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1) Construcción comunitaria1
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KINGSLEY, T., McNEELY, J.B. y GIBSON, J.O.: Community Building: Coming of Age, Urban
Institute, 1997. Disponible on line en www.urban.org/community/combuilt.htm
6. proyectos. Este proceso da como resultado un valor añadido en forma de capital
humano.
2) Aprendizaje - servicio
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La evaluación realizada por la Universidad Carlos III de Madrid al proyecto Tiempo Joven,
avisa de la importancia del mantenimiento de una estructura externa mínima para mantener los
proyectos de desarrollo comunitario: <<La idea de buscar la autonomía de los grupos es
adecuada, pero siempre contando con un soporte que sirva de captación y entrada a nuevos
chicos, que garantice principios democráticos y que provea de unos mínimos medios al menos
para los jóvenes que empiezan. La autogestión debe ser potenciada pero sin la pretensión de
que sea una dinámica que se retroalimenta por sí mima>>. LIGERO , J.A. y PERNAS, B.:
Análisis y propuesta para intervenir con jóvenes en situación de exclusión. Estudio de caso en
un barrio del Sur de Madrid “Orcasur” y un programa de Fundación Tomillo. Investigación y
evaluación realizada por el Departamento de Sociología de la Universidad Carlos III de Madrid,
2006.
través de la participación. Como se ha indicado en apartados anteriores, ciertas
situaciones – acceso al empleo, regularización, trabajo...- no genera de forma
espontánea el sentimiento de ciudadanía.
Por esto, la ciudadanía supone algo más que la posibilidad de acceso a los
recursos. En el contexto de los proyectos de desarrollo comunitario, la ciudadanía
depende de la capacidad para asumir responsabilidades. En este punto se hace
necesario distinguir entre potencias y posibilidades para la ciudadanía. Si
únicamente nos centramos en las posibilidades de acceso a los recursos, olvidando
las potencias como la capacidad de participación - formación, motivación, proyecto de
vida...- anulamos a priori la realización de una autonomía real. La autonomía, como lo
propio, lo que nos pertenece, es aquello que se incorpora de un modo comprometido
y responsable al proyecto de vida de cada uno. El acceso a la ciudadanía depende de
esta cuestión. En la medida que cada uno asuma las posibilidades que le brinda la
sociedad de un modo responsable y las conjugue con las potencias que entran en
juego en su desarrollo personal o proyecto de vida (capital humano3) se sentirá
ciudadano de pleno derecho. Por esto, los proyectos del área de Desarrollo
comunitario se articulan a partir de una doble vertiente. Por un lado se potencian
los cauces de participación y las estructuras que la posibilitan, pero por otro se
educan las potencias para esta participación. De nada sirve crear un entramado
para la participación si no existe una cultura que dimensione estos cauces y los
vivifique. Si el ciudadano no se siente partícipe nos encontraremos con la
denominada ciudadanía pasiva, aquella que enarbola la bandera del "derecho a
tener derecho" en lugar de una ciudadanía activa, capaz de asumir
responsabilidades. Por tanto, podríamos decir que para participar hacen falta tres
condiciones:
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El concepto de Capital Social abarca más que el de Capital Humano, pues incluye el
conjunto de prácticas y redes políticas y sociales prevalecientes así como, su desarrollo
histórico.
En este contexto, la ciudadanía es entendida como fuente de vínculo social. Para
que las tres condiciones más arriba nombradas se concreten de modo realista es
necesario vincular el aprendizaje (habilidades sociales, competencias profesionales...)
con el servicio comunitario. Esto supone considerar que el éxito de los proyectos para
el desarrollo comunitario depende de la relación directa que se establezca entre el
aprendizaje de las personas que pertenecen al barrio o comunidad local y el servicio
que sean capaces de aportar de un modo comprometido y responsable4. El
establecimiento de esta relación supone:
Con esta estrategia pretendemos que los participantes en los distintos proyectos
desarrollen todo tipo de habilidades desde la implicación en el servicio a la comunidad.
De este modo, en el marco de actuación de cada proyecto permite a los protagonistas
del mismo realizar tareas importantes y de responsabilidad en sus comunidades. Las
personas implicadas pueden asumir roles significativos en una gran variedad de
lugares: bibliotecas, centros de mayores, proyectos de ocio y tiempo libre...
