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ISSN 1989-9750

Hiems 12

VIIII
Invierno 12

LA REVISTA DIVULGATIVA DE LA ASOCIACIÓN HISPANIA ROMANA

Historia entre
bambalinas
La mujer romana

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CARTA DEL DIRECTOR
Edita: Asociación Hispania Romana.

Compañeras de Dirige y maqueta: Roberto Pastrana.

los protagonistas
Consejo Editorial: Alejandro Carneiro
y Enrique Santamaría.

Corrige: Paco Gómez.

D
edicar un número de Stilus a co años). Con todo, hemos buscado Secretaria de redacción: Asunción
la mujer es una apuesta sui- a colaboradores de prestigio para di- Fernández.
cida. Y no porque el tema no bujar una panorámica variada y rica.
Colaboran Marco Almansa, Hele-
lo merezca, sino porque el estudio del Dimos la palabra a profesoras de gran na Alonso García de Rivera, Isabel
papel de la mujer en la Historia des- experiencia, pero también a eruditos, Barceló, Gabriel Castelló, María José
pierta, todavía hoy, muchas reaccio- novelistas y futuros historiadores, con Doncel, Francisco José García Valadés,
nes viscerales. Tantas que es imposi- objeto de captar diversas sensibilida- Francisco Girao, Jesús del Hoyo, Charo
Marco, Eva María Morales, Alfonso
ble internarse en este asunto sin verse des y puntos de vista . Núñez Dopazo, Salvador Pacheco,
envuelto en un fuego cruzado. El resultado está ante tus ojos. Y César Pociña, Carmen Ramírez Ruiz,
Entonces, ¿por qué meterse en este aunque el presente número no agota, Isabel Rodríguez López, Pilar González
Serrano, Ildefonso David Ruiz López,
jardín? ¿Por qué abordar un asunto ni mucho menos, el tema que nos ocu- David P. Sandoval, Marcos Uyá, Ale-
tan problemático? La respuesta es pa, esperamos que sea sólo el primer jandro Valiño.
sencilla. Después de ocho números, paso de una serie de monográficos
en los que hemos hablado de diversos dedicados a colectivos silenciados. Correo: stilus@hispaniaromana.es
aspectos de la civilización romana y Estamos seguros de que, cuantas más
de su Historia, consideramos inelu- aproximaciones tengamos a la reali- Portada de Roberto Pastrana. “Marte y
Venus”, grupo escultórico del siglo II d.
dible centrar nuestra atención en una dad, más completa será la compren- C. Museo del Louvre.
parte de la sociedad que ha aparecido, sión de nuestros antepasados y de su
unas veces más, otras veces menos, huella en el mundo actual. Stilus no comparte necesariamente los puntos de
vista expresados por los autores, que son los respon-
en nuestros artículos, si bien de forma sables únicos.
tangencial. roberto.pastrana@yahoo.es
Las mujeres siempre estuvieron
ahí, sosteniendo a los “protagonistas
de la noticia”, acompañando a sus la viñeta
maridos, hijos o familiares. Presen- Por El Kuko.
ciaron los hechos y muchas veces
también los sufrieron. Desgraciada-
mente su punto de vista quedó desdi- Marchad a lejanas tierras, oh, valientes romanos. Id allá donde el deber
bujado, cuando no obviado, en el re- para con la patria os llame. Y no sintáis temor..
lato de la Historia. Recuperar, a estas
alturas, parte de ese mundo femenino
que se mueve en la penumbra de las
crónicas es un trabajo tan arduo como
apasionante. La dificultad que entraña
esta labor excede las posibilidades de
Que así tardaréis en volver. Nosotras cui-
Stilus, pero no queríamos dejar pasar
daremos de vuestras haciendas, vuestras
la oportunidad de perfilar, aunque sea
con trazos rápidos, en qué condicio- mansiones, vuestras cuentas en el banco...
nes vivían las mujeres romanas y cuá-
les eran los valores que les asignaba
la sociedad de su tiempo.
Éramos plenamente conscientes de
que nuestro plan estaba destinado al
fracaso desde su propia concepción,
porque es imposible reflejar una reali-
dad tan amplia y compleja en un solo
número de Stilus, por muy amplio
que sea (y este, con 84 páginas, es
de hecho uno de los más ambiciosos
que se han editado en los últimos cin-
rostra en este número

tema del número


Escribir sobre mujeres el rincón de esculapio 4
JUAN LUIS POSADAS sobrevivir: una cuestión
de sexo. Por Salvador Pacheco.
Doctor en Historia Antigua y profesor de la UNIR

E
vida cotidiana 10
el cultivo del intelecto.
s magnífico que una revista como Stilus dedique su
noveno número a las mujeres... Magnífico pero tar- Por Helena Alonso García de Rivera.
dío. Porque eso parece indicar (ya sé que no) que los vida cotidiana 16
ocho números anteriores obviaron a la mitad de la población la imagen de la mujer.
del Imperio romano, una mitad no solo significativa por su Por M.ª Isabel Rodríguez López.
número sino por su importante papel económico, social e, vida cotidiana 22
incluso, político. peinadas y elegantes.
Durante más de veinte años he estudiado a las mujeres Por Ildefonso David Ruiz López y
Carmen Ramírez Ruiz.
romanas, sobre todo en las fuentes históricas, todas ellas
escritas por hombres. La impresión que uno obtiene de la cultura y artes 28
signos de distición
lectura de historiadores como Salustio, Tácito o Suetonio; sobre la piel. Por César Pociña.
de poetas como Marcial, Persio o Juvenal; de literatos como
entrevista 32
Plinio el Joven o Petronio, es que las mujeres eran un cero a Pilar Fernádez Uriel:
la izquierda en la sociedad romana. “Inanidad” es la palabra empresarias y obreras
Por M.ª José Doncel y Roberto Pastrana.
que usé en un lejano artículo en la revista Gerión. Nada más
lejano de la realidad. Lo que dichos autores pretendían era vida cotidiana 34
que las mujeres continuaran siendo inanes en la sociedad que las mediadoras de
los dioses. Por M.ª José Doncel.
ellos disfrutaban en exclusiva.
Pero esa carencia de un papel político o social, supuesta- vida cotidiana 40
trabajadoras del placer.
mente propia de los “años dorados” de la República arcai- Por Marcos Uyá.
ca, ya no iba a volver. La crisis de la República había traí-
vida cotidiana 44
do consigo el auge de las mujeres. Tanto las leyes que les
daban control sobre sus patrimonios (cumpliendo algunos las ciudadanas

requisitos), como su papel como cimentadoras de las alian- distinguidas. Por Eva Morales.
zas político-matrimoniales que sustentaban el gobierno de lo las crónicas cuentan... 48
público, hicieron de ellas poderosas armas con las que había las hermanas de calígula:
parentelaS peligrosaS.
que contar. Los relatos de Salustio sobre Sempronia o Fulvia Por Marco Almansa.
así lo atestiguan. La llegada del Principado, un régimen que
ponía el foco sobre un solo hombre, no podía significar sino las crónicas cuentan... 52
armas de mujer.
que su círculo familiar, sus parientes masculinos y, sobre Por Isabel Barceló.
todo, femeninos, adquirieran una importancia capital en el
vida cotidiana 56
desarrollo de los acontecimientos. En este sentido, con quién espacios para la vida.
se casara el emperador y de quién obtuviera descendencia le- Por Pilar González Serrano.
gítima pasó a ser asunto de Estado, desplazando en muchos derecho romano 62
casos el centro de toma de decisiones del Senado y el Foro al el principado y sus leyes.
Por Alejandro Valiño.
Palacio y sus alcobas. Emperatrices como Livia, Agripina la
Menor o Plotina jugaron sus cartas en momentos decisivos asentamientos hispanos 66
para el Imperio, durante las sucesiones, para apoyar con éxi- la joya púnica de iberia.
Por Gabriel Castelló.
to a sus propios candidatos al trono.
Pero no solo las mujeres de la clase gobernante en la ca- las huellas de las legiones 70
vistas a portus victoriae.
pital del Imperio fueron importantes. La epigrafía y también Por F. J. García Valadés.
la literatura nos han dejado los nombres de miles de mujeres
denuncia 74
que fueron empresarias, terratenientes, artesanas, esposas de pompeya: UNA vergüenza
políticos, incluso escritoras de cierto éxito. Todas ellas ad- PARA italia. Por Fran Girao.
quirieron preeminencia económica, social y política siguien-
breviarium 78
do el ejemplo de las emperatrices. Y todas ellas sufrieron la
sabores de la antigüedad 80
crítica social, a veces muy acerba, por parte de los satíricos dulcia domestica.
como Juvenal o Marcial.
Por Charo Marco.
Escribir sobre mujeres romanas no solo es un placer, es
un privilegio. Porque supone volver a dar voz a aquellas etimologías sorprendentes 81
de la bici a la
protagonistas de la historia de Roma, a aquellas damas que enciclopedia. Por Javier del Hoyo.
hicieron mucho por cohesionar la sociedad y, a la postre, por
perpetuarla. Que este número de Stilus, tardío pero al fin y ludoteca 82
punic wars. Por A. Núñez Dopazo.
al cabo un hecho, sirva para perseguir ese loable objetivo: cleopatra. Por R. Pastrana.
recordar a nuestras tata-tatarabuelas, porque nosotros no so-
la cinemateca de clío 84
mos sino herederos de su semilla. ágora. Por David P. Sandoval.
4 hiems·mmdcclxv·auc

ELRINCÓNdeESCULAPIO

MORTALIDAD FEMENINA

Sobrevivir:
una cuestión de sexo
Desde la Prehistoria hasta la Edad Media las mujeres so- inhumaciones que apuntan de manera
irrefutable a muerte por causa obstétri-
lían vivir, según los estudios realizados, una media de cin-
ca, estos casos no dejan de ser una mi-
co años menos que los varones. El esfuerzo de la mater- noría sin gran significado estadístico.
nidad, complicado con otros aspectos de índole cultural, En esta misma línea, el estudio
realizado por Szilagyi (ver recua-
influía en el hecho de que las féminas que llegaban a una
dro de la página siguiente) venía a
edad adulta lo hiciesen probablemente en peor situación demostrar que la menor longevidad
que sus contemporáneos de sexo masculino. femenina no estaba en relación con
la edad ni, por tanto, con el periodo
reproductivo. Descartada esta expli-
Por Salvador Pacheco. cación, quizá la respuesta se esconda
tras las estructuras políticas y sociales
En nuestro mundo la mujer tiende a de la Antigüedad, cuyo peso se hacía
vivir más años de media que el va- notar desde bien temprano a los re-
rón (seis años, en el caso de España). cién nacidos.
Sin embargo, esta situación no fue la En la sociedad romana, el naci-
norma en el pasado. Los estudios pa- miento biológico no se correspon-
leoantropológicos suelen coincidir en día con el nacimiento social, que se
una sobrevida aproximada de cuatro a producía a raíz del reconocimiento
seis años a favor del varón, indepen- del bebé por parte del padre. Dicho
dientemente de la longevidad global reconocimiento se realizaba en la
de la población. Esta situación, que se lustratio, a los ocho o nueve días del
repite prácticamente desde el Neolíti- nacimiento, en la que se imponía al
co hasta la Edad Media, nos lleva a neonato un nombre, el praenomem.
preguntarnos qué condenaba a la mu- Durante ese periodo previo a la ce-
jer a una vida más breve. remonia, el recién nacido carecía de
El primer motivo que cabe plan- cualquier consideración social o jurí-
tearse es el peligro de la maternidad. dica y, por tanto, su permanencia en
Y, si es cierto que se han encontrado esta vida dependía exclusivamente de
la aceptación paterna.
Con toda seguridad, las niñas es-
tarían particularmente expuestas. Así
lo apreciamos en Posidonio, cuando
Estela dedicada a Cartilia Pantoclia, dice que «un hijo es siempre cria-
de apenas tres años. Pese a la alta mor- do, incluso si uno es pobre; una hija
tandad infantil, las estelas a niños son es expuesta, incluso si uno es rico»
muy poco frecuentes en la Antigüedad. (Hermaphroditus, fr. 11 Kock). Tam-
invierno·2012 5

bién se pone de relieve en esta carta


de un comerciante del Egipto, ya de
época del emperador Augusto, fecha-
da el 18 de junio del año 1 a. C.:
Un estudio con matices
En el año 1963, el investigador J. Szilagy publicó un estudio en el que
Hilarión a su esposa Alis, mu- analizaba datos extraídos de 24.848 epitafios, procedentes de 48 ciuda-
chos saludos, y también a mi des y regiones de todo el Imperio romano. Este trabajo, que supuso un
señora Berous [¿su suegra?] y gran paso para acercarse a la demografía de aquellos tiempos, concluía
a Apollonarion [su primer hijo, que la sobrevida masculina era muy superior a la femenina.
varón]. Para tu conocimiento, Pese a la importancia del estudio, existen ciertas dudas sobre los re-
aún estamos en Alejandría. No sultados y conviene introducir ciertos matices. En primer lugar parece
te preocupes si todos vuelven existir un sesgo económico, desde el momento que no todo el mundo
y yo me quedo en Alejandría. podía pagarse una lápida. Quedan exluídas de esta mirada las capas más
Te pido y te suplico que cuides desfavorecidas de la población, en las que las desigualdades suelen ser
del niño [Apollonarion] y tan más acusadas. Por otra parte, el conocimiento de las condiciones de vida
pronto reciba mi paga, te la (y de muerte) de los individuos inhumados es muy deficiente ya que no
enviaré. Si das a luz un hijo, si existen datos epigráficos sobre la razón del óbito. Las pruebas paleopato-
es varón, déjalo ser; si es niña, lógicas tampoco ayudan mucho a aproximarnos a esta realidad.
arrójala fuera [para que mue-
ra]. Le has dicho a Afrodisias:
“No me olvides”. ¿Cómo podría
SITUACIÓN SOBREVIDA MEDIA CIUDADES
yo olvidarte? Te pido entonces
que no te preocupes. Sin diferencia 0 años 1
29 [año] de César [Augusto]
Payni [mes], 23 [día]. Mayor supervivencia femenina 0,9 años* 7

Mayor supervivencia masculina 5,8 años** 40


Como se aprecia en esta misiva
(Papiros Oxyrhynchus 4, 744), no son
las penurias económicas ni las dificul- * Media entre 0,2 y 1,7 años
** En 7 ciudades la supervivencia masculina superaba los 10 años
tades familiares las que determinan
la exposición del vástago. Esta deci-
sión era algo plenamente asumido en
aquellas sociedades y de lo que se tra- Si la niña era aceptada en el ám-
ta de forma natural y explícita. bito familiar, ¿recibía el mismo trato
Si hacemos caso a Polibio la prác- que un hermano varón? En lo que
tica de la exposición no debió ser tan respecta a su alimentación, parece
infrecuente cuando este se atreve a que no. En el mundo griego se su-
señalarla como una de las causas del ponía bienintencionadamente que
despoblamiento de Grecia: las niñas recién nacidas necesitaban
menor alimentación (Lacey, 1968).
En nuestro tiempo se ha dado Esto también lo vemos en las socie-
en toda Grecia una tasa de dad mesopotámica en cuyos templos
natalidad baja y un descenso se aprecia un sistema de reparto del
general de la población, debi- alimento en consideración a la edad,
do al cual las ciudades se han posición social, tipo de trabajo y sexo
quedado desiertas y la tierra (Gelb, 1965). Los varones, en espe-
ha cesado de dar frutos, aun- cial el cabeza de familia, tendían a ser
que no ha habido ni guerras los mejor alimentados.
continuas ni epidemias... pues
los hombres han caído en tal
estado de presunción, avaricia
e indolencia que no quieren ca-
sarse, o si se casan no quieren Hombre con un bebé en sus
criar a los hijos que les nacen, brazos. Este gesto marcaba la
o a lo sumo, por regla gene- aceptación de la paternidad. Re-
Foto: R. Pastrana

ral, sólo uno o dos... (Historias, lieve funerario de un sarcófago.


vol. 6). Museo del Louvre.
6 hiems·mmdcclxv·auc

Los prejuicios populares contra el


sexo femenino prosperaban en la me-
dicina grecorromana. Galeno suponía
que el lado derecho del útero daba
mayor calor y mejor nutrición al feto,
de tal forma que si el feto se asentaba
allí terminaría formándose un varón.
Por el contrario, en su opinión, el lado
izquierdo, frío y peor nutrido, produ-
cía hembras.
A través de escuelas médicas como
la pitagórica, la jónica o la de Cos, la
minusvaloración de las niñas tuvo su
reflejo en los tratados hipocráticos,
que recogían afirmaciones como la
de que «el feto macho suele estar a la
derecha; el feto hembra más bien a la
Datos epigráficos muestran la descompensación entre la crianza de
izquierda» (Aforismos, V, 48). Como mujeres y varones. ¿Posible rastro de feminicidios? En la foto, niñas
vimos, Galeno seguía defendiendo jugando a la pelota, en un sarcófago del siglo II. Museo del Louvre.
estos postulados siglos más tarde (ver
Stilus4). Foto: R. Pastrana

Es frecuente ver en los restos óseos


infantiles de la época romana signos
de malnutrición, como hipoplasias que sí era frecuente tener dos o inclu- infecciones poco podrían hacer.
dentarias, criba orbitaria o hiperosto- so tres hijos varones. Algunos autores defienden las com-
sis porótica. Sin embargo, no entrare- plicaciones del parto como principal
mos a intentar vislumbrar diferencias Embarazos precoces causa de muerte femenina en épocas
entre ambos sexos, dada la dificultad En época romana, la primera menstrua- pretéritas. Los riesgos del alumbra-
para distinguirlos de manera fiable, ción (menarquia) se consideraba el paso miento están muy influidos por la asis-
por no hablar de las escasas muestras de la infancia a la edad adulta y, por tan- tencia sanitaria, como podemos ver en
disponibles. to, una edad propicia para que la joven la actualidad. Según datos de 2010 de
Los restos infantiles aparecen en formase una nueva familia. Era habitual UNICEF, en la India la tasa de morta-
mal estado de conservación, debido que las primeras nupcias tuviesen lugar lidad materna está en torno a 450 casos
a su fragilidad. Además, los múltiples a los 14-15 años, para la mujer. En el por cada 100.000 nacidos vivos; en Rei-
núcleos de osificación sin fusionar caso del varón, la edad se situaba en tor- no Unido es de 8 y en España, tan solo
hacen difícil su recuperación. Hoy no a los 17 años, cuando dejaba la toga de 4. Dicho de otro modo, unas 120.000
existen métodos propuestos para su praetexta para tomar la toga viril. Este mujeres indias mueren en la India por
análisis (Schutkowsky, 1993), pero paso marcaba el fin de la infancia y el esta causa, una cada cinco minutos.
no dan garantías suficientes. Por otro nacimiento a la vida pública (Suetonio, Aun así, la situación era peor en Sierra
lado, los caros estudios de DNA nu- Augusto, 66). Leona en 2007, según la OMS: 2.000
cleico no son frecuentes. La maternidad se consideraba nor- muertes por cada 100.000 nacimientos.
¿Pudo ser la peor nutrición y un mal a una edad precoz. Hoy se admi- El difícil acceso a una mínima asis-
infanticidio selectivo lo suficiente- te que el momento ideal de una mujer tencia médica durante el parto explica,
mente significativos para marcar la para tener hijos es entre los 18 y los entre otros motivos, que el 99% de la
población infantil grecorromana? Es 35 años. Con menos años el desarrollo mortalidad materna se produzca en los
más que probable que sí. Al menos anatomofisiológico insuficiente somete países en desarrollo. Situaciones no
esto parece desprenderse de las no- al cuerpo femenino a un mayor riesgo muy diferentes se debían de producir
ticias que tenemos de las 79 familias durante el embarazo y parto, que a su en el pasado, lo que disparaba el riesgo
que consiguieron la ciudadanía mi- vez se vería agravado por una más que a morir por distocias (obstrucción en el
lesia entre los años 228-220 a. C. El probable malnutrición crónica. canal del parto), infecciones, hemorra-
número de hijos era de 118, frente a Por otra parte, igual que vemos en gias e hipertensión. Todas estas causas,
solo 28 hijas. la cultura tradicional hindú de nuestros junto con los abortos inducidos, repre-
Por otro lado, tenemos constancia días, el embarazo y el parto eran conside- sentan aun hoy el 80% de las causas de
de las 600 familias a las que se hace rados fenómenos naturales que no preci- mortalidad. Veámoslas más en detalle.
referencia en inscripciones en Delfos, saban de ninguna supervisión médica. El Las distocias (según el DRAE,
durante el siglo II d. C. Solo un 1% de cuidado quedaba en manos de comadro- parto anormal o difícil) pueden de-
las familias criaba dos niñas, mientras nas tradicionales que ante hemorragias e berse, entre otras causas, a un insufi-
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ciente o deformado canal del parto, a Una escasa exposición solar es


un exceso del tamaño del niño o a una causa de raquitismo y conlleva
mala posición de este en el momento efectos perniciosos sobre la salud.
A la derecha, Cornelia Antonia
del alumbramiento.
representada con el pudor que se
Aunque la estrechez pélvica pue- les exigía a las damas de la buena
de ser congénita, una de las malfor- sociedad. Museo Arqueológico de
maciones –la estenosis del estrecho Estambul (Turquía).
superior de la pelvis– viene causada
por el raquitismo en la infancia. Una
de las razones más importantes de la
alteración del equilibrio del metabo-
lismo fosfocálcico es el déficit de vi-
tamina D, que se produce con dietas
desequilibradas. aprecia diferencias muy significativas
Los malos hábitos alimentarios o en los niveles séricos de vitamina D
las penurias económicas producen da- entre la población femenina que, por
ños importantes en el organismo. Por cuestiones culturales y religiosas, se
ejemplo, cuando la lactancia natural cubre totalmente y la población que
se mantiene por un periodo excesiva- deja al descubierto cabeza y brazos.
mente largo, y de forma más o menos Durante los últimos siglos, tal vez
exclusiva, aumenta el riesgo de ra- desde el XVII hasta el XX, el raqui-
quitismo, entre otros efectos nocivos tismo ha sido una causa predominan-
para el organismo. Estas carencias te de las distocias. Curiosamente, hay Foto: G. Dallorto

pueden agravarse si vienen asociadas escasa literatura médica antigua al


a malabsorciones de nutrientes como respecto. Aunque parecen existir va-
las producidas por parasitosis cróni- rias referencias a esta enfermedad en Otro motivo de distocia es la des-
cas. China hacia el año 300 a. C., la prime- proporción del niño debido a causas
Aparte de la alimentación, exis- ra referencia al raquitismo en la litera- metabólicas. Esto se produce en caso
ten otros factores que tienen reflejo tura médica occidental parece ser de de los fetos macrosómicos (excesiva-
en el raquitismo. No hay que olvidar Sorano de Éfeso (siglo II d. C.): mente grandes) de madres diabéticas
que la piel puede fabricar vitamina D o por malformaciones fetales como la
gracias a la acción fotoquímica de la Porque si [el niño] está dispues- hidrocefalia. No podemos achacar una
luz solar, lo que incorpora a la ecua- to a sentarse demasiado pronto mayor incidencia en la Antigüedad a
ción del raquitismo factores como la y por un período demasiado lar- estas causas congénitas. Ni siquiera a
latitud, la climatología de la zona de go, por lo general se convierte la diabetes –vieja conocida que ya era

*
residencia o incluso el color de la piel en jorobado. Y si, por otra parte, citada en el Corpus Hipocrático, o por
(cuanto más oscura más irradiación está demasiado dispuesto a po- Celso, Areteo de Capadocia o por Ga-
solar precisa). En este sentido, los há- nerse en pie y deseoso de ca- leno–, que era posiblemente menos fre-
bitos de vida impuestos por la socie- minar, las piernas se le pueden cuente que hoy en día.
dad y la cultura dejan marca. Así, en llegar a deformar en la región Por otro lado, las muertes por in-
países musulmanes donde las muje- de los muslos. Esto se ve sobre fecciones tras el parto –sepsis puer-
res van totalmente cubiertas y tienen todo en Roma.
menor vida pública fuera del ámbito
doméstico están menos expuestas a la Pese a ser una enfermedad relati-
luz solar. Un estudio de 2002 mostra- vamente extendida, llaman la atención [1] Así aparece en Evidencias pa-
ba que el tiempo que una adolescente los pocos datos paleopatológicos para leopatológicas de raquitismo en
España de Campo Martín, Robles
española pasa al aire libre unas 4,7 la Antigüedad y la Edad Media. Para Rodríguez y Pastor Abascal. Pero no
horas al día, frente a las 0,8 horas del la época romana disponemos de escaso es el único estudio: en la necrópolis
Líbano. Así en países como El Líba- número de publicaciones sobre eviden- sefardí de Cuesta de los Hoyos (Se-
govia), el 40% de los esqueletos de
no o Turquía los niveles de vitamina cias osteoarqueológicas fehacientes. menos de 4 años de edad presenta
D en la población femenina adoles- Recientes estudios apuntan a una gran tres o más alteraciones provocadas
por el raquitismo. En el Cerro de la
cente son muy inferiores a los nive- frecuencia de estas dolencias [1]. De Encantada (Ciudad Real), datado
les encontrados en España: el 65,1 confirmarse, sería necesario tomar con en el milenio II a. C., 8 de los 25
individuos inmaduros (entre 0 y 19
% de las adolescentes turcas, al final bastante precaución las conclusiones de años) presentan signos. También
del invierno, presentan deficiencia o trabajos previos y presumirían un ma- hay casos en los esqueletos infan-
insuficiencia de vitamina D. Dentro yor número de partos complicados en tiles de El Eucaliptal, en Punta Um-
bría (Huelva).
de la propia Turquía o del Líbano se época romana por esta causa.
8 hiems·mmdcclxv·auc

peral– no son ajenas al personal, que ren casos de sepsis puerperal, pero la medicina greco-romana, si bien los
durante siglos fue transmisor incons- cuantificar su incidencia en el mundo galenos tuvieron una percepción con-
ciente. Semmelweis descubrió a me- greco-romano es complicado. Con fusa del proceso, nunca bien separado
diados del siglo XIX los motivos que todo, la ausencia de hospitales, que de la epilepsia y otras manifestacio-
permitían la transmisión de las fiebres hacen coincidir en un mismo lugar nes. Ya en la antigua medicina egipcia
puerperales, que en el caso del hospital pacientes de muy variada naturaleza, podemos encontrar algún atisbo de su
donde él trabajaba producía hasta un debió de contribuir a que la muerte existencia, según opinión de Menas-
30% de mortalidad entre las madres. obstétrica fuese mucho menor que cha (1927). Los papiros de Kahun (o
Sólo entonces pudo empezar a ponerse entre los siglos XVII y XIX. Lahun), fechados en el año 29 del rei-
solución al problema. Respecto a otro motivo de mortan- nado de Amenmehat, dinastía XII del
Material sucio, médicos que pasa- dad, la hipertensión durante el emba- Imperio Medio (hacia el año 1850 a.
ban de curar una herida contaminada razo –que parece afectar sobre todo a C.), han sido traducidos por Bernhart
a atender una parturienta, el desco- las madres adolescentes y primiges- (1939) de la siguiente manera:
nocimiento de la idea de contagio y tas– tiene una incidencia en torno al
esterilización del material quirúrgico, 6-8% en la actualidad. Está produci- Para prevenir que una mujer se
etc. hicieron que el personal asisten- da por alteraciónes circulatorias en la muerda la lengua auit Pound
cial fuese un riesgo más en el parto. placenta, que derivan en la retención [¿machaca judías?] sobre su
A pesar de todo, para la medicina gre- de líquidos. La eclampsia es la ma- mandíbula, el día de parto.
corromana el alumbramiento era algo nifestación más severa y conduce a
totalmente natural que no precisaba convulsiones que pueden terminar en Los papiros de Kahun –que pre-
supervisión médica. El apoyo a la estado de coma y muerte. Se presenta suntamente glosan informaciones del
parturienta procedía de la comadrona, en un 0,5-2 por 1.000 de los partos, si tercer mileno a. C.– parecen hablar de
que asistía al parto en el propio domi- bien en los países en vías de desarro- cómo evitar las lesiones secundarias
cilio de la interesada. llo la incidencia puede llegar al 15%. derivadas de las convulsiones de la
Hipócrates, Sorano o Aecio refie- Este fenómeno era conocido por eclampsia.

Magia contra las complicaciones del parto


come carne de lobo, la parturiente se
Los médicos romanos usaban remedios mágicos para conjurar los males siente mejor”.
de las parturientas. Mil años después, supersticiones parecidas –aunque El médico principal, acompaña-
invocando a deidades diferentes– estaban aún vigentes entre los galenos, do de otros dos doctores, sale de la
que seguían con las sangrías y la observación astrológica. Demetrio Me- estancia, y dirigiéndose a un doctor
reskowski describió (en 1497) el parto de la duquesa Beatriz Sforza, en joven, le indica en latín: “Tres onzas
Milán. El relato ilustra cómo era el ambiente en estas situaciones, antes de limo de río, mezcladas con nuez
de la aparición de la medicina científica. moscada y coral rojo machacado”.
Alguien pregunta: “¿Acaso una san-
gría?”. Contesta el viejo doctor: “Ya
«La duquesa está de parto. Unos de huevo cruda, mezclada con seda lo había pensado, pero desgracia-
criados llevan un lecho largo y an- púrpura desflecada”. Otra asegura damente Marte está en el signo de
gosto provisto de un colchón duro, que lo que debía hacerse era “tomar Cáncer, en la cuarta esfera solar; y
conservado desde tiempo inmemorial siete gérmenes de huevo de gallina además está la influencia de una fe-
en el guardarropa del palacio, y en disueltos en una yema”. Una propo- cha impar”. El doctor joven pregunta:
el que han tenido sus partos todas ne envolver la pierna derecha de la “¿No creéis, maestro, que haría falta
las duquesas de la casa Sforza. La parturienta en piel de serpiente. Otra añadir a las limazas de río, estiércol
parturiente tiene el rostro enrojeci- atarle sobre el vientre la caperuza del de marzo y bosta de vaca?”. El duque
do y sudoroso, con mechones de ca- marido. Otra hacerle beber alcohol va al encuentro de unos canónigos y
bellos pegados a la frente, y de su filtrado por polvo de cuerno de cier- de unos frailes que traen una parte
boca abierta se escapa un continuo vo y grana de cochinilla. Una vieja de las reliquias de San Ambrosio, el
lamento. murmura: “La piedra de águila bajo cinturón de Santa Margarita, el diente
A su lado cuchichean las coma- la axila derecha, la piedra de amante de San Cristóbal y un cabello de la
dres, las criadas, las curanderas, las bajo la axila izquierda”. Y acercán- Virgen [...].
comadronas. Cada una tiene un re- dose al duque con un gran plato de Su alteza dio a luz un niño muerto
medio. Una vieja dama dice: “Sería estaño, le dice: “Alteza, dignaos co- y ella también murió el martes 2 de
necesario hacerle tragar una clara mer carne de lobo; cuando el marido enero de 1497 a las 6 de la mañana».
invierno·2012 9

Podemos vislumbrar ese mismo de mujeres embarazadas infestadas por zadas y 200.000 de sus niños mueren
reconocimiento difuso en uno de los A. duodenale, Uncinaria vermicularis al año por esta causa. Solo la anemia
pasajes del Corpus Hipocrático (si- y T. trichiuria. Estos y otros parásitos asociada a la infestación es responsa-
glos V-IV a. C.): «Resulta fatal para provocan sangrado crónico intestinal y ble de más de la mitad de las muertes.
una mujer en estado de gestación si facilitan la malabsorción de nutrientes Por otro lado, aunque el paludismo
convulsiona con cualquier enferme- y con ello el desarrollo de anemia. La pueda parecer algo lejano a España, en
dad aguda». Para otros estudiosos OMS achaca sólo al Ascaris lumbri- los primeros seis años del siglo XX la
no debería traducirse por convulsio- coides unas 60.000 muertes al año en malaria provocó en este país el falleci-
nar sino por un más inespecífico “ser todo el mundo. miento de 23.075 personas. Gracias a
atacada”. Sea cual sea la traducción No menos importante debieron de las campañas comenzadas hacia el año
correcta, la tradición se conservaba ser las infestaciones por plasmodium: 1950, la enfermedad que tanta muerte
en tiempos de Galeno (II d. C.), que el paludismo. Debió de ser un proble- y dolor había causado durante siglos,
mantenía ese mismo conocimiento ma endémico en la cuenca mediterrá- pudo declararse erradicada en 1964.
vago. No se llegarían a distinguir la nea. En la literatura médica clásica te- Sin embargo, algunos autores opi-
eclampsia de las convulsiones epilép- nemos abundantes referencias de dos nan que la forma más agresiva de los
ticas hasta François Mauriceau (1668) de sus manifestaciones, las fiebres cuatro especies de parásitos causantes
y François Boissier de Sauvages tercianas y cuartanas, que nos hablan de la malaria, el plasmodium falcipa-
(1739). Hoy, el diagnóstico claro, la de su incidencia en la Grecia del si- rum, sólo proliferó durante los últi-
actuación preventiva y una terapéuti- glo IV a. C. Para hacernos una idea de mos momentos del Imperio romano.
ca eficaz han cambiado drásticamente su transcendencia en la Antigüedad De hecho, algunas fuentes le achacan
el pronóstico de estos procesos. sirvan dos datos actuales: Según un un papel importante en la decadencia
Por último, otro riesgo que amen- estudio de 2011 de la OMS, se calcu- y caída del mundo clásico.
zaba la salud de parturientas y bebés la que unas 10.000 mujeres embara- En resumen, carencias nutricionales
eran las hemorragias secundarias que desde temprana edad, embarazos pre-
aparecen por eclamsia, placenta previa Foto: R. Pastrana coces y múltiples y, en muchos casos,
y otras causas. No hay motivo para pen- duros trabajos, seguramente debilitaban
sar que fuesen mas comunes en la An- la salud de la mujer. En el poco proba-
tigüedad que en los tiempos modernos. ble caso de que llegase a la menopausia
Pero sí podemos aseverar que supusie- (ver Stilus2), la mujer se enfrentaba
ron un número importante de muertes tras los 45 años a peores condiciones de
en el pasado, como lo son aún hoy en vida que su compañero. ◙
los países en desarrollo. En la actuali-
dad representan, según un estudio de
2008 de la ONU, un 21% de las muer-
tes maternas durante el parto. Muchas PARA SABER MÁS:
podrían evitarse con atención médica
• FAERMAN, M. et al. (1998):
adecuada.
“Determining the sex of infan-
ticide victims from the Late
Parásitos y malaria
Roman Era through ancient DNA
Aparte de los casos mencionados, exis- analysis”, en Journal of Archeo-
ten muchas más afecciones que pueden logical Science, 25.
pueden poner en peligro a la gestante y
al niño. Hay que resaltar las parasito- • MIGUEL IBÁÑEZ, M.ª P.
sis, que debieron ser tan frecuentes en (2010): “Una visión de la infan-
el mundo grecorromano como lo son cia desde la osteoarqueología:
hoy día en los países en desarrollo. Se de la Prehistoria reciente a la
calcula en unos 44 millones el número Edad Media”, en Complutum 21.

• VALLOIS, H. (1961): “The


evidence of skeletons”, en S.
Las mujeres que llegaban a los L. Washburn, The social life of
45 afrontaban la vida en unas early man. Chicago.
condiciones físicas peores que
los hombres. En la imagen, • WELLS, C. (1975): Ancient
muestras de edad en la escultura obstetric hazards and fema-
de la vieja borracha. Copia ro- le mortality. Castle museum.
mana de una obra de época hele- Norwich.
nística. Gliptoteca de Munich.
10 hiems·mmdcclxv·auc

vidacotidiana

EDUCACIÓN Y CULTURA

El cultivo del
intelecto
El desarrollo cultural e intelectual no era una prioridad en la edu-
cación reservada al sexo femenino, que se enfocaba a dotarlas
de ciertos valores morales como el pudor, la prudencia y el res-
peto. Con todo, hubo casos de mujeres que rompieron la estre-
chez del papel que les otorgaba la tradición. Algunas de ellas
consiguieron logros tan notables que sus coetáneos, sor-
prendidos, dieron cuenta de sus casos.

Por Helena Alonso García de Rivera.

La documentación e información que tene-


mos sobre la educación, la vida y los sabe-
res de las mujeres en la Antigua Roma es
realmente breve, delimitándose casi exclu-
sivamente a las clases aristocráticas. Pero
como en todas las épocas históricas de la
Antigüedad, los vacíos informativos nos in-
dican el contexto de la época, sus avatares,
problemas, inquietudes, certezas y los acon-
tecimientos que han llevado a la desapari-
ción de esta información. Es por ello que la
ausencia de esta es igual de importante que
la existencia de la misma.
La educación de las mujeres romanas
y su desarrollo en el ámbito cultural es un
Pocas mujeres tuvieron acceso a libros eruditos, vacío más que nos recuerda la realidad
como muestra la muchacha de este idealizado cuadro romana, una realidad en la que el género
de Lawrence Alma-Tadema. masculino era el dominante y por lo tanto,
invierno·2012 11

Foto: R. Pastrana

Museum
Los autores romanos defendían la dedicación femenina a las labores domésticas, como

politan Art
la costura. Arriba, agujas de hueso del Museo Nacional Romano. En cambio, la danza
no era bien vista entre las mujeres de alcurnia. A la izquierda, copia romana de una
Foto: Metro
ménade danzante atribuida a Calímaco, del Metropolitan Art Museum.

el único digno de ser recordado para donde la belleza perfecta es la unión


la posteridad. Sin embargo existieron de excelencia física y moral a partes
mujeres dedicadas a todo tipo de sa- iguales. Por su parte Plutaco, a dife-
beres y artes más allá de los papeles rencia del pensamiento griego, dedi- mente llegaban los años de inicio y
que tenían preestablecidos como ma- caba gran valor a las mujeres como aprendizaje en las faenas caseras, es-
tronas, campesinas, sacerdotisas o patriotas y valerosas compañeras de pecialmente en el hilado, tejido y bor-
prostitutas. los hombres en sus saberes y activi- dado dentro de las labores del ama de
El papel de las mujeres en la so- dades, y Apuleyo daba gran impor- casa. Las mujeres de las clases altas
ciedad romana fue el elemento que tancia a la belleza femenina, siempre también eran enseñadas en el arte de
delimitó su educación según su clase y cuando mantuviese la castidad. la costura, pero como un método de
social, y sobre ello tenemos ingentes La educación femenina en Roma mantener las costumbres tradiciona-
testimonios que nos han llegado des- era más importante que en Grecia, les femeninas y para hacerlas duchas
de la Antigüedad a través de los escri- algo que demostró Musonio Rufo en el gusto y factura de tejidos.
tos de autores coetáneos que nos ex- cuando expuso que la educación de La educación superior era impar-
plican cómo debía ser la mujer ideal hombres y mujeres debía de ser la tida por profesores a ambos sexos
romana. misma. Pero a pesar de estos elogios, por igual, y se basaba en la lectura y
Algunos de estos escritores fueron el pensamiento romano se ejemplifi- explicación de los poetas adecuados
Apuleyo, Plutarco, Luciano, Tácito, ca y resume en Tácito y Varrón, los en griego y latín, pero las muchachas
Plinio el Joven, Musonio Rufo o Va- cuales consideran a las mujeres seres de las clases bajas eran enviadas a la
rrón, y todos ellos nos muestran las inferiores y corruptibles que debían escuela desde temprano, mientras que
características y saberes que debían de estar fuera del alcance de tentacio- las muchachas aristocráticas hacían
ostentar las mujeres: según Plinio el nes como espectáculos y banquetes, y sus estudios en casa y eran comple-
Joven, el modelo perfecto es la niña mantenidas en el ámbito del hogar y tados con el aprendizaje de la lectura
que poseía analis prudentia (sabi- sus labores. y la escritura, el arte de la música (cí-
duría y prudencia), virginalis vere- Teniendo en cuenta la informa- tara, flauta, canto), la danza y la edu-
cundia (pudor virginal), matronalis ción que nos facilitan estos autores, cación de sus movimientos al andar.
gravitas (seriedad de una matrona), y podemos entender más fácilmente el A través de estas enseñanzas las
todo ello sin perder la suavitas pue- enfoque que tuvo la educación para muchachas llegaban a la madurez a
llaris (dulzura infantil), siendo en la las mujeres, aunque los datos que te- los 12 años, lo que las preparaba para
madurez respetuosa y amante de su nemos son bastante básicos y parcos. el matrimonio que generalmente, su-
marido, casta y sencilla. En las clases más bajas, los prime- ponía un acuerdo entre familias de
Esencial es la opinión de Luciano ros años de la infancia eran dedicados igual clase social. Es por ello que las
en cuanto a la educación femenina, a todo tipo de juegos, pero posterior- mujeres eran educadas como compa-
12 hiems·mmdcclxv·auc

Las mujeres eran


educadas fundamen-
talmente como res-
ponsables de su casa,
madres y compañe-
ras de sus maridos.
En la foto, detalle de
la estela funeraria
de Pomponiano y su
mujer, en el Museo

Foto: R. Pastrana
Nacional de Arte
Romano.

