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Como puedo saber cuando lo que tengo es cosecha o siembra: Si lo que tienes no es
lo que ocupas para suplir tu nesecidad y sientes en tu corazon sembrarlo, entonces
no es cosecha es semilla.
Recuerda "Dios no puede ser burlado, todo lo que el hombre sembrare eso tambien
segara"
Este tema no es muy usual ni muy aceptado sobre todo por aquellos que aun no son
libres para vivir la experiencia del dar y les molesta que se les llame ladrones,
pero si vamos a la Biblia Malaquias es mas drastico obedeciendo a la voz de Dios y
llama al desobediente "malditos sois con maldicion" , eso si que es grave, por que
alguien con esa palabra a cuestas necesita ser libre.
El dar no es una subasta donde alguien se para e impone cargas, no, es solo tu
obediencia a la voz de tu corazon mi hermano Dios te hace un desafio "probadme
ahora en esto" y si Dios lo dice vamos en su nombre a vivir lo mejor que el tiene
para nosotros.
“La tierra a la cual entras para tomarla no es como la tierra de Egipto de donde
habéis salido, donde sembrabas tu semilla, y regabas con tu pie, como huerto de
hortaliza. La tierra a la cual pasáis para tomarla es tierra de montes y de
vegas, que bebe las aguas de la lluvia del cielo; Tierra de la cual Jehová tu
Dios cuida; siempre están sobre ella los ojos de Jehová tu Dios, desde el
principio del año hasta el fin. Si obedecieres cuidadosamente a mis mandamientos
que yo os prescribo hoy, amando a Jehová vuestro Dios, y sirviéndole con todo
vuestro corazón, y con toda vuestra alma, Yo os daré la lluvia de vuestra tierra
a su tiempo, la temprana y la tardía; y recogerás tu grano, tu vino y tu aceite.
Daré también hierba en tu campo para tus ganados; y comerás, y te saciarás”.
“Por tanto, los habitantes de los fines de la tierra temen de tus maravillas. Tú
haces alegrar las salidas de la mañana y de la tarde. Visitas la tierra, y la
riegas; En gran manera la enriqueces; Con el río de Dios, lleno de aguas,
Preparas el grano de ellos, cuando así lo dispones. Haces que se empapen sus
surcos, Haces descender sus canales; La ablandas con lluvias, Bendices sus
renuevos. Tú coronas el año con tus bienes, Y tus nubes destilan grosura.
Destilan sobre los pastizales del desierto, Y los colados se ciñen de alegría.
Se visten de manadas los llanos, Y los valles se cubren de grano; Dan voces de
júbilo, y aun cantan”. Dt. 11:10-15(c/c Sal. 65:8-13).
“Jehová te enviará su bendición sobre tus graneros, y sobre todo aquello en que
pusieres tu mano; y te bendecirá en la tierra que Jehová tu Dios te da”. Dt.
28:8.
“El pequeño vendrá a ser mil, el menor, un pueblo fuerte. Yo Jehová, a su tiempo
haré que esto sea cumplido pronto”.Is. 60:22.
Uno de los temas más incomprendidos y mas exasperación entre la iglesia evangélica
es lo tocante a lo económico, antaño se pensaba que el tema menos entendido era el
tocante al ministerio profético, pero el tema sobre el cual hay más ignorancia e
incomprensión, en gran parte porque el diablo se ha encargado de designar
fortalezas que generan argumentos para que así suceda, es lo tocante a la vida
económica, tanto individual como de la iglesia.
Muchos creen que para agradar a Dios hay que ser pobre y estar en la miseria,
porque creen, influidos por los argumentos del diablo, que pobreza y escasez es
sinónimo de humildad, cuando es todo lo contrario, ya que se puede ser pobre y
orgulloso.
Hoy en día muchos cristianos proclaman victoria en todas las áreas y se jactan de
tener grandes ministerio de liberación, sanidad interior y de guerra espiritual,
pero dejan a un lado el tema de su vida económica, olvidando que Dios se interesa
también en esta área, ya que Él es un Dios completo y cuando nos redime, redime
todas las áreas de nuestra vida, inclusive nuestra economía.
Iglesia se sana en tu economía, para darle a Dios y bendecir su obra.
El libro de Deuteronomio se explaya extensamente en todas las bendiciones que
vendrían sobre el pueblo al cumplir la ley de Dios. La mayoría de estas
bendiciones está referidas a los económico.