3) Ciudad educadora
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Fundación Esplai (www.fundacionesplai.org) desarrolla en el marco del acceso a las nuevas
tecnologías un proyecto denominado “Conecta joven” sumamente interesante en el ámbito del
aprendizaje – servicio. (www.conectajoven.net)
niveles de formación son absolutamente dispares. Esta complejidad constituye un
tejido de interacciones, eventos, fenómenos, relaciones... que constituyen lo que
genéricamente denominamos ciudad y que supone un gran potencial educador5. Nos
encontramos con grupos humanos específicos: inmigrantes, minorías étnicas, jóvenes
en riesgo de exclusión social, mujeres maltratadas..., para los que el acceso a la
ciudadanía y, por tanto, a la autonomía personal a través de los cauces normalizados
de participación es inaccesible. En este sentido podemos entender la marginación
como aquella situación en la que se conjuga un deterioro de las potencias con una
visión de las posibilidades en cuanto absolutamente externas, extrañas, distintas y
distantes. La marginación aparece dibujada, por tanto, como antítesis de ciudadanía.
El punto de partida para el acceso a la ciudadanía de estos colectivos es
absolutamente diferente. Ante el reto de la complejidad se impone superar el
concepto de igualdad en favor del de equidad como la necesidad de justicia para
todos los ciudadanos aplicando medidas diferenciadas y ajustadas a las necesidades
particulares de cada persona o grupo humano implicando desde un principio en esta
tarea, tanto a la persona individual como a la comunidad a la que pertenece.
Creemos que esto se puede conseguir si se produce una ampliación del contexto
educativo. Se trata de una ámbito abierto, más accesible e interconectado, más
inmediato y directo, más activo, más experiencial que la escuela: se trata de la ciudad,
el barrio, la comunidad más cercana.... Una ciudad real que asume su dimensión
educadora, que no se dirige a alumnos o estudiantes sino a ciudadanos y ciudadanas:
niños y niñas, jóvenes, familias, ancianos, asociaciones, al conjunto de la ciudadanía.
5
En el Congreso Internacional de Ciudades Educadoras, propuesto y organizado por el
Ayuntamiento de Barcelona en el año 1990 se definía la ciudad educadora como aquella que,
“ejerce y desarrolla, además de las funciones tradicionales -económica, social, política y de
prestación de servicios- también una función educadora, en el sentido de asumir una
intencionalidad y una responsabilidad con el objetivo de la formación, la promoción y el
desarrollo de todos sus habitantes, empezando por los más jóvenes... Una ciudad será
educadora si ofrece con generosidad todo su potencial, si se deja tomar por todos sus
habitantes y les enseña a hacerlo"
A continuación, mostraremos dos experiencias de intervención que se enmarcan en
este contexto teórico y que constituyen dos ejemplos prácticos de proyectos de
Desarrollo Comunitario desarrollados por Fundación Tomillo.
Tiempo joven
Ante una situación social preocupante, denunciada por diferentes entidades que
trabajan en el barrio de Orcasur, Fundación Tomillo puso en marcha hace cuatro años
un proyecto de desarrollo comunitario denominada “Tiempo Joven”. Hacía tiempo que
en el citado barrio, que según el censo, posee la menor renta, el menor nivel de
estudios y uno de los índices mayores de desempleo de la ciudad de Madrid, se
observaba que muchos jóvenes inmigrantes y autóctonos comenzaban a formar
grupos aislados como círculos cerrados de jóvenes a los que sólo acceden los del
mismo país de procedencia, grupos que afianzan el sentimiento de xenofobia y
racismo. Una de la cuestiones que más preocupaba era que en estos grupos, los
jóvenes encontraban protección, comprensión, complicidad y se sentían seguros ante
un entorno social que veían como excluyente6. Dentro de su grupo de iguales
establecen jerarquías, signos externos que les diferencian de los demás grupos y
acotan sus territorios dentro del distrito en donde establecen sus normas de
convivencia. Los grupos de jóvenes, en este caso, proceden fundamentalmente de
Ecuador, Colombia, Perú, República Dominicana, Marruecos y autóctonos.
Un gran número de hijos de inmigrantes carecen de referencia externas y mantienen y
protegen los usos y costumbres de sus países de procedencia en su vertiente más
negativa, y algunos jóvenes autóctonos se agrupan en cuanto a ideologías de corte
racista y xenófobo.
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El citado estudio de la Universidad Carlos III indica que “La inmigración afecta al arraigo. Son
los españoles los que citan el barrio para identificarse en primer lugar, seguido del país
“España”, y sólo en tercer lugar la ciudad “Madrid”. Los jóvenes extranjeros responden que
son de su país de origen en un 80 % de los casos, proporción que disminuye cuanto más
tiempo llevan viviendo en España”. LIGERO , J.A. y PERNAS, B.(2006), p.17.
Este fenómeno ya existente en Francia, Alemania, Suecia e Inglaterra, y que ha
derivado en la aparición de guetos de inmigrantes que rodean las grandes ciudades,
constituye en estos países un problema social de primera magnitud, pues amenaza la
paz y estabilidad social creando una fractura de difícil recuperación. Se trata de un
fenómeno nuevo en nuestro país pero antiguo en Europa.
