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Sensación de inseguridad frente al delito en la

ciudad de Juliaca
Soc. Gustavo Luis Vilca Colquehuanca

Resumen
El propósito del presente trabajo es generar un primer acercamiento a la
medición de la sensación de inseguridad frente al delito (miedo al delito),
experimentado por las personas en los espacios públicos de la ciudad de Juliaca.
A partir de encuestas aplicadas a una muestra estratificada de 151 de residentes
en cinco sectores de la ciudad, se analizó los factores condicionantes del miedo
al delito y su distribución en el espacio urbano juliaqueño. La perspectiva
teórica que guía el trabajo es la teoría psicosociambiental del delito de
Vozmediano, L. & San Juan Guillén, C. Los factores condicionantes que
resultaron más significativos son el sexo, la capacidad de afrontamiento y el
apego al barrio o sentimiento de comunidad. Respecto a la distribución
espacial, ésta se presenta muy homogénea en toda la ciudad, no hallándose
diferencias significativas en los cinco sectores estudiados.

Introducción
El aumento cuantitativo y cualitativo de la delincuencia ha producido
condiciones de inseguridad elevadas, al punto de condicionar la vida cotidiana
de los habitantes de las ciudades, quienes han modificado sus hábitos de
comportamiento, de movilización, de pensar e incluso de votar1, con
consecuencias evidentes en la forma de vivir y de apropiarse de la ciudad.
La violencia urbana se complejiza, cada vez más, en las ciudades del país
y de la Región. Según el anuario estadístico de la Policía Nacional del Perú
(PNP), el número de delitos se había visto reducido en los últimos años (de
187,190 en 1999 a 165,398 en 2004), sin embargo también menciona que el
número de homicidios, violaciones sexuales, violaciones contra la libertad
personal y contra el patrimonio, no muestran ninguna disminución