Detalla cómo era la tierra y sus riquezas y recursos.
Dios te da una buena tierra(Dt. 8:7-10, 11:8-32, clave 9:7, 11:11-14).
Dios te da una tierra productiva, prospera(Ex. 3:8, Nm. 13:27, Dt. 8:8, 11:9, Jer.
2:7).
Dios levantó al profeta Hageo para que inste al pueblo a ocuparse de la Casa de
Dios, para que diera y la reedificará.
Cuando Jesús andaba en al tierra y sanaba a los enfermos, les devolvía, además, su
productividad dándole la oportunidad para que puedan insertarse en la sociedad
nuevamente. Productividad(Gn. 26:12, 41:47-48, Lv. 26:4, Dt. 14:22, 16:15, Sal.
67:6, 104:14-16, Ez. 36:30). Egipto produjo en abundancia para sustentar al pueblo
de Dios; en lo mejor, en la tierra de Gosén.
Él no es deudor de nadie, todo lo que sembramos e invertimos en su obra nos vuelve
multiplicado al ciento por uno.
El interés de Dios en nuestra economía.
Muchos creen que Dios no está interesado en su economía y se ocupa de batallar por
ella, esto es un argumento generado por el diablo que está interesado en que no
prosperemos para que no invirtamos en la obra de Dios.
Muchos que hablan de guerra espiritual y sanidad interior tienen puertas abiertas
en lo económico y están siendo destruidos en esta área.
Muchos viven llevando sobre maldiciones generacionales en lo económico; nunca
pueden avanzar, siempre que tratar de emprender algo sus planes se truncan y no
pueden desarrolarse nada, es hora de poner un freno a esto, de ponerle un alto,
Dios quiere que nos revelemos contra esta situación y batallemos en el nombre de
Jesús que detectemos las fortalezas y las derribemos utilizando las armas que Él
no da y a puesto en nuestra manos.
Tenemos que sacar la mentalidad de esclavo de lo económico; de aquel que se
conforma, que se resigna, que no se proyecta, que no sueña, que vive dependiendo
de lo que los otros le puedan dar.
Muchos cristianos se niegan a salir de la pobreza, porque tienen la mentalidad del
esclavo, de aquel que espera ser mantenido, y que cree que los demás tienen la
obligación de ayudarlos y suplirles sus necesidades. Si bien es cierto Dios no
manda a tener en cuenta a los pobres y ayudarlos, también lo es que en su Palabra
nos promete que nada nos faltará(Sal. 23:1).
Estas personas demuestran falta de madurez y crecimiento espiritual y son carnales
en todo el sentido de la palabra. Están siempre esperando que otro haga por ellos,
que otro les de; y no esperan en Dios sino en los hombres.
Están en la comodidad de quedarse en su situación, y transformarse en mantenidos
de los demás, zánganos espirituales de la iglesia. Y cuando alguien quiere
ministrarlos para que salgan de su situación, se enojan o reaccionan escondiéndose
bajo un falso manto de espiritualidad y humildad, o esgrimen argumentos tales como
“esta es mi cruz”, “es la prueba del Señor”, “el reino de los cielos es de los
humildes o pobres”.
Pasa esto porque les gusta que los demás los mantengan, disfrutan de ser los
pobrecitos, las víctimas, pero Dios no quiere eso, quiere que salgan de esa
actitud que tiene su origen en argumentos generados por fortalezas demoniacas.
Esto pasa porque tienen la mente henchida –o llena, que es lo mismo- de
argumentos, es lo que pasa cuando una puerta de madera se satura de humedad; se
“hincha” y no se puede cerrar; o se pudre, lo mismo pasa con nosotros cuando somos
llenos de estos argumentos, nuestra mente carnal se “hincha de ellos” y se empieza
a contaminar, intoxicar y podrir, tergiversando los principios santos de Dios.
(Col. 2:18).
Otros en cambio(también bajo la influencia de la misma mente esclava, atrofiada y
henchida, cuando se lanzan los proyecto económicos de la iglesia, exclaman: “hay
que orar para que el Señor provea, vamos a esperar que se convierta algún
empresario o negociante importante de la zona para que pueda ayudar, vamos a pedir
colaboración a los empresarios, etc., etc., etc.,”; si bien es cierto que Dios
levantó reyes gentiles para bendecir la obra de Dios (ejemplo de esto es Ciro, el
persa), lo es también que Dios quiere que nosotros seamos quienes generemos los
recursos para sostener su obra, el quiere prosperarnos no para que nos
enriquezcamos y llevemos una vida de lujos y opulencias, sino para que nuestras
manos se abran con liberalidad para sostener la obra de Dios; respaldando los
proyectos, ofrendando, diezmando, dando nuestras primicias y compromisos de fe.
Dios quiere darnos una mentalidad real, que se proyecta, que avanza, que sueña,
que administra lo que Dios pone en sus manos y lo hace producir, que da frutos en
cada área de su vida.
La necesidad de salvación afecta todas las demás, el dar afecta las necesidades
fisiológicas, de protección y seguridad. La salvación afecta el área económica de
nuestra vida. Él vino a darnos una vida de prosperidad y abundancia. Si el
diablo es el ladrón Jesús es el que vino a deshacer las obras del diablo, todo lo
que nos fue robado se nos ha de reintegrar.
Dar en situaciones extremas (1ª Re. 17:8-16). Muchos creen que las situaciones
difíciles o de crisis son impedimento para darle a Dios, esto no es así, la viuda
y su hijo estaban en el peor momento, una tierra asolada por el hambre, una gran
sequía, sin cultivos, con escasez de agua y alimentos, los animales morían en el
campo por falta de agua; y ella sólo tenía para un bocado, y aparece Elías y le
pide todo lo que tenía, ¿Es que acaso no tenía misericordia? No, es que tenía la
solución. Pero la decisión de obedecer estaba en la mujer, ella podía elegir entre
hacer para ella y su hijo, y luego morir de hambre (Dios no la iba a juzgar por
ello, estaba en todo su derecho), o se disponía a obedecer la palabra de Dios e ir
en el sentido de esa palabra, y ella así lo hizo; y fue bendecida.
Es de destacar que Elías en ningún momento niega lo que la mujer le dice, es más
sabía que era así, pero ante esa realidad le dice: “NO TENGAS TEMOR, PORQUE ASI
DICE JEHOVÁ, EL ACEITE EN LA VASIJA NO MENGUARÁ NI LA HARINA DE LA TINAJA
ESCASEARÁ HASTA EL DÍA EN QUE HAGA LLOVER SOBRE LA TIERRA”. Lo que Elías hace es
soltar una palabra de fe y de esperanza, y le dice que no tema, que saque el temor
del corazón; nosotros también tenemos que sacar el temor a la hora del dar.
La fe es una semilla.
Ariel Muzzopapa, anciano de jóvenes del centro Cristiano Nueva Vida.
Hay dos conceptos que debemos tener en cuenta, provisión y prosperidad. El primero
se da cuando Dios suple nuestras urgencias, pero el segundo es aquel cuando se
sale de la necesidad, es ya comer del fruto de la tierra prometida, dejando atrás
el maná, cuando dejo atrás las urgencias económicas.
Hay más de 3000 promesas en la Biblia y la mitad hablan de lo económico.
Este es un tema espiritual para quienes tienen una identidad nueve, una mente
renovada y madurez espiritual, es para espirituales no para carnales. Sólo aquel
que es espiritual puede comprender lo importante del dar.
Dios quiere prosperarnos (3ªJn. 2). En todos los aspectos, hoy en día muchos se
encuentran con un desbarajuste en su ser, con un desequilibrio, ya que por un lado
se ven bien, pero su vida económica esta estática, llegaron a cierto nivel y no
pueden avanzar o salir de él (ya sea por conformismo o porque no pueden); o porque
esta totalmente destruida y tomada por el enemigo, ya sea porque arrastran una
maldición, o por tener alguna puerta abierta.
Dios es el Dios de la abundancia, por eso el nos da:
* Provisiones abundantes (Fil. 4:19).
* Promesas de abundancia (Lv. 26:5, Dt. 30:9, Sal. 132:15, Is. 30:23, Am. 9:13).
* Bendición abundante (Gn. 1:29, 24:35, Lv. 26:4, Dt. 8:18, 11:14, 28:2, 2ªSa.
6:11, 1ªRe. 3:13, Sal. 65:9, 68:19, 81:16, 127: 2, 136:25, Mal. 3:10).
* Prosperidad en abundancia (Gn. 39:3, Dt. 29:9, 1ªCro. 22:13, 2ªCro. 26:5, 31:21,
Neh. 2:20, Sal. 1:3).
