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anales de psicología © Copyright 1999: Servicio de Publicaciones de la Universidad de Murcia

1999, vol . 15, nº 1, 133-146 Murcia (España). ISSN: 0212-9728

La naturaleza de la analgesia hipnótica:


Bases y evidencias neurofisiológicas*
Helen J. Crawford**1, Ph.D., Timothy Knebel1, Ph.D., Jennifer M. C. Vendemia1,
James E. Horton2 y Juan R. Lamas3
1Department of Psychology , Virginia Polytechnic Institute and State Univer-
sity. Blacksburg, Virginia 24061-0436 (United States of America)
2Department of Psychology. University of Virginia’s College at Wise. Wise,
Virginia 24293-0016 (United States of America)
3Departamento de Psicología. Universidad de La Coruña (España)

Resumen: Este artículo revisa investigación fisiológica Title: The nature of hypnotic analgesia: Neurophysiologi-
(EEG, potenciales evocados, flujo sanguíneo cerebral, re- cal evidence and foundations.
sonancia magnética funcional (fMRI), y neuroquímica) Abstract: This paper reviews neurophysiological research
consistente con la propuesta de que la analgesia hipnótica (EEG, event-related potential, cerebral blood flow, func-
es un proceso inhibitorio activo que implica a los sistemas tional Magnetic Resonance Imaging, and neurochemical)
cerebrales que median procesos atencionales y nocicepti- that supports the proposal that hypnotic analgesia is an ac-
vos. Aún cuando este proceso puede estar disociado de la tive inhibitory process involving several brain systems me-
conciencia y parece ajeno al control voluntario, se propone diating attentional and nociceptive processes. Even though
que la analgesia hipnótica depende de la activación de un the processes of hypnotic analgesia may be dissociated
sistema supervisor de control atencional- que incluye el from conscious awareness and appear to be beyond voli-
córtex frontal anterior- que participa, con otros sistemas tional control, it is proposed that hypnotic analgesia de-
corticales y subcorticales, en la asignación de actividades tá- pends on the activation of a supervisory, attention control
lamo-corticales. La analgesia hipnótica afecta a la asigna- system -involving the anterior frontal cortex- which then
ción activa de la atención que depende de la región frontal participates with other cortical and subcortical systems in
anterior, así como a los aspectos espacio-temporales de la the allocation of thalamocortical activities. Hypnotic anal-
percepción del dolor asociados con sistemas corticales pos- gesia affects the active allocation of attention and disatten-
teriores. tion associated with the anterior frontal region, as well as
Palabras clave: Hipnosis, Analgesia hipnótica, Dolor, Po- spatio-temporal aspects pain perception associated with the
tenciales evocados somatosensoriales, Electroencefalogra- posterior cortical systems.
ma, Flujo sanguíneo cerebral. Key words: Hypnosis, Hypnotic analgesia, Pain, Somato-
sensorial evoqued potentials, Electroencephalograme, Flujo
sanguíneo cerebral.

La hipnosis es una de las intervenciones con- Olness y Gardner, 1988). La sugestión hipnóti-
ductuales mejor documentadas en el control ca de analgesia puede incluir técnicas de dis-
del dolor agudo y crónico en adultos y niños tracción, redefinición y disociación para reducir
(ver revisiones en Barber, 1996; Barber y o eliminar la percepción del dolor. La correla-
Adrian, 1982; Chaves, 1989, 1994; Crawford, ción positiva entre las puntuaciones en pruebas
1994 a,b; 1995, en prensa; Evans, 1988; Gib- estandarizadas de hipnotizabilidad y el grado de
son, 1994; E.R. Hilgard y J.R. Hilgard, 1994; reducción del dolor a través de la sugestión
J.R. Hilgard y LeBaron, 1984; Holroyd, 1996; hipnótica de analgesia es significativa, usual-
mente en torno a 0.5. Las personas poco hip-
notizables (“bajos”) pueden reducir la incomo-
* Con permiso del editor, este artículo es una revisión tra- didad que acompaña al dolor gracias, proba-
ducida al castellano y actualizada de un artículo publica-
do en Contemporary Hypnosis, 1998, 15, 22-33. blemente, al componente de relajación de la
** Dirección para correspondencia / Address for corre- hipnosis. Sin embargo, las personas de hipnoti-
spondence: Helen J. Crawford, Ph.D. Department of Psy- zabilidad moderada a alta (“altos”) pueden re-
chology. Virginia Polytechnic Institute and State University.
Blacksburg, Virginia 24061-0436. (United States of America). ducir –o incluso eliminar- con mayor probabi-
E-mail: hjc@vt.edu lidad tanto el desagrado como la dimensión

