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ARISTÓTELES

Aristóteles nació en el año 384 a.C. en una pequeña localidad macedonia cercana al
monte Athos llamada Estagira, de donde proviene su sobrenombre, el Estagirita. Su
padre, Nicómaco, era médico de la corte de Amintas III, padre de Filipo y, por tanto,
abuelo de Alejandro Magno. Nicómaco pertenecía a la familia de los Asclepíades, que
se reclamaba descendiente del dios fundador de la medicina y cuyo saber se
transmitía de generación en generación. Ello invita a pensar que Aristóteles fue
iniciado de niño en los secretos de la medicina y de ahí le vino su afición a la
investigación experimental y a la ciencia positiva. Huérfano de padre y madre en
plena adolescencia, fue adoptado por Proxeno, al cual pudo mostrar años después su
gratitud adoptando a un hijo suyo llamado Nicanor.

En el año 367, es decir, cuando contaba diecisiete años de edad, fue enviado a
Atenas para estudiar en la Academia de Platón. No se sabe qué clase de relación
personal se estableció entre ambos filósofos, pero, a juzgar por las escasas
referencias que hacen el uno del otro en sus escritos, no cabe hablar de una amistad
imperecedera. Lo cual, por otra parte, resulta lógico si se tiene en cuenta que
Aristóteles iba a iniciar su propio sistema filosófico fundándolo en una profunda
critica al platónico. Ambos partían de Sócrates y de su concepto de eidos, pero las
dificultades de Platón para insertar su mundo eidético, el de las ideas, en el mundo
real obligaron a Aristóteles a ir perfilando términos como «sustancia», «esencia» y
«forma» que le alejarían definitivamente de la Academia. En cambio es
absolutamente falsa la leyenda según la cual Aristóteles se marchó de Atenas
despechado porque Platón, a su muerte, designase a su sobrino Espeusipo para
hacerse cargo de la Academia. En su condición de macedonio Aristóteles no era
legalmente elegible para ese puesto.

Alejandro Magno en el horizonte

A la muerte de Platón, ocurrida en el 348, Aristóteles contaba treinta y seis años de


edad, habla pasado veinte de ellos simultaneando la enseñanza con el estudio y se
encontraba en Atenas, como suele decirse, sin oficio ni beneficio. Así que no debió de
pensárselo mucho cuando supo que Hermias de Atarneo, un soldado de fortuna
griego (por más detalles, eunuco) que se habla apoderado del sector noroeste de
Asia Menor, estaba reuniendo en la ciudad de Axos a cuantos discípulos de la
Academia quisieran colaborar con él en la helenización de sus dominios. Aristóteles
se instaló en Axos en compañía de Xenócrates de Calcedonia, un colega académico, y
de Teofrasto, discípulo y futuro heredero del legado aristotélico.

El Estagirita pasaría allí tres años apacibles y fructíferos, dedicándose a la


enseñanza, a la escritura (gran parte de su Política la redactó allí) y a la
reproducción, ya que primero se casó con una sobrina de Hermias llamada Pitias, con
la que tuvo una hija. Pitias debió de morir muy poco después y Aristóteles se unió a
otra estagirita, de nombre Erpilis, que le dio un hijo, Nicómaco, al que dedicaría su
Ética. Dado que el propio Aristóteles dejó escrito que el varón debe casarse a los
treinta y siete años y la mujer a los dieciocho, resulta fácil deducir qué edades
debían tener una y otra cuando se unió a ellas.

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Tras el asesinato de Hermias, en el 345, Aristóteles se instaló en Mitilene (isla de
Lesbos), dedicándose, en compañía de Teofrasto, al estudio de la biología. Dos años
más tarde, en el 343, fue contratado por Filipo de Macedonia para que se hiciese
cargo de la educación de su hijo Alejandro, a la sazón de trece años de edad.
Tampoco se sabe mucho de la relación entre ambos, ya que las leyendas y las
falsificaciones han borrado todo rastro de verdad. Pero de ser cierto el carácter que
sus contemporáneos atribuyen a Alejandro (al que tachan unánimemente de
arrogante, bebedor, cruel, vengativo e ignorante), no se advierte rasgo alguno de la
influencia que Aristóteles pudo ejercer sobre él. Como tampoco se advierte la
influencia de Alejandro sobre su maestro en el terreno político, pues Aristóteles
seguía predicando la superioridad de las ciudades estado cuando su presunto
discípulo estaba poniendo ya las bases de un imperio universal sin el que, al decir de
los historiadores, la civilización helénica hubiera sucumbido mucho antes.

La vuelta a casa

Poco después de la muerte de Filipo, Alejandro hizo ejecutar a un sobrino de


Aristóteles, Calístenes de Olinto, a quien acusaba de traidor. Conociendo el carácter
vengativo de su discípulo, Aristóteles se refugió un año en sus propiedades de
Estagira, trasladándose en el 334 a Atenas para fundar, siempre en compañía de
Teofrasto, el Liceo, una institución pedagógica que durante años habría de competir
con la Academia platónica, dirigida en ese momento por su viejo camarada
Xenócrates de Calcedonia.

Los once años que median entre su regreso a Atenas y la muerte de Alejandro, en el
323, fueron aprovechados por Aristóteles para llevar a cabo una profunda revisión de
una obra que, al decir de Hegel, constituye el fundamento de todas las ciencias. Para
decirlo de la forma más sucinta posible, Aristóteles fue un prodigioso sintetizador del
saber, tan atento a las generalizaciones que constituyen la ciencia como a las
diferencias que no sólo distinguen a los individuos entre sí, sino que impiden la
reducción de los grandes géneros de fenómenos y las ciencias que los estudian.
Como él mismo dice, los seres pueden ser móviles e inmóviles, y al mismo tiempo
separados (de la materia) o no separados. La ciencia que estudia los seres móviles y
no separados es la física; la de los seres inmóviles y no separados es la matemática,
y la de los seres inmóviles y separados, la teología.

En el año 367, es decir, cuando contaba diecisiete años de edad, fue enviado a
Atenas para estudiar en la Academia de Platón. No se sabe qué clase de relación
personal se estableció entre ambos filósofos, pero, a juzgar por las escasas
referencias que hacen el uno del otro en sus escritos, no cabe hablar de una amistad
imperecedera. Lo cual, por otra parte, resulta lógico si se tiene en cuenta que
Aristóteles iba a iniciar su propio sistema filosófico fundándolo en una profunda
critica al platónico. Ambos partían de Sócrates y de su concepto de eidos, pero las
dificultades de Platón para insertar su mundo eidético, el de las ideas, en el mundo
real obligaron a Aristóteles a ir perfilando términos como «sustancia», «esencia» y
«forma» que le alejarían definitivamente de la Academia. En cambio es
absolutamente falsa la leyenda según la cual Aristóteles se marchó de Atenas
despechado porque Platón, a su muerte, designase a su sobrino Espeusipo para
hacerse cargo de la Academia. En su condición de macedonio Aristóteles no era
legalmente elegible para ese puesto.

Alejandro Magno en el horizonte

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A la muerte de Platón, ocurrida en el 348, Aristóteles contaba treinta y seis años de
edad, habla pasado veinte de ellos simultaneando la enseñanza con el estudio y se
encontraba en Atenas, como suele decirse, sin oficio ni beneficio. Así que no debió de
pensárselo mucho cuando supo que Hermias de Atarneo, un soldado de fortuna
griego (por más detalles, eunuco) que se habla apoderado del sector noroeste de
Asia Menor, estaba reuniendo en la ciudad de Axos a cuantos discípulos de la
Academia quisieran colaborar con él en la helenización de sus dominios. Aristóteles
se instaló en Axos en compañía de Xenócrates de Calcedonia, un colega académico, y
de Teofrasto, discípulo y futuro heredero del legado aristotélico.