* Providencia proveedora y sustentadora en abundancia (Job. 38:41, Sal. 121:3, Mt.
5:45, 6:26, 10:29). Tenemos ejemplo de la providencia de Dios:
A Israel en el desierto(Dt. 2:7).
A Elías en tiempo de hambre (1ªRe. 17:6, 16).
A Elías en el desierto (1ªRe. 19:6).
Al ejercito de los tres reyes en el desierto (2ªRe. 3:20).
A la viuda del profeta (2ªRe. 4:6).
A Samaria en tiempo de hambre (2ªRe. 7:8).
A la multitud que seguía a Cristo (Mt. 14:20).
A los santos (Fil. 4:19).
Es destacable observar que cada uno de estos ejemplos nos hablan de una situación
limite, o de una gran crisis, que requerían una respuesta inmediata para
satisfacer una urgencia, ya que en eso consiste la provisión divina.
* El prepara para nosotros:
Una mesa abundante (Sal. 23:5).
Una fiesta de abundancia(Mt. 22:4). Respondamos a su invitación.
* En sobreabundancia (Jl. 2:24, Mal. 3:10, Mt. 14:20, Lc. 6:38).
Perseverancia y valor.
Tadeo Kopistinski, Copastor de varones y finanzas del Centro Cristiano Nueva Vida.
Israel era una nación que en gran parte dependía del cultivo de la tierra, como
tal sabía la importancia de las lluvias; los israelitas conocían dos períodos de
lluvia, la temprana y la tardía(Dt. 11:14, Jl. 2:22-27, Os. 6:3). La lluvia
temprana era la que le daba la fuerza a la semilla para que germinará y creciera,
la tardía, que se daba antes de la cosecha, era la que permitía completar el
proceso de crecimiento.
Si alguna de éstas faltaba, o se retrasaba la cosecha de ese año corría peligro de
perderse o retrasarse, trayendo esto hambre, pobreza, miseria, escasez y muerte.
Cada diezmo y cada ofrenda del pueblo de Dios sanará la tierra y bendecirá la
nación, y esto no es una utopía, es realidad; es verdad.
La semilla.
Tadeo Kopistinski, Copastor de varones y finanzas del Centro Cristiano Nueva Vida.
El da pan al que come y semilla al que siembra(Is. 55:10, 2ªCo. 9:10). Éste último
es mayor que el primero; ya que una vez que se consume el pan se acabo, pero el
que tiene semilla tiene para sembrar y producir y generar recursos, y Dios quiere
que nosotros tengamos semilla para sembrar y producir y generar recursos.
Tomar la piedra y derribar la pobreza, avaricia y la miseria, sacar el yo no puedo
y el no tengo.
No conformarse a la situación.
Iglesia tienes que ser sana en tu economía. Una iglesia prospera es aquella que
bendice a sus miembros y tiene para dar y repartir. De echo el pasaje de la mujer
virtuosa es tipo de la iglesia trabajadora, prospera y bendecida (Pr. 31:10-25).
No se puede ministrar sanidad interior, que no actúa en el espíritu sino en el
alma; si la fortaleza de la avaricia, de la miseria, el consumismo, la pobreza y
la escasez te está enfermando el alma, es como querer curar una gripe, cuando hay
un cáncer que esta creciendo por metástasis dentro del cuerpo; ¿Qué estamos
ministrando? ¿Qué clase de “sanidad interior” estamos ministrando? Ministremos
sanidad en todas las áreas.
Dios le pidió a Abraham que le diera su hijo Isaac en sacrificio(Gn. 22:1-19), ese
hijo que era todo lo que tenía; y que representaba para él su futuro, su
esperanza, su porvenir. Dios hizo esto para que Abraham no dependiera solamente de
la bendición, sino de la promesa, palabra de Dios sobre su vida, que había traído
y desencadenado la misma.
Es interesante observar que cuando Isaac fue ofrecido tenía cerca de 16 años, esto
quiere decir que él mismo acepto el pedido de Dios y que se subió sólo al altar
para ser sacrificado, no hubo lucha ni resistencia de parte de él a lo que Dios
quería, así debemos ser nosotros en cada área, y también en la economía, no
debemos resistirnos a los que él nos dice y pide.
