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Los Estados Unidos de América en los informes presidenciales de México
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Los Estados Unidos de América en los informes presidenciales de México

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About this ebook

Este libro nos demuestra la compleja y dispar relación que existe entre dos naciones con muchas diferencias pero unidas indefectiblemente por la geografía. Matices peculiares de esta relación los encontramos en el análisis de los informes de los presidentes que ha tenido México, como nación libre y soberana, de 1823 a 1996. Esta segunda edición actualizada, incluye el informe de gobierno del presidente Ernesto Zedillo de 1996.
LanguageEspañol
Release dateJul 31, 2014
ISBN9786071621559
Los Estados Unidos de América en los informes presidenciales de México

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    Los Estados Unidos de América en los informes presidenciales de México - Ricardo Ampudia

    ROZENTAL

    INFORMES PRESIDENCIALES

    (1823-2013)

    MIGUEL DOMÍNGUEZ

    (presidente en turno del Supremo Poder Ejecutivo)

    (1823)

    8 DE NOVIEMBRE DE 1823

    El gobierno de México, en medio de sus aflicciones y escaseces, ha nombrado un encargado de negocios en Washington.

    GUADALUPE VICTORIA

    (1824-1829)

    1° DE ENERO DE 1825

    En todos los países libres del universo se forman votos por la consolidación de la Independencia mexicana. En la nación del norte, el profundo legislador de la Carolina, Guillermo Penn, plantó en el suelo virginal de las Américas, las semillas preciosas de la libertad civil, que cultivadas con esmero por Washington y Franklin se hallan hoy depositadas con sus frutos en ese capitolio que levantó la sabiduría en los márgenes del Potomac. De allí se lanzan rayos desoladores sobre el despotismo y de ahí la generación de los pueblos soberanos. Entre ellos, la nación mexicana. ¡Cuánta gloria del nuevo mundo! ¡Cuánta grandeza de sus destinos!

    21 DE MAYO DE 1825

    El plenipotenciario de México hace días que radica en Washington en toda plenitud que reconoce la diplomacia, así como residirá dentro de poco en nuestra capital, el de Estados Unidos de América que ha entrado ya en territorio mexicano.

    1° DE ENERO DE 1826

    Estados Unidos de América, modelo de virtud política y rectitud moral, progresa bajo el sistema de república federal que, ha sido adoptado entre los mexicanos por el acto más espontáneo de que hay memoria, los nivela con la patria de Washington, robusteciendo la unión más íntima entre dos naciones confinantes. Un ministro plenipotenciario de esa nación, acreditado ante el gobierno de México, es el comisionado para celebrar tratados, que no tardarán en someterse a la deliberación de las cámaras legislativas de ambos gobiernos. Urge un arreglo definitivo de límites entre las dos naciones, por lo que el gobierno mexicano prepara trabajos que facilitarán la conclusión del tratado sobre bases inalterables de franqueza y buena fe.

    23 DE MAYO DE 1826

    La memorable promesa del presidente Monroe, contenida en su mensaje del 2 de diciembre de 1823, no se sostiene por la actual administración del gobierno de Estados Unidos, que paulatinamente ha declarado no haber contraído ningún empeño ni hecho promesa alguna a los gobiernos de México y de América del Sur, de que Estados Unidos no permitirá intervención de ninguna potencia extranjera en la independencia y forma de gobierno de estas naciones. Es cierto que el señor Clay, secretario de Estado norteamericano, y autor de la nota, apela a las simpatías del pueblo de Estados Unidos y a la comunidad de intereses con las nuevas repúblicas, pero no es menos cierto que desaparece la garantía de un compromiso por parte de aquel gobierno, de empeñarse con México en la lucha que provocase alguna potencia de España.

    1° DE ENERO DE 1827

    Nada ha alterado las amistosas relaciones de la República con Estados Unidos de América. Después de concluidos los tratados de amistad, navegación y comercio, se han turnado a las cámaras respectivas para su ratificación. El Congreso mexicano, dando preferencia a este importante asunto, apresurará la ratificación para estrechar aún más los lazos con esa nación, que nos está además unida por las enérgicas simpatías que producen necesariamente la identidad en el sistema y la forma de gobierno.

    21 DE MAYO DE 1827

    Los tratados de amistad, navegación y comercio con Estados Unidos, han sido aprobados por el Senado de aquella república con algunas reformas y modificaciones, lo que conducirá a renovar las negociaciones para tomar en cuenta estas proposiciones. Entre ambos gobiernos continúa la mejor armonía, y están de acuerdo en celebrar lo más pronto posible el Tratado de Límites, tan necesario para el mantenimiento de buenas relaciones entre México y Estados Unidos. Por la falta de presupuesto, no se ha podido nombrar la comisión encargada de fijar los límites fronterizos.

    24 DE DICIEMBRE DE 1827

    Por ley del 6 de septiembre último se aprobó el presupuesto de gastos para la comisión encargada de reconocer los límites entre la República de México y la de Estados Unidos de América. La comisión ha partido a su destino.