1
En razón de su dimensión emotiva, el miedo de la población a sufrir algún delito es fácilmente
instrumentalizada en el campo de las campañas electorales y hace de la seguridad ciudadana un tema
electoral de mucho éxito.
significativa. Por el contrario, algunos presentan una tendencia creciente desde
el 2000. El incremento real de los actos delictivos, sucesos de violencia han
contribuido a la configuración de la percepción o sensación de inseguridad en
la población, provocando esto a su vez cambios manifiestos en las dinámicas de
las ciudades.
Los cambios provocados por este panorama de violencia urbana y
sensación de inseguridad, en América Latina, según los estudiosos, señalan
transformaciones en el urbanismo (amurallamiento de la ciudad, nuevas formas
de segregación residencial), en los comportamientos de la población (angustia,
desamparo), en la interacción social (reducción de la ciudadanía, nuevas formas
de socialización) y en la militarización de las ciudades; y claro esta, la reducción
de la calidad de vida de la población (Carrión, 2002).
Por su parte, el BID (2001), señala que la violencia en América Latina
resulta francamente alarmante: cada año cerca de 140 mil latinoamericanos son
asesinados; 54 familias son robadas por minuto, 28 millones al año. La
destrucción y transferencia de recursos es aproximadamente del 14.2 % del PIB
latinoamericano. Estas cifras significan que la violencia es, medida por
cualquiera de estos indicadores, cinco veces más alta en esta Región que en el
resto del mundo. Por tanto, América Latina se ha convertido en el continente
más violento del mundo. Y, adicionalmente, se señala que la violencia es en la
actualidad la principal limitante del desarrollo económico de América Latina.
La delincuencia y la violencia afectan a todos los niveles de la sociedad: a
los ricos y aún más a los pobres, las mujeres y hombres, y los jóvenes y
ancianos. Sus costos económicos y sociales son altos pues se estima que en
América Latina los homicidios cuestan aproximadamente US$ 27 737 millones
anuales y que, con la violencia, la región pierde el 14% de su PIB (Carrión,
2002).
La delincuencia y la violencia urbanas también generan un clima de
temor, de inseguridad, de miedo al delito, que se vuelven en amenazas
significativas para la estabilidad y el clima social de las ciudades, para el
desarrollo económico sostenible, y en última instancia, un factor que le resta la
calidad de vida y los derechos humanos. En este trabajo se pretende analizar los
factores condicionantes de la sensación de inseguridad (miedo al delito) y su
distribución en el espacio urbano de Juliaca.
Perspectiva teórica
El miedo al delito ha sido ampliamente estudiado por la criminología desde los
años 70, pero abordado asimismo desde otras disciplinas, como la sociología,
geografía, urbanismo, arquitectura y también desde la psicología,
particularmente la psicología social y ambiental (Petrella & Vanderschueren,
2003). Inevitablemente el área de trabajo es multidisciplinar, toda vez que tanto
los factores que originan el miedo al delito, como las consecuencias del propio
miedo, implican a todas las áreas mencionadas.
Con el continuo aumento de la delincuencia urbana se desarrolla una
sensación de inseguridad difundida, no siempre objetiva, que actúa de
catalizador de muchos miedos, como aquellos sobre la pérdida del trabajo, el
miedo a la enfermedad y a convertirse en pobres. La sensación de inseguridad
deriva de un sentido de abandono, de impotencia e incomprensión respecto de
algunos delitos particularmente graves, pero sobre todo de episodios de
delincuencia menor y vandalismo (Petrella & Vanderschueren, 2003).
Para Reguillo (2000), el miedo es una construcción social occidental que
tiene diversas manifestaciones, y una de ellas es el miedo al delito, sobre todo al
de tipo violento. Esto sobre todo porque implica un atentado contra la vida, y
pone en evidencia la fragilidad de nuestra existencia. Este tipo de delitos
violentos, son sobre todo delitos comunes, es decir, robos, lesiones, violación,
etc. Además estos delitos son sobre todo de tipo callejeros, es decir, que en la
calle, se está expuesto a todos los peligros, porque la calle como máxima
expresión del espacio público abierto y de libre tránsito, es también un espacio
peligroso, ya que a la vez es de todos y no es de nadie, en donde el extraño y
potencialmente peligroso, puede disolverse en la multitud.
Así la sensación de inseguridad, o imaginario de la violencia (Reguillo,
2000), es magnificada por los medios de comunicación, los cuales a través de las