El Estagirita pasaría allí tres años apacibles y fructíferos, dedicándose a la


enseñanza, a la escritura (gran parte de su Política la redactó allí) y a la
reproducción, ya que primero se casó con una sobrina de Hermias llamada Pitias, con
la que tuvo una hija. Pitias debió de morir muy poco después y Aristóteles se unió a
otra estagirita, de nombre Erpilis, que le dio un hijo, Nicómaco, al que dedicaría su
Ética. Dado que el propio Aristóteles dejó escrito que el varón debe casarse a los
treinta y siete años y la mujer a los dieciocho, resulta fácil deducir qué edades
debían tener una y otra cuando se unió a ellas.

Tras el asesinato de Hermias, en el 345, Aristóteles se instaló en Mitilene (isla de


Lesbos), dedicándose, en compañía de Teofrasto, al estudio de la biología. Dos años
más tarde, en el 343, fue contratado por Filipo de Macedonia para que se hiciese
cargo de la educación de su hijo Alejandro, a la sazón de trece años de edad.
Tampoco se sabe mucho de la relación entre ambos, ya que las leyendas y las
falsificaciones han borrado todo rastro de verdad. Pero de ser cierto el carácter que
sus contemporáneos atribuyen a Alejandro (al que tachan unánimemente de
arrogante, bebedor, cruel, vengativo e ignorante), no se advierte rasgo alguno de la
influencia que Aristóteles pudo ejercer sobre él. Como tampoco se advierte la
influencia de Alejandro sobre su maestro en el terreno político, pues Aristóteles
seguía predicando la superioridad de las ciudades estado cuando su presunto
discípulo estaba poniendo ya las bases de un imperio universal sin el que, al decir de
los historiadores, la civilización helénica hubiera sucumbido mucho antes.

La vuelta a casa

Poco después de la muerte de Filipo, Alejandro hizo ejecutar a un sobrino de


Aristóteles, Calístenes de Olinto, a quien acusaba de traidor. Conociendo el carácter
vengativo de su discípulo, Aristóteles se refugió un año en sus propiedades de
Estagira, trasladándose en el 334 a Atenas para fundar, siempre en compañía de
Teofrasto, el Liceo, una institución pedagógica que durante años habría de competir
con la Academia platónica, dirigida en ese momento por su viejo camarada
Xenócrates de Calcedonia.

Los once años que median entre su regreso a Atenas y la muerte de Alejandro, en el
323, fueron aprovechados por Aristóteles para llevar a cabo una profunda revisión de
una obra que, al decir de Hegel, constituye el fundamento de todas las ciencias. Para
decirlo de la forma más sucinta posible, Aristóteles fue un prodigioso sintetizador del
saber, tan atento a las generalizaciones que constituyen la ciencia como a las
diferencias que no sólo distinguen a los individuos entre sí, sino que impiden la
reducción de los grandes géneros de fenómenos y las ciencias que los estudian.
Como él mismo dice, los seres pueden ser móviles e inmóviles, y al mismo tiempo
separados (de la materia) o no separados. La ciencia que estudia los seres móviles y
no separados es la física; la de los seres inmóviles y no separados es la matemática,
y la de los seres inmóviles y separados, la teología.

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384 a.C. Nace en Estagira, Macedonia (de ahí
su sobrenombre de El Estagirita).
367 a.C. Se traslada a Atenas para estudiar en
la Academia de Platón, donde más
tarde ejerce como maestro.
347 a.C. Muere Platón.
348 a.C. Se traslada a Axos, donde sirve a
Hermias de Atarneo. Durante esta
etapa contrae matrimonio con Pitias,
sobrina de Hermias, con la que tuvo
una hija. Tras la muerte prematura de
Pitias se casa con Erpilis, con quien
tiene un hijo, Nicómaco, al que
dedicará su Ética para Nicómaco.
También redacta su Política.
345 a.C. Tras el asesinato de Hermias, se
instala en Mitilene (Lesbos). Se
dedica al estudio de la biología con
Teofrasto.
343 a.C. Filipo de Macedonia le contrata como
tutor de su hijo Alejandro.
334 a.C. Al acceder Alejandro al trono,
Aristóteles regresa a Atenas y funda
el Liceo. En esta etapa produce la
mayor parte de su obra.
323 a.C. La muerte de Alejandro levanta un
oleada antimacedónica en Atenas que
obliga a Aristóteles a exiliarse.
322 a.C. Muere en la isla de Chalcis, tierra de
su madre, a los sesenta y dos años
de edad.

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Aristóteles se ha significado como uno de los filósofos más importantes de todos los
tiempos y ha sido uno de los pilares del pensamiento occidental. Sus obras, escritas
hace más de dos mil trescientos años, siguen ejerciendo una influencia notable sobre
innumerables pensadores contemporáneos y continúan siendo objeto de estudio por
parte de múltiples especialistas. La filosofía de Aristóteles constituye, junto a la de su
maestro Platón, el legado más importante del pensamiento de la Grecia antigua.

Pese a ser discípulo de Platón, Aristóteles se distanció de las posiciones idealistas,


para elaborar un pensamiento de carácter naturalista y realista. Frente a la
separación radical entre el mundo sensible y el mundo inteligible planteada por las
doctrinas platónicas, defendió la posibilidad de aprehender la realidad a partir de la
experiencia. Así pues, en contra de las tesis de su maestro, consideró que las ideas o
conceptos universales no deben separarse de las cosas, sino que estaban inmersos
ellas, como forma específica a la materia. Por estos motivos, otorgó gran importancia
a los estudios científicos y a la observación de la naturaleza. Sin embargo, las
preocupaciones de Aristóteles no se dirigieron únicamente al estudio especulativo de
las cosas y sus causas, sino que también se centraron en cuestiones de lógica
formal, moral, política y estética. De acuerdo con las fuentes antiguas, el filósofo
griego escribió 170 obras, aunque sólo 30 se han conservado hasta nuestros días.

La metafísica

La preocupación metafísica de Aristóteles es a la vez crítica, con respecto a la de su


maestro Platón, y constructiva, puesto que se propone una nueva sistematización. Lo
que pretende con la metafísica es llegar a saber "de los principios y de las causas
primeras". Aborda los temas de la metafísica en lo que él llama "filosofía primera",
ciencia que considera el ser en cuanto ser. Por ocuparse de las primeras y verdaderas
causas, puede ser considerada igualmente ciencia de lo divino, ciencia teológica
(Theoldgiké épistéme).

Aristóteles rechaza la teoría platónica de las Ideas separadas de los entes de este
mundo. Lo verdaderamente existente no son los "reflejos" de las Ideas, sino los
entes individuales, captados por la inteligencia y en los que reside el aspecto
universal. En todo ser se da la sustancia (ousìa, esencia de cada ente individual
subsistente en sí mismo) y el accidente (cualidad que no existe en sí misma sino en
la sustancia). Las sustancias sensibles se hallan constituidas por dos principios:
materia, que dice de qué está hecha una cosa, y forma, disposición o estructura de
la misma.

Para explicar el cambio se vale de las nociones de acto y potencia, determinaciones


primeras del ser. Ahora bien, con estas dos nociones sabemos cómo suceden los
cambios o movimientos, pero no sabemos por qué. Esto lo conocemos mediante las
razones o causas del cambio, que Aristóteles concretiza en cuatro: causa material,
causa formal, causa eficiente y causa final (o teleológica). Esta última es de gran
importancia para el Estagirita, ya que está convencido de que todo existe para
cumplir un fin, pues todo, por su propia inmanencia, busca su intrínseca perfección.

La ciencia metafísica de Aristóteles culmina en la teología, la cual se ocupa del ser


que existe per se, o sea, el ente en su sentido más pleno, la forma pura sin materia.
Para probar la existencia de ese ser, apela a varios argumentos: "Entre las cosas que
existen una es mejor que la otra; de allí que exista una cosa óptima, que debe ser la
divina". Su argumento más conocido es el denominado de predicamento
cosmológico: las cosas de este mundo son perecederas, y por lo tanto sufren
cambio; este cambio acaece en el tiempo. Cambio y tiempo son, pues,

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imperecederos; mas para que se produzca el cambio o movimiento eterno ha de
existir una sustancia eterna capaz de producir ese movimiento. Pero no podemos
retrotraernos al infinito para buscar las causas de las causas, por lo que debemos
llegar a un Primer Motor inmóvil. Este motor es Dios, concebido por Aristóteles como
fuerza inmaterial inalterable. Ese Ser, sin embargo, no aparece en Aristóteles como
creador del mundo, porque éste es eterno.

Alma y conocimiento

Todos los seres vivos se presentan a Aristóteles como poseedores de alma (psyché),
con lo cual se distinguen de los seres inanimados o inorgánicos. Distingue tres clases
de alma: vegetativa (propia de las plantas, pero presente también en los animales y
en el hombre), sensitiva (propia de los animales y del hombre), racional (exclusiva
del hombre). Ésta tiene tres características: es causa del movimiento del cuerpo,
conoce y es incorpórea.

Con respecto al conocimiento, Aristóteles no admite las doctrinas de Platón, ni


tampoco el innatismo. La mente al nacer es "tamquam tabula rasa", en la que nada
hay escrito. El conocimiento comienza en los sentidos, como nos demuestra la
experiencia. Las captaciones de los sentidos son aprehendidas por el intelecto,
generándose así el concepto. De esta forma llegamos al conocimiento suprasensible.

Ética

La ética de Aristóteles tiene un fin que se resume en la búsqueda de la felicidad. Para


algunos, la felicidad consiste en los placeres; para otros, en las riquezas; pero el
hombre sabio la busca en el ejercicio de la actividad que le es propia al hombre, es
decir, en la vida intelectiva. Ello no excluye el goce moderado de los placeres
sensibles y de los demás bienes, con tal de que no impida la contemplación de la
verdad. Sobre esta base desarrolla Aristóteles el concepto de virtud. La virtud
consiste en el justo medio. Lo que quiere dar a entender es que el actuar del hombre
debe estar regido por la prudencia o regla recta. Hay dos modalidades de virtud: las
dianoéticas (que se refieren al ejercicio de la inteligencia) y las éticas (que se
refieren a la sensibilidad y los afectos). Todas las virtudes son hábitos que se
adquieren por medio de la repetición. La virtud por excelencia es la justicia, la cual
consiste en el acatamiento de las leyes y en el respeto a los demás ciudadanos.

Política

Para Aristóteles el hombre es un "animal político" por naturaleza. Sólo los animales y
los dioses pueden vivir aislados. La fuerza natural hacia la reproducción y la
conservación inclina a los hombres a vivir unidos, primero en la familia, luego en la
aldea (unión de varias familias) y finalmente en la ciudad-estado (ni muy pocos, ni
demasiados habitantes). El buen funcionamiento de una ciudad-estado no se asegura
solamente por aunar voluntades hacia un mismo fin; se requiere también de leyes
sensatas y apropiadas que respeten las diferencias y eduquen a los ciudadanos para
la responsabilidad civil dentro de la libertad (Aristóteles, en su mentalidad clasista
griega, no concibe el derecho de ciudadanía ni para las mujeres ni para los esclavos).

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Existen tres formas de legítimo gobierno: monarquía (gobierno de uno), aristocracia
(gobierno de los mejores) y república (gobierno de muchos). A esas formas rectas de
gobierno se oponen la tiranía, la oligarquía y la democracia (Aristóteles entiende por
"democracia" el gobierno de los pobres). No se puede decir cuál de las tres es mejor,
pues la teoría concreta para un pueblo hay que deducirla de una indagación objetiva
de las varias formas históricas de gobierno, y definir según las circunstancias cuál es
más conveniente para un determinado estado (Aristóteles recogió y estudió las
constituciones de 158 estados). En principio, toda forma de gobierno es buena si
quien gobierna busca el bien de los gobernados.

Su influencia

Durante mucho tiempo, el pensamiento aristotélico se vio eclipsado por el prestigio


de las doctrinas de Platón. En época de la Roma cristianizada, el naturalismo y el
realismo de Aristóteles eran despreciados y se privilegiaban las lecturas
neoplatónicas de Plotino y Beocio. Debido al espiritualismo que caracterizó al
pensamiento medieval, las doctrinas de Platón gozaron de preeminencia hasta el
siglo XII.

Los filósofos árabes -y, particularmente, Avicena y Averroes- contribuyeron a que el


pensamiento aristotélico fuese de nuevo objeto de atención en Occidente. El
creciente interés por la naturaleza mostrado por el pensamiento cristiano en la Baja
Edad Media hizo posible que la obra de Aristóteles fuese estudiada. Roger Bacon y
Alberto Magno reivindicaron el pensamiento de este filósofo, y santo Tomás de
Aquino lo transformó en la base de la teología cristiana.

Los estudios de la escuela de Florencia, Francis Bacon y Galileo quebrantaron la


autoridad aristotélica. Sin embargo, los escritos del filósofo griego continuaron
ejerciendo influencia sobre diversas corrientes de pensamiento modernas, como el
idealismo, el neoescolasticismo, el conductismo y el dinamismo de Bergson, entre
otras.

Aristóteles (en griego clásico Ἀριστοτέλης Aristotélēs, griego moderno Αριστοτέλης


Aristotélis; (Estagira, Macedonia 384 adC – Calcis Eubea, Grecia 322 adC) es uno de los más
grandes filósofos de la antigüedad y acaso de la historia de la filosofía occidental. Fue
precursor de la anatomía y la biología y un creador de la taxonomía.

Tabla de contenidos
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• 1 Reseña biográfica
• 2 Influencias Recibidas
• 3 Metafísica, luego de la física
o 3.1 El problema del cambio
o 3.2 La búsqueda de la ciencia de lo que es, en tanto que algo que es (tò òn hê
òn)
o 3.3 La realidad sustancial

7
• 4 Astronomía
• 5 Botánica
• 6 Filosofía
o 6.1 Criticas a Platón y su teoría de las ideas
• 7 Política
• 8 Biología
o 8.1 Generación espontánea
o 8.2 Zoología
• 9 Ética
o 9.1 Virtudes
 9.1.1 Las virtudes morales
o 9.2 La justicia
• 10 Doctrinas
• 11 Transmisión y problemas textuales
• 12 Nómina temática de la obra de Aristóteles (título de la compilación)
• 13 Bibliografía
o 13.1 Obra propia en castellano
o 13.2 Sobre Aristóteles
• 14 Véase también

• 15 Enlaces externos

Reseña biográfica
Nacido en la ciudad de Estagira, en la Calcídica entonces perteneciente al reino de Macedonia
( la zona correspondiente a la actual Macedonia griega), Aristóteles, apodado El Estagirita,
tuvo por madre a Faestis y por padre a Nicómaco.

Nicómaco era el médico personal del rey Amyntas III de Macedonia, quien por su parte era
padre de Filipo II, padre de Alejandro Magno.

Durante su temprana juventud Aristóteles viajó a la corte del basileos o rey Hermias de
Atarneos, su suegro, junto a su condiscípulo Xenócrates.

Fue discípulo de Platón y luego preceptor y maestro de Alejandro Magno. Antes de fallecer en
Calcis en el año 322 adC a sus 62 años, Aristóteles se había convertido en uno de los filósofos
de mayor renombre de su tiempo, durante el cual también su pensamiento científico gozó de
enorme prestigio.

Su influencia fue mayor aún desde la baja Edad Media hasta el Renacimiento europeo.

En el año 335, Aristóteles funda su propia escuela en Atenas, el "Liceo" (denominado así por
estar situado dentro de un recinto dedicado a Apolo Likeios), donde dictaba clases sobre
amplios temas a sus discípulos. A los discípulos de Aristóteles se les llamó "peripatéticos"
(peri pathos) porque solían recibir clases alrededor de los jardines y el paseo que rodeaban al
edificio del Liceo.