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sensorial del dolor gracias a la relajación y a rebro refleja el procesamiento de diferentes as-
procesos atencionales/disatencionales (inhibi- pectos del dolor (para una revisión, ver Treede
torios) (Crawford, 1994 a,b; Hilgard y Hilgard, et al., 1999). Estas pueden incluir las cortezas
1994). La aceptación futura de la analgesia hip- somatosensoriales primaria (S1) y secundaria
nótica, usada en combinación con otras inter- (S2) (p.e. Downs et al., 1998; Howland et al.,
venciones médicas, en el tratamiento del dolor 1995), el tálamo (p.e. Craig, 1998; Craig et al.,
agudo y crónico podría incrementarse si se en- 1994), la ínsula (p.e., Downs et al., 1998), el cór-
tienden mejor sus mecanismos neurofisiológi- tex cingulado anterior (p.e., Davis et al., 1995;
cos. Devinsky, Morrell y Vogt, 1995; Downs et al.,
El propósito de este artículo es revisar lo 1998; Hutchison et al., 1999; Jones et al., 1991;
que sabemos sobre las bases neurofisiológicas Sweet, 1995; Talbot et al., 1991), los ganglios
de la analgesia hipnótica, mediada por el nivel basales (Chundler y Dong, 1995), y la corteza
de hipnotizabilidad. Se sitúa dentro de un mo- frontal anterior (p.e., Bromm y Chen, 1995;
delo en desarrollo que propone que (a) la anal- Derbyshire, Chen y Jones, 1996; Derbyshire et
gesia hipnótica depende de la activación de un al., 1994; Downs et al., 1998). Se han identifica-
sistema supervisor de control atencional que do cuatro funciones principales de estas areas:
suprime los estímulos dolorosos en niveles cor- “sensación-percepción (córtex somatosensorial
ticales y subcorticales, evitando que alcancen la primario, tálamo e ínsula); atención (córtex
conciencia, y que (b) las personas muy hipnoti- cingulado anterior); control descendente del
zables pueden controlar mejor el dolor gracias dolor (sustancia gris periacueductal); y una ex-
a un más eficiente sistema atencional frontal tensa red relacionada con la integración senso-
que les permite atender o desatender a los es- motora (corteza motora suplementaria, puta-
tímulos presentados (ver revisiones en Craw- men e ínsula, lóbulo anterior y vermis del cere-
ford, 1994 a,b; en prensa; Crawford y Gruze- belo y colículo superior)” (Iadarola et al., 1998,
lier, 1992; Gruzelier, 1998). p.931). Recientemente, Ploghaus et al. (1999)
mostraron que la expectativa del dolor activa
Neurofisiología del dolor regiones que son “distintas de, pero cercanas a,
las que median la experiencia del dolor” (p.
El dolor es una experiencia dinámica y comple- 1979).
ja, con dimensiones sensorial-discriminativas, Existen varios sistemas descendentes in-
motivacional-afectivas, cognitivas y motoras hibitorios que modulan el input sensorial, y que
(p.e. Melzack, 1992; Melzack y Casey, 1968; incluyen centros superiores (p.ej., el córtex
Melzack y Wall, 1965; Price, 1988). Los estu- frontal anterior), el diencéfalo (p.ej., hipotála-
dios de neuroimagen respaldan la idea de que mo), la sustancia gris periacueductal (Depaulis
cualquien evento sensorial implica a una exten- y Bandler, 1991; Franzén y Ahlquist, 1996), y le
sa red de sistemas cerebrales funcionando se- médula espinal (ver la revisión de Markenson,
cuencialmente y en paralelo (Posner y Raichle, 1996). Desde un punto de vista filogenético, las
1994). El dolor no es una excepción. El signifi- regiones del córtex frontal anterior son relati-
cado físico, la intensidad, la duración, la impli- vamente recientes, y en humanos se han aso-
cación somática, la localización y la valoración ciado generalmente con la programación y re-
afectiva del dolor están profundamente in- gulación de la conducta, incluyendo la atención
fluenciados por una compleja serie de variables y procesos inhibitorios (p.ej., Luria, 1966;
ambientales, sociales, emocionales y situaciona- Norman y Shallice, 1986; Pribram, 1991; Stuss,
les sintetizadas a través de la activación de sis- Shallice, Alexander y Picton, 1995). Si la anal-
temas corticales y subcorticales (Chandler y gesia hipnótica está basada en procesos aten-
Dong, 1995). cionales, podría anticiparse una implicación in-
Durante la administración de dolor experi- teractiva de los sistemas cerebrales de la aten-
mental, la activación de varias regiones del ce- ción y el dolor.

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Neurofisiología de la analgesia hipnó- Gruzelier, 1992; Crawford, Horton, McClain-