Al final podemos ver como Dios interviene proveyendo un sustituto, pero a pesar de
que a nuestros ojos, Isaac no fue sacrificado, para Dios si lo fue, pues desde el
momento en que Abraham acepto hacer lo que Dios le había pedido, y cuando Isaac se
subió al altar, el sacrificio fue efectuado, porque hubo una actitud basada en la
fe, su fe fue seguida de la obra de fe.
En esta historia se nos revela uno de los nombre de Dios, aquel que lo llama
“Jehová-jireh” que quiere decir “Jehová provee”(Gn. 22:14).
Dios de mi sustento.
El Dios que provee para las necesidades de su pueblo es él que está con nosotros,
tal como lo estuvo y como estará.
Pero hay otro nombre cuyo significado es mayor y mucho más amplio, el que en
nuestra versión de la Biblia se traduce como “Todopoderoso” u “Omnipotente”(Gn.
17:1, Sal. 91:1), pero que en hebreo es el “Shadday”; y que viene del vocablo que
da la idea de la madre que amamanta a su hijo. Esta es una imagen muy adecuada,
pues para el bebe no hay mejor cosa que ser amamantado por su madre, ya que recibe
el cariño, el amor, el cuidado, el calor, la protección y todos los nutrientes, y
anticuerpos que necesita para crecer y desarrollarse sanamente; pues la leche
materna contiene todo lo que él necesita. Esto quiere decir que Él es el Dios
capaz de Ser y Hacer TODO lo que su pueblo necesita, Él es nuestro Sustento, el
sustentador.
Esto es muy bello, y es para cada área de nuestra vida, incluyendo nuestra
economía, el quiere sustentarnos en lo económico.
¿Qué damos?
Guillermo H. Prein, Pastor del Centro Cristiano Nueva Vida.
a. Diezmos.
El 10% de nuestras entradas o ganancias. Su propósito: poner a Dios primero en
nuestras vidas(Dt. 14:22-23).
El diezmo es de Dios (Lv. 27:30, 32).
Diezmo = obediencia. Es una forma de santificar nuestros bienes(también con las
ofrendas y promesas). Hay quienes dicen: “Yo no doy el diezmo porque eso es parte
de la Ley, y yo vivo en la Gracia”. Sin embargo, el diezmo es anterior a la Ley.
Abraham dio sus diezmos (G, 14:18-20); Jacob también lo hizo(Gn. 28:22). Aún Jesús
habló del diezmo en la gracia(Mt. 23:23). La verdad es que no dar el diezmo es una
“desgracia”. Nueve décimos con la bendición de Dios rinden más que diez sin ella
(Mal. 3:8-12).
b. Ofrendas.
Las ofrendas también son de Dios (Mal. 3:8), pero están por encima del diezmo. El
diezmo es una ordenanza –“se paga”-; la ofrenda es voluntaria –“se da”- (Ex.
25:2). Ofrenda = fidelidad. Es agradecimiento puro hacia Dios (Ex. 35:22, 1ªCro.
29:3, 9).
Cuando aumenta ésta, aumenta la bendición, pues Dios da también más allá de las
bendiciones del diezmo.
c. Promesas de fe.
Las promesas de fe van más allá de nuestras posibilidades (2ªCo. 8:3). Es
proponerse a dar algo y esperar que Dios nos lo provea para poder darlo. Promesa =
fe. Si has prometido algo al Señor; cuando lo recibas, dáselo. Serás usado por
Dios como un canal de provisión sobrenatural para su obra.
d. Primicias.
En el Antiguo Testamento los israelitas consagraban a Dios los primeros frutos de
la cosecha o las primeras crías de ganado(Dt. 26:1-15). Una de las fiestas
anuales celebradas por los israelitas era la Fiesta de Pentecostés. En ella se
consagraban a Dios las primicias de la cosecha de trigo(sustento de pueblo). Por
un lado se expresaba gratitud, ya que la cosecha recordaba el cumplimiento de las
promesas de Dios de darle una tierra a su pueblo, pero también era el reconocer
que su sustento venía de Jehová. Primicia = Consagración. Hoy, nuestras primicias
son los primeros frutos de nuestro trabajo(primer sueldo), negocio, o algún nuevo
emprendimiento económico. Es consagrar a Dios el instrumento que Él usará para
proveernos. Cuando lo hacemos, Dios nos bendice con abundancia (Pr. 3:9).