Influencias Recibidas

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Platón y Aristóteles

El punto de partida fue Platón, pero pronto adoptó una actitud crítica frente a éste. No dejó de
lado las enseñanzas de Platón, sino que "ató los cabos sueltos" y desarrolló las ideas de su
antiguo maestro.

Para Aristóteles, la idea de participación platónica no explica la verdadera realidad de la


physis (de los procesos naturales).

Aristóteles admite como Platón y Sócrates que la esencia es lo que define al ser, pero la
diferencia en que la esencia es la forma (μορφη), que está unida inseparablemente a la materia
y juntos constituyen el ser, que es la sustancia. La afirmación de la importancia del
conocimiento sensible, del conocimiento de lo singular para llegar a lo universal, abrió
posibilidades a la investigación científica.

• Heráclito y Parménides hicieron una explicación muy parcial mediante la unidad y la


pluralidad.
• De Anaxágoras Aristóteles recogió la noción del noûs ( la Inteligencia).
• De los pitagóricos valora su dedicación por las matemáticas.

En definitiva, Aristóteles construyó un sistema filosófico propio.

Aristóteles fue discípulo de Platón, pero esto no significó que no criticase su teoría de las
Ideas.
Para intentar solventar las diferencias entre Heráclito y Parménides, Platón propuso la
existencia de dos mundos: el Mundo Sensible y el Mundo Inteligible. Sin embargo, su
discípulo (Aristóteles) no estaba de acuerdo.
Para Aristóteles, sólo hay un mundo, y la teoría platónica le parece absurda por varios
motivos:

En primer lugar, se muestra conforme con la idea de que la ciencia ha de basarse en conceptos
universales, pero no encuentra explicación a por qué éstos han de estar representados en otra
esfera de la realidad. Aristóteles considera absurdo utilizar el Mundo de las Ideas al juzgar
que el Mundo Sensible es suficiente.
Como las Ideas no están en las cosas mismas, no pueden ofrecer ninguna clave explicativa de

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éstas.
Las Ideas son estáticas, por lo tanto, no se pueden utilizar para explicar el movimiento o los
procesos naturales.
Para Aristóteles, las Ideas son inmanentes a las cosas particulares y concretas, que son las que
forman la verdadera realidad.
Por último, hace una crítica del concepto de participación empleado por Platón.

Metafísica, luego de la física


El problema del cambio

Para empezar hay que recordar que Aristóteles era un hombre puramente empirista, es decir,
fundamentó los conocimientos humanos en la experiencia.

Una de las primeras preocupaciones fue encontrar una explicación racional para lo que nos
rodea.

• Los presocráticos se percataron de que lo que nos rodea es una realidad diversa que
se halla en continua y perpetua transformación.
• Heráclito de Éfeso considera que todo se halla en perpetuo cambio y
transformación; el movimiento es la ley del universo.
• Parménides, al contrario, opina que el movimiento es imposible, pues el cambio es
el paso del ser al no ser o la inversa, del no ser al ser. Esto es inaceptable, ya que el no
ser no existe y nada puede surgir de él.
• Platón, supone una especie de síntesis, es decir, una unión o una suma de estas dos
concepciones opuestas: la de Heráclito y Parménides. Por un lado tenemos el mundo
sensible, caracterizado por un proceso constante de transformación y, por el otro,
tenemos el mundo abstracto y perfecto de las Ideas, caracterizado por la eternidad y la
incorruptibilidad.

La búsqueda de la ciencia de lo que es, en tanto que algo que es (tò òn hê òn)

En el comienzo mismo del libro IV de la Metafísica aparece formulada la conocida


declaración enfática según la cual "hay una ciencia que estudia lo que es, en tanto que algo
que es y los atributos que, por sí mismo, le pertenecen" (IV, 1003a21-22). Inmediatamente
añade Aristóteles que tal ciencia no se identifica con ninguna de las ciencias particulares. En
efecto, ninguna de las ciencias particulares se ocupa "universalmente de lo que es", sino que
cada una de ellas secciona o acota una parcela de la realidad ocupándose en estudiar las
propiedades pertenecientes a esa parcela previamente acotada (ib.1003a23-26). Aristóteles
propone, pues, la ontología como un proyecto de ciencia con pretensión de universalidad,
aquella universalidad que parece corresponder al estudio de lo que es, en tanto que algo que
es, sin más, y no en tanto que es, por ejemplo, fuego, número o línea (IV 2, 1004b6), en cuyo
caso nos habríamos situado ya en la perspectiva de una ciencia particular (la física, la
aritmética y la geometría, respectivamente).

La constitución de semejante ciencia tropieza inmediatamente, sin embargo, con una


dificultad sustantiva y radical. Y es que la omnímoda presencia, explícita o virtual, del verbo
ser (eînai) y de su participio (òn) en nuestro discurso acerca de la realidad no garantiza la
unidad de una noción que responda, a su vez, a la unidad de un objeto susceptible de

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tratamiento unitario y coherente. Sin unidad de objeto no hay unidad de ciencia y sin unidad
de noción no hay unidad de objeto. Aristóteles es plenamente consciente de esta dificultad.
Frente a Parménides y frente a Platón. Aristóteles reconoce la polisemia del verbo ser en sus
distintos usos y aplicaciones. Así, el capítulo siguiente (IV 2) comienza estableciendo la tesis
de que "la expresión 'algo que es ' se dice en muchos sentidos": tò ón légetao pollachôs)
(1033a33), tesis a la cual nunca renuncia Aristóteles. Más bien, a su juicio toda reflexión
acerca del lenguaje y acerca de la realidad ha de partir necesariamente de la constatación y
del reconocimiento de este hecho incuestionable.

Aristoteles cuadro de 1457.

La aporía a la que se enfrenta Aristóteles, como ha señalado acertadamente P.Aubenque,


proviene, en definitiva, del mantenimiento simultáneo de tres tesis cuya conjunción resulta
abiertamente inconsciente: 1) hay una ciencia de lo que es, en tanto que algo que es, 2)
solamente puede haber unidad de ciencia si hay univocidad, si hay unidad de género, y 3) la
expresión 'lo que es' carece de univocidad, "lo que es" no constituye un género. Es obvio que
la conjunción de dos cualesquiera de estas tesis comporta de modo inevitable, la exclusión de
la restante.

El pensamiento aristotélico no quedó, sin embargo, paralizado definitivamente ante esta


aporía. Aristóteles trató de encontrar una salida que, en realidad, pasaría por la matización de
las dos primeras de las tesis enunciadas. La matización de la segunda tesis es de capital
importancia. Ser no comporta, desde luego, una noción unívoca, sino multívoca. No obstante
puntualizará Aristóteles, su multivocidad no es tampoco la de la pura equivocidad u
homonimia. Entre los distintos sentidos de 'ser' y 'lo que es' existe una cierta conexión que
Aristóteles compara con la conexión existente entre las distintas aplicaciones del término
'sano'. 'Sano' se dice, al menos, del organismo, del color, de la alimentación y del clima, y en
cada caso se dice de un modo distinto: del organismo porque se da la salud, del color porque
es síntoma de salud, de la alimentación y del clima porque, cada cual a su modo, son
favorables a la salud. Pero en todos estos casos hay una cierta conexión: la referencia, en
todos y cada uno de ellos, a lo mismo, a la salud. Así ocurre, a juicio de Aristóteles, con el
verbo ser y con su participio, 'lo que es', como se explica en el siguiente texto: "de unas cosas
se dice que son por ser entidades (ousíai), de otras por ser afecciones de la entidad, de otras
por ser un proceso hacia la entidad, o bien corrupciones o privaciones o cualidades o agentes
productivos o agentes generadores ya la entidad ya de aquellas cosas que se dicen en relación

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con la entidad, o bien por ser negaciones ya de alguna de estas cosas ya de la entidad" (IV 2,
1003b6-10).