tica Furmanski y Vendemia, 1998). Las compara-
ciones entre personas de alta y baja susceptibi-
La búsqueda de marcadores o cambios neurofi- lidad a la hipnosis son cruciales para distinguir
siológicos durante la analgesia hipnótica ha te- los efectos de la analgesia hipnótica per se de
nido lugar en los últimos 30 o 40 años. La ac- los debidos a la relajación u otros factores. La
tual “Década del Cerebro” ha traído consigo selección de una persona altamente hipnotiza-
nuevas y sofisticadas técnicas y teorías que sólo ble debe tener también en cuenta su capacidad
recientemente se están aplicando al estudio del demostrada para reducir notablemente o elimi-
procesamiento del dolor y de la manipulación nar la percepción de los aspectos sensoriales y
del dolor y la atención por medio de la analge- emocionales del dolor.
sia hipnótica. La nuevas tecnologías disponi- La corteza frontal anterior (prefrontal)
bles incluyen el análisis espectral del EEG, los puede activarse durante la aplicación de estimu-
mapas topográficos del EEG y los potenciales lación dolorosa (Crawford, Horton et al., 1998;
evocados somatosensoriales (SERP), la tomo- Crawford, Horton, McClain-Furmanski y Ven-
grafía de emisión de positrones (PET), el flujo demia, 1998; Downs et al., 1998; Iadarola et al.,
sanguíneo cerebral regional (rCBF), la tomo- 1998) y/o la anticipación del dolor (Ploghaus et
grafía computarizada por emisión única de fo- al., 1999). Por ello, proponemos que esta re-
tones (SPECT, y la resonancia magnética fun- gión está implicada, en cooperación con regio-
cional (fMRI). nes subcorticales entre las que se incluye el tá-
A medida que esta investigación va adqui- lamo, en el control de la entrada o inhibición
riendo un carácter cada vez más interdiscipli- del input somatosensorial cuando se emplea la
nar, los investigadores deben continuar asegu- analgesia hipnótica. La corteza frontal anterior
rándose de incorporar diseños experimentales se activa durante la atención y la inhibición di-
desarrollados dentro del campo de la hipnosis rigidas (p. e. Posner y Petersen, 1990). Tambien
(Barabasz y Barabasz, 1992; Crawford y Gruze- actúa durante los fases tempranas del procesa-
lier, 1992; Hilgard, 1965). Resulta imperativo el miento sensorial sobre estructuras corticales y
uso de personas que hayan sido rigurosamente subcorticales, “desde la periferia, a través de los
seleccionadas por medio de escalas de hipnoti- núcleos de la columna dorsal y el tálamo, hasta
zabilidad estandarizadas, así como la compara- el córtex sensorial” (Yamaguchi y Knight,
ción de condiciones de atención al dolor y 1990, p. 281). Sorprendentemente, la presencia
analgesia hipnótica, contrabalanceadas o pre- de dolor crónico puede de hecho perturbar la
sentadas en diseños tipo A-B-A. El estudio de activación frontal anterior (Derbyshire et al.,
la interacción entre Aptitud (rasgo) X Trata- 1994, 1996). Si éste es el caso, entonces las téc-
miento, a través de la combinación de métodos nicas de analgesia hipnótica podrían activar el
experimentales y correlacionales (Crawford y procesamiento inhibitorio de la corteza frontal
Allen, 1983; Cronbach, 1975; Tellegen, 1981), anterior, produciendo como resultado una in-
es crucial en la investigación de la hipnosis . Es hibición del dolor y su recuerdo.
muy importante la evaluación del nivel de hip- Estudios recientes de flujo sanguíneo cere-
notizabilidad ya que, al parecer, las personas bral regional y registro intracraneal de actividad
muy hipnotizables pueden controlar mejor el eléctrica (EEG y potenciales evocados somato-
dolor gracias a un sistema atencional frontal sensoriales en regiones corticales y subcortica-
más efectivo que les permite atender o des- les) apoyan la propuesta de que el sistema aten-
atender a los estímulos nocivos (p.ej. Crawford, cional frontal está implicado activamente, a
Brown y Moon, 1993; Crawford, Knebel et al., través de interacciones con otras regiones cor-
1998; Spiegel, Bierre y Rootenberg, 1989; Za- ticales y subcorticales, en la supresión de la in-
chariae y Bjerring, 1994; ver las revisiones de formación aferente sobre estímulos dolorosos
Crawford, 1994 a,b, en prensa; Crawford y

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durante la analgesia hipnótica. Revisaremos es- te evidencia de cambios neurofisiológicos du-