Muchos argumentan que el tema del dar es del “antiguo pacto”, que es vivir en “la
ley”, que como estamos en la gracia eso ya fue y no tiene validez, ignorando, en
forma involuntaria, o no; ya sea por no leer la Biblia, o porque nadie les
ministró, o porque ellos han decidido hacer oídos sordos, que el apóstol Pablo se
explayó en lo tocante de darle a Dios en forma extensa(1ª Co. 16:1-4, 2ª Co. 8,
9:1-15, Fil, 4:10-29).
Otros sostienen, argumentados por fortalezas que el diablo les ha puesto, que no
pueden darle a Dios porque no tienen, o porque no les alcanza, y que si le dan a
Dios no van a poder cubrir sus necesidades, ya que Dios es bueno los va a
comprender, etc., etc., etc., excusas, excusas y más excusas. Pero para ellos y
para nosotros sigue activo y vigente el mensaje de Hageo(1:1-15). Dos estrategias
que el diablo utiliza: avaricia y consumismo. Con lo primero la persona cierra su
mano para darle a Dios, y por medio de la segunda gasta más de lo que debiera en
cosas que no sirve(Is. 55:2).
No es que Dios sea malo, ni que nos maldiga, somos nosotros mismos los que abrimos
la puerta a la maldición o a la bendición(Mal. 3:6-10).
Pero si obedecemos lo que el dice, nos bendecirá(Hag. 2:15-19), y Él mismo
reprenderá al devorador(Mal. 3:11).
Si honramos a Dios con nuestros bienes, Él nos honrará a nosotros(Pr. 3:9-10),.
Promesas de abundancia(Dt. 7:21, Sal. 132:15, Is. 30:23, Ez. 36:30, Am. 9:13, Zac.
9:13).
Consagrar nuestros bienes al Señor(Mi. 4:13).
La prosperidad es producto de obedecer su palabra, e ir en el sentido de su
palabra(Lv. 26:3-6, 30:9, Dt. 28:1-6, 8, 11-12).
Un mensaje de atención importante(Dt. 8).
Dios te da el poder para hacer las riquezas(8:18).
Dios nos ha puesto en una tierra bendecida, en cuyo lugar nuestra siembra dará
fruto, porque el cielo esta abierto sobre ella, y Dios cuida de ella siempre(Dt.
11:8-15).
Dios pide el diezmo, ese 10% traerá bendición al 90% restante(Dt. 14:22-29, 26:1-
19).
Dios le da recursos a su pueblo, aunque para eso tenga que despojar al impío, sus
riquezas se pasan a las manos del pueblo de Dios para utilizarlas para bendecir y
sostener la obra de Dios(Gn. 15:14, Ex. 3:21-22, 11:2, 12:35-36, Pr. 13:22, Ecl.
2:26, 5:19, Is. 45:14, 60:5-7, 10).
Nuestro trabajo dará fruto(Is. 65:21-23).
Dios tiene promesas para los que dan generosamente:
* Llenura(Pr. 3:9-10).
* Prosperidad(Pr. 11:25, 22:9, 28:27, Ecl. 11:1).
* Medida buena(Lc. 6:38, 14:14).
* Dios ama al dado alegre(2ª Co. 9:7).
* Dios es el que sana la tierra(2ª Cro. 7:13-14).
Dios quiere que mi vaso rebose más allá y que no sólo tenga para mi, o para suplir
mis necesidades, sino para bendecir a otros, y para bendecir y sostener su obra,
él es la fuente que nos sacia, y en la cual todos lo que anheles y deseas está, y
aún hay más, pues el quiere que nos extendamos hacia lo porvenir que es mayor. Él
prepará para nosotros bendiciones rebosantes y abundantes (Sal. 23:5).
Mentiras y verdades.
Tadeo Kopistinski, Copastor de varones y finanzas del Centro Cristiano Nueva Vida.
Una de las mentiras clásicas de satanás es la siguiente: “Dios destinó a unos para
ser ricos y a otros para ser pobres, y nada de lo que hagas podrá cambiar tu
situación”. Hay otro dicho que expresa: “Unos nacen con estrella y otros nacen
estrellados”. Sin importar cuán popular sea el proverbio, es falso. Tener esa
actitud es admitir a los astrólogos y a los que escriben horóscopo. Ellos dicen
que los planetas controlan tu vida. Que el momento y el lugar donde naciste
determinan tu destino. Dios repudia"