noticias policiales, intentan conseguir mayor raiting, logrando generar una
sensación de indefensión y miedo en la población.
Lo imaginario, no hay que entenderlo en oposición a lo real, porque aun
cuando en su acepción general es visto como lo ficticio, tiene significación que
se objetiva en pautas de conducta especificas. Al hablar de un imaginario social
de la violencia, es posible, comprender cómo a partir de este, los habitantes de
la ciudad cambian sus hábitos, y se crean pautas de acción para hacerle frente,
en la vida cotidiana.
Según Vozmediano, L. & San Juan, C. (2006), en los últimos tiempos, los
estudios sobre la sensación de inseguridad se centran en tres grupos de
variables, que pueden configurar las coordenadas de la génesis y el
mantenimiento del miedo al delito: variables personales, sociales y ambientales.
Las variables personales serían el sexo, edad, capacidades de
afrontamiento y control; a los que podemos señalar como, factores de
vulnerabilidad relativa frente al delito. Es de presumir que el sexo y la edad son
las variables sociodemográficas más comúnmente asociadas con el miedo al
delito, puesto que las mujeres y los ancianos son los grupos de personas que
experimentan más temor ante el delito. Esto es tan solo una hipótesis. En cuanto
a las capacidades de afrontamiento y control, una mayor percepción de control
ante la situación podría reducir el miedo o inseguridad experimentada.
Las variables psicosociales se relacionan con las dinámicas y cohesión
vecinales, que podrían ser elementos subjetivos de protección frente el miedo al
delito, al incrementar el control social. Se puede incluir dentro de este grupo de
factores a variables como la satisfacción residencial, apego al barrio, y el sentido
de comunidad2. Aunque en algunos trabajos como el de San Juan, Vergara &
2
Muchas situaciones de inseguridad al parecer se originan en el debilitamiento de los controles sociales
debidos a las diferencias de edad, sexo y etnia, en particular en el debilitamiento de las redes sociales en
Germán (2005) estas variables mostraban un escaso poder predictivo frente a
posicionamientos más razonados, tales como la confianza en la acción policial y
la Justicia3. La justicia no se encuentra en condiciones de enfrentar el aumento
de la delincuencia menor que incide significativamente en la calidad de vida y
genera el miedo la sensación de inseguridad. La justicia en general es lenta,
compleja e inadaptada a los conflictos urbanos actuales.
Finalmente, las variables ambientales relevantes en relación al miedo al
delito, y al delito mismo pueden agruparse en dos niveles. Primero, variables
asociadas a la estructura del espacio urbano.
Las características estructurales de un lugar podrían inhibir la relaciones
sociales, hacerlo más propenso a la ocurrencia de delitos, y provocar más
fácilmente miedo al delito. La incapacidad de gestión y de regulación del
crecimiento urbano, la falta de servicios, la ausencia de la noción de seguridad
en las políticas urbanas, los espacios semipúblicos mal protegidos, la
promiscuidad y la ilegalidad de algunos barrios que se convierten en
verdaderas áreas “de no derecho” generan lo que San Juan (2000) denomina
“espacios crimípetos” o “espacios criminalizables”.
Segundo, el otro nivel de variables se centra en la degradación de los
espacios. Destacan aquí la perspectiva de las “actos incívicos” y la teoría de las
“ventanas rotas”. Un espacio con signos de degradación indicaría un control
social debilitado, produciendo más deterioro, miedo al delito en aumento,
evitación de ese espacio, y finalmente un aumento del delito.
Tanto las variables relacionadas con la estructura, como las relacionadas
con la degradación de los espacios pueden combinarse a la hora de estudiar su
influencia en el tema que nos ocupa. Los tres grupos de variables mencionadas
(personales, sociales y ambientales) configuran la perspectiva
psicosocioambiental desde se aborda el análisis del miedo al delito.
Material y métodos
Hipótesis de trabajo
La perspectiva psicosocioambiental nos permite medir la influencia de las
características sociales, personales y ambientales en el miedo a ser víctima de un
delito. La hipótesis implícita es que los factores personales, sociales y
ambientales condicionan significativamente el miedo al delito. Por otro lado, el
análisis espacial de la distribución de esta variable en el espacio urbano de la
ciudad de Juliaca, supone contrastar la siguiente hipótesis: la distribución del
miedo al delito no es homogénea.