tos estudios a continuación. rante la hipnosis.
En la condición de analgesia hipnótica del
Investigación con Neuroimagen mismo estudio (Crawford et al., 1993), sola-
mente las personas hipnotizables mostraron un
Crawford, Gur, Skolnik, Gur y Benson (1993) incremento de actividad bilateral en el córtex
investigaron los cambios en el flujo sanguíneo frontal, así como en el somatosensorial. Se han
cerebral regional, medidos con el método del observado incrementos frontales similares du-
Xenón 133, en condiciones de descanso y do- rante sugestiones hipnóticas para la modula-
lor isquémico con y sin analgesia hipnótica. Los ción del dolor en investigaciones posteriores
participantes eran hombres sanos: 6 no hipno- con PET (Rainville, 1998; Rainville et al., 1999;
tizables y 5 muy hipnotizables (según sus pun- Wik et al., 1999) y SPECT (Heinrichs et al.,
tuaciones en tres escalas estandarizadas de hip- 1997). Interpretamos el incremento de flujo
notizabilidad). Todos recibieron entrenamiento sanguíneo cerebral en la región frontal anterior
en la utilización de técnicas de analgesia hipnó- como un reflejo de la ocurrencia de mayor pro-
tica con el test “cold pressor” y dolor isquémi- cesamiento inhibitorio y actividad supervisora
co antes de las sesiones experimentales. Todos en esta región durante la analgesia hipnótica.
los participantes hipnotizables fueron capaces Esta investigación respalda la idea de que la
de eliminar consistentemente la percepción del analgesia hipnótica implica al sistema supervi-
dolor en las sesiones de entrenamiento. En un sor de control atencional (Hilgard, 1986) de la
registro previo a la inducción hipnótica no se corteza frontal anterior en un circuito topográ-
observó diferencia alguna entre los sujetos al- ficamente específico de feedback inhibitorio,
tos y bajos en hipnotizabilidad. Después de la que coopera en la regulación de las actividades
inducción hipnótica, sólo los altos mostraron tálamo-corticales (p.e. Birbaumer et al., 1990;
un incremento dramático en el flujo sanguíneo Crawford, en prensa).
cerebral, que osciló entre un 13 y un 28%, y El incremento en el flujo sanguíneo obser-
que puede reflejar un aumento en el esfuerzo vado en la región somatosensorial durante la
cognitivo o el arousal durante la hipnosis. Es analgesia hipnótica (Crawford et al., 1993) es di-
necesario mencionar que otros estudios de flu- fícil de interpretar a la vista de algunos resulta-
jo sanguíneo cerebral, PET y SPECT han in- dos contradictorios recientes. En nuestra inves-
formado de incrementos y decrementos en el tigación con fMRI (Crawford, Horton et al.,
flujo sanguíneo en varias regiones corticales y 1998) se observaron reducciones o incremen-
subcorticales con sugestiones hipnóticas de re- tos bilaterales inconsistentes de la activación en
lajación o alucinatorias (DeBenedittis y Lon- las cortezas somatosensoriales primaria y se-
gostreui, 1988; DeBenedittis y Carli, 1990; cundaria durante la analgesia hipnótica. Rainvi-
Grond et al., 1995; Halama, 1989; Maquet et al., lle et al. (1998) informaron de que la reducción
1999; Meyer et al., 1989; Rainville et al., 1999; del dolor iba acompañada por cambios en la
Szechtman et al., 1998; Walter et al., 1990). En corteza somatosensorial. Aún cuando se asume
un estudio de especial relevancia para nuestra que la corteza somatosensorial está implicada
investigación previa, Rainville et al. (1999) en el procesamiento del dolor, los estudios de
observaron activación PET bilateral en la neuroimagen han encontrado incrementos en
corteza frontal anterior, especialmente en el el flujo sanguíneo (p.e. Casey et al., 1994; Cog-
hemisferio izquierdo, así como activación del hill et al., 1994; Heinrichs et al., 1997), ausencia
cingulado anterior del hemisferio derecho, de cambios (Derbyshire et al., 1994; Jones et al.,
asociadas con el estado hipnótico en sujetos 1991; Rainville et al., 1997), o decrementos
hipnotizables (en este estudio no participaron (Apkarian et al., 1992). Sólo cuando compren-
sujetos no hipnotizables). Estos estudios damos mejor la compleja interacción entre los
proporcionan una fuerte evidencia de cambios núcleos talámicos (y otras regiones cerebrales)