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LIGERO , J.A. y PERNAS, B.(2006), pp.26 –37.
2. Qué es Tiempo Joven
Para el desarrollo del proyecto es clave la Plataforma ciudadana del barrio, ya que
ésta ampara el desarrollo de las actividades apoyando las iniciativas que se generan
desde el Consejo de Delegados. Pero ésta no es la única misión de la plataforma,
además cada una de las entidades que la forman compromete recursos para el
desarrollo de las actividades. Este aspecto es importante porque refuerza la idea de
“barrio educador”, ya que las actividades programas se desarrollan en diferentes
puntos del barrio con responsabilidad directa de cada una de las entidades implicadas.
Este proceso se articula a partir de cuatro fases que obedecen a la metodología de
trabajo más arriba descrita: Enfoque, despliegue, Afianzamiento y Evaluación.
Para ofrecer este espacio y esta oportunidad a los jóvenes, hace falta un apoyo
decidido de los adultos. Pensamos que los problemas sociales complejos, exigen
soluciones sociales complejas. No sirven intervenciones puntuales aisladas. Es
necesario integrar las diferentes colaboraciones que pueden llegar desde numerosos
actores. También pensamos que a los problemas sociales hay que darles respuesta
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LIGERO , J.A. y PERNAS, B.(2006), p. 125.
9
LIGERO , J.A. y PERNAS, B.(2006), p.133.
10
LIGERO , J.A. y PERNAS, B.(2006), p. 126.
11
LIGERO , J.A. y PERNAS, B.(2006), p. 135.
social, no sólo desde la administración o desde una institución aislada, sino desde el
conjunto de instituciones que pueden colaborar. Así, en este programa y con diferentes
niveles de implicación, existe una plataforma de apoyo y gestión integrada por los dos
centros públicos del barrio, los tres centros privados concertados, dos ONGs de apoyo
a los jóvenes, el Centro de Día de Apoyo a la Escuela, los policías tutores municipales,
la parroquia, la red IRIS, la asociación de vecinos, el centro de salud, las asociaciones
de padres y madres de alumnos y la Fundación Tomillo que lidera el proyecto. También
contamos con la colaboración puntual de entidades como Proyecto Hombre, Cruz Roja,
etc y la colaboración financiera y de voluntariado de la empresa financiadora principal y
de dos empresas que colaboran puntualmente. La administración municipal se ha
incorporado al proyecto, facilitando su extensión a otros barrios de Madrid. Todavía es
pronto para juzgar la eficacia total del programa (llevamos dos años y medio
desarrollándolo) pero vamos recogiendo indicadores de resultados en cuanto a
participación, integración, respuesta social y otros muy positivos. La Universidad Carlos
III está realizando una evaluación completa en estos momentos.
Este plan se realiza a través de tres fases que obedecen a la metodología más arriba
descrita del proyecto “Tiempo joven”:
Creación de una red de trabajo que sustente y apoye el proyecto, tanto en su filosofía
de actuación como en la dotación de espacios y recursos..
• Actividades:
o 1) Reuniones con los claustros de los centros educativos
de la zona, entidades del distrito que trabajan con
mujeres y jóvenes, asociaciones de ocio y tiempo libre.
Debilidades:
Fortalezas:
• La complejidad que supone aunar las voluntades de todas las entidades que
intervienen para hacerles adquirir compromisos firmes en el desarrollo del
proyecto rompiendo la tendencia a la individualidad y competencia que se da
en el Tercer Sector.
• La politización de los proyectos cuando se trata de forzar resultados a corto
plazo o se potencian los aspectos plásticamente más vistosos pero
pedagógicamente menos interesantes. Se corre el peligro de la acción vistosa
pero superficial.
• Al constituir un proyectos que se están transfiriendo a otras zonas es clave el
proceso de formación previo al que tienen que someterse las entidades que lo
van a coordinar en los diversos barrios. Si este proceso no se hace con las
garantías de calidad y exigencia que supone asumir todos los elementos que
moviliza el proyecto en toda su complejidad, la acción puede convertirse en
una copia de los elementos más pintorescos o vistosos, olvidando los principios
metodológicos sobre los que se asienta y que son la clave del éxito de este
proyecto.
• Dispersión de los recursos que moviliza la administración para apoyar este tipo
de iniciativas. Estos proyectos son de una gran complejidad y exigen
movilizar recursos que competen a distintas administraciones (local,
regional...). La dificultad consiste en integrar y hacer ver a la administración
que se trata de una solución compleja y global que moviliza multitud de
recursos existentes de modo disperso.
Oportunidades: