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Reflexiones para Emproístas

Para el 1º DOMINGO DE CUARESMA.

AMIG@ EMPROISTA:

¿Te acuerdas que en nuestro Encuentro, cuando poco tiempo antes de


responder a la llamada que Dios nos hacía, vivimos un desierto?

Para muchos el tiempo fue corto, pues teníamos tanto que pensar;
resoluciones que tomar... y una respuesta que dar...

El desierto es un lugar árido, sin vida vegetal o animal; donde se experimentan


muy altas temperaturas en el día como muy bajas en la noche.

Allí es muy fácil morir de hambre y sed. En nuestro desierto vivimos estas
inclemencias: estábamos hambrientos de Dios y sedientos de agua viva.

El pueblo hebreo también vivió su desierto al salir de la esclavitud. Tenían


tanto que interiorizar y cambios muy grandes que hacer después de convivir
tantos años entre otros dioses paganos. La preparación para darle un "si" pleno
a Dios fue tan arduo, que su estadía en el desierto duro cuarenta años.

El nuestro no fue tan largo; pero sabemos bien que como ellos tenemos "otros
dioses" que debemos sacar de nuestras vidas.

Jesús también vivió el suyo después de su bautismo y antes de iniciar su


misión. En el desierto experimentó la tentación. Con ayuno y oración venció el
impulso de aferrarse a lo material, hacer a un lado la humildad y de aspirar a
tener poder. Si Jesús no hubiera asumido la naturaleza humana no habría
tenido tentaciones, pero no se habría solidarizado con nosotros y no nos habría
ofrecido la vida en el Espíritu. Estas tentaciones nos incitan a diario. ¿Quien de
nosotros no ha soñado alguna vez con el poder, la fama y la fortuna?

En esta cuaresma, la próxima vez que vayas a la playa, apártate de los demás,
busca un sitio a solas Dios y tu. Si no puedes hacerlo, llévate en una bolsa,
taper, balde...un poco de arena a tu casa y en la soledad de tu habitación
desparrámala sobre un periódico en el suelo. Siéntate en el piso descalzo, junto
a ella. Dirige la luz de tu lamparita directo a tus ojos y ciérralos...que tus
manos y pies palpen la arena. Ubícate mentalmente en el desierto; reflexiona
sobre tu vida. Encuéntrate en lo más profundo de ti mismo con Dios y
háblale....Y cuando esta conversación sea ya un dialogo fluido, junto con el
responde estas preguntas que ya conoces:

¿Está contento Dios de mí?

¿Están contentos los demás de mí?

Yo, ¿estoy contento de mi mismo?

Y sean cual sean las respuestas alégrate, estamos en cuaresma tiempo de


preparación y cambio!

REFLEXIONES PARA EMPROISTA


Por: GIOVANNA BUSCAGLIA
buscaglia63@gmail.com

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EVANGELIO DEL 1º DOMINGO DE CUARESMA CICLO C
Lectura del santo Evangelio según San Lucas, 4,1-13
En aquel tiempo, Jesús lleno del Espíritu Santo, se volvió del Jordán, y era conducido por el Espíritu en el
desierto, durante cuarenta días, tentado por el diablo. No comió nada en aquellos días y, al cabo de ellos, sintió
hambre. Entonces el diablo le dijo: Si eres Hijo de Dios, di a esta piedra que se convierta en pan. Jesús le
respondió: Esta escrito: No sólo de pan vive el hombre. Llevándole a una altura le mostró en un instante todos los
reinos de la tierra; y le dijo el diablo: Te daré todo el poder y la gloria de estos reinos, porque a mí me ha sido
entregada, y se la doy a quien quiero. Si, pues, me adoras, toda será tuya. Jesús le respondió: Esta escrito:
Adorarás al Señor tu Dios y sólo a él darás culto. Le llevó a Jerusalén, y le puso sobre el alero del Templo, y le
dijo: Si eres Hijo de Dios, tírate de aquí abajo; porque está escrito: A sus ángeles te encomendará para que te
guarden. Y en sus manos te llevarán para que no tropiece tu pie en piedra alguna. Jesús le respondió: Está dicho:
No tentarás al Señor tu Dios. Acabada toda tentación, el diablo se alejó de él hasta un tiempo oportuno.

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