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y la corteza somatosensorial durante la aten- ción siguiente) y fMRI (Crawford, Horton et al.,
ción o la “desatención” al dolor estaremos en 1998), con estímulos eléctricos, y en investiga-
condiciones de interpretar estos datos. ciones con PET en las que se utilizó agua muy
En un estudio de SPECT con estímulos caliente como estímulo doloroso (Rainville,
termales y sugestiones hipnóticas de incremen- 1998; Rainville et al., 1997, 1999). Crawford,
tar y disminuir el dolor, Heinrichs et al. (1997) Horton et al. (1998) observaron cambios
observaron una activación continua en la re- hemisféricos en la activación y desactivación de
gión frontal durante las sugestiones. Curiosa- varias regiones del cingulado en sujetos hipno-
mente, las sugestiones de aumento del dolor tizables que eliminaron por completo la per-
aparecieron asociadas con una actividad pecu- cepción del dolor. Rainville et al. (1997) obser-
liar en el giro post-central del sistema somato- varon que el descenso en la actividad del cingu-
sensorial. Este último hallazgo fue observado lado anterior (BA 24) correlacionaba con la re-
también por Hofbauer et al. (1998; ver también ducción en la percepción del dolor. Adicional-
Rainville et al., 1999). mente, Crawford, Horton et al. (1998) informa-
Un estudio con PET realizado con un gru- ron de una activación frontal continua acom-
po de mujeres que sufrían fibromialgia (Wik et pañada de cambios en la activación de la ínsula,
al., 1999) subraya y extiende nuestros hallazgos el tálamo, la corteza sensomotora, y la región
previos. Durante la analgesia hipnótica, en parietal durante la analgesia hipnótica.
comparación con el descanso, las pacientes Estos estudios de neuroimagen proporcio-
manifestaron disminuciones sustanciales en su nan una fuerte evidencia de que la analgesia
dolor crónico. Este descenso en la percepción hipnótica tiene un impacto sobre las vías neu-
del dolor iba acompañado por un incremento rales que modulan a los sistemas sensorial-
en la activación bilateral de la corteza orbito- discriminativos, senso-motores, atencionales y
frontal (BA 11), en concordancia con los resul- de procesamiento emocional asociados con el
tados de Crawford et al. (1993). Se observaron dolor (p.e. Iadarola et al., 1998).
también incrementos bilaterales de la activa-
ción en la región subcallosal del cingulado (BA Potenciales evocados somatosensoria-
24), en el tálamo derecho, y en el area parietal les
inferior derecha (BA 40/39). Al mismo tiempo
se observaron disminuciones bilaterales de la Los potenciales evocados somatosensoriales
activación en el cingulado anterior (BA 24/33) registrados desde el cuero cabelludo (SERPs),
y posterior (BA 23/31). Wik et al. notaron que en las regiones frontal media, central, parietal,
todas estas areas, excepto la parietal inferior, y/o occipital, muestran cambios significativos
están relacionadas con las estructuras límbicas en componentes medios y tardíos (a partir de
involucradas en el procesamiento emocional, o 100 ms) en respuesta a estimulación cutánea
la defensa, del dolor. La reducción en la activi- desagradable durante la analgesia hipnótica
dad del cingulado sugiere que se prestó menos (p.ej., Arendt-Nielsen, Zachariae y Bjerring,
atención a la codificación del significado aso- 1990; Crawford, 1994 a; Danziger et al., 1998;
ciativo del dolor. Los autores sugieren que “la De Pascalis, Crawford y Marucci, 1992; Horton
activación parietal inferior puede entonces re- et al., 1998; McClain-Furmanski, Horton y
flejar mecanismos psicológicos destinados a Crawford, 1999; Mészáros y Bányai, 1978;
impedir la conciencia del dolor, una vez que la Mészáros, Bányai y Greguss, 1978; Sharev y
señal ha alcanzado centros superiores” (p. 11). Tal, 1989; Spiegel, Bierre y Rootenberg, 1989;
La reducción de la implicación del cingula- Zachariae y Bjerring, 1994; ver las revisiones de
do anterior durante la analgesia hipnótica ya se Crawford, 1994 a,b, en prensa; Crawford y
había observado anteriormente en estudios con Gruzelier, 1992; De Pascalis, 1998; Spiegel,
potenciales evocados somatosensoriales (Kro- 1996). En pocos de estos estudios se evaluaron
potov, Crawford y Polyakov, 1997; ver la sec- posibles cambios en la región frontal anterior, a

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pesar de que los recientes modelos neurofisio- de estudiantes universitarios inicialmente esco-
lógicos de la atención y el dolor sugieren la im- gidos al azar, estos resultados son de una mag-
portancia de hacerlo. nitud sorprendente, y plantean una cuestión
En nuestra investigación más reciente importante en la investigación, a saber, si los
hemos estudiado la actividad frontal anterior y adultos con dolor crónico son más hipnotiza-
la de regiones más posteriores registrando po- bles que la población general. De ser así, las
tenciales somatosensoriales (1) con electrodos técnicas de analgesia hipnótica serían particu-
situados en las regiones temporal, frontal me- larmente apropiadas para ayudarles en el con-
dia y anterior, central y parietal en adultos jó- trol de su dolor (Crawford, Knebel et al., 1998).
venes sanos (Crawford et al., 1997,1999; Hor- El desarrollo de la autoeficacia se docu-
ton et al., 1998; McClain-Furmanski, 1998) y en mentó a lo largo de las sesiones mediante la
adultos que sufrían dolor lumbar crónico generalización de las destrezas recién aprendi-
(Crawford et al., 1998); y (2) con electrodos in- das de control del dolor experimental a la re-
tracraneales implantados temporalmente en el ducción de su propio dolor crónico. En gene-
cingulado anterior, córtex temporal anterior y ral, los participantes manifestaron una reduc-
otras areas (Kropotov et al., 1997). ción significativa en su dolor crónico (Cuestio-
En esta revisión dedicaremos una atención nario de Dolor de McGill), un incremento en
especial a los resultados de uno de estos estu- su bienestar psicológico (Inventario de Depre-
dios (Crawford, Knebel et al., 1998) en una sión de Beck; SCL-90-r) y un incremento en la
muestra de 17 hombres y mujeres, entre 19 y calidad del sueño (menos minutos para dormir-
43 años, con dolor lumbar crónico. En la Esca- se).
la de Susceptibilidad Hipnótica de Stanford, En la segunda sesión experimental, se regis-
Forma C (SHSS:C; Weitzenhoffer y Hilgard, traron los SERP de los participantes mientras
1962) todos los participantes mostraron un ni- se les administraban 30 estímulos eléctricos do-
vel de hipnotizabilidad de moderado a alto, ex- lorosos en el dedo medio de su mano izquier-
cepto uno. da, en condiciones de vigilia e hipnosis. A con-
Se llevaron a cabo tres sesiones experimen- tinuación se describen los resultados obtenidos
tales, con un intervalo aproximado de una se- con un diseño intrasujetos A-B-A en el que los
mana entre cada una. La primera sesión se de- bloques de estímulos se presentaban, tras una
dicaba a la evaluación de la hipnotizabilidad y inducción hipnótica, en condiciones de aten-
al entrenamiento en el control del dolor. En la ción al dolor, analgesia hipnótica y de nuevo
segunda se registraban los potenciales evocados atención. Los resultados obtenidos en las dos
somatosensoriales a estímulos eléctricos dolo- condiciones de atención se promediaron y se
rosos en condiciones de atención al dolor y compararon con los de la condición de analge-
analgesia hipnótica. En la tercera se registraba sia hipnótica.
el EEG durante el test “cold pressor”en condi- El hipotético procesamiento inhibitorio se
ciones de atención y analgesia hipnótica. En la manifestó en un incremento en la amplitud de
primera sesión, después de la aplicación de la N140 en la región frontal anterior (Fp1, Fp2).
SHSS:C, se entrenaba a los participantes en Se cree que este componente refleja las “com-
técnicas de analgesia hipnótica para controlar el plejas interacciones recíprocas entre las corte-
dolor producido experimentalmente. Los suje- zas posterior y prefrontal (frontal anterior) y
tos sumergían su mano izquierda en agua y hie- estructuras subcorticales” que juegan “un papel
lo durante períodos de 60 segundos (test “cold clave en el control de procesos atencionales se-
pressor”). En el tercer intento con analgesia cuenciales” (Desmedt y Tomberg, 1989, p.
hipnótica, el 60 % de los sujetos había elimina- 343). Además, durante la analgesia hipnótica, se
do por completo la percepción del dolor y un observó una mayor negatividad en N250 en la
80% había eliminado completamente el com- región fronto-central. Estos datos sugieren una
ponente de desagrado. En comparación con los “desatención activa durante la analgesia hipnó-