    21 DE MAYO DE 1828

    Ha sido aprobado y ratificado el Tratado de Límites entre la República y Estados Unidos procediéndose a su canje con aquella nación. También, México ha otorgado el correspondiente exequatur a los cónsules nombrados por Estados Unidos para los puertos mexicanos de Campeche y Mazatlán.

    1° DE ENERO DE 1829

    El tratado de Límites con Estados Unidos, aprobado por el Congreso y ratificado por el Ejecutivo el 28 de abril del año anterior, no pudo ser canjeado en Washington porque a su llegada ya había expirado el término estipulado para que se ejecutase ese acto.

    VICENTE GUERRERO

    (1829)

    23 DE MAYO DE 1829

    Las relaciones con Estados Unidos continúan bajo el pie de la más franca amistad. Para que el Tratado de Límites celebrado con aquel gobierno no sufra demora en su canje, se ha autorizado al encargado de Negocios de México en Washington para que lo verifique. Por otra parte, aún no ha pasado a la Cámara de Representantes el Tratado de Amistad, Comercio y Navegación, concluido entre los potenciarios de México y Estados Unidos, pero se espera que en breve se haga.

    ANASTASIO BUSTAMANTE

    (1830-1832)

    15 DE ABRIL DE 1830

    Se mantienen bajo un pie de reciprocidad la amistad entablada con Estados Unidos, y para sentarlo sobre bases sólidas, el Ejecutivo se ocupará de acelerar la conclusión de los tratados pendientes entre ambas potencias.

    1° DE ENERO DE 1831

    En breve se pasará al Congreso para su aprobación constitucional el Tratado de Amistad y Comercio con Estados Unidos de América.

    MANUEL GÓMEZ PEDRAZA

    (1832-1833)

    29 DE MARZO DE 1833

    Hay motivos para creer que el gobierno de Washington aprecia la regeneración política de México y que en breve dará prueba de ello, puesto que el pueblo culto de Estados Unidos aplaude los triunfos de la libertad.

    ANASTASIO BUSTAMANTE

    (1837-1839)

    1° DE ENERO DE 1838

    Hay pesar porque el gobierno de Estados Unidos no ha apreciado debidamente la conducta que ha seguido el de México sosteniendo con dignidad los derechos nacionales, confesando con la mejor buena fe la justicia de algunos de sus reclamos y negando con la misma la de muchos otros, que ni están fundados en el derecho público, ni puede hacerse valer tampoco por el internacional. Sería muy lamentable llegar a un rompimiento de relaciones con Estados Unidos, a raíz de la situación presentada en Texas.

    30 DE JUNIO DE 1838

    El gobierno de Estados Unidos ha ofrecido su arbitraje de una nación amiga, para restablecer las relaciones diplomáticas, lamentablemente interrumpidas entre México y Francia por cuestión de los bonos de Jenkins.

    1° DE ENERO DE 1839

    México agradece los buenos oficios interpuestos por Estados Unidos para mediar para terminar sus conflictos con el gobierno de Francia. En otro asunto, se firmó en Washington una convención entre México y Estados Unidos para nombrar los comisionados que atenderán el asunto de las reclamaciones de los ciudadanos de ambos países. El árbitro, en caso de disidencia, será S. M. el rey de Prusia.

    ANASTASIO BUSTAMANTE

    (1839-1841)

    1° DE ENERO DE 1840

    No se omitirá ningún esfuerzo para asegurar las fronteras, para recobrar el territorio de Texas, usurpado por ingratos extranjeros a quienes se les dio una generosa hospitalidad en aquella parte de la República. Se entregó ante el Congreso de la República una iniciativa de ley que declara traidores a la patria a los que con hechos o por escrito fomenten las miras de cualquier potencia extranjera o de los usurpadores de Texas, para la desmembración del territorio mexicano o para dominarlo. En otro asunto, aunque no había aceptado S. M. el rey de Prusia el arbitraje al que se le invitó para dirimir las diferencias entre México y Estados Unidos, conforme a la convención del 10 de septiembre de 1838, nombró para tal efecto al señor Barón Reonne, su ministro plenipotenciario ante el gobierno de Washington. Por su parte, ya fue recibido en México oficialmente el ministro de Estados Unidos ante el gobierno de México, el señor Powhatan Ellis.

    1° DE ENERO DE 1841

    Las reclamaciones pendientes de algunos ciudadanos de Estados Unidos se van a dirimir por el fallo de los comisionados de ambos gobiernos, reunidos en Washington, o por el árbitro representante de S. M. de Prusia.

