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Para la discusión del tema de la necesidad del sostenimiento y

promoción de la enseñanza universitaria especializada en artes

El tratamiento del tema de la necesidad social de la enseñanza artística ha crecido en nuestras


casas de estudio junto con la expansión del reconocimiento local e internacional de la
universalidad de su vigencia. Queremos contribuir con estas breves proposiciones a la
consideración de las vías y modos de la concreción de su reconocimiento entre nosotros.

1. Sobre el tema en general

Los espacios de formación superior destinados a la enseñanza artística son instituciones


para la docencia, la investigación y la transferencia de conocimientos y destrezas en distintos
campos disciplinarios; en esto, pueden ser instituciones universitarias como las otras. Pero
tienen una particularidad, la de su circunscripción de objeto: en ellas se investiga y se realizan
actividades de extensión y transferencia en el campo del arte. En sus distintos espacios de
trabajo se abarca, en cada caso y para cada campo de enseñanza, investigación o transferencia,
tanto la dimensión teórica como la formativa para la producción, sea en relación con la obra de
arte en el sentido establecido en el pasado de las Academias o con la dimensión artística del
conjunto de los géneros, incluidos los mediáticos, en esta contemporaneidad. Así ocurre en
todos sus espacios de producción y transmisión.
Se formulan a continuación algunas breves observaciones sobre la necesidad social de
esta actividad, que no sólo aporta a la formación de artistas, docentes e investigadores, sino
también a las posibilidades de inclusión social de todos los que reciben de ellos formación e
información, en todos los niveles de la enseñanza y en todos los segmentos sociales.

2. Sobre la necesidad social del acceso al conocimiento y la práctica artística.

El acceso al conocimiento de las formas y sentidos del arte y, en general, de la


experiencia estética, es parte de la dotación de saberes necesaria -en todo emplazamiento social-
para participar de cualquier área o nivel de los intercambios culturales. En todo emplazamiento
social se aspira a la participación en experiencias inscriptas en una memoria de lo sentido o
buscado como formal y conceptualmente propio en términos de una pertenencia cultural o
histórica, y se aspira también, y esto es igualmente importante, a la transmisión de esa
experiencia a los otros del grupo o del espacio de desempeño compartido.
Las diferencias en ese acceso no sólo afectan la posibilidad de producir objetos
artísticos; también generan efectos de exclusión, expulsión e injusticia social, al cruzarse,
inevitablemente, con valoraciones y modalidades de época que se expresan en todos los niveles
de la comunicación y en todos los segmentos y regiones de la cultura. Estos efectos de
marginación se suman al empobrecimiento de la relación con distintas áreas de conocimiento
que es generada por la falta de contacto con sus instancias de procesamiento y reformulación en
el trabajo artístico, en sus distintos géneros y soportes mediáticos, incluidos aquellos que por su
carácter masivo no suelen considerarse entre los relacionados con el mundo del arte.

3) Sobre el carácter insoslayable, también en este campo, del aporte del Estado a la
enseñanza y la investigación

El desarrollo de las posibilidades individuales y grupales de inclusión, individuación,


expresión, intercambio y producción en el campo de la experiencia estética no puede quedar
librado a las posibilidades brindadas -o negadas- por la inclusión familiar y social, por las
mismas razones generales por las que la educación común debe proveer posibilidades de acceso
a los demás campos del intercambio cultural. Y a esas razones generales se agregan otras
específicas:
• la necesidad del acceso a instancias múltiples y permanentes de información e
intercambio para el mantenimiento de la posibilidad de buscar, experimentar y expresar
la dimensión estética de la vida social, presente en todos los segmentos sociales y todos
los niveles de acceso a la cultura;
• el carácter inevitablemente complejo, así como dependiente de una permanente
actualización, del aprendizaje necesario para la construcción individual de la posibilidad
de acceso a esas instancias, en todas las áreas y niveles de inclusión;
• la condición obligadamente mixta: familiar y microgrupal por un lado, institucional y
externa por otro, de la información y el entrenamiento para el acceso a las posibilidades
de la experiencia estética y el manejo de fuentes de información sobre ella.

En términos generales, puede decirse que el crecimiento del acceso general a la


elección y la práctica estética depende, en primer lugar, de su inclusión entre los objetivos
de una política de difusión, docencia, investigación y extensión que posibilite la visualización y
complementación, en cada espacio social, del currículum oculto (ese decurso formativo
determinado por las acciones u omisiones no planificadas de las instituciones y sus actores y
por el azar de los emplazamientos sociales) sobre el que debe actuarse para enriquecer y
democratizar la transmisión de saberes sobre el arte. En el IUNA se intenta actualmente
acrecentar los saberes sobre esas diferencias de origen que actúan sobre los alumnos
condicionando esa transmisión, a través de investigaciones e intercambios de datos referidos a
todos los espacios de la institución y con la puesta en funcionamiento de organismos de
discusión igualmente abarcativos, en los que estos problemas han pasado a tratarse de manera
transversal y conjunta.

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