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tica, en lugar del incremento normal de la aten- nución de la actividad cortical (Birbaumer et al.,
ción focalizada hacia las señales sonsoriales re- 1990; Rockstroh et al., 1993) y un aumento en
levantes “ (Crawford, Knebel et al., 1998, el procesamiento inhibitorio (Tecce, 1972;
p.111). Tecce y Cattanach, 1972). La asimetría es una
Las reducciones en la intensidad percibida evidencia fuerte en contra de una posible inter-
del dolor se acompañaron de una reducción de pretación en términos de artefactos oculares.
la amplitud de P200 en las regiones frontal me- Gruzelier (Gruzelier, 1988; Crawford y Gruze-
dia, central y parietal izquierda, así como de lier, 1992) ha sugerido un decremento en la ac-
una reducción en la amplitud de P300 en las tividad de la región anterior izquierda durante
regiones frontal media derecha y central. Una la inducción de la hipnosis y algunos otros fe-
de las funciones del córtex parietal es determi- nómenos hipnóticos. En un estudio reciente
nar la posición de las partes del cuerpo organi- con adultos jóvenes (Crawford et al., 1999), la
zando los inputs sensoriales recibidos de las CPV pudo observarse en todos los electrodos
cortezas somatosensorial y frontal anterior utilizados.
(Desmedt y Tomberg, 1989). Kropotov et al. (1997) fueron los primeros
En nuestro laboratorio hemos examinado en demostrar la implicación del cingulado ante-
por primera vez los cambios inducidos hipnó- rior y la corteza temporal anterior en la analge-
ticamente en las variaciones contingentes, que sia hipnótica. Registraron potenciales evocados
se relacionan con el arousal y la atención (Tec- somatosensoriales intracraneales ante 30 estí-
ce, 1972; Tecce y Cattanach, 1982), en el perío- mulos cutáneos dolorosos en condiciones de
do previo a los estímulos eléctricos, que se pre- atención, analgesia hipnótica y atención en dos
sentaban regularmente cada 3 segundos. Gran mujeres con trastorno obsesivo-compulsivo
parte de la investigación se ha centrado en la que tenían implantados temporalmente elec-
CNV (variación contingente negativa) que, se- trodos intracraneales. Los electrodos estaban
gún se cree, revela un incremento en la excita- colocados en el cingulado anterior, la amígdala,
bilidad cortical que representa un estado prepa- la corteza temporal y la parietal. La analgesia
ratorio. Adicionalmente, existe una variación hipnótica dio lugar a una reducción en los au-
contingente de polaridad positiva (CPV) que toinformes de dolor percibido sólo en la pa-
puede resultar de un procesamiento inhibitorio ciente que resultó ser susceptible a la hipnosis.
y “una ‘disfacilitación’ en redes neuronales cor- Como puede verse en la figura 1, la reducción
ticales” (Rockstroh, Müller, Wagner, Cohen y en el dolor percibido ante los choques eléctri-
Elbert, 1993, p. 236; para una revisión ver Bir- cos en el dedo medio derecho se acompañó de
baumer et al., 1990). Si la analgesia hipnótica (a) una reducción significativa del componente
implica procesamiento inhibitorio, sería de es- positivo del potencial evocado entre 140 y 160
perar que ese incremento gradual en la positi- ms post-estímulo registrado en el cingulado an-
vidad estuviese presente. terior, y (b) un incremento significativo del
En la misma muestra de adultos con dolor componente negativo entre 200 y 260 ms regis-
lumbar crónico, obtuvimos evidencia adicional trado en la corteza temporal anterior. No se
de procesamiento inhibitorio durante la analge- observaron cambios significativos en otras re-
sia hipnótica: un incremento en la positividad, giones o en el electrodo extracraneal situado en
previa al estímulo, sólo en la región frontal an- Fz.
terior izquierda. Esto puede reflejar una dismi-

anales de psicología, 1999, 15(1)


