Els avis materns eren bascos que van arribar molt joves abans de la guerra civil i es
desconeixen les circumstàncies.
L'avi Joan era metge i d'esquerres i després de la derrota republicana, va sortir cap a
França amb un dels seus fills, José María. Van ser internats en un camp de concentració
on l'avi va treballar com a metge amb el seu fill José María d’ajudant, per a assistir als
exiliats. Al sortir del camp van aconseguir embarcar-se rumb a Mèxic.
L'àvia paterna Montserrat es va quedar amb el pare de Jordi i els seus germans, més tard
l'avi de Jordi va tornar a Catalunya creient que podria tenir treball, les coses no van
sortir bé i va decidir enviar a Mèxic als seus fills Jordi que era desertor de l'exèrcit i
Miguel, el pare de Jordi.
Jordi Macià Gussinyer Guzmán nació en México Distrito Federal, de padre catalán y
madre mexicana.
Sus padres son Miguel Gussinyer -catalán- y Consuelo Guzmán –mexicana-, y sus
abuelos paternos fueron Joan Gussinyer y Montserrat Alfonso -catalanes-.
Los abuelos maternos eran vascos que llegaron a México muy jóvenes, antes de la
guerra civil y no se sabe en que circunstancias.
El abuelo Joan era médico y de izquierdas y tras la derrota republicana, salió hacia
Francia con uno de sus hijos, José María. Fueron internados en un campo de
concentración donde el abuelo trabajó como médico con su hijo José María de
ayudante, para asistir a los exiliados. Al salir del campo lograron embarcarse rumbo a
México.
La abuela paterna Montserrat se quedó con el padre de Jordi y sus hermanos, más
tarde el abuelo de Jordi regresó a Cataluña creyendo que podría tener trabajo, las
cosas no salieron bien y decidió enviar a México a sus hijos Jordi que era desertor del
ejército y Miguel, el fututo padre de Jordi.
Los padres de Jordi se conocieron en la Universidad Nacional Autónoma de México.
Entrevista
La idea es que te presentes, que digas cómo te llamas tú y tu familia y que cuentes
qué parte de tu familia era la exiliada.
Mi nombre es Jordi Macià Gussinyer Guzmán, tengo una hermana que se llama María
Nuria y tengo dos medias hermanas por parte de mi padre, Mireya y Gema, yo tengo 24
años, nací en 1983. Mi padre se llama Miguel Gussinyer y mi madre Maria del
Consuelo Guzmán.
Mi padre, porque estando en Cataluña, siendo muy jovencito tuvo que ir a México, se
fue con mis abuelos. Mi abuelo paterno era médico y tuvo cuatro hijos que son Jordi,
José María, Margarita y mi papá, Miguel. Nacieron en Banyolas, Cataluña. Mi abuelo
era un médico muy conocido en el pueblo, de izquierda y perseguido en la época de
Franco por lo que se tuvieron que dividir. Mi abuelo se fue con un tío a Francia y mi
padre se fue con mi tío Jordi a México, se dejaron de ver mucho tiempo.
Mi abuela se quedó en casa con mi tía Margarita, su hija y luego mi abuelo estando en
Francia antes de venirse para México mandó por ellos.
Se fue en barco. Mi abuelo y mi tío se fueron a Francia y estando ahí los detuvieron, los
metieron en un campo de concentración, estuvieron allí mucho tiempo y él al ser
médico pudo ayudar a la misma gente de allí y le dieron la oportunidad de salir. Pasó
mucho tiempo para que volvieran a verse mi abuelo, mi padre y sus hermanos, pasaron
años.
Sí, pasaron 5 o 6 años, no se acostumbraron, es que la gente aquí es muy querida de sus
costumbres y volvieron, después fueron y vinieron varias veces a México.
En Banyolas él era el
representante del pueblo, movía
gente y estaba haciendo
movimientos a favor de su
idioma y de su país.
En México estudió tres carreras con mención honorífica las tres, es muy importante en
el mundo de la antropología, en Teotihuacan y estuvo también en la excavación del
metro el Templo Mayor que es la más grande de la historia de México, él dirigía todo.
¿Tu entorno cómo era? Muy mexicano o muy catalán o era mitad, mitad.
Era más catalán que mexicano por las reuniones familiares, las cenas navideñas, las
comidas con la familia, todo en catalán. Mi padre en casa hablaba catalán, mis tres
hermanas también, dos de ellas lo escriben perfectamente bien. Una nunca ha estado
Cataluña pero lo escribe y lo habla perfectamente, la otra sí y mi otra hermana tampoco
lo habla pero lo escribe porque mi papá les enseñó desde chiquitas a hablar catalán.
Tengo mucha familia en México y todos hablan catalán.
En mi caso fue diferente, esto lo contaba mi mamá porque cuando mi papá me tuvo él
tenía casi 60 años, ya era grande, entonces yo recuerdo que me quería enseñar catalán y
me sentaba y yo lo que quería era jugar y me iba para acá para allá y aprendía palabras,
aprendí un poco pero a final de cuentas no lo estudié, el falleció cuando yo tenía 15
años.