Las diversas significaciones de 'lo que es' poseen, por tanto, la unidad peculiar que adquiere
una multiplicidad en virtud de su referencia común a algo uno (pròs hén), la referencia a una
misma cosa (en el ámbito de lo real) y a una misma noción o significado (en el ámbito del
lenguaje): referencia a la salud en el ejemplo utilizado y referencia a la entidad (ousía) en el
caso de la indagación ontológica. Semejante forma de unidad comporta, pues, un término (y
una noción) fundamental que es primero y que es universal en la medida en que siempre se
halla referido o supuesto en cualquier uso del verbo ser. Aristóteles habla de referencia "a una
única naturaleza" (mían tinà phýsin: 1003a34), y también de referencia a un único principio
(arkē): "así también 'algo que es' se dice en muchos sentidos, pero en todos los casos en
relación con un único principio" (1003b5-6).

En consonancia con esta interpretación matizada de la polisemia de ser y 'lo que es',
Aristóteles matiza también la segunda tesis a que más arriba nos referíamos, es decir, la tesis
que solamente puede haber ciencia, unidad de ciencia, si hay univocidad, si hay unidad de
género. Aun cuando no sea genérica en sentido estricto, la unidad de referencia posibilita
también la unidad de una ciencia: "corresponde, en efecto, a una única ciencia estudiar, no
solamente aquellas cosas que se denominan según un solo significado, sino también las que se
denominan en relación con una sola naturaleza, pues éstas se denominan también en cierto
modo, según un solo significado. Es, pues, evidente que el estudio de las cosas que son, en
tanto que cosas que son, corresponde también a una sola ciencia" (IV 2, 1003b12-16). Por lo
demás, y puesto que en tales caso hay siempre algo que es primero (el término común de la
referencia, la entidad o ousía en nuestro caso), es lógico que la ciencia así constituida se
ocupe de manera prioritaria y fundamental de aquello que es primero: "ahora bien, en todos
los casos la ciencia se ocupa fundamentalmente de lo primero, es decir, de aquello de que las
demás cosas dependen y en virtud de lo cual reciben la denominación correspondiente. Por
tanto, si esto es la entidad, el filósofo debe hallarse en posesión de los principios y las causas
de las entidades" (ib. 1003b16-19)

La realidad sustancial

La realidad, es y existe, es lo que Aristóteles denomina ousía. La palabra fue luego traducida
por los romanos como substancia (lo sub-estante, lo que subyace, lo que sostiene). También
se la puede traducir como "entidad", aunque ¿es la substancia siempre entidad?..

Sustancia o Entidad (Ousía): La sustancia realmente son todas las cosas que hay en el
mundo, las cuales están compuestas de materia (hylé) y forma (morfé). Para explicar el
cambio, Aristóteles sostiene que la materia es aquello que no cambia (por ejemplo, en el árbol
y en la silla hay madera, y eso no cambia, lo que cambió fue la forma), tal explicación y
definición es dada por otros (más platónicos) para la esencia.

Las sustancias son los individuos concretos que nos rodean. Todo lo que nos rodea: este gato,
esta casa, son substancias y constituyen la única y auténtica realidad.

Toda substancia forma parte del mundo sensible. La realidad sustancial constituye una síntesis
de los dos mundos platónicos, en tanto que tiene algo general y universal en ella (la forma),
pero también algo "mundano" (la materia). En este sentido, Aristóteles sostiene que la forma
de la sustancia es su esencia (hilemorfismo), y que al enunciarla tenemos la definición.

12
Astronomía

Aristoteles

Aristóteles, reconocido como uno de los más grandes pensadores que ha habitado la Tierra,
hizo varias observaciones equivocadas acerca del Universo. Instituyó un sistema geocéntrico,
en el cual la Tierra se encontraba inmóvil en el centro mientras a su alrededor giraba el Sol
con otros planetas. Aristóteles habló del mundo sublunar, en el cual existía la corrupción y la
degeneración; y el mundo supralunar, perfecto. Esta teoría de la Tierra como centro del
universo -que a su vez era considerado finito- perduró por varios siglos hasta que Copérnico
en el siglo XVI cambió el concepto e introdujo una serie de paradigmas, concibiendo el Sol
como centro del universo.

Botánica
Arístoteles sistematiza el reino vegetal dividiéndolo en dos grandes grupos:

• Plantas con flores


• Plantas sin flores (estas serían: musgos, helechos, algas, hepáticas, etc.)

Filosofía
Aristóteles rechazó las teorías de Platón en las que decía que las ideas eran la auténtica
realidad (ideas innatas) y que el mundo sensible a nuestros sentidos no era más que una copia
insulsa de estas. Aristóteles al contrario de Platón, que concebía la "existencia" de dos
mundos posibles o reales (algunos eruditos creen que la teoría platónica es en realidad un
realismo de las Ideas o metafísico), poseía una teoría que discurría entre el mundo idealista y
el mundo tangible.

Criticas a Platón y su teoría de las ideas

Aristóteles hace cuatro criticas fundamentales a la teoría de las ideas de Platón

• Critica a los dos mundos, para Aristóteles es uno solo; al tener dos mundos se
complica la explicación innecesariamente, explicando dos veces lo mismo.

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• Platón no da una explicación racional, utiliza mitos y metáforas, en vez de aclarar
conceptualmente.
• No hay una relación clara de causalidad. No explica como las ideas son causa de las
cosas sensibles y mutables. No infiere que de una idea se derive un objeto.
• Argumento del tercer hombre; según Platón, la semejanza entre dos cosas se explica
porque ambas participan de la misma idea. Según Aristoteles, se precisa un tercero
para explicar la semejanza entre dos cosas, y un cuarto para explicar las tres, y así
sucesivamente. Es una regresión al infinito, por lo tanto nada se explica.

Política
Aristóteles expuso en La Política la teoría clásica de las formas de gobierno, misma que sin
grandes cambios fue retomada por diversos autores en los siglos siguientes, además estableció
categorías fundamentales, en las que continuamos apoyándonos para entender la realidad
política.

Para la célebre teoría de las seis formas de gobierno Aristóteles tomó en cuenta dos factores
primordiales, quién gobierna y cómo gobierna. En base al criterio de quién gobierna,
distinguió según si en la constitución el gobierno reside en una persona, pocas personas y
muchas personas, dando a la primera el nombre de monarquía, a la segunda el de aristocracia
y nombrando a la tercera democracia. Atendiendo al criterio de cómo gobierna, habló de
constituciones puras o impuras y como consecuencia a las tres formas anteriores, consideradas
como puras (buenas), se podía contraponer otras tres formas impuras (malas), de modo que
aplicado a estas formas malas el criterio de quién gobierna, Aristóteles las clasificó como
tiranía (gobierno de uno), oligarquía (gobierno de pocos) y oclocracia (desgobierno de
muchos). También dio a estas formas de gobierno una jerarquía respecto a las demás tomando
en cuenta para ello si estos gobiernos velaban por el interés común o el individual, quedando
las formas de gobierno en orden de la mejor a la peor de la siguiente manera: 1. Monarquía, 2.
Aristocracia, 3. Democracia, 4. Oclocracia, 5. Oligarquía; y 6. Tiranía. Además de la gran
importancia de esta tipología, debe prestarse, en la obra Arístotélica, especial atención a sus
observaciones y determinaciones (habiendo sido éstas las que ganaron el éxito histórico), ya
que cada una de las seis formas de gobierno es analizada en un contexto histórico distinto,
dividiendo así cada una de las seis formas en subespecies distintas una de otra pero que
conservaban su esencia.

Biología
Se considera a Aristóteles como uno de los primeros biólogos, dado que se dio a la tarea de
clasificar unas 500 especies de peces, entre otros animales.

Generación espontánea

La Generación espontánea es una teoría sobre el origen de la vida. Aristóteles propuso el


origen espontáneo de peces e insectos a partir del rocío, la humedad y el sudor. Explicó que se
originaban gracias a una interacción de fuerzas capaces de dar vida a lo que no la tenía con la
materia no viva. A esta fuerza le llamó entelequia.