140 H.J. Crawford, T. Knebel, J.M.C. Vendemia, J.E. Horton y J.R. Lamas

Figura 1. Potenciales evocados somatosensoriales de un paciente hipnotizable en dos electrodos intracraneales. Se mues-
tran los promedios correspondientes a 30 ensayos en las condiciones de atención, analgesia hipnótica, y de nuevo aten-
ción. Nótese la reducción en el componente entre 140 y 160 msegs en el cingulado anterior izquierdo (panel superior) y
el aumento en el componente negativo entre 200 y 260 msegs en la corteza temporal anterior izquierda (panel inferior).
Tomado, con permiso, de Kropotov et al. (1997, p. 5).

Estos datos son consistentes con la investi- el procesamiento del dolor y la organización de
gación reciente (p.ej. Bromm y Chen, 1995; respuestas a estímulos emocionales y nocivos
Derbyshire et al., 1996; Talbot et al., 1991) que (Devinsky et al., 1995). También interpretamos
señala la implicación del cingulado anterior en estos resultados como “indicativos de un au-

anales de psicología, 1999, 15(1)


La naturaleza de la analgesia hipnótica: Bases y evidencias neurofisiológicas 141

mento en el procesamiento inhibitorio, contro- y Gruzelier, 1992), los sujetos hipnotizables


lado y activo, de los estímulos dolorosos … (y) generaron más actividad theta alta que los no
evidencia adicional de que la analgesia hipnóti- hipnotizables en los electrodos frontales (F3,
ca es análoga a una condición “No-Go” de in- F4), temporales (T3, T4), parietales (P3, P4) y
hibición de respuesta” (Kropotov et al., 1997, occipitales (O1, O2). Se cree que esta actividad
p. 6). theta podría originarse en la región hipocámpi-
En resumen, la investigación sobre poten- ca y estar asociada con la atención focalizada,
ciales evocados somatosensoriales demuestra reflejando así un sistema atencional más eficaz
claramente que en la analgesia hipnótica están en las personas hipnotizables (ver la revisión de
implicados procesos cerebrales activos de ca- Crawford y Gruzelier, 1992). No se observó
rácter inhibitorio. La investigación futura debe- ninguna asimetría hemisférica significativa en
ría incluir también la evaluación de componen- los sujetos no hipnotizables, pero sí en los hip-
tes más tempranos, así como la localización de notizables. Cuando se concentraron en el do-
sus generadores corticales o subcorticales. lor, los hipnotizables mostraron, en la región
temporal (T3, T4), una mayor dominancia del
Actividad EEG hemisferio izquierdo en theta alta. Por el con-
trario, durante la analgesia hipnótica, los mis-
Puede extraerse evidencia adicional de los pro- mos sujetos mostraron una menor actividad
cesos inhibitorios en la analgesia hipnótica a theta en el hemisferio izquierdo y mayor en el
partir de los estudios de la actividad EEG. La hemisferio derecho.
mayor parte de éstos han evaluado dicha acti- DePascalis y Perrone (1996) aplicaron
vidad durante la administración de un dolor shocks eléctricos breves en la muñeca izquierda
continuo, usualmente el causado por el proce- y midieron la actividad EEG en las regiones
dimiento del “cold pressor”. La actividad EEG frontal, central y posterior de sujetos hipnoti-
evocada por estímulos dolorosos breves aún zables y no hipnotizables en condiciones de lí-
está por examinar. nea base, hipnosis sin analgesia e hipnosis con
En un paciente sometido a cirugía dental analgesia. Los potenciales somatosensoriales
sin otro analgésico que la hipnosis, la energía evocados por cada estímulo doloroso fueron
total del EEG disminuyó, siendo el descenso evaluados en otra publicación (DePascalis et al.,
mayor en el hemisferio izquierdo en las bandas 1992). Durante la analgesia hipnótica, los hip-
alfa y theta (Chen, Dworkin, & Bloomquist, notizables mostraron reducciones en la energía
1981). Karlin, Morgan y Goldstein (1980) in- total, en delta (0.5-3.75 Hz) y en beta 1 (13-
formaron de cambios de un hemisferio a otro 15.75 Hz) en el hemisferio derecho, acompa-
en la energía total del EEG durante la analgesia ñadas por una disminución en el nivel de acti-
hipnótica durante el cold pressor, que se inter- vidad simpática, estimada a por la variabilidad
pretaron como una mayor implicación del cardíaca. DePascalis y Perrone no observaron
hemisferio derecho en la derivación bipolar pa- diferencias en theta alta (6-7.5 Hz), pero no co-
rieto-occipital. locaron electrodos en la región temporal, don-
Crawford (1990) evaluó el EEG durante de Crawford (1990) observó los cambios
períodos de 60 segundos de inmersión de la hemisféricos. Tanto en la condición de aten-
mano izquierda en agua helada, en condiciones ción al dolor como en la de analgesia hipnótica,
de atención al dolor y analgesia hipnótica. Re- los hipnotizables mostraron una disminución
sultaron de particular interés las interacciones en theta baja (4-5,75 Hz), con niveles similares
entre condición y nivel de hipnotizabilidad en de actividad en los dos hemisferios, mientras
la banda theta alta (5.5 –7.5 Hz). En primer lu- que en el estado de vigilia la actividad en la
gar, como se ha observado con frecuencia en la banda theta baja era mayor en el hemisferio iz-
literatura (p.e. Sabourin, Cutcomb, Crawford y quierdo. La reducción en theta baja durante la
Pribram, 1990; para una revisión, ver Crawford hipnosis sugiere una activación cortical mayor,