ñeras de sus futuros maridos: las ple- para una mujer de clase alta que debía Científicas
beyas como amas de casa y madres de ser ejemplo de castidad, materni-
de sus hijos; las nobles, hábiles en los dad y mesura. Las primeras médicas en obs-
saberes propios de su posición aristo- Asimismo, encontramos gran tetricia de las que tenemos
crática. cantidad de mujeres que dedicaron constancia fueron las griegas
su vida a actividades poco honrosas Elefantis y Lais, pero tras la
El cultivo del intelecto en la Antigüedad como el teatro, la conquista romana de Grecia,
No debemos olvidar en ningún mo- gimnasia o la lucha de gladiadores, los testimonios de mujeres
mento que Roma fue heredera directa pero estas eran esclavas, extranjeras aristocráticas romanas dedi-
de las costumbres y saberes griegos, o hetairas (heteras, mujeres no casa- cadas a la medicina aumentó
especialmente en lo tocante a cultura das, libres, consideradas protitutas y considerablemente. Algunas de
literaria y artística, religión y filoso- libertinas de mala reputación). Es por estas mujeres fueron Cleopatra
fía. Desde la conquista de Grecia por ello que encontramos entre las muje- VII, consorte de Julio César y
Roma la tradición griega llegó como res nobles a las cultas y eruditas, de- Marco Antonio, 69-30 a. C. De
un torrente de saberes y artes que dicadas al cultivo del intelecto espe- ella se decía que diseccionaba
pervivieron en la sociedad romana cialmente en las materias de ciencias, a sus esclavas encintas para
hasta nuestros días y que contribuye- literatura, filosofía, política y orato- conocer el crecimiento del feto.
ron a formar de manera definitiva “el ria, siendo vistas muchas de ellas su- Otra Cleopatra, amiga de Gale-
ser romano”. periores en sus saberes a sus padres, no, escribió la obra ginecológica
Es por esto que la educación que maridos e instructores. “De Geneticis”. Existió también
se impartía tanto para hombres como En Roma y dentro de las ciencias, una experta ginecóloga, Aspa-
para mujeres era completamente grie- las mujeres destacaron como médi- sia, que practicó la cirugía y
ga excepto con una salvedad: si bien cas, y según autores como Sorano de obstetricia en el siglo II d. C.
es cierto que la mujer fue poco menos Éfeso (98-138 d. C.) y Galeno (ca. Hipatia de Alejandría es la
que una esclava en el mundo greco- 130-200 d. C.), debían dedicarse a la única mujer pagana de la que
rromano, en Roma tuvo mayor liber- anatomía y enfermedades femeninas, tenemos constancia completa
tad y reconocimiento permitiendo de la obstetricia y la oftalmología (abor- de su actividad en las matemá-
esta manera que desarrollase aptitu- tos, menstruación, remedios vegetales ticas, la física y la geometría,
des no propias hasta entonces. y animales para los ojos), aunque po- aunque sus estudios no nos
Existen multitud de actividades dían tratar a hombres y niños igual- han llegado.
que fueron llevadas a cabo por las mente. La alquimia fue un saber
mujeres aristocráticas –las únicas que En menor medida encontramos oriundo de Egipto y relaciona-
recibieron una educación completa–, mujeres dedicadas también a las ma- do con el culto a la diosa Isis.
actividades que fueron compartidas temáticas, física y astronomía, pero La mujer que más destacó en
por sus padres y maridos y que las como no existieron grandes adelantos este campo fue la alejandrina
reportaron un nombre a su lado, es- en el mundo romano, no se han con- María la Hebrea, quien inven-
pecialmente tras su muerte. Estas ac- servado tratados excepto los de Hipa- tó el alambique de laboratorio
tividades fueron las dedicadas al inte- tia de Alejandría, ya del siglo IV d. o tribiko, el “baño María”, y la
lecto ya que, a pesar de ser instruidas C., preludiando la caída del Imperio kerotakis o acción de los va-
también en actividades físicas como romano de Occidente. pores de arsénico, mercurio y
la danza, estas solo completaban el A pesar de ser menos conocida, azufre sobre los metales, en el
carácter femenino de la futura esposa la alquimia fue en realidad la ciencia siglo I d. C.
pero no eran consideradas decentes más importante tratada por mujeres.
invierno·2012 13

No en vano, esta disciplina fue cono- tería. En cualquier caso, el método


cida en Roma como opus mulierum de conocimiento de la filosofía por
(obra de mujeres) y es heredera del parte de las mujeres era mediante la
mundo mesopotámico. Fue desarro- Plotino afirma que las contratación de sabios griegos que
llada en la Alejandría romana por las acompañaban de manera cons-
mujeres de conocimientos en química mujeres aprendían tante al igual que un esclavo, hacien-
para la transmutación de metales en filosofía como pauta de do disertaciones filosóficas que ellas
oro y plata, y la factura de perfumes, escuchaban mientras se dedicaban a
cosméticos y joyas. vida, pero Juvenal cree sus actividades diarias.
que lo hacían para equi-
Letras e ideas Tras un gran hombre...
La literatura femenina fue abun- pararse al hombre Finalmente, el arte de la política y la
dante entre las clases más altas, es- oratoria fue un saber que Roma desa-
pecialmente en época de Augusto rrolló mejor que ninguna otra cultura
(finales del siglo I a. C.-principios sociales más altas (las que podían anterior. Y aunque es una actividad
del siglo I d. C.), por el gran empuje dedicar su ocio a la filosofía gracias masculina, tenemos muchos testi-
que el emperador dio a los literatos a sus rentas) a través del platonismo, monios escritos sobre las esposas de
en el Siglo de Oro de las Letras con el aristotelismo o el estoicismo, entre políticos romanos que acompañaban
la creación del Círculo de Mecenas. otras filosofías. a sus maridos en sus actividades y,
Las mujeres de su linaje practicaron Generalmente, autores como Mu- como ellos, se especializaron en la
una literatura centrada en la poesía sonio, Luciano y Plotino nos indi- política y la oratoria. Pero el caso fe-
amorosa, que intentaba emular a los can que muchas mujeres cultivaban menino es diferente ya que, mientras
clásicos griegos –escrita y cantada la filosofía moral como manera de los hombres centraban sus esfuerzos
con cítara–, pero no salía a la luz conseguir una base y una pauta para políticos en el gobierno y la mili-
mediante publicaciones y se queda- su vida, pero al mismo tiempo en- cia, sus mujeres, bien enseñadas por
ba en el ámbito del hogar y el ve- contramos testimonios como los de ellos, aprendían mediante la política
cindario. Juvenal que nos indican que muchas a manipular sus pensamientos y ac-
Puede que la filosofía griega sea otras lo hacían para intentar equi- ciones, a hablar en público e inclu-
el saber que más influyó en el pensa- parase o superar a sus maridos en so a inmiscuirse en los asuntos del
miento romano, llegando a las clases sociedad, engrandeciendo su pedan- Senado.

Filósofas Eruditas

Todas las mujeres nobles de La literatura, especialmente la


Roma tenían conocimientos poesía amorosa, fue tratada
sobre filosofía, pero destaca- por multitud de mujeres de
ron especialmente las mujeres alta alcurnia, pero los nombres
de los grandes políticos y mi- que han llegado hasta nosotros
litares como las Cornelias: la proceden del círculo familiar
madre de los dos Gracos (siglo de Augusto. Sus parientes fue-
II a. C.) y la mujer de Gneo ron instruidas por los grandes
Pompeyo (106-48 a. C.). Ce- poetas que Mecenas mante-
relia, amiga de Cicerón (siglo nía en su círculo, como Ovidio
I a. C.) también cultivó estos y Virgilio, y de ellas podemos
saberes e incluso Livia, cuando nombrar a Livia (mujer de Au-
perdió a su hijo Druso, se co- gusto), Octavia (su hermana)
bijó en el estoicismo de Areo. y Julia (su hija), aunque no
En el entorno de Augusto, sa- conservamos los textos de sus
bemos que Octavia practicó el poesías.
estoicismo de Atenodoro de Fuera del Círculo Augusteo,
Cana. Más de un siglo después, destaca la obra conservada en
Plotina, esposa del emperador poesía amorosa elegíaca de
Fresco hallado en la Casa de Teren-
Trajano, dedicó su ocio a la fi- Sulpicia (hija de Servio Sulpi-
Foto: Tite Edberg

cio, en Pompeya. Museo Arqueoló-


losofía de Epicuro. cio Rufo, I a. C.)
gico Nacional de Nápoles.
14 hiems·mmdcclxv·auc

Cuando nos referimos a las mu- consideradas damas castas y sumisas


jeres poderosas de Roma, no existe a sus maridos ya que sus acciones así
mejor interpretación para compren- lo mostraban. En el paso de esta épo-
der su poder que la definición que ca al Imperio la situación masculina
dio Robert Graves sobre Livia en La partida de los hom- comienza a cambiar y, con ella, tam-
“Yo, Claudio”: «Augusto goberna- bres a las innumerables bién la femenina.
ba el mundo, pero Livia gobernaba A finales de la República –en épo-
a Augusto». guerras de final de la ca de Julio César y de los primeros
Ciertamente, las mujeres adqui- República creó una nue- años de Augusto en el poder– la His-
rían su condición de poderosas cuan- toria de Roma se caracteriza por la
do se casaban con grandes aristócra- va situación que dio más enorme cantidad de guerras. La ma-
tas que pertenecían generalmente a libertad a sus esposas yoría de los hombres en edad militar
las grandes familias tradicionales de abandonaban su vida y sus viviendas
Roma y tenían suficientes riquezas durante períodos muy largos, dejan-
para convertirse en políticos influ- do a la mujer en una situación que
yentes e incluso en emperadores. realmente las hacía poderosas no era nunca había tenido antes: sola, con
Como ya hemos visto, las mujeres ya su educación o el hombre con el alto nivel adquisitivo que podía usar
de la clase aristocrática tenían una que se casaban, sino las artes y arti- e independiente. Esto comenzó a dar
educación muy completa que iba des- mañas para controlar a sus maridos y a las mujeres patricias una libertad
de las actividades hogareñas hasta la mantenerse a sí mismas en el poder. y un poder que se materializaría de-
formación intelectual que las prepa- En la República, las mujeres de finitivamente en época imperial, te-
raba para el matrimonio, pero lo que los cónsules y de los senadores eran niendo como primer ejemplo a Livia,

Poderosas

En tiempos de la República hubo so de mujer poderosa: Livia, esposa emperatrices del Imperio, acompa-
mujeres con carácter que, a través de Augusto. De gran belleza e inteli- ñaba a su marido en todas sus acti-
de los hombres de su familia, tuvie- gencia, consiguió seguir gobernando vidades políticas y en la guerra. Tam-
ron un peso de cierta importancia Roma trás la muerte de su marido, bién era ducha en la oratoria, que
en la política. Sin embargo, no será a través de su hijo y sucesor en el mostró más de una vez en público.
hasta la época del Imperio cuando trono, Tiberio. Mesalina, mujer de Claudio, es
surgirá el ejemplo más famo- Otras mujeres de gran in- conocida como una libertina por los
fluencia en la corte fueron Julia escritos de Tácito y Suetonio. Apro-
la Joven y Agripina la Mayor. La vechaba la falta de su marido para
hija de esta última, Agripina la organizar banquetes orgiásticos,
Menor, fue hermana de Calígula además de conspirar contra las mu-
y esposa de Claudio. Preocupa- jeres de la corte que le incomoda-
da por asentar en el trono a su ban por su belleza, como Julia, so-
hijo Nerón, sus conspiraciones brina de su esposo.
fueron recogidas por autores En los últimos años del Imperio
como Tácito, que se escan- romano de Occidente, cuando la
dalizaba por las insinuaciones corrupción de los valores tradicio-
sexuales en público a su hijo, nales llegó a su cota máxima, en-
ya emperador, para mante- contramos a poderosas mujeres que
nerse en el poder. reúnen un gran conocimiento de la
Julia Domna, mujer de política y la oratoria.
Septimio Severo, reconoci- Teodora, mujer de Justiniano I,
da como una de las mejores también arrastra mala reputación,
pese a ser una excelente compañe-
ra de su marido y ducha en política.
Livia fue la mujer más in-
El historiador Procopio y otros au-
fluyente de su época y abrió
tores cristianos nos han transmitido
una senda que siguieron
más tarde otras emperatri- la imagen de Teodora y Justiniano
ces. En la foto, retrato de como una “pareja diabólica” en la
Livia, en el Museo de Éfeso. corte de Bizancio.
invierno·2012 15

Mesalina ejemplifica la corrupción en convertirse y en predicar la nueva


de las costumbres, pero siempre religión, contraria a las tradiciones
hubo matronas que vivieron romanas. El cristianismo no solo co-
bajo el estricto código moral
menzó a dirigir las actitudes morales
republicano. En la foto,
moneda con la efigie de la y sociales de las mujeres (el cuerpo
polémica mujer de Claudio. debía ir completamente tapado, in-
cluso el cabello), sino también sus
saberes y artes intelectuales: las mu-
jeres nobles, según dictaba la norma
cristiana, no debían estudiar los clá-
sicos ni tener nociones de política y
la consulta a los astros y la oratoria, la música estaba prohibida
creación de pociones, prác- excepto la religiosa, la filosofía solo
ticas usadas sobre todo por las era permitida si reforzaba la nueva
mujeres. doctrina, como el ocurrió con el pla-
tonismo. Todas las ciencias, excepto
Los nuevos valores cristianos la medicina, estaban prohibidas para
mujer de Augusto. A partir del siglo II d. C. toma fuer- las mujeres.
La nueva situación femenina que za el cristianismo, aunque esta reli- Dentro de este nuevo panorama,
comienza en el Imperio terminará gión ya era conocida bajo el reinado la mujer siempre debía estar super-
por corromper los mores majorum, de Claudio (41-54 d. C.). Debido a visada por un hombre –su padre o
las tradiciones de los mayores, de los la condición de sexo dominado, las marido–, especialmente las más ricas,
ancestros. Este cambio afecta a las mujeres fueron buenas receptoras por ser las más corruptibles según los
mujeres de mejor posición: patricias, de la nueva doctrina y tuvieron un antiguos. Se forjaron en este momen-
consortes de políticos y emperatri- papel fundamental en su expansión to dos tipos femeninos. Por un lado
ces. Su cultura y la posición de sus por las clases altas. Inicialmente el la mujer santa, que ejemplificaba a la
maridos les permitieron luchar por cristianismo indujo el sentimiento perfecta cristiana, ama de su casa, su-
sus intereses, ya fuesen estos el en- de culpa en las nobles romanas y las misa al hombre y la Iglesia, ignorante
riquecimiento personal, mayor liber- concienció de su debilidad y pecado y dócil. En contraposición al ejemplo
tad sexual o el control de la sucesión para, posteriormente, mostrarles el de santidad estaba la mujer fiel a las
al trono y los resortes del poder. Sus camino de la redención y el perdón. tradiciones ancestrales o a los saberes
artes no dejaron de despertar suspi- Los autores de la época nos han orientales. Eran tachadas de herejes,
cacias y críticas como las de Juve- legado diversos testimonios de la di- paganas o brujas, apartadas de una so-
nal (60-128 d. C.) que les achaca la fusión de la nueva religión entre las ciedad cada vez más dominada por el
práctica de la magia, la astrología y mujeres, a las que consideraban de- cristianismo incipiente, que sería pro-
la creación de venenos, artes hereda- masiado impresionables: tegido y predicado por Constantino el
das del mundo próximo oriental. Grande en el siglo IV d. C. e instaura-
Aunque menos numerosos que Al saber los de Damasco la do definitivamente por Teodosio I el
los casos anteriores, las crónicas de matanza que los judíos habían Grande en el siglo V d. C. ◙
principios del Imperio también dan hecho de tantos romanos, se
cuenta de poderosas patricias que prepararon para quitar la vida
mantuvieron los valores tradicio- a cuantos judíos vivían allí. PARA SABER MÁS:
nales de la perfecta matrona: casta, Como se habían refugiado to-
comedida, dedicada a las labores del dos en unos baños públicos
• ALIC, M. (2005): El legado de
hogar y a sus hijos. Su papel de com- [...] pensaban que acabarían Hipatia. Siglo XXI. Madrid, 2005.
pañera llega al punto del suicidio a la fácilmente con ellos, pero des-
muerte del cónyuge. Arria, mujer del confiaban de sus mujeres, por- • ANDERSON, B. S. (1991):
Historia de las mujeres: una
senador Cecina Peto, no quiso sobre- que todas, excepto muy po-
historia propia, Editorial Crítica,
vivir a su marido. Tampoco Paulina, cas, judaizaban y estaban muy Barcelona.
mujer de Séneca, aunque fue salvada instruidas en esa religión. Por
por orden del emperador Nerón tras eso tuvieron mucho cuidado en • BORRAGÁN, N. (2000): La
mujer en la sociedad romana
haberse cortado las venas. esconderles lo que tramaban.
del Alto Imperio (siglo II d. C.).
Con las conquistas del Imperio (Flavio Josefo, La guerra de los Trabe. Oviedo.
en Próximo Oriente y Egipto se in- judíos, XXV).
corporaron al panteón romano nue- • DE LA VILLA, J. (2004): Mu-
jeres de la Antigüedad. Alianza
vos dioses (Isis o Mitra). También Testimonios como este muestran
Editorial, Madrid.
aumentaron creencias y usos como que las mujeres fueron las primeras
16 hiems·mmdcclxv·auc

vidacotidiana

La imagen de
ICONOGRAFÍA

la mujer
Utinam lex esset eadet quae uxuri est viro
Plauto, Mercator, 817

Ojalá hubiera una misma ley para la mujer y para el hombre.

Foto: Marie-Lan Nguyen

El ideal femenino de la socie- Por M.ª Isabel Rodríguez López. La imagen de la mujer honesta
dad romana quedó encarnado estaba codificada desde la misma
El ideal femenino impuesto por el mos infancia. Según transmite Dioniso
en la figura de la casta matro- majorum, la forma de comportarse se- de Halicarnaso, el pater familias de-
na, cuya presencia y comporta- gún la costumbre de los antepasados, bía preservar íntegramente el linaje
fue un ideal de virtud que se demos- masculino, mientras que entre las
miento estuvieron rígidamente
traba a través del pudor (pudicitia) y la niñas, le estaba permitido eliminar
definidos durante la República. castidad. Jean Nöel Robert señala que a algunas de ellas en el momento
Aunque con el tiempo estos dichas virtudes fueron para la mujer lo de su nacimiento, siempre y cuando
que el honor era para los hombres, es conservara a la primogénita; de esta
atributos fueron difuminándo-
decir, su mejor prenda. Muchos tex- suerte, sería más fácil encontrar ma-
se, la mujer respetable tendió tos, y en particular las inscripciones rido para ella.
a adquirir una determinada funerarias, desvelan con toda claridad Las representaciones infantiles
ese ideal que se plasma, iconográfica- femeninas que han llegado hasta no-
imagen asociada a los valores
mente hablando, en mujeres vestidas sotros proceden en su mayoría de
de pudor y honestidad. La apa- con sobriedad y decoro, mujeres que contextos sociales elevados: Muchas
riencia virtuosa estaba codifica- exhiben públicamente su estatus civil de ellas son retratos de pequeñas aso-
mediante las prendas de vestir. ciadas a la familia del emperador o a
da para cada una de las edades
Con el paso del tiempo, este ideal de linajes de familias patricias, quienes
de la vida. El estudio de esta los tiempos de la República quedó algo trataron de emular los comportamien-
imagen, plasmada en las obras desdibujado en el marco de una moral tos y modas de la corte imperial. Así
más distraída, donde la mujer pudo ad- parece indicarlo el busto en mármol
de arte que han llegado hasta
quirir ciertas libertades y modos de vida de una niña conservado hoy en la
nosotros, nos permite ahondar menos represivos, especialmente en los Central Montemartini de los Museos
en esa sensibilidad. ámbitos privilegiados de la sociedad. Capitolinos (ver la foto que abre el
invierno·2012 17

artículo). Este retrato luce un peinado mitido la imagen infantil femenina. ticando ejercicios gimnásticos, como
análogo al que es habitual en los re- Asociadas a animales de compañía, sucede por ejemplo, en un mosaico de
tratos de Antonia Minor. La idealiza- juguetes o palomas, dichas represen- la villa romana del Casale, en Piazza
ción de su semblante y su gesto grave taciones parecen continuar la tradi- Armerina, Sicilia, de cronología dis-
parecen refrendar ese ideal de pudi- ción griega. cutida.
citia y castidad, un ideal que debía En esta iconografía funeraria ro-
exhibirse desde la más tierna infancia. mana destacan, de manera muy par- Autoridad doméstica
Idéntica actitud de seriedad y reco- ticular, los retratos de momias pro- La edad establecida legalmente para
gimiento en las pequeñas se mantiene cedentes del Egipto romano, que nos el matrimonio era de doce años para
en los retratos infantiles femeninos, ofrecen, asimismo, una imagen since- las chicas y catorce para los varones.
tanto privados como públicos, hasta ra y profunda de las niñas, como la Hubo diferentes tipos de uniones ma-
el siglo III d. C. que muestra un panel sobre encáus- trimoniales, de las cuales, el llamado
Muchas de las imágenes femeni- tica que se conserva hoy en el Staat- matrimonio cum manu fue la fórmula
nas que conocemos proceden de con- lische Museen de Berlín, del siglo III merced a la cual la mujer pasaba de
textos funerarios, estelas o sarcófagos de nuestra era. Excepcionalmente po- la autoridad paterna a la jurisdicción
gracias a los cuales se nos ha trans- demos contemplar a las jóvenes prac- del marido. En el matrimonio sine

Infancia:entre el aprendizaje y los juegos


Por lo que sabemos, la educación sortijado y el cabello recogido por pintura sobre fondo blanco proce-
estuvo reservada a las niñas de una redecilla de hilos de oro y are- dente de la Villa de los Papiros en
familias acomodadas. Las imáge- tes que penden de sus orejas, esta Herculano, ilustra esta práctica.
nes evocan también a estas jóve- joven dama mira directamente al Este tipo de pinturas sobre fondo
nes educadas en las letras, como espectador, con una expresión blanco eran conocidas como mo-
atestigua, entre otros ejemplos, franca e inteligente. Desafiando nochromata ex alba, según señala
el célebre fresco pompeyano que orgullosa a los estrechos clichés Plinio, y siguen la tradición griega
representa a una joven patricia de la sociedad. de finales del siglo V a. C., iniciada
en actitud pensativa, sosteniendo Algunas jóvenes eran adiestra- por Zeuxis y ampliamente docu-
en sus manos el stilus y la tabli- das en el canto, la danza o la prác- mentada por su abundante uso en
lla de escritura. Vestida con sen- tica de algún instrumento musical, los lecitoi de uso funerario. Es una
cillez y elegancia, con el pelo en- actividades artísticas consideradas obra neoática del período augus-
idóneas para las mujeres hones- teo, firmada por un griego llamado
tas, especialmente entretenidas Alexandros Athenaios.
en el hilado con rueca y uso En ella vemos a cinco figuras
(lanificium). En ocasio- femeninas, dos de las cuales, jó-
nes, la imagen infantil venes agachadas, están jugando
o juvenil femenina a los astrágalos, absortas en el
está asociada a la movimiento de estos y sin prestar
práctica de jue- atención al gesto de dos de sus
gos. De dichos compañeras, dispuestas de pie
juegos desta- en segundo término, en conver-
ca el de los sación con otra figura femenina,
astragaloi con apariencia de matrona. Algu-
(las tan nos autores han señalado que lo
populares que se representa es un momento
tabas), de la historia de las Nióbides, una
una cos- de las grandes tragedias griegas.
tumbre Mientras Aglaia e Ilaria juegan a
heredada las tabas, ajenas a la desgracia
de Gre- que se avecina, su madre Níobe
cia y muy acaba de jactarse de su abundante
extendida prole ante Latona, que solicitará la
en Roma. ayuda de Apolo y Ártemis para ex-
Una hermosa terminarlos.
18 hiems·mmdcclxv·auc

manu, menos frecuente, la mujer con- los valores del linaje familiar (gens).
servaba su libertad jurídica. En cuan- Como señaló Gelio, se llama propia-
to al matrimonio cum manu, la forma mente matrona a la señora casada con
más arraigada en la tradición, hubo un varón, mientras dure su matrimo-
tres modalidades: confarreatio, rito nio. Tal apelativo deriva de mater
solemne con el que se evocaba, ante La matrona debía (Aulo Gelio 18, 6, 8) y su autoridad
la presencia del pontifex maximus, la ayudar a su marido a moral afectaba a los esclavos de la
fertilidad femenina y la fertilidad de casa y muy en particular a la educa-
la Tierra; coemptio, una venta ficticia garantizar los valores ción de los infantes, en quienes tenía
que se efectuaba con la presencia de del linaje familiar el deber de inculcar los valores ciuda-
cinco testigos; y usus, la cohabitación danos marcados por la tradición.
por espacio de un año, que legitimaba En su quehacer cotidiano, estas
el derecho del marido sobre la mujer. matronas fueron atendidas en todo
Estas fórmulas quedaron obsoletas al ciones nupciales que han llegado hasta momento por las sirvientas, que se
final del período republicano y solo nosotros proceden del ámbito funerario, ocupaban, incluso, de su arreglo per-
afectaron a las mujeres de familias como decoración idónea para ornamen- sonal, actividad a la que dedicaban
patricias. Al finalizar la República tar urnas cinerarias o sarcófagos en los mucho tiempo. Su libertad, sin em-
también los libertos se casaron según que se alude a la fidelidad conyugal. bargo, era relativa: salían pocas veces
estas fórmulas, propias de los ciuda- Es destacable la estela de Aurelio del hogar, generalmente para visitar a
danos romanos libres. Hermia y Aurelia Philematio. En el elo- sus amigas, y siempre en compañía de
La iconografía romana es rica en gio fúnebre, se expresa su despedida de sus esclavos y cubiertas por un velo.
ejemplos que muestran la unión ma- este mundo con las siguientes palabras: La pieza del indumento que dis-
trimonial tradicional. Su gesto más «Mientras viví me llamaron Aurelia tinguía a las mujeres casadas era la
característico es la unión de las manos Philematum y fui una mujer casta y stola, una especie de echarpe con
(dextrarum junctio) en la mayoría de modesta, alejada de la muchedumbre, muchos plegados bajo el cual vestía
los casos. Muchas de las representa- fiel a su marido. Mi esposo, a quien la subucula, una túnica talar ceñida
desgraciadamente dejo ahora, fue un con un cordón en las caderas y con
ciudadano que consiguió la libertad. Él un cinturón bajo el pecho. La palla
fue realmente como un padre para mí. era el manto –acaso la evolución del
Cuando tenía siete años él cuidó de mí. himatión griego– que usaban las mu-
El relieve funerario de Aurelio Ahora a los cuarenta estoy en manos de jeres recatadas cuando se mostraban
Hermia y Aurelia Philematio, que la muerte. Mi marido prosperó gracias a en público, para cubrirse la cabeza.
sirvió para ornar su tumba en la Vía
mis constantes cuidados». En ocasiones, la palla era reemplaza-
Nomentana de Roma, es uno de los
más tempranos testimonios de los Las mujeres casadas, matronas o da por el supparum, un manto de tela
matrimonios entre libertos, vestidos señoras de la casa, se convertían en muy ligera que revestía enteramente
aquí como ciudadanos romanos. mater familias, y desde esta posición su cuerpo. La brevedad de estas líneas
Bristish Museum, Londres. ayudaban a su marido para garantizar no nos permite ahondar en el adorno
personal de las mujeres
romanas, un asunto que
tanto la iconografía feme-
nina, especialmente el re-
trato (tanto imperial como
privado y el funerario)
como el registro arqueo-
lógico, informan cumpli-
damente.
Este universo femenino
íntimo, transmitido desde
el gineceo griego, quedó
figurado en las imágenes,
muy en particular la pin-
tura al fresco, cuyas com-
posiciones nos descubren a
las damas en el interior de
sus casas, muchas veces en
compañía de sus hijas o de
sus sirvientas.
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Mortales pero divinas


Ocasionalmente, la mujer fue re- edículo de medio punto. Va desnu-
presentada “a lo divino”, efigia- da, por asociación con la desnudez
da con los atributos y, a veces, la divina de Venus, y solo un manto
desnudez de una diosa. El retrato drapeado envuelve parcialmente
y la escultura funeraria fueron los sus genitales y sus muslos. Con la
principales vehículos de expresión mano izquierda sostiene una palma
de esta modalidad, siendo Venus la de Victoria, alusiva a Venus Victrix
deidad asociada con más frecuen- (Venus Victoriosa) y a sus pies se
cia a las mujeres. ha representado una paloma, ani-
Este es un tema que ha suscita- mal que es atributo iconográfico
do diversas cuestiones sobre la in- de Venus. Una alta diadema y un
terpretación del desnudo femenino elaboradísimo peinado, caracterís-
y acerca de la función que cumplía tico del período trajaneo, adornan
el retrato romano en la sociedad, su cabeza.
un asunto complejo y contradicto- En el arranque de la rosca del
rio para los ciudadanos romanos arco que la cobija hay dos pequeños
que observaron la castidad y los medallones que contienen sendas
estándares rígidos de conducta. Las cabezas infantiles, que podrían in-
poses de estos retratos mitológicos terpretarse, no sin reservas, como
sugieren los tipos convencionales retratos de sus hijos, mientras que
de la Venus Capitolina y otras ve- en la clave del arco, otro pequeño
nus, según Kleiner y Matheson. medallón parece un retrato de ella
Como ejemplo de lo que seña- misma. El pedestal sobre el que
lamos baste el relieve funerario se yergue la imagen presenta un
de principios del s. II d. C. que se espacio vacío, destinado a una
muestra a la derecha, hoy cus- inscripción que nunca llegaría a
todiado en el Museo Británico. En completarse y a ambos lados, dos de ascendencia etrusca que podría
esta obra la difunta ha sido repre- relieves que representan puertas estar en relación con la entrada a la
sentada en altorrelieve, bajo un entreabiertas, un motivo simbólico tumba o el paso al más allá.

La decoración pictórica ofrece Entre los numerosos ejemplos


interesantes ejemplos de este mo- conocidos, citamos el fresco que
dus vivendi, muy limitado al ámbi- se puede ver en la ilustración
to doméstico, en el que transcurrió de esta página, hallado en
la existencia de la mujer romana de una estancia (un triclinium
la alta sociedad. Y si no fue de esta o quizá oecus) de la Villa de
manera, así quisieron dejar su imagen Boscoreale. La dama viste a la
para la posteridad, porque además griega, con chitón púrpura e hi-
de ser decente, había que parecerlo. matión blanco, y luce brazalete,
No es extraño que la mujer fuera el pendientes y diadema con medallón,
asunto más representado –junto con todo en oro. Lleva el cabello bien
la temática mitológica o los motivos arreglado y aparece sentada
esencialmente ornamentales– en la en un rico sitial de pa-
decoración mural de las residencias tas torneadas, en acti-
privadas. tud de tocar la cítara.

Fresco procedente de la habitación H de la Villa de P. Fannio


Synistor, en Boscoreale, que ha sido fechada en torno al 40-30
a. C. Hoy está en el Metropolitan Museum (Nueva York).
20 hiems·mmdcclxv·auc

Tras el respaldo de su asiento, se ha Retrato flavio de una mujer de cierta


edad. La retratada tiene profun-
representado a una niña estante, qui-
das líneas de expresión que unen
zás su hija, también vestida con de- la nariz y los labios, arrugas en la
coro. Ambas miran directamente al frente y grandes bolsas bajo los ojos.
espectador, concebidas como retratos, Su expresión parece severa y a un
con gesto grave pero poseedoras de la tiempo cansada. Museo Gregoriano
seguridad y el poder que su elevado Lateranense Profano.
estatus les confiere.
Fue, asimismo, habitual que los
dormitorios decorasen sus muros con
los retratos de las mujeres que en troducir en la decoración doméstica
ellos moraban (jóvenes y adultas) in- cierto aire de libertad; se trata de imá-
sertos en sencillos clípeos. Entre los genes íntimas que rompen el estrecho
más conocidos ejemplos destacan los marco de una moralidad impuesta.
retratos femeninos hallados en la ha-
bitación R de la Casa de los Amorinos Los rastros de una vida honesta
Dorados, en Pompeya. Los signos de la vejez son visibles en
La decoración pictórica de las re- los retratos de tendencias naturalistas
sidencias privadas a veces pone ante que se dieron en el arte romano duran-
nuestros ojos una ambigüedad semán- te los años finales del período repu-
tica muy notable en lo que se refiere blicano, especialmente en los retratos
a los retratos de sus moradores, con- masculinos. La esperanza de vida en
vertidos en no pocos casos en “retra- la antigua Roma era aproximadamen-
tos mitológicos”: los dioses toman la te de unos 25-30 años, lo que signifi-
faz de los mortales en estos frescos, ca que solo un porcentaje muy bajo de la carne, muy subrayado en un re-
o bien los mortales son caracterizados de la población estaba por encima de trato conservado en el Museo Grego-
con la apariencia de los dioses. Así, cincuenta años y habría muy pocos riano Lateranense Profano. Según Su-
los esposos pueden aparecer como ancianos. Sin embargo, han llegado san Matheson, estos retratos enfatizan
Marte y Venus, Hércules y Ónfale, hasta nosotros, retratos de ancianas, y el papel de la mujer en el seno fami-
y en algunos casos, participan como sabemos por las inscripciones conser- liar, como esposa y como madre. Este
personajes del mito evocado en las vadas que mujeres de más de 50 años debió de ser un papel común y por eso
paredes de sus casas. continuaron casándose en Roma. Pre- los retratos suelen ser, en lo esencial,
La ambigua combinación de mito sumiblemente estas mujeres fueron convencionales y estandarizados,
y realidad fue una noción interesante, viudas ricas, un buen partido para sus como demuestran poses, gestos y pei-
que refleja las aspiraciones de poder y pretendientes. Sin embargo, la mayo- nados. Si el rostro muestra signos de
de emulación de las costumbres princi- ría de las viudas romanas eligieron la edad solo sirvió para insistir me-
pescas por los ciudadanos más ricos de permanecer univiras (mujeres de un diante las imágenes en una larga vida
la sociedad romana en el Alto Imperio. solo varón). de virtud: piedad, gravedad, nobleza
Por otro lado, los temas mitológicos, El signo más evidente de la vejez y castidad. Es decir, en la dignidad de
en especial aquellos de tintes en los retratos roma- la matrona y la autoridad moral de la
eróticos sirvieron en no nos es el hun- madre, incrementada con el paso del
pocos casos para in- dimiento tiempo.

Foto: Andy Norris


La Venus, que se acerca a
la orilla en la célebre casa
pompeyana que lleva su
nombre (Casa de Venus en
la Concha), posee un rostro
que en nada difiere de los
retratos de las mujeres
romanas del siglo I d. C. Su
peinado y sus joyas también
reproducen los modelos
reales que lucían entonces
las damas romanas.
invierno·2012 21

Más allá de la casuística estatuaria


cabe preguntarse si hubo otros ideales
femeninos. La epigrafía funeraria y la
Un atrevimiento pictórico
iconografía reflejan, de forma mayo- Algunas pinturas parecen un guiño a la buscada libertad de la mujer. Ese
ritaria, el ideal femenino tradicional podría ser el caso de la pintora representada en un fresco de la Casa del
al que nos hemos referido en las lí- Chirurgo en Pompeya. La artista, sentada en una silla de tijera, sostiene
neas precedentes para jóvenes solte- el pincel y la paleta de color en la mano y mira fijamen-
ras y casadas (jovenes y ancianas). te hacia la estatua de Príapo (¡todo un atrevimiento!)
Sin embargo, la realidad debió de que está copiando en un pequeño cuadro, colocado en
ser muy diferente. Algunas mujeres el suelo, junto a sus pies. En segundo término, otras
fueron muy influyentes y sabemos de dos mujeres –patricias, a juzgar por su
la variedad de los roles públicos que rica indumentaria y su decoro– contem-
ocuparon. No pocas viudas y madres plan atentas la labor de la pintora. Una
estuvieron lejos de esa tradición, tales de ellas sostiene
como Cornelia, la madre de los Graco un abanico en
y algunas empresarias cuyos nombres su mano, mien-
han llegado hasta nosotros. tras la otra lleva
A pesar de las restricciones im- su dedo índice
puestas por la sociedad, las mujeres hasta la boca,
romanas tuvieron cierto poder en en claro gesto de
algunas esferas, siendo notables en cavilación acerca
política, en el ámbito religioso o en de la escena que
los negocios, aunque en la mayo- contempla.
ría de los casos este poder derivara
de su asociación con el hombre. En
ocasiones, los negocios familiares
fueron dejados en manos de las mu- monio. Por lo tanto, Marcial encuen- ratrices. Aquellas de familias patricias
jeres por sus maridos en ausencia de tra en Sulpicia un modelo (exemplum) buscaron diversos modos de hacerse
estos, o después de su muerte. Tam- de matrona moderna, porque expresa un hueco y una forma más amable de
bién podían heredar, comprar o ven- públicamente su amor y su lealtad al vida en el rígido marco de ese ideal,
der propiedades y esclavos. Tenemos esposo. imitado por las que consiguieron, fi-
noticias sobre mujeres parteras, actri- La iconografía abunda también nalmente, un estatus de ciudadanía
ces, escritoras, poetisas, peluqueras, en ese otro ideal femenino, donde la libre. Un ideal que para las que perte-
enfermeras, costureras, vendedoras... mujer ocupa un papel importante –de necieron al escalafón social ínfimo no
Y no hay duda en el hecho de que las igualdad, iconográficamente hablan- fue ni siquiera una opción. ◙
mujeres ricas o influyentes (es el caso do– junto al varón en las tumbas, o
de Livia o Julia Domna) comisiona- donde su presencia, representada in-
ron obras de arte, retratos, edificios dividualmente, la hace distinta. Mu- PARA SABER MÁS:
y monumentos funerarios. Muchas chas mujeres sostienen rollos en sus
inscripciones funerarias desvelan que manos, tablillas de escritura y otros
• BALSDON, J. P. V. D. (1962):
las mujeres que no pertenecieron a la objetos que nos indican su estatus o su Roman Women. Their History
elite también dedicaron estos monu- rol de independencia o poder. Algu- and Habits. Londres, Bodley
mentos funerarios a sí mismas, como nas –como decíamos– parecen asumir Head.
es el caso de Petronia Hedone, Ulpia el papel de Ónfale sometiendo al mis-
• CANTARELA, E. (1991): La
Epigone, Eumachia o Plancia Magna mísimo Hércules. Pero sobre todo, es mujer romana. Universidad de
de Pérgamo, entre otras. su actitud, su gesto altivo transmitido Santiago de Compostela.
En su “Epigrammata” (10.35), a través de los monumentos artísticos,
Marcial centra su elogio en la poeti- lo que en nuestra opinión define me- • CENERINI, F. (2002): La don-
na romana. Bolonia, Il Mulino.
sa Sulpicia, que vivió en el siglo I d. jor ese papel de la mujer y su concien-
C., celebrando el amor que ella sentía cia social. • POMEROY, S. B. (1987):
por su poesía. Se reivindica que Sul- A pesar de las restricciones de la Diosas, rameras, esposas y es-
picia no instruye a sus lectores en la moralidad y de los tabúes, la mujer clavas. Mujeres en la antigüedad
clásica. Madrid, Ediciones Akal.
inmoral falta fuera del matrimonio, romana buscó distintas formas de ex-
sino en la verdadera pasión amorosa, presión y de relación con su entorno. • ROBERT, J.-N. (1999): Eros
los juegos, delicias e historias inge- Las que pertenecieron a las más altas romano. Sexo y moral en la
niosas. También enseña que hay que esferas sociales sacaron partido de su Roma antigua. Madrid, Editorial
Complutense.
mantener viva la pasión en el matri- posición, como es el caso de las empe-
22 hiems·mmdcclxv·auc

vidacotidiana

LA MODA EN NUMISMÁTICA

Peinadas y elegantes
Por Ildefonso David Ruiz López y A lo largo de la Historia de Roma, el peinado de mujeres y
Carmen Ramírez Ruiz. hombres sufrió una significativa evolución. Así lo muestran

La moneda, como testimonio y docu- los distintos testimonios monetales existentes. Esta variedad
mento de plasmación de la realidad de estilos en el peinado es especialmente llamativa en el caso
social del momento, es una magnífica de las féminas, y se constata sobre todo a través de las re-
herramienta para analizar los diferentes
estilos y la evolución del peinado feme- presentaciones de mujeres pertenecientes a la familia impe-
nino a lo largo de la historia de Roma. rial y a las principales familias patricias de Roma.
De hecho, sabemos que los peinados
de las emperatrices que aparecen en las
monedas –áureos, denarios o monedas
en bronce– se difundían por la sociedad
y eran modelo para las mujeres.
Gracias al análisis de los peinados
que portan algunas mujeres de la fami-
lia imperial en las monedas podemos
asociar ciertas esculturas a represen-
taciones monetales de una emperatriz
o incluso adscribir algunas monedas a
un periodo cronológico. Los gustos y
la moda capilar evolucionaron con el
tiempo, desde la sobriedad de la prime-
ra época hasta la sofisticación del perio-
do imperial. Sin embargo, otros estilos
de peinado se extienden de forma más o
menos estable en el tiempo.
Durante el periodo republicano en-
contramos pocas imágenes que presenten
a mujeres importantes de la vida pública
romana. Por contra, aparecen muchos
más ejemplos de efigies divinas, cuyos
peinados aparecen ocultos con diversos
tocados. Centrándonos en las represen-
taciones en las que se aprecia bien su
peinado vemos que presentan recogidos
Foto: R. Pastrana
invierno·2012 23

en la nuca, de donde salen algunos una gran velocidad, convirtiéndose


mechones. En muchas ocasiones van el peinado en este momento en un
acompañados de una diadema. Es el excelente medio de datación. Los
caso de la diosas Ceres –el recogido Durante el Imperio las primeros cambios se observan en
se hace a base de espigas de trigo–, época de Augusto, en la que se da
Diana, Fortuna y Venus y de las ale- modas se suceden a el denominado “peinado Octavia”
gorías de la Felicitas, la Libertas, la gran velocidad lo que o de nudo, que consistía en dividir
Pietas y la Salus, que en sus primeras el pelo en tres partes, por medio de
representaciones aparece con una me- permite hacer data- dos rayas en la zona frontal. La zona
lena larga y ondulada. ciones más precisas central se peinaba hacia atrás, reco-
Otra de las representaciones más giéndose en forma de tubo encima
abundantes del periodo republica- tual de figuras femeninas que apare- de la frente, mientras que los latera-
no será la de la Victoria, que en la cen con el típico peinado recogido les se ondeaban hacia adentro reco-
mayoría de las ocasiones aparece con diadema, que en algunos casos giéndose en un moño en la nuca. Por
sobre una cuadriga, por lo que poco termina en ínfulas (cintas que ador- tanto, se formaban en el cabello dos
podemos observar sobre su peinado. nan el tocado) o en un moño. moños, uno frontal y otro trasero. El
Sin embargo, en alguna representa- Si en el periodo republicano exis- resto del pelo iba muy tenso y pega-
ción de busto sí vemos un peinado tían pocas representaciones de pei- do al cráneo, como un casquete. Este
formado por un recogido drapeado nado femenino, con poca variedad peinado podemos verlo claramente
y acabado en un moño en la nuca. y muy simples, en la época impe- en las monedas acuñadas en honor
Por último, en las acuñaciones ro- rial esto será totalmente diferente, de Livia, la esposa de Augusto.
manas podemos ver algún caso pun- pues las modas se irán sucediendo a Pasa a la página 25

Poca información en las testas sagradas


En la numismática romana conta- También galeadas aparecen las alegoría, ya que su cabeza aparece
mos con gran cantidad de repre- cabezas de Minerva o la representa- velada. Entre estas representaciones
sentaciones de diosas como Ce- ción alegórica de la Virtus. En otros encontramos las de las diosas Ves-
res, Cibeles, Diana, Fortuna, Juno, casos tampoco podemos ver, por ta y Juno y la de la alegoría de la
Minerva, Roma, Venus o Vesta. desgracia, el peinado de la diosa o Concordia. Tanto Juno como la Con-
También hay abundantes repre- cordia suelen aparecer, además, dia-
sentaciones alegóricas como las de demadas. Juno también cuenta con
la Concordia (moneda inferior cen- una representación en la que apa-
tral), la Felicitas, la Libertas, la Pie- rece cubierta con una piel de cabra
tas, la Salus, la Victoria o la Virtus. (Juno Sospita). Entre los ejemplos
Todas estas imágenes suelen tener de diosas con cabeza cubierta, tam-
el inconveniente, a la hora de es- bién contamos con la representación
tudiar los peinados, de que lucen de Cibeles (abajo), que aparece en
diversos tocados que dificultan una muchas ocasiones torreada, aun-
mejor aproximación a la moda del que se puede observar parte de su
momento de acuñación. peinado, recogido sobre la cabeza
Sin lugar a dudas, la imagen y con algún mechón cayendo sobre
femenina que más aparece en las sus hombros. Esta diosa, en sus pri-
monedas será la cabeza de Roma meras emisiones, también aparecía
(en el centro, arriba), que apare- velada.
ce en los anversos de muchos de-
narios. Esta representación, muy
similar a la de Minerva, presenta
un casco alado sobre la cabeza,
que sólo nos deja ver de su peina-
do parte de su melena ondulada y
algunos mechones que caen sobre
los hombros, en algunas ocasiones
en forma de tirabuzones.
24 hiems·mmdcclxv·auc

De lo natural a lo sofisticado:
un viaje de ida y vuelta
Las clases acomodadas romanas invertían mucho tiempo y dinero en el
cuidado de su cabello y su arreglo según las modas vigentes, que solían
emanar de palacio. Un repaso a las imágenes acuñadas en monedas, con
efigies de las féminas más próximas al emperador, nos da una pista de los
usos y gustos que las mujeres, en función de sus posibilidades, trataron
República de imitar en cada momento.
En los primeros siglos de
la República, el estilismo
capilar transita por los
caminos de lo sencillo y Principado
natural, por influencia de Bajo Augusto, el peinado se hace más
la cultura griega. En estos sofisticado e incorpora el trenzado del
momentos, el pelo se lleva cabello antes de ser recogido en el moño.
hacia atrás, con una raya Sin embargo, será a partir de la segunda
en el medio y recogido mitad del siglo I cuando los peinados llegarán a su
en un gran moño en la fase más elaborada, alcanzando algunos incluso un
nuca. En este periodo las elevado grado de barroquismo.
mujeres más jóvenes, que
aún no se habían casado,
llevarán cola de caballo,
decorando a veces su fren-
te con pequeños rizos.

Siglo II
Se comienzan a utilizar postizos y pelucas suje-
tas con cintas y agujas (acus crinalis). Muchas
mujeres dotan a sus peinados de grandes masas
de rizos sobre la cabeza. Encontramos así durante
este periodo algunos peinados muy altos y volumi-
Severos nosos que presentan en la frente un gran tupé com-
En el siglo III d. puesto por multitud de rizos que formaban un gran abultamiento,
C. se comienza a que a veces se rellenaba con apliques de pelo. Para que el rizado
observar una serie de se mantuviese estable durante mucho tiempo se utilizaban unas
tocados muy elabo- tenacillas (calmistrum) consistentes en un tubo de metal que po-
rados que se hacen a nían sobre carbones calientes y que servían para elaborar el rizo,
base de trenzas. En y ungüentos con los que fijaban el peinado.
algunas ocasiones se
recogen en un gran
moño con forma de
madeja. Cristianismo
Vuelve a imponerse un estilo de peinado sencillo, pues
estas modas tan sofisticadas se consideraban demasiado
ligadas a lo temporal, y, por tanto, un im-
pedimento para la salvación del alma. No
obstante, en ocasiones se seguirán utili-
zando peinados de épocas anteriores.

Todas las imágenes de monedas que aparecen en este artículo pueden encontrarse en la página web inglesa www.widwinds.com. Las piezas representadas, pese a tener
diferentes valores y dimensiones en la realidad, aparecen aquí ampliadas y todas con el mismo tamaño para que puedan observarse bien los detalles del peinado.
invierno·2012 25

Foto: R. Pastrana
Sin embargo, dentro de esta mis- más altos y voluminosos, como se
ma dinastía Julio-Claudia, el peinado puede observar en las representacio-
sigue evolucionando, y así, con An- nes monetales de Julia Titi (esposa de
tonia, la esposa de Druso, se elimina Tito) o sobre todo de Domicia Longi-
el moño frontal, por lo que el pelo na (esposa de Domiciano). Esta últi-
aparece partido en dos partes que aca- ma aparece representada con una gran
ban en un moño en la parte baja del cantidad de rizos y trenzas, que en la
cráneo. Este moño, en algunas oca- parte delantera forman una especie de
siones, acaba en unas pequeñas tren- turbante, al que a veces se toca con
zas, como podemos ver en el caso de una diadema. El estilismo de Domicia
Agripina, la hija del general Agripa y será copiado por Pompeya Plotina y
Julia (la hija de Augusto), y de su hija, Ulpia Marciana, esposa y hermana de
Agripina Menor. Trajano, respectivamente. En el caso
Este peinado seguirá estando aún de Marciana, la trenza trasera se reco-
de moda en los primeros años de la ge en un moño, aunque sigue conser-
dinastía flavia, como podemos ver en vando el “turbante” delantero.
una representación monetaria de la Con Vibia Sabina, la esposa de
esposa de Vespasiano, Flavia Domi- Espejo de metal Adriano, el peinado adquiere un tono
tila. Pero con las siguientes empera- para el aseo y más barroco, y se comienza a realizar
trices flavias vemos un cambio en el peinado femenino. un recogido de trenzas en la parte alta
estilo. Así, los peinados comienzan Museo Nacional de de la cabeza, aunque se dejan caer por
a adquirir formas más artificiosas y Arte Romano de la parte de atrás algunos tirabuzones.
elaboradas, incorporando cada vez Mérida. En la frente continúa el “turbante” de
mayor variedad de trenzados y moños época anterior y la diadema.
26 hiems·mmdcclxv·auc

Un ejemplo de la importancia mo- en el peinado, que podemos ver en Heliogábalo), Julia Mamea (madre de
derna del estudio de los peinados es representaciones monetales de la em- Alejandro Severo) o Salustia Barbia
el caso de Faustina madre (esposa de peratriz Manlia Escantila o en las de Orbiana (esposa de Alejandro).
Antonino Pío) y Faustina hija (esposa su hija Didia Clara, y que consiste en Durante el periodo de anarquía
de Marco Aurelio), pues su titulación una especie de moño lateral a modo militar las esposas de los empera-
en las monedas es idéntica en muchas de madeja. En estas monedas vemos dores tuvieron una gran variedad de
ocasiones, y para distinguirlas se uti- cómo las mujeres portan un peinado peinados. Así, encontramos el típico
liza el análisis del peinado que tenían. más ondulado que rizado. Con la di- de moño trasero de Cecilia Paulina
Así, mientras que la primera lleva el nastía severa este peinado de madeja (esposa de Maximino), el de moño
pelo recogido en la parte alta de la ca- continúa vigente, pero los cabellos se lateral de Tranquilina (esposa de Gor-
beza y velado o adornado con cintas, rizan y se trenzan de una forma os- diano III) u Octacilia Severa (esposa
la segunda lo recoge en un moño de- tensible, como podemos apreciar en de Filipo I el Árabe) o el velado y dia-
trás de la cabeza que presenta diferen- las monedas de las emperatrices Julia demado de Egnatia Mariniana (espo-
te variedades de posición. Domna (esposa de Septimio Seve- sa de Valeriano I). Un peinado nuevo
Durante el periodo de las guerras ro), Justa Fulvia Plautila (esposa de de este periodo será el desarrollado a
civiles se impone una nueva moda Caracalla), Julia Soemias (madre de partir del moño lateral, al que ahora

Profesionales del cabello


Una de las preocupaciones más im-
portantes de las mujeres romanas
era el presentarse bien vestidas,
peinadas y maquilladas, y esto no
solo lo hacían por coquetería, sino
porque debían mostrar a los demás
su importancia política y social. Por
esta razón utilizaban los servicios de
belleza de la ornatrix, una mezcla
de peluqueras y asesoras de ima-
gen. Estas profesionales eran las
encargadas de lavar el pelo y tintar-

Foto: A. Hispania Romana


lo, de hacer los rizos y los recogidos
y de confeccionar las pelucas. Algu-
nas de estas ornatrices llegaron a
alcanzar una gran aceptación social,
y en muchas ocasiones se conside-
raban indispensables, por lo que se
llegaba a disponer en las casas un El color rubio, en muchos casos Además de teñirse el pelo, las
puesto permanente reservado para con un tono rojizo, era muy apre- matronas romanas gustaban de
este oficio. ciado por los romanos, y por ello en adornar su peinado con comple-
En el caso de los varones, el muchas ocasiones se echaban polvo mentos como diademas y joyas,
encargado del cuidado de los ca- de oro sobre el cabello para darle redecillas de hilo de oro, tiaras,
bellos era el tonsor, que equipado este color. También se podía elaborar cintas, peinetas, alfileres, etc.
con navajas, tijeras, peines, riza- el tinte rubio con mezcla de flores de Entre los objetos de tocador po-
dores y lociones, se encargaba de azafrán. El tono rojizo se obtenía con demos encontrar peines, espejos,
afeitar, cortar, rizar y teñir los ca- una mezcla de henna y hierbas. El rizadores y horquillas, que podían
bellos de sus clientes. tono negro procedía de diversas fór- ser de madera, hueso, marfil, ca-
Las pelucas, llamadas capillamen- mulas, algunas tan inusuales como rey y metales como bronce, plata
tum o galerus, se hacían con pelo la de «dejar sanguijuelas reposando o incluso oro, pues muchas veces
natural de esclavo. En el caso de las en vino tinto durante cuarenta días, estos objetos de tocador, más que
pelucas morenas, la materia prima y luego con el jugo obtenido colorar ser simples útiles de uso cotidiano,
venía de la India. Para las rubias, de el pelo» (Plinio, Historia Natural, 32, mostraban la riqueza de una deter-
las zonas germanas y nórdicas. 23, 67). minada señora o familia.
invierno·2012 27

se le añade una redecilla que levanta El cristianismo que el sentimiento cristiano va aflo-
el cabello en forma de trenza hasta la rando cada vez más en la sociedad,
altura de la diadema. Este peinado lo también dejó huella que ahora ya no intentará hacer os-
podemos ver en las representaciones en el peinado, que tentación de su riqueza terrenal, sino
monetales de la emperatriz Herenia de una riqueza más espiritual, que se
Etruscilla, de la esposa de Galieno, rechaza la ostentación mostrará, de hecho, en una mayor
Cornelia Salonina, o de la esposa de de otras épocas sencillez, tanto en los peinados como
Aureliano, Ulpia Severina. en los ropajes. Esta tendencia conti-
Ya durante el Bajo Imperio los pei- nuará durante el periodo de la Tetrar-
nados se vuelven más discretos, como quía y en los diferentes miembros de
podemos ver en el caso de las dos es- la familia imperial hasta la caída del
posas de Constancio, Elena y Teodo- Imperio de Occidente en el año 476.
ra, o en el de Galeria Valeria, esposa En conclusión, podemos decir que
de Maximiano, en la que sólo encon- la moda en el peinado en época roma-
tramos como elemento decorativo na fue fiel reflejo de los cambios en la
una diadema. Todo esto es muestra de sociedad. Los cambios en los peina-
dos solían venir de la mano de la elite
romana, sobre todo de la familia im-
perial, y eran rápidamente adaptados
por la gente del pueblo. Durante el
La coquetería también periodo altoimperial el peinado de la
mujer fue muestra del poder económi-
es cosa de hombres co de la familia, y por ello las mujeres
romanas no dudaban en usar polvos
En los hombres romanos también un áureo que muestra la imagen de oro o pelucas traídas desde muy
existió una evolución a lo largo de este emperador, en la pieza in- lejos, en tener personas encargadas de
del tiempo en la forma de llevar ferior. Con la crisis del siglo III el realizar complicados peinados y, por
el peinado y la barba. En los pri- cabello vuelve a llevarse corto, en supuesto, en competir entre ellas por
meros momentos los ciudadanos algunos casos rizado en las pun- conseguir el “look” más original. La
romanos llevaban barba y el cabe- tas, y la barba se lleva también moneda, como hemos podido ver a lo
llo largo, pues la longitud de éste corta y con un aspecto descuidado. largo de este artículo, es un elemen-
expresaba una dignidad y estado Como podemos ver, el hombre to de vital importancia para conocer
social que solo podían mantener romano era muy coqueto, y fue estos tipos de peinado y la evolución
los varones libres, los nobles, los variando su estética a lo largo de que tuvieron a lo largo de toda la His-
guerreros y los dioses. Las clases los años. De hecho, siempre es- toria de Roma. ◙
inferiores, entre las que se encon- tuvo muy preocupado por proble-
traban los esclavos, llevaban el mas estéticos como la calvicie y
pelo corto, lo que resultaba mucho las canas, y trataba de combatirlos PARA SABER MÁS:
más higiénico. continuamente, pues eran señal
Ya a partir del siglo III a. C. y de vejez y de enfermedad. Así, nu- • GARCÍA Y BELLIDO, A. (1949):
por influencia griega, los varones merosos escritores clásicos –como “Dos retratos femeninos de Itáli-
comienzan a afeitarse y a cortarse Plinio el Viejo en su “Historia Natu- ca en una colección particular de
Palma de Mallorca”, en Archivo
el pelo. Como ya hemos visto que ral”– aportan un variado surtido de Español de Arqueología 22, pp.
sucedía con las mujeres, con el métodos para frenar la caída del 335-346.
cambio de Era el peinado se hace cabello o para teñirlo.
más sofisticado, y se comienzan a • MARINÉ, M. (1983): “Moda y
épocas en el peinado romano”,
incorporar pequeños mechones li- en Revista Arqueología 24, pp.
sos hacia delante. 56-65.
En el siglo II d. C., durante la
dinastía antonina, el estilo se • SANTIAGO FERNÁNDEZ, J.
(2002): “El poder de la mujer en
hace más barroco, y comen- la moneda imperial (I)”, Crónica
zamos a observar largas bar- Numismática 135, pp. 42-46.
bas rizadas y gruesos bucles
en todo el cabello. Uno de los • VIRGILI, P. (1989): Accon-
ciature e maquillage. Vita e
precursores de este estilo fue costumi del romani antichi. Ed.
Adriano, como se puede ver en Quasar.
28 hiems·mmdcclxv·auc

CULTURAYARTES

Signos de distinción
ORFEBRERÍA

sobre la piel
Oro, plata, metales nobles, de significación de las joyas.
piedras preciosas... Todos Los orfebres desplegaron
estos elementos resaltan la todo su virtuosismo en las
posición de su portador. La piezas femeninas, mediante
civilización romana no podía diversas técnicas y usos de
dejar pasar las posibilidades confección y decoración.

Por César Pociña López. procedentes de ajuares funerarios,


piezas extraviadas, o conjuntos de
La joyería ha sido desde los inicios ocultaciones intencionadas. Mención
de la Humanidad un método de os- aparte merece el caso de las ciudades
tentación de la clase social a la que sepultadas por el Vesuvio, que como
se pertenece, a través de objetos de en otros casos, han conservado un in-
decoración personal desprovistos ge- gente repertorio de joyería, algunas
neralmente de funcionalidad práctica, de ellas encontradas in situ, todavía
pero con una gran belleza estética y sobre sus antiguas propietarias.
elaborados con materiales nobles y de Paralelamente, existen muchas re-
gran valor. presentaciones de joyería en todas las
La cultura romana, clasista donde manifestaciones artísticas, como la
las haya, utiliza las joyas con esta fun- pintura, la escultura o el bajorelieve.
cionalidad, llegando a lo largo de los De estas representaciones, por poner
siglos a elaboraciones de gran dificul- un ejemplo, queremos destacar la
tad técnica y de una gran plasticidad y serie de retratos funerarios pintados
valor estético. sobre madera de El Fayum (Egipto),
La joyería femenina es en donde donde se representa a la difunta con
encontramos la máxima expresión de sus mejores galas y, por tanto, atavia-
las creaciones de época romana, por da con sus joyas. Estas representacio-
cuanto la vestimenta masculina era de nes ofrecen una valiosa ayuda sobre
una gran austeridad y poco dada a la la manera en que las joyas eran colo-
ostentación y el ornato. cadas, su combinación, etc.
Para el conocimiento de la joye-
ría romana contamos con numerosas Importados de todos los rincones
Foto: Andreas Praefcke

fuentes: la más precisa es un elevado Colección de collares de pasta Los vastos dominios del Imperio ro-
número de joyas conservadas en el re- vítrea. Museo de Bregenz mano y la existencia de excelentes
gistro arqueológico, muchas de ellas (Alemania). vías comerciales posibilitaron que
invierno·2012 29

una gran cantidad de materiales


nobles estuvieran disponibles para
las creaciones de joyería. Eviden-
temente, cuanto más escasos y vis-
tosos fuesen estos materiales, mayor
cotización e impacto causarían.
Comenzando por los metales, el
más apreciado fue el oro, como ha Foto: Asunción Fernández
sucedido a lo largo de toda la Histo-
ria. Los romanos extraían el oro en
gran cantidad de sitios, siendo la
explotación peninsular más fruc-
tífera la localizada en las Médu-
las en el noroeste de Hispania.
El oro se suele utilizar en jo-
yería en aleación con otros meta- plementados con el uso de ge-
les, que le confieren las caracterís- mas, piedras preciosas, vidrio
ticas necesarias para ser trabajado, y pasta vítrea, o materiales de
así como una tonalidad particular. En procedencia animal y vegetal
época romana era muy habitual traba- Foto: Wessex Archeology como ámbar, perlas, concha,
jar con aleaciones de gran proporción marfil, o hueso. Algunas gemas
de oro, generalmente 18 o 24 kilates. empleadas eran la cornalina, amatista,
Muy generalmente se utilizaba tam- jaspes, derivados del cuarzo, lapislá-
bién una aleación natural conocida zuli y berilos o esmeralda. No se utili-
como electrón que consiste en una En la foto superior, cuentas de zaba normalmente el diamante, como
mezcla de oro y plata en proporcio- pasta vítrea, talladas con ga- en nuestros días.
nes variables. Otros metales usados llones. Museo Nacional de Arte Todas estas piedras recibían tallas
artificialmente para alear el oro eran Romano, de Mérida. sencillas, generalmente por pulimen-
el cobre y sus aleaciones, plomo e in- Debajo, anillo de cobre fa- tado, que le daban formas cilíndricas
cluso se han hallado trazas de platino. bricado a partir de dos hilos o esféricas para pendientes y cuentas
Cabe destacar que proporcionalmente trenzados. Fue hallado duran- de collar. Los anillos y medallones
en joyería femenina son más habitua- te unas obras en Dorchester también solían presentar elementos
les las joyas de oro que las de plata, (Inglaterra). de forma oval o circular (cabujones).
a pesar de que las primeras eran más Varias gemas se utilizaban respetan-
caras que las argénteas. Abajo, pendientes de oro y do su cristalización natural, como por
La plata provenía de diversos ya- esmeralda. Se ha usado la cris- ejemplo el berilo, que se tallaba para
cimientos, pero especialmente desta- talización natural de la esme- cuenta de collar respetando su crista-
cables son las minas de Cartagena, la ralda, en forma de hexágono. lización en prismas hexagonales. Para
Bética o el noroeste de Hispania, dan- Museo de Laon (Francia). montar las cuentas se solía recurrir a
do lugar a un importante nudo viario, practicar orificios pasantes, mientras
la vía de la Plata. En ocasiones, la Foto: Vassil
que los cabujones normalmente eran
plata era chapada o sobredorada, para montados con coronas rebordeadas de
asemejarlo al más apreciado oro. lámina de metal.
Para las personas con menor poder La pasta vítrea era muy utilizada,
adquisitivo se recurría al cobre y to- sobre todo para elaborar cuentas de
das sus aleaciones. Especialmente re- collar. Estas solían tener formas ci-
señable es el latón (cobre aleado con líndricas, aunque eran muy habitua-
cinc), de un marcado color dorado si- les las cuentas gallonadas, haciendo
milar al oro. Tanto es así que en latín estrías. Muchas veces se recurría a la
recibía el nombre de oricalco. pasta vítrea como recurso para imi-
Otros metales usados, pero en mu- tar las gemas. Las joyas de las clases
cha menor proporción era el estaño y sociales bajas frecuentemente eran
el hierro. De este último destacan los cuentas de pasta vítrea unidas por hi-
anillos, aunque generalmente de uso los de tejido o cuero.
masculino. De los materiales de procedencia
Los metales podían usarse solos, animal o vegetal, uno de los más apre-
pero muy habitualmente eran com- ciado era el ámbar, que procedía en
30 hiems·mmdcclxv·auc

su mayor parte del Báltico. Se llegó romper el molde una vez enfriado, y
a constituir una gran ruta comercial se obtenía la pieza, que luego podía
exclusivamente para el comercio de ser mejorada o decorada con otras
este material.
Eran muy apreciadas técnicas.
De gran valor eran también las las perlas marinas, no Para la obtención de formas senci-
perlas, por el hecho de la dificultad llas, muchas veces se procedía al uso
de su extracción. Se usaban las perlas
tan regulares como las de plancha de metal recortada en una
marinas, normalmente no tan redon- actuales, y las fluvia- determinada forma. Dicha plancha se
deadas como es habitual hoy en día, elaboraba mediante el martillado del
y las perlas fluviales, más pequeñas y
les, más pequeñas metal sobre cuero, con martillos espe-
de formas muy irregulares. Concha, ciales. De esta forma se podían obte-
hueso y marfil también eran emplea- con criterios estéticos y funcionales. ner planchas de grosores inferiores a
dos, a veces tallados en formas natu- Como todas las vertientes del arte ro- 0,1 milímetros. Muchas veces, sobre
ralistas. De hueso o marfil destacan mano, se aprecian modas o tendencias todo en el caso del oro, estas finas lá-
las agujas de cabello, con las cuales en este proceso de combinación. minas revestían un alma de materiales
se sujetaban los complicados peina- El “esqueleto” de la joya, la parte más baratos, como aleación de cobre,
dos de las mujeres romanas. Otros funcional normalmente estaba forma- madera, etc.
materiales empleados en menor medi- da de metal. Para conformar el metal El alambre se obtenía por trefilado,
da eran las maderas (de difícil registro se empleaban una serie de técnicas, es decir haciendo pasar tiras de metal
arqueológico) y el azabache. De este la más sencilla de las cuales era la por agujeros cada vez más estrechos.
último material se elaboraban pulse- denominada cera perdida. Consistía También se podía obtener a partir de
ras y sobre todo anillos. en modelar la joya en cera de abejas. tiras estrechas de plancha retorcidas
Sobre este modelo en cera se aplicaba sobre su propio eje. El alambre se
El esqueleto de la pieza una capa de arcilla que al secarse y usaba mucho en la elaboración de
La joyería romana se basaba en la extraer la cera dejaba un hueco inte- pendientes o soldado sobre plancha
combinación de una serie de elemen- rior con la forma previa. Bastaba con como elemento decorativo. Muchas
tos básicos, debidamente combinados llenar esta cavidad con metal fundido, veces se retorcía sobre sí mismo, o se

El arte de embellecer lo precioso


El metal recibía decoraciones en Más complicadas eran dos téc-
su superficie para embellecer las nicas de realización similar: la fi-
piezas de orfebrería. Una de las ligrana y el granulado. La primera
técnicas más utilizadas era el re- consistía en soldar hilos o alam-
pujado, consistente en martillear bres sobre la superficie de la joya,
la una lámina metálica para ir di- siguiendo patrones decorativos ge-
bujando por presión. Este hundido neralmente geométricos. El granu-
se hace con la suficiente precisión lado consiste en soldar pequeñas
como para ir produciendo formas esferas (granos) sobre el metal.
más o menos complejas. También Ambas técnicas podías usarse
se conocía el estampado con ma- complementariamente, y la difi-
trices, que da un resultado similar. cultad consistía en lo aparatoso de
La incisión de líneas mediante todo el proceso y en evitar que los
buriles o la aplicación de peque- alambres y granos se derritieran
ños agujeros siguiendo patrones sobre la pieza en vez de soldarse,
geométricos eran dos técnicas o bien que la soldadura no llega-
sencillas empleadas con profusión. ra a producirse y los elementos se
Estas líneas incisas se podían de- desprendieran.
jar tal cual o se podían utilizar para A finales del Imperio la lámina
Foto: Asunción Fernández

insertar en ellas otros metales (da- de metal se decoraba con una téc-
masquinado), nielo (una mezcla de nica denominada opus interrasile
Elaborado pendiente realizado
en el Egipto romano. Museo de
plomo y plata de color negro) o es- consistente en practicar orificios
Maguncia (Alemania).
malte. cincelados en el metal.
invierno·2012 31

trenzaban varios alambres, como re- Tablillas como esta de El Fayum nos
curso decorativo. muestran con detalle cómo lucían las
Una vez obtenidos los diversos romanas sus mejores joyas.
elementos, se procedía a su ensambla-
je por soldadura. Cuando se requerían
trabajos de precisión se utilizaban
unos tubos finos, soplando a través
de una llama. El horno se dejaba para Los pendientes generalmente era
soldadura más bastas, aunque tampo- combinaciones de alambre con cuen-
co se descartaba para las filigranas. tas de pequeño tamaño. El pendiente
Paralelamente se podían usar barras se aplicaba al lóbulo de la oreja me-
de hierro caliente usadas a modo de diante un largo alambre en forma de
punta de soldar. gancho. El modelo más generalizado
Otra manera de unir las piezas era era aquel del que colgaban varias ti-
por remachado, que consiste en pasar ras paralelas de cuentas, aunque exis-
clavos de metal por orificios en las tía una gran diversidad de modelos.
dos piezas a unir, y aplastar el extre- El más sencillo consistía en un aro
mo del clavo pasante para evitar así simple aplicado sobre el orificio de la
su retorno. oreja y unidos sus dos extremos por
un trenzado o retorcido simple. Este
Metal por todo el cuerpo modelo implicaba que la propietaria
Las joyas más empleadas por la mujer no podía quitar o ponerse el pendien-
romana eran los collares, pendientes, te habitualmente, sino que lo había de Como se ve, la orfebrería dio pie-
anillos y pulseras. También se usaban llevar permanentemente. zas para todos los gustos y para todos
diademas, redecillas de oro para el ca- Los anillos eran una de las joyas los bolsillos. La actividad creativa
bello, fíbulas de vestimenta, y otras más difundidas, y era habitual llevar estuvo siempre sujeta al dictado de
piezas más exclusivas como finas ca- varios anillos en los dedos de ambas la moda, y por tanto la evolución for-
denas cruzadas en X sobre el torso con manos. Los diseños de los anillos so- mal y tipológica es muy marcada. Es
la función de resaltar los senos. lían incorporar una gema central ta- destacable ver cómo se siguen estas
Los collares generalmente consis- llada en cabujón. Muchas veces los tendencias, aun dejando la libertad
tían en combinaciones de cuentas de anillos decorados con tallas eran usa- del orfebre para combinar e innovar
collar de diversos materiales (gemas, dos como sello particular de la pro- en la realización de la joya. El co-
pasta vítrea, etc.) con eslabones o ca- pietaria. Los modelos más sencillos nocimiento del oficio y la ingeniosa
denas de metal. Sobre estos se podían eran simples aros de metal. combinación de metales, gemas y de-
llevar medallones, e incluso se puso Las pulseras se lucían en brazos y coraciones produjeron piezas que aún
de moda llevar monedas engarzadas piernas. Eran muy comunes las pulse- hoy en día nos sorprenden por su gran
como recurso decorativo. Normal- ras de lámina de metal decorada con belleza estética, y a menudo por su
mente los collares solían ser de una motivos incisos o repujados. A veces actualidad. ◙
única hilada, aunque se conocen co- la pulsera representaba serpientes en-
llares de varias hiladas paralelas. Las rolladas en espiral, dando varias vuel-
piezas más sencillas eran hilos de tas alrededor del brazo. También se PARA SABER MÁS:
cuero o tejido, embellecidos con al- usaban pulseras de cuentas similares a
guna cuenta, generalmente de pasta los collares, o formadas por eslabones • HIGGINGS, R. (1980): Greek
de vidrio o hueso. de parejas de semiesferas de metal. and roman jewelry. University of
California Press, California.
Foto: Mararie
• OGDEN, J. (1982): Jewelry of
the ancient world. Rizzoli.

• PEREA, A., MONTERO, I.,


GARCÍA-VUELTA, O. (2004): Tec-
nología del oro antiguo: Europa
y América. CSIC, Anejos AEA,
XXXII.

• PIRZIO, L., STEFANELLI, B.


(1992): L’ oro dei Romani. Gioielli
Detalle de un brazalete de oro, di età imperiale. L’Erma de Bret-
con cabezas zoomorfas. Museo scneider, Roma.
del Louvre (Francia).
32 hiems·mmdcclxv·auc

LAENTREVISTA

Pilar
Fernández Uriel
Dirige el Departamento de Historia Antigua de la
UNED y es especialista en el periodo del Alto Im-
perio Romano. Sus inicios estuvieron tutelados por
José María Blázquez, quien le encomendó la tra-
ducción de las “Sátiras” de Juvenal. Para una joven
proveniente de un colegio de monjas el encargo fue
cuanto menos chocante, pero la tesina le permi-
tió conocer de primera mano la vívida realidad de
Roma. Años después rescata parte de aquel trabajo
para indagar sobre las mujeres trabajadoras.

Por Roberto Pastrana. emperatrices, que ya están tra era disfrutaron de un trucción por los nombres
muy estudiadas, me propuse momento que les permitió que imprimían en los mate-
—¿Por qué este interés acercarme a la realidad de alcanzar cada vez mayores riales que manufacturaba su
por las mujeres obreras? un colectivo menos favore- cotas de autonomía. Siem- negocio. También tenemos
—El asunto surgió a raíz cido y analizado. pre, eso sí, dentro de unos unas marcas (tituli picti) que
de una invitación del Museo límites bien definidos para identificaban tejas, ladri-
Nacional de Arte Romano, —¿Cuál es el resultado su condición femenina. Con llos… hechos en factorías
que quería celebrar el Día de sus investigaciones? todo, me dejó muy sorpren- propiedad de una mujer.

—¿Existe alguna simi-


litud entre estas empresa-
rias? ¿Hay un perfil tipo?

“La mujer romana estaba mucho más —Comparando los casos


apreciamos que muchas de
ellas eran esclavas liberadas
avanzada de lo que creemos” por sus dueños, con los que,
frecuentemente, acababan
casándose. A la muerte del
Internacional de la Mujer —He llegado a la conclu- dida la gran cantidad de marido, ellas heredaban el
con un ciclo de conferen- sión de que la mujer romana mujeres que regentaban sus negocio y llegaban a con-
cias sobre el rol femenino estaba mucho más avanzada propias fábricas. Sabemos seguir un buen estatus eco-
en la época romana. En vez de lo que creemos. Durante de la existencia de empre- nómico, aunque su posición
de tratar las figuras de las los primeros siglos de nues- sarias de elementos de cons- social fuese baja. En Hispa-
invierno·2012 33

nia tenemos un caso que si- También encontramos algu- —¿Estaban bien consi- calles. Estos testimonios
gue punto por punto este ca- nos casos de vendedoras de deradas las mujeres que se dejan entrever cómo debía
mino, el de una tal Abundia joyas o perfumes. Alguna dedicaban a los negocios? de ser el ambiente de los
Megiste. En el 90% de los sería una comerciante espe- —Sí, hay testimonios mercados, con tenderetes
casos se intuye que las mu- cializada, como una vende- laudatorios como el que Ci- de mala muerte en mitad de
jeres desempeñan la función dora de perlas, pero no cabe cerón dedica a Cesenia, a la las calles en las que las ven-
de empresarias por la ausen- duda de que la mayoría ven- que llama digna y honradísi- dedoras ofrecían sus servi-
cia de una figura masculina derían un poco de todo: bi- ma patricia en su “Defensa cios a los viandantes de los
que lleve estos cometidos. sutería, perfumes baratos... de Aulo Cecina”. Hay que barrios populares como la
Aparte de estos casos, tener en cuenta que al morir Subura.
—Luego el número de existen testimonios de otros su marido, la viuda dejó los
emprendedoras que po- tipos de labores menos fre- negocios bancarios en ma- —¿Por qué la historia
nían en marcha un negocio cuentes. En su momento nos de un administrador, que de estas mujeres es tan
motu proprio era minorita- estudié a los Veturios, una aprovechó su situación para poco conocida? ¿Por qué
rio. familia de purpurarios de engañarla. Descubiertas las no se ha estudiado hasta
—Sin duda. El papel que ascendencia oriental que maniobras, Cesenia decidió ahora?
la sociedad romana reserva- comerciaba con este precia- tomar ella misma las riendas —El principal problema
ba a las mujeres honestas era do tinte. Estamos hablando del banco. Vemos que Ci- es la falta de referencias di-
el de esposa y responsable de la familia entendida en cerón apreciaba el valor de rectas. Las fuentes literarias
del hogar, cuya ocupación el concepto romano, que esta mujer, capaz de aden- son muy parcas y hay que
más honrada era el hilado. incluye en ella a esclavos trarse en el sector financiero limitarse casi exclusivamen-
Este elogio aparece en la y libertos. Los registros ar- para defender su patrimonio. te a la epigrafía funeraria,
mayoría de los epitafios fe- queológicos han permitido en especial la procedente de
meninos. Pero no debemos seguir la historia de esta fa- —¿Esta admiración se las necrópolis de Pompeya y
olvidar que los monumentos milia durante tres generacio- extendía a las obreras y Herculano.
funerarios que han llegado nes, a través de las cuales las empresarias más humil-
hasta nosotros nos hablan de mujeres tuvieron un papel des? —¿No introduce esto
mujeres de alto nivel econó- muy relevante. Una de ellas, —Si extendemos al res- un sesgo geográfico?
mico. Seguro que las roma- de nombre Lydia, fue una de to de la sociedad las pala- ¿Cabe la posibilidad de
nas de posición inferior se las primeras conversas de bras de los poetas satíricos, que estemos generalizan-
veían más expuestas a tener San Pablo, junto al resto de no. Hay ciertas referencias do una situación que solo
que trabajar por circunstan- su familia. despectivas hacia trabaja- se daba en la Península
cias de la vida. Probable- doras como la barbera de la Itálica?
mente tendrían que vender que habla Juvenal, que dice —Yo creo que la realidad
“En el 90% de
en el mercado o emplearse que no afeitaba, sino dego- es extrapolable, al menos
en fábricas para asegurarse casos de mujeres llaba al cliente. Pero hay para el siglo I y II, en los que
la subsistencia. que tener en cuenta que las los modelos romanos se co-
que regentaban
sátiras de Marcial y Juvenal pian en todo el Imperio. No
—En definitiva, peque- un negocio se son terriblemente crueles hay más que ver el urbanis-
ñas empresarias y obreras. con todo el mundo, más aún mo de las ciudades, las leyes
intuye la ausencia
—Sí, se trataría de obre- con las mujeres, sin impor- municipales, las costum-
ras que trabajaban muchas de la figura mas- tar su condición. Arremeten bres... Hay tal fenómeno de
veces en fábricas de tejidos. contra las matronas que in- imitación que hoy en día se
culina que llevaba
También había mujeres que vitaban a gladiadores a su está reconstruyendo el Foro
se dedicaban a esta actividad ese cometido” casa y les hacían regalos; Augusto, del que quedan
por su cuenta, empleándose contra algunas integran- pocas evidencias en Roma,
como costureras y zurcido- tes de la familia imperial, gracias a los foros provin-
ras que prestaban servicios como Mesalina; contra las ciales que se hicieron a su
en las propias casas de sus
“Las romanas vendedoras; las judías... No semejanza, como ocurrió en
clientes, como hasta hace de posición baja se salva nadie. Córdoba o Mérida. ◙
no tanto pasaba en España. El reverso de esta visión
Menos numerosas eran las
estaban más la encontramos en ciertas
ornatrices, o peluqueras, las expuestas a tener lápidas funerarias en las que Entrevista íntegra en
que vendía productos de be- se llora a la madre desapa-
lleza por las calles o iban a
que trabajar para recida. En ellas, los hijos le
Facebook

las casas de las matronas subsistir” agradecen que se sacrificase Busca en las notas de
www.facebook.com/stilus.revista
para vestirlas y arreglarlas. por ellos vendiendo por las
34 hiems·mmdcclxv·auc

vidacotidiana

SACERDOTISAS

Mediadoras
de los dioses
La mujer fue un sujeto de importancia en la reli-
gión romana aunque su papel oficial estuvo en la
mayor parte de los casos supeditado al del marido.
Con todo, las fuentes y la epigrafía demuestran que
las oficiantes femeninas estuvieron presentes en la
adoración de numerosas deidades, en especial en
las religiones mistéricas. Las sacerdotisas nos re-
cuerdan etapas tempranas de la antigua religión
Fresco de Miguel Ángel, en la Capilla Sixtina,
que representa a una sibila. naturalista que reverenciaba en la mujer su capaci-
dad telúrica de engendrar vida.

Por M.ª José Doncel. vos colegios sacerdotales. Esta “inca- tal. Los ritos femeninos se vieron muy
pacidad femenina” era defendida por afectados por estas políticas que lleva-
Los autores antiguos afirmaban que la autores como Dionisio de Halicarnaso. rían a casos como el de Carmenta, fuer-
mujer poseía una sensibilidad innata También Tácito advertía contra el vati- za protectora de las parturientas, que en
para ponerse en contacto con las fuer- cinio femenino, al considerar que ofre- este periodo perdió su condición divina
zas superiores. La comunicación era cía esperanzas a los enemigos y temor y fue relegada a una categoría inferior.
de suma importancia, pues para la cos- a los veteranos. Tras estos argumentos En un plano terrenal, los dictámenes
movisión primitiva romana el mundo contra el éxtasis profético de la mujer del Senado provocaron el declive de
estaba sometido al capricho de los nu- quizá late el temor a un fenómeno in- una larga tradición itálica de magas y
minae, espíritus omnipresentes que ac- controlable y por tanto políticamente hechiceras en la Península Itálica, aun-
tuaban sobre la tierra. Existían ceremo- peligroso, al contrario que las interpre- que su existencia seguramente conti-
nias y plegarias con fines propiciatorios taciones de los sacerdotes oficiales, que nuase en la clandestinidad, en paralelo
y protectores que permitían conocer la sí podían prestarse a manipulación. a la religión estatal.
voluntad de estas fuerzas. En estas condiciones, no puede ex- Durante los últimos años de la Re-
Pese al reconocimiento de la sensi- trañar que durante la Monarquía y la pública, se produjo cierta apertura hacia
bilidad femenina, la interpretación de República el Senado reaccionase contra la adivinación natural. El colegio de los
los signos siempre se reservó a hom- las formas directas de relación con la decenviros, responsable de la interpre-
bres: augures, decenviros y arúspices deidad. La adivinación natural se per- tación de los libros sibilinos, recurrió a
(ver Stilus6), que se guiaban por libros siguió al tiempo que se favorecían las Delfos en alguna ocasión. De hecho, los
sagrados custodiados por sus respecti- prácticas oficiales de la casta sacerdo- miembros de la gens Cornelia, una de
invierno·2012 35

las más ilustres de Roma, recurrían con


frecuencia a este tipo de adivinación,
a pesar de que estaba muy mal visto.
Miembros de esta gens fueron los Esci-
Letra femenina, pero
piones, que mantuvieron una postura de
apertura a la introducción de los cultos
ojos masculinos
extranjeros, quizá por su formación he- La persecución de la adivinación libros. No los compró porque los
lenística o quizá como instrumento para por parte del Senado romano encontró demasiado caros. En-
afianzar su poder personal. También combatía unas prácticas que eran tonces la sibila quemó tres y le
perteneció a ella Sila, que reconstruyó habituales por todo el Mediterrá- ofreció los seis restantes por el
los libros sibilinos en el año 83 a. C. El neo. Se produjo una ruptura con mismo precio. Al negarse quemó
caso es que el ejemplo cundió y durante la tradición que, sin embargo, otros tres y le ofreció los tres que
buena parte del siglo I a. C. las consul- conservó un elemento arcaico: quedaban sin modificar el precio.
tas a profetisas se generalizaron entre los libros sibilinos. Según la le- Al final Tarquinio accedió».
las clases superiores. yenda, estos libros fueron escri- A pesar de que eran el resulta-
A pesar de los obstáculos que las ofi- tos por la sibila de Cumas. do del trance de una profetisa, los
ciantes femeninas encontraron, ciertas Las sibilas eran sacerdotisas libros fueron adoptados y protegi-
mujeres sí participaron en la religión de Apolo con capacidad de ver el dos por la religión estatal, pero su
oficial: las flamínicas. Su papel era vital futuro. En concreto, la que habi- custodia e interpretación se con-
para la estabilidad de Roma, si bien su taba en Cumas, ciudad al sur de fió a un colegio sacerdotal mas-
rol estaba supeditado a su condición de Roma, fue la responsable de la culino, el de los decenviros. Dicho
esposas del sacerdote, verdadero posee- elaboración de unos libros profé- colegio, que tendría un papel fun-
dor del derecho al cargo. Este estatus ticos que fueron introducidos en damental en la introducción de los
hundía sus raíces en la Monarquía. Roma por Tarquinio el Soberbio cultos mistéricos durante el Impe-
Tito Livio adjudicaba a Numa Pom- (534-509 a. C.). Varrón contaba rio, estaba compuesto en un prin-
pilio la organización de la religión la venta de estos documentos al cipio por dos sacerdotes, aunque
de Estado. Sostenía que de la misma rey romano: con el tiempo llegó hasta quince,
manera que el padre, ayudado por su «La sibila se dirigió a Tarqui- todos ellos miembros de la aristo-
esposa y sus hijos, rendía culto a los nio el Soberbio y le ofreció nueve cracia senatorial.
dioses en el hogar doméstico, en la do-
mus regia lo hacía el rey con su familia.
Cuando el rey, que reinaba en función mines Martialis y Quirinalis sabemos situación por otra parte tan extraña para
de dos virtudes, justicia y religión, no bastante poco. También desconocemos la mentalidad romana. Se consideraba
pudo atender todas sus funciones, dele- si los doce flamines minores tuvieron que el cumplimiento de este voto era un
gó las sacerdotales en un doble suyo, el flamínicas emparejadas. requisito esencial para mantener la esta-
rex sacrorum, al que quedó asociada su bilidad y el bienestar de Roma.
esposa, la regina sacrorum, como doble Castas por el bien de Roma La existencia de un sacerdocio ex-
de la reina. En el panorama relativo a la religión clusivamente femenino tal vez haya
El colegio sacerdotal, que hasta en- oficial destaca un caso con unas carac- que buscarla en el hecho de que las
tonces se había encargado de asesorar terísticas especiales: El culto a Vesta, vestales desempeñaban unas funciones
al rex en materia cultual, se desmembró que se asociaba con la suprema divini- relacionadas con el hogar, ámbito tradi-
en los diferentes flamines, todos ellos dad telúrica. Quizás esa condición ex- cionalmente vinculado a la mujer. En
acompañados de su correspondiente plique que sus sacerdotisas, las vestales, concreto, eran responsables de mante-
flaminica. De las esposas de los fla- tuviesen que mantener la castidad, una ner vivo el fuego en el templo de Ves-
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ta. Si el fuego se apagaba, se volvía a Las seis ínfulas que rodean la


encender frotando dos trozos de madera cabeza identifican este busto del
procedentes de árboles “bienaventura- Bristish Museum como una ves-
dos”. Esta costumbre, instituida según tal, sacerdotisa que atendía el
los escritores clásicos por Numa, pare- fuego sagrado ubicado en pleno
ce una traslación del culto del fuego do- Foro de Roma.
méstico y del altar de los dioses familia-
res al ámbito estatal. La importancia de
su labor se manifiesta en detalles como derecho a heredar. Sus propie-
que se les asignasen rentas del tesoro dades volvían al tesoro público.
público para su sustento o que cada una Aunque se liberaban de la tu-
de ellas fuese custodiada por un escolta tela paterna y eran honradas por
(lictor). todos los magistrados, estaban su-
La casa de las vestales sólo se abría jetas a la disciplina por el pontifex
a mujeres del 7 al 14 de junio. Después maximus. Este podía infligirles casti-
del noveno día, se celebraban las Vesta- gos corporales, pero no tenía derecho
lia. El decimoquinto día se procedía a la de vida y muerte (ius vita necisque)
purificación de la casa. sobre ellas, potestad que sin embargo sí
Las vestales, ciudadanas romanas tenía el progenitor sobre su descenden-
Foto cedida por Roger Ulrich
elegidas entre los seis y los diez años, cia. Estaban al mando de la Gran Vestal.
ejercían su sacerdocio por un periodo La que rompía la regla de la virginidad
de treinta años. Ostentaban poderes re- era sometida a una investigación por preferencias de los fieles es complejo
ligiosos que pertenecían a los hombres parte del colegio de pontífices. Si era de explicar. Por una parte, existía una
y podían pagar con su vida el incumpli- encontrada culpable, era condenada a parte de la población que quedaba al
miento de sus funciones. muerte. margen de los cultos étnico-políticos,
Su estatus legal era distinto al del abiertos solo a los ciudadanos romanos
resto de las mujeres: estaban exentas de Nuevas puertas a la esperanza por nacimiento. Por otro lado, la reli-
tutela. Además, perdían los derechos en Tras la Guerra del Peloponeso se pro- gión oficial no satisfacía las necesida-
su familia original. Podían disponer de dujo en Roma un aumento del interés des espirituales de muchas personas.
sus bienes como quisieran, pero si mo- por nuevas concepciones religiosas lle- Sea cual sea la razón del cambio, lo
rían sin hacer testamento, nadie tenía gadas del extranjero. El cambio en las cierto es que hacia principios del siglo

Las obligaciones de una sacerdotisa


Debido a su posición preeminente y nero, ella una oveja. Probablemente día de su boda, lo que se interpreta
su significación religiosa, tanto los se trataba de una unión hierogámi- como símbolo de fecundidad. Lleva-
flamines como sus esposas esta- ca que simbolizaba la unión divina y ba también sobre el flammeum una
ban sujetos a estrictos ritos y gran cuyo objeto era mantener la fecun- rama pequeña (surculum) arranca-
número de tabúes que afectaban a didad y la pujanza de los ciudada- da de un árbol con fruto, y que se-
ambos, ya que el sacerdocio recaía nos y del Estado. gún algunos autores debía ser de un
sobre los dos cónyuges. Este bino- La vida de la flaminica no era granado.
mio determinaba que el flamen per- fácil, ya que debía respetar ciertos Cuando la flaminica oía un true-
día su condición sacerdotal en caso tabúes como no lavarse, ni peinarse no, debía quedarse quieta hasta
de morir su esposa. Por su parte, ni adornarse los días nefastos. Du- que se aplacasen los dioses, pues
ella debía ser monógama y, en caso rante esos días, en los que estaba el árbol sobre el que caía un rayo
de enviudar, no podía volver a ca- prohibido casarse por sus supues- “funesto” quedaba estéril, y el rayo
sarse. tos influjos malignos sobre el matri- afectaba a la tierra y a todo lo vin-
La ceremonia del matrimonio era monio o la fecundidad, la flaminica culado a ella y a su fertilidad.
la confarreatio, que representaba estaba obligada a guardar luto (no La cama del matrimonio flamíni-
una unión indisoluble. La flaminica sabemos si real o simbólico) y cas- co debía tener las patas embadur-
debía ser virgen o no haber esta- tidad. nadas con lodo. Posiblemente, era
do casada anteriormente. Ambos La flaminica llevaba la cabeza cu- el símbolo de la tierra fértil y que
realizaban sacrificios al dios con la bierta por un velo rojo (flammeum) estaba también relacionado con la
misma clase de víctima: él un car- como el que vestían las novias el fertilidad agraria y la fecundidad.
invierno·2012 37

IV a. C. algunos miembros de las cla-


ses elevadas empezaron a explorar con
interés creciente las diversas corrientes
filosóficas. Por otra parte, un número
Las oficiantes de Cibeles
mucho mayor de personas se inició en Las sacerdotisas de Cibeles inter- entre el 17 y el 27 de marzo. A pe-
los cultos mistéricos orientales. Co- venían en ritos como el taurobo- sar de que Claudio hizo solemnes
menzó así un proceso de identificación lium, un rito de regeneración en estas festividades poco sabemos
de dioses de distintos cultos, que acaba- el que se degollaba un toro (o un del rito iniciático, a causa de la ley
ría dando lugar a diversas religiones de carnero, en caso del criobolium) del arcano.
salvación con un denominador común: con un arpón con punta de gan- Conocemos que tenía lugar
su carácter agrario y una fuerte tenden- cho. La sangre se derramaba so- la representación de la unión de
cia a lo irracional y el secretismo. bre el cuerpo desnudo del devoto, Atis con Cibeles, un acto con un
Las nuevas opciones espirituales que renacía así a una vida nueva. trasfondo complejo. No solo sim-
ofrecían una relación directa con la Las sacerdotisas colocaban las bolizaba la unión del iniciado con
divinidad y permitían el acceso a todo vires (órganos reproductores) de la divinidad, sino que también la
tipo de personas, sin exclusiones: hom- la víctima en un recipiente para escena puede entenderse como la
bres o mujeres; libres o esclavos; a to- traspasar las fuerzas fecundan- muerte del iniciado y su resurgi-
dos se les ofrecía la posibilidad de iden- tes del animal divino a la persona miento en sintonía con Atis. Aún
tificarse con el dios en su sufrimiento para la que se realizaba el rito. cabe una última interpretación: la
y posterior triunfo; todos tenían al al- Las sacerdotisas también repre- celebración del renacimiento de la
cance de su mano la salvación y el Más sentaban un papel en la iniciación a vegetación, en el seno de la diosa
Allá. Esta puerta a la esperanza explica, los misterios de Cibeles y Atis que Cibeles.
quizá, su enorme difusión entre los más estaba abiertos a todos, sin distin- Por los escritos cristianos tam-
desfavorecidos. ción de sexo ni condición bién sabemos que el rito iniciático
social. Este rito celebrado constaba de un banquete costea-
Cibeles contra Cartago en Roma en el Templo do por las ofrendas obligatorias
A lo largo de los siglos, el panteón ro- Frigiano, en el Vati- de los nuevos fieles. Cada uno
mano experimentó una evolución como cano, cerraba las de ellos donaba una dracma
consecuencia de las conquistas, pues fiestas públicas que se ponía a interés. Estos
era costumbre adoptar a los dioses de celebradas rendimientos se empleaban
los enemigos vencidos. Esta actitud fa- en banquetes rituales. Las
voreció la penetración de cultos, de la sacerdotisas organiza-
mano de soldados y comerciantes. El ban las colectas des-
primer culto mistérico introducido ofi- tinadas a banquetes
cialmente en la ciudad del Tíber fue el en honor a Magna
de Cibeles, en tiempos de la Segunda Mater y Atis.
Guerra Púnica, a finales del III a. C.
El Senado ordenó que fuera trasla-
dada a Roma una piedra negra extraída
de la roca sagrada de Pesinunte, en Asia
Menor, considerada manifestación de
la diosa. Un sacerdote y una sacerdoti-
sa frigios acompañaron durante todo el Grabado del
viaje a la roca sagrada, que fue recibida Barnhard Rode
por Cneo Escipión. Este se la entregó que recrea, con
a las principales matronas, que fueron evidentes licen-
pasándola de mano en mano hasta el cias artísticas,
templo de la diosa Victoria. un taurobolio.
El triunfo de Escipión sobre Aníbal
Foto: James Steakley
(202 a. C.) aseguró la aceptación de Ci-
beles en Roma y la consagración de un
templo en el Palatino. También supuso abría el sacerdocio a todo el mun- a partir de entonces hace difícil encon-
la institución de un culto en el que exis- do, recalaron en Roma nuevos cultos trar un común denominador para todos
tía un activo cuerpo clerical femenino, mistéricos orientales que reconocían ellos. El sacerdocio mistérico no reque-
bajo el mando de una sacerdos maxima el papel de las mujeres en los ritos de ría una preparación específica, ya que
que moraba en la propia Roma. adoración. La proliferación de nume- estas religiones carecían de teología o
Tras la aceptación de Cibeles, que rosos cuerpos sacerdotales femeninos reflexión, pero la forma de acceder a él
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varía mucho. En ocasiones vemos que sacerdotisas de diversos cultos. deidad antes de abrir el templo al públi-
logran esta posición por compraventa, Nuestra información también es muy co. En otras manifestaciones religiosas
pero también hay noticias de sorteos o precaria en lo tocante a la jerarquía. Des- de carácter telúrico, las sacerdotisas tu-
cargos hereditarios. de el punto de vista jurídico romano, la vieron una importancia especial durante
La duración de su vinculación al dios reunión de tres oficiantes era suficien- las representaciones de las uniones mís-
también es variable, desde el sacerdocio te para integrar un collegium sin poder ticas (hierogamia).
vitalicio hasta un desempeño temporal coercitivo (potestas), pero con autoric- Durante la escenificación de los ma-
(ad tempus). Asimismo, su situación tas. Grosso modo, podemos hablar de la trimonios sagrados, la suma sacerdotisa
conyugal también era dispar, ya que se existencia de una sacerdos maxima que se unía al hierofante en una escena que
constatan ritos que exigían un celibato ejercía su papel rector sobre las subalter- simbolizaba la unión del iniciado con la
perpetuo y otros que lo hacen durar solo nas (hiereia, sacerdos) que, en ciertos ca- divinidad. La ley del arcano no permi-
el tiempo de ejercicio. sos, estaban organizadas jerárquicamen- te dilucidar si esta unión -que no tiene
te. Este orden es un hecho en el culto de que ver tanto con lo sexual como con la
El silencio de la ley del arcano Isis, tanto para los oficiantes masculinos transmisión de vida- era real o simbólica.
Aunque en todas las religiones mistéricas como femeninos. Las fuentes nos hablan En cualquier caso, la participación de la
de la Antigüedad grecorromana hubo sa- de que en la cúspide de toda la organi- sacerdotisa en estos ritos la convierte en
cerdotisas (a excepción del mitraísmo), zación se encontraba un sumo sacerdote, una mediadora con el mundo celestial.
los intentos por aproximarnos al día a día aunque la dirección administrativa y fis- El sacerdocio mistérico se caracte-
de estas mujeres se topan a menudo con cal recaía en un órgano colegiado que les riza, entre otras cosas, por el uso en los
los escasos datos que trascendían la ley representaba ante el Estado. ritos de disfraces que reflejaban simbó-
del arcano, el juramento de los iniciados Respecto a sus funciones, si la labor licamente a la deidad. Históricamente
de no revelar lo que sucedía durante los principal de los sacerdotes en los cultos los dioses telúricos, conectados con la
ritos. Sabemos que había al menos una mistéricos consistía en hacer presente la fertilidad agraria y la humana, se mani-
sacerdotisa por templo, aunque algunos divinidad y su poder, las oficiantes fe- festaron en una primera etapa en anima-
autores hablan de la existencia de varias meninas estaban habitualmente ligadas a les como la serpiente y el toro. Posterior-
en los santuarios importantes. Sin em- tareas de cuidado y atención. En el culto mente evolucionaron y se transformaron
bargo, desconocemos qué relación exis- de Isis, por ejemplo, se encargaban de en deidades teriomórficas, mitad hu-
tía entre ellas o si había contactos entre lavar, peinar y vestir las imágenes de la manas, mitad animales. De forma más

El escándalo de las bacanales


Dioniso, denominado como Baco por desembarcaba en el puerto acompa- fundas, relativas al quebrantamiento
los romanos, siempre fue un dios tre- ñado por un cortejo de sátiros. En su del orden social. No hay que olvidar
mendamente popular. Hijo de Zeus y camino a la ciudad era celebrado por que las mujeres ocupaban un lugar
una mortal, presenta aspectos contra- grandes multitudes con carreras extá- prominente en el culto. Asimismo,
dictorios: es perseguido y victorioso, ticas. algunos iniciados de baja extracción
asesinado y reanimado. También po- El culto báquico hizo furor en Roma (esclavos y pobres) eran refractarios
see una faceta salvadora muy llama- a principios del siglo II a. C. Un sena- al dominio romano. Todo ello llevó al
tiva: no solo fue capaz de elevar a su doconsulto formulado por Gayo nos Senado a dar una muestra de poder
madre Semele hasta el Olimpo, sino informa de que muchísimas personas, ante los aliados itálicos y los compe-
que se desposó con Ariadna, tras sa- incluidos nobles, se iniciaron en esta tidores dentro del propio sistema polí-
carla del Hades. Este enlace represen- religión atraídas por el desenfreno y la tico romano, en especial los generales
ta una clara alegoría de la salvación del ingesta de bebidas sin medida durante victoriosos que cuestionaban la autori-
alma, liberada de la muerte y unida a la celebración de las bacanales. El ries- dad del Senado.
Dioniso en matrimonio místico. go para el orden público llegó a tanto El resultado del senadoconsulto es
Sus seguidores celebraban varias que el Senado, alarmado, decretó que que las bacanales fueron prohibidas
festividades a lo largo del año. Las los sacerdotes compareciesen ante los en toda la Península Itálica, excepto
principales eran las Antesterías, fiestas cónsules. El asunto, conocido como el en casos especiales que debían ser
primaverales anteriores al plenilunio, Escándalo de las Bacanales (ocurrido aprobados específicamente por el Se-
que duraban tres días, entre febrero y en 186 a. C.), se resolvió alentando la nado. A pesar del severo castigo re-
marzo. Las Antesterías celebraban la delación de los culpables. servado a los que violaran el decreto,
llegada de Baco a la Hélade por mar. Algunos investigadores dudan de la las fiestas en honor a Baco sobrevi-
Por todo el Mediterráneo se represen- noticia de Tito Livio y argumentan que vieron en el sur de la Península hasta
taba la entrada triunfal del dios, que el Senado actuó por razones más pro- muchos siglos después.
invierno·2012 39

tardía, el influjo de las religiones celes-


tes del Mediterráneo hizo proliferar los
mitos de jóvenes dioses de apariencia
antropomórfica que mueren para volver
a resurgir en sintonía con la naturaleza,
en primavera.

Degeneración y libertinaje
Este paso, que marca la evolución de
monoteísmo al henoteísmo (prepon-
derancia de un dios sobre los demás),
tuvo un buen ejemplo en Roma con la
expansión del culto a Baco, en el que las
mujeres siempre tuvieron un peso esen- Foto: Museo Romano Oiasso

cial. De hecho, en un principio el culto a


este dios era exclusivo para mujeres y se La procesión de Isis determinaba, a más completa nos ha llegado a través de
celebraba en secreto. No en vano, algu- principios de marzo, la apertura de la la novela “El asno de oro”. Las fuentes
nas de las advocaciones de Baco se pre- temporada de navegación. En la foto, documentales informan de que tocaban
sentan en conexión con la Madre Tierra. reconstrucción de esta ceremonia por el sistro, un instrumento musical de so-
Sus celebraciones tenían lugar en Roma parte del Museo Romano Oiasso, en noro tintineo. Las fuentes epigráficas son
cerca del Aventino los días 16 y 17 de Irún. tardías, de la época imperial, pero nos
marzo, después de que varias matronas informan de que esta religión no ponía
hubiesen sido nombradas sacerdotisas. obstáculos a las personas con minusva-
Este carácter exclusivamente femeni- los dioses. Aunque nunca se pudo probar lías para consagrarse, a pesar de ir contra
no se perdió en 188 a. C. cuando, según que se cometiesen crímenes en las ba- la norma general del sacerdocio.
Tito Livio, una sacerdotisa de Campania canales –es muy posible que, de hecho, Las principales celebraciones de este
llamada Pacula Ania permitió la inicia- solo hubiese representaciones de muer- culto eran los Isia –celebradas a finales
ción de hombres. No fue el único cam- tes rituales–, el hecho fue que el Senado de octubre y comienzos de noviembre y
bio que introdujo Ania, impelida por un reaccionó con dureza contra los excesos cristianizadas después con la conmemo-
aviso oracular de los dioses. También de este culto (ver recuadro de la página ración de Los Difuntos– y la procesión
transformó el rito en nocturno y, en vez anterior). del mar. En esta última, que tenía lugar
de varios días al año, estableció cinco a finales de febrero o principios de mar-
días al mes para las iniciaciones. Las La madre que vino de Egipto zo, el sumo sacerdote consagraba la nave
consecuencias fueron escandalosas para La veneración a Isis también tuvo gran que inauguraba la temporada marinera y
los escritores de la época, ya que a partir difusión en Roma y es, asimismo, uno posteriormente retornaba al templo con
de entonces, estas actividades se cele- de los cultos que más pervivencias tiene los objetos sagrados. La ceremonia ter-
braron “en promiscuidad” y libertinaje en la actualidad, debido a su fácil adap- minaba con una fórmula griega que pro-
nocturno. Según estas fuentes, en las tación a otras corrientes y creencias pos- clamaba la apertura de la navegación.
celebraciones nada era considerado sa- teriores. La diosa egipcia se convirtió en La procesión del mar y las Antesterías
crílego. Los hombres se convulsionaban modelo femenino, muy ligado al ámbito báquicas parecen fusionarse para dar los
con movimientos frenéticos mientras se doméstico. A menudo se la representa actuales carnavales (carrus navalis). ◙
entregaban a vaticinios. Las matronas, como madre, con su hijo Horus senta-
con el cabello suelto, corrían al Tíber con do en el regazo. Esta imagen protectora,
antorchas encendidas en las manos, im- que conectaba muy bien con la facultad PARA SABER MÁS:
pregnadas de azufre y sal, que sacaban de absolver los pecados, le granjeó gran
del agua sin apagar. predicamento entre mujeres y esclavos. • GUERRA GÓMEZ, M. (1987):
En la celebración de estos ritos des- De hecho, gran número de libertos acos- El sacerdocio femenino (en las
religiones greco-romanas y en
aparecían los convencionalismos so- tumbraban a consagrarse a ella tras su el cristianismo de los primeros
ciales y se cometían grandes excesos emancipación, a través de ceremonias siglos). Inst. Teológico S. Ilde-
agravados por la locura teléstica, sin la que conllevaban ayuno y abstinencia. En fonso.
censura de la conciencia. Había alusio- época helenísica, los iniciados se agrupa-
• MONTERO HERRERO, S.
nes sexuales, unas veces simbólicas y ban en asociaciones, los collegia isidis. (1994): Diosas y adivinas. Ed.
otras representadas tal vez con realismo. Las funciones de las sacerdotisas en Trotta.
Se decía incluso que los que se negaban un rito tan marcadamente femenino y
a guardar el juramento de silencio, parti- maternal estaban centradas en el cuidado • VÁZQUEZ HOYS, A. escribe
sobre religión antigua en su blog
cipar en crímenes o mantener relaciones del templo, aunque también participa- www.bloganavazquezhoys.com
sexuales (stuprum) eran arrebatados por ban en las procesiones, cuya descripción
40 hiems·mmdcclxv·auc

vidacotidiana

PROSTITUCIÓN

Las trabajadoras
del placer
Por necesidad, casi todas;
por garantizar su libertad
sexual, unas pocas. Las Por Marcos Uyá. del “oficio más viejo del mundo” no
era considerado en Roma una lacra.
mujeres que se proclamaban La civilización romana integraba el Es más, se consideraba expresión
prostitutas tenían perfiles sexo con naturalidad en sus costum- de libertad entre los varones, a los
muy diferentes, pero todas bres cotidianas. Una simple visita que se les recomendaba ir de vez en
a Pompeya nos da una idea de este cuando a satisfacer sus necesidades e
compartían una condición: hecho. Numerosos testimonios litera- instintos sexuales para así no come-
eran repudiadas públicamen- rios y gráficos confirman que las gen- ter adulterio. Incluso una eminencia
te, pese a que su función se tes no dudaban en entregarse, cuan- en cuestiones de moral como Catón
do podían, a los caprichos del placer el Viejo, puntilloso y conservador
aceptaba e incluso alababa carnal. Dentro de esta visión en la donde los hubiera, recomendaba la
socialmente. Las profesiona- que todo era aparentemente normal y visita a los lupanares, sin excesos,
les del sexo se movían en un cotidiano, se enmarcaba, cómo no, la antes que deshonrar a una mujer ca-
prostitución. sada, según recoge Horacio en sus
campo ambiguo que hoy se Disfrutar de “Sátiras”. Quizás la influencia grie-
antoja sorprendente. los servicios ga, civilización muy liberal

Foto: R. Pastrana

Grupo erótico
del siglo I d. C.,
custodiado en la
Gliptoteca de Mu-
nich (Alemania).
Algunos sostienen
que el conjunto,
procedente de un
burdel de lujo,
podría represen-
tar una prostituta
con un cliente.
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en cuestiones sexuales y morales, En contrapartida, el ejercicio de la


hiciera efecto en la sociedad ro- prostitución convertía a la hetaira en
mana cuando ambas entraron en un despojo social. Renunciaba a su
contacto. privilegiado estatus y entraba en la
Ahora bien, ¿qué pasaba con categoría de infames, junto a los ac-
las mujeres que ejercían el oficio? tores y gladiadores, es decir, aquellos
La respuesta cambia en función que se consideraban faltos de digni-
de los orígenes de la mujer. Si ha- dad moral y paradigma del deshonor.
bía sido abandonada de bebé o nacía Las meretrices se ganaban la vida
esclava; si se quedaba huérfana o con su cuerpo. Lo venden o al-
procedía de una familia pobre que no quilan por horas, días e incluso
podía mantenerla; si había cometido largas temporadas según la ne-
algún tipo de delito su dedicación al cesidad del cliente. Dicha ne-
sexo era algo que entraba dentro de cesidad suele ser sexual, pero
lo lógico. Si una mujer libre quería conocemos casos de encargos
convertirse en meretriz debía asumir “sociales”: sirven como acom-
una serie de condiciones tales como pañantes a eventos en lo que la
declarar a los ediles curules su posi- esposa del usuario no sería bien
ción como dadora de placer, ya que vista, tales como los baños públi-
la prostitución era una práctica legal Foto: Laurentiu.elenaworld.net cos, espectáculos o ciertos banque-
que contaba con su correspondiente tes, fiestas o aniversarios. Estas hetai-
censo. Como tal, las profesionales de Ciertos estudiosos afirman que las spin- ras llegaron a tener tal influencia que
este sector pagaban impuestos. Asi- triae ,monedas con escenas explíticas de no solo apartaban a las esposas de la
mismo, disfrutaban de derechos espe- sexo, eran quizá piezas que se usaban en vida social, sino que se convirtieron
ciales, como el de estar exentas de los los prostíbulos. Según esta explicación, en personajes importantes de la vida
castigos que acarreaban la práctica la cifra del reverso, indicaba el precio pública y política, y llegaron a influir
sexual sin enlace previo (stuprum) y de los servicios representados en la cara en las decisiones de hombres impor-
el adulterio. principal de la moneda. tantes.

Abril, el mes de la fecundidad


Las meretrices tenían fiestas pro- clientes más madrugadores y me- cipal de la celebración se desa-
pias. Dos de ellas cobraron espe- nos pudorosos. Los exigentes y ex- rrollaba por la noche. Los lenones
cial importancia: las Vinalia y las quisitos, sin embargo, esperaban a anunciaban en voz alta las tarifas
Floralia. Las primeras se celebra- que saliera el sol, ya que entonces de sus pupilas, su dirección, ser-
ban en honor a Venus cada 23 de la “mercancía” era de mayor cali- vicios... Otras prostitutas, las me-
abril. Se relacionaban con los pro- dad y más cara. Hacia el mediodía, nos atractivas, desfilaban en las
ductos de la tierra y el vino nuevo, los ricos y grandes propietarios se horas de mayor oscuridad mos-
que ese día podía ser consumido dirigían a las inmediaciones del trando sus encantos. Por su parte,
por los hombres en el templo de la templo para alquilar, ya a precio de las más bellas esperaban a los pri-
Puerta Colina. El santuario, situado oro, los favores de las chicas mejor meros rayos de sol para mostrar a
fuera del recinto sagrado de Roma, dotadas. Entre el gentío no falta- las claras sus cualidades y valor. El
se convertía durante las Vinalia ban grupos de jóvenes muchachos público predominantemente mas-
en un hervidero de prostitución al que embadurnaban de hollín a las culino, enfervorecido con estas vi-
que acudían muchos hombres para meretrices que, a su juicio, mos- siones se lanzaba al más absoluto
desahogar sus instintos. traban unas pretensiones excesi- desenfreno.
La festividad de las prostitutas vas para su físico. Algunos moralistas cristianos
comenzaba de madrugada, antes Las Floralia eran las fiestas en criticaron la depravación de unas
del amanecer. Las primeras en con- honor a Flora, divinidad de la ve- festividades que se enmarcaban
gregarse en torno al templo eran, getación y patrona de las prosti- entre los ritos primaverales aso-
según los cronistas, las mujeres tutas. Celebradas anualmente a ciados a la fertilidad, en los que
menos hermosas. Los proxenetas partir del 173 a. C., entre el 28 de la mujer y el sexo tenían un papel
(lenones) hacían negocio con los abril y el 3 de mayo, la parte prin- protagonista.
42 hiems·mmdcclxv·auc

A pesar de estos últimos casos,


el romano pensaba que las mujeres
que comerciaban con su cuerpo eran
exhibicionistas, poco escrupulosas e
inmorales. Pero eso no era obstáculo
para que, dejando de lado las objecio-
nes morales, contratasen los servicios
de estas profesionales tan discrimina-
das como deseadas.
Más allá de la ambigüedad de su
posición social, las prostitutas tenían
una ventaja importante si las compa-
ramos con las mujeres decentes o las Fresco de carácter
de alta clase, las matronas: no podían erótico encontrado
cometer adulterio, porque no estaban en la Casa Vetti, en
casadas ni podían hacerlo. Esto dio Pompeya. Obras como
lugar a situaciones curiosas ya que, a estas eran mostradas
despecho de caer en la infamia, mu- sin rubor en las casas
jeres nobles casadas se convertían en romanas, ya que la sa-
prostitutas para buscar el placer sin tisfacción del impulso
ser acusadas de adúlteras. La libertad sexual era entendido
sexual, sin embargo, tenía un alto pre- como algo consustan-
cio social para las solteras, ya que al cial a la naturaleza
declararse infames por su oficio per- humana.
dían la capacidad de casarse con ciu- Foto: Xaviers

dadanos libres y su derecho a recibir


herencias. en cuando ofrecían sus servicios a los
clientes que iban a beber al local o per-
Glamurosas y humildes noctaban en las posadas (mansiones).
Existían diferentes clases de prostitutas, Solían ejercer con el beneplácito de
en función de sus servicios y situación
Las meretrices su marido, que se convertía así en una
personal (ver Stilus5). Las cortesanas poseían un estatus especie de proxeneta mal visto por la
eran prostitutas de lujo, provocativas, sociedad.
guapas, refinadas e insinuantes. Se
jurídico especial que En las capas más bajas de la so-
maquillaban con todo tipo de exóticos les evitaba ser ciedad, las scorti eran prostitutas que
bálsamos e incluso se teñían el pelo con normalmente se ofrecían en las calles.
pasta de sebo y ceniza. A pesar de su
acusadas de adulterio Eran las más baratas: por apenas dos
posición, no dejaban de ser mercancía ases venden su cuerpo, lo que permite
a menudo totalmente dependiente de clientes adinerados que proporcionasen deducir que sus clientes eran tan mi-
la dueña del prostíbulo o del proxeneta sustanciosos beneficios. serables como ellas. Físicamente son
(leno), personajes estos brutales y gro- De un modo más humilde, las me- poco atractivas, muchas de ellas ya
seros. A las hetairas de alto nivel se les soneras o venteras, si bien no eran viejas y ajadas. Su cuerpo flácido y sus
exigía que supiesen seducir y atrapar a prostitutas propiamente dichas, de vez pechos caídos no invitan precisamen-

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invierno·2012 43

te a la cópula, máxime si tenemos en


Los burdeles (a la
cuenta su escueta higiene en esos am- derecha, fresco en
bientes. Por eso, el coito era muchas uno de Pompeya)
veces rápido y fugaz. no eran el único si-
Si bien con ciertas reservas, algu- tio donde se ejercía
nos autores acercan el concubinato a la prostitución. Las
la prostitución, debido a algunas men- taberneras (abajo,
ciones ambiguas en los autores clási- reconstrucción
cos. Se trata de una tesis algo forzada de una caupona
para la exposición
ya que, a pesar de que la unión era
“Romanorum
consentida por ambas partes, al igual vita”) tenían mala
que con una meretriz propiamente di- reputación porque
cha, se debía respetar la fidelidad: sólo algunas ofrecían
había una concubina y ninguna de las también servicios
dos partes debía de estar unida en ma- carnales.
trimonio a un tercero.
Foto: Rachie5
Las fuentes romanas añaden cierta
confusión al concubinato al denotar re-
lación con el ejercicio carnal. Marciano famosas. Quizás la más conocida de to- dia, hermana de Publio Clodio Pulcro,
afirma que la concubina podía ser una das fue Mesalina, la esposa de Claudio. tribuno de la plebe en el 59 a. C. y amo
mujer nacida libre o haber conseguido Considerada por algunos, símbolo de la de Roma tras la marcha de César a la
la libertad, a pesar de que hubiera sido mujer liberada al dedicarse libremente Galia. Su enemigo Cicerón denunció
prostituta en el pasado. Por su parte, al oficio, otros creen que las fuentes que sus jardines, situados al borde del
Modestino defiende que las relaciones exageran su fama de meretriz. Se dijo Tíber, se habían transformado en un
sexuales con una mujer considerada que aprovechó la ausencia de su esposo grandioso burdel donde confluían todo
libre no deben entenderse como una para organizar en palacio un concurso tipo de trabajadoras del sexo.
especie de concubinato, a no ser que para ver quién se podía acostar con más Los escritores romanos afirman
la mujer haya ejercido anteriormente hombres en un solo día. El colegio de que también Julia, hija de Augusto,
como prostituta. En todo caso, parece prostitutas aceptó el reto y envió a Es- tuvo una conducta desordenada. Afir-
quedar claro que el estado de concubina cila, que realizó veinticinco coitos antes man que no dudó en prostituirse en un
implicaba haber dejado atrás su anterior de rendirse. Se dice que Mesalina pro- periodo en el que su padre, flamante
vida de meretriz. siguió durante la noche y, tras declarar emperador, andaba preocupado por la
que no se sentía aún satisfecha después relajación de las costumbres y la inmo-
Celebridades de la carne de haber yacido con setenta hombres, ralidad en la sociedad romana debido
Las crónicas romanas nos han dejado continuó hasta el amanecer. al auge del concubinato, el adulterio y
constancia del nombre de prostitutas Otro caso conocido fue el de Clo- los divorcios. ◙

Foto: Sebastià Giralt

PARA SABER MÁS:

• GRIMAL, P. (2011): El amor


en la Roma antigua. Ed. Paidós.
Barcelona.

• HERREROS GONZÁLEZ, C.
y SANTAPAU PASTOR. M. C.
(2005): “Prostitución y matrimo-
nio en Roma: ¿Uniones de hecho
o de derecho?”, en Iberia, 8,
89-111.

• ROBERT, J-N. (1999): Eros ro-


mano: sexo y moral en la Roma
antigua. Universidad Compluten-
se, Madrid.

• VANOYEKE, V. (1990): La pros-


titution en Grèce et á Rome. Les
Belles Lettres. París.
44 hiems·mmdcclxv·auc

vidacotidiana

RELEVANCIA SOCIAL

Las ciudadanas
distinguidas
La mujer no podía participar de forma directa en la
vida política, pero los testimonios epigráficos de-
muestran que la influencia femenina en el día a día
de la comunidad era importante. Un repaso a los
hallazgos encontrados en la Bética revelan la huella
que dejaron sacerdotisas, damas de la alta socie-
dad e incluso trabajadoras de baja extracción. Busto funerario del monumento de los Stalacci
de Salaria (Úbeda la Vieja, Jaén).

Por Eva M.ª Morales Rodríguez. ja en la epigrafía, la mejor forma de pórticos o vidrieras, embellecimiento
propaganda en el mundo romano. Las de exedras, construcción de termas o
La participación de la mujer romana abundantes inscripciones honoríficas teatros... En general, los dispendios
en la vida política estaba vetada, pero proclaman en las calles y plazas la ac- se encaminaban a la construcción de
dejó muestras de su inflluencia a lo tividad de las mujeres de la elite ciuda- infraestructuras o edificios públicos, y
largo de la Historia. La Lex Oppia del dana, al margen del ámbito doméstico: se efectuaron con la sanción de las au-
año 215 a. C., que penaba el lujo y el asisten a espacios de ocio y recreo, toridades municipales, el ordo de los
exhibicionismo de joyas, fue abolida participan en banquetes y cenas, su- decuriones.
en el año 195 a. C. por el empuje del fragan la construcción de termas, res- El material epigráfico nos permite
sector femenino. En el 169 a. C. las tauran puentes, edifican acueductos, citar a varias damas acaudaladas de
matronas protestaron de forma pública levantan esculturas a sus familiares y la Bética, que financiaron ambiciosos
contra la Lex Voconia, que limitaba la amigos... Estas actuaciones de carácter proyectos. Así, Annia Victorina costeó
riqueza que podían heredar. Finalmen- evergético evidencian una actividad un acueducto a sus expensas, que re-
te, en época de Augusto, la Lex Papia pública similar a la de sus compañeros quirió puentes, conducciones y cister-
Popea aumentó los derechos suceso- masculinos. nas en Ilugo (Santisteban del Puerto,
rios de la mujer. Están documentadas actuaciones Jaén). Sempronia Fusca Vibia Anicilla
Los progresos en la posición social urbanísticas promovidas por mujeres sufragó, junto a su padre, unas termas
femenina durante el I d. C. supusieron como actos de generosidad y munifi- y las abasteció de agua en Aurgi (Jaén).
una conquista de nuevos privilegios ciencia para la comunidad. Realizan La sacerdotisa Junia Rústica rechazó
para las damas aristocráticas. Esta donaciones –explícitamente señaladas cualquier ayuda económica por parte
nueva situación ideológica se refle- sua pecunia– para la restauración de de Cartima (Cártama, Málaga) para
invierno·2012 45

rehacer los pórticos del municipio, Propaganda epigráfica municipales). Entre las actuaciones de
ceder dinero para los baños públicos, femenina en la Bética estos ordines destaca la erección de
asumir la deuda de la ciudad con el Es- esculturas en las plazas públicas. La
tado romano (vectigalia), colocar en el evidencia epigráfica menciona nume-
foro una esfinge de bronce de Marte, A Lucio Fabio Caesiano, de la rosas actuaciones en este sentido. Así,
ofrecer un banquete y juegos, y dedi- tribu Galeria, duunviro, flamen el ordo de Cartima autoriza el levanta-
car otras tantas estatuas... Por su parte, perpetuo de los ciudadanos del miento de las estatuas a las sacerdoti-
en Tagili (Tíjola, Almería), Voconia municipio Barbesulano, Fabia sas Vibia Turrina y Junia Rústica. Por
Avita promovió unas termas en un Fabiana, hija de Cayo y Fulvia su parte, Ordo Iporcensium (Alanís,
solar de su propiedad y entregó 2.500 Honorata, hija de Sexto, sus Sevilla) decretó una escultura y cenas
sestercios para el cuidado de los ba- herederas según testamento, públicas en honor de Cornelia Tusca.
ños, después de celebrar unos juegos habiendo dado un banquete, lo El carácter oficial de los homenajes
circenses y un banquete. pusieron. queda reforzado, en la mayoría de las
Todas ellas son mujeres que no solo CIL II, 1941 ocasiones, con un banquete público al
intervienen de forma activa en la vida que acuden todos los notables y autori-
pública de su ciudad, sino que finan- dades de la ciudad, según recoge el ca-
cian obras de infraestructuras para sus A Caya Plancia Romana, pro- pítulo 77 de la Lex Irnitana. También
comunidades, como las de abasteci- pietaria de una gran hacienda tenemos referencias de fiestas simila-
mientos de agua, elemento básico para en el campo accitano, por las res en Cartima, donde Valeria Situllina
toda urbe. La traída de agua a la ciu- buenas obras que hizo a la Re- costea los gastos de un convite para los
dad, que implicaba un coste muy ele- pública, Casio Longino, varón miembros de esta comunidad.
vado, da idea de la capacidad econó- consular, le ofrece este monu- Aparte de los banquetes públicos y
mica de estas damas. Probablemente mento. la dedicatoria de estatuas, sabemos de
eran dueñas de propiedades y grandes CIL II, 352 la existencia de otros honores hacia las
fortunas. benefactoras, tales como la lectura de
elogios públicos, el pago de los gastos
Banquetes y juegos para el pueblo Consagrado a los dioses Ma- de su entierro y el lugar de sepultura,
Es significativo que un gran número nes, Baebia Veneria, tintore- y otras evergesías de tipo funerario
de juegos y banquetes ofrecidos en la ra, querida por los suyos, dulce como ocurre con Calpurnia Scanti[ll]
Bética las costearan féminas. Las mu- para su abuelo, de 25 años de a en Aurgi o Aelia Procula en Munigua
jeres participan con gran intensidad en edad. Baebio Venerioso, un año, (Villanueva del Río y Minas, Sevilla).
la vida festiva de sus ciudades, finan- tres meses, sea para vosotros la
ciando una de las actividades más típi- tierra leve. Apoyo a candidatos
cas de la ciudad romana: “pan y circo”. IRPC, 139 Las mujeres de cierta posición no solo
Conocemos el nombre de algunas tuvieron una proyección social sino
generosas matronas: Lucrecia Cam- que también desempeñaron un papel
pana dedica juegos escénicos durante Marco Latinio, liberto de Marco, político de importancia al apoyar a un
cuatro días, juegos circenses y orga- Lucio Afinio Ata[---], liberto de candidato corriendo con parte de los
niza un banquete para sus conciuda- Lucio, Latinia T[---], liberta de gastos asociados a su magistratura. Tal
danos en Tucci (Martos, Jaén). Annia Marco, Demetrio, hijo, Latinia como recogen distintas leyes béticas
Severa se encarga de ofrecer juegos Da[---], liberta de Marco, mo- como la Lex Irnitana o la Lex Mala-
circenses y organiza un banquete en dista. citana, la dignidad del duumviratus,
Batora (Torredonjimeno, Jaén) con CIL II 2/7, 339 la más importante en el ámbito muni-
motivo del pontificado de su marido. cipal, exigía fuertes desembolsos. De
Este comportamiento queda recogido este manera, descubrimos a mujeres
en la Lex Ursonensis, que aconseja que invierten parte de su fortuna en
celebrar juegos y banquete durante la elección de magistrados. Attia Titu-
cuatro días cuando se nombra a un ma- la apoyó la carrera de duunviro de su
gistrado. Por su parte, Aponia Monta- hijo M. Cornelio Saturnino en Singi-
na, en busca de reconocimiento social, lia Barba (El Castillón, en Anteque-
celebra en honor del sacerdocio juegos ra, Málaga), mientras que Sempronia
circenses y ofrece una donación de 110 Fusca hacía lo mismo con su padre G.
libras de plata en Astigi (Écija, Sevi- Sempronio Semproniano, duunviro y
lla). pontífice a perpetuidad en Aurgi.
La generosidad de las poderosas En ocasiones las mujeres aparecen
damas les reportaba honores por par- en voluntades testamentarias, como su-
te de las autoridades locales (ordines cede con L. Fabio Caesiano en Barbesu-
46 hiems·mmdcclxv·auc

la (Cortijo de Guadiaro, en San Roque, Estela de Annia Victorina


Cádiz), que dispone alzar un pedestal y
celebrar un banquete público en honor
a sus hijas. Las grandes fortunas perso- En memoria de su marido Mar-
nales se expresan taxativamente, como Hubo mujeres nota- co Fulvio Moderato y de su hijo
en el caso de Caya Plancia Romana, Marco Fulvio Victorino, Annia
bles que recibieron
una gran propietaria en el territorio de Victorina, hija de Lucio, hizo
la colonia accitana; o Fabia Hadrianilla, honores en diversas una conducción de agua, com-
mecenas de una fundación alimentaria pletamente a sus expensas,
ciudades a las que
para niños y niñas en Hispalis. y una vez terminada la cons-
La parcela religiosa fue otra vía de estaban vinculadas trucción de los puentes, con-
proyección pública para las mujeres, ducciones y cisternas con sus
gracias al desempeño de cargos reli- expresadas en epigrafía con fórmulas ornamentos lo dedicó con la
giosos. Las flaminicae o sacerdotisas tales como aere collado (moneda re- concesión de un banquete.
del culto imperial, la dignidad más re- unida), pecunia collata (dinero recogi-
presentada en las ciudades de la Hispa- do) o ex stipe (con moneda). Así suce- CIL II, 3240
nia meridional, tenían entre sus funcio- de en el caso de Licinia Rufina y la Res
nes presidir reuniones, actos de culto y Publica Contributensis Ipscensis o el
festejos. Aquellas que ostentaban este de Valeria Lucilla y sus conciudadanos
honor quedaban integradas en el orden de Malaca (Málaga).
político y disfrutaban de ciertos atri-
butos y privilegios durante el año que Hijas predilectas
duraba su sacerdocio. Los espacios públicos de representa-
Los puestos religiosos solían recaer ción también estaban abiertos a mu-
en las hijas de la aristocracia local, jeres de otras ciudades, puesto que el
quienes no solo daban continuidad al senado local tenía a su alcance fórmu-
orden social y político sino que reali- las como la adopción (adlectio). Esta
zaban donaciones y construían edifi- posibilidad benefició a Valeria Paetina,
cios públicos para aumentar su fama y sacerdotisa en su colonia natal, Tucci,
poder. Su prestigio es tal, que muchas que también recibió diversos honores
de ellas reciben donaciones colectivas en la capital de la provincia Bética,
Corduba (Córdoba), además de ejercer
Estela de Voconia Avita su actividad en el municipio de Castu-
lo (Linares, Jaén). Por tanto, fue objeto
Voconia Avita, hija de Quin- de agasajos en comunidades que no
to, construyó para Tagili unas eran la suya, pero que la habían acogi-
termas en su terreno, y con su do afablemente.
dinero organizó unos juegos Idéntica situación se da con Li-
circenses y ofreció una comi- cinia Rufina de Ipsca, sacerdotisa
da. Para la conservacion y uso perpetua en tres ciudades de estatus
perpetuo de las termas dio a privilegiado: la Colonia Claritas Ju-
la república tagilitana dos mil lia (Espejo, Córdoba), el Municipium
quinientos denarios. Contributum Ipscense (Castro del
Río, Córdoba) y el Municipium Flo-
Resina, P. y Pastor M. (1978); rentinum Iliberritanum (El Albaicín,
Zephyrus Granada). La sacerdotisa, popular
por sus méritos, es reconocida
y estimada en tres urbes distin-
tas, tal y como muestra el cali-
ficativo –amantissimae civium
suorum– dado por los habitantes
de la ciudad, no por sus familia-
res. La Res Publica Ipscense le
dedica una estatua por decreto de Estatua de matrona romana,
los decuriones y ella, ejerciendo encontrada en Sexi
el evergetismo ciudadano, costea (Almuñécar, Granada).
su propia escultura.
invierno·2012 47

Existen más casos destacados de


mujeres que alcanzaron una posición
todavía más destacada, al alcanzar el
flaminado provincial. Este cargo im-
Esclavas enriquecidas
plicaba la necesidad de residir durante Si la participación de la mujer ro-
todo el año en la capital de la provincia mana en la vida social y política
para asistir a las reuniones del concilio era posible pero complicada, el
provincial. Sabemos que Quintia Fla- reto era mucho mayor para las
cina de Munigua ascendió al flamina- procedentes de las capas más
do de la Bética, mientras que Manlia desfavorecidas. Sin embargo, no
Silana de Salaria obtuvo el de Hispa- era del todo imposible. Se han
nia Citerior. registrado casos de esclavas que,
una vez liberadas, llegaron a al-
La huella de las modestas canzar una posición lo suficiente-
No solo la alta sociedad dejó huella mente acomodada para acometer
epigráfica. También las trabajadoras ellas mismas actos de evergesía.
(en la agricultura, ganadería, minería, Es el caso de Acilia Plecusa en Sin-
etc.) y las que desempeñaron diversos gilia Barba (Antequera, Málaga),
oficios especializados (modistas, tinto- una liberta que se desposó con su
reras, nodrizas, peluqueras, etc.) lega- patrono. Alcanzó un estatus sufi-
ron su recuerdo para la posteridad. La ciente como para dedicar un mo-
gran mayoría son trabajadoras de ori- numento a su marido y costear los
gen servil, esclavas o libertas. En las gastos de la carrera política de su
actividades relacionadas con el tejido Mausoleo familiar de Acilia Plecusa, hijo. Su ascenso social fue tal que
conocemos a Cesia Celsa, hiladora de reconstruido hoy en el Museo de An- es referenciada en el sistema ono-
lana en la colonia de Tucci, a Baebia tequera, Málaga. mástico de sus nietos.
Veneria, tintorera en Gades (Cádiz).
En la confección de telas, ha llegado a
nosotros una tal Latinia Da[---], costu- parte, la importancia del peinado pro- Unas relaciones tan prolongadas y
rera o zurcidora en Corduba. Por otra picia la aparición de especialistas que cercanas generaron sin duda gran afec-
acicalaban el cabello según los dic- to. En algunos epígrafes se conservan
tados de la moda (rizado, tirabuzón, muestras de cariño de esclavas y li-
ondulado, moño, aclarado, peluca...). bertas hacia sus patronos o hacia indi-
Eso es lo que hacían Turpa Thyce en viduos de su misma condición social.
Gades y Augustina en Tugia (Peal del Destaca el epitafio poético de Gemina
Becerro, Jaén). en Salaria (Úbeda, Jaén): «Serías mi
Asociadas a las grandes familias, Parca si me llevases de donde estoy con
sabemos de los nombres de emplea- la fuerza de una infernal amatista». ◙
das domésticas y encargadas del cui-
dado de los niños desde que nacen PARA SABER MÁS:
hasta la adolescencia. En la Atalaya
(Sevilla), Q. Rutilio Flaco Cornelia- • BORRAGÁN, N. (2000): La
no tributa muestras de afecto a su mujer en la sociedad romana
nodriza Briseis, que lo amamantó, del alto imperio (Siglo II d.C.).
Oviedo, Ediciones Trabe.
atendió y alimentó en su más tier-
na infancia. Otra dedicatoria de este • CENERINI, F. (2002): La don-
tipo es la de Secundilla, nodriza de na romana. Bologna, Il Mulino.
Annio en Gades.
• LÓPEZ, A.; MARTÍNEZ, C. y
POCIÑA, A. (eds.) (1990): La
mujer en el mundo mediterrá-
neo antiguo. Granada, Univer-
sidad.
Estela funeraria de Augustina • POMEROY, S. (1999): Diosas,
decorada con los utensilios de rameras, esposas y esclavas.
trabajo: espejo, vaso de perfume y Mujeres en la Antigüedad clási-
alfiler para el cabello. ca. Madrid, Akal.
48 hiems·mmdcclxv·auc

LASCRÓNICASDICEN...

LAS HERMANAS DE CALÍGULA

Parentelas
peligrosas

Por Marco Almansa. Aunque las crónicas afirman que el


motivo de tal odio fueron los reque-
Las tres hermanas del emperador Ca- rimientos carnales del emperador
lígula, que reinó entre los años 37 y hacia sus propias hermanas, es pro-
41 d. C., no son muy conocidas, pese bable que las conspiraciones estuvie-
a la importancia que tuvieron para sen alentadas por las aspiraciones de
el emperador y para la Historia de poder, que sólo una de ellas pudo ver
Roma. Objeto de un trato excéntrico satisfechas, a la postre.
La aristocracia romana
por parte de su poderoso hermano, la
aguantó durante cuatro vida de Livila, Drusila y Agripinila Preferida y deificada
años las excentricidades del estuvo ligada a hombres poderosos de La que más influencia tuvo sobre
su tiempo, en cuyos actos influyeron. Calígula fue Drusila, a pesar de que
emperador Calígula. Entre
Los historiadores clásicos afir- solo vivió 22 años. Suetonio afirma
las personas más expuestas man que Calígula estaba muy unido que perdió su virginidad con Calígu-
a sus cambios de humor es- a sus hermanas y les condecía rega- la, cuando los dos eran menores de
los y distinciones. Así, por ejemplo, edad y vivían en casa de su abuela
tuvieron sus tres hermanas,
dispuso para todas ellas honores si- Antonia la Mayor. Alcanzado el
que fueron tan queridas milares a los que disfrutaban las ves- poder, Calígula tomó como marido
como, por momentos, ma- tales y sus nombres figuraban en el para Drusila a su amigo L. Casio
juramento de lealtad que se ofrecía Longino, aunque tres años después
nipuladas por él. La relación
al emperador el 1 de enero. Asimis- dispuso que se divorciase de él para
de amor-odio que mantu- mo, sus efigies aparecen en algunas carsarla con M. Emilio Lépido.
vieron con el emperador les acuñaciones de moneda. Cuando el emperador cayó grave-
Pese a estas muestras de afecto, mente enfermo, a finales de 37, nom-
marcó de por vida. El desti-
las tres hermanas participaron en bró a Drusila heredera de sus propie-
no les reservó suertes muy complots e intentos de asesinato, dades y del trono, lo que la hubiese
dispares. que fueron castigados con el exilio. convertido legalmente en la primera
invierno·2012 49

emperatriz de Roma, de haberse pro-


ducido el fallecimiento de su herma-
no. Sin embargo el óbito que
sobrevino no fue el de Calígula
sino el de la propia Drusila, en
junio del 38. Se decretó, enton-
ces, un período de luto público
(justitium), durante el cual era
un crimen capital reír, bañarse o
comer con los padres.
Drusila fue deificada y pasó
a ser conocida como Diva Dru-
sila Panthea (Diosa Universal),
con unos atributos que en al-
gunos aspectos la identificaban
con Isis. Por su parte, su her-
mano se hacía pasar por Osiris,
en referencia a los dioses egip-
cios que eran hermanos y que se
unieron en amor fraternal. Ade-
más, erigió un templo para Dru-
sila e instituyó unos juegos para
conmemorar su cumpleaños. Drusila (der.), la preferida del empera- en algunos casos, confundirse con la
La deificación de la fallecida re- dor, murió a los 22 años. En adelante se propia estatuaria de Venus Genetrix.
fleja el deseo de Calígula por negar la representó como Isis, mientras Ca- Livila recibió los mismos honores
la muerte de su hermana, pero tam- lígula se caracerrizaba como Osiris, el que sus dos hermanas mayores, pero
bién permitía seguir mostrando la hermano divino con el que se fusionaba fue la menos querida por Calígula.
imagen de Drusila en las representa- en una unión ideal. Los rumores de la corte afirmaban
ciones públicas, como parte de la fa- que en la relación incestuosa entre
milia imperial. Descartada para ase- los hermanos, Calígula pronto la
gurar la descendencia de la dinastía, el Foro, lo que reforzaba además el postergó en favor de Drusila y Agri-
fue convertida en una deidad tutelar mensaje de unión con el linaje de los pinila, y la forzó a que se prostituye-
de la familia imperial. Se realizó una Julios. Existen, así mismo, inscrip- se con efebos y personas de baja con-
estatua con el mismo tamaño que las ciones que nos han llegado en Cícico dición social que visitaban el palacio
imágenes de culto, para ser adorada y Mitilene que identifican a Drusila o eran invitados a sus periplos por el
en el templo de Venus Genetrix en con Afrodita. Sus imágenes pueden, lago de Nemi.

Foto: F. Pissani Una venganza truncada


En el 39, Livila participó en una
conspiración sin éxito –tal vez lle-
vada por Agripina– para ascender al
trono al viudo de Drusila, M. Emi-
lio Lépido. Descubierto el complot,
tanto Livila como Agripinila fueron
desterradas al archipiélago Pontine
(Pontinas). Cada una de ellas fue en-
viada a una isla para que no tuviesen
contacto entre sí. A la muerte de Ca-
lígula, Livila regresó del exil io por

Livila participó en una conspiración


malograda contra su hermano, que la
condenó al destierro en las Islas Ponti-
nas (izquierda).
50 hiems·mmdcclxv·auc

orden de su tío paterno, Claudio, que Calígula entregó a devueltos a Roma y sepultados en el
había sido proclamado emperador. mausoleo de Augusto. Probablemen-
Su existencia, sin embargo, no dejó Livila a hombres de te, esto sucedió cuando Agripinila, la
de ser azarosa. En 41, fue acusada de baja condición. Ella se única hermana de Calígula que consi-
adulterio con el filósofo Lucio Anneo guió afianzarse en el poder, se había
Séneca. Ambos fueron desterrados: él sumó a una conspira- convertido ya en emperatriz.
a Córcega y ella a la isla de Panda- ción para acabar con
taria, el mismo lugar adonde fueron La hermana aventajada
enviadas su abuela Julia y su madre el emperador Agripinila sobrevivió a Calígula y
Agripina. Finalmente, en 42, Clau- acabó casándose con Claudio. Antes
dio la hizo asesinar, probablemente de contraer matrimonio con el suce-
temiendo que algún rival político sor de su hermano, había sido la mu-
la liberase y se casara con ella para jer de Cn. Domicio Ahenobarbo, con
emparentar con la familia imperial y quien engendró a L. Domicio Aheno-
reclamar el trono. Sus restos fueron barbo, el futuro emperador Nerón.

Un comportamiento sexual escandaloso


La figura de Calígula aparece liga- hijo; o abuela y nieto, y así hasta en Ciertamente, no fue el único em-
da a numerosos escándalos y atro- lo infinito. Si tales personas se hu- perador del que se rumoreó que
cidades. Uno de los episodios más biesen unido entre sí, se dicen que mantuvo un trato carnal con muje-
escabrosos de su biografía es, pre- han contraído nupcias criminales e res de su familia. Algunos historia-
cisamente, el relativo a la relación incestuosas. dores antiguos afirmaron que Ne-
con sus hermanas. Ciertos autores Incluso cuando dos personas han rón y su madre e, incluso, el recto
le acusan de mantener con ellas re- comenzado a estar en situación de Octavio y su hermana Octavia, tu-
laciones incestuosas. padres o de hijos por adopción no vieron más que afecto entre sí. Las
Para los romanos, el incestus tie- puedan unirse entre sí el matri- relaciones entre hermanos, que eran
ne un significado similar al actual: monio. De suerte que, aunque se hábito cortesano en el Egipto Ptole-
«Relación carnal entre parientes disuelva la adopción, subsiste la maico y durante el periodo alejan-
dentro de los grados en que está misma prohibición. Nopodrás tomar drino, eran una abominación para la
prohibido el matrimonio.Cópula pro- por esposa a la que por adopción mentalidad romana. Es curioso que
hibida entre parientes», según el comenzó a ser para ti hija o nieta, los emperadores acusados de esta
DRAE. En la antigua Roma, ser des- aunque la hubiesen emancipado. En conducta tuvieran debilidad por el
cubierto manteniendo este tipo de caso de realizarse estas nupcias ne- mundo heleno y egipcio.
relaciones era motivo inapelable de fastas e incestuosas se dice cometer
divorcio, por parte del cónyuge. incestus». (Gayo, Digesto, I, 10).
Según el derecho romano, el in- Algunos autores matizan el com-
cesto era un impedimento relativo portamiento escandaloso de Calígu-
por parentesco. Se trataba, pues, de la afirmando que el hecho de dormir
un inconveniente por consanguini- con sus hermanas podría ser una
dad que impedía cualquier relación manera de reforzar su imagen di-
carnal en la línea familiar directa vina. Es decir, que para igualarse a
bajo cualquier circunstancia (usque los dioses, el emperador empezó a
ad infinitum, ‘hasta el infinito’). Así, imitar la vida doméstica que narran
por ejemplo, Gayo afirma: los mitos, lo que incluía mantener
«No nos es lícito casarnos con to- unas relaciones muy “estrechas”
das las mujeres, pues hay que abs- con los que consideraba sus seme-
tenerse de las nupcias de algunas. jantes.
En efecto, están aquellas personas
que entre sí ocupan el lugar de pa-
dres o de hijos. No se puede con- Nerón (a la derecha, su busto) también fue
traer nupcias entre padres e hijos; acusado de cometer incesto.
o entre abuelo y nieta; o madre e
Foto: Ramiro López
invierno·2012 51

Agripinila y Claudio se casaron Bajo Claudio, Agripinila era identi-


el día de año nuevo del 49 d. C. Por ficaba con Ceres, la diosa de la agricul-
entonces, él ya había enviudado de tura y la fertilidad. En un camafeo de la
Mesalina, su tercera esposa. Las ma- época aparece caracterizada con uno de
niobras por asegurar la posición de su sus atributos de la deidad: una corona
vástago no se hicieron esperar. Pronto de ramas (corona spicea). La imagen
persuadió a Claudio para adoptar a su muestra la posición acomodada que lo-
hijo, lo que se produjo el 25 de febrero gró la última hermana viva de Calígula,
del año 50. La adopción colocaba a Ne- aunque su éxito fue también la semilla
rón en la línea de sucesoria. A Agripi- de su propia desgracia. ◙
nila se le concedió el título de Augusta,
con el nombre de Julia Augusta Agripi- PARA SABER MÁS:
nila. Era la primera mujer desde Livia
a la que se le permitía el título augustal, • BAUMAN, R. A. (1992): Women
aunque la poderosa mujer de Augusto and politics in ancient Rome, Ed.
solo recibió este honor tiempo después Routledge.
de su fallecimiento.
• CID LÓPEZ., R. M. (1995): “El fi-
La popularidad de Nerón convenció lohelenismo alejandrino de Calígu-
a Claudio para incluir al joven como la y el culto de Drusila-Panthea”,
su sucesor, con vistas a garantizar la en la Revista Kolaios 4.
supervivencia del régimen imperial.
• FABIA, P. (1967): “Les sources
En el momento de su adopción Nerón de Tacite dans Les Histories et les
fue nombrado cónsul, dignidad a la que Annales”, En Studia Historica 49.
Foto: Léna sumó la de princeps juventutis. Ed. Anastatica.

• WOOD, S. (1995): “Diva Drusila


Panthea and the Sister of Ca-
Agripina fue la única que se sobrepuso a su parentesco con Calígula y ligula”, en American Journal of
pudo colocar a un hijo suyo al frente del Imperio. Arriba, busto suyo en el Archaeology, vol. 99, n.º 3.
Museo de Barcelona.
52 hiems·mmdcclxv·auc

LASCRÓNICASDICEN...

MITOS Y GUERRA

Armas de mujer

Jacques Louis-David presentaba así las sabinas interponiéndose entre sus parientes y sus esposos romanos. Museo del Louvre.

Las mujeres habitualmente experimentaron las penurias Una acción femenina muy celebra-
da se produjo en el conflicto entre ro-
bélicas y el coste emocional de la pérdida de vidas desde la
manos y sabinos, poco después de la
retaguardia. Aunque desde antiguo la civilización romana traición de Tarpeya (ver página siguien-
consideró que el carácter femenino era poco fiable cuando te). Un episodio que pone de relieve el
terrible desgarro que supone la guerra,
se sometía a los rigores de la guerra, ciertos pasajes míticos
en particular las contiendas civiles, para
e históricos muestran su coraje y una encomiable hoja de las mujeres, ya que les es imposible re-
servicios prestados a la República. sultar indemnes.
Cuando los hombres de Tito Tacio
se presentaron en Roma para rescatar a
sus hijas secuestradas por los romanos,
habían transcurrido ya dos años desde
Por Isabel Barceló. dujeron cada vez que, de manera indi- su rapto y muchas de ellas habían sido
vidual o colectiva, se salieron del guión madres o estaban encintas. Al ver llegar
Desde tiempos remotos, la ciudad de previamente establecido para ellas. Las al ejército sabino en el que militaban
Roma ejemplificó la desconfianza ha- mujeres combatieron con sus propias sus padres, sus hermanos, sus tíos y
cia las mujeres en el sensible tema de armas. Unas armas cuya eficacia no po- primos, imploraron a sus esposos que
la lealtad a la patria a través del mito de demos medir pero que en algunos casos no lucharan contra ellos. Al drama de
Tarpeya. Esa desconfianza, sin embar- particularmente sobresalientes dejaron haber sido arrebatadas con violencia
go, fue muchas veces desmentida por huella en el calendario, en las costum- de sus familias, no querían añadir el de
acciones protagonizadas por mujeres bres y ritos, en los templos, y fueron ver muertos a sus familiares ni que sus
que contribuyeron o fueron decisivas muy apreciadas por sus coetáneos y por hijos se convirtieran en huérfanos. Sus
para la salvación de la ciudad. Y se pro- muchas generaciones sucesivas. ruegos no habían surtido efecto.
invierno·2012 53

Ambos ejércitos se aprestaron al en el imaginario colectivo, contribuyen-


combate en el valle que luego daría do a valorar y prestigiar la capacidad de
lugar al Foro. Cuando los soldados las mujeres como mediadoras pacíficas
Las mujeres estaban
estaban inmersos en la lucha, oyeron en la resolución de conflictos.
un gran ruido, apenas sofocado por el asociadas en el No es pues extraño que, ocho siglos
fragor de las armas. No habían logrado más tarde, los romanos vieran en Julia
imaginario colectivo
identificarlo cuando, inesperadamente, (siglo I a. C.) la personificación del
vieron a las mujeres con sus hijos bajar con la resolución mito de la sabinas. En este caso no fue
corriendo desde la colina donde tenían la acción intencionada de Julia, sino su
pacífica de los
sus cabañas y meterse entre los escudos simple existencia y su capacidad para
y las lanzas de los combatientes, inter- conflictos dar e inspirar amor, lo que contuvo la
poniéndose entre ellos. rivalidad política de su padre, Julio Cé-
Pedían a gritos que las matasen jun- sar, y su marido, Pompeyo Magno. Para
to con sus hijos si es que ellas eran la Esta acción consiguió detener el no hacerle daño a ella, para no provocar
causa de esa guerra, porque no podían combate. Romanos y sabinos firmaron su sufrimiento, ninguno de ellos alzaría
soportar ni perder a sus padres ni a los la paz y se unieron en una sola ciudad. las armas contra el otro.
padres de sus hijos. Y añadían una evi- La estima hacia las jóvenes sabinas por De ahí que cuando Julia murió
dencia palmaria: por causa suya ya no parte de sus propios parientes creció de prematuramente, los romanos tembla-
eran enemigos, sino parientes; eran sue- manera extraordinaria. Esta hazaña, real ran viendo peligrar la paz. El pueblo
gros y yernos, cuñados, tíos y sobrinos. o mítica, quedó profundamente grabada impidió a Pompeyo darle sepultura

Tarpeya, el ejemplo a evitar


Los prejuicios romanos contra el apoderarse de ellos, citó en secreto
carácter caprichoso de la mujer a Tito Tacio. Se ofrecía a mostrarle
tienen en Tarpeya su ejemplo más un camino para acceder a la ciuda-
emblemático. Esta joven vestal vi- dela a cambio de que le entrega-
vió, según la leyenda, en tiempos ran lo que los soldados llevaban en
de Rómulo, quien fundó la ciudad el brazo izquierdo. Accedió el rey
hacia 753 a. C., según la cronología sabino y, ya noche cerrada, la mu- Moneda del siglo I a. C. que repre-
tradicional romana. chacha los condujo hasta la cima senta la muerte de la vestal.
Nos narra el mito que Tarpeya de la colina. Una vez allí, puesta
era hija del jefe de la guarnición en fuga la guarnición, los sabinos
que custodiaba la ciudadela, una entraron en tropel por uno de los quiera otra y, por tanto, no se podía
fortaleza neurálgica para la defen- portillos dejando atrás a la joven. esperar de ellas lealtad a la patria.
sa de la ciudad. Estaba ubicada en Y cuando Tarpeya, a voces, recla- Tarpeya, muerta por aplasta-
la colina del Capitolio, entonces mó que le entregaran el pago pro- miento, quedó enterrada allí mis-
muy escarpada e inaccesible, sal- metido, los soldados se volvieron mo. Su tumba fue identificable du-
vo por una estrecha escalera que y arrojaron sobre ella sus escudos rante siglos por los escudos que la
la unía al valle del foro. Desde lo de madera, forrados de bronce, cubrían y que se renovaban a me-
alto de la colina, Tarpeya vio llegar que llevaban en el brazo izquierdo. dida que los dañaba la intemperie.
y acampar a sus pies al ejército del Algunos autores señalaban la Al lugar donde ocurrieron estos
rey sabino Tito Tacio. Acudían los codicia como origen de esa trai- hechos se le llamó desde enton-
sabinos a Roma a rescatar por las ción; otros, en cambio, lo atribuían ces Roca Tarpeya y desde ella se
armas a las jóvenes sabinas que al amor por Tito Tacio. Hay, incluso, arrojaba al vacío a los traidores.
Rómulo y sus hombres habían rap- quienes sostuvieron que en reali- Todos los años, el 13 de febrero,
tado, un par de años antes, para dad Tarpeya pretendía desarmar la Vestal Máxima celebraba una
asegurarse la descendencia. a los sabinos para entregarlos a ceremonia fúnebre ante la tumba
Los soldados sabinos llevaban Rómulo. No triunfó esta última in- de Tarpeya, quizá para buscar su
brazaletes de bronce en el brazo terpretación. El mensaje transmiti- protección o para aplacar su espí-
izquierdo y su brillo llamó la aten- do era que las mujeres se dejaban ritu. La traición a la patria había
ción de la joven. Tal vez despertó llevar fácilmente por las pasiones, quedado marcada para siempre
su codicia y, buscando el modo de ya fuera la codicia, el amor o cual- con nombre de mujer.
54 hiems·mmdcclxv·auc

Clelia escapa
de los etruscos
y alcanza a
nado las mura-
llas de Roma,
en una tabla
de Cozzarelli.
Metropolitan
Art Museum
(Nueva York).

en una de sus villas, como era su in- No le debió gustar esta situación a miento de la recién nacida República.
tención y, en medio de una gran ma- una de las afectadas, Clelia. Nadie po- Pese a la admiración que había
nifestación de duelo, la multitud la día asegurarle el retorno a su casa con suscitado, Clelia no pudo ser honrada
condujo al campo de Marte, donde se vida o con su virginidad intacta. Intu- a su muerte con un funeral público.
honraba a los grandes generales, para yó o supo que la entrega de rehenes Era éste un honor al alcance de pocos,
darle sepultura. Sin el freno de Julia, había sido forzada y no se conformó. pues se reservaba a quienes hubieran
y en un clima político cada vez más Durante varios días observó el com- prestado importantes servicios a la
hostil, diez años más tarde estalló la portamiento de los soldados etruscos, ciudad y “por importantes servicios”
guerra civil entre César y Pompeyo los turnos de vigilancia y sus puntos se entendía siempre aquellos de ca-
que, a la larga, supondría el fin de la débiles y, cuando estuvo segura de rácter político y militar. Las mujeres,
República. tener éxito, huyó del campamento por razones obvias, quedaban exclui-
etrusco llevándose consigo al resto de das de esa posibilidad. Sin embargo, a
Merecedora de una estatua ecuestre sus compañeras de cautividad. causa de la piedad y la generosidad de
Precisamente otra mujer se había des- Cruzaron el río a nado y, pese a que las mujeres, esta situación cambió un
tacado en los albores de la República, sus perseguidores les arrojaron sus siglo después de la hazaña de Clelia.
a finales del siglo VI a. C., una eta- lanzas y hubieron de luchar con la co- Fue hacia el año 390 a. C., cuando
pa marcada asimismo por una gran rriente del Tíber, tanto ella como sus los galos, tras derrotar al ejército ro-
efervescencia y significación política. compañeras consiguieron llegar sanas mano, entraron en la ciudad y perma-
Los romanos dieron un giro radical a y salvas a la otra orilla. Según relata necieron en ella durante siete meses,
su sistema de gobierno expulsando al Tito Livio, el rey Porsenna quedó ad- sometiéndola a una destrucción siste-
rey Tarquinio el Soberbio, aboliendo mirado de la proeza de Clelia. Para no mática. Agotados ambos contendien-
la monarquía y constituyendo una ver mermada su autoridad, exigió al tes, buscaron una solución negocia-
república. Se fraguó entonces la reso- gobierno de Roma que se la entregaran da y, finalmente, los galos aceptaron
lución, muy arraigada en el corazón con la promesa de devolverla inmedia- abandonar la ciudad a cambio de un
romano, de no volver a someterse ja- tamente a su familia. Así se hizo. rescate que debía pagarse en oro.
más a la voluntad de un solo hombre. Clelia recibió de sus conciudada- Cuando las matronas supieron que
Y fue en ese contexto en el que brilló nos un homenaje singularísimo: se se pensaba pagar con el tesoro de los
la joven doncella Clelia. le dedicó una estatua ecuestre en lo templos, guardado en la ciudadela, se
El depuesto rey Tarquinio había alto de la vía Sacra, siendo un hecho opusieron rotundamente: bajo ningún
buscado el apoyo del rey etrusco Por- insólito y nunca más repetido ese de concepto permitirían que el oro que
senna quien, con su ejército, ocupó representar a una mujer a caballo. La durante centenares de años se había
la colina del Janículo y amenazó la estatua original se quemó en el 30 a. tributado a los dioses fuera a parar
ciudad, de la que solo lo separaba el C. pero debió de ser sustituida por a las manos impías de los galos. Les
río Tíber. Tras algunas escaramuzas otra, porque Séneca la nombra seña- parecía una ofensa intolerable a las
y la destrucción del puente que unía lando que fue la primera estatua pú- divinidades, de la cual no podría de-
ambas orillas, se entablaron negocia- blica levantada en la ciudad. rivarse ningún bien. Y así, ellas, que
ciones entre Porsenna y las autorida- Esta recompensa sugiere una alta se habían llevado consigo sus objetos
des romanas. Para asegurarse de su estima de la valentía, la conciencia preciosos y sus joyas para poder reha-
buen desarrollo, los etruscos tomaron cívica y el compromiso que Clelia cerse y reemprender después la vida,
como rehenes a numerosas vírgenes demostró hacia la ciudad, y que resul- los ofrecieron para pagar el rescate.
pertenecientes a familias nobles. taba ejemplar en ese clima de afianza- Los cronistas imperiales afirman
invierno·2012 55

que aunque los galos fueron derro- cluidos madre e hijo, sabían que a él Estos ejemplos dejan constancia
tados mientras pesaban el oro del le costaría la vida, pues los volscos lo de la contribución de las mujeres a
rescate, las matronas no quisieron acusarían de traición. la supervivencia de la ciudad y su ca-
recuperar su patrimonio: sentían que Al historiador Plutarco no le gus- pacidad para elegir en cada ocasión
de algún modo había dejado de per- tó nada la actitud de Coriolano, al el mejor modo de hacerlo. Quizá en
tenecerles. Por otra parte, el oro de considerar indigno prestar a unas los tiempos más antiguos, cuando
los templos se había mezclado, nadie mujeres el oído y la atención que los riesgos y/o los enemigos estaban
sabía qué objetos procedían de cada debía haber prestado al Senado. Sin cerca y los gobiernos eran menos rígi-
templo y, finalmente, se decidió dejar embargo, en la época las autoridades dos, la ayuda de las mujeres era mejor
junto todo ese oro por si en el futu- quedaron muy satisfechas. Tanto, aceptada y bienvenida. El crecimien-
ro la ciudad lo volvía a necesitar. Un que acordaron dar a las matronas el to del poderío económico y militar, la
gesto muy honroso al que hoy llama- regalo que ellas mismas eligieran. Y lejanía de las fronteras y, por tanto, de
ríamos solidaridad intergeneracional. ellas pidieron levantar un templo de- los campos de batalla con su correlato
A ese tesoro se le llamó el “oro de los dicado a la Fortuna de las Mujeres en de amenazas directas, es posible que
galos” y durante más de cuatrocientos el sitio donde había tenido lugar su hicieran decaer esas acciones femeni-
años permaneció intacto bajo el po- encuentro con Coriolano. Desde en- nas colectivas.
dium del templo de Saturno. tonces, cada 1 de diciembre las mu- Siguen teniendo valor, sin embar-
El Senado, como muestra de agra- jeres acudían al templo de Fortuna go, pues en ningún lugar está escrito
decimiento a las matronas por su ge- Muliebris, en las afueras de Roma, a que las diferencias o las grandes ofen-
nerosidad al renunciar a su riqueza celebrar su fiesta. sas entre ciudades o pueblos deban
y bienestar personal en favor de la solucionarse siempre por las armas ni,
ciudad, las premió concediéndoles el mucho menos, que las únicas armas
honor de que, en lo sucesivo, pudie- a emplear sean aquellas que hieren y
ran ser honradas a su muerte con un matan. Como señala María Dolores
funeral público. Mirón Pérez: “el estudio de la rela-
No menos admirada fue la media- ción entre mujeres y paz en el mundo
ción de Veturia y Volumnia, madre antiguo es esencial para comprender
y esposa respectivamente de C. Ma- muchos de los mecanismos de esta re-
rio Coriolano. Este noble romano se lación en las sociedades occidentales
había exiliado por razones políticas. que se siguen comprobando aún hoy
Hacia el año 491 a. C., en un mo- día, puesto que buena parte de las con-
mento de suma debilidad de Roma, se ceptualizaciones, símbolos y prácticas
presentó al frente del ejército de los femeninas en torno a la paz se desarro-
volscos. Todos los intentos de nego- llaron en la Antigüedad”. ◙
ciación del Senado fracasaron y los
romanos, que no contaban con fuer-
zas para defenderse, se daban ya por PARA SABER MÁS:
vencidos y reducidos a la esclavitud.
Las mujeres, desesperadas, acu-
dieron en masa a los templos a implo- • CANTARELLA, E. (1996): Los
suplicios capitales en Grecia y
rar la protección de los dioses. En uno Roma. Akal. Madrid.
de los templos, una matrona, llamada
Valeria, instó a las demás a dejar de • GRIMAL, P. (2011): El amor
lado las lamentaciones y buscar una en la antigua Roma. Paidós.
Madrid.
solución. Se acordaron entonces que
continuaban viviendo en Roma la ma- • MARTÍNEZ LÓPEZ, C. y MIRÓN
dre y la esposa de Coriolano y fueron PÉREZ, M.ª D. (2000): Muje-
a demandar su ayuda para que inter- res esclavas en la antigüedad:
produccion y reproducción en
cedieran por la ciudad. las unidades domésticas. Arenal
Ambas aceptaron el encargo y, con Vol. 7, n.º 1, enero-junio 2000.
permiso del Senado, una gran comi-
tiva de matronas se dirigió al cam- Restos del templo de Saturno, • RINCÓN GONZÁLEZ, M.ª D.
(2009): “Julia”, en A. Pociña
pamento volsco. Y lo que Coriolano en Roma, donde se custodió Pérez y J. M.ª García González
había negado al Senado de Roma, se durante siglos el llamado “oro (coords.), Mujeres reales y ficti-
lo concedió a su madre: levantó su de los galos”. cias. En Grecia y Roma (III).
campamento y se marchó. Ese triunfo Ed. Universidad de Granada.
de Veturia no era gratuito: todos, in-
56 hiems·mmdcclxv·auc

vidacotidiana

Pocas personas
podían disfrutar de
casas con salas tan
amplias y decoradas
como la conservada
en el Museo Nacio-
nal de Arte Romano
(MNAR), en Mérida.

VIVIENDA

Espacios para la vida


La morada adoptó en el ámbito romano muy variadas tipolo- hasta siete y ocho pisos, se vio con Foto: R. Pastrana

frecuencia trasgredida, lo que trajo


gías. La más característica es quizá la villa, donde habitaban
como consecuencia catástrofes.
las clases pudientes y la población rural. Sin embargo, la más Sin embargo, la imagen que se tiene
frecuente fue sin duda la insula, el bloque de pisos en el que como modelo de la casa romana, es la
de la domus, la residencia unifamiliar
se hacinaban las clases pobres urbanas.
que bien como villa urbana, suburbana
(o de lujo) sita a las afueras de la ciu-
dad, o como centro de una explotación
Por Pilar González Serrano. urbanas, casas de pisos, en las que se portuaria o agropecuaria donde resi-
hacinaban los inquilinos en reducidos día el dominus, se ha transmitido por
En el ámbito del mundo romano, al habitáculos, por lo que en ellas fueron diversas fuentes, imágenes y medios
hablar de las viviendas nos encontra- frecuentes los derrumbamientos e in- de comunicación y, sobre todo, por
mos con realidades muy diferentes. cendios. los restos aún visibles de importantes
Partiendo de las humildes chabolas La carestía del suelo ha sido un ciudades, entre las que destacan los de
del Palatino, las casas romanas fue- mal endémico en todas las ciudades Pompeya y Herculano.
ron, en su inmensa mayoría, muy del mundo y sus nefastas consecuen- Este tipo de casa, bien pensada y
humildes y siempre construidas con cias afectaron a Roma ya desde el mejor estructurada, se concibió como
materiales deleznables, como el ado- siglo II a. C. Las leyes promulgadas un “microcosmos” familiar, pero de
be y la madera; incluso, fueron de por varios emperadores encaminadas gran importancia social. Centrada
muy baja calidad las de las insulae a reducir la altura de dichas casas, de hacia su interior y, a pesar de que el
invierno·2012 57

dominus o pater familias, tuviera en to, regresaron a las ciudades, aban- cubrieron sus salones y habitaciones
ella su tablinum (despacho) desde el donando sus hermosas mansiones y son, entre otros vestigios, testigos in-
que atendía sus negocios y a su clien- con ellas sus hábitos y privilegios de cuestionables del buen gusto y pres-
tela, su verdadera timonera era la grandes terratenientes. Aún hoy nos tigio de sus dueños. A estas se puede
matrona, la matriarca, respetada por sorprende comprobar que sus res- añadir la Casa del Mitreo en Mérida,
todo el clan familiar. Ella era la hábil tos se cubrieron con tierras de labor cuyo mosaico cosmogónico es uno de
ecónoma que regulaba el consumo de y que, bajo ellas, en muchos casos, los ejemplos más representativos del
los víveres, la educadora de los hijos, hayan llegado hasta épocas actuales nivel cultural de quienes fueron sus
la supervisora de la producción de los ocultas por la incuria y el abandono. propietarios.
telares y la encargada de fijar las ta- Sin ir más lejos, en nuestro suelo, Remontándonos al pasado, pode-
reas que debían de realizar los escla- villas como la de Carranque (Toledo), mos comprobar por los restos arqueo-
vos domésticos. la de la Olmeda (Palencia) o la recien- lógicos llegados a nosotros, que las
Gran parte del día de la matrona temente hallada en Noheda (Cuenca) primitivas casas romanas, fechadas
se desarrollaba en el gineceo, la zona nos sorprenden por el lujo y amplitud desde la Edad de la Piedra a la del
dedicada a las labores de hilado y te- de sus dependencias y por la riqueza Hierro, fueron chozas de planta oval,
jido. Allí la domina vigilaba las tareas de su decoración. Los mosaicos que de paredes entramadas de paja y barro
de las esclavas expertas en este tipo
de trabajos. Ella solía participar para
dar ejemplo.
De esta suerte, contando con la efi-
cacia de estos sólidos núcleos, el Es-
tado romano se aseguraba el correcto
funcionamiento de la sociedad, en la
que se transmitían los valores tradi-
cionales que debían aceptar y cumplir
los cives romani. Especialmente con-
siderada era la matrona univira, es de-
cir la mujer de un solo hombre, hasta
el punto que así se hacía constar en su
lápida funeraria. Era el paradigma de
la fidelidad y de la dignidad conyuga-
les y, por lo tanto, respetada por sus
hijos, sobre los que ejercía una gran Reconstrucción ideal de una insulae de Ostia.
influencia.
En los países conquistados por el
Imperio, tras su proceso de romani-
Pisos para los desfavorecidos
zación, pronto se generalizó la cons- Las insulae, manzanas de pisos de los corredores exteriores que ro-
trucción de suntuosas villae, cuyos alquiler, fueron el tipo de viviendas deaban el edificio.
vestigios aún nos sorprenden por la más frecuentes que se ofrecía a las Con el tiempo, en Roma, cuan-
suntuosidad de sus habitaciones, pa- gentes trabajadoras y de escasos do los edificios públicos, los foros,
vimentos musivarios y pinturas mura- recursos. En todas las ciudades, y palacios, termas y casas señoriales
les. Es más, fueron paradigma de un en especial en Roma, la escasez y fueron ganando terreno, se pro-
nuevo sistema de vida que pronto se carestía del suelo no permitía otro cedió a numerosas expropiaciones
adoptó como patrón entre las clases tipo de construcción, siempre de que dieron al traste con este tipo
privilegiadas. La civilización romana muy baja calidad. Las plantas bajas de casuchas de las cuales apenas
se basó en la construcción de ciuda- se destinaban a locales comercia- si quedan vestigios. De esta suerte,
des y en la imposición de sus sistemas les; las segundas, por lo general, a para entender lo que fue la evolu-
de vida. albergar a los empleados de dichas ción urbana a partir de los siglos
Dentro del ingente conjunto de es- tiendas o talleres que, con frecuen- III y IV d. C., hay que recurrir a
tas villas, se observa que las más lujo- cia, compartían habitaciones; y las las ruinas de la ciudad de Ostia, el
sas fueron las correspondientes a los superiores a reducidos pisos de puerto de Roma, ya que en ella se
siglos III y IV d. C., antes de que la alquiler. También existía la posibi- conservan tanto restos de insulae,
crisis económica y social que afectó lidad de que estas edificaciones se como de casas unifamiliares seme-
a esta época, obligara a su abandono. agrupasen en torno a un patio cen- jantes a las de Pompeya, salvando
Sus dueños, ante la falta de seguridad tral, como en el caso de nuestras las mejoras impuestas por el pro-
y la imposibilidad de hacer frente a “corralas”, abriéndose cada piso a greso urbanístico.
los altos costes de su mantenimien-
58 hiems·mmdcclxv·auc

y cubiertas por techumbres de brezos irse a buscar a las fuentes públicas.

Luz para los o cañas. Su prototipo se puede ver en


la reconstrucción ideal de la llamada
Solo las viviendas muy lujosas tuvie-
ron, andando el tiempo, un servicio

interiores “cabaña de Rómulo”, expuesta en el


Antiquarium forense, realizada a par-
de agua a domicilio, ya que tal pri-
vilegio resultaba altamente costoso,
Los más antiguos instrumentos tir de los restos de sus cimientos, ex- por cuanto la acometida, desde las
de iluminación fueron las teas cavados en la roca del Palatino. Allí conducciones públicas, corría a car-
embreadas, luego las velas (can- se asentaron los primeros pobladores go del beneficiario.
delae) y, más tarde, las lámparas de Roma y, desde allí, según cuentan Alrededor del atrio se distribuían
de aceite (lucernae). Las velas, sus mitos y leyendas, fueron conquis- las habitaciones, siempre pequeñas,
desconocidas para los griegos, tando las colinas de su entorno. que servían de dormitorios (cubicu-
eran fabricadas de sebo o de Posteriormente, se adoptó la casa la), la despensa y la zona de servicios.
cera. Las retorcían como se hace de planta cuadrangular (domus), com- Estas últimas se disponían, a veces, al
con una cuerda, por lo que tam- pletamente cerrada al exterior y con- exterior de la vivienda, bajo coberti-
bién se las llamaba funalia (de formada en torno a un patio central, zos anejos.
funis, cuerda). el atrium, en torno al cual se desarro- En las casas más antiguas el ho-
Las lucernas roma- llaba la vida familiar. Por tradición gar se encontraba, asimismo, en el
nas se han encon- y gusto, esta estructura central, atrio, por cuya abertura cenital salía
trado a cientos y estaba llamada a convertirse el humo. Se mantenía, así, la tradición
su estudio ha pro- en la pieza más caracterís- de la sjara griega o el lar indoeuro-
porcionado intere- tica de cualquier vivienda peo, vestigios antiquísimos y sagra-
santes datos romana de cierta impor- dos de los inicios de la civilización,
cronológicos tancia. ya que fue en torno al fuego, donde
en relación Teniendo en cuenta el hombre aprendió a reunirse para
con su el tipo de atrio y su evo- transformar y compartir los tasajos
lución, las casas respondían a de los animales cazados. Más tarde,
dos tipos principales. Por un lado, las cuando el condimento de los alimen-
de atrium tuscanicum; por otro, las tos se fue haciendo más complejo, se
de atrium tetrastylum. En dispuso una dependencia apropiada
las primeras, las más an- para su preparación (culina), sita en la
tiguas y sencillas, el teja- parte posterior de la casa, próxima a
do inclinado hacia dentro la zona donde se ubicaba la despensa
no estaba sostenido por y la bodega. No obstante, los grandes
columnas, sino por medio de asados se practicaban en el exterior
vigas. Su construcción era más cara para evitar la acumulación de humos
pero tenía la ventaja de ofrecer y malos olores. Braserillos portátiles
una vista diáfana desde la entrada y otros utensilios demuestran que las
hasta el fondo. El las segundas, barbacoas y calientaplatos no son in-
una columna colocada en cada es- ventos recientes.
evo- quina del impluvium (el depósito de Este modelo de casa estuvo pre-
lución ti- recogida del agua de lluvia) servía de sente durante siglos en toda la penín-
pológica y soporte a la abertura del techo. sula itálica; buena muestra de ello son
ornamen- La luz y el aire penetraban sola- las urnas cinerarias etruscas, denomi-
tal. Eran mente por dicha abertura y, desde nadas oikomorfas, que repiten, tanto
recipientes de aquí, se distribuían por el resto de en terracota como en bronce, mode-
forma alargada los aposentos. Por dicho hueco (com- los semejantes a las citadas cabañas
o circular con mango, depósito pluvium) entraba, además, el agua de prehistóricas de planta circular, antes
para el aceite y una abertura lluvia que se recogía en un pilón cua- de hacer su aparición las de planta
para la mecha. Había que re- drado (impluvium), al que ya se ha cuadrada. Sin embargo, cuando se
llenarlas con frecuencia y para hecho alusión. Un desagüe construi- abrieron paso los influjos de las casas
aumentar su escasa luz se solían do en este receptáculo, a veces sola- helenísticas, el panorama urbanístico
colocar en candelabros (cande- do con un mosaico polícromo, con- y doméstico de la Península Itálica
labra), consistentes en unos pies ducía el agua recogida a una cisterna acusó notables transformaciones. Al-
de bronce que se abrían en un subterránea que servía de depósito gunas de estas viviendas, sobre todo
abanico de varios soportes des- para ser utilizada en diversos usos a partir del siglo III a. C., contaban
tinados a soportar las candelas. domésticos. La potable, consumida ya con numerosas dependencias y
en la mesa y en la cocina, tenía que cuidados jardines, en consonancia
invierno·2012 59

con la posición social de sus propieta- contraban sendos locales comerciales


rios. Desde la Campania, región muy (tabernae). Seguía, a continuación, un
pronto helenizada, dichas corrientes vestíbulo o zaguán (fauces) que daba
innovadoras llegaron pronto a las ori- acceso al atrio. En su parte posterior,
llas del Tíber, continuando camino, La casa romana nunca corría un pasillo en cuyos extremos
después, por todos los territorios que se abrían sendas dependencias (alae),
Roma iba conquistando. perdió su concepción de donde las familias de prestigio solían
Como consecuencia, la estructura mundo interior, tendente colocar el armario de los retratos de
de la casa romana se hizo más com- sus antepasados (imagenes majorum)
pleja y, aun conservando como núcleo a garantizar la privacidad y el altar de los dioses familiares (la-
vital el atrio, rodeado de los dormito- de la vida familiar rarium).
rios, aumentó sus dimensiones y es- En un lateral del testero se disponía
pacios. A pesar de ello siguió mante- el comedor de invierno (triclinium) y,
niendo su carácter de mundo interior, junto a él, presidiendo el conjunto, se
garantía de la privacidad de la vida por una entrada secundaria (posticus) encontraba la habitación de mayor
familiar. que con el tiempo se transformaría en entidad, el despacho del dominus. En
La luminosidad y el clima de las nuestro “postigo”, la puerta posterior él, el pater familias colocaba su mesa
tierras mediterráneas favorecieron de las casas señoriales. Como acceso de trabajo (cartibulum) y recibía a su
el mantenimiento de estas preciadas de idas y venidas secretas, su impor- clientela que, por la mañana venía a
características. No solo la casa, sino tancia fue definitiva en todas las co- hacerle la salutatio matutina y a reci-
que, incluso, los jardines y huertos medias de amoríos y enredos. bir órdenes de actuación y, a la caída
eran interiores y estaban protegidos Se generalizó el tipo de vivienda de la tarde, la salutatio vespertina,
por los correspondientes muros pro- unifamiliar, con una puerta de entrada para rendir cuentas de los asuntos re-
tectores. El acceso a ellos se hacía (ostium; janua), a cuyos lados se en- sueltos o por resolver.

Muebles para aderezar las habitaciones


El mobiliario interior de la casa era el comedor, ya que, adoptando las tallado en forma de garras leoninas
muy sencillo y funcional, ya que es- costumbres griegas, los romanos co- u otros motivos escultóricos. En las
taba destinado a satisfacer las nece- mían reclinados en canapés de tres casas distinguidas había mesas de
sidades más básicas de la vida coti- plazas, sirviéndose de mesas auxilia- lujo (abaci), de mármol e incluso
diana. Sin embargo, con el tiempo res para depositar los platos y vasos, de plata, sobre las que se exponían
se llegaron a producir piezas de gran cuando era preciso, y siempre servi- las ricas vajillas argénteas o de oro.
belleza, realizadas en materiales no- dos por esclavos. Mueble complementario al servicio
bles. Como sucedía con las casas, Las camas de dormir romanas de mesa era el aparador (apparitor),
todo dependía del nivel económico eran mucho más altas que las nues- donde reposaba el servicio de vajilla
de su dueño. tras, para evitar humedades y el y se utilizaba para dejar las viandas
Para la ropa y otros objetos se contacto con el suelo frío, por lo que que iban entrado en el comedor antes
utilizaban armarios, arcas (arcae) y para subirse a ellas se precisaba de de ser servidas desde este soporte.
arcones, hechos, por lo general, de un escabel. Para sentarse, simplemente, se
madera. En ocasiones todas estas Las mesas eran de formas muy usaban las sillas (sellae) con brazos
piezas se adornaban con incrusta- variadas y se utilizaban para una y sin respaldo, y el banco corrido o
ciones metálicas y de marfil. En las gran multiplicidad de usos. Había subsellium (ver abajo). La que tenía
hornacinas abiertas en las paredes mesas redondas de tres patas (men- un respaldo arqueado era la cathe-
se depositaban libros (volumina) y sa tripes), de una sola (monopodia), dra. Para su confort, tanto los lechos
distintos utensilios de uso frecuente. y rectangulares de cuatro patas. Las como los asientos se cubrían con ri-
La cama (lectus) era utilizada como más simples eran de madera y las cos paños y cojines multicolores.
lecho y también como catre o sofá, más lujosas de mármol y bronce, con
de ahí sus diferentes denominacio- incrustaciones de metal o marfil y
nes: lectus cubicularis, para dormir; patas rematas
lectus lubricatorius, para trabajar; y por ricos
lectus triclinaris (para comer). materia-
De entre todos estos tipos, los les, como
más lujosos fueron los utilizados en el pórfido,
60 hiems·mmdcclxv·auc

Detrás se abría un pequeño jardín En estas grandes mansiones se cultura occidental hasta bien entrado
(hortus) que con el tiempo se conver- distinguía la pars antica, o vivienda el siglo XX, en que la escasez de es-
tiría, en las casas patriciales, en un y la pars postica, donde se hallaba el pacio en los “minipisos”, las nuevas
gran vergel rodeado de porches co- jardín e, incluso, un huerto de cultivo. tendencias decorativas y el efecto
lumnados (peristilo). El modesto hortus de las viejas casas de los criterios feministas, dieron al
De estos jardines se ocupaba un cambió de función al aparecer los pe- traste con una habitación discrimina-
jardinero (topiarius), experto en el ristilos columnados, convirtiéndose toria que, en sus momentos finales,
ars topiaria, muy apreciada por una en el lugar donde se cultivaban toda solo servía para amedrentar a los hi-
clientela culta, entre la que se encon- clase de hortalizas. En él solía haber, jos cuando se les llamaba a capítulo.
traba el propio Cicerón. Las plantas incluso, un gallinero y una conejera. Poco a poco, el despacho del cabeza
que en ellos se cultivaban eran siem- Con todo ello se tenía asegurado el de familia se fue trasladando a su lu-
pre las autóctonas, aclimatadas a suministro básico de cada día. gar de trabajo y allí continúa cuando
cada estación, para evitar el derroche El tablinum, la habitación de las condiciones económicas permiten
de agua en su riego, ya que éste solo respeto ocupada por el señor, solía tenerlo en propiedad y de forma uni-
se practicaba en contadas ocasiones. abrirse por puertas correderas (o cor- personal.
En el centro del peristilo solía haber tinajes) tanto al atrio, como al jardín. En las villas suburbanas y lugares
un estanque o piscina (natatio) y al Se acreditaba, de este modo, su indis- donde el espacio disponible no era
fondo un comedor de verano, cuyo cutible preeminencia sobre el ámbito muy grande, tal como sucedió en el
mobiliario solía ser de piedra. Tam- doméstico, tal y como puede verse en interior de ciudades como Pompeya y
bién había hermosas fuentes o nin- algunas casas de Pompeya y Hercu- Herculano, las casas se dispusieron en
feos, chapados con mosaicos alusi- lano. dos alturas. El segundo piso, donde se
vos al agua, y a los animales marinos El despacho del padre ha sido todo encontraban las habitaciones más re-
con ella relacionados. un símbolo de poder y prestigio en la servadas, se asomaba al atrio por una

Aire caliente bajo el suelo


Las habitaciones se calentaban por horno exterior o subterráneo (hypo-
medio de estufas portátiles de bronce caustum).
y grandes braseros fijos, a pesar de Este tipo de calefacción inventado,
lo cual, el ambiente en invierno, solía según Cicerón, por el patricio campa-
ser frío en el interior de las casas. En no Sergio Orata, tuvo en la Meseta
algunas de ellas, sobre todo las que castellana un gran uso y desarrollo, macei
tuvieron termas privadas y, por lo tan- dados los rigores de (formaceus,
to, servicio de agua caliente, se utilizó su clima. Se ha su- hormazo), paredes
el sistema de calefacción a través gerido, incluso, que de barro mezclado con guijos,
de suelos dobles, la suspensura fue en estas tierras que se vaciaba dentro de dos super-
(ver abajo). Estos se conseguían donde tuvo lugar el ficies paralelas de tablas, a modo de
con estructuras de pilares y arqui- invento, ya emplea- encofrado, técnica muy empleada en
llos de ladrillo por los que circulaba do bajo los suelos las construcciones de España y norte
el aire calentado desde un de las cabañas ova- de África. Los romanos generalizaron
ladas de la Edad su uso, sustituyendo el barro por el
del Hierro, donde hormigón (opus caementicium). El
ciertos vestigios ar- sistema de calefacción por medio de
queológicos y res- un doble suelo, fue el precursor de las
tos orgánicos, ex- llamadas “glorias medievales”.
teriores a ellas, nos Más tarde, la distribución del calor
permiten suponer por el suelo, se extendió a las pare-
su uso. Es posible des, haciéndolas dobles por medio
que desde aquí se de tegulae mammatae, tejas planas
extendiera por toda provistas de cuatro pezones en sus
Imágnenes de la autora.

la Península Itálica, esquinas (ver imagen superior) o con


al igual que sucedió ladrillos huecos a modo de cajas (ver
con las parietes for- ilustración central).
invierno·2012 61

baranda de madera, y a esta planta se

Ornamento para el hogar


accedía por una escalera interior o ex-
terior, adosada a la vivienda.
Recuerdo de estas bellas casas con
patio, con fuentes y bellos jardines Para la decoración de las paredes demuestra el gusto refinado de sus
en su parte zaguera son muchas de se utilizaron estucos pintados con propietarios, así como su posición
las casas que aún pueden verse en el diversos temas ornamentales entre económica.
área mediterránea. En nuestro caso, los que fueron frecuentes hermo- En cuanto a los huecos de puerta
buen ejemplo de ello son las casas an- sas composiciones pictóricas ins- y ventanas se sabe que se cubrían
daluzas, mal llamadas moras, en las piradas en obras famosas de los con variados y pesados cortinajes
que los floridos patios alcanzan una más conocidos pintores griegos. (vela), destinados tanto a aislar
belleza y un sentimiento incompara- Los suelos se cubrieron, asimismo, las habitaciones, como a evitar el
bles. Lo que sí hicieron los árabes es con ricos pavimentos musivarios paso del calor y el frío. Al marco
adoptar, encantados, este patrón de en los que se representaron temas general de cada habitación, patio o
vivienda y añadirles, eso sí, algunas muy variados: mitológicos, cine- jardín había que añadir las escul-
características propias de su cultura. géticos, simbólicos, etc., alternan- turas que, procedentes de Grecia
Junto a este tipo común de casas, do con los geométricos utilizados o realizadas en los talleres de los
existieron las villas a orillas del mar, como complemento y marco de los más destacados copistas instalados
con zonas de embarcaderos propios, tapices de teselas policromas y vi- en Roma, se difundieron por todo
vivaria o criaderos de moluscos y pe- driadas. Toda esta ornamentación el Imperio.
ces, comedores rupestres, etc. Para-
digma de ellas es la villa de Tiberio
en Sperlonga, donde el emperador se
solazaba con sus amigos en una mara-
villosa cueva, debidamente aparejada
como comedor marítimo y adornado
con bellas esculturas, entre las cua-
les sobresalía la que representa
el episodio de Polifemo cegado
por Ulises, del que fueron sus
autores los mismos escul-
tores que del célebre Lao-
conte: Agesandro, Atenodoro y
Polidoro.
Otra de las villas más famosas de
cuantas se conocen es la de Piazza
Armerina, en Casale (Sicilia). De
época tardorromana, aparte de la ri-
Foto: R. Pastrana

Mosaico de un ser mítico, que decora el suelo de una villa alemana


queza de su compleja estructura nos del siglo III. Museo Arqueológico de Munich.
ha dejado uno de los conjuntos más
suntuosos y variados de la musivaria
romana. Centro de interés turístico domus romana. ◙
sigue sorprendiendo a todos los que
PARA SABER MÁS:
la visitan.
En las fincas agropecuarias, el
• ANDRÉ, J. (1981): L´alimentation • ETIENNE, R. (1971): La vida coti-
centro de la vida familiar era tam- et la cuisine à Rome. París. diana en Pompeya. Madrid.
bién una lujosa mansión, dotada con
toda clase de confortables instalacio- • ARIES, P. y DUBY, G. (1987): His- • GUILLÉN, J. (1981): Urbs Roma.
nes, incluidas termas y otros lugares toria de la vida privada. Del Imperio Vida y costumbre de los romanos. La
Romano al año 1000. Madrid.
de ocio. Recuerdo de este tipo de vida privada. Salamanca.
mansiones han sido las casas de la- • CARCOPINO, E. (1944): La vida
bor europeas y, en nuestro suelo, los • PAOLI, U. E. (1964): La vida en la
cotidiana en Roma en el apogeo del
Roma antigua. Barcelona.
cortijos andaluces y manchegos, en Imperio. Madrid.
los que junto a los campos de cultivo • RAWSON, B: “Family life among
• CLARKE, J. R. (1991): The houses
o zona de pastos para la cría de toros of Roman Italy 100 BC-AD 250. the lover classes at Rome”, en Clas-
y caballos, se alza una casa señorial Ritual space and decoration. Oxford. sical Philology, LXI, pp. 71 y ss.
en la que se repite el esquema de la
62 hiems·mmdcclxv·auc

derechoromano

LAS LEYES DEL PRINCIPADO

El nacimiento
del orden imperial
Por Alejandro Valiño. del Senado, un tanto devaluados por las
manifestaciones autocrática de poderes
El advenimiento del Principado como totalitarios como los de Julio César, Sila,
forma política tuvo lugar de la mano de Mario o Pompeyo. Pero muy inteligen-
Octaviano en el año 27 a. C. El punto temente, Octaviano fue atrayendo para
histórico de partida se sitúa precisamente sí una serie de títulos que, en último tér-
en la victoria que el hijo adoptivo de Ju- mino, propiciaron la reunión en su pro-
lio César obtuvo en Actium cuatro años pia persona de la auctoritas y potestas,
antes sobre su principal rival político, cuya neta separación durante el período
Augusto asumió el poder en Marco Antonio. Se abría así el camino republicano había permitido asegurar la
para el ejercicio de un poder autocráti- libertas romana.
27 a. C. con el reclamo de la
co que, sin embargo, no comportó una Pero el Principado no solo influyó en
vuelta al sistema republicano ruptura plena con el régimen institucio- los aspectos de organización y gobierno
de equilibrio de poderes. Sin nal republicano. Es más, Octaviano, que de una Roma en creciente expansión,
a partir del año 27 a. C. asumió el título sino que en su vocación intervencionista
embargo, el Príncipe fue con-
de Augustus (venerable), se presentó en terminó por incidir también en el mun-
centrando poco a poco el poder realidad como un restaurador de aquel do del derecho. Se produjo una notable
en sus manos y extendiendo antiguo esplendor republicano. Parecía alteración en el cuadro de las fuentes
resurgir el sistema de equilibrios pactado de producción del derecho, a la par que
su control a todas las facetas
en aquel gran tratado patricio-plebeyo Octaviano monopolizaba un cúmulo
de la vida, incluido el derecho. que fueron las leges Liciniae-Sextiae del de prerrogativas de trascendencia jurí-
La actividad jurisprudencial 367 a. C., en el que se compensaban la dica como es la facultad de conceder
auctoritas senatorial, la potestas de los la civitas –como ius proprium civium
perdió su independencia, pero
magistrados y la maiestas del populus. Romanorum– o la latinitas o ius Latii;
también vivió un periodo de Sin embargo, el juego de contrapesos era la de fundar colonias y municipios; y la
extraordinaria vitalidad du- un lejano recuerdo después de la cruenta de proceder al reparto del ager publicus,
experiencia de luchas intestinas del últi- competencias todas ellas que en el perío-
rante el que se adaptaron las
mo siglo de la República. do republicano eran de órganos distintos.
instituciones tradicionales a los Lo cierto es que Octaviano no pres- El Principado trae también una ju-
nuevos tiempos, gracias a dos cindió de ninguna de las piezas sobre risdicción de carácter extraordinario,
las que se asentaba el equilibrio repu- que coexistirá durante el primer siglo
escuelas antagónicas.
blicano de antaño. Restauró los poderes de nuestra Era con el procedimiento or-
invierno·2012 63

dinario en la tramitación de los litigios pe cuando daban respuestas públicamen-


entre particulares, el llamado procedi- te. Es el llamado ius publice respondendi
miento formulario o per formulas. En ex auctoritate Principis, que marca ya
A principios del siglo I
la modalidad tradicional, demandante y una clara tendencia, que adquirirá inusi-
demandado consignaban sus pretensio- d. C. los emperadores tado vuelo en el siglo siguiente, hacia la
nes en unas formulae, redactadas por los diferenciación entre juristas oficiales y
instituyeron la figura del
propios litigantes con el auxilio de los ju- juristas independientes.
risconsultos. Estos escritos contenían los jurista oficial, un experto El primer jurista que gozó de este pri-
términos sobre los que habría de versar vilegio fue Masurio Sabino, que siem-
con autoridad para
la controversia y la actividad probatoria pre se mostró condescendiente con el
para que un iudex unus resolviera de ma- resolver dudas legales cambio político operado por Octaviano
nera definitiva la contienda. Augusto.
Frente al procedimiento tradicional,
Augusto impulsa la cognitio extra ordi- institucional de antaño, se hizo más Masurio Sabino, de la clase
nem que surgió para dar cobertura a una patente. De este modo, aquella juris- ecuestre, fue el primero en dar
serie de pretensiones que excedían el prudencia liberal e independiente, des- respuestas con carácter oficial.
campo de dedicación de los jurisconsul- pegada del influjo del poder político, Después se acostumbró dar este
tos, como los litigios por incumplimien- terminó cediendo enredada en la mara- beneficio, pero él lo tenía conce-
to del deber de prestar alimentos o de los ña imperial que pretendía controlarlo dido ya por Tiberio César. [...]
fideicomisos ordenados por el causante. todo. Sabino, entrado en años, casi
Un primer paso para ello fue el deseo de cincuenta, fue recibido en
Pérdida de la independencia del Príncipe de diferenciar a los juristas la clase ecuestre. No tuvo mu-
Buena parte del Alto Imperio coincide más próximos a él, uniendo a su propia chos bienes, pero sus discípulos
con la segunda etapa clásica del Derecho autoridad como expertos en materia jurí- le ayudaban mucho. (Digesto
(30 a. C.-130 d. C.), en la que la juris- dica la auctoritas carismática del Prínci- 1.2.2.48-50).
prudencia siguió siendo la fuente del
derecho más importante. Si la jurispru-
dencia del período anterior fue extraor-

Dos escuelas antagónicas


dinariamente creadora en extensión, en
cuanto que a ella se debe propiamente la
gestación de un vocabulario jurídico, la
jurisprudencia del siglo I d. C. lo va a ser Siguiendo la tradición de escuelas por la calidad de su ingenio
en intensidad. Los juristas de este perío- del período anterior, cobran prota- y la confianza de su doctri-
do se mueven entre conceptos e institu- gonismo dos escuelas contrapues- na, pues se había dedicado
ciones ya creadas por juristas anteriores, tas en su manera de concebir el también a las demás obras
y tratan de depurarlas y perfeccionarlas, derecho y sus instituciones: la es- de la sabiduría, comenzó a
extendiéndolas también a nuevas situa- cuela sabiniana y la escuela procu- innovar muchas cosas (Di-
ciones jurídicas surgidas con el tiempo. liana. Ambas toman el nombre de gesto 1.2.2.52).
La actividad esencial de los juristas insignes representantes, aunque no
se concreta en elaborar dictámenes (res- propiamente el de aquellos que les El influjo helenístico que recibe
ponsa) que fuesen asumidos por el juez dieron origen, que fueron, respec- cada escuela también es diferente.
que ha de resolver la controversia some- tivamente, Ateyo Capitón y Marco Los sabinianos estaban más próxi-
tida a su consideración. Hay que tener Antistio Labeón. mos al realismo estoicista, mien-
en cuenta que los jueces de este período Mucho se ha escrito sobre las tras que en los proculianos estaba
no son funcionarios ni cuentan con una diferencias entre una y otra es- más presente el influjo aristotélico.
especial cualificación en materia jurídi- cuela. Los sabinianos son más Tampoco cabe descartar que las
ca y, por ello, se amparan en la sapien- proclives a la nueva forma política diferencias entre una y otra escue-
cia (auctoritas prudentium) que en este inaugurada por Octaviano, frente la puedan quedar reducidas a una
campo muestran los juristas. al conservadurismo republicano de distinta tradición de magisterio. De
Sin embargo, también la actividad los proculianos, en general, y de esta forma, se continuaría aquella
jurisprudencial terminó por resentirse Labeón, en particular. No en vano, contraposición de estilos del período
en aquella independencia liberal que las fuentes antiguas nos informan republicano entre el planteamiento
la había caracterizado durante el perío- de que: más sistematizador de Quinto Mu-
do republicano. El intervencionismo cio Escévola y el más cercano al ca-
creciente del Príncipe en este campo, Ateyo perseveraba en la suismo tradicional romano de Ser-
pasado el momento inicial de aparen- tradición, en tanto Labeón, vio Sulpicio Rufo.
te voluntad de restaurar el equilibrio
64 hiems·mmdcclxv·auc

Sabino es autor de una obra dividi- Sin duda la personalidad más relevan- Un halo de misterio envuelve la per-
da en tres libros, dedicada al ius civile, te de todo el período clásico fue Salvio sonalidad de Gayo, que se ha convertido
siguiendo en gran medida la sistemá- Juliano, quien en tiempos de Adriano en uno de los personajes esenciales para
tica de otra obra del mismo género en llevó a cabo la codificación del edicto el estudio del Derecho romano, pese a
el período republicano: el ius civile de pretorio, lo que supuso de alguna ma- no tener propiamente la consideración
Quinto Mucio Escévola, dividido en 18 nera cegar la principal fuente para el de jurista en cuanto que no cumplió la-
libros. Discípulo suyo fue Casio Longi- progreso jurídico. En lo sucesivo esta bores de asesoramiento ni cultivó la lite-
no, que también da nombre a la escuela, función renovadora corresponderá al ratura casuística. Más bien es precursor
llamada en ocasiones escuela casiana. ius novum, esto es, al derecho dimanan- del género didáctico con su obra más im-
Por contra, careció del apoyo impe- te de la Cancillería imperial. Justiniano portante, Instituta Gaii, donde en cuatro
rial Marco Antistio Labeón, sin duda llegó a decir de él que fue el más sabio libros presentaba de forma sistemática
uno de los juristas más importantes del de los jurisconsultos antiguos.
período, del que sabemos que dedicaba Otro jurista de gran impor-
la mitad del año al estudio científico y tancia es Sexto Pomponio, autor
la práctica, mientras que la otra mitad la de una historia de la jurispru-
empleaba en la actividad del responde- dencia romana hasta su tiempo
re, y en instruir complementariamente llamada Enchiridium. El ex-
a los discípulos que le acompañaban en tracto recogido en el Digesto
su labor de asesoramiento. de Justiniano, es la fuente que
Labeón es un notable cultivador del nos permite conocer sintética-
género casuístico y un gran innovador, mente cómo fue aquella nacien-
como se refleja en sendos comentarios te actividad jurisprudencial, des-
al Edicto del Pretor Urbano y a la Ley de el origen de la ciudad hasta los
de las XII Tablas. Su discípulo Próculo tiempos del propio Pomponio.
es quien da nombre a la escuela, llama-
da proculiana o proculeyana. Otros re-
presentantes dignos de mención fueron Tiberio concedió a Sabino el
Neracio Prisco y Juvencio Celso. privilegio de interpretar la ley en
Dentro del siglo II d. C. ejercieron nombre del emperador. Busto del

Foto: Virtusincertus
otros juristas y maestros de Derecho. Museo de Nápoles.

El esplendor de la literatura jurídica


Bajo el reinado de Augusto se gene- casos prácticos, esto es, colecciones • MONOGRAFÍAS
raliza el cultivo de la literatura jurí- de supuestos de hecho casi siempre Tratan sobre determinadas materias
dica, concretada en distintos géne- imaginarios que el jurista resuelve del Derecho privado como la hipo-
ros que persiguen el asesoramiento con fines de instrucción para sus teca, la dote o las donaciones entre
y la enseñanza. Son, en buena me- discípulos. cónyuges.
dida, fiel reflejo del cuadro de fuen-
tes del derecho existente por enton- • DIGESTA • COMENTARIOS
ces. A continuación se consignan los Género que combina responsa rea- Unas veces se refieren a leyes espe-
géneros más representativos: les e imaginarios, pero ordenados cialmente trascendentales en cues-
conforme a la estructura del edic- tiones de Derecho privado como la
• RESPONSA to pretorio, que es todavía en este legendaria Ley de las XII Tablas, la
Colecciones de respuestas orales tiempo la vía para el progreso jurí- Lex Cincia en materia de donaciones
que los juristas daban a las consul- dico. El pretor, siempre atento a las o la Lex Papia Poppea en relación
tas que les formulaban los particula- nuevas necesidades que demanda con las implicaciones patrimoniales
res o los jueces, casi siempre sobre una sociedad en permanente trans- derivadas del matrimonio y la filia-
cuestiones de naturaleza patrimo- formación, incorpora a su edicto ción. Otras veces los comentarios se
nial, que son las que preocupaban a constantemente nuevos medios ju- centran en el edicto pretorio y el ius
los juristas de entonces. diciales. Estas adendas tenían la fi- civile, encarnado por esa tradición
nalidad de permitir una mejor tutela interpretativa practicada desde anti-
• LIBROS DE QUAESTIONES de los intereses patrimoniales de los guo sobre la base del parco texto de
El equivalente a nuestros libros de ciudadanos. la Ley de las XII Tablas.
invierno·2012 65

las nociones elementales de Derecho ro- liberal y despegada del influjo del po- res están muy bien representados en el
mano. Se trata de una obra que alcanzó der político. Las obras más importantes Digesto de Justiniano, la emblemática
gran predicamento en épocas posteriores de este periodo son las de regulae, que antología de jurisprudencia elabora-
y ello explica la fama que llegó a alcan- reflejan un cambio metodológico que da bajo este emperador. Con estos tres
zar Gayo hasta el punto de ser uno de tiende a alejarse del casuismo tradicional grandes juristas, sin duda los preferidos
los cinco autores cuyos escritos podían para concretar ahora el saber jurídico en de Justiniano a la hora de componer el
ser alegados en juicio, tal como estable- forma de principios jurídicos breves o Digesto, se cierra el ciclo creativo de la
ció la llamada Ley de Citas (426 d. C.). axiomas vertidos en la praxis judicial del jurisprudencia romana y se abre propia-
Algunas instituciones de época arcaica y momento. mente el período postclásico. ◙
clásica las conocemos, aunque sea sin- De esta época son también los institu-
téticamente, gracias a la obra de Gayo, ta, libros destinados a exponer sistemá-
pues Justiniano, el gran compilador de ticamente las nociones elementales en
las obras de los juristas clásicos, se tomó materia jurídica para estudiantes de las PARA SABER MÁS:
la licencia de actualizar su pensamiento, nacientes academias. La aparición de es-
depurándolo de las referencias que éstos tas obras evidencia un cambio en la for- • D’ORS Á. y D’ORS X. (2004):
pudieron hacer a instituciones antiguas ma de aprendizaje del Derecho, tendente Derecho privado romano. Pam-
que no respondían a la mentalidad del ahora a la exposición magistral en lugar plona.
siglo VI d. C. del estilo de convivencia con el maestro • SAMPER, F. (2003): Derecho
propio del período republicano. romano. Santiago de Chile.
Recopilaciones de los viejos tiempos La última generación del periodo
Los juristas que ejercieron bajo los An- clásico coincide con el Principado de • VALIÑO, E. (1991): Institucio-
nes de Derecho privado romano.
toninos y los Severos experimentan una Adriano, aunque sus representantes más Valencia.
tendencia creciente desde el adveni- conocidos son de época de los Severos:
miento del Principado: no solo se ocu- Papiniano, Paulo y Ulpiano. Estos auto-
parán del derecho privado, objeto tradi-
cional de dedicación, sino que ampliarán
su radio de acción al derecho público,
en particular todo lo que atañe a la or-
ganización política y administrativa de
un Imperio cada vez más extenso. Tam-
bién tocan el derecho fiscal y el derecho
criminal, materias éstas de las que no se
ocuparon, en cambio, los juristas de la
época republicana.
Los juristas de este período se ca-
racterizan por un estilo enciclopédico,
de modo que en sus escritos, antes que
mostrar novedosos planteamientos, se
prefiere la recepción de opiniones de
juristas anteriores. Los géneros literarios
preferidos serán los grandes comentarios
al edicto pretorio (libri ad edictum) y
al derecho civil, que en este período se
concretarán en obras de comentario al
ius civile de Sabino, convertido en este
período en el paradigma del ius civile,
recibiendo por ello este género literario
el nombre de libri ad Sabinum.
Como consecuencia del creciente in-
tervencionismo de la burocracia imperial
en el ámbito del derecho, surgen otros
géneros literarios que se compadecen
mejor con el ius novum, esto es, con el
derecho que ahora, de forma monopo-
lística, parte de la Cancillería imperial.
Desaparece prácticamente el cultivo de
la jurisprudencia como una actividad
66 hiems·mmdcclxv·auc

asentamientoshispanos

La joya púnica CARTAGENA

de la Península Ibérica

El teatro cons-
truido sobre una
ladera del monte de
Esculapio es, quizá,
el edificio más em-
blemático que los
romanos dejaron
en la urbe fundada
por Asdrúbal.

Fundada a finales del siglo Por Gabriel Castelló. Una cita del siglo IV d. C.
III a. C. cerca de un asen-
tamiento íbero, Cartagena Cartagena, uno de los mejores puertos
naturales de toda la antigua Iberia, fue Se halla luego el puerto Nam-
estaba llamada a ser un destino y origen de grandes gestas. natio que desde el mar abre su
punto esencial en la domi- Aparece mencionada en la “Ora Ma- curva cerca de la ciudad de los

nación púnica de la Penín- ritima” de Avieno, quien quizá descri- mastienos. Y en el fondo del
biese la antigua ciudad ibera sobre la golfo se levantan las altas mu-
sula Ibérica. Sin embargo, que se yergue hoy Cartagena o puede rallas de la ciudad de Mastia.
la confrontación con Roma que fuese otro cerro amurallado cer-
hizo que pronto cambiase cano y ya desaparecido, pero historia- R. Festo Avieno
dores de la talla del hispanista alemán Ora Marítima
de manos y se convirtiese Adolf Schulten sostenían que así era.
en un foco de romaniza- Para él, y para otros eruditos de
ción. Los sucesivos dueños nuestro pasado, la ciudad de Mastia como fuese, lo que es cierto es que la
ejercía cierto poder político en el su- región era fecunda en pesca y minería
del enclave forjaron diver- reste hispano, siendo el punto más de zinc, plomo y plata, por lo tanto un
sas denominaciones para oriental de la influencia tartesia. De bocado muy apetecible para cualquier
afirmarse en esta posición: hecho, aparece en un tratado entre potencia marítima del Mediterráneo
Roma y Cartago fechado hacia el 348 antiguo.
Qart-Hadasht, Carthago a. C. una tal Mastia Tarseion que bien La historia de Cartagena como urbe
Nova, Spartaria... podría referirse a este enclave. Fuera y emporio se inicia siglos después. Fue
invierno·2012 67

Asdrúbal el Bello, yerno de Amílcar


Barca, quien, quizá seducido por la
costumbre panhelénica de alzar em-
porios en ultramar, fundó una nueva
ciudad (Qart-Hadasht significa eso
mismo en púnico) y base de opera-
ciones cerca o sobre la antigua Mastia
bastetana en el 225 a. C. Justo un año
antes Roma y Cartago habían cerrado
un compromiso de influencia conocido
como el Tratado del Ebro que delimi-
taba las zonas suscritas a cada potencia
a las orillas del Ebro: el sur era territo-
rio púnico y el norte, romano.
Asdrúbal planificó su nuevo centro
de poder al estilo de la época, edifican-
do su palacio residencia en una de las
cinco colinas intramuros, el Cerro del En la primavera de 219 a. C. partió más sangrienta que tuvo que soportar
Molinete, conocido en su época como de la ciudad la marcha de Aníbal, la República romana.
Arx Hasdrubalis, y probablemente que le llevaría hasta Roma. Arriba, El conflicto, al principio favorable
cerca de él un templo consagrado a las un grabado de Motte presenta a a los intereses púnicos, pronto se vio
divinidades tutelares de Cartago, Baal unos elefantes superlativos arreme- equilibrado gracias a la audacia de
o Melqart. Sólidos muros flanqueaban tiendo contra la infantería romana. Publio Cornelio Escipión, el joven
las cinco colinas. La ciudad contaba de veinticinco años al que el Senado,
con un puerto natural excelente, casi cediendo ante la presión popular, le
inaccesible por tierra al estar ubicada concedió el imperium sin cargo de His-
en una península rodeada por el mar y pania y mando sobre las dos legiones
una laguna salobre que la abrazaba por venganza. Su asesinato pudo haber que le hubiesen correspondido como
el norte, según cuenta Estrabón: estado motivado por discrepancias procónsul.
políticas, pues algunas fuentes señala- Ningún cartaginés de Iberia sopesó
Después de Abdera, viene la ban a uno de sus oficiales como autor la posibilidad de que Roma, después
Nueva Cartago, que fue fundada del magnicidio. En cualquier caso, le de haber sufrido una serie de durísi-
por Asdrúbal, sucesor de Amílcar sucedió su cuñado, Aníbal Barca, un mos reveses militares en Italia e His-
Barca, padre de Aníbal. Es entre joven osado que disentía de su políti- pania, tuviera arrestos de enviar a un
todas las ciudades de la zona la ca de pactos y no beligerancia con el inexperto legado a territorio enemigo
más poderosa; goza de una si- eterno rival. dispuesto a cortarle los suministros
tuación natural fuerte y de unas a Aníbal y derrumbar las clientelas
murallas bellamente construidas. Cuna de una campaña legendaria iberas que lo sostenían. Craso error,
Dispone de varios puertos, de una Fue en el gran palacio de los Barca en pues el joven Escipión, desoyendo sus
laguna y de las minas de plata. Qart-Hadasht donde se urdió una de órdenes de mantenerse a la defensiva
(Geografía) las campañas militares más trascen- en la ribera norte del Iberus, recorrió
dentales de la Historia de la Humani- en tiempo récord la distancia que se-
Desde su flamante palacio, Asdrúbal dad. Desde esta base de operaciones paraba Emporiae (Ampurias) de Qart-
el Bello afianzó su control sobre las salió Aníbal en la primavera del 219 Hadasht. Llegó ante los muros de la
posesiones púnicas en Iberia y retuvo a. C. al frente de sus legendarios ele- ciudad púnica con tanto sigilo que
en Qart-Hadasht a muchos hijos e hi- fantes dispuesto a tomar Arse (ver pudo tomarla por asalto en una acción
jas de régulos aborígenes, en un sutil Stilus8) y, con ello, cumplir la prome- combinada con la flota dirigida por su
intento de sostener el delicado equili- sa que con solo ocho años le hizo a su eficiente amigo Cayo Lelio.
brio de alianzas. Lo que le proporcio- padre ante el fuego sagrado de Baal: Varias cohortes vadearon de noche
naba vía libre a explotar los ingentes odio eterno a Roma. la laguna norte y escalaron los muros,
recursos de la región, desde las minas La ciudad edetana, aliada declara- abriendo las puertas para que el resto
de las sierras oretanas hasta los espar- da de Roma, se encontraba al sur del de las tropas que esperaban agazapa-
tales bastetanos. Iberus, por lo tanto dentro de la zona das en el istmo. Estas irrumpieron en
Poco le duró la alegría al cartaginés. de influencia púnica. La obstinación la ciudad sin resistencia, pues la guar-
A principios del 221 a. C fue asesinado arsetana y el consiguiente inicio de nición estaba entretenida repeliendo
en su propio palacio, no se sabe bien si hostilidades fue el detonante de la un ataque-señuelo en otra parte de la
por un rehén galo o un ibero ávido de Segunda Guerra Púnica, la contienda ciudad.
68 hiems·mmdcclxv·auc

Por orden expresa de Escipión, y Pocos años después, durante la época La lenta decadencia de Carthago
contra todo pronóstico, la ciudad no Julio-Claudia, la Tarraconense fue divi- Nova tuvo una tregua durante el man-
fue saqueada, ni sus moradores violen- dida en siete conventos jurídicos, una dato de Diocleciano. En el 298, este
tados, incluido el hermano de Aníbal, especie de distritos. Uno de ellos era el enérgico emperador dispuso un nuevo
Magón. Los rehenes iberos fueron li- conventus iuridicus carthaginensis. reparto provincial destinado a erradi-
berados y enviados a sus casas, en un Aunque en muchos estudios se habla car las diferencias entre provincias, en-
claro gesto de ruptura con la política de que la gran crisis del mundo antiguo tregar su gestión a un praeses (literal-
cartaginesa de coacción y chantaje. La sobreviene a partir del siglo III, la rea- mente ‘presidente’, el gobernador) no
toma de Qart-Hadasht supuso un pun- lidad es que en el sureste hispano el de- senatorial y agrupar dichas provincias
to de inflexión en la Segunda Guerra clive arranca un poco antes, desde me- en regiones llamadas diócesis.
Púnica. Así lo vio Schulten: diados del II. Ciudades vecinas como
Lucentum son prácticamente abandona- El emporio de la salsa de pescado
Con la plata de las minas de Car- das a finales de este siglo. En el caso de En este nuevo mapa de Hispania, Car-
tagena pagaron ellos a sus mer- Carthago Nova, algunos edificios pú- thago Nova quedó como capital de la
cenarios, y, cuando por la toma blicos dejan de restaurarse, la actividad provincia Carthaginensis, dependiente
de esta en 209 a. C. Carthago se reduce al Cerro del Molinete y toda de la vicaría de la diócesis hispana de
perdió estos tesoros, Aníbal ya la parte oriental de la ciudad se aban- Emérita Augusta (Mérida). Este respi-
no fue capaz de resistir a los ro- dona, quizá a causa del agotamiento de ro hizo que la parte oriental se urba-
manos. De manera que la toma los recursos mineros de La Unión. Por nizase de nuevo utilizando los restos
de Cartagena decidió también la estas fechas también entra en declive de los grandes edificios de época del
guerra de Aníbal. (Fontes Hispa- Portus Magnus (Portmán), uno de los Principado como el teatro, el mercado
niae Antiquae) puntos de carga del mineral extraído de y el Foro de Augusto.
las serranías colindantes. Aquel fue el momento más flore-
Desde su inesperada conquista, la ciente en la exportación de garum
ciudad pasó a conocerse en el mundo pues, con las minas casi agotadas, bue-
romano como Carthago Nova. Re- na parte de la población vio en la salsa
cibió el título de municipio romano de pescado su mejor fuente de ingre-
hasta que, ya a principios del 44 a. C., sos. Un ejemplo de dicha transforma-
y dentro del reparto de colonos ve- ción industrial es la villa de Paturro,
teranos promovido por César tras la en la citada Portmán, dedicada a la mi-
Guerra Civil, la ciudad fue reconocida nería durante el Principado y al garum
como colonia. La epigrafía C·V·I·N·C durante el Imperio.
(Colonia Urbs Iulia Nova Carthago) La situación de Carthago Nova,
no deja lugar a dudas. apartada de las grandes vías empe-
dradas que surcaban Hispania, hizo
El dominio romano que se escapase de las algaradas fran-
Carthago Nova fue dotada de los es- cas que asolaron Tarraco, Valentia e
pacios y edificios públicos de una gran
Fotos: Rafael del Pino
ciudad: un anfiteatro ya en época repu-
blicana, un conjunto de templos sobre el
viejo palacio de Asdrúbal, un teatro en
la falda del Monte de Esculapio, foro,
termas, mercado, puerto y demás ele-
mentos típicos del urbanismo romano. Las bases de
las columnas,
Perteneciente a la nueva provin-
conservadas in
cia Tarraconense según el reparto de situ (izquierda),
Augusto en el 27 a. C., la colonia fue permiten hacerse
tomando importancia en el territorio, una idea del tra-
por ser uno de los puertos más próspe- zado de las calles
ros en el negocio de la exportación de porticadas de la
garum, el condimento por excelencia antigua Carta-
de la cocina romana. Desde la bahía gena romana.
de Mazarrón a la propia isla de Es- Arriba, recons-
trucción de una
combreras (scomber significa caballa
de estas calles en
en latín), multitud de factorías de esta una maqueta del
preciada salsa salpicaban los alrededo- museo arqueoló-
res de Carthago Nova. gico local.
invierno·2012 69

Ilici a finales del siglo III,


pero dicha contingencia no
fue motivo suficiente para
evitar el saqueo vándalo del
425. De cualquier modo, la
ciudad se sobrepuso a tal
desastre y poco después, en
el 461, el propio empera-
dor Mayoriano reunió en el
puerto de Carthago Nova a
la flota imperial dispuesto a
erradicar a los vándalos del
Mare Nostrum; su dársena Dos episodios de los últimos
fue testigo de los preparativos de la tiempos de la presencia romana
en Cartagena: la estela de Co-
ambiciosa campaña de reconquista
menciolo (arriba) y un sólido de
del África romana. Mayoriano (derecha).
La expedición fue disuelta antes de
empezar. Una escueta armada ván-
dala de diecisiete naves derrotó a las restaurar el poder de Roma en el Mare
cuarenta romanas frente a las costas Nostrum, accedió a enviar tropas a
de Carthago Nova el 13 de mayo de Hispania.
aquel mismo año. Quedó destruida Tras una serie de rápidos combates,
tanto la flota imperial como cualquier Carthago Nova, por entonces conoci-
pretensión de recuperar los territo- da como Spartaria por el esparto que Hispania se alegrará por tal rector
rios perdidos. Según algunas fuentes, producía su territorio, quedó como mientras los polos giren y el sol
varios tetrarcas de la armada romana obispado y capital de la provincia bi- circunde el orbe. Año VIII. Indic-
fueron sobornados por los agentes de zantina de Spania, espacio que com- ción VIII.
Genserico, factor decisivo para que la prendía el actual oeste de Marruecos
superioridad numérica romana no fue- y una buena franja costera del sur de Tras muchos años de presión visi-
se determinante y permitiesen que los la península desde la desembocadura goda, perdiendo progresivamente casi
vándalos hundiesen la mayor parte de del Annas (Guadiana) a la del Thader todo el territorio ganado en tiempos de
las naves de Mayoriano. (Segura), incluyendo en su máxima Justiniano, fue el rey Suintila quien,
extensión las ciudades de Tingis, Cor- sobre el 622, arrebató la ciudad a los
Visigodos y bizantinos duba, Malaca o Ilici, por nombrar las bizantinos. Este tremendo asalto ru-
El emperador se vio forzado a pactar más populosas. bricó el final de la Cartagena antigua.
con el rey vándalo, perdiendo con tan Los romanos de Oriente revitaliza- Según narró San Isidoro, la ciudad fue
denigrante derrota el respeto de mu- ron la ciudad, fortificándola de nuevo, demolida hasta sus cimientos: «Hoy
chos de sus colaboradores más allega- saneándola y ocupando con barrios co- día, de la ciudad, destruida por los go-
dos; su magister militum, el también merciales los espacios abandonados, dos, apenas quedan sus ruinas». ◙
vándalo Ricimero, le forzó a abdicar como sucedió con el teatro, que así
tres meses después de aquel desastre perduró sepultado hasta nuestros días.
naval. La suerte estaba echada y el Testigo de esta fase es la lápida del PARA SABER MÁS:
Imperio romano de Occidente dejaba patricio Comenciolo, datada entre los
de existir como tal quince años des- años 589 y 590 y que dice así: • ARCE, J. (2009): El último
siglo de la España romana. 284-
pués. La batalla de Carthago Nova 409, Alianza Editorial.
quizá fuese una de sus últimas derro- Quien quiera que seas, admirarás
tas, tan amarga y trágica como el oca- las partes altas de la torre y el • GOLDSWORTHY, A. (2006):
so de Occidente. vestíbulo de la ciudad afirmados In the name of Rome. The men
who won the Roman Empire.
La ocupación visigoda no hizo más sobre una doble puerta. A dere- Editorial Ariel.
que acentuar el deterioro progresi- cha e izquierda lleva dos pórticos
vo de las antiguas urbes romanas. con doble arco a los que se super- • PELLÓN, J. (2001): Iberos. La
Después de años de convulsiones in- pone una cámara curva convexa. vida en Iberia durante el primer
milenio antes de Cristo. Editorial
ternas, un grupo de ciudadanos que El patricio Comenciolo mandó ha- Espasa.
añoraban tiempos pasados de orden y cer esto enviado por Mauricio Au-
gloria enviaron una petición de soco- gusto contra el enemigo bárbaro. • SCHULTEN, A. (2004): Hispa-
rro al emperador de Oriente, Justinia- Grande por su virtud, maestro de nia. Editorial Renacimiento.
no, el cual, en su determinado afán de la milicia hispánica, así siempre
70 hiems·mmdcclxv·auc

lashuellasdelaslegiones

Un balcón con vistas


a Portus Victoriae
A 700 metros de altura un
paraje yermo acoge los UBICACIÓN
restos de un campamen- El Campo de las Cercas, entre los términos de Puente Viesgo y
San Felices de Buelna (Cantabria).
to testigo de las Guerras
Cántabras. La resistencia COORDENADAS
de este pueblo, apegado a 43º 15’ 30” N; 4º 0’ 13” O.

un paraje agreste, llevó a


DESCRIPCIÓN
las legiones a abandonar
Es un campamento romano para dos legiones emplazado sobre la
sus tácticas tradicionales. cuerda de las cumbres entre los ríos Pas y Besaya, desde el que
se tiene control visual al norte de la bahía de Santander (Portus
Lejos de los valles donde Victoriae). A 7 kilómetros al sur se encuentran los yacimientos
de Espina del Gállego. Consta de dos recintos anexos dotados de
eran sometidos a embos- foso, agger de piedra y contra-agger. Está interrumpido por al
menos seis entradas en clavícula interna.
cadas y ataques por sor-
presa, los soldados roma- DATACIÓN

nos se lanzaron a dominar El complejo parece estar relacionado con el período de las Guerras
Cántabras. Sin poder determinar si se corresponde con las primeras
las cumbres para cerrar campañas del conflicto, iniciado en el 25 a. C. por Augusto, o si se
trata de un campamento romano relacionado con las revueltas pos-
poco a poco la tenaza so- teriores.

bre el enemigo.

Texto: F. J. García Valadés. la resistencia de los pueblos del no- la campaña, en un intento por ligar
roeste. El Princeps tenía que acabar directamente su figura a la culmina-
Hacia el año 30 a. C. Octaviano di- con la amenaza de estos belicosos ción de la expansión romana.
señó un plan para cerrar las fronteras vecinos para conseguir la ansiada En Segisama (Sasamón), el Prin-
del Imperio llevándolas hasta límites paz, la Pax Romana. El propio Oc- ceps determinó abrazar toda la Can-
geográficos. En la Península Ibérica, taviano se desplazó al escenario de tabria en tres cuerpos de ejército. Se
estos planes chocaban de bruces con operaciones para dirigir en persona inició una guerra que según Floro se
invierno·2012 71

convirtió en una «especie de ojeo de cesivos hasta el corazón mismo del


fieras». Las tropas empezaron a su- territorio enemigo. Aunque no así el
frir los rigores del terreno montaño- total sometimiento, que llevaría aún
so y la hostilidad de un enemigo que una década al empeño romano. No
golpeaba en diferentes sitios a la vez.
Tras la derrota en Ber- obstante, consiguió dar término a
La campaña no evolucionaba gida los cántabros se la campaña para descanso del Prin-
conforme a lo esperado y el propio ceps y aprovechamiento de la pro-
Octaviano cayó enfermo, quizás por
refugiaron en las altu- paganda imperial. Llegados a este
la ansiedad generada por la situa- ras, lo que obligó a las punto volvió Octaviano para cerrar
ción. Para colmo sufrió un hecho la campaña, reasentar a la población
que le llevó a replantear su actua-
legiones a combatir en en los valles, tomar rehenes y ven-
ción en la propia campaña. Un rayo terrenos adversos der esclavos.
cayó junto a su litera y mató a uno
de los porteadores. Decidió abando- Restos de la guerra
nar el conflicto y retirarse a Tarra- Puerto del Escudo hasta marchar Las lides bélicas dejaron por toda la
co. No sin antes confiar el desarrollo por el cordal que separa los valles Cornisa Cantábrica un rastro de cam-
de la guerra a su legado de confian- del Pas y el Besaya. En su avance pamentos que las legiones utilizaron
za, Antistio Veto. asedió Aracillum (¿Espina del
En un intento por desatascar la Gállego?) y se acuarteló en el
situación, el hombre fuerte de Oc- Campo de las Cercas, desde
taviano se decidió a atacar las es- el que ya divisaba la bahía de
paldas de los cántabros por mar tra- Portus Victoriae (Santander)
yendo tropas desde Aquitania. Sólo en donde culminaría la con-
tuvo lugar una batalla abierta bajo quista.
las murallas de Bergida (¿Monte Antistio había demostrado
Bernorio?) que se saldó con la de- de nuevo su habilidad para
rrota cántabra. A partir de ese mo- el desarrollo de la guerra
mento toda la campaña transcurrió en territorios de difícil oro-
en altura pues los cántabros se aco- grafía. Combinó diferentes
gían a ella como defensa natural. estilos de conquista anali-
El propio Antistio, siguiendo la zando las circunstancias.
estrategia seguida en su día contra Empleó el asalto y también
los salassi, avanzó perpendicular a la realización de extensos
la costa cántabra tomando la cumbre cercos para asedios pro-
de las cadenas montañosas. Quizás longados. Dominando los
operara él mismo con la columna valles desde las alturas se
central romana. Esta columna as- garantizaba su control y
cendió desde el valle del Ebro por el un avance sin peligros ex-

Restos de los muros que rodeaban el campamento romano de Las Cercas.

Foto: Sociedad Cultural Éride


72 hiems·mmdcclxv·auc

para doble gar el ardor guerrero de las mente el yacimiento del asedio de la cuentan con agger de tierra. Lo cir-
tribus locales. Uno de ellos todavía Espina del Gállego. cunvala un único foso defensivo en
es identificable a simple vista entre El recinto campamental tiene una todo su perímetro. En el interior en-
Puente del Viesgo y San Felices de extensión de 18 hectáreas. Su forma contramos una división del recinto
Buelna. Se encuentra localizado sobre rectangular es alargada y estrecha. Su con una estructura defensiva de foso
el extremo norte de las últimas estri- eje mayor se prolonga aproximada- y agger que parte el campamento en
baciones de la cordillera que divide mente un kilómetro, mientras que su dos mitades de similares proporcio-
las cuencas de los ríos Pas y Besaya. ancho es de unos 200 metros. Consta nes. Esto nos lleva a reconocer un
Su emplazamiento sobre la cuerda de cuatro esquinas redondeadas, típi- posible campamento para una legión
misma de la montaña (a 708 metros cas de un campamento romano. al sur, al que se le anexa un segundo
de altitud) le hace verter aguas hacia Los lados sur y oeste presentan recinto para una nueva legión.
ambos valles. Desde el mismo cam- agger de piedra, aprovechando las Podemos localizar hasta seis en-
pamento se divisa al norte la bahía de rocas de los canchales que afloran tradas claviculae. Sobre el lado oes-
Santander y al sur se domina visual- en esos lados. Los lados norte y este te podemos identificar cuatro, algu-

Un hombre fiel y efectivo


Cayo Antistio Veto nació en el seno paso de San Bernardo en los Alpes.
de una antigua familia plebeya con Sin lugar a dudas, tuvo aquí la opor-
importante peso político. La familia tunidad de experimentar un nuevo
Antistia contaba con tribunos de la estilo de guerra que años más tarde
plebe en su propia historia. Su pa- tendría que volver a afrontar.
dre fue el propretor de la Hispania Los salassi evitaron el enfrenta-
Ulterior en el 68 a. C. El cuestor de miento directo contra las legiones
Antistio Veto padre era un joven Julio romanas de Antistio Veto. Aban-
César. En el año 61 a. C., como de- donaron los valles para obligar al
volución del favor, Julio César, nuevo ejército romano a operar en unas
propretor de la Hispania Ulterior, lle- condiciones inapropiadas. Las legio-
varía a Cayo Antistio Veto hijo como nes tuvieron que hacer frente a una
cuestor. guerrilla montaraz para la que nunca
Denario acuñado por Antistio Veto.
En el 57 a. C. Cayo Antistio Veto fueron concebidas. Antistio aprendió
fue elegido tribuno de la plebe. Pudo a maniobrar en montaña, a emplear
así hacerse con un honor que habían con flexibilidad la legión haciendo perto en combatir pueblos montara-
desempeñado en diferentes ocasio- uso de cohortes, más operativas, a ces y a su característica guerra de
nes sus antecesores. Colaboró con internarse en territorio hostil por la hostigamiento y retirada. El hombre
el mismo Cicerón en su oposición a misma cordillera evitando los riesgos ideal, sin duda alguna, era Cayo An-
Clodio. de desplazarse por los valles y ga- tistio Veto. Acompañaría al Princeps
Fue durante la guerra civil cuando rantizándose el control visual. Consi- como pretor de la Hispania Citerior.
manifestó sus cualidades militares. guió retomar el control de los pasos Su papel se revelaría fundamental a
Por tradición familiar y por compro- alpinos y sobre todo una experiencia la hora de llevar a buen término los
miso personal con Julio César adoptó militar muy especializada que le do- planes militares.
el bando cesariano. En el año 45 a. taría de singularidad. Quizás en otro momento de la
C. le encontramos enfrentándose a En el año 30 a. C. llegó a la cum- historia de Roma hubiese sido digno
Q. Cecilio Basso, que intentaba for- bre de su carrera política al ser ele- de un triunfo como verdadero vence-
mar un ejército en el Este para apo- gido consul suffectus. Por aquella dor de la guerra. Pero el Senado se
yar a Pompeyo. Antistio Veto llegó época, Octaviano decidió cerrar la lo ofreció a Octaviano. Comenta Flo-
a asediar al ejército pompeyano en conquista de la Península Ibérica. ro que el Princeps «ya era tan gran-
Apameja, pero tuvo que retirarse Pero para ello necesitaba un hombre de que desdeñó el ser engrandecido
ante la amenaza de los partos. de confianza, fidelidad contrastada y con un triunfo». Como licencia, nos
Finalizada la guerra civil retomó su capacidad militar. atrevemos a pensar que el primer
carrera militar consiguiendo la victo- Las condiciones peculiares de la hombre de Roma lo rechazó como
ria ante los salassi. Se trataba de una campaña contra los cántabros re- gesto de justicia ante su legado de
tribu gala cisalpina que controlaba el querían además de un general ex- confianza.
invierno·2012 73

nas de ellas muy bien conservadas Glosario


en las que se aprecia claramente el
muro. En los lados norte y sur se • Agger: Talud interior, parapeto
o terraplén que delimita el campa-
abren sendas entradas claviculae, Algunos ases tardíos mento.
estando la orientada al norte defen- • Castra aestiva: Campamento
dida a su vez por un posible titulum. encontrados en la zona romano de marcha.
• Clavicula: Entrada con prolonga-
Curiosamente el lado este no ofre- parecen indicar el uso ción de uno de los muros en forma
ce aberturas, si bien el curso de una de arco sobre el vano de la entrada.
pista moderna puede haber dañado del recinto para aplacar • Consul suffectus: Cónsul que
las estructuras en este lado. revueltas posteriores a
sustituye a otro que no ha finalizado
su mandato.
• Contra-agger: Talud exterior
Armas y monedas la guerra de Veto sobre el foso, era opcional.
El campamento romano del Cam- • Titulum: Tipo de puerta con-
sistente en un segmento de muro
po de las Cercas fue localizado en adelantado frente a la entrada.
1998. Desde entonces ha sido objeto ceca de Kelse, del 45 a. C. en ade- • Pilum: Arma arrojadiza legionaria
de prospecciones y algunas excava- lante, un denario de Baskunes, del consistente en un vástago de hierro
ciones y sondeos de poca entidad. siglo I a. C. y dos ases, uno de Ne- fijado a un asta de madera.
• Princeps: Título de primer ciu-
Entre los materiales aportados mausus (Nimes), del 27 al 12 a. C., y dadano otorgado a Octaviano por el
por los trabajos arqueológicos des- otro de Caesaraugusta, del 12 a. C. Senado para conservar la tradición
tacan un pilum, un fragmento de en adelante. Esta última datación nos republicana.

fíbula, placas de bronce y diversos permitiría asociar el yacimiento a


objetos de hierro como una piqueta momentos muy tardíos del conflicto
y herramientas. En el exterior del y por lo tanto a una posible interven- forman parte de una línea de pene-
recinto, sobre la vertiente oeste, se ción ante una revuelta cántabra. tración legionaria sobre Cantabria.
localizó un glande de plomo. Al poner en relación los restos Dicha vía probablemente discurría
Igualmente se ha sacado a la luz del Campo de las Cercas con otros por toda la cuerda de la Sierra del
material numismático que nos con- yacimientos romanos propios del Escudo partiendo del valle del Ebro.
firma la datación del campamento. teatro de operaciones de las Guerras Por lo tanto en una clara dirección
Es relevante un as celtibérico de la Cántabras, podemos determinar que perpendicular al mar. ◙

PARA SABER MÁS:

El perímetro campamental de Las


• MARTINO, E. (2002): Roma
Cercas aún se distingue desafian- contra cántabros y astures. Nue­
te en la cresta de la montaña. En va lectura de las fuentes. Brevia-
la vista panorámica inferior, en rios de la calle del Pez. León
amarillo, los restos aún visibles
• PERALTA LABRADOR, E.
aparecen junto a la interpretación (2000): Los cántabros antes
de los elementos que desaparecie- de Roma. Real Academia de la
ron con el paso del tiempo. Historia. Madrid.
Foto: Sociedad Cultural Éride

• PERALTA LABRADOR, E.
(2002): “Castros y campamentos
de campaña de las guerras cán-
tabras”. En M. A. Blas Cortina, A.
Villa Valdés (eds.), Los poblados
fortificados del noroeste de la
Península Ibérica: Formación y
desarrollo de la cultura castreña.
Ayuntamiento de Navia, Navia,
págs. 225-238.

• PERALTA LABRADOR, E.
(2006): “El Campo de las Cercas
Camp”. En A. Morillo, A. y J.
Aurrecoechea (eds.), The roman
army in His­pania: an archaeolo-
gical guide, León, pág. 305.
74 hiems·mmdcclxv·auc

DENUNCIA

DERRUMBES EN POMPEYA

Una vergüenza
para Italia
El deterioro de la ciudad Por Francisco J. Girao. diaria romana de hace 2.000 años? En
romana mejor conservada noviembre del año pasado la ciudad
Finales del año 2010. La ciudad ro- Patrimonio de la Humanidad sufre el
del mundo ha encendido las
mana de Pompeya sufre una nueva derrumbe de la Casa de los Gladiado-
luces rojas en los organismos catástrofe. No será en esta ocasión el res y sus frescos, dos paredes de una
internacionales e italianos Vesubio, sino una serie de derrumbes cella de la calle Strabiana y seis me-
que acaban con edificaciones com- tros de un muro de la Casa del Mora-
encargados o implicados en
pletas. No hay temblor registrado ni lista. Todo otorga un buen punto de
su conservación y custodia. acción humana; más bien omisión. partida para la triste respuesta a las
Todo apunta, de nuevo, a una ¿Qué puede llevar al presidente de preguntas superiores.
la República Giorgio Napolitano a El extraordinario estado de con-
responsabilidad marcada-
calificar lo ocurrido como «una ver- servación de las ruinas de la ciudad
mente política en los derrum- güenza para Italia»? ¿Cómo puede costera convierte en sencilla la tarea
bes de los últimos meses. haberse convertido en «vergüenza » de concienciar de la auténtica trage-
tal elocuentísimo testigo de la vida dia que supone la pérdida de, no sólo

En noviembre de 2010, el colapso


de parte de la Casa de los Gladiadores
hacía saltar las alarmas en Pompeya.
invierno·2012 75

un Patrimonio de la Humanidad, sino sabe que la ciudad sufrió un impor-


de un momento, cuando menos, con- tante terremoto algunos años antes de
gelado, de nuestro origen. la erupción del Vesubio que la sepul-
Tras los últimos derrumbes de taría durante siglos. Algunos de esos
2010, la Unesco se pone en marcha movimientos de tierra fueron detalla-
Los frecuentes
e, invitada por Italia, envía un equipo dos por Suetonio y Tácito. Plinio el
supervisor que visita las ruinas entre movimientos sísimicos Joven escribiría –años después de la
el 2 y el 4 de diciembre y entre el 10 magna erupción– que los ciudadanos
está debilitando los
y el 13 de enero de 2011. Las autori- «no estaban en particular alarmados,
dades arqueológicas de Italia entonan cimientos de la ciudad ya que los temblores eran frecuentes
un mediático y sentido mea culpa con en Campania».
un matiz: parecen mirar hacia arriba, El avance de la vegetación y la ero-
sus superiores políticos y morderse la vos informes de la Unesco y sin res- sión propia de la recepción de cientos
lengua. tar importancia a la creciente marea de miles de visitantes hace el resto. La
En noviembre, el entonces minis- de críticas al área cultural de Berlus- contaminación y el vandalismo sobre
tro de Cultura, Sandro Bondi, afirma- coni, personificada en Bondi, por la frescos y mosaicos también tienen su
ba que los derrumbes «derivan de las deficiente preocupación por la con- parte de culpa.
infiltraciones de agua y de la restaura- servación de Pompeya, los medios ¿Qué tienen en común todos esos
ción efectuada en los años 50, con una (especialmente italianos) difundieron problemas? En efecto: Todo podría,
tapa de hormigón armado, que llevó a ciertos apuntes sobre las causas no cuando menos, paliarse con recursos.
la caída del edificio». El político de humanas de los desmoronamientos, Estudios sobre cómo pilotar los ci-
Fivizzano admitía –a la vez que ad- más allá de sus responsables. mientos de la manera más respetuosa
vertía– que «sigue haciendo falta un Así, la evidente, conocida y famo- posible, un mantenimiento adecuado,
gran plan de mantenimiento del pa- samente dramática actividad volcáni- un control y una seguridad más ex-
trimonio de Pompeya», lo que supo- ca de la zona está acompañada por ac- haustiva sobre sus más de dos millo-
ne que «en las excavaciones podrían tivos, aunque a veces imperceptibles, nes de visitantes anuales… Todo pue-
ocurrir otros derrumbes, principal- episodios sísmicos. Estos se producen de comprarse con unos fondos que la
mente en las zonas no restauradas». de cuando en cuando, debilitando ci- Administración italiana parece haber
Antes de que llegaran los definiti- mientos y estructuras. De hecho, se negado a Pompeya desde hace años,

Tres derrumbes en un corto periodo


Casa de los Gladiadores. Un Muros de una bodega. El área Casa del Moralista. Martes 30
terrible y desgraciado temblor sa- arqueológica comprende edifica- de noviembre de 2010. Cuando
cudía una de las calles principa- ciones de extraordinaria impor- tres semanas antes caía la Casa
les que recorren los visitantes de tancia en varios sentidos, pero del Gladiador, algunas voces aler-
Pompeya, la vía de la Abbondan- al tratarse de una ciudad, com- taron de daños en la Casa del
za, en la madrugada del sábado prende también elementos arqui- Moralista. El ministro Bondi lo
6 de noviembre de 2010. Acaba tectónicos accesorios (y no solo desmentía categóricamente afir-
de ceder, bajo el peso de los años teatros, frescos o tiendas prácti- mando que «este episodio –las
y un cierto grado de indiferencia camente intactas). De hecho este denuncias de nuevos derrumbes-
política la Schola Armatarum Ju- es otro de los grandes valores de evidencia un alarmismo infundado
ventis Pompeiani, conocida como Pompeya: ser un fresco, tal cual, y desvela una voluntad de crear
la Casa del Gladiador. Se trataba de la vida del año 69 d. C. de una un clima de tensión que distorsio-
de uno de los edificios emblemá- ciudad romana. Tras la Casa del na la realidad de los hechos y ha
ticos del conjunto arqueológico, Gladiador siguieron los muros de descubierto un fin instrumental
lugar de entrenamiento en el arte una bodega de la Vía Stabiana. de ataque político». Cuando los
de la lucha y los juegos gladiato- Poco importantes artísticamente muros ceden la polémica explota:
rios en la ciudad. Las estimacio- (no tenían decoración y su em- La moción de censura contra el
nes iniciales determinaron que los plazamiento no era visitado) pero ministro de cultura Sandro Bondi
frescos de sus paredes podrían igual de capitales que el resto de no prospera y la Unesco toma car-
ser recuperados. la ciudad. tas en el asunto.
76 hiems·mmdcclxv·auc

mientras se beneficiaba de los turistas


que atraían los restos.
En mayo de 2011, la Unesco pre-
sentaba, en el marco de la XXXV
sesión del Comité del Patrimonio
Mundial, sus conclusiones tras las
visitas de diciembre y enero al con-
junto arqueológico de Pompeya, Her-
culano y Torre Annunziata junto con
los análisis de decenas de enclaves
bajo su protección de todo el mundo.
Dos meses antes, en marzo, el minis-
tro Sandro Bondi había trasladado su
decisión al primer ministro, Silvio
Berlusconi, de abandonar su gabinete
en la inminente crisis de gobierno. La
primera razón que los analistas dieron
a esa decisión fue la presión ejercida
desde varios frentes contra el minis-

Fotos: R. Ellis
Restos del derrumbe de la Casa de los Gladiadores.
tro por los desgraciados derrumbes de
Pompeya.
En primer lugar, la Unesco no
consideraba necesario incluir el área
arqueológica de Pompeya, Herculano
y Torre Annunziata en la Lista de Pa-
trimonio Mundial en Peligro. Eso no
quita para que el equipo inspector ob-
servase que «las condiciones que cau-
saron los derrumbes están muy exten-
didas por la zona y las consecuencias
del presente deterioro acumulado po-
dría amenazar el Valor Sobresaliente
Universal (Outstanding Universal Va-
lue, OUV). Un considerable número
de casas y otras estructuras en Pom-
peya y Herculano están en riesgo y,
por tanto, requieren un trabajo mayor
de conservación».
Infografía: R. P.

Mapa de Pompeya. Los puntos negros señalan


El equipo establece cuatro puntos los derrumbes más importantes hasta la fecha
como las causas del deterioro extre-
mo: deficiencias en la dirección del
complejo, obras de restauración de
baja calidad, la presión de los turistas
Nuevo susto en 2011
y la falta de control sobre las cons- A finales de octubre de 2011, La parte de muro derrumbado
trucciones del entorno. Todas dejan Pompeya volvía a saltar a los mide tres metros de larga, por
entrever una dejación o una preocu- medios por otro colapso. Una un metro y medio de alto. Se
pante falta de interés por la correcta parte de un muro caía, al pare- cerró al público El superinten-
conservación de ese patrimonio mun- cer, por infiltraciones de agua, dente arqueológico de Pompeya
dial. según los carabineros. El de- explicaba en un comunicado que
Un asunto “profundamente lamen- rrumbe se produjo en las inme- el derrumbe se produjo debido a
table” llamó la atención del equipo diaciones de la llamada Porta de las malas condiciones climáticas
internacional de expertos. aunque no Nola, en la zona norte de Pom- en la zona y añadía que el daño
está directamente relacionado con los peya, en la muralla del recinto fue «limitado y contenido». La
derrumbes, sí da una idea del poco arqueológico de la ciudad, sin zona derrumbada se encuentra
cuidado con el que las autoridades que se produjeran daños perso- en un área poco frecuentada por
tratan el Patrimonio de la Humani- nales. los turistas.
dad: La misión supo por los medios
invierno·2012 77

de comunicación de la construcción «Asegurarse que las restauracio-


de un gran edificio al norte de la Porta nes y el mantenimiento son llevadas a
di Nola, en los alrededores inmediatos cabo por personal y contratistas cua-
del complejo, que serviría de almacén lificados» o «diseñar e instalar siste-
de restos, algo de lo que no ha sido in- La Unesco ha cons- mas efectivos de drenaje» son otras
formada la Unesco, contradiciendo el de las medidas exigidas. Por último,
punto 172 de las líneas operacionales
tatado que el estado se aconseja a Italia que «identifique y
firmadas entre el país y la organiza- de conservación del asegure los recursos técnicos y finan-
ción dependiente de la ONU. cieros precisos para llevar a cabo un
El primer factor –las políticas de
yacimiento es “pobre” programa efectivo de conservación y
dirección, que podría ser considera- mantenimiento del área».
do una suerte de metarrazón– y los Cerca del final del informe, en el El informe no ha generado aún
términos en los que está redactado apartado de conclusiones, la Unesco ninguna propuesta concreta para me-
en el informe son demoledores, en reitera y constata que un «número jorar la situación. Pero el deterioro
ese sentido. El documento denuncia considerable de estructuras en Pom- del yacimiento continúa. El 22 de di-
que existe descoordinación entre las peya y Herculano se encuentran en un ciembre de 2011, otro revés, la caída
administraciones responsables de los pobre estado de conservación y man- de una columna, ponía de manifiesto
restos vivos así como que «los es- tenimiento». Urge a Italia a la inme- la necesidad de inyectar más dinero
casos recursos para trabajos de con- diata toma de medidas y sugiere una y revisar la gestión del yacimiento.
servación y mantenimiento han sido nueva visita en 2012 para comprobar Puntos necesarios para que, lejos de
desviados a proyectos no urgentes». la situación de la implementación de configurarse en una «vergüenza para
Además, increíblemente, detalla que las disposiciones apuntadas. Por otro Italia», Pompeya vuelva a surgir
«documentación básica para la direc- lado, se les pide a las autoridades ita- como el testigo mudo pero vivo que
ción y control del área y su entorno se lianas que elaboren un plan de uso es de un momento clave de nuestra
ha perdido o está sin actualizar, lo que público de las instalaciones, así como historia básica. La situación es de tal
lleva a un desarrollo incontrolado en un plan de control de riesgos y del ur- gravedad que la dimisión de un minis-
los alrededores». banismo de los alrededores. tro, ya, no es suficiente. ◙

PASIÓN POR ROMA


• ¿A qué sabe el pollo numídico ? Si quieres saber la
respuesta a estas
• ¿Cómo se maneja un gladio ? preguntas y charlar con
• ¿Qué dicen las inscripciones ? personas interesadas
en la historia y las
• ¿Cómo se pone una toga ? costumbres romanas:

HISPANIA ROMANA
www.hispaniaromana.es
78 hiems·mmdcclxv·auc

breviarium

punto de lectura


REPRESENTACIÓN DE ICONOGRAFÍA Y SOCIEDAD GLADIADORES: MITO Y
MUJERES... EN EL MEDITERRÁNEO... REALIDAD
Luz Neira (editora) P. Fdez.-Uriel/Isabel Rodríguez Fernando Lillo
Creaciones Vicent Gabrielle, 2011 Signifer, 2011 Evohé Didaska, 2011

Las mujeres Dos de las colaboradoras del presente En este libro de


que apare- número de Stilus, Pilar Fernández-Uriel clara intención
cen en los (ver página 32) e Isabel Rodríguez Ló- divulgativa,
mosaicos pez (ver página 16) han editado “Ico- mediante el tex-
romanos son nografía y sociedad en el Mediterráneo to de Fernando
casi todas de antiguo”, una monografía que pretende Lillo Redonet y
inspiración ser un homenaje a la profesora Pilar las ilustraciones
mitológi- González Serrano, (ver página 56), que a color de San-
ca, aunque ha sido el referente de varias generacio- dra Delgado,
también se nes de historiadores. El libro acoge 34 conoceremos
documentan ensayos científicos distribuidos en cua- a los gladiado-
mujeres de carne y hueso, proba- tro áreas de acuerdo con la cronología y res antes y durante el espectáculo, así
blemente dominae, sus hijas, don- la cultura tradicional: Oriente; Egipto y como el impacto de estos combates en
cellas y sirvientes. Lo más signi- Etruria; Grecia y el mundo helenístico, el público de ayer y hoy. Antes del es-
ficativo de estas representaciones y Península Ibérica. Entre los autores pectáculo nos remontaremos a los orí-
son los diferentes papeles que refle- de los ensayos del libro se encuentran: genes funerarios y rituales de este tipo
jan y su contribución a la construc- Ana Cabrera y Luis Turell; Luz Neira; de luchas, entraremos en una escuela
ción de determinados estereotipos, Trinidad Nogales; Sergio Vidal; Marta de gladiadores para saber cómo eran
no sólo en el mundo romano sino bailón; Carmen Solé; Milagros Moro; reclutados, cómo entrenaban y de qué
en el transcurso de la historia hasta Julia Blanco, Crispín Atienza; Amparo se alimentaban, cuáles eran las relacio-
la actualidad. Luz Neira, Profesora Arroyo; Cristina Delgado o Federico nes dentro de la familia gladiatoria y
de Historia Antigua del Instituto de Lara entre otros. ◙ qué tipos de gladiadores había. ◙
Cultura y Tecnología de la UC3M,
coordina este volumen. ◙ escenas romanas
Por Óscar Madrid

EL ESPLENDOR GRIEGO
Y LA GLORIA DE ROMA Sí, ya sé que dije que celebramos
Rebeca E. Gómez González un evento de recreación
Ed. Lul, 2011 multiépoca, pero es
que esto...
El Imperio romano dominó el mun-
do e impuso su cultura, heredada,
en gran parte de la griega. El entor-
no social, la familia, la educacion,
la milicia, la religión, la política, la
economía... De todo ello nos habla
este libro que reconstruye la vida
cotidiana en Roma y Grecia a tra-
vés de excelentes explicaciones y
magníficas fotografías e ilustracio-
nes que nos transportan al mundo
de los clasicos. ◙
invierno·2012 79

BREVIARIUM

Mertxe País Vasco. ¿Qué ruta


propondría a los aficio-
Zarautz y Getaria.
En el entorno, destaca-

Urteaga nados a este periodo que


visitan la región?
ría la torre de Urkullu en
un paisaje de media mon-
—Las minas de Ardi- taña, dominando el paso
DIRECTORA DEL
MUSEO ROMANO
turri, en Oiartzun, resultan de Ibañeta a San Jean-
OIASSO (IRÚN) especialmente elocuentes Pied-de-Port. Se trata de
por el misterio que rodea un trofeo de espectacular
a los trabajos de excava- arquitectura. Además, en
—El museo de Oiasso ción subterráneos, la os- las inmediaciones, se con-
abrió hace cinco años. curidad, la estética de las servan los restos de la vía
¿Cuáles fueron sus refe- gicos donde se presentaban cúpulas de torrefacción, el romana ab Asturica Bur-
rentes? los datos y los objetos de ruido del agua en el acue- digalam. Y en la vertiente
—Durante años me forma amena y pedagógi- ducto subterráneo todavía septentrional se pueden
he sentido un bicho raro ca. Y eso es lo que plantea- en funcionamiento… visitar los restos del cam-
cuando visitaba museos mos hacer en el museo Oi- La necrópolis de San- pamento romano de San
de nuestra especialidad. A asso: presentar al público ta Elena, en Irún, es otro Jean-le-Vieux. Bayona
la segunda sala atiborrada las colecciones de manera conjunto relevante. Para tiene también un recinto
de piezas y de información que se emocione y disfrute todos los interesados en fortificado tardío impre-
me entraban unas ganas con la visita. el mundo romano resulta sionante.
terribles de salir corriendo una visita complemen-
porque me aburrían so- —En los últimos años taria a la del Museo
beranamente. Hasta que ha habido un auge de los Oiasso. Sin salir de Gi- tegras en
Entrevistas ín
descubrí museos arqueoló- estudios romanos en el púzcoa son interesantes

notas de
Busca en las a
k.c om /stilus.revist
www.faceboo

Simon tre los dos protagonistas


cuando Cato ascienda en
Scarrow el escalafón sobre Macro.
Otro reto será la vuelta de
Madrid, la mayo-
ría de los lectores que se
ambos personajes a tierras acercaban a hablarme eran
NOVELISTA
britanas, donde tendrán hombres, pero en Inglate-
que hacer frente a una tác- rra mi público se divide
—Recientemente pu- tica bélica novedosa para al 50% entre hombres y
blicó en Inglaterra la ellos, la guerrilla. Y eso mujeres. Sentía que ellas
undécima entrega de su sin hablar de la presencia merecían también un per-
exitosa serie de novelas de Julia, la novia de Cato, sonaje fuerte en las nove-
protagonizadas por Cato de la saga. Lo bueno de a la que la mitad de mis las. Y, por otro lado, tam-
y Macro, dos legionarios escribir una serie es que lectores quieren ver muer- poco es tan extraño contar
romanos. ¿De dónde lo que ocurre en entregas ta (Risas). con un contrapunto feme-
saca las ideas para sus anteriores va dando pie a nino. Al fin y al cabo, en
libros? nuevos sucesos. —Efectivamente, el mundo hay mujeres y, a
—Surgen espontánea- Julia ha suscitado un veces, los hombres se dan
mente durante mis viajes —¿Qué retos se plan- debate intenso entre los cuenta de su existencia. A
y gracias a la documen- tea para las próximas seguidores de la saga. veces, incluso, hablan con
tación que cae en mis entregas? ¿Por qué se decidió a ellas. (Risas).
manos. Cuando comencé —Un punto importan- introducir un personaje En serio, creo que Julia
a escribir sobre los dos te en los próximos libros femenino en la serie? es un personaje con gran
legionarios no tracé un será ver cómo responde —Por lo que he visto potencial y merece que se
plan maestro hasta el final la relación de amistad en- en la Feria del Libro de le dé una oportunidad.
80 hiems·mmdcclxv·auc

breviarium

Sabores de la Antigüedad http://derecoquinaria-sagunt.blogspot.com/

Dulcia domestica
Por Charo Marco. damos una propuesta de elabora-
ción más detallada de los dulcia Ingredientes
Nos ha llegado un gran número de re- domestica: (6 personas)
cetas de Apicio, aunque la mayoría es- Tras quitar el hueso de los dá-
taban dirigidas a la elite del momento. tiles, rellenarlos con una mezcla 12 dátiles naturales
Vamos a realizar un dulce de sencilla de piñones, nueces, miel y un 150 gr. de piñones
elaboración cuyos ingredientes prin- poco de pimienta molida que 120 gr.de nueces
cipales son los frutos secos, alimento habremos picado en un mortero Pimienta (opcional)
estrella en la Antigüedad no solo por y amasado. Rebozar los dátiles Sal fina
su buena conservación, sino también con sal. Mientras tanto, calentar
Miel
por las calorías y energías que aporta- la miel en una sartén. Cuando esté
ban. Unos dátiles rellenos de piñones caliente, freír los dátiles en la miel
y nueces serán el postre perfecto en hasta que queden crujientes. Espolvo-
cualquier momento del año. rear, si se quiere, con pimienta molida
Abajo puedes encontrar la receta cuando se vayan a servir.
original de Apicio, conveniente- Como veis la receta es muy sencilla. SUGERENCIAS
mente traducida. Sin embargo, os Os animamos a realizarla.
• Perfectamente se puede susti-
tuir el relleno de nueces y piño-
A nes por otros frutos secos como
DULCIA DOMESTIC
De re coq uin ari a, VII, 13, 1) almendras, avellanas, pistachos,
(Apicio,
etc. También se puede combinar
, relle-
Deshuesar los dátiles con sésamo tostado, con unas
Palmulas vel dactilos nar de nueces, piñ ones o de
ce vel pasas o con orejones.
excepto semine, nu pim ienta mo lida. Envolver-
um
nucleis vel piper trit los con sal, freírlos en
un
ies . Sa les for is con- ida
inf erc
in me lle cocto recipiente con miel coc • Estos dulces pueden ser
tingis, frig is .
y servir acompañados con una copa de
et inferes.
vino dulce o licor.

Exotismo frutal para la mesa


Procedentes de Oriente y África, los A su vez, presentaban un uso mísera calderilla un cliente pobre”
dátiles eran frutos muy caros, ya médico para tratar la diarrea, el (Marcial, Epigramas, VIII, XXXIII,
que en Italia no se producían y era flujo de la mujer, las hemorroides y 12-13). Se regalaban junto con hi-
necesaria su importación. Los más la fiebre ardiente. Tenían un papel gos y miel para desear un año en-
célebres venían de Babilonia. Se cul- importante en la fiesta de las Sa- trante dulce y lleno de felicidad:
tivaban también en Grecia, pero de turnalia: «Los dorados dátiles se «Dije: ¿Qué significado tienen los
baja calidad. Se servían solos como prodigan por las calendas de ene- dátiles y los higos arrugados? ¿Y la
postre o conjuntamente con carnes ro; sin embargo, este es el regalo miel resplandeciente que se ofrece
y pescados, nunca con verduras. De que suelen hacer los pobres» (Mar- en un vaso blanco como la nieve?
ellos se extraía una bebida, el vino de cial, Xenia). En el mismo sentido El motivo –dijo- es el augurio: que
palma y la miel de dátil. Se tomaban este mismo autor nos dice: «¿Por semejante sabor persevere en las
como tentempié en los descansos de qué ese regalo tan sutil? […] Con cosas y que el dulce año termine su
las obras teatrales, como se aprecia una binza se envuelven los dátiles camino emprendido. Ya veo por qué
en algún escrito satírico (Marcial, Epi- que en las calendas de Jano –1 de se regalaba cosas dulces» (Ovidio,
gramas, XI, XXXI, 10). enero– ofrece junto con un poco de Fasti, I, 183 y ss).
invierno·2012 81

etimologías

De la bici a la enciclopedia
Por Javier del Hoyo. círculo, de las que algunas son bien para aquello que está cercano a mí,
conocidas por los turistas como Mí- que me rodea, y que lo distingo del
Los griegos, que conocían perfec- conos, Paros, Naxos o Delos; cíclada prójimo (es decir, próximo). Precio-
tamente el giro y la idea de vuelta, llamaban asimismo los griegos a cierta so el cercado como vallado, como
acuñaron la palabra kýklos, ‘círculo’. prenda femenina que usaban las muje- aprisco circular u oval de ovejas, don-
Habían observado el carácter circular res, y tenía forma circular. de la forma geométrica no es capricho-
de la vida, el sucederse de los días y de Pero mucho más nos interesan sa. Así los vemos todavía en la monta-
las noches, el sucederse de las estacio- aquellas palabras en las que la raíz ña, de piedra. Los pastores sabían que
nes creando un eterno retorno, un ani- parece estar oculta, como enciclo- es menos costoso de construir y más
llo, es decir un año. Es el movimiento pedia, es decir, la reunión de niños consistente, pero además en un redil
cíclico de las cosas, sometidas a los en círculo (en-kýklo-paideía) para cuadrado, caso de que llegue el lobo,
ciclos naturales. aprender todo tipo de saberes. Así se las ovejas se atascan en los ángulos,
La raíz ha sido muy productiva tan- dice que enseñaban Sócrates y algu- y el lobo se ceba con ellas, matando
to en griego como en latín (circus). Y nos sofistas en Grecia. De ahí vendría por sed de sangre a más de la cuenta.
así tenemos no solo el ciclón, o vien- más tarde el saber enciclopédico, y la En los espacios circulares las ovejas
to huracanado que forma grandes cír- Enciclopedia de D’Alambert, con in- siguen corriendo y el lobo mata solo la
culos, y el anticiclón o área donde la formación sobre todos los saberes. O necesaria para saciar su hambre.
presión barométrica es mucho mayor encíclica, es decir, la carta que envía Mantenemos el circuito, sea ce-
que en las circundantes, sino la bici y alguien –hoy aplicado casi exclusiva- rrado o no; y el cultismo menos co-
la moto, palabras truncadas de bici- mente a los papas– destinada no a un nocido circuir, ‘estar alrededor de
cleta (dos ruedas) y motocicleta particular, sino para que circule por una cosa’ («una aureola circuye la
(bicicleta con motor), sin olvidar el comunidades o grupos de personas, es cabeza de la Virgen»). Si entramos
ciclomotor, que darán lugar a de- decir el antecedente de las circulares en los compuestos de circum-, desde
portes como el ciclismo o el motoci- que envían hoy las empresas y los or- circunvalación (léase la M-40, por
clismo. También descubrimos la raíz ganismos públicos para todos los que ejemplo) hasta la circuncisión, pa-
en los cíclopes, seres de tamaño gi- dependen de ellos. sando por la circunferencia, nos
gantesco que tenían un solo ojo circu- Pero si abandonamos el griego y perdemos en un verdadero océano de
lar en la frente; a ellos se les atribuye nos vamos a su hermano el latín, el re- palabras que presentan circum como
la construcción de determinadas mu- sultado no es menos fecundo. De cir- preverbio, siempre con el sentido de
rallas como las de Micenas o Tirinte, cus tenemos circo en todas sus acep- ‘alrededor de’. Ortega era él y su cir-
que por el tamaño de sus piedras solo ciones, desde el circo glaciar, hasta el cunstancia, es decir, todo aquello
ellos pudieron mover, construcciones lugar donde se celebraban carreras de que se sitúa alrededor de él.
ciclópeas; el ciclostil, aparato copia- caballos en Roma o los espectáculos Más interesantes me parecen zarcillo
dor en que, sobre un cilindro y con un que denominamos circenses. Su carac- (del latín circellius, ‘círculo pequeño’)
estilete, se imprime en una plancha ge- terística peculiar siempre es la misma, que no es sino un pendiente en forma
latinosa; o el ciclorama, vista pano- el diseño circular del espacio. Su dimi- de aro; o cercha (de un supuesto ‘cer-
rámica en forma de cilindro, en cuyo nutivo círculo es más usado, bien co- cho’, a partir del latín circulus), que es
interior había una plataforma nocido como figura geométrica o como la armadura semicircular que sirve de
para los espectadores. reunión de personas, a partir de la for- soporte a un arco o bóveda mientras
En Grecia hay ma en que se sientan. En latín existe el se construye; y cerchearse, o combarse
un grupo de islas verbo deponente circulor con el sentido las vigas que sostienen una carga.
llamadas Cí- de ‘murmurar’, ‘charlar’, cuyo primer Quedan muchas más palabras en
cladas por significado es ‘formar corrillos, círcu- nuestra lengua, pero ya hay que ir ter-
disponerse los para hablar’, y que lo conservamos minando, porque no hay más espacio
en el mar en español en la expresión “circular un y porque esto del ciclo parece que ha
Egeo en rumor, una habladuría”. quedado ya bastante redondo. Y si te ha
forma Y tenemos cercar (de circare), gustado la colaboración, no te la que-
d e que es ‘rodear’; y cerca o cerca de des, que circule, hazla circular. Vale.
82 hiems·mmdcclxv·auc

LUDOTECA

Aníbal para wargamers


batallas terres-
PUNIC WARS tres que tiñeron
de sangre la Ga-
Sistema: Windows 98/2000/
lia, la Península
XP/2003/Vista. Itálica, África o
Procesador: 1 GHz o superior. Hispania.
Memoria: 512 MB de RAM.
Tarjeta gráfica: 32 bit color.
El juego inclu-
Disco duro: 300 MB de memoria ye 41 escenarios,
disponibles. de los cuales 17
son históricos, 8
son hipotéticos
Por Alfonso Núñez Dopazo.
y 16 son de jue-
gos de tablero.
¿Cuántos de los aficionados a la Actualmente en
Historia Antigua no hemos soñado la página web
alguna vez con meternos en la piel de HPS hay un
de Escipión el Africano o de Aníbal paquete gratuito de 17 nuevos esce- El desarrollo de la partida depende
Barca? En este juego nos encontrare- narios para seguir disfrutando. de muchos factores, como la forma-
mos, quizás no en la piel, pero sí en En Punic Wars podremos disputar ción que adoptan nuestras fuerzas, la
la mente de aquellos brillantes estra- partidas contra el ordenador o contra fatiga, el terreno, etc. La mecánica
tegas, aunque sea por unos instantes, un competidor humano, a través del de juego se desarrolla mediante fa-
entre turno y turno. correo electrónico (sistema PBEM o ses. Primero un jugador da órdenes
HPS Simulations, es una empresa “play by e-mail”). a sus tropas; después, el contrincante
que desarrolla videojuegos enfoca- El juego consta de un mapa tácti- hace lo propio; y se visiona el resul-
dos exclusivamente a los “warga- co dividido en hexágonos que repre- tado como si fuese una película. Los
mes”, gran parte de ellos del género sentan una distancia de 20 metros, y gráficos del juego son sencillos, en
de la estrategia por turnos. En sus se juega en turnos que representan la línea de otros títulos de HPS, pero
filas tuvo al legendario John Tiller. 15 minutos de tiempo real. Sobre el resultan suficientes para sumergirnos
Aun hoy cuenta con los servicios de mapa de batalla veremos tropas de en esta época. Los sonidos cumplen
Paul Bruffell, que es el diseñador del lo más variopintas: jinetes númidas, su función, aunque sin destacar por su
producto que hoy nos ocupa y de la mercenarios íberos, la Legión Sagra- elaboración. Entre ellos encontrare-
serie de juegos Ancient Warfare, del da cartaginesa o tres clases de legio- mos los clásicos choques de espadas,
que Punic Wars (Guerras Púnicas) es narios romanos (triarios, príncipes y el silbar de las flechas por los cielos,
el primer título. En él se recrean las hastados). el sonido de cientos de caligas mar-
chando, la caballería al galope, etc.
En definitiva, Punic Wars nos va a
permitir disfrutar de un episodio apa-
sionante, gracias en parte al cuidado
con que lo recrea. No es perfecto,
pero encierra muchas horas de traba-
jo y esfuerzo por parte de su creador,
Paul Bruffell, que llega a reproducir
las tácticas con que se lucharon mu-
chas batallas mediante las descrip-
ciones de los historiadores clásicos.
¡Nos vemos en Cannas! ◙
invierno·2012 83

ludoteca

Corruptos, ‘ma non troppo’


que nuestros rivales. ¿Te
CLEOPATRA Y LA corromperás para conver-
SOCIEDAD DE ARQUITECTOS tirte en el arquitecto más
Edita: Edge Entertainment. eficiente de la reina? ¿O te
Jugadores: de 3 a 5. resistirás a la tentación, a
Edad recomendada: a partir de despecho de quedar como
10 años.
Tiempo de juego: 60 minutos. el servidor más lento?
Ciertamente, el objeti-
vo del juego es conver-
tirse en el que más con-
Por R. Pastrana.
tribuya al levantamiento
Una gran reina no solo tiene que ser- del palacio. Pero si has
lo, sino también parecerlo. Cuanto más respondido afirmativa-
si es la soberana del feudo más rico y mente a la primera pre-
misterioso del Mediterráneo. Por eso gunta, tal vez deberías
Cleopatra ha ofrecido grandes premios saber que Cleopatra
a los arquitectos que ayuden a construir no gusta de los fun-
el mejor de los palacios para ella. La cionarios (demasiado)
promesa de grandes riquezas ha atraído corruptos. De hecho,
a los mejores constructores y, desde el ha prometido que el
principio, queda claro que la competen- constructor más “su-
cia será feroz. Tan feroz que algunos de cio” al final de la partida
los arquitectos no dudarán en utilizar el será arrojado a los cocodrilos. Así que, El “Cleopatra” es un juego senci-
mercado negro para conseguir materia- ¿serás capaz de ser el arquitecto más llo de aprender. Y aunque se empieza
les de construcción extra y acelerar la rico y, al mismo tiempo, no ser el más pronto a jugar, su operativa sencilla es-
construcción. corrupto? Difícil equilibrio. conde más profundidad y riqueza de lo
Esta es la premisa de la que parte Afortunadamente para los jugadores que aparenta. El hecho de funcionar a
“Cleopatra y la Sociedad de Arquitec- con pocos escrúpulos, el clero ayudará tientas –no sabes exactamente cuánto
tos”, un juego de mesa en el que los a lavar los pecadillos de la avaricia. De dinero están ganando tus competidores
participantes encarnarán a los distin- forma aleatoria a lo largo de la parti- ni con cuánta corrupción se están car-
tos constructores. En cada turno debe- da, el Sumo Sacerdote subastará entre gando– deja campo abierto a la especu-
rán elegir si contratan mano de obra y todos los competidores el perdón de lación. Es inevitable preguntarse duran-
compran recursos (madera, mármol, algunas corruptelas. ¿Eres un probo te toda la partida si te estarás quedando
lapislázuli o piedra) o, por el contrario, arquitecto y rehúsas participar en estos rezagado o si los cocodrilos abren ya
utilizan lo que ya tienen para construir tejemanejes? Pues no deberías, porque sus fauces por ti.
obeliscos, esfinges, columnas para el si no eres más generoso con el sacerdo- En el apartado visual, los materiales
palacio. Por cada uno de estos elemen- te en la subasta a ciegas lanzará sobre son de gran vistosidad. El hecho de que
tos cobrarán un precio variable. ti infundios: cuanto menos pagues, más la propia caja del juego se vaya convir-
Hasta aquí, la mecánica podría re- puntos de corrupción te pasará. tiendo en el palacio con la añadidura
solverse en un rutinario ir y venir del Llegados a este punto, deberías haber de columnas y otras piezas, aporta al
mercado al tajo. Pero como la malicia caído ya en que la corrupción es un ele- conjunto un atractivo extra para cier-
humana siempre complica las cosas (y, mento consustancial al proyecto auspi- tos jugadores. Y aunque es cierto que
por qué no, también las hace diverti- ciado por la reina. Así que, muchacho, la alusión de la mítica reina egipcia es
das) a veces nuestros proveedores nos más vale que pierdas el miedo a “con- incidental, ¿a quién no le seduce la idea
pasarán mercancía de origen dudoso, taminarte”, pero sin dejarte cegar por la de trabajar para uno de los personajes
que nos permitirá construir más rápido ambición. más emblemáticos de la Historia? ◙
t e c a de
Clío
a
La cinem
p re se n ta .. .

Convulsiones ideológicas
unos 400 años antes) o los legionarios espectador de la narración. Además,
romanos tipo Columna Trajana (casi el director logra la nada fácil tarea de
ÁGORA
300 años anterior a los acontecimien- desaprovechar una gran riqueza mate-
Ágora (2009) tos tratados aquí). rial, que deja de lado en favor de una
Director: Alejandro Amenábar.
Productores: Mod Producciones,
Pero dejando de lado estos peque- historia realmente aburrida.
Himenóptero, Telecinco cinema... ños deslices, “Ágora” queda como En el apartado del reparto, Rachel
Actores: Rachel Weisz, Max una historia fallida. El motivo que Weisz intenta levantar un persona-
Minghella, Oscar Isaac...
une la historia –fe contra ciencia, je ambiguo que enamora de manera
fanatismo contra ecuanimidad, in- clásica a dos de los protagonistas: su
tolerancia...– es endeble y aparta al esclavo convertido en furibundo para-
Por David P. Sandoval. bolano y un alumno que llegará a ser
prefecto. La actriz navega entre ambos
Hipatia, Alejandría, los cristianos y con tal indiferencia que contagia al
el final del Imperio romano. Buenos espectador de la misma frialdad y no
ingredientes para lo que podría ser acabamos por sentir nada ante sendas
un interesante cóctel, pero Amená- historias de amor, que resultan pueri-
bar consigue que resulte un péplum les y alejadas. Si Hipatia ha inspirado
sin brillo donde hay cristianos –esta tantas obras y manifiestos a lo largo de
vez, los malvados– y algo así como la Historia, no es precisamente por la
romanos. El resultado son dos horas imagen que da de ella Amenábar, en
de letargo, indiferencia y plúmbea otra de sus películas maniqueas y par-
pretenciosidad. ciales. Y es que, a los ateos tampoco
La historia en sí está muy bien am- les gusta el discurso para convencer a
bientada. El vestuario usa códigos vi- los convencidos... ◙
suales para reconocer rápidamente a
los personajes: negro para los malévo-
los y fanáticos, blanco para los buenos
(y menos fanáticos). Los ropajes son
de una calidad francamente interesan-
te. Se aproximan a lo que podría ser
la realidad de aquella época, aunque
carezcan de los remiendos y estampa-
do propios de ese tiempo. Las maque-
tas y reconstrucciones de los lugares
también resultan creíbles, pero dado
el mal uso cinematográfico de ellos,
quedan desperdiciados. Y en todo ello,
el mundo de las ideas, de la religión,
de la simplona y maniquea representa-
ción del fanatismo.
Hay pequeños anacronismos dis-
culpables: la biblioteca de arquitectura
egipcia más que macedónica, la icono-
grafía muy posterior de loba capitoli-
na con los gemelos, la casa de Hipatia
estilo de Pompeya o Herculano (de

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