    30 DE JUNIO DE 1841

    Con respecto a la provincia de Texas, es necesario asentar que esos aventureros que intentan hacer independiente un suelo donde no nacieron; que no pueden tener con los hijos del país otras relaciones que las de gratitud, por la hospitalidad generosa que allí encontraron y que, lejos de obrar conforme a los principios que proclaman, excluyen de su población a la gente de color e introducen la esclavitud en un territorio virgen, donde sólo se habían enseñado la libertad y la filantropía: ningún título tienen para justificar sus pretensiones. No merecen otro nombre que el de usurpadores y tiranos de la humanidad, y es un deber del gobierno escarmentarlos y volver a la unión nacional aquella porción de la hermosa República.

    ANTONIO LÓPEZ DE SANTA ANNA

    (1841-1842)

    1° DE JUNIO DE 1842

    El coloso ha colocado un pie en Texas y solamente un gobierno fuerte, enérgico e indivisible puede detener sus avances.

    VALENTÍN CANALIZO

    (1844)

    1° DE FEBRERO DE 1844

    Se ha dicho al mundo que la anexión de Texas a la república vecina es necesidad de interés común; nada más lejos de la verdad. Por el contrario, ello puede desatar los lazos que unen a México con Estados Unidos.

    1° DE JUNIO DE 1844

    Recobrar Texas es un deber nacional.

    JOSÉ JOAQUÍN DE HERRERA

    (1844-1845)

    1° DE ENERO DE 1845

    México tiene derechos sobre la provincia de Texas que sabrá sostener y hacer respetar, con la misma decisión y dignidad con la que conquistó su independencia y ha asegurado sus libertades.

    30 DE MAYO DE 1845

    Las relaciones diplomáticas se han restablecido satisfactoriamente, a excepción de las que conservaban México y Estados Unidos. Interrumpidas, de hecho desde fines del año pasado, por la expedición, de una ley en la cual se infiere un gran agravio a la República Mexicana. Con Texas se ha querido llegar a un acuerdo, pero si ésta acepta su agregación a Estados Unidos, será considerado un acto hostil tanto de la misma provincia texana como del gobierno de Washington.

    1° DE JULIO DE 1845

    La conducta que adopte el departamento de Texas al acordar o no su agregación a Estados Unidos, será también con la que asegure un arreglo u obligue a México a un rompimiento con esa provincia que por su misma naturaleza se hará extensivo a la Unión Americana.

    MARIANO PAREDES Y ARRILLAGA

    (1846)

    6 DE JUNIO DE 1846

    Al iniciarse la presente administración, se encontró con el compromiso contraído por la anterior, de recibir un ministro plenipotenciario de Estados Unidos para tratar la cuestión de Texas. Firmemente resuelto el gobierno a sostener sus derechos legítimos sobre la provincia enajenada, hacía sus preparativos para la guerra pero, al mismo tiempo, deseoso de evitarla, aceptaba entrar en negociaciones dignas y respetuosas con el gobierno de Estados Unidos. Bien pronto se notó la mala fe del gobierno de Washington, pues éste había nombrado al señor John Slidell, no como ministro ad hoc para tratar el asunto tejano, sino como ministro residente, como si las relaciones entre los dos países no hubieran sufrido alteración alguna. El gobierno mexicano, por medio de diversas notas, le notificó de la manera más terminante su resolución de no recibirlo sino con carácter puramente especial, enviándole su pasaporte para que saliera del territorio nacional. Esto fue motivo suficiente para que Estados Unidos acusara a México de hostil siendo que sus tropas habían pisado el suelo de California y los puertos de ambos mares de la República se hallaban amenazados por escuadras de Estados Unidos. Finalmente, el día 8 de mayo, frente a la ciudad de Matamoros, ocurrió un choque entre los ejércitos de los dos países, e inmediatamente después, buques estadunidenses comenzaron a bloquear los puertos de Tampico, Tamaulipas y Veracruz. Ha llegado el momento de defender a la patria y que el Congreso de la Unión declare la guerra a Estados Unidos de América.

    JOSÉ MARIANO SALAS

    (encargado del Supremo Poder Ejecutivo)

    (1846)

    6 DE DICIEMBRE DE 1846

    Con la patria en peligro, por la guerra que México libra con Estados Unidos, el general Santa Anna rehusó encargarse del Poder Ejecutivo y marchó a San Luis, en donde en pocas semanas reunió un ejército de 22 000 hombres para ir al encuentro con el enemigo. Por su parte, el gobierno de Estados Unidos, empeñado como está en apresurar las operaciones de la guerra, para llegar a su término, ha dado orden al general Taylor para que avance. Así pues, muy pronto habrá un encuentro entre los dos ejércitos. Del valor y número de los soldados mexicanos, del entusiasmo y pericia de su jefe y, sobre todo, de la justicia de la causa se debe esperar el buen éxito.

    VALENTÍN GÓMEZ FARÍAS

    (1846-1847)

    24 DE DICIEMBRE DE 1846

    La guerra que la nación se ve precisada a sostener contra la república norteamericana se proseguirá con valor y constancia hasta que la justicia de nuestra causa sea reconocida y desocupado el

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