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Organismos Extremófilos:
FUNDAMENTACIÓN:
Hace unos 50 años, los científicos pensaban que la Vida, por definición, sólo podía
existir en un número muy limitado de ambientes. Sin embargo, se a ido encontrado
Vida en prácticamente todos los rincones que se han explorado y así, los científicos
han reconocido que lugares que se habían asumido como estériles, están llenos de
vida. Actualmente sabemos que todos los ambientes considerados "inhabitables" por
el hombre son colonizados por determinados organismos que son perfectamente
capaces de adaptarse a esos nichos ecológicos (escasez de agua, altas temperaturas,
frío, etc). Estos organismos son los denominados “Extremófilos”.
Es bastante frecuente que estos organismos vivan en biotopos que combinan dos o
más factores extremos, por ejemplo temperatura alta y condiciones ácidas, o baja
temperatura y alta presión. Y, no de forma casual, como veremos más adelante, la
mayoría de estos organismos extremófilos son microorganismos (fundamentalmente
procariotas, pero también algunos eucariotas).
CLASIFICACIÓN
Temperatura
A medida que la temperatura ambiente aumenta, la velocidad a que se desarrollan las
reacciones enzimáticas aumenta de forma proporcional, lo que implica un desarrollo
más rápido del organismo. Esto sucede hasta llegar a una temperatura máxima, por
encima de la cual ciertos componentes de la célula comienzan a degradarse de forma
irreversible (desnaturalización de proteínas y ácidos nucleicos, colapso de la
membrana citoplasmática, etc), el crecimiento cesa y sobreviene la muerte celular.
Entre estos dos extremos nos encontramos con una temperatura óptima que es
aquella en la que, para cada microorganismo, las reacciones enzimáticas tienen lugar
a la mayor velocidad posible y el crecimiento celular tiene lugar de la forma más
rápida. En este punto, si el resto de las condiciones ambientales son las adecuadas, se
encuentra el punto ideal de desarrollo del organismo
Los océanos, que ocupan gran cantidad de la superficie terrestre, mantienen una
temperatura media de 5ºC, y en sus profundidades se han medido temperaturas
constantes de 1º-3ºC. Las grandes extensiones polares permanecen congeladas de
forma prácticamente continua. En estos ambientes "extremadamente" fríos se pueden
encontrar organismos en casi cualquier lugar en el que haya agua líquida. Existen
también zonas de climas continentales que, aunque en verano marquen temperaturas
de 40ºC, pueden llegar en invierno a -20ºC. Dada su alta variabilidad, estos
ambientes son menos adecuados para los organismos psicrófilos que las zonas
polares o las profundidades del océano.
Aunque hay zonas en la naturaleza en las que se puede alcanzar fácilmente estas
altas temperaturas (suelos con alta exposición al sol, pilas de abono, etc), las
temperaturas extremas suelen estar asociadas a fenómenos volcánicos. No es difícil
que un arroyo caliente llegue a 90ºC, una fumarola volcánica a 200ºC o una fumarola
hidrotermal del fondo del océano a 300ºC.
Los investigadores encontraron, para su asombro, que incluso los manantiales más
calientes mantenían vida. A finales de los 1960 identificaron el primer extremófilo
capaz de crecimiento a temperaturas mayor que 70ºC. era una bacteria, Thermus
aquaticus, que haría posible después el uso extendido de una tecnología
revolucionaria (polymerase chain reaction = PCR). Aproximadamente en esa
misma época, el equipo encontró los primeros hipertermófilos en un arroyo
sumamente caliente y ácido. Este organismo, el archaea Sulfolobus acidocaldarius,
crece prolíficamente a temperaturas tan altas como 85ºC.
Brock defendió tras sus estudios que las bacterias pueden funcionar a temperaturas
más altas que los eucariotas y predijo que probablemente se encontrarían
microorganismos dondequiera que existiese el agua líquida. Otros trabajos, incluidas
las investigaciones que desde finales de los 1970 ha realizado los científicos en
manantiales más calientes y en los ambientes alrededor de las aberturas
hidrotérmicas del fondo del mar, han prestado fuerte apoyo a estas ideas. Las
aberturas hidrotérmicas, a veces llamadas fumadores, son esencialmente chimeneas
rocosas submarinas naturales a través de las que hace erupción el hirviente fluido
rico en mineral tan caliente como 350ºC.
Organismos extremófilos: el pH
Como punto de partida hay que recordar que, independientemente del valor de pH
del entorno en que viva un organismo (pH extracelular), el pH del interior de las
células (pH intracelular) ha de estar siempre cerca de la neutralidad para que no se
produzca la destrucción de macromoléculas lábiles (sólo en el caso de algunos
organismos que viven en ambientes de pH extremo se dan variaciones de 1-1.5
unidades sobre el pH neutro en su pH intracelular).
De forma muy similar a lo que ya vimos en el caso de la temperatura, cada
organismo tiene un rango muy definido de pH en el que puede desarrollarse (pH
óptimo); en la gran mayoría de los casos este pH está cercano a 6. Pocas especies
pueden vivir alejadas de ese valor y muy pocas pueden hacerlo en pH inferiores a 2 ó
superiores a 10.
Los Acidófilos deben mantener un DpH muy grande a través de la membrana celular,
dado que el pH interior es aproximadamente 6.5 y el pH externo óptimo está sobre
pH 2. La entrada de K+ a costa de ATP (K+ ATPase) se usa probablemente para
mantener invertido el potencial químico.
En líneas generales, los hongos toleran mucho mejor que las bacterias los pH ácidos.
Muchos tienen su punto óptimo en pH 5 pero, sin embargo, muy pocos crecen a pH
Hay también algunas bacterias y Archaeas acidófilas e incluso las hay acidófilas
obligadas, incapaces de desarrollarse a pH neutro. De estas últimas tenemos
ejemplos como algunas bacterias del género Thiobacillus o Archaeas del género
Sulfolobus o Thermoplasma.
Alcalófilos