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La teoría se mantuvo durante muchos años; en el siglo XVII Van Helmont, la estudió y
perfeccionó. Tan sólo sería rebatida por los experimentos de los científicos Lazzaro
Spallanzani, Francesco Reddi y en última instancia Louis Pasteur.

Zoología

Los comienzos de la zoología deben buscarse en la obra aristotélica, concretamente en los


estudios sobre la generación y la anatomía de los animales, si bien con anterioridad ya habían
existido estudiosos hindúes que influyeron poco o nada en la ciencia griega occidental.
Aristóteles realizó observaciones de verdadero rigor científico acerca de la reproducción de
los animales, y en anatomía sentó las bases del conocimiento sistemático del reino animal.
Este autor distinguía dos grandes grupos: anaima (animales sin sangre) y enaima (animales
con sangre). El primer grupo corresponde aproximadamente a los invertebrados, y el segundo,
a los vertebrados.

Entre los anaima distinguía cuatro subgrupos:

• moluscos, que correspondían únicamente a los actuales cefalópodos


• malacostráceos, que comprendían la mayor parte de los crustáceos superiores
• eutoma, que incluía los gusanos y los insectos
• ostracodermos, que reunían todos los animales provistos de caparazón como bivalvos,
gasterópodos, equinodermos, etc.

Los animales con sangre los dividió en:

• cuadrúpedos vivíparos (mamíferos)


• cuadrúpedos ovíparos (reptiles y anfibios)
• peces

Aristóteles llamó a estos grupos "géneros máximos", sus divisiones se llamaban "géneros"
los cuales se dividían a su vez en "especies". Esta clasificación se mantuvo vigente durante la
Edad Media y el Renacimiento, hasta Carlos Linneo (s. XVIII).

Ética
Aristóteles escribió dos obras sobre ética: Ética a Nicómaco, consta de diez libros. Ética a
Eudemo que consta de cuatro libros.
La Gran Ética probablemente no es obra suya, sino de un recopilador. Según el filósofo, toda
actividad humana tiende hacia algún fin/bien. La ética de Aristóteles es una ética de bienes
porque él supone que cada vez que el hombre actúa lo hace en búsqueda de un determinado
bien. El bien supremo es la felicidad (véase: eudemonismo), y la felicidad es la sabiduría (el
desarrollo de las virtudes, en particular la razón).

• Fin : La finalidad o motivo de una acción.


• Fin Medio o Imperfecto : Es aquel fin que se quiere por otra cosa y no por sí mismo.
• Fin Final o Perfecto : Es aquél fin que se quiere por sí mismo y no por otra cosa.
• Felicidad o eudaimonía : Es el Bien Supremo del ser humano.

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La actividad contemplativa es, en efecto, la más alta de todas, puesto que la inteligencia es lo
más alto de cuanto hay en nosotros, y además, la más continua, porque contemplar podemos
hacerlo con mayor continuidad que otra cosa cualquiera.

Virtudes

Las virtudes que le interesan a Aristóteles son las virtudes del alma, y de éstas las que se
refieren a la parte racional.

Aristóteles divide la parte racional en dos:

• intelecto
• voluntad

Cuando el intelecto está bien dispuesto para aquello a lo que su naturaleza apunta, es decir
para el conocimiento o posesión de la verdad, decimos que dicho intelecto es virtuoso y
bueno.

Las virtudes intelectuales perfeccionan al hombre en relación al conocimiento y la verdad y se


adquieren mediante la instrucción.

Existen dos clases de virtudes: virtudes éticas y virtudes dianoéticas.

Ambas expresan la excelencia del hombre y su consecución produce la felicidad, ya que ésta
última es "la actividad del hombre conforme a la virtud".

A través de las virtudes el hombre domina su parte irracional.

Las virtudes éticas son adquiridas a través de la costumbre o el hábito y consisten,


fundamentalmente, en el dominio de la parte irracional del alma (sensitiva) y regular las
relaciones entre los hombres.

Las virtudes éticas más importantes son: la fortaleza, la templanza, la justicia.

Las virtudes dianoéticas se corresponden con la parte racional del hombre, siendo, por ello,
propias del intelecto (nous) o del pensamiento (nóesis).

Su origen no es innato, sino que deben ser aprendidas a través de la educación o la enseñanza.

Las principales virtudes dianoéticas son la inteligencia (sabiduría) y la prudencia.

Las virtudes morales

La templanza es el término medio entre el libertinaje y la insensibilidad. Consiste en la virtud


de la moderación frente a los placeres y las penalidades.
La fortaleza es el término medio entre el miedo y la audacia.
La generosidad es un término medio en relación con el uso y posesión de los bienes. La
prodigalidad es su exceso y la avaricia su defecto.
Prudencia: el hombre prudente es aquel que puede reconocer el punto medio en cada

16
situación. Cuando uno hace algo virtuoso, la acción es buena de por sí. La prudencia no es ni
ciencia ni praxis, es una virtud.

La justicia

La justicia consiste en dar a cada uno lo que es debido. Hay dos clases de justicia, según
Aristóteles:

• La justicia distributiva, que consiste en distribuir las ventajas y desventajas que


corresponden a cada miembro de una sociedad, según su mérito.
• La justicia conmutativa, que restaura la igualdad perdida, dañada o violada, a través de
una retribución o reparación regulada por un contrato.

Doctrinas

Alejandro Magno y Aristoteles

• La Metafísica: es la ciencia más general, por ser la ciencia del ser en cuanto ser
(ontología). Trata sobre la filosofía primera o la teología y es identificada por
Aristóteles con la sabiduría (sofía) pura.

En su Metafísica, Aristóteles abogaba por la existencia de un ser divino, al que se describe


como “Primer Motor”, responsable de la unidad y significación de la naturaleza. Dios, en su
calidad de ser perfecto, es por consiguiente el ejemplo al que aspiran todos los seres del
mundo, ya que desean participar de la perfección. Existen además otros motores, como son
los motores inteligentes de los planetas y las estrellas (Aristóteles sugería que el número de
éstos era de “55 o 47”, divididos en "sublunares" y "supralunares"). No obstante, el “Primer
Motor” o Dios, tal y como lo describe Aristóteles, no corresponde a finalidades religiosas,
como han observado numerosos filósofos y teólogos posteriores. Al “Primer Motor”, por
ejemplo, no le interesa lo que sucede en el mundo ni tampoco es su creador. Aristóteles limitó
su teología, sin embargo, a lo que él creía que la ciencia necesita y puede establecer.

• La Física: es la ciencia que trata de las substancias materiales. En la física hace un


estudio de la naturaleza y el movimiento.

En astronomía, Aristóteles propuso la existencia de un Cosmos esférico y finito que tendría a


la Tierra como centro (geocentrismo). La parte central estaría compuesta por cuatro
elementos: tierra, aire, fuego y agua. En su Física, cada uno de estos elementos tiene un lugar
adecuado, determinado por su peso relativo o “gravedad específica”. Cada elemento se
mueve, de forma natural, en línea recta —la tierra hacia abajo, el fuego hacia arriba— hacia el

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lugar que le corresponde, en el que se detendrá una vez alcanzado, de lo que resulta que el
movimiento terrestre siempre es lineal y siempre acaba por detenerse. Los cielos, sin
embargo, se mueven de forma natural e infinita siguiendo un complejo movimiento circular,
por lo que deben, conforme con la lógica, estar compuestos por un quinto elemento, que él
llamaba aither (éter), elemento superior que no es susceptible de sufrir cualquier cambio que
no sea el de lugar realizado por medio de un movimiento circular. La teoría aristotélica de que
el movimiento lineal siempre se lleva a cabo a través de un medio de resistencia es, en
realidad, válida para todos los movimientos terrestres observables. Aristóteles sostenía
también que los cuerpos más pesados de una materia específica caen de forma más rápida que
aquellos que son más ligeros cuando sus formas son iguales, concepto equivocado que se
aceptó como norma durante aproximadamente 1800 años hasta que el físico y astrónomo
italiano Galileo llevó a cabo su experimento con pesos arrojados desde la torre inclinada de
Pisa.