los barrios donde conviven diferentes culturas y, por lo tanto, donde se produce una mayor tolerancia del
contexto social cercano, en particular el de las familias, respecto de los comportamientos que el conjunto
de la sociedad considera “antisociales” (Petrella & Vanderschueren, 2003).
3
El inadecuado y deficiente sistema judicial (policía, justicia y sistema carcelario) en relación con la
delincuencia menor y mediana es una de las principales causas institucionales que podría provocar la
sensación de inseguridad (Petrella & Vanderschueren, 2003).
Materiales y procedimientos
Para la medición del miedo al delito se ha adaptado las variables e indicadores
del trabajo de Vozmediano, L. & San Juan, C. (2006) y se ha construido un
índice de medición denominado SID, que a continuación detallamos.
(Vic * 4 + Sav * 1.5 + Saf * 0.5 + Insr * 3 + Jue * 1.5 + Mun * 1.5)
SID = [01]
99
Donde:
SID: Sensación de inseguridad frente al delito
Vic: Victimización. En caso de haber sido víctima de algún delito, grado de
impacto emocional que le ha causado (de 0 a 10).
Sav: Satisfacción con los vecinos. Dos ítems que miden el grado de
insatisfacción del entrevistado con sus vecinos (de 0 a 10).
Saf: Satisfacción con el entorno físico. Integrado por 4 ítems que hacen
referencia la insatisfacción respecto a los parques y zonas ajardinadas,
zonas peatonales, servicio de limpieza, y seguridad y vigilancia (de 0 a
10).
Jue: Justicia. Items que miden el grado de insatisfacción con la actuación del
poder judicial y la policía frente a la inseguridad ciudadana (de 0 a 10).
Mun: Municipio. Insatisfacción con la política de seguridad del ayuntamiento
(de 0 a 10).
Por su parte, los factores condicionantes del miedo al delito considerados
en el estudio son:
Sx: Sexo. Hombre o mujer (1 o 2)
Ed: Edad. (Edad cronológica en años cumplidos)
Caf: Capacidades de afrontamiento. Grado en que se siente preparado para
afrontar un delito, (de 1 a 5)
Ct: Capacidad de control. Capacidad para poder gastar en seguridad (de 1 a
5)
Ar: Área de residencia. (05 zonas)
Ab: Apego al barrio y sentido de comunidad (de 1 a 10)
Muestra
La muestra estuvo compuesta por 151 sujetos que residen en la ciudad de
Juliaca, distribuidos en cinco grupos correspondientes a los cinco sectores de la
ciudad. Centro de la ciudad, 42; Salida Puno, 25; Salida Arequipa, 26; salida
Huancané, 29; y salida Cusco, 29 (95% de nivel de confianza, error muestral de
0.079). El género estuvo proporcionado en una relación de 60% mujeres y 40%
hombres, estableciéndose la media de edad en los 35 años. Se trabajo con tres
grupos de edades: 35 jóvenes, 101 adultos y 15 adultos mayores. Se empleó un
diseño de encuesta, siguiendo un procedimiento de sectorización espacial (cinco
sectores de la ciudad). En cada uno de los sectores, la selección de las personas
a entrevistar en su domicilio se realizó siguiendo rutas aleatorias, a partir de
una dirección de partida establecida de antemano, y cumpliendo cuotas de sexo
y edad.
Resultados y discusión
El análisis de los resultados y su discusión en torno a las hipótesis de trabajo, se
organiza en dos secciones, que corresponden a los dos objetivos planteado en la
introducción.
Factores condicionantes de la sensación de inseguridad frente al delito.
Al incio, según el marco teórico planteado, se consideró hipotéticamente seis
posibles variables que condicionan la sensación de inseguridad en espacios
urbanos: el sexo, la edad, la capacidad de afrontamiento, la capacidad control,
el área de residencia y el apego al barrio o sentido de comunidad. Luego del
análisis de correlaciones r-pearson (tabla 01) se determinó que únicamente son
significativas tres variables: Sexo, Capacidad de Afrontamiento y Apego al
barrio o sentido de comunidad.
Tabla 01: Analisis de Correlaciones r-pearson, SID vs Factores
condicionantes
Variables SID
Edad 0,21877
Capacidad de Afrontamiento -0,43063
Capacidad de Control 0,07244
Apego al barrio 0,24989
Ser Mujer 0,56571
Residir en Salida Arequipa -0,13018
Residir en Salida Cusco -0,07959
Residir en Salida Huancane 0,04674
Residir en Salida Puno 0,08272