Mi mamá es mexicana de
abuelos vascos, hay una
mezcla, sólo sé que eran
exiliados, radicales
también, pero llegaron
muy jóvenes, hicieron
prácticamente su vida en
México y dejaron todo a
parte.
¿Y cuando tú eras pequeño, cómo era tu entorno? ¿Con quién te juntabas? ¿Cómo
eran tus amistades?
No, siempre la quise conocer, desde chiquito mi padre me habló siempre de Cataluña,
de Banyolas, siempre me platicaba que es muy bonito y siempre quise conocerlo hasta
que tuve el gusto. Yo decía, algún día conoceré la casa de mi abuelo que tanto se habla
de ella y bueno, un día con Lorena que es mi esposa, lo planeamos y decidimos
venirnos para acá.
La idea de Cataluña que te había pintado tu papá, cuando llegaste ¿fue muy
diferente o fue igual?
Fue muy diferente a como yo me imaginaba en primera instancia pero muy bonito.
¿Qué te imaginabas?
Yo pienso que sí, que hubiera sido más difícil si no fuera así porque tengo la
oportunidad de tener un techo, alguien que me pueda orientar y mi tío es muy conocido
en Banyolas, es un Gussinyer, enseguida se dan cuenta.
Y por suerte tengo el pasaporte español que me ha ayudado mucho también para yo
poder hacer aquí prácticamente lo que quiera en cuestión laboral y Lorena tiene la
residencia, ya llevamos aquí dos años.
Sí claro, el trabajo que actualmente tengo es con una familia de amigos de mi tío, que
tienen un restaurante y necesitaban un cocinero.
¿En qué?
En todo, en lo económico, en lo visual, todo está limpio, bonito arreglado, aquí es más
seguro, en México la intranquilidad, la delincuencia.
Un cocinero en
México se muere de
hambre, un cocinero
en México no es
reconocido para nada,
aunque México
mundialmente es un
país de gastronomía,
sin embargo el
cocinero ahí no sube
nada. Y aquí en
cambio la cocina va
para arriba y un
cocinero puede llegar
a subir.
El tio de Jordi
Yo quiero mucho a México y lo extraño y quiero estar ahí porque es un país precioso
pero por desgracia el gobierno lo tiene muerto de hambre, es denigrante y no se
compara el nivel de vida de aquí al de México, es una lástima.
Yo tenía pensado trabajar en cocina aquí, quería entrar a la Universidad de Girona hay
unos cursos muy buenos con los mejores cocineros del mundo y así seguir moviéndome
en la cocina.
¿Pero piensas regresarte a México, no?
Sin embargo, de toda la vida la cocina me gusta por eso entré a la carrera de
gastronomía y bueno empecé bien en México, trabajé en un hotel muy reconocido y de
ahí me vine para aquí.
Aunque vuelva a México, voy a estar conectado con Banyolas y con Cataluña toda mi
vida, que algún día voy a regresar eso lo tengo más claro que nada. Sólo que tengo que
aprovechar esta oportunidad porque es única, si no agarró esta oportunidad de hacer lo
que quiero realmente, me da miedo que más adelante me frustre. Traigo ahí un revuelto
todavía la cabeza.
No, por suerte mi jefa la del restaurante es muy catalana, muy catalana y me habla en
catalán y yo le contesto en catalán y hago todo lo posible por hablar en catalán sólo que
con ella ya tengo la confianza de que si me equivoco no pasa nada. Pero con la gente en
general no hablo porque me da pena y me cuesta y no me atrevo, es el punto que no me
atrevo. Ya sé muchas cosas en catalán, yo sólo en casa lo hablo, intento hablarlo porque
así voy cogiendo confianza.
Sí lo hablo, pero yo le digo que él habla mexicano porque es más mexicano que nada.
Mi papá siempre de chiquito me hacia aprender catalán, me enseñaba palabras, frases y
yo ya lo entendía desde chiquito, así que al llegar aquí no fue algo que me cogiera, así
cómo, ¿qué es esto? como a Lorena. A Lorena sí de plano, ella no sabía ni lo que decían,
pero bueno ahorita ya lo habla hasta más que yo, ella porque estudió un poco de francés
también y es un poquito más abierta y yo un poquito más cerrado.
El ser hijo de exiliados que ha significado para ti. ¿Te ha afectado en tu forma de
ser, ha influido en tu vida?
Yo por un lado me siento mal por toda la gente que sufrió por la parte de mi padre, el
separarse de su pueblo, de su gente y todo, pero por otro lado me da orgullo saber que
mi padre estuvo aquí en Cataluña y que al igual que mi abuelo, luchó para poder acabar
con toda la gente que les quería hacer daño simplemente por hablar diferente, pensar
diferente, eso a mí me da
orgullo y hombre, por un
lado bien y por otro lado
mal.
Por ejemplo, en el caso de México, pues ver la realidad ¿no? la miseria y todo lo que
hay respecto a México. Y aquí pues lo dividido que está Cataluña y España por el
simple hecho de hablar un idioma diferente, ya está dividido totalmente y los gobiernos
están divididos, y la gente no quiere que sean españoles y yo lo entiendo totalmente, no
es algo razonable ¿no? que por el hecho de hablar diferente o de pensar diferente tenga
que haber hasta sangre.