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América Latina y el Caribe están entre las áreas con una de las tasas de urbanización más
altas del planeta. Las Naciones Unidas prevén que en 2020 el porcentaje de su población
que habitará en áreas urbanas superará el de la población residente en países desarrollados
(donde la mayoría de la población tiene una alta tasa de ingreso per capita) haciendo de
ésta, la región más urbanizada del planeta. En 2000, las ciudades latinoamericanas
concentraban al 75 por ciento de los 507 millones de habitantes de la región y producían
más de la mitad del Producto Interno Bruto (PIB).
Como respuesta al constante interés mostrado por los países prestatarios de invertir en
desarrollo urbano, el BID desde su comienzo ha mantenido una cartera activa de proyectos
que apoyen el desarrollo urbano. El Banco provee apoyo selectivo para proyectos que
contribuyan a desarrollar la capacidad de los países prestatarios para responder a los
desafíos impuestos por el crecimiento urbano y para mejorar las condiciones de vida de la
población de bajos recursos, según las prioridades establecidas por cada país. Este apoyo se
ofrece a través de operaciones de asistencia técnica y préstamos que:
Aumenten la oferta y mejoren la calidad de los servicios básicos para la población en las
ciudades, especialmente para los sectores de bajos ingresos;
Reduzcan los efectos ambientales adversos del crecimiento urbano;
Financien proyectos que, por un lado, transformen las ciudades en atractivos centros
económicos y por otro, contribuyan a generar ingreso y oportunidades de empleo
productivo, especialmente para los sectores de menor ingreso, haciendo particular hincapié
en el aumento de la productividad de pequeñas unidades económicas;
El Banco alienta a los gobiernos a seguir políticas que movilicen efectivamente los recursos
privados y públicos y que ayuden a los hogares a resolver sus problemas de vivienda. El
Banco provee financiamiento para programas y proyectos que mejoren directamente las
condiciones de vivienda de la población de bajos ingresos mediante la mayor disponibilidad
de nuevas soluciones de vivienda costo-eficientes o el mejoramiento de barrios y viviendas
existentes.