anales de psicología, 1999, 15(1)


142 H.J. Crawford, T. Knebel, J.M.C. Vendemia, J.E. Horton y J.R. Lamas

o atención, durante la hipnosis. Esto supone recen de gran interés y merecen ser investiga-
un apoyo adicional a la propuesta ya mencio- dos en más detalle.
nada de Crawford et al. (1993) de que la hipno- Ya que algunos procesos inhibitorios actú-
sis requiere esfuerzo cognitivo. an a través de los opiáceos endógenos, varios
estudios han evaluado el efecto potencial de la
Otros cambios neurofisiológicos du- analgesia hipnótica sobre el mecanismo des-
rante la analgesia hipnótica cendente de control opiáceo. A diferencia de la
analgesia opiácea, la hipnótica no ha podido
La analgesia hipnótica puede tener un efecto revertirse generalmente con el antagonista
inhibitorio en la actividad de los reflejos opiáceo Naloxone (Barber y Mayer, 1977;
espinales periféricos, lo que sugiere un posible Goldstein y Hilgard, 1988; Spiegel y Albert,
impacto sobre las vías tálamo-espinales descen- 1983; pero ver también Stevenson, 1978) ex-
dentes de control del dolor (ver la revisión de cepto en circunstancias de estrés (Frid y Singer,
Price, 1996). La amplitud del reflejo de Hoff- 1978). Estudios preliminares (p.e. Domangue et
man disminuyó significativamente durante la al., 1985; Sternbach, 1982) sugieren la existen-
hipnosis en los sujetos muy hipnotizables, pero cia de otros procesos neuroquímicos que po-
no en los poco hipnotizables, a pesar de que la drían estar implicados en la analgesia hipnótica.
sugestión de analgesia no fue eficaz (Santar- El nivel medio de inmunoreactividad de la be-
cangelo, Busse y Carli, 1989). Se han observado ta-endorfina se incrementó en pacientes artríti-
reducciones en la latencia (Hagbarth y Finger, cos tras la analgesia hipnótica, mientras los ni-
1963) y la amplitud R-III (Danziger et al., 1998; veles plasmáticos de epinefrina, dopamina o se-
Kierman, Dane, Phillips y Price, 1995) de refle- rotonina no mostraron cambios (Domangue et
jos espinales durante la analgesia hipnótica. al., 1985). La sorprendente escasez de la inves-
Danziger et al. (1998) evaluaron el reflejo R III tigación en esta area deja el tema abierto a futu-
y los potenciales evocados somatosensoriales ras exploraciones.
ante estímulos dolorosos en condiciones de
atención al dolor y analgesia hipnótica en suje- Resumen general
tos muy hipnotizables. Todos los participantes
mostraron una reducción en la amplitud de los La investigación aquí revisada es consistente
componentes tardíos del potencial evocado y con la idea de que la analgesia hipnótica es un
un incremento en la tolerancia al dolor durante proceso inhibitorio activo que implica a varios
la analgesia hipnótica. Sin embargo, pudieron sistemas cerebrales nociceptivos, atencionales e
observarse dos subgrupos con distintos patro- inhibitorios. Aún cuando estos procesos pue-
nes de modulación del reflejo R III. Un sub- den estar disociados de la conciencia, y parecer
grupo mostró una fuerte inhibición del reflejo, ajenos al control voluntario, proponemos que
mientras que en el otro se observó una notable la analgesia hipnótica es el resultado de cam-
facilitación del mismo. Si bien todos los sujetos bios que afectan a la distribución activa de la
fueron capaces de apartar su atención del do- atención y la “desatención” asociada con la re-
lor, algunos mostraron una reactividad motora gión frontal anterior, así como a aspectos espa-
al dolor mayor que otros. Estos resultados pa- cio-temporales de la percepción del dolor aso-
ciados con sistemas corticales posteriores.

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