• La Antropología: Aristóteles aplicará el hilemorfismo a su concepto del hombre, que


es entendido como un compuesto único formado por un alma y un cuerpo.

• La Ética eudemonista de Aristóteles considera que el fin que busca el hombre es la


felicidad, que consiste en la vida contemplativa. La ética desemboca en la política. El
organismo social de Aristóteles considera al Estado como una especie de ser natural
que no surge como fruto de un pacto o acuerdo. El hombre es un animal social ("zoon
politikon") que desarrolla sus fines en el seno de una comunidad. La política del
hombre se explica por su capacidad del lenguaje, único instrumento capaz de crear una
memoria colectiva y un conjunto de leyes que diferencia lo permitido de lo prohibido.

Aristóteles creía que la libertad de elección del individuo hacía imposible un análisis preciso y
completo de las cuestiones humanas, con lo que las “ciencias prácticas”, como la política o la
ética, se llamaban ciencias sólo por cortesía y analogía. Las limitaciones inherentes a las
ciencias prácticas quedan aclaradas en los conceptos aristotélicos de naturaleza humana y
autorrealización. La naturaleza humana implica, para todos, una capacidad para formar
hábitos, pero los hábitos formados por un individuo en concreto dependen de la cultura y de
las opciones personales repetidas de ese individuo. Todos los seres humanos anhelan la
“felicidad”, es decir, una realización activa y comprometida de sus capacidades innatas,
aunque este objetivo puede ser alcanzado por muchos caminos.

La Ética a Nicómaco es un análisis de la relación del carácter y la inteligencia con la


felicidad. Aristóteles distinguía dos tipos de “virtud” o excelencia humana: moral e
intelectual. La virtud moral es una expresión del carácter, producto de los hábitos que reflejan
opciones repetidas. Una virtud moral siempre es el punto medio entre dos extremos menos
deseables. El valor, por ejemplo, es el punto intermedio entre la cobardía y la impetuosidad
irreflexiva; la generosidad, por su parte, constituiría el punto intermedio entre el derroche y la
tacañería. Las virtudes intelectuales, sin embargo, no están sujetas a estas doctrinas de punto
intermedio. La ética aristotélica es una ética elitista: para él, la plena excelencia sólo puede ser
alcanzada por el varón adulto y maduro perteneciente a la clase alta y no por las mujeres,
niños, “bárbaros” ("balbuceantes": no griegos) o “mecánicos” asalariados (trabajadores
manuales, a los cuales negaba el derecho al voto).

Como es obvio, en política es posible encontrar muchas formas de asociación humana.


Decidir cuál es la más idónea dependerá de las circunstancias, como, por ejemplo, los
recursos naturales, la industria, las tradiciones culturales y el grado de alfabetización de cada

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comunidad. Para Aristóteles, la política no era un estudio de los estados ideales en forma
abstracta, sino más bien un examen del modo en que los ideales, las leyes, las costumbres y
las propiedades se interrelacionan en los casos reales. Así, aunque aprobaba la institución de
la esclavitud, moderaba su aceptación aduciendo que los amos no debían abusar de su
autoridad, ya que los intereses de amo y esclavo son los mismos. La biblioteca del Liceo
contenía una colección de 158 constituciones, tanto de estados griegos como extranjeros. El
propio Aristóteles escribió la Constitución de Atenas como parte de la colección, obra que
estuvo perdida hasta 1890, año en que fue recuperada. Los historiadores han encontrado en
este texto muy valiosos datos para reconstruir algunas fases de la historia ateniense.

• La Lógica: es la disciplina filosófica que estudia la corrección o validez de los


razonamientos. En su lógica, Aristóteles distinguía entre la dialéctica y la analítica.

En lógica, Aristóteles desarrolló reglas para establecer un razonamiento encadenado que, si se


respetaban, no producirían nunca falsas conclusiones si la reflexión partía de premisas
verdaderas (reglas de validez). En el razonamiento los nexos básicos eran los silogismos:
proposiciones emparejadas que, en su conjunto, proporcionaban una nueva conclusión. En el
ejemplo más famoso, “Todos los humanos son mortales” y “Todos los griegos son humanos”,
se llega a la conclusión válida de que “Todos los griegos son mortales”. La ciencia es el
resultado de construir sistemas de razonamiento más complejos. Como se ha señalado, en su
lógica, Aristóteles distinguía entre la dialéctica y la analítica; para él, la dialéctica sólo
comprueba las opiniones por su consistencia lógica. La analítica, por su parte, trabaja de
forma deductiva a partir de principios que descansan sobre la experiencia y una observación
precisa. Esto supone una ruptura deliberada con la Academia de Platón, escuela donde la
dialéctica era el único método lógico válido, y tan eficaz para aplicarse en la ciencia como en
la filosofía.


o La dialéctica analiza las opiniones a partir de su plausibilidad (su grado de
aceptación por la comunidad), derivando en el examen de su verdad o falsedad.
o La analítica trabaja de forma deductiva a partir de principios que descansan
sobre la experiencia y una observación precisa.

Transmisión y problemas textuales


Cabe resaltar que Aristoteles escribió dos tipos de textos: los destinados a la "publicación"
fuera del Liceo o exotéricos (gr. exo fuera) y los utilizados como apuntes de clase o notas de
conferencias, denominados esotéricos (gr. eso dentro). Lastimosamente, solo conservamos los
esotéricos, los cuales al ser una recopilación de sus apuntes, vuelven un poco complicada su
lectura, pues faltan las explicaciones, las transiciones son abruptas, los argumentos quedan en
ocasiones inacabados... leer a Aristóteles es duro, lo que explica en parte que sus textos hayan
sido interpretados y comentados a lo largo de dos mil años.

Las actuales ediciones en griego siguen la establecida por Immanuel Bekker en 1831. Hay que
decir que apenas conservamos un tercio de lo que Aristóteles escribió (a menudo es difícil por
tanto afirmar si es o no, por ej., un pensador sistemático o aporético). Aristóteles, por ej.,
escribió o dirigió la redacción de 158 "Constituciones" (gr. politeiai), de las que no nos ha
llegado ninguna, con excepción de la Constitución de los atenienses, cuyo papiro fue
encontrado en una excavación en Egipto en un depósito de basura.

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Tras su muerte, sus textos (apenas tuvo una influencia inmediata) desaparecieron durante dos
siglos. Luego aparecen en Atenas y después en Roma, donde el peripatético Andrónico de
Rodas (siglo I d. C.) preparó una edición. Lo que nos queda de esos textos, por tanto, está
determinado por la mano que preparó esa edición. Más problemática aún es la transmisión de
llamado Corpus Aristotelicum (contiene las obras de Aristóteles más las de otros autores que
dicen ser Aristóteles) a lo largo de la edad media: su influencia remite a lo largo de la misma,
dominando el platonismo hasta alrededor del siglo XII, cuando las traducciones al latín de las
traducciones al árabe (y a veces al siríaco) de uno o varios originales en griego, entran en los
debates escolásticos de los centros de producción cultural medievales.

¿Cómo establecer por tanto, en los restos que nos quedan, qué textos son y cuáles no son
"originales"? Esto es imposible. En los últimos decenios se ha desarrollado una técnica muy
sofisticada, llamada "estilometría" (aplicada a otros autores, como Platón), que determina,
mediante el cómputo y estudio estadístico de determinados elementos gramaticales, qué textos
son escritos por qué mano. Pero esto no asegura que se trate de Aristóteles. Además, la
edición de Andrónico de la Metafísica, por ej., puede ser más una colección de textos que una
obra concebida como tal por el mismo Aristóteles (esto lo ha dicho el especialista Jonathan
Barnes). Las luchas ideológicas en el seno de la Iglesia durante la edad media en torno a la
interpretación de Corpus Aristotelicum ( el "cuerpo" de las obras de Aristóteles con temas
como el problema de la inmortalidad del alma, eternidad del mundo y demás) hacen que nos
planteemos la posibilidad de modificaciones en los manuscritos.

