado que
un nivel de 600 pesos por dólar es razonable, en la medida en que sea
un promedio, o sea, que puede fluctuar entre 580 y 620. Por lo tanto,
hoy estamos en la parte más baja de nuestras expectativas, con el objeto
de que el sector pueda no sólo recibir una retribución adecuada en sus
retornos, sino que también tenga capacidad de invertir. Estamos hablando
necesariamente de tener que innovar, de hacer investigación, con el objeto
de poder contar con mejores variedades e invertir en herramientas que
nos permitan obtener una mayor productividad, que se traduce en una
mayor competitividad.
-En algún momento usted se mostró partidario de la incorporación
de inmigrantes a las labores agrícolas. ¿Ha dado resultados?
-Han cambiado las circunstancias. Hace dos años había una condición
económica distinta, un mercado internacional creciente y, por lo tanto,
la disponibilidad del recurso humano para la agricultura era bastante
escasa. Hoy la situación es distinta. Nosotros planteábamos que frente
a una escasez de trabajadores teníamos que buscar, tal como lo han
hecho todos los países que han ido creciendo en la actividad agrícola,
nuevas fuentes, y eso evidentemente está en los inmigrantes más cercanos
provenientes de los países limítrofes. Entonces nos preocupaba que si
se producía eso de manera relativamente masiva teníamos que contar
con las herramientas legales, y que tuviesen una remuneración justa
y un trato adecuado, como cualquier chileno. Hoy día hay menos
inmigrantes que lo que esperábamos y hay más opciones de chilenos
que desean trabajar en agricultura. No es una situación de urgencia,
pero sí debemos preocuparnos.
-Los jóvenes están abandonando el campo, ¿cómo reencantarlos
con la agricultura?, ¿prosperó su proyecto Bicentenario?
-Esa fue una propuesta que hicimos en el marco del Primer Cónclave
de que todas las autoridades y el sector privado en general pudiesen
comprometerse a buscar un reencantamiento de la ciudadanía con
la agricultura, que permitiese reconocer lo que significa para el país
en términos de cultura, de presencia regional, de lo que es soberanía
nacional y el respeto a las tradiciones. Veíamos que cada vez era más
difícil mantener a la juventud en los campos, por lo tanto era una
necesidad imperiosa.
Lo que estamos haciendo va en esa línea también. En la medida en que
la gente vea que tiene buenas condiciones de trabajo, que es respetada
y tiene proyecciones, obviamente se va a mantener en el campo y eso
va a ser transmitido a sus hijos. Desgraciadamente, lo del proyecto
Bicentenario no ha fructificado, pero no ha sido impedimento para
realizar muchas actividades. Creo que debe ser más profundo, con
muchos más recursos, con una estrategia de mediano y largo plazo
más definida.
Chile y su Imagen País
-¿Está conforme con la Imagen País que proyecta Chile?
-Uno puede estar conforme, pero no satisfecho. El país no tiene mala
imagen, el problema es que no tiene imagen. Más que rechazo hay
desconocimiento. Todo aquel que ha conocido Chile tiene una opinión
positiva, pero nosotros no somos grandes atracciones respecto de lo
que es el turismo en general. Se creó una comisión presidencial que
está a cargo de Juan Gabriel Valdés, destinada
precisamente a crear este proyecto Imagen País. Hay seminarios que se
están realizando para buscar acuerdos de cómo se va a implementar. Hay
un consejo directivo, una fundación que se va a encargar del tema, se
van a concentrar todos los esfuerzos un tanto dispersos en ProChile, en
Corfo, por lo tanto creo estamos avanzando en la dirección correcta.
No obstante, creo que Chile ha ido perdiendo identidad, pero eso es
recuperable.

La mano de obra, un activo importante

El tema de la responsabilidad social empresarial es otro punto sensible para el presidente ejecutivo de Asoex.
Explica que esta preocupación no sólo es desde el punto de vista de contar con mano de obra adecuada
en el momento oportuno, sea nacional o extranjera, y que tiene que cumplir con todas las obligaciones
correspondientes, de carácter laboral, sanitario, etc. , sino que también tiene que proyectarse en el tiempo,
en términos de su calidad como persona, integrarse adecuadamente a sus funciones, a la empresa, ser parte
importante y construirse como ser humano en torno a esta fuente de trabajo, que lo respeta y lo considera
parte integrante de su principal activo.
“Hemos impulsado muchas iniciativas destinadas a colocar en el centro de nuestra dimensión empresarial
a la persona. Esto se ha traducido en una serie de programas y capacitaciones que han beneficiado en los
últimos 10 años a más de 110 mil personas”, dice. Cuenta que se ha capacitado y entregado becas a mujeres temporeras, además de cursos
para discapacitados, que han permitido integrarlos en un 70 por ciento a las empresas en forma permanente.
“También hemos realizado cursos, planes pilotos destinados a mejorar la productividad, los que han permitido una mayor producción, pero
que a la vez han permitido que los trabajadores hayan alcanzado incrementos importantes en sus rentas. Tenemos un plan de incorporación
de los medianos y pequeños productores al mundo exportador, para que puedan exportar en forma directa. Y un plan piloto laboral para
la Región de Copiapó. Estamos trabajando en una serie de iniciativas para que el clima laboral sea grato para todos. Y que exista una
sustentabilidad para la empresa’’, concluye.

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