PARA NIÑOS ENTRE DIEZ Y CUATORCE AÑOS

La Revelación, o Comunicabilidad de los Ángeles, Espíritus o Almas, es fenómeno

reconocido desde las más remotas civilizaciones, constando de todas las Biblias de
la Humanidad.
Zoroastro fue el primero gran cultivador de la Revelación, teniendo estribado su
Doctrina sobre la diferencia entre BIEN y MAL y las ventajas del cultivo mediumnico
sano.
El período Búdico-Védico se remonta hay más de doscientos y cuarenta mil años.
Moisés fue la reencarnación del primero de los cuatro Zoroastros y deseó la
Revelación generalizada.
Moisés recibió la Ley de Dios a través de mensaje mediumnico.
La Ley de Dios no recomienda religión ninguna y sí el cultivo de la VERDAD, del
AMOR y de la VIRTUD, porque la Justicia Divina está por encima de frivolidades y
otras tonterías humanas.
La Biblia entera es uno repositorio de mensajes mediumnicas.
Jesús fue anunciado, antes de encarnar, por los ángeles, espíritus o almas, por un
período de tres mil y seiscientos años.
Jesús tenía los ángeles, almas o Espíritus, subiendo y bajando sobre Él, para que
los prodigios mediumnicos, los llamados milagros, tuviesen curso y razón de ser.
Es blasfemia hablar en Jesús y condenar la Comunicabilidad de los Espíritus, pues
Él así la practicó mientras encarnado, habiendo vuelto en Espíritu para Generalizar
la Revelación o Bautizar en Espíritu.
No hay Cristo sin Ley de Dios y ni Evangelio sin la Moral de la Ley y el cultivo de
la Revelación.
La Doctrina Fundamental es Moral, Amor, Revelación, Sabiduría y Virtud.
Las herramientas que deben ser divinamente controladas son el Bolsillo, el
Estómago, el Sexo, el Orgullo y el Egoísmo.
El problema del espíritu no es de salvación y si de autocristificación, a través de
los mundos y de las vidas, y de afrontar condiciones y situaciones las más diversas,
hasta tornarse PURO y SABIO, según la Divina Modelación de Jesús Cristo.
Un espíritu sólo puede ser un Cristo hecho o por hacer; por tanto, piensen en el
ORIGEN DIVINO, en el PROCESO EVOLUTIVO y en la SAGRADA FINALIDAD, se
no quisieren venir a cometer graves faltas contra la propia autocristificación.
La Reencarnación es la válvula redentora y evolutiva de los espíritus, pues sin ella
la Justicia Divina sería todo, menos Justicia Divina.
Basta ser ignorante, para decir que no cree, en lugar de decir que no conoce.
 Pitágoras, haciendo experiencias con su esposa, la médium Teocléa, vidente,
psicómetra y desdoblante, hizo los más grandes estudios sobre la evolución del
espíritu, afirmando que él gasta, en promedio, trescientos millones de años,
atravesando las especies inferiores, antes de alcanzar la especie humana.
Hermes fue el Grande Iniciado que más consiguió saber, sobre la Divina Esencia
Creadora, Sustentadora y Destinadora de todo y de todos.
Para el Vedismo Iniciatico solo existe Dios, la Divina Esencia Única, que se revela
o manifiesta también como Creación.
Krishna vivió mil y quinientos años antes de Jesús Cristo y el su libro es el único
Tratado de Divino Monismo de que la Humanidad dispone.
La Raza roja fue la primera a mandar en la Tierra, después la Negra, y Rama fue
quien la hizo perder el dominio para la Raza Blanca.
Enoch fue el patriarca de antes del diluvio que trasladó la Doctrina Védico-Búdica
para el mundo occidental, donde vino a tener distintos nombres, sin embargo,
teniendo en las Cabalas Egipcia y Esenia los mejores exponentes.
Samuel, que más tarde fuera Daniel y Juan Evangelista, y más tarde Antonio de
Pádua y Jordano Bruno, fue quien reorganizó la Orden Esenia o de los Nazareos,
pues con la muerte de Moisés todo se había corrompido.
Eva quiere decir Raza Primitiva.
Adán quiere decir Advenido, eso es, de los que vinieron migrados de un mundo
de la Constelación de la Capela, por no más merecer aquel mundo.
El espíritu nunca pierde la evolución hecha, pero temporalmente pierde la
posición social, si cometiere delitos y tuviere que responder por ellos.
Ninguna VERDAD EXTERIOR es más importante de que la VERDAD INTERIOR,
que es el Reino de Dios que cada uno debe hacer desabrochar en si mismo.
Desabrochar el CIELO INTERIOR es crecer en PUREZA y SABIDURÍA, es el único
modo de ir penetrando en la DIVINA UBICUIDAD.
El espíritu, que es envuelto por las siete coronas energéticas y por la densidad
del periespíritu y del cuerpo físico, cuando encarnado, debe venir a ser, cuando
cristificado, solo una centella libre, reflejando su Gloria y su Poder, a través de la
primera corona, que es la Luz Divina Universal, sin embargo, individuada.
Ser Divinista es ser UNIVERSAL, por encima de religiones, sectas y
maniobrismos humanos cualesquier, bajo pretextos cualesquier, en cualesquier
tiempo y local.
Ser Divinista es ser de la VERDAD, del AMOR y de la VIRTUD.

Osvaldo Polidoro
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