Cabe mencionar que las variables Sexo y Residencia tuvieron que ser
desdobladas en variables dicotómicas para su tratamiento estadístico. Por lo
tanto, nuestra lectura de los coeficientes nos dice que el sexo guarda relación
directa con el miedo al delito. Las mujeres, en todo caso, son las más propensas
a experimentar un mayor nivel de inseguridad frente al delito. La prueba de
Chi-cuadrado (0.05 de significación), corrobora esta afirmación (Tabla 02).
Tabla 02: Pruebas de Chi Cuadrado, SID vs Factores condicionantes
Chi-cuadrado
Chi-cuadrado
(Valor GDL p-valor alfa
(Valor crítico)
observado)
Sexo 37,81 7,81 3 0,0001 0,05
Edad 50,89 12,59 6 0,0001 0,05
Residencia 8,93 21,03 12 0,7087 0,05
En el caso de la variable Capacidad de Afrontamiento, la relación es
inversa. Mientras mayor se sienta preparado la persona para afrontar un delito
(-0.43), menor será su nivel de miedo al delito. Por otro lado, el coeficiente 0.218,
que corresponde a la variable edad, muestra que no existe relación lineal con la
sensación de inseguridad, pero si existe nivel de asociación significativa. Así se
muestra en la prueba de Chi-cuadrado (0.0001<0.05).
Tabla 03: Frecuencias, SID vs Grupos de edad
Grupo de edad
SID Total
Jóvenes Adultos Adulto mayor
Muy poco miedo 5 12 0 17
Con miedo 13 44 0 57
Mucho miedo 13 44 7 64
Mucho más miedo 4 1 8 13
Total 35 101 15 151
La variable de apego al barrio y el sentido de comunidad, que refleja el
nivel de integración social, tienen una influencia pobre sobre la sensación de
inseguridad frente al delito. Esto nos indicaría que el tejido social en la ciudad
de Juliaca experimenta una crisis de relaciones de convivencia. La ciudad cada
vez más se hace impersonal, de tal modo que, a pesar de los casos donde la
población se organiza frente al delito (linchamientos a delincuentes y formas de
justicia espontánea), el sentimiento de aislamiento e indiferencia es mucho
mayor.
De hecho, la violencia urbana y el sentimiento de inseguridad erosionan
el capital social de la ciudad. Sentir que la gente no es solidaria con uno; o por
el contrario, sentir que uno no puede ser solidario con otros, porque se tiene
suficientes problemas como para pensar en lo que le ocurra a lo demás.
La capacidad de control, cuyo coeficiente próximo a cero, indica que
muchos ciudadanos en la ciudad de Juliaca, a pesar de poder pagar por un
servicio de seguridad privado, no reducen su sentimiento de inseguridad. Esto
indica que el problema de la seguridad atañe a la población en su conjunto, y no
seria valido afirmar que el sentimiento de inseguridad frente al delito este
asociado especialmente con los grupos socioeconómicos más desfavorecidos.
En base a las tres variables seleccionadas se ha procedido a efectuar el
análisis de regresión. El análisis de varianza confirma la validez del modelo,
puesto que al ser la probabilidad asociada a las tres variables menor al nivel de
significación 0.05, el nivel de SID depende significativamente del sexo (mayor si
se es mujer), de la capacidad de afrontamiento (menor si uno se siente seguro
de poder afrontar un caso) y del apego al barrio o sentimiento de comunidad.
La prueba t indica la validez de cada uno de los parámetros del modelo
regresionado (Tabla 04).
Tabla 04: Analisis de regresión de SID
Análisis de la varianza:
Suma de los Media de los
Fuente GDL F Pr>F
cuadrados cuadrados
Modelo 3 4834 1611 30 0,0001
Error 147 7898 54
Total corregido 150 12732
Parámetros del modelo:
Desviación
Fuente Valor t Pr>|t|
típica
Intersección 59,58 3,66 16,27 0,00
Cap. de Afrontamiento -1,70 0,69 -2,48 0,01
Apego al barrio 0,89 0,39 2,31 0,02
Ser mujer 8,70 1,38 6,32 0,00