Lo que tenemos, por tanto, es algo que puede ser cercano a las notas de un filósofo, con
algunas interpolaciones y manipulaciones del texto. Buscar el autor "original" o la "obra
primigenia" es una tarea utópica.

Nómina temática de la obra de Aristóteles (título de la


compilación)
Referidos a la lógica:

• Órganon (en griego ‘instrumento‘) que por su parte comprende:


o Isagoge (o ‘Categorías’) —un libro—;
o Peri Hermeneias/De Interpretatione (‘Sobre la interpretación‘ o ‘en torno a la
hermenéutica’) —un libro—;
o Analytica Priora o ‘Primeros Analíticos’ —2 libros dedicados principalmente a
los silogismos—;
o Analytica Posteriora o ‘Segundos Analíticos’ —2 libros dedicados
principalmente a las demostraciones—;
o Tópica —8 libros, en gran medida dedicados a la dialéctica—;
o Protréptico o ‘Exortación a la Filosofía’;
o Elenco Sofístico o ‘Refutación a los sofistas’ —un libro—;

• La Física (8 libros con escritos correlativos):


o De Caelo (‘Tratado del Cielo’);
o De Generatione et Corruptione (‘De la generación y la corrupción’) —2 libros
—;
o De Meteorologia;
o Parva Naturalia (‘Pequeño tratado de la naturaleza’);

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o Historia Animalium (‘Historia de los animales’);
o De Partibus Animalium (‘Las partes de los animales’);
o De Motu Animalium (‘El movimiento de los animales’);
o De Coloribus (‘Sobre los colores’);
o De Audibilibus(‘Sobre las cosas de la audición’);
o Physiognomonica (‘Fisiognomónica’);
o De Mirabilibus auscultationibus (‘De las maravillas escuchadas’);
o De Plantis (‘Las plantas’);
o Problemata (‘Problemas’);
o De Lineis Insecabilibus (‘De las líneas imperceptibles’);
o Ventorum Situs (‘Los lugares de los vientos’);
o Melisos, Jenófanes y Gorgias o abreviadamente MXG;

• Metafísica (‘Tras la Física’, obras referidas principalmente a la ontología) —14 libros


—;

• Referidos a la Psicología:
o De Anima (‘El alma’) —tres libros— con escritos correlativos:
o De Sensu et Sensibilibus (‘El sentido y lo del sentido’);
o Memoria et Reminiscentia (‘Memoria y reminiscencia);
o De Somno et Vigilia (‘El sueño y la vigilia’);
o De Insomnis (‘Los ensueños’);
o De Divinitatione per Somnum (‘La adivinación por el sueño’);
o De Longitudine et Brevitate Vitae (‘La longitud y brevedad de la vida’)
o De Vita et Respiratione (‘La vida y respiración’);

• Atinentes a la Ética:
o Ethica Nicomachea (‘Ética Nicomaquea’ o ‘Ética para Nicómaco’) —diez
libros—;
o Ethica Eudemia —seis libros—;
o Magna Moralia (‘Gran tratado de moral’);
o De Virtubis et Vitiis Libellus (‘Librillo sobre las virtudes y los vicios’);

• Atinentes a la Estética y la Gramática:


o Ars Poetica (el ‘Arte poética’);
o Ars Rhetorica (‘El arte retórica’);
o Rhetorica o De Gryllus;
o Rhetorica ad Alexandrum (‘Retórica para Alejandro’);

• Respecto a la Política, los 8 libros agrupados bajo el nombre Política y la


o Athenaion Politeia (‘Constitución para Atenas’).

Bibliografía
Obra propia en castellano

• Aristóteles (1988/2005), Obras Completas, Madrid: Editorial Gredos. 21 títulos publicados.


o Metafísica de Aristóteles, Edición trilingüe de Valentín García Yebra. ISBN
9788424921767.

21
o Poética de Aristóteles, Edición trilingüe de Valentín García Yebra. ISBN
9788424912000.
o Acerca del Alma. ISBN 9788424935184.
o Tratados de Lógica, Obra completa. ISBN 9788424916633.
 Volumen I: Órganon I. ISBN 9788424902322.
 Volumen II: Órganon II. ISBN 9788424912888.
o Aristóteles/ Pseudo Aristóteles, Constitución de los atenienses/ Económicos. ISBN
9788424909345.
o Ética Nicomáquea. Ética Eudemia. ISBN 9788424910075.
o Acerca de la generación y la corrupción. Tratados de historia natural. ISBN
9788424912420.
o Política. ISBN 9788424912833.
o Retórica. ISBN 9788424914233.
o Investigación sobre los animales. ISBN 9788424915995.
o Metafísica. ISBN 9788424916664.
o Reproducción de los animales. ISBN 9788424916718.
o Física. ISBN 9788424916763.
o Acerca del cielo. Meteorológicos. ISBN 9788424918316.
o Pseudo Aristóteles/ Anónimo, Fisiognomía/ Fisiólogo. ISBN 9788424922481.
o Aristóteles/ Euclides, Sobre las líneas indivisibles. Mecánica/ Óptica. Catóptrica.
Fenómenos. ISBN 9788424922658.
o Partes de los animales. Marcha de los animales. Movimiento de los animales. ISBN
9788424922832.
o Problemas. ISBN 9788424927080.
o Fragmentos. ISBN 9788424927714.
• — (1999), Categorías, De Interpretatione, Madrid: Editorial Tecnos. Incluye además Porfirio:
Isagoge. Introducción, traducción y notas de Alfonso García Suárez, Luis M. Valdés
Villanueva y Julián Velarde Lombraña.
• — (2007), El hombre de genio y la melancolía (problema XXX), Traducción de C. Serna,
prólogo y notas de Jackie Pigeaud y revisión de Jaume Pòrtulas. Cuadernos del Acantilado,
23. Barcelona: El Acantilado. ISBN 9788496489806.

Sobre Aristóteles

• Anscombe, G. E. M. y Geach, P. T. (1961), Three Philosophers, Ithaca: Cornell University


Press.
• Barnes, Jonathan (1995), The Cambridge Companion to Aristotle, Cambridge: C. U. P. ISBN
0521422949.
• Bröcker, Walter (1963), Aristóteles, Santiago de Chile: Ediciones de la Universidad de Chile.
Traducción de Francisco Soler Grima. Prólogo de Alberto Wagner de Reyna.
• Guthrie, William Keith Chambers (1993), Historia de la Filosofía Griega; Volumen VI:
Introducción a Aristóteles, Madrid: Editorial Gredos. ISBN 9788424916312.
• Guy, Alain (1968), Ortega y Gasset, crítico de Aristóteles. La ambigüedad del modo de
pensar peripatético, juzgada por el raciovitalismo, Madrid: Editorial Espasa-Calpe.
Traducción de María Luisa Pérez Torres.
• Heidegger, Martín (2002), Interpretaciones fenomenológicas sobre Aristóteles. Indicación de
la situación hermenéutica. Informe Natorp, Madrid: Editorial Trotta. Trad. de Jesús Adrián
Escudero. Título original: Phänomenologische Interpretationen zu Aristoteles (Anzeige der
hermeneutischen Situation). Natorp Bericht; en la revista Dilthey Jahrbuch für Philosophie
und Geschichte der Geisteswissenschaften, volumen 6, Vandenhoeck & Ruprecht, 1989,
Göttingen, pp. 237-269. Edición de Hans-Ulrich Lessing.
• Marías, Julián (1980), El sentido de la filosofía en Aristóteles; en Biografía de la Filosofía,
Madrid: Editorial Alianza.

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Véase también
• Metafísica
• Sustancia (Aristóteles)
• Poética
• Platón
• Sócrates

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