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Zsadist

Esperé a Zsadist en el vestíbulo. Pronto conoceréis los detalles del lugar así
que por ahora me los reservo, pero alcanza con decir, que hay bastante que
apreciar. A los pocos minutos llegaron, Butch y V del Pit, emergiendo de la
puerta oculta que está debajo de las escaleras. Hablamos un momento y luego
se dirigieron hacia la sala de billar. Mientras escucho el sonido de las bolas de
billar estrellándose una contra otra, consulto el reloj. Z se está retrasando.
Unos veinte minutos. De alguna forma esto no me sorprende. Y tampoco me
sorprendería que cancelara todo el asunto.
Mientras pienso en él, me imagino su rostro y la cicatriz que lo cruza. Veo sus
satinados ojos completamente negros. Su cabello rapado contra el cráneo. Sus
pezones perforados. Los tatuajes en forma de fajas oscuras alrededor de la
garganta y las muñecas representativos del esclavo de sangre… Casi puedo
sentir la ira y la amenaza erótica que emana de él… Dios, es como si hubiera
conocido el infierno en la tierra y llevara el mismo infierno con él.
Y, sabéis, debo confesarlo. De toda la Hermandad, él es al que amé en primer
lugar y sigue siendo al que más amo. Para mi, él es sencillamente… el
indicado.
Zsadist: No te des la vuelta.
Doy un salto y luego me congelo. Su voz suena justo detrás mío, en mi oído
izquierdo. Inmediatamente, siento un frío estremecimiento en la espalda, como
si estuviera parada en frente de una nevera con la puerta abierta. Es su cuerpo,
cercano al mío. Y aunque lo amo, repentinamente me siento agradecida de
saber que Butch y V están en la otra habitación.
Z: No me gusta esta mierda de las entrevistas.
JR: Vale. Está… bien.
Z: Y me cabrea que pienses que necesitas una escolta armada para hablar
conmigo.
JR: Butch y V solo están…
Z: No te molestes. Están aquí para hacerte sentir a salvo. (hace una pausa)
Tienes cinco minutos para hacerme las preguntas. Así que hazlo rápido.
JR: Ah… ¿Qué piensas de la ascensión de Wrath? (me imagino que este es un
tema lo suficientemente seguro. Y es la primera cosa que cruza mi mente)
Z: Ya era hora de que levantara el culo.
JR: ¿Piensas que será un buen Rey?
Z: Sip. El lo hace todo bien.
JR: ¿Y Beth, como Reina? ¿Te molesta que sea medio humana?
Z: Es la hija de Darius. Solamente por eso debería ser Reina.
JR: ¿Lo sentiste … cuando Darius murió?
Z: Fue asesinado. Diciéndolo de esa forma, lo haces sonar como si hubiera
muerto por causas naturales.
JR: ¿Y te entristeciste?
Z: Siguiente pregunta.
JR: Ah… (esto no va bien) ¿Qué piensas acerca de que la Hermandad viva
aquí toda junta?
Z: No me preocupa donde duermo.
JR: ¿Tienes algún problema con que Tohr se haga cargo?
Z: Sabes que no. Escribiste cual fue mi respuesta en el libro de Wrath.
JR: Correcto. Si. (En ese momento mi mente se queda completamente en

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blanco. Sus respuestas se están volviendo cada vez más bruscas. Puedo sentir
que quiere terminar la entrevista… como desde hace dos minutos) ¿Hay algo
que quieras decir?
El silencio es tan profundo y se extiende por tanto tiempo, que supongo que se
ha ido. Comienzo a girar para mirar por sobre mi hombro.
Z: Te dije que no te volvieras.
JR: Lo siento.
Z: ¿Has hablado con Phury?
JR: Ah, no. Todavía no.
Z: Entonces la única cosa que tengo que decirte es esto. Cuando hables con mi
mellizo, trátalo con respeto. El es… un buen macho que está viviendo una vida
dura. Por culpa mía. (hace una pausa) Y no necesitabas la protección. Nunca
te lastimaría. Hasta luego.
Esta vez, cuando finalmente me vuelvo, se ha ido. Y me doy cuenta que me
siento decepcionada de no haber podido mirarlo. No es feo. Al menos no para
mi.

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