Ecuación del modelo:


SID = 59,58 -1,70(Afron) + 0,89(Apeg) + 8,7(Ser_Muj)

Un análisis más detallado de SID, nos muestra que éste índice describe
diferentes valores para grupos sociales específicos. Así por ejemplo, los varones
tienen un SID medio (58,3) inferior al de las mujeres (68,9). Por su parte el
grupo del Adulto Mayor (76.3) presenta una media superior a los jóvenes (64,1)
y a los adultos (63,3).
Tabla 05: SID específico por grupos sociales diferenciados
Desviación
Variable Observ. Mínimo Máximo Media
típica
SID General 151 43 98 64,8 9,2
SID Hombres 59 43 76 58,3 7,2
SID Mujeres 92 53 98 68,9 7,9
SID Jovenes 35 43 95 64,1 10,3
SID Adultos 101 43 80 63,3 7,5
SID Adulto Mayor 15 65 98 76,3 9,3

Distribución espacial de la sensación de inseguridad frente al delito.


Se ha dejado el análisis de la variable Residencia para el final, puesto que
constituye parte del segundo objetivo de investigación. La residencia es una
variable cualitativa y por ello se desdoblo en 04 sub variables dicotómicas. La
hipótesis de trabajo nos indicaba que existe una distribución heterogénea del
SID en el espacio urbano de la ciudad. Sin embargo, los resultados de la tabla 01
señalarían lo contrario; los coeficientes de correlación asociados al área de
residencia son muy cercanos a cero. Por su parte, en la tabla 02, se muestra que
la prueba de Chi-cuadrada no es significativa; puesto que el p-valor, 0,7087 es
mayor al nivel de significación 0.05, se puede afirmar que SID y área de
residencia son independientes.
Tabla 06: SID específico por areas de residencia
Desviación
Variable Observ. Mínimo Máximo Media
típica
SID General 151 43 98 64,8 9,2
SID centro 42 50 98 65,8 11,1
SID salida Arequipa 26 43 79 62,2 9,2
SID salida Cusco 29 43 81 63,3 9,1
SID salida Huancané 29 51 79 65,7 7,7
SID salida Puno 25 52 80 66,5 7,0
Estos datos nos indicarían que la sensación de inseguridad frente al
delito no se focaliza en algunas áreas de la ciudad, sino más al contrario, es una
cuestión generalizada en todo el espectro de la ciudad. No hay personas que se
sientan más seguras que otras, por el hecho de vivir en algún sector específico
de la ciudad. Los datos de la tabla 06 corroboran la existencia de una
distribución homogénea de SID, al no haber mayor variación en las medias
alrededor de 64.
Por su parte la tabla 07, presenta el análisis de correlación de la variable
SID con los factores condicionantes, según área de residencia. El propósito de
este análisis es verificar si existe alguna variación respecto al análisis general.
El sexo sigue siendo el factor más importante. La capacidad de afrontamiento y
el apego al barrio describen una gran variación. El centro, salida Cusco y salida
Huancané que tienen las mejores puntuaciones, tendrían un tejido social menos
erosionado. Mientras que Salida Puno y Salida Arequipa evidencian una mayor
tendencia al despego y sentido de abandono. La proliferación de locales ilegales
para el consumo de bebidas alcohólicas alrededor de la ciudad universitaria, y
la nula respuesta del gobierno seria una de la razones para este sentimiento.
Tabla 07: Coeficientes de correlación r-pearson por areas de residencia
SID salida SID salida SID salida SID salida
Variable SID Centro
Arequipa Cusco Huancané Puno
Edad 0,20 0,28 0,41 0,01 0,17
Capacidad de Afrontamiento -0,51 -0,24 -0,49 -0,64 -0,14
Apego al barrio 0,37 0,16 0,35 0,35 -0,12
Ser Mujer 0,56 0,66 0,50 0,63 0,51

Conclusiones
Primero. Contrario a la propuesta de Vozmediano, L. & San Juan, C. (2006)
respecto a los factores que condicionan el sentimiento de inseguridad frente al
delito en las ciudades, los datos empíricos recogidos en la ciudad de Juliaca, se
validan únicamente tres variables condicionantes: el sexo (ser mujer), la
capacidad de afrontamiento (menor confianza para afrontar un situación
delictiva) y el apego al barrio (bajo nivel de integración a la comunidad).
Segundo. Los datos empíricos no corroboran la tesis de la heterogeneidad
espacial de la sensación de inseguridad. El miedo al delito es experimentado
por la población de Juliaca en forma casi homogénea. El hecho de vivir en algún
sector especifico de la ciudad no hace se que uno se sienta más seguro o menos
seguro.
Literatura citada
Carrión, F.
2002 De la violencia urbana a la convivencia ciudadana. En Carrión, F.
(Ed). Seguridad ciudadana, ¿espejismo o realidad? Quito: FLACSO. 13-58.
Echeverri, O.
1994 La violencia: Ubicua, elusiva, prevenible, en: Ciudad y violencias en
América Latina, Quito: PGU.
Fernández Ramírez, B. y Corraliza, J. A.
1996 Aspectos físicos y sociales en los lugares peligrosos. Miedo al delito
en un espacio institucional. Revista de Psicología Social, 11(2): 219234.
Petrella, L. & Vanderschueren, F.
2001 Ciudad y violencia: Seguridad y ciudad. En Balbo, M. y otros
(Comp). Ciudad Inclusiva. Santiago de Chile: CEPAL. 215-236.
Reguillo, R.
2000 La construcción social del miedo. Narrativas y prácticas urbanas. En
Rotker,S. (ed.)Ciudadanías del miedo. Venezuela: Nueva Sociedad.
San Juan, C.
2000 Theories of design and designs of theory in the environmental
interventions. Bulletin of People Environment Studies, 15: 1516.
San Juan, C., Vergara, A. y Germán, I.
2005 Propiedades psicométricas de un cuestionario para la evaluación de
la calidad de vida urbana y el miedo al delito. Revista Española de
Investigación Criminológica, 3: 113.
Vozmediano, L. & San Juan Guillén, C.
2006 Empleo de Sistemas de Información Geográfica en el estudio del
Miedo al Delito. Revista Española de Investigación Criminológica.
Instituto Vasco de Criminología. Artículo 